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“NAZI-HOLOCAUSTO” ESCUDO (encubrimiento) Y ESPADA (agresión) DE ISRAEL Texto del Discurso del Dr. Robert Faurisson IMPEDIDO POR PRESIÓN SIONISTA BEIRUT, LÍBANO MARZO DE 2001 1

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NAZI-HOLOCAUSTO

ESCUDO (encubrimiento) Y ESPADA (agresin)

DE ISRAEL

Texto del Discurso del Dr. Robert Faurisson

IMPEDIDO POR PRESIN SIONISTABEIRUT, LBANO

MARZO DE 2001Nunca estuve verdaderamente convencido que se me permitiera organizar esta conferencia del Revisionismo en Beirut.

Debemos comprender lo actuado por parte del Primer Ministro libans Rafia Harare, considerando que el Lbano, con 4 millones de habitantes, tiene una deuda externa de 24 millones de dlares (Agnes Avallois Le Liban s efforce de relancer la croissance et lattaque la dette publique El Lbano trata de estimular su crecimiento y se ocupa de su deuda externa Le Monde - Economie, 27 de Febrero de 2001) Adems, no pudo permitir la explosin en su pas de la bomba atmica del hombre comn como lo he sealado, en el pas vecino del Estado de Israel. Esa bomba fabricada por los revisionistas no mata a nadie fsicamente, pero si estalla dentro del mbito internacional, puede producir una reaccin en cadena que tiene como resultado la desintegracin del fraude del holocausto. Ese fraude ha servido para crear el Estado de Israel y, actualmente, sirve como escudo y espada de aquel Estado.

Los lderes de todas las naciones de este planeta necesitan mucho dinero y, en consecuencia, tienen que cultivar buenas relaciones con los judos. Los judos, eternamente lloriqueando y quejndose, quieren infundir miedo; cualquiera que manifieste disgusto, puede verse econmicamente arruinado, sin medios de sustento, boicoteado o embargado.

Dadas las actuales circunstancias internacionales, ningn presidente del mundo, excepto el de los EE.UU., puede permitir una conferencia del Revisionismo en su pas; Japn confirma esto, despus de la publicacin de un artculo revisionista en la revista Marco Polo, que caus su clausura, Japn se someti completamente. China confirme la versin juda del holocausto, por querer insistir en la opinin pblica que su pas sufri un similar destino de un holocausto por parte de los japoneses; es decir, los chinos se presentan como los judos de los japoneses y piden reparaciones financieras segn el modelo judo.

Aparte de esto agradezco a Serge Thion, quien me lo record enhorabuena China mantiene buenas relaciones con el Estado judo, que vende a China importantes secretos militares y tcnicos, algunos de ellos de los EE.UU.

Segn mi criterio, existen solamente tres posibilidades para que se pueda llevar a cabo una conferencia revisionista en el futuro:

1. Con medidas de seguridad rutinarias dentro del territorio de los EE.UU.

2. En cualquier otro pas, pero sin previo aviso publicitario, con un nmero de personas limitado y una duracin de no ms de dos das con una noche intermedia. Solamente al fin de la conferencia se deber anunciar su realizacin.

3. En el caso que la situacin de los palestinos desmejore, con indignacin desenfrenada por parte de las poblaciones regionales y en respuesta a una completa sharonizacin de la zona, puede ser que uno u otro de los lderes rabes, tenga el coraje de permitir y/o llamar a una conferencia revisionista en su pas.

Mientras tanto, las consecuencias de la prohibicin de la Conferencia en Beirut, planeada para el 31 de Marzo de 2001, fueron positivas, ya que muchas personas se dieron cuenta que significaba esto para el cuento del holocausto por parte de las investigaciones del Revisionismo. Eso es alentador para el futuro.

(FIN DEL PREMBULO)

DEL TEXTO ORIGINAL EN INGLS EXISTEN TRADUCCIONES AL FRANCS, ALEMN Y AHORA CASTELLANO. SOLAMENTE EL TEXTO EN INGLS ES FORMALMENTE AUTNTICO.

(CONTINA)

Al principio realizar cinco observaciones introductorias sobre el ttulo de la Conferencia en Beirut: Revisionismo y Sionismo. Los lderes de los Estados Islmicos deben romper su silencio sobre el fraude del holocausto.

1. Con la palabra lderes me dirijo a los funcionarios polticos y pblicos actuales, de los Estados Islmicos, y no a los intelectuales, acadmicos o periodistas, de los cuales algunos ya se expresaron.

2. La expresin holocausto, siempre entre comillas, seala el siguiente triple mito:

a) Un proyectado plan de genocidio de los judos.

b) La existencia de supuestas cmaras de gas exterminadoras nazis.

c) La supuesta cifra de seis millones de vctimas judas al fin de la Segunda Guerra Mundial.

Dentro del concurso de su historia, escrita con ira, sangre y fuego, el gnero humano ha presenciado cientos de holocaustos, es decir catastrficas prdidas de vidas humanas o catstrofes sangrientas (los cuales, segn el original uso de la palabra, fueron considerados como una forma de excepcional ofrenda a poderes sobrenaturales), pero nuestros contemporneos fueron adiestrados para recordar un solo holocausto, a saber: aquel de los judos, hoy se escribe la palabra con letra mayscula en el idioma ingls y hoy ostenta el acontecimiento como una ocurrencia con unicidad, que no precisa ms esclarecimiento que se trata de los judos nicamente. Ninguno de los holocaustos anteriores daba motivo a cualquier tipo de recompensa, indemnizaciones econmicas o restauraciones financieras de la envergadura como los judos lo demandaron y recibieron para una catstrofe o shoa que ellos llaman singularmente y sin precedente, y lo sera si los tres componentes (genocidio, cmaras de gas nazis de exterminacin y seis millones de vctimas) correspondieran con la verdad histrica.

Si bien muchos judos sufrieron en esa guerra, encontrando su muerte en ella, sin embargo, el alcance de sus sufrimientos no tiene las proporciones que hoy da asignan los judos contemporneos a lo que llaman holocausto.

Muchos otros pueblos o comunidades, especialmente los alemanes, japoneses, rusos y chinos en realidad sufrieron destinos mucho peores que los judos. Solamente pensando en los bombardeos con muerte entre llamas o por bombas atmicas, por los cuales un milln de alemanes y japoneses (respectivamente) encontraron horrorosas muertes, sin mencionar las mutilaciones inmediatas y posteriores.

En esa conexin vale destacar los millones de judos europeos que sobrevivieron a la supuesta poltica de exterminacin y que despus de la guerra han gozado de un poder y una prosperidad como nunca vivieron antes en el curso de la historia.

Inflar el supuesto holocausto a un estatus especial, como ocurre en la actualidad, significa exagerar el sufrimiento judo en su dimensin cualitativa como cuantitativa desmesuradamente, mientras degrada todo otro tipo de sufrimientos, cuyas tragedias no recibieron nombres especficos.

3. La palabra fraude: Engao / Estafa / Superchera. Un fraude es una mentira planificada, impuesta a la fuerza. Aqu se trata de una mentira historial; es decir, se trata de un desvo de acontecimientos histricos, creado originalmente por mentirosos y/o relatadores de pretendidas atrocidades, que fueron aceptadas por un nmero constantemente incrementado de personas o medios que divulgaron esas falsedades con designios malos o buenos. En el caso que nos ocupa se trata de muy pocos mentirosos y una avalancha de repetidores.

4. La palabra verdad o exactitud. Lo contrario de semejante fraude, creado o solamente propagado, es la verdad actual, fundada en hechos. Ya que la verdad es inexacta y se la usa en forma ligera, prefiero la expresin exactitud.

El Revisionismo consiste en un ensayo para investigar y corregir conceptos, generalmente aceptados como veraces, es una forma de escudriar con la ms posible exactitud, la constitucin de cada materia, la realidad de ciertas circunstancias, el valor de una cifra, procedencia, veracidad y autenticidad de textos y documentos.

5. El sionismo es una ideologa, mientras que el Revisionismo es un mtodo. Como revisionista yo juzgo menos la idea del sionismo (ahora, a principios del Siglo XXI) que el uso que ese sionismo hace del fraude del holocausto.

En el caso que los lderes islmicos concibiesen un plan para romper su silencio sobre esa estafa, y con eso consecuentemente provocaran al lobby judo y sionista, tendran que establecerse obviamente los siguientes puntos:

a) Una adecuada evaluacin del adversario.

b) La opcin de una estrategia adecuada.

c) La definicin exacta de las regiones en las cuales se rompe el silencio, lo que ser considerado un ataque.

Para exponer estos tres puntos, mi discurso consiste de tres partes:

v En la primera parte, con el fin de evitar equivocaciones respecto a la identidad del adversario, especificar lo que (a mi opinin) son las pretendidas debilidades de los judos y los sionistas, y despus las que son de hecho sus bases flojas y temores.

v En la segunda parte, destacar las posibles estrategias cuyas consecuencias se han discutido en Noviembre de 2000, en Tehern, durante mi visita con representantes del Centro de Estudios Estratgicos de la Repblica Islmica de Irn.

v La tercera parte, apuntar al blanco exacto, en lo cual hay que concentrarse: La cmara de gas mgica, como la nombr Louis Ferdinand Cline.

I

EL ADVERSARIO JUDO Y SIONISTA

Un Adversario estafador puede demostrar miedo frente a cosas o circunstancias a las cuales verdaderamente no tema.

Puede confesar debilidades, que no lo son en realidad, y puede tratar de esconder lo que le causa verdadero temor.

El resultado de tal comportamiento sern ataques, donde no duelen, mientras evita ataques donde se le podra perjudicar.

La palabra adversario comprende aqu a los judos y a los sionistas. El proverbio dice: Dos judos, tres sinagogas, polticamente nunca han formado un bloque uniforme, ni siquiera contra Hitler, pero sin judos no hay sionismo.

Dice Ahmed Rami: Para el judo es el sionismo, lo que el martillo para el carpintero.

Entonces, excepto en casos aislados, el judo se solidarizar con el sionista y viceversa, especialmente cuando ambos se dan cuenta que el, por ambas partes: judo y sionista, mimado mito del holocausto est en peligro.

Por esa razn, aqu, no se precisa diferenciar entre judos y sionistas, una diferenciacin que generalmente bien vale hacer.

1. Temores simulados y debilidades pretendidas

a) Manifiestan miedo de un ataque militar al Estado de Israel, pero no lo tienen, gracias a las armas (hasta atmicas) donadas del exterior y/o compradas con dinero de reparaciones por parte de los alemanes.

b) No temen al antisemitismo, al contrario lo necesitan, para clamar al cielo y hacer su agosto en la Dispora.

c) De ninguna manera le molestan los ataques contra la industria del holocausto o shoa (show) business, como el hecho por Filkelstein, Novack o Tim Cole, porque siempre son estrictamente kosher; es decir, mantienen la debida reverencia hacia los fundamentos del holocausto.

No solo consideran al holocausto (con su rendimiento comercial de sus sufrimientos verdaderos o inventados; la industria, con recuerdos, museos y libros) un excelente negocio, sino que tambin la crtica de esas actividades tiene buena ganancia. Ese negocio, sin embargo, queda reservado slo para judos, un no-judo si escribiera un libro tipo Filkelstein, pronto sera acorneado por los medios.

d) No temen de acusaciones de racismo, de imperialismo, de judo-nazismo; porque estas acusaciones, justificadas como pueden ser, equivalen a expresiones de moda, ritualmente repetidas, pronunciadas mecnicamente, pero de un vocabulario gastado, anticuado.

Cuando alguien compara a los judos o sionistas con Hitler, porque persiguen una poltica del genocidio, les viene a propsito porque confirma o intensifica el cuadro de Hitler, los nazis y los hechos, que ellos mismos han exitosamente fabricado, y eso en torno les ayuda a instalar primeramente y firmemente la ilusin de un genocidio de los judos.

En la realidad, Hitler no fue tampoco el monstruo, como sus enemigos judos lo presentaron, como Napolen fue un canbal como lo hizo la propaganda inglesa.

A pesar de ser racista y adversario de los judos internacionalistas (pero no sionistas), Hitler nunca orden, ni toler, que cualquiera fuese matado por razn de su raza o religin, adems sus consejos de guerra o tribunales de jurisdiccin militar a veces sentenciaban a muerte a soldados u oficiales alemanes, encontrados culpables de la muerte de un solo judo o juda, y esto hasta en conexin con hechos durante la guerra en Polonia, Rusia o Hungra. Este punto de la historia fue tapado por parte de los historiadores exterminacionistas y, lamentablemente, no fue destacado por parte de los autores revisionistas.

Si Hitler hubiera sido ese racista monstruoso, como se lo presenta hoy, una personalidad tan prestigiosa en el mundo rabe e islmico, como el Gran Mufti de Jerusaln, el palestino Hadschi Amin Al Husseini, nunca jams se hubiera quedado a su lado hasta el fin.

No obstante, al episodio del Pacto Alemn-Sovitico (Agosto de 1939 Junio de 1941), en el fondo Hitler fue un adversario del Stalinismo, al cual llam el bolchevismo judo, por el aporte judo decisivo al bolchevismo.

El soldado alemn, al igual que los voluntarios rusos, adriticos y musulmanes, consider al comunismo marca Mosc su enemigo principal.

e) No obstante, si actan como si les molesta mucho, los judos y sionistas, se mueren de risa de aquellos que hablan de un complot judo o una conspiracin sobre Auschwitz. Porque no hay una conspiracin juda, como no existe una conspiracin francmasnica, jesuita, papal o comunista, solamente hay poder judo e influencia juda. No existe una conspiracin sobre Auschwitz. Teoras sobre complots y conspiraciones son parte de la tradicin juda, y cometemos un error si utilizamos el vocabulario judo.

2. Las verdaderas debilidades del adversario y sus verdaderas angustias

a) Autntico miedo mantienen, los judos y sionistas de Israel, frente a las armas de los pobres, las piedras de honda catapultadas por nios, los ataques por suicidio. Temen la desmejora de su imagen publicitaria en el mundo (por eso han dado rdenes de apuntar a las rodillas de sus adversarios, ya que las anquilosadas piernas no aparecen en las estadsticas de los cados) Temen que, en el futuro, solamente les quede la eleccin entre valija y atad.

b) Temen a la bomba atmica del hombre comn, que es la destruccin de las mentiras sobre las cmaras de gas, sobre el genocidio de seis millones. Es un arma que no mata a nadie, pero utilizada en su debido tiempo, desinflar la gran mentira como un globo de aire caliente.

c) Temen que se revele a todo el mundo que la estafa del holocausto, en la retaguardia de la Segunda Guerra Mundial, posibilit la creacin de una colonia llamada Israel, en el territorio del Estado Palestina y, en ese momento, es cuando empez en todo el mundo un movimiento de descolonizacin (con la excepcin del Imperio Comunista)

d) Saben que la prdida del holocausto equivale a la prdida de la espada y el escudo de Israel, igual que de un instrumento temible de extorsin econmica y poltica.

Yad Vashem, que en Jerusaln tiene la doble funcin de servir como Memorial y Museo del holocausto (que actualmente est en extensin y les resulta ms valioso que el Muro de los Lamentos) donde los visitantes que llegan del exterior a Israel, por razones polticas o econmicas, se ven obligados a pagar una visita a ese museo de horrores, para que sean llenados de sentimientos de culpabilidad, para hacerlos ms colmados, dciles y complacientes. Cuando los visitantes son representantes de las pocas naciones a las cuales, con la mayor voluntad, no se puede conectar con un supuesto papel activo o pasivo en el holocausto, y hay que dejarlos absueltos de esa obligacin, entonces es divertido escuchar los lamentos de los representantes israeles, cuan difciles son las relaciones con interlocutores que no pueden influir mentalmente en la forma debida.

e) Son conscientes cuan correcto es el pasaje citado: Si no tuvo lugar el holocausto, quedando comprobado el fraude, recaera el arma nmero uno del arsenal de propaganda de Israel. (Carta de W. D. Rubinstein, profesor de la Universidad de Deakin, Melbourne. National Review, 21 de Junio de 1979, Pg. 639)

f) Tambin saben la veracidad de ese pasaje del mismo profesor: Si se comprobase que el holocausto es un mito sionista, entonces, el arma ms poderosa del arsenal de propaganda israel se quiebra. (W. D. Rubinstein. La Izquierda, la Derecha y los Judos, Quadrant, Setiembre de 1979, Pg. 27)

g) Se desmayaran con solo imaginarse que la opinin pblica podra enterarse que inmensurable injusticia se esconde, y se esconda, detrs de los siguientes hechos:

Las ilimitadas limpiezas ejecutadas en el estilo la farsa de Nremberg.

Las confesiones arrancadas por tortura, respecto a la alegada existencia de cmaras y camiones de gas, los cuales nunca existieron.

Las confesiones respecto a los asesinatos en masa, de los cuales nunca se encontraron pruebas, por parte de las tropas de accin (Einsatzgruppen)

La caza de ancianos en instituciones geritricas, medio siglo despus de los supuestos crmenes, condenndolos segn leyes ratificadas despus de los hechos.

El incesante lavado de cerebros en todos los continentes, desde el primer grado hasta la Universidad, tambin en diarios, revistas, libros, radio, televisin de la maana, medioda, tarde y noche.

Todo esto combinado va de la mano con una opresin sin piedad de los revisionistas, especialmente en Alemania, entregada a sus enemigos y sin trato de paz.

El terrible crimen de los revisionistas consiste en reclamar el derecho a revisar acusaciones monstruosas no comprobadas y testimonios de testigos, los cuales fueron aceptados como veraces, a pesar que los testigos nunca pasaron por un interrogatorio contradictorio sobre la veracidad material de los hechos afirmados por ellos, y en los cuales ni en un solo caso se plante la pregunta del examen de la supuesta arma utilizada en el alegado delito.

h) Resumimos: la pesadilla de esos judos y sionistas consistira en ser obligados a prestar atencin sin interrupcin, al texto original de sesenta palabras, pronunciadas por el revisionista francs Paul Rassinier, hace ms de veinte aos en una audicin radial del reportero Ivn Leaf. Este es el texto por el cual un Tribunal de Pars lo sentenci, en aquel entonces, con una multa de una alta suma de dinero:

Las supuestas cmaras de gas de Hitler y el supuesto genocidio de judos, constituyen parte de la misma mentira histrica, la cual facilit una gigantesca estafa poltica y econmica, cuyos principales beneficiarios fueron el Estado de Israel y el Sionismo Internacional, y cuya vctima conspicua era el pueblo alemn, pero no sus lderes, as como el pueblo palestino en su totalidad.

II

CMO ENCAMINAR ESA LUCHA PARA ROMPER EL SILENCIO?

1. En el mes de Noviembre de 2000 pas una semana en la Repblica Islmica de Irn, gracias a la invitacin del Centro de Estudios Estratgicos, subordinada directamente a las oficinas del Presidente Mohammed Chatami.

No tena contactos con la prensa, radio o televisin del pas, solamente con una pocas personalidades, que tenan muchos conocimientos sobre el Revisionismo. No pronunci ningn discurso pblico, pero tuve el placer de una conversacin de varias horas con el profesor Soroush Nejad, director del Instituto de Investigacin Poltica Cientfica, con la presencia de algunos de sus colegas. Nuevamente qued impresionado con el conocimiento que algunos iranes poseen del Revisionismo.

Casi al mismo tiempo, el revisionista suizo Jrgen Graf, lleg a Irn, estoy muy contento que gracias a su actividad intensiva y a los contactos que mantuve con las autoridades iranes, despus de mi regreso a Francia, el diario Tehern Times public una serie de artculos revisionistas, el primero escrito por Soroush Nejad.

2. Pregunt a mi principal interlocutor del Instituto, como parte de la discusin: Por qu, aparentemente, el Revisionismo no ha encontrado grandes repercusiones en pases rabes e islmicos? Nombr ocho razones diferentes. Algunas no parecan muy vlidas a la luz de los ltimos acontecimientos en Palestina, otras a mi entender tienen su raz en malentendidos, mientras otras conservan su plena validez, especialmente la siguiente: en los pases de occidente, que sirven como ejemplo, solamente una cifra ridculamente pequea de revisionistas se ha decidido a dar nombre y cara para seguir el camino sealado por Paul Rassinier, y esto sin salvedad maniobrando acertadamente.

3. Trat de explicar que ese resultado pobre, en su mayor parte, tiene su base en lo que Cicern (ya en el ao 59 AC) describi como Metus Judaeorum, es decir miedo de los judos, lamentndose y amenazando. Aad que ninguna personalidad poltica de nuestra poca, sea en el Irn, el Lbano, en China o en Japn, puede evitar sentir temor, cuando se ve enfrentado con una colectividad que ha amasado, en el oeste, tanta riqueza material, que sus lderes poseen la posibilidad de llenar los medios a cada instante con sus quejas y lamentos, y que estn a cada momento en posicin, capaces de boicotear la economa de cualquier pas que les antoje y cuyo lder no expresa su arrepentimiento suficientemente rpido o profundo; o peor, por supuesto, haber resistido exitosamente a demandas judas.

4. Expliqu, entonces, las razones del porqu los lderes islmicos de todos modos tienen que romper su silencio, si quieren seguir una poltica adecuada para el bien de sus pueblos, explicando como segn mi criterio se lo puede hacer. No perder tiempo explicando porqu, sino aclarar con mis propias palabras el camino a seguir.

Experiencia, adquirida en largo tiempo con judos y sionistas, me ha convencido que los estafadores siempre son perturbados cuando la verdad est presentada en forma audaz. En la misma forma como hay que mirar directamente a los ojos de un impostor-testigo (siempre que se deje mirar a los ojos) entonces, todos estos testigos falsos (como Edgar Bronfman, Elie Wiesel, Simn Wiesenthal, el rabino Marvin Hier y Abraham Cooper) tienen que ser desafiados en una manera equivalente a sus demandas o amenazas acostumbradas. Wiesel y Wiesenthal se odian: more Judaico (costumbres judas)

5. Advert a mi convidador caer en la tentacin de utilizar un Revisionismo desazonado, y esto ni al principio, porque la experiencia ha demostrado que un Revisionismo insuficiente causa ms vejacin. Para posesionarse resuelto y decididamente, hay que estudiar bien toda la argumentacin revisionista, sus aspectos fsicos, qumicos, documentarios e histricos.

Por ejemplo, evoqu la memoria del 21 de Febrero de 1979, fecha en la que el mito de las supuestas cmaras de gas nazis muri, cuando en el diario Le Monde 34 historiadores franceses se declararon incapaces de contestar mi desafo a comprobar la imposibilidad tcnica de semejantes mataderos qumicos absurdos. La opinin pblica no sabe nada de aquel acontecimiento, de la misma manera que no sabe nada sobre una serie de fracasos y percances, los cuales sufrieron los historiadores del holocausto en su totalidad desde el ao 1985, ao del primer juicio contra Ernst Zndel en Toronto (Canad) Ahora, los lderes del mundo islmico, deben sacar a la luz del da informaciones como esta.

6. En estos distintos pases los institutos que se ocupan de estuios polticos, sociolgicos e histricos, deben crear departamentos especializados sobre el Revisionismo (Ctedras o Asignaturas) Los investigadores, ahuyentados de sus propios pases y universidades, por sus investigaciones a la veracidad del holocausto, deberan recibir una ayuda financiera y admisin a archivos y bibliotecas, para trabajar con sus colegas islmicos. Los distintos Ministerios, como Educacin, Investigacin, Cultura Exterior e Informacin de esos pases, tendran que cooperar en ese proyecto de dimensiones superracionales.

7. En vista del hecho que los discpulos de la religin del holocausto, no slo divulgan mentiras, sino que tambin cultivan profundos odios, puede ser aconsejable crear sobre una base internacional un Movimiento Contra la Mentira del Holocausto y por la amistad entre las naciones.

8. Sera conveniente establecer un mnimo de equilibrio entre el poder internacional. Una forma de hacerlo concierne al personal diplomtico de los grandes poderes, quienes deberan emplear algo ms de modestia en su trato cotidiano; esas personas que continuamente dispensan lecciones de repaso al resto del mundo (especialmente sobre la moral) a ellos se les debera recordar que se acobardan demasiado delante de una mafia internacional, que se ha especializado en mentiras, estafas y el desdn de los derechos humanos.

Lo que se llama colectividad internacional que incesantemente evoca sus derechos, tendra que reestablecer esos derechos para los revisionistas, antes de reprochar a pases rabes e islmicos intolerancia u ocultamiento. Ese tipo de reproches fcilmente pueden volcarse contra aquellos Estados que pronuncian prohibiciones e inventan leyes especiales, todo con el propsito de proteger una leyenda; pases que prohben a sus investigadores de iluminar cierta temtica histrica.

9. Por suerte, ahora existe la Internet como rgano poderoso de informacin y de divulgacin rpida y sin lmites de los resultados de las investigaciones del Revisionismo. Principalmente estoy pensando en el website atribuido a Ahmed Rami y su parte en rabe. Con este sitio, aquellos intelectuales que estudiaron universidades del oeste encuentran la oportunidad de corregir, ampliar y orientar sus conocimientos histricos, segn la verdad histrica, y no segn las metas de la industria del holocausto.

10.Resumimos: los lderes judos y sionistas sienten un profundo malestar en cara de la Intimada (ejecutada por jvenes palestinos que viven en la miseria) y tambin por las actividades de los revisionistas (a pesar que ellos no tienen recursos financieros y/o diametralmente opuestos a los fondos disponibles de la gran mafia del holocausto) Ese temor es el temor primitivo del rico frente al pobre, el miedo de los colonizadores frente a los colonizados, y de los amos frente a sus esclavos. Entonces Cmo se sobreponen? Se apoyan sobre sus inmensas riquezas, saben de sus invencibles armas de combate, pero tambin de sus armas ideolgicas, como la extorsin y procurar paros de proteccin, el lucrativo negocio con el miedo

Son conscientes que los lderes alemanes luchan por sus fines, fueron presentados como candidatos por ellos, y estn dispuestos a sacrificar la vida de soldados alemanes contra los enemigos de Israel. Son preparados a proceder con mano todava ms fuerte contra el Revisionismo. No obstante, el coraje de imaginarse esa doble infanticida, la cual no tiene nada por perder, los palestinos jvenes y los revisionistas. Es algo que atormenta a los judos y sionistas. Los ricos y los poderosos pierden el juicio cuando se dan cuenta que los palestinos, que no tienen nada ms que piedras en sus manos, pueden desafiarlos.

III

EL OBJETIVO PRINCIPAL

LA CMARA DE GAS MGICA

(CLINE)

Aprendamos a apuntar! No desperdiciemos nuestras fuerzas! Acostumbrmonos a observar el centro de las operaciones del adversario. En el centro de ese inmenso edificio de la religin del holocausto est la mentira de Auschwitz. Y el corazn de la mentira de Auschwitz es la extraa cmara de gas. Ese debe ser el blanco de nuestra puntera. En el caso que los palestinos, u otros rabes, agitaran pancartas con la leyenda EL HOLOCAUSTO DE LOS JUDOS ES UNA MENTIRA o LOS SEIS MILLONES SON UNA MENTIRA, por supuesto eso les molestara a los extorsionistas, pero estas expresiones son menos precisas e impactantes que LAS CMARAS DE GAS SON UNA MENTIRA

Nadie es capaz de mostrarnos ni uno solo de esos mataderos qumicos, nadie puede describir su aspecto exacto, o describir su funcionamiento, su modo de trabajo. No existen rastros de algunos de ellos y ninguna alusin a su existencia. Ni un solo documento, ni un solo estudio, ni un solo croquis o dibujo... Nada! Solamente unos pocos psimos comprobantes que se presentan a humo de paja cuando uno se acerca, y los cuales los mismos historiadores judos tuvieron que rechazar en los ltimos aos. En varios sitios, como en Auschwitz, se conduce a los turistas a travs de supuestas cmaras de gas reconstruidas; pero los historiadores, como las autoridades del museo de Auschwitz, saben muy bien (y segn las palabras del anti-revisionista historiador francs Eric Conan) TODO EN ELLA EST MAL. En todo aspecto, todo est mal hecho en esa cmara de gas letal (Auschwitz: la memoire du mal. Express, 19-25 de Enero de 1995. Pg. 68)

A pesar de eso, los judos tienen suerte, se les cree cada palabra. Casi nadie pide la demostracin de aquel prodigio tcnico, lo cual hubiera sido una cmara de gas nazi, un verdadero matadero qumico, gigantesco.

Imagnense que alguien lo hubiera contado desde un avin que pueda llevar dos mil o tres mil pasajeros en media hora de Pars a Nueva Cork. Segn la versin histrica se podra matar entre dos mil a tres mil judos (al mismo tiempo) y en media hora, en una sola de las cmaras de gas de Auschwitz.

Para poder creer esto No requerira Usted, por lo mnimo, ver una imagen de ese objeto? Que significa un salto tcnico hacia delante, como las ciencias nunca lo han visto. No es que vivimos en la poca de las ciencias exactas y los audiovisuales? Por qu ese repentino recelo cuando se trata de cmaras de gas?

Los narradores del cuento del holocausto lo hicieron fcil. Nos muestran algo equivalente a nuestro garaje o ducha de bao y nos dicen: Aqu es el lugar donde los alemanes gasearon a los judos en grupos de cientos o de miles. Y Usted lo cree. Se muestra, a Usted, cabello humano (como se lo encuentra en una peluquera o saln de belleza) y se le dice sin prueba o argumentacin que ese es el cabello de vctimas de gastamiento. Se le muestran zapatos con la explicacin zapatos de vctimas de gaseamiento. Se le muestran fotografas de cadveres y Usted cree estar viendo cadveres de personas asesinadas. Se lo hace estremecer al lado de hornos crematorios, a pesar que no son nada excepcionales.

Existe un mtodo muy simple para comprobar al respecto de la supuesta capacidad fabulosa de los hornos de cremacin alemanes de los aos 40, ese mtodo consiste en compararlos con los crematorios actuales, recin instalados en las ciudades ms pobladas.

Tambin conozco una irrefutable manera de comprobar que las supuesta cmaras de gas para asesinar judos no podran haber existido, si se visita como yo lo hice en el ao 79 la cmara de ejecucin de una penitenciara de los EE.UU., o se conoce a fondo la complicada naturaleza de semejante cmara, su estructura compleja, y el procedimiento de una ejecucin con sus variadas medidas de seguridad que fueron utilizadas en los aos 40, en los Estados Maryland (Baltimore), Nevada (Carson City) o Mississippi (Parchmann)

Hasta hoy, ejecuciones por medio de gas Zyan Wasserstoff, toman lugar en alguno de esos estados. Son tan peligrosas hasta para el ejecutor, que la matanza de una sola persona requiere medidas de seguridad drsticas y una tecnologa de alta complejidad. Hace muy poco se inventaron algunas mejoras gracias a avances cientficos.

Tengamos en cuenta lo que Cline dice.

Yo considero a Louis Ferdinand Cline (1894 1961) el genio mximo de la literatura francesa del siglo XX. Su fuerza , su sutileza, su lucidez, fueron incomparables. Lamentablemente su vida sufri de una necesidad apremiante. Es fcil ver porque, desde aquel da en el ao 1937, cuando puso de manifiesto su miedo ante el estallido de una nueva guerra mundial, provoc su propia ruina. Habiendo sido herido gravemente en la Primera Guerra Mundial, tema con cuerpo y alma la preocupacin frente a una nueva carnicera. Los judos vieron ese asunto distinto. La mayora de sus lderes hicieron propaganda de una cruzada contra Hitler. Cline entonces critic ese anhelo febril por castigo de Alemania, contra esas maniticas maquinaciones de empujar hacia la guerra.

Previ la catstrofe, y ms tarde, cuando Gran Bretaa y Francia entraron en accin contra Alemania, no le qued nada que llamar la atencin sobre cuan hermoso lienzo iba a envolver ahora a Francia.

En el ao 1944, apenas escap al linchamiento, activado principalmente por judos y comunistas, fugando a Alemania que estaba pasando por los ltimos y ms terribles meses de guerra. De all pas a Dinamarca, donde fue encarcelado por un ao y medio bajo las ms horrorosas circunstancias imaginables. Cuando, finalmente, volvi a Francia, llev la vida de un excluido. Para sus grandes autores, Francia es un pas excepcionalmente cruel. Todava hoy, sesenta aos y ms de sus respectivas publicaciones, tres de sus obras maestras, stiras, profundamente aborrecidas por parte de los judos, son de hecho prohibidas. No hay ley que prohba su reimpresin, pero todos saben cual baile de escalpo las organizaciones judas exhibiran, si la viuda de Cline (todava con vida) autorizara su publicacin.

As el convenio tctico del Talmud moderno...

Otro ejemplo de privilegio judo es del acadmico Bernard Notin, que como pena de haber escrito una sola oracin revisionista en el ao 1990, no puede dictar ms cursos en la Universidad de Lyon. Ninguna ley, ningn fallo jurdico o administrativo ha sancionado nunca a esa prohibicin.

En la actualidad es el turno del profesor Jean Paul Allard, de la misma Universidad, hoy lleva el estigma de Can, por haber presenciado hace quince aos, a una comisin que aprob una tesis doctoral revisionista. Contra l desencadenaron una verdadera caza de hombres. Cuando uno insinuaba en tiempos anteriores, que los judos cazaban a los Revisionistas como bestias salvajes, ellos procuraron protestar contra semejante insinuacin. Boquifrescos negaron tal cosa. Pero los tiempos han cambiado, los judos no disimulan mas tales prcticas, hasta afirman orgullosamente su responsabilidad por esos actos violentos. El primero de Marzo de 2001, el semanal Actualit juive (Actividades judas) eligi este titular: La chasse a Jean Paul Allard est ouverte (Damos caza a Jean Paul Allard) y el contenido del artculo equivale a una incitacin al asesinato.

Las organizaciones judas apuntan cnicamente en provocar temor frente a su poder y, hoy, es ms apto que nunca hablar de metus regnat Judeaorum (existe miedo frente a los judos) En el caso de Jean Paul Allard parece que alcanzaron su finalidad. Hace poco ese profesor, cansado por la persecucin, entr con un infarto a un hospital y no pudo hablar ms normalmente.

Con otra accin vengativa, los judos y sus amigos, alcanzaron a destituir al revisionista Serge Thion, socilogo e historiador reconocido, de su empleo en CNRS (Centre Nacional de la Reserche Scientifique: Centro Nacional de Investigacin Cientfica) Y lo hicieron de una manera tan abiertamente arbitraria, que ni el ms arrogante patrono se animara actuar en esa forma contra su ms humilde empleado, por la simple razn que se lo condenara a una alta multa.

Poco dir sobre la via cruxis de aquellos Revisionistas que han luchado en guerra abierta, con su propio nombre. Segn mi criterio, entre ellos, el ms valiente y digno de admiracin por su coraje e inteligencia, es el alemn Ernst Zndel. Vivi 40 aos en el Canad, conduciendo una lucha titnica contra el lobby judo internacional, siendo su mayor objetivo conseguir justicia para su vilipendiada patria.

Pero no se puede nadar contra la corriente de los saltos del Nigara!

A pesar de unas brillantes victorias, enfrentando una poderosa coalicin de poderes polticos, financieros y jurdicos, recientemente se vi obligado a dejar el Canad. En su nuevo exilio sigue luchando con ttulo justo, ahora casado con Ingrid Rimland, una americana de races alemanas.

Cuando ahora, hacia el final de mis declaraciones, yo evoco la formidable personalidad del autor de Viaje hacia el Fin de la Noche, entonces, es por el hecho que Cline sospech ya cinco aos de finalizada la guerra, que el exterminio fsico de los judos no fue otra cosa que una ficcin.

Hay que destacar que, desde 1945, enteras legiones de judos fluyeron ampulosamente desde Europa central (donde supuestamente lo habran exterminado) hacia Francia, cuando no preferan inmigrar a otros pases del oeste o a la Palestina. En Francia iban a asociarse con una colectividad juda, de la cual la cuatro quintas partes quedaron dispensadas de la deportacin.

En Noviembre de 1950 Cline escribi a su amigo Albert Paraz, despus de la lectura de la primera obra mayor de Paul Rassinier Le Mensonge d Ulysse (La Mentira de Ulises):

Con certeza Rassinier es un hombre honesto (...) Su formidable libro causar, definitivamente, bastante furor. Al fin y al cabo se inclina a provocar dudas sobre la mgica cmara de gas. Eso no es un asunto de menor impacto! Todo un mundo de odio se sentir invitado a inculpar al iconoclasta. Esa cmara de gas era el fundamento de todo. Y permiti TODO.

Ojal sepamos admirar semejante previsin y brillante conclusin.

S, la cmara de gas realmente mgica! Como ya mencion, por ltimo nadie estaba capacitado a responder mi desafo: Muestre o dibuje una nazi-cmara de gas.

Nadie pudo demostrar o ejemplificar su funcionamiento. Nadie, nuna, nos ha podido decir como los alemanes en Auschwitz lo podran haber conseguido Volcar, por supuestas aberturas en el techo, bolitas de Zyklon B, un insecticida cuyo componente letal era cido cianhdrico, cuando esa supuesta cmara de gas era en verdad una cmara frigorfica utilizada como depsito de cadveres antes de ser cremados? Nunca tuvo ni un solo agujero, un hecho que cualquier observador atento puede reconocer hoy en los techos de las ruinas. Dadas estas circunstancias se me ha posibilitado la nota final de cuatro palabras:

No holes, no holocaust

(Si no hay agujeros, ningn holocausto)

Las versiones estndar tienen otro enigma, que nadie fue capaz de explicarnos Cmo podan los destacamentos judos que trabajaban bajo rdenes alemanas, llamados los Comandos Especiales, entrar a esa gran cmara de gas, sin padecer consecuencias funestas, tan pronto despus de una exterminacin en masa; y cmo podan llevar consigo, tan rpido, los cadveres contrados en pilas, y eso da por da, miles y miles? Todo esto rpido y eficiente?

El cido cianhdrico difcilmente se evapora por medio de una ventilacin. Lleva cierto tiempo. Penetra en revoques, ladrillos, hormign, madera, pintura, quedando intacto. Tambin penetra en la piel humana y en las mucosas, en la nariz, en los ojos y en los pulmones. Entonces, fue imposible entrar, quedarse trabajando, sacando cadveres, los cuales contaminados por el veneno, envenenaran al contacto a la persona que los traslada.

Adems, los especialistas en el tema desinfeccin afirman que hay que evitar, en semejantes ambientes, cada esfuerzo fsico, porque en el caso contrario, el ser humano acelera su respiracin y el filtro de la mscara anti-gas deja pasar el veneno, lo que le produce la muerte.

ltimamente, nadie nos ha explicado (nunca) en que forma, esos extraordinarios judos de los Comandos Especiales (Sonder-Kommando), que sin pausa llevaron los cadveres de sus correligionarios, podan acabar con ese trabajo mientras coman o fumaban? (En los Apuntes, los cuales se atribuyen al ms conocido de los varios comandantes de Auschwitz, Rudolf Hss, se narra justamente esa escena) porque eso significa que ni utilizaron mscaras de gas y fumaron en los vapores letales de un gas de alta volatilidad.

Igual que esa flor imaginaria, la cual so el poeta francs Stphane Mallarm (1842 1898), la cual falta en cada ramo de flores, tambin esa extraordinaria cmara de gas nazi, apta a producir semejantes resultados, falta en cada realidad. Si es mgica, , es producto de la magia oscura que provoca malestar, no es otra cosa que una pesadilla proliferando en cerebros judos, mientras que los sumos sacerdotes del holocausto abren paso para que ese delirio horroroso sea perpetuo hasta tiempos inmemorables y en todo rincn de esta tierra se eternice hasta el fin de los tiempos. Sostener ese trance, casi hipntico, significa sustento y la posibilidad de futuras extorsiones. Cline tambin tiene razn cuando aade, al tema de las cmaras de gas mgicas, que no son insignificantes. l lo define as: La cmara de gas es todo y permite todo, autoriza todo. Sin ella el edificio del holocausto se derrumbara en s. Pierre Vidal Naquet, el triste portavoz de la pugna anti-revisionista, lo ha admitido con franqueza, cuando se dio cuenta que algunos de sus amigos (hartos de luchar, y tentados de abandonar las cmaras de gas inmanejables como un tronco) l casi les suplicaba a no caer en la tentacin de desistir (de la existencia de las cmaras de gas exterminadoras) voceando esa alarma:

Pido sus disculpas, pero eso equivaldra a una capitulacin en toda la lnea de defensa. (Le Secret Partag. Le Nouvel Observateur, 21 de Setiembre de 1984, Pg. 80)

Las cmaras de gas nazi, se dice, son el nico comprobante de una supuesta exterminacin fsica, la cual nunca tom lugar, a pesar que descaradamente insistan hacernos creer que fue planeada, concertada y tom lugar en forma atroz del tipo industrial con cifras de vctimas como verdaderas fbricas de la muerte.

Cline tiene razn, cuando termina expresando:

Todo un mundo de odio se ver obligado a atacar pblicamente al iconoclasta.

Por mi parte quiero aadir que, medio siglo despus de ese pronstico o profeca, el aullido (entre tanto ensordecedor) no ha aflojado ni un minuto, lanzndose contra aquellos iconoclastas, que son los Revisionistas. En Francia se les ha dado el seudnimo de ngationnistes (negadores) a pesar que ellos no niegan nada, simplemente encontraron como resultado de sus investigaciones que se ha cometido un fraude histrico gigantesco.

CONCLUSIN

Cline acert con otra conclusin contundente, cuando llam el Trust de Martyrs a los caballeros del Grial de la ley juda. Sin tregua, ni cuartel, persiguen a los Revisionistas que tratan de protegerse contra su ubicua presencia. Ese Trust, temiendo y odiando, ha:

v Causado suicidio, lesiones corporales, apaleando a Revisionistas u obligndolos a exiliarse.

v Incendia casas o quema libros.

v Da rdenes a la polica, jueces y directores de penitenciaras.

v Ejerce presin, soborna, corrompe y roba.

v Siendo dueo de los medios de comunicacin, inicia y persigue a los Revisionistas con calumnias, insultos, difamacin, impidiendo conseguir trabajo y abortando planes...

En contraste, no me consta ningn caso donde un Revisionista haya levantado la mano contra sus opresores, los ejecutores de la ley intransigente.

El 25 de Abril de 1995 se suicid en Munich un Revisionista alemn, quemndose vivo. Su acto desesperado estaba pensado como protesta contra un oleaje de mentiras que inund a su pueblo. En su ltima carta expres la esperanza que las llamas que consumiesen su cuerpo, sirviesen a las generaciones futuras como fanal. La polica alemana detuvo a aquellas personas que pronto acudieron al lugar de la inmolacin para depositar un ramo de flores, donde Reinhold Elstner haba fallecido voluntariamente.

El 13 de Mayo de 2002, el profesor alemn de politologa, Werner Pfeiffenberger, de 58 aos, eligi la muerte voluntaria. Perseguido con largos y atormentadores juicios por parte de la justicia, como consecuencia de denuncias del reportero judo Kart Pfeiffer, que detect un matiz de Revisionismo en los escritos del acadmico, lo cual por supuesto llam neonazismo.

Los Revisionistas viven en opresin y los palestinos pasan por una tragedia. Especialmente a la futura generacin, a los nios no les ser dado un destino alentador. Sus asesinos israeles de menor alcance son dignos sucesores de la Fuerza Area Americana (USAF) que en toda la historia cruel del gnero humano, han matado, mutilado, desfigurado o matado de hambre a ms nios como nunca lo ha hecho otro ejrcito. Lo hicieron primero en Alemania, despus en otras partes de Europa, en Japn, en Vietnam y otra cantidad de pases del Medio y Cercano Oriente, en todos estos lugares donde el GI americano (el U.S. soldado) recibe rdenes por parte de sus verdaderos dueos, a cazar un nuevo Hitler y a prevenir un nuevo genocidio.

Ojal los lderes de los estados islmicos perciban los llamamientos de los palestinos y los Revisionistas!

Nuestra via cruxis es la misma, tambin nuestras intimadas!

Ojal esos lderes rompan su silencio, sobre el fraude ms grande de los tiempos modernos, sobre el supuesto holocausto!

Qu ataquen pblicamente la mentira de las supuestas cmaras de gas nazi!

Despus de todo, es significativo que ni uno de los lderes aliados victoriosos de la contienda de la Segunda Guerra Mundial, aparte de su profundo odio hacia la Alemania de Hitler, no se desmoronaron tanto para afirmar la existencia de semejantes cmaras de gas. Ni en sus discursos, durante o despus de la guerra, ni en sus Memorias Churchill, De Gaulle o Eisenhower, nombraron ni una sola vez a ese invento satnico, lo cual permitieron a sus agencias de propaganda divulgar asiduamente ya durante la guerra.

Hace un cuarto de siglo, el profesor americano Arthur Robert Butz ha puntualizado en su libro magistral a esa gran estafa como el fraude del siglo. El siglo ahora ha terminado, y ese fraude debe desaparecer con las barradas de la historia.

La tragedia de los palestinos lo requiere, la opresin sobre los Revisionistas exige, y la dimensin de la estafa lo convierte en asunto de la humanidad, considerando sus aspectos histricos, polticos y ticos, que se expone a la vergenza a ese fraude y sus cmplices que lo elaboraron y aprovecharon. Instiga al odio y la guerra. Es en el inters de todos, que los lderes de los estados islmicos rompan el silencio del fraude del holocausto.

POST SCRIPTUM

(Diario Chattanooga Times, del 16 de Julio de 2001 08 13)

Nueva York Abogados de cinco pases y catorce estados han sido adjudicados en ms de US $ 52 millones, en honorarios legales por su trabajo a favor de vctimas del holocausto, los cuales recibieron recompensas de hasta US $ 7.500. Arbitrarios en Washington adjudicaron honorarios tan altos como 6,3 millones por el trabajo realizado por 51 abogados en juicios presentados en todas partes de los EE.UU. durante los ltimos aos, once abogados recibirn ms de un milln cada uno.

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