la cruz de cristo escándalo y locura

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Cristo y Cruz

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LA CRUZ DE CRISTO ESCNDALO Y LOCURA

http://mercaba.org/FICHAS/Humanitas.cl/la_cruz_de_cristo.htm Estamos de tal manera habituados a ver la cruz y a Cristo crucificado en ella que nos resulta difcil percatarnos de la trgica realidad oculta tras la imagen del crucifijo. La usamos incluso como un adorno de oro o plata para lucir en el cuello. La hemos convertido con justa razn en smbolo del cristianismo y queremos ver al Crucificado en los tribunales, en las aulas escolsticas, en las tumbas de los difuntos y hasta en las cimas de los montes, como smbolo de la fe cristiana y del triunfo en la lucha contra la muerte y las potencias del mal. Pero qu hay detrs de ese smbolo? Queremos pues preguntarnos qu era la cruz en el mundo antiguo y qu represent para Jess la crucifixin y la muerte en la cruz. Tambin deseamos ver de qu manera este smbolo de la mayor infamia pas a representar la victoria y cul fue el precio de la superacin del escndalo, de la locura de la cruz.En realidad, sin examinar a fondo el significado que tena en el mundo antiguo la condena a morir crucificado, hoy en da no lograramos comprender el carcter del escndalo de los hebreos cuando escuchaban hablar del mesas crucificado ni el rechazo de los paganos al or a San Pablo anunciar que Jess, el Hijo de Dios, haba sido condenado para la salvacin de todos los hombres a morir en la forma ms infamante: en la cruz (ad mortem turpissimam crucis) (Orgenes, Comentario sobre Mt 27, 22 ss).

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En la antigedad, la cruz (crux en latn, stauros en griego) era un instrumento de tortura con el cual se llevaba a cabo la condena a muerte por delitos graves. Originalmente era un rbol o un poste (xylon) en el cual se colgaba al condenado, amarrndolo con cuerdas o fijndolo con clavos. A veces el poste era puntiagudo (skolops) y el condenado deba sentarse encima del mismo para ser traspasado: el empalamiento. Posteriormente se agreg al poste fijado en el suelo en posicin vertical (stipes) un palo transversal, llamado patibulum, porque inicialmente se usaba para cerrar las puertas de la casa, de tal manera que al retirarlo fores patebant, es decir, las puertas quedaban abiertas. El patibulum sola encontrarse en el lugar del suplicio, pero en general el condenado lo llevaba sobre la espalda y se fijaba sobre el palo vertical formando una T. En ese caso la crux se denominaba crux capitata o crux immissa. En otras oportunidades, el palo transversal se identificaba como supplicium.La crucifixin se practicaba de distintas formas. Veo cruces en ese lugar -escribe Sneca- no todas del mismo tipo (non unius quidem generis), sino construidas de distintas maneras por unos y otros: hay quienes cuelgan a sus vctimas cabeza abajo (capite quidam conversos in terram suspendere), otros las empalan (alii per obscena stipitem egerunt), otros extienden los brazos sobre el patbulo (alii brachia patibulo explicuerunt) (Dial. 6, 20, 3). As, los verdugos podan satisfacer su sadismo en las formas ms feroces.Flavio Josefo nos entrega un testimonio ocular de la crucifixin colectiva de un grupo de individuos que procuraban salir de Jerusaln, sitiada por las tropas romanas bajo el mando de Tito. En el momento de la captura (...) eran flagelados, sometidos a toda clase de suplicios antes de morir crucificados delante de los muros. Tito se compadeca del sufrimiento de las vctimas, pero por ser demasiado numerosas -alrededor de 500 diarias- no era posible correr el riesgo de liberarlas o someterlas a vigilancia, de manera que autoriz a sus soldados para proceder de acuerdo a su propio criterio, tanto ms por cuanto esperaba que el horrible espectculo de las innumerables cruces indujera a los sitiados a rendirse. As, los soldados, bajo el impulso del odio y el furor, ridiculizaban a los prisioneros, crucificando a cada uno de ellos en una posicin diferente, y dado el nmero de los mismos, tanto el espacio como las cruces para los cuerpos eran insuficientes (De bello iudaico 5, 449-451). En realidad, en Judea eran frecuentes las crucifixiones masivas de parte de los ocupantes romanos: en el ao 4 A.C., Varo orden crucificar a todos los prisioneros capturados; Flix hizo otro tanto con una gran cantidad de bandidos (se trataba de rebeldes ante la autoridad romana); Floro llev a cabo lo mismo en Jerusaln.En Roma, despus del incendio del ao 64 D.C., que destruy la ciudad, se acus a los cristianos de incendiarios y Nern los conden a una atroz muerte, descrita de la siguiente manera por Tcito en los Annales (15, 44, 4): No contentndose con hacerlos perecer, se diverta revistindolos con pieles de animales para que los perros los despedazaran o los colgaban en cruces y los quemaban vivos (aut crucibus adfixi atque flammati) al final del da para alumbrar de noche como antorchas (ubi defecisset dies, in usum nocturni luminis urerentur).

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De ese modo Nern aplicaba simultneamente los tres peores suplicios conocidos en la antigedad: la crucifixin, el ser quemado vivo y el ser devorado por las bestias. En efecto, en la tradicin jurdica romana eran tres los suplicios ms terribles, como se desprende de lo sealado por el jurista Julio Pablo: Summa supplicia sunt crux, crematio, decollatio (Sententiae 5, 17, 2). La crucifixin (crux) aparece en el primer lugar, la hoguera (crematio) en el segundo y la decapitacin (decollatio) en el tercero. En algunas fuentes, la decapitacin es sustituida por la condena a las bestias (damnatio ad bestias). Los delitos castigados con la crucifixin eran la desercin ante el enemigo, la violacin de un secreto de Estado, la incitacin a la revuelta, el asesinato, las predicciones sobre la prosperidad de los gobernantes (de salute dominorum), la impiedad nocturna (sacra impia nocturna), la magia (ars magica) y la falsificacin grave de un testamento (cfr J. Paulus, Sententiae 5, 19, 2; 21, 4; 26, 3, 16).A causa de su crueldad, la pena de la crucifixin no era una amenaza para los miembros de las clases altas de la sociedad (honestiores), sino casi exclusivamente para los integrantes de las clases bajas (humiliores). Por lo tanto, los ciudadanos romanos no podan ser condenados a la crucifixin. Cicern reproch a Verre este delito, acusndolo de haber hecho crucificar al ciudadano romano P. Gavio en Mesina. Al mismo tiempo lo acus de salvar de la muerte en la cruz a algunos esclavos condenados a ese suplicio de acuerdo con el uso de los antepasados (more maiorum) (In Verrem 2, 5, 9-13, 12). As, era un delito crucificar a un ciudadano romano; pero era obligacin crucificar a los esclavos sospechosos de rebelin. En todo caso, no siempre ocurran las cosas de ese modo. Aun cuando los desertores fueran ciudadanos romanos, al cometer el delito de alta traicin (perduellio), por el hecho de pasar al enemigo (transfugae ad hostes), perdan los derechos civiles y podan ser castigados con la crucifixin. Con todo, esta pena era indigna de un ciudadano romano y de un hombre libre (indigna cive romano atque homine libero) (Cicern, Pro Rabirio, 5, 16). Por el contrario, el nombre mismo de la cruz debe estar alejado no slo de la persona de los ciudadanos romanos, sino tambin de sus pensamientos, sus ojos y sus odos (nomen ipsum crucis absit non modo a corpore civium romanorum, sed etiam a cogitatione, oculis, auribus) (ibid).El horror y la infamia de la crucifixin explican el hecho bastante curioso de que la mayor parte de los escritores latinos rara vez se refieren a la cruz y a la crucifixin o ni siquiera mencionan el tema, considerado desagradable y poco elegante. La crucifixin -seala M. Hengel- se conoca de alguna manera en todas partes y era frecuente, sobre todo en la poca romana; pero en los ambientes cultos las personas preferan tomar distancia frente a esa prctica y en general guardaban silencio al respecto (Crocifissione ed espiazione -Crucifixin y expiacin-, Brescia, Paideia, 1988, 73).

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Al parecer, los iniciadores de la prctica de la crucifixin fueron los persas. Esta forma de dar muerte probablemente tena un sentido religioso, ya que de este modo la tierra, dedicada a Ormuzd, no se contaminaba por no estar el cuerpo del ajusticiado en contacto con ella. La prctica pas de los persas a los griegos, a los cartagineses y a los romanos. Los cartagineses castigaban con la crucifixin a sus generales y almirantes cuando eran derrotados en la guerra o daban muestras de excesiva independencia; pero esta pena se aplicaba con ms frecuencia para someter a las ciudades rebeldes u obligar a rendirse a las ciudades sitiadas y para aplacar a las tropas amotinadas o provincias rebeldes. As ocurri en Tiro, sitiada por Alejandro, donde hizo crucificar a 2.000 habitantes; en Jerusaln, sitiada por Tito, y en Cantabria (provincia del norte de Espaa), que se haba rebelado contra Roma.En realidad, para la ley romana los sbditos rebeldes no eran enemigos (hostes), sino ladrones (latrones) y bandidos (lstai), por lo cual no merecan ser tratados como enemigos, sino como malhechores, y las penas de muerte aplicadas a ellos eran la crucifixin o la exposicin a las fieras (bestiis obici). A juicio de diversos juristas, los ladrones notorios (famosi latrones) deban en lo posible crucificarse en el mismo lugar donde cometan sus delitos (cfr Dig. 48, 19, 28, 15). Los ladrones, con frecuencia esclavos que haban escapado de sus amos y constituan un peligro grave para las poblaciones -el mismo San Pablo habla de peligros de ladrones (kindynoi lstn) (2 Cor 11, 26)-, se crucificaban en las calles ms transitadas con el fin de atemorizar a un mayor nmero de personas: Para que el espectculo aleje a los dems de cometer semejantes crmenes y sirva de consuelo a los parientes y vecinos de las personas asesinadas por ellos (ibid).Ahora bien, los rebeldes, ladrones y bandidos no slo reciban un castigo fsico, sino tambin espiritual, por cuanto se pensaba que las almas de los individuos muertos en forma violenta -ahorcados, decapitados o crucificados, generalmente desprovistos de sepultura- eran excluidas de los infiernos, es decir, del reino de los muertos, y permanecan errantes, sin encontrar reposo, en forma de espectros y fantasmas nefastos.

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En el mundo grecorromano, la crucifixin era la pena impuesta a los rebeldes y los bandidos, pero al mismo tiempo tpica de los esclavos. En efecto, se llamaba precisamente servile supplicium (el suplicio de los esclavos). Ciertamente, dada su crueldad, Cicern la defini como crudelissimum taeterrimumque supplicium (el suplicio ms cruel y horrible que existe) (In Verrem 2, 64, 165), y con anterioridad a l Plauto la calific como maxuma mala crux (la espantosa cruz) (Poenulus 347); pero la principal caracterstica de la crucifixin era su vnculo con la esclavitud, por lo cual Cicern agrup los dos aspectos -mxima crueldad y pena propia de esclavos- al definirla como el suplicio ms cruel aplicado a los esclavos (servitutis extremum summum que supplicium) (In Verrem 5, 66, 169).Por qu ese suplicio tremendamente cruel estaba reservado en forma absolutamente particular a los esclavos? As lo muestran, efectivamente, las comedias de Plauto y las obras de Cicern, Tito Livio, Valerio Mximo y Tcito, segn el cual Vitelio impuso el suplicio reservado a los esclavos (sumptum de eo supplicium in servilem modum) a un liberto impostor (Hist. 2, 72, 2). Por otra parte, refirindose a un asitico, el mismo autor afirma que con el suplicio de los esclavos expi su poder malfico (malam potentiam servili supplicio expiavit) (Hist. 4, 3, 2). Por qu, tambin segn Tcito, en Roma, como en todas las grandes ciudades del imperio, haba un lugar reservado para el suplicio de los esclavos (locus servilibus poenis expositus) (Ann. 15, 60, 1), donde probablemente se encontraban numerosas cruces (en Roma, esta fosa comn estaba en el Campo Esquilino) (cfr Ann. 2, 32, 2)?El motivo era el hecho de que las revueltas de los esclavos representaban un peligro sumamente grave para la Roma republicana e imperial. La civilizacin romana se basaba en la esclavitud, puesto que el trabajo en los latifundios de los nobles romanos lo hacan los esclavos, que adems prestaban todos los servicios en sus palacios y llevaban a cabo toda la obra de mano, encomendndose a los ms capaces labores administrativas y de educacin. Por consiguiente, para Roma, la prdida o disminucin de esa enorme masa de esclavos significaba la ruina. La amenaza de la crucifixin constitua una terrible advertencia para quienes pretendieran liberarse de la esclavitud. Las familias nobles y de clase media se encontraban en situacin anloga al Estado romano: la prdida de los esclavos poda ocasionarles la ruina. Por ese motivo, el Estado otorgaba al jefe de la familia (paterfamilias) la facultad de castigarlos con la crucifixin si se rebelaban contra su amo o cometan delitos graves (y tambin no muy graves).De hecho, para la mentalidad romana un esclavo no era un hombre, sino una cosa cuyo dueo poda tratarla como quisiera y nicamente porque as le pareca. Juvenal (50/65-140 D.C.) reproduce en una de sus Satirae (6, 219 ss) el dilogo entre una matrona romana y su marido, que haba ordenado crucificar a un esclavo: Este esclavo a la cruz! - Pero qu delito ha cometido para merecer semejante suplicio? Dnde estn los testigos y el acusador? Escucha: nunca es excesiva una demora tratndose de la muerte de un hombre! - No seas tonta! Acaso un esclavo es un hombre? No ha cometido un delito, de acuerdo! Pero as lo deseo y lo ordeno! Mi voluntad es motivo suficiente! (O demens, ita servus homo est? Nil fecerit, esto. Hoc volo, sic iubeo, sit pro ratione voluntas!).A raz del temor a las revueltas de esclavos, cuando tuvieron lugar en Italia, en el siglo segundo antes de Cristo, se recurri excesivamente y con extrema crueldad al servile supplicium de la crucifixin. Apiano seala que despus de la derrota definitiva de Espartaco, que en al ao 73 A.C. encabez una gran rebelin de esclavos contra Roma, Craso, el vencedor, hizo crucificar a 6.000 prisioneros en la va Apia, entre Capua y Roma (Bellum civile 1, 120). Observa M. Hengel: La aplicacin rigurosa del servile supplicium era consecuencia del pnico provocado por las revueltas de esclavos, sobre todo en Italia, porque en la poca del imperialismo romano, con posterioridad a la segunda guerra pnica, el pas era alimentado permanentemente por gran cantidad de esclavos, enviados a los latifundios. Es totalmente comprensible que este temor despus se haya transformado a menudo en odio (Crocifissione ed espiazione, cit., 93).

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En el mundo judaico, la crucifixin se practic durante el perodo asmoneo, que se extiende desde la rebelin de los Macabeos (siglo II A.C.) hasta el ao 63 A.C., cuando Pompeyo conquist Palestina. As, Alejandro Janeo orden crucificar a 800 hebreos, probablemente fariseos (Flavio Josefo, De bello iudaico, 1, 97 s; Antiquitates iudaicae 13, 380-383). Herodes suprimi esta pena, ciertamente para tomar distancia con los asmoneos y no movido por un espritu humanitario. Despus de haber recurrido excesivamente los romanos a la crucifixin con el fin de controlar la rebelin judaica, la pena dej de imponerse en Palestina, tanto ms por cuanto en la crucifixin estaba implcita la condena de Dios. De hecho, dice el Deuteronomio: Cuando uno que cometi un crimen digno de muerte sea muerto colgado de un madero, su cadver no quedar en el madero durante la noche, no dejars de enterrarle el da mismo, porque el ahorcado es maldicin de Dios, y no has de manchar la tierra que Yav, tu Dios, te da en heredad (21, 22-23). De acuerdo con la ley judaica, la maldicin de Dios recaa sobre el hombre crucificado. Esto explica por qu la prdica cristiana sobre el Mesas crucificado de los primeros tiempos provoc escndalo entre los hebreos: cmo poda el Mesas ser un hombre crucificado y por lo tanto maldecido por Dios?En todo caso, es importante observar que la ley judaica no enfocaba el hecho de ser colgado en un madero como una pena de muerte, sino como un castigo adicional. Efectivamente, este castigo se aplicaba a los idlatras y blasfemos apedreados y por consiguiente despus de muertos. El carcter penal consista en el hecho de que el hombre apedreado, al ser colgado en un palo, era sealado como un ser maldecido por Dios.

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Cmo tena lugar la crucifixin? En general, era precedida por la flagelacin, suplicio que Horacio llama horribile, agregando que sus vctimas moran (Satirae 1, 2, 41). El condenado era golpeado con el flagellum, un ltigo con varias correas, cuerdas con nudos o cadenillas, en cuyos extremos haba huesecillos y pequeas bolas de plomo. La ley romana no fijaba un lmite para el nmero de golpes, de manera que a menudo la persona flagelada mora con ellos. La ley judaica, en cambio, no permita ms de 40, que los fariseos reducan a 39 para evitar sobrepasarlos por error. La intensidad de la flagelacin dependa de la crueldad de los fustigadores, pero el suplicio era an mayor por la vergenza de ser sometido a una pena tan denigrante y ser despojado de las vestiduras y amarrado a un poste o una columna.Despus de la flagelacin, el condenado a la crucifixin era conducido al lugar del suplicio. Deba llevar sobre la espalda el patibulum o supplicium y le ponan en el cuello una tablilla donde se escriba su nombre y el motivo de la condena. Lo hacan recorrer las calles ms transitadas para provocar temor en los observadores y humillarlo an ms. El lugar del suplicio era alto y concurrido. Al llegar al mismo, el condenado era amarrado o clavado en el patibulum; enseguida lo levantaban en el madero vertical (stipes), hundido firmemente en la tierra mediante cuerdas, con escalas o con las manos si la cruz era baja, y quedaba fijo en el mismo. Sus pies se unan al madero vertical con dos clavos o a veces sobrepuestos con uno solo. Todo estaba indicado con la siguiente frase: el condenado patibulo suffixus in crucem tollitur (adherido al madero transversal es levantado sobre la cruz). En la mitad del madero vertical haba un aculeus, un cuerno de madera en el cual el condenado poda sentarse a horcajadas, de donde derivan las expresiones cabalgar en la cruz o estar sentado en la cruz. Los cristianos suprimieron este aculeus por el aspecto indecoroso y obsceno que poda tener.En general, la cruz era ms bien baja, de la altura de un hombre, para comodidad de los soldados o para que los animales pudieran despedazar ms fcilmente a las vctimas cuando adems de la crucifixin eran condenadas a ser devoradas por las bestias (damnati ad bestias). En cambio, era ms alta cuando se deseaba humillar en mayor grado al condenado hacindolo ms visible y exponindolo de ese modo an ms a las injurias y muecas de la gente.Antes de colgarlo en el patbulo, se desvesta al condenado para exponerlo desnudo ante las miradas de la gente. Luego le quitaban del cuello la tablilla con el motivo de la condena, que se colocaba en el madero vertical sobre su cabeza para que todos pudieran leerla. De ese modo era supuestamente despojado de toda apariencia de personalidad jurdica y del carcter de hombre, herido tanto en su cuerpo horriblemente desfigurado como en su honor, puesto que la crucifixin era una pena impuesta a los esclavos, desertores y ladrones, como en su dignidad humana, cuya prdida mostraba el hecho de encontrarse expuesto desnudo a las miradas e insultos vulgares de la gente.La muerte de los crucificados era sumamente dolorosa y muy lenta, de manera que a veces podan permanecer varios das en la cruz. Aparte de los clavos, los sufrimientos mayores eran la dificultad respiratoria, la sed provocada por la prdida de sangre, la deshidratacin y el sudor, las picaduras de insectos y por ltimo las mordeduras de las fieras y las aves de rapia. Despus de morir, se dejaba al crucificado podrirse en la cruz en calidad de alimento para las bestias. No tena derecho a sepultura a menos que sus parientes hubieran conseguido que les entregaran el cadver con el fin de enterrarlo. La privacin de sepultura era una pena adicional.Para nosotros es casi imposible comprender en la actualidad lo grave que era la privacin de sepultura para los antiguos: significaba la profanacin total de la persona del delincuente, obligado a no encontrar el descanso ni siquiera en el sheol o reino de los muertos, del cual lo exclua la muerte violenta impuesta por sus delitos: Scelestae quaeque animae inferis exsulant las almas de los criminales (muertos por crucifixin, decapitacin o exposicin a las bestias) son expulsadas de los infiernos (Tertuliano, De anima 56, 8-57, 3; CC 11, 864 s). La crucifixin como pena de muerte slo fue abolida a partir de Constantino.

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La crucifixin de Jess no fue diferente a la forma acostumbrada de imponer este tipo de suplicio. Una vez condenado por Pilato, fue flagelado de acuerdo a la costumbre romana, es decir, con un nmero no establecido de golpes; fue escarnecido por los soldados romanos como rey objeto de burlas; se le hizo cargar el patibulum, que en su estado de agotamiento no lograba llevar, de tal manera que obligaron a un tal Simn de Cirene, que vena del campo, a cargarlo detrs de l. Al llegar a un lugar elevado llamado Glgota, le quitaron del cuello la tablilla donde estaba escrito su nombre (Jess el Nazareno) y el motivo de la condena (Rey de los Judos); le hicieron ingerir un brebaje narctico, compuesto de vino y mirra, que las mujeres de alto rango de Jerusaln solan ofrecer a los condenados para reducir su sensibilidad al dolor; luego lo desnudaron, lo clavaron en el patibulum y lo levantaron sobre el stipes hundido en la tierra; por ltimo fijaron sus pies en el stipes, probablemente con un solo clavo, y pusieron la tablilla de la condena sobre su cabeza. Junto con Jess fueron crucificados dos ladrones, cuyas cruces se encontraban una a su derecha y la otra a su izquierda. Tal vez la cruz de Jess era ms alta que de costumbre porque el soldado puso en una caa la esponja en vinagre para calmar su sed (Mc 15, 36).La agona de Jess en la cruz fue ms bien breve, puesto que slo dur tres horas. En realidad, de acuerdo al precepto del Deuteronomio -Maldito el hombre colgado del madero- la presencia de los crucificados habra profanado la fiesta de Pascua, por lo cual se apresur su muerte despedazndoles las piernas; pero a Jess, que ante la sorpresa de Pilato ya haba muerto, solamente le atravesaron el pecho con una lanza. Luego, en vez de ir a la fosa comn, su cadver fue entregado a Jos de Arimatea, que lo haba solicitado explcitamente a Pilato para sepultarlo.

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Estos datos histricos sobre la crucifixin nos ayudan a comprender las grandes dificultades de las primeras prdicas cristianas de los discpulos de Jess y de la acogida de parte de los judos y los paganos. Tanto as que el historiador se pregunta justamente cmo fue posible el xito del cristianismo primitivo y si debiera reconocer o al menos sospechar que realmente se produjo esa intervencin sobrenatural llamada por la fe cristiana el poder del Espritu Santo.Refirindose a su predicacin, San Pablo escribe a los cristianos de Corinto: Porque los judos piden seales, los griegos buscan sabidura, mientras que nosotros predicamos a Cristo crucificado, escndalo para los judos, locura para los gentiles, mas poder y sabidura de Dios para los llamados, ya judos, ya griegos (1 Cor 1, 22-24). San Pablo sabe que no est predicando lo que los judos y paganos esperan de l. Como lo hicieran con Jess (Mt 12, 38: Maestro, quisiramos ver una seal tuya), los judos piden prodigios y milagros estruendosos, similares a aquellos que abundan en la historia hebrea, que acrediten a Jess en carcter de enviado y profeta de Dios. Por su parte, los griegos atribuyen a la sabidura el valor ms alto y buscan nuevos maestros en este mbito. Pablo, en cambio, slo puede presentar a los judos y a los paganos la doctrina de la cruz (ho logos ho tou staurou) (1 Cor 1, 18), que es necedad (mria).Por qu necedad? Porque Pablo anuncia a los paganos que Jess es el Hijo de Dios y el Salvador de los hombres del pecado y la muerte. En esto reside la necedad de su predicacin: cmo puede ser el Hijo de Dios un judo crucificado, es decir, condenado por la autoridad romana a morir en la cruz, forma de muerte reservada a los esclavos sediciosos, a los criminales endurecidos y a los sbditos rebeldes, y por lo tanto no slo tremendamente cruel, sino tambin sumamente infamante? Cmo puede ser el Salvador de los hombres un individuo que ni siquiera ha sido capaz de salvarse a s mismo del suplicio de la cruz y por consiguiente no ha muerto como hroe, sino como un despreciable y miserable delincuente?En realidad, aparentemente nada es admirable ni heroico en la muerte de Jess. Tambin Scrates es condenado a muerte, pero asume con gran nobleza y serena firmeza la cicuta y la espera de la muerte, conversando con sus discpulos y recomendando a Fedn ofrecer un gallo en sacrificio a Esculapio por haberlo liberado del mal de la vida. Jess, en cambio, muere solo, abandonado por sus discpulos y traicionado por uno de ellos; muere espantosamente flagelado, escarnecido como rey objeto de burla por los soldados romanos y como falso mesas por las autoridades judaicas (El Mesas, el rey de Israel! Baje ahora de la cruz para que lo veamos y creamos, Mc 15, 32); muere expuesto desnudo ante las muecas de los transentes; muere gritando con voz fuerte: Dios mo, Dios mo, por qu me has abandonado? (Mc 15, 34). Esta muerte nada tiene en comn con la del sabio, que de acuerdo con la moral predicada por el estoicismo, debe enfrentarla con indiferencia (apatheia) y virtud (arte), es decir, con serena firmeza.Mientras la palabra de la cruz es necedad y locura para el mundo grecorromano al cual se dirige Pablo, es escndalo para los judos, en cuyas comunidades dispersas en el mundo helenstico anuncia el Evangelio de Jess antes de comunicarlo a los paganos. Por qu escndalo, es decir, literalmente piedra de obstculo que les impide creer en Jesucristo? Dnde reside el escndalo? En el hecho de anunciar Pablo al Mesas crucificado: Nosotros predicamos a Cristo crucificado (Christon estaurmenon) (1 Cor 1, 23). Efectivamente, para los judos era inconcebible que el Mesas, elegido y predestinado por Dios para liberar a su pueblo de los enemigos, muriese como esclavo y despreciable malhechor, en la forma ms cruel e infamante imaginable. Se agregaba a lo anterior el hecho de que sobre un individuo colgado en el madero infame de la cruz recaa la maldicin de Dios, de acuerdo con la afirmacin del Deuteronomio (Dt 21, 22-23), como indicbamos anteriormente. En el mundo hebreo, los hombres ms ilustres y cercanos a Dios moran cubiertos de honores y al final de una larga vida. Eran poco comunes e incomprensibles los casos de hombres amados por Dios y fieles a la Tor muertos en forma prematura en una batalla, como el piadoso rey Josas, herido mortalmente en la batalla de Meguido contra el faran Necao en el ao 609 A.C., porque Dios otorga la victoria a su Mesas. Cmo poda entonces ser el Mesas de Dios un crucificado, muerto en forma tan ignominiosa y condenado a perecer en forma tan infame, acusado de violar la Tor y hablar en contra del Templo, la institucin ms sagrada del hebrasmo, o de rebelarse contra el poder romano?

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La locura y el escndalo de la muerte de Jess en la cruz eran an mayores por el hecho de anunciar Pablo que la muerte de Jess tena un carcter redentor a pesar de haber sido tan espantosa.As, Pablo afirmaba que Jess, el Mesas, muri para expiar los pecados de todos los hombres: Cristo muri por nuestros pecados, segn las Escrituras; fue sepultado y resucit al tercer da, segn las Escrituras (1 Cor 15, 3-4). Jess haba muerto por los dems hombres pecadores. Por consiguiente, era una muerte vicaria, en lugar y a favor de los hombres, todos pecadores y por tanto alejados de Dios e incapaces de tener acceso a l. Con su muerte, causada injustamente por los hombres, pero dispuesta por Dios y por l deseada en su inescrutable designio de redimir a los hombres del pecado y la muerte, tuvo lugar la reconciliacin de los hombres con Dios y se otorg a stos gratuitamente la salvacin. Dios mismo haba entregado a Jess en manos de los pecadores, para que le dieran muerte en forma libre y voluntaria; pero tres das despus lo hizo resucitar a una nueva vida, dndole el nombre Seor (Kyrios) y hacindolo sentarse a su diestra, en calidad de rey del universo y juez de los vivos y los muertos.Estas afirmaciones, tomadas por Pablo de la primera comunidad cristiana de Jerusaln, eran escandalosas e insensatas tanto para los paganos helensticos como para los judos. Al auditor culto del mundo pagano, la predicacin cristiana sobre el mesas crucificado deba parecerle repulsiva desde el punto de vista esttico y moral y en conflicto con el concepto afinado por la filosofa de la naturaleza de la divinidad. La nueva doctrina de la salvacin tena rasgos no slo brbaros, sino tambin irracionales y excesivos. Para los contemporneos era una supersticin oscura e insensata. No se trataba de la muerte de un hroe de los tiempos antiguos, transfigurada a la luz de la religin, sino de un artesano judo del pasado reciente, ajusticiado como un criminal, con lo cual se haba asociado la salvacin del pasado y el presente de todos los hombres (M. Hengel, Crocifissione ed espiazione, cit., 176).As, la predicacin sobre la muerte redentora de Jess, el mesas, era escandalosa para los judos. Por una parte, de acuerdo con la visin mesinica del judasmo, era inaceptable la forma ignominiosa en que haba muerto Jess, porque habra sido un Mesas maldecido por Dios, idea inconcebible y absurda. Por otra parte, la Tor no apoyaba el hecho de morir por los dems: No morirn los padres por la culpa de los hijos, ni los hijos por la culpa de los padres; cada uno ser condenado a muerte por pecado suyo (Dt 24, 16). Para el judasmo, la responsabilidad era personal: Cada uno morir por su propia iniquidad, se dice en Jeremas (31, 30), y lo repite Ezequiel: El alma que pecare, sa morir; el hijo no llevar sobre s la iniquidad del padre, ni el padre la del hijo; la justicia del justo ser sobre l, y sobre l ser la iniquidad del malvado (18, 20). Es significativo el hecho de que ni siquiera Moiss, con su intercesin, consigue evitar que el Seor castigue al pueblo por hacer el becerro de oro. Pero perdnales su pecado, o brrame de tu libro, del que t tienes escrito, implora Moiss. El Seor le responde: Al que ha pecado contra m es al que borrar de mi libro. Ve ahora y conduce al pueblo a donde yo te he dicho. Mi ngel marchar delante de ti, pero cuando llegue el da de mi visitacin, yo los castigar por su pecado. Y castig Yav al pueblo por el becerro de oro que les haba hecho Arn (Ex 32, 31-35).

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Se comprende as de qu magnitud pudieron ser esos obstculos, sumamente difciles de superar humanamente, enfrentados por la predicacin cristiana primitiva sobre el mesas crucificado, muerto para la salvacin de todos los hombres. Unicamente el anuncio de la resurreccin por obra de Dios del mesas crucificado, al cual haba elevado junto a l en la gloria con el nuevo nombre de Seor, contribuy a la superacin de todo obstculo. Ciertamente, slo la resurreccin y glorificacin del mesas crucificado por parte de Dios justificaban el escndalo y la locura de la cruz, otorgndoles un sentido redentor. En efecto, en su misterioso designio de salvacin de los hombres, Dios haba entregado a su Hijo Jess, el mesas, a la muerte en la cruz, para hacerlo expiar de una vez y para siempre los pecados de la humanidad con su obediencia al designio del Padre y con su amor al Padre y a los hombres y para que reconciliara con su sangre inocente a los hombres con Dios. De acuerdo al designio inescrutable de Dios, era necesario que el mesas salvara a los hombres hacindose cargo de sus pecados y sometindose por tanto a la muerte, castigo del pecado. Deba descender al abismo del mal a travs de la espantosa e infamante muerte en la cruz; pero precisamente este descenso a los infiernos le permitira derrotar a la muerte para s mismo y todos los hombres, resucitando desde el reino de la muerte y el pecado y recibiendo un nombre sobre todo nombre (Fil 2, 9), es decir, el nombre divino Seor.As, el mesas crucificado es el Seor resucitado y glorificado, y si con esto la infamia y el escndalo de la crucifixin no desaparecen, ciertamente se atenan; pero aqu reside el ncleo esencial -y ms difcil- del acto de fe al cual es llamado el cristiano: la fe cristiana est esencialmente marcada por la cruz y la resurreccin.En todo caso, la respuesta ms eficaz al escndalo de la cruz es que todo el drama de la pasin y muerte de Jess tuvo lugar por amor. De tal manera ha amado Dios a los hombres que para salvarlos no evit el dolor de aquello que para l era ms amado -su Hijo Jess- entregndolo en cambio en rescate a la muerte temporal con el fin de liberarlos de la muerte eterna. De tal manera ha amado Jess al Padre que obedeci hasta el punto de morir en la cruz ante su designio de salvacin; y de tal manera ha amado a los hombres que descendi al abismo de la muerte -y qu muerte!- para asumir la condena por ellos merecida por sus pecados (l, el Inocente) y as poder salvarlos. De este modo, y a la luz del amor del Padre por los hombres y de Jess por el Padre y los hombres, es posible dar una respuesta total al drama escandaloso de la muerte de Jess en la cruz. Sin embargo, en esto reside precisamente la dificultad para los hombres: creer en el amor, cuya demostracin suprema est en la locura de la cruz. En realidad, la locura de la cruz es la locura del amor y slo puede comprenderla quien comprende lo que es el amor.

Civilt Cattolica n 3582LA CRUZ, SIGNO DEL CRISTIANO

La Cruz es el smbolo radical, primordial para los cristianos: uno delos pocos smbolos universales, comunes a todas las confesiones.Durante los tres primeros siglos parece que no se representplsticamente la cruz: se preferan las figuras del Pastor, el pez, elancla, la paloma...

Fue en el siglo IV cuando la cruz se convirti, poco a poco, en elsmbolo predilecto para representar a Cristo y su misterio de salvacin.Desde el sueo del emperador Constantino, hacia el 312 ("In hocsigno vinces": con esta seal vencers), que precedi a su victoria enel puente Milvio, y el descubrimiento de la verdadera Cruz de Cristo,en Jerusaln, el ao 326, por la madre del mismo emperador, Elena, laatencin de los cristianos hacia la Cruz fue creciendo. La fiesta de laexaltacin de la Santa Cruz, que celebramos el 14 de septiembre, seconoce ya en Oriente en el siglo V, y en Roma al menos desde el sigloVII.

Las primeras representaciones pictricas o esculturales de la Cruzofrecen a un Cristo Glorioso, con larga tnica, con corona real: est enla Cruz, pero es el Vencedor, el Resucitado. Slo ms tarde, con laespiritualidad de la Edad Media, se le representar en su estado desufrimiento y dolor.

En nuestro tiempo es la Cruz, en verdad, un smbolo repetidsimo,en sus variadas formas:

la cruz que preside la celebracin, sobre el altar o cerca de l,

la cruz procesional que encabeza el rito de entrada en lasocasiones ms solemnes, y parece ser el origen de que luego el lugarde la celebracion este presidido por ella,

las que colocamos en las habitaciones de nuestras casas

la cruz pectoral de los Obispos, y el bculo pastoral del Papa.basta recordar el magnifico bculo de Juan Pablo II, en forma de cruz,heredado de Pablo VI.

las cruces penitenciales que los "nazarenos" portan sobre susespaldas en la procesiones de Semana Santa,

la cruz como adorno y hasta como joya que muchas personasllevan al cuello,

y las variadas formas de "seal de la cruz" que trazamos sobre laspersonas y las cosas (en forma de bendicin) o sobre nosotrosmismos en momentos tan significativos como el comienzo de laEucarista o el rito del Bautismo.

La elocuencia de un smbolo

No nos damos mucha cuenta, porque ya estamos acostumbrados aver la Cruz en la iglesia o en nuestras casas. Pero la Cruz es unaverdadera ctedra, desde la que Cristo nos predica siempre la granleccin del cristianismo. La Cruz resume toda la teologa sobre Dios,sobre el misterio de la salvacin en Cristo, sobre la vida cristiana.La Cruz es todo un discurso: nos presenta a un Dios trascendentepero cercano; un Dios que ha querido vencer el mal con su propiodolor; un Cristo que es Juez y Seor, pero a la vez Siervo, que haquerido llegar a la total entrega de s mismo, como imagen plstica delamor y de la condescendencia de Dios; un Cristo que en suPascuamuerte y resurreccionha dado al mundo la reconciliacin yla Nueva Alianza entre la humanidad y Dios...

Esta Cruz ilumina toda nuestra vida. Nos da esperanza. Nos enseael camino. Nos asegura la victoria de Cristo, a travs de la renuncia as mismo, y nos compromete a seguir el mismo estilo de vida parallegar a la nueva existencia del Resucitado.

La Cruz, que para los judos era escndalo y para los griegosnecedad (1 Cor 1,18-23), que escandaliz tambin a los discpulos deJess, se ha convertido en nuestro mejor smbolo de victoria yesperanza, en nuestro ms seguro signo de salvacin y de gloria.No es de extraar que, cuando en nuestra celebracin empleamos elgesto simblico del inciensosigno de honra, de veneracin yalabanza sea en primer lugar la Cruz la que reciba nuestrohomenaje. En esa Cruz se centra nuestra comprensin de Cristo y desu Misterio Pascual. Ah esta concentrada la Buena Noticia delevangelio. Todas las dems palabras y gestos simblicos lo que hacenes explicar, desarrollar (y, a veces, oscurecer) lo que nos ha dicho laCruz...

La seal de la Cruz

Los cristianos, con frecuencia, hacemos con la mano la seal de lacruz sobre nuestras personas. O nos la hacen otros, como en el casodel bautismo o de las bendiciones.

Al principio parece que era costumbre hacerla slo sobre la frente.Luego se extendi poco a poco a lo que hoy conocemos: o hacer lagran cruz sobre nosotros mismos (desde la frente al pecho y desde elhombro izquierdo al derecho) o bien la triple cruz pequea, en lafrente, en la boca y el pecho, como en el caso de la proclamacin delevangelio.

Es un gesto sencillo, pero lleno de significado. Esta seal de la Cruzes una verdadera confesin de nuestra fe: Dios nos ha salvado en laCruz de Cristo. Es un signo de pertenencia, de posesin: al hacersobre nuestra persona esta seal es como si dijramos: "estoybautizado, pertenezco a Cristo, El es mi Salvador, la Cruz de Cristo esel origen y la razn de ser de mi existencia cristiana...".

No hace falta llegar a los estigmas de la cruz en el propio cuerpo,como en el caso de algunos Santos. El repetir el gesto nos recuerdaque estamos salvados, que Cristo ha tomado posesin de nosotros,que estamos de una vez para siempre bendecidos por la Cruz queDios ha trazado sobre nosotros.

En realidad, el primero que hizo la "seal de la Cruz" fue el mismoCristo, que "extendi sus brazos en la cruz" (Plegaria Eucarstica 2.), y"sus brazos extendidos dibujaron entre el cielo y la tierra el signoimborrable de tu Alianza" (Plegaria Eucarstica 1. de laReconciliacion)... Si ya en el Antiguo Testamento se hablaba de losmarcados por el signo de la letra "tau", en forma de cruz (Ezeq 9,4-6) yel Apocalipsis tambin nombra la marca que llevan los elegidos (Apoc7,3), nosotros, los cristianos, al trazar sobre nuestro cuerpo el signode la Cruz nos confesamos como miembros del nuevo Pueblo, lacomunidad de los seguidores de ese Cristo que desde su Cruz nos hasalvado.

Desde el Bautismo

Un momento particularmente expresivo en que sobre nuestraspersonas se traza la seal de la Cruz es el del bautizo.

Es un rito elocuente por dems. El sacerdote (y despus los padresy padrinos) hacen al bautizando la seal en la frente: "te signo con laseal de Cristo Salvador"... En el caso del Bautismo de Adultos estodava mas explcito el gesto. El sacerdote le signa en la frentediciendo: "recibe la cruz en la frente: Cristo mismo te fortalece con laseal de su victoria; aprende ahora a conocerle y a seguirle". Y luego,si parece oportuno, se puede repetir el signo sobre los odos, los ojos,la boca, el pecho y la espalda, con las palabras y oraciones queexpresan muy claramente la pertenencia a Cristo y las consecuenciasque esto trae para el estilo cristiano de vida.

En verdad, a la hora de empezar la vida cristiana, la seal de la cruzes como una marca de posesin y de fe en Cristo Salvador. No es algomgico, como una especie de amuleto protector: sino una profesin defe en la persona de Cristo, que, en su Cruz y por su Cruz, nos haconseguido la salvacin y que esperamos que durante toda nuestravida nos siga bendiciendo.

Por eso, siempre que hacemos la seal de la Cruz estamosrecordando en algn modo el Bautismo. Y es una costumbre cristianadigna de alabanza que los padres, que en el rito del bautizo hanparticipado en esta signacion a sus hijos, sigan hacindolo en la vida.Muchos padres cristianos trazan esta seal sobre sus hijos en elmomento de acostarlos, de enviarles a la escuela, al comienzo de unviaje. Hecha con fe, este gesto es un signo de que lo que empez enel Bautismo, la vida cristiana, se quiere que contine desarrollndose ycreciendo. Sus hijos son tambin hijos de Dios, pertenecen a Cristo.Es como si les dijeran: "el que tom posesin de ti en el Bautismo teacompae en todo momento".

La misma seal de la Cruz se trazar al final, en los ritossacramentales de la Uncin, y las exequias, sobre el cristiano quelucha contra la enfermedad o que est prximo a la muerte. Enmuchas regiones es costumbre que los familiares hagan la cruz sobrela frente del difunto: as nuestra vida cristiana queda enmarcada,desde principio a fin, con el signo victorioso de la Cruz de Cristo.

En la celebracin de la Eucarista

Otro de los momentos privilegiados en que el signo de la Cruz tieneparticular significado es cuando los cristianos nos congregamos paracelebrar la Eucarista. Adems de que la Cruz preside toda lacelebracin, en un lugar notoriono hace falta que est sobre elaltar, hay varios momentos en que de una manera u otra hacemossobre nosotros mismos la seal de la Cruz: al principio de la Misa, alcomenzar el Evangelio y al recibir la bendicin final.

Empezar la Eucarista con la seal de la Cruz grande, es como unrecuerdo simblico del Bautismo: vamos a celebrar en cuanto quetodos somos bautizados, pertenecemos al Pueblo de los seguidores deCristo, el Pueblo consagrado como comunidad sacerdotal por lossacramentos de la iniciacin cristiana. Todo lo que vamos a hacer,escuchar, cantar y ofrecer, se debe a que en el Bautismo nosmarcaron con la seal de nuestra pertenencia a Cristo. Adems laEucarista apunta precisamente a la Cruz: es memorial de la Muertesalvadora de Cristo y quiere hacernos participar de toda la fuerza quede esa Cruz emana, tambin para que sepamos ofrecernos a nosotrosmismosla Cruz, hecha nuestraen la vida de cada dia.

En el caso de esta seal de la Cruz que hacemos al principio de laEucarista se aade todava otro matiz interesante: la hacemos "en elnombre del Padre, del Hijo y del Espritu Santo". Unimos, por tanto, elsmbolo de la Cruz de Cristo con el Nombre santo del Dios Trino. LaCruz de Cristo y el Dios Trino estn ntimamente relacionados: elCristo que muri en la Cruz es el Hijo de Dios, y es el que nos dio suEspritu. Cuando fuimos bautizados, lo fuimos tambin en este santoNombre de Dios Trino. Cuando se nos perdonan los pecados, ocelebramos los dems sacramentos, invocamos o se invoca sobrenosotros el Nombre del Padre, del Hijo y del Espritu Santo. Y, adems,trazando a la vez la seal de la Cruz de Cristo en todos los casos. Portanto, empezar conscientemente la Eucarista con este doble recuerdodel Bautismola Cruz y el nombre de la Trinidades dar a nuestracelebracin su verdadera razn de ser.

Tambin hacemos la seal de la Cruz, esta vez en su forma de triplecruz, sobre la frente, boca y pecho, al empezar el Evangelio. En rigorel Misal (IGMR 95) parece indicarlo slo del lectordicono osacerdote, pero es costumbre que toda la comunidad se santige eneste momento. El sentido es bastante claro: queremos expresarnuestra acogida a la Palabra que se va a proclamar. Queremos hacercomo una profesin de fe: la Palabra que escucharemos es la deCristo; ms an, es el mismo Cristo, y queremos que tome posesin denosotros, que nos bendiga totalmente, a toda nuestra persona(pensamientos, palabras, sentimientos, obras). Es como si dijramos:"atencin, en este momento nos va a hablar Cristo Jess, nuestroSeor, al que pertenecemos desde el Bautismo: su Palabra es enverdad salvadora y eficaz, y quiere penetrar hasta el fondo de nuestroser". Este es tambin el motivo por el cual, en el rezo de la Liturgia delas Horas, nos santiguamos al empezar los cnticos evanglicos, elMagnficat, el Benedictus y el Nunc dimittis: no tanto porque seancnticos, sino porque son Evangelio (la nica proclamacincantada,ademasdel Evangelio en la Liturgia de las Horas).

Sobre la seal de la Cruz que nos hacemos cuando el presidentenos bendice para concluir la celebracin, cfr. la reflexin de R.Grndez, La bendicin final de los actos litrgicos: Oracin de lasHoras 7-8 (1980) 181-184.

Una vida segn la Cruz

Todo gesto simblico, todo signo, pueden ayudarnos por una partea entrar en comunin con lo que simboliza y significa. Que es loimportante. Y por otra, puede ser tambin un peligro, si nos quedamosen la mera exterioridad. Entonces el gesto se convierte un poco engesto mgico, ritual, rutinario, que no significa nada ni nos lleva anada.

De tanto ver la Cruz, y de tanto hacer sobre nosotros su seal, sepuede convertir en un gesto mecnico, que no nos dice nada. Y mascuando se puede convertir sencillamente en un objeto de adorno, maso menos esttico y precioso, pero que no parece indicar que comporteuna autntica fe en lo que significa.

Cuando colocamos una Cruz en nuestras casas, o la vemos en laiglesia, o nos hacemos la seal de la Cruz al empezar el da, al salir decasa, al iniciar un viaje, oya dentro de la celebracincuando nossantiguamos al empezar al Eucarista o al recibir la bendicin final,deberamos dar a nuestro gesto su autntico sentido. Debera ser unsigno de nuestra alegra por sentirnos salvados por Cristo, porpertenecerle desde el Bautismo. Un signo de victoria y de gloria:nosotros como cristianos "nos gloriamos en la Cruz de Nuestro SeorJess" (Gal 6,14) y nos dejamos abarcar, consagrar y bendecir porella.

Ms an. Esta seal de la Cruz repetida quiere ser un compromiso:porque la Cruz es el smbolo mejor del estilo de vida que Cristo nos haenseado. La imagen o la seal de la Cruz quieren indicarnos elcamino "pascual", o sea, de muerte y resurreccin, que recorri yaCristo, y que nos invita ahora a nosotros a recorrer: "si alguien quierevenir en pos de mi, niguese a s mismo, cargue con su cruz y sgame"(Mt 16,24)

Es fcil cantar: "victoria, t reinars, oh Cruz, t nos salvars". Y fciltambin hacer, ms o menos distradamente, la seal de la Cruz enesos momentos en que estamos acostumbrados. Lo que es difcil esescuchar y asimilar todo el mensaje que nos viene predicado desdeeste smbolo. Un mensaje de salvacin y esperanza, de muerte yresurreccin. De vida cristiana entendida como servicio. Y unrecordatoriotodavano slo de Cristo, sino de todos los que hansufrido y siguen sufriendo en nuestro mundo: Cristo, en la Cruz, escomo el portavoz de todos los que lloran y sufren y mueren, a la vezque es la garanta y la proclama de victoria para todos.

Los cristianos, a la Cruz, le tenemos que reconocer todo sucontenido, para que no sea un smbolo vaco. Y entonces s, puedeser un signo que continuamente nos alimente la fe y el estilo de vidaque Cristo nos ense. Si entendemos la Cruz, y si nuestro pequeogesto de la seal de la Cruz es consciente, estaremos continuamentereorientando nuestra vida en la direccin buena.

JOS ALDAZABALGESTOS Y SMBOLOS (I)Dossiers CPL 24Barcelona 1986.Pgs. 27-32

Kematian Yesus di salib adalah kemenangan

http://katolisitas.org/4923/kematian-yesus-di-salib-adalah-kemenangan

Aku betul-betul prustasi kenapa Tuhan Yesus harus mati ditiang salib, Kenapa Tuhanku sampai kalah dengan tentara Romawi ! Kenapa dia tidak tuntas dalam menyampaikan risalahnya ( Yohanes 16 :12-14) 12 Masih banyak hal yang harus aku katakan kepadamu, tetapi sekarang kamu belum dapat menanggungnya.13Tetapi apabila ia datang, yaitu Roh Kebenaran. Ia akan memimpin kamu ke dalam seluruh kebenaran. Sebab Ia tidak akan berkata-kata dari diri-Nya sendiri, tetapi segala sesuatu yang didengarnya itulah yang akan dikatakan-Nya dan Ia akan memberitakan kepadamu hal-hal yang akan datang.14 Ia akan memuliakan Aku, sebab Ia akan memberitakan kepadamu apa yang diterimanya dari pada-Ku.

Dan siapa Roh Kebenaran itu ?

Manis

Jawaban:

Shalom Manis,

1. Kematian Yesus di salib adalah tanda kemenangan

Kematian Yesus di kayu salib itu bukanlah sesuatu tanda kekalahan, tetapi justru kemenangan. Penderitaan dan wafat-Nya itu memang merupakan suatu kebodohan menurut hikmat manusia, tetapi merupakan kemenangan menurut hikmat Allah (lih. 1 Kor 1: 18-31).

Sebab dengan pengorbanan Kristus di kayu salib dan kebangkitan-Nya dari mati, maka Kristus mengalahkan kuasa dosa dan maut. Sebab tidak ada seorangpun di dunia ini dapat bangkit dari kematiannya, dan memang hanya Yesus Kristus saja, dan tidak akan pernah ada lagi. Yesus, Allah Putera yang menjelma menjadi manusia, wafat di salib sebagai korban tebusan dosa- dosa umat manusia (lih. Mat 20:28) agar dengan demikian jurang yang memisahkan antara Allah dan manusia akibat dosa, dapat terjembatani; sehingga manusia dapat kembali kepada Allah dan menerima kehidupan kekal. Silakan anda membaca artikel ini: Kesempurnaan rancangan keselamatan Allah, silakan klik.

2. Wafat Kristus dan kebangkitan-Nya memang merupakan puncak dalam rencana Allah menyelamatkan manusia.

Maka wafat Kristus dan kebangkitan-Nya memang merupakan puncak dalam rencana Allah menyelamatkan manusia. Karena melalui wafat, kebangkitan dan kenaikan Kristus ke surga, tercurahlah rahmat keselamatan bagi kita manusia. Kini, rahmat tersebut terus tercurah kepada kita melalui sakramen- sakramen Gereja oleh kuasa Roh Kudus, yaitu Roh Kebenaran yang disebutkan dalam Yoh 16:12-14. Pada saat Yesus menjelaskan kepada para muridnya di perikop Yoh 16 tersebut, para murid belum dapat memahaminya, karena mereka tidak menyangka bahwa untuk menyelamatkan dunia Kristus harus mengalami sengsara dan wafat di kayu salib sampai sedemikian rupa. Walaupun Yesus sendiri telah sedikitnya tiga kali memberitahukan para rasul-Nya tentang kematian-Nya ini (Mat 16:21; Mat 17:22-23; Mat 20:17:19), para murid-Nya baru memahaminya setelah segala sesuatu yang dikatakan Yesus terjadi.

Maka perasaan anda yang frustasi karena penyaliban Yesus, itu menyerupai pengalaman kedua murid Yesus di perjalanan ke Emaus (lih. Luk 24:13-35). Namun Kristus menampakkan diri kepada kedua murid tersebut, untuk membuktikan bahwa Ia sungguh bangkit dan hidup. Yesus berjalan bersama mereka sambil menjelaskan makna Kitab Suci dan mereka mengenali Kristus yang bangkit pada saat Ia memecahkan roti, namun seketika itu juga Ia lenyap dari pandangan mereka. Pengalaman ini mengobarkan hati mereka dan para murid lainnya, bahwa Kristus sungguh telah bangkit dari mati. Mukjizat kebangkitan ini membuktikan bahwa Kristus sungguh adalah Allah Putera yang menjelma menjadi manusia. Maka kematian Kristus di salib bukanlah kekalahan, namun sebaliknya adalah kemenangan; karena diikuti oleh kebangkitan, yaitu bukti bahwa Kristus telah mengalahkan kuasa dosa dan maut demi menebus dosa- dosa manusia. Wafat dan kebangkitan-Nya untuk membuka jalan keselamatan bagi kita.

3. Yesus menyerahkan nyawa-Nya atas kehendak-Nya sendiri, bukan karena dikalahkan oleh orang- orang Yahudi ataupun Romawi.

Maka pada saat Yesus menyerahkan diri-Nya ke tangan orang- orang Yahudi itu adalah karena Ia sendiri menghendaki-Nya, demi memenuhi rencana keselamatan Allah. Tuhan Yesus telah berulang kali mengajarkan betapa Ia akan menyerahkan nyawa-Nya demi menyelamatkan umat-Nya seperti halnya Gembala yang baik menyerahkan-Nya nyawa bagi domba- domba-Nya.

Akulah gembala yang baik. Gembala yang baik memberikan nyawanya bagi domba-dombanya;.. Aku memberikan nyawa-Ku untuk menerimanya kembali. Tidak seorangpun mengambilnya dari pada-Ku, melainkan Aku memberikannya menurut kehendak-Ku sendiri. Aku berkuasa memberikannya dan berkuasa mengambilnya kembali. Inilah tugas yang Kuterima dari Bapa-Ku. (Yoh 10:11, 18)

Jadi bahwa Yesus menyerahkan nyawa-Nya bukan karena Ia kalah dengan tentara Romawi. Yesus memang dengan kehendak bebas-Nya menyerahkan nyawa-Nya kepada orang- orang Yahudi; agar dengan demikian Ia dapat menjadi korban penebusan dosa umat manusia untuk memenangkan dari kuasa dosa dan maut, jiwa orang-orang yang percaya.

4. Dengan menyerahkan Nyawa-Nya di salib, Kristus menggenapi nubuat para nabi tentang Mesias yang diutus Allah.

Dengan kurban salib-Nya, Kristus memenuhi nubuat para nabi beratus- ratus tahun sebelum-Nya, bahwa sebagai Mesias, Ia akan wafat dengan cara demikian.

Sang Mesias digambarkan mengalami penderitaan:

a. Yakub menggambarkan bahwa Mesias akan mencuci pakaiannya dengan anggur dan bajunya dengan darah buah anggur (Kej 49:11).

b. Daniel 9 memberikan gambaran akan Mesias yang menderita, dimana dia akan disingkirkan, walaupun tidak mempunyai kesalahan apapun (Dan 9: 26).

Gambaran akan penderitaan Mesias dan kebangkitan-Nya:

a. Nabi Yesaya memberikan gambaran yang begitu jelas akan penderitaan Sang Mesias (Yes 42; 49; 50; 53).

b. Mesias harus menderita untuk menanggung dosa dunia; oleh bilur-bilur-Nya, kita disembuhkan (Yes 53:5).

c. Mesias juga akan ditolak oleh orang banyak (Mzm 118:22).

Yesus ditolak bukan hanya oleh orang-orang, namun terutama adalah para ahli farisi, imam agung. Namun penolakan ini melahirkan Kerajaan Allah, dengan Yesus sendiri sebagai batu penjuru (Mat 21:42).d. Daud berbicara tentang penderitaan Kristus di kayu salib, seperti: tangan dan kakinya akan ditusuk, segala tulangnya terlihat, membagi pakaiannya, menderita kehausan yang sangat (Mzm 22).

e. Nabi Yesaya mengatakan bahwa Mesias akan memberikan punggungnya bagi orang-orang yang memukulnya, dan memberikan pipinya bagi yang mencabut janggutnya. Dia dinodai dan diludahi, namun dia tidak menyembunyikan mukanya (Yes 50:6).

f. Kebijaksanaan Salomo menceritakan tentang penganiayaan dan penolakan akan Kristus (Keb 2:12-20).

Drama yang begitu kejam ini terpenuhi dalam diri Kristus yang mengalami penderitaan begitu hebat sesuai dengan yang dinubuatkan nabi Daud dan Yesaya (Mat 27:39-42). g. Daud berbicara tentang kebangkitan Mesias ketika dia berkata bahwa Tuhan tidak akan memberikan Dia kepada dunia orang mati (Mzm 49:15).

Yesus menggenapi nubuat ini, dengan kebangkitan-Nya dari mati; dengan disaksikan begitu banyak orang yang masih hidup pada waktu Injil dan Surat Rasul Paulus ditulis (Mat 28:7). Yesus juga mengatakan bahwa Dia adalah kebangkitan dan hidup dan barangsiapa percaya kepada-Nya, dia akan hidup walaupun dia sudah mati (Yoh 11:25).

5. Roh Kebenaran (Yoh 16:12-14) adalah Roh Kudus yang turun atas para rasul pada hari Pentakosta.

Setelah Kristus bangkit dan naik ke surga, maka para murid berkumpul dan menantikan pemenuhan janji Kristus yang akan mengutus Roh Kebenaran (Yoh 16: 13). Roh Kebenaran ini adalah Roh Kudus yang turun atas para rasul pada hari Pentakosta (lih. Kis 2:4). Roh Kudus inilah yang mengubah para rasul, dari yang tadinya takut akan orang- orang Yahudi (Yoh 20:19) menjadi berani dalam memberitakan firman Tuhan (lih. Kis 2:14-40; Kis 3, 4, 5, dst). Karunia Roh Kudus menyertai para rasul pada saat mereka mengajar, sehingga mengakibatkan pertobatan banyak orang (lih. Kis 2:41, 47).

Roh Kudus juga mendorong para rasul untuk berbicara dengan hikmat Allah, seperti contohnya kepada Petrus, Yohanes dan Stefanus, sehingga tak seorangpun sanggup melawan hikmat mereka (lih. Kis 4, 6:10, 22:30-dst, Kis 25, 26). Ini merupakan pemenuhan janji Kristus, bahwa akan memberikan Roh Kudus-Nya kepada para rasul-Nya sehingga mereka akan dapat memberikan jawaban atas segala pertanyaan yang ditujukan kepada mereka:

Apabila orang menghadapkan kamu kepada majelis-majelis atau kepada pemerintah-pemerintah dan penguasa-penguasa, janganlah kamu kuatir bagaimana dan apa yang harus kamu katakan untuk membela dirimu. Sebab pada saat itu juga Roh Kudus akan mengajar kamu apa yang harus kamu katakan. (Luk 12:11-12)

Maka Roh Kudus atau Roh Kebenaran (lih. 1 Yoh 5:6) adalah Roh Kristus sendiri yang telah membangkitkan-Nya dari kematian. Roh Kudus ini diberikan kepada semua yang percaya kepada-Nya dan dibaptis (lih. Kis 2:38). Roh Kudus inilah yang menjadikan kita milik Kristus, dan Roh ini akan memimpin kepada kehidupan dan kebenaran (lih. Rom 8:10-11); sebab Kristus adalah kebenaran dan hidup (Yoh 14:6). Roh Kudus ini juga disebut Roh Penghibur, yang diutus oleh Allah Bapa dalam nama Kristus, dan Roh Kudus ini akan mengajarkan segala sesuatu kepada kita dan mengingatkan kita akan semua yang telah dikatakan Kristus kepada kita (lih. Yoh 14:26). Maka Roh Kudus (yang disebut juga sebagai Roh Penghibur dan Roh Kebenaran) ini adalah Pribadi ketiga dari Allah Trinitas: Roh Kudus dalam kesatuan dengan Allah Bapa dan Kristus Sang Allah Putera. Selanjutnya tentang Allah Trinitas, silakan klik di sini.

Demikianlah Manis, yang dapat saya tuliskan menanggapi pertanyaan anda. Jangan frustasi karena Kristus telah wafat di salib. Sebab Kristus telah bangkit! Justru kematian Kristus di salib harus menjadi sumber kekuatan dan pengharapan kita, agar dapat bangkit bersama Dia. Sebab jika kita mati terhadap dosa, maka bersama Kristus kita akan memperoleh hidup yang baru. Dan jika kita jalani hidup ini di dalam Kristus dengan iman, pengharapan dan kasih, maka kita akan dihantar-Nya untuk sampai kepada kehidupan yang kekal di Surga.

Salam kasih dalam Kristus Tuhan,Ingrid Listiati- katolisitas.orgMengapa Yesus memilih salib untuk menebus dosa manusia?

Pernahkan kita berfikir mengapa Yesus memilih penderitaan yang begitu berat sampai akhirnya mati di kayu salib untuk menyelamatkan manusia? Apakah tidak ada cara lain yang lebih mudah? St. Thomas Aquinas dalam Summa Theologica, Part III, q. 46. a 1 menjelaskan jawaban untuk pertanyaan Apakah menjadi keharusan bagi Kristus untuk menderita [di salib] untuk menebus umat manusia? Berikut ini adalah terjemahannya: (Silakan membaca selengkapnya dalam bahasa Inggris di link ini, silakan klik)

Keberatan 1: Kelihatannya tidak perlu bagi Kristus untuk menderita untuk menyelamatkan umat manusia. Sebab umat manusia tidak dapat dibebaskan kecuali oleh Allah. dan tak ada satupun yang dapat mengharuskan Tuhan, sebab ini merupakan hal yang tidak sesuai dengan kemahakuasaan Tuhan. Maka kelihatannya tidak perlu Yesus menderita.

Keberatan 2: Apa yang merupakan keharusan adalah bertentangan dengan apa yang dilakukan tanpa paksaan. Kristus menderita karena kehendak-Nya sendiri, sebab tertulis, Dia dianiaya, tetapi dia membiarkan diri ditindas dan tidak membuka mulutnya seperti anak domba yang dibawa ke pembantaian; seperti induk domba yang kelu di depan orang-orang yang menggunting bulunya, ia tidak membuka mulutnya. (Yes 53:7). Yesus mempersembahkan diri-Nya atas kehendak sendiri. Maka kelihatannya tidak menjadi keharusan bagi Yesus untuk menderita disalib.

Keberatan 3: Selanjutnya, tertulis, Segala jalan Tuhan adalah kasih setia dan kebenaran (Mzm 25:10). Tapi kelihatannya tidak perlu bahwa Ia harus menderita, sebab di pihak-Nya sebagai Kerahiman Ilahi, Ia akan memberikan karunia-karunia dengan tanpa syarat, maka kelihatannya dapat diterima bahwa tidak perlu diadakan semacam pembayaran hutang dosa, dan juga di pihak Keadilan Ilahi, di mana manusia memang layak menerima hukuman yang kekal. Maka kelihatannya tidak perlu Kristus menderita untuk membebaskan manusia dari dosa.

Keberatan 4: Selanjutnya, kodrat malaikat yang lebih sempurna dari manusia Tetapi Kristus tidak menderita untuk memperbaiki kodrat malaikat yang berdosa. Maka, kelihatannya, demikian juga tidak perlu Kristus menderita di salib bagi manusia.

Sebaliknya, tertulis (Yoh 3:14-15): Dan sama seperti Musa meninggikan ular di padang gurun, demikian juga Anak Manusia harus ditinggikan, supaya setiap orang yang percaya kepada-Nya beroleh hidup yang kekal.

Saya menjawab bahwa .. terdapat beberapa arti terhadap kata keharusan. Di satu sisi itu berarti dimana kodratnya yang menentukan demikian; dan dalam hal ini maka nyata bahwa memang bukan keharusan, baik dari pihak Allah maupun dari pihak manusia bahwa Kristus harus menderita. Namun di sisi yang lain sesuatu dapat menjadi keharusan dari sesuatu sebab yang di luar dari dirinya; dan jika ini terjadi, ini adalah sebab yang efisien atau yang menggerakkan, sehingga dapat membawa semacam keharusan .. Maka walaupun tidak menjadi keharusan bagi Kristus untuk menderita, jika dipandang dari keharusan yang memaksa, karena dari pihak Allah tidak ada yang memaksa-Nya, dan dari pihak Kristus, karena Dia menyerahkan diri-Nya dengan rela. Namun, dapat dikatakan bahwa penderitaan Kristus adalah suatu suatu keharusan, jika dilihat dari akhir/ tujuan maksudnya. Dan ini dilihat dalam tiga hal:

1. Dari sudut pandang kita yang dibebaskan oleh Sengsara-Nya sesuai dengan Yoh 3:14-15: Dan sama seperti Musa meninggikan ular di padang gurun, demikian juga Anak Manusia harus ditinggikan, supaya setiap orang yang percaya kepada-Nya beroleh hidup yang kekal.

2. Dari sisi Kristus, yang menerima kemuliaan-Nya melalui kerendahan Sengsara-Nya, dalam Luk 24:26: Bukankah Mesias harus menderita semuanya itu untuk masuk ke dalam kemuliaan-Nya?

3. Dari sisi Tuhan Allah Bapa, yang telah menentukan terlaksananya nubuat dalam Perjanjian Lama, seperti tertulis dalam Luk 22:22, Sebab Anak Manusia memang akan pergi seperti yang telah ditetapkanIa berkata kepada mereka: Inilah perkataan-Ku, ., yakni bahwa harus digenapi semua yang ada tertulis tentang Aku dalam kitab Taurat Musa dan kitab nabi-nabi dan kitab Mazmur. Lalu Ia membuka pikiran mereka, sehingga mereka mengerti Kitab Suci. Kata-Nya kepada mereka: Ada tertulis demikian: Mesias harus menderita dan bangkit dari antara orang mati pada hari yang ketiga. (Luk 24:44-46). (Silakan membaca lebih lanjut tentang Yesus yang telah dinubuatkan oleh para nabi, di sini, silakan klik)

Jawaban terhadap keberatan 1: Ini adalah argumen berdasarkan keharusan dari pihak Allah, dan seperti telah disebutkan di atas, tidak ada keharusan dalam hal ini.

Jawaban terhadap keberatan 2: Ini adalah argumen berdasarkan keharusan dari pihak Kristus sebagai manusia, dan seperti telah disebutkan di atas, tidak ada keharusan dalam hal ini.

Jawaban terhadap keberatan 3: Bahwa manusia harus dibebaskan oleh Sengsara Kristus adalah sesuai dengan kasih setia Tuhan dan keadilan-Nya. Dengan keadilan-Nya sebab dengan Sengsara Kristus maka Kristus menebus (membayar lunas) dosa-dosa umat manusia dan manusia dibebaskan oleh keadilan Tuhan: dan dengan belas kasih-Nya sebab karena manusia sendiri tidak dapat menebus dosa dari semua kodrat manusia, menurut Rom 3:24-25, dan oleh kasih karunia telah dibenarkan dengan cuma-cuma karena penebusan dalam Kristus Yesus. Kristus Yesus telah ditentukan Allah menjadi jalan pendamaian karena iman, dalam darah-Nya. Dan belas kasih Tuhan akan semakin terlihat nyata daripada pengampunan dosa tanpa penebusan melalui kayu Salib. Oleh karena itu dikatakan, Tetapi Allah yang kaya dengan rahmat, oleh karena kasih-Nya yang besar, yang dilimpahkan-Nya kepada kita, telah menghidupkan kita bersama-sama dengan Kristus, sekalipun kita telah mati oleh kesalahan-kesalahan kita (Ef 2:4-5)

Jawaban untuk Keberatan 4: Dosa dari para malaikat adalah sesuatu yang tak dapat diobati, namun tidak demikian dengan dosa manusia pertama (lihat Summa Theologica, I, q. 64, a. 2)

Dengan melihat uraian di atas, maka memang sebenarnya bukan menjadi suatu keharusan mutlak bagi Kristus untuk menderita di salib bagi kita, namun memang itulah yang dipilih-Nya, dan ini sudah direncanakan-Nya sejak awal mula dunia. Sebab Allah sudah mengetahui segala sesuatunya, bahwa manusia pertama akan jatuh dalam dosa, dosa asal inilah yang akan diturunkan kepada semua umat manusia, dan karena manusia tak dapat menebus dosanya sendiri, maka Allah memutuskan untuk mengutus Putera-Nya sendiri untuk menebus dosa manusia dengan sengsara-Nya di kayu salib. Penderitaan yang tak terlukiskan di kayu salib tersebut adalah bukti kasih Allah yang tiada terbatas, dan juga bukti keadilan yang sempurna, yang menunjukkan kejamnya akibat dosa, yang harus dipikul oleh Kristus, untuk membebaskan kita manusia dari belenggu dosa. Maka walaupun setetes darah-Nya sebenarnya cukup untuk menebus seluruh dosa manusia, namun Yesus justru mau menyatakan yang lebih sempurna dan superabundant daripada itu. Sebab Ia mau menunjukkan kasih yang melebihi dari apa yang disyaratkan, kasih yang mengatasi segalanya. Kerendahan hati Yesus yang ditunjukkan-Nya dengan kerelaan-Nya menjadi manusia dan menderita di kayu salib merupakan obat penawar/ antidote bagi dosa asal Adam, yaitu kesombongan ingin menjadi/ menyamai Allah. Ketaatan Kristus terhadap kehendak Allah Bapa menawarkan ketidak-taatan Adam kepada Allah (lih. Rom 5:19). Semoga dengan menghayati hal ini, kita semakin menghargai pengorbanan Kristus di kayu Salib, dan berusaha sedapat mungkin menjauhkan diri kita dari dosa yang memisahkan kita dari Allah. http://katolisitas.org/2418/mengapa-yesus-memilih-salib-untuk-menebus-dosa-manusia