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9. La Espaa del siglo XVII 9. 1. Los Austrias del siglo XVII. Gobierno de validos y conflictos internos El gobierno de los tres monarcas posteriores a Felipe II cambi sustancialmente por una serie de cambios en la administracin. El ms importante fue la aparicin de la figura del valido, miembros de la ms alta aristocracia castellana en los que los reyes depositaban todos los asuntos de gobierno. La aparicin de los validos merm la importancia de los consejos reales, apareciendo juntas como organismos administrativos compuestos por los colaboradores ms cercanos del valido. De la aparicin del valido y las juntas deriv la poltica de oposicin de los letrados de los consejos para derribar a los validos, haciendo que los gobiernos fuesen muy inestables. Por otra parte apareci la poltica de venta de cargos pblicos y ttulos nobiliarios como parte de la financiacin de la corona y la consecuente corrupcin. El reinado de Felipe III (1598 1621), que tuvo como validos al Duque de Lerma y al Duque de Uceda, se tuvo que enfrentar a las tensiones sociales en los reinos por la presin fiscal y la actitud autoritaria de los virreyes. La decisin ms importante de Felipe III fue la expulsin definitiva de los moriscos en 1609. Felipe IV (1621 1665) y su valido el Conde Duque de Olivares se enfrentaron a las rebeliones en Catalua y Portugal por las innovaciones del Conde Duque: el aumento del poder real, de los impuestos y la Unin de armas. Carlos II (1665 1700) dada su situacin de falta de capacidad para gobernar tuvo varios validos: el padre Nithrad, Fernando Valenzuela, el Duque de Medinaceli y el Conde de Oropesa. Los principales asuntos internos durante su reinado fueron las luchas de poder con Juan Jos de Austria, la prdida de Portugal en 1668 en la Paz de Lisboa y la crisis econmica. Tras la muerte de Carlos II sin descendencia comenzar la Guerra de Sucesin por el trono espaol. 9. 2. La crisis de 1640 La crisis de 1640 tuvo como origen el problema de hacienda de Felipe IV (1621 1665) que tuvo que hacer frente al importante gasto de la intervencin en la Guerra de los Treinta Aos. La hacienda castellana se vea mermada por la menor llegada de metales americanos, la imposibilidad de elevar la presin fiscal de los castellanos cada vez ms empobrecidos, la falta de financiacin en las cortes, la devaluacin de la moneda y la elevada deuda pblica emitida en juros de la corona. El detonante de la crisis lleg con la intervencin del Conde Duque de Olivares y su poltica de reafirmacin del poder de la monarqua hispnica en Europa. Esta poltica se apoyaba en un nuevo concepto: la Unin de Armas, que peda el mismo esfuerzo econmico y humano a todos los reinos de la corona para

contribuir igualitariamente en los conflictos europeos. Esto fue interpretado por Aragn y Portugal como una sumisin al rey de Castilla y un perjuicio frente a sus fueros. La presin del Conde Duque en Catalua, ayudado por el ejrcito de Castilla, propici la rebelin campesina en el Corpus de Sangre, y la posterior Guerra de los Segadores, que Felipe IV no pudo controlar la situacin hasta 1652. En Portugal la presin castellana provoca el movimiento independentista con la autoproclamacin del Conde Braganza como Juan IV de Portugal, esta situacin llev a la independencia de Portugal en la Paz de Lisboa de 1668. La crisis de 1640 tuvo como consecuencia la destitucin del Conde Duque de Olivares y se hizo patente la debilidad del Imperio Hispnico. 9. 3. El ocaso del Imperio espaol en Europa La poltica europea de los Austrias menores estuvo marcada por el proceso de prdida de importancia de la monarqua hispnica en el continente. La poltica de Felipe III fue pacificadora, pues firm en 1604 el Tratado de Londres con Jacobo I por el que se terminaban veinte aos de conflicto, se reconoca la iglesia anglicana y pona fin a la financiacin inglesa de los ejrcitos de las Provincias Unidas. En los Pases Bajos se firmaba la Tregua de los Doce Aos o de Amberes por la que Espaa y las Provincias Unidas pactaban una tregua, se levantaba el embargo a estas provincias y se las permita comerciar con Las Indias. Las provincias Unidas y Francia reconocieron en esta tregua la independencia de facto de la corona espaola. Esta poca de paz de Felipe III se llam la Pax Hispnica. La llegada al trono de Felipe IV coincida con el fin de la Tregua de los Doce aos, haciendo que el nuevo monarca comenzase la Guerra de los Treinta Aos (1621 1648). Los problemas financieros, la captura de metales preciosos americanos por las Provincias Unidas en el Atlntico y la intervencin de Suecia y Francia a favor de los protestantes llev a la derrota de los espaoles en la Batalla de Rocroi. La Paz de Westfalia (1648) pona fin al conflicto europeo reconociendo la independencia de las Provincias Unidas y la libertad religiosa con los protestantes. La guerra continu entre Francia y Espaa hasta 1659, ao en el que se firma la Paz de los Pirineos por la que se ceda a Francia el Artois, ciudades de Flandes, Luxemburgo, Roselln y Cerdea. Adems se concertaba el matrimonio de Luis XIV y Mara Teresa de Austria, hija de Felipe IV. El reinado de Carlos II vio como se perdan territorios en Europa bajo el expansionismo de Luis XIV. En 1668 se firma el Tratado de Lisboa por el que Portugal accede a la independencia de la corona espaola. Luis XIV recibe el Franco Condado por la Paz de Nimega, Luxemburgo en la Tregua de Ratisbona y la parte occidental de Santo Domingo en el Tratado de Rijswijk.

9. 4. Evolucin econmica y social El siglo XVII contina con la crisis econmica de la segunda mitad del siglo XVI, agravada por una fuerte crisis demogrfica en interior de los reinos de Castilla y Aragn. La poblacin tendi a agruparse en las grandes ciudades perifricas de Catalua, Valencia, Asturias y Murcia. Esta crisis demogrfica ere reflejo de la crisis econmica que haca ms dura la vida de los castellanos, adems durante el siglo XVII hubo grandes epidemias de peste. La expulsin de los moriscos en 1609 despobl grandes zonas de Andaluca y el Reino de Aragn. La produccin agrcola descenda por la falta de trabajadores en los campos y por las malas cosechas que se concentraron entre 1630 y 1680. La produccin de lana tambin descendi por la cada de la exportacin de lana a causa de las guerras europeas. La industria textil se vio afectada por los conflictos europeos y por la constante presin fiscal, adems del secular atraso tecnolgico con respecto a Europa. La industria armamentstica y naval tambin fue decreciendo por la competencia de los productos europeos ms baratos. La debilidad de la industria reverta en el comercio vindose anquilosado por la falta de productos competitivos y por inexistencia de una red viaria que fomentase la movilidad de materias primas. La sociedad americana se convirti en una sociedad autosuficiente haciendo que desapareciese la dependencia de los productos castellanos. Contrariamente a la tendencia poltica el gobierno de Carlos II propici una mejora econmica al devaluarse el Velln, luchar contra la inflacin y promoverse la especializacin agrcola. Todo esto llev al constante empobrecimiento de la poblacin, al abnadono de las tierras de cultivo y a una marginalizacin de la poblacin pobre en las ciudades que dependa de la caridad. Las clases altas seguan aspirando al ennoblecimiento abandonando toda actividad productiva o mercantil. El clero aument en nmero al reconocerse como una carrera para ganarse la vida. La institucin eclesial fue determinante durante el siglo XVII pues de ella dependan amplias capas de poblacin. 9. 5. Esplendor cultural. El Siglo de Oro La Espaa del siglo XVII en continua crisis social y econmica gozaba de un momento de esplendor cultural. En la literatura de prosa destacaron Cervantes con la publicacin de la primera novela moderna Don Quijote de la Mancha, Mateo Alemn con el Guzmn de Alfarache, Quevedo con la Vida del Buscn Don Pablos o El Criticn de Baltasar Gracin. En poesa destacaron las dos escuelas dominantes en la poca: el culteranismo con Luis de Gngora como mximo exponente y el conceptismo de Francisco de Quevedo. Debemos mencionar a la cientfica y poeta mexicana Sor Juana Ins de la Cruz. El auge de los corrales de comedia en las ciudades foment la escritura

dramatrgica con Lope de Vega, Tirso de Molina y Pedro Caldern de la Barca. En el pensamiento religioso filosfico destaca Francisco Surez que contina con el desarrollo del derecho internacional de la Escuela de Salamanca. Baltasar Gracin tambin destacar por su obra filosfica religiosa. El concilio de Trento y la Contrarreforma fomentarn la creacin de un arte religioso que ayude a los fieles a acercarse a la religin catlica. De esta poca destaca sobre los pintores Diego Velzquez, pintor de corte de Felipe IV, adems de Bartolom Esteban Murillo, Zurbarn, Valds Leal o Claudio Coello. En escultura religiosa destacan la Escuela Sevillana con Pedro de Mena y Juan Martnez Montas y la Escuela Castellana con Gregorio Fernndez. En arquitectura destacan Alonso Cano y Pedro de Ribera. 10. La Espaa del siglo XVIII 10. 1. La Guerra de Sucesin y el sistema de Utrecht. La muerte de Carlos II en 1700 sin descendencia desencaden una serie de conflictos europeos por el acceso al trono de Espaa. Los dos candidatos ms cercanos al trono de Madrid eran los descendientes del emperador Leopoldo I y Luis XIV de Francia, ambos con madres descendientes de Felipe III y casadas con hijas de Felipe IV. El candidato Habsburgo era el Archiduque Carlos y el Borbn Felipe de Anjou. El ltimo testamento de Carlos II otorgaba el trono a Felipe de Anjou, pero el enfrentamiento de Francia con los Pases Bajos, Austria e Inglaterra llevaron a estas a crear en 1701 la Gran Alianza para defender los derechos del Archiduque Carlos. La Guerra de Sucesin (1702 1714) tuvo un desarrollo europeo en el que la Gran Alianza domin sobre Francia y un desarrollo ibrico en el que Felipe de Anjou venci a los aragoneses que apoyaban al Archiduque Carlos en la Batalla de Almansa. El conflicto termin en 1711 en Europa cuando el emperador Leopoldo I muere y el Archiduque se convierte en el sucesor. La retirada del Archiduque no termin con el conflicto en Espaa y Catalua se resisti al poder de Felipe de Anjou hasta 1714. El Tratado de Utrecht de 1713 conceda el trono de Espaa a Felipe de Anjou, a cambio de que las posesiones espaolas de Italia y Flandes pasasen al Imperio Austraco, que Inglaterra dominase Gibraltar y Menorca, as como que ganase el asiento de negros y el envo de un navo de permiso a Las Indias. 10. 2. Cambio dinstico. Los primeros Borbones. La victoria de Felipe de Anjou en la Guerra de Sucesin le dio paso al trono de Espaa a la nueva dinasta de los Borbones. El gobierno de los primeros Borbones destac por el intento de organizacin centralista y el control del

territorio desde Madrid. Felipe V gobern desde 1701 hasta 1746 con el parntesis de 1726 en el que reina su hijo Luis I. La poltica de Felipe V estaba encaminada a organizar el poder desde la corona apartando a los nobles castellanos del poder y basndose en el trabajo de burcratas franceses. Su segundo matrimonio con Isabel de Farnesio obliga a Felipe V a tener una poltica muy agresiva en Italia, pues la reina deseaba tener posesiones para sus hijos en la Pennsula Itlica. La reina trae a sus propios consejeros italianos como el cardenal Alberoni. La poltica de Isabel de Farnesio le lleva a recuperar el Reino de Npoles y Sicilia en 1734 en la que reinar su hijo Carlos, el futuro Carlos III. Tambin destacaron en esta poca los pactos con Francia llamados Pactos de Familia. El gobierno de Fernando VI (1743 1753) fue controlado por el Marqus de la Ensenada que se dedic a fortalecer el poder real de los borbones en Espaa. El ministro centr su actividad en la recuperacin econmica y de control de Amrica aprovechando la paz con los ingleses de 1748: se realiz el Catastro de Ensenada (1749) para aumentar los ingresos fiscales, se suprimieron impuestos al grano para favorecer su consumo, se liberaliz el comercio con Amrica y se reforz la Armada. En 1754 el ministro cay de su puesto pero haba comenzado con xito la modernizacin de Espaa. 10. 3. Reformas en la organizacin del Estado. La monarqua centralista Felipe V (1701 1723) tras la Guerra de Sucesin organiz la centralizacin de los reinos de Espaa a partir de los Decretos de Nueva Planta de 1716. En estos decretos se elimina el Consejo de Aragn, se suprimen las fronteras entre Castilla y Aragn, se impone el castellano como lengua oficial, se crea el sistema fiscal del catastro y se implantan la chancillera, las audiencias, un capitn general y un intendente en el gobierno de Aragn, Valencia, Catalua y Mallorca. Esta uniformizacin de los reinos era una represalia ante el apoyo de Aragn a los austracos. Las provincias vascas, en cambio, mantuvieron sus fueros, sus leyes civiles y su fiscalidad. El gobierno se modific reforzando el poder del rey y de un equipo de cinco secretarios de despacho. Los secretarios de despacho organizaban el Estado, la Hacienda, la Guerra, la Justicia y la Marina e Indias. Los consejos perdieron mucha importancia, excepto el de Castilla que qued como un rgano consultivo del rey y el de Indias que administraba las colonias. La nueva dinasta reinante intervino frente a la iglesia para tomar ms importancia en los asuntos religiosos, este dominio de la corona sobre la iglesia se denominaba regalismo. Territorialmente el pas se reorganiz en provincias con audiencias propias, capitanes generales y el nuevo cargo de intendente que organizaba la vida civil y econmica de la provincia. Econmicamente los borbones intervinieron en la economa con polticas mercantilistas prohibiendo la importacin de manufacturas y la exportacin de

grano. Adems se crearon las Reales Fbricas y las compaas comerciales. 10. 4. La prctica del despotismo ilustrado: Carlos III El gobierno de Carlos III, llegado desde Npoles en 1759 tras la muerte de Fernando VI, continu con la poltica de mejora econmica y social de Espaa desde la corona. Su concepcin poltica tena como centro un Estado absoluto, con una monarqua omnipotente con vocacin benefactora hacia el pueblo. Esta idea del poder se denomin Despotismo ilustrado. El continuismo de Carlos III con las polticas econmicas se bas en el fomento de las industrias estatales y en los informes de su secretario el Marqus de Esquilache y los ministros Campomanes y Floridablanca. Las reformas del reinado fueron mltiples: se ampliaron los seoros reales, se reforz la marina y la industria naval, se aplic una fiscalidad ms unificada, adems se liberaliz el comercio con Amrica y el precio del trigo. Esta ltima reforma de 1765 junto a las malas cosechas y la accin de los especuladores desat la hambruna y el consiguiente Motn de Esquilache (1766), tras el cual se destituy al secretario suplantado por el Conde de Aranda. La segunda fase del gobierno de Carlos III (1766 1788) se caracteriz por las medidas de control real sobre la sociedad: se expuls a los Jesuitas en 1767, control la accin de censura de la inquisicin, se control de forma exhaustiva a las colonias americanas, se crearon los vales reales y el Banco Nacional de San Carlos para poder financiar las guerras atlnticas. En 1776 Aranda fue sustituido por Floridablanca que continu con las polticas de acumulacin de poder en la figura del rey. 10.5 La Espaa del siglo XVIII: evolucin de la poltica exterior en Europa El cambio de dinasta supone un giro total en la poltica exterior espaola. Tras la paz de Utrecht, Espaa perdi sus territorios europeos (Pases Bajos e Italia), lo que hizo que su centro de inters se desplazara al Atlntico. Tambin se produjo un acercamiento a Francia, la eterna enemiga, tanto porque en ambos pases reinaba la misma dinasta como por el hecho de que tenan como rival a Gran Bretaa que buscaba su expansin colonial a costa de Francia y Espaa. Esta alianza se plasm en los Pactos de Familia que se firmaron en 1733, 1743 y 1761 respectivamente, por los cuales Espaa participo en el conflicto entre Gran Bretaa y sus colonias americanas en apoyo de estas ltimas. El estallido de la Rev. Francesa supone un parntesis en la alianza con Francia pues Espaa participa en las Guerras de Coalicin 1793-95 (coalicin de diferentes pases de Europa para acabar con la Francia Revolucionaria y devolver el trono a los Borbones). Tras la paz de Basilea Espaa vuelve a su antigua poltica de alianza con Francia, ahora bajo el control de Napolen Bonaparte (Primer tratado de San Ildefonso, 1796 y 2 Tratado de San Ildefonso, 1800) y en contra de Gran Bretaa. La consecuencia fue el desastre de Trafalgar (1805) y la destruccin de la flota franco espaola a manos britnicas, lo que puso fin al resto del podero martimo espaol y tuvo dos importancias consecuencias: por un lado Espaa no puede controlar el monopolio comercial americano, iniciando Gran Bretaa el contrabando a gran

escala; por otro, Napolen, sin flota, no puede aspirar a derrotar a Gran Bretaa en el mar y emprende el Bloqueo Continental. Para llevar a cabo esa poltica decide intervenir en Espaa y firma en 1807 el tratado de Fontainebleau por el cual Espaa se adhiere al bloqueo y permite la entrada de las tropas francesas en Espaa para la ocupacin de Portugal aliada de Gran Bretaa. 10.6. La poltica borbnica en Amrica. (No entra en selectividad) La nueva dinasta borbnica impuso cambios administrativos en Amrica, con el fin de controlar con ms eficacia a las colonias para obtener de ellas un mejor rendimiento econmico. El Consejo de Indias fue perdiendo competencias a favor de las correspondientes secretarias igual que la Casa de contratacin que se disolvi en 1790. A los dos virreinatos existentes, Nueva Espaa y Per se aadieron otros dos, segregados del de Per: Nueva Granada y el Ro de la Plata. Se cre un ejrcito regular americano y se establecieron intendencias, con las mismas atribuciones que las peninsulares. Tambin se adoptaron medidas econmicas a lo largo del siglo: En un primer momento se crearon compaas comerciales al estilo de las britnicas y holandesas, como la Compaa Guipuzcoana de Caracas. En 1735 se suprimi el tradicional sistema de flotas y galeones (las mercancas con destino a Amrica se embarcaban todas juntas una vez al ao en flotas escoltadas por galeones de guerra) por el sistema de registros, en el que los particulares podan cargar sus mercancas en barcos autorizados (registros) que partan cuando queran desde Cdiz. Los decretos de 1765 y 1778 autorizaron el libre comercio directo, suprimiendo el monopolio de Cdiz, esto fue un gran estmulo para la industria y el comercio, en especial para Catalua. Aunque el comercio con Amrica aument como resultado de estas medidas, el mercado era excesivo para la industria peninsular, por lo que la mayora de las manufacturas enviadas a Amrica eran extranjeras y el volumen de contrabando era superior al comercio legal.

10.7. La Ilustracin en Espaa. Esta corriente del pensamiento llega a Espaa de la mano de Carlos III a mediados del XVIII con la proteccin del estado. Carlos III, anteriormente rey de Npoles, intenta introducir las nuevas ideas en Espaa pero se va a encontrar con la resistencia de buena parte de la sociedad. La universidad espaola estaba en manos de gentes muy apegadas a la antigua enseanza de teologa y derecho cannico que rechazan los intentos de introducir nuevas disciplinas ms acordes con las necesidades de la sociedad (medicina, derecho natural, ciencias, etc.). Por ello se crean nuevos centros de estudios como Academias Reales (Historia, Artes, Lengua), colegios, museos (Prado) y centros de investigacin (Jardn Botnico, Observatorio Astronmico, en el Paseo del Prado de Madrid). Gracias a este impulso se publican tratados sobre todas las disciplinas, tambin de escritores europeos. La Inquisicin, anterior freno en el desarrollo de la ciencia y el pensamiento en general, por temor a la

entrada en Espaa de ideas herticas, pierde influencia, aunque no desaparece. Los escritores y pensadores espaoles, en lneas generales, siguen las ideas de los pensadores franceses en cuanto que consideran la razn la nica luz que puede traer el progreso, critican las instituciones del antiguo rgimen, y defienden el liberalismo en todos los rdenes de la vida (economa, poltica, pensamiento, educacin...); en materia religiosa van del escepticismo a la crtica, lo que les trajo problema con la Inquisicin, cuando, tras la Rev. Francesa, con Carlos IV, se vuelve a posiciones ms conservadoras, y se mira con sospecha todo lo ilustrado. Economistas como Jovellanos (Informe sobre la Ley Agraria, un estudio crtico sobre los antiguos usos de la tenencia de la tierra) o Cabarrs, ensayistas como Jos Cadalso (Cartas Marruecas,), Olavide o Feijoo, poetas y dramaturgos como Nicols Fernndez Moratn son buenos ejemplos de la Ilustracin espaola. 11. La crisis del Antiguo Rgimen 11.1. La crisis de 1808. La Guerra de la Independencia y los comienzos de la revolucin liberal. Carlos IV sucedi a su padre, Carlos III, en 1788. Su reinado estuvo condicionado por el estallido de la revolucin francesa (1789); hasta entonces la poltica exterior espaola haba estado marcada por la alianza con Francia (Pactos de familia) pero la revolucin oblig a Espaa a replantearse su actitud y tras una primera fase de neutralidad se inicia una contienda (1793) que finaliza con la Paz de Basilea en 1795. En 1796 se firm el primer Tratado de San Ildefonso.Por el cual Espaa adopt una poltica de colaboracin con Francia que la llev a la derrota de Trafalgar en 1805, lo que supuso el hundimiento de Espaa como potencia martima. Cuando Carlos IV accedi al trono mantuvo como primer ministro, por recomendacin de su padre a Floridablanca, pero por influencia de la reina Mara Luisa de Parma, Manuel Godoy, un joven guardia de Corps ascendi al cargo de primer ministro, siendo el verdadero gobernante de Espaa de 1792 hasta el final del reinado, aunque durante un breve parntesis, 1798-1800, fue relevado de su cargo. En 1807 Godoy firm con Napolen el Tratado de Fontainebleau, en virtud del cual se permita a las tropas francesas su paso por territorio espaol para conquistar Portugal, pas aliado de Inglaterra. El objetivo era dividir Portugal en tres partes, de las cuales una sera un principado bajo el mando de Godoy. Con este pretexto Napolen dispuso sus tropas en distintas partes de Espaa. Godoy al comprender el peligro, intento trasladar a la familia real a Andaluca, pero en marzo de 1808 estall el motn de Aranjuez, lugar donde se encontraba la corte. El origen del motn estaba en el partido que se haba formado en torno al prncipe heredero, futuro Fernando VII, opuesto al excesivo poder y protagonismo de Godoy. Este partido foment el descontento entre grupos

populares que fueron quienes protagonizaron el motn asaltando el palacio de Godoy. Carlos IV se vio obligado a destituir a Godoy y a abdicar a favor de su hijo Fernando. Napolen, entonces, logr atraer a la ciudad francesa de Bayona a Carlos IV y a Fernando VII, obligndoles a abdicar en l la corona y cedindosela a su vez a su hermano Jos Bonaparte, que con el nombre de Jos I se convirti as en rey de Espaa y promulg la Constitucin o Estatuto de Bayona, en realidad una carta otorgada, que pretenda modernizar las estructuras polticas espaolas tomando como modelo el sistema francs. El dos de mayo de 1808, cuando el resto de la familia real espaola pretenda abandonar el Palacio de Oriente, el pueblo madrileo se amotin, pocas horas despus el general Murat reprima la revuelta fusilando a centenares de personas como escarmiento. Al conocerse la noticia de las abdicaciones de Bayona y los sucesos de Madrid se extendi la insurreccin por todo el territorio espaol, quedando dividido en dos bandos, lo que hace de este conflicto no slo una guerra contra el invasor, sino tambin una guerra civil. Por un lado, los territorios ocupados por el ejrcito francs, que contaba con el apoyo de los afrancesados, entre los que estaban algunos reformistas ilustrados que pretendan una modernizacin pacfica y gradual. Por otro lado, estaba la resistencia que afirmaba luchar en nombre de Fernando VII, pero dentro de este bando estaban dos grupos ideolgicos: Los liberales, que pretendan establecer un nuevo tipo de monarqua. Los absolutistas, partidarios del antiguo rgimen y del retorno de Fernando VII como monarca absoluto. Para controlar la situacin, en las zonas no ocupadas se crearon juntas locales, que se integraron en juntas provinciales que asumieron la autoridad en nombre de Fernando VII. Con delegados de las juntas provinciales qued constituida, en septiembre de 1808, bajo la presidencia de Floridablanca, la Junta Central Suprema, que en 1810 traspas sus poderes a un Consejo de Regencia que se estableci en Cdiz y que convoc cortes generales que llevarn a cabo un conjunto de decretos y sobre todo, la Constitucin de 1812 lo que supone el primer intento de transformacin liberal, que se produjo en Espaa. En junio de 1808, con el objetivo de reprimir los levantamientos populares e instaurar el rgimen de Jos I, un ejrcito de 17000 hombres se adentr en Espaa confiando desplegarse en abanico y controlar as los puntos fundamentales del pas. Pero la inesperada resistencia de los espaoles desbarat en un primer momento los proyectos de Napolen. La resistencia contaba con la ayuda del ejrcito ingls y con la guerrilla, formada por antiguos soldados, voluntarios civiles e incluso bandoleros, que atacaban por sorpresa al enemigo con acciones rpidas, valindose de su conocimiento del terreno y la complicidad de la poblacin civil. Algunos dirigentes alcanzaron gran prestigio, como El Empecinado o Espoz y Mina. Hasta noviembre de 1808, la resistencia consigui algunas victorias como la de Bailn, y algunas ciudades cuya toma se prevea fcil, como Zaragoza o Gerona se resistieron a la ocupacin, producindose sitios o asedios que duraron varios meses. Jos I se vio obligado a abandonar Madrid y establecerse en Vitoria. Napolen decidi dirigir el mismo las operaciones en Espaa, donde permaneci unos pocos meses, al frente de un ejrcito de 250 000 hombres.

Jos I regres a Madrid, mientras la Junta Central se refugiaba en Sevilla y luego en Cdiz. Slo algunas zonas quedaron libres. Pero la situacin cambi en la primavera de 1812, , Napolen necesitaba efectivos en el frente ruso, lo que facilit la victoria del general Wellington, al frente de tropas inglesas, portuguesas y espaolas, ayudadas por partidas de guerrilleros, que derrot a los franceses en Arapiles, los expuls de Andaluca y los presion hasta su retirada. En 1813 los derrot en la batalla de San Marcial, (Irn). A finales de 1813 se firm el tratado de Valenay, por el que Napolen reconoca a Fernando VII como rey de Espaa. 11.2. Las Cortes de Cdiz y la Constitucin de 1812. Tras los acontecimientos de 1808 el gobierno de Espaa haba quedado en manos de un rey extranjero, Jos Bonaparte, y el pas estaba ocupado por un ejrcito invasor. Para controlar la situacin, en las zonas no ocupadas se crearon juntas locales, que se integraron en juntas provinciales que asumieron la autoridad en nombre de Fernando VII. Con delegados de las juntas provinciales qued constituida, en septiembre de 1808, bajo la presidencia de Floridablanca, la Junta Central Suprema, que en 1810 traspas sus poderes a un Consejo de Regencia que se estableci en Cdiz y que convoc cortes generales. Desde el primer momento se tiene conciencia de que se parte de una situacin nueva, y que no se renen las tradicionales cortes estamentales, sino que se rene una sola asamblea, en representacin de la nacin, no del rey, aunque se reconoca como soberano legtimo a Fernando VII, y se le juraba fidelidad. Al mismo tiempo se le reconoca a las Cortes el poder constituyente, es decir el poder de formular una ley nica fundamental, una constitucin. Los diputados, elegidos por las ciudades, representaban tres grupos ideolgicos: Los liberales, que defendan la soberana nacional, no compartida con el rey, la divisin de poderes y la igualdad jurdica de los ciudadanos, desapareciendo los privilegios y el antiguo rgimen seorial. En el otro extremo estaban los defensores de la monarqua tradicional, los absolutistas, que queran la soberana exclusiva del rey, del que emanaran todos los poderes, y en general el mantenimiento del Antiguo Rgimen. Al grupo intermedio se les denomin los Jovellanistas, eran los herederos de la ilustracin y de la idea de hacer las reformas desde arriba. Defendan la idea de una soberana compartida entre el rey y las Cortes. La mayora de los diputados de Cdiz pertenecan al grupo de los liberales, pero no representaban realmente a la opinin mayoritaria del pueblo espaol. Contenido de la Constitucin: a) El sistema poltico: - La Constitucin establece una monarqua parlamentaria - La Soberana reside exclusivamente en la Nacin. Este artculo es el ms revolucionario de todos y el que va a dividir posteriormente a los liberales, pues algunos preferan una soberana compartida entre la nacin y el rey. - Los tres poderes quedan separados:

El legislativo queda en manos de unas cortes unicamerales (en posteriores constituciones se introducir una segunda cmara, el Senado) elegidas por sufragio indirecto, y masculino (votan varones cabezas de familia para elegir a unos electores, varones, mayores, que son los que eligen a los diputados, varones mayores de 25, y con un mnimo de renta, de tal manera que la burguesa se asegura el poder). Tena amplias atribuciones y estaba legislado perfectamente su funcionamiento en cuanto a su convocatoria, la periodicidad de las reuniones y la duracin de las sesiones, lo que aseguraba su independencia respecto al rey. El ejecutivo queda en manos del rey que elige a sus secretarios (ministros). Se acaba con el concepto patrimonial de la monarqua en el art. 2 donde se establece que la nacin espaola es libre e independiente, y no es patrimonio de ninguna familia ni persona. El rey es irresponsable, y son sus ministros los que responden ante la justicia. Adems, teniendo en cuenta la poca confianza que los liberales tenan en Fernando VII se incluyeron una serie de limitaciones a la libertad de accin del monarca sin el consentimiento de las Cortes, tales como ausentarse del reino, ceder la corona o ceder parte del territorio, establecer alianzas, o impedir la reunin de las Cortes. El judicial queda en manos de tribunales independientes. b) Derechos y Libertades: La constitucin no los recoge de forma sistemtica. En el art. 4 los cita sin concretar: la nacin est obligada a conservar y proteger por leyes sabia y justas la libertad civil, la propiedad y los dems derechos legtimos de todos los individuos que la componen. Sin embargo muchos derechos aparecen de forma salpicada en otros artculos: - Se establece la igualdad civil al imponer una ley igual para todos los ciudadanos, lo que pone fin al sistema de privilegios y a la sociedad estamental, aunque reconoce los fueros del ejrcito y la iglesia. - Reconoce el derecho al sufragio en las condiciones que ya hemos citado. - Aunque establece el derecho a la libertad de imprenta excluye a los textos religiosos. - No reconoce la libertad de culto, pues se reconoce como nica religin de la nacin espaola la catlica y prohbe el ejercicio de cualquier otra religin. Estos dos artculos fueron una concesin hecha a los diputados absolutistas para conseguir que la Constitucin fuera aprobada. - Se protege la propiedad individual, siguiendo las ideas del liberalismo econmico propias de la burguesa que defiende la igualdad civil pero no econmica, y que pretenda acabar con el sistema de propiedad del Antiguo Rgimen, y que la propiedad estuviera sometida a las leyes del libre mercado, lo que no ocurra en el caso de las propiedades comunales o de las propiedades amortizadas. - Inviolabilidad del domicilio - Derecho a la educacin c) Por ltimo la Constitucin acababa con los restos del rgimen feudal todava vigentes aunque en muchos casos haban cado en desuso: -Se suprimen los seoros jurisdiccionales. - Abolicin de los gremios, que atentan contra la libertad econmica, pero que dejar indefensos a muchos trabajadores, protegidos por la estrecha reglamentacin gremial. - Abolicin de los diezmos

- Abolicin de los mayorazgos, que hacan que la propiedad se acumulara en muy pocas manos - Abolicin de los derechos de la Mesta. La Constitucin de 1812 es una constitucin tpicamente burguesa que acaba con el sistema poltico, social y econmico del Antiguo Rgimen para establecer otro de carcter liberal que asegura el control poltico, intelectual y econmico a la burguesa. Cuando regres Fernando VII todos los que estaban en contra de la constitucin se unieron al rey para acabar con ella. Su vigencia ser por ello muy limitada, dos aos entre 1812 y 1814, en los que no da tiempo prcticamente a imponerla, pues no hay que olvidar que Espaa estaba ocupada por los franceses; y tres aos durante el trienio constitucional (182023)

11.3. Fernando VII: Absolutismo y Liberalismo La derrota de Napolen en Europa y Espaa supuso la recuperacin del absolutismo, que se pretendi reinstalar incluso en Francia. Fernando VII vuelve a Espaa para hacerse cargo del trono. Fernando VII no acept las reformas de las Cortes de Cdiz. Esta posicin se apoyaba en los diputados de ideas absolutistas que hicieron llegar al rey el llamado Manifiesto de los persas, tambin se apoyo en los mandos militares y en la Iglesia Catlica a quien las ideas liberales amenazaban su influencia; por otro lado la poblacin campesina se apegaba a lo tradicional y era influida por los clrigos. Pronto un decreto anulaba las leyes aprobadas por las Cortes de Cdiz y suprima la Constitucin de 1812. El rey recuper todos los poderes y disolvi las Cortes, se reestablecieron los privilegios seoriales, gremiales, de la Inquisicin y de la Mesta. Entre 1814 y 1820 Espaa con la incapacidad del Antiguo Rgimen no se recuperaba. Los partidarios del absolutismo con Fernando VII iniciaron una fuerte represin poltica acusando de traicin a los liberales y a los afrancesados. Los independentistas en Hispanoamrica conseguan xitos y ello agravaba la Hacienda espaola. La ruina de la guerra de Independencia, los gastos de reconstruccin, los gastos de guerra contra los independentistas acentuaban el dficit estatal. Los privilegios fiscales se manifestaron de nuevo como base negativa de la situacin financiera. En 1818 se lleg a la bancarrota, para solucionarla era necesario retomar las medidas liberales. Los liberales clandestinamente mantenan sus ideales, y culpaban al Antiguo Rgimen de las continuas derrotas militares, de la bancarrota y de la prdida de las colonias. Desde 1814 se repitieron levantamientos armados contra Fernando VII, encabezados por militares liberales, todos fracasaron hasta 1820, en que triunf el golpe de estado del teniente coronel Riego. Este destinado para embarcarse a luchar contra los independentistas, y contando con el descontento de los soldados, recibe el apoyo de otros militares y civiles, de tal manera que el movimiento revolucionario se fue extendiendo hasta tal

punto que se hizo incontrolable y Fernando VII hubo de reconocer el triunfo liberal. Recuperaron el poder por la fuerza y reestablecieron la Constitucin de 1812. EL TRIENIO LIBERAL. Se mantuvo a Fernando VII en el trono, pero se encarcel a los absolutistas ms reaccionarios. Se tomaron una serie de medidas legislativas: la Inquisicin qued abolida; se redujo el pago del diezmo a la mitad; se nacionalizaron y vendieron monasterios y conventos, para castigar el respaldo del clero al absolutismo y obtener fondos para reducir la deuda del Estado; se recuperaron los derechos y libertades de 1812; se reestableci la Milicia Nacional. Las relaciones entre el monarca y los gobernantes liberales eran muy tensas. El rey contactaba con los monarcas absolutistas de la Santa Alianza. La economa no mejoraba, y el gobierno se vio obligado a subir los impuestos y a suspender pagos, por lo que el descontento extendi. Se iniciaron las diferencias entre liberales. Los gobiernos liberales fueron incapaces de controlar desordenes en diversos lugares. El clericalismo, lo antiliberal y anticonstitucional fueron creciendo. Los absolutistas, realistas o apostlicos, formaron la resistencia en las ciudades y el medio rural donde los guerrilleros contrarrevolucionarios dominaron zonas relativamente amplias. En 1822 la Santa Alianza decide intervenir en Espaa y Portugal para derribar los gobiernos liberales. 125.000 soldados franceses Los Cien mil hijos de San Luis-, ante la incapacidad de los liberales, llegaron a Madrid y reestablecieron el absolutismo. LA DECADA ABSOLUTISTA (1823-1833). El retorno de Fernando VII al poder supuso la destruccin de todo cuanto haban hecho los liberales en el trienio. Volvieron los diezmos, se orden la devolucin de propiedades a los clrigos, se invalidaron todas las sentencias judiciales y administrativas efectuadas entre 1820 y 1823. Se realiz una represin violenta contra los liberales y sus propiedades. El rey solicit de Luis XVIII prolongar la permanencia de las tropas francesas en Espaa, a la vez cre un cuerpo paramilitar de voluntarios realistas. Francia y Rusia llamaron la atencin a Fernando VII por su excesiva dureza. Entre 1823 y 1833 el endeudamiento estatal creci multiplicndose por diez. Las ideas reformistas necesarias eran rechazadas por los absolutistas intransigentes, quienes exigan a Fernando VII que reintrodujera la Inquisicin. En 1828 los ultraabsolutistas decepcionados de Fernando VII se agruparon entorno al infante Carlos Mara Isidro hermano menor del rey- del que esperaban que heredase la corona a la muerte del monarca. Los liberales intentaron en repetidas ocasiones volver al poder. En Europa los movimientos liberales comenzaron a dar sus frutos en torno a 1830, cuestin que no se reprodujo en Espaa. 11. 4. La emancipacin de la Amrica espaola Varios son los orgenes del proceso independentista: Difusin de las ideas ilustradas y liberales y los antecedentes norteamericanos, Descontento de los criollos, grupo social poderoso minoritario de propietarios y dominadores del comercio, con frecuencia de alto nivel acadmico, en

ocasiones oficiales militares. Estaban marginados de los puestos de gobierno, que en ocasiones recaan en peninsulares incompetentes y corruptos. Ruptura de las comunicaciones con la Pennsula, los barcos ingleses controlaban las aguas del Atlntico, aislaban las colonias y participaban de los beneficios del bloqueo. La invasin francesa provoc un vaco de poder en los territorios de Amrica, y los criollos aprovecharon para crear sus propios rganos de gobierno. Los focos separatistas fueron Caracas y Buenos Aires, sus lideres Simn Bolvar y Jos San martn se negaron a reconocer a las autoridades espaolas y declararon la independencia de los territorios. La debilidad del ejrcito espaol, y el caos poltico peninsular, junto al desbarajuste econmico facilitaron la victoria de los independentistas. La posicin del gobierno de los EEUU y el apoyo financiero de los britnicos facilitaron la secesin. En Mxico, Miguel Hidalgo y Jos Mara Morelos iniciaron una independencia muy violenta, los campesinos indios y mestizos esperaban recibir tierras, pero los criollos aprovecharon para asentar sus intereses, y dirigidos por Agustn de Iturbide detuvieron el movimiento popular ejecutando a sus lderes. Se estableci una dictadura ultraconservadora, ya independientes. En Per se mantenan los vnculos con la Pennsula, pero una ofensiva militar de Bolvar y San Martn derrot en Ayacucho la ltima resistencia del ejrcito espaolista. Fernando VII nunca quiso reconocer la independencia de las nuevas naciones. De todo el imperio colonial espaol slo se conserv Cuba y Puerto Rico. Los intentos de crear unos Estados Unidos de Amrica del Sur (ilusin de Simn Bolvar) fracasaron, y el continente se fragment en 1845 en 16 pases con conflictos fronterizos. Espaa sinti inmediatamente la falta de recursos procedentes de Amrica, de sus minas y de su comercio. Internamente quedaba fuera de tener prestigio como potencia, y cuando otros pases iniciaban su expansin colonial Espaa los perda. En Amrica desapareci la esclavitud. El poder qued en manos de la minora criolla, sobre una mayora discriminada, marginada y sin tierras. En general se extiende la inestabilidad poltica, se frustr la instalacin de la democracia, los altos mandos militares mantuvieron los gobiernos. De la dependencia espaola se ira pasando a la dependencia econmica de britnicos y estadounidenses. 12 La construccin y consolidacin del Estado Liberal 12.1 El reinado de Isabel II. La oposicin al liberalismo: carlismo y guerra civil. La cuestin foral.

El origen del conflicto se remonta al reinado de Fernando VII, cuando en la corte los ms radicales absolutistas forman un grupo en torno a Don Carlos, hermano de Fernando, puesto que el monarca, a pesar de sus tres matrimonios hasta el momento no haba tenido hijos. En 1829 Fernando VII se casa con su cuarta mujer, M Cristina de Npoles. El ao siguiente, 1830, la reina dio a luz una nia, Isabel. Antes de la muerte de Fernando VII acaecida en 1833, se desencadena una lucha entre los partidarios de Don Carlos y los de M Cristina y su hija Isabel. Puesto que los partidarios de Don Carlos estaban ya bien definidos (absolutistas radicales) a la reina no le queda otro remedio que buscar apoyos entre los liberales ms moderados. El conflicto se justificaba por la confusin existente en Espaa en cuanto a la sucesin al trono. Las leyes de Partidas, vigentes en Castilla durante la Edad Media y bajo la monarqua de los Habsburgo, permitan el acceso al trono a las mujeres, aunque daban preferencia al varn, pero fueron derogadas por la ley Slica con la llegada de los Borbones a Espaa en el siglo XVIII. Sin embargo haban sido puestas de nuevo en vigor por Carlos IV en 1789 mediante una Pragmtica Sancin, votada en Cortes, pero no publicada, lo que le impeda entrar en vigor. Esta confusa situacin hizo que tanto los partidarios de Carlos como los de Isabel se considerarn con legtimos derechos. Fernando public la Pragmtica Sancin pero eso no hizo que el partido carlista cejara en sus pretensiones. En 1833, al la muerte del rey, Isabel era reconocida como heredera y su madre asuma la regencia. Los carlistas no aceptaron la situacin y para defender sus pretensiones desencadenaron una guerra civil. El carlismo, por tanto, era un movimiento poltico que no aceptaba los cambios que se haban producido en Espaa tras la entrada de las ideas ilustradas, la invasin napolenica y la revolucin liberal de Cdiz. Pretendan una vuelta al Antiguo Rgimen, al poder absoluto dado por Dios que deba ejercitarse para la Gloria de Dios y el esplendor de su Sagrada Religin; al control del Estado por parte de una aristocracia que acaparaba los altos cargos polticos, eclesisticos y militares; al control del pensamiento por parte de la Iglesia, etc. El gobierno de Fernando VII haba sido para ellos una decepcin pues haba continuado en la lnea de los dspotas ilustrados, contando, incluso, con algunos ilustrados para gobernar. La Iglesia apoyo al carlismo como forma de evitar la prdida de su poder poltico y de su control social. Por otro lado estaba el problema de los fueros. Tras la Guerra de Sucesin, con los Decretos de Nueva Planta tanto Aragn como Catalua haban perdido sus fueros y haban tenido que aceptar las leyes castellanas. Navarra y el Pas Vasco, en agradecimiento al apoyo dado al candidato Borbn, conservaron los suyos. El carlismo, al apoyar la restauracin de los fueros tradicionales, triunf en aquellas zonas donde exista una preocupacin por la cuestin foral, tanto por miedo a perder los fueros como en el caso de Navarra o el Pas Vasco, como por inters en recuperarlos, en Aragn y Catalua, especialmente en las zonas rurales, donde mayor era el descontento con las nuevas formas de vida que iban apareciendo en las ciudades ligadas a la industria y al comercio. Por su carcter rural, el carlismo no pudo conseguir el apoyo de las clases ilustradas que vean en el liberalismo un sistema poltico ms apropiado para sus intereses y su modo de vida. La mayora de las ciudades eran liberales (Bilbao, San Sebastin, Pamplona y Vitoria).

La Primera Guerra Carlista (1833-40) se desarroll principalmente en el Norte. En otras zonas de Espaa se formaron algunas partidas guerrilleras que actuaban casi como bandoleros asolando la regin donde actuaban, dirigidas por hombres como Cabrera en Aragn o el Cura Merino, hroe de la guerra de la Independencia. El gobierno isabelino, carente de recursos, no fue capaz de enviar un ejrcito bien equipado al norte con rapidez. El retraso en el envo de tropas permiti al dirigente carlista, Zumalacrregui, militar de carrera y experto en la guerra de guerrillas, adiestrar un ejrcito de 20.000 hombres. Cuando las tropas isabelinas llegaron se vieron acosadas por constantes emboscadas y escaramuzas sin conseguir un enfrentamiento en campo abierto. En 1835 Zumalacrregui controlaba la mayor parte de las Provincias Vascongadas. Animado por esos xitos (y por la necesidad de conseguir dinero y apoyos internacionales), don Carlos le ordena en 1835 tomar Bilbao, a pesar de la opinin contraria de Zumalacrregui. La operacin comenz con xito, abrindose paso hacia Bilbao y venciendo al general liberal Espartero, pero poco despus Zumalacrregui era alcanzado por una bala enemiga muriendo das despus, lo que dejo a los carlistas sin su mejor general. El sitio de Bilbao fue levantado y durante los dos aos siguientes la guerra se mantuvo en una situacin de equilibrio entre los dos bandos. Para salir de esa situacin que perjudicaba ms a los carlistas que a los liberales, pues agotaba a la poblacin campesina que mantena a las tropas carlistas, Don Carlos decidi emprender una gran expedicin para salir de la base del Norte, aunque los militares ms expertos estaban en contra. La Expedicin Real de 1837 fue un fracaso: el ejrcito carlista cruz toda Catalua y Valencia llegando a la vista de Madrid. Los carlistas esperaban que el pueblo se sumara a su ejrcito, pero no ocurri as, y ante la falta de los efectivos suficientes para atacar la capital dieron la vuelta y retrocedieron a su base del Norte. En 1838 el general Espartero, que diriga el ejrcito liberal, recibi por fin los recursos necesarios para contar con un ejrcito numeroso y bien equipado, iniciando una nueva campaa en el Norte. Mientras, en el bando carlista la situacin se haba ido haciendo ms difcil debido a los enfrentamientos entre los propios dirigentes que desembocaron en conspiraciones y traiciones. Don Carlos haba dado a Maroto el mando supremo de la regin Norte. En febrero de 1839 se desencaden una crisis entre Maroto y un grupo de de militares rivales, representantes de la faccin ms absolutista, que acab con el fusilamiento de seis de ellos. Maroto recibi el apoyo de sus hombres pero no el de Don Carlos. Finalmente, cansado y decepcionado por la incapacidad del pretendiente y las intrigas de su corte, inici las negociaciones de paz con Espartero. Finalmente, el 29 de agosto de 1839, Maroto firm el Convenio de Vergara que reconoca a Isabel como reina legtima y respetaba los fueros. Navarra, donde la cuestin foral era secundaria, y donde se luchaba por el trono y el altar no acepto este acuerdo. Para ellos Vergara fue la gran traicin, y se convirti en el centro de la resistencia en el Norte, pero, cuando los vascos renunciaron, Navarra no pudo seguir luchando sola. Don Carlos cruz la frontera francesa abandonando la lucha.

El carlismo sigui conservando alguna fuerza en las provincias vascas y sobre todo en Navarra, y solo en algunos momentos de crisis volver a resurgir en las llamadas Segunda y Tercera Guerras Carlistas: en 1846 cuando cumple Isabel su mayora de edad, al fracasar el proyecto de unir en matrimonio a la reina con el heredero de Don Carlos, y tras la revolucin del 68 y la salida de Espaa de Isabel II, que termin con el regreso de Alfonso XII en 1875. Sin embargo el carlismo sigui vivo en la sociedad vasca, muy ligado a la cuestin foral, y en Navarra. 12.2 Isabel II (1833-1843) : las Regencias La muerte de Fernando VII, en 1833, abri un largo periodo de transformacin en la vida espaola, dando lugar a nuevas estructuras polticas, econmicas, sociales y culturales. Durante el reinado de su hija, Isabel II, se produjo el paso definitivo del Antiguo Rgimen al liberalismo burgus. Se configur una monarqua constitucional inspirada en los principios del liberalismo poltico, se sentaron las bases de una economa capitalista y desapareci la vieja sociedad estamental, dando paso a una nueva sociedad de clases. Pero a diferencia de otros pases europeos, donde la burguesa era la base social y el ms firme apoyo del liberalismo, Espaa contaba con una burguesa escasa y dbil y la monarqua tuvo que apoyarse en el nico grupo capaz de defenderla de las amenazas del carlismo: los militares liberales. Cuando Fernando VII muere en 1833, su viuda, Mara Cristina, se encarg de la regencia hasta que Isabel, nacida en 1833, alcanzase la mayora de edad. Pero los partidarios de Carlos Mara Isidro, procedentes del sector absolutista ms intransigente, no aceptaron la situacin y se alzaron en armas. Comenzando as la guerra civil, que no finalizar hasta 1839 con el Convenio de Vergara, aunque a lo largo del siglo habr nuevos levantamientos carlistas. Este conflicto tendr importantes consecuencias, adems de los elevados costes humanos: La inclinacin de la monarqua haca el liberalismo. El protagonismo poltico de los militares. Los generales o espadones, se acomodaron al frente de los partidos polticos. El recurso del pronunciamiento se convirti en la frmula habitual de instaurar cambios de gobierno durante todo el reinado. Los enormes gastos de guerra situaron a la monarqua ante serios apuros fiscales y condicionaron la orientacin de ciertas reformas como la desamortizacin de Mendizbal. Por otro lado, el reinado de Isabel II se caracteriz por la alternancia en el gobierno de progresistas y moderados, en un clima de inestabilidad poltica acentuado por los continuos pronunciamientos militares. A comienzos del reinado surgieron los primeros partidos polticos como forma de canalizar las distintas corrientes del liberalismo: El partido moderado con el general Narvez a la cabeza, se apoyaba en los grandes terratenientes, la alta burguesa y la clase media alta. Defenda la soberana compartida entre el rey y las Cortes, dotar al monarca de amplios poderes y la limitacin de los derechos individuales de los ciudadanos.

El partido progresista, encabezado por el general Espartero, militar de gran carisma popular, por su papel en la primera guerra carlista, tena su base social en la pequea y mediana burguesa y en general en las clases medias, empleados y artesanos que aspiraban a llevar las reformas lo ms lejos posible. Defendan la soberana nacional, representada en las Cortes, que deba limitar el poder del rey. Del ala izquierda del progresismo, surgirn durante la dcada de los 40 otras fuerzas polticas de tendencias democrtico-republicanas. La minora de edad de Isabel II transcurrir bajo dos regencias, primero la de la reina Mara Cristina, su madre, (1833-1840) y despus la del general Baldomero Espartero (1840-1843) La primera regencia: Mara Cristina, (1833-1840) Los tres primeros aos de regencia sirvieron para que los liberales moderados, algunos de ellos retornados del exilio, fueran afianzndose en la poltica. El principal instrumento fue el Estatuto real de 1834, no era una constitucin sino una carta otorgada, se centraba en la reforma de las Cortes, que pasaron a ser bicamerales, compuestas por Prceres designados por el rey y Procuradores elegibles, aunque para ser candidato era imprescindible disponer de cierto patrimonio. Ambas cmaras tenan una funcin ms consultiva que legislativa, pues eran convocadas, suspendidas y disueltas por el monarca y slo podan deliberar sobre asuntos planteados por el mismo. Adems la ley electoral estableca un sufragio electoral que reduca el nmero de votantes al 0,15% de la poblacin total. La guerra civil y la desastrosa situacin econmica provocaron ya en 1835 sublevaciones de las milicias urbanas, que exigan una ampliacin de las libertades polticas y del sufragio electoral y la entrega del poder a polticos progresistas. En 1836, una revuelta contra la regente, organizada por suboficiales del ejrcito (El motn del Palacio de la Granja) oblig a Mara Cristina a aceptar la puesta en vigor, de nuevo de la constitucin de 1812. Aunque inmediatamente se redacto una nueva constitucin: la Constitucin de 1837. Esta constitucin presentaba semejanzas con la de Cdiz: Soberana nacional, reconocimiento de amplios derechos ciudadanos, la divisin de poderes (legislativo, judicial y ejecutivo, papel destacado de las Cortes y limitacin del poder del monarca. Aunque para atraerse el apoyo de los moderados recoga algunos aspectos del Estatuto Real: El poder del monarca de convocar y disolver las cortes y de vetar leyes. Cortes bicamerales con un Senado integrado por miembros de de designacin real y un Congreso de Diputados elegidos por sufragio directo, pero la nueva ley electoral mantuvo el sufragio censitario que no inclua ni al 5% de la poblacin. Con el nuevo marco constitucional se promulgaron algunas leyes progresistas como la supresin de pagar diezmos a la Iglesia, la eliminacin de aduanas interiores y la supresin de los gremios para favorecer el crecimiento de la industria. Adems se adoptaron medidas para liberalizar el mercado de la tierra: la supresin de los mayorazgos, la abolicin del rgimen seorial y las desamortizaciones es decir la expropiacin, por parte del Estado de las tierras

eclesisticas y municipales para su posterior venta a particulares en pblica subasta. En 1835 se disolvieron las rdenes religiosas, salvo las consagradas a la enseanza o al cuidado de enfermos y sus fincas se declararon bienes nacionales. La desamortizacin de Mendizbal (ley de 1837) consisti en la venta por subasta de las tierras expropiadas a la Iglesia, por lo que se la conoce tambin como desamortizacin eclesistica. Sus objetivos eran sanear la Hacienda, financiar la guerra civil contra los carlistas y convertir a los nuevos propietarios en adeptos a la causa liberal, aunque provoc graves tensiones entre la Iglesia y el Estado liberal. Finalizada la guerra carlista, un gobierno dirigido por el moderado Prez de Castro intent nuevamente limitar las reformas y la participacin de las clases medias urbanas, promulgando una ley de Ayuntamientos, que suprima el derecho de los ciudadanos a elegir a sus alcaldes. Los progresistas suscitaron un movimiento insurreccional que oblig a la regente a recurrir al general Espartero. La suspensin de dicha ley y la decisin de suspender las Cortes provocaron la renuncia de Mara Cristina, siendo asumida esta por Espartero. Segunda regencia: General Espartero (1840-1843) El general Espartero gobern hasta 1843 de manera dictatorial, reprimiendo a los moderados y sin someterse al Parlamento. Se gan as el rechazo de todos: su poltica librecambista pona en peligro la industria catalana. Al movimiento cataln contra Espartero se uni la oposicin de los vascos que por su apoyo al Carlismo vean reordenados sus fueros. Algunos sectores liberales progresistas, que haban apoyado inicialmente a Espartero, se enfrentaron a sus formas autoritarias. En 1843 se inici una revuelta militar encabezada por Narvez que hizo caer al gobierno, Espartero se exili en Londres. No regres a Espaa hasta 1849. Las Cortes para evitar una nueva regencia, adelantaron la mayora de edad de Isabel II, que de esta forma fue coronada reina a los trece aos. 12.3 Isabel II (1843-1868): El reinado efectivo. La muerte de Fernando VII, en 1833, abri un largo periodo de transformacin en la vida espaola, dando lugar a nuevas estructuras polticas, econmicas, sociales y culturales. Durante el reinado de su hija, Isabel II, se produjo el paso definitivo del Antiguo Rgimen al liberalismo burgus. Se configur una monarqua constitucional inspirada en los principios del liberalismo poltico, se sentaron las bases de una economa capitalista y desapareci la vieja sociedad estamental, dando paso a una nueva sociedad de clases. La minora de edad de Isabel II transcurrir bajo dos regencias, primero la de la reina Mara Cristina, su madre, (1833-1840) y despus la del general Baldomero Espartero (1840-1843). En 1843 se inici una revuelta militar encabezada por Narvez que hizo caer al gobierno de Espartero que se exili en Londres. No regres a Espaa hasta 1849.

Las Cortes para evitar una nueva regencia, adelantaron la mayora de edad de Isabel II, que de esta forma fue coronada reina a los trece aos. Educada por su madre, Mara Cristina, en un ambiente de desconfianza hacia los sectores progresistas del liberalismo, contrajo matrimonio en 1864 con su primo, el infante Francisco de Ass, cuando su matrimonio result ser un fracaso su conducta privada hizo que sus enemigos la acusaran constantemente de tener favoritos y de ser una mujer frvola lo que debilit su posicin poltica. A pesar de los rumores Isabel II conserv su popularidad como soberana hasta la dcada de los 60. Pero su parcialidad poltica a favor de los moderados coloc a la reina en una posicin cada vez ms debilitada. Cuando en 1868 estall la Revolucin Gloriosa, la reina que estaba en San Sebastin tuvo que cruzar a toda prisa la frontera e instalarse en Pars, ciudad en la que muri en 1904. Tras la la cada de Espartero se inici la llamada Dcada moderada, (18441854): Isabel II encarg la formacin de gobierno al partido moderado, liderado por el general Narvez. El partido moderado apoyado por los sectores burgueses ms conservadores gobernar durante diez aos. Derog la Constitucin de 1837 y redact otra nueva: La Constitucin de 1845, en la que la Soberana nacional fue sustituida por la soberana conjunta del rey y las Cortes y se otorgaban ms poderes a la Corona como el nombramiento de ministros, la designacin de los miembros del Senado, y la disolucin de las Cortes y se recortaban los del Parlamento. Las Cortes siguieron siendo bicamerales (Congreso y Senado) y los diputados del Congreso seguan siendo elegidos por sufragio censitario que no llegaba al 1% de la poblacin. En este periodo se firm con la Santa Sede el Concordato de 1851, por el que quedaba zanjada la ruptura que se haba producido como consecuencia de la desamortizacin eclesistica, la Iglesia acept la desamortizacin y Espaa reconoca la confesionalidad catlica del Estado y reconoca su intervencin en la enseanza. Los moderados configuraron un rgimen basado en el centralismo polticoadministrativo. A ello responden: La creacin de la provincia como nueva demarcacin territorial. La ley de ayuntamientos de 1845, que reservaba a la Corona la designacin de los alcaldes de ciudades con 2000 o ms habitantes. La reforma del sistema tributario, de Alejandro Mon, que implant un sistema de impuestos ms equitativo. La creacin del Banco de Espaa. La creacin de la Guardia Civil por el duque de Ahumada en 1844, con el que se pretenda resolver el problema de la seguridad de los caminos y de las vas frreas. Pero las divisiones internas del partido moderado y las denuncias de corrupcin y escndalos financieros, relacionados en ocasiones con la propia familia real y miembros destacados del gobierno hicieron que las clases populares dieran su apoyo a un pronunciamiento liberal de carcter progresista, liderado por el general Leopoldo ODonnell, en junio de 1854 en las cercanas de Madrid en los cuarteles de Viclvaro, por lo que se le denomina: La Vicalvarada, la

declaracin de intenciones por medio del Manifiesto de Manzanares, redactado por Cnovas del Castillo, determin la movilizacin de los grupos progresistas. Aunque el movimiento no pretenda destronar a la reina sino forzarla a admitir las reformas democrticas interrumpidas en 1844. En medio de la confusin general, la reina decidi llamar a Espartero, comenzando as el: Bienio progresista (1854-1856). Volvieron a adoptarse medidas radicales como en la poca de la regencia de Espartero; Los jesuitas fueron expulsados bajo la acusacin de conspirar con los antiliberales y se prohibieron las procesiones y las manifestaciones externas del culto catlico. Se elabor un texto constitucional en 1856 que, aunque aprobado por las Cortes no lleg a ser promulgado. Un hecho relevante fue la Ley de Desamortizacin General de 1855, elaborada por Pascual Madoz, que vena a completar la obra de Mendizbal. Afectaba sobre todo al clero secular y a los bienes municipales. Esto, junto con las medidas anteriormente nombradas, suscit la ruptura con la Iglesia, mientras que la medida de desamortizar los bienes municipales, encontr una fuerte oposicin no slo de los moderados, sino tambin de algunos diputados progresistas. Se establecieron tambin leyes relacionadas con la banca, la minera y la ms destacable: la ley general de Ferrocarriles de 1855. Pero las presiones de la Corona y la Iglesia provocaron la reaccin de los liberales moderados que provocaron la cada de Espartero y la vuelta de los moderados al poder. Comienza as la: Segunda Dcada liberal conservadora (1856-1868) En este periodo se sucedieron los gobiernos de los generales Narvez y O Donnell: Bienio moderado de Narvez (1856-1858). Gobierno de la Unin liberal de ODonnell. (1854-1863) Gobiernos moderados de Narvez y Gonzlez Bravo (1863-1868) Este periodo estuvo caracterizado por el predominio de tres sectores sociales: los terratenientes, los militares conservadores y la Iglesia. Se paraliz la desamortizacin, se le reconocieron a la Iglesia muchas prerrogativas. El periodo de mayor prosperidad coincidi con el Gobierno de la Unin liberal de ODonnell., este gobierno se benefici de una poca de buenas cosechas y de expansin comercial, gracias a las bases coloniales de Cuba y Filipinas. En este periodo tambin se inici una activa poltica exterior. Se enviaron tropas a la Conchinchina (hoy parte de Vietnam), se hicieron expediciones militares al norte de frica, lo que acab en una guerra abierta contra el Sultn, se ocup militarmente Santo Domingo, aunque despus se perdi, etc.; Paralelamente crecan en Espaa las aspiraciones polticas de mayor libertad y derechos civiles. Se desarrollaba el partido demcrata y apareca el republicanismo, al tiempo que se creaban las primeras organizaciones obreras y se producan agitaciones entre el campesinado jornalera, que en ocasiones fueron duramente reprimidas por la Guardia civil.

En 1864 volvi Narvez al gobierno, entregando el Ministerio de Gobernacin a Gonzlez Bravo. Tras la destitucin de los profesores universitarios republicanos Castelar y Sanz del Ro, y las protestas estudiantiles que siguieron, el ejrcito actu con gran violencia (Noche de San Daniel). Hubo nuevos pronunciamientos progresistas que llevaron a una dura represin y los fusilamientos del cuartel de San Gil. La reina se desprestigiaba da a da y esto llev a una alianza entre progresistas y demcratas, que firmaron un pacto en la ciudad belga de Ostende, 1866, que inclua el acuerdo para destronar a Isabel II. (Pactos de Ostende) Dos aos despus, en septiembre de 1868 la armada espaola atracada en Cdiz y dirigida por el almirante Topete se sublev, con el apoyo de los generales Prim y Serrano. Comenz as la Revolucin Gloriosa. El movimiento se extendi con levantamientos populares que ocuparon las plazas de sus localidades al grito de Mueran los borbones y se organizaron juntas revolucionarias locales. Serrano venci al ejrcito gubernamental en Alcolea, Crdoba, e Isabel II hua a Francia. La revolucin haba triunfado. 12.4. El Sexenio democrtico (1868-1874): Intentos democratizadores. La revolucin, el reinado de Amadeo I y la Primera Repblica. El desprestigio del rgimen de Isabel II llev a una alianza entre progresistas y demcratas, que firmaron un pacto en la ciudad belga de Ostende, 1866, que inclua el acuerdo para destronar a Isabel II. (Pactos de Ostende) Dos aos despus, en septiembre de 1868 la armada espaola atracada en Cdiz y dirigida por el almirante Topete se sublev, con el apoyo de los generales Prim y Serrano. Comenz as la Revolucin Gloriosa. El movimiento se extendi con levantamientos populares que ocuparon las plazas de sus localidades al grito de Mueran los borbones y se organizaron juntas revolucionarias locales. Serrano venci al ejrcito gubernamental en Alcolea, Crdoba, e Isabel II hua a Francia. La revolucin haba triunfado. En un primer momento el poder poltico fue ejercido por la Junta Revolucionaria de Madrid, que confi el poder al general Serrano quien tom medidas para estabilizar la revolucin como la convocatoria de Cortes constituyentes. Las elecciones dieron la mayora a la coalicin de unionistas, progresistas y demcratas. Elegidas por sufragio universal, (masculino) confirmaron en su cargo a Serrano y comenzaron a elaborar un nuevo texto constitucional. La Constitucin de 1869 Es considerada la primera Constitucin democrtica de la historia de Espaa, destaca por sus siguientes caractersticas: Incluye una amplia declaracin de derechos: sufragio universal masculino, libertad de imprenta, derechos de reunin y asociacin, la inviolabilidad de la correspondencia Reconoce la soberana nacional, de la que emanan los dems poderes. La divisin de poderes. Con gran protagonismo de las Cortes que no slo legislan sino que tambin controlan al gobierno.

La forma de gobierno ser la monarqua, aunque el poder del rey est limitado. Una vez aprobada (Sancionada) la Constitucin, el general Serrano fue nombrado regente y el general Prim se convirti en jefe de gobierno. Era preciso encontrar un candidato para el trono espaol, se barajaron varios nombres, Prim puso como condicin que deba ser demcrata y no Borbn. Finalmente propuso a Amadeo de Saboya, duque de Aosta e hijo de Vctor Manuel, rey de Italia. Gracias a las gestiones llevadas a cabo por Prim, Amadeo acepto el trono de Espaa. El nuevo monarca tuvo que hacer frente a una difcil situacin. El principal apoyo del rey, el general Prim fue asesinado en un atentado poco antes de que el rey llegase a Espaa. El rey se encontr con la abierta oposicin de los republicanos, de los carlistas que se levantaron en armas en mayo de 1872, desencadenando la tercera guerra carlista y de los partidarios del prncipe Alfonso, el hijo de Isabel II. Tuvo que apoyarse en dos grupos polticos muy distintos: El Partido constitucional, liderado por Prxedes Mateo Sagasta, ms conservador y partidarios de detener los avances democrticos. El partido Radical, de Ruiz Zorrilla, en el que se encuadraron progresistas y demcratas, partidarios de reformas audaces. Adems tuvo que enfrentarse a otros dos graves problemas, aparte de la Guerra carlista: La agitacin social ligada al desarrollo del movimiento obrero que lleg a alcanzar un alto nivel de organizacin, gracias a la libertad de asociacin. La guerra de los Diez Aos (1868-1878) en Cuba. En tales circunstancias, y tras dos aos de reinado, el 11 de febrero de 1873, Amadeo presentaba el acta de abdicacin a la Corona espaola, regresando a Italia. Ese mismo da, Congreso y Senado, en sesin conjunta proclamaban la Repblica. La Primera Repblica transcurri entre el 11 de febrero de 1873 y el 3 de enero de 1874. En tan corto espacio de tiempo se sucedieron cuatro presidentes. Adems el contexto en el que se desarroll era muy problemtico. Estanislao Figueras fue el primer presidente de la Repblica, en su mandato el desorden aument: intentos de golpe de Estado, constante actividad del movimiento obrero se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes, en las que triunfaron los republicanos federalistas, aunque nunca se lleg a promulgar una Constitucin republicana. En junio abandon el cargo y le sucedi: Francisco Pi y Margall, que tena el propsito de instaurar una repblica federal, pero de forma ordenada, sin embargo el proyecto no se realiz sobre todo porque hubo que atender a otros graves problemas, la guerra carlista, alentada por el pretendiente Carlos VII y la insurreccin cantonal promovida por los republicanos federales ms exaltados. La rebelin comenz en julio con la proclamacin del cantn de Cartagena, el movimiento se extendi y se organizaron cantones por toda la Pennsula, en especial por Levante y Andaluca. Estos hechos le obligaron a dimitir y le sucedi: Nicols Salmern, con l la Repblica dio un giro conservador, con el apoyo de generales monrquicos. Los cantonalistas proclamaron entonces un gobierno provisional de la Federacin espaola en Cartagena y declararon la guerra a Madrid. Salmern emple a fondo la fuerza militar y fueron cayendo

uno a uno los diferentes focos, a mediados de agosto la insurreccin estaba prcticamente sofocada, slo el cantn de Cartagena resisti hasta enero de 1874. Resulta difcil establecer la ideologa y las pretensiones de los distintos focos cantonalistas, parece que se trataba de impulsar una revolucin social con mtodos radicales, apoyndose en una mezcla ideolgica: republicanismo, federalismo, socialismo utpico y anarquismo. Salmern dimitira en septiembre por negarse a confirmar dos penas de muerte impuestas por la autoridad militar. Le sucedi Emilio Castelar que actu con firmeza: aplic la pena de muerte, llam al ejrcito para imponer el orden, reforz el poder del Estado y suprimi el principio federal. Para poder llevar esto a cabo solicit a las Cortes, y estas se lo concedieron, poderes especiales para gobernar por decreto durante tres meses. Cuando las Cortes se volvieron a reunir, el 2 de enero de 1874, el gobierno fue sometido a un voto de confianza y lo perdi. La posibilidad de que el poder recayera de nuevo sobre los federalistas radicales ofreci el pretexto para el golpe de estado de Pava, capitn general de Madrid, que al da siguiente invadi el hemiciclo del Congreso y disolvi las Cortes. Tras el golpe de Pava, la junta de Capitanes Generales nombr jefe de gobierno al general Serrano, que mantuvo las formas republicanas pero aplic una poltica represiva con un claro protagonismo del ejrcito. La inestabilidad del periodo provoc un viraje de la burguesa a posiciones conservadoras y el fracaso de la repblica despert el deseo de de una restauracin monrquica. Los partidarios de la restauracin borbnica haban emprendido una activa labor diplomtica con el fin de lograr apoyos internacionales para el hijo de Isabel II, el futuro Alfonso XII, frente a otros posibles candidatos. El principal defensor de la candidatura del prncipe fue Cnovas del Castillo, que intentaba que la vuelta a la monarqua fuera el resultado del deseo del pueblo espaol y no de un nuevo pronunciamiento militar. Para ello haba hecho firmar a Alfonso el Manifiesto de Sandhurst nombre de la localidad inglesa donde estudiabaen el que expona al pueblo espaol sus propsitos conciliadores. Sin embargo y en contra del parecer de Cnovas, el 29 de diciembre de 1874, el general Arsenio Martnez Campos proclam rey a Alfonso XII, tras un pronunciamiento en Sagunto, la monarqua borbnica haba sido restaurada mediante un golpe militar. 12.5. Reinado de Alfonso XII: el sistema canovista y la Constitucin de 1876 La inestabilidad del periodo anterior (1868-74) provoc un viraje de la burguesa a posiciones conservadoras y el fracaso de la I repblica despert el deseo de de una restauracin monrquica. Los partidarios de la restauracin borbnica haban emprendido una activa labor diplomtica con el fin de lograr apoyos internacionales para el hijo de Isabel II, el futuro Alfonso XII, frente a otros posibles candidatos. El principal

defensor de la candidatura del prncipe fue Cnovas del Castillo, que intentaba que la vuelta a la monarqua fuera el resultado del deseo del pueblo espaol y no de un nuevo pronunciamiento militar. Para ello haba hecho firmar a Alfonso el Manifiesto de Sandhurst nombre de la localidad inglesa donde estudiabaen el que expona al pueblo espaol sus propsitos conciliadores. Sin embargo y en contra del parecer de Cnovas, el 29 de diciembre de 1874, el general Arsenio Martnez Campos proclam rey a Alfonso XII, tras un pronunciamiento en Sagunto, la monarqua borbnica haba sido restaurada mediante un golpe militar. En enero de 1875 Alfonso XII llega a Espaa inicindose la Restauracin, periodo que se extiende hasta 1902 en que su hijo, Alfonso XIII, alcanza la mayora de edad. Al rgimen poltico de la Restauracin se le denomina Sistema Canovista ya que fue Cnovas del Castillo su creador tomando como modelo el sistema britnico: consista en una monarqua parlamentaria en la que dos partidos se turnaran pacficamente en el poder. Sin embargo, este fue un falso rgimen parlamentario ya que los dos partidos turnantes, liberales y conservadores, solo representaban los intereses de la burguesa, quedando los dems grupos fuera del juego poltico, y porque las mayoras parlamentarias eran artificialmente creadas gracias a la prctica comn del fraude electoral. El sistema Canovista se basaba en el turno pacifico de partidos pero dentro de un rgimen bipartidista, solo dos partidos, el conservador y el liberal, entran en el juego en un primer momento. El resto de los partidos (republicanos, socialistas o nacionalistas) formaban la oposicin al sistema. El Partido Conservador. Fue creado por el propio Cnovas. Integraba a los miembros del antiguo partido moderado y de la Unin Liberal. Partidario de una monarqua parlamentaria que fuera controlada por una oligarqua financiera (sufragio restringido), con libertades limitadas (prensa, asociacin, ctedra), apoyo a la iglesia y un proteccionismo econmico. El Partido Liberal. Lo forma Sagasta en 1880, aglutinando a los progresistas y radicales. Difera muy poco del conservador, ya que representaba los intereses de la misma clase social, la burguesa, aunque su base social era ms amplia. Defendan la soberana nacional, el sufragio universal, unas libertades ms amplias, incluida la de asociacin y culto, eran anticlericales y defendan el librecambismo (A. Smith). La alternancia pacfica en el poder de los dos partidos se convirti en cambios de gobierno pactados de antemano entre ellos. Una vez acordado el cambio de gobierno, se convocaban elecciones y se amaaban para que arrojaran resultados favorables al nuevo partido era la prctica del caciquismo. Los dos partidos tenan su propia red organizada para asegurarse los resultados electorales adecuados. En Madrid estaba la oligarqua integrada por altos cargos polticos y personajes influyentes. En las capitales de provincias la figura clave era el gobernador civil. Y en las comarcas, pueblos y aldeas estaban los caciques locales, con poder econmico e influencias.

Cuando un partido consideraba que le haba llegado el turno de gobernar o de pasar a la oposicin lo pactaba con el otro partido y con el rey. El rey, entonces disolva las Cortes y convocaba elecciones. Desde Madrid los oligarcas transmitan instrucciones a los gobernadores civiles de cada provincia, estos elaboraban la lista de los candidatos que haban de salir elegidos en cada localidad los encasillados- y se lo comunicaban a los caciques locales que se encargaban de la manipulacin directa de los resultados electorales utilizando distintos procedimientos: actitudes protectores haca los electores, amenazas, extorsiones, el cambio de urnas o pucherazo Este sistema fue regulado por la Constitucin de 1876, la de mayor vigencia de nuestra historia pues se mantendr hasta 1923, en que Primo de Rivera la suspende. En general mantiene el carcter de la constitucin moderada de 1845 pero incluyendo algunos avances de la de 1869. Pero lo ms caracterstico de ella es su carcter ambiguo, que deja la regulacin de muchas cuestiones fundamentales a decretos posteriores, pues Cnovas quera evitar que cada cambio de gobierno supusiera un cambio constitucional como haba ocurrido en poca de Isabel: El Rgimen Poltico era una Monarqua Parlamentaria en la que la soberana estaba compartida por el rey y las cortes,: - El ejecutivo quedaba en manos del rey, que nombra sus ministros al margen de las mayoras parlamentarias. - El legislativo quedaba en manos de unas cortes bicamerales. El Senado se forma con miembros designados por el Rey, por lo que no haba una autentica separacin de poderes. El Congreso se formaba con diputados elegidos por sufragio, que en los primeros aos es censitario pero que en 1890 se convierte en universal masculino gracias a la ley electoral de Sagasta. - El judicial queda en manos de los jueces. La declaracin de Derechos es ambigua pues en general los derechos se regulan por decretos posteriores que los conservadores tienden a limitar y los liberales a ampliar. - Los derechos sociales tardan en reconocerse pero en 1883 Sagasta elabora la ley de asociaciones lo que permite la organizacin del movimiento sindical. - La libertad de expresin, opinin, imprenta, ctedra,...se va a mantener con ms o menos limitaciones segn los momentos. - No se permite el culto pblico de los no catlicos, no habiendo total libertad religiosa. El reinado de Alfonso XII, interrumpido por su temprana muerte a los 28 aos de edad, representa la fase de consolidacin del sistema canovista. El gobierno lo ejerci bsicamente el Partido Conservador, salvo de 1881 a 1884 en que, con el primer gobierno del Partido liberal, se inici la prctica del turnismo. Durante el periodo se acab con el tradicional protagonismo de los militares y con la prctica del pronunciamiento; se liquidaron las dos guerras heredadas del periodo anterior, la carlista y la de Cuba; e incluso se disfrut de una buena

coyuntura econmica internacional, que favoreci la consolidacin del deficiente capitalismo espaol. Tras la temprana muerte de Alfonso XII, Mara Cristina de Habsburgo, su viuda asumi la regencia hasta la mayora de edad del futuro Alfonso XIII, del que estaba embarazada a la muerte de su esposo. 12.6 La Regencia de Mara Cristina de Habsburgo y el turno de partidos. La oposicin al sistema. Regionalismo y nacionalismo. Tras la muerte de Alfonso XII (1885), Mara Cristina de Habsburgo, su viuda, asumi la regencia hasta la mayora de edad del futuro Alfonso XIII, (1902) del que estaba embarazada a la muerte de su esposo. Esta etapa comenz con un gobierno del Partido liberal de Sagasta (18851890) que otorg al sistema una orientacin ms progresista mediante la promulgacin de una serie de leyes como la ley de Asociaciones (1887), la ley de Jurado (1888) o la ley del Sufragio Universal (1890). Apartir de 1890 Cnovas y Sagasta de turnaron en el poder. Pero en 1897 Cnovas muri vctima de un atentado y el rgimen sufri un duro golpe. Aunque la verdadera crisis se produjo a raz de la prdida de las ltimas colonias espaolas en 1898. El rgimen poltico de este periodo contino siendo el ideado por Cnovas del Castillo tomando como modelo el sistema britnico: consista en una monarqua parlamentaria en la que dos partidos se turnaban pacficamente en el poder. El sistema Canovista se basaba en el turno de partidos pero dentro de un rgimen bipartidista, solo dos partidos, el conservador y el liberal, entran en el juego en un primer momento. El resto de los partidos (republicanos, socialistas o nacionalistas) formaban la oposicin al sistema. El Partido Conservador. Fue creado por el propio Cnovas. Integraba a los miembros del antiguo partido moderado y de la Unin Liberal. Partidario de una monarqua parlamentaria que fuera controlada por una oligarqua financiera (sufragio restringido), con libertades limitadas (prensa, asociacin, ctedra), apoyo a la iglesia y un proteccionismo econmico. El Partido Liberal. Lo forma Sagasta en 1880, aglutinando a los progresistas y radicales. Difera muy poco del conservador, ya que representaba los intereses de la misma clase social, la burguesa, aunque su base social era ms amplia. Defendan la soberana nacional, el sufragio universal, unas libertades ms amplias, incluida la de asociacin y culto, eran anticlericales y defendan el librecambismo (A. Smith). La alternancia en el poder de los dos partidos se convirti en cambios de gobierno pactados de antemano entre ellos. Una vez acordado el cambio de gobierno, se convocaban elecciones y se amaaban para que arrojaran resultados favorables al nuevo partido era la prctica del caciquismo. Los dos partidos tenan su propia red organizada para asegurarse los resultados electorales adecuados. En Madrid estaba la oligarqua integrada por altos cargos polticos y personajes influyentes. En las capitales de provincias la figura clave era el gobernador civil. Y en las comarcas, pueblos y aldeas estaban los caciques locales, con poder econmico e influencias.

Cuando un partido consideraba que le haba llegado el turno de gobernar o de pasar a la oposicin lo pactaba con el otro partido. La regente, entonces disolva las Cortes y convocaba elecciones. Desde Madrid los oligarcas transmitan instrucciones a los gobernadores civiles de cada provincia, estos elaboraban la lista de los candidatos que haban de salir elegidos en cada localidad los encasillados- y se lo comunicaban a los caciques locales que se encargaban de la manipulacin directa de los resultados electorales utilizando distintos procedimientos: actitudes protectores haca los electores, amenazas, extorsiones, el cambio de urnas o pucherazo Los dems partidos constituan la oposicin al sistema. Durante los primeros aos de la Restauracin tienen poco protagonismo, pero poco a poco, a medida que la corrupcin era ms evidente el descontento creci en la sociedad espaola y los partidos de oposicin fueron ganando fuerza provocando la crisis del sistema canovista, especialmente a partir de 1898. Despus del fracaso de la I Repblica los partidos republicanos retrocedieron y perdieron gran parte de su base social que empez a seguir a los partidos obreros y a los partidos nacionalistas; el ms representativo fue el Partido Republicano Progresista, heredero de la I Repblica, al que pertenecan hombres como Salmern o Ruiz Zorrilla. Posteriormente se dividieron, algunos optaron por la va del catalanismo (Salmern), otros por el regeneracionismo (Melquades lvarez) y otros por la va de la accin revolucionaria (Ruiz Zorrilla y Lerroux). Los partidos obreros se organizan legalmente a partir de la promulgacin de Ley de Asociacin . Desde la ruptura de la AIT en 1872 el movimiento obrero estaba escindido en dos grandes corrientes ideolgicas, los socialistas marxistas y los anarquistas de Bakunin. En Espaa el partido socialista ms importante era el PSOE, fundado en 1879 por Pablo Iglesias, que segua la corriente marxista que defenda el fin de la sociedad capitalista y de la propiedad privada de los medios de produccin mediante la revolucin obrera para establecer una dictadura del proletariado. Sin embargo poco a poco el PSOE evolucion hacia posiciones reformistas (socialdemocracia) presentando candidatos en las elecciones. En 1888 P. Iglesias fund el sindicato UGT, que centro su luchar en la mejora de las condiciones de trabajo (salario mnimo, jornada de 8 h., descanso dominical, prohibicin del trabajo infantil). Los Anarquistas, por su propia naturaleza, carecan de una nica doctrina, pero tenan en comn el rechazo de toda forma de organizacin estatal. En Espaa vamos a encontrar dos corrientes: En Andaluca el anarquismo de Bakunin, que propugnaban la formacin de comunidades autnomas, autogestionadas, sin una autoridad ni propiedad privada y en Catalua el anarcosindicalismo que quera mantener los sindicatos como nica forma de organizacin social. La CNT fundada en 1911 fue el ms importante sindicato anarquista. Regionalismo y Nacionalismo: Desde la Guerra de la Independencia aparece en Espaa una tendencia

revolucionaria de carcter centrfugo, denominada federalismo o cantonalismo segn el momento, y que pona el acento ms en la cuestin del autogobierno y el desarrollo de las libertades que en el desarrollo cultural de una nacionalidad. A partir de mediados del siglo XIX en toda Europa se desarrolla un sentimiento nacionalista, entendiendo la nacin como una entidad con vida propia, con una forma de ser y de pensar, con unas manifestaciones culturales, una historia comn y unos lmites territoriales que no coincidiran con las fronteras polticas, creadas artificialmente. En este sentido el nacionalismo poda ser, polticamente, tanto de signo conservador como revolucionario, segn el modelo de estado que defendieran. Durante los ltimos aos del XIX en Espaa aparece el movimiento nacionalista en Catalua y el Pas Vasco regiones donde exista una diferenciacin lingstica sobre la que va a cimentarse el sentimiento nacionalista. Es en Catalua donde se inicia este movimiento. Su primer impulsor fue Valenti Almirall, procedente del partido republicano federal de Pi y Margall. Pretenda agrupar a todos aquellos que, independientemente de sus tendencias polticas, propugnaban la autonoma catalana y el desarrollo de la cultura catalana (Renaixena). El movimiento poltico pronto va a escindirse en dos grandes corrientes una conservadora cuyo partido ms representativo fue La Lliga, y otra republicana y revolucionaria, cuyo partido ms representativo ser Esquerra Republicana (fundada en 1931). El nacionalismo vasco: fue ms tardo y hasta la II Repblica fue muy minoritario. En 1895 Sabino Arana fund el partido nacionalista vasco (PNV), muy conservador en sus planteamientos, y que parta de la reivindicacin foral y del catolicismo ms radical (Dios y Leyes Viejas). Era independentista y no se planteaba una forma de gobierno pues buscaba el mantenimiento de la raza y la nacin vasca en cuanto a lengua, tradiciones, cultura... Desde el desastre de 1998 el aparente equilibrio poltico, ideado por Cnovas, se vi ensombrecido por la emergencia poltica y social de las organizaciones obreras, el republicanismo y el ascenso del nacionalismo En 1902 Alfonso XIII accedi al trono, cumplidos los 16 aos, sustituyendo a su madre y comenz la segunda etapa de la Restauracin. 12.7 Guerra colonial y crisis de 1898. Durante el reinado de Fernando VII (1808-33) la mayor parte de las colonias espaolas en Amrica haban obtenido la independencia formndose una serie de repblicas independientes gobernadas por la minora de los descendientes de espaoles, los criollos. Tras el movimiento independentista Espaa solo posea como colonias en Amrica las islas de Cuba y Puerto Rico, que junto con las Filipinas en Asia, constituan los ltimos restos del gran Imperio Espaol de la poca de los Austrias. En 1823 el presidente norteamericano Monroe haba respaldado este movimiento de independencia en un famoso

discurso donde, mediante la frase Amrica para los americanos formul la poltica de su pas respecto al resto del los territorios del continente, que fueron considerados como territorios de inters para Estados Unidos. Desde mediados del siglo XIX la economa cubana tena mayores relaciones comerciales con EEUU que con Espaa, a pesar de que se mantena el monopolio comercial tradicional. Exista en la isla un movimiento que solicitaba una liberalizacin econmica y una mayor autonoma en lo poltico. El estallido de la Revolucin de 1868 en Espaa alent este movimiento, pero lo nico que se ofreci desde Espaa fueron unas medidas liberalizadoras que los independentistas cubanos, criollos y mestizos, consideraron insuficientes y exigieron constituirse en una Repblica independiente. Pero los espaoles residentes en la isla, que se beneficiaban de la situacin de monopolio, se negaban a aceptar cualquier medida liberalizadora y exigan a Madrid una poltica ms dura frente a los independentistas. El conflicto degener en una guerra de diez aos, la llamada Guerra Grande (1868-78) que concluy con la Paz de Zanjon (1878) firmada por el general Martnez Campos tras conseguir la pacificacin de la isla. Espaa, adems de conceder el indulto a los insurgentes, se comprometa a permitir cierta intervencin de los cubanos en el gobierno interior de la isla. Algunos lderes del independentismo, como Maceo, rechazaron la Paz y siguieron trabajando por la independencia desde el exilio con el apoyo ms o menos encubierto de Estados Unidos, pero la calma se mantuvo en Cuba hasta 1895. Pero la paz solo fue una tregua porque en la isla la sociedad segua estando dividida entre los espaoles, que queran la unidad, el monopolio y el proteccionismo; los criollos, que queran la autonoma dentro de la soberana espaola y el libre cambio; y los mestizos que queran la independencia de Espaa. Cualquier intento de reforma en uno u otro sentido chocaba con los intereses de algn sector de la sociedad espaola: as Maura, ministro de Ultramar en 1892, present un proyecto de autonoma de Cuba y Puerto Rico que pusiera a los criollos de parte de Espaa, pero el presidente del gobierno, Cnovas, presionado por los hombres del partido conservador, no saco adelante el proyecto. Ante esta situacin en 1895 la guerra vuelve a estallar. Estar dirigida por Jos Mart, idelogo y lder del independentismo cubano, deportado en Espaa durante el anterior conflicto, tras el cual se haba trasladado a EEUU donde fund el Partido Revolucionario Cubano y entr en contacto con otros lderes del independentismo cubano como Gmez y Maceo. Tras su muerte en un enfrentamiento con los espaoles ese mismo ao, la guerra va a continuar dirigida por Gmez y Maceo (este ltimo muere en 1896 en un enfrentamiento). Estos van a optar por una tctica de guerrillas en las zonas rurales evitando el enfrentamiento con el ejrcito espaol, muy superior. Nuevamente fue enviado Martnez Campos a sofocar la rebelin, pero ante su fracaso fue sustituido por Weyler, que lleva a cabo una dursima represin que logra reducir la guerrilla. Cnovas aprovecha esta mejor posicin para introducir algunas reformas, pero ya insuficientes (1897). Este mismo Cnovas es asesinado y Sagasta asume el gobierno, el cual decide conceder la autonoma en Cuba. Pero el clima de tensin en la isla

aument por la oposicin de los espaoles residentes en Cuba a estas medidas. Es entonces cuando EEUU