Estudios sobre las Culturas ContemporaneasUniversidad de Colimapcultura@cgic.ucol.mx ISSN (Versión impresa): 1405-2210MÉXICO

1994 Avital H. Bloch

MULTICULTURALISMO, TEORÍA POSMODERNA Y REDEFINICIÓN DE LA IDENTIDAD NACIONAL NORTEAMERICANA

Estudios sobre las Culturas Contemporaneas, año/vol. VI, número 16-17 Universidad de Colima

Colima, México pp. 59-71

Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal

Universidad Autónoma del Estado de México

MULTICULTURALISMO,TEORIA POSMODERNA

Y REDEFINICIONde la identidad nacional

norteamericana

Avital H. Bloch

Duranie la d^cada de los ochenta se inici6 un debate accrea delo quc se ha dado en Uamar "multiculturalismo" en Esiados

Unidos. Dicho tCrmino se rcfiere a un cambio en las luchas de lasminorias por obtcner reconocimicnio e intlucncia en la sociedad,de enfasis politico y acomodamiento cultural, a la Ulsputa sobre lossupucstos culturales de las mayorias y la promod6n de inlereseseulturales en contra de los ednones erudiios prevaleeientcs en ma-teria literaria yartfstiea. Los debates sc han entbeado prineipalmen-te en la naiuraleza de los eurricula universitarios en las artes y lashumanidades, asi eomo en la naturaleza de conveneiones culturalesdominantes que han insplrado la educaei('>n y la vida inielcctual enel pais. Sin embargo, las eontroversias m£is amplias han sido respec-to a las formas mediante las euales deberfa determJnarse el estatusde las minorias en ia euliura norteamerieana. I^s grandes inierro-gantes tienen que ver con la representatividad apropiada de ciertosgrupos en la cultura naciotial, las posibilidades de sus euUuras deereeer en imporlancia, y la necesidad de integrarlas dentro de lospreceplos establecidos.

El multiculturalismo muy probablemente eontinuard siendo unasunto eontrovertido central en la d<5eada que transcurre. Es easi

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imposiblc cncontrar un area cualquicr dc la cultura y del discursointclcctual quo no h;iya sidi) al'ectada, o ai mcnos tocada, ptir la guc-rra multicultural. Casi no cxistcn rcvistas intclccluales o acadiSmi-cos quc no le hayan dcdicado un simposio o un numcro especial a lacuesti6n. La mayoria dc las lundaciones, las inslitucioncs cuUuralcsc inlclectualcs y las organi/aciones aciidii micas profcsionales se hanvisto forzadas a discutir cl multiculturalismo y a reconsiderar suspoliticas. Dado quc los debates se relacionan pr<1cticamenic con ca-si cualquier aspccto de la cullura, la polilica y la sociedad, la lotali-dad dc las divisiones "izquicrda/dcrccha" y de las alineaeiones poli-ticas en la comunidad intelectual se reOeJan ahora on sus posturassobrc el muliieuUuralismo, lo cua! incrcmcnta la imporiancia ycomplcjidad del problcma.

Mi propc^sito es disculir el multiculturalismo y su ncxo con ladiscusion postmodernista y con el conccplo dc la idenlidad nacionalnorteamericana. El mulliculiuralismo sc ha caractcri/ado por susc-slucrzos tendienlcsSa promovcr culturas minorilarias, por su lugarprincipalmcnle en la acaclemia, y por su ulili/.aci6n dc tcoria y crili-ea, —lo que describo como erudici6n "postmodernista"—; es decir,un complejo dc tcorias acadc'micas actuates, tales como el posics-truciuralismo, la dcconstruccion, la teoria eriliea y el ncopragniatis-mo, practicadas ampliamcntc en las universidades norteamcricanas.Con su nuovo giro hacia la singular eoncxi^n entrc pronunciamien-tos (itnico-cullurales y icOrico-aaidiimicos, cl muliieulturalismoanuneia un importantc cambio en las relaciones intergrupales enlos Estados Unidos contcmpor^neos. El fcn6mcm) del multiculiu-ralismo animt^ controversias en las eomunidades erudiias e intclec-tuales enlre sus proponcntes radicales, sus oponcntes tradieionalis-tas y los que esi^n en el mcdio, sobrc la naturaleza de las "guerrasculturales" acluales y las teorias aplicadas en estas. Durante los de-bates, interrogates de gran penetraeit^n —tanto conceptuales eo-mo politicas— sc han elevado accrca de la validez inteleetual de lacritica posimodernisia y la legilimidad de utilizar teorias aeademl-cas para respondcr a las necesidades sociales de las minorias. Hay.sin embargo, preguntas m<1s amplias aeerca de la transformacit'in delas ideas sobre los grupos minoritarios y su relaci6n a la cuHura y laerudiei6n, las euales nombrare en seguida.

Pese a que el conjunlo multicultural actual de aserciones sobree! lugar que ocupan las minorias en la cultura cenlral eonstituye undiscurso que parece scr. para la mayoria de los observadores, im-portantc primordialmcnic en el limbito eultural, tambiil n deberiapereibirse como un problcma de amplio alcancc que afecia inclusi-

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vc conccptos ccntralcs dc Estados Unidos, como un Estado-naci6ny su cstructura poUtica. Dc esta manera podcmos vcr que la cues-ii6n no reside simplemente en entendcr la escncia del estatus eon-temporfineo dc las minorfas, ni siquiera sus lazos con el nuevo ela-borado conjunto de teorfas. El asunto tiene que vcr tambi^n en c6-ino la complcjidad de las luchas multiculturales inspira cambios ennociones coniprcnsiblcs de los fundamentos de la unidad cultural ypolitica dc la sociedad estaclounidense.

En este sentido les pido que piensen acerca dc problemas mdsamplios: las nuevas tensiones entre unidad y separatismo en la so-eiedad norteamerieana y las respucstas a las mismas desde el pensa-micnto politico, social y nios6fico. En otras palabras,- segun pien-SO-, las interrogantes mds significativas giran alrcdedor de la unidadnactonal y la filosofia poliiica.

L;i mayori'a de los norteamerieanos identifica el debate multicul-tural con razit y ctnia. al igual que ct)n dcmandas por reconoeimien-to cultural elevadas por minorfas ^tnicas y sus aliados. Particular-menle beligerantes han sido los negros —o afroamcricanos, comoahora prelieren ser llamados. Pese a que ellos han eneabezado lacruzada, otros grupos se les han unido. Los otros conglomeradosimporiantes son los indigenas americanos (native americans)—an-teriormente llamados indios amerieanos—los chieanos y los m6xi-co-esiadounidcnses, otros hispanoparlantes provcnientes de paisesIaiinoamericanos, y los asioamericanos —llamados antes orientales.Asi, junto eon los negros aparece una concentracirtn de lo que po-dria denominarse "nuevos" grupos 6tnicos. Nuevos por su Ilegadarelativamcnic reciente al pais o nuevos en el sentido de haber desa-rrollado posteriormente umi identidad 6tnica minoritaria. No pro-vienen de origenes europeos directos y son de varios paises "tercer-mundistas" o en vias de desarrollo. Racialmente, son mestizos y ori-ginarios dc lugares donde las poblaeiones predominantes no soncauciisicas.

Un eambio crucial en el car^cter dc la coalici6n de los gruposniinoritarios que se inieit') en la d^cada dc los anos sctenta y culmi-116 en la siguicnie, es la inclusi6n de un tipo totalmente nuevo dcgrupos en la definici^n de las minon'as. Grandes secciones del fren-le multicultural sc h;ni formado tanibi(in por mujcres y honibrcscon una oricniaci6ii tio heterosexual: homoscxuaies (i^oys) y lesbia-nas. Estos grupos que ahora se defincn como minon'as se clasifieanasi por habor sufrido opresit'in, discriminaei6n, victimaci6n, margi-nacion o negllgencia. Los atributos cruciales que explican la fuentcde las eondiciones desfavorables experimentadas por estos grupos

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son, igualmente, raza, color de la piel, g^nero y la preferencia sexualde sus integrantes. El elemento unificador comun de la alianza en-tre las minorias consiste en tales "diferencias" innegables e inmuta-bles, que predeterminan la suerte de cada grupo y sus individuos. Esimportante comprender qu6 tan distinta es esta coalici6n a lo quefue en d6cadas previas. Uno no encontrarii en la alianza multicultu-ralista ninguno de los viejos grupos 6tnicos europeos, que eran elmeollo de cualquier discusi6n sobre la etnia estadounidense a partirde los anos posteriores a la segunda guerra mundial hasta la d^cadade los sesenta. Luego, en ese periodo e! enfoque se centr6 sobreaqu611os que llegaron a Estados Unidos (a finales del siglo XIX yprincipios del XX) del entonces considerado como tereer mundo:Irlanda, Europa del Este y del sur o sea, irlandeses, polacos, ilalia-nos, griegos, judios. Los negros fueron reconocidos como la mino-ria racial m^s importante, misma que por rasgos aparentes se con-virti6 en objeto de discriminaci6n colectiva. Constituyeron la ame-rican dilema, segiin Gunar Myrdal. el soci61ogo sueco. Sin embargo,lo de minoria era una clasificaci6n social indeseable, la cual, segiinel pensamiento liberal dominante de la dpoca, debia haber desapa-recido en un sistema democr^tico correcto.

La filosofia politica mediante la cual los soci61ogos y los cientifi-cos politicos norteamericanos creian que sucederia esto —y que laidentidad colectiva estadounidense iba a sustentar— era el "plura-lismo liberal". El concepio se referia a una ideologia politica unifi-cadora disenada como sistema de competencia controlada entre"grupos de interns", donde ningtin grupo podia exigir o ganar sus-tancialmente m^s que los otros. El concepto tambi^n se aplicaba enla etnicidad, definiendo a los grupos ^tnicos como grupos de internsiguales. De acuerdo con esto, el pluralismo 6tnico era m^s estructu-ral y organizacional que cultural, y expresaba la creencia de que enEstados Unidos la cultura ya desaparecia como una fuerza consoli-dadora de los grupos 6tnicos.

Te6ricamente el concepio de pluralismo trascendia a multiplesgrupos, pero legitimaba divisiones y derechos de minorias s6Io en lamedida que las demandas particulares se politizaban, se canalizabana trav6s de organizaciones y no interrumpian la noci6n de una uni-forme cultura hegem6nica y una identidad politica.

Ya desde finales de los aiios sesenta —cuando los negros con-fronlaron de manera militante la segregaci6n y abrieron una nuevaera de pensar aeerca de las relaciones intergrupales— el pluralismoha sido cuestionado. El movimiento negro signified por vez primera

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en la historia dc Estados Unidos una erupci6n de sentimienlos ra-ciales tjue sc tradujeron en politicas asertivas.

Al enfatizar su historia de esclavitud, discriminaci6n ysufrimien-to, los negros intensificaron la idea de "victimaci6n", la cual supo-nfa demandas de "trato preferencial" (preferential treatment) de ca-tegort'as minoritarias y el nuevo sistema de "acci6n afirmativa" {af-firmative action). A principios de los selcnta, el tnovimiento de lamujer, el tnovimiento por los derechos de los homosexuales, y losmovimientos indio y chicano unieron sus fuerzas. Gradualmente, elpluralismo fue modificado, aceplando un estatus favorable para lasminorias —especiaimente para los negros— dentro del sistema ycompensdndolas de manera afirmativa en lo politico y lo econ6tni-co. Sin embargo, mientras los pluralistas abandonaron la idea de iacompetencia igual de los grupos, el pluralismo continu6 significan-do la politiziiciOn de la lucha de las minorias. Los extremistas ne-gros que eligieron el separatismo cultural, por ejempio, se excluye-ron a si mismos del sistema.

Durante los afios setenta, el sistema pluralista b^sico podia toda-via sustentar lensiones minoritarias debido a la persistencia de unenfoque esencialmente politico del problema de las minorias y de laexpansi6n de una 6lite intelectual-reformista de izquierda liberal,pro minorias. Hubo uti consenso opiimista sobre la integraci6n delas minorias durante los anos setenta, al menos en la supcrficie. Se-gun avanzaban los afios ochenta creci6 el antagonismo de las viejasetnias hlancas tradicionales hacia los afroamericanos en particular,pcro tambi<3n hacia otras minorias y sus partidarios. Creci6 el con-flicto entre los viejos grupos acomodadizos — los hdroes del plura-lismo ortodoxo— y los nuevos grupos agresivos y exigentes. Dentrode una atm6sfera de polarizaci6n que se intensific6 durante losochentas, !a campafia multiculiuralista despeg6, amenazando unavez mds al pluralismo.

La caracteristica principal de la nueva eruzada minorilaria y queha ejercido m^s presiones sobre el pluralismo es el eambio de la lu-cha poHlica a una de tipo cultural. Esta nueva tendencia contradicecl principio fundamental y permanente del pluralismo liberal esta-dounidense: el rechazo a fusionar los ^mhitos cultural y politico. Lalegitimidad tanto de la politizaci6n de la cultura como de la culturi-7zc\6w de la politica, han sido negadas por pluralistas liberates co-mo garantia de una politica moderada y de una sociedad bien cohe-sionada. Sin embargo, las minorias abandonaban cada vez m£is la es-peranza de que el enfoque politico del sistema pluralista mejorariasus comunidades y empezaron a inclinarse hacia una lucha cultural.

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Estas minorfas tendieron a cnfatizar culturalmcnte su identidad,afirmando que la csencia de la identidad 6tnica eran las diferenciasculiurales, ya sea que 6stas dependieran de raza, g6nero o sexuali-dad.

El multiculiuralismo, cenirado en el lugar que deben tener lasminorias dentro del precepto cultural nacional, es resultado directodel concepto de marginaci6n y dominaci^n de las minorias por par-te de los grupos predominantcs. De esta manera. las presiones delos multiculturalistas para que haya m^s representaci6n de la pro-ducciAn cultural minoritaria ^-en todas las 5reas de la erudici6n yde la vida intelectual— implican la reducci6n de lo que los multi-culturalistas llaman el "masculino-blanco-heterosexual-eurocentris-mo", que ha controlado a la sociedad. Segun los multiculturalistas,la curricula y otros preceptos "occidentalizados" han ignorado odistorsionado sus experiencias sociales y expresiones culturales. Porlo tanto, las minorias han sido desposeidas del conocimiento de suspropias historias y de sus raices culturales. Mis aun, a las mayoriasmismas se les ha negado la oportunidad de familiarizarse con cultu-ras minoritarias —esta situaci6n causa que perduren el prejuicio yla discriminacifin.

El argumento de los multiculturalistas es que e! estudio de unaamplia variedad de culturas minoritarias —su historia, su literatura,su folklore— revelar^ la legitimidad de esas culturas, mostrar^ sucontribucirtn a la cultura nacional y les proporcionar^ un estatusigual dentro de ella. (De este espiritu emanan las afirmaciones, porejemplo, de que las civilizaciones indigenas precolombinas en Ame-rica Latina eran tan avanzadas y valiosas como las occidentales; quela narrativa de los esciavos y las tradiciones orales negras son valio-sas, puesto que pueden arrojar luz sobre la historia de la esclavitud,y deberian ser vistas como un componente importante en la tradi-ci6n surena; que las mujeres han realizado contribuciones singula-res a la literatura y a la ciencia; que la cultura politica de los indige-nas americanos es una fuente significativa de la democracia esta-dounidense, junto con el puritanismo y las filosofias politicas euro-peas.) Tales conocimientos, argumentan los multiculturalistas, ilu-minar£i a las mayorfas acerca de la magnitud de los sufrimientos delas minorias, ayudar£i a mejorar la autoestima de estas ultimas, asicomo la imagen que otros tienen de ellas. En el fondo, la explora-ci6n de las culturas minoritarias le mostrar^ a los norteamericanosque su cultura nacional no ha sido exclusivamente occidental, mas-culina o heterosexual, y que sus c^nones dominantes no son supe-riores a otros particulares de las minorias. Una vez logrado el cono-

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cimicnto disiintivo de los grupos minoritarios, el eurocenirismo ra-cista. sexista y homof(')bico ser^ eliminado.

Simuli^neas a los esfuer/os por elevar diferentes culturas a unmismo rango, existen iniciativas de lideres radicales de las minoriaspara impulsar culluras particulares de manera separatista medianteel rechazo toial a ciertos c^nones establecidos. Por ejemplo, que laantigua cultura egipcia considerada como "africana", era central enel mundo cMsico e influyrt especialmente sobre las ciencias griegas;que Jesus era un judio eti'ope negro, de manera tal que los rituales ytextos africanos deban reemplazar a los europeos en iglesias negrasseparadas; y que ia cultura femenina creada en una "esfera separa-da" tendria ventajas sobre las culturas masculinas. De esta manera,la linea enire culturas valoradas de manera igual o superior se vuel-ve borrosa. La preferencia por descubrimientos hechos por las mi-norias de hasta ahora desconocidas, oscuras o dudosas herenciasculturales —desde el punto de vista de las mayorias^ y la inmer-si6n de las minorias en su propia cultura particular, se considera co-mo otra manera de derrotar la dominacidn por parte de los sectoresmayoritarios.

Hs posible que los mensajes multiculturalistas no parezcan tanrevolucionarios a aquellos que reeuerdan afirmaciones similaresdesde fines de los afios sesenta, cuando estudiantes pertenecientes ala nueva izquierda exigian que las universidades se volvieran "rele-vantes" para las minorias. O cuando a trav6s del eslogan Black isbeautiful, por ejemplo, los nacionalislas negros destacaban los mdri-tos de la cultura africana. De manera similar, las feministas ideali-zaban la cultura femenina. La noci6n de estudios negros, 6tnicos yde la mujer en las universidades fue aceptada, justificada en basespoliticas.

Sin embargo, lo novedoso desde los anos ochenta son, primero,algunos prop6sitos muy extremos efectuados por las minorias, co-mo el de disputar la hegemonia a las culturas occidentales, lo cualen algunos casos ha resultado en etnocentrismo o en "minocentris-mo". Segundo, m^s novedoso todavia, es el (Snfasis eultural —es de-cir, la investigacirtn y el andlisis de la vida de las minorias en t6rmi-nos de su experiencia cultural— como guia filos6fiea en las luchasde las minorias, que sustituye a las t^cnicas politicas por las cultura-les para obtener el poder o la influencia. M^s aiin, un nuevo ele-mento crucial que ha distinguido al discurso multiculturalista es lautilizaci6n de un complejo de teorias acad^micas actuates.

Los conceptos analiticos del postestructuralismo, "deconstruc-ci6n" y teoria critiea fueron importados a la academia estadouni-

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dense de Europa durante los anos setentas. Originadas por te6ricosprincipalmente franeeses o provenientes de otros paises del conti-nente —Michel Foueault, Jacques Derrida, Jacques Lacan, JeanBoudrillard, Jean-Francois Layotard, Julia Kristeva, Mikbail Bakh-tin, Hans Georg Gadamer, Jurgen Habermas—, estas teorias han si-do bienvenidas por las universidades Elites de Estados Unidos, don-de han sido rearticuladas por sus acad^micos. Junto con las ideasimporiadas, intelectuales norteamerieanos tales eomo RichardRorty han transformado la filosofla "nativa" del pragmatismo en"neopragmatismo". Las teorias postmodernas ahora las practicannumerosos eruditos en el pais: criticos literarios como Frederick Ja-meson, Edward Said y Barbara Herrnstein Smith; el te6rico del de-reeho Stanley Fish; los especialistas en literatura afroamericanaHenry Louis Gates Jr. y Houston Baker Jr.; el socifilogo StanleyAronowitz; el pedagogo Henry Giroux; los historiadores Joan Scotty Nell Irving Painter; asi como Dominick LaCapra y Hayden White,te6ricos de la historia, por mencionar algunos de los m5s distingui-dos. Sus pensamientos han influido en las humanidades —por enci-ma de todo, en la literatura, pero tambi^n en la historia, la filosofia,la retArica, la pedagogia, el derecho y la sociologia—y ha dominadolos programas de estudios culturales, especialmente los programasde estudios sobre la mujer y el g6nero y las investigaciones sobrenegros que se eneuentran a la vanguardia de la campana multicultu-ral en el mundo acadiSmia).

La vanguardia de la "nueva erudici6n", convertida en fuerza fo-mentadora del multiculturalismo se conoce eon frecuencia como la"academia de la izquierda". Este grupo, conformado prineipalmen-te por hombres y mujeres acad6micos blancos, aunque algunos per-tenecen a minorias 6tnicas y raciales, puede ser identificado comopromotor del "liberalismo de izquierda" desde finales de los ariossesenta. Algunos de ellos empezaron entonces a aplicar las ideaspoliticas de la nueva izquierda en los formatos iniciales de estudiossobre los negros y la mujer. Durante los setenta, esa generacifin deeruditos de la "post-neoizquierda" fue cambiando su posici6n radi-cal tradicional por una interpretaci6n cultural de la politica y la so-ciedad. Los historiadores, por ejemplo, con la fuerte influencia delos historiadores britinico y norteamericano, respectivamente, E.P.Thompson y Herbert Guttman, y el antrop61ogo Clifford Geertz,destacaron el rol de la cultura en wmunidades minoritarias y "en-claves".

Desde mediados de los anos ochenta los acad^micos radicales sehan convertido ostensiblemente en postmodernistas. Postmodernis-

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tas, por su rechazo a los supucsios epistemol6gicos bSsicos que hanestado en la base del modernismo y estructuralismo. Las teoriasmodernistas del conocimiento se han caracterizado por la confianzaen la posibiiidad de alcanzar el conocimiento verdadcro a trav6s deteorias empiricas. Creyente en la sociedad ordenada y las cienciasordenadas, en la raz6n y los significados ultimos del lenguaje, elmodernismo asumi6 la existencia de un acuerdo comun sobre signi-ficados fijos dc los discursos culturales. M^s aun, los crfticos moder-nistas han afirmado el valor superior y universal del aprendizajecMsico y los c^nones europeos. Para estos ultimos, aqu61los cons-truyeron una fuerza consolidada que garantiza el progreso, promue-ve el humanismo y salvaguarda la democracia occidental. Sin em-bargo, sostienen que la eultura y las humanidades son inde-pendientes de la polftica porque no retlejan m^s que los signiflca-dos artisticos o te6rieos.

La nueva generaci6n de criticos refleja desilusi6n con tal huma-nismo. Sus miembros han estado confrontando una sociedad com-pleja y divcrsa, ia cual motiva su atracci6n hacia las condiciones ir6-nicas, las ambigtiedades y las paradojas de la vida. Su postmodernis-mo se expresa mediante el examcn de manera innovadora, de las re-laciones ambiguas cntre fen6mcnos multiples de una soeiedad con-flictiva. Asi, el mensaje comun de todas las teorias criticas postmo-dcrnistas han sido que no hay una verdad ultima a nuestro alcance,porque no hay fuentes epistemol6gicas finales. Las artes y las hu-manidades en particular tienen que lidiar con contingencias, estoes, con fen6menos no sistem^ticos en forma de condiciones socialesy politicas que rodean cualquier investigaci6n o creaci6n en losmundos literarios, intelectuales y artisticos, e interfieren y desbara-tan toda posibiiidad de formular teorias independientemente verifi-cablcs. Todos los trabajos crealivos y discursos intelectuales se es-tructuran social y polfticamente. No tienen significados ultimosdesligados de la sociedad y el poder que les dieron forma.

El proyecto principal de los postmodernistas es entender el roldel poder en la sociedad y sus efectos en todos los productos cultu-rales. Dado que las contingencias impactan tanto al creador comoal receptor, no hay forma de Iograr una interpretaci6n de estos pro-ductos sobre la cual convengan todos. Los significados de los textosescritos e igualmente de cualquier tipo de discurso y artefacto de-penden de multiples contextos de poder que determinan valores,experiencias y actitudes. Incluso el autor o creador mismo no tieneautoridad sobre el significado de su propio texto o artefacto. A tra-v6s del proceso de busqueda por significados, en el cual hay "trans-

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ferencia" entre textos e int^rpretes, los creadores pierden su propiopoder de "voz autoral". La interpretaci6n no puede referirse a labusqueda de las intenciones del autor, sino al descubrimiento de losmliltiples significados que est^n sujetos a constelaciones complejasde poder y de la "politica de la interpretad6n". Asi, la t^cnica o elm6todo de la "deconstrucci6n" b^sicamente significa la lectura cui-dadosa de textos y discursos, de forma tal que revele las relacionesescondidas de poder que proclujeron tales discursos y exponerloscomo produclos con signifieados conflictivos, complejos, no obvios.En suma, el desmitifiear a la cultura, el mostrar que no hay distin-ciones objetivas en los discursos entre verdad e ideologia, heehos yopiniones, represeniaci6n e interpretaci6n, se ha convertido en elproyecto del criiico postmodernista.

Dado que el entender los diseursos se basa en las distinciones devalores, experiencias y poder, tal entendimiento es relativo y dife-rencial. Asi, los postmodernistas desarrollaron el concepto de "dife-rencias", "el otro" o "la otredad", que expresan la idea de la existen-cia de distineiones al crear e interpretar culturas. Los postmoder-nistas construyeron identidades que definen a "los otros", es decirlas minorias, basadas en diferencias de color, raza, g^nero y sexuali-dad. En t^rminos absolutos, estas diferencias existen solamente co-mo distinciones biol6gicas. Sin embargo, en tanto diferencias socia-les y culturales, para que sean significativas requieren necesaria-mente de interpretaciones de la sociedad que las construye. Asi, elg6nero o la raza por si mismos no crean inequidades objetivas men-tales, intelectuales, conductuales; empero, los contextos culturalesproducen valores cuyo poder produce percepciones desiguales dediferencias que historizan estas categorias b^sicas y les hacen que sevuelvan cruciales.

Las nuevas nociones acerca de la verdad y del an^tisis critieo delas diferencias fortalecen las afirmaciones de los multiculturalistasacerca de que los c^nones occidentales-blancos-masculinos-hetero-sexuales earecen de valor objetivo sobre las varias eulturas minori-tarias, y que 6stas ultimas han sido distorsionadas, mal interpreta-das o totalmente ignoradas por la corriente principal. Para los de-fensores del multiculturalismo, el critieo puede ofrecer un an^Iisisrevelador de las formas en que las difereneias se tornan importan-tes, de las formas en las cuales estas diferencias influyen en la expe-riencia de los grupos minoritarios y las formas mediante las cualesayudan a crear estereotipos minoritarios. Asi, la critica postmoder-nista propone que a trav6s del diagn6stico de la cultura el criiico

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puede desafiar el poder hegemAnico en la sociedad y deshacer ideo-iogias establecidas.

La erudici6n postmoUernista tambi^n ofrcce rcscatar cuiiurasminoritarias y promover subestatus mediante su estudio y la exalta-ci6n de sus valores, no meramente para la sociedad mayoritaria, si-no tambi(5n para las propias minorias. La idea es subrayar ias cultu-ras particulares que sean precisamente diferentes de la cultura pre-dominante y desarroUar leorias cn'ticas inirinseeas a esas eulturas,en vez de imitar las teorias dominanles. Los multiculturalistas insis-ten en que se explore y se aplique la teoria no solamente en eulturasminoritarias "altas", sino tambi^n en eulturas vern^culas y popula-res como objetos de conocimiento, pese a que el canon tradicionalexcluye tales objetos por ilegitimos. Quienes abogan por un estudiode las eulturas particularistas prometen que al explorarlas comodiscursos de "los otros", tales eulturas pueden rechazar la universa-lidad y redefinirse suhjetivamente como diferentes de y no similaresa las mayorias.

El multiculturalismo y sus leorias eiertamente han alentado elparticularismo cultural. Asi, desde finales de los aiios ochentas, elpluralismo liberal parece ya no ser capaz de proveer Kneas a seguiren una sociedad agitada por divisiones que est^n intensificindose ypor teorias que niegan su validez b^sica. Las minorias y sus defenso-res rechazan el ideal original del pluralismo, mientras que sus crfti-cos son incapaces de resiaurarlo. La identidad nacional americanase sacude en la medida que grupos minoritarios desafian su orienta-ci6n cultural iradicionai. Estos grupos cuestionan su inclusi6n en elcoleclivo nacional y los scparatistas llegan al exiremo de dudarprdcticamente de la conveniencia de una unidaU nacional. Lo quefalta en este momenio de iransici6n —algunos lo llaman de crisis—son conceptos fundamentales alternativos de la filosofia politicaque reempiacen las nociones tradicionales de pluraiismo. comuni-dad y nacionalidad. Los conceptos que surjan asi Ueber^n lener re-levancia para la 6poca posimoderna de las identidades "posl6tni-cas" y legitimarse por una mayoria de cada grupo. En el fondo, losnuevos conceptos alternativos deberian redefinir la nociciin de mem-bresia en la University of California en Irvine, verano de 1991, y enel Coloquio Internacional sobre Religiones e Identidades, Universi-dad de Guadalajara, junio de 1992.

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Traducci6n de Servando Orloll

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