la corriente se revierte friedman

7/28/2019 La Corriente Se Revierte Friedman

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La Corriente se Revierte

Milton Friedman*Rose Friedman**

*Premio Nobel de Economa(1976). Doctor en Economa dela Universidad de Columbio(1946). Profesor distinguido dela Universidad de Chicago. Ex

presidente de la Asociacin de

Economistas Norteamericanos.Es autor de 19 libros e innume-rables artculos.

**Investigadora de la InstitucinHoover, y anteriormente del Na-tional Bureau of Economic Re-search, Estados Unidos.


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La corriente se revierte

Milton Friedman yRose Friedman

La falla de los gobiernos occidentales en alcanzar los objeti-vos prometidos, ha producido una reaccin generalizada contralos gobiernos grandes. En Gran Bretaa, esta reversin llev alpoder, en 1979, a Margaret Thatcher, con un programa que prome-ta que su gobierno conservador invertira las polticas socialistasseguidas tanto por gobiernos conservadores anteriores como porlos laboristas, despus del trmino de la II Guerra Mundial. EnSuecia, en 1976, condujo a la derrota del Partido Social Demcratadespus de ms de cuatro dcadas de gobierno ininterrumpido.En Francia, llev a un cambio dramtico en el diseo de la polticapara eliminar los controles de precios y salarios del gobierno yreducir fuertemente otras formas de intervencin gubernamental.En los Estados Unidos, esta respuesta ha encontrado su manifes-tacin ms fuerte en la rebelin contra los impuestos que hacundido por toda la nacin, simbolizada por la aprobacin de laProposicin 13 en California, y llevada a efecto en otros estados atravs de enmiendas constitucionales que limitan los impuestosestatales.

La reversin puede resultar de corta vida, y despus de unbreve intervalo, ser seguida por un resurgimiento de la tendencia

hacia gobiernos an ms grandes. El entusiasmo generalizado porreducir impuestos gubernamentales no ha sido acompaado porun entusiasmo similar para eliminar programas gubernamentales,excepto programas que benefician a personas. La reaccin con-

tra los gobiernos grandes ha sido estimulada por la inflacin de-senfrenada, que si es rentable desde un punto de vista polticocontrolarla, los gobiernos pueden hacerlo. Si lo hacen, la rever-sin puede enmudecer o desaparecer.

Nosotros creemos que la reversin es ms que una respuesta a


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la inflacin transitoria. Por el contrario, la inflacin es, en ciertomodo, una respuesta a la reaccin. Como se ha hecho polticamen-

te menos atractivo votar por impuestos ms altos para financiargastos mayores, los legisladores han recurrido a financiar el gastoa travs de la inflacin, que es un impuesto oculto que se puedeestablecer sin haber sido votado, una tributacin sin representa-cin. Esto no es ms popular en el siglo veinte de lo que fue en el

dieciocho.Adems, el contraste entre los objetivos deseados de los pro-

gramas de gobierno y sus resultados efectivos es tan penetrante,tan difundido, que muchos de los ms fuertes defensores de los

gobiernos grandes han tenido que reconocer la falla del gobierno,aunque la solucin que proponen casi siempre est dirigidahacia gobiernos an ms grandes.

Una corriente de opinin que fluya con fuerza, tiende a barrertodos los obstculos, todos los puntos de vista contrarios. De lamisma forma, cuando alcanza su mximo y surge una corrientecontraria, sta tambin fluye fuertemente.

La corriente de opinin en favor de la libertad econmica ygobiernos limitados que promovieron Adam Smith y Thomas

Jefferson, fluy con fuerza hasta fines del siglo diecinueve. En esemomento cambi, en parte debido al xito de la libertad econmi-ca y del gobierno restringido en producir un crecimiento econ-

mico y mejorar el bienestar de la mayora de la poblacin; estopuso de manifiesto los males que quedaban (y por supuesto habamuchos), todos muy destacados, concitando un deseo general parahacer algo con respecto a ellos. La corriente hacia el socialismo"Fabiano" y el liberalismo del "New Deal" fluy a su vez fuerte-mente, fomentando un cambio en la direccin de la poltica brit-

nica a comienzos del siglo veinte, y en la poltica de EstadosUnidos despus de la Gran Depresin.

Este rumbo ha durado tres cuartos de siglo en Gran Bretaa,medio siglo en Estados Unidos. Tambin est alcanzando sumximo. Sus bases intelectuales han sido debilitadas a medidaque la experiencia ha refutado repetidamente las expectativas.Sus defensores estn a la defensiva. No tienen soluciones a losmales de hoy. Ya no pueden despertar entusiasmo entre la juven-tud, que encuentra ahora mucho ms excitantes las ideas de AdamSmith o Karl Marx que el socialismo "Fabiano" o el liberalismodel "New Deal".

Aunque la corriente hacia el socialismo "Fabiano" y el libera-lismo del "New Deal" ha llegado al mximo, todava no existeevidencia clara de si la que triunf favorece una mayor libertad y


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gobiernos limitados, en el espritu de Smith y Jefferson, o un go-bierno monoltico omnipotente en el espritu de Marx y Mao. Elambiente de opinin intelectual, o las polticas actuales, an noresuelven este vital asunto. A juzgar por el pasado, esta decisin latomar primeramente la opinin pblica y ser seguida ms ade-lante por las polticas.

Importancia del Clima Intelectual de Opinin

India y Japn ilustran la importancia del clima intelectual deopinin, el que determina los prejuicios irreflexivos de la mayora

de las personas y sus lderes; sus reflejos condicionados hacia uncurso de accin u otro.Los lderes Meiji que se hicieron cargo de Japn en 1867, se

dedicaron especialmente a fortalecer el poder y la gloria de supas. No daban especial valor a la libertad individual o a la libertadpoltica. Crean en la aristocracia y en el control poltico por unalite; aun as, adoptaron una poltica econmica liberal que conce-di mayores oportundiades a las masas y, durante las primerasdcadas, mayor libertad personal. Los hombres que se hicieron

cargo en India, por el contrario, eran ardientes defensores de lalibertad poltica, la libertad personal y la democracia. Su objetivono era solamente el poder de la nacin, sino tambin el mejora-miento en las condiciones econmicas de las masas. Sin embargo,adoptaron una poltica econmica colectivista que debilit a supueblo con restricciones y termin por socavar el alto grado delibertad individual y poltica fomentado por los britnicos.

La diferencia en las polticas refleja fielmente los diferentesclimas intelectuales de ambas pocas. A mediados del siglo dieci-

nueve, se daba por supuesto que una economa moderna se debaorganizar a travs del libre comercio y la empresa privada. Proba-blemente nunca se les ocurri a los lderes japoneses seguir otraaccin. A mediados del siglo veinte se daba por supuesto que unaeconoma moderna deba organizarse a travs de un control cen-tralizado y planes quinquenales. Probablemente nunca se lesocurri a los lderes hindes seguir otra accin. Resulta interesan-te observar que ambos enfoques provinieron de Gran Bretaa.Los japoneses adoptaron las polticas de Adam Smith. Los hin-

des adoptaron las polticas de Harold Laski.La historia de Estados Unidos constituye tambin una fuerte

evidencia de la importancia del clima de opinin. El notablegrupo de hombres que se congreg en el Saln de Independenciade Filadelfia en 1787 para escribir una nueva constitucin para la


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nacin que ellos haban ayudado a crear, estaba inmerso en elmomento histrico y enormemente influenciado por la corrientede opinin de Gran Bretaa; la misma corriente que afectaradespus a la poltica japonesa. Vean la concentracin del poder,especialmente en manos del gobierno, como el gran peligro parala libertad. Con esto en mente, redactaron la Constitucin. Esteera un documento que buscaba limitar el poder del gobierno,mantener el poder descentralizado, reservar a los individuos elcontrol sobre sus propias vidas. Esta intencin es an ms eviden-te en la Declaracin de Derechos, y en las primeras diez enmien-das de la Constitucin, que en el texto bsico: "El Congreso nopodr ordenar ley alguna respecto a la fundacin de una religin,prohibir el libre ejercicio de sta, o disminuir la libertad de expre-sin o de prensa"; "el derecho de las personas de guardar y cargararmas no debe ser violado"; "la enumeracin de ciertos derechosen la Constitucin no debe ser interpretada para negar o despre-ciar otros derechos que conservan las personas"; "los poderes nodelegados a los Estados Unidos por la Constitucin, ni prohibidosa los Estados, son reservados a los Estados, respectivamente, o alas personas" (de las Enmiendas I, II, IX y X).

A fines del siglo diecinueve y/o a principios del veinte, elclima intelectual de opinin en Estados Unidos, en gran partebajo la misma influencia britnica que ms tarde afect la polticahind, comenz a cambiar. Fue reduciendo su confianza en laresponsabilidad individual y en el mercado, para basarla en laresponsabilidad social y en el gobierno. Alrededor de 1920 unafuerte minora, si no una verdadera mayora, de profesores decolegios y universidades se comprometieron activamente en ac-ciones pblicas apoyando opiniones socialistas. La Nueva Rep-

blica y la Nacin eran los diarios lderes de opinin intelectual. Elpartido socialista de los Estados Unidos, dirigido por NormanThomas, tena amplias races, pero su mayor fuerza estaba en loscolegios y universidades.

En nuestra opinin el partido socialista era el partido pol-tico con ms influencia en las primeras dcadas del siglo veinte.Como no tena esperanzas de un xito electoral a nivel nacional(eligi a unos pocos funcionarios locales, principalmente enMilwaukee, Wisconsin) se poda permitir ser un partido de prin-

cipio. Los demcratas y republicanos no podan. Ellos, para man-tener unidos intereses y facciones ampliamente dispares, tenanque ser partidos de conveniencia y compromiso. Deban evitar el"extremismo", mantenerse en la base central. No eran idnticoscomo dos gotas de agua, pero cercanos a esto. Sin embargo, a


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travs del tiempo ambos partidos mayoritarios adoptaron la posi-cin del partido socialista. El partido socialista nunca recibi ms

del 6% de los votos populares para Presidente (en 1912 por Euge-ne Debs). Obtuvo menos del 1 por ciento en 1928 y solamente el 2por ciento en 1932 (por Norman Thomas). Pero ya en nuestrosdas, casi todos los principios econmicos de su programa presi-dencial de 1928 han sido promulgados en leyes.

Una vez que el cambio en el clima de opinin se extendi a lamayora del pblico, como ocurri despus de la Gran Depresin,la Constitucin, aprobada en un clima de opinin muy diferente,pudo ser a lo ms un dique que atras el crecimiento del poder del

gobierno, pero no un obstculo definitivo a l.En las palabras de Mr. Dooley*: "No importa la letra de laConstitucin, la Corte Suprema sigue la corriente de opinintriunfante". Las palabras de la Constitucin fueron reinterpreta-das y se les dio nuevo significado. Lo que haba pretendido seruna barrera a la extensin del poder del gobierno demostr serinefectiva. Como escribi Raoul Berger al analizar la interpreta-cin de una enmienda, realizada por la Corte Suprema,

"La Enmienda Decimocuarta es un caso de estudio tpico, deaquello que el juez Haran describe como "el ejercicio delpoder de hacer enmiendas" de la Corte Suprema, su continuarevisin de la Constitucin bajo el pretexto de interpreta-cin... "La Corte Suprema se ha burlado del deseo de losforjadores de la Constitucin y sustituy una interpretacinen categrica contradiccin con el diseo original..."Tal conducta lleva a la conclusin que los jueces se han con-vertido en una ley por s mismos."1

Opinin y Comportamiento Popular

Encontramos evidencia que ha llegado a su mximo la co-rriente hacia el socialismo "Fabiano" y el liberalismo del "NewDeal", no slo en los escritos de los intelectuales, no slo en lossentimientos que los polticos expresan en las asambleas, sino quetambin en el modo de comportarse de las personas. Su compor-

tamiento est sin duda influenciado por la opinin. A su vez

*Personaje satrico de la literatura irlandesa de comienzos de siglo.(N.delT.).

!Raoul Berger, Government by Judiciary (Cambridge: HarvardUniversity Press, 1977), pgs. 1,408.


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refuerza tal opinin y juega un rol principal para traducirla enpolticas.

Como A. V. Dicey escribi con notable precisin hace ms desesenta aos: "Si se detiene el progreso de la legislacin socialis-ta, el rechazo se deber no tanto a la influencia de algn pensador,como a un hecho sobresaliente que llamar la atencin pblica;como por ejemplo, el aumento en la carga de los impuestos que esla concomitante usual, sino invariable, de una poltica socialista".2

La inflacin, los altos impuestos y la ineficiencia manifiesta, laburocracia y excesiva regulacin que emana de los gobiernosgrandes est llevando a los efectos que predijo Dicey. Han llevado

a las personas a manejar los asuntos en sus propias manos, a tratarde encontrar caminos que eviten los obstculos gubernamentales.

En 1978, Pat Brennan se convirti en celebridad cuando ellay su marido entraron en competencia con la oficina postal deEstados Unidos. Instalaron el negocio en un stano de Rochester,Nueva York, garantizando la entrega de paquetes y cartas dentrode la ciudad el mismo da, a un costo menor del cobrado por laOficina Postal. Pronto su negocio era floreciente.

No hay duda que estaban quebrantando la ley. La Oficina

Postal los llev a la Corte y despus de una batalla legal que lleghasta la Corte Suprema, perdieron su caso. Los empresarios loca-les les proporcionaron respaldo financiero.

Pat Brennan dijo:

"Pens que iba a haber una rebelin tranquila y que quizsnosotros ramos el principio de ella... Poda verse a la gentehostigando a los burcratas, cuando hace aos ello no podasoarse, porque uno poda ser aplastado... Las personas com-

prendan que su destino era suyo propio y no de alguienarriba en Washington, quien no tena inters en ellos, sea loque fuere. Por lo tanto, no es una cuestin de anarqua, sinouna cuestin de que las personas vean el poder de los bur-cratas y lo rechazaban..."El problema de la libertad surge en cualquier tipo denegocio ya sea por el derecho a continuarlo o por el derecho adecidir qu es lo que va a hacer. Tambin est la cuestin dela libertad de los consumidores para utilizar un servicio que

ellos no encuentran caro, y de mejor calidad. De acuerdo algobierno federal y al cuerpo de leyes llamado Estatutos Pri-vados Expresos, no tengo la libertad de empezar un negocio y

2 Lectures on the Relation between Law and Public Opinin (1914ed) pg. 302.


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el consumidor no tiene la libertad de utilizarlo, lo que pare-ce muy extrao en un pas como ste en que todo el contextodel pas est basado en la libertad y la libre empresa."

Pat Brennan est expresando una respuesta humana natural alintento por otras personas de controlar su vida, cuando no es deincumbencia de ellos. La primera reaccin es el resentimiento; lasegunda, es el intento para salvar los obstculos a travs de medioslegales; finalmente, se produce una prdida general de respetopor la ley. Esta consecuencia final es deplorable, pero inevitable.

Un ejemplo notable es lo que ha ocurrido en Gran Bretaa enreaccin a los impuestos confiscatorios. Una autoridad britnica,

Graham Turner, dice:"Yo creo que es perfectamente justo decir que nos hemosconvertido, en el transcurso de los ltimos diez o quince aos,en una nacin de 'tramposos'."Cmo lo hacen? Lo hacen de una variedad infinita demaneras. Vamos directo al nivel ms bajo. Tomemos un pe-queo almacn en un rea rural... cmo hace dinero? En-cuentra que comprando al por mayor, siempre debe usar

facturas; pero si va a las tiendas de "pague al contado yllveselo", y compra all sus bienes... el beneficio marginalsobre ellos no estar sujeto a impuesto, porque el inspector deimpuestos simplemente no sabr que l tiene esos bienes.Este es el modo en que lo hace."Luego, si se toma el lmite superiorsi se toma un directorde una compaa bien, hay todo tipo de formas enque l puede hacerlo. Compra su comida a travs de la com-paa, tiene sus vacaciones a cargo de la compaa, pone a suesposa como director a pesar que nunca visita la fbrica.Mediante el simple artificio de construir casas al mismotiempo que una fbrica, su casa logra ser terminada entre lasprimeras. Este fenmeno abarca todos los niveles de activi-dad, desde aquella persona de la clase trabajadora que hacetrabajos de sirviente, hasta el nivel superior: empresarios,seores polticos, miembros del gabinete y miembros de laoposicin. Todos ellos lo hacen."Pienso que casi todos sienten ahora que el sistema deimpuestos es bsicamente injusto, y todos los que pueden,tratan de encontrar el modo de evadirlo. Una vez que hayconsenso en que el sistema de impuesto es injusto, el pas seconvierte de hecho en una especie de conspiracin, y todosse ayudan a "hacer trampas"."En este pas no hay dificultad de evadir impuestos por-


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que las dems personas realmente quieren ayudar. Quinceaos atrs esto habra sido muy diferente. Las personas ha-

bran dicho: No, esto no debe ser".O considere este artculo de Melvyn B. Krauss en el WallStreel Journal sobre "La revolucin contra los impuestos suecos"(1. de febrero de 1979, pg. 18):

"La revolucin sueca contra los altos impuestos en occidenteest basada en la iniciativa personal. En vez de confiar en lospolticos, los suecos toman los asuntos en sus propias manosy simplemente se niegan a pagar. Esto puede hacerse demuchos modos, muchos de ellos legales...

"Una forma en que un sueco se niega a pagar un impues-to es trabajando menos... Suecos navegando en el bello ar-chipilago de Estocolmo ilustran vivamente la tranquilarebelin de impuetos del pas."Los suecos escapan de los impuestos por s mismos..."El trueque es otro modo en que los suecos se resisten alos altos impuestos. Tentar a un dentista sueco para que dejela cancha de tenis y entre a su oficina no es una cosa fcil.Pero un abogado con dolor de muelas puede hacerlo. El

abogado puede ofrecer servicios legales en pago por losservicios dentales. El trueque le ahorra al dentista dos im-puestos : su propio impuesto a la renta ms el impuesto sobrelos honorarios del abogado. A pesar de suponerse que eltrueque es signo de una economa primitiva, los altos im-puestos suecos lo han hecho un medio popular de hacernegocios en el estado benefactor, particularmente en lasprofesiones..."La revolucin de los impuestos en Suecia no es una

revolucin del hombre rico. Tiene lugar en todos los nivelesde ingreso..."El estado benefactor sueco est en un dilema. Su ideo-loga lleva a ms y ms gastos de gobierno... Pero sus ciuda-danos han llegado a un punto de saturacin despus del cualse resisten a mayores incrementos de impuestos... el nicomodo en que los suecos pueden evitar los mayores impues-tos es actuando de modo perjudicial para la economa. Au-mentar el gasto pblico de este modo socava la base econ-

mica sobre la que depende la economa de bienestar".Por qu Prevalecen los Intereses Particulares

Si el punto mximo en la corriente hacia el socialismo "Fa-biano" y el liberalismo del "New Deal" va a ser seguido por un


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movimiento hacia una sociedad ms libre y un gobierno mslimitado, en vez de hacia una sociedad totalitaria, el pblico debe

no slo reconocer los defectos de la presente situacin sino tam-bin cmo se lleg a ella y qu podemos hacer al respecto. Porqu los resultados de las polticas son tan a menudo opuestos a losobjetivos esperados? Por qu los intereses particulares prevale-cen sobre el inters general? Qu planes podemos usar paradetener e invertir el proceso?

El poder en Washington

Cada vez que visitamos Washington D.C., nos impresiona-mos por el poder que est concentrado en esa ciudad. Caminandopor los pasillos del Congreso, es difcil encontrar a los 435 miem-bros de la Cmara de Representantes y a los 100 senadores entresus 18.000 empleados, alrededor de 65 por senador y 27 por cadamiembro de la Cmara. Esto se complementa con ms de 15.000cabilderos registrados a menudo acompaados por secretarias,mecangrafos, investigadores o delegados del inters particularque ellos representan que caminan por los mismos pasillos

buscando ejercer influencia.Y esto no es ms que la punta del iceberg. El gobierno federalemplea cerca de 3 millones de civiles (excluyendo las fuerzasmilitares uniformadas). Alrededor de 350.000 estn en Washing-ton y en los alrededores del rea metropolitana. Sin contar otrosque estn empleados indirectamente a travs de contratos delgobierno con organizaciones nominalmente privadas, o estn em-pleados por organizaciones empresariales o de trabajo u otrosgrupos de inters particulares que mantienen sus centros de ope-

raciones o al menos una oficina en Washington, exclusiva-mente porque ste es el centro del gobierno.Washington es un imn para los abogados. Muchas de las ms

grandes e influyentes firmas del pas estn localizadas all. Sedice que en Washington hay ms de 7.000 abogados comprometi-dos en prcticas federales o solamente comunes. Ms de 160firmas de abogados que no son de la ciudad tienen oficina enWashington.3

El poder en Washington no es un poder monoltico en unas

pocas manos, como es en los pases totalitarios como la UninSovitica, China Roja o Cuba. Est fragmentado. Todos los grupos

3 "Boom Industry", Wall Street Journal, 12 de junio 1979, pg. 1,col. 5.


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particulares del pas tratan de meter sus manos en el fragmentoque puedan. El resultado es que difcilmente existe un asunto que

no comprometa al gobierno con todas las partes involucradas.Por ejemplo, en un slido edificio de Washington algunosempleados del gobierno estn trabajando tiempo completo enidear e implementar estrategias para gastar nuestro dinero endesalentarnos de fumar cigarrillos. En otro edificio slido, quizsa millas del primero, otros empleados, igualmente dedicados,igualmente trabajadores, estn trabajando tiempo completo gas-tando nuestro dinero en subsidiar a los granjeros para plantartabaco.

En un edificio, el Consejo de Estabilidad de Precios y Sala-rios est trabajando horas extraordinarias intentando persuadir,presionar, y embaucar a los empresarios para mantener los precios

bajos y a los trabajadores para que restrinjan sus demandas desalarios. En otro edificio algunas agencias subordinadas al Depar-tamento de Agricultura estn administrando programas para man-tener alto, o subir, los precios del azcar, algodn y otros numero-sos productos agrcolas. An ms, en otro edificio, funcionariosdel Departamento de Trabajo, bajo el Acta Davis-Bacon, estn

haciendo clculos de "salarios vigentes".El Congreso estableci un Departamento de Energa, em-pleando 20.000 personas, para promover la conservacin de laenerga. Tambin estableci una Agencia de Proteccin del Me-dio Ambiente, empleando alrededor de 12.000 personas, para

dictar regulaciones y rdenes, la mayora de las cuales requierenel uso de ms energa. Sin duda, cerca de cada agencia hay sub-grupos trabajando con el propsito contrario.

La situacin podra ser cmica si no fuera tan seria. Mientras

muchos de estos efectos se cancelan unos a otros, sus costos no lohacen. Cada programa toma dinero de nuestros bolsillos, quepodramos usar en comprar bienes y servicios para satisfacer nues-tras necesidades individuales. Cada uno de ellos usa personasentrenadas, capaces, que podran ser utilizadas en actividadesproductivas. Cada uno nos acosa con reglas, regulaciones, formu-lismos y formularios para llenar, en algo que nos enloquece atodos.

Intereses dispersos versus intereses concentrados

Tanto la fragmentacin de poder como las polticas guberna-mentales encontradas, estn basadas en las realidades polticas de

un sistema democrtico que opera promulgando legislacionesdetalladas y especficas. Tal sistema tiende a dar un poder poltico


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excesivo a los pequeos grupos que tienen intereses altamenteconcentrados, a dar mayor peso a los efectos inmediatos, obvios, y

directos de la accin del gobierno que a los efectos indirectos ydemorosos, posiblemente ms importantes, pero ocultos; a poneren accin un proceso que sacrifica el inters general para servir alos interesados particulares, en vez de lo contrario.

Existe en poltica "una mano invisible" que opera precisa-mente en la direccin opuesta a la mano invisible de Adam Smith.Individuos que intentan promover solamente el inters generalson guiados por la mano poltica invisible a promover un inters

particularque ellos no tenan intencin de promover.

Unos pocos ejemplos clarificarn la naturaleza del problema.Examinemos el programa del gobierno para favorecer a la marinamercante mediante subsidios a la construccin de barcos y opera-ciones, y limitando gran parte del trfico de cabotaje exclusiva-mente a barcos bajo bandera americana. Para el contribuyente, elcosto estimado es alrededor de US$ 600 millones al ao, US$ 15.000 al ao para cada una de las 40.000 personas ocupadasactivamente en la industria. Los dueos de buques, sus operado-res, y sus empleados, tienen fuertes incentivos para obtener ymantener esas medidas. Ellos gastan gran cantidad de dinero encabildeos y contribuciones polticas. Por otro lado, US$ 600 millo-nes divididos en una poblacin de alrededor de 200 millones depersonas resultan en US$ 3 al ao por persona; US$ 12 para unafamilia de 4 personas. Cuntos de nosotros votaran en contra deun candidato al Congreso que nos impone ese costo? Cuntos denosotros consideraremos rentable gastar dinero para anular esasmedidas, o an gastar tiempo en informarnos sobre estas mate-rias?

Como otro ejemplo, los dueos de acciones en compaas deacero, los ejecutivos de esas compaas, y los trabajadores delacero; todos saben muy bien que un aumento en las importacionesde acero extranjero a los Estados Unidos significar menos dineroy menores trabajos para ellos. Se dan cuenta con claridad que unaaccin del gobierno para impedir las importaciones los beneficia-ra. Los trabajadores en las industrias exportadoras que perdernsus trabajos, porque menos importaciones desde Japn significanmenos exportaciones a Japn, no saben que sus trabajos estnamenazados. Cuando pierdan sus trabajos, no sabrn por qu. Loscompradores de automviles, o de cocinas, o de otros artculoshechos de acero se quejarn de los altos precios que tienen quepagar. Cuntos compradores culparn por esto a las restriccionessobre las importaciones de acero que obliga a los fabricantes a usar


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acero domstico de ms alto precio en vez del acero importadoms barato? Ellos probablemente le echarn la culpa a los fabri-

cantes "voraces" o a los gremios obreros "codiciosos".La agricultura es otro ejemplo. Los agricultores desfilan enWashington con sus tractores para pedir un alza en los precios desustentacin. Antes del cambio en el rol del gobierno que hizonatural apelar a Washington, le habran echado la culpa al maltiempo y se habran dirigido por ayuda a las iglesias y no a la CasaBlanca. An en el caso de un producto tan indispensable y eviden-te como el alimento, ningn consumidor desfil en Washingtonpara protestar por la fijacin de precios. Y los mismos agricultores,

an a pesar de que la agricultura es la mayor industria exportadorade los Estados Unidos, no reconocen el grado de asociacin entresus propios problemas y la interferencia gubernamental en elcomercio exterior. No se les ocurre, por ejemplo, que puedenhaber sido perjudicados por las restricciones sobre las importa-ciones de acero.

O para tomar un ejemplo muy diferente, la Oficina Postal deEstados Unidos. Todo movimiento para derogar el monopoliogubernamental del correo de primera clase es rechazado vigoro-

samente por los sindicatos de los trabajadores postales. Percibenclaramente que abrir el servicio postal a la empresa privada puedesignificar la prdida de sus trabajos. Les conviene tratar de impe-dir ese resultado. Como sugiere el caso de los Brennan enRochester, si el monopolio postal fuese abolido, podra surgir unaindustria privada vigorosa, con miles de empresas y empleandodecenas de miles de trabajadores. Pocas de las personas quepueden encontrar una oportunidad rentable en tal industria sabenque tal posibilidad existe. Ciertamente no estn en Washington

testificando ante el comit pertinente del Congreso.El beneficio que obtiene un individuo de cualquier programa

sobre el que tiene un inters particular, puede ser ms que anula-do por los costos que le significan muchos otros programas que loafectan levemente. Aun as, le conviene favorecer ese programa, yno oponerse a los otros. Fcilmente, puede darse cuenta que l,

junto al pequeo grupo con su mismo inters particular, pueden

permitirse gastar dinero y tiempo suficiente para hacer una dife-rencia respecto a ese programa. No promover ese programa noimpedir que los otros, que le son perjudiciales, sean adoptados.Para lograr ello debera estar dispuesto, y ser capaz, a dedicartanto esfuerzo a oponerse a cada programa como favorecer el suyopropio. Obviamente una actitud de ese tipo no es rentable.

Los ciudadanos estn conscientes con respecto a los impues-


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tos pero ese conocimiento se hace difcil por la naturaleza ocultade la mayora de ellos. Los impuestos a las sociedades y sobre elconsumo estn incluidos en el precio de los bienes que las perso-nas compran, sin contabilidad aparte. La mayora de los impuestosa la renta son retenidos en la fuente. La inflacin, el peor de losimpuestos ocultos, no es fcil de comprender. Solamente los im-puestos a las ventas, a la propiedad, y al ingreso que excede a lasretenciones, son notorios directa y dolorosamente, concentrndo-se sobre ellos, por lo tanto, todo el resentimiento.

Burocracia

Mientras ms pequea sea la unidad de gobierno, y msrestringidas las funciones que se le asignan ser menos probableque sus acciones reflejen intereses particulares en vez del intersgeneral. La imagen que viene a la mente es la del conjunto de lospueblos de Nueva Inglaterra. Los ciudadanos conocen y puedencontrolar a los gobernantes; cada persona puede expresar suspuntos de vista; la agenda del gobierno es suficientemente peque-a de tal forma que cualquiera puede estar informado razonable-

mente, tanto de los pequeos tems como de los de mayor impor-tancia.A medida que el campo de accin y el rol de gobierno se

expanden ya sea cubriendo una mayor rea y poblacin o reali-zando una mayor variedad de funciones la conexin entre losciudadanos y los gobernantes se ve atenuada. Se hace imposiblepara una gran parte de los ciudadanos estar razonablemente bieninformados acerca de todos los tems comprendidos en una agen-da gubernamental ms amplia y, ms all de ciertos niveles, si-

quiera sobre los tems ms importantes. Crece la burocracia quese necesita para administrar el gobierno y se interpone progresi-vamente entre la ciudadana y los representantes que stos eligen.Se convierte tanto en un vehculo a travs del cual los interesesparticulares pueden alcanzar sus objetivos, como, ella misma, enun importante inters particular.

Actualmente en los Estados Unidos, todo aquello semejante aun control detallado y efectivo del pblico sobre el gobierno, estlimitado a aldeas, pueblos, pequeas ciudades, y reas suburba-

nas, y slo sobre aquellas materias no asignadas al gobierno fede-ral o estatal. En las grandes ciudades, estados, y en Washington,tenemos un gobierno del pueblo pero no a travs del pueblo sinoque a travs de un gran grupo de burcratas annimos.

No se podra concebir a ningn legislador federal leyendo,


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analizando, y estudiando individualmente todas las leyes sobrelas cuales debe votar. Para la mayora de las decisiones sobrecmo votar, l depende necesariamente de sus numerosos ayu-dantes y asistentes, o de los cabilderos, o de sus compaeroslegisladores, o de alguna otra fuente. La burocracia del Congreso,que no ha sido elegida, de seguro tiene hoy mucho ms influenciaen dar forma a las detalladas leyes que se aprueban que nuestrosrepresentantes elegidos.

Esta situacin es an ms extrema en la administracin de losprogramas gubernamentales. La vasta burocracia federal, reparti-da a travs de los numerosos departamentos gubernamentales y

agencias independientes, est literalmente fuera del control delos representantes elegidos por el pueblo. Los Presidentes, Sena-dores, y representantes elegidos llegan y se van, pero la rama civilde la administracin pblica permanece. Los burcratas de altonivel son viejos maestros en el arte de usar formularios para atrasary anular los proyectos que no favorecen; de usar reglas y regla-mentos como "interpretaciones" de leyes que de hecho alteransuperficial, o a veces crudamente, su veracidad; de resistir aadministrar aquellas partes de la ley que desaprueban, mientras

presionan sobre aqullas que favorecen.Recientemente, las cortes federales, enfrentadas a legislacio-

nes cada vez ms amplias y complejas, han abandonado su roltradicional como intrpretes objetivos de la ley y se han transfor-mado en participantes activos tanto en la legislacin como en laadministracin. Al hacerlo, se han vuelto parte de la burocracia, yno en un segmento independiente del gobierno, que media entresus otras partes.

Los burcratas no han usurpado el poder. No se han compro-

metido deliberadamente en ninguna clase de conspiracin paradestruir el proceso democrtico. El poder les ha sido confiado. Essimplemente imposible conducir actividades complejas de go-bierno mediante alguna forma distinta a delegar responsabilida-des. Cuando ello conduce a conflicto entre los burcratas delega-dos para diferentes funciones como, recientemente, entre bur-cratas delegados para conservar y mejorar el medio ambiente y losburcratas delegados para fomentar la conservacin y produccinde energa la nica solucin posible es dar poder a otro grupo de

burcratas, se dice que para acabar con los formulismos, cuandoel problema real no son stos sino que un conflicto entre dosobjetivos deseables.

Los burcratas de alto nivel a quienes se les han asignadoestas funciones, no pueden imaginar que los informes que escri-


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ben o reciben, las reuniones a las que asisten, las interminablesdiscusiones que mantienen con otras personas importantes, lasreglas y reglamentos que dictan, son los problemas ms que lasolucin. Inevitablemente se convencen de que son indispensa-bles, que saben ms sobre lo que debera hacerse que los desin-formados votantes o los empresarios preocupados de su propio

inters.El crecimiento de la burocracia en tamao y poder afecta cada

detalle de la relacin entre los ciudadanos y su gobierno. Si setiene un motivo de queja o se ve el modo de sacar ventaja de unamedida gubernamental, probablemente como primer recurso tra-taremos de influir a un burcrata para que falle en nuestro favor.Se puede apelar al representante que hemos elegido, pero si lohacemos, ser ms probable que se le pida que intervenga ennuestro favor con un burcrata, y no que apoye una legislacinespecfica.

Cada vez ms, el xito en los negocios depende de sabersalirse con la suya en Washington, teniendo infuencia sobre loslegisladores y burcratas. Se ha desarrollado lo que se ha llamadouna "puerta giratoria" entre el gobierno y los negocios. Servir un

tiempo como empleado civil en Washington, se ha convertido enun aprendizaje para una exitosa carrera de negocios. Los trabajosgubernamentales se piensan menos como el primer paso en unacarrera gubernamental de por vida, que por el valor de los contac-tos y por el posible encuentro con un futuro empleador. Proliferala legislacin de lucha de intereses, pero sta, a lo ms, solamenteelimina los abusos ms evidentes.

Cuando un inters particular intenta obtener beneficios me-diante una legislacin muy notoria, no solamente debe vestir su

exhortacin con retrica del inters general, sino que debe per-suadir a un segmento significativo de personas desinteresadas,que ella tiene mrito. Rara vez ser adoptada aquella legislacinque defienda abiertamente el inters personal. Esto lo ilustra elreciente rechazo a otorgar mayores privilegios especiales para lamarina mercante, a pesar del respaldo del Presidente Crter des-pus de recibir ste una importante ayuda para su campaa por

parte de los sindicatos involucrados. Se apoya la proteccin a laindustria del acero de la competencia extranjera como contribu-

cin a la seguridad nacional y al pleno empleo; el subsidio a laagricultura porque asegura una oferta de alimentos; el monopoliopostal porque une a la nacin; y as sucesivamente sin fin.

Casi un siglo atrs, A. V. Dicey explic por qu la retrica entrminos del inters general es tan persuasiva: "El efecto benefi-


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cioso de la intervencin estatal, especialmente bajo la forma delegislacin, es directo, inmediato, y por decirlo as, visible, mien-tras que sus efectos perjudiciales son graduales e indirectos, yestn fuera del alcance de la vista... De aqu que la mayora de lahumanidad debe mirar casi necesariamente a la intervencin gu-bernamental con favor excesivo".4

Este "sesgo natural", como lo llam l, en favor de la inter-vencin gubernamental, se refuerza enormemente cuando un in-ters particular trata de obtener beneficios a travs de procesosadministrativos ms que mediante legislaciones. Una compaade transportes que apel a la Comisin Reguladora de Transpor-

tes por un fallo favorable tambin us la retrica del intersgeneral, pero no es probable que alguien presione al respecto. Lacompaa no necesita convencer a nadie ms que a los burcratas.La oposicin rara vez proviene de personas desinteresadas y preo-cupadas tan slo del inters general. Viene de otras personas sinteresadas; navieros u otros transportistas, que tienen sus pro-pios fines particulares. Sin duda, el camuflaje usado es muy sutil.

El crecimiento de la burocracia, reforzado por el cambio en elrol de los juzgados, ha hecho una burla del ideal expresado por

John Adams en su proyecto original de la Constitucin de Mas-sachusetts (1779):"un gobierno de leyes en vez que de hombres'.'Cualquiera que haya sido sometido a una inspeccin minuciosadel equipaje a la vuelta de un viaje al extranjero, que haya vistorevisada su contabilidad de devolucin de impuestos por el Servi-cio de Impuestos Internos, que haya sido sometido a inspeccinpor parte de un oficial de la Seguridad en el Trabajo o de cualquierotra de las muchas agencias federales, que haya tenido ocasin derecurrir a la burocracia para un fallo o un permiso, o haya tenido

que defender un alza de precio o salario ante el Consejo deEstabilidad de Precios y Salarios, sabe cun lejos estamos de ungobierno de leyes. Se supone que el oficial del gobierno es nues-tro empleado. Cuando usted est sentado frente al escritorio de unrepresentante del Servicio de Impuestos Internos que le esthaciendo una auditora sobre su devolucin de impuestos, cules el seor y cul el sirviente?

O para usar un ejemplo diferente. Una historia reciente delWall Street Journal (25 de junio de 1979), es titulada: "Ex Director

de una corporacin llega a acuerdo con la Comisin de Valores".El Director, Maurice G. McGill, dice: "El problema no es si me he

4Lectures on the Relation between Law and Public Opinin (1914ed.) Pag. 257-58.


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beneficiado personalmente de la transaccin, sino ms bien cu-les son las responsabilidades de un director que no es ejecutivo.Sera interesante llevarlo a juicio, pero mi decisin de llegar a unacuerdo fue puramente econmica. El costo de pelear con laComisin de Valores hasta el fin sera enorme". Gane o pierda, elSr. McGill tendra que pagar sus costos legales. Gane o pierda, eloficial de la Comisin de Valores que lleva el caso tiene pococomprometido, excepto el status entre sus compaeros burcra-tas.

Qu podemos hacer

No es necesario decirlo; aquellos de nosotros que deseamosdetener e invertir la tendencia reciente, nos deberamos oponer amedidas especficas adicionales para expandir an ms el poder yalcance del gobierno; impulsar la derogacin y reforma de lasmedidas existentes; y tratar de elegir legisladores y ejecutivos quecompartan este punto de vista. Pero ste no es un medio efectivopara invertir el crecimiento del gobierno. Est condenado al fra-caso. Cada uno de nosotros defendera sus propios privilegios

especiales y tratara de limitar al gobierno a expensas de alguienms. Estaramos peleando con una hidra de muchas cabezas, quecreceran ms rpidamente de las que seamos capaces de cortar.

Nuestros padres fundadores nos han mostrado un modo msadecuado de proceder: a travs de un paquete de negociaciones.Podemos adoptar estatutos desinteresados que limiten los objeti-vos que tratamos de obtener a travs de canales polticos. Nodebemos considerar cada caso por sus caractersticas individua-les, sino formular reglas amplias que limiten aquello que el go-

bierno puede hacer.El mrito de este enfoque quedar bien ilustrado por la Pri-mera Enmienda a la Constitucin. Muchas restricciones especfi-cas sobre la libertad de expresin seran aprobadas por una mayo-ra sustancial de legisladores y votantes. Probablemente una ma-yora favorecera la proposicin de impedir a los nazis, Adventis-tas del Sptimo Da, Testigos de Jehov, el Ku Klux Klan, vegeta-rianos, o casi cualquier otro grupo pequeo que se pueda ocurrir,hablar en la esquina de una calle.

El mrito de la Primera Enmienda es que trata estos casoscomo un paquete. Adopta el principio que el "Congreso no podrhacer ninguna ley... que impida la libertad de expresin"; no hayuna consideracin de cada caso por separado. Una mayora laaprob en su poca y, estamos convencidos, una mayora la apro-


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baria hoy da. A cada uno de nosotros le interesa ms no tenernuestra libertad limitada cuando estamos en la minora, que inter-

ferir en la libertad de los dems cuando estamos en la mayora, yla mayora de nosotros estaremos, en uno u otro momento, enalgn tipo de minora.

En nuestra opinin, necesitamos el equivalente a la PrimeraEnmienda para limitar el poder del gobierno en el rea econmicay social. Una declaracin de derechos econmicos para completary reforzar la declaracin de derecho original.

La incorporacin de tal declaracin de derechos en nuestraconstitucin no invertir por s sola la tendencia hacia gobiernos

an ms grandes, ni impedir que ella cobre nueva fuerza, no enms de lo que la constitucin original previno el crecimiento ycentralizacin en el poder del gobierno mucho ms all de lo queintentaron o predijeron los creadores de la constitucin. Unaconstitucin escrita no es una condicin necesaria ni suficientepara desarrollar o preservar una sociedad libre. A pesar que GranBretaa ha tenido, siempre, solamente una constitucin "no escri-ta", ha desarrollado una sociedad libre. Muchos pases latinoame-ricanos que han adoptado constituciones escritas, copiadas casi

palabra por palabra de la constitucin de los Estados Unidos, nohan tenido xito en establecer una sociedad libre. Para que unaconstitucin escritao en cuanto a esto, no escrita sea efectiva,debe ser sustentada por el clima general de opinin, tanto delpblico en general como de sus lderes. Debe incorporar princi-pios en los que ellos creen profundamente, de tal modo que seaseguro que el ejecutivo, la asamblea legislativa y los juzgados secomportarn de conformidad a estos principios. Como hemosvisto, cuando este clima de opinin cambia, tambin lo har la

poltica.Sin embargo, y por dos razones, creemos que la formulacin y

adopcin de una declaracin de derechos econmicos sera elpaso ms efectivo que se pueda tomar para invertir la tendenciahacia gobiernos an ms grandes. Primero, porque el proceso deformular las enmiendas tendra gran valor para formar el clima deopinin; segundo, porque la promulgacin de estas enmiendassera un modo ms directo y efectivo que nuestro presente proce-so legislativo para convertir este clima de opinin en polticas

reales.Como la corriente de opinin en favor del liberalismo del

"New Deal" ha llegado a su mximo, el debate nacional que segenerara al formular tal declaracin de derechos, ayudara paraasegurar que esa opinin se encamine definitivamente hacia la


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libertad en vez de hacia el totalitarismo. Adems, ayudara a unamejor comprensin del problema de los gobiernos grandes y de

sus posibles soluciones.El proceso poltico implcito en la adopcin de tales en-miendas sera ms democrtico que nuestra actual legislacin yestructura administrativa, en el sentido de permitir que los valo-res del pblico en general determinen el resultado. Decisin trasdecisin, el gobierno del pueblo acta de un modo opuesto alpreferido por la mayora de la gente. Todas las encuestas deopinin pblica muestran que una gran mayora del pblico seopone a ciertas medidas especficas para conseguir la integracin

de blancos y negros en las escuelas, pero estas medidas no sola-mente existen, sino que continuamente se expanden. Gran partede esto tambin es cierto respecto a programas sobre empleo yeducacin superior, y muchas otras medidas dirigidas a imple-mentar puntos de vista que favorecen igualdad de oportunidades.Hasta donde nosotros sabemos, ningn encuestador le ha pregun-tado al pblico, "est usted obteniendo el valor que correspondea ms del 40% de su renta que es gastado por el gobierno para subeneficio?". Pero, existe alguna duda sobre lo que mostrara la

encuesta?Por las razones presentadas en la seccin anterior el intersparticular prevalece a expensas del inters general. La nuevaclase, venerada en las universidades, los medios de prensa yespecialmente la burocracia federal, se ha convertido en uno delos ms poderosos intereses particulares. Repetidamente, la nue-va clase ha tenido xito en imponer sus puntos de vista, a pesar dela gran opinin pblica y, a menudo, a pesar de la promulgacinde legislaciones especficas en sentido contrario.

La adopcin de enmiendas tiene la gran virtud de ser descen-tralizada. Requiere de la accin separada de tres cuartos de latotalidad de los estados. An ms, la proposicin de nuevas en-miendas puede eludir al Congreso: el artculo 5. de la constitu-cin estipula que el "Congreso... por la peticin de dos tercios delos distintos estados que forman la asamblea, deber llamar a unaConvencin para proponer enmiendas". El movimiento recientepara llamar a una Convencin para proponer una Enmienda exi-giendo que el presupuesto federal est equilibrado, fue respalda-do por 30 estados a mediados de 1979. La posibilidad de quecuatro asambleas estatales ms se unan al movimiento, lograndolos dos tercios necesarios, ha producido consternacin en Wash-ington, precisamente porque ste es un artificio que puede efecti-vamente eludir a la burocracia de Washington.


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Restricciones sobre Impuestos y Castos

El movimiento para adoptar enmiendas constitucionales paralimitar al gobierno ya est en marcha al menos en un rea: im-puestos y gastos. Ya a principios de 1979 cinco estados habanadoptado enmiendas a sus constituciones que limitan el monto deimpuestos que el estado puede imponer, o en algunos casos, elmonto que el estado puede gastar. En otros estados, enmiendassimilares estn a medio camino de ser adoptadas; mientras quean en otros estados estn programadas para ser votadas en laeleccin de 1979. Movimientos activos para adoptar enmiendas

similares estn en marcha en ms de la mitad de los estadosrestantes. Una organizacin nacional, el Comit Nacional paraLimitar a los Impuestos (N.T.L.C.), con la cual estamos relaciona-dos, ha servido como punto de encuentro y coordinador de lasactividades de los distintos estados. A mediados de 1979 tenaalrededor de 250.000 miembros en el pas, nmero que estaumentando rpidamente.

A nivel nacional se estn desarrollando dos acontecimientosde importancia. Uno es la gestin para obtener de las asambleas

estatales un mandato al Congreso para que ste llame a una con-vencin nacional en la que se proponga una enmienda que exijaequilibrar el presupuesto; inicialmente la chispa fue encendidapor el sindicato nacional de contribuyentes, que tena alrededorde 125.000 miembros a lo largo de la nacin a mediados de 1979.El otro es una enmienda para restringir el gasto a nivel federal,que fue propuesto bajo el auspicio de la NTLC. El comit redac-tor, en el cual ambos servimos, incluy abogados, economistas,cientistas polticos, legisladores estatales, hombres de negocios y

representantes de varias organizaciones. La enmienda que sepropuso ha sido presentada en ambas cmaras del Congreso, y laNTLC est comprometida en una campaa nacional de apoyo aella.

La idea bsica tras las enmiendas estatal y federal, es corregirun defecto de nuestra actual estructura, bajo la cual los represen-tantes elegidos democrticamente votan por gastos mayores de losque una mayora de votantes considera deseable.

Como hemos visto, este resultado es consecuencia de unsesgo poltico que favorece a los intereses particulares. Los pre-supuestos gubernamentales son determinados sumando gastosautorizados para una multitud de programas separados. El peque-o grupo de personas que tiene un inters particular en cadaprograma especfico gasta dinero y trabaja duro para obtener su


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aprobacin; la mayora de las personas, cada una de las cuales sergravada con unos pocos dlares para pagar el programa, encontra-

r que no es rentable gastar dinero o trabajar para oponerse a l,an si se las ingenian para averiguar sobre el programa.

La mayora gobierna. Pero es una clase especial de mayora.Consiste en una coalicin de minoras con intereses particulares.La forma de ser elegido para el Congreso consiste en reunirgrupos del, digamos, 2 3 por ciento de los electores, cada uno delos cuales est interesado fuertemente en un asunto particular quedifcilmente concierne al resto de los electores. Cada grupo estardispuesto a votar por usted si le promete respaldar su posicin, sin

que les importe qu hace usted sobre los otros asuntos. Rena unnmero suficiente de estos grupos y obtendr una mayora del51%. Esta es la clase de mayora, por acuerdo de ayuda mutua ointercambio de votos ("logrolling") que gobierna el pas.

Las enmiendas propuestas alteraran las condiciones bajo lascuales operan los legisladores estatales o federales, segn sea elcaso limitando el monto total del que pueden apropiarse. Lasenmiendas le daran al gobierno un presupuesto limitado, especi-ficado anticipadamente, del mismo modo en que cada uno denosotros tiene un presupuesto restringido. Legislaciones excesi-vas sobre intereses particulares son indeseables, pero nunca soninequvocamente malas. Por el contrario, cada medida ser pre-sentada como sirviendo a una buena causa. El problema es quehay un nmero infinito de buenas causas. Generalmente, un legis-lador est en una posicin muy dbil para oponerse a una "buena"causa. Si objeta que una de ellas aumentar los impuestos, sercalificado como reaccionario dispuesto a sacrificar las necesida-des humanas por motivos mercenarios; despus de todo, paraesta buena causa slo se necesitara aumentar los impuestos enunos pocos centavos o dlares por persona. El legislador est enmucho mejor posicin si puede decir, "S, la suya es una buenacausa, pero tenemos un presupuesto fijo. Ms dinero para vuestracausa significa menos para otra. Cul de estas otras deber serrecortada?". El efecto ser que, en vez de confabularse para hacermayor la torta a expensas del contribuyente, los intereses particu-lares tendrn que competir uno con otro si desean aumentar laproporcin que tienen de ella.

Conclusin

El funcionamiento conjunto de las ideas de libertad humana ylibertad econmica alcanz su mxima expresin en los Estados


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Unidos. Muchas de estas ideas estn todava con nosotros. Todosnosotros estamos empapados con ellas. Son parte de la constitu-

cin misma de nuestro ser. Pero nos hemos estado alejando deellas. Nos hemos olvidado de la verdad bsica que la mximaamenaza a la libertad humana es la concentracin de poder, ya seaen las manos del gobierno o de alguien ms. Nos hemos convenci-do nosotros mismos que no es peligroso otorgar poder, siempreque sea para buenos propsitos.

Afortunadamente, estamos despertando. Estamos nuevamen-te reconociendo los peligros de una sociedad excesivamente diri-gida, llegando a entender que los buenos objetivos pueden ser

corrompidos por los malos medios, que la confianza en la libertadde las personas para controlar sus propias vidas de acuerdo a suspropios valores es el medio ms seguro de alcanzar todo el poten-cial de una gran sociedad.

Afortunadamente, tambin, somos todava un pueblo librepara elegir el camino a seguir; si continuar por el que nos llevahacia gobiernos an ms grandes, o detenernos y tomar nuevadireccin.


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Apndice

Programa Socialista de 1928

He aqu los principios econmicos del programa del partidoSocialista de 1928, junto con una indicacin entre parntesis dehasta dnde se han logrado. La siguiente lista incluye todas lasmedidas econmicas, pero no su lenguaje exacto.

1. "Nacionalizacin de nuestros recursos naturales, empezan-do por las minas de carbn y represas, particularmente la Represa

Boulder y Muscle Shoals". (La Represa Boulder, llamada ahoraRepresa Hoover y Muscle Shoals, son ahora proyectos del gobier-no federal.)

2. "Un sistema gigante de propiedad pblica bajo el cual elgobierno federal cooperar con los estados y las municipalidadesen la distribucin de la energa elctrica a la gente, a su costo".(Tennessee Valley Authority.)

3. "Propiedad nacional y manejo democrtico de los ferroca-rriles y otros medios de transporte y comunicacin". (El servicio

de ferrocarriles para pasajeros est completamente nacionalizadoa travs de Amtrak. Algunos servicios de flete estn nacionaliza-dos por medio de Conrail. La Comisin Federal de Comunicacio-nes controla las comunicaciones telefnicas, telgrafo, radio ytelevisin.)

4. "Un programa nacional adecuado para control de los ros,reforestacin, irrigacin y restauracin". (Los gastos guberna-mentales para estos propsitos son de varios billones de dlaresen la actualidad.)

5. "Ayuda inmediata a los desempleados mediante el aumen-to de todas las obras pblicas y un programa de planificacin delargo plazo en obras pblicas..." (En los aos 30, WPA y PWAfueron la contraparte directa; ahora lo son una amplia variedad deotros programas.) "Todas las personas empleadas de esta forma


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tendrn horas y salarios fijados por los sindicatos laborales." (Lasleyes de Davis-Bacon y Walsh-Haley requieren que los empresa-

rios con contratos con el gobierno paguen los "salarios prevale-cientes", generalmente interpretados como los salarios ms altosde los sindicatos.)

6. "Prstamos sin intereses a los estados y las municipalida-des para propsitos de llevar a cabo trabajos pblicos y tomar otrotipo de medidas que aminorarn la miseria general". (Las conce-

siones federales en ayuda a los estados y municipalidades locales,actualmente totalizan decenas de billones de dlares al ao.)

7. "Un sistema de seguro de desempleo". (Parte del sistema

de Seguro Social.)8. "La extensin a lo largo de la nacin de agencias de empleopblico en cooperacin con federaciones de trabajo de las ciuda-des". (El Servicio de Empleo de los EE.UU. y los servicios afilia-dos de empleo estatales administran una red de alrededor de2.500 oficinas locales de empleo.)

9. "Un sistema de seguro de salud y accidente y pensin deancianos, as como un seguro de desempleo". (Parte del sistemade Seguro Social.)

10. "Acortamiento del da de trabajo" y "Asegurar a cadatrabajador un perodo de descanso no menor a dos das a la sema-na". (Legislacin de salarios y horas legales que requieren pagode horas extra para ms de 40 horas de trabajo a la semana.)

11. "Promulgacin de una enmienda federal adecuada encontra del trabajo de los nios". (No alcanzada como enmienda,pero su esencia est incorporada en varias actas legislativas.)

12. "Abolicin de la explotacin brutal de convictos bajo elsistema de contrato y sustitucin por una organizacin cooperati-va de industrias en las penitenciaras y talleres para el beneficiode convictos y sus dependientes". (Alcanzado en parte.)

13. "Incremento en la tributacin en los niveles altos deingreso, de los impuestos a las corporaciones y a las herencias, delos rditos a ser usados para pensiones de ancianos y otras formasde seguro social". (En 1928, la tasa impositiva ms alta al ingresopersonal era 25 por ciento; en 1978, 70 por ciento; en 1928, la tasaimpositiva a las corporaciones era 12 por ciento; en 1978, 48 porciento; en 1928, la tasa de impuesto mxima del estado federal era

20 por ciento; en 1978, 70 por ciento.)14. "Apropiacin por tributacin de todo el valor anual de

arriendo de toda aquella tierra que se mantenga para especula-cin". (No ha sido alcanzado en esta forma, pero los impuestos a lapropiedad han subido drsticamente.)

la corriente se revierte friedman

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