libro ciudadanÍa y sistema de protecciÓn social en colombia

Upload: alejandroquinterog

Post on 17-Jul-2015

661 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

ciudadanía y sistema de protección social en colombia o nuevamente ¿ciudadanía y clase social?, análisis de las consecuencias para la ciudadanía en colombia de la aplicacion de la ley 100 de 1993 o ley del sistema de seguridad social integral.

TRANSCRIPT

CIUDADANA Y SISTEMA DE PROTECCIN SOCIAL EN COLOMBIA NUEVAMENTE CIUDADANA Y CLASE SOCIAL?

Anlisis de las consecuencias para la ciudadana en Colombia de la aplicacin de La Ley 100 de 1993 Ley del Sistema de Seguridad Social Integral.

POR: Alejandro Hernn Quintero Galeano Md. Gineclogo y Obstetra Mg. Salud Pblica Mg. Ciencias polticas Profesor de ctedra Facultad Nacional de Salud Pblica

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

Medelln, enero 2011

ISBN978-958-44-7315-8

DEDICATORIA

A m esposa e hijos, familiares, amigas y amigos; y en especial, a todas y todos las afectadas y los afectados por el sistema econmico en el pas

2

CONTENIDO

PROLOGO INTRODUCCIN I. ABORDAJES TERICOS E HISTRICOS 1. LA CIUDADANA Y LA LEGITIMIDAD DEL SISTEMA LIBERAL 1.1 Legitimidad del sistema liberal 1.2 Causas institucionales globales del dficit de los derechos humanos 1.3 Los derechos fundamentales y la democracia sustancial 1.4 Hacia una poltica de la igualdad 2. LA CIUDADANA Y LA CRISIS DEL CONTRATO SOCIAL MODERNO 3. LA CIUDADANA Y LA TEORA MARXISTA DE LOS DERECHOS HUMANOS 3.1 Ciudadana y Manifiesto del Partido Comunista 3.2 La crtica Marxista a los derechos del hombre 3.3 La globalizacin, los derechos humanos y la ciudadana 4. LA CIUDADANA SUSTANTIVA: SU EVOLUCIN HISTRICA SUS APORTES Y REVESES 4.1 LA CIUDADANIA SUSTANTIVA 4.1.1 La ciudadana y los derechos 4.1.2 La ciudadana y la clase social 4.1.3 Los derechos sociales y su influencia en la clase social 4.1.4 Los aportes de Bottomore. 4.2 CRTICAS Y COMPLEMENTOS A LA TEORIA DE MARSHALL 4.3 LOS ATAQUES A LA CIUDADANA SUSTANTIVA DESDE LOS SECTORES NEOCONSERVADORES 5. ELEMENTOS HISTRICOS COMPARATIVOS, EL CASO EUROPEO Y LATINOAMERICANO

14 17 23

24 25

26 27 30

33

41 42 45 50

52 54 55 57 61 64

66

72

76

3

5.1. CIUDADANA, ECONOMA Y POLTICA SOCIAL 5.1.1 SISTEMA CAPITALISTA Y GARANTIAS SOCIALES 5.1.2 POLITICA SOCIAL, DERECHOS Y CIUDADANA 5.1.3 GENERALIDADES DE LA POLITICA SOCIAL LATINOAMERICANA 5.1.3.1 CONSECUENCIAS DE LA APLICACIN DEL PARADIGMA DE AJUSTE 5.1.3.2 EL PARADIGMA DEL AJUSTE Y LA EQUIDAD 5.2 PROTECCIN Y SEGURIDAD SOCIAL 5.2.1 LA PROTECCIN SOCIAL 5.2.2 REFERENTES HISTRICOS Y DESARROLLO DE LA SEGURIDAD SOCIAL 5.2.3 EL SURGIMIENTO DE LA PROPIEDAD SOCIAL Y LA SEGURIDAD SOCIAL 5.2.4 ALGUNAS REFLEXIONES EN TORNO AL ESTADO DE BIENESTAR EN AMERICA LATINA 5.2.5 TIPOS DE PROTECCIN SOCIAL 5.2.5.1 Asistencialismo 5.2.5.2 Aseguramiento 5.2.5.3 Universalismo 5.2.5.4 Neoasistencialismo y aseguramiento privado 5.2.6 LA FINANCIARIZACION Y LA PROTECCIN SOCIAL 5.2.7 LA TEORIA DEL MANEJO SOCIAL DEL RIESGO MSR Y LA PROTECCIN SOCIAL 5.2.7.1 Redefinicin del concepto de proteccin social 5.2.7.2 Manejo del riesgo: problemas viejos y nuevos 5.2.7.3 Importancia del buen manejo Social de los Riesgos 5.2.7.4 Principales elementos del nuevo marco conceptual 5.2.7.5 Principales implicaciones del nuevo marco conceptual 5.2.7.6 Nuevos principios rectores para la PS 5.2.7.7 Conclusiones 5.2.7.8 CRTICAS AL MSR

76 76 91

93

96 98 109 110

112

113

124 126 127 128 129 131 138

145 147 148 149 151 156 158 160 160

4

II. EL CASO COLOMBIANO 6. DESARROLLO DEL ESTADO, ECONOMA Y CIUDADANA EN COLOMBIA 1930-2006 6.1 El antes: La Ciudadana y el intervencionismo del Estado en Colombia 1930-1985 6.1.1 La intervencin del Estado en Colombia 6.1.2 Orgenes y desarrollo de la intervencin del Estado en Colombia 6.1.3 Surgimiento del espritu proteccionista 6.1.4 El intervencionismo y la Constitucin Nacional 6.1.5 El intervencionismo en materia agraria y de propiedad de la tierra 6.1.6 Migracin del campo a la ciudad 6.1.7 El avance de la Industria 6.1.8 Niveles de concentracin industrial 6.1.9 La industria y sus gremios 6.1.10 Concertacin: gremios privados y Estado 6.1.11 Movimientos sindicales y derechos laborales 6.1.12 Intervencionismo de Estado y consecuencias sociales 6.1.12.2 Distribucin del ingreso 6.1.12.3 El problema asociado al empleo 6.1.12.4 Incidencia y evolucin de la pobreza 6.1.12.5 Mejoras en algunos indicadores sociales 6.1.12.6 Calidad de la vivienda en Colombia 6.1.12.7 Indicadores bsicos de salud 6.1.12.8 CONCLUSIONES 6.2. Del Intervencionismo de Estado a la Liberalizacin de la Economa 1985-2006 6.2.1 Las reformas estructurales en Colombia 6.2.2 Consecuencias sociales de las reformas estructurales

164

165

165 166

166 169 171

172 177 178 182 184 186 187

191 197 201 203 207 210 214 219

6.1.12.1 Crecimiento econmico y concentracin de la riqueza 191

223 226 234

5

6.2.2.1 La tendencia del crecimiento y de la estructura productiva 6.2.2.2 El problema del Empleo 6.2.2.3 El movimiento sindical y las reformas estructurales 6.2.2.4 Las consecuencias sociales 6.2.3 La Constitucin de 1991 y la transformacin del Estado colombiano 6.2.4 Algunas consideraciones finales 6.3. GENERALIDADES SOBRE EL PARADIGMA DEL AJUSTE Y SU INFLUENCIA EN LA POLITICA SOCIAL COLOMBIANA 6.4. SISTEMA DE PROTECCIN SOCIAL EN COLOMBIA Y SUS CONSECUENCIAS PARA LA CONSTRUCCIN DE LA CATEGORIA DE CIUDADANO 6.4.1 Influencia de los organismos financieros internacionales y participacin del sector privado nacional en la reforma 6.4.1.1 La influencia de los organismos financieros internacionales 6.4.1.2 La participacin del sector privado nacional en la reforma 6.4.2 Consecuencias sociales, econmicas y polticas para la construccin de la categora de ciudadano 6.4.2.1 Ciudadana en Colombia y la ley 100/93: El caso de la salud 6.4.2.2 Incremento del asistencialismo 6.4.2.3 Ley 100 de 1993 y ciudadana jerarquizada 6.4.2.4 Ciudadana invertida o asistida en Colombia segn la ley 100/93 6.4.2.5 Causas del aumento del asistencialismo 6.4.2.6 Ciudadana patrimonial en Colombia 6.4.2.7 El caso de las pensiones 6.4.2.8 Consideracin especial: Afiliacin al SGSS vs. Acceso 305 308 311 313 296 299 301 293 291 286 286 285 279 268 276 234 239 253 254

6

al servicio de salud. 6.4.2.9 Itinerarios Burocrticos en la atencin en salud en Colombia 6.4.3 Cul ciudadana es posible en Colombia con las caractersticas descritas del SGSSS?. 7. CONSECUENCIAS PARA LA CIUDADANA COLOMBIANA 7.1 EL CONTEXTO INTERNACIONAL 7.1.1 De la seguridad social a la proteccin social: un anlisis desde la perspectiva del cambio en el papel del estado y los actores sociales 7.1.2 La financiarizacin, ganadores y perdedores 7.2. LA TEORA DEL CONTRATO SOCIAL EN COLOMBIA 7.3. EL CONTEXTO NACIONAL: CUL CIUDADANA EN COLOMBIA? 7.3.1 El patrimonialismo de Estado 7.3.2 El clientelismo 7.3.3 Sistema de proteccin social y rgimen de acumulacin en Colombia 7.3.3.1 Colombia: pas de la periferia capitalista 7.3.3.2 La historia y el papel que cumple la poltica social dentro del sistema capitalista 7.3.3.3 La relacin entre el nuevo sistema de proteccin social implantado a partir de los 90 y el rgimen de acumulacin en Colombia 7.3.3.4 La consolidacin de la ciudadana formal y la correspondiente democracia formal o restringida en Colombia 8. BIBLIOGRAFIA

323

331

335

338 339

339 349 352

359 360 371

379 379

388

390

393 397

7

LISTA DE CUADROS

Cuadro 1. Modelos de desarrollo y Poltica Social Cuadro 2. Amrica Latina: actividad econmica, empleo, salarios y pobreza Cuadro 3. Concentracion de la propiedad de la tierra en Colombia 1960-1984 Cuadro 4. Poblacion Total y Concentracion Urbana Cuadro 5. Cambios en la Estructura Ocupacional 1938-1978 Cuadro 6. Composicin del Valor Agregado Industrial Cuadro 7. Crecimiento Econmico y Concentracin de la Riqueza en Colombia 1964-1985 Cuadro 8. Sector Urbano. Participacin acumulada de los ingresos Cuadro 9. Sector Rural. Participacin acumulada de los ingresos Cuadro 10. Colombia. Participacin acumulada de los ingresos Cuadro 11. Tasas de Desempleo en Colombia 1980-1992 Cuadro 12. Grado de Incidencia y Evolucin de la pobreza en Colombia, segn metodologias LP y NBI, 1972-1992 Cuadro 13. Personas con NBI segn departamentos. 1973-1985 Cuadro 14A. Calidad de la vivienda en Colombia. 1951-1985 Cuadro 14B. Calidad de la vivienda en Colombia. 1951-1985 Cuadro 14C. Calidad de la vivienda en Colombia. 1951-1985 Cuadro 15. Tasas e indices relacionados con la salud de la poblacin colombiana. 1960-1990 Cuadro 16. Estado nutricional de los menores de 5 aos Cuadro 17A. Tasas de educacion y de analfabetismo en Colombia. 1951-1985 Cuadro 17B. Grado de escolaridad Cuadro 18. Consenso de Washington. Presentacin Orgnica Cuadro 19. Reforma Laboral

95

101

175 177 180 182

193 199 199 200 202

203 211 212 213 213

215 215

216 217 225 232

8

Cuadro 20. America Latina. Regulacin pblico-estatal Cuadro 21. Composicion de la actividad econmica Cuadro 22. Cambios en la estructura ocupacional 1978-2005 Cuadro 23. Principales indicadores del mercado laboral 1991-2003 Total siete reas metropolitanas 1991-2003(junio) Cuadro 24. Empleo industrial por tipo de contratacin y participacin en valor agregado (%). Segn EAM- Periodo 1992-2006 Cuadro 25. Trabajo Informal Colombia 1984-2005 Cuadro 26. Informalidad segn nivel educativo Cuadro 27. Tasa de subempleo segn ramas de actividad siete ciudades. (muestra de marzo) Cuadro 28. Tasa de subempleo segn deciles de ingreso siete ciudades. (marzos) Cuadro 29. Indicadores de calidad del empleo. Total nacional. 1997, 2002 y 2005. (porcentajes) Cuadro 30. Ocupados e ingresos reales segn posicin ocupacional total nacional y cabeceras 1997, 2002 y 2005 Cuadro 31. Desempleo de corta y larga duracin. Total nacional 1997, 2002 y 2005. (porcentajes) Cuadro 32. Colombia. Poblacin en pobreza por NBI. Segn cabecera y resto. 1973-2000 Cuadro 33. Colombia. Pobreza e indigencia por ingresos (%). 1991-2003 Cuadro 34. Colombia 1991-2000. Indice de GINI Cuadro 35. Colombia. Participacin de cada decil en el ingreso*. Personas Cuadro 36. Colombia. Tasa de analfabetismo por grupos de edad y condicin de pobreza por ingresos. 2003 Cuadro 37. Ingresos y gastos del sector publico no financiero (porcentajes del PIB) Cuadro 38. Colombia. Gasto social y sus componentes como porcentaje del PIB. 1973-2001

233 236 238

240

242 244 245

246

247

249

251

252

256

259 262

264

267

272

273

9

Cuadro 39. Colombia. Porcentaje de no afiliacin al ssss por zona y condicin de pobreza. Total nacional 2003 Cuadro 40. Recomendaciones del BM y reforma a la salud en Colombia 287 275

10

LISTA DE GRFICOS

Grfico 1. Amrica latina (algunos pases): tendencias del empleo en el decenio de 1990. (participacin en el crecimiento del empleo) Grfico 2. Amrica Latina (algunos pases): crecimiento del ingreso por niveles de ingresos, 1990-1996 Grfico 3. Concentracin de la propiedad de la tierra en Colombia. Relacin propietarios/superficie. Aos 1960 y 1984 Grfico 4. Variacin de la poblacin rural urbano en Colombia. 1938-1985 Grfico 5. Cambios en la estructura ocupacional por sectores en Colombia 1938-1978 Grfico 6. Variacin en el nmero de trabajadores sindicalizados en Colombia 1935-1984 Grfico 7. Tasas de sindicalizacin en Colombia 1947-1984 Grfico 8. Participacin acumulada de los ingresos en Colombia. 1964-1988 Grfico 9. Tasas de desempleo en Colombia 1980-1992 Grfico 10. Incidencia y evolucin de la pobreza en Colombia. Medida por ingresos LP y por NBI Grfico 11. Incidencia y evolucin de la pobreza en Colombia. Medida por ingresos LP y por NBI. Diferencias entre cabeceras, resto y total nacional. 1972-1992 Grfico 12. Personas con NBI en Colombia segn departamentos. 1973-1985 Grfico 13. Personas en miseria en Colombia segn departamentos 1973-1985 Grfico 14. Tasas de educacin en Colombia 1951, 1973 y 1985 Grfico 15. Tasas de analfabetismo en Colombia segn rea de residencia 1951-1985 219 209 218 209 206 205 200 202 188 189 180 178 176 105 102

11

Grfico 16. Cambios en la estructura ocupacional en Colombia por sectores 1978-2005 Grfico 17. Principales indicadores del mercado laboral en Colombia. 1991-2003 (%) Grfico 18. Trabajo informal en Colombia 1984-2005 Grfico 19. Pobreza en Colombia por NBI segn ubicacin de la vivienda 1973-2000 Grfico 20. Miseria en Colombia por NBI segn ubicacin de la vivienda 1973-2000 Grfico 21. Pobreza en Colombia por ingresos segn la ubicacin de la vivienda 1991-2003 Grfico 22. Indigencia en Colombia por ingresos segn ubicacin de la vivienda 1991-2003 Grfico 23. Indice de concentracin de la riqueza en Colombia por GINI segn ubicacin de la vivienda 1991-2001 Grfico 24. Participacin de cada decil en el ingreso en Colombia por persona 1991-2003 Grfico 25. Relacin de ingresos en Colombia entre el decil 10 y el decil 1. 1991-2003 Grfico 26. Tasas de analfabetismo en Colombia por grupos de edad y condicin de pobreza por ingresos 2003 Grfico 27. Porcentaje de no afiliacin al sistema de Seguridad Social en Colombia por zona y condicin de pobreza 2003 Grfico 28. Aseguramiento y Asistencialismo en Colombia.1996-2005. Segn la Ley 100/93 Grfico 29. Evolucin de la afiliacin al rgimen contributivo y subsidiado en Colombia segn la Ley 100/93 Grfico 30. Variaciones porcentuales en el Asistencialismo vs. Aseguramiento segn el quintil de ingresos de la poblacin Colombiana ECV 2003 308 300 299 275 267 266 265 262 260 259 257 257 241 244 239

12

LISTA DE TABLAS

Tabla 1. Aseguramiento y Asistencialismo en Colombia. 1996-2005 segn la ley 100 de 1993 298

Tabla 2. Evolucin de la afiliacin al rgimen contributivo y subsidiado 300 Tabla 3. Evolucin de los valores de UPC de acuerdo a Rgimen de Aseguramiento-Asistencia segn la Ley 100/93. 1995-2007 Tabla 4. Inequidad en la cobertura del rgimen subsidiado. Comparacin porcentaje de cobertura frente al porcentaje de NBI Tabla 5. Evolucin de la cobertura en el rgimen subsidiado segn pobreza Tabla 6. Asistencialismo vs. Aseguramiento en salud para Colombia segn el quintil de ingreso. 2003 Tabla 7. Poblacin afiliada y cobertura en salud segn rgimen. Total nacional. 1997 y 2003 Tabla 8. Ocupados remunerados segn afiliacin a un fondo de pensiones. Total Nacional. 1997 y 2003 Tabla 9. Distribucin de los ocupados remunerados afiliados segn fondo de afiliacin a pensiones. Total Nacional. 1997 y 2003 Tabla 10. Ley 100 de 1993 y Reforma (Ley 797 de 2003) Tabla 11. Cobertura del sistema de pensiones AFP e ISS. Correlacin cotizantes/afiliados. Colombia. 1994-2004 Tabla 12. Razn por la que no recibi atencin mdica y region. 322 325 316 318 315 311 307 305 304 302

Tabla 13. Itinerarios Burocrticos en la atencin en salud en Colombia 333 Tabla 14. Modelo de estado y algunas caractersticas que definen la ciudadana Tabla 15. Bloque hegemnico de poder y modelos de desarrollo en Colombia 367 348

13

PROLOGOCIUDADANA Y SISTEMA DE PROTECCIN SOCIAL EN COLOMBIA NUEVAMENTE CIUDADANA Y CLASE SOCIAL? Presentacin Desde principios del siglo XX, pero muy especialmente desde la dcada de 1980, se viene expandiendo por el mundo una actitud de escepticismo frente a los ideales y valores que soportaban las sociedades occidentales y que moldeaban las interacciones entre sus miembros. Esta actitud, que algunos han dado en denominar postmodernidad suele caracterizarse, entre otras condiciones, por el desencanto y la desconfianza en la utilidad del razonamiento, en la importancia de los principios ticos tradicionales y en el valor del futuro. Los expertos coinciden a menudo en que estos cambios son reales y estn ocurriendo. Sin embargo su interpretacin de los hechos puede ser muy diferente. Para algunos analistas la postmodernidad es una respuesta colectiva plenamente justificada que surge del fracaso de los ideales modernos; es el producto de una experiencia repetida de intentos fallidos que cada vez se muestran menos tiles para asegurar la felicidad, y por ello son tambin cada vez menos dignos de respaldo. Su conclusin es que pocas cosas son realmente dignas de confianza en un mundo efmero donde lo ms inteligente puede ser vivir el momento de una forma pragmtica. Todo se vale y nada se vale. Ni la ciencia con sus grandes metarelatos, ni las abstractas categoras del bien y el mal, ni las sofisticadas prcticas de las sacrosantas democracias liberales, han dado respuesta a las expectativas de felicidad de la humanidad, ni han podido subsistir ante el apabullante control de un mundo en cambio La postmodernidad se convierte as en la opcin ms prctica y descomplicada de enfrentar la vida Anlisis como stos, que coinciden frecuentemente con nuestras experiencias cotidianas, nos impulsan a aceptar la postmodernidad como el destino natural e inexorable de la humanidad. Adicionalmente, las descripciones de la postmodernidad que a menudo nos brinda la literatura, suelen ser tan vvidas y claras que ms parecieran justificaciones e invitaciones a unirse al movimiento y a militar en contra de una modernidad desgastada y anacrnica. Esta no es, sin embargo, la nica lectura de lo que est ocurriendo. Una actitud crtica que no se conforme con explicaciones fciles y que ponga en tela de juicio los mismos juicios y enunciados difundidos profusamente por los medios, podra revelar que la postmodernidad no es un fenmeno natural, ni una fatalidad inevitable, ni la consecuencia del razonable hasto de la humanidad, ni mucho menos un producto de la casualidad sino la expresin de un poderoso sistema de mecanismos ideolgicos, pleno de sentido a la luz de procesos histricos recientes, tan comprometido con intereses econmicos como lo estuvo la modernidad y con un potencial enorme de control social. La modernidad, entendida como el proyecto de imponer el razonamiento como la regla mxima de toda sociedad, fue el sueo de muchos europeos que, desde mediados del siglo XVI convirtieron este ideal en el objeto de sus luchas para liberarse de yugos ancestrales. Adinerados, cultos y acostumbrados al confort de la vida citadina, pero excluidos de los ncleos del poder y sometidos a reglas arbitrarias que favorecan a una nobleza ociosa, los ciudadanos (citoyennes, bourgeoises) la emprendieron contra las monarquas absolutas y sus sistemas polticos. Su meta era minar el poder de la

14

nobleza y de la iglesia, y poner fin a sus aparatos de control: la arbitrariedad, la ignorancia y, por supuesto, los impuestos. Sus propuestas pretendan un mundo mejor, organizado con base en el razonamiento, donde predominaran la libertad, la igualdad y la fraternidad; donde todos reconocieran, respetaran y protegieran ciertas prerrogativas inherentes al ser humano que ellos denominaban derechos; y donde los conflictos no tuvieran que resolverse violentamente sino al amparo del espritu de las leyes y de las instituciones, bajo la direccin y control del Estado. Estas ideas produjeron una gran conmocin en su poca y quienes las proponan fueron denominados los modernos. No fue fcil para ellos que el mundo de su poca aceptara sus planteamientos. Por el contrario, debieron enfrentar una lucha dura, larga y sangrienta y muchos de ellos pagaron con su vida, su libertad, su honra y sus bienes, el precio de sus ideales. Al cabo del tiempo, con el apoyo ideolgico de los enciclopedistas, los fondos de los banqueros y las armas de Napolen, los modernos impusieron en Europa, y desde all al resto del mundo, su modelo de una sociedad libre y ordenada, estructurada con base en instituciones formales, regulada por normas jurdicas que deban ser indispensablemente lgicas y razonables, donde los ciudadanos pudieran ejercer el control mediante voto, y donde los poderes pblicos se limitaran mutuamente para impedir la arbitrariedad y garantizar las libertades este modelo dio forma al Estado moderno que fue adoptado con algunas variaciones por la mayora de los pases hasta hoy, y que tuvo su mxima expresin en los pases centrales despus de la Segunda guerra mundial. En tal sentido, el cuestionamiento a la modernidad no es slo una moda, ni una simple actitud psicolgica de desilusin; es tambin y ante todo un rechazo al Estado moderno y a los fundamentos ideolgicos que lo han soportado durante ms de dos siglos. La postmodernidad es, en ltima instancia, una posicin poltica de masas que al impulso de los medios de comunicacin, la banca internacional y los tratados comerciales defiende, como antes lo hizo la modernidad, una nueva forma de organizacin social ms favorable al capital financiero, y cuyos principios y consecuencias deberan explicitarse. Esta tarea no ser fcil pues la misma postmodernidad se blind frente a las crticas cuando descalific la ciencia, la razn y el compromiso Al paso de la irracionalidad, el pragmatismo y la desconfianza quedan pocos espacios de lucidez que, contra viento y marea, intentan desde los rescoldos de la utopa develar las verdaderas razones de la desilusin. Un ejemplo de este esfuerzo es el excelente trabajo Ciudadana y sistema de proteccin social en Colombia nuevamente ciudadana y clase social?, donde el Profesor Alejandro Quintero, un joven mdico salubrista y politlogo, profundamente comprometido con el sufrimiento de sus enfermos y gran estudioso de las ciencias sociales, hace un anlisis juicioso y ampliamente documentado de la ruta que ha seguido la nocin de ciudadana desde sus orgenes hasta el replanteamiento de las reglas de juego impulsado por la banca internacional y por la crisis del contrato social moderno. Al ritmo de los intereses econmicos y polticos predominantes en diferentes momentos histricos, el autor nos muestra en detalle el camino tortuoso que han seguido las diferentes concepciones de ciudadana y las consecuencias que esta construccin ha tenido sobre los derechos de las personas. Al profundizar en el texto el Profesor Quintero nos revela, con un lenguaje llano que no es frecuente en este tipo de publicaciones, las diferencias que ocurren entre la nocin de ciudadana de los pases centrales -que emerge del conflicto y del consenso y que liga los derechos al trabajo-, con las formas precarias de ciudadana formal de los pases perifricos cuyo contenido se formula para camuflar profundas inequidades. Ms adelante, el autor examina los efectos recientes de la economa global sobre la

15

concepcin de ciudadana, y revela cmo al influjo de las polticas econmicas globales, impulsadas por el consenso de Washington, se rompe el antiguo pacto entre capital, Estado y trabajo, dando lugar a una condicin de ciudadana que precariza las condiciones de las personas y limita sus derechos. Al final del libro el autor analiza el caso particular de la proteccin social en Colombia establecida por la Ley 100 de 1993, cuya inspiracin neoclsica nos impone por una parte una ciudadana patrimonial y jerarquizada, supeditada a los ingresos de las personas, y por otra una gestin individualizada de los riesgos donde el Estado se sacude la funcin de garantizar los derechos organizando la proteccin social como un mercado rentable controlado por las empresas de seguros y el capital financiero. Esta obra del Profesor Quintero nos enfrenta al drama cotidiano de los grupos humanos ms pobres que en todo el mundo enfrentan una progresiva reduccin de sus derechos y a un discurso que, con el pretexto de superar nuestro desencanto de la modernidad (una modernidad que nunca se consolid realmente) nos invita a sacrificar lo poco que queda de bienestar y dignidad en muchos pases y a sucumbir con resignacin a la fragmentacin del contrato social. En tal sentido su lectura puede contrarrestar el llamado a la parlisis y la desesperanza, generando nuevas perspectivas sobre nuestro futuro inmediato y revitalizando el debate sobre el valor y la dignidad de las personas.

RUBEN DARIO GOMEZ ARIAS MD, MSP, PhD Profesor Facultad Nacional de Salud Pblica Secretario Ejecutivo Red Colombiana de Investigacin en Polticas y Sistemas de Salud

Medelln, Febrero de 2011

16

INTRODUCCIN

CIUDADANA Y SISTEMA DE PROTECCIN SOCIAL EN COLOMBIA NUEVAMENTE CIUDADANA Y CLASE SOCIAL?

En los albores del siglo XXI, cuando a pesar de la crisis surgida a nivel mundial por la aplicacin de las polticas de ajuste, el significado conceptual de la ciudadana se ampla, principalmente en los pases centrales, con el surgir de las discusiones sobre la autonoma, el gnero, la etnia, la multiculturalidad, las preferencias sexuales, entre otras. En nuestros pases de la periferia capitalista y en el caso especfico de Colombia, ante la regresin a la que llev la aplicacin de esas mismas polticas con la contraccin de la responsabilidad del Estado y al aumento del dualismo o contradiccin entre capital y trabajo a consecuencia de la aplicacin del Consenso de Washington con el modelo neoliberal- que sumi a nuestra poblacin en una grave crisis social, se hace urgente el discutir como tema fundamental, el de la relacin entre la ciudadana y la poltica social, en el contexto del nuevo modelo econmico, lo que para el caso especfico de nuestra obra nos lleva a indagar sobre la relacin entre la ciudadana y el nuevo sistema de proteccin social; relacin que al introducirnos en su anlisis a profundidad nos muestra un ncleo de discusin central: la relacin entre la ciudadana y la clase social. En este trabajo desarrollaremos la tesis de que en el pas a consecuencia de la aplicacin de la Ley 100 de 1993 Ley del Sistema de Seguridad Social Integral (re)emergen con fuerza las categoras de la ciudadana jerarquizada, la ciudadana invertida o asistida y la ciudadana patrimonial, que no son ms que la expresin de la relacin entre la ciudadana y la clase social; con la persistencia histrica y esta vez hacindose an ms vigente para Colombia la categora de la ciudadana formal tradicional del sistema liberal.

17

El presente trabajo parte de la categora de la ciudadana sustantiva, como un referente histrico en el desarrollo del concepto de ciudadana, categora elaborada en el trabajo de TH Marshall y Tom Bottomore1, en el cual estos autores, al analizar el desarrollo del caso ingls, demuestran como con la ciudadana formal, a travs de los derechos civiles, se rompi con el sistema de clases determinado por el feudalismo antiguo, mientras que con los derechos sociales se rompi con la divisin entre clases del sistema capitalista, al introducir las polticas igualitarias, lo que en conjunto con el desarrollo de los derechos polticos (histricamente anterior a los derechos sociales) di origen a dicha categora: la ciudadana sustantiva. En el desarrollo terico de Marshall se resalta la contraposicin de principios entre la ciudadana y las clases sociales. Se paso as, de un estatus determinado por la herencia y el linaje del feudalismo, al contrato individual a travs de los derechos civiles, estructura de igualdad sobre la cual se cre un sistema de desigualdad (divisin entre clases sociales) en el capitalismo; para pasar nuevamente a un estatus de la ciudadana sustantiva, donde se atenuaba la diferencia de clases y se llegaba a una diferencia de un nuevo estatus ya no determinado en su totalidad por la estructura econmica y social del sistema sino tambin por las variaciones individuales y por el rol que cada cual asumiera en la sociedad. Se pas as, segn Marshall, del estatus del sistema feudal al contrato del sistema liberal y luego al estatus de la ciudadana sustantiva. Para el desarrollo histrico de esta secuencia, influyeron las diferentes luchas entre los sectores de inters; resaltamos las que realizaron los obreros por la conquista de las polticas igualitarias, fundamentalmente a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, con la importancia y el papel protagnico de los sindicatos, como forma de organizacin. Sin embargo, se debe considerar adems la influencia de los diferentes modelos que ha asumido el sistema capitalista mundial a consecuencia de sus diferentes crisis, intrnsicas y extrnsicas, como mecanismos de defensa y estrategias implementadas, para

1

Marshall T.H y Bottomore T. Ciudadana y Clase Social. Alianza editorial. Madrid. 1998.

18

mantenerse a como d lugar- como sistema econmico hegemnico a nivel mundial. Segn el trabajo de Marshall se puede expresar que es a travs del Estado de Bienestar e incluso con la presin del sistema socialista, con las polticas societales como lo resalta Bottomore al citar los trabajos de la sociloga hngara Ferge2, que se construye la categora de la ciudadana sustantiva. Tambin se puede decir que es a travs de la regresin histrica para la humanidad causada por las polticas neoliberales, con el desmonte de los derechos sociales ante su privatizacin, como esta categora adquiere una condicin deficitaria, proceso que Boaventura de Soussa Santos ha denominado como lumpenizacin de la ciudadana3. Esta conflictividad y dinmica de la categora de ciudadana, nos permite adoptar como definicin, para este trabajo, la establecida en el texto La Crisis de la Ciudadana Laboral por Luis Enrique Alonso: La ciudadana, ms que como una cuestin otorgada un reconocimiento magnnimo de derechos por los Estadoshabra que concebirla,

histricamente, como la formacin de una identidad activa y conflictiva, una lucha por el reconocimiento efectivo de los derechos, resultado de una permanente movilizacin social de unos actores que buscan ampliar los lmites de su condicin realmente existente en cada periodo histrico4. A nivel nacional, considerando la historia econmica del pas y sus consecuencias sociales, se puede expresar que desde 1930, ao de inicio del anlisis para este trabajo, fuera de la ciudadana formal, lo que ha existido de hecho es una ciudadana jerarquizada, dependiente de la posicin econmica de sus habitantes, que despus de la aplicacin de las polticas de ajuste a finales de los 80s y principio de los 90s donde se di origen al nuevo sistema de proteccin social- adquiere una condicin an ms deficitaria con la (re)emergencia de las categoras de: la ciudadana jerarquizada ya desde una2

Marshall T.H y Bottomore T. Ob.Cit. P 92.

3

Santos B. La Cada del Angelus Novus: Ensayos para una nueva teora social. En: La crisis del contrato social. pg. 277-86. 4 Alonso LE. La Crisis de la Ciudadana Laboral. Anthropos. Espaa. 2007. P. 17.

19

perspectiva no de hecho sino tambin legal como es el caso con la aplicacin de la ley 100/93-, la ciudadana invertida o asistida y la ciudadana patrimonial. Teniendo en cuenta el referente de la categora de ciudadana sustantiva conseguida a travs de la frmula del trabajo, con el contrato formal, la sociedad salarial y la intervencin del Estado, entenderemos que en la dinmica y en las contradicciones propias del sistema capitalista surge como necesidad para la salida ante una nueva crisis con el modelo neoliberal, el desmonte de esa otrora frmula salvadora del contrato formal, a travs de la liberalizacin del mercado de trabajo o flexibilizacin laboral, el desmonte de la intervencin del Estado, de los derechos sociales, e incluso de los derechos civiles y polticos, bajo la prominencia del mercado globalizado (liberalizacin del mercado de bienes y de capitales); modelo con el que se puso en vilo y se desvirto el concepto de ciudadana dando pi al surgimiento de estas otras categoras con un ncleo comn: nuevamente la relacin entre la ciudadana y la clase social. La caracterstica fundamental, segn el cumplimiento de los beneficios (ya no derechos, al convirtirsen en mercancas) para cada una de estas categoras es: Para la ciudadana patrimonial, su acceso depende del patrimonio econmico de las personas. Quedando supeditados los beneficios a las condiciones de un contrato con una aseguradora privada, segn el plan que se pueda pagar e incluso dependiente de las fluctuaciones del mercado burstil internacional, como es el caso de los fondos de pensiones privados. Para la ciudadana asistida o invertida, se adquiere el beneficio por parte del Estado, a travs de la demostracin del fracaso personal, en la condicin deplorable por cierto- de que se debe certificar (en nuestro caso por medio del instrumento del SISBEN) ser fracasado social (pobre o miserable) para poder acceder a la conmiseracin del Estado (a la manera de la handicapologa del siglo XVIII-XIX) y as obtener los beneficios; incentivando as, el crculo de la pobreza. Mientras que, los sectores no fracasados acceden a ellos a travs del mercado a la manera de la ciudadana patrimonial.

20

Para la ciudadana jerarquizada, los beneficios estn definidos por la posicin socio-econmica (de clase) que se ocupe en la sociedad. El mejor ejemplo de ello es la diferenciacin establecida por la ley 100 de 1993, con sus diferentes planes de beneficios: contributivo, subsidiado y parcial. Como se puede apreciar, para las cuatro categoras, incluyendo la ciudadana formal tradicional del sistema liberal, el fundamento bsico del cumplimiento de los derechos se encuentra en la categora de la clase social. De esta forma en el presente trabajo retomamos como herramientas importantes para el anlisis de la situacin de la ciudadana actual en el pas: a) Las teoras de la legitimidad del sistema liberal que introducen la relacin directa entre legitimidad y el cumplimiento de los derechos, b) La teora del contrato social5 de Boaventura de Soussa. Que nos brinda luces, ante lo compleja y particular de nuestra realidad, con una sociedad altamente fragmentada y jerarquizada como la Colombiana; c) La concepcin marxista de los derechos del hombre, del papel del Estado y de la poltica social en el sistema econmico capitalista; d) La ciudadana sustantiva, con sus desarrollos, crticas y detractores; e) El desarrollo histrico general de la poltica social y la seguridad social/proteccin social tanto en los pases europeos como latinoamericanos.

De esta forma el lector encontrar un anlisis con perspectiva histrica, para las categoras de ciudadana y sistema de proteccin social seguridad social; se retomarn elementos del caso europeo, latinoamericano y colombiano; bajo la premisa, de que esa perspectiva histrica internacional y nacional, permitir de mejor manera el entendimiento del problema en cuestin; es decir, de la relacin en el sistema capitalista entre la ciudadana y la poltica social; en este caso, entre la ciudadana y el sistema de proteccin social, para llegar a su ncleo fundamental, el de la relacin entre la ciudadana y la clase social.

5

Desarrollo terico elaborado por Boaventura de Soussa Santos.

21

El libro se divide en dos partes: la primera, en la que se recogen diferentes anlisis tericos referentes a la ciudadana y a su desarrollo histrico internacional; la segunda, en la que se presenta el caso colombiano de forma especfica, recogiendo los elementos que permiten en nosotros la construccin de la categora de ciudadano a partir del ao 1930 hasta el 2006. Con este recorrido creemos que el lector puede entender, la conflictividad del desarrollo a nivel global de la categora de ciudadana; y adems, frente al caso especfico colombiano, le brinda la posibilidad de entender de manera ms amplia nuestro desarrollo de ciudadana y su relacin con la poltica social, el sistema de proteccin social; y concretamente, su relacin con la aplicacin de la Ley 100 de 1993 Ley del Sistema de Seguridad Social Integral.

22

I.

ABORDAJES TERICOS E HISTRICOS

23

1. LA CIUDADANA Y LA LEGITIMIDAD DEL SISTEMA LIBERAL

Para este trabajo se entiende la ciudadana en correlacin con el cumplimiento de los derechos de la poblacin, tanto civiles y polticos, como econmicos, sociales y culturales, en un espectro de posibilidades (segn su menor o mayor cumplimiento) desde la ciudadana formal hasta la ciudadana sustantiva; y como ese mismo cumplimiento de los derechos es el que determina la legitimidad del sistema liberal, es por ello, que la legitimidad del sistema liberal hace parte de nuestro anlisis, desde la perspectiva de la filosofa poltica. Se aclara adems, que se entiende el sistema liberal, como aquel constructo terico que desde la filosofa poltica da el sustento ideolgico al modo de produccin capitalista y a las relaciones de produccin por l impuestas a la sociedad.

La legitimidad del sistema liberal ha sido cuestionada en mltiples ocasiones por la contundente realidad social a consecuencia de la aplicacin de sus preceptos. Existen autores que han elaborado la tesis de la ilegitimidad del sistema liberal clsico y social, por el incumplimiento de los derechos fundamentales y han propuesto como alternativa la poltica de la igualdad6 como mecanismo para el cumplimiento efectivo de los derechos, para alcanzar la ciudadana y la democracia sustancial7, que desde la perspectiva de la moral universal8 permita la legitimacin del Estado.

Para el desarrollo de la presente temtica abordaremos cuatro elementos: la legitimidad del sistema liberal, las causas institucionales globales del dficit de los derechos humanos (y por lo tanto dficit de ciudadana), los derechos fundamentales y la democracia sustancial, y hacia una poltica de la igualdad.6

Corts F. De la poltica de la Libertad a la Poltica de la Igualdad. Un ensayo sobre los lmites del liberalismo. Siglo del Hombre Editores. Universidad de Antioquia.1999. 7 Luigi Ferrajoli. Derechos Fundamentales. Derechos y Garantas. Editorial Trotta. Pgina 37-72. 8 Concepto enunciado por Habermas, Forst, Pogge, entre otros, y referido a La Declaracin Universal de los Derechos Humanos entendidos no nicamente en trminos legales, sino como premisas morales que dan status a los sujetos(ciudadanos) y no dependen de la buena voluntad de los gobiernos, y por lo mismo considerados pre-existentes.

24

1.1 Legitimidad del sistema liberal. El elemento fundamental para categorizar la legitimidad o ilegitimidad del Estado Liberal, bajo la premisa de la moral universal, est determinado por el papel asumido, frente a los derechos sociales9, su cumplimiento o incumplimiento10. El modelo del liberalismo individualista, sustentado por autores como J. Locke, A. Smith, R. Nozick, F. Hayek y M. Friedman. Destaca el valor de la libertad, entendido en el sentido negativo, es decir, el respeto de la autonoma del individuo en los trminos de no interferencia del Estado frente a sus actividades privadas y el respeto al mercado y a la propiedad (libertades civiles), este elemento es el que constituye la clave para considerar la sociedad como justa. Desde esta perspectiva, los derechos econmicos y sociales no tienen cabida, porque una imposicin redistributiva de los bienes estara violando el derecho a la propiedad y limitando la autonoma individual. Por esta circunstancia, el Estado liberal individualista aparece como ilegtimo frente al grueso de sus asociados que no poseen propiedad, es decir, frente a la gran masa de trabajadores, desempleados, pobres, miserables, marginados y excluidos que ha producido el sistema liberal. El modelo del liberalismo social, con autores como E. Kant, J. Rawls, J. Buchanan y R. Dworkin. A pesar de seguir enfatizando en las libertades negativas, se diferencia del modelo anterior, al intentar asegurar las condiciones elementales para que todos sus miembros puedan considerarse y reconocerse entre s como personas iguales, libres y autnomas. Sobresale en este modelo el autor J. Rawls quin en su teora introduce dos principios de la justicia, el primero con las libertades negativas (civiles y polticas) y el segundo con las positivas (derechos sociales y econmicos), dndole prioridad al primer principio sobre el segundo; de esta forma, acepta una redistribucin de los bienes para los peor situados, pero no acepta una concepcin del Estado en el cual las exigencias de una redistribucin justa restrinja las libertades civiles y9

Stefan Gosepath define como derechos sociales (derechos fundamentales o derechos humanos) los derechos a la previsin, al trabajo, la vivienda y la educacin, es decir, derechos a prestaciones en sentido estricto. 10 Corts F. Los derechos humanos sociales. Consideraciones sobre su fundamentacin a la luz del liberalismo y del igualitarismo. Estudios Polticos. Universidad de Antioquia. Nro 15. 1999. Pgs. 109126.

25

polticas. As: mientras que para el liberalismo individualista la funcin del Estado se reduce a la proteccin del mbito mnimo del individualismo, para el liberalismo rawlsiano, el Estado, adems de proteger los derechos individuales de la libertad, debe asegurar a sus asociados un mnimo econmico y social11. Bajo esta circunstancia el modelo del liberalismo social es ilegtimo al privilegiar a los miembros adultos, activos y cooperantes y dejar de lado a otros sectores de la sociedad: mujeres, nios, enfermos mentales, discapacitados, etc. De esta forma el modelo liberal individualista y el social aparecen como ilegtimos frente a una gran parte de sus agregados (mayora) al no admitir los derechos econmicos y sociales como fundamentales priorizando la

concepcin negativa de la libertad. 1.2 Causas institucionales globales del dficit de los derechos humanos. Bajo la hegemona mundial del sistema liberal, en sus modelos anteriormente expuestos, se concluye con facilidad como en muchos de los pases no existe cumplimiento de los derechos econmicos y sociales, y adems de ello, como las estructuras institucionales internacionales incluso son las causantes de muchos de los dramas que vive la humanidad en la actualidad, tanto en aumento de la pobreza, desnutricin, muertes por hambre, analfabetismo, falta de vivienda adecuada, insalubridad y destruccin del medio ambiente, falta de control de las enfermedades infecto-contagiosas, etc. Segn Pogge en su texto: Reconocidos y violados por la Ley Internacional: Los Derechos Humanos de los Pobres Globales. En sus conclusiones, expresa: Esta catstrofe fue y est pasando, previsiblemente, bajo un orden global institucional diseado para el beneficio de los gobiernos, corporaciones y ciudadanos de los pases afluentes y de las lites polticas y militares de los pases pobres..Tales privilegios, son un desastre absoluto para los pobres globales quienes estn siendo desposedos por medio de acuerdos de prstamos y de recursos sobre los cuales ellos, no tienen posibilidad de opinar y de los cuales ellos no se beneficianDado que el orden global

institucional actual es previsiblemente asociado a una incidencia tan masiva de11

Corts F. Ob. Cit. Pg. 115.

26

pobreza severa, su imposicin (incompensada) manifiesta una contina violacin de los derechos humanos, se puede argumentar que es la mayor violacin alguna vez cometida en la historia de la humanidad12. Pogge en su mismo texto, en su aparte La promesa de la reforma institucional global, al hablar de la reforma institucional, como la mejor alternativa para la solucin a este grave problema, establece sus causas ms importantes: en el mundo moderno las reglas que gobiernan las transacciones econmicas tanto nacional como internacionalmente- son ms generalmente los determinantes causales ms importantes de la incidencia y profundidad de la pobreza severa y del dficit de derechos humanos.13. De esta forma encontramos como al interior del modelo liberal, con su preocupacin por el cumplimiento de los derechos negativos, su nfasis en la defensa de la autonoma individual haciendo alusin principal a la defensa de la propiedad privada, y con su modelo econmico basado en la libertad del mercado, se hace ilegtimo frente al grueso de personas y ciudadanos en el mundo que viven en condiciones lamentables, al ser creadas esas condiciones por el mismo modelo liberal que sustenta al sistema capitalista mundial.

1.3 Los derechos fundamentales y la democracia sustancial. Luigi Ferrajoli define los derechos fundamentales como: Son derechos fundamentales todos aquellos derechos subjetivos que corresponden universalmente a todos los seres humanos en cuanto dotados del status de personas, de ciudadanos o personas con capacidad de obrar; entendiendo por derecho subjetivo cualquier expectativa positiva (de prestaciones) o negativa (de no sufrir lesiones) adscrita a un sujeto por una norma jurdica; y por status la condicin de un sujeto, prevista asimismo por una norma jurdica positiva, como presupuesto de su idoneidad para ser titular de situaciones jurdicas y/o autor de los actos que son ejercicio de stas.14

12

Pogge T. Reconocidos y violados por la Ley Internacional: Los Derechos Humanos de los Pobres Globales. 2005. 13 Pogge T. Ob. Cit. 14 Ferrajoli L. Ob. Cit. Pg. 37.

27

Es de resaltar en el desarrollo terico de este autor, la trascendencia del cumplimiento de los derechos humanos, tanto positivos (econmicos y sociales) como negativos (civiles y polticos), para todos aquellos con status de persona y/o ciudadano, diferencia que l ampla entre todas las personas y aquellas con capacidad de obrar. Su divisin modifica nuestra visin tradicional de derechos de primera (civiles y polticos), segunda (econmicos y sociales) y tercera (culturales) generacin, conocida en los trminos de T.H. Marshall15; de esta forma diferencia, entre derechos primarios (o sustanciales) y derechos secundarios (instrumentales o de autonoma) correspondiendo respectivamente, a todos o solo a las personas con capacidad de obrar. De estas dos divisiones resultan cuatro clases de derechos: los derechos humanos, es decir los derechos primarios de las personas que conciernen indistintamente a todos los seres humanos como el derecho a la vida y la integridad personal, la libertad personal, libertad de conciencia y de manifestacin del pensamiento, el derecho a la salud y la educacin, y las garantas penales y procesales; los derechos pblicos, como derechos primarios reconocidos solo a los ciudadanos, derecho de residencia y circulacin en el territorio nacional, de reunin y asociacin, de trabajo, derecho a la subsistencia y a la asistencia de quin es inhbil para el trabajo; los derechos civiles, que son derechos secundarios adscritos a todas las personas con capacidad de obrar, como la potestad negocial, la libertad contractual, libertad de elegir y cambiar de trabajo, libertad de empresa, y en general, todos los derechos potestativos en los que se manifiesta la autonoma privada y sobre los que se funda el mercado; los derechos polticos, que son secundarios destinados a los ciudadanos con capacidad de obrar, como derecho al voto, y en general todos los potestativos en los que se manifiesta la autonoma poltica y sobre los que se funda la representacin y la democracia poltica. Podemos concluir as, que para el autor, los derechos primarios o sustanciales estn conformados por: los derechos humanos, que son atribuibles a todos los seres humanos por su condicin o status de persona (universal), y los derechos15

Marshall T y Bottomore T. Ciudadana y clase social.

28

pblicos son los que estn confinados a la ciudadana, es decir al pas de pertenencia o a la nacionalidad. Los derechos secundarios, segn la Constitucin Italiana, estn destinados para aquellos ciudadanos con capacidad de obrar, que son los civiles y fundamentales (universales), diferentes polticos. Todos ellos derechos de los derechos patrimoniales

(particulares, mercantilizables y negociables). La teora de Ferrajoli representa una transformacin fundamental a la concepcin clsica de los derechos, entendida en el sentido de que la base de los derechos humanos fundamentales, es decir, los primarios, son los econmicos, sociales y culturales (siendo beneficiarias todas las personas independiente de su condicin social y econmica, gnero, etnia, etc.); y los derechos civiles y polticos son secundarios, determinados por la nacionalidad y la capacidad de obrar. De esta premisa, parte el autor para a travs del derecho constitucional elaborar la categora de la democracia sustancial. El concepto de Democracia Sustancial, hace alusin segn Ferrajoli, dentro del paradigma de la democracia constitucional, contractualista (con legitimacin del poder poltico desde abajo), al elemento de que los derechos fundamentales al corresponder a intereses y expectativas de todos, forman el fundamento y el parmetro de la igualdad jurdica y por ello, la dimensin sustancial de democracia, como un acuerdo con clusulas y a la vez como causa de la tutela de los derechos fundamentales. Segn Ferrajoli, la crisis del sistema global actual est determinada por el proceso de destruccin del estado constitucional de derecho, por ende el fracaso de la garanta de los derechos fundamentales, los cuales quedan degradados a derechos patrimoniales, mercantizables y negociables

(circunstancia con la cual surgen las categoras de la ciudadana patrimonial y la jerarquizada, como veremos en el transcurrir de esta investigacin), en claro contraste con su carcter universal y con su rango constitucional; que por el contrario deberan auspiciar su mantenimiento al margen del mercado y de la

29

lgica de obtencin de beneficios, a favor de dar idnticas garantas que benefician a todos por la accin de la esfera pblica.16 Esta situacin actual de crisis, es abordada en los trabajos de otros autores tanto internacionales como nacionales; dichos autores, proponen una profunda transformacin del sistema liberal, donde se aplique un modelo diferente al del liberalismo individual y social, que permita a su vez, una legitimacin del

Estado frente a la moral universal, con el cumplimiento de los derechos fundamentales. Estos autores consideran que para cumplir estos requisitos, se puede dar respuesta con la aplicacin de la poltica de la igualdad17, pero para su adecuado funcionamiento debe ser tanto a nivel nacional como internacional, ameritando un consenso y una agenda local y global. 1.4 Hacia una poltica de la igualdad. La fundamentacin de la poltica de la igualdad est inspirada en la teora de persona de Kant, mediante la conexin entre los conceptos de autonoma, dignidad y reconocimiento. Miremos sus elementos principales18: AUTONOMA: es entendida en tres acepciones principales, a)

autodeterminacin, autonoma racional del hombre frente a sus acciones, elemento que lo hace libre de las determinaciones provenientes de la

naturaleza humana sensible, en trminos Kantianos, esta autonoma nos hace mayores de edad (frmula general del imperativo categrico); b) autonoma entendida en el sentido de estar libre de dominacin y sometimiento (segunda formulacin del imperativo categrico); y c) la autonoma puede verse amenazada por la ausencia de condiciones sociales y econmicas favorables. De esta forma la autonoma asume tres niveles de no dependencia as: a) no dependencia de las inclinaciones sensible del hombre (la ilustracin es la salida del hombre de su minora de edad), b) no dependencia de la voluntad de otro u otros, al tomar el hombre conciencia de que es un ser racional, no puede estar determinado en sus acciones por una normatividad de la cual no ha sido16

Ferrajoli L. La crisis de la democracia en la era de la globalizacin. Anales de la Ctedra Francisco Surez. 39(2005)37-51. 17 Cortes R. Ob. Cit. 18 Cortes R. Ob. Cit.

30

colegislador, desde este nivel puede conformar su orden prctico moral, jurdico y poltico; y c) no dependencia de condiciones materiales que hagan imposible el desarrollo de los sujetos, presupone la atencin de las condiciones sociales y econmicas necesarias para el desarrollo de las capacidades y habilidades de los sujetos (reconocimiento de sus derechos econmicos y sociales). DIGNIDAD: entendida en el sentido del el hombre como fin en s mismo, de esta forma, no puede ser instrumentalizado, ni servir como medio en las interacciones con los otros. Por lo tanto, este concepto tiene una correlacin directa con el de autonoma, segn la formulacin Kantiana del imperativo categrico, cuando la adquisicin de la personalidad autnoma no se realiza a costa del impedimento a otro u otros para conseguir el desarrollo de su propia personalidad sino, por el contrario, cuando es posible que la personalidad autnoma se construya junto con la de otros, es decir, cuando sea factible crear, mantener y reproducir las condiciones que permitan a la libertad de cada uno coexistir con la libertad de todos segn la ley universal. RECONOCIMIENTO: la teora del reconocimiento argumenta que el fin de la autorrealizacin humana depende de que los sujetos puedan realizar un proceso adecuado y exitoso de individualizacin, entendido en el

reconocimiento de seres racionales, sujetos de derechos, con capacidades particulares y especificidades individuales en el contexto de sus relaciones tico-comunitarias. Con estos tres conceptos el Estado Liberal Igualitario se hace legtimo al estar constituido por ciudadanos que tienen un respeto mutuo por la autonoma de sus semejantes, respeto que se forma y desarrolla al Estado garantizar a todos los miembros de la sociedad las condiciones elementales para una vida humana digna. De esta forma es bajo el cumplimiento de los derechos econmicos, sociales y culturales para toda la poblacin, como se permite el cumplimiento de los derechos civiles y polticos, dando legitimidad al Estado igualitarista. Adicionalmente a estos tres principios se recoge la propuesta de otro adicional el de la PARTICIPACIN que se haga explcito, el cual es propuesto por

31

Nancy Fraser, en su texto Redefiniendo el Concepto de Justicia en un Mundo Globalizado, en sus palabras: Acabar con la injusticia implica el

desmantelamiento de los obstculos institucionalizados que impidan que algunos participen en pi de igualdad con el resto, como miembros plenos, de la interaccin social19. El desarrollo de esta poltica igualitaria debe estar acompaado de una poltica econmica local, nacional y global que asegure su cumplimiento. Desde este marco es necesario discutir las teoras redistributivas y de la justicia econmica, en las cuales se resalta la planteada por Reiner Forst: Una presentacin crtica de la injusticia/justicia debe conectar el anlisis de la explotacin econmica y la dominacin poltica con la exigencia de cambiar esta situacin: con exigencias de equidad econmica y una justa distribucin de las ganancias y con la exigencia de instituciones democrticas que ejerzan un poder legtimo local, nacional y transnacionalmente. Esto es lo que exige la justicia: no una maquinaria ms o menos extensa de redistribucin sino un cambio estructural y duradero de las instituciones de produccin, distribucin y toma de decisiones polticasLas polticas redistributivas, ya sean humanitarias o igualitarias, comienzan por el extremo equivocado: en el extremo del resultado de un sistema injusto, pero al alterar el resultado no cambian el sistema. Para derribar un sistema complejo de injusticia, se necesita empezar con la primera cuestin de justicia: la cuestin de la distribucin del poder. El poder, entonces, es el ms bsico de todos los bienes: un meta-bien de la justicia social y poltica. Si usted no cambia el sistema de poder, usted no cambia realmente la situacin de injusticia.20 Por ello la justicia redistributiva no debe ser entendida solo en los trminos econmicos, sino tambin en los trminos del poder poltico, de la transformacin de las relaciones de poder, Forst para lograrlo propone el principio de la justificacin: La justicia exige que toda estructura social y poltica bsica se justifique con argumentos no rechazables recproca y19

Fraser N. Redefiniendo el Concepto de Justicia en un Mundo Globalizado. Anales de la Ctedra Francisco Surez. 39(2005). P. 72. 20 Forst R. Justicia, Moralidad y Poder en el Contexto Global. Estudios de Filosofa. Universidad de Antioquia. Nro. 33. 2006. pg. 15-16.

32

generalmente ante todos aquellos a quienes se les aplique..La primera demanda de justicia, o justicia fundamental, por lo tanto, pide una estructura bsica de justificacin adecuada -para alcanzar (idealmente) una justicia mxima: una estructura bsica completamente justificada. La principal tarea de la justicia ha de ser, en primer lugar y ante todo, establecer tal estructura fundamental de justificacin. Aqu una vez ms, la cuestin del poder aparece como la primera cuestin de la justicia. Pues lo primero es investigar cmo podra establecerse una estructura equitativa de justificacin tanto a nivel nacional como a nivel transnacional.21

2. LA CIUDADANA Y LA CRISIS DEL CONTRATO SOCIAL MODERNO

Boaventura de Sousa Santos realiza un interesante y completo anlisis de lo que ha sucedido en estas ltimas dcadas con el Estado moderno, haciendo una elaboracin terica con base a las premisas del contrato social. Para este autor, el contrato social moderno se encuentra en una profunda crisis, la cual ha conducido, a nivel mundial, a una desregulacin social que atenta directamente contra la ciudadana y la democracia. Para Santos, existen dos ncleos importantes del problema: por un lado, la crisis del trabajo, con la erosin de los derechos a l asociados y el aumento del desempleo estructural, que conduce a los trabajadores a transitar del estatus de la ciudadana al de la lumpenciudadana; y por el otro, la desocializacin de la economa, a travs del consenso econmico neoliberal (Consenso de Washington) con el cual se pone en vilo la democracia. Por eso nos interesa presentar varios de sus argumentos, pues nos amplan las posibilidades de abordaje terico, a nuestro tema de investigacin: la ciudadana y el sistema de proteccin social a travs del contrato social.

21

Forst R. Ob. Cit. Pg 17.

33

Partimos de la formacin del contrato social en el Estado moderno como el metarrelato sobre el que se asienta la moderna obligacin poltica22. Este contrato, segn Santos, encierra una tensin dialctica entre regulacin y emancipacin social, voluntad individual y voluntad general, inters particular y bien comn. Su finalidad, rescatando los aportes tericos de Hobbes, Locke y Rousseau, es la superacin del estado de naturaleza constituyendo la sociedad civil y el Estado moderno. Este contrato social se basa en unos criterios de inclusin que conllevan otros de exclusin, siendo estos fundamentalmente, para Santos, tres: a) incluye slo a los individuos y a sus asociaciones/ la naturaleza queda excluida; b) slo los ciudadanos son parte del contrato social/ mujeres, extranjeros, inmigrantes, minoras quedan excluidos; c) slo los intereses que se puedan expresar en la sociedad civil son objetos del contrato/ la vida privada, la intimidad y lo domstico quedan excluidos. Para nuestro autor: aunque la contractualizacin se asienta sobre una lgica de inclusin/exclusin, su legitimidad deriva de la inexistencia de excluidos. De ah que estos ltimos sean declarados vivos en rgimen de muerte civil. La lgica operativa del contrato social se encuentra, por lo tanto, en permanente tensin con su lgica de legitimacin23. Este contrato para resolver esas antinomias requiere de tres presupuestos de carcter metacontractual: a) un rgimen general de valores, que contiene las ideas del bien comn y de la voluntad general; b) un sistema comn de medidas, donde sobresalen la del espacio, el tiempo y el valor; c) un espaciotiempo privilegiado, referente a la nacin y al Estado. Adems, con el contrato social se persiguen cuatro bienes pblicos: a) legitimidad del gobierno; b) bienestar econmico y social; c) seguridad; d) identidad colectiva. Estos bienes han sido producto de mltiples luchas sociales en la historia, dentro de las cuales destaca el autor la lucha de clases dada al interior de las relaciones sociales de produccin capitalista.22

Santos B. La cada del ngelus novus. Ensayos para una nueva teora social y una nueva prctica poltica. Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos ILSA. Universidad Nacional de Colombia. Bogot. 2003. P. 271. 23 Idem. P. 272.

34

De la persecucin de estos bienes resultaron tres instituciones fundamentales: a) la socializacin de la economa, reconociendo el papel y las necesidades de los trabajadores, las personas y las clases. Bajo esta institucin se fundamenta y se hace directamente proporcional la democracia y la legitimidad del Estado: a mayor socializacin de la economa mayor democracia y mayor legitimidad del Estado, a mayor concentracin de la riqueza por el mercado (neoliberalismo), menor democracia y menor legitimidad del Estado; b) la politizacin del Estado, institucin sobre la que se desarrolla la regulacin del Estado, adoptando la forma de Estado de Bienestar para los pases centrales y Estado desarrollista para los perifricos. Bajo esta institucin se configura la ciudadana a travs de los derechos adquiridos asociados al trabajo, aumentando las condiciones para el ejercicio democrtico y para la legitimidad del Estado. De la ausencia o rendicin de estas dos instituciones, la socializacin de la economa y la politizacin del Estado, al sistema capitalista surge el grado cero de legitimidad del Estado o el fascismo social. En palabras del autor: El grado cero de legitimidad del Estado moderno es el fascismo: la completa rendicin de la democracia ante las necesidades de acumulacin del capitalismo24. Y c) la nacionalizacin de la identidad, conforma la tercera institucin, con la identidad cultural en el Espacio-tiempo Nacin. En trminos de Santos el contrato social moderno se instituy con dos lmites que influyen en su fracaso: el primero, consisti en que cada institucin con su inclusin trajo consigo aparejada una exclusin, como lo veamos: a) para la socializacin de la economa, su exclusin est determinada por la dessocializacin de la naturaleza y la de los grupos sociales que no accedieron a la ciudadana a travs del trabajo; b) para la politizacin del Estado, la exclusin est determinada por la despolitizacin y privatizacin de lo no estatal, convirtindose esta esfera privada en antidemocrtica; y para c) la nacionalizacin de la identidad cultural, su exclusin fue el etnocidio y el epistemocidio (exclusin de las diferentes formas de concebir y conocer el mundo de acuerdo a las diferentes culturas). El segundo lmite, se refiere a las diferencias de contractualizacin dependiente de la ubicacin frente al sistema24

Idem. Ps. 275-6.

35

mundial entre pases centrales y perifricos: En la periferia y semiperiferia, la contractualizacin tendi a ser ms limitada y precaria que en el centro. El contrato siempre tuvo que convivir all con el estatus; los compromisos no fueron sino momentos evanescentes a medio camino entre los

precompromisos y los poscompromisos; la economa se socializ slo en pequeas islas de inclusin situadas en vastos archipilagos de exclusin; la politizacin del Estado cedi a menudo ante la privatizacin del Estado y la patrimonializacin de la dominacin poltica; y la identidad cultural nacionaliz a menudo poco ms que su propia caricatura25. La crisis del contrato social moderno se establece entonces, tanto por sus propios lmites, como por el declive de sus presupuestos metacontractuales, para estos ltimos as: para el rgimen general de valores, se instala una creciente fragmentacin social con mltiples apartheids (econmicos, sociales, polticos y culturales); para el sistema comn de medidas, estas quedan nicamente limitadas al mercado y al consumo; un ejemplo paradigmtico de la diferencia en las escalas, para el autor, lo representa la violencia urbana, consistente en la imprevisibilidad (y la superacin de todos los valores humanos, incluyendo el de la vida) de respuestas a consecuencia del conflicto; y para el espacio tiempo-nacional, la competencia de los espacios globales y temporales entronizando el elemento globalizador privatizante. Pero es con el surgimiento del nuevo contrato social diferente al moderno (postmoderno, neoliberal) a travs del cambio en sus funciones (dispositivos funcionales), que emerge el elemento principal que profundiza en definitiva la crisis del contrato social. Para Santos, es con los dispositivos funcionales que se demuestra la severidad de la crisis del contrato social. Todo ello, en la medida en que se ha instalado una nueva contractualizacin diferente a la idea moderna del contrato social, cuyos principales elementos son: a) es un contrato liberal individualista, basado en el derecho civil celebrado entre individuos sin tener en cuenta el contrato social como agremiacin colectiva de intereses sociales diferentes26, de esta

25 26

Idem. Ps. 276-7. Idem. P. 280.

36

forma la intervencin esperada por el Estado es mnima; b) en el nuevo contrato no existe estabilidad, al basarse en el derecho civil de carcter meramente individual puede terminarse o ponerse en cuestin por cualquiera de las dos partes que se considere afectada; c) el nuevo contrato no reconoce el conflicto y la lucha como elementos estructurales, en cambio lo sustituye por un asentimiento pasivo a unas supuestas condiciones universales e insoslayables; en sus palabras: As, el llamado Consenso de Washington se configura como un contrato social entre los pases capitalistas centrales que, sin embargo, se erige, para todas las otras sociedades nacionales, en un conjunto de condiciones ineludibles, que deben aceptarse acrticamente, salvo que se prefiera la implacable exclusin. Estas condiciones ineludibles de carcter global sustentan los contratos individuales de derecho civil27. Por estas caractersticas, el autor, cataloga este nuevo contrato como un falso contrato: La apariencia engaosa de un compromiso basado de hecho en unas condiciones impuestas sin discusin a la parte ms dbil, unas condiciones tan onerosas como ineludibles. Bajo la apariencia de contrato, la nueva contractualizacin propicia la renovada emergencia del estatus, es decir, de los principios premodernos de ordenacin jerrquica por los cuales las relaciones sociales quedan condicionadas por la posicin de la jerarqua social de las partes. No se trata, sin embargo, de un regreso al pasado. El estatus se asienta hoy en da en la enorme desigualdad de poder econmico entre las partes del contrato individual: nace de la capacidad que esta desigualdad confiere a la parte ms fuerte para imponer sin discusin las condiciones que le son ms favorables. El estatus postmoderno es el contrato leonino28. Esta teora, sustenta desde la perspectiva de la crisis del contrato social, la (re)emergencia de las categoras de: ciudadana patrimonial, jeraquizada, invertida o asistida, y en ltimas de la ciudadana formal, que desarrollaremos en esta investigacin. Retomando nuevamente a Santos: La crisis de la contractualizacin moderna se manifiesta en el predominio estructural de los procesos de exclusin sobre

27 28

Idem. P. 280. Idem. P. 280.

37

los de inclusin29. Para Santos este predominio de procesos de exclusin se presenta bajo dos formas opuestas: a) el poscontractualismo, proceso por el cual grupos e intereses sociales incluidos por el contrato social moderno, quedan excluidos por el nuevo contrato y sin perspectivas de poder regresar a ser incluidos; ejemplo de ello es la destruccin de los derechos de ciudadana, a travs entre otros, de la precarizacin (flexibilizacin) de los contratos laborales: Sin estos derechos, el excluido deja de ser ciudadano para convertirse en una suerte de siervo30; b) el precontractualismo, consistente en impedir el acceso a la ciudadana de los grupos que haban estado excluidos de ella pero que guardaban expectativas de poder acceder. Las exclusiones generadas por el nuevo contrato no destruyen o debilitan la categora de la ciudadana formal sino que antes por el contrario la afianzan an bajo las condiciones de vida de la poblacin en estado de la naturaleza. En palabras de Santos: Las exclusiones generadas por el pre y el

poscontractualismo tienen un carcter radical e ineludible, hasta el extremo de que los que la padecen se ven de hecho excluidos de la sociedad civil y expulsados al estado de naturaleza, aunque sigan siendo formalmente ciudadanos. En nuestra sociedad postmoderna, el estado de naturaleza est en la ansiedad permanente respecto al presente y al futuro, en el inminente desgobierno de las expectativas, en el caos permanente en los actos ms simples de la supervivencia o de la convivencia31. En sntesis la crisis del contrato social est determinada por: a) La presencia desde el inicio de dos lmites fundamentales: el primero, acorde a cada institucin creada bajo la relacin inclusin/exclusin, para la socializacin de la economa, la politizacin del Estado y para la nacionalizacin de la identidad cultural. El segundo lmite, se refiere a las diferencias de contractualizacin dependiente de la ubicacin frente al sistema mundial entre pases centrales y perifricos. b) La implementacin del nuevo consenso liberal (nuevo contrato social o falso contrato segn Santos) que causa entre otras el fallo de los presupuestos29 30

Idem. P. 280. Idem. P. 281. 31 Idem. P. 281. La cursiva es nuestra.

38

metacontractuales: rgimen general de valores, sistema comn de medidas y espacio tiempo-nacional. Este nuevo consenso est fundamentado, a su vez, en cuatro consensos, todos ellos interrelacionados: primero, el consenso econmico neoliberal o Consenso de Washington, en el que se supedita lo nacional a lo internacional y se subordinan los Estados a las agencias multilaterales (FMI,BM,OMC), cuya finalidad es la financiarizacin (concepto que desarrollaremos ms adelante); segundo, el Estado dbil, que se traducen en una dbil regulacin e

intervencin econmica pero con un aumento en sus funciones de coercin y violencia, de esta forma es dbil en intervencin econmica pero fuerte en represin social; tercero, consenso democrtico liberal, consistente en la promocin internacional de una concepcin minimalista de democracia acorde a la precarizacin de los derechos; para una ciudadana formal su correspondiente democracia formal (democracia formal o restringida como la abordaremos en esta investigacin); y cuarto, la primaca del derecho civil y los tribunales, cuya prioridad est basada en la defensa de la propiedad privada y las relaciones mercantiles; superando al Estado Nacional como institucin poltica de contractualizacin social, para dar paso a un nuevo marco jurdico y judicial internacional de contractualizacin individual. De todo lo anterior, surgen dos inevitables consecuencias: la dessocializacin de la economa, con la preeminencia de la concentracin de la riqueza y el dominio de los Estados por el capital privado nacional e internacional, principalmente del sector financiero, con la denominada financiarizacin; y la lumpenizacin de la ciudadana, con el aumento de los excluidos a nivel local, regional y mundial, dando cabida a la profundizacin del fascismo social (pues tambin exista en el contrato social moderno pero fundamentalmente en los pases perifricos y en las colonias). Esta categora de fascismo social es crucial en la construccin terica de Boaventura de Sousa Santos. Con ella, el autor, no hace referencia al fascismo poltico de los aos 30 y 40 del pasado siglo, sino a la conformacin de una forma de rgimen social y de civilizacin que materializan una condicin de ilegitimidad del Estado frente a sus habitantes (ciudadanos).

39

Para Santos, las principales formas de sociabilidad fascista son seis: a) el fascismo del apartheid social, caracterizado por la divisin entre zonas salvajes y civilizadas al interior de las localidades, regiones, ciudades y pases; b) fascismo del estado paralelo, consistente en la doble vara para catalogar y judicializar las acciones: dbil para las zonas civilizadas y fuerte para las zonas salvajes, lo que conlleva una actuacin democrtica y protectora para las zonas civilizadas y fascista o predadora para las zonas salvajes; c) fascismo paraestatal, resultado de la usurpacin de funciones del Estado, por parte de poderosos actores sociales, principalmente de la funcin regulacin social y de coercin; dando pie tanto al fascismo contractual, con el predominio del sector privado bajo las premisas neoliberales y el predominio del contrato individual y el derecho civil, ejemplo de ello son: la privatizacin de los servicios pblicos, de la atencin en salud, la seguridad social, la electricidad, etc.; y el fascismo territorial: cuando los actores sociales provistos de gran capital patrimonial sustraen al Estado el control del territorio en el que actan o neutralizan ese control, cooptando u ocupando las instituciones estatales para ejercer la regulacin social sobre los habitantes del territorio sin que stos participen y en contra de sus intereses32, un buen ejemplo de ello son los grupos paramilitares colombianos; d) fascismo populista, consistente en la democratizacin de lo que en el capitalismo no puede ser democratizado, como por ejemplo el intentar crear una identificacin con estilos de vida y consumo cuando en realidad estn por fuera del alcance de la mayora de la poblacin; e) fascismo de la inseguridad, se trata de la manipulacin de la inseguridad de las personas; tanto de la socio-econmica asociada a la precariedad del trabajo y con la privatizacin de los servicios sociales (salud, educacin, servicios pblicos, vivienda, recreacin, etc.) para a travs de la teora del riesgo imponer el mercado privado de seguros; como la de vigilancia y control a travs del incentivo para aumentar la vigilancia privada y las zonas de seguridad (urbanizaciones cerradas, condominios, etc.); y finalmente, f) el fascismo financiero, en esta poca de hegemona econmica neoliberal es catalogada, por el autor, como la ms virulenta de las sociabilidades fascistas, en32

Idem. P. 287.

40

reconocimiento al poder y los efectos que tiene el mercado financiero globalizado sobre el papel de los Estados y el funcionamiento de la economa mundial. Ejemplo de ello es el Acuerdo Multilateral de Inversiones AMI, el cual se quiere imponer a los pases perifricos confiscando su deliberacin democrtica; otro ejemplo, son las calificadoras de riesgo, las cuales pueden en slo unos segundos asfixiar financieramente un pas. En palabras de Thomas Friedman, citado por Santos: El mundo de la postguerra fra tiene dos superpotencias, los Estados Unidos y la agencia Moodys una de las seis agencias de rating adscritas a la Securities and Exchange Commision; las otras son: Standard and Poors, Fitch Investors Services, Duff and Phelps, Thomas Bank Watch, IBCA- y aade: si los Estados Unidos pueden aniquilar a un enemigo usando su arsenal militar, la agencia de calificacin financiera Moodys puede estrangular financieramente un pas, otorgndole una mala calificacin33. 3. LA CIUDADANA Y LA TEORA MARXISTA DE LOS DERECHOS HUMANOS

El abordar el anlisis de la relacin entre ciudadana y sistema de proteccin social, nos conduce indefectiblemente a la valoracin de la relacin entre ciudadana y poltica social en el marco definido por el sistema econmico capitalista vigente, con su modelo neoliberal actual. De esta forma y bajo las categoras (re) emergentes de ciudadana patrimonial, ciudadana jerarquizada, ciudadana invertida o asistida y ciudadana formal (que desarrollaremos posteriormente), se llega a un ncleo fundamental, comn a todas ellas, conformado por la relacin entre la ciudadana y la clase social. Ncleo que explica, para nosotros, la condicin crtica, deficitaria o incluso la ausencia de la ciudadana en la actualidad. Este planteamiento nos obliga a por lo menos plantear algunos elementos de la teora marxista referentes al Estado, la

33

Idem. P. 290.

41

sociedad y los derechos humanos, que nos ayuden al anlisis de la relacin en cuestin. En este aparte abordaremos algunos elementos de la crtica marxista al Estado burgus (capitalista) y a los derechos humanos. Para iniciar, correlacionaremos algunos elementos de nuestra definicin de ciudadana asumida del trabajo de Luis Enrique Alonso y algunas tesis presentadas en el Manifiesto del Partido Comunista; en segundo lugar, retomaremos algunos argumentos presentados en el texto El Fin de los Derechos Humanos de Costas Douzinas en su aparte sobre la critica marxista a los derechos del hombre; y finalmente en tercer punto, retomaremos argumentos de pensadores marxistas actuales como

Franz Hinkelammert y Henry Mora realizados con base a la teora crtica en su aparte especfico sobre el poder de las burocracias privadas transnacionales: la reduccin de los derechos humanos y de la ciudadana, que nosotros denominamos como: la globalizacin, los derechos humanos y la ciudadana.

3.1 Ciudadana y Manifiesto del partido comunista. En la actualidad bajo la aplicacin de las polticas de ajuste la contradiccin entre capital y trabajo nuevamente se ha agudizado, con la destruccin de los estatutos asociados al trabajo volvimos a pasar de la relacin salarial a la relacin de clases (en referencia al trabajo de Castell La Metamorfosis de la Cuestin Social34). Por ello, es importante retomar la definicin de ciudadana a la cual nos hemos adherido, por demostrar su condicin histrica, altamente dinmica, conflictiva y por lo tanto fluctuante, segn el contexto y la correlacin de fuerzas de las clases sociales. Alonso define la ciudadana como: La ciudadana, ms que como una cuestin otorgada un reconocimiento magnnimo de derechos por los Estados- habra que concebirla, histricamente, como la formacin de una identidad activa y conflictiva, una lucha por el reconocimiento efectivo de los derechos, resultado de una permanente movilizacin social de unos actores que buscan ampliar los lmites de su condicin realmente existente en cada periodo histrico35.34 35

Castell R. Las metamorfosis de la cuestin social. Una crnica del salariado. Paids. Argentina 1997. Alonso LE. La Crisis de la Ciudadana Laboral. Anthropos. Espaa. 2007. P. 17.

42

Esta definicin, en el sentido histrico y dinmico que resaltamos, concuerda con el postulado elaborado por Marx y Engels en el Manifiesto del Partido Comunista: La historia de todas las sociedades hasta nuestros das es la historia de la lucha de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, seores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces y otras franca y abierta; lucha que termin siempre con la transformacin revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases en pugna36. Considerando estas situaciones, podemos expresar que para que en el siglo XX se hubiera presentado el mayor auge de las polticas igualitarias, con los derechos econmicos y sociales, la ciudadana social, el Estado de Bienestar y la ciudadana sustantiva, confluyeron elementos como: por una parte, la gran presin ejercida por los movimientos obreros de principios de siglo; y por la otra, las estrategias de reactivacin del sistema capitalista despus de la crisis del 30 y en los tiempos de la Segunda Postguerra que ante la necesidad de la reactivacin del mercado incentivaban la demanda interna con el modelo keynesiano y posteriormente el fordista, elementos con los que se llega a la instalacin de la sociedad salarial y la ciudadana asociada al trabajo. Mientras que para los cambios surgidos a finales del siglo XX de destruccin de esa misma ciudadana asociada al trabajo confluyen por un lado, una nueva crisis del sistema capitalista mundial con la saturacin de los mercados (crisis del modelo fordista) y por ende la disminucin del ritmo de acumulacin; y por el otro, el derrumbe del socialismo real (con la figura emblemtica de la cada del muro de Berln) lo que represent el fin de la guerra fra y el envalentonamiento del capitalismo mundial en lo econmico, social e ideolgico; e incit para superar esta crisis a la liberalizacin de los mercados, la globalizacin y la financiarizacin. Para nuestro anlisis se quieren resaltar elementos de la obra de Marx y Engels la cual a pesar de ser en general de la primera mitad del siglo XIX contiene argumentos pertinentes para el desarrollo de nuestra investigacin al

36

Marx K, Engels F. Obras Escogidas. Manifiesto del Partido Comunista. Editorial Progreso. Mosc. 1985. Ps. 32-3.

43

posibilitarnos otra aproximacin a la relacin entre la ciudadana y la clase social brindndonos elementos para la mejor comprensin del tema. Estos dos autores expresaron con respecto al papel del Estado Moderno (burgus): La burguesa, despus del establecimiento de la gran industria y del mercado universal, conquist finalmente la hegemona exclusiva del poder poltico en el Estado representativo moderno. El Gobierno del Estado moderno no es ms que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa37, identificando la verdadera finalidad del Estado moderno, no siendo otra, que la defensa del capital. Frente a las relaciones sociales establecidas por el sistema capitalista argumentaron: La burguesa ha despojado de su aureola a todas las profesiones que hasta entonces se tenan por vulnerables y dignas de piadoso respeto. Al mdico, al jurisconsulto, al sacerdote, al poeta, al hombre de ciencia, los ha convertido en sus servidores asalariados. La burguesa ha desgarrado el velo de emocionante sentimentalismo que encubra las relaciones familiares, y las ha reducido a simples relaciones de dinero38. Con respecto a la necesidad del mercado de ampliar sus fronteras y la relacin entre el capitalismo central y el perifrico, adelantndose a la era actual de la globalizacin (ms de un siglo despus), expresaron: Mediante la explotacin del mercado mundial, la burguesa ha dado un carcter cosmopolita a la produccin y al consumo de todos los pases. Con gran sentimiento de los reaccionarios, ha quitado a la industria su base nacional. Las antiguas industrias nacionales han sido destruidas y estn destruyndose

continuamente. Son suplantadas por nuevas industrias, cuya introduccin se convierte en cuestin vital para todas las naciones civilizadas, por industrias que ya no emplean materias primas indgenas, sino materias primas venidas de las ms lejanas regiones del mundo, y cuyos productos no slo se consumen en el propio pas, sino en todas las partes del globo. En lugar de las antiguas necesidades, satisfechas con productos nacionales, surgen necesidades nuevas, que reclaman para su satisfaccin productos de los pases ms

37 38

Idem. P. 35. Idem. P. 35.

44

apartados y de los climas ms diversos. En lugar del antiguo aislamiento y la amargura de las regiones y naciones, se establece un intercambio universal, una interdependencia universal de las naciones. Y esto se refiere tanto a la produccin material, como a la intelectual. La produccin intelectual de una nacin se convierte en patrimonio comn de todas. La estrechez y el exclusivismo nacionales resultan de da en da ms imposibles; de las numerosas literaturas nacionales y locales se forma una literatura universal39. Y finalmente, frente a la condicin de explotacin de los trabajadores y la miseria generada por el mismo sistema capitalista, afirmaron: En la misma proporcin en que se desarrolla la burguesa, es decir, el capital, desarrllase tambin el proletariado, la clase de los obreros modernos, que no viven sino a condicin de encontrar trabajo, y lo encuentran nicamente mientras su trabajo acrecienta el capital. Estos obreros, obligados a venderse al detall, son una mercanca como cualquier otro artculo del comercio, sujeta, por tanto, a todas las vicisitudes de la competencia, a todas las fluctuaciones del mercado.El obrero moderno, por el contrario, lejos de elevarse con el progreso de la industria, desciende siempre ms y ms por debajo de las condiciones de vida de su propia clase. El trabajador cae en la miseria, y el pauperismo crece ms rpidamente todava que la poblacin y la riqueza40. Ms de 150 aos despus de publicada esta obra resultan ms que actuales estas reflexiones frente a nuestra realidad.

3.2 La crtica marxista a los derechos del hombre. Como hemos visto, en la obra de Marx se encuentra una aguda crtica al sistema capitalista. En su teora del Materialismo Histrico desentra los orgenes, fundamentos,

funcionamiento e implicaciones de ese sistema para el conjunto de la sociedad, con especial nfasis en las clases explotadas. Todo su trabajo estuvo acompaado con el Materialismo Dialctico como sistema filosfico haciendo de la dialctica su mtodo epistemolgico. En conjunto con Engels, Marx elabora la propuesta de la construccin de un modo de produccin diferente

39 40

Idem. P. 36. Idem. Ps. 38 y 42.

45

para la humanidad: el comunismo. Su obra es extensa y densa con importantes elementos de anlisis. En este aparte nos referiremos slo a su crtica a los derechos del hombre en el sistema capitalista. Esta crtica nos parece importante, puesto que, en el contnuum derechos, ciudadana, democracia, nos permite analizar su verdadero alcance. De esta forma, si en el sistema capitalista los derechos son abstractos y se quedan slo en las declaraciones, en retrica, la ciudadana como su resultado, es tambin abstracta o formal, de ah la designacin de ciudadana formal, que a su vez determina una clase de democracia, en este caso, la democracia formal. En este sentido, uno de los ms grandes aportes de Marx fue develar que detrs de lo abstracto exista algo muy concreto; tanto en cuanto al papel del Estado como en cuanto a los derechos, determinado por la realidad de las relaciones sociales o relaciones de produccin. En relacin al papel del Estado, como lo expresamos al citar su obra del Manifiesto del Partido Comunista, resaltaba que la finalidad del Estado capitalista moderno (burgus) no era servir al bien universal, como lo pregonaba abiertamente, sino a los intereses particulares de la clase dominante, la burguesa, y perpetuar su dominio sobre el resto de la sociedad. En relacin a los derechos, Marx entendi que los derechos del hombre, bajo este modo de produccin, eran una mera construccin ideolgica que con el supuesto de defender a un hombre abstracto universal, en la prctica, a quin defendan era a sujetos concretos dentro de la sociedad: los dueos del capital. Adems, argumentaba que los derechos no eran naturales, como se queran presentar por el sistema, sino que eran una construccin histrica de la humanidad, resultado de un largo proceso de luchas y resistencias, conquistas y derrotas, entre las diferentes clases sociales. Como lo expresa Costas Douzinas en su libro El Fin de los Derechos Humanos41 al referirse a la crtica elaborada por Marx a los derechos del

41

Douzinas C. El Fin de los derechos humanos. Traducido por: Sann R, Guardiola O y Alonso O. Editorial LEGIS. Universidad de Antioquia. Colombia. 2008.

46

hombre; fundamentndose, entre otros, en el anlisis del texto de La Cuestin Juda, para elaborar su argumentacin: Los derechos idealizan y apoyan un orden social inhumano, afianzado por el hombre abstracto de las declaraciones, y esto conlleva que las personas reales se conviertan en acertijos abstractosEl sujeto de los derechos humanos pierde su identidad concreta, junto con su clase, gnero y caractersticas tnicas; todas las determinaciones reales humanas se sacrifican en el altar del hombre abstracto, carente de historia y contexto; pero al mismo tiempo, este hombre abstracto representa una persona real y sus derechos respaldan a alguien sustancial. La emancipacin del hombre irreal somete a la gente real a una norma muy concreta: los derechos del hombre, tan distintos de los del ciudadano, no son ms que derechos de un miembro de la sociedad burguesa, es decir, del hombre egosta, separado de los otros y de la comunidad (Marx)42. En esta misma obra y frente al intento de imponer, por el sistema capitalista, la connotacin natural de los derechos humanos y especficamente los derechos del ciudadano en abstracto, fundamento de la ciudadana formal, Douzinas expresa, en relacin con la crtica marxista: En realidad, una clara jerarqua subordina los derechos polticos del ciudadano etreo a los intereses concretos del hombre burgus, presentados como derechos naturales. La igualdad y la libertad son ficciones ideolgicas que pertenecen al Estado, mientras que la realidad que ellas sostienen pertenecen a una sociedad cuya existencia diaria es de explotacin, opresin e individualismo43. Y ms adelante, Douzinas, siguiendo a Marx, al realizar una explicacin sobre la construccin histrica de los derechos pero aclarando el origen y la finalidad de la connotacin natural; que ante todo suprime, intencionalmente, el anlisis de las condiciones histricas y estructurales concretas de la sociedad, expresa: Los derechos del hombre, al igual que todos los derechos, no son naturales o inalienables, sino creaciones histricas del Estado y el derecho. Su emergencia e intervencin dialctica es bastante compleja. Mientras que la separacin

42 43

Idem. P. 193-4. Idem. Ps. 195-6.

47

entre el Estado y la sociedad fue el resultado de cambios econmicos en la sociedad, el Estado convirti las condiciones de existencia del capitalismo (que le dio vida) en derechos legalmente reconocidos y los consagr como naturales y eternos. Los derechos humanos son, por lo tanto, reales y efectivos, pero su alcance es mucho mayor de lo que parece: A medida que se establece la forma legal, la proteccin del derecho natural, las condiciones estructurales e histricas de la sociedad civil se suprimen (Bernstein citado por Douzinas)44. En sntesis, los grandes aportes de la crtica marxista a la teora de los derechos del hombre pueden compilarse en los siguientes puntos resaltados por Douzinas: Despus de la crtica de Marx, se hizo evidente que aunque los derechos del hombre se presentaran como eternos, eran una creacin de la modernidad; aunque fueran asumidos como naturales, eran construcciones sociales y legales; aunque se presentaran como absolutos, eran el instrumento limitado y limitante del derecho; aunque fueran concebidos por encima de la poltica, eran el producto de la poltica de su poca; finalmente, aunque se hacan valer como racion