D O S S I E R

V I E R N E S 3 D E J U N I O D E L 2 0 1 1

El silencio y la mentira de la candidata Keiko Fujimori, durante el debate presidencial, obligó a retomar

el caso de las esterilizaciones forzosas, nefasta política de gobierno

practicada durante el fujimorismo.

Historia de un crimen

aún impune

esterilizaciones forzadas >>>

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CONTRA TODA VOLUNTAD

PERVERSO PLAN. En 1996, después de su primera reelección, Fujimori emprendió un plan de control de natalidad cuyas víctimas fueron mujeres campesinas andinas.

Keiko Fujimori afirmó durante el debate electoral que la esterilización masiva es un caso solucionado y cerrado, pero aquí publicamos las pruebas que demuestran que se trata de un crimen impune.

CRIMEN. ALBERTO FUJIMORI USÓ A MILITARES Y POLICÍAS PARA ESTERILIZAR EN TODO EL PAÍS

“En el Perú usan regalos como carnada para esteri-lizar mujeres”, tituló uno de los mejores periódicos del mundo, The New York Times, el 15 de febrero de 1998, al informar sobre el programa de planifica-ción familiar para reducir la pobreza que implantó el régimen de Alberto Fujimori. El reportaje de in-vestigación de Calvin Sims arrancaba con demole-dores testimonios. “Para Magna Morales y Bernar-dina Alva, mujeres campesinas de los Andes quienes apenas se permiten el lujo de alimentar a sus fami-

lias, resultó tentadora una propuesta difícil de re-chazar. Poco antes de Navidad, empleados estatales de salud les prometieron obsequiarles alimento y vestido a cambio de un procedimiento de esteriliza-ción denominado ligadura de trompas. La señora Alva, de 26 años, quien recibió de regalo dos vestidos para su hija y una camiseta para su hijo, reaccionó bien a la operación. Pero la señora Morales, de 34 años, murió por las complicaciones derivadas de la cirugía, diez días después que se la practicaron, de-jando a tres hijos en manos de un solitario padre. Magna Morales no quedó lo suficientemente bien como para recoger los regalos prometido, y a su fa-milia le han dicho que no podrá demandar al go-bierno porque ella aceptó la ligadura”.

Cada vez que la prensa nacional o extranjera recogía los testimonios de mujeres afectadas por la esterilización, y se aportaban evidencias de que se trataba de un estrategia compulsiva y bajo enga-ños, Fujimori salía a desmentir a los medios de co-municación independientes. Negaba lo evidente.

Cuatro oficios del 21 de marzo, el 14 de mayo,

el 10 de julio y el seis de agosto de 1997, remitidos por el entonces ministro de Salud, Marino Costa Bauer, al presidente Alberto Fujimori, prueban que el ex mandatario seguía personalmente los resultados de la esterilización masiva de mujeres y que reclamaba que se cumpliera con el objetivo establecido.

El 21 de marzo, Marino Costa se disculpó con Fujimori por no haber alcanzado la meta acordada, “pero esperamos a partir del mes de abril un pro-ceso de recuperación con mira a los objetivos que han sido establecidos para el año 1997”, escribió el ex ministro que ahora forma parte del equipo téc-nico de la candidata Keiko Fujimori. El 14 de mayo, Costa informó a Fujimori: “Como puede apreciar, para el mes de abril se observa ya un incremento a 8.693 intervenciones (...), esperamos en el curso de los próximos dos meses situarnos en un promedio mensual de aproximadamente 12.500 intervencio-nes hasta el fin de año”.

Para Fujimori la esterilización se convirtió en un tema obsesivo, por lo que autorizó la participa-

Datos

150 milesterilizaciones al año fijó el régimen de Alberto Fuji-mori a partir de 1997.

12.500intervenciones por mes, especial-mente de mujeres campesinas y analfabetas.

416fue el promedio de intervenciones quirúrgicas por día que se acordó como meta.

17ligaduras de trom-pa por hora se hi-cieron desde 1997 por imposición del gobierno de Fuji-mori.

Por Ángel Páez◗

2 D O S S I E R esterilizaciones forzadas >>> La República Viernes 3/6/2011

ARCHIVO. LA REPÚBLICA

>>>6.8.1997Marino Costa reporta a Alberto Fujimori que se alcanzó el 43% de un total de 150 mil esterilizaciones, meta establecida para ese año.

LOS REPORTES A FUJIMORI

>>>21.3.1997

<<<14.5.1997

CÓMPLICES. Izquierda, Alejandro Aguinaga, al centro, Marino Costa Bauer, a la derecha, Eduardo Yong Motta, ex ministros de Salud implicados en la esterilización.

Marino Costa, que hoy forma parte del equipo técnico de Keiko Fujimori, da cuenta al entonces presidente Fujimori sobre el avance del programa compulsivo de esterilización de mujeres.

Con inocultable entusiasmo, Costa comunica a Fujimori que se ha alcanzado un promedio de 12 mil 500 esterilizaciones mensuales, lo que aproxima al objetivo fijado por el régimen.

>>>10.7.1997La mejor prueba de que el programa de planificación de Fujimori era compulsivo lo demuestra este documento, en el que Costa informa que resulta un éxito la intervención de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en el programa de esterilización.

ción de los institutos militares y policiales para apoyar a los trabajadores de salud con la finalidad de alcanzar la meta. Virtualmente la esterilización se militarizó. El 10 de julio, informó Marino Costa a Fujimori: “Empieza a mostrarse a partir de junio un incremento en la producción de las Fuerzas Ar-madas y Policiales (...) como consecuencia de la per-manente coordinación con estas instituciones”.

Luego, el seis de agosto de 1997, Costa dio cuen-ta de los resultados del mes de julio: “Como podrá usted apreciar, por los primeros siete meses del año se ha alcanzado un acumulado total de 64.831 AQV (Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria), lo cual nos sitúa en el 43% de la meta fijada en

150.000 para el año 1997”. Para alcanzar las metas fijadas por Fujimori, los

trabajadores de salud embaucaban a las mujeres pobres ofreciéndoles prebendas a cambio de este-rilizarse, como describe el periodista del The New York Yimes, y en otros casos lo hacían con engaños o forzadamente, con el respaldo de fuerzas milita-res y policiales. Si nos atenemos a las cifras del pro-pio ex ministro Marino Costa, en el año 1997 se proyectó aplicar 12 mil 500 ligaduras de trompas mensuales, o sea 410 operaciones al día o, más pre-cisamente, 17 intervenciones cada hora. Esto expli-ca por qué la esterilización masiva de mujeres fue una política compulsiva.

Precisamente, en 1997, año en el que Marino Costa escribió sus entusiastas informes a Fujimori sobre el avance de la esterilización, la Defensoría del Pueblo lanzó un primer reporte dando cuenta de las víctimas mortales derivadas de la aplicación “más compulsiva que programática” del AQV. En el 2002, la Defensoría del Pueblo publicó un nuevo informe, esta vez con un balance devastador sobre el programa fujimorista de planificación familiar (1996-2000), a partir de 157 casos documentados. La mayor parte de víctimas no fueron informadas del AQV y de sus consecuencias, o eran analfabetas y quechuahablantes y no entendían lo que se les decía. Es un crimen que merece castigo.

3D O S S I E Resterilizaciones forzadas >>>La RepúblicaViernes 3/6/2011

“TENÍAMOS QUE CUMPLIR CON NUESTRAS FUNCIONES”

JEFE DE SALUD DE HUARMACA, PIURA

Walter Ortiz Farro.El distrito de Huarmaca, provincia de Huancabam-ba del departamento de Piura, sigue aún en extre-ma pobreza y fue una de las ciudades –en el go-bierno fujimorista– donde mayormente las muje-res fueron esterilizadas con engaños por el perso-nal técnico en enfermería.

Alcides Obesio Lázaro, jefe del centro salud de Huarmaca I, reveló ser uno de los tres médicos que se encargaron de esterilizar a más de 300 mu-jeres de los de 183 caseríos que cuenta dicho dis-trito. Las intervenciones quirúrgicas se realizaron a fines de 1996 y culminaron en 1997.

El médico confirmó que cada trabajador de la posta médica tenía que “convencer” a su pobla-ción para que las mujeres puedan ser ligadas y no engendrar más hijos. “Si la mujer tenía muchos hi-jos había un método quirúrgico que era perma-nente y podían acceder a ello. Lamentablemente el nivel cultural era bajo y las mujeres no sabían en realidad lo que les estaban haciendo”, agregó.

Indicó que los técnicos en enfermería eran con-tratados y estaban subyugados a estar en una evaluación permanente, alegando que si estaban capacitados a captar a las mujeres no los despe-dían de sus centros de labores. “Tomaban repre-salias con ellos, se iban a evaluación cada seis me-ses, los técnicos se desesperaban por captar un mayor número de mujeres porque recibían incen-tivos”, anotó.

Agregó que era difícil evaluar si el paciente ha-bía entendido perfectamente de lo que le iban a practicar quirúrgicamente, y también que los téc-nicos no les informaban completamente de lo que se trataba.

“El gobierno cometió un error al lanzar ese pro-grama, nosotros teníamos que cumplir con nues-tras funciones porque la orden venía del Programa Salud Básica Para Todos”, detalló.

Se formó un grupo éli-te con 25 técnicos que captaban gente. Ha-bía mujeres que eran llevadas a ser opera-das a Piura. Las histo-rias se las llevaron a la misma ciudad y ahora no sabemos si en rea-lidad existen”.

Alcides Obesio L.JEFE DEL CENTRO DE

SALUD HUARMACA I

SISTEMÁTICO. En Huarmaca, Piura, la esterilización forzosa fue masiva.

Demetria Molina Huillca CAMPESINA DE ANTA, CUSCO

A Demetria Molina Huillca le destrozaron la vida a los 25 años, tres días después de haber dado a luz a su cuarta hija. Fue un 20 de mayo, hace 14 años. Ese día una ambulancia la recogió y la enfermera les dijo a ella y a su esposo que era necesario que reciba tratamiento después del parto. Jamás imaginó que iba a ser esterili-zada. “Me recogieron por la mañana y me lleva-ron hasta el hospital Izcuchaca, donde esperé varias horas para entrar en una camilla a un cuartito, sala de operaciones creo que se llama-ba. La enfermera me decía que era por mi bien y que era por órdenes del Chino (Alberto) Fuji-mori. Me pusieron anestesia, y no recuerdo más”, cuenta. Tras la intervención, vivió tran-quila un par de meses. El tercer mes llegó con náuseas, ardor de pie, dolores de vientre y ca-beza. “Nunca más mi vida volvió a ser la misma. Fujimori me desgració la vida”, concluyó.

VÍCTIMAS DE UNA POLÍTICA DE ESTADORESPONSABILIDADES. FUJIMORISMO TRATA DE CULPAR A MÉDICOS. TESTIMONIOS LO DESMIENTEN

“Nunca más mi vida fue la misma”

Felipa Cusi CóndorCAMPESINA DE ANTA, CUSCO

Felipa Cusi Cóndor es otra de las víctimas de la esterilización. No recuerda con precisión cuán-do dejó de ser ‘mujer’. “Me llevaron con enga-ños. Me dijeron que nos iban a dar ayuda y víve-res toda la vida y estudio para mis hijos. Pero cuando me botaron del hospital y me llevaron a mi casa no ha habido nada. Ya no era una mujer para mi esposo, porque no podía tener hijos”, explica Felipa. Recordar ese día le causa tanto dolor que no puede contener el llanto. Abando-na la conversación por unos segundos para re-cuperar la calma. Hace el ademán que espanta a los cerdos que invaden su cocina. Se limpia las lágrimas y continúa: “Ahora niegan que nos desgraciaron y la hija de Fujimori quiere ser presidenta. Yo quisiera decirles a todos que no voten por esa hija (Keiko), porque se podría vengar de las mujeres que hemos denunciado por el daño que nos hicieron”.

“Me dijeron que nos iban a dar ayuda y víveres toda la vida”

Paola Huamán MollohuancaCAMPESINA DE ANTA, CUSCO

Paola Huamán Mollohuanca es otra víctima de las esterilizaciones. Sus días las pasa esperan-do la muerte. “Ahora mi esposo se aburre de mí, está molesto. Yo no como, apenas tomo un mate (agua hervida) para todo el día. Pienso que voy a morirme pronto, para qué vivir así”, confiesa con resignación. A ella le preocupa más sus amigas, otras mujeres como ella. “Es-tán cada vez más flacas como yo, ojalá no se en-fermen como Sabina (Huillca Cóndor) por cul-pa de Fujimori. Yo tengo miedo a morir”, confie-sa. Sabina es una hija de Huayllaccocha tam-bién esterilizada. Hace un mes fue trasladada a Lima para operarse de cáncer a los ovarios. Se-gún cuenta Paola, todas las mujeres esteriliza-das tienen miedo del retorno del fujimorismo al gobierno. “Es que en esos años nos engañaron y nos mataron sin misericordia. Creo que ahora nos harían peores cosas”.

“Por culpa de Fujimori, yo tengo miedo a morir”

Sra. Inma Sosa QuiñónezPOBLADORA DE HUARMACA, PIURA

Inma Sosa Quiñones, de 40 años de edad, fue una de las mujeres esterilizadas en el centro de salud de Huarmaca. Señaló que luego de que los médicos la operaron sufrió una fuerte infec-ción de dos semanas, al margen de que casi pierde la vida. “A mi esposo lo convencieron para que me ligara, yo no quería hacerlo porque había perdido dos hijos y quería tener más. Los técnicos prácticamente obligaron a mi pareja para que me esterilizara, por lo que decidí ha-cerlo”, contó. La madre de familia dijo que ella no fue operada por los médicos de dicho centro de salud, sino por el personal técnico. “La heri-da se me infectó, me fui a la posta con mi espo-so y los médicos no querían hacer nada, le dije a mi esposo que me sacara de ese lugar y los mé-dicos no me querían dar de alta, incluso dijeron que si salía de allí, no era su responsabilidad”, reveló Sosa Quiñónez.

“A mi esposo lo convencieron para que me ligaran”

El tema de las esterilizaciones forzosas aparece en la campaña electoral luego de que la candidata de Fuerza 2011 negara que estos se hayan producido durante el gobierno de su padre Alberto Fujimori, tal como lo denunciaran las víctimas, y además declarara que el caso estaba cerrado. Indignados, quienes sufrieron esa terrible política de planificación familiar pidieron la palabra y no tuvieron problemas en volver a relatar sus pesadillas con tal de que se haga justicia. La República acudió a dos pueblos de los Andes peruanos para recoger esos testimonios y, a través de ellos, recordar que aún no se ha sancionado a los responsables de tan nefasta práctica de planificación familiar aplicada en los sectores más desprotegidos de la sociedad peruana.

El caso ya fue archivado”, dijo

durante el debate del domingo

29 de mayo la candidata de

Fuerza 2011, Keiko Fujimori. Según ella, no

había nada más que investigar sobre las

esterilizaciones a las que fueron sometidas 314

mil mujeres, en particular andinas, campesinas

y analfabetas, y que fue archivado por la

Fiscalía. Pretendía defender a los miembros de

su equipo técnico, los ex ministros de Salud

Alejandro Aguinaga y Marino Costa.

Otros testimonios vivos

>>>www.larepublica.pe/esterilizaciones-forzadas/

Este documental fue realizado por el Comité de América Latina y el Caribe para la defensa de los derechos de la mujer (Cladem) en 1999 y fue dirigido por César Cárdenas, de la organización TV Cultura. Forma parte de un especial preparado por la edición digital del diario La República.

>www.youtube.com/watch?v=44MQQ5q4uPI

Bajo la denominación ‘Esterilizaciones forzadas go-bierno de Fujimori 1990-2000’, este video correspon-de a un estudio sobre ética y ciudadanía de la profeso-ra Isabel Fernández Rivas Plata. Fue realizado en el año 2008 y toma como base investigaciones de dife-rentes medios, con ayuda de Rocío del Pilar Vásquez Páucar, y la edición de Producciones Marcell.

>>>www.youtube.com/watch?v=a0xrSTJhH6E&feature=related

Reportaje realizado por el programa periodístico de América TV Cuarto Poder, que recoge testimonios tanto de quienes fueron víctimas de esterilizaciones forzosas durante el gobierno de Alberto Fujimori, como de los que investigaron las denuncias al respecto.

MIGUEL GUTIÉRREZ. LA REPÚBLICA

MIGUEL GUTIÉRREZ. LA REPÚBLICA

MIGUEL GUTIÉRREZ. LA REPÚBLICA

ALAN GALLARDO. LA REPÚBLICA

ALAN GALLARDO. LA REPÚBLICA

4 D O S S I E R esterilizaciones forzadas >>> La Rep 5D O S S I E RViernes 3/6/2011pública

AÚN ES TIEMPO DE ENCONTRAR JUSTICIA

Datos

AUGE. El programa de esterilizaciones, a tra-vés de las ligaduras y vasectomías, tuvo su auge en los años 1996 y 1997.

INSPECTORÍA. En el periodo 1996-2000, la política de planificación familiar aplicada por el sector Salud (...) fue di-reccionada hacia la es-terilización, contravi-niendo el derecho del poblador a la libre elec-ción del método de su preferencia, concluyó una investigación de Inspectoría del Ministe-rio de Salud.

MIEMBROS. La Defen-soría del Pueblo recogió 773 quejas relaciona-das con el programa de AQV, entre junio de 1999 u setiembre del 2002, pese a que mu-chas de las víctimas fueron amenazadas para no denunciar nada.

APRIETOS. El 2011, como candidato a vicepresidente, Rafael Rey ha debido olvidar cuestionamientos a Fujimori.

El Estado se comprometió ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a investigar y sancionar a los responsables de las esterilizaciones forzadas, lo que ahora se resiste a cumplir.

DELITO. LA FISCALÍA CONSIDERA QUE SON HECHOS AISLADOS QUE HAN PRESCRITO

Al no encontrar justicia en el país, las víctimas de las esterilizaciones forzadas se vieron obligadas a acudir a los tribunales internacionales para obli-gar al Estado peruano a investigar lo que venía su-cediendo en el programa de Anticoncepción Qui-rúrgica Voluntaria (AQV).

Así, el 15 de junio de 1999, la organización no gubernamental Estudio para la Defensa de la Mu-jer (Demus), el Comité de América Latina y el Cari-be para la Defensa de los Derechos Humanos de la Mujer (Cladem) y la Asociación Pro Derechos Hu-manos (Aprodeh) denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que

la señora María Mamérita Mestanza Chávez fue sometida de manera forzada a un procedimiento quirúrgico de esterilización, que finalmente oca-sionó su muerte.

La denuncia precisaba que “Mamérita Mestan-za representa uno más entre un número significa-tivo de casos de mujeres afectadas por la aplicación de una política gubernamental de carácter masivo, compulsivo y sistemático que enfatizó la esterili-zación como método para modificar rápidamente el comportamiento reproductivo de la población, especialmente de mujeres pobres, indígenas y de zonas rurales”.

Entre noviembre de 1996 y noviembre de 1998, la Defensoría del Pueblo y Cladem lograron docu-mentar 243 casos de aplicación compulsiva de la anticoncepción quirúrgica en el Perú. Con el paso de los años, los organismos de derechos humanos han podido documentar 2.067 casos de mujeres que perdieron la vida o quedaron con graves lesio-nes producto de las esterilizaciones forzadas lleva-das a cabo por el gobierno de Alberto Fujimori.

Mamérita Mestanza era una mujer campesina de 33 años de edad y madre de 7 hijos, que fue ob-jeto de acoso desde 1996 por parte del centro de sa-lud La Encañada, Cajamarca, para que se esterili-zara. A ella y a su esposo, Jacinto Salazar Suárez, les dijeron que serían llevados a la cárcel si no se esterilizaba porque ya tenía más de cinco hijos.

Ante tanta presión, el 27 de marzo de 1998, la señora Mestanza se sometió a la esterilización en el Hospital Regional de Cajamarca, sin ningún exa-men médico previo. Al día siguiente le dieron de alta pese a que presentaba vómitos e intensos dolo-res de cabeza que, le dijeron, eran producto de la anestesia.

El 5 de abril de 1998, la señora Mestanza Chávez falleció en su casa sin recibir atención médica, de-bido a una “sepsis” como causa directa y bloqueo tubárico bilateral como causa antecedente.

Recién dos días después de su muerte, un grupo de médicos de Cajamarca llegó a su casa en La En-cañada con el afán de ocultar todo. Uno de los mé-dicos llevó a Jacinto Salazar al centro médico y ahí le entregaron 850 nuevos soles (unos 270 dólares) y le advirtieron que no cuente lo ocurrido a la po-licía. Pese a las amenazas, el 15 de abril de 1998, Sa-lazar acudió a la Fiscalía, que después de dos meses archivó todo.

DENUNCIA. Comisión presidida por Róger Chávez responsabilizó a Fujimori.

ARCHIVO. LA REPÚBLICA ARCHIVO. LA REPÚBLICA

Por César Romero◗

6 D O S S I E R esterilizaciones forzadas >>> La República Viernes 3/6/2011

VERÓNICA CALDERÓN. LA REPÚBLICA

Testimonio

ALCALDE DE VALLE DEL TAMBO*

“Vino un representante de la Nippon Foundation junto con un representante del Ministerio de Salud y me dijeron que si dejaba ingresar a las brigadas de salud, entonces ellos me instalarían un hospital moderno para la atención de mi gente... el proyecto japonés quedó en dar el dinero y hacer el hospital, pero no hizo nada y, ya ves, tenemos aparatos que no funcionan. Porque con mis regidores les dije que vayan trayendo algo para poderles creer y me trajeron estas máquinas que no sirven, ellos nos mintieron... cuando no dijeron que estas eran castraciones... pero ya a muchos se las habían hecho, la mayoría de autoridades pensando que era verdad que nos harían, los japoneses, el hospital y además pensando que es cierto que después de 10 años nos desamarraban, Antúnez, un regidor, le preguntó a uno de los médicos que nos daba charla si era cierto, y el médico nos dijo a todos que sí. ¡Qué voy a saber yo que el médico nos estaba mintiendo!

*Testimonio recogido por la Comisión Especial del MINSA

Los médicosnos mintieron

LOS REPORTES A FUJIMORI<<<MilitarLa Casa Militar de Palacio de Gobierno apoyó con medicinas y equipos quirúrgicos al programa de esterilizaciones del gobierno fujimorista.

>>>ComisiónLa subcomisión investigadora del Congreso probó la entrega de incentivos para captar pacientes y entrega de víveres a las personas sometidas a esterilización.

<<<PresionesLos funcionarios que expusieron a la prensa los documentos en los que se establecía premios para captar pacientes para AQV fueron objeto de seguimiento y denuncias, a la vez que se negaban los hechos, como lo muestra un informe del Ministerio de Salud.

unido en dos ocasiones, en Ancón y Paracas, con funcionarios de Salud para impulsar la aplicación del Programa de Anticoncepción Quirúrgica Vo-luntaria, y cada mes recibía información detallada del número de ligaduras de trompa y vasectomías realizadas.

“Cuando se hacían reuniones de coordinadores de planificación familiar que había en cada depar-tamento, siempre había un discurso político que en algunas ocasiones creo que lo dio el presidente y en otras el doctor (Eduardo) Yong-Motta, diciendo que el gobierno veía como prioritario este tema y que había que avanzar y cumplir metas”, declaró Carlos Aramburú López de Romaña, ex presidente del Consejo Nacional de Población.

“Como usted podrá apreciar, por los primeros siete meses del año se ha alcanzado un acumula-do total de 64.831 AQV, lo cual nos sitúa en el 43% de la meta fijada en 150.000 para el año 1997”, es-cribió el ex ministro de salud Marino Costa Bauer en el oficio SA-DM-N° 0818/97, que el 6 de agosto de 1997 remitió al entonces presidente Alberto Fujimori.

Incluso desde la Casa Militar de Palacio de Go-bierno se enviaba medicinas y equipos a las postas médicas para atender al programa de esterilizacio-nes. “Poner en vuestro conocimiento que las Sub Regiones de Salud del Cusco y Moquegua han pre-sentado la solicitud de apoyo con materiales médi-cos para apoyar el desarrollo del Programa de Pla-nificación Familiar de los Establecimientos de Salud de sus respectivas jurisdicciones, según los anexos 01 y 02 que adjunto al presente”, le indicó el ex mi-nistro Costa Bauer al general de brigada Nazario Mercado, jefe de la Casa Militar del Presidente de la República.

En junio del 2002, la Subcomisión Investigadora acordó denunciar al ex presidente Alberto Fujimori, pero en marzo, el Congreso de la República, presidi-do por Luis Gonzales Posada, archivó el caso. En tan-to, una nueva investigación iniciada por el fiscal Jaime Schwartz Azpur concluyó el 2009 diciendo que las muertes a causa del AQV fueron delito de ho-micidio por negligencia, el mismo que ha prescrito dado el tiempo transcurrido; y, además, que la este-rilización forzada no está contemplada como delito de lesa humanidad en el Código Penal. Las víctimas de las esterilizaciones siguen esperando justicia has-ta hoy.

VICEMINISTRO. El hoy congresista Alejandro Aguinaga Recuenco se desempeñó como viceministro de Salud durante todo el periodo de las esterilizaciones forzadas.

Con el regreso de la democracia y un nuevo go-bierno, en el 2003 el Estado peruano aceptó que se afectaron los derechos humanos de Mamérita Mes-tanza y se comprometió a investigar y sancionar a los responsables de este caso y otras 2.067 denuncias recibidas hasta ese momento.

Paralelamente, el 2002 una subcomisión inves-tigadora del Congreso investigó y recogió una serie de testimonios y documentos que establecieron que las esterilizaciones fueron parte de un objetivo político para reducir la pobreza, limitando el na-cimiento en familias consideradas pobres.

El ex presidente Alberto Fujimori se había re-

7D O S S I E Resterilizaciones forzadas >>>La RepúblicaViernes 3/6/2011

ACUSACIÓN. El Estado peruano quiso dar por terminado el caso ante la CIDH, en 2010, pero fue rechazado.

LUIS ENRIQUE SALDAÑA. LA REPÚBLICA

Director: Gustavo Mohme Seminario Subdirector: Carlos Castro Redacción y edición: Ángel Páez, Juan Álvarez, César Romero, María Elena Hidalgo Diagramación: Ricardo Cervera Infografías: Rocío Medina Fotografía: Arturo Pérez Retoque Digital: Víctor Becerra Corrección: Ángel Padilla, M.F. Gamarra, Walther Ramos

8 D O S S I E R esterilizaciones forzadas >>> La República Viernes 3/6/2011

DEFENSA. MARÍA ISABEL SEDANO, ABOGADA DE LAS VÍCTIMAS DE LA ESTERILIZACIÓN

“DECIR QUE EL CASO ESTÁ ARCHIVADO ES UNA VERDADERA MALDAD”La organización no gubernamental Demus es una de las que llevó el caso hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ante la que el Estado peruano se comprometió a investigar el caso y sancionar a los culpables, en el 2003, pero desde entonces no se ha avanzado nada. Responde María Isabel Sedano, de Demus.

María Elena Hidalgo. La República.¿Hubo una política de esterilización forzada en

el gobierno de Alberto Fujimori?Desde el primer gobierno de Fujimori su polí-

tica de lucha contra la pobreza tenía como base po-líticas de control de la natalidad mediante políticas de control demográfi co para que no nacieran más hombres y mujeres pobres. Esto se hacía para que los hombres y mujeres pobres no tuvieran más hi-jos pobres.

¿Qué pruebas existen de que las esterilizaciones fueron forzadas y no voluntarias?

Al gobierno de Fujimori no le importó si había o no consentimiento de las mujeres, de lo contrario tendríamos aproximadamente 200 mil historias clínicas donde se informa por escrito que las que se sometieron al AQV recibieron información comple-ta y oportuna. Pero esas historias no existen.

¿Cómo se conocieron los casos de esterilizacio-nes forzadas?

Cuando los casos comenzaron a reportarse en Lima y las organizaciones feministas optamos por denunciar los hechos ante el Ministerio Público. El caso más importante fue el de María Mestanza, mu-jer engañada a quien le dijeron que el Estado obli-gaba a las mujeres con más de cinco hijos a ser este-rilizada, caso contrario sería sancionada. Nosotros denunciamos el caso Mestanza ante la Fiscalía de Cajamarca, pero fue archivado. Por eso nos dirigi-mos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en el 2003 ordenó al Estado indemnizar a la familia de Mestanza. Y esto se dio porque el Estado reconoció su culpa mediante un acuerdo de solución amistosa con la CIDH.

¿El Estado peruano reconoció plenamente su responsabilidad?

Claro, no fue un problema de médicos, obste-tras y enfermeros. Había una política gubernamen-tal. Los médicos, obstetras y enfermeros tenían una orden, metas que cumplir, así como incentivos y sanciones.

Pero, ¿por qué no han sido sancionados los res-ponsables?

La investigación fi scal se inició en el 2002, a partir de los informes de la Defensoría del Pueblo, el Ministerio de Salud y la Comisión Investigadora

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El Estado peruano reconoció que las

esterilizaciones se hicieron mediante una estructura y una jerarquía de personas que daban órdenes y otras que las cumplían”.

datos

DIMENSIÓN. De acuerdo con la comi-sión investigadora que presidió el congresista Héctor Chávez Chu-chón, entre 1990 a 1999 el Ministerio de Salud esterilizó a 314 mil 605 mujeres y 24 mil 563 varones.

MODALIDAD. La co-misión comprobó que el gobierno estableció metas numéricas, in-centivos y estímulos para el cumplimiento de cuotas de captación de usuarias en todo el país para el caso de las anti-concepciones quirúrgi-cas voluntarias (AQV).

PRESIÓN. La comisión también comprobó la esterilización “sin con-sentimiento de las usuarias, empleando violencia psicológica, presión o a cambio de algún incentivo alimen-tario o económico”.

del Congreso que presidió el legislador Héctor Chávez Chuchón. Pero el caso fue archivo en pri-mera instancia en 2009 y luego en segunda instan-cia en 2010. Los fi scales alegaron que las esteriliza-ciones no fueron parte de una política gubernamen-tal, que se trataba en todo caso de delitos comunes y que por lo tanto habían prescrito.

Pero, los archivamientos implicaban el incum-plimiento del Estado peruano de investigar y sancio-nar a los responsables, ¿no es cierto?

En efecto, el Estado peruano reconoció que las esterilizaciones se hicieron mediante una estruc-tura y una jerarquía de unas personas que daban órdenes y de otras que las cumplían. Una prueba de ello es que en 1997, el entonces ministro de Salud, Marino Costa Bauer, le envió al presidente Fujimori un informe sobre la esterilización en el país, demos-trándose que Costa obedecía órdenes. El propio Mi-nisterio de Salud reconoció que entre 1996 y 1999 se esterilizó a más de 300 mil personas.

¿Qué medidas ha tomado Demus para reactivar el caso?

En octubre del año pasado fuimos una vez más ante la CIDH , en Washington, y nos reunimos con los representantes del Estado peruano y la procura-dora de Derechos Humanos. Ellos comunicaron que el Estado había cumplido con la indemnización y el tema de justicia , porque ya se había investigado y no se encontraron elementos para una acusación, así que lo archivó. La CIDH les dijo públicamente a los representantes del Estado peruano que conde-naba el archivamiento del caso de las esterilizacio-

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nes porque ni siquiera hubo un proceso judicial contra los acusados, mucho menos se determinó si los hechos denunciados eran delitos comunes o de lesa humanidad. La CIDH recordó vigorosamente a los representantes del Estado peruano que se ha-bía comprometido a investigar y castigar a los auto-res de los hechos.

¿En qué parte del proceso se encuentran?Ante la negativa de justicia por parte del Minis-

terio Público, hemos interpuesto una nueva peti-ción y hemos presentado dos nuevas denuncias que son parte de estos casos. Peleamos para que la Co-misión Interamericana de Derechos Humanos obli-gue al Estado peruano a ir a juicio.

Sin embargo, Keiko Fujimori ha dicho que el caso “ya está solucionado”.

Su respuesta fue indolente. Decir que (el ex ministro de Salud, Alejandro) Aguinaga había si-do investigado y no se le encontró responsabilidad, fue ignorar una lucha que durante 15 años siguen numerosas mujeres víctimas de las esterilizacio-nes que han denunciado la violación de sus dere-chos humanos. Decir que el caso ya está archivado es una verdadera maldad. Ella ha salido a pedir disculpas, pero no ha aceptado que la esteriliza-ción forzada fue una política de Estado de planifi -cación familiar que fue ejecutada, entre otros, por los ex ministros de Salud, Alejandro Aguinaga y Marino Costa Bauer, quienes ahora forman parte del equipo técnico de la candidata. Si realmente siente que fue un error, no debería tener a esas per-sonas en su entorno.

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