immanuel wallerstein

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Immanuel Wallerstein IMPENSAR LAS CIENCIAS SOCIALES Minuciosa crítica del legado de las ciencias sociales del siglo XIX al pensamiento social de finales del siglo XX. En vez de las ideas incorporadas al concepto de 'desarrollo', Wallerstein subraya las transformaciones en tiempo y espacio, que no deberían de considerarse como influencias externas sino como aspectos clave para lo que es la transformación social. Se presenta también un análisis crítico de algunos personajes como Marx y Braudel, cuyas ideas han ejercido influencias en el planteamiento del autor. Título original: Unthinking social science: the limits of nineteenth century paradigms Publicación: 1991 (ed. Siglo XXI, 1998, trad. Susana Guardado) Editorial: ISBN: IMPENSAR LAS CIENCIAS [...] Editorial: ISBN: Fecha: 1991 (ed. Siglo XXI, 1998, trad. Susana Guardado) El trabajo coordinado por Immanuel Wallerstein, “Abrir las ciencias sociales”, constituye un buen esquema general para la creación de escenarios de discusión académica que nos permita entender con mayor precisión el papel que los investigadores tienen en el contexto de la modernidad, así como la posibilidad de generar nuevas teorías que profundicen las existentes y se concrete un avance, en términos de Edgar Morin, hacia la superación de obstáculos en ese inmenso mar de complejidades en que está inmerso el mundo civilizatorio. En el “Abrir las ciencias sociales”, Informe de la Comisión Gulbenkian para la reestrucción de las ciencias sociales, intervinieron opiniones de Juma, Fox Keller, Kocka, Lecourt, Mundimbe, Mushakoji, Prigogine, Taylor y Trouillot; sus aportes no sólo muestran la evolución del conocimiento hacia ese plano de organización que hoy conocemos como ciencias sociales, sino que es un claro proyecto de actualización y fortalecimiento del camino, que al criterio de ellos, deberían tomar las investigaciones en ciencias sociales.

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Page 1: Immanuel Wallerstein

Immanuel WallersteinIMPENSAR LAS CIENCIAS SOCIALESMinuciosa crítica del legado de las ciencias sociales del siglo XIX al pensamiento social de finales del siglo XX. En vez de las ideas incorporadas al concepto de 'desarrollo', Wallerstein subraya las transformaciones en tiempo y espacio, que no deberían de considerarse como influencias externas sino como aspectos clave para lo que es la transformación social. Se presenta también un análisis crítico de algunos personajes como Marx y Braudel, cuyas ideas han ejercido influencias en el planteamiento del autor.Título original: Unthinking social science: the limits of nineteenth century paradigms Publicación: 1991 (ed. Siglo XXI, 1998, trad. Susana Guardado) Editorial: ISBN: 

IMPENSAR LAS CIENCIAS [...]

Editorial:ISBN:Fecha: 1991 (ed. Siglo XXI, 1998, trad. Susana Guardado)

El trabajo coordinado por Immanuel Wallerstein, “Abrir las ciencias sociales”,

constituye un buen esquema general para la creación de escenarios de discusión

académica que nos permita entender con mayor precisión el papel que los

investigadores tienen en el contexto de la modernidad, así como la posibilidad de

generar nuevas teorías que profundicen las existentes y se concrete un avance, en

términos de Edgar Morin, hacia la superación de obstáculos en ese inmenso mar de

complejidades en que está inmerso el mundo civilizatorio.

 

 

 

En el “Abrir las ciencias sociales”, Informe de la Comisión Gulbenkian para la

reestrucción de las ciencias sociales, intervinieron opiniones de Juma, Fox Keller,

Kocka, Lecourt, Mundimbe, Mushakoji, Prigogine, Taylor y Trouillot; sus aportes no

sólo muestran la evolución del conocimiento hacia ese plano de organización que

hoy conocemos como ciencias sociales, sino que es un claro proyecto de

actualización y fortalecimiento del camino, que al criterio de ellos, deberían tomar

las investigaciones en ciencias sociales.

Page 2: Immanuel Wallerstein

El informe se divide en cuatro puntos: 1.- La construcción histórica de las ciencias

sociales desde el siglo XVIII hasta 1945; 2.- Los debates en las ciencias sociales de

1945 hasta el presente; 3.- El tipo de ciencia social que se requiere actualmente; y

4.- La reestructuración de las ciencias sociales como conclusión al aporte.

1.- La construcción histórica de las ciencias sociales desde el siglo XVIII hasta 1945.

Todo comenzó cuando los filósofos sociales empezaron a hablar de “física social” y

los pensadores europeos comenzaron a reconocer la existencia de múltiples tipos

de sistemas sociales en el mundo, cuya variedad requeriría una explicación. Es en

este contexto, y ante la necesidad de que una figura institucional liderara estas

nuevas ideas de conocimiento, que las universidades vuelven a ocupar espacio en

la sociedad como principal centro de producción del nuevo conocimiento.

Los nuevos tiempos ameritaban organizar y racionalizar el cambio social, es

entonces cuando la práctica de la ciencia social busca enfocar su interés hacia una

visión particular, en donde el conjunto de estructuras espaciales se convirtieron en

territorios soberanos que colectivamente definían el mapa de conocimiento en el

mundo.

Las ciencias sociales, en ese proceso de independencia y particularidad, que las

lleva a un proceso concreto de institucionalización como disciplinas, definiendo

nuevas tablas de contenido para el estudio de las realidades sociales. En el mismo

momento en que las estructuras institucionales de estas ciencias sociales se

instalan y delinean sus caminos de investigación, las prácticas científicos sociales,

en especial después de la Segunda Guerra Mundial, empezaron a cambiar creando

una brecha entre dichas prácticas y las posiciones intelectuales de los

investigadores, y por otro lado, se apreció un claro deslinde de intereses entre éstos

y las organizaciones formales de las ciencias sociales.

2.- Los debates en las ciencias sociales de 1945 hasta el presente. Después de 1945

varios procesos afectaron la estructura la institucionalizada ciencias sociales: a.- El

cambio de la estructura política del mundo; b.- El crecimiento demográfico y de la

capacidad productiva después de 1945, arropó todas las relaciones en sociedad; y

c.- La expansión extraordinaria, tanto cuantitativa como geográfica, del sistema

universitario en todo el mundo, lo que condujo a la multiplicación del número de

científicos sociales profesionales.

Después de los eventos de la Segunda Guerra Mundial que determinaron un nuevo

mundo social y positivista, la estructura institucional de las ciencias sociales

requirió de una gran inversión para su consolidación. Los países triunfadores de la

Guerra, encabezados por EE.UU. e Inglaterra, tomaron la batuta en las líneas de

investigación que, a su juicio, eran las que requería el mundo para alcanzar el

anhelado orden y progreso.

Page 3: Immanuel Wallerstein

Es entonces cuando hay consecuencias puntuales que le dan a las ciencias sociales

un marco metodológico ideal para encarar los estudios e investigaciones en

tiempos de replanteamiento de la modernidad. Estas consecuencias se resumen en:

1.- La validez de las distinciones entre las ciencias sociales, a través de la creación

de los estudios de áreas, cuya idea básica era tomar una zona geográfica grande

que supuestamente tenía alguna coherencia cultural, histórica y frecuentemente

lingüística, para crear en las universidades centros de investigación adaptados a la

realidad de cada país o región, pero en un mapa general coherente con unidades de

pensamiento pre-establecidas en el rigor de la comprobación científica; 2.- El grado

en que el patrimonio heredado es parroquial, es decir, que los fenómenos sociales si

bien suelen ocurrir en comunidades o localidades delimitadas, sus elementos

constitutivos tienen proyección universal. Cualquier percepción en este sentido

proporciona un medio ideas de comparación y traducción con otras realidades,

desencadenando respuestas determinadas por la naturaleza de lo universal

dominante, dejando la senda marcada de un pluralismo universal como alternativa

ideas para captar la riqueza de las realidades sociales en que vivimos y hemos

vivido; 3.- La realidad y la validez de la distinción entre las dos culturas. Es decir, no

se puede hablar de un verdadero acercamiento entre múltiples expresiones de las

dos (o tres) culturas, pero los debates han hecho surgir dudas acerca de la claridad

de las distinciones y parecería que avanzamos en direcciones y parecería que

avanzamos en dirección a una visión menos contradictoria de los múltiples campos

conocidos. Hoy día las ciencias sociales ya no son un pariente pobre, de alguna

manera desgarrado entre dos clanes polarizados de las ciencias naturales y las

humanidades: más bien has pasado a ser sitio de su potencial reconciliación.

3.- El tipo de ciencia social que se requiere actualmente. Hay una interrogante que

resume esta intención: ¿cuáles son las implicaciones de los múltiples debates

ocurridos desde 1945 dentro de las ciencias sociales para el tipo de ciencia social

que debemos construir ahora? La respuesta, siguiendo el recorrido histórico de la

evolución de las ciencias sociales, nos devela que las implicaciones de los debates

no son del todo consonantes con la estructura organizacional de las ciencias

sociales que heredamos. De este modo, al mismo tiempo que intentamos resolver

las incógnitas intelectuales, tenemos que hacerlo a nivel de su organización, la cual

si no es estructurada en razón de criterios de una ética a toda prueba, podría

desencadenar una gran influencia sobre el aspecto intelectual que distorsionaría

cualquier programa o ruta en el cual se aspira llevar las ciencias sociales

institucionalizadas.

Ahora bien, la idea de un cambio o actualización de los valores intelectuales y

organizacionales de las ciencias sociales, pasa por una redefinición de categorías en

cada región. La perspectiva que se presenta es de dispersión organizacional con

una multiplicidad de nombres, similar a la situación que existía en la primera mitad

del siglo XIX, es decir, que entre 1850 y 1945, el proceso de establecimiento de las

Page 4: Immanuel Wallerstein

disciplinas consistió en reducir el número de categorías en que podía dividirse las

ciencias sociales.

En esta búsqueda de una reinterpretación de los valores y principios de las ciencias

sociales, persisten tres problemas teórico-metodológicos centrales entorno a los

cuales es necesario construir nuevos consensos heurísticos: 1.- Fortalecer la

relación entre el investigador y la investigación; 2.- Reinsertar el tiempo y espacio

como variables constitutivas internas, y no sólo como realidades físicas invariables

dentro de las cuales existe el universo social; 3.- Superar las separaciones

artificiales erigidas en el siglo XIX entre los reinos de lo político, lo económico y lo

social.

¿Qué se puede concluir acerca de los pasos que podrían darse para “abrir las

ciencias sociales”? Que se hace necesario generar un debate colectivo y hacer

algunas sugerencias sobre los caminos por los cuales quizá se podría llegar a

soluciones. Esto nos lleva al último punto del Informe: 4.- La reestructuración de las

ciencias sociales como conclusión al aporte. Hay cuatro clases de procesos

estructurales que los administradores de estructuras de conocimiento de las

ciencias sociales deberían alentar, como vías útiles hacia la clarificación intelectual

y la eventual reestructuración más completa de las ciencias sociales:

a.- La expansión de instituciones, en el marco de las universidades, para que

agrupen estudiosos para trabajar en común y por un año en torno a puntos

específicos urgentes; b.- El establecimiento de programas de investigación

integrados dentro de las estructuras universitarias, cortando transversalmente las

líneas tradicionales, con objetivos intelectuales concretos y fondos para períodos

limitados; c.- Nombramiento conjunto con los profesores de las líneas de orientación

que ha de llevar el debate inter-institucional acerca de la actualización de las

ciencias sociales; y d.- Comprometer a los estudiantes de postgrado en el área de

las ciencias sociales, a fortalecer las líneas de investigación y a crear volúmenes

significativos e aportes teóricos y prácticos para la ratificación de la importancia y

trascendencia del área en el ámbito de las políticas de desarrollo regionales.

Lo más importante, expresan los autores del Informe, es que los problemas

subyacentes se discutan con claridad, en forma abierta, inteligente y urgente. Esta

percepción entra en la visión de Miguel Martínez M. cuando expresa que el

“paradigma emergente” es la “emergencia” por debatir cómo resolver asuntos e

incógnitas propias de la sociedad desde una metodología que valores el lenguaje y

la razón de forma sistemática y coherente.

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Immanuel Wallerstein

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Immanuel Wallerstein en la European University de San Petersburgo, mayo 2008.

Nombre Immanuel Wallerstein en 2008.

Nacimiento 28 de septiembre de 1930, 80 años

 Estados Unidos, Nueva York

Nacionalidad estadounidense

Ocupación sociólogo, profesor

Immanuel Wallerstein (Ciudad de Nueva York, 28 de septiembre de 1930) es

unsociólogo y científico social histórico estadounidense. Principal teórico del análisis

desistema-mundo.

Contenido

 [ocultar]

1 Educación y vida profesional

2 Líneas teóricas esenciales

o 2.1 El moderno sistema-mundo

o 2.2 El Centro Immanuel Wallerstein

3 Citas de Immanuel Wallerstein

o 3.1 El cambio social y la justificación de El moderno sistema mundial

o 3.2 El origen de la economía-mundo capitalista

o 3.3 Sobre el origen del Estado moderno y el absolutismo

o 3.4 Sobre la Revolución francesa

o 3.5 Sobre Karl Marx

Page 8: Immanuel Wallerstein

o 3.6 Sobre las ciencias sociales

4 Obra publicada

o 4.1 Obras de Inmanuel Wallerstein

o 4.2 Bibliografía sobre Immanuel Wallerstein

o 4.3 Artículos en prensa y Comentarios

5 Referencias

6 Véase también

7 Enlaces

[editar]Educación y vida profesional

Immanuel nació en Nueva York, realizó sus estudios en la Universidad de Columbia,

donde se graduó en 1951. Obtuvo su maestría en 1954y el doctorado en 1959;

después trabajó como conferencista hasta 1971, año en que se hizo profesor de

sociología en la Universidad de McGill. En 1976 se hizo profesor de sociología de

la Universidad de Binghamton (SUNY), puesto que ocupó hasta que se retiró en 1999.

Fue director del Centro Fernand Braudel de estudios económicos, sistemas históricos

y civilización. Wallerstein ocupó diversos puestos entre ellos el de profesor visitante en

diferentes universidades alrededor del mundo; fue premiado con múltiples títulos

honoríficos. También fue el director de estudios asociados en la Escuela de Altos

Estudios en Ciencias Sociales (École des Hautes Études en Sciences Sociales)

enParís, y fue presidente de la Asociación Sociológica Internacional de 1994 a 1998.

Es presidente de la Comisión Gulbenkian para la restauración de las ciencias sociales,

encargada de una reflexión sobre el presente y el posible futuro de las ciencias

sociales, pues muchos especialistas aseguran que no deben ser enseñadas por

separado, porque todas ellas persiguen al final un mismo objetivo: la percepción de la

realidad ( ya sea en el pasado, presente o futuro) del ser humano relacionado con su

entorno social.

[editar]Líneas teóricas esenciales

Wallerstein inició como un experto en asuntos post-coloniales africanos, a lo que

dedicó casi todas sus publicaciones hasta principios de los setenta, cuando empezó a

distinguirse como un historiador y teórico a nivel macroeconómico de la economía

capitalista global. Su reciente crítica al capitalismo global y su influencia en los

movimientos anti-sistémicos lo han convertido en una eminencia en el movimiento

antiglobalización junto con Noam Chomsky y Pierre Bourdieu. Su obra y presidencia

del Fernand Braudel Center de la State University of New York constituyen uno de los

principales puntos de referencia y producción historiográfica a nivel mundial. Es

posible distinguir, por el desarrollo de una teoría global y sus aportaciones a

Page 9: Immanuel Wallerstein

la historia como ciencia social, una línea directa entre Karl Marx, Fernand Braudel y

Wallerstein. También tiene empatía intelectual con Ilya Prigogine, Marc Bloch, Paul

Sweezy y Franz Fanon. Trabajó e investigó junto aGiovanni Arrighi quien recoge el

corpus del sistema-mundo de Wallerstein para desarrollar y perfeccionar la teoría de

los ciclos económicos. Ambos son exponentes del desarrollo global de las ciencias

sociales.

El científico social mexicano Carlos Antonio Aguirre Rojas -uno de sus principales

discípulos- en el prólogo a La crisis estructural del capitalismo (Editorial

Contrahistorias, 2005) planteó que sus aportes teóricos se pueden esbozar en cuatro

líneas principales:

a) la explicación histórica-crítica de la historia, el desarrollo y los mecanismos

globales y funcionales del capitalismo desde el siglo XVI hasta nuestros días

mediante la colectivamente aceptada teoría del sistema-mundo (world-system).

b) el análisis crítico de los hechos y realidades del largo siglo XX y su influencia en

los procesos históricos en los que estamos inmersos.

c) el análisis histórico-crítico de los hechos coyunturales y el ejercicio de

escenarios prospectivos del actual sistema-mundo, resaltando que éste vive la

fase B de un ciclo de Kondratiev iniciado posterior a 1945 y experimenta una crisis

estructural que iniciará su fase final hacia 2050.

d) la reflexión epistemológica-crítica de la urgente necesidad de reconfigurar y

replantear la estructura parcelada de las ciencias sociales actuales y encaminarlas

hacia una perspectiva unidisciplinar.

[editar]El moderno sistema-mundo

Su obra más importante, El moderno sistema-mundo (The modern world-system) ha

aportado a la ciencia histórica un nuevo modelo teórico-interpretativo. Apareció en tres

volúmenes en 1974, 1980 y 1989. En ellos, Wallerstein se basa en tres influencias

intelectuales: Karl Marx, el historiador francés Fernand Braudel, la Teoría de la

dependencia, en su experiencia práctica obtenida en su trabajo en la África post-

colonial y las varias teorías acerca de las naciones en desarrollo. Un aspecto de su

trabajo por el cual se merece crédito fue el anticipar la importancia del

creciente Conflicto Norte-Sur el cual estaba ya en la cima durante la Guerra Fría.

Wallerstein rechazaba la noción de un “Tercer Mundo”, afirmando que había solo un

mundo conectado por una compleja red de relaciones de intercambio económico.

Wallerstein localiza el origen del moderno sistema-mundial en el noroeste de Europa

del siglo XVI. Una pequeña ventaja en la acumulación de capital en Gran

Bretaña y Francia, debido a circunstancias políticas específicas al final del periodo

Page 10: Immanuel Wallerstein

del feudalismo, pusieron en movimiento un proceso gradual de expansión, como

resultado: la red mundial, o sistema de intercambio económico que existe en la

actualidad. Para Wallertstein, la transición al capitalismo se llevó a cabo durante el

"largo" siglo XVI con la previa "crisis" del modo de producción feudal, que englobaba a

causas climáticas, demográficas, políticas e incluso culturales, lo que obligo a los

señores feudales de Inglaterra y del norte de Francia a convertirse en capitalistas. Lo

anterior llevó a la conformación de la economía-mundo capitalista que llegó a ocupar

América y a convertirla en la periferia del sistema mundial, y consecuentemente

desecha la idea de "revolución burguesa" arraigada en el marxismo ortodoxo. En este

sentido, Wallerstein se pregunta que cuál es el sentido de afirmar que la Revolución

francesa fue una "revolución burguesa" si el capitalismo como tal ya estaba

consolidado desde hace dos o tres siglos atrás, por lo que, llega a mencionar que la

Revolución francesa fue en realidad una "revolución anticapitalista" -con lenguaje

antifeudal- y además, fue el acontecimiento en donde la superestructura ideológica se

pone por fin al mismo nivel que la estructura económica; es decir: que a partir de tal

suceso las ideologías expresan transparentemente los intereses de las clases al

interior del sistema-mundo. Pero, en modo alguno, según Wallerstein, representó un

cambio estructural profundo. Con esta última idea, Wallerstein ensalza a la Revolución

francesa y baja el perfil a la Revolución rusa de 1917.

Un mayor avance ocurrió durante la época del imperialismo, el cual puso en contacto a

cada rincón de la tierra con la economía capitalista al estilo europeo.

El sistema-mundial capitalista se encuentra lejos de la homogeneidad en términos

culturales, políticos y económicos; está caracterizado por profundas diferencias en el

desarrollo cultural, acumulación del poder político y capital. Wallerstein concibe las

diferencias en las teorías de la modernización y capitalismo como una división

duradera del mundo en el núcleo, semi-periferia y periferia.

En 2011, Immanuel Wallerstein publicará el cuarto tomo del Moderno sistema mundial,

cuyo subtítulo es "el triunfo del liberalismo centrista" y cuyo período va desde 1789

hasta 1914. Esta cuarta entrega se encargará de continuar la idea de "geocultura" en

tanto que ideología dominante del sistema-mundo capitalista en su conjunto. Ahí se

verá cómo surgen las ideologías modernas ante el desafío que representó la

"Revolución francesa" con las consecuencias que aquella trajo: 1) el cambio político es

normal, y 2) la soberanía reside en el pueblo. Pues bien, las ideologías "modernas" se

encargan de ambos problemas en que surgió el conservadurismo, el liberalismo y el

radicalismo/socialismo, cada una poniendo distintos énfasis en cuanto a la "velocidad"

y "profundidad" de los cambios sociales que deseaban. Y el tomo cuatro tratará de

cómo la ideología liberal centrista triunfó por sobre el conservadurismo y el

Page 11: Immanuel Wallerstein

radicalismo/socialismo en orden de asegurar la acumulación de capital a largo plazo,

para Gran Bretaña, Francia y los demás capitalistas de la economía-mundo.

[editar]El Centro Immanuel Wallerstein

El centro Immanuel Wallerstein fue fundado en San Cristóbal de las

Casas, Chiapas, México, en 2004.

[editar]Citas de Immanuel Wallerstein

[editar]El cambio social y la justificación de El moderno sistema mundial

El cambio es eterno. Nada cambia jamás. Los dos tópicos son "ciertos". Las estructuras son los

arrecifes de coral de las relaciones humanas, que tienen una existencia estable durante un

período relativamente largo de tiempo. Pero las estructuras también nacen, se desarrollan y

mueren. Wallerstein, I. - El moderno sistema mundial I1

Lo que aquí es relevante es que así me hice consciente del grado en que la sociedad como

abstracción quedaba grandemente limitada a sistemas político-jurídicos como realidad

empírica. Era una perspectiva falsa el adoptar una unidad como la "tribu" e intentar analizar su

funcionamiento sin hacer referencia al hecho de que, en una situación colonial, las instituciones

gobernantes de una "tribu", lejos de ser "soberanas", estaban seriamente circunscritas por las

leyes (y las costumbres) de una entidad mayor de la cual formaban parte indisociable, léase la

colonia. De hecho esto me llevó a la generalización más amplia de que el estudio de la

organización social era en su mayor parte deficiente debido a la muy extendida falta de

consideración del marco legal y político en el que tanto las organizaciones como sus miembros

operan. Wallerstein, I. - El moderno sistema mundial I 2

¿Cómo podía uno decir que la Francia del siglo XVII era en algún aspecto equivalente a la India

del siglo XX? Los legos podrían considerar tal afirmación absurda. ¿Estarían acaso tan

equivocados? Está muy bien y es muy cómodo eso de apoyarse en las fórmulas de los libros

de texto acerca de las virtudes de la abstracción científica, pero las dificultades prácticas de la

comparación parecían inmensas. Wallerstein, I.-El moderno sistema mundial I 3

Si determinadas sociedades atravesaban "etapas", es decir, tenían una "historia natural", ¿qué

sucedía entonces con el propio sistema mundial? ¿Acaso no tenía "etapas", o al menos una

"historia natural"? Si así fuera, ¿no estaríamos estudiando evoluciones comprendidas dentro de

otras evoluciones? Y de ser ese el caso, ¿no se estaría convirtiendo la teoría en algo

ligeramente sobrecargado en epiciclos? ¿No estaría pidiendo a voces algún toque de

simplificación?. Wallerstein, I.-El moderno sistema mundial I 4

[editar]El origen de la economía-mundo capitalista

Page 12: Immanuel Wallerstein

A finales del siglo XV y principios del XVI, nació lo que podríamos llamar una economía-mundo

europea. No era un imperio, pero no obstante era espaciosa como un gran imperio y compartía

con él algunas características. Pero era algo diferente y nuevo. Era un tipo de sistema social

que el mundo en realidad no había conocido anteriormente, y que constituye el carácter

distintivo del moderno sistema mundial. Es una entidad económica pero no política, al contrario

de los imperios, las ciudades-Estado y las naciones-Estado. De hecho, precisamente

comprende dentro de sus límites (es difícil hablar de fronteras) imperios, ciudades-Estado, y las

emergentes "naciones-Estado". Es un sistema "mundial", no porque incluya la totalidad del

mundo, sino porque es mayor que cualquier unidad política jurídicamente definida. Y es una

"economía-mundo" debido a que el vínculo básico entre las partes del sistema es

económico. Wallerstein, I. - El moderno sistema mundial I5

[editar]Sobre el origen del Estado moderno y el absolutismo

Pero ¿por qué surgieron tales regímenes políticos en este tiempo en particular? Una respuesta

clásica se nos da en términos de los fenómenos centrífugos presentes en los nuevos Estados,

argumento utilizado frecuentemente para los nuevos Estados del siglo XX. El empuje inicial de

los "restauradores del orden" del siglo XV surgió de la "crisis del feudalismo". La presión

económica sobre los señores había llevado a un incremento de la explotación de los

campesinos y, consiguientemente, a rebeliones de éstos. También había llevado a guerras

internas entre la nobleza. Los debilitados nobles se volvieron a los reyes para que les

preservaran de aún mayores desórdenes. El rey se benefició de las circunstancias para

aumentar sus riquezas frente a esta misma nobleza. Wallerstein, I.- El moderno sistema

mundial I6

¿Cómo hicieron los reyes, que eran los directores del aparato de Estado en el siglo XVI, para

fortalecerse? Utilizaron cuatro mecanismos fundamentales: burocratización, monopolización de

la fuerza, creación de legitimidad y homogeneización de la población súbdita. Wallerstein, I. - El

moderno sistema mundial I7

[editar]Sobre la Revolución francesa

No creo que debamos intentar preservar la imagen de la Revolución francesa como una

revolución burguesa para preservar la de la Revolución rusa como una revolución proletaria.

Pero tampoco creo que debamos tratar de crear la imagen de la Revolución francesa como una

revolución liberal con el fin de empañar la de la Revolución rusa como una revolución totalitaria.

Ninguna de estas categorías -burguesa o liberal- clasifica bien lo que de hecho

ocurrió. Wallerstein, I.-El moderno sistema mundial III8

La Revolución francesa tal vez no fue una "revolución burguesa" puesto que en la economía-

mundo capitalista en la cual se ubicaba Francia, el comportamiento económico de la clase

dominante era "capitalista". En ese sentido, los "capitalistas" no tenían necesidad de una

Page 13: Immanuel Wallerstein

revolución política en estados particulares con el fin de obtener el droit de cité [derecho de

alternancia] o buscar sus intereses fundamentales. Wallerstein, I.-Impensar las ciencias

sociales9

Estos "levantamientos" por supuesto podrían asemejarse de manera analítica a las recurrentes

revueltas por comida y alborotos campesinos de los siglos anteriores. Creo que la burguesía

del mundo percibió que algo diferente estaba ocurriendo, que a esos "levantamientos" podrían

catalogárseles mejor como los primeros disturbios verdaderamente antisistémicos (es decir, en

contra del sistema capitalista) del mundo moderno. No es que esos levantamientos

antisistémicos tuvieran mucho éxito, sino que al menos se habían suscitado y por lo tanto

presagiaron un importante cambio cualitativo en la estructura del sistema-mundo capitalista, un

punto de cambio en sus políticas. Wallerstein, I.-Impensar las ciencias sociales10

[editar]Sobre Karl Marx

Marx tenía un defecto importante. Era excesivamente smithiano (la competencia es la norma

del capitalismo, el monopolio una distorsión) y schumpeteriano (el empresario es el agente del

progreso). Numerosos marxistas del siglo XX no comparten ya estos prejuicios, aun cuando

creen que eso es porque el capitalismo ha evolucionado. Sin embargo, una vez que se

invierten estos supuestos, el uso de un marco dialéctico y materialista para el análisis obliga a

hacer una lectura muy diferente de la historia de los siglos XVI a XVIII, incluso del XIX, de lo

que el mismo Marx hizo la mayoría de las veces. Wallerstein, I.-El moderno sistema mundial

III11

Es en cambio al otro Marx, al que veía la historia como una realidad compleja y sinuosa, al que

insistía en el análisis del carácter específico de los diferentes sistemas históricos, al Marx que

era, por tanto, crítico del capitalismo como sistema histórico, a quien debemos devolver en el

primer plano. ¿Qué encontró Marx cuando examinó a fondo el proceso histórico del

capitalismo? Encontró no solo la lucha de clases, que a fin de cuentas era el fenómeno de

"todas las sociedades existentes hasta el presente", sino también la polarización de las clases.

Esta fue su hipótesis más radical y atrevida y, por consiguiente, la más criticada. Wallerstein, I.-

Raza, nación y clase12

[editar]Sobre las ciencias sociales

La ciencia social es una empresa del mundo moderno; sus raíces se encuentran en el intento,

plenamente desarrollado desde el siglo XVI y que es parte inseparable de la construcción de

nuestro mundo moderno, por desarrollar un conocimiento secular sistemático que tenga algún

tipo de validación empírica. Wallerstein, I.-Abrir las ciencias sociales13

Puesto que la presión por la transformación política y social había adquirido una urgencia y una

legitimidad que ya no resultaba fácil contener mediante la simple proclamación de teorías sobre

Page 14: Immanuel Wallerstein

un supuesto orden natural de la vida social. En cambio muchos –sin duda con esperanzas de

limitarlo- sostenían que la solución consistía más bien en organizar y racionalizar el cambio

social que ahora parecía inevitable en un mundo en el que la soberanía del “pueblo” iba

rápidamente convirtiéndose en la norma. Pero para organizar y racionalizar el cambio social

primero era necesario estudiarlo y comprender las reglas que lo gobernaban. No sólo había

espacio para lo que hemos llegado a llamar ciencia social, sino que había una profunda

necesidad de ella. Además parecía coherente que si se intentaba organizar un nuevo orden

social sobre una base estable, cuanto más exacta (o “positiva”) fuese la ciencia tanto mejor

sería todo lo demás. Wallerstein, I.-Abrir las ciencias sociales14

El hecho de que las ciencias sociales construidas en Europa y Estados Unidos durante el siglo

XIX fueran eurocéntricas no debe asombrar a nadie. El mundo europeo de la época se sentía

culturalmente triunfante y en muchos aspectos lo era. Europa había conquistado el mundo

tanto política como económicamente, sus realizaciones tecnológicas fueron un elemento

esencial de esa conquista y parecía lógico adscribir la tecnología superior a una ciencia

superior y a una superior visión del mundo.Wallerstein, I.-Abrir las ciencias sociales15

[editar]Obra publicada

[editar]Obras de Inmanuel Wallerstein

1971  - El estudio comparado de las sociedades nacionales (Con Terence K.

Hopkins). Valparaíso, Ediciones Universitarias de la Universidad Católica de

Valparaíso

1978  - The 'crisis of the seventeenth century' en New Left Review I, Nº 110,

Julio/Agosto

1979  - El moderno sistema mundial. La agricultura capitalista y los orígenes de la

economía-mundo europea en el siglo XVI. Madrid : Siglo XXI Editores.

1983  - Dinámica de la crisis global. Con Samir Amin, Giovanni Arrighi y Andre

Gunder Frank. Ciudad de México: Siglo XXI Editores

1984  - El moderno sistema mundial II. El mercantilismo y la consolidación de la

economía-mundo europea, 1600-1750. México, Siglo XXI Editores

1988  - The Bourgeois(ie)as Concept and Reality en New Left Review I, Nº 167,

Enero/Febrero

1988  - El capitalismo histórico. Ciudad de México, Siglo XXI Editores

1991  - Raza, nación y clase. Las identidades ambiguas. Con Étienne Balibar.

Madrid: Iepala Textos

1996  - Abrir las ciencias sociales. Madrid : Siglo XXI Editores

1996  - Después del liberalismo. Madrid : UNAM : Siglo XXI Editores : IIS-UNAM

Page 15: Immanuel Wallerstein

1997  - El futuro de la civilización capitalista. Barcelona: Icaria

1998  - El moderno sistema mundial III. La segunda era de gran expansión de la

economía-mundo capitalista, 1730-1850. México, Siglo XXI Editores

1998  - Impensar las Ciencias Sociales. Madrid : UNAM : Siglo XXI Editores : IIS-

UNAM

1998  - Utopística. O las Opciones Históricas del Siglo XXI. Madrid : UNAM : Siglo

XXI Editores : IIS-UNAM

1999  - Movimientos antisistémicos. Con Giovanni Arrighi y Terence K. Hopkins.

Madrid: Akal

2001  - Conocer el mundo, saber el mundo. El fin de lo aprendido. Madrid : Siglo

XXI Editores, 2001

2003  - Saber el mundo, conocer el mundo. Una nueva ciencia de lo social. Madrid :

UNAM : Siglo XXI Editores : IIS-UNAM

2004  - Las Incertidumbres Del Saber. Gedisa

2005  - Estados Unidos confronta al mundo. Madrid : Siglo XXI Editores

2005  - La decadencia del poder estadounidense. Estados Unidos en un mundo

caótico. Santiago de Chile. Lom Ediciones

2005  - La crisis estructural del capitalismo. México : Editorial Contrahistorias

2006  - Análisis de sistemas-mundo. Una introducción. Madrid : Siglo XXI Editores

2006  - La trayectoria del poder estadounidense en New Left Review, Nº 40,

Septiembre/Octubre, Akal

2007  - Geopolítica y geocultura: ensayos sobre el moderno sistema mundial.

Barcelona : Kairos

2007  - Universalismo europeo. El discurso del poder. Madrid : Siglo XXI Editores

2009  - Leer a Fanon en el siglo XXI en New Left Review, Nº 57, Julio/Agosto, Akal

2010  - Crisis estructurales en New Left Review, Nº 62, Mayo/Junio, Akal

2011  - The Modern World-System IV: Centrist Liberalism Triumphant, 1789-1914,

California, University of California Press

[editar]Bibliografía sobre Immanuel Wallerstein

Göran Therborn  From Marxism to Post-Marxism? (Verso, 2008)

Beverly J. Silver  Fuerzas de trabajo. Los movimientos obreros y la globalización

desde 1870 (Akal, 2005)

Carlos Antonio Aguirre Rojas . Immanuel Wallerstein: Crítica del sistema mundo

capitalista (Estudio y entrevista a Immanuel Wallerstein). (Editorial Era, 2004)

Leslie Sklair  Sociología del sistema global (Gedisa, 2003)

Page 16: Immanuel Wallerstein

Giovanni Arrighi  y Beverly J. Silver Caos y orden en el sistema-mundo

moderno (Akal, 2001)

Jaime Osorio  Fundamentos del análisis social (Fondo de Cultura Económica, 2001)

Steve J Stern  Feudalism, Capitalism and the World-System in the Perspective of

Latin America and the Caribbean (American Historical Review, Nº93, 1988)

Eric Wolf  Europe and the people without history, (University of California Press,

1982) (Europa y la gente sin historia, Fondo de Cultura Económica, 1987)

Anthony Brewer  Marxist Theories of Imperialism. A Critical Survey (Routledge &

Kegan Paul, 1980)

Ernesto Laclau  Política e ideología en la teoría marxista: capitalismo, fascismo,

populismo (Siglo XXI Editores, 1978)

Robert Brenner  The Origins of Capitalist Development. A Critique of Neo-Smithian

Marxism (New Left Review I/104, July-August 1977, pp. 25-92)

Theda Skocpol  Wallerstein's World Capitalist System: A Theoretical and Historical

Critique (The American Journal of Sociology, 1977)

[editar]Artículos en prensa y Comentarios

Wallerstein escribe artículos en numerosos medios, tanto prensa escrita como en red.

Entre ellos destacan:

Agence Global - 'by Immanuel Wallerstein'.16

Le monde diplomatique .17

Sin Permiso .18

Comentario - Escritos mensuales sobre algún aspecto de la situación mundial en el

sitio del Fernand Braudel Center. Son traducidos a más de veinte idiomas.19 En

español son traducidos y publicados por el diario La Jornada.20

[editar]Referencias

1. ↑  Wallerstein, I., El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes

de la economía-mundo europea en el siglo XVI, p. 7

2. ↑  Wallerstein, I., El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes

de la economía-mundo europea en el siglo XVI, pp. 9-10

3. ↑  Wallerstein, I., El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes

de la economía-mundo europea en el siglo XVI, p. 12

4. ↑  Wallerstein, I., El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes

de la economía-mundo europea en el siglo XVI, p. 12.

5. ↑  Wallerstein, I., El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes

de la economía-mundo europea en el siglo XVI, p. 21)

Page 17: Immanuel Wallerstein

6. ↑  Wallerstein, I., El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes

de la economía-mundo europea en el siglo XVI, pp. 189-190

7. ↑  Wallerstein, I., El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes

de la economía-mundo europea en el siglo XVI, p. 191

8. ↑  Wallerstein, I. El moderno sistema mundial III. La segunda era de gran expansión de

la economía-mundo capitalista, 1730-1850, p. 70

9. ↑  Wallerstein, I., Impensar las ciencias sociales. Límites de los paradigmas

decimonónicos, p. 11.

10. ↑  Wallerstein, I., Impensar las ciencias sociales. Límites de los paradigmas

decimonónicos, p. 17-18.

11. ↑  Wallerstein, I. El moderno sistema mundial III. La segunda era de gran expansión de

la economía-mundo capitalista, 1730-1850, p. 71

12. ↑  Wallerstein, I., Raza, nación y clase. Las identidades ambiguas, p. 198

13. ↑  Wallerstein, I., Abrir las ciencias sociales, p. 4

14. ↑  Wallerstein, I., Abrir las ciencias sociales, p. 10-11

15. ↑  Wallerstein, I., Abrir las ciencias sociales, p. 57

16. ↑  Contradictions in the Latin American Left, 15/8/2010

17. ↑  Le monde diplomatique.es

18. ↑  Sin permiso - información por autor

19. ↑  Comentarios -binghamton.edu-

20. ↑  Immanuel Wallerstein. Opciones imposibles en una depresión mundial, 19/7/2010

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA

UNIDAD IZTAPALAPA

“Casa abierta al tiempo”

División: Ciencias Sociales y Humanidades

Licenciatura: Filosofía

UEA: Filosofía de las Ciencias Sociales II

Profesor: Rubén García Clark

Page 18: Immanuel Wallerstein

Estudiante: Benjamín Romero Ureiro

Matrícula: 204329505

Trimestre: 09P

Lugar y fecha: México, D. F., 3 de agosto de 2009

 

Crítica a las ciencias sociales en Immanuel Wallerstein

El objetivo de este ensayo es exponer y clarificar la crítica de Immanuel

Wallerstein a las ciencias sociales del siglo XIX y su respectiva propuesta

alternativa para abordar el estudio de las mismas. Para intentar lograr nuestro

propósito nos apoyaremos en su obraImpensar las ciencias sociales, cuyo

subtitulo es Limites de los paradigmas decimonónicos.

Immanuel Wallerstein es un científico social norteamericano. Nació el 28

de septiembre de 1930 en la ciudad de Nueva York. Es el principal teórico del

análisis del sistema-mundo, un enfoque metodológico aplicado al estudio de las

ciencias sociales. Los pensadores que más han influido en su formación

intelectual han sido el filosofo alemán Karl Marx y el historiador francés

Fernand Braudel. La vida y obra del pensador que nos ocupa se ha desplegado

en partes del siglo XX y XXI, toda vez que el sociólogo norteamericano aún se

encuentra con vida.

Immanuel Wallerstein nos aclara en la introducción de su obra la

diferencia que existe entre “repensar las ciencias sociales” e “impensar las

ciencias sociales”. La primera actitud se lleva a cabo cuando las teorías

necesitan ajustarse o cambiarse, ya que las nuevas evidencias obligan a

repensar las premisas establecidas. Por el contrario, la segunda actitud tiene

que ver con el análisis crítico de los presupuestos que subyacen en las ciencias

sociales. Dichas suposiciones son caracterizadas como engañosas y

constrictivas, además de que se han convertido en dogmas que imposibilitan la

comprensión cabal de la realidad social. Por estas razones, se hace necesario

el planteamiento de “impensar las ciencias sociales” para superar sus

presupuestos y dar cuenta del carácter limitado de los mismos.

Ahora bien, es menester aclarar que a nuestro autor le interesa de

manera específica la crítica de las ciencias sociales del siglo XIX, pues

Page 19: Immanuel Wallerstein

considera que ahí tienen su origen los paradigmas que deben ser criticados y

superados. Sin embargo, nuestro pensador también nos advierte que no está

proponiendo un nuevo paradigma desde el cual se pueda estudiar las ciencias

sociales desde un nuevo enfoque o perspectiva, pero sí busca propiciar, con su

reflexión, el debate y la construcción de un nuevo paradigma para las ciencias

sociales de nuestro tiempo.

Immanuel Wallerstein sostiene que es en el siglo XIX cuando surgen tres

nuevas instituciones que son claves para entender nuestra actual realidad

social. “Estas tres instituciones fueron las ideologías, las ciencias sociales y los

movimientos, y comprenden la gran síntesis intelectual/cultural del “largo” siglo

XIX, los fundamentos institucionales de lo que a veces se denomina en forma

inadecuada “modernidad”.[1] En efecto, es en este siglo cuando emergen y se

consolidan el conservadurismo, el liberalismo y el marxismo como ideologías

sistémicas mundiales. Ellas expresan diferentes intereses clasistas y su función

principal es hacer frente al problema del cambio social. Para que una ideología

sea útil en el cambio social (ya sea para obstruirlo, retardarlo o catalizarlo)

necesita de las ciencias sociales, ya que estas áreas del saber son las que

proveen el análisis científico de la realidad social.

Las ciencias sociales son definidas, en el siglo XIX, como el estudio

empírico del mundo social. Su objetivo es comprender el desarrollo de la

sociedad e influir en su curso. Por ello, se dice que las ciencias sociales no

fueron producto de pensadores sociales solitarios, sino la creación de elites

altamente especializadas en el marco de estructuras específicas con miras a

lograr fines específicos.[2] Parece ser que fueron las clases dominantes las que

principalmente se interesaron por el fomento de las ciencias sociales, ya que

desde su concepción estas servirían como un instrumento para la consecución

de sus intereses, esto es, mantener su hegemonía en la sociedad.

Wallerstein también nos dice que el principal modo de institucionalizar

las ciencias sociales fue mediante la diferenciación en la estructura

universitaria tradicional europea. La organización tradicional de las

universidades europeas consistía en dividir las áreas del saber en cuatro

facultades, a saber, teología, filosofía, derecho y medicina. Durante el siglo XIX

Page 20: Immanuel Wallerstein

y con el impulso de las ciencias sociales se crearon nuevas universidades y

surgieron nuevas disciplinas con nuevos nombres. Las disciplinas emergentes

y sus nombres fueron producto del triunfo de la ideología liberal, la ideología de

la burguesía, la que es y ha sido base teórica del sistema social capitalista, hoy

expandido casi a nivel planetario.

Un presupuesto fundamental de la ideología liberal era que la vida o el

mundo social podían dividirse en tres dimensiones perfectamente delimitados.

Es así como se postulaban tres esferas de la realidad social que eran el

mercado, el Estado y la sociedad. Por ello, las ciencias sociales que se

consolidaron en base a este supuesto subyacente de la ideología liberal fueron

la economía, la ciencia política y la sociología. Una cuarta disciplina que se

redefine en el siglo XIX, gracias a la obra de Ranke, es la historia. Lo primero

que podemos comentar del supuesto epistemológico, arriba mencionado, es

que se trata de un criterio que escinde la realidad social en diferentes parcelas

del conocimiento y crea objetos de estudio muy estrechos que no dan cuenta

de la realidad social como totalidad. El sociólogo norteamericano cuestiona

este supuesto y plantea una restauración de las ciencias sociales, es decir,

volver a unir las ciencias sociales y dejar de estudiarlas y enseñarlas por

separado, ya que la ciencia social es una sola y su objetivo supremo es la

investigación del ser social y su realidad circundante compleja.

Por su parte, el científico social mexicano Carlos Antonio Aguirre Rojas -

uno de los principales discípulos del autor de La crisis estructural del

capitalismo- considera que uno de los aportes teóricos del maestro es “la

reflexión epistemológica-crítica de la urgente necesidad de reconfigurar y

replantear la estructura parcelada de las ciencias sociales actuales y

encaminarlas hacia una perspectiva unidisciplinar”. Como se ve, el

planteamiento wallersteiniano parece abogar por la unificación de las ciencias

sociales, toda vez que ellas tienen la misma finalidad; estudiar la realidad social

desde diferentes perspectivas. Por consiguiente, la ciencia social que ha de

construirse debe tomar en cuenta una reestructuración de las ciencias sociales,

puesto que el actual fundamento racional de las mismas ha entrado en crisis.

Es deseable, entonces, pensar en nuevos fundamentos racionales y en nuevos

Page 21: Immanuel Wallerstein

criterios de demarcación, o bien, en la posibilidad de una ciencia social

unificada.

Por otra parte, con respecto a la alternativa que ofrece el maestro

Wallerstein para el estudio de las ciencias sociales, podemos decir que su

propuesta metodológica denominada análisis de los sistemas-mundo equivale

a su mayor esfuerzo intelectual por contribuir a la construcción de un

paradigma. Como se sabe, el análisis de los sistemas-mundo es una

perspectiva contemporánea del mundo social, un marco teórico que nuestro

autor aplica al estudio de las ciencias sociales. Dicha perspectiva -nos dice

Wallerstein- concede gran importancia al estudio del cambio social a largo

plazo y a gran escala. Este enfoque teórico también es presentado por nuestro

autor de la siguiente forma:

El análisis de los sistemas-mundo pretende ser una crítica a las

ciencias sociales del siglo XIX, aunque más bien es una critica

incompleta, porque no ha logrado encontrar la forma de corregir el más

resistente (y confuso) legado de las ciencias sociales del siglo XIX –la

división del análisis social en tres áreas, tres lógicas, tres “niveles”: el

económico, el político y el sociocultural. Esta tríada se encuentra en

medio del camino obstaculizando nuestro progreso intelectual. Muchos

la consideran insuficiente pero, en mi opinión, no hay nadie aún que

haya encontrado la manera de eliminarla del lenguaje y sus

implicaciones, algunas de las cuales son correctas pero quizá la

mayoría no.

Tal vez el mundo deba cambiar un poco más antes de que los

académicos puedan teorizar esta tríada de manera más útil. Sin

embargo, estoy convencido de que este acertijo, más que ningún otro,

es el que debe preocuparnos, y que superar esta aporía, resolver este

misterio, impensar esta metáfora, resulta esencial para reconstruir las

ciencias sociales históricas.[3]

Queda claro pues, que el análisis de los sistemas-mundo es una crítica a

la forma en que estructuraron las ciencias sociales desde sus orígenes a

mediados del siglo XIX. El método que surgió de dicha estructuración está

Page 22: Immanuel Wallerstein

constituido por un conjunto de supuestos que deben ser cuestionados, ya que

estos han tenido el efecto de cerrar las interrogantes más importantes e

interesantes. Por esto, es necesario ir en pos de un nuevo paradigma que nos

permita realizar la tarea social más importante, a saber, “mostrar en términos

racionales las verdaderas alternativas históricas ante nosotros”.[4]

El análisis de los sistemas-mundo es una protesta moral y política y un

desafío al método y a los supuestos tradicionales de las ciencias sociales. A

continuación se esbozan algunos presupuestos epistemológicos que el

sociólogo norteamericano critica y que llama a superar:

1.- Las ciencias sociales se constituyen de diversas “disciplinas”

que son agrupaciones intelectualmente coherentes del objeto de estudio

diferentes entre sí.

2.- La historia es el estudio, la explicación, de lo particular como

en realidad sucedió en el pasado. Las ciencias sociales son la

enunciación del conjunto de reglas universales que explican el

comportamiento social de los seres humanos.

3.- Los seres humanos se organizan en entidades que podemos

llamar sociedades, las cuales constituyen los marcos sociales

fundamentales en los cuales se vive cada vida humana.

4.- El capitalismo es un sistema basado en la competencia entre

libres productores que utilizan el libre trabajo en la producción de libre

mercancía, y “libre” significa que está disponible para su compraventa

en un mercado.

5.- El final del siglo XVIII y el comienzo del XIX representan un

cambio crucial en la historia del mundo, en el sentido de que los

capitalistas al fin alcanzaron el poder estatal-social en los estados clave.

6.- La historia de los seres humanos es, inevitablemente,

progresiva.

7.- La ciencia es la búsqueda de reglas que resumen de manera

sucinta por qué todo es como es y cómo suceden las cosas.[5]

            Por último, Immanuel Wallerstein nos aclara que el análisis de los

sistemas-mundo es un llamado a construir una ciencia social histórica que

Page 23: Immanuel Wallerstein

contribuya a la transformación del mundo. “Dicho análisis no es un paradigma

de las ciencias sociales históricas, es un llamado a un debate sobre el

paradigma”.[6] Ciertamente, los planteamientos teóricos del científico social

estadounidense apuntan a la critica de los paradigmas en la investigación

social que hemos heredado del siglo XIX, los cuales hoy en día resultan

limitados y más aún, obsoletos e inoperantes para los fines de una ciencia

social crítica y liberadora. Se trata de aprender a desaprender las “verdades”

sagradas que nos ha inculcado la tradición, de subvertir los dogmas que hemos

interiorizado, de construir un nuevo paradigma que conciba la realidad social

como una totalidad, es decir, una dimensión que deba estudiarse de manera

transdisciplinaria, compleja, sistémica y holista.

[1] Immanuel Wallerstein. Impensar las ciencias sociales. México: Siglo XXI, 2007. p. 18.

[2] Immanuel Wallerstein. Op. cit. p. 21.

[3] Op. cit. p. 6.

[4] Op. cit. p. 257.

[5] Op. cit. pp. 258-275.

[6] Op. cit. p. 277.