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Número 6 Junio 2010

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Número 6Junio 2010

Colección fotográfica de Juan Carlos Banovio García

EDITORIAL

Sumario

El primer español que vio a Felipe V. 4

III Centenario Batalla de Zaragoza. 8

La verdadera destreza. 10

Duque de Berwick,un inglés al servicio de

Francia. 13

“Gaceta de Almansa Histó-rica”. Publicación de la A.C.

1707

www.almansa1707.es

Redacción: Herminio Gómez, Norberto Cuenca, José Ramón Sánchez, José Antonio Blanco, Manolo Olaya.Maquetación: Leia Cuenca

Colaboradores: Luis Bonete, César Evangelio Luz y Juan Sáchez Gutierrez.

Imprime: Imprenta Municipal

Patrocinio: Concejalía de Cul-tura. Ayuntamiento de Almansa

Deposito legal:

El pasado mes de Mayo, el grupo de recreación de la Asociación 1707 participó en el III Centenario de la Batalla de Zaragoza, tam-bién conocida como del Monte Torrero, la mayor derrota de “Las Dos Coronas” en la península. Una nueva cita con los grupos de recreación españoles y europeos que compartimos la pasión por la época de la Guerra de Sucesión Española. Unas conmemoraciones que comenzaron en nuestro país el año 2007 con el III Centenario de la Batalla de Almansa y que siguen desde entonces la pauta de-sarrollada por nuestra ciudad en aquella ocasión.

Abrimos este número con un sugerente artículo sobre los viajes de la aristocracia hispana a la corte de Luis XIV, firmado por César Evange-lio Luz, vicepresidente de la Asociación Napoleónica Valenciana.Os recomendamos también el artículo sobre “Destreza Española” de nuestro amigo y colaborador Juan Sánchez Gutiérrez, que nos da a conocer un arte marcial europeo desarrollado en el siglo XVII en nuestro país y que poco a poco, gracias al esfuerzo de unos cuantos entusiastas va desvelando sus secretos, mucho tiempo olvidados.

Las fotografías antiguas de este mes. La primera está realizada desde el antiguo Hospital de San Juan (ac-tualmente el ambulatorio de la seguridad social) hacia el año 1920 y de fotógrafo desconocido.La de la parte inferior esta tomada en el antiguo callejón del barrio de San Juan (actual avenida José Rodríguez) hacia el año 1910 y su autor fue José Martínez Caballero, fotógrafo aficionado de Almansa. Estas fotografías están publicadas en el libro “Almansa Imágenes de un pasado (1870-1936)” editado en 1985.

El equipo de Redacción

El primer español que vio a Felipe V

Francia. Es el día de Todos los Santos del año 1700. Luis XIV y su Corte se encuentran en el pa-lacio de Fontainebleau. Allí debe el Rey Sol celebrar tan marcada festividad y asistir a los cantos de las Vísperas de Difuntos, cosa que gusta hacer con gran solemnidad en lucimiento de su título de Rex Christianissimum, -otorgado po-cos años antes por el Papa Ino-cencio XII-. El rito comienza tras la comida del mediodía. Nos en-contramos, pues, en la tarde del 1 de Noviembre de 1700.

El monarca galo entra en la Ca-pilla de Palacio y junto a él se sientan los demás miembros de la familia real. En el tercer tabu-rete por su derecha se acomoda su nieto Felipe, un joven tímido, rubio y de piel clara. Cuenta ape-nas diecisiete años, es el hijo se-gundo del Delfín y ha recibido el título de Duque de Anjou. Unos metros más atrás, entre el público invitado, se encuentra

otro joven -éste español- de vein-tidós años, el menorquín Bernar-do José Olives Nadal. Nuestro compatriota no es consciente, en esos momentos, de la mag-nífica realidad histórica a la que está asistiendo: ante sí tiene a su nuevo rey, quien habrá de go-bernar como Felipe V. Hacia las tres de esa tarde había fallecido en Madrid el malogrado Car-los II, dejando en su testamento como heredero del reino a Felipe de Anjou, quien por tanto queda convertido de pleno derecho en el nuevo Rey de España. Así pues, el joven Bernardo es, con casi total certeza, el primer español en ver al nuevo rey de la Casa de Bor-bón, aunque los presentes aún no lo sepan.

Pero ¿quién es este menorquín al que encontramos participando como uno más en las pomposas ceremonias del Rey Sol?Bernat Joseph Olives Nadal (así le llaman en los libros parroquia-

les) ha nacido en Ciutadella de Menorca el 27 de Febrero de 1678. Su padre, Marcos Olives Martí, había sido un prohombre de la isla cuyos progresos le lle-varon hasta el Consejo del Rey con plaza de Ministro. La madre, María de Nadal Despujol, perte-necía a la pequeña nobleza cata-lana. El entorno familiar permitió a Bernardo gozar de una refina-da instrucción, residir varios años en la corte de Madrid y aprender varios idiomas. La pronta muer-te de sus padres y su condición de hermano mayor le obligarán a tomar las riendas de la hacien-da familiar, lo que hará con buen temple y le ejercitará en el arte de observar, de enjuiciar, y también de escribir.

A finales de 1699, Bernardo ha conseguido estabilizar los asuntos familiares y se siente libre para iniciar lo que considera un ele-mento imprescindible en su for-mación: un viaje por Europa. Este

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1699 - 1701

viaje le llevará durante dos años por Cataluña, Francia, Italia, Sa-boya, Flandes, Holanda, Inglate-rra, vuelta por Francia y regreso a España, donde desde Madrid atravesará Valencia y Cataluña hasta llegar a su Menorca natal. Nos ha dejado un modélico rela-to de sus experiencias en su Dia-rio de viaje.

Quiere el azar que el 1 de No-viembre de 1700 Bernardo se encuentre en la corte francesa. Le ha servido de introductor el Em-bajador de España, cargo des-empeñado por el catalán Manuel de Sentmenat, Marqués de Cas-telldosrius y amigo de la familia de Bernardo. Los dos españoles asisten al canto de Vísperas, por lo que el Embajador de España comparte con el menorquín el pri-vilegio de la primicia en observar al nuevo rey Felipe V. Antes han participado en la comida real, y han podido observar cómo el Duque de Orleáns, hermano de

Luis XIV, ha avisado a éste de la presencia de los dos españoles, a lo que el Rey francés ha reaccio-nado preguntando amablemente a los hispanos por su viaje.

La deferencia mostrada por el Rey Sol hacia los dos españoles se debe sin duda a que el monarca se siente ya próximo a culminar sus planes sobre España. Sus em-bajadores le han ido informando de los cambios en la última volun-tad del rey español, el cual en la cláusula 13 de su tercer y último testamento -de 3 de Octubre de 1700- se decanta por la opción francesa.

Pocos días más tarde se conocerá en la corte gala la noticia. Felipe V emprenderá de inmediato su viaje a España de forma parale-la al que efectúa Bernardo. Sin embargo, éste no siente especial apego por acercarse al nuevo rey, y marca intencionadamente las distancias en su itinerario. Queda

para otro relato más extenso el analizar si esto se debe a pruden-cia, desconfianza, o directamente desafección. Las Baleares no son un territorio de pensamiento uni-forme como se verá en las disen-siones que de inmediato surgen ante las dos candidaturas, y que facilitarán el triunfo austracista en

“...el 1 de Noviembre de 1700 Bernardo se encuentra en la corte francesa. Le ha servi-do de introductor el Embajador de Espa-ña (...) éste compar-te con el menorquín el privilegio de la pri-micia en observar al nuevo rey Felipe V”

1706. El recuerdo de la recién acabada guerra con Francia no ayuda a crear adhesiones, y Ber-nardo lo sabe bien pues tuvo que ver cómo su propia madre viuda se vio amenazada en Barcelona por los bombardeos franceses.

Quizá ha sido informado por el embajador de los planes secretos y Tratados de Partición de Francia e Inglaterra para dividir las Espa-ñas en evitación del conflicto, y en los que Menorca junto con el núcleo de España había de que-dar para el pretendiente bávaro (primero) o para el austracista después, ya que la orientación felipista no se objetivará hasta el último testamento de Carlos II, a menos de un mes de su muerte.

Es posible también que Bernardo presienta que el Rey Borbón va a desatender el flanco Levantino, dejando que Inglaterra se cebe en el eje Gibraltar-Mahon-Tolón en su sueño por dominar el Medi-

Nota de la Redacción:

“Grand Tour”, es el nombre que recibe el viaje que emprendían los jóvenes de la aristocracia europea a principios del s. XVIII como parte final de su formación cultural y social como miembros de la nobleza. La duración variaba entre seis meses y dos años y solía discurrir por varios países, visitando los principales centros de poder político y religioso europeos, por lo que el caso de Bernardo José puede considerarse como perfectamente típico dentro de las cos-tumbres de la aristocracia europea. Este viaje, además, servía para perfeccionar en los jóvenes aristócratas el uso del idioma francés, lengua utilizada en las relaciones internacionales en la época.

terráneo, todo ello en una guerra previsible en la que Europa quie-re decir Italia, e Italia quiere decir Milán, tan cercano a Menorca por los puentes imaginarios de Sabo-ya, Turín, Génova, Cerdeña... Puede que el fin de todo esto no pueda ser sino la pérdida de los fueros ante un criterio centralista que en Francia ya se ensaya... y con toda seguridad la revuelta civil, la inestabilidad y la ruina. Posiblemente Bernardo sienta el

mismo desapego por cualquier otro candidato, pues la perspec-tiva de un conflicto devastador no podría ignorarse por cualquier espíritu preclaro como el suyo

César Evangelio Luz

Fuentes-Europa 1700, (pág. 369, 11). J.L.Amorós y otros. Ed. Serbal 1993-Almansa, un dia en la historia de Europa, (pag. 9) (Hermino Gómez y otros). Edit. Erein, 2005-Historia de España Menéndez Pidal. T. XXVIII. Es-pasa Calpe 1993 -La Guerra de Sucesión en España y la Batalla de Almansa. Fco. García Gonzalez (coord.) (p. 54) Ed. Silex 2009.

El pasado 8 de Mayo, el presidente de la A.C. 1707 Almansa Histórica, Herminio Gómez, pronunció una conferencia en el Centro Cultural de Picanya (Valencia) bajo el títu-lo: “ La Batalla de Almansa, pro-legómenos y desarrollo” que fue seguida por unas 50 personas, en una jornada cultural con motivo del 25 de Abril organizada por Iniciati-va Valenciana, y en la que también participó la profesora Carmen Pé-rez Aparicio, de la Universidad de Valencia, con una conferencia de titulo “La desfeta y conseqüències inmediates”.Las conferencias, seguidas con mu-cho interés por el público asistente, que realizaron numerosas preguntas, concluyeron con la invitación a los miembros de la Asociación 1707 presentes a una sabrosa paella en la que continuamos una tertulia amena y agradable, que se prolongó hasta media tarde.Agradecemos desde aquí la cálida acogida del pueblo de Picanya y felicitamos a los miembros de la organización de la jornada, encabezados por Xavier Rius por su perfecto desarrollo

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Actividades Culturales

Premio redacción Escuela Oficial de

Idiomas

Con motivo del día del libro, la Escuela Oficial de Idiomas “Ma-ría Moliner” de Almansa organi-zó un concurso de relatos cortos en inglés, con un máximo de 100 palabras, que se falló el día 23 de Abril. En el apartado de Inglés Básico la ganadora fue María José López Tárraga con el trabajo sobre la batalla de Almansa que reproducimos a continuación. ¡Enhorabuena!

THE BATTLE OF ALMANSA IN 1707

1st November in 1700, dies King Carlos II. There are two candida-tes to the throne’s succession.The Borbón’s candidate is Felipe de Anjou, and the Austria’s candidate is the Archduke Carlos. The Spanish Succession’s war starts in Milan in 1701, but in 1705 the Archduke Carlos takes the Barcelona’s city and the Aragon’s king supports it, but the Castilla’s king supports to Felipe de Anjou.In April’s early 1707, the Austrian army went from east until Madrid to take the capital but the Borbón army cut off pace them in Alman-sa, and starts the Battle. It won the Borbón army.

Maria José Lopez Tárraga. Ganadora del premio de relato corto en nivel básico inglés de la

escuela oficial de Idiomas de Almansa.

Asociación 1707

III centenario Batalla de Zaragoza

1710

El fin de semana del 14 al 16 de Mayo tuvo lugar la recreación histórica del III Centenario de la Batalla de Zaragoza, también co-nocida como Batalla del Monte Torrero, principal victoria aliada en la península durante la Guerra de Sucesión Española.El evento ha reunido a orillas del Ebro a un buen numero de gru-pos históricos Europeos, entre los que se encontraban el Tercio de Morados Viejos, en su calidad de Regimiento Castilla, histórica-mente presente en la batalla real, y el Regimiento La Couronne, jun-to junto a miembros de la recrea-ción civil de la Asociación 1707.La Asociación “Aetas Rationis” creada en Zaragoza tras la par-ticipación de algunos destacados recreadores aragoneses en la I Recreación Histórica Internacio-nal de la Batalla de Almansa, ha sido la organizadora de tan bri-llante evento, patrocinado princi-palmente por el ayuntamiento de la ciudad.

El campamento histórico fue si-tuado a la orilla del Ebro, en la conocida como “arboleda de Macanaz”, frente a la Basílica del Pilar. El Sábado 15 se realizó un desfile y una parada militar con los grupos históricos en la Plaza del Pilar, que se complementó por la tarde con una exhibición de los grupos en el Paseo de la Indepen-dencia. El domingo, a las 12 se realizó la recreación de la batalla en los parajes del Monte Torrero, aproximadamente el escenario real de la batalla. Fue seguida por cerca de 8.000 personas que disfrutaron de una magnífi-ca puesta en escena por más de 250 recreadores históricos de 7 países, entre los que destacaba la presencia de aproximadamente 40 almanseños.

Agradecer desde estas páginas la entrañable acogida de la Asocia-ción Aetas Rationis, y del pueblo de Zaragoza, que especialmente tras la batalla ofreció un inacaba-

ble aplauso a nuestros recreado-res, mostrando su admiración por el esfuerzo y rigor desplegado por los grupos presentes.

Un poco de historia

La batalla de Zaragoza tuvo lugar el 20 de Agosto de 1710. Tras la derrota borbónica en Almenar (Lérida) en julio, las tropas en re-tirada acamparon junto a la capi-tal aragonesa. El Marqués de Bay, Comandante del ejército de Feli-pe V, creía estar a salvo del acoso aliado. Pero éstos consiguieron atravesar el Ebro por un vado con la ayuda de los lugareños el día 19 y se aprestaron a formar su línea de batalla. Al percatarse de ello, los borbónicos se prepara-ron para el enfrentamiento, que comenzó al amanecer del día 20 con el duelo de la artillería. Am-bos monarcas se hallaron presen-tes en la “función” y aunque no participaron directamente en los combates, su integridad se vió en

Recreación HistóricaDama española de 1710

algunos momentos comprometi-da.

El ejército de Felipe V contaba con unos 20.000 hombres, mayorita-riamente españoles, casi sin pre-sencia de tropas de Luis XIV, que las había retirado en su mayoría de España por la dramática situa-ción de la monarquía francesa a finales de 1709. Sin embargo sí contaba con varios regimientos walones, italianos e irlandeses. El Archiduque Carlos tenía cerca de 25.000 hombres entre ingleses, portugueses, holandeses, hugo-notes, alemanes, austriacos y es-pañoles austracistas.A media mañana, las tropas alia-das iniciaron el avance. Bacallar, Castellví y Boyer ofrecen distin-tas versiones de la batalla, pero, grosso modo, pudo desarrollarse así:El flanco izquierdo aliado tomó la iniciativa, y mientras ambas ca-ballerías chocaban sin un vence-dor claro, la infantería aliada ter-

minó por imponerse. En el flanco derecho, la caballería borbónica puso en fuga a la aliada, pero en su ímpetu salió del campo en su persecución. Esto permitió que la infantería aliada, en el centro, se reorganizara y contraatacara, aprovechando la ventaja del te-rreno, rompiendo la línea borbó-nica que se batió en retirada, lo que arrastró al resto del ejército de Felipe V.

Los aliados tuvieron unas 2000 bajas, siendo las borbónicas de 4000, más 6.000 prisioneros, con la pérdida de 22 cañones y 70 banderas y estandartes. Esta derrota abrió el camino hacia Madrid para el Archiduque, que entraría en la capital de la monar-quía hispánica el 7 de Septiembre de 1710, para ser proclamado días después como “Carlos III, Rey de España”.La Batalla de Zaragoza, junto con la de Almenar, fueron el canto del cisne del Archiduque en la Penín-

sula, ya que en Diciembre de ese mismo año, las derrotas de Bri-huega y Villaviciosa, cerrarían de-finitivamente las puertas del Alcá-zar real de Madrid al pretendiente austriaco. Pero no es menos cier-to que durante algún tiempo, el sueño de un nuevo monarca Ha-bsburgo pareció una posibilidad muy real para los españoles.

“Ambos monarcas se hallaron presentes en la “función” y aunque no participaron direc-tamente en los com-bates, su integridad se vió en algunos mo-mentos comprometida”

La Couronne y el Castilla, hombro con hombro en el III Centenario Zaragoza 1710

Herminio Gómez

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En el siglo XVI, España se encuen-tra como potencia hegemónica en el panorama político mundial, los reinados de Carlos V, Felipe II, Fe-lipe III y más tarde en el siglo XVII de Felipe IV, no han hecho más que aumentar el número de terri-torios en un Imperio donde nunca se pone el sol. El centro de todas

las miradas se encuentra en la Corte de Madrid, alrededor de la cual se reúne la más alta nobleza, también llamados Grandes y los, ahora florecientes, hidalgos.

Debido a las numerosas guerras a las que España se había visto sometida, proliferan los hombres que, tras haber realizado presta-ción militar en los famosos tercios de Flandes, en las batallas con-tra los turcos o en la conquista de América, se habían ganado el derecho a portar armas. El arma utilizada por excelencia era la lla-mada espada ropera, que junto a la daga vizcaína y un herreruelo a modo de capa, configuraba el atuendo típico de numerosos per-sonajes de la época.

La espada ropera es una espada de punta y corte, donde la mano se protege detrás de una taza, concha o lazo metálico y con dos prolongaciones formando una cruz con la hoja, llamados gavi-

La “verdadera destreza” en los siglos de oro español

“proliferan los hombres que, tras haber reali-zado prestación militar en los famosos tercios de Flandes, (...) se habían ganado el de-recho a portar armas. El arma utilizada por excelencia era la lla-mada espada ropera”

La graduación de la espada

lanes. El uso inicial de la espada ropera se resumía en la frase que los maestros decían a sus apren-dices en el primer día de clase: “¿Veis esta punta?, pues se clava en el pecho del enemigo”. Pare-cía un método más intuitivo que reglado, por lo que se le deno-minó Destreza Común o Vulgar pues era la que practicaba el vul

Vida Militar

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Portada y página del libro ”De las grandezas

de la espada”

go (Pueblo). Este tipo de aprendi-zaje disponía de sus propias tre-tas para alcanzar al enemigo; si bien eran efectivas, también eran arriesgadas y ponían en grave peligro de muerte al que las eje-cutaba. En definitiva, la destreza con la espada, tendería en lo su-cesivo a un arte marcial en el que no solo se debía herir o matar al enemigo, debías salir vivo para poder contarlo.

Bajo este marco, parecía lógico el desarrollo de un sistema esgri-místico mejor. En 1569 D. Jeró-nimo Sánchez de Carranza en su libro “De la Filosofía de las Armas y la Agresión y Defensa Cristia-na”, propone un sistema teórico, táctico, metodológico y filosófico de esgrimir las armas, que nada tenía que ver con las técnicas an-teriores. A este libro se le consi-dera el primer manual de esgrima completo y es por esto que Espa-ña es considerada la cuna de la Esgrima.

Posteriormente, D. Luis Pache-co de Narváez, consigue con su “Libro de las grandezas de la es-pada”, publicado en 1600, una mayor difusión de esta técnica, promoviéndola y desarrollando ya una técnica más concreta. A esta nueva disciplina se le llamó

“La Verdadera Destreza” para poder diferenciarla de la ante-rior. Durante estos siglos las dos corrientes coexisten teniendo es-cuelas de esgrima separadas. La Verdadera Destreza no es solo un compendio de técnicas de esgri-ma, es la ciencia puesta al ser

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vicio de la espada. Es un estudio de geometría, biomecánica y fi-losofía aplicadas al manejo del arma, que capacitaban al Diestro ante cualquier adversario. Las es-cuelas para su estudio florecieron por todo el reino, promoviéndo-las hasta tal punto que los espa-ñoles eran temidos por su habili-dad. Como reza el refrán inglés: “Españoles en la mar quiero; si es en Tierra, que San Jorge nos proteja”

La aplicación de estos principios de esgrima, sobreviviría hasta bien entrado el siglo XIX, sirvien-do como base para los actuales tratados. En Atenas 1896, pri-meras olimpiadas modernas, la espada ropera se propuso como deporte olímpico, aunque al final ganaron la partida las modalida-des “francesas” (florete, espada y sable), deportivizándose el arte marcial que había sido hasta la fecha. Juan Sánchez Gutiérrez

Espada ropera con guarnición “de taza”Típica arma española durante todo el s. XVII y hasta bien entrado el s. XVIII.

Dimensiones: entre 100 y 115 cm de longitud total (según mode-los)Peso: entre 900 y 1200 gramos (según modelos)

Estas maravillosas espadas, fruto de una larga evolución histórica y artesana eran un arma larga, perfectamente equilibrada y (contra-riamente a lo que pensamos) muy ligera, lo que permitía una gran rapidez de movimientos. (no confundir con las “pseudo-espadas” realizadas en la actualidad como “souvenir”).Las heridas más graves se producían de punta (“estocada”), que-dando el corte (“tajo” ó “revés”) en un segundo plano como recurso ofensivo.La guarnición con forma de taza ofrece una excelente protección a la mano que empuña el arma, mientras que las prolongaciones metálicas en forma de cruz (Gavilanes) permitían parar los golpes y estocadas, así como (si se era verdaderamente “diestro”) atrapar la hoja del rival dejándole indefenso.

Espada Ropera

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Historia y patrimonio

En primera líneaJames Fitz James nació el 21 de Agosto de 1670, en Moulins, departamento de Bourbonnais, Francia. Era hijo natural de Ja-cobo, Duque de York, hermano católico del rey ingles Carlos II, (a quien sucedería en el trono de Inglaterra entre 1685 y 1688 con el nombre de Jacobo II) y de su amante, Arabella Churchill, con quien tendría tres hijos más. Ara-bella era hermana de John Chur-chill, el futuro Duque de Marl-borough, quien combatiría en numerosas ocasiones frente a su sobrino Berwick durante la guerra de los nueve años (1688 – 1697) y la de sucesión española (1702 – 1714).

En la época, no era raro que un hijo externo al matrimonio dentro de la alta nobleza europea pu-diera alcanzar un reconocimien-to legal, siendo aceptado por la sociedad sin grandes escándalos. Tampoco tenía mucho poder el sentimiento nacional, siendo más

poderosos los lazos de lealtad ofrecida a un monarca por moti-vos de servicios debidos, religión, o elección personal. Cientos de ingleses católicos combatirían en los ejércitos de Luis XIV duran-te su largo reinado al igual que miles de franceses protestantes lo harían contra él al servicio de las potencias aliadas.

Al acceder Jacobo II al trono de Inglaterra, Berwick fue enviado a Hungría, donde al servicio del duque de Lorena participó, con tan solo 16 años, en la recupe-ración de Budapest por el ejército imperial frente al turco en 1686, como parte de su formación mili-tar. De regreso a Londres su pa-dre le nombra coronel del Regi-miento de infantería nº 8 y el 19 de marzo de 1689 le hace Duque de Berwick, Conde Tynemouth y Barón de Bosworth.

De regreso a Hungría, es nom-brado coronel del ejército impe-

rial al mando de un regimiento de coraceros y participa en la batalla de Mohacks. El año 1688, tuvo lugar la llamada “Revolución Gloriosa” que habría de destituir a su padre como rey y proclamar a Guillermo de Orange, estatú-der de holanda, como Guillermo III de Inglaterra. Acompaño a su destronado padre a Francia, don-de quedarían bajo la protección de Luis XIV. En 1689 participará en la expedición a Irlanda que

El Mariscal Duque de Berwick,

Un inglés al servicio de Francia

James Fitz James. Duque de Berwick

“no tenía mucho po-der el sentimiento na-cional, siendo más poderosos los lazos de lealtad ofrecida a un monarca por mo-tivos de servicios de-bidos, religión, ó elección personal”

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trataría de recuperar el trono, pero el ejército jacobita sería de-rrotado en la batalla del Boyne. Berwick pasaría a formar parte del ejército francés luchando en los Países Bajos, donde asistiría a los sitios de Mons (1691) y Namur (1692). Fue ascendido a teniente general y capturado por su tío Marlborough durante la batalla de Neervinden, como el cuenta en sus memorias:“… me vi al fin aislado por com-pleto. Traté de escapar por la llanura y habiéndome quitado la escarapela blanca, pasé como un oficial del ejército enemigo; desgraciadamente mi tío el bri-gadier Churchill y hoy duque de Marlborough, pasó junto a mí y reconoció al único de mis ayudas de campo que había sobrevivi-do; con lo cual no le cupo duda de que yo debía andar cerca, vino donde me encontraba y me hizo prisionero. Tras saludarnos me dijo que se veía obligado a conducirme ante el Príncipe de

Orange…” (Guillermo III Rey de Inglaterra, al que Berwick no re-conocía como tal).

En 1703 se naturalizó francés y al año siguiente Luis XIV le entrega-ría el mando del ejército francés destinado en la Península Ibérica para ayudar a Felipe V a man-tener el trono. En 1704 recibirá el Toison de Oro de manos del rey español. En 1705 se le envia-ría al Languedoc, para sofocar el levantamiento hugonote en esa región francesa, misión que acabaría con éxito tras el sitio y conquista de Niza. En 1706, Luis XIV le nombra Mariscal de Fran-cia, ordenándole la vuelta a Es-paña, donde las cosas se habían torcido mucho para Felipe V, tras el levantamiento austracista en Valencia y Cataluña. A pesar de que 1706 fue negativo para el ejército que mandaba Berwick y no pudo evitar la entrada de los Anglo-portugueses en Madrid en Junio, la campaña terminó con la

toma de Cuenca y Cartagena de-jando las espadas en alto para la campaña siguiente. El 25 de Abril de 1707 , su victoria en la bata-lla de Almansa, la única batalla campal de toda su carrera militar en la que mandaría todo un ejér-cito, marcará el cenit de su ca-rrera al ser nombrado Grande de España y recibir los ducados de Xerica y Liria. En 1708 será envia-do a Flandes y compartirá con el duque de Borgoña y Vendome los sinsabores de la derrota de Oude-naarde. En 1714 regresó a Espa-ña donde de nuevo al mando de los ejércitos franco-españoles en-trará en Barcelona en Septiembre de 1714, lo que prácticamente daría fin a la Guerra de Sucesión Española. Volvería a Francia re-conocido como un gran mariscal, experto en maniobrar hábilmente con sus ejércitos, preparar y diri-gir asedios a plazas fuertes. Tan solo 4 años más tarde, las tornas cambiarían radicalmente y en la que se conoce como Guerra de

Grabado frances de 1732. Apertura de trincheras en el sitio Barcelona

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Grabado Alemán de 1735 sobre la muerte de Berwick

Herminio Gómez

la Cuádruple Alianza (1718-1720), Berwick, Mariscal de Francia, entraría en España como enemigo, sitiando y tomando las plazas de Fuenterrabía y San Sebastián.Es significativo que antes de ello, Berwick devolviese a Felipe V el Toisón de Oro y cedido los ducados de Xerica y Liria a su primogénito, Jacobo Francisco, hijo de su primer matrimonio. En la correspondencia entre ambos, el duque de Berwick no dejaba de recordarle a su hijo:

“Yo soy francés y tú español”, “cumpliré mi deber como corresponde a un soldado leal”.

Jacobo Francisco casó con Catalina Colón de Portugal, hermana y heredera del duque de Veragua y da-ría origen a la rama española de la familia Fitz-James. Un hijo de esta pareja, también de nombre Jacobo Francisco, casaría en 1738, con María Teresa de Silva y Álvarez de Toledo, heredera de la Casa de Alba. Este es el motivo de que la actual duquesa de Alba tenga el apellido Fitz-James.

Finalmente, Berwick, ya sexagenario, entraría de nuevo en campaña durante la Guerra de Sucesión Polaca (1734-1738), una nueva pugna por una corona entre las dinastías Borbónica y Habsburgo. Berwick, especialista en asedios, dirigió el sitio de Philipsburg, plaza que era la llave de entrada en Alemania.En la mañana del día 12 de junio de 1734, mientras según su costumbre, inspeccionaba la trinchera, el mariscal fue alcanzado por un proyectil de artillería en la cabeza, muriendo en el acto y según testimonios de la época, cubriendo con su sangre a su hijo Eduardo. Fue el final de un soldado, que pese a no haber alcanzado la fama de Villars o Marlborough, sí es reconocido como brillante, valiente y uno de los mas destacados mariscales de principios del s. XVIII.

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Recuerdo cuando niño, que mi madre nos hacía en casa un arroz con panza y manitas de cordero o cabrito, que era conocido como arroz con pie y mondongo, receta que había heredado de su ma-dre. La abuela Anica, nació en el año 1903, hija de labradores, se crió en el termino de Alman-sa con Yecla, en la casa labor del Pulpillo. Allí permaneció hasta que se casó, y tuvo que trasla-darse a Venta la Encina. Cuando enviudó, pasó a llevar las tierras de la casa labor del Mojón Blan-co, cerca de Torre Grande. De la abuela, a la cual se le daba muy bien la cocina, aún conservo en casa como un privilegio, parte del menaje de cocina de su ajuar personal, como un caldero de bronce que punzonado o cincela-do a mano lleva inscrita la fecha de 1808 en uno de los bordes cerca del asa, ¡ya ha llovido des-de entonces! Recuerdo sus platos, sus gachas dulces, sus buñuelitos, sus guisos, sus tortas de gazpa-

cho hechas en las brasas, aquel arroz caldoso con collejas y ba-calao, y como no esos gazpachos viudos con collejas o espinacas, aquellas matanzas del cerdo hoy ya olvidadas, aunque todavía se llevan a cabo en los pueblos pe-queños o aldeas, recuerdo aque-llos rollitos de anís que hoy gra-cias a mi madre, la cual superó a su mentora, tengo la suerte de seguir disfrutando, y a la vez de-gustando esas comidas caseras. Al igual el conocimiento de varios platos de “¡aquellos entonces…!” como dice ella. En fin, podría es-tas escribiendo sobre ellas hasta completar un libro, pero no es ese el caso. Voy hablar del arroz con pie y mondongo. Se utilizan para ello pies, manitas y panza, tanto de cabrito, como de cordero. Por lo que he podido leer sobre este plato, es típico murciano, un pla-to muy poco conocido, pero los amantes de los arroces deberían rescatarlo del olvido. Antes era usual aprovechar del cordero, o

de cualquier otro animal comes-tible, muchas de las partes que hoy en día son desechadas. Para hacer este arroz, el primer incon-veniente que te puedes encontrar no es otro que encontrar un carni-cero que se preste a traer, guardar o limpiar esas menudencias que forman parte de sus ingredientes, por no decir toda su gracia o en-canto con la que cuenta este pla-to. Como nota curiosa, en muchos pueblos había señores y señoras, conocidas como las mondongue-ras, o mondongueros. ¿Que ha-cían estas personas? Pues iban al Matadero Municipal y se llevaban los mondongos de los cerdos, cor-deros y cabritos que sacrificaban, los limpiaban, ya que esto es un trabajo bastante entretenido, los vendían por las casas del pueblo para ser guisados de diferentes maneras. El mondongo, para ser más exactos, es el estómago del animal que junto con las patas es el ingrediente principal del plato que vamos a presentar hoy.

Vida Cotidiana

La cocina tradicional:

“Arroz con pie y mondongo”

La cocina es un arte. Y si a un arte como el culinario, tan anti-guo y trascendente se le une el sentido práctico, a consonancia con el imperativo de nuestros días, nos ofrecerá el poner al alcance de todos, con la mayor claridad y concisión un puñado de buenas formulas de cocina, recetas, platos, etc. que hoy en día permanecen en el olvi-do. Dejando atrás la cocina del barroco o anterior me gustaría darles a conocer un plato que aunque no se sabe su antigüe-dad si es, con toda seguridad, un plato centenario.

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Cocinando

Manolo Olaya, Cheff “Hotel Los Rosales” Almansa

Ingredientes para 4 personas

Un mondongo de Cordero, y un juego de manitas, (4 Ud.)Un tomate gordo y maduro, una cabeza de ajos, 250 gramos de garbanzos (remojados durante 24 horas) unas hebras de azafrán, sal, perejil y

aceite, un poquito de pimentón, 1 litro de agua y 400 gramos de arroz.

(Opcional unos trocitos de patata)

Elaboración

Se pone el agua a hervir, se añade los mondongos cortados a trocitos y las patas, los garbanzos, el tomate sofrito, los ajos cortados, el perejil y se deja hervir en una olla tradicional 90 minutos aproxima-damente. Pasado este tiempo se pone en una paellera y se añade el arroz, el azafrán, la sal y se deja hervir unos 17 minutos, se apaga el fuego y se deja reposar unos cinco minutos más. Es un arroz que

caldoso está muy rico también. Como opción para hacer en casa se puede utilizar la olla exprés para cocer las patas y el mondongo, así se ahorrara tiempo y, si se dispone de horno, pues recomiendo que

lo hagáis al horno, en perol de barro, sale más rico, por lo menos para mí.

NOTA: es fundamental que dichos mondongos se dejen bien limpios y toda la noche en agua, con sal y el zumo de un par de limones.

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Asociación 1707

Así fue, así pasó II

Exposición fotográfica de Luis Bonete Piqueras sobre la II Recreación Internacional de la Batalla de Almansa.

Del 23 al 30 de Abril de 2010 se ha realizado la exposición de fotografías tomadas durante la II Recreación Histórica Internacio-nal de la Batalla de Almansa en abril de 2009 por Luis Bonete Pi-queras bajo el titulo “Así fue, así pasó II”.La empatía de Luis con este even-to queda perfectamente reflejada en la calidez e intensidad de las imágenes que dejan traslucir la emoción, camaradería y compro-miso de todos los protagonistas del evento, desde los recreado-res venidos de Inglaterra, Italia, Francia, Irlanda y España a los voluntarios de la organización y al público que en un número que sobrepasó los 20.000 asistentes entre el sábado 25 y domingo 26 de Abril de 2009 fueron testigos de una recreación histórica de ex-traordinaria calidad, que Luis ha recogido magníficamente en sus fotografías. Disfruten de algunas de sus imágenes.

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El veterano recreador Sr. Paúl Whisken en su tienda de oficial inglés durante la recreación de Almansa 2009. La calidad tanto humana como del material que presenta le hacen ser uno de los más queridos y admirados de los recreadores europeos dedicados

al s. XVIII.

Los cañones del grupo Holcroft Blood´s abren fuego. Las ocho personas que lo integran trans-portaron las piezas remolcadas en sus vehículos de Inglaterra a Santander por vía marítima y de allí hasta Almansa por vía terres-tre. Un esfuerzo que estos vetera-nos realizaron con toda su ilusión para estar presentes en Almansa

2009.

Preparando las armas en el campamento de la Guardia del

Duque de Saboya, grupo italiano que junto a otros cuatro forman la asociación “Coordinamento

1600 – 1700”, procedentes de la región de Piamonte.

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La infantería de las “Dos Coro-nas” en acción. En primer plano la infantería francesa del grupo “Sans Pareil, 1690”, tras ellos el Rgto. “D`Aunis” y de rojo se adivina la infantería irlandesa

del Regimiento de Guardias del Duque de Berwick.

La instrucción continua da sus frutos. Los “Morados Viejos”,

oficialmente “Regimiento Castilla” en 1707 en perfecta formación

de fuego.

La infantería choca cuerpo a cuerpo. A pesar de lo que pueda parecer, son grandes

amigos y compañeros. El Rgto. “La Couronne” se enfrenta a la partida de milicias de Joseph

Marco, “El Penjadet”, en su papel de tropas portuguesas de 1707.

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Los cañones del cuerpo de artille-ría italiana de los Dragones Ro-

jos, protegidos, espada en mano, por la infantería aliada. (Salas

de esgrima antigua de Albacete, Valencia, Alcoy y Almansa.)

Tras la batalla, la agotada infan-tería francesa vuelve al campa-mento. Los veteranos soldados del Rgto. D ´Aunis, procedentes de la Borgoña y los más jóvenes “Sans Pareil, 1690” de la Breta-ña, dejaron una huella imborra-ble por su extraordinario nivel de conocimientos de la vida cotidia-

na del soldado del s. XVIII.

La carga de la caballería fue uno de los momentos más espec-taculares de la recreación. El

dominio de los caballos y porte de los jinetes encandiló al público

asistente.El grupo caballista de Valencia

recibió numerosas felicitaciones.

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La plaza de Santa María, abarro-tada por una multitud de alman-seños y visitantes que no querían

perderse detalle del Izado de Banderas Europeas.

Ceremonia “In Memoriam” a los pies de la “Paz Aupada”, el mo-numento de José Luis Sánchez, que acoge la ofrenda de flores blancas y amarillas en recuerdo de las víctimas de la batalla de

1707. Junto al Alcalde y al Vice-alcalde de Almansa, los represen-tantes del gobierno Valenciano y

de Castilla La Mancha.

El izado de Banderas Europeas, un hermoso homenaje a la unión

entre los pueblos y países, en busca de un futuro de paz y pro-

greso compartidos.

Centro de Documentación e InterpretaciónMonjas Agustinas, 2 Almansa, Albacete (España)

(Teléfono: 675 12 30 64)

Horarios de visita:Martes a Viernes: 19h a 20.30hSábado y Domingo: 12h a 14hSábado tarde: 16.30h a 19h

AgendaEfemérides

Buzón Colabora con tus opiniones, artículos o sugeren-cias. Envialas a la siguiente dirección: e-mail: [email protected] en el teléfono: 675 12 30 64

Puedes leer “Histórica, gaceta de Almansa” en www.almansa1707.es

Agenda-MayoEvento Lugar Fecha

Exposición fin de cursoUniversidad Popular

Casa de Cultura

02/06/2010hora:20.30

Festival infantil de DanzaUniversidad Popular

Teatro Regio

03/06/2010hora:20.30

Festival de DanzaUniversidad Popular

TeatroRegio

04/06/2010hora 22.30

Recital literarioClubes de lectura

Centro “11 de Marzo”

08/06/2010hora 20.30

Literatura y musicaUniversidad Popular

Casa de Cultura

10/06/2010hora:20.30

Rock Celta made in la Man-cha

Teatro Regio

12/06/2010hora:23.00

Exposición fotográfica“Miradas entre bambalinas”

Teatro Regio

del 18 junio a 20 de julio

Por el placer de volver a verlaTeatroRegio

19/06/2010hora:19.00

1 de Junio de 1778, un grupo de malagueños, zarpan en el bergantín “San José” con destino a Nueva Orleáns, donde fundarían la ciudad de Nueva Iberia.

5 de Junio de 1723, nace en Escocia, el econo-mista y filósofo Adam Smith.

7 de Junio de 1654, Luis XIV es coronado como rey.

14 de Junio de 1699, en la Real Sociedad de Londres, Thomas Savery presenta la primera máquina de vapor, cuyo diseño se guardará como secreto de Estado.

15 de Junio de 1752, Benjamín Franklin de-muestra que el rayo es electricidad.

16 de Junio de 1779, España le declara la gue-rra al Reino de la Gran Bretaña. Comienza el sitio de Gibraltar.

20 de Junio de 1719, en Sicilia, tiene lugar la batalla de Francavilla dónde las tropas españo-las derrotan al ejercito imperial austriaco.

25 de junio de 1673, fallece Charles de Batz-Castelmore, Conde d´Artagnan y Capitán de los Mosqueteros de Luis XIV de Francia.

27 de Junio de 1706, ante el sesgo que toma la guerra de sucesión en España, se anuncia el traslado de la Corte de Madrid a Burgos.

27 de Junio de 1709, tiene lugar la batalla de Poltava, en la que el zar Pedro el Grande de-rrota a las tropas, de Carlos XII de Suecia.

29 de Junio de 1707, se publican los Decretos de Nueva Planta, por el que Felipe V deroga los fueros de Aragón y Valencia, dejando de existir ambos como reinos independientes.

José Ramón Sánchez Belmonte

Publicación de la Asociación Cultural 1707, con el patrocinio de la Concejalía de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Almansa