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“ JUAREZ: POSTULADOS Y PRINCIPIOS DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA MEXICANA ” LIC. ALEJANDRO LINARES ZARATE Director de Identidad Universitaria M. en D. NOÉ JACOBO FAZ GOVEA Cronista del Plantel “Sor Juana Inés de la Cruz” De la Escuela Preparatoria Presentación Al escudriñar en legajos de la historia Patria, no podemos dejar de ponderar la figura señera de Benito Pablo Juárez García, líder de la democracia y de la soberanía nacional. Precursor de valores como la justicia, la libertad, la solidaridad, la honestidad y el respeto. El se ha bajado del pedestal en donde lo han colocado los hombres y camina a nuestro lado, como solo lo pueden hacer los inmortales. Nació en Oaxaca y en este año se rememoran 200 años de su natalicio. Murió en Palacio Nacional en 1872 y frente a su ataúd Guillermo Prieto quien era acompañado de los hombres que compartieron el dolor y la gloria de su lucha, con el énfasis que producía ver al líder, al amigo, al compañero de luchas perdido, gritaba con vehemente desconsuelo: ” ¡ De pie, señor, de pie! “, y de ese grito que retumbaba en las paredes del recinto mortuorio, como un conjuro

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“ JUAREZ: POSTULADOS Y PRINCIPIOS DE LA

UNIVERSIDAD PÚBLICA MEXICANA ”

LIC. ALEJANDRO LINARES ZARATE Director de Identidad Universitaria

M. en D. NOÉ JACOBO FAZ GOVEA Cronista del Plantel “Sor Juana Inés de la Cruz”

De la Escuela Preparatoria Presentación

Al escudriñar en legajos de la historia Patria, no podemos dejar de ponderar la

figura señera de Benito Pablo Juárez García, líder de la democracia y de la

soberanía nacional. Precursor de valores como la justicia, la libertad, la

solidaridad, la honestidad y el respeto. El se ha bajado del pedestal en donde lo

han colocado los hombres y camina a nuestro lado, como solo lo pueden hacer

los inmortales.

Nació en Oaxaca y en este año se rememoran 200 años de su natalicio. Murió

en Palacio Nacional en 1872 y frente a su ataúd Guillermo Prieto quien era

acompañado de los hombres que compartieron el dolor y la gloria de su lucha,

con el énfasis que producía ver al líder, al amigo, al compañero de luchas

perdido, gritaba con vehemente desconsuelo: ” ¡ De pie, señor, de pie! “, y de

ese grito que retumbaba en las paredes del recinto mortuorio, como un conjuro

se hizo el milagro, el muerto sacudió el sudario y se puso de pie, en la conciencia

nacional.

Ahora a doscientos años del natalicio del Benemérito de la Américas,

doblemente

recordado en tanto pertenece a la historia de México y a la historia Universal,

este escrito ha de mostrar como la vida de Benito Juárez ha impregnado su

presencia en la vida universitaria del Estado de México, quien fiel a su tradición

liberal hace presencia en este Congreso.

A este respecto no podemos dejar de mencionar, que la Universidad Autónoma

del Estado de México año con año, desde su muerte en 1872 recuerda a Juárez

tanto en la fecha de su nacimiento como en la que vistiéndose de duelo hace

resaltar sus mas caros legados que ha dejado a la humanidad. Ambas

ceremonias se realizan en el Aula Magna de nuestra “ Alma Mater”.

La educación universitaria y la universidad pública del siglo XXI

Las características que presenta el nuevo milenio, se anticipan a las expectativas

que la sociedad ha propuesto en tanto que es responsable de su propio

desarrollo, en un medio, en donde la acelerada y vertiginosa transformación

que producen los avances de la ciencia y la tecnología, la inmediatez en las

comunicaciones, la abundancia de información y la apertura de las fronteras,

han hecho posible la creación de un sistema económico global.

Este sistema económico, tiene como características identificables: que participa

en la revolución tecnológica de las comunicaciones y el desarrollo de la

telemática, lo que hace posible superar barreras geográficas en los intercambios

comerciales.

Por esta razón dentro del campo educativo, se transforma el conocimiento

producido en los centros de investigación, ciencia y tecnología a tal grado, que

las instituciones de educación superior adquieren un papel protagónico, lo que

impulsa a los países que no cuentan con un desarrollo sustentable a generar

recursos estratégicos, que les permitan competir en igualdad de condiciones,

desarrollándose la educación y una nueva forma de acercarse a la verdad de

los conocimientos, redefiniéndose los modos de ser, pensar, sentir y actuar.

En este contexto, los sistemas educativos en el mundo han sido influenciados

por una veloz transformación. El final del siglo pasado se caracterizó por un

rápido y creciente desarrollo en los diversos campos del conocimiento y por la

producción continua de una infinita cantidad de información y de los medios

con los que se producía y transmitía ésta, aunque esto mismo generó la rápida

obsolencia de los conocimientos teóricos y técnicos que se crearon.

A la educación y particularmente a la Universidad Pública, le ha correspondido

colocarse frente a los nuevos desafíos, adaptando su objeto y fines en la

búsqueda de estándares internacionales de calidad, la formación de valores y

actitudes humanísticos, la vinculación de la investigación con la docencia, la

internacionalización de las prácticas educativas y la implementación de

modelos educativos alternativos.

Estas nuevas condiciones, requieren de un replanteamiento de las propias

funciones de la institución de enseñanza superior, ya que difícilmente hoy puede

seguirse sosteniendo a la escuela como simple transmisora de conocimientos sin

hacer investigaciones que retroalimentan el proceso. Lo que exige al profesional

de la educación, una práctica que tenga como campo de acción, la

organización y construcción de nuevas estructuras y relaciones educativas. Esto

implica para los educadores, un cambio necesario en su forma de conducir los

procesos de enseñanza y aprendizaje, ya que es en esos procesos cognitivos

donde cobran sentido las experiencias institucionales.

Por lo tanto, la Universidad Pública en México, se encuentra dentro de un

proceso de valorización permanente. El profesor en la Universidad Pública

Mexicana es exigido a ofrecer responsabilidad y calidad en su que hacer

diario, reflejándose esto en la generación de nuevas conductas a través de la

investigación y la transmisión del conocimiento, que promueve el desarrollo de

habilidades intelectuales y contribuye a formar valores, actitudes y hábitos en los

alumnos. Esto exige un modelo educativo que aspira a mejorar la calidad en la

educación con igualdad de oportunidades, permitiendo además, alcanzar un

desarrollo integral para la sociedad.

Es necesario, producir significativas transformaciones en el sistema educativo,

profesionalizar la actividad de las instituciones y desarrollar la función docente

con proyectos alternativos, estas tres perspectivas constituyen un desafío que de

carácter inmediato debe enfrentar la Universidad Pública, para ser cada vez

más competitiva ante las demás instituciones educativas.

Este modelo debe tomar en cuenta que el avance de la tecnología de la

información, propicia cambios en los paradigmas de la producción y

divulgación del conocimiento; y en esto, el sistema educativo y las instituciones,

que tienen el compromiso de asegurar el acceso al mismo, deben replantear

cuáles son las competencias exigibles. Por esta razón, la Universidad Pública

debe participar favoreciendo el desarrollo de los conocimientos y las

competencias para formar a los estudiantes con valores, principios éticos,

capacidades intelectuales, habilidades instrumentales y favorecer el acceso a la

información socialmente necesaria, para desempeñarse en los diferentes

ámbitos de la vida social.

Esto hace posible que el mundo informativo, permita la organización del

conocimiento para que el docente pueda apoderarse de él con un código de

ética en la vida cotidiana tanto personal como social, para responder a las

exigencias del conocimiento científico contemporáneo.

Ahora bien, de manera general, a través de los tiempos y considerando los

cambios económicos que le dan intencionalidad a la política educativa en

tiempo y espacio; la finalidad, filosofía y valores en la Universidad Pública que

se desprenden del Artículo Tercero de la constitución Política de los Estados

Unidos Mexicano, no cambian en cuanto a su origen, ya que

permanentemente se pretende crear un ideal de mexicano que se transforma y

que participa de la sociedad global.

Estas idas surgen de los planteamientos que hace la política educativa en

México, misma que se basa en la filosofía contenida en el Artículo Tercero

Constitucional, de aquí que siempre se hable de humanismo, libertad, equidad,

democracia, bienestar, identidad nacional, responsabilidad y universalidad. El

Plan Rector de Desarrollo Institucional 2 001 – 2 005, a este respecto considera,

que la creciente globalización de la economía, el nuevo orden geopolítico

mundial, los procesos internos de reestructuración económica, política y social y

el acelerado desarrollo de la ciencia y tecnología, se han visto reflejados en

nuevas demandas a los profesionales egresados de la educación superior,

situación que impone una modificación a las políticas educativas para que

promuevan el desarrollo e implementen nuevos modelos educativos, que a la

vez sean innovadores.

En este sentido Rafael Santoyo señala:

La meta de alcanzar mayor calidad de los procesos y resultados de la

educación, ha sido una inquietud que ha venido creciendo hasta el punto de

llegar a considerar que la calidad es un atributo imprescindible de la educación.

Es decir, que toda la educación para ser tal debe ser de calidad.

Al asociarnos con países más avanzados que el nuestro dice, se han dado las

inevitables comparaciones en las que resaltan diferencias notables que

muestran las debilidades del país para enfrentar los desafíos competitivos, por lo

que nos hemos visto obligados a movilizar patrones de comportamiento, realizar

cambios y hacer los ajustes necesarios en varios aspectos de la vida social,

incluyendo a la educación superior ”. (Santoyo: 1 999 )

Aquí muestra su real importancia el artículo constitucional supracitado, ya que

dentro de las facultades y acciones que se realizan en la universidad pública

encontramos:

• Facultad y responsabilidad para gobernarse así mismas.

• Respeto a la libertad de cátedra e investigación y del libre examen y la

discusión de las ideas.

• Facultad para elaborar y determinar sus planes y programas de estudio.

• Facultad para fijar los términos de ingreso, promoción y permanencia de

su personal académico.

• La administración de su patrimonio.

Ahora bien, en la fracción séptima del artículo tercero se señalan los fines a

alcanzar y las acciones que se desarrollan en la educación superior:

FINES:

• Educar, investigar y difundir la cultura, respetando la libertad de cátedra

e investigación así como al libre examen y discusión de las ideas.

ACCIONES:

• Elaborar, publicar y aplicar sin Influencias externas los planes y programas

de estudio que la identifican y a cada institución la hacen diferente a las

demás del mismo nivel,

• Fijar los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal

académico.

Esto permite decir que la universidad pública, atendiendo a la autonomía (

concepto que tiene su origen en la tradición liberal Juarista y que se refiere a la

libertad ) y a los fines que la propia constitución le señala, pueda gobernarse a

sí misma y determinar el grado de calidad que espera en el desempeño de

quienes ofrecen sus servicios como profesor, señalando las características que

debe poseer el aspirante a la docencia en el momento de su contratación.

De este precepto legal hay que distinguir entre tener autonomía y ser autónomo

ya que la Universidad o es autónoma o no es universidad ( Esquivel Estrada: 26 )

La Autonomía como un postulado de la Universidad Pública, tiene dos nociones;

es una facultad otorgada por el Estado o bien es la facultad que por su propia

naturaleza tiene la Institución que la ejerce. La Universidad Pública en tanto

creadora del conocimiento es autónoma; algunos autores señalan que existe

una gran diferencia entre ser y tener. La autonomía no debe ser vista como algo

externo, la autonomía implica conciencia en el universitario no de pertenencia

sino de identidad, es decir que todos somos o constituimos a la Universidad, que

somos un conjunto de seres que pertenecemos a ella no que ella nos pertenece,

le damos sentido, creamos la visión que se persigue, considerando que todo

aquello que dentro de su entorno se realice es parte de nuestra propia

creación y que por consecuencia afectará a nuestra esfera personal. La

autonomía comienza en el momento de la toma de conciencia

De esta forma la legislación solo es un medio para lograr ser universitarios,

cumpliendo con el compromiso humano y social que la propia Universidad ha

aceptado bajo un acto de libertad en donde se compromete con la sociedad

en su conjunto.

En este mismo orden de ideas, la Universidad Pública, establece una relación

muy estrecha entre lo que dispone la legislación federal y la legislación

universitaria, orden normativo dentro del marco legal que le faculta y

responsabiliza para gobernarse por sí misma.

Esto, contemplado en el artículo de referencia, permite observar que se busca

formar hombres libres y participativos que alcancen el desarrollo personal y que

contribuyan al mejoramiento de las condiciones de vida de los ciudadanos y por

ende, de la sociedad a la que pertenecen, todo ello imbuido de un sentimiento

de amor a la Patria y respeto a la soberanía nacional.

La libertad en ese contexto requiere de dos elementos: un conjunto de variables

por las cuales poder decidir y la capacidad para poder tomar decisiones y

elegir entre ellos. Por esto, es en la Universidad donde encontramos espacios que

permiten el libre examen y manifestación de las ideas, que propongan mantener

y defender al humanismo como forma de amar a los demás respetando la

libertad de cada uno, como una actitud de tener conciencia de la dignidad

que cada ser humano posee, convivir con las ideas de los demás fortaleciendo

la unidad en la diversidad y el desarrollo del entendimiento cuya manifestación

es la capacidad de reflexión. ( Corral Basurto: 16 ).

Estos postulados y principios integrados en la filosofía de la Universidad Pública en

México, se fundamentan en un contexto histórico en donde Juárez es la figura

principal con sus acciones e ideología, misma que la determinan y al cual tiene

que responder. Por esta razón, juegan un papel muy importante para alcanzar

los objetivos que se proponen.

Ahora bien, sin desconocer que el hombre desde su aparición como un ser

biológico-social, por su propia condición de homo faber - sapiens ha

desarrollado un instinto innato por la investigación, generado estructuras del

pensamiento y por consecuencia diferentes formas de producir, se parte de la

idea, de que la docencia, el desarrollo de la investigación, la divulgación y

extensión del conocimiento se fueron incorporando paulatinamente como

finalidades institucionales, en respuesta a las necesidades sociales.

La presentación de las características principales, de la organización de las

primeras aportaciones de lo que en el principio fueron denominadas

universitates, hasta llegar al concepto de Universidad de nuestros días, ofrece

ideas para comprender el ser y la teleología de la Universidad Pública, por esta

razón, es importante abordar los antecedentes de la Universidad, señalando

algunas de las particularidades que se inscriben en lo histórico como elementos

que favorecen la comprensión de su contexto, además, conocer el origen y

desarrollo como práctica en las universidades hacen ver la necesidad de hacer

propio lo que en su momento desconocemos.

De esta forma encontramos que para algunos, la palabra latina “ universitas ”

significa el conjunto integral y completo de los seres particulares que constituyen

una colectividad determinada. El Digesto Romano ( III, 4 ) establece la

oposición entre la “ universitas y los singuli “, en este caso, la totalidad puede ser

de personas o de objetos, Cicerón así lo señaló cuando estableció diferencias

entre, “ universitas rerum” que es la totalidad de cosas que integran el universo y

universitas generis humani que se refiere a la totalidad de las personas, en el

tiempo y en el espacio que constituyen la humanidad ( Basave, Fernández del

Valle: 19 ).

Lo anterior, sirve como referencia para analizar como se da el origen, desarrollo

y evolución de lo que ahora conocemos como Universidad Pública, ya que

ésta, en el transcurso del tiempo, muestra diferentes facetas, todas dentro de un

proceso evolutivo ascendente.

En este sentido y en relación a nuestro estudio, habiendo alcanzado madurez

las universidades españolas, con mucho debido a la influencia salamantina en la

Nueva España del S. XVI, se gestaron las condiciones para crear una institución

semejante. De tal forma que esta universidad, una de las cuatro grandes de

Europa en la Edad Media, le da forma a la Real Universidad de México en el

siglo XVI. En este contexto, el estudio de la Universidad Publica Mexicana a

través del tiempo, muestra su origen y la forma como evoluciona el concepto.

La Universidad tiene su propia historia y esto le da forma y soporte como

institución.

Una breve referencia sobre la trayectoria que ha seguido lo que ahora

conocemos como Universidad Pública Mexicana a través del tiempo nos

permitirá reflexionar sobe lo que ahora somos y como se fundamenta su

presencia.

La Universidad en México tiene su origen en el siglo XVI teniendo como

antecedentes la creación de colegios y seminarios a través de los cuales se

difundía la cultura. Franciscanos, dominicos y agustinos tuvieron al principio en

sus conventos los estudios generales, pero estos no se pueden considerar como

estudios universitarios. Las primeras Universidades fueron la de México y la de

Michoacán posteriormente aparece la de Guadalajara. .

Formalmente el origen de la Universidad la encontramos cuando Fray Bartolomé

de las Casas y el virrey Antonio de Mendoza tuvieron una importante

participación en las gestiones que se hicieron en España para este fin. Otra

versión señala que fue Fray Juan de Zumárraga quien inicia las gestiones para la

fundación de la Universidad en México. Una epístola dirigida en 1536 al rey

Carlos V por tan distinguido personaje dice:

Por tanto, suplica a su majestad ... mande en todo caso establecer y fundar en

esta gran ciudad de México, una Universidad en que se leen todas las

facultades que se suelen leer en las otras universidades y enseñar sobre todo,

Artes y Teología, pues de ello hay mas necesidad. ( Basave: 45 )

La Real Universidad de México inició sus labores el 3 de junio de 1553,

implantándose el modelo de la Universidad de Salamanca que era de tipo

conservador y eclesiástico. En este aspecto los Jesuitas tienen una gran

influencia en la formación de las universidades en México utilizándolas como

instrumento de poder.

En 1 555 el Papa a través de una bula confirma su erección y es a partir de ese

momento que se aplicaron los estatutos de la Universidad de Salamanca.

Nacionalista, dependiente totalmente de la corona y de la iglesia por lo que

ahora se convierte en Real y Pontificia. Se inicia con la enseñanza de teología,

derecho canónico y latín, posteriormente se incluyeron jurisprudencia y

medicina. A partir de 1640 se empezó a enseñar náhuatl y otomí lo que muestra

la tradición salamantina de respetar la cultura.

Por su propia condición de Universidad Pontificia, que así se le conocía, los que

profesaban la cátedra pertenecían a la orden eclesiástica jesuita, quienes

detentaban el poder cultural. El nombramiento de los catedráticos lo realizaba

el virrey o se obtenía por oposición. El perfil ideal para ejercer la docencia

universitaria es el doctorado. Esta Universidad otorgaba los grados de bachiller,

licenciado, maestro y doctor en todas las facultades, con excepción de la

facultad de artes en donde solo se otorgaba el de maestro.

El siglo XVIII fue pródigo; el avance cultural se fortaleció con las aportaciones de

los grandes pensadores europeos como Locke, Rousseau y Montesquieu; en la

Universidad y en los colegios sus propios egresados criticaron el control ejercido

por los clericales y a los contenidos y orientaciones de las carreras opuestas al

pensamiento liberal; el germen de las ideas inspiradas por la Revolución

Francesa, dio a sus egresados los argumentos con los cuales se iniciaron

movimientos sociales que en el siglo XIX hicieron posible que la Nueva España se

independizara de la Metrópoli.

Por otra parte, una vez conquistada la independencia en 1 821, la pugna

sostenida entre liberales y conservadores envuelve a los centros de educación

superior, en esto se pude decir que la Universidad estuvo siempre ligada al

partido conservador ya que no existieron instituciones de educación superior que

fuesen neutrales. Por esta razón, los liberales crearon institutos que sirvieron como

alternativa a la enseñanza universitaria heredada de la Colonia y controlada

por el clero.

En 1833, el doctor en teología José María Luis Mora señalado como liberal para

la historia, califica a la Universidad como “ inútil irreformable y perniciosa, se

argumentaba que los jóvenes perdían el tiempo y que las pruebas para obtener

las licenciaturas y los doctorados eran difíciles y costosas ”. Estas “ razones “

fueron la causa de que el 19 de octubre de 1 833, después de 280 años de

existencia, por Decreto de Valentín Gómez Farías, fuera cerrada la Universidad

en México.

En esta época, los liberales suprimieron la enseñaza religiosa de las

universidades y facilitaron la difusión y consolidación del positivismo como

filosofía hegemónica en la enseñanza superior. Sin embargo, el triunfo de la

libertad del pensamiento sobre la imposición de las ideas religiosas, en poco

benefició al desarrollo de la educación superior. Ahora el orden sustituye a la

libertad, ya que la filosofía positivista impone el modelo napoleónico y por

consecuencia para garantizar el ejercicio de la libertad, primero se tenía que

asegurar el orden, ante esto, las ideas liberales poco a poco perdieron fuerza y

solo quedó un grupo reducido de idealistas que nunca calló y que

posteriormente se incorpora a la nueva Universidad del siglo XX. ( Wences Reza:

1 983: 62-67 )

Esto explica que para fines del siglo XIX y principios del XX, el modelo

educativo francés que se adoptó en México muestra una marcada influencia

positivista. Gabino Barreda transforma el enfoque de la educación, primero en

las instituciones de altos estudios que suplían a la Universidad, después, en las

primeras décadas del siglo XX en la Universidad restaurada. Un ejemplo de esto

nos lo brinda la interpretación de la enseñanza del derecho que se proyecta

hacia la formación jurídica del estudiante, en donde éste debe poseer una

visión cultural amplia del país en lo social, en lo político y en lo económico. Se

pretende con esto, una educación realista y práctica que fortaleciera el

desarrollo de los pueblos, por tanto, se apartaba del simple estudio y aplicación

de los códigos.

Para el siglo XX, dándole fin a un periodo de clausuras y reinstalaciones que en

el siglo XIX afectaron la vida de la universitaria, Justo Sierra, cómo Secretario

de Educación en solemne acto, reinstala la Universidad de México el 22 de

septiembre de 1 910, ahora como Universidad Nacional, la cual perdura hasta

nuestros días. Justo Sierra en el momento del discurso de inauguración señala:

los fundadores de la universidad de antaño decían: La verdad está definida,

enseñadla; nosotros decimos a los universitarios de hoy: la verdad se va

definiendo, buscadla ( Larroyo : 371 )

La Universidad Autónoma del Estado de México

La Universidad Autónoma del Estado de México UAEMEX tiene gran similitud con

la formación de las universidades en México pero guarda sus características

propias. Sus antecedentes los encontramos en el Primer Congreso Federal y en

las Bases de la República, quienes ya apuntaban la necesidad de crear en

cada capital de Estado un Instituto Literario que debía ser el encargado de

ofrecer la educación pública. Es precisamente en el Instituido Literario y de Artes

de Oaxaca y aún cuando a fines de 1829, abandona el seminario en el que

estuvo a falta de otra opción para estudiar, donde Benito Pablo Juárez García se

inscribe en el bachillerato de derecho y el 13 de enero de 1834 recibe el título

de abogado.

En cuanto al Instituto Literario del Estado de México, su fundación se sujeta a la

disposición del decreto 228 de la primera Constitución Política del Estado de

México que dice: “En el lugar de residencia de los supremos poderes habrá un

Instituto Literario para la enseñanza de todos los ramos de la Instrucción Pública”.

Aquí hay que observar que en base a ese decreto, lo que en principio se

conoció como Instituto Literario no tuvo una sede fija, ya que a la capital del

Estado de México ha tenido como lugar de residencia de los supremos poderes

desde su erección a varios espacios geográficos del propio estado. La primera

sede y por consecuencia lógica la fundación del Instituto Literario fue en San

Agustín de las Cuevas en Tlalpan, el 18 de febrero de 1828 cuando esta

delegación del Distrito Federal pertenecía geográfica y políticamente al Estado

de México ( Peñaloza, García Inocente ).

El instituto cierra sus puertas por primera vez el 29 de mayo de 1830 en Tlalpan, y

ya en Toluca como capital del Estado, se abre de nuevo por decreto del 7 de

mayo de 1833. En cuanto a la enseñanza, los contenidos educativos del Instituto

y el nombramiento de un capellán estaban sujetos a la autoridad estatal, este

tipo de instrucción que se brindaba mantenía una fuerte vigilancia de las

buenas costumbres cristianas y se oficiaba misa diariamente. Es importante

mencionar que las luchas políticas entre conservadores y liberales se reflejaban

en la educación.

Por lo anterior, el liberalismo al estilo mexicano se reflejó en el Instituto, ya que de

1852 a 1857 esta institución se mantuvo bajo un riguroso esquema de disciplina

sin la influencia eclesiástica; aun cuando los extremos de la intolerancia,

llevaron a un director del Instituto a destruir más de 600 volúmenes de obras de

Diderot, Montesquieu, Bacon, Voltaire y otros pensadores que proponían

cambios en la concepción del conocimiento.

Las ideas liberales adoptaron al positivismo como esquema en donde se

reestructura la forma de interpretar el conocimiento, de pensar y de actuar. Lo

que permite que nuevos espacios sean explorados para llegar a la verdad

científica mediante la observación y la experimentación.En cuanto al avance

técnico, ya para el año de 1872 el Instituto se proveía de aparatos y equipo para

las clases de química, física y de topografía los cuales eran enviados desde

Francia, así mismo en esa época se cuenta con obras científicas que eran

consultados por los estudiantes. Los alumnos se integraron en una Sociedad

Científica y Literaria.

Ha de destacarse que lo acontecido hasta esta fecha, fueron el antecedente

mas remoto, ya que grandes pensadores con fuerte proyección y trayectoria

liberal estuvieron como alumnos y como profesores, entre ellos encontramos a

Rafael Ramírez “ El Nigromante o a Ignacio Manuel Altamirano, éste ultimo

considerado como el padre de la literatura mexicana. Con espíritu Patrio

además de Altamirano quien estuvo en el sitio de Querétaro, no se pude dejar

de mencionar a Felipe Berriozabal, quien siendo profesor de matemáticas del

Instituto, comandó con el grado de general la división del Estado de México en

la Batalla de Puebla. Estos son algunos de los rasgos que muestran la

trascendencia histórica y vocación Juarista. en el Estado de México y en el

Instituto.

En las primeras décadas del siglo XX, el Instituto Literario y Científico, presenta

una imagen y perfil del nivel de una escuela de altos estudios, como preámbulo

del encuentro ideológico por el que posteriormente en 1944 se conquistara la

autonomía. A este respecto son los principios de igualdad y libertad lo que

motiva a profesores y alumnos a tener una larga lucha de diez años para

conquistarla.

Poco más de una década después, el 26 de marzo de 1956, el Instituto Científico

y Literario se transformó en la Universidad Autónoma del Estado de México. Se le

conoce como la Máxima Casa de Estudios en la entidad y cumple en la

actualidad con los fines que se desprenden del Artículo Tercero de la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Este breve paseo por las imágenes de nuestro entorno permiten no solo conocer

el antecedente de lo que ahora somos sino que al pretender participar en la

creación transmisión y extensión del conocimiento; promover la transformación,

innovaciones y mejoras que mantengan a los niveles educativos en constante

evolución y mejoramiento; desarrollar la investigación y difundir la cultura, se

deben buscar y encontrar las condiciones que le dieron origen, las

características propias que la identifican y ubicarla en su exacta realidad, para

proponer las alternativas deseables y ofrecer el servicio que la sociedad en este

tiempo demanda.

Las características generales de éste contexto histórico, la manera en que a

través del tiempo se fueron integrando las funciones que hoy desarrollan las

universidades públicas, son elementos que al ser estudiados permiten

comprender los preceptos y características que encierran en la posmodernidad

que ahora vivimos.

Es en Benito Pablo Juárez García en quien la Universidad Autónoma del Estado

de México ha depositado el espíritu universitario. El prohombre sublime de la

república restaurada vive en nosotros, convertido en idea, en sentimiento, en

aspiración. Sin duda Juárez el impasible, el hombre de personalidad

inconmovible subyace en nuestra nacionalidad, fundiéndose en ésta la esencia

y las virtudes de nuestro ser.

La ideología liberal de Juárez es la más significativa aportación que dejó a los

universitarios, por lo que se esta comprometido a dar una continuidad evolutiva

en tanto deben mejorarse y perfeccionarse las ideas.

Entendemos a Juárez como el ingeniero que le da estructura a la nación

mexicana, dándonos una estatura y personalidad de respeto a nivel

internacional, lo entendemos también como ejemplo y vivencia de quienes

aspiramos a que los conflictos entre los hombres, sean resueltos a través del

derecho.

En este sentido, la Universidad Autónoma del Estado de México, al identificarse

como organización social de naturaleza académica muestra claramente su

espíritu, de donde se desprende la importancia de la labor educativa liberal de

nuestros días en cuanto que su finalidad es la generación, transformación y

preservación del conocimiento.

Conclusiones respecto a los postulados y valores Juaristas que son guía de la

Universidad Pública Mexicana.

El Artículo 3° Constitucional ( 1917 ) nos dice que la educación debe estar al

servicio de la sociedad, a fin de contribuir al logro de nuevas y mejores formas

de existencia y convivencia humana, y para promover una conciencia universal,

humanista, nacional libre, justa y democrática.

No se puede entender a la Universidad sin un referente axiológico que oriente

las acciones y fines que persigue, ya que la docencia, la investigación, la

divulgación y la extensión se verían limitadas, al no contar con valores que les

den sustento. Se requiere de una escala de valores que le dan fortaleza,

certeza y credibilidad, satisfaciendo las aspiraciones e ideales sociales que

consideran a la ética como un actuar de acuerdo a los valores que nuestros

ancestros han establecido.

Esto exige; honradez, justicia, honestidad, integridad, honorabilidad y un

amplio sentido de ética profesional, y por lo tanto, a alumnos y profesores

que puedan practicar los mismos valores. Por esto la ética es la dimensión

práctica de la labor que se realiza.

De Juárez extraemos

La ética no es un actuar utilitario, es un actuar realizador de la persona; no

es pensar sobre los valores, es hacerlos propios en el permanente actuar y

en especial, en la toma de decisiones; es, en todo caso, un hacer.

La conducta ética del universitario incide en su ámbito personal

generando confianza y autoridad moral.

Los valores de la institución la hacen identificable, de tal forma que la

formación colectiva de criterios y conductas hacen que se distinga de las

demás.

Pluralismo e identidad, universalidad y pertinencia, humanismo y conocimiento

técnico, calidad y equidad en la enseñanza; participación y responsabilidad,

como postulados y principios de la Universidad Pública Mexicana, deben

reconciliarse en un ejercicio libre y democrático que de por resultado un nuevo

proyecto educativo viable, respetuoso de los derechos, sensible a las

demandas sociales.

La Universidad Pública, atendiendo a la autonomía y a los fines que la propia

constitución le señala, pueda gobernarse a sí misma y determinar el grado de

calidad que espera en el desempeño de quienes ofrecen sus servicios como

profesor.

De este precepto legal como ya se mencionó hay que distinguir entre tener

autonomía y ser autónomo ya que la autonomía comienza en el momento de la

toma de conciencia del ser universitario.

La libertad por otra parte requiere de la capacidad para poder tomar decisiones

en el libre examen y la manifestación de las ideas, dentro de un proyecto

humanista en donde se reflejen actitudes y valores además del desarrollo del

entendimiento cuya manifestación es la capacidad de reflexión.

Noé Esquivel a este respecto señala, el humanismo no es patrimonio de alguna

cultura, de alguna época o de alguna institución. Hablar del humanismo como

un elemento sustancial de la Universidad es debido a que en ella se ha

fraguado la realización de un tipo humano ideal. Este humanismo vela, protege

y difunde la libertad que el hombre tiene de pensar y expresarse, en ella radica

la posibilidad de sostener la dignidad de la persona humana. Junto a ella se

proclama una serie de valores tales como la fraternidad, la justicia. El amor a la

verdad, la ciencia y la responsabilidad social

Bibliografía

Basave, Fernández del Valle Agustín. Ser y Quehacer de la Universidad, Centro de Estudios Humanísticos de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México. 1 971, Vences, Reza Rosalío. La Universidad en la Historia de México, UAG, UAZ, México, Editorial Linea, Serie Estado y Educación en México 1 983.

UNIVERSITAS, Corral Basurto, Gabriel, y otros. Cuadernos del Centro de estudios de a Universidad, UAEM 1999. Santoyo, Rafael S., Curso Taller Profesionalización de la Docencia ANUIES, UAEM 1999 .