internet como factor en la depresión en jóvenes
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Internet como factor en la depresión en jóvenes
Edrei de Jesús Rodríguez Ramírez
Redacción Académica
La tecnología ha evolucionado de manera monstruosa en las últimas décadas,
atrás han quedado aquellas épocas en las que se tenía que esperar días para
recibir una carta o comunicarse con alguien relativamente lejano. Las épocas
cambian y las sociedades avanzan junto con ellas, nada permanece estático, todo
se mueve, y si te quedas atrás, el inmenso ritmo de evolución puede arrollarte.
Este avance trajo consigo muchas mejoras para la vida cotidiana en todos los
aspectos; no obstante, también acarreó otras desventajas de las que hay estar
consciente y tener cuidado. Internet surgió en la década de los 90s y desde ese
entonces, el mundo fue testigo del que probablemente sea el mayor avance
tecnológico en la modernidad.
Internet ha abierto un camino de posibilidades que no podrían haber sido
abiertos sin su creación: comunicación a distancia, compra y venta de artículos,
fuentes y artículos de información, foros de debates, entretenimiento, uso
didáctico, entre muchos otros más, que antes eran imposible de imaginar, pero
como toda evolución, el tiempo ha llegado a crear. La variedad de cosas que uno
puede llegar a hacer es casi infinita, pues poco a poco ha ganado popularidad
hasta llegar al punto en que no existe persona que no haya utilizado o haya
escuchado hablar alguna vez sobre Internet.
Si bien, Internet es una útil herramienta capaz de resolver muchos de los
problemas que surgen en la vida cotidiana, como cualquier otra cosa, tiene su lado
oscuro. El problema en sí no es Internet, sino el mal uso que hacen las personas
sobre éste, que se facilita más cuando encontramos que todo mundo puede tener
acceso de manera fácil y gratuita a este tipo de servicio.
Para ser específicos, los adolescentes en la actualidad están sufriendo
enfermedades que usualmente se encontraban en personas mayores o en la
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adultez, entre ellas la depresión. Llegando a esto posiblemente te preguntes cómo
es que un adolescente puede llegar a padecer de esta enfermedad desde tan
temprana edad, y es exactamente lo que voy a abordar en este texto.
Es común que hoy en día, los adolescentes pasen horas diarias frente al
monitor de la computadora, que van desde las 5 hasta las 10 o más. Ya sea que
se la pasen jugando en línea, en las redes sociales, haciendo cualquier cosa sin
utilidad alguna en la vida real, pasar muchas horas así al día no es nada saludable
para la mente ni para el cuerpo. Estas situaciones por lo general conllevan a sufrir
problemas tanto físicos como psicológicos, por ejemplo: en los cambios repentinos
de humor, agotamiento físico, cansancio, ojeras, irritabilidad, falta de motivación,
problemas de sueño e incluso baja autoestima.
Si se miran las estadísticas, se podrá ver un nivel alarmante al que los
jóvenes y adolescentes han llegado últimamente. Una investigación llevada a cabo
por la Escuela de Salud Pública de la Universidad Sun Yat-Sen en Guangzhou,
China, contó con la participación de 1,041 adolescentes de entre 13 y 18 años de
la misma ciudad, quienes no tenían depresión al principio de la investigación.
Después de 9 meses bajo observación, se diagnosticaron a 84 de ellos con
trastorno depresivo, colocándolos como 1.5 veces más propensos a tener
depresión que una persona libre de problemas de salud mental, causada por la
adicción a Internet. Estas personas afirman haber sentido una inmensa necesidad
de estar conectados a la red y si pasaban largos períodos de tiempo sin estar en
línea, se sentían angustiados o agitados. Los resultados demostraron
efectivamente, que el abuso del Internet por los adolescentes causa
enfermedades tanto físicas como psicológicas. Para demostrar los efectos
patológicos que causa el uso del Internet sobre la salud mental, tales como
ansiedad y depresión, se pondrá de ejemplo un estudio realizado en adolescentes
de edades comprendidas entre 13 y 18 años, en escuelas secundarias en
Guangzhou, China, en julio de 2008. De esta manera, la depresión y la ansiedad,
se han evaluado mediante ciertas escalas dentro del marco de la llamada Prueba
de Internet, con el fin de demostrar la hipótesis inicial que se ha explicado.
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Para el método de trabajo, se ha ejecutado un muestreo aleatorio
estratificado; mientras tanto, la ansiedad se midió utilizando la Escala de Ansiedad
de Zung Self-rating, en tanto que la depresión se evaluó mediante la Zung Self-
rating. Para la primera, el instrumento de evaluación ha constado de 20 preguntas
sobre las posibles afectaciones del uso del internet, de acuerdo a los síntomas
clínicos de la ansiedad y sobre la frecuencia con la que experimentaron estos
signos y síntomas en los 3 últimos meses y clasificados en una escala Likert
donde 1 indica un poco de tiempo, mientras que 4 indica la mayor parte del
tiempo. Finalmente, la puntuación total en bruto, han dado como resultado que la
frecuencia en cuanto a la presencia de estos síntomas van de 20 a 80 puntos;
puntuaciones que se clasifican además en 4 niveles de gravedad de la ansiedad:
normal, menos de 45; de leve a moderada, 45-59; marcada a grave, 60-74; y
extrema, 75 o mayor, de acuerdo con el punto de corte recomendado.
En cuanto a la medición de la depresión, se pidió a los participantes
responder a 20 preguntas más, con respecto a la frecuencia con la que
experimentaron ciertas condiciones o estaban en ciertos estados de ánimo. Lo
anterior ha dado como resultado, en una escala Likert, con 4 posibles respuestas
que incluyen: poco o nada del tiempo, parte del tiempo, una gran parte del tiempo,
y la mayor parte o todo el tiempo, cuyas puntuaciones igualmente van del 1 al 4,
una puntuación total en bruto que van del 20 al 80, las cuales han sido clasificadas
en 4 niveles de severidad de la depresión: normal, menos de 50; depresión leve,
50 a 59; depresión de moderada a importante marcado, el 60 a 69; y la depresión
mayor grave o extrema, 70 o mayor. La medida de resultado se dividió
adicionalmente en normal, menos de 50, y deprimido, 50 o mayor.
Los resultados obtenidos después de ajustar los potenciales factores de
confusión, el riesgo relativo de la depresión para los que utiliza la Internet
patológicamente era de unos 2.5 veces más de tasas de incidencia que lo que
registra una persona normal. A pesar de lo anterior, no se observó una relación
significativa entre las patologías de Internet y la ansiedad durante el seguimiento.
sin embargo, la depresión es cuestión aparte, pues tal y como lo demuestra este
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estudio, existe una estrecha relación entre una potencial adicción a Internet y
dicho padecimiento. (Lawrence T. Lam, PhD; Zi-Wen Peng, MSc. (2010).
Otro de los principales problemas es la baja autoestima que se tienen
algunos; muchos son los que tienen complejos sobre sus cuerpos y no están
satisfechos con estos, deseando haber nacido en otra persona con mejores
rasgos físicos. Factores hay muchos, pero uno de ellos resultar ser también
Internet. Redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram o Tumblr inculcan
estos tipos de pensamientos en ellos, fomentándoles un modelo de perfección
humana, la cumbre de toda belleza en este mundo. Algo nada sano ni agradable,
ya que envenena a la sociedad joven de nuestros días. Y la culpa la pagan ellos,
creándose ideas y conceptos erróneos, queriendo cambiar alguna parte de su
cuerpo o pensando incluso en la muerte.
No siendo suficiente, jóvenes alrededor del mundo se ven afectados por el
material que se sube diariamente a redes sociales, porque ¿a quién no le gustaría
ser feliz? Pero depende de cada quien que tiene sus propios conceptos de
felicidad. Para algunos es salir siempre de fiesta, estar siempre rodeado de
amigos, tener una vida social activa, cosas que son subidas diariamente mediante
fotos a estas redes y provocan la envidia de otros. ¿Por qué no puedo vivir una
vida así? ¿Qué me hace falta para sentirme realizado? ¿Nunca podré llevar el
mismo estilo de vida? Son preguntas que frecuentemente se hacen y los lleva a
hundirse en todo un mundo de pensamientos, que finalmente, terminan
ahogándolos en un sin fin de conceptos erróneos.
A todo esto hay que sumarle un factor muy importante en la depresión en
jóvenes y adolescentes: el ciberacoso (o cyberbullying). En la modernidad no es
de extrañarse que muchos de los más pequeños sufran acoso (o bullying) en sus
escuelas, pero esto se llevó a otro nivel, a tal grado de combinarlo con Internet,
dando lugar al ciberacoso, un terrible método para acosar, burlar y lastimar
aquéllos quienes son afectados. Sobra decir que es inaceptable este tipo de
conductas que sólo llevan a la humillación de otros, dando paso así a
pensamientos suicidas y depresores.
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Ya explorados algunos de los más graves problemas que surgen de
Internet, hace falta exponer en claro las medidas que deben tomar tanto los
padres como aquellos que navegan en la gran red, previniendo enfermedades y
trastornos psicológicos que afectan a sus seres más cercanos y queridos.
Supervisión de los padres de familia hacia sus hijos cuando estén
navegando en Internet. No tiene que ser un control absoluto, sino una
simple intervención.
Buena comunicación y confianza de las dos partes. Sirve para hablar sobre
algún problema que le esté ocurriendo al menor.
Administrar horarios de navegación en la red. No dejar que pasen
demasiadas horas frente al ordenador.
Realizar actividades extraescolares. Ayudará a mantener ocupado al sujeto
en cuestión y evitar así la adicción a Internet.
Hacer actividades como familia. Salir de campo, de paseo, a otra ciudad,
etc., son diversas las maneras con las cuales se puede pasar un rato y
ambiente agradable.
Es importante el apoyo de los padres en este tipo de situaciones, pues ellos
son los que permiten que les pase esto a sus hijos, muchas veces de manera
inconsciente, ya que para algunos, su ritmo de vida es muy agitado, pasando así
por alto vigilar a sus hijos y lo que estos hacen en la red. No es necesario tampoco
estar pegados siempre a ellos, basta con estar interesados en saber las
actividades y rutinas diarias de sus hijos, marcando horarios permitidos para
navegar en Internet; esto puede ayudar mucho en el buen desarrollo de los más
jóvenes y evitarles así enfermedades antes mencionadas que podrían llevarles a
situaciones más extremas. Evitar esto es de suma importancia, ya que los jóvenes
son el futuro de nuestra generación y a padecer este tipo de males se verían
afectados en el futuro.
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Referencias:
Lawrence T. Lam, PhD; Zi-Wen Peng. (2010). Effect of Pathological Use of the
Internet on Adolescent Mental Health. octubre de 2014, de JAMA Pediatrics Sitio
web: http://archpedi.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=383813&resultClick=3
Salud180. (2013). Facebook puede generar depresión en jóvenes de baja
autoestima. Octubre de 2014, de Salud 180. Sitio web:
http://www.salud180.com/jovenes/facebook-puede-generar-depresion-en-jovenes-
de-baja-autoestima
Fernández E. (agosto de 2010). Abusar de internet deprime a los adolescentes
sanos. Octubre de 2014, de El Mundo. Sitio web:
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/08/03/psiquiatriainfantil/
1280820605.html
HealthDay. (4 agosto de 2010). La adicción al internet podría causar depresión en
adolescentes. Octubre de 2014, de Hola Doctor. Sitio web:
http://holadoctor.com/es/trastornos-mentales-y-de-comportamiento/la-adicci
%C3%B3n-al-internet-podr%C3%ADa-causar-depresi%C3%B3n-en-adolescentes
Reuters P. (3 agosto de 2010). Un exceso de Internet en la adolescencia dobla el
riesgo de sufrir depresión. Octubre de 2014, de El Economista. Sitio web:
http://ecodiario.eleconomista.es/internet/noticias/2356905/08/10/Un-exceso-de-
Internet-en-la-adolescencia-dobla-el-riesgo-de-sufrir-
depresion.html#.Kku8iXUP0M6IV6Y
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