iglesia conforme al corazon de - nunez, miguel.pdf

209

Upload: carlos-galan

Post on 07-Nov-2015

73 views

Category:

Documents


3 download

TRANSCRIPT

  • La misin de Editorial Portavoz consiste en proporcionar productos de calidadcon integridad y excelencia, desde unaperspectiva bblica y confiable, que animen a las personas a conocer y servir a Jesucristo.

    Una iglesia conforme al corazn de Dios 2011 por Miguel Nez y publicado por Editorial Portavoz, filial de KregelPublications, Grand Rapids, Michigan 49501. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicacin podr reproducirse de cualquier forma sin permiso escrito previo de los editores, con laexcepcin de citas breves en revistas o reseas. A menos que se indique lo contrario, todas las citas bblicas han sido tomadas de La Biblia de las Amricas 1986, 1995,1997 por The Lockman Foundation. Todos los derechos reservados. Las cursivas aadidas en los versculos bblicos son nfasis del autor. EDITORIAL PORTAVOZP.O. Box 2607Grand Rapids, Michigan 49501 USAVistenos en: www.portavoz.com ISBN 978-0-8254-1839-6 (rstica)ISBN 978-0-8254-0554-9 (Kindle)ISBN 978-0-8254-8525-1 (epub)

    1 2 3 4 5 / 15 14 13 12 11

    Impreso en los Estados Unidos de AmricaPrinted in the United States of America

  • AGRADECIMIENTOS Al cuerpo de pastores y ancianos de nuestra iglesia que con tanta dedicacin y esfuerzo luchajunto conmigo para levantar una iglesia que ame a Dios y la revelacin de su palabra. Susnombres aparecen en el orden en que ellos fueron agregados al equipo pastoral a travs delos aos. A Hctor Salcedo, por su compaa incondicional desde los primeros aos de lacongregacin, en la enseanza, predicacin y direccin de la iglesia.A Luis Nez, no solo por por su amor a la iglesia local y su lealtad en el Seor, sino tambinpor ayudarnos a adorar a Dios semana tras semana.A Joel Pea, por su pasin por ver una generacin joven que honre a Dios no solo depalabras, sino tambin con sus vidas. Gracias por tu espritu joven!A Fausto Gonzlez, por amar a las ovejas del Seor y por su trabajo incansable aconsejandoa aquellos que Dios trae a nuestro redil y en aras de los matrimonios de la iglesia.A Jos Mendoza, por su colaboracin indispensable en el establecimiento y continuacin denuestro instituto de formacin acadmica y sus aportes en el pastoreo del cuerpo de Cristo.A Felipe Castro, incorporado como anciano recientemente, por su labor sincera y desprendidaapoyando el trabajo ministerial que ocurre ms all de las cuatro paredes de nuestra propiaiglesia. A cada una de sus esposas (Chrbela, Carolina, Anglica, Laura, Erika y Cinthya) porprestarnos a sus esposos para ser exprimidos en aras de la causa de Cristo. Mi esposa(Cathy) a quien agradezco su amor y apoyo incondicional, y yo, estamos muy agradecidos delSeor de que Dios les haya elegido para ser las compaeras de estos hombres que hoypastorean junto conmigo la iglesia que Dios nos ha dado.

  • CONTENIDO

    AgradecimientosPrlogoIntroduccin

    PRIMERA PARTE:

    LA IGLESIA Y SU FUNCIN EN EL MUNDO

    Captulo 1: El propsito de la iglesiaCaptulo 2: El fundamento de la iglesiaCaptulo 3: Disciplina y santidad de la iglesiaCaptulo 4: La iglesia y el mundo

    SEGUNDA PARTE:

    LA IGLESIA DE NUESTROS DAS

    Captulo 5: Y entonces, como evangelizaremos?Captulo 6: La iglesia y el movimiento de consejera de nuestros dasCaptulo 7: La iglesia en medio de la apostasa de hoyCaptulo 8: La iglesia y el movimiento de guerra espiritualCaptulo 9: La armadura de Dios o la armadura del hombre

    TERCERA PARTE:

    CMO SANAR LA IGLESIA DE HOY

    Captulo 10: La divisin: La plaga de la iglesiaCaptulo 11: La cura del descontento en la iglesiaCaptulo 12: El legalismo dentro del pueblo de DiosCaptulo 13: La iglesia de los unos y los otros

    CUARTA PARTE:

    LA IGLESIA Y SU LIDERAZGO

    Captulo 14: Un lder de Dios para un tiempo como esteCaptulo 15: De ancianos y diconosCaptulo 16: Las ovejas y sus responsabilidades

    Conclusin: La necesidad de reformar la iglesia de nuestros dasBibliografa

  • PRLOGO

    Muchos predicadores hemos tenido la osada de titular un sermn con el ttulo de este libro.Yo he enseado algunos como Un hombre conforme al corazn de Dios, Un matrimonioconforme al corazn de Dios, Un pastor conforme al corazn de Dios, Una esposa de pastorconforme al corazn del Buen Pastor y otros. He escuchado algunos que no reflejan el ttuloelegido porque no revelan el deseo divino con fidelidad al texto bblico. Pero creo que existenpersonas como Miguel que cumplen el requisito para tener la valenta de titular su libro Unaiglesia conforme al corazn de Dios. Es que solamente pueden conocer, lo que los humanospodemos conocer del corazn de Dios, aquellos hombres de Dios ntegros, que han cumplido,con dedicacin y la tcnica apropiada, la responsabilidad de investigar con perspicacia,analizar con discernimiento, interpretar con la hermenutica apropiada y aplicar con larelevancia necesaria, las verdades bblicas que han sido reveladas. Ese hombre de Dios esMiguel Nez.

    Necesitamos un libro como este porque vivimos en crisis. Lamentablemente, algunasiglesias evanglicas modernas tienen ms miembros que nunca, pero tambin son menosprofundas que nunca y por ello, algunas congregaciones, a pesar de la buena intencin de suslderes y por la falta de instruccin bblica apropiada, se han convertido en emocionales en supercepcin, relativas en sus conceptos y espiritualizadas en sus prcticas. Ese tipo de iglesiano es conforme al corazn de Dios.

    Existen congregaciones que son morgues con campanario debido a que estn llenas demuertos que cantan bien, oran bien, ayunan bien, pero viven mal; porque sus vivenciashumanas no reflejan los valores divinos. Existen congregaciones que van camino a la muerteporque el libro de estatutos y reglamentos es ms grueso y ms consultado que la Biblia. Esetipo de iglesia no se basa en el corazn de Dios. Existen congregaciones tan innovadoras quehan innovado su interpretacin bblica y, en vez de predicar la verdad revelada sabiamente,interpretan literalmente y ensean alegricamente. Existen cada vez ms motivadoresevanglicos y cada vez menos predicadores bblicos, y aumenta el nmero de lderes queensean lgicamente en vez de hacerlo teolgicamente. Ese tipo de iglesia puede reunirmuchas personas por lo atractivo del sistema, pero no se ha desarrollado conforme al coraznde Dios.

    La vida tiene muchas decepciones, pero creo que no existe ninguna tan grande como laque resulta de haber sido objeto de un abuso bblico. Es decepcionante descubrir que uno hasido vctima de quien, incluso sin saberlo, tuerce las Escrituras, o desva el significado. Creoque no hay mayor decepcin que haber credo algo con todo el corazn y con toda sinceridad,para luego descubrir que la informacin recibida era una falacia, errnea y un riesgo para sucrecimiento espiritual. Asistir a una congregacin con lderes bien intencionados, pero malpreparados es no actuar conforme al corazn de Dios.

    Solamente interpretando bien la Biblia podemos tener congregaciones conforme alcorazn de Dios porque la verdad divina no fue revelada para que sea leda o admirada, sinopara que sea bien interpretada a fin de que pueda ser bien aplicada. El libro de Dios es la vozde Dios. Si l se hiciera visible y nos predicara su mensaje no estara en oposicin a la Biblia,su mensaje de verdad estara conectado exactamente con lo que puede leer en las Escrituras.Su opinin, su consejo, sus demandas, sus deseos, sus advertencias, revelan el corazn deDios. Esas son extraordinarias razones para que la revelacin bblica sea amada, investigada,estudiada, interpretada, y aplicada sabiamente y para que la iglesia moderna examine si es

  • verdaderamente una iglesia conforme al corazn de Dios y no conforme a la buena intencinhumana.

    Dios nunca nos decepciona y la Palabra de Dios siempre funciona. Dios prometi que suPalabra nunca volvera vaca y que siempre cumplira el propsito para el cual fue revelada.Jesucristo dijo que toda su Palabra, hasta la ltima tilde se cumplira y los apstolesaseguraron que esa Palabra de Dios nos transforma, nos corrige, nos ensea, nos exhorta ytodo es verdad. Entonces, por qu existen iglesias conforme al corazn de los hombres? Larespuesta es sencilla. Los nicos culpables de que no seamos receptores de los beneficiosque Dios ofrece son los cristianos que esperan que Dios cumpla promesas que ellos seatribuyen, pero que no fueron escritas para ellos, los que a pesar de su buenas intencionesrealizan errneas interpretaciones, los que tienen lderes bien intencionados, peroequivocados, y los que entienden mal las buenas explicaciones de los lderes sabios, bblicosy que predican con responsabilidad. Actuando as, nadie puede vivir conforme al amorosocorazn de Dios.

    Lo que nunca falla ni fallar es la exacta e inerrante Palabra de Dios que siempre, conexactitud, revela la verdad. Solamente al desarrollar nuestras congregaciones basndonos enla verdad bblica bien interpretada, aunque no sea popular, tendremos una iglesia tal como fuediseada, es decir, conforme al corazn de Dios. Gracias Miguel por este manual bblico tannecesario. Te adelantaste a mi plan de publicar mi libro sobre la iglesia, pero lo haces tan bienque no solo me alegra que lo hayas escrito, sino que lo recomiendo como un excelente textode estudio.

    DAVID HORMACHEA

  • INTRODUCCIN

    La primera vez que pens en el ttulo de este libro, Una iglesia conforme al corazn de Dios,tuve dudas acerca del uso de este nombre. Tem que algunos pudieran pensar, antes de leerel libro, que el autor usara este nombre pensando que l pastorea la iglesia ideal, libre de loserrores tpicos de las dems iglesias. Y es por esto que desde el principio quisiera dejarclaramente establecido el hecho de que nuestra iglesia est muy lejos de ser la iglesiamodelo. Si lo creyramos, esa sola idea nos descalificara para escribir sobre este tema ysobre todo con este ttulo. Las ovejas y los lderes de toda iglesia comparten algo en comnsu condicin cada y la naturaleza carnal que lucha contra los deseos del Espritu, segnleemos en Glatas 5:17. Por tanto, las manifestaciones propias de la carne son vistas de una uotra manera en todas las iglesias de este lado de la gloria. Ciertamente, esas tendencias lasvemos ms o menos marcadas y con mayor o menor frecuencia en la medida en que lasiglesias permanecen ms o menos cercanas del estndar de su Palabra y conforme a cmo suliderazgo modela o no, para la congregacin, una vida de integridad, de transparencia y devulnerabilidad.

    Despus de haber considerado varios ttulos posibles, hubo algo que entiendo que Diostrajo a mi mente y me anim a hacer uso del nombre que finalmente seleccionamos. Me refieroal hecho de que David fue llamado por Dios, un hombre conforme a su propio corazn (1 S.13:14), a pesar de que este rey estaba muy lejos del estndar de la perfeccin. Cuandohablamos de una iglesia conforme al corazn de Dios estamos hablando de ver la iglesia deCristo a la luz de lo revelado en su Palabra, para corregir las desviaciones en las que cadauno de nosotros haya incurrido. Lo que Dios haya revelado en su Palabra para la iglesia debeser el patrn que cada iglesia debiera perseguir. El estndar de Dios debe guiar la visin y lamisin de la iglesia. Cuando hablamos de visin, estamos hablando de algo que estamospersiguiendo y que an no hemos alcanzado. Una vez alcanzada la visin, ya deja de servisin y pasa a ser realidad. Esa es la razn por la que la visin de una iglesia es algo que dealguna forma siempre pertenece al futuro. Si fuera algo del pasado, ya no le llamaramosvisin, sino logros. Esto debe ayudarnos a entender que estamos tratando de comunicar con elttulo de este libro. Queremos que la revelacin de Dios para su iglesia sea continuamentenuestro norte y aquello que perseguimos continuamente hasta su regreso a nosotros.

    Somos conscientes de que la iglesia modelo o ideal no ha existido en dos mil aos dehistoria, ni siquiera en los tiempos primeros; y as vemos cmo en Hechos 6 ya haban viudasque se estaban quejando de no ser atendidas y en prcticamente todas las cartas del NuevoTestamento leemos acerca de problemas dentro de cada iglesia local. Sera ingenuo pensarque una iglesia compuesta de pecadores pudiera estar exenta de fallas, errores, actitudes yprcticas pecaminosas. Para encontrar esa iglesia tenemos que esperar hasta la consumacinde los tiempos y la reunin de los redimidos de nuestro Dios en los cielos. Con esto noqueremos decir que cada iglesia est tan mal parada como la otra. Sabemos que siempre hanexistido iglesias apstatas; iglesias inmaduras con personas a las que Pablo llama carnales (1Co. 3:1) e iglesias como la de Tesalnica a la que Pablo exhorta que continen haciendo lascosas que ya venan haciendo. De esta ltima, Pablo tuvo extraordinarias palabras deexhortacin en 1 Tesalonicenses 1:6-8:

    Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Seor, habiendo recibido la

  • palabra, en medio de mucha tribulacin, con el gozo del Espritu Santo, de maneraque llegasteis a ser un ejemplo para todos los creyentes en Macedonia y en Acaya.Porque saliendo de vosotros, la palabra del Seor ha resonado, no slo enMacedonia y Acaya, sino que tambin por todas partes vuestra fe en Dios se hadivulgado, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada.

    Esta iglesia, aparentemente, haba entendido lo que implica ser una iglesia conforme al

    corazn de Dios y, a pesar de sus imperfecciones, Pablo les dice en este momento de suhistoria, no tenemos necesidad de hablar nada. Nada que corregirles ni nada quereprocharles. No tenemos los detalles de cmo esta iglesia lleg a ser lo que lleg a ser, perosin lugar a dudas, una de las razones principales fue la caracterstica que Pablo resalta enesta carta:

    Por esto tambin nosotros sin cesar damos gracias a Dios de que cuando recibisteisla palabra de Dios, que osteis de nosotros la aceptasteis no como la palabra dehombres, sino como lo que realmente es, la palabra de Dios, la cual tambin hace suobra en vosotros los que creis (1 Ts. 2:13).

    Cualquier enfermedad que experimente la iglesia de Cristo, exhibir sntomas que nos

    permitirn encontrar la raz del problema en una mala teologa, usualmente con una malaaplicacin. La Palabra es el ancla que mantiene a la iglesia estable, segura y cerca del puertoque no es otro que el corazn de Dios. Al observar el desarrollo de las iglesias, es frecuenteque estas se enfermen en sus primeros aos de crecimiento, lo cual requerir un trabajocontinuo de revisin, confesin, arrepentimiento y redireccin. Las iglesias son plantadas ycomienzan a crecer, y en el proceso de crecimiento cometen muchas inmadureces al igual queocurre con los nios y jvenes durante su proceso de crecimiento y maduracin. Todoseventualmente pasamos a la edad adulta, pero muchos son los que se quedan en laadolescencia emocional y espiritual y as ocurre con las iglesias. Si bien es cierto que laperfeccin es inalcanzable en este momento de la historia redentora, no es menos cierto quela Palabra nos llama a ser maduros (Ef. 4:13). Con esa idea en mente, hemos querido escribirun libro que contribuya a la madurez de la vida espiritual de las iglesias y eso va a requerirmucho ms que un mero conocimiento.

    Sabemos por la misma Palabra que no basta con abrazar la ortodoxia; es necesariotambin tener una ortopraxis; una prctica correcta de lo que el texto bblico seala. Hay variasmaneras en las que la prctica ha hecho dao a muchas de las iglesias de Cristo. Podemospredicar la doctrina correcta y no vivir por ella. Eso debilita la autoridad de la Palabra frente aese pueblo que escucha, y le resta credibilidad al liderazgo que la dirige. Tenemos que evitarel convertirnos en buenos oidores, sin nunca llegar a ser buenos hacedores como nosadvirtiera Santiago (1:22) en su carta. Igualmente podemos incurrir en el error de tener unabuena exposicin de la Palabra y entendimiento de la prctica, pero no ser cuidadosos alaplicar el estndar de Dios dentro de nuestras iglesias, sobre todo cuando ste es aplicadoselectivamente a unos s y a otros no. Esto ha sido causa de descontento, salidas y divisionesen muchas de las congregaciones de los santos.

    Por otro lado, la ortodoxia y la ortopraxis de la doctrina se benefician mutuamente cuandoestas van acompaadas de un liderazgo transparente y que no teme a ser vulnerable ante elpueblo de Dios. Esa es la esencia de la humildad, de la no pretensin y la forma clara detransmitir a las ovejas el mensaje de que nosotros tampoco hemos arribado a la meta. Cuando

  • esto no est presente, la congregacin llega a la conclusin errada de que sus lderes carecende debilidades y no se ven estimulados a la confesin de sus pecados porque nunca han odoa sus lderes hablar de sus faltas. La congregacin se convierte en un pueblo que vive con laidea de que yo estoy bien y t ests bien por usar el ttulo de ese libro que aos atrs alcanzgran xito en la sociedad secular.

    Todo esto contribuye al hecho de que las congregaciones muchas veces tengan ideasmuy erradas de su lderes y tienden a vernos como personas casi infalibles; y nosotros, loslderes, hemos contribuido a esa imagen al no compartir nunca con los miembros nuestrasdebilidades, errores y hasta nuestros temores. Sin embargo, con el tiempo, dejamos vernuestras grietas a lo largo de los aos, y cuando nuestras ovejas las descubren, sedesilusionan y muchas hasta dejan enfriar su fe. Pero peor an, cuando los lderes nocompartimos nuestras debilidades y nunca pedimos perdn, el pueblo de Dios crece sinconfesar sus pecados, sin vida de arrepentimiento porque nunca la ha visto ser modeladadesde el plpito, y esto hace mucho dao al pueblo de Dios que no experimenta el poderpurificador del Espritu de Dios debido a su falta de arrepentimiento.

    Este libro, sin lugar a dudas, no representa la ltima palabra en materia de eclesiologa, yms bien es presentado a la comunidad de creyentes con el deseo de contribuir a la formacinde un pueblo que honre a nuestro Dios de manera que su nombre no sea blasfemado entre losincrdulos a causa de nosotros. Oramos para que aquello que Dios haya inspirado y que hayaencontrado su lugar en este libro sea sembrado con poder, en la mente y el corazn del lector.Y que aquello que haya sido puramente una idea del autor sin aprobacin divina, sea llevadopor el viento de su Espritu, y que de esta manera Dios separe el grano de la paja.

    MIGUEL NEZ

  • PRIMERA PARTE

  • LA IGLESIA Y SU FUNCIN EN EL MUNDO

  • CAPTULO 1

    EL PROPSITO DE LA IGLESIA

    En l tambin vosotros, despus de escuchar el mensaje de la verdad, el evangeliode vuestra salvacin, y habiendo credo, fuisteis sellados en l con el Espritu Santode la promesa, que nos es dado como garanta de nuestra herencia, con miras a laredencin de la posesin adquirida de Dios, para alabanza de su gloria.

    EFESIOS 1:13-14

    Escribir un libro acerca de la iglesia que Dios quiere sin antes hablar del propsito de esaiglesia segn la revelacin de Dios, es como hablar de que estamos vivos, pero no sabemospara qu. El propsito de la iglesia nos habla de la razn de su existencia. Entender estepropsito nos ayuda, pues, a definir las metas que debiramos perseguir y nos lleva aentender de qu manera y hasta dnde es posible que una iglesia haya podido desviarse delplan original de Dios. Acerca de la iglesia, existen muchos malos entendidos, y entre estos, seencuentra an la definicin misma de lo que constituye una iglesia. Si no entendemos lo queeste concepto implica, mucho menos entenderemos su propsito.

    Para muchos, la iglesia es simplemente una institucin. Para ellos, una de las cosas msfundamentales de una iglesia son los reglamentos, estatutos y la constitucin de la misma.Hemos estado en mltiples reuniones donde los trminos reglamentos y estatutos han sidomencionados con mucha ms frecuencia que trminos como Biblia, Dios, Cristo, EsprituSanto, su Palabra, el Cuerpo de Cristo, su causa, y palabras que la Biblia relacionantimamente con la iglesia de Dios. Los documentos legales de una iglesia son importantes,pero no le dan vida a la iglesia y, como la letra mata, muchas veces estas cosas contribuyen amatar el espritu de esa iglesia, si no son vistas y tratadas como secundarias a la revelacin deDios. Algunos pueden argumentar que si los documentos fueron inspirados en la Biblia, cadavez que nos referimos a estos documentos podemos asumir que estamos haciendo uso de laPalabra de Dios, por lo menos de manera indirecta. Este argumento puede ser comn, pero noes vlido. Uno de los grandes problemas es, con frecuencia, que aquello que se asume, con elpaso del tiempo simplemente termina siendo ignorado y eso es lo que ha ocurrido con laBiblia.

    Para otros, la iglesia es un edificio y por tanto su propsito en ocasiones se reduce aembellecer la edificacin y a actividades que no tienen un impacto mas all de las cuatroparedes del edificio. Pero como las paredes son fras, esos lugares muchas veces se sientenigual de fros. No podemos olvidar nunca que la gente es la meta del plan de Dios y no lasactividades, ni las tareas en s mismas. Si lo que hacemos no termina ministrando al pueblo deDios, hemos fracasado en llevar a cabo el propsito de redencin. Antes de que pueda seracusado de ser antropocntrico en mi concepto de lo que es la iglesia, quisiera aclarar que, sinlugar a dudas, la Palabra de Dios declara de diferentes maneras que el propsito de la iglesiaes la gloria de Dios; pero eso que glorifica a Dios tiene una meta, y esa meta es la redencindel hombre por medio de su hijo Jesucristo y es en ese sentido que hablamos de que lagente sus elegidos constituyen el objetivo de la iglesia. Tenemos que cuidarnos de no usar

  • a la gente para llevar a cabo nuestras actividades, en vez de usar las actividades paraalcanzar a la gente que est siendo llamada.

    Para algunos, la iglesia es una especie de club social, para hacer amigos o para que sushijos hagan amistades cristianas con quienes puedan salir y eventualmente casarse incluso.Pero como eso debe ser un beneficio (realmente una bendicin) colateral y no un propsitopropiamente dicho, el resultado es que la iglesia termina no teniendo ms valor que cualquierinstitucin donde se va a socializar y donde uno acude para servirse, y no para servir.

    Ms an, para otros, la iglesia es un lugar donde acuden los domingos para cumplir conDios, de manera que el Seor pueda bendecirlos durante la semana, como aquel que respetaun semforo para no tener que pagar una multa. Para ese grupo, la iglesia es como un segurode vida que le garantiza su salvacin, cuando en realidad la iglesia no le representa ningunaseguridad de salvacin. La salvacin la da el Seor Jesucristo de manera personal, y no atravs de ninguna institucin. De igual manera, muchos asisten a la iglesia porque all sesienten bien despus de toda una semana en la que han pensado pocoo nadaen Dios. Enese caso, la iglesia es una especie de Valium que tranquiliza la conciencia cuando estagitada.

    Otros ven la iglesia como un grupo de personas dedicadas a la evangelizacin y domingotras domingo es lo nico que se hace en estas congregaciones. Pero aquellos que fueronevangelizados aos atrs, ya han perdido el inters de ser evangelizados una y otra vezcada domingo, y terminan saliendo a buscar otros pastos. De igual modo, tampoco podemoshacer que la iglesia se vuelva un lugar de instruccin simplemente. Cuando esto ocurre, haypoca adoracin y poca intimidad con Dios, ya que estas dos cosas no eran parte de las metasprincipales, sino la educacin del intelecto. Cuando el propsito es la instruccin, podramosterminar creando personas con doctorados en la Biblia, pero con pocos deseos de intimarcon Dios y a veces con poca motivacin para salvar almas perdidas, animar a losdesalentados, sostener a los dbiles y ser pacientes con todos, como nos informa Pablo en 1Tesalonicenses 5:14. Si hay algo que valoro, es la enseaza bblica, y de hecho, he dedicadomuchos aos al estudio y a la enseanza, pero si nos descuidamos, este conocimiento puedellegar a envanecernos (1 Co. 8:1).

    LA EVANGELIZACIN DEL HOMBRE

    Cuando el foco primario es la evangelizacin del hombre, frecuentemente se terminahaciendo al hombre el centro del plan de Dios en lugar de la gloria de Dios comomencionamos ms arriba. En muchos casos, en el esfuerzo por evangelizar a los perdidos,hemos adoptado programas que comprometen los principios bblicos porque en esos casos elfin justifica los medios; el fin de salvarlos, justifica la manera como lo hacemos. Cuando elhombre pasa a ser el centro, la iglesia se encontrar ms preocupada por la manera en queese hombre se sienta al venir a la iglesia que en cmo Dios piense acerca de nosotros.Cuando esto ocurre tendemos a comprometer la predicacin por temor a que algunos no sesientan bien, y en cambio introducimos mucha msica, pero con poca adoracin, muchasactividades pero poca intimidad, y as sucesivamente.

    La iglesia de hoy necesita volver a hacerse la pregunta: Cul es el propsito nmero unode la iglesia? Y la respuesta que la Palabra ofrece es clara: la gloria de Dios. El texto delprimer captulo de Efesios es sumamente claro:

  • Segn nos escogi en l antes de la fundacin del mundo, para que furamos santosy sin mancha delante de l. En amor nos predestin para adopcin como hijos para smediante Jesucristo, conforme al beneplcito de su voluntad, para alabanza de lagloria de su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado. En ltenemos redencin mediante su sangre, el perdn de nuestros pecados segn lasriquezas de su gracia que ha hecho abundar para con nosotros. En toda sabidura ydiscernimiento nos dio a conocer el misterio de su voluntad, segn el beneplcito quese propuso en l, con miras a una buena administracin en el cumplimiento de lostiempos, es decir, de reunir todas las cosas en Cristo, tanto las que estn en loscielos, como las que estn en la tierra. En l tambin hemos obtenido herencia,habiendo sido predestinados segn el propsito de aquel que obra todas las cosasconforme al consejo de su voluntad, a fin de que nosotros, que fuimos los primeros enesperar en Cristo, seamos para alabanza de su gloria. En l tambin vosotros,despus de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvacin, yhabiendo credo, fuisteis sellados en l con el Espritu Santo de la promesa, que noses dado como garanta de nuestra herencia, con miras a la redencin de la posesinadquirida de Dios, para alabanza de su gloria (Ef. 1:4-14).

    LA GLORIFICACIN DE DIOS

    Tres veces en este texto se nos recuerda que fuimos salvados para la alabanza de sugloria y, de igual modo, varias veces se enfatiza el hecho de que Dios nos escogi segn elconsejo de su voluntad de manera que cuando Dios se propuso formar su iglesia lo hizo conla idea de glorificar su nombre. Y si eso es cierto y sabemos que lo es, es importante definirqu es la gloria de Dios. En el hebreo, la palabra gloria es kabod que viene de una raz quesignifica pesado, algo que no es ligero o sencillo, y en el griego es la palabra doxa queoriginalmente signific opinin. De manera que al hablar o hacer algo nosotros, debiramoshacerlo de una manera que ensanche la opinin que el otro tiene acerca de nuestro Dios.

    Por otro lado, de la forma en que esta palabra es utilizada en algunos pasajes de la Biblia,la palabra gloria significa honor, excelencia, reputacin. As mismo, la palabra gloria esusada para significar luz o la brillantez que rodea a Dios como ocurre en la Septuaginta.Cuando Dios deja ver lo que l es, lo que se manifiesta es su gloria. La gloria de Dios englobatodo lo que l es, sus atributos: poder, gracia, amor, misericordia, omnisciencia, omnipotencia,sabidura, eternidad El Salmo 19:1 dice lo siguiente: Los cielos proclaman la gloria de Dios,y la expansin anuncia la obra de sus manos. La grandeza del universo y la sabidurarequerida para que funcione armnicamente reflejan en su poder y majestad lo que Dios es.Ahora bien, el universo no refleja aquellos atributos como el amor, la gracia, la misericordia yla justicia de Dios, por tanto se queda corto en la demostracin de lo que Dios es. Pero su Hijoen la cruz termina revelando, a travs de su sacrificio, el amor, la gracia, la misericordia y lajusticia, completando as la revelacin de la gloria del Dios creador del cielo y de la tierra. ElHijo colgado de un madero mostr los atributos de Dios que el universo no poda mostrar. Lacruz puso de manifiesto un aspecto de la gloria de Dios que el universo en toda su grandezano haba sido capaz de manifestar. Es sobre ese Cristo clavado y traspasado que su iglesia hasido construida.

    Dios hace todo para su propia gloria y la iglesia como institucin no sera la excepcin.

  • Isaas 43:7 afirma: a todo el que es llamado por mi nombre y a quien he creado para mi gloria,a quien he formado y a quien he hecho. Estas palabras obviamente incluyen a cada personaque Dios ha llamado a ser parte de su iglesia. Dios nos hizo para su gloria y, luego que loechamos todo a perder, de nuevo nos salv para su propia gloria. Nuestra salvacin glorifica,exalta, proclama su gracia, cuando sin merecerlo nos otorg el perdn, y mediante ese perdnpasamos de la muerte a la vida y de ser hijos de la ira a ser hijos de Dios. No olvidemos quenuestra salvacin no le agrega nada a Dios. l no est ms completo o ms satisfecho connuestra salvacin, puesto que Dios est satisfecho en s mismo. Nuestra salvacin proclamasu gracia y eso le glorifica porque pone de manifiesto quien l es. De nuevo, por si an no haquedado claro, cuando Dios se glorifica a s mismo, lo que est haciendo es poniendo demanifiesto sus atributos, tal cual lo hacen el universo (el firmamento) y como lo puso demanifiesto su Hijo. Hay algo que nosotros necesitamos entender y es que cuando Dios actapara su propia gloria, los nicos beneficiados somos nosotros. Cuando Dios despliega supoder, nada es agregado a su ser, pero nosotros somos favorecidos cuando su poder nosprotege, nos levanta, nos sostiene y cuando l hace eso en condiciones extremas como lohizo en el desierto por 40 aos, o cuando levant a Cristo de entre los muertos, entonces, l esglorificado al dar a conocer su poder. Cuando Dios despliega su sabidura, no se hace mssabio ni tampoco se siente orgulloso de cuanto l sabe, como ocurre con los humanos; ocuando nos otorga su gracia, l no se siente ser magnnimo esas son emociones humanasfruto de nuestra cada. Menciono todo esto para que entendamos mejor que Dios no buscabeneficiarse al glorificarse porque desde toda la eternidad, nuestro Dios ha permanecidoinmutable, independientemente de cuntas personas o ngeles hayan querido reconocerle oadorarle. Dios nunca ha ganado o perdido nada; l nunca ha sufrido algn cambio para bien opara mal: l es Dios. El despliegue de sus atributos solo nos beneficia a nosotros. Con eseentendimiento, quiz podamos entender mejor por qu Dios edific su iglesia para su propiagloria: La iglesia como escenario para revelar su naturaleza santa, benevolente, sabia ypoderosa. Miremos cmo Efesios 3:10 apoya esta idea que acabo de mencionar: a fin de quela infinita sabidura de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principadosy potestades en las regiones celestiales. Dios ha querido mostrarse a travs de su iglesia y,por medio de ella, ensear a los seres angelicales acerca de su naturaleza; acerca de sucarcter. La iglesia es un instrumento de enseanza y de glorificacin en las manos de Dios.

    Cuando todo sea dicho y hecho, la iglesia redimida en los cielos cantar acerca de lagloria de Dios por los siglos de los siglos. He estado en retiros, seminarios y reunionescristianas, algunos de varias horas de duracin y otros eventos de varios das donde elhombre, sus esfuerzos, su afn y su necesidad de redencin son mencionadas de manerareiterativa, pero donde la frase la gloria de Dios ha estado ausente en sus canciones, en sussermones y en sus comentarios. Cristo dijo una y otra vez que su propsito en la tierra eraglorificar a su Padre. En Juan 12:27-28 vemos una ocasin en la que estuvo meditando acercade su muerte:

    Ahora mi alma se ha angustiado, y qu dir: Padre, slvame de esta hora? Peropara esto he llegado a esta hora. Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una vozdel cielo: Y le he glorificado, y de nuevo le glorificar.

    LA MOTIVACIN DE LA IGLESIA

  • Cristo afirm que lo peor que le podra ocurrir sera la crucifixin, pero en vez de huir de

    esta experiencia le pide al Padre: Padre Glorifica tu nombre. Cristo muere movido por lapasin de glorificar a su Padre y a su vez el Padre tiene pasin por glorificar a su Hijo. CuandoCristo dice: Padre, glorifica tu nombre, el Padre responde: Yo le he glorificado y lo glorificarde nuevo. De esa misma forma, Cristo enva a su iglesia a glorificar al Padre. Ese era elpropsito nmero uno de la venida de Cristo de manera que la iglesia no puede hacer menos.De ah es que la pasin por la gloria de Dios debe permear cada actividad de la iglesia deCristo. Frecuentemente debemos evaluar todo lo que hacemos en la iglesia y preguntarnos porqu lo estamos haciendo. Si la respuesta no es para la gloria de Dios, entonces deberemosrevisar cul es la motivacin real: si no es Dios, es secundario. Ahora bien, las cosas no sonpara la gloria de Dios, simplemente porque lo afirmemos con nuestros labios, sino porque, alser hechas, la imagen de Dios es engrandecida en la mente de los dems y porque el crditoes atribuido exclusivamente a nuestro Dios y a ningn otro.

    A manera de ilustracin, a continuacin aparecen algunas preguntas que pudieran ilustrarde qu manera podramos comenzar nuestra instrospeccin: 1. Por qu enseo a los nios en la iglesia? 2. Por qu diezmo? 3. Por qu canto?

    Posiblemente mucha gente que trabaja para Dios nunca se haya preguntado por quhace lo que hace, o cul es su motivacin principal. Desde el inicio de nuestra existenciacomo iglesia, adoptamos el lema que dice: Viviendo en la Palabra para la gloria de Dios.Igualmente, nuestra visin termina con la frase hasta que la gloria de Dios cubra la tierra. Noqueremos olvidar la razn para la cual fuimos creados, perdonados, redimidos y ahorapreservados. La iglesia que Dios me ha dado el privilegio de presidir tambin adopt una seriede valores no negociables, el primero de los cuales dice: Nuestra motivacin para existir esconocer, amar y glorificar a Dios. Cuando entendemos que la gloria de Dios es suprema,cuidaremos nuestro andar, las formas de hablar, de alabar, de predicar, la metodologa alevangelizar, el modo de adorar a Dios y todo lo relacionado a la vida de iglesia.

    El hacer las cosas en la iglesia para la gloria de Dios es algo que tiene que ser cuidadode manera muy especial. Las cosas ms importantes pueden ser desvirtuadas. Es posibleutilizar la Palabra para llenar una necesidad puramente intelectual o para llenar la necesidaddel hombre de sentirse importante al ser reconocido como maestro de la Palabra. Y otrasveces la Palabra ha sido enseada para llenar un vaco en nuestras vidas; pero, si la gloria deDios no es el motivo, estamos construyendo sobre la arena. La Palabra nos instruyeclaramente en 1 Corintios 10:31: Entonces, ya sea que comis, que bebis, o que hagiscualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. El texto no me deja hacerabsolutamente nada que no glorifique a nuestro Padre que est en los cielos.

    La iglesia no es nada de lo que mencionamos al principio de este captulo. La iglesia esun grupo de personas que el Padre escogi; que Cristo redimi a precio de sangre y que elEspritu Santo regener para proclamar su gloria por toda la eternidad. Cuandoevangelizamos, si lo hacemos como Dios manda, glorificamos su nombre porque ponemos demanifiesto el poder de su Palabra. Cuando discipulamos como nos instruye su Palabra,glorificamos su nombre porque contribuimos a formar la imagen de Cristo en el otro. Cuandodisciplinamos, glorificamos su nombre porque contribuimos a reivindicar su santidad.

    Cuando la Novia de Cristo es vista al final de los tiempos, la vemos haciendo

  • exactamente lo que Dios se propuso que hiciera. Apocalipsis 19:7 lo dice as: Regocijmonosy alegrmonos, y dmosle a l la gloria, porque las bodas del Cordero han llegado y suesposa se ha preparado. Esto es al final, cuando ya la iglesia est frente al Cordero. Si larazn nmero uno de la iglesia fuera predicar o evangelizar, cuando entremos en los cieloscesaran sus funciones y su razn de ser porque all no habr necesidad de hacer nada deesto. Pero si la razn es la gloria de Dios, al entrar en los cielos tendremos la misma raznpara existir. Al final de la historia de la redencin, la enorme mayora de las cosas quenosotros hacemos hoy no continuarn, solo su Palabra y nuestra adoracin permanecern;ambas testificando que nuestro Dios es digno de suprema adoracin.

    Es sobrecogedor pensar acerca de las palabras de Pablo para los ancianos de la iglesiade feso: Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espritu Santoos ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual l compr con su propia sangre(Hch. 20:28). Cada iglesia local ha sido comprada por Cristo con un precio muy alto susangre preciosa, la del Dios creador, el Dios del Universo, el Dios a travs de quien todo fuehecho. Cada pecado cometido por nosotros los creyentes desdice grandemente de nosotrosporque traiciona a Aquel que fue crucificado por nuestros pecados.

    EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA IGLESIA

    El nombre de iglesia viene de una palabra compuesta en griego conocida como ekklesia,ek, que significa fuera y kaleo, cuya raz significa llamar. De ah que la iglesia estcompuesta de un grupo de personas que han sido llamadas fuera del mundo para formar unreino de sacedotes que proclamen los atributos de Dios a travs de la redencin misma. Pedrolo dijo de esta manera:

    Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nacin santa, pueblo adquiridopara posesin de Dios, a fin de que anunciis las virtudes de aquel que os llam delas tinieblas a su luz admirable (1 P. 2:9).

    La idea de la iglesia no naci en la mente del hombre, sino en la mente de Dios, el cual

    llam a un grupo de personas para s mismo, tal como Pablo le expresa a Timoteo en susegunda carta donde menciona que la iglesia fue llamada por Dios segn su propsito ysegn la gracia que nos fue dada en Cristo Jess desde la eternidad (1:9). Dios en laeternidad pasada anticip la cada del hombre y desde aquel entonces se propuso levantaruna iglesia redimida de su esclavitud al pecado y que pusiera de manifiesto el amor, la graciay la benevolencia de Dios. Esta iglesia que, como su nombre indica, fue llamada fuera, esinconcebible que hoy quiera vivir en el mundo del cual fue sacada. La iglesia fue llamada fuera del mundo, de las tinieblas a su luz (1 P. 2:9). La iglesia fue llamada con llamamiento santo (2 Ti. 2:9). La iglesia fue llamada a la libertad de la esclavitud del pecado (G. 5:13).

    Eso nos habla de que la iglesia debe mantenerse alejada de aquel lugar de donde fuesacada si quiere honrar a su Redentor. Las iglesias que no han querido apartarse no sonrealmente iglesias y las que han regresado al mundo dejaron de ser iglesias. La iglesia de

  • Sardis (Ap. 3:1) fue una de esas iglesias. Dios le dice: conozco tus obras, que tienes nombrede que vives pero ests muerta. Esta iglesia haba dejado de ser, ahora solo quedaba elnombre nada ms. Hoy tenemos muchas de ellas, con grandes templos, llenas de personas,grandes ofrendas, pero estn muertas, por no vivir su llamado. La iglesia no est formada portodo aquel que asiste, sino por aquellos que han sido regenerados y cuya vida de santidad esevidente; ni siquiera est formada por todos aquellos que le llaman Seor, Seor, aunquemuchos no lo quieran creer as. Por eso preguntaba Jess: Por qu me llamas Seor, Seory no me obedeces? (Lc. 6:46).

    En la catedral de Lubeck en Alemania aparece una inscripcin con el siguiente ttulo:

    El Lamento de Cristo contra este Mundo Ingrato

    Me llamas Seor y no me obedecesMe llamas luz y no me ves

    Me llamas camino y no me caminasMe llamas vida y no me vives

    Me llamas sabio y no me siguesMe llamas justo y no me amasMe llamas rico y no me pides

    Me llamas eterno y no me buscas.

    Si te condeno no me culpes

    En aquel gran da, muchos tendrn que or palabras similares de parte de nuestro Seor.

    No todo el que me dice: Seor, Seor, entrar en el reino de los cielos, sino el quehace la voluntad de mi Padre que est en los cielos. Muchos me dirn en aquel da:Seor, Seor, no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuerademonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declarar:Jams os conoc; APARTAOS DE M, LOS QUE PRACTICAIS LA INIQUIDAD (Mt.7:21-23).

    Estas quizs fueron las palabras ms austeras, chocantes y amedrentadoras que salieran

    de los labios de nuestro Seor, las cuales deben movernos a la reflexin profunda. La iglesiaest formada por individuos que viven bajo el seoro de Cristo. Recordemos que una cosa esllamarle Seor y otra es vivir su seoro. Una cosa es decir soy templo del Espritu Santo y otramuy diferente es vivir en santidad reconociendo que soy su templo. Una cosa es leer laPalabra y otra muy diferente es vivirla. Es como dijo alguien muy sabiamente: Muchos son loscristianos que marcan sus Biblias, pero pocos los que se dejan marcar por ella.

    EL LLAMADO DE LA IGLESIA

    El llamado a la iglesia es en dos direcciones: fuera del mundo y hacia una intimidad conDios. Esa intimidad requiere santidad y de eso adolecen hoy da muchos de sus lderes y de

  • sus miembros. Si la iglesia de hoy quiere verdaderamente cumplir su propsito nmero uno deglorificar a Dios, tiene que llenarse de su humildad, intensificar su confesin de pecado, sudisciplina y su adoracin. Parte esencial de nuestro llamado es la santificacin. Efesios 5:25-27 nos habla de que Cristo am la iglesia y se dio por ella para santificarla Por qu? Parapresentarla en toda su Gloria, sin mancha ni arrugas, ni cosa semejante, sino santa einmaculada. Entendemos lo alto del llamado de la iglesia? l dio su vida por una iglesia quereflejara su santidad. Resulta sumamente difcil hablar y proclamar la Gloria de Dios si ennuestra vida no hay santidad.

    Efesios 1:5-6 afirma que fuimos llamados para alabanza de la gloria de su gracia. Lagloria de Dios es su carcter como ya mencionamos a lo largo de este captulo, de manera quela mejor forma de proclamar su gloria es revelando el carcter de Dios en nosotros, ese es elverdadero cristianismo. Uno de los valores no negociables de nuestra iglesia es precisamenteque el carcter es ms importante que el talento. Un cristiano talentoso, pero sin santidad escomo ver el sol en un da nublado. El mundo debera poder observar la iglesia y discernir quesomos diferentes por la forma en que hablamos, vestimos, y andamos. Sin necesidad depreguntarnos, el mundo debera poder discernir que servimos a un Dios misericordioso por laforma en que nos perdonamos unos a otros, que servimos a un Dios lleno de gracia por laforma en que nos soportamos y nos toleramos unos y otros, que servimos a un Dios de amorpor la forma que nos servimos los unos a los otros.

    A veces queremos proclamar su obra sin reflejar su carcter, y cuando esto ocurre elmundo no cree en la iglesia de Cristo. En Hechos 4:13 se nos dice que la gente se maravillabacuando vean a Pedro y a Juan y que reconocan que haban estado con Jess. As deberamaravillarse el mundo al ver a cada uno de los hijos de Dios. Debera ser obvio que hemospasado tiempo con Jess. Si hoy le preguntramos a las personas que nos rodean si alobservarnos pueden notar que hemos pasando tiempo con Jess, qu diran? Necesitamosvolver a nuestras races; olvidmonos de los nmeros; de las ofrendas; del nmero de iglesiasque plantamos los nmeros nunca han impresionado a Dios. El xito numrico de unaiglesia no es un indicativo de que Dios la est bendiciendo. Esto puede incluir: El nmero de personas que visita el templo los domingos El nmero de misiones El nmero de bautizos

    Estas cifras no son necesariamente representativas de bendicin. El mejor testimonio deuna iglesia es el nmero de vidas transformadas. Una de las causas de la falta de crecimientode la iglesia no es la carencia de programas de crecimiento, sino la necesidad de una mejorcondicin espiritual. La falta de poder es un gran problema en la iglesia, y ese poder no seconsigue leyendo un libro o siguiendo un programa. Es un poder sobrenatural que solo seconsigue de rodillas en la presencia de Dios. Una de las ltimas instrucciones de Jesucristo asus discpulos fue que no salieran de Jerusaln hasta que no recibieran el poder de lo alto, elpoder del Espritu Santo. Y qu ocurri cuando recibieron ese Espritu que descendi sobreellos? Que aquellos que queran en un momento dado sentarse uno a la derecha y otro a laizquierda fueron fundidos en un solo cuerpo y queran lavarse los pies los unos a los otros.Cuando el Espritu Santo descendi el da de Pentecosts, la multitud de los que creyeron sehicieron de un solo corazn hasta el punto de llegar a tener todas las cosas en comn (Hch.2:44-47). Cuando el poder descendi de lo alto, los discpulos desarrollaron una obsesin yuna pasin por testificar y por eso decan no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y

  • odo (Hch. 4:20). De ah que la iglesia primitiva fuese creciendo, hasta llegar a tener tres milmiembros (Hch. 2:41) y ms adelante cinco mil (Hch. 4:4).

    Cuando nos empleamos en llevar a cabo el propsito de la iglesia, Dios se complace enllenarla de su poder y, al contar con este poder, llegamos a experimentar lo que sucedi enHechos 4:31-33:

    Despus que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembl, y todos fueron llenosdel Espritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor. La congregacin de losque creyeron era de un corazn y un alma; y ninguno deca ser suyo lo que posea,sino que todas las cosas eran de propiedad comn. Con gran poder los apstolesdaban testimonio de la resurreccin del Seor Jess, y abundante gracia haba sobretodos ellos.

    Notemos la sucesin de los eventos:

    1. Oraron. 2. Fueron llenos del Espritu Santo y el lugar tembl. 3. Hablaron la Palabra con valor. 4. La congregacin pas a tener un solo sentir. 5. Testificaban con gran poder. 6. Finalmente haba abundante gracia sobre ellos.

    Primero la oracin, luego su llenura, seguido de una predicacin valiente, amparada porla unidad del cuerpo, y esto hizo que el poder y la gracia de Dios abundaran en medio deellos. La iglesia de hoy necesita recobrar todo eso. El cristiano hoy da quiere poder, pero noquiere orar, y la pobre asistencia a las reuniones de oracin es la mejor evidencia de esto. Unaiglesia que predica y vive la verdad hace que los corazones sean sacudidos. Cuando elcristiano calla la verdad, encubre la verdad, cambia la verdad, o no acepta la verdad, deshonraa Cristo, deshonra la verdad que predica y deshonra al pueblo que trata de ministrarle.

    Dios quiere un lugar donde las cadenas puedan ser rotas, pero solo el conocimiento de laverdad, va la predicacin de su Palabra, nos har verdaderamente libres (Jn. 8:32). Cuandose hace esto la gracia de Dios abunda y es as como Dios queda mejor reflejado en nuestrasvidas. Reflexin final

    La iglesia de nuestros das necesita reencontrar las razones de su existencia. La

    proclamacin del mensaje de Diosa la manera de Dios en el poder de Dios y para la gloriadel mismo Dioses el motivo por el cual Cristo dej instituida su iglesia. Si Dios no es elcentro de su iglesia, el hombre pasar a serlo; si su Palabra no es sobre lo que ha dedescansar nuestra evangelizacin, nuestros mtodos y estrategias lo sern; si el Espritu deDios no ha de ser el poder por medio del cual hacemos crecer la iglesia, la sabidura delhombre ocupar su lugar.

    La iglesia de Cristo, en muchas ocasiones, no ha tenido la credibilidad necesaria en elmundo de hoy, pero en parte se debe a que la iglesia de hoy ha olvidado cul es su manual deinstrucciones y ha querido levantar una institucin divina a travs de concepciones humanas.

  • Tenemos que recobrar la confianza en la Palabra de Dios para ver los resultados quequeremos ver. Dios jams bendecir aquello que no es conforme a su estndar.

    El poder de una iglesia no radica en el hombre, sino en Dios y, por tanto, tenemos quecuidarnos de hacer iglesia de una manera que exalte la gloria de Dios, no solo a la hora dealabar y adorar, sino a la hora de evangelizar. El hombre nunca puede ser el centro de lo queDios hace Dios s lo es. Y cuando hacemos las cosas para levantar su nombre, ponindoloen primer lugar, nosotros somos los primeros beneficiados.

  • CAPTULO 2

    EL FUNDAMENTO DE LA IGLESIA

    Cuando lleg Jess a la regin de Cesarea de Filipo, pregunt a sus discpulos,diciendo: Quin dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Y ellos dijeron:Unos, Juan el Bautista; y otros, Elas; pero otros, Jeremas o uno de los profetas. lles dijo: Y vosotros, quin decs que soy yo? Respondiendo Simn Pedro, dijo: Teres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Y Jess, respondiendo, le dijo:Bienaventurado eres, Simn, hijo de Jons, porque esto no te lo revel carne nisangre, sino mi Padre que est en los cielos. Yo tambin te digo que t eres Pedro, ysobre esta roca edificar mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecern contraella.

    MATEO 16:13-18

    Hablar de la iglesia que Dios quiere podra representar un gran reto para cualquierpredicador, pastor o para cualquier autor, ya que al hacerlo necesita cuidar de que sus ideasno correspondan al modelo de iglesia que l ha soado, sino al modelo que Dios dejplasmado en su Palabra. Falible, como todo ser humano, al escribir acerca de la iglesia queDios se propuso fundar en la tierra, podramos terminar predicando o escribiendo acerca de laiglesia con la cual nos sentimos ms identificados por razones culturales, denominacionales opersonales, y no porque necesariamente corresponda al patrn descrito por Dios a lo largo delNuevo Testamento. Consciente de este peligro al hablar sobre este tema, se hace mandatariomantenernos apegados al texto bblico, sabiendo que de lo contrario podramos terminarpecando contra Cristo y su novia, a la que l le dio el nombre de mi iglesia.

    En el libro de Apocalipsis (21:9), Cristo llama literalmente a su iglesia con los nombres denovia y esposa. De manera que es la misma Palabra de Dios la que nos muestra la estrecharelacin que Cristo estableci entre su persona y su iglesia. Hay una gran necesidad en losactuales momentos de entender bien esta relacin entre la cabeza (Cristo) y el cuerpo (suiglesia); entre el novio y la novia, en momentos cuando hay tanta confusin entre los creyentesacerca de lo que es una iglesia bblica. Peor an, entre los mismos pastores y lderes, haytambin enormes confusiones en cuanto a lo que la iglesia debe ser o no ser. Algunos estntan confundidos que han llegado a preguntarse si la iglesia podr sobrevivir a los tiemposmodernos y, atemorizados por esa idea, han querido transformarla, negociando la verdad quela ha sostenido por todos los pasados siglos.

    Continuamente se escucha la queja de lo difcil que resulta encontrar una iglesia bblicahoy en da y, ciertamente, es as. Esto no es nada nuevo como bien sabemos; el error siempreha proliferado mas rpidamente que la verdad; la mentira y la falsedad parecen absorberse porosmosis, mientras que hacer florecer la verdad cuesta un enorme trabajo. En el libro deApocalipsis, Cristo le pasa revista a siete de sus iglesias que existan en Asia Menor en elprimer siglo, pero que a su vez representaban siete tipos de iglesia encontradas a lo largo dela historia de la iglesia y, por tanto, de iglesias actuales. De estas siete, solo dos no fueroncorregidas o amonestadas: la iglesia de Filadelfia y la iglesia de Esmirna. Las dems estaban

  • en psimas condiciones. Una haba permitido la doctrina de Balaam (Prgamo), otra se habadormido en su opulencia (Laodicea), otra estaba muerta espiritualmente (Sardis), otra habaperdido su primer amor (feso) y hasta una de estas iglesias haba tolerado las herejas, laidolatra y la inmoralidad (Tiatira). Todas estaban enfermas, y muchas de las iglesias de hoysiguen la misma trayectoria.

    Creo que en momentos como stos se hace imprescindible hablar de lo que realmenterepresenta la iglesia para Cristo. Son muchos los ataques que est recibiendo la iglesia delSeor y esos ataques proceden no solo desde dentro, sino tambin desde afuera de la iglesia.Sin lugar a dudas, los peores ataques que un ejrcito puede sufrir son aquellos que vienendesde dentro; algo que en ingls ha sido llamado, friendly fire, o fuego amigo. Cuandotenemos al enemigo enfrente, conocemos quin es; pero cuando el enemigo est camufladoen medio de nuestras propias tropas, no tenemos idea desde qu lugar disparar la prximaartillera. La iglesia siempre ha recibido embates de parte de aquellos que no se identificancon el movimiento cristiano y esta es una artillera pesada que dispara desde afuera; pero lopeor es que desde adentro los ataques proceden de parte de aquellos que se dicen sercristianos. Estos son los que han distorsionado el evangelio y lo han convertido en algototalmente divorciado de la verdad que Cristo predic. Los ataques desde el interior son mstemidos porque seducen a muchos hijos de Dios, por lo menos durante un tiempo, y porqueconfunden no solo a los creyentes, sino tambin a los incrdulos con funestas consecuencias.

    Satans sabe que si logra destruir la iglesia de Cristo, habr logrado la victoria. l conocelo que el apstol Pablo le revel a Timoteo en su primera carta (1 Ti. 3:15) cuando le deca quela iglesia es columna y sostn de la verdad. Si logramos debilitar la iglesia, logramos diluir laverdad; si diluimos la verdad, disminuimos la luz que la verdad proyecta; y si disminuimos laluz que la verdad proyecta nos quedamos en tinieblas. De modo que la manera ms efectivade hacer tambalear el movimiento cristiano es restndole importancia a lo que es la iglesia deCristo, y Satans est logrndolo por lo menos temporalmente. Esa es una de las razones porla que muchos piensan que pueden ser cristianos sin ir a la iglesia, que pueden tener unarelacin con Cristo sin tener una relacin con su iglesia, amparndose en la excusa de que laiglesia est llena de hipcritas. Imaginmonos que tengo un amigo y le digo: Yo no tengoproblemas en relacionarme contigo; de hecho tengo un gran inters en ser tu amigo, pero miproblema es que no confo en tu esposa, la considero una hipcrita. As que procura quecuando nos juntemos seamos t y yo solos, que ella no est presente. Se imagina cul serala reaccin de su amigo ante esa propuesta? La misma reaccin, o incluso mayor, es larespuesta de Cristo para aquellos que quieren llamarse cristianos sin tener un compromisocon su iglesia.

    Le generacin individualista de nuestros das le ha restado importancia a la iglesia comoinstitucin porque es ms cmodo y menos comprometedor el pertenecer a un lugar donde voya recibir beneficios, sin tener que asumir responsabilidades. De hecho, la falta de deseos depertenecer a una iglesia local milita en contra de la experiencia de conversin de la persona.El apstol Juan, en su primera carta, nos ayuda a entender que un verdadero creyente estcaracterizado por una verdadera comunin con Dios y con los hermanos:

    Si decimos que tenemos comunin con l, pero andamos en tinieblas, mentimos y nopracticamos la verdad; mas si andamos en la luz, como l est en la luz, tenemoscomunin los unos con los otros, y la sangre de Jess su Hijo nos limpia de todopecado (1 Jn. 1:6-7).

  • Segn este pasaje, es imposible ser cristiano sin tener una relacin de hermandad conotros hermanos, y esa es la razn por la que una de las funciones de la iglesia es koinona.Esta palabra ha perdido su fuerza con el paso de los aos y cuando hablamos de koinona hoypensamos ms en entretenimiento entre hermanos, cuando en realidad detrs de la palabrakoinona est la idea de tener algo en comn, y ese algo que debemos tener en comn es unavida; una vida, por supuesto, compartida donde tu dolor sea mi dolor y tu alegra, mi alegra. Elapstol Pablo lo expres de esta manera en 1 Corintios 12:26: Y si un miembro sufre, todoslos miembros sufren con l; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan conl.

    LA IGLESIA DE CRISTO

    Diferentes personas, organizaciones e incluso denominaciones tienen diferentes ideas delo que es la iglesia y su misin. Las discrepancias resultan de no usar la Palabra de Dios paradefinir la institucin que Cristo fund. En otras ocasiones, quiz se comenz con un conceptobblico que se distorsion con el paso de los aos. La palabra iglesia aparece solo dos vecesen los Evangelios y en ambas ocasiones es utilizada por Cristo. Aparece en el Evangelio deMateo en el captulo 16 para hablar de la garanta de que la iglesia triunfara contra viento ymarea; y luego en el captulo 18 para hablar de la necesidad de mantener presente ladisciplina de su iglesia. En ningn otro Evangelio aparece la palabra como tal. Esto nos obligaa que, si queremos hablar de la iglesia que complace a Dios, debemos comenzar por donde lcomenz; creo que si empezamos bien, tenemos mejor garanta de terminar bien.

    Mi intencin en este captulo y en el prximo es analizar estos dos pasajes del Evangeliode Mateo en los cuales aparece la palabra iglesia. En este primer pasaje que vamos aestudiar, Cristo establece la garanta de la sobrevivencia de la iglesia y de su triunfo final, y enel segundo pasaje de Mateo al que hemos aludido, Cristo establece la necesidad de que esaiglesia viva en santidad si le ha de representar correctamente y si l ha de trabajar a travs deella. Vayamos a Mateo 16:13-18:

    Cuando lleg Jess a la regin de Cesarea de Filipo, pregunt a sus discpulos,diciendo: Quin dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Y ellos dijeron:Unos, Juan el Bautista; y otros, Elas; pero otros, Jeremas o uno de los profetas. lles dijo: Y vosotros, quin decs que soy yo? Respondiendo Simn Pedro, dijo: Teres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Y Jess, respondiendo, le dijo:Bienaventurado eres, Simn, hijo de Jons, porque esto no te lo revel carne nisangre, sino mi Padre que est en los cielos. Yo tambin te digo que t eres Pedro, ysobre esta roca edificar mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecern contraella.

    La mayora de los creyentes saben que estas palabras representan lo que ha sido llamada

    la Confesin de Cesarea de Filipo por parte de Pedro. Esta confesin tiene lugar en unmomento en que Jess quera or de parte de los discpulos la opinin que la gente tena de lpara luego compararla con la de sus discpulos. Pero ms que eso, Jess estaba detrs deotra cosa porque l conoca los pensamientos de los hombres (Lc. 9:47). Jess queraaprovechar sus respuestas para que ellos llegaran a entender que la iglesia que l estabafundando contaba con toda las garantas del cielo y la tierra. Cuando Jess pregunta, y

  • ustedes quin decs que soy yo?, Pedro, impulsivo como siempre, se adelanta en responder:T eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente; a lo cual Jess respondi: Bienaventuradoeres, Simn, hijo de Jons, porque esto no te lo revel carne ni sangre, sino mi Padre que esten los cielos. Yo tambin te digo que t eres Pedro, y sobre esta roca edificar mi iglesia; y laspuertas del Hades no prevalecern contra ella (Mt. 16:17b-18). En este solo pasaje, Jessdeja no menos de cinco enseanzas para sus discpulos en torno a su iglesia. Cules eranestas enseanzas fundamentales para el buen desarrollo y sostenimiento de una iglesia quequiera conformarse al patrn bblico? 1. El fundamento o la roca sobre la cual se edificara la iglesia. 2. La relacin entre el fundamento o la roca y el resto del edificio (la iglesia). 3. La promesa y el diseo del Constructor de la iglesia. 4. La procedencia de los ataques contra la iglesia. 5. La garanta de la iglesia.

    1. El fundamento o la roca de la iglesia

    Ese da cuando Pedro pronunci esas palabras, su declaracin debi de habersorprendido al resto del grupo porque era algo que l haba recibido por revelacin y que ni lmismo entenda bien. De ah las palabras de Cristo, esto no te lo revel carne ni sangre, sinomi Padre que est en los cielos. Lo que Pedro acaba de revelar era nada ms y nadamenos que la identidad de Cristo, y esa declaracin sobre la persona de Jess, y la personamisma de Jess pasaran a ser la roca sobre la cual se edificara la iglesia. Toda edificacin estan fuerte como el fundamento que la sostiene; de manera que cuando Cristo habla de quesobre l, como la Roca, sera edificada su iglesia, estaba expresando de qu tamao sera yqu solidez tendra aquello que se propona edificar. Efesios 2:19 nos habla de que nosotrosestamos edificando sobre el fundamento de los apstoles y profetas, siendo Jess mismo lapiedra angular. La piedra angular era en la antigedad la primera piedra que se colocaba yque determinaba la posicin y la direccin en que se colocaran todas las dems piedras.Cristo fue, y sigue siendo, esa piedra angular que ha determinado dnde iremos incrustados elresto de nosotros. Todo movimiento religioso que no tenga a Cristo como fundamento es iguala una edificacin construida sobre la arena, que se caer tan pronto vengan los primerosvientos de tormenta o las primeras tempestades (Mt. 7:24-27). El tiempo demuestra esa verdad.

    Para saber si Cristo se consideraba a s mismo como la Roca y lo que pens de aquellosque se propusieran oponerse al proyecto de levantar su iglesia, basta con leer estas palabrasque salieron de sus propios labios y que aparecen en Lucas 20:18: Todo el que caiga sobreesa piedra ser hecho pedazos; y aquel sobre quien ella caiga, lo esparcir como polvo.Estas palabras de advertencia no pueden ser tomadas a la ligera porque las consecuencias deignorarlas son funestas. Cristo no ve con neutralidad a aquellos que se oponen al crecimientoy expansin de la iglesia; de hecho, segn estas palabras, aquellos que se opongan a susplanes, quedaran destruidos. Cuando Cristo se define como la Roca hace dos cosas: a) le dagaranta a los discpulos de cun slida sera la iglesia que iba a levantar y b) les habla de queel oponerse a sus propsitos es un gran despropsito, hasta el punto que l asegura queaquel sobre quien caiga la roca ser esparcido como polvo y aquel que caiga contra la rocaser hecho pedazos. Cristo ha garantizado la permanencia de la iglesia, y muchos que hoy sepreguntan si la iglesia sobrevivir a estos tiempos, deben recordar que la iglesia tiene todo elpoder del cielo y la tierra como garanta de triunfar en espera de su segunda venida.

  • Pero la Palabra dice ms sobre esta roca o esta piedra. La primera de Pedro en 2:4 definea Cristo como una piedra viva. En esa misma carta (2:6) Cristo es definido como una piedrapreciosa y dos versos despus es definido como piedra de tropiezo y roca de escndalo(2:8). l es una piedra viva porque, como prob el domingo de resurreccin, la tumba no pudoretenerlo; l es una piedra viva porque es quien le da vida a su iglesia y a cada uno de susmiembros, y l es una piedra preciosa. Las piedras preciosas son evaluadas de acuerdo consu belleza y perfeccin, lo cual es congruente con lo revelado en el Salmo 45:2, donde se nosdice que Jess es el ms hermoso de los hijos de los hombres, adems de que todo el NuevoTestamento habla de la perfeccin del Hijo de Dios. Lamentablemente, aquellos quedesconocen el valor de las piedras preciosas no pueden apreciar su valor y lo mismo ocurrecon aquellos que desconocen a Cristo. Pero Cristo no es solo una piedra viva y una piedrapreciosa, sino que es tambin una piedra de tropiezo y roca de escndalo. Y lo que loconvierte en esto son sus declaraciones acerca de que l es el nico camino, la nica verdady la vida.

    2. La relacin entre el fundamento o la roca y el resto del edificio

    Cristo dijo que su iglesia sera construida sobre l como la Roca; de forma tal que se ve as mismo inseparable de su iglesia. Esa es la razn por la que la Biblia llama a la iglesia elCuerpo de Cristo. l es la cabeza. Acaso se ha visto alguna vez un cuerpo caminando sincabeza, o una cabeza caminando sin un cuerpo? De la misma manera, Cristo no se concibeseparado de su iglesia. Eso es totalmente diferente a como vive el cristiano de hoy, que quierefrecuentemente tener una relacin con Cristo sin tener una relacin con su iglesia.

    El concepto moderno de la iglesia es comparable a una comida tipo buffet. En un buffet,cada cual escoge lo que le gusta y deja lo que no le gusta. Hoy, algunos de los hijos de Diosactan de la misma manera. Asisten al templo, seleccionan lo que les gusta y rechazan lo queno es de su agrado. De hecho, es frecuente ver a creyentes que asisten a diferentes iglesiaspero no se comprometen con ninguna, porque de esa forma pueden aprovechar de cada unade ellas lo que se ajuste a su conveniencia. De una iglesia toman la prdica o la adoracin yde la otra toman el ministerio de jvenes, como ilustracin. Es como si alguien trabaja en unlugar y de ese lugar toma las responsabilidades que le competen, pero prefiere llevar a caboesas responsabilidades en las facilidades de otro lugar de trabajo que le parece msplacentero. Ningn trabajo aceptara eso y lo entenderamos perfectamente; ahora bien,cuando la iglesia hace algn tipo de demanda comparable, entonces resultamosintransigentes ante los ojos de mucha gente.

    Las mismas iglesias han fomentado ese tipo de mentalidad. Un buen ejemplo es el Mall ofAmerica en Minneapolis, que abri sus puertas en agosto de 1992. Se trata de un centrocomercial gigantesco que cost mas de 650 millones de dlares cuando se construy. Tieneuna dimensin mayor que siete estadios del equipo de pelota de los Yankees de Nueva York.Al momento de su apertura, entre la tienda Bloomingdales y la tienda Sears, se instal unaiglesia. Esta iglesia ofrece hoy tres tipos de cultos: uno tradicional, uno contemporneo y unculto postmodernista en el que se usan videos, artes, luces y experiencias multisensoriales, taly como se puede leer en su pgina Web. Los pastores, adems, sugieren que la gente vayalos domingos con ropa liviana de manera que puedan ir de compras despus del servicio sinla mas mnima consideracin al concepto del da de reposo y del Seor donde debemosdisponernos a descansar, adorar a nuestro Dios y compartir las bendiciones de ese Dios connuestras familias. Todas estas adaptaciones de la verdad de Dios a la conveniencia delhombre son debidas al apetito voraz del creyente postmoderno de vivir para el aqu y el

  • ahora; un creyente que no tiene la mentalidad de servir a la iglesia que asiste, sino de servirsede ella. Esa no es la manera como Cristo ve a su novia.

    En el Nuevo Testamento, la palabra iglesia aparece entre 110 y 119 veces dependiendode la traduccin y, en aproximadamente 90 de ellas, la Palabra hace referencia a una iglesialocal. Para la iglesia primitiva era inconcebible que alguien no perteneciera y no secomprometiera con la iglesia local donde Dios le haba colocado. Los privilegios siempreimplican responsabilidades, hasta en los clubes sociales, y de ah que si estamos interesadosen obtener beneficios de una iglesia local, debiramos estar interesados en cumplir nuestrasresponsabilidades con esa misma iglesia.

    3. La promesa y el diseo del Constructor de la iglesia

    Cristo dijo: Yo edificar mi iglesia, de manera que nosotros no somos los edificadores,sino Dios. Si l es quien la construye, entonces tenemos que preguntarle a l, cmo quiereque hagamos el trabajo. Tenemos que levantar la iglesia de Dios a la manera de Dios, en eltiempo de Dios, y con los recursos de Dios. Si como ya dijimos, Cristo es el constructor,tendramos que preguntarnos: a) Cundo empez esa construccin? y b) cules son lascaractersticas principales de esa iglesia que Cristo se propuso edificar?

    En primer lugar, la iglesia no surge en la mente de Dios como un plan de emergenciaporque la iniciativa con Israel fracas. La idea de la iglesia surge en la mente de Dios en laeternidad pasada, y por eso hablamos de que lo primero que Cristo hace cuando se proponeerigir su iglesia en esta tierra, es un llamado a aquellos que habran de formar parte de estaiglesia (sus elegidos) y eso ocurri tambin en la eternidad pasada. Cristo primero la elige yluego la compra con su propia sangre, tal como expresa Pablo en los siguientes pasajes: 1 Corintios 6:20: Pues por precio habis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en

    vuestro cuerpo y en vuestro espritu, los cuales son de Dios. 1 Corintios 7:23: Comprados fuisteis por precio; no os hagis esclavos de los hombres. Hechos 20:28, escrito por Lucas, nos deja ver la misma idea: Tened cuidado de

    vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espritu Santo os ha hecho obispospara pastorear la iglesia de Dios, la cual l compr con su propia sangre.

    La caracterstica nmero uno de la iglesia de Cristo es que est constituida por personas

    que han sido llamadas, y ese llamado tiene caractersticas muy especiales.La palabra iglesia viene del griego, ekklesia, que es una palabra compuesta de dos

    vocablos: ek = fuera y la raz kaleo = llamar. Los que formamos la iglesia hemos sido llamados,y llamados fuera fuera del mundo de las tinieblas a su luz admirable; fuera del mundo delos hombres al reino de Dios; fuera del pecado a un mundo de santidad. Los llamados fuerahemos sido llamados a ser santos. Por eso dice Romanos 1:6-7 lo siguiente: entre los cualesestis tambin vosotros, llamados de Jesucristo a todos los amados de Dios que estn enRoma, llamados a ser santos. El Seor construye su iglesia con todos aquellos que han sidollamados desde la eternidad pasada. Fuimos llamados a la santidad, dice el texto de Romanoscitado anteriormente, fuimos llamados a tener comunin con l, dice 1 Corintios 1:9; y hemossido llamados a soportar sufrimientos, como leemos en 1 Pedro 1:20-21; algo que reafirmaPablo en Filipenses 1:29 con estas palabras: Porque a vosotros se os ha concedido por amorde Cristo, no slo creer en l, sino tambin a sufrir por l.

    Nuestro llamado a la santidad debe contribuir a la edificacin de aquello que Cristo se

  • propuso hacer desde los tiempos eternos. Pero, de qu modo puede nuestra santidadcontribuir a la edificacin de la iglesia de Cristo? En ms de una manera. Lo primero a tener encuenta es que Cristo construye su iglesia con su poder. Tanto es as que antes de ascender alos cielos les advirti a sus discpulos que no salieran de Jerusaln hasta tanto no recibieranpoder, y poder de lo alto (Hch. 1:8). Ese poder no va a fluir a travs de vidas no santificadas, ysi su poder no fluye no habr iglesia. La fortaleza de una iglesia depende de la santidad de suliderazgo y de los miembros que la componen. Nuestra santidad individual contribuye afortalecer el cuerpo de Cristo en la medida en que nuestro testimonio de vida adorna ladoctrina. En Tito 2:9-10 se nos dice:

    Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos en todo, que sean complacientes,no contradiciendo, no defraudando, sino mostrando toda buena fe, para que adornenla doctrina de Dios nuestro Salvador en todo respecto.

    De esta manera se nos manda que seamos fieles en todo para adornar la doctrina de

    nuestro salvador Jesucristo. El trmino traducido aqu como adornen es cosmeo, en griego,de donde se deriva la palabra cosmtico. De manera que Cristo se propone edificar su iglesiaa travs de hijos que estn dispuestos a servir como cosmtico para el decoro y elembellecimiento de la enseanza. Cristo se propuso levantar su iglesia a travs de discpulosque estuvieran dispuestos a sufrir por su causa, a darlo todo por su nombre y que no serindieran a mitad de camino.

    4. La procedencia de los ataques contra la iglesia

    El texto habla de que las puertas del Hades no prevalecern contra la iglesia de Cristo. ElHades representa el reino de las tinieblas. De modo que cuando Jess hace esta aseveracinest dejando entrever que saba de antemano que Satans con todo su sistema tratara deinmovilizar su iglesia. Y ciertamente ha querido hacerlo desde sus inicios, pero no lo haconseguido. Cuando el movimiento cristiano comenz, Satans trat de detener sucrecimiento desde afuera produciendo la persecucin de los creyentes. Pero pronto se percatque cuanta ms sangre derramaban los mrtires, ms creca la iglesia. Entonces cambi laestrategia y se las ingeni para que la iglesia fuera atacada desde adentro. Con muchafacilidad, despus de la conversin de Constantino en el ao 312 d.C., Satans logr produciruna alianza entre el reino de los cielos y el poder poltico en la tierra. Y con el matrimonio entreesos dos reinosel reino de Dios y el reino de los hombres, logr quitarle mucha fuerza a laiglesia. Pero Dios la preserv contra viento y marea y la hizo resurgir durante la poca deLutero del mismo centro de la corrupcin en que haba cado; esta vez con mucho mayorfuerza, autoridad y poder, logrando renovar la fe y cambiar la doctrina y el pensamiento de todoun continente.

    En los ltimos 100 aos la iglesia ha vuelto a perder fuerza por muchos motivosdiferentes. En algunos casos ha olvidado que su enemigo nmero uno es Satans y, alolvidarse de l, ha sido presa fcil de sus artimaas. En otros casos, la iglesia le ha dado aSatans y sus demonios una importancia tal que se ha olvidado de Cristo y ha pasado mstiempo hablando de Satans que del Seor mismo. Ah es donde estamos hoy. Con unaiglesia que proclama a Cristo como Seor del Universo, pero que al mismo tiempo, cuando deSatans se trata, acta como si ste estuviera fuera del seoro de Cristo o tuviera el mismopoder que el Rey que rige el Universo. Una iglesia as, es una iglesia atemorizada que no ha

  • entendido que Satans es un enemigo derrotado que logra hacer inefectivos a los hijos deDios intimidndoles y hacindoles creer que l tiene ms poder del que realmente tiene. Nopodemos olvidar que Cristo desarm todo el reino de las tinieblas al morir en la cruz:habiendo cancelado el documento de deuda que consista en decretos contra nosotros y quenos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavndolo en la cruz. Y habiendo despojado alos poderes y autoridades, hizo de ellos un espectculo pblico, triunfando sobre ellos pormedio de l (Col. 2:14-15). Y esto Cristo pudo hacerlo, estando desamparado, deshidratado,ensangrentado y traspasado, demostrando as que lo ms dbil de Dios es ms fuerte quetodo el podero del reino de las tinieblas. Es lamentable que muchos de los hijos de Dios noestn convencidos de esta verdad, y esa es la razn por la que viven amedrentados y permitenque otros vivan tambin as.

    En los ltimos tiempos estamos viendo a la iglesia desviarse de su camino para irsedetrs del evangelio de la prosperidad, detrs de los que muestran seales y prodigios, detrsde aquellos que les alimentan su deseo de poder y, ms an, detrs de todo un nuevomovimiento de supuestos profetas y apstoles que dicen traer nuevas revelaciones de parte deDios que ellos llaman el rhema de Dios. Satans ha estado entreteniendo a la iglesia deCristo de la misma manera que ha entretenido al mundo y, en medio de ese entretenimiento,ha logrado hacer caer a muchos lderes presa del poder, de la avaricia y de la sexualidad. Deah los grandes escndalos que se han suscitado dentro de la iglesia del Seor. Esto ha hechoque muchos duden de la iglesia y que muchos otros duden tambin de su futuro ypermanencia.

    Cada vez que la iglesia relega la enseanza de la Palabra de Dios a un segundo plano,cuando se hace tan adicta al mundo y tan sensible a los sentimientos del inconverso quediluye el mensaje por temor a ofenderle, los resultados son un debilitamiento de la iglesia y desus lderes y las consecuencias son las que hemos estado viendo en los ltimos aos.Cuando la iglesia de Cristo se atreve a asegurar que Dios es soberano, pero diluye lasoberana de Dios predicando un evangelio centrado en el hombre, esa iglesia pierde supoder, su autoridad y su seguridad. Pierde, cuando quiere amar tanto al hermano que tolera supecado, olvidando la santidad de Dios. La verdad de Dios es ofensiva; por eso Pedro, elapstol, en su primera carta llama a Jess piedra de tropiezo y roca de escndalo (2:8) paralos incrdulos. Esas son iglesias que podrn estar llenas de gente, pero no de discpulos.

    Cristo levant su iglesia con el propsito de que sta pudiera sacudir las puertas delinfierno y, sin embargo, en los ltimos aos ha ocurrido lo contrario. Satans ha logradosacudir las puertas de la iglesia de Dios y la nica razn es que sta ha sido entretenida de lamisma manera que el mundo se entretiene: buscando su conveniencia, su comodidad, susignificado, su sentido de importancia y su propia seguridad. Deca alguien que muchasiglesias se han convertido en puntos de distribucin de aspirina religiosa; en otras palabras, lagente va a la iglesia por la misma razn que va a la consejera: buscando que le hagansentirse mejor, pero no para ser mejor.

    5. La garanta de la iglesia

    Cmo sabemos nosotros si la iglesia de Cristo triunfar? Qu garanta tenemos de queesto ser un hecho cierto? La garanta es su Palabra. Cristo ha garantizado el triunfo de suiglesia y los primeros discpulos tuvieron la oportunidad de escuchar esas garantas de suspropios labios el da de la confesin pblica de Pedro en Cesarea cuando Cristo pregunt:

  • Quin dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Y ellos dijeron: Unos, Juanel Bautista; y otros, Elas; pero otros, Jeremas o uno de los profetas. l les dijo: Yvosotros, quin decs que soy yo? Respondiendo Simn Pedro, dijo: T eres elCristo, el Hijo del Dios viviente. Y Jess, respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres,Simn, hijo de Jons, porque esto no te lo revel carne ni sangre, sino mi Padre queest en los cielos. Yo tambin te digo que t eres Pedro, y sobre esta roca edificarmi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecern contra ella.

    Si ya l lo ha garantizado qu hace el pueblo de Dios con los brazos cruzados

    amedrentado por Satans, un enemigo derrotado? El reino de Dios ya fue inaugurado aqu enla tierra! A nosotros como iglesia, nos toca proclamar su victoria.

    Estos no son tiempos para cobardes, no son tiempos para seguir echados en nuestrascamas y mucho menos permanecer dormidos en nuestros laureles. Estos son tiempos devalor, desafos, entrega, trabajo arduo, compromisos, definicin; tiempos para ser enfrentadospor hombres y mujeres de Dios. Estos son tiempos para creyentes que estn dispuestos a nodetenerse ante las adversidades, que estn decididos a continuar incluso despus de habervisto la amistad traicionada, el honor vendido, la verdad cambiada, la santidad de Diostrivializada y su Palabra comercializada.

    Y que an despus de esto, estn dispuestos a decir: Primero herido por su causa, que escondido y retrado por temor. Primero pobre, que vendido por dinero. Rechazado por vivir su verdad, antes que popular por traicionarla. Aislado del mundo, antes que contaminado por el pecado. Primero muerto, antes que negar su nombre.

    La iglesia no es un grupo de personas que se congrega en un lugar para adorar y alabar aDios; cualquier otro movimiento religioso puede hacer lo mismo. No es tampoco un gruporeligioso que se rene para celebrar eventos de una manera cristiana y divertida. No!! Laiglesia es el pueblo de Dios, capacitado por el Espritu Santo para vivir una vida digna de sullamado, y al hacer eso hace tambalear las puertas del infierno.

    La iglesia necesita regresar a donde comenz; debajo de la cruz y centrarse en la Palabrade Dios. David Wells, lo ha expresado muy bien cuando dice:

    Los reformadores cristianos contendan que la fe cristiana siempre sera malentendida si la Cruz era mal entendida. O, para ponerlo de una manera positiva,aquellos que han logrado entender la Cruz correctamente, entienden tambin elsignificado de Cristo correctamente y pueden ver de forma precisa el propsitocompleto de la revelacin. Y es que Cristo y su Cruz estn en el centro de larevelacin de su voluntad moral y su plan de salvacin en las Escrituras. Mas an, sinla Cruz nos quedaramos sin la lupa a travs de la cual su amor y su santidad sonms claramente visibles. Pararse debajo de la Cruz es pararse en el nico lugardonde el carcter de Dios arde ms brillantemente, y donde su solucin al problemadel pecado resuena por todos los tiempos. Es difcil, sin embargo, pararse all. Elcosto de admisin a este lugar equivale a la humillacin de nuestro orgullointelectual, moral y religioso. Pararse all es arrepentirnos de nuestra propensin a

  • elevar a normas universales nuestros propios estndares de lo que est bien o mal yaceptar en su lugar el juicio de Dios.1

    Reflexin final

    La iglesia necesita recordar sin olvidar jams quin la fund y quin garantiz su futuro.

    Con eso en mente, podemos lanzarnos entonces a realizar su trabajo como Dios nos revel ensu Palabra sin vivir preocupados de si la iglesia sobrevivir a estos tiempos. No existe lamenor posibilidad de que la iglesia sucumba. Cristo es la roca y toda edificacin construidasobre la roca podr soportar los embates de la tormenta. De hecho, la iglesia de Cristo havivido bajo tormenta por unos 2000 aos y hoy por hoy es ms grande y ms fuerte a pesar detodo el terreno que hayamos perdido en los ltimos aos en muchos lugares. Mientras Diospermite en su soberana el debilitamiento de la iglesia en ciertos lugares, el mismo Dios lacontina fortaleciendo en pases como la China, y la est haciendo nacer en lugares de laventana 10/40 donde antes no haba presencia de la iglesia de Cristo. Recordemos suspalabras: Estas cosas os he hablado para que en m tengis paz. En el mundo tenistribulacin; pero confiad, yo he vencido al mundo (Jn. 16:33).

    1. David Wells, Losing Our Virtues (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1998), p. 205.

  • CAPTULO 3

    DISCIPLINA Y SANTIDAD DE LA IGLESIA

    Y si tu hermano peca, ve y reprndelo a solas; si te escucha, has ganado a tuhermano. Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos ms, para que TODAPALABRA SEA CONFIRMADA POR BOCA DE DOS O TRES TESTIGOS. Y sirehsa escucharlos, dilo a la iglesia; y si tambin rehsa escuchar a la iglesia, seapara ti como el gentil y el recaudador de impuestos. En verdad os digo: todo lo queatis en la tierra, ser atado en el cielo; y todo lo que desatis en la tierra, serdesatado en el cielo. Adems os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdosobre cualquier cosa que pidan aqu en la tierra, les ser hecho por mi Padre queest en los cielos. Porque donde estn dos o tres reunidos en mi nombre, all estoy yoen medio de ellos.

    MATEO 18:15-2 0

    El ttulo de este captulo nos deja ver de inmediato por qu es necesario que la iglesia no seanegligente con una prctica tan importante como lo es el ejercicio de la disciplina de losmiembros del cuerpo de Cristo. La disciplina descrita por nuestro Seor en Mateo 18 se hacenecesaria cada vez que la santidad de Dios ha sido violada de una manera que traevergenza y reproche a su iglesia. En esos casos es necesario revindicar la santidad delSeor; corregir al hermano que ha pecado y ayudarlo a ser restaurado a travs de un procesodisciplinario que procure sanar las heridas y los daos causados, mientras se ayuda a lapersona al mismo tiempo a fortalecer su carcter de una manera que esta falta no vuelva aocurrir nuevamente. Adems, cuando se hace esto de una manera bblica, el proceso sirvepara advertir a los dems acerca de la gravedad del pecado y del peso de las consecuenciasque el pecado trae sobre el hombre.

    Lamentablemente, en los ltimos aos, cada vez menos iglesias estn dispuestas ahonrar un proceso como este. No creo que sea pura coincidencia el hecho de que estaprctica haya perdido fuerza en los precisos momentos en que el creyente ha estadotrivializando la santidad de Dios. Cada vez que le perdemos el miedo reverente a nuestroDios, le perdemos el miedo al pecado y cuando esto ocurre el pueblo se desenfrena. Pararestaurar el respeto por la disciplina de la iglesia, primero tenemos que levantar la concienciaacerca de la imagen de Dios y todo lo que l representa; hasta que eso no ocurra, tampoco sepodr apreciar la importancia del proceso disciplinario.

    Antes de continuar hablando sobre el tema, creo que vale la pena que nos detengamos ahablar brevemente acerca del significado de la palabra santo porque esto nos puede ayudara entender el resto de lo que iremos revisando. Cuando pensamos en santidad, la primera ideaque nos viene a la mente es la de pureza; y sin lugar a dudas, aquello que es verdaderamentesanto debe ser, a la vez, algo puro, limpio, sin mancha. Sin embargo, en el hebreo, elsignificado primario de la palabra santidad tiene que ver con la idea de algo que ha sidoapartado o separado de aquello que es ordinario y cotidiano. La palabra en hebreo es kadesh,que significa algo que ha sido cortado del resto o separado; describe algo que pertenece a una

  • categora singular, nica. En el Nuevo Testamento el trmino es hagios, que tiene el mismosignificado. Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, la palabra es aplicada acosas, personas y, especialmente, a Dios mismo.

    Dios es el nico ser que es completamente santo y lo es en s mismo. Dios es creador,nosotros criaturas, y el mundo que vemos a nuestro derredor es la naturaleza, o parte de sucreacin. Y ya esa sola cualidad de ser Creador, lo separa del resto de manera singular. Dioscre al hombre a su imagen y semejanza y, a pesar de esa similitud, Dios en su esenciamisma permanece radicalmente distinto al hombre. Ya que Dios es un ser tres veces santo,como nos habla el texto de Isaas 6, todo aquello que se relacione con l es declarado santo.No importa si son sus profetas (Lc. 1:70); sus ngeles (Mr. 8:38); su palabra (Sal. 105:42); laciudad de Jerusaln (Is. 52:1) o una porcin de terreno en el desierto (x. 3).

    Por tanto, la iglesia, que representa el cuerpo de Cristo, ha de mantenerse en santidad, ycuando esa santidad es violada es responsabilidad de los lderes de la iglesia el aplicar ladisciplina necesaria para que la iglesia pueda guardar su santidad. El texto de Efesios 5:27nos dice que Cristo se dio a s mismo por la iglesia, a fin de presentrsela a s mismo unaiglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuerasanta e inmaculada. Estas ideas nos permiten entender mejor la relacin entre la disciplina yla santidad de la iglesia. A la larga, una iglesia que no discipline a sus miembros, es unaiglesia que est destinada a desaparecer. La disciplina de la iglesia es lo que mantiene susalud espiritual, y de la misma manera que un cuerpo que no es tratado terminar muriendo,una iglesia que se enferma y que no recibe el tratamiento adecuado, tambin terminarmuriendo.

    La iglesia de Cristo tiene dos caractersticas muy especficas que necesitamos revisar yrecordar. La primera caracterstica es que fue llamada desde la eternidad. La segunda es quetiene un llamado a la santidad. Si Dios es santo, su iglesia ha de ser santa, como ya dijimos.Probablemente sea esa una de las razones por la que, cuando Cristo se refiere a la iglesia porsegunda vez en Mateo 18, comienza hablando del ejercicio de todo aquello que ayudara amantener su santidad, esto es, el ejercicio de la disciplina dentro del cuerpo de Cristo. Elejercicio o la aplicacin de la disciplina es lo que mantiene pura y santa a la iglesia, y de esasantidad dependen su poder y su autoridad. La iglesia de hoy carece del poder paratransformar la sociedad porque carece de la santidad debida.

    Cuando el inters nmero uno de una iglesia es fomentar la koinona entre los miembros,esa iglesia no tiene inters en ser santa. Sin lugar a dudas, la koinona es un aspectoimportante de la vida de la iglesia, pero no puede constituirse en la meta de la iglesia porquede ser as la predicacin de la palabra sera relegada a un segundo plano y la santidad de susmiembros no sera vista como una necesidad prioritaria. Igualmente sucede cuando el intersprimario est puesto en el crecimiento numrico, por encima de la santidad de Dios. Desde elprincipio, Dios ha estado interesado en hacer crecer su iglesia, pero no a expensas de perdersu santidad en medio de ella. Esa es la razn por la que tan pronto la iglesia comienza anacer, aparece en el libro de Hechos la primera accin disciplinaria: una accin drstica en laque Dios le quita la vida a Ananas y Safira por haber mentido. Transcribimos, a continuacin,el texto:

    Pero cierto hombre llamado Ananas, con Safira su mujer, vendi una propiedad y sequed con parte del precio, sabindolo tambin su mujer; y trayendo la otra parte, lapuso a los pies de los apstoles. Mas Pedro dijo: Ananas, por qu ha llenadoSatans tu corazn para mentir al Espritu Santo, y quedarte con parte del precio delterreno? Mientras estaba sin venderse, no te perteneca? Y despus de vendida,

  • no estaba bajo tu poder? Por qu concebiste este asunto en tu corazn? No hasmentido a los hombres sino a Dios. Al or Ananas estas palabras, cay y expir; yvino un gran temor sobre todos los que lo supieron. Y los jvenes se levantaron y locubrieron, y sacndolo, le dieron sepultura. Despus de un lapso como de tres horasentr su mujer, no sabiendo lo que haba sucedido. Y Pedro le pregunt: Dime,vendisteis el terreno en tanto? Y ella dijo: S, se fue el precio. Entonces Pedro ledijo