la crónica periodistica

3

Click here to load reader

Upload: cristhian-vera

Post on 20-Feb-2017

1.252 views

Category:

Education


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: La crónica periodistica

El rumbo de la palabra depende más del tiempo que del hablante. Para fomentar la creación y la búsqueda de narrativas

de no ficción es imperativo que los autores se mantengan vivos. El Encuentro Nuevos Cronis-tas de Indias 2, realizado en México DF, en octu-bre, es una muestra de su existencia. El desfile de plumas estuvo conformado por varios es-critores y periodistas de Iberoamérica. Uno de los tantos fue el español Alfonso Armada, con quien conversé vía Twitter acerca de la crónica periodística y su pulso contemporáneo.

L: ¿Qué definición tienes para este estilo pe-riodístico?

AA: A partir de la definición que Alfonso Reyes ofrecía para el ensayo (centauro de la prosa), me gusta la que propone Juan Villoro, de ornitorrinco de la prosa. Con el título de Una crónica es un cuen-to que es verdad, escribe Villoro: “De la novela se extrae la condición subjetiva, la condición de na-rrar desde el mundo de los personajes y crear una ilusión de vida para situar al lector en el centro de los hechos; del reportaje, los datos inmodificables; del cuento, el sentido dramático en espacio corto y

la sugerencia de que la realidad ocurre para contar un relato deliberado, con un final que lo justifica; de la entrevista, los diálogos; y del teatro moderno, la forma de montarlos; del teatro grecolatino, la polifonía de testigos, los parlamentos entendidos como debate: la ‘voz de proscenio’, como la lla-ma Wolfe, versión narrativa de la opinión pública cuyo antecedente fue el coro griego; del ensayo, la posibilidad de argumentar y conectar saberes dis-persos; de la autobiografía, el tono memorioso y la reelaboración en primera persona. La crónica es un animal cuyo equilibrio biológico depende de no ser como los siete animales distintos que podría ser”.

No creo que pueda mejorarlo. Me quedo con dos aspectos: la creatividad a la hora de utilizar todos los recursos del lenguaje para contar la rea-lidad, y el pacto sagrado con el lector: el respeto por los hechos. No inventar nada nunca.

L: Si las historias están ahí en la calle, en los mercados, en la academia y más, ¿el trabajo del periodista es solo darle forma a las cosas y a los hechos? o ¿dónde está la creación?

AA: El enfoque, el estilo, el rigor, la profundidad, el volver al lugar de los hechos, el continuar (como

Literatura

la crónica periodísticaTextos: Cristhian Vera

la actualidad bajo la mirada de

ingi

mag

e.co

m

40

Page 2: La crónica periodistica

Ni los grandes sucesos ni los detalles ocultos han sido obvios para el registro que en el papel realiza el profesional de la palabra real. La crónica periodística mantiene vigente la forma de crear historias. Narrarlas a tiempo constituye el ‘sui géneris’ del género.

la crónica periodística

hace Gervasio Sánchez con sus historias de ‘Vidas minadas’) persiguiendo el asunto años después. Dar forma es pura creatividad.

L: ¿Por qué la crónica periodística permite a su autor acercarse más a la realidad de la gente?

AA: Por la insistencia, por el tiempo, por el punto de vista, por la humildad, por la necesidad de mi-rar más tiempo y sobre todo escuchar, escuchar, escuchar, hasta que el otro se sienta confiado y abra su caja de caudales, su interior. Porque para contar el mundo hace falta tiempo, paciencia, amor y distancia al mismo tiempo.

L: El cronista tiende mucho a fijarse en los detalles, ¿cuán importante es estar atento? ¿Aquello no resta tiempo para preguntar otras cosas que puede interesar a la gente?

AA: Somos detectives de la verdad, pero tenemos que ser también pintores, novelistas y psicólogos. Observar es una forma de amar la diversidad del mundo, mantener viva la curiosidad del niño que se asombra con cada bicho, cada molusco, cada plan-ta, cada piedra, cada voz, cada música, cada cam-bio de luz, cada palabra, cada cuento, cada noche…

L: ¿Debe imperar la versión “al grano y sin rodeos” o hay que describir la mayoría de los actos para que el lector se interese?

AA: El ritmo es importante. No somos una graba-dora. Contar es estilizar. Para llegar al grano a veces hay que dar un rodeo de muchos días. Depende de las circunstancias, de lo enrevesado de la historia, de la posibilidad de acceder a las fuentes…

L: ¿Cuán importante es la contextualización en la crónica?

AA: Fundamental. Sin contexto no hay hondu-ra, no hay comprensión. El contexto es el mapa, la biografía, la orografía, la geología, la econo-mía, el origen posible, las influencias, el mural donde las cosas ocurren.

L: Si el cronista representa a las voces ocultas, ¿no resulta un hecho carente de imparciali-dad que estos sean narrados por el autor?

AA: El autor debe mostrar dónde está, desde dónde escribe. En el eterno debate sobre la obje-tividad asumo la visión de Arcadi Espada: la ob-jetividad es “la posibilidad de dar cuenta de los hechos al margen de las creencias”.

41

Page 3: La crónica periodistica

Literatura

Armada destaca las corrientes que están sur-giendo en países de América Latina y que son imperativas para la crónica periodística.

L: ¿Cuál es el valor agregado de la crónica frente a un género inmediato como la noticia?

AA: Muchas noticias en realidad no lo son. Cam-bian de piel, de fondo, de forma, de contenido, de sustancia al cabo de unas horas. La noticia es una pieza de un puzzle a menudo incomprensible. Ex-puestos a su flujo incesante, sobre todo en los cana-les de televisión y en la Internet, a menudo nos hacen creer que nada tiene sentido, que el mundo se ha vuelto imposible, y que la historia no nos pertenece.

L: ¿Cómo la crónica se adecuó a las nuevas plataformas tecnológicas (por ejemplo, el caso del movimiento de los indignados?

AA: Hay que tener ahí cuidado, porque muchos portales se convirtieron en realidad en altavoces del movimiento, pero perdieron la distancia. Creo que es interesante el mostrar las cosas en directo, pero me parece que la crónica es otra cosa. Necesi-ta tiempo para desenamorarse, para tomar distan-cia, sopesar, contrastar, verificar. Ser escéptico y cu-rioso al mismo tiempo es una forma de honestidad.

L: ¿Los procesos sociales y políticos de Améri-ca Latina han influido en el desarrollo de una nueva crónica?

AA: Imagino que sí, pero me faltan conocimien-tos para opinar con fundamento. En el último en-cuentro de cronistas de Indias celebrado en México DF se comentó que tanto en Chile como en Argenti-na los grandes medios dejaron de contar de verdad lo que ocurría, fueron cómplices del poder. Creo que en España ha pasado y está pasando lo mis-mo. Los medios han cavado su propia tumba.

L: ¿Cuál es tu lectura acerca de que los periodis-tas y cronistas son (somos) influenciados por las tendencias políticas que rigen nuestra región? ¿Cuál sería el resultado de este proceso?

AA: Creo que respondí a ello en la cita de Arcadi Espada. Creo que es aplicable. Creo que no hay que casarse con nadie, aunque uno tenga sus simpa-tías e intereses a la hora de perseguir unos asuntos y no otros, pero tiene que dejar de lado sus simpa-tías ideológicas a la hora de escribir y de mirar.

L: ¿Cuál es el estatus de la crónica periodística en Europa, por ejemplo?

AA: Menos vibrante que en América Latina, aunque hay ejemplos notables, por ejemplo lo que está haciendo la red ‘XXI’ en Francia.

L: ¿De qué depende la vigencia de una crónica? AA: De su prosa, de su hondura, de su capa-

cidad para relatar un momento del mundo, de su estilo a la hora de radiografiar un aconteci-miento o retratar una figura.

Zoom

Alfonso Armada nació en Vigo (España) en 1958. Su trabajo periodístico destacó en los diarios Faro de Vigo, El País y Abc. Durante su carrera profesional cubrió eventos mundiales de trascendencia como el cerco de Sarajevo, el genocidio de Ruanda, conflictos en África y el 11-S en Nueva York. Su obra literaria se resume en publicaciones de novela, poesía y teatro. Es el creador del portal www.fronterad.com.

per

iodi

stad

igita

l.com

42