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Unidad ERCA Hospital Universitario Marqués de Valdecilla
Enfermedad Renal
Crónica
Opciones de
tratamientoonto
A medida que la función renal se deteriora, puede llegar un momento en
el que los riñones ya no puedan realizar de una manera eficaz sus funciones por sí solos, y se necesite de un tratamiento sustitutivo
renal (TSR).
El momento ideal para iniciar el tratamiento sustitutivo renal en el paciente con enfermedad renal crónica avanzada (ERCA) es aquel a partir del cual
pueden aparecer complicaciones importantes si no se inicia ese tratamiento. Prevenir la aparición de estas complicaciones es muy
importante, porque pueden ser irreversibles.
El inicio del tratamiento sustitutivo renal se retrasa hasta que es
imprescindible. Se propone al paciente iniciar el tratamiento sustitutivo renal cuando sus riñones ya no pueden mantenerle sano y ya es
imprescindible complementar su función.
La decisión de comenzar el tratamiento sustitutivo renal deberá cumplir el objetivo de AUTONOMÍA del paciente: el paciente será bien informado y
decidirá qué opción es mejor para él.
DIÁLISIS: diálisis
peritoneal
hemodiálisis
TRATAMIENTO CONSERVADOR
TRASPLANTE:
donante vivo
donante cadáver
La diálisis limpia la sangre de impurezas. Existen dos formas de diálisis:
1. Diálisis peritoneal: es una técnica que limpia las impurezas de la sangre mediante la introducción de un líquido en la cavidad
peritoneal situada en el abdomen.
2. Hemodiálisis: es una técnica que extrae la sangre del cuerpo, la limpia y después la vuelve a introducir en el cuerpo mediante una
máquina.
¿Cómo funciona la diálisis
peritoneal?
El objetivo de la diálisis peritoneal es
limpiar de impurezas la sangre y equilibrar sus componentes químicos
utilizando la membrana peritoneal de la cavidad abdominal.
Se utiliza un líquido de diálisis que se introduce en el abdomen, a través
de un catéter, que se coloca en el abdomen del paciente de forma
permanente. Habitualmente el
catéter se coloca en una
intervención quirúrgica con
anestesia local. Los catéteres
peritoneales de diálisis pueden
colocarse en lugares diferentes del
abdomen.
La diálisis peritoneal se realiza en
su domicilio. La diálisis peritoneal más común
no necesita ninguna máquina. Todo lo que necesita es: un área
limpia y bien iluminada para trabajar, capacidad para elevar la
Diálisis
Diálisis peritoneal
bolsa del líquido de diálisis y un calentador para calentar el líquido a la
temperatura del cuerpo (36-37º). Se suelen hacer 3-4 intercambios de líquido a lo largo del día.
La solución de diálisis pasa desde una bolsa plástica a través del catéter hasta su abdomen donde se queda 4-6 horas o más. Posteriormente, usted
drenará la solución a una bolsa vacía para desecharla. En cada cambio puede tardar unos 20 minutos.
Existe otra modalidad de diálisis peritoneal, que se realiza mientras usted
duerme por la noche, mediante un método automático con una máquina
llamada cicladora.
¿Cuáles son los riesgos de la diálisis peritoneal?
Infecciones Infección localizada: Es la que se produce en el sitio de salida del catéter o en la zona del catéter que va por debajo de la piel. En este caso la infección
está limitada a la piel o al tejido fino alrededor del catéter. Esta infección puede
tratarse con antibióticos y en algunas ocasiones puede necesitar la retirada del catéter y su sustitución por otro.
Infección peritoneal o peritonitis: Es una infección localizada en la cavidad peritoneal y requiere tratamiento con antibióticos. En raras ocasiones si la
infección es grave, es necesario la retirada del catéter y un cambio de la modalidad de la diálisis. Actualmente, la probabilidad de sufrirla es
aproximadamente de 1 episodio cada 20 y 40 meses (es decir, 1 posibilidad de infección cada 3000 cambios de diálisis), y 97 de cada 100 casos se recuperan.
Para prevenirla, se deben seguir los procedimientos y recomendaciones de
higiene y manejo que le proporcionarán su médico/a o su enfermero/a.
Deterioro de la membrana peritoneal Después de varios años en diálisis peritoneal, la membrana peritoneal puede perder la capacidad de diálisis o realizar un intercambio de fluido más pobre. En
estas situaciones se propone al paciente el cambio a hemodiálisis
Otras complicaciones Escapes de fluidos en la piel y músculos que la rodean. Este problema puede solucionarse con descanso o reparando la membrana. Hernias como consecuencia de una mayor presión abdominal por los líquidos de diálisis. Mal funcionamiento y/u obstrucción del catéter.
¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes?
Ventajas No depende de nadie, ya que es usted mismo quién lo realiza.
Es relativamente fácil de aprender.
Se hace en el propio domicilio
Puede adaptarla al horario que más le convenga siempre que cumpla el número
y duración de los intercambios necesarios para cada día.
Facilita los viajes, porque las bolsas de solución son fáciles de llevar en
los desplazamientos y puede conseguir suministros en el destino de su viaje.
Si la hace de día, no necesita una máquina.
No usa agujas
Inconvenientes Debe realizarse los siete días de la semana
Necesita un mínimo espacio en casa.
Requiere la inserción de un catéter permanente.
Necesidad de llevar unos hábitos de higiene más exhaustivos.
¿Cómo funciona la hemodiálisis?
La hemodiálisis consiste en hacer circular su
sangre a través de filtros especiales, bañados
con líquidos para eliminar las toxinas.
Cada vez que usted se haga la hemodiálisis le pincharán dos agujas,
generalmente en el antebrazo. Las agujas se conectan a unos tubos o
líneas de plástico por los que circula la sangre.
La sangre sin limpiar sale del cuerpo a través de uno de los dos tubos
hacia el monitor de hemodiálisis, pasa por un filtro dónde contacta con el
líquido de diálisis que se encarga de limpiar las impurezas y toxinas de la sangre y equilibra los componentes químicos. Cuando la sangre está
limpia vuelve al cuerpo a través del otro tubo. Para que el proceso de limpieza y equilibrado sea adecuado, la mayoría
de los pacientes necesitan sesiones de hemodiálisis de un mínimo de 4 horas, 3 veces a la semana.
La hemodiálisis se hace en un centro especializado. También existe la posibilidad de realizarla en el propio domicilio (Hemodiálisis
domiciliaria) si el paciente así lo desea y cuenta con el apoyo de un ayudante durante toda la sesión.
Hemodiálisis
¿Qué se necesita?
Para poder realizar la hemodiálisis necesita un acceso que permita extraer la sangre de su cuerpo y devolverla. Este acceso vascular se llama FÍSTULA
ARTERIOVENOSA. La fístula arteriovenosa consiste en unir una vena gruesa con una arteria mediante una intervención quirúrgica, que se realiza con
anestesia local. Normalmente se realiza a la altura de la muñeca en el brazo no dominante.
A veces no es posible conseguir una fístula arteriovenosa definitiva, o no funciona correctamente. En esta situación, se podrá insertar un catéter
central.
¿Cuáles son los riesgos de la hemodiálisis?
Riesgos frecuentes Hipotensión o disminución de la tensión arterial
Calambres
Náuseas y vómitos
Pequeños sangrados en las zonas de punción
Riesgos poco frecuentes Reacciones alérgicas o intolerancias al dializador o material empleado
Arritmias cardíacas
Infección o pérdida del acceso vascular
Pequeñas pérdidas de sangre que favorecen la anemia
¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes?
Ventajas Usted no tiene que realizar el procedimiento
Hay personal sanitario especializado en todo momento
Está en contacto con otros pacientes con los que poder establecer
relación social
Inconvenientes Desplazamiento al centro sanitario
Horarios rígidos según disponibilidad del centro
Mayor restricción dietética y de ingesta de líquidos
Es necesario la punción de la fístula para realizar el tratamiento
¿Cómo funciona la hemodiálisis domiciliaria?
✓ Las sesiones de hemodiálisis las realiza usted mismo en su domicilio
✓ Se necesita una pequeña instalación técnica (toma y desagüe de
agua)
✓ Precisa de la compañía de otra persona por si necesita ayuda durante
la sesión
✓ Debe manejar usted mismo el acceso vascular
✓ Se realizan sesiones más frecuentes (generalmente 5-6
sesiones/semana de menos duración), por lo que las restricciones
dietéticas e hídricas serán menores.
✓ El esquema es flexible, pudiendo ajustar las sesiones a sus horarios
y actividades
✓ Recibirá el material periódicamente en su domicilio
✓ Precisa de un adiestramiento previo antes de iniciar el tratamiento
en su domicilio
Puntos a considerar sobre las opciones de Diálisis
Diálisis Peritoneal ✓ El tratamiento de diálisis lo realiza usted mismo en su casa o lugar de
vacaciones
✓ El esquema de diálisis es flexible y lo puede ajustar a sus horarios y actividades
✓ Independencia, autonomía y control sobre su tratamiento ✓ Permite seguir orinando y mantiene su función renal durante más tiempo
una vez iniciada la diálisis ✓ El tratamiento elimina las toxinas y el exceso de líquido de su cuerpo
poco a poco, de forma continua ✓ No utiliza agujas
✓ No requiere desplazarse al hospital (salvo a las consultas de seguimiento
o en caso de complicaciones) ✓ Se realiza todos los días, 3 ó 4 veces al día, según lo que le indique su
médico (o todas las noches, mientras duerme, si utiliza cicladora) ✓ Periódicamente recibe el material necesario en su domicilio (precisará
una zona de almacenaje) ✓ Requiere de un periodo previo de aprendizaje, de aproximadamente 1
semana ✓ Riesgo de infecciones en la cavidad peritoneal o en la zona de salida del
catéter.
Hemodiálisis ✓ Los profesionales sanitarios se ocupan del tratamiento de hemodiálisis
✓ Generalmente se realizan 3 sesiones a la semana (lunes-miércoles-viernes o martes-jueves-sábado)
✓ Contacto con otros pacientes en la sala de hemodiálisis ✓ Precisa desplazarse al centro dónde realice su tratamiento
✓ Turno y horarios fijos en función de la disponibilidad del centro
✓ Precisa insertar agujas para realizar el tratamiento ✓ Las toxinas y el exceso de líquido del organismo se eliminan durante la
sesión de hemodiálisis y se acumulan hasta la siguiente sesión. ✓ Más restricciones dietéticas y de la ingesta hídrica
✓ Riesgo de infecciones del acceso, de la sangre o generales ✓ Durante o después de las sesiones de hemodiálisis, es posible que sienta
algún malestar como dolor de cabeza, náuseas, hipotensión, calambres o cansancio
✓ Si desea viajar, debe concertar plaza donde dializarse en el destino al que vaya
El trasplante de riñón consiste en implantar un riñón procedente de un
donante cadáver o de un donante vivo a una persona con insuficiencia renal crónica con la finalidad de reemplazar la función de los riñones
enfermos.
El trasplante de riñón sólo se puede llevar a cabo en aquellos pacientes
con un buen estado general y que no tengan contraindicaciones
médicas o quirúrgicas. Los profesionales sanitarios le indicarán si
puede ser un candidato para el trasplante renal.
Para que se pueda realizar el trasplante es necesario que el riñón del donante sea compatible con el paciente. Cuanto mayor es la
compatibilidad, menores son las posibilidades de rechazo.
¿Qué tipos de trasplante renal existen?
El riñón puede venir de un donante vivo o de un donante fallecido,
(donante cadáver).
1. Donante vivo
La donación del riñón la realiza un familiar que dona voluntariamente el riñón. También es posible cruzar los donantes vivos entre diferentes
parejas (trasplante cruzado).
El trasplante renal de donante vivo permite que el paciente se pueda trasplantar pronto y no tenga que estar en lista de espera.
Actualmente, el trasplante de donante vivo es la mejor opción siempre que sea posible.
2. Donante cadáver
El riñón viene de un donante que está en situación de muerte cerebral
o por una parada cardiorrespiratoria no recuperada. Se solicita la autorización a los familiares del fallecido para poder hacer la extracción
de los órganos. Para recibir el riñón, hay que estar en lista de espera
de trasplante.
Trasplante
¿En qué consiste el trasplante de riñón?
Es una intervención quirúrgica mediante la que se extrae un riñón sano de una persona que ha fallecido (donante) y se coloca en el paciente
(receptor). Para ello:
✓ El cirujano hace una incisión en la zona baja del abdomen del receptor. A continuación, conecta las venas y arterias del riñón del
donante a una vena y una arteria de la pelvis del paciente. Después, conecta el uréter del riñón del donante con la vejiga del paciente.
Por último, cierra la herida.
Generalmente los riñones del paciente que no funcionan no se extraen, ya
que no interfieren en el funcionamiento del nuevo riñón. La intervención
quirúrgica dura varias horas. El nuevo riñón puede empezar a funcionar
de inmediato o tardar hasta unas semanas.
El trasplante de donante vivo es similar, con la diferencia que el donante
del que se extrae el órgano es una persona viva.
¿Cuáles son los riesgos del trasplante?
Rechazo del trasplante El rechazo puede ser inmediato, agudo o crónico
Es necesario tomar medicación para evitar el rechazo durante toda la vida. La medicación inmunosupresora aumenta el riesgo de infecciones.
Riesgos asociados a la anestesia La cirugía requiere anestesia general. Los riesgos asociados a la
anestesia que pueden aparecer son dolor de garganta, náuseas y vómitos, arritmias cardíacas, o confusión mental temporal.
Otros riesgos asociados Fracaso del trasplante por complicaciones inmediatas tras intervención quirúrgica
Infecciones varias
Complicaciones de la herida quirúrgica
Dolor en zona de la herida
Reingresos hospitalarios tras el alta
¿Cuáles son beneficios del trasplante?
Cadáver Vivo El riñón trasplantado funcionará
de forma parecida a un riñón sano
El riñón trasplantado funcionará de
forma parecida a un riñón sano
Tendrá menos restricciones dietéticas que con la diálisis
Tendrá menos restricciones dietéticas que con la diálisis
No necesitará diálisis No necesitará diálisis
Su esperanza de vida aumentará, más si es un paciente joven
Su esperanza de vida aumentará, más si es un paciente joven
No se depende de listas de espera
Se puede evitar el inicio de diálisis
Existen situaciones vitales, especialmente en pacientes muy ancianos y/o
con enfermedades graves, en las que el inicio de diálisis no sólo no
aumenta la supervivencia, sino que además puede empeorar los síntomas
y su calidad de vida, al disminuir días de hospitalización, consultas a los
servicios de urgencias por complicaciones, o evitar procedimientos
invasivos como punciones venosas o colocaciones de catéteres, etc.
Un paciente que decide no realizar ningún tratamiento o dejar de hacerlo
una vez comenzado, recibirá el asesoramiento y apoyo necesario.
Algunos pacientes, tras rechazar el tratamiento, cambian de opinión. Esto
es totalmente comprensible y aceptable.
¿Cualquier enfermo, ante la necesidad de iniciar
técnicas dialíticas, puede ser tratado sólo con
medicamentos y si no va bien, hacer después
diálisis o trasplante renal?
Sólo en caso de personas muy mayores o con muchas enfermedades
añadidas, el equipo médico de nefrología puede desaconsejar el
tratamiento renal sustitutivo.
Si no hace diálisis y la persona se encuentra mal,
¿qué tipo de atención tendrá?
Una vez se haya optado por este tratamiento conservador, el equipo
médico de nefrología seguirá controlando igualmente el paciente.
La enfermedad renal seguirá su curso natural, por lo que su esperanza de
vida dependerá de las circunstancias de cada paciente y de la naturaleza
de su enfermedad.
Ante cualquier complicación, será tratado para controlar los síntomas que
presente y se evitará en todo momento el sufrimiento en los momentos
finales, pudiéndose dar apoyo domiciliario o ingreso hospitalario si fuese
necesario.
Tratamiento conservador
¿Es una decisión irreversible o se puede iniciar
diálisis más adelante?
El paciente puede cambiar de opinión ante la presentación de nuevas
circunstancias, y puede optar por el tratamiento sustitutivo mediante
diálisis, si lo desea.