la dogmática penal evoluciona hacia la victimología

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Año 1, vol. I agosto-diciembre 2008/Year 1, vol. I august-december 2008 www.somecrimnl.es.tl 1 Fecha de recepción: 27/05/2008 Fecha de aceptación: 01/07/2008 LA DOGMÁTICA PENAL EVOLUCIONA HACIA LA VICTIMOLOGÍA (AYER, IN DUBIO PRO REO; HOY, PRO VÍCTIMAS; MAÑANA, LAS VÍCTIMAS PROTAGONISTAS) THE DOGMATIC CRIMINAL EVOLVES INTO THE VICTIMOLOGY (YESTERDAY, IN DUBIO PRO REO) TODAY, PRO VICTIMS; (TOMORROW, THE PROTAGONISTS VICTIMS) Dr. Antonio Beristain Ipiña [email protected] Universidad del País Vasco España RESUMEN En la dogmatica penal del ayer, el axioma in dubio pro reo significó un avance importante en la historia de la dogmática penal y ciencias afines, pues cercenó la violencia, la agresividad, la venganza, etc. La dogmática penal de hoy pretende, desde diversos puntos de vista, superar la dogmática penal, el Derecho penal y la Criminología tradicionales, para colocar en el centro a las víctimas, a la sanción

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In the criminal dogmatic of yesterday, the in dubio pro reo axiom meant an important step forward in the history of the criminal dogmatic and related sciences, because it severed the violence, aggression, revenge, etc. The criminal dogmatic today is from different points of view, intended to overcome the dogmatic criminal, criminal law and Criminology traditional, to be placed in the Center to the victims, restorative sanction and dignificadora of the victims. Many rulers, politicians, sociologists, jurists and theologians do not recognize victims all his dignity ex post, by the fact of their victimization. Victimal hermeneutics considers victims, in these or similar circumstances, as "axiological" because they are active subjects of values and interests.

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Page 1: La dogmática penal evoluciona hacia la Victimología

Año 1, vol. I agosto-diciembre 2008/Year 1, vol. I august-december 2008

www.somecrimnl.es.tl 1

Fecha de recepción: 27/05/2008

Fecha de aceptación: 01/07/2008

LA DOGMÁTICA PENAL EVOLUCIONA HACIA LA VICTIMOLOGÍA (AYER,

IN DUBIO PRO REO; HOY, PRO VÍCTIMAS; MAÑANA, LAS VÍCTIMAS

PROTAGONISTAS)

THE DOGMATIC CRIMINAL EVOLVES INTO THE VICTIMOLOGY

(YESTERDAY, IN DUBIO PRO REO) TODAY, PRO VICTIMS; (TOMORROW,

THE PROTAGONISTS VICTIMS)

Dr. Antonio Beristain Ipiña

[email protected]

Universidad del País Vasco

España

RESUMEN

En la dogmatica penal del ayer, el axioma in dubio pro reo significó un avance

importante en la historia de la dogmática penal y ciencias afines, pues cercenó la

violencia, la agresividad, la venganza, etc. La dogmática penal de hoy pretende, desde

diversos puntos de vista, superar la dogmática penal, el Derecho penal y la

Criminología tradicionales, para colocar en el centro a las víctimas, a la sanción

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reparadora y dignificadora de las víctimas. Muchos gobernantes, políticos, sociólogos,

juristas y teólogos no reconocen a las víctimas toda su dignidad ex post, por el hecho

de su victimación. La hermenéutica victimal considera a las víctimas, en estas y/o

similares circunstancias, como “protagonistas axiológicas” porque son sujetos activos

de valores e intereses superiores.

PALABRAS CLAVE: Victimología Criminológica, Derecho Comparado, Historia y

Desarrollo, Prevención, Ciencia.

ABSTRACT

In the criminal dogmatic of yesterday, the in dubio pro reo axiom meant an important

step forward in the history of the criminal dogmatic and related sciences, because it

severed the violence, aggression, revenge, etc. The criminal dogmatic today is from

different points of view, intended to overcome the dogmatic criminal, criminal law and

Criminology traditional, to be placed in the Center to the victims, restorative sanction

and dignificadora of the victims. Many rulers, politicians, sociologists, jurists and

theologians do not recognize victims all his dignity ex post, by the fact of their

victimization. Victimal hermeneutics considers victims, in these or similar

circumstances, as"axiological" because they are active subjects of values and interests.

KEY WORDS: Criminological Victimology, Comparative Law, History and

Development, Prevention, Science.

SALUDO AGRADECIDO DESDE LA HERMENÉUTICA DE LA EVOLUCIÓN

“Es evidente que, pese a lo que a primera vista pudiera parecer, innovar (subrayo) en

el campo del Derecho es una tarea muchas veces imprescindible”

Enrique Ruiz Vadillo

Esta histórica y bella ciudad alcaliana nos brinda seguridad y confianza. Vengo desde

el País Vasco, donde –velis nolis– padecemos experiencias trágicas, aunque

esperanzadoras, de las macrovíctimas de ETA, de sus cómplices y encubridores (con y

sin el síndrome de Estocolmo, consciente e inconsciente). Nuestro compromiso por la

paz brota de la Justicia, no del diálogo previo; ni de la impunidad.

Deseo pergeñar, desde la hermenéutica que proclama el axioma innovador

teilhardiano (su evolución progresiva), la curva sismográfica ascendente de la

evolución imparable de la Dogmática penal hacia la Victimología. La clave de la

evolución, que actualmente se acepta y cultiva en el agora académico, jurídico,

sociológico, filosófico, teológico, etcétera, como advierten eminentes especialistas.

Analizaré el ayer, la actualidad y el futuro previsible de la Dogmática penal. Ésta

abocará a una ruptura epistemológica que deriva a una nueva ciencia: la Victimología,

con su nueva cosmovisión de lo justo, lo injusto y su sinergia de revolucionarios

paradigmas reparadores y dignificadores de las víctimas.

Como introducción, permítanme unas palabras acerca de la evolución de Ignacio

de Loyola y de eminentes jesuitas en esta Universidad, esta Alma Mater, tan

vinculada a la Compañía de Jesús.

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EVOLUCIÓN DE IGNACIO DE LOYOLA EN ALCALÁ: INICIA SU VIDA

UNIVERSITARIA

Todos los biógrafos de Ignacio de Loyola coinciden en subrayar que promovió en la

Iglesia un nuevo estilo de vida religiosa, de dogmática y de obediencia eclesial.

Desde marzo de 1526 hasta junio de 1527 Ignacio de Loyola ha evolucionado

profundamente. Se ha convertido de militar gravemente herido en Pamplona,

convaleciente y peregrino… en estudiante de esta Universidad de Alcalá de Henares.

Deja las armas para iniciarse en las Letras (y “ayudar a las almas”, servir a los

demás). Aquí cursa sus primeros estudios de Filosofía. Los culmina, con Teología, en

París -desde 1528 hasta 1535- donde obtiene el título de MAGISTER ARTIUM, que le

capacita como Profesor Universitario.

En Alcalá, Ignacio de Loyola se aloja en el hospital de Antezana, para convivir,

pobre con los pobres, a quienes sirve. Aquí fue víctima del abuso del poder, fue

procesado y permaneció en prisión eclesiástica durante cuarenta y dos días. Uno de los

principales motivos de esta oposición (y otras posteriores, no menores,) que encontró

Ignacio frente al poder hemos de verlo en su talante innovador, que destacan diversos

comentaristas; por eso la Inquisición le critica y condena.

Años después, estas aulas acogieron también a otros jesuitas, como Juan de

Mariana, S.J, que significa una de las aportaciones importantes de la Compañía de

Jesús al llamado siglo de oro español, y defendió a las víctimas del abuso del poder,

pues aprobó el tiranicidio (pero, no el regicidio).

EVOLUCIÓN DE LA DOGMÁTICA PENAL HACIA LA VICTIMOLOGÍA

“La dogmática jurídico-penal (subrayo) no siempre sirvió para proveer seguridad

jurídica, sino que en demasiadas oportunidades operó al servicio del estado de policía u

ocultó el objetivo político quedando reducida a una función mercenaria”.

E. Zaffaroni, A. Alagia, A. Slokar (2005).

Quizás, muchos de ustedes esperan, lógicamente, que un catedrático de Derecho penal,

hoy y aquí, en estas solemnes Jornadas Académicas, argumente cómo debemos

mejorar la Dogmática penal para que indemnice más a las víctimas... Aparentemente

comentaré esto: la evolución que mejora la Dogmática penal; pero, realmente no

pretendo mejorar la Dogmática penal, pretendo transformarla (en clave

metarracional). Espero lograr algo distinto que la Dogmática penal. Procuro que entre

todos, legisladores, juristas, sociólogos, filósofos, Universidad, teólogos de religión

exotérica (no esotérica)… pensemos, sintamos y creemos una Dogmática nueva,

centrada en las víctimas, macrovíctimas, protagonistas axiológicas. Una Dogmática

victimal que dista de la actual como el oriente dista del occidente.

La primera parte, elogia la Dogmática penal tradicional que, ante la duda,

protege al delincuente. La segunda parte, consciente de la evolución imparable, critica

aquella Dogmática penal y argumenta para que la Dogmática de hoy, ante la duda,

supere el axioma tradicional, y opte preferencialmente por las víctimas. La tercera

parte da otro paso más adelante –en otra dirección–, pregunta qué debe hacer nuestra

Dogmática penal futura, de mañana. Esta parte final responde que sine dubio, sin

duda, debe transformarse ex radice en una dogmática victimal, que reconozca y

proclame a las víctimas como las protagonistas de algo superior a la actual Dogmática

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penal, de una nueva justicia, la restorative Justice, que considera a las víctimas como

el alfa y la omega del Derecho, de la Política criminal, del sistema prisional, de la

Sociología, de la Filosofía, de la Antropología, de la Teología... con dinamismo creador,

revolucionario, en favor de los más débiles, de los que sufren.

LA DOGMÁTICA PENAL DE AYER: IN DUBIO PRO REO

“A nivel humano no es posible hablar ni de expiación ni de retribución”

“El fin del Derecho penal no es el de retribuir”

Enrique Gimbernat

El axioma in dubio pro reo significó un avance importante en la historia de la

Dogmática penal y ciencias afines, pues cercenó la violencia, la agresividad, la

venganza… del Derecho penal primitivo. Abrió la puerta a la aportación “humanista”

de la ley del talión: ‘ojo por ojo, diente por diente’. Ha influido (positivamente) en

ámbitos más amplios de lo que suele creerse. No sólo en el Derecho penal y procesal.

Tiene aplicación importante en campos diversos: Ilumina casos difíciles [proceso del

aceite de colza (1981), de la talidomida (década 1950-1960)], el obscuro nexo de

causalidad (imputación objetiva y subjetiva) entre el supuesto delincuente y su acción

tipificada como delito en el Código penal, etcétera.

Afecta también un aspecto ontológico-empírico que vincula al juzgador, como

indican Muñoz Conde, Díaz Pita y otros. Pertenece a un aspecto esencial de nuestra

cultura, como patentiza Cervantes: “Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad,

no cargues todo el rigor de la ley al delincuente” (Consejos que dio D. Quijote a Sancho

Panza antes de que fuese a gobernar la ínsula de Barataria). Manifiesta una profunda

relación -no identidad- con el principio constitucional de la presunción de inocencia

(Const. Española, art. 24.2). No puede confundirse con él, que posee explícito

reconocimiento constitucional y expreso acceso a la casación (art. 5.4 de la Ley

Orgánica del Poder Judicial). Pero, media cierto parentesco entre ambos principios.

Este axioma tradicional in dubio pro reo figura entre las grandes conquistas

pretéritas de los juristas en general y de los penalistas en particular. Propugna una

cosmovisión de calidad humana superior a la de las culturas anteriores. De él ha

brotado y derivado, por ejemplo, el axioma de la opción preferencial en favor de los

débiles, que tanto proclaman los autores de la Carta de la Tierra, reconocidos juristas

y teólogos de la liberación.

Después de tantos siglos de vigencia (como todo evoluciona, todo fluye, en

formulación de Heráclito), este principio progresa, de manera que se presiente algo

nuevo… “el despliegue de lo otro”. Este futuro “lo otro” es, según los victimólogos, el

axioma in dubio pro víctima (ante la duda, en favor de la víctima). Lo pide, con serios

argumentos, la moderna Victimología. Sus coordenadas principales y sus argumentos

fundamentales encuentran cada día mayor eco y acogida en especialistas e

instituciones de indiscutido prestigio, como veremos a continuación.

LA DOGMÁTICA PENAL DE HOY: IN DUBIO, PRO VÍCTIMA

“El artículo 41 del Código penal argentino menciona a un personaje olvidado por el

poder punitivo: la víctima. La víctima no es una construcción mediática para sostener

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el autoritarismo cool, sino el ser humano concreto que rara vez conocen los medios y

cuyo interés debe ser privilegiado (subrayo) a la hora de resolver la pena”.

E. Zaffaroni, A. ALagia, A. Slokar (2005).

Sí, actualmente, el interés superior de las víctimas debe ser privilegiado como

pretende ZAFFARONI y eminentes especialistas, cada día más. A partir del 1er

Simposio Internacional de Victimología, Jerusalén, 1973, y, sobre todo, a partir de

1985 (Declaración de las Naciones Unidas sobre los principios fundamentales de

justicia para las víctimas de delitos y del abuso de poder) destacados tratadistas

nacionales e internacionales se ocupan, con celo creciente, por conocer, comentar y

aplicar las coordenadas teóricas y prácticas de esta nueva e innovadora ciencia y

praxis victimológica.

Cientos de victimólogos en todo el mundo pretenden y van logrando un giro

copernicano de gran calado en el ámbito de la Dogmática jurídico penal. También,

aunque indirectamente, en otros ámbitos, como el de la Política criminal, el Sistema

prisional, la Sociología, la Filosofía, la Teología, etcétera. En el mejor sentido de la

metáfora, han colocado el carro delante de los bueyes. Han descubierto que, ante la

actual evolución social, tecnocientífica…, las ciencias jurídico penales deben girar

principalmente alrededor de las víctimas. Más que alrededor del delito, del delincuente

y de la pena-retributiva o castigo (malum passionis propter malum actionis: el mal que

se le infringe al delincuente por el mal que él ha causado al sujeto pasivo de su

crimen).

Como afirma Carmen Cerdeira, Ponente de la Comisión de Libertades y

Derechos de los Ciudadanos, Justicia y Asuntos Interiores del Parlamento Europeo:

“[…] recientemente se ha suscitado un interés muy considerable por el problema de la

protección de los derechos de las víctimas de los delitos, tanto a nivel científico, como

político, nacional e internacional. Incluso, algunos destacados juristas han llegado a

fundamentar la existencia misma del Derecho penal en la necesidad de reparar el

daño causado a la(s) víctima(s)”.

La ONU admitió el principio in dubio pro víctima, en la apertura del 58 período

de sesiones (Nueva York, 22 de septiembre 2003), al inaugurar la “primera

Conferencia Internacional sobre terrorismo”, enfocada desde el punto de vista de las

víctimas. La organizó la Embajada de Noruega ante la ONU, precisamente ese día de

inauguración, para garantizar la asistencia de los jefes de Estado y primeros Ministros

de los países miembros. En aquel acto solemne participaron Maite Pagazaurtundúa,

hermana de Joseba, asesinado por ETA, y Luis Portero, hijo de Luis Portero (Fiscal

Jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y Melilla), igualmente asesinado

por ETA.

También el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa se

hace eco de este movimiento internacional y habla de los cada día mayores derechos de

las víctimas, aunque insuficientemente, en los artículos III-270.2.c y III-321.1.

Desde profundas y diversas reflexiones e investigaciones de eminentes juristas,

me permito pedir que este principio –in dubio pro víctima– se configure en la

Constitución española como un derecho del ciudadano protegible en la vía de amparo

ante el Tribunal Constitucional.

Dicho lacónicamente, la Dogmática penal hodierna pretende, desde diversos

puntos de vista, superar la Dogmática penal, el Derecho penal y la Criminología

tradicionales, para colocar en el centro a las víctimas, a la sanción reparadora y

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dignificadora de las víctimas (sin merma –al contrario, con aumento– de las garantías

del delincuente; éste puede ejercer sus derechos a través del nuevo sistema procesal de

mediación- conciliación). La nueva Dogmática atiende preferencialmente a las

víctimas, no al delito, ni al interés jurídico protegido por el poder…, ni al delincuente,

ni al castigo-expiación.

Este “travestir” el in dubio pro reo en el opuesto in dubio pro víctima parece que

cambia radicalmente la cosmovisión humanista del cristianismo exotérico, pero, en

cierto sentido, mantiene y consolida lo fundamental: la exigencia sine qua non de la

reparación-satisfacción… la preferencia por los más débiles, la fraternidad, la

solidaridad... porque, hoy, el más débil, en mil supuestos, son las macrovíctimas,

mucho más que sus victimarios, sobre todo en algunos delitos como el terrorismo y

contra la libertad y su indemnidad sexuales.

MAÑANA: LAS VÍCTIMAS PROTAGONISTAS AXIOLÓGICAS

“Cuando se habla de devolver el protagonismo a la víctima, no se propugna en modo

alguno el retorno a la Justicia privada… La conciliación víctima-delincuente…

reclama la oportunidad de una participación activa de la víctima en algo que le atañe

muy directamente”.

E. Giménez-Salinas

La Fenomenología de las víctimas protagonistas axiológicas no ha entrado todavía en

el dintel de nuestra Universidad Española, donde no encontramos ni un Instituto de

Victimología. Todavía muchos gobernantes, políticos, sociólogos, juristas y teólogos no

reconocen a las víctimas toda su dignidad ex post, por el hecho de su victimación.

Tampoco lo reconoció la viuda de una persona que trabajaba en las Torres Gemelas de

Nueva York y que falleció allí, el 11 de septiembre de 2001. Negó que su marido

tuviera una dignidad especial después de su muerte. Esta señora, Niki Stern, directora

ejecutiva de las víctimas del 11-S, argumentaba que su marido no merecía homenaje

alguno, que no era más digno que cualquier ciudadano. Lo expresaba con las

siguientes palabras: “yo adoraba a mi marido... pero mi marido no era un héroe” (por lo

tanto, tampoco ahora tiene una dignidad mayor). Según esta mujer, las víctimas no

poseen una dignidad especial, no adquieren metadignidad por el hecho de la

victimación, en determinadas circunstancias.

La reflexión de esta viuda merece respeto y consideración. Pero, creo que olvida

algo innegable y transcendental: antes del 11 de septiembre de 2001 su marido no era

un héroe, sin embargo, ese día acaeció un hecho muy importante: algo que ella ni

observa, ni ve, ni comenta... Algo que, desde otra perspectiva, sí observan, sí ven y sí

comentan los victimólogos, y que nos obligan a tomar en consideración: su marido

sufrió un asesinato terrorista..., sin provocarlo y sin responder violentamente. Eso

acreció, agigantó, su dignidad. Nos ayudará a explicarlo que contemplemos la

fotografía del homenaje (1.065 grandes cruces de madera) a las personas que murieron

cuando y porque pretendían cruzar el muro de Berlín.

Quienes decidieron cruzar el muro de Berlín, lo cruzaron y murieron acribillados

a balazos, en aquellas graves e injustas circunstancias históricas (de los años sesenta y

setenta), antes de su decisión de cruzar el muro, antes de esa acción suya… no eran

héroes. Pero, durante su compromiso y durante su ejecución, mientras lo hacían (por

haberlo hecho y padecido en paz) se autotransformaron en héroes.

Page 7: La dogmática penal evoluciona hacia la Victimología

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La hermenéutica victimal considera a las víctimas, en estas y/o similares

circunstancias, como “protagonistas axiológicas” porque son sujetos activos de valores

e intereses superiores (Constitución Española arts. 1.1, 24.1 y 103). Son creadores de

cambios de estructuras sociales injustas y protagonistas de nuevas estructuras

conceptuales y culturales… Son quienes –contra toda apariencia– contribuyeron

eficazmente a la “caída” del muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989.

No son (como suele entenderse) únicamente objetos pasivos de la asistencia, la

solidaridad, la ayuda, la indemnización. Estas víctimas, ex ante, y cuando padecen la

victimación, el asesinato, también hacen, también son autores, protagonistas (más que

el victimario), pues pueden decir como Jesucristo: “no me quitan la vida, sino que la

doy”. Lógicamente, el Derecho procesal penal debe reconocerles como sujetos activos en

diversos momentos del Proceso penal. Todavía más, debe reconocerles como sujetos

activos de un nuevo proceso penal victimal, centrado en la mediación.

Estas víctimas se encuentran ubicadas científicamente en el tipo 5 de las clases

de víctimas, y que transcribo a continuación:

Cinco tipos de víctimas

Víctimas Tipo Participación Ejemplo

Víctima

provocadora

Contribución exclusiva de

la víctima al hecho

victimizante no punible

Agresor que muere

“víctima” del agredido que

se defiende legítimamente

1. Víctima

completamente

culpable,

precipitadora

Víctima

propiciadora del

delito

Contribución

predominante de la

víctima al hecho punible

- Estafador estafado

- Borracho que fanfarronea

en el bar con dinero y le

hurtan la cartera

Falsa víctima

(delito simulado)

Denuncia falsa Una mujer quiere vengarse

de un hombre y le acusa de

violación

Víctima por

ignorancia o por

imprudencia

Mayor o menor

contribución al hecho

Mujer que fallece al

provocarse el aborto

2. Víctima

parcialmente

culpable

Víctima con escasa

culpabilidad

Mayor o menor

contribución al hecho

Mujer que entrega al falso

contrayente matrimonial

su libreta de ahorro

Víctima voluntaria Mayor o menor

contribución al hecho

Causación de la muerte

de/a enfermo incurable, por

su propio deseo

(homicidio-suicidio)

3. Víctima

completamente

inculpable

Víctima “ideal” Ninguna participación

activa

- Bomba en establecimiento

público

- Persona privada de

conocimiento que es robada

en calle céntrica no

peligrosa

- Persona dormida en

coche-cama, en tren no

Page 8: La dogmática penal evoluciona hacia la Victimología

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peligroso que es robada

- Pobres

4. Víctima

vindicativa

Reacciona con

violencia.

Comete el delito “de la

realización arbitraria del

propio derecho” (artículo

455 del Código penal

español).

Presos por delitos de

terrorismo

5. Víctima

no vindicativa,

aceptadora,

altruista,

protagonista

axiológica

Lleva con paz y con

esperanza el

sufrimiento y/o la

muerte

No comete el delito “de la

realización arbitraria del

propio derecho” (artículo

455 del Código penal

español).

Siervo Sufriente,

Maximiliam Kolbe,

D. Bonhoeffer,

macrovíctimas de ETA...

Son muchas las víctimas que entran dentro del tipo 5, son personas altruistas,

amantes de la solidaridad, comprometidas con la paz y la justicia, a favor de los

marginados, los pobres… Su compromiso les aboca a situaciones peligrosas que ellas

aceptan. Como prototipo de estas víctimas puede considerarse a Maximiliam KOLBE,

que en el campo de concentración de Auschwitz (agosto 1941) se ofreció para sustituir

a otro preso condenado a muerte (el capitán aceptó y KOLBE, encerrado en una celda

de castigo, murió de hambre y sed). También al teólogo alemán BONHOEFFER,

cuando el año 1939 (plena dictadura hitleriana) abandonó su vida tranquila de

Estados Unidos para trasladarse a Alemania, conocedor del riesgo mortal que, de

hecho, le llevó a la muerte. Muchas otras personas, conscientemente, no huyen del

peligro que corre su vida, seria y repetidamente amenazada.

Este deseado “mañana” de la Dogmática victimal se puede decir que dio un gran

paso adelante el 23 de abril de 2002, cuando la Comisión de las NN.UU. para los

Derechos Humanos, en su 51ª sesión, firma (sin votación) su Resolución 2002/44.

Añade algo nuevo a la doctrina anterior de las altas instituciones internacionales.

Formula una interpretación inteligente, nueva, de “la readaptación” y “la reparación

moral”. Les otorga un contenido concreto, es decir, considera a las víctimas

protagonistas axiológicas, cuando recuerda el Informe del experto independiente, Prof.

Dr. D. Cherif Bassiouni, nombrado por la Comisión (E/CN.4/2000/62), cuyo número 25,

apartado d), pide una “Declaración oficial o decisión judicial que restablezca a las

víctimas y/o las personas que tienen gran vinculación con ellas (las víctimas indirectas,

ya reconocidas por la Declaración de 1985) su dignidad, su reputación y sus derechos

jurídicos y sociales”. Después, el apartado g) pide “conmemoraciones y homenajes a las

víctimas”. Y el apartado h) exige la “inclusión, en el material de enseñanza a todos los

niveles, de informaciones fidedignas de todas las victimaciones sufridas por las

víctimas”.

Hoy, ante la evolución progresiva de los derechos fundamentales de la cuarta

generación, hemos de reconocer que a las macrovíctimas de los grandes crímenes, con

frecuencia, las ofendemos, pues llegamos a considerarlas meros objetos de

indemnización… y –a veces– las desacreditamos y humillamos. Esas macrovíctimas,

como las denominé en el Consejo de Europa, el 27 de noviembre de 1984, son agentes

sociales axiológicos, pebeteros ígneos, que nos guían a todos para distinguir entre los

diversos grados de victimación y de víctimas…, para indagar, descubrir, ver, reconocer,

“crear” sus diversos grados de dignidad, y homenajearlas como sujetos de derechos

Page 9: La dogmática penal evoluciona hacia la Victimología

9

inalienables, superiores, como agentes sociales, como protagonistas de la futura

Dogmática penal, Política criminal, Política prisional, Filosofía, Teología, etcétera.

CINCO TIPOS DE VÍCTIMAS

Contra lo que usualmente pretende el discurso único, la víctima, pasado el primer

momento de indignación, y especialmente en delitos contra la propiedad y en los

cometidos en ámbito familiar, dista mucho de responder al estereotipo degradado de

un ser sediento de venganza e insaciable en su exigencia de reparación.

E. Zaffaroni, A. Alagia, A. Slokar (2005).

Unas breves palabras finales para un tema de máxima transcendencia. La Dogmática

jurídica victimal distingue las diversas clases de víctimas, y proclama que, entre todas,

merecen consideración muy distinta –como indican los especialistas– las

macrovíctimas del terrorismo, y las que, por sus peculiares y graves circunstancias,

merecen el calificativo de protagonistas axiológicas, a las que se refiere el apartado

cinco –capítulo 3.3.– del cuadro citado anteriormente.

A estos agentes sociales axiológicos les debemos más que solidaridad que algunos

tratadistas, e incluso teólogos, consideran como el summum de la ética. Estas víctimas

merecen más que solidaridad: merecen justicia victimal. Merecen más de lo que les

concede el excelente Estatuto de la Corte Penal Internacional. Éste, a pesar de su

preocupación por las víctimas, se configura excesivamente proteccionista de ellas,

puesto que en lugar de reconocerles directamente los derechos y los medios para

asegurar su respeto en los diversos procesos, sobre todo del Derecho penal, los

artículos 57.3 (46) y 64.2 (47) del Estatuto refuerzan la tendencia constatada del

Derecho Internacional Humanitario –su legitimación pasiva a nivel internacional–,

pero descuidan la legitimación activa de éstos, a diferencia de las tendencias que

fomentan el nuevo Derecho victimal y Derecho internacional de las personas.

La Corte Penal Internacional supera la concepción soberanista del Estado, pero

no tanto como debía. Aciertan los docentes y discentes de la Universidad San Pablo

CEU (Madrid), en el homenaje que han brindado el 26 de abril de 2007 a las víctimas,

cuando el punto quinto de su Manifiesto exige que las víctimas del terrorismo sean

escuchadas, que tienen derecho a ser oídas y a participar en el debate público, y (añado

yo) en el sistema procesal, sus derechos como personas de máxima dignidad, y que, por

lo tanto, pueden participar como miembros activos de los Tribunales, con mayor razón

que los Jurados, según la Ley Orgánica 5/1995, de 22 de mayo, del Tribunal del

Jurado.

La balanza de la Justicia victimal, para lograr la igualdad de los desiguales, debe

quebrar la tradicional horizontalidad, debe inclinarse a favor de los más débiles, como

manifiesta este gráfico que la Profª. Mª de la Luz Lima expuso y comentó en el XII

Symposium Internacional de Victimología de la Sociedad Mundial de Victimología

(Orlando, Florida, EE.UU., 20-25 agosto 2006)… y que, de alguna manera, ya

proclama el artículo 9.2 de la Constitución española. Varios siglos antes, ya lo

enunciaba el Digesto, Lib. L., Tit. XVII, leges 56, 192, §. 1: “Semper in dubiis

benigniore praeferenda sunt” (ante la duda, siempre son preferibles las respuestas

más benignas).

Page 10: La dogmática penal evoluciona hacia la Victimología

10

CONCLUSIONES: LA UNIVERSIDAD DEBE CREAR LA LICENCIATURA DE

VICTIMOLOGÍA. URGE ELABORAR Y PUBLICAR MAS ESTADÍSTICAS

VICTIMOLÓGICAS

“Mientras todo esto se hace, comienza en nuestro país una nueva (subrayo) etapa,

ocaso del pasado régimen”

C. García Valdés, Mª Carmen Figueroa

Después de haber constatado que la Dogmática penal futura necesita una ruptura

epistemológica para superar su excesivo encapsulamiento punitivo, expiacionista y

retribucionista, parece lógico pedir que la Universidad Española dé un paso adelante

para crear, lo antes posible, una Licenciatura en Victimología, como el año 2003 creó la

Licenciatura en Criminología.

Como primera tarea, urge formular dos conclusiones: que se investiguen y

publiquen más estadísticas –y más detalladas– acerca de las víctimas. Nadie duda que

a los operadores de la Justicia y a la opinión pública interesa poseer mayor

información sobre el número y las circunstancias personales, culturales, políticas,

sociales, etcétera, de las personas victimizadas.

La Dogmática penal, la Criminología y la Victimología son algo parecido a lo que,

para Chillida, es el arte: “... algo que va evolucionando día a día. Tú no eres nunca el

mismo que fuiste ayer, y no tienes que mirar hacia atrás, sino hacia delante”…. Lo

confirman autorizados historiadores.

BIBLIOGRAFÍA

Antonio Beristain (2007): “Cárceles”, en J. García de Castro (Dir.), Diccionario de

Espiritualidad Ignaciana, T. I: “San Ignacio… pionero de la ayuda a los presos”.

Antonio Beristain (2000): Victimología. Nueve palabras clave, Tirant lo Blanch,

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