el yagual, retazos de su historia

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Intenta el autor dar a conocer breves datos del ayer y hoy a manera de retazos, donde experimentarán, de forma alguna, la fresca caricia del Río Arauca y su rica historia local.

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EL YAGUAL RETAZOS DE SU HISTORIA

©El Yagual, retazos de su historia©Guillermo Núñez MejíasColección El Apure de siempre, Serie Roja - Crónica

Centro Simón Bolívar, Torre Norte, piso 21, El Silencio, Caracas - Venezuela, 1010. Teléfonos: (0212) 768.8300 / 768.8399.

Correos electrónicos [email protected] [email protected] [email protected]

Páginas web www.elperroylarana.gob.ve www.mincultura.gob.ve/mppc/

Imagen de portadaMonumento “Batalla El Yagual”- 1916Autor: Ing. Pedro V. Bolívar T. El Yagual, Mun. Achaguas, Edo. ApureIlustración y diagramación.Juan Carlos Villota OperarioEdgar Hernández

CorrecciónEl autor

Hecho el Depósito de Ley ISBN: 978-980-14-3028-5Depósito Legal: lf-4022015900857

IMPRESO EN LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

Ministerio del Poder popularpara la Cultura

Guillermo Núñez Mejías EL YAGUAL

RETAZOS DE SU HISTORIA

Fundación Editorial El perro y la ranaRed Nacional de Escritoras y Escritores

Socialistas de Venezuela Imprenta Regional Apure 2015

Colección El Apure de siempre / Serie Roja - Crónica

El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la Fundación Editorial El perro y la rana, con el apoyo y la participación de la Red de Escritoras y Escritores Socialistas de Venezuela. Tiene como objeto fundamental brindar una herra-mienta esencial en la construcción de las ideas: el libro. Este sistema se ramifica por todos los estados del país, donde fun-ciona una pequeña imprenta que le da paso a la publicación de autores, principalmente inéditos.

Agradezco primeramente a mi único y suficiente salvador personal JESUCRISTO el haberme permitido realizar este pequeño aporte a este gran pueblo de

El Yagual, por su motivación para hacerlo.Dos incentivadores: Efraín Gracia (+) y Carmelo Castillo (+)

Carmelo Castillo Carmelo Castillo Efraín GraciaEfraín Gracia

INTRODUCCION

El presente trabajo es el producto del énfasis de un gobierno que desea que la historia sea revisada y escrita en pro de una mejor identidad; específicamente, la Historia Local, es la que en términos de mucha urgencia, se quiere pertinentemente (antes de que sea demasiado tarde) poner al día, contada por la misma comunidad: cosas que no se escribieron formalmente se pueden ordenar, tomando en cuenta la existencia y funcionalidad de cada consejo comunal.

Para elaborar esta obra he tomado en cuenta, además de las entrevistas, escritos de varios autores a quienes estoy honrando, entre ellos resalto a Argenis Méndez Echenique, Hugo Segovia y a Elisur Lares Bolívar, de allí la bibliografía al final que usted debe cuidadosamente leer y, si le es posible, comprobar.

La manera en que presento el contenido de esta obra será de fácil de leer; los lectores a medida que sus ojos pasen por cada relato amarán más a su pueblo, sintiendo deseos de trabajar a su favor y preocupándose de hacer las historia patrias a medida que pasa el tiempo.

Al saber algunas cosas de ayer y de hoy a manera de retazos, us-tedes experimentarán, de alguna u otra manera, una simple caricia de una pequeña parte de la gran historia local de El Yagual, un pueblo todavía no conocido por muchos en nuestro país. Desde la Batalla del Yagual, pasando por la Guerra Federal, el gomecis-mo, hasta nuestros días he construido esta historia; cuento sobre las primeras familias del siglo XX, los panaderos y panaderas del pasado; artistas, carpinteros, parteras, canoeros, el monumento del Brazo, la plaza Páez y otras cosas más. Es cierto, que al no ser un escritor experto en historias locales, lo he presentado resumido para que cada quien pueda leerlo con amor, facilidad y con mu-cho respeto.

Tengo unos 10 años visitando este lugar, y algunos represen-tantes de Misión cultura me pidieron que escribiera algo sobre su historia local, No soy el más llamado a contarla ni a escribirla, pero he hecho un intento, escribiendo como a retazos, una pequeña fotografía escritural.

Guillermo Adalberto Núñez Mejías

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Guillermo Núñez Mejías

SU NOMBRE

En el libro la “Historia de Apure” de Argenis Méndez Echenique aparece lo siguiente: “…Respecto a la fundación de este pueblo no podemos afirmar categóricamente quién o quiénes fue-ron sus fundadores, ni cuándo lo hicieron, y así nos lo dice el Dr. J.M Sánchez Ostos en sus apuntes: En algunas crónicas de la conquista encontramos la noticia de haberse fundado también en territorio apure-ño, dos pueblos: San José de los Yaguales y Santo Tomás Apóstol del Yagual; el primero por el Almirante Lópe de la Puebla, y el segundo por el padre Tomás B. de Castro. Pero como los mencionados pueblos de españoles y misiones franciscanas, en la región destinada a tal fin, entre los ríos Apure y Meta, otras noticias que las ya inequívocas emanadas de documentos irrecusables, las cuales están corroboradas en su casi totalidad por los mismos sitios y ruinas que atestiguan aquellas fundaciones, suponemos que las fuentes de donde fueron tomadas los datos de dichas fundaciones se contradicen y carecen de verosimilitud, siendo una de estas, a todas luces falsa, o sea, la que tiene por autor al maestro Diego Albenis de la Cerrada, quien apa-rece como acompañante del citado Almirante la Puebla”.

Lo cierto es que hasta mediados del siglo XIX no va a or-ganizarse como verdadero centro poblado, en ambas riberas del Arauca, a un kilómetro de distancia del histórico sitio de la batalla que se efectuó allí el 8 de octubre de 1816, y así tenemos que para 1817 era un hato propiedad de un vizcaí-no de nombre Elizalde, según el General José Antonio Páez, en su autobiografía. Con el reparto de tierras que se hizo al finalizar la guerra de independencia, por haberes militares, se le adjudica esta propiedad al General José Cornelio Muñoz; quien fallece en 1849, y pasa a manos de su legítimo hijo Cornelio Antonio.

Yagual: Mex, Rodete que se pone una persona sobre la cabeza para cargar bultos o llevar peso.” Esta definición no tiene que ver con nuestro Yagual. Hay otra palabra que si pudiera tener relación. Yagua: “colomb, Venez. Árbol palmá-ceo que mide hasta 15m. De altura con hojas pecioladas de

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hasta 5cm de longitud, tiene flores blancas en racimo, fruto redondo y tronco liso. Sin palma real, palmiche.” Pudiera ser (es una especulación) que tantas palmas de ese nombre fuera llamada yagual, como donde hay muchos samanes se le llama samanal, o don-de hay muchos man-gos, mangal. Es posible que esa relación tenga también El fundo “La

Yagua” cerca del Yagual. Sea cual sea el origen del nombre esta tierra, ella es Apure, y es Venezuela y es América. Dios la proteja y la prospere.

Quien fuera el cronista del Municipio Achaguas, Elisur Lares Bolívar, escribe en su libro “Apuntes Geográficos del Municipio Achaguas”, que ésta fue fundada, a finales del si-glo XVIII, a orillas del río Arauca, por Fray Tomás de Castro con el nombre de San José de los Yaguales, en homenaje a dichos indígenas.

Viajando por el Arauca, de Hugo Segovia

Cuando se dice que los llanos bajos se localizan sobre to-dos aquellos lugares situados or debajo de la cota de los 400 metros sobre el nivel del mar, necesariamente se alude a un concepto eminentemente geográfico, por lo cual el oyente deberá estar familiarizado con estos vocablos para poder for-marse una idea respecto a esta importante, bella e interesante región del país.

En los llanos apureños, sin la premisa anterior se tiene claramente establecida una subdivisión que no se basa en es-tudios librescos, sino en algo más importante: La observación de la realidad cotidiana de un gran río, afluente del Orinoco,

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como lo es el Arauca, el vibrador, inmortalizado por el Maestro Gallegos en su famosa novela “Doña Bárbara”.

Pero más que esta observación de tipo general, está deter-minada la existencia del Alto Apure y el Bajo Apure, subre-giones éstas que tienen dentro de esta observación empírica del llanero, un punto preciso delimitante: “El Piñal”, uno de los más modernos hatos ganaderos existentes en Apure, no tanto por sus instalaciones de explotación– sino por la exis-tencia de medios de comunicación radio-eléctricas y de areo-navegación allí existentes.Decir “El Piñal” es decir aviones, aeropuertos, estaciones de radiotelegrafía, motores, antenas, etc. que ya en la década de 1950 asombraban a los rústicos llaneros que de las canoas de boga y canalete y del caballo, el burro y el buey pasaban a la electricidad y a la hélice de los hoy venerables aviones “Curtis”. Estos aviones del Capitán Carlos Chávez, hijo, propietario de la RANSA, se destinaron al transporte de la carne en canal desde los diversos hatos de la región, pero fundamentalmente de su propio hato ya mencionado, hasta la capital de la República, no siendo raro que, junto a los canales sangrantes de las reses diariamente sacrificadas, viniese, manos clavadas como garras en los tubos, un llanero que por la primera vez en su vida abordaba uno de estos aviones en viaje obligado hasta Caracas.

1-. En la margen izquierda del majestuoso río Arauca se localiza, en pleno Bajo Apure, un pueblecito, no mayor que un simple punto en el mapa del Estado Apure: El Yagual”, Mu-nicipio del Distrito Achaguas, en cuya jurisdicción se localiza este hato mencionado, El Piñal, frente al cual, inadvertido para el viajero que por primera vez se aventura por estos parajes, el meridiano que señala, conjuntamente con el desnivel de las aguas del caudaloso río, que hace de línea divisoria entre el Alto Apure y el Bajo Apure, estando, en consecuencia, El Ya-gual, localizado en esta última zona indicada”…(13).Viajando por el Arauca, del Dr. Hugo R. Segovia Lovera. Pags. 55-64

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Batalla del Yagual

Según la Enciclopedia de Venezuela. “Puesto en la nece-sidad de combatir, y siendo útil hacerlo pronto para ocupar si-quiera la intención del soldado, emprendió Páez la marcha hacia Achaguas por las llanuras cono-cidas con el nombre de Cajón de Arauca. Andábase con lentitud,

porque a la dificultad del terreno se unían los embarazos de una numerosa inmigración y la necesidad de procurarse a cada paso mantenimientos por la carencia absoluta de acopios. Aquel gru-po de hombres, mujeres y niños sin hogar ni patria representaba, a lo vivo, la imagen de un pueblo nómada que, después de haber consumido los recursos del país que ocupaba, levanta sus tiendas para conquistar otro por la fuerza. De este modo llegaron a los médanos de Araguayuna, donde dejando la inmigración bajo la custodia de algunos jinetes escogidos, incorporó Páez todos los hombres útiles en las filas de sus huestes y se dirigió con-tra Francisco López, a quien juzgaba en Achaguas. Más a poco andar, supo que el enemigo en número de 1.700 soldados de caballería y 400 infantes se hallaba en el hato del Yagual, con lo que torcieron el camino, y se interpuso entre él y la ciudad.

Llevaba Páez su gente dividida en tres columnas mandadas por los generales Urdaneta y Serviez, y por el coronel Santan-der; casi toda armada con lanza; muy pocos de fusil o carabina y con escasa provisión de pertrechos. El 8 de Octubre se avistó al enemigo y a pesar de la superioridad de sus fuerzas, no dudó Páez un solo instante en mandarle atacar. Fue largo y duro el combate; glorioso también en extremo para los patriotas, que López, abandonando su posición rehusase al siguiente día una nueva pelea y se retirase perdidos a Achaguas, después de haber embarcado en el Arauca con dirección a San Fernando, su arti-llería y sus heridos. Y como aún después de este triunfo eran los vencidos muy superiores en número a los vencedores, tuvieron

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éstos que conformarse con seguirles de cerca, para tenerlos a la vista y poder aprovecharse de alguna coyuntura favorable”.

Soldado que hace monedas - Juramento

En “Campañas y Cruceros”, memoria que debemos al ofi-cial británico Richard Vowell, se lee lo siguiente: “En la penuria en que estaba de numerario, Páez sintió la necesidad de fabricar alguna moneda, cuya circulación aseguraría, prometiendo a los particulares que les sería canjeada cuando estuvieran en estado más próspero los asuntos de la república. Páez había reunido, para la ejecución de este proyecto, una considerable cantidad de plata vieja suministrada por estribos, vainas de sables y otros artículos de equipo militar tomados por sus tropas al enemigo, así como una gran masa de plata quitada a los particulares y a las iglesias. Añadía a esta mezcla una cuarta parte de cobre. El metal heterogéneo que resultaba de esa fusión no era de los más brillantes, pero tenía curso en toda la extensión de los llanos de Barinas, por la mucha confianza de los habitantes de estas co-marcas a la palabra de PÁEZ.

El historiador Vinicio Romero, en su libro “Aventuras de José Antonio Páez”. Habla de estas monedas como Macuquinas. Según el Diccionario Karten Ilustrado esto es: Moneda cortada, de oro o plata que circuló hasta mediados del siglo XIX. Es-pecíficamente, dice Romero, que esta moneda corrió en el año l8l8.

Nuestro historiador apureño Argenis Méndez asevera que dichas monedas fueron fabricadas en un espacio dentro de los límites de la capital de la Parroquia El Yagual; Expone el mismo historiador Echenique, en su libro “Historia de Apure” que para Junio de 1817 Páez, en este pueblo, ante la presencia de los co-roneles Parejo y Manrique, hace formar el ejército y junto con él, jura reconocer la autoridad del Libertador Simón Bolívar: el juramento se lo tomó el Pbro. Ramón Ignacio Méndez.

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Alzamiento del General José Antonio Páez

Magallanes nos dice: ...No podría calificarse de temeraria la afirmación de que Páez adelantaba un plan conspirativo mucho an-tes de la reunión del Congreso. De otro modo no se justifica el que haya tomado la precaución de dejar a su familia prácticamente celada en la Legación Francesa. Ni que hubiese tomado la vía de Calabozo para ir a Colombia…

Para el 4 de febrero ya Páez está en armas. En su proclama de Calabozo anuncia que los pueblos han resumido sus dere-chos y en ejercicio de ellos algunos cantones lo han investido con suficiente autoridad para formar un ejército, vengar los ultrajes hechos a la República, restablecer el imperio de la Constitución y procurar el castigo del pérfido magistrado. “Yo he aceptado esta tan noble cuanta delicada misión –declara-, y tengo el gusto de anunciaros que estoy en armas. He tomado mi lanza para no soltarle mientras no vea humillaos los enemigos de la Patria y triunfante la Constitución de 1830”.

De calabozo se moviliza Páez hacia Apure, llegando a San Fernando el día 20 de febrero. Dejó aquí al general Soublette, su jefe de Estado Mayor General, y tomó la vía de Apurito, lugar a donde se había retirado el General Cornelio Mu-ñoz, su compañero y compadre de anteriores jornadas, quien ahora presentábase en el bando contrario. Dados sus víncu-los de amistad con Muñoz, afirmados durante muchos años de convivencia en campaña, Páez aspira a parlamentar con él para pedirle que se coloque a su lado. A tal efecto envía a Ramón Palacios y Miguel Cousin, amigos comunes, para proponerle una entrevista, pero Muñoz contestó negativa-mente e hizo saber a los comisionados que si Páez no se retiraba o tomaba otro camino se vería precisado (con todo lo doloroso que le sería en suceso) abatirlo del modo que hubiere lugar, prometiéndoles únicamente que no lo atacaría a mansalva. En el sitio de Cambero recibió Páez la respuesta de Muñoz, y no habiendo más alternativa avanzó hasta el hato de Guerrero. Muñoz estaba en Los Cocos, el 10 de marzo de 1848, a las diez de la mañana, se encontraron en el Banco de los Araguatos (en jurisdicción del actual Municipio

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El Yagual). “Se trabó el choque más horroroso que mis ojos han visto –dice Muñoz en el parte-, superior aún a los que presenciamos en la época de la Independencia”. Y Páez atribuye su derrota a la debilidad del jefe de uno de sus escuadrones, el del costado izquierdo quién volvió cara a los primeros tiros, seguidos de sus soldados, los cuales obstaculizaron la acción de los batallones que iban detrás, y, envueltos todos en la polvareda que levantaban los caballos, encontráronse confundidos y en desorden. Dícese que al jefe de la izquierda se le encabritó el caballo –algo parecido a lo que en Payara le sucedió a Far-fán-, decidiéndose el combate a favor del gobierno. Si antes un hecho casual dio la victoria a Páez ahora uno semejante lo colocaba en la adversidad. (Historia de Apure de Argenis Méndez Echenique).

El Yagual durante la Guerra Federal

Escribe Argenis Méndez Echenique: Durante la llamada guerra larga, en Apure se realizan constantes combates, so-bresaliendo entre ellos: El ataque y quema de San Fernan-do el 21 de junio de 1859, por el general y médico francés Enrique Morton De Keratri y del apureño Diego Márquez, partidarios de la Federación; no pudieron apoderarse de la ciudad pero la dejaron vuelta cenizas.

También destaca un combate en el ya célebre campo de Los Araguatos, que se efectuó el 30 de octubre de 1859, y donde el comandante guariqueño y constitucionalista Facun-do Camero venció al general apureño y federalista Martín Se-govia, en el mismo lugar donde once años atrás José Cornelio Muñoz había vencido al general José Antonio Páez.

Sobresale así mismo el combate en Médano Grande o Mu-ñocero (también en jurisdicción de El Yagual), realizado el 22 de febrero de 1860, a pocos días de la gran derrota sufrida por los federales en la Batalla de Coplé, al norte de San Fernando. Allí se enfrentaron las fuerzas del general Martín Segovia y Francisco Iriarte con las del comandante Fecundo Camero, quien nuevamente sale victorioso. “Este fue un serio desca-labro para la federación en esta provincia, en donde el Go-

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bierno, como consecuencia de este triunfo, no iría a tener en adelante mayores intenciones”, nos dice el Dr. Diego Euge-nio Chacón en sus acotaciones a la Historia contemporánea de Venezuela escrita por González Guinán. Sin embargo, en otras fuentes encontramos que la actividad bélica en Apure seguía bastante viva (Historia de Apure de Argenis Méndez Echenique).

El Yagual, Municipio

En el tiempo en que gobernaba al Estado Apure el General Vicencio Pérez Soto, vino el Obispo de la Diócesis de Cala-bozo, Felipe Neris Sendrea, a colocar la piedra para construir un templo Católico de barro y al mismo tiempo darle un nuevo nombre al pueblo: San José del Yagual. Argenis Mén-dez Echenique en su libro “Historia de Apure” reseña que Sendrea era conocido como Josefino, es decir, que veneraba a San José. Esta casa de barro, primer templo en El Yagual, estuvo ubicada en la zona del Cañito, por donde el señor Bolívar, vecino de la zona hasta hace poco, vendía carne de ganado bovino. Templo que fue realizado en el año 1903, in-formación obtenida por Carmelo Castillo (Difunto).

Aunque el templo además de ser casa de Dios, habitación de San José, parece ser que no había imagen de él y poste-riormente un habitante del lugar llamado Indalecio Martínez (antiguo comerciante) dona la imagen. Es bueno tomar en cuenta, aunque esto no pudiera ser cierto, que Martínez para 1921 ya era un hombre madurito (con una bodega) pues le hizo un gran favor al joven de 20 años de edad José Pepi-to Garbi. (Ver conflicto antigomecista). El Obispo Sendrea está sepultado en la catedral de la ciudad de Calabozo estado Guárico.

Antes de llamarse “San José del Yagual” en 1901 se le dio el nombre de “San Martín del Yagual” en honor al General Martín prócer federalista, aunque en 1903 comenzó hacer municipio. El municipio fue dotado, según Méndez Eche-nique, de ejidos hacia la parte norte del río Arauca por los descendientes del general Segovia, dueños del hato “San Pa-

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blo Segoviero” (hoy propiedad del Estado Venezolano), antes de la Compañía Inglesa Lancashire; hacia el sur del mismo río recibe la donación de los hermanos Sánchez Osto, pro-pietarios del hato “Chaparralito” (que luego perteneció al sr. Manuel Antonio Sánchez Palacio y hoy propiedada del Estado Venezolano

Conflictos Antigomecistas

Cuenta José Garbi Sánchez: Desde el cuartel El Picure -recibí cartas de aquellos amigos trasladados a Colombia en las que me invitaban al movimiento, para que contribuyera en lo posible del lado de Venezuela. Por medio de ellos me puse en comunicación con el General Emilio Arévalo Cedeño, quien me pidió un informe detallado de los grupos de tropas del Gobierno que se encontraban en el Estado Apure. Le con-testé diciéndole que estaban pelotones de soldados al mando de Tenientes: uno en Elorza; otro, en el hato La Candelaria y otro en El Yagual, todos a orillas del río Arauca y que en San Fernando, capital del Estado, estaba la mitad del Bata-llón Guaicaipuro al mando del General Enrique Tovar Díaz y la otra mitad en Guasdualito al mando del General Jesús Antonio Ramírez, pero que yo no sabía de cuántas plazas se componía dicho batallón, sólo que lo suponía de trescientos hombres.

Después que pasé este informe con Marcelo Soto, llanero de nuestra misma región que estaba en Colombia con Isaías Bello y llevaba y traía correspondencia, Arévalo Cedeño me indicó que si yo verdaderamente estaba resuelto a entrar en el movimiento revolucionario y si tenía facilidades para asaltar el Destacamento del gobierno que estaba en El Yagual, lo hiciera a mediados de abril y que no permaneciera por allí esperando persecución del Gobierno sino que me dirigiera inmediatamente a San Rafael de Morillo, en la costa del río Meta para incorporarme a su ejército que bajaría por dicho río. No me decía que subiría por el Orinoco para asaltar a Tomás Funes. De esta manera a los veinte años de edad me encontré actuando en aquel movimiento revolucionario.

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Debido a lo demorado de las comunicaciones, por lo le-jano que me quedaba el campamento revolucionario en los llanos colombianos de Casanare y que eran en lomo de mula, no supe a tiempo que el Gobierno de Colombia, presidi-do por el señor Marco Fidel Suárez a solicitud de Agentes Diplomáticos venezolanos, había presionado sobre Arévalo Cedeño para que saliera del país con su grupo de guerrille-ros, por lo que éste activó la salida con su contingente dando comienzo a la campaña que habían meditado.

Yo sin recibir ninguna noticia de lo que pasaba, cumplí las instrucciones que tenía actuando en los días que se me habían indicado y cuando llegué a San Rafael de Morillo, después de coger las armas en El Yagual, supe que ya el Ge-neral Arévalo Cedeño había asaltado a Tomás Funes y que de regreso se encontraba acampado en Puerto Carreño, pueble-cito en la desembocadura del Meta en el Orinoco.

Permuté por un caballo una embarcación grande a un veci-no de aquel lugar y bajé por el Meta; cuando nos acercábamos a puerto Carreño miré una gran cantidad de embarcaciones de todos los tamaños, eran en las que habían bajado todas las tropas desde Colombia y traídas de San Fernando de Atabapo cuando regresó el ejército de Arévalo Cedeño, aumentado a casi mil hombres con toda la gente que quiso salirse del Territorio.

Al llegar al lugar de desembarque me recibió un hombre alto, blanco, quemado por el sol, pelo y ojos castaños, con unas grandes botas colombianas, sombrero de pelo de guama y un sable terciado. Era el General Pedro Pérez Delgado, a quién entonces conocí; estaba encantado con su fuerza a la orilla del río; me preguntó quién era yo y de donde llegaba con aquella gente, le dije que venía a rendir una comisión que me había encomendado el General Arévalo Cedeño desde su campamento en los llanos de Casanare; me invi-tó para acompañarme a la presencia del General y subimos a una pequeña cuesta al pueblecito de Puerto Carreño en donde se encontraba.

El General Emilio Arévalo Cedeño no me conocía per-sonalmente, me pareció que se extrañaba de mi juventud,

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me recibió con mucha amabilidad, me preguntó cómo había tomado las armas en El Yagual, le conté que un comerciante llamado Indalecio Martínez estaba muy disgustado con los soldados porque todos los días le pedían aguardiente y no le pagaban lo cual, yo supe y le pregunté si colaboraría en un movimiento que quitara aquellos hombres de allí, que su colaboración sería emborrachar a esa gente en el momen-to oportuno, que yo le avisaría, se manifestó complacido y quedó a la espera. Me fui para el hato Guafita, propiedad del padre de Isaías Bello, adonde llegaba Marcelo Soto con co-rrespondencia de Colombia, pero en esos días no llegó.

Indalecio, a los pocos días me mandó a llamar y me dijo que el Coronel Piñero, Jefe Civil del Municipio y el Teniente estarían invitados a una ternera al día siguiente, con baile en la noche del otro lado del río, y mientras tanto él obsequiaría aguardiente a los soldados que quedasen cuidando el cuartel. Es la oportunidad le dije, yo tengo mi gente lista con mache-tes rozadores amolados, me gusta ese aviso, voy a prepararlos y mañana en la noche estaremos también en otra fiesta.

Cautelosamente llegamos a media noche, nadie nos aler-tó, oíamos la música del baile del otro lado del río, los solda-dos que habían quedado en el cuartel todos estaban ebrios acostados en el suelo, no hubo necesidad de machetear a nadie, cogimos por los brazos y las piernas y los metimos en un cuarto de donde sacamos 18 máuseres con sus marusas de 50 tiros y les puse un candado en las argollas de la puerta dejándole la llave puesta.

Nos fuimos al barranco frente al lugar del baile, dispara-mos varios tiros de máuser y gritamos: ¡Viva el General Aré-valo Cedeño! ¡Viva la revolución! Escuchamos el alboroto que se formó entre los enfiestados que salieron corriendo por todas partes llamándose unos a otros y salimos rumbo al Meta. El general Arévalo Cedeño y las otras personas que estaban allí escuchando el relato, se rieron mucho; el general Pérez Delgado me dijo: ¡Te comiste las maduras, tal vez muy pronto tendrás que comerte las verdes también!

Con tal de que sea a su lado mi general, - le contesté; me hizo señal afirmativa con la cabeza y me puso la mano

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en el hombro. Me preguntó el general Arévalo Cedeño qué edad tenía, le dije que veinte años, me dio un abrazo y me dijo: Estamos organizando las fuerzas, esta tarde en la forma-ción de un batallón, te haré reconocer Capitán de una de sus compañías, compuesta con tu gente y con voluntarios salidos del Territorio Amazonas que todavía no se han colocado en filas. Eres el más joven de mis oficiales. Esa tarde empecé a ser Capitán de una compañía del batallón Pío Gil. Años des-pués volvía a mis tierras araucanas y encontré en El Yagual al mismo señor Martínez que me ayudó a planear el asalto al cuartel.

Me contó que al día siguiente en la mañana,, en vista de que no veían a ningún soldado en la calle, unas personas se arrimaron a la casa que servía de cuartel y encontraron que yo había dejado la llave pegada al candado que cerraba la puerta; cuando la abrieron encontraron que los soldados ha-bían pasado la borrachera, estaban con las ropas muy sucias, arrugadas de estar acostados en el suelo y no sabían lo que había sucedido; preguntaron por su teniente y les dijeron que se había ido corriendo del baile junto con el Jefe Civil, porque la revolución había entrado al pueblo y los había desarmado a ellos dejándolos encerrados allí. Se dispersaron por todos los campos porque no se atrevieron a presentarse al cuartel de San Fernando sin las armas.

Me dijo también Indalecio, que en unos días no tuvieron noticias del Jefe Civil y el teniente; al fin supieron, que la no-che del barajuste corrieron por el bosque de la orilla del río hacia arriba, y en la mañana fletaron una canoa con dos cam-pesinos para que los llevaran un buen trecho río abajo hasta donde consiguieran bestias para seguir a San Fernando, pero como creían que El Yagual estaba tomado por la revolución de Arévalo Cedeño, por haber oído vivas y los tiros que los hicieron correr, cortaron varios haces de leñas para hacerse tapar con ella acostados en el plan de la canoa mientras pa-saban por el frente del pueblo. Esto lo contaron los canoeros a su regreso.(3)- José Garbis Sánchez: Alzamientos, cárceles y experiencias (Historia contemporánea)

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ES DIGNO HABLAR DE ELLOS

José Cornelio Muñoz

Nace en el año l794 en la pa-rroquia San Vicente, cantón de Mantecal, Provincia de Barinas (luego Provincia de Apure). Hijo de Francisco Muñoz y Juana Sil-va de Muñoz. Desde los l9 años de edad lucha a favor de la in-dependencia. En 1811 toma una lanza y se convirtió en soldado a las órdenes de Pedro Aldao.

1815: Cabo; 1816: Sargento; 1817: Teniente y capitán; 1818: Teniente Coronel (Comandante); 1819: General de División. Desde 1830 – 1836 fue gobernador de la Provincia de Apure. Lo hizo en dos oportunidades más. Vivió con Rosa Artaho-na, luego con Bárbara Ledesma (natural de Achaguas). En 1849 enferma y muere el 25 de Mayo del mismo año.

Batallas en las que intervino:Chire (1815), Mata de Miel (1816), El Yagual (1816),

Mucuritas (1817), Queseras del Medio (1819), Carabobo ( 1821), Defensa de San Fernando (1827), Mata de Araguatos (1848). Como escritor se destaca al escribir “Memorias de la Provincia de Apure”, siendo la primera en su género dice el escritor Elizur Lares Bolívar. “Me voy a referir también al general Cornelio Muñoz, otro de los lanceros del gene-ral Páez, porque su adjudicación quedó en la misma región con el Arauca de por medio; También este prócer, ya coronel cuando llegó a Carabobo y al frente de uno de los escuadro-nes de lanceros que salieron por la pica de La Mona, junto con Cedeño y Rondón, arremetieron contra los batallones españoles que destrozaban a la Legión Británica poniéndolos en derrota. A éste le adjudicaron el hato El Yagual en donde se había librado la batalla del mismo nombre, en la ribera norte del Arauca, cuyos terrenos llegaban al caño El Rosario y la casa

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del hato situada en el lugar en donde hoy está el monumento conmemorativo. Lugar que hasta no hace mucho tiempo co-nocí con el nombre de “el Muñosero” (José A. Garbi, pepito).

José de la Paz Suárez

Ensayista, poeta, periodista, actor, dramático, pedagogo, artesano, fotógrafo, militar y comerciante. Descendiente del prócer apureño Gral. José Cornelio Muñoz. Nació en las cercanías de El Yagual en 1846.

En su juventud llevó una vida bastante activa, intranqui-la y agitada, como lo hace suponer las distintas actividades mencionadas anteriormente. Como fotógrafo y periodista fundó en Caracas un periódico titulado “La Estrella Roja”.

Como educador, fue maestro en Achaguas, co-fundador de la Escuela “Agustín Codazzi” de San Fernando y primer Director de la Escuela de Varones “Guzmán Blanco”, creada en la misma capital apureña en 1916.

Dentro del mundo literario, se destacó como ensayista. Sin embargo, es más conocido como poeta con su canto he-roico con el cual participó en 1910 en el “Concurso para Seleccionar el Himno de Apure”, cuya música la compuso el no menos conocido poeta sanfernandino Juan Vicente Torres del Valle.

Este eximio educador apureño se entregó a la paz del Se-ñor el 21 de octubre de 1919, a los 73 años de edad, en San Fernando de Apure, ciudad a la cual dedicó su vida entera.

José Manuel Sánchez Osto

Oriundo de El Baúl, estado Cojedes. Nació el 4 de diciem-bre de 1875, pero antes de cumplir un año de edad su familia se trasladó a Apure y aquí transcurrió toda su vida. Su padre fue el Gral. Teodoro Sánchez Ríos y su madre Doña Rosa Osto, coje-deños y dueños del Hato Chaparralito, en el Cajón de Arauca.

Cursó estudios de derecho en el Colegio Federal de Primera Categoría en Calabozo. Sin embargo, se cree que se graduó en la Universidad Central de Venezuela en 1901. Su profesión de

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Abogado la ejerció muy poco. Fue compañero de estudio de Temístocles Estévez, Agustín Domingo Beroes y su hermano Ángel, quienes posteriormente fueron eminentes juristas y con quienes mantuvo estrechos lazos de amistad hasta su muerte.

El 15 de junio de 1908 contrajo matrimonio con la Srta. María Luisa Palacio. Pasaba largas temporadas en el Hato Cha-parralito, donde ejecutaba trabajos manuales ordinarios propios del medio. En las tertulias con los peones, se compenetraba tan-to con ellos que se expresaba en su mismo lenguaje rústico.Dos pasiones predominan en José Manuel Sánchez Osto: Primero, el llano apureño con sus sabanas, rebaños y su gente noble y senci-lla. Segundo, la historia regional. Por ello, mucho escribió sobre el llano apureño y su historia.

Se distinguió como orador e historiador. Sus discursos fueron publicados en la prensa de San Fernando. Escribió “Historia del estado Apure”, inédita, cuyos originales estu-vieron en poder del escritor camaguanense Carlos Modesto Laya y luego pasaron a manos del talentoso escritor gua-riqueño Adolfo Rodríguez, acucioso investigador, serio, de prestigio nacional y gran admirador de Apure.

También escribió una pequeña biografía del Gral. Mar-tín Segovia, apureño, publicada en el Boletín Histórico de Miraflores. El 2 de junio de 1938 la Academia Nacional de la Historia lo eligió miembro correspondiente suyo.Se des-pidió de este mundo en Caracas el 21 de abril de 1939, a los sesenta y cinco años de edad, a causa de una enfermedad renal. Muy merecidamente, se le asignó su nombre a la Bi-blioteca Pública de San Fernando. En 1980 fueron editados siete artículos periodísticos suyos con el título de “Los Llanos de Apure”, publición Nº 17 del Cronista del estado Apure.

Rafael Bolívar Coronado

Autor de la letra del ALMA LLANERA, canción, con-siderada el segundo himno nacional de Venezuela, la música es del nativo de la Guaira Pedro Elías Gutiérrez. Se estrenó en Caracas el 19 de Septiembre de 1914. Bolívar Coronado nació en Villa de Cura el 6 de Junio de 1884, y murió en

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Barcelona (España) el 31 de Enero de 1924; su vida trans-curre en la tierra del Yagual, nombrado este lugar en la obra original de donde nace la canción. Vivió Rafael un tiempo en el hato de un tío llamado Ramón Coronado, a quien lo envió su madre… “te lo envío para que hagas de él un hombre serio y trabajador”.

Escritor y periodista que llevó centenas de seudónimos. Refiere el escritor Rafael Castellano en su libro “Un hom-bre con más de 600 nombres” que aquel decía: “No puedo vivir sin hacer ruido, me hace falta la movilidad, el peligro, la agresión”. Su tío, quien era rudo y regañón, fumaba mucho una pipa descomunal, lanzaba llamaradas de fuego por sus ojos cuando se enfadaba, contaba el joven; un día le vi desnu-car una mula de un puñetazo. Casi todos los peones jóvenes eran sus hijos.

Julio César Sánchez Olivo

La población de Guachara lo vio nacer el 21 de octubre de 1909. Sus padres: Don Teodoro Sánchez Osto y Doña María Josefina Olivo Fuentes de Sánchez.

Desde niño se interesó por la lectura de libros como “El Consejero de la Juventud”, “El Manual de Urbanidad de Ca-rreño”, “Don Quijote de la Mancha”, “La Biblia”, las obras de Alejandro Dumas y Víctor Hugo, así como también textos de aritmética, gramática, geografía e historia.

A los 16 años realiza todas las faenas del llano. Constan-temente estuvo rodeado de trabajos y peligros como todo llanero. Su adolescencia transcurrió en el Hato Los Cañitos, con frecuentes visitas a San Fernando.

En 1945 contrajo matrimonio con la dama sanfernandina Guillermina Fernández Navas. Dedicó gran parte de su vida al desempeño de diversas actividades en la administración públi-ca, desde Secretario de la Alcaldía del Municipio Apurito hasta Senador de la República, representando a su Estado natal.

En cuanto a su actividad cultural, fue fundador y cola-borador de periódicos regionales y nacionales a través de su columna “Camino Real” aparecida en 1941. Además de ser

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fundador y miembro activo de varias instituciones sociales y culturales, fue Cronista Oficial del Estado Apure, Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de la Lengua y Miembro Correspondiente de la Academia nacional de la Historia.

En 1969 inició un programa radial dominical por la emi-sora sanfernandina “La Voz de Apure” titulado: “El Apure de Ayer, de Hoy y de Siempre”. En 1975 publicó su poemario “Por el Rumbo del Recuerdo”, donde plasma fielmente las costumbres, hazañas y vivencias del llanero nato. Reeditado en 1978.

Como Cronista Oficial del estado Apure logró publicar más de 30 obras, las cuales tuvieron básicamente dos propó-sitos: primero, demostrar que Apure había tenido una muy sobrada tradición histórica – cultural de alta talla; y segundo, exaltar el valor cultural de los hombres de Apure.

Falleció en San Fernando el 23 de abril de 1988. Contaba con 78 años. Su fecunda labor a favor de la historia y la cul-tura regional se vio estimulada y recompensada por innume-rables reconocimientos, homenajes distinciones y condeco-raciones.

Manuel Felipe Rodríguez Cortez

Nació en una ribera del Arauca vibrador, cerca del delta en su margen izquierda, en un médano conocido como La Corcha, un 5 de enero de 1926. Hijo de Agapito Rodríguez Camacho y Ana Socorro Cortez Sánchez, quienes contra-jeron matrimonio, con la bendición nupcial del sacerdote Guillermo García.

Desde muy temprana edad participó en las faenas del lla-no. En 1945 culminó su educación primaria en la Escuela Nacional Graduada “Agustín Codazzi”, bajo la dirección del conocido educador Pablo Domingo Botello.

En 1946 se inició como Preceptor en la Escuela Federal de El Yagual. En 1947 ingresó a la Escuela normal Rural “El Mácaro”, de donde egresó como Maestro de Educación Rural en 1951. En 1960 aprobó el “Curso de Director de

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Núcleo” y en 1970 hizo lo propio con el de “Perfecciona-miento para Supervisores Rurales”, luego de haber asistido al IMPM en Caracas. Recibió su merecida jubilación en 1983. De manera que se desempeñó como Docente, Director y Supervisor.

Ocupó importantes cargos en la Educación Rural e In-digenista, donde cumplió con la noble labor de proteger y defender nuestros hermanos aborígenes, cuya problemática ha sido enfocada en sus numerosos ensayos y trabajos de in-vestigación. Contrajo matrimonio en 1956 con la señorita Carmen Cleotilde Loggio Pérez, de cuya unión nacieron 5 hijos.

Su labor en el campo educativo se ha visto estimulada por las siguientes condecoraciones: Orden María Nicasia Ga-marra, Ejecutivo Regional en 1971, Orden Ciudad de San Fernando, Concejo Municipal en 1986, Orden 27 de Junio y numerosas placas y diplomas de reconocimiento.Forma parte la Galería permanente de Educadores Apureños, expo-sición de fotografías en la sede el IPASME de San Fernando de Apure.

Es autor de los siguientes trabajos: “Proyección de la Edu-cación Rural en la Región Sur y Plan de Acción en base a la realidad actual” (febrero de 1972), “Evocando Recuerdos” (poemario, enero de 1982), “El Fuego Eterno” (1985), “Sa-mán Llorón, Crónica de un Árbol Legendario” (1989), “La Grandeza Épica de Carabobo”, “Biografía del Profesor José Andrés Ortiz”, “Ensayo sobre la problemática indígena Yarura” y otros cuantos poemas e investigaciones.

Glicery Gracia Yapur de Silva

Oriunda de El Yagual, donde nació el 13 de noviembre de 1936. Sus padres, Don Nayipe Gracia Buaiz y Doña Emilia Yapur de Gracia. Su primera maestra fue Doña Juana de Garbi. A los nueve años de edad se trasladó con su familia para San Fernando de Apure.

A los 12 años, al concluir la primaria, recibió una medalla y diploma de honor al mérito, otorgados por la Gobernación

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del Estado, como la “mejor alumna del estado Apure”. Sus estudios de bachillerato los culminó en Maracay.

En 1956 se inició en el magisterio, primero como Maes-tra en el Grupo Escolar Achaguas, luego como Profesora en la Escuela Normal de San Fernando y posteriormente como Directora – Fundadora de la Escuela de Artes y Oficios (ac-tualmente Centro de Capacitación Teresa Heredia).

En 1965 ingresó como profesora en el “Liceo Lazo Martí”, donde fundó el periódico estudiantil “Destellos”, el cual cir-culó durante varios años. En 1979 fue trasladada a la Subdi-rección Académica de la Unidad Educativa Clarisa Esté de Trajo. En 1981 fue justa y merecidamente jubilada.

Recibió en 1972 la condecoración orden 27 e Junio que otorga el magisterio y posteriormente fue galardonada con la Orden “Rómulo Gallegos”. En 1976 se graduó de Profe-sora de Biología por mejoramiento profesional. Entre otras actividades, está el hecho de trabajar incansablemente con las Mujeres de Acción Católica de San Fernando de Apure por los problemas sociales de dicha comunidad.

En 1982 publicó su primer poemario “Búsqueda”, una recopilación de sus poemas de juventud. Posteriormente apareció “El Profesor Simplicio”, un pequeño relato, “Época Histórica” (1990) y “Ecos de mi Silencio” (1991). Ha escri-to varios poemas, cuentos y ensayos, aún inéditos. Admira profundamente la poesía de Pablo Neruda y Andrés Eloy Blanco.

Fue fundadora y posteriormente Presidenta de la Asocia-ción de Escritores de Venezuela Seccional Apure, donde tra-bajó incansablemente por la promoción de valores literarios apureños. Como ejemplo de ello está la recopilación y orga-nización de la antología Poesía Apureña, publicada en 1988.

José Manuel Osto Ojeda

Sociólogo, investigador, ensayista, articulista. La población de El Yagual lo vio nacer el 14 de Noviembre de 1944. Es-tudió su educación primaria y media en su pueblo natal y en San Fernando de Apure, respectivamente. Posteriormente

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se matriculó en la Escuela de Sociología de la Universidad Central de Venezuela, de donde egresó en 1977. Su vida pro-fesional ha estado centrada fundamentalmente en actividades de investigación social y de desempeño educacional.

Siendo estudiante de sociología participó en 1972 en un trabajo de investigación denominado “Estudio socio- eco-nómico y cultural de las etnias indígenas del Territorio Fe-deral Amazonas”, hoy Estado Amazonas, patrocinado por la universidad Central de Venezuela (UCV) y la Comisión parra el Desarrollo del Sur (CODESUR). Asimismo, inter-vino en un trabajo de investigación social sobre el diseño del “Proyecto Guanare-Masparro” de los Estados Portugueza y Barinas auspiciado por la Universidad Central de Vene-zuela (UCV) Y EL Ministerio de Obras Públicas (MOP). Igualmente, participó en el diseñado del “Programa PIRA” DEL Instituto Agrario Nacional (IAN) en los Estados Apure y Guárico.

Desde 1987 se ha desempeñado como asesor y tutor de Tesis de Grado y de Postgrado en la Universidad Central de Venezuela, Universidad Nacional Experimental “Simón Ro-dríguez” Núcleo Biruaca, Universidad Experimental de los Llanos “Ezequiel Zamora”, Vice-rectorado de San Fernando y en la Universidad Nacional Abierta, Centro Local Apure.Ha trabajado como docente en educación media y superior por más de veinticinco (25) años. Ha sido Director- Coor-dinador del Centro de Historia del Llano Venezolano (CE-HISLLAVE) con sede en San Fernando, desempeñándose en la actualidad como investigador del mensionado centro.

Sus artículos de sociología y educativos están dispersos en diferentes periódicos sanfernandinos, entre ellos “La Idea” y “El ABC”. Tiene listos para publicar dos interesantes trabajos “Pueblos Testimonios” y “Barrios de San Fernando”.

Ana Josefina Montilla

Maestra normalista, abogada, jurista, ensayista, promotora cultural. Abrió los ojos al mundo por vez primera a prin-cipios de la década de los cuarenta, un feliz día del cálido

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mes de febrero en las inmensas y soleadas sabanas del llano apureño, en la tierra que fue escenario de “Pancha” Vásquez, quien personificó Rómulo Gallegos como “Doña Bárbara”, esa magnífica creación literaria.

Sus primeros años los vivió feliz en La Ceiba, la principal Fundación del Hato La Trinidad de Arauca, propiedad de la familia Estrada, ubicado a orillas del caudaloso y vibrador río Arauca, en el alto Apure.

Posteriormente, su familia se trasladó para El Yagual, don-de inició su educación primaria, terminándola más tarde en San Fernando. Luego estudió en la Escuela Normal “Ave-lina Duarte” de esta misma ciudad, de donde egresó el 28 de julio de 1962 como Maestra Normalista. El magisterio útil, eficaz y con devoción lo transitó como Maestra de Aula, Sub – Directora y Directora, siempre en escuelas de su tierra apureña.

Cursó estudios de Derecho en la Universidad Santa María de la capital de la República y no le fue difícil desempeñarse en ese hermoso campo, pues posee condiciones personales y profesionales innatas e indispensables para el buen desenvol-vimiento del ejercicio jurídico tales como equidad, justicia, mano firme, energía y mucha sensibilidad ante las expresio-nes conductuales del ser humano.

El camino jurista lo trazó como Abogado Litigante, Juez de Municipio, Juez de Instrucción Provisorio, Juez Segundo de Primera Instancia en lo Penal, Juez Superior Penal, Juez Superior, Presidenta del Circuito Judicial Penal de Apure y Docente universitario en la Universidad Nacional Experi-mental de los Llanos “Ezequiel Zamora” (UNELLEZ), Vice – rectorado de San Fernando de Apure.

Dentro del ámbito cultural, fue una de las primeras apure-ñas en fomentar la creación del Museo de la Cultura Apureña “Antonio José Torrealba Osto”, llegando a ser su Presidenta. Es pionera de la Cultura Apureña. En el año 2002 publicó un sencillo pero interesante trabajo biográfico dedicado a la memoria de su madre titulado “Regalos del Silencio”. Vive en caracas, pero siempre recordando y visitando cada vez que puede su Estado Natal.

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Argenis Méndez Echenique

Educador, investigador, articulista, ensayista, cronista, cuentista e historiador. Nació en Yagual el 14 de agosto de 1947. Hijo de Don Daniel Méndez y Doña María Antonia Echenique. Estudió la educación primaria en su pueblo natal. Se graduó en 1967 de Bachiller en el Liceo “Lazo Martí” de San Fernando y de Licenciado en Educación en 1972 en Mérida.

Ha desempeñado varios cargos como Profesional de la Docencia en el Ministerio de Educación en distintos liceos de San Fernando desde 1972. Además, fue Supervisor de la Zona Educativa, Jefe de la Sección de Educación de Adulto, Jefe de la Zona Educativa, Director de Educación del Estado y actualmente es Profesor Ordinario de la Universidad Na-cional Experimental “Simón Rodríguez”, Núcleo Biruaca.

Ha sido fundador, redactor y colaborador de diferentes periódicos estudiantiles y culturales de San Fernando y otras ciudades del país. Ha fundado y formado parte de Juntas Di-rectivas de varias instituciones culturales sanfernandinas. Es Presidente de la Sociedad Bolivariana de Venezuela centro co-rrespondiente a San Fernando (1980), Miembro Correspon-diente de la Academia Nacional de la Historia por el estado Apure (1984) y Cronista Oficial de la Ciudad 1988).

Es autor de muchas obras de carácter histórico. Sin em-bargo, por razones de espacio se mencionarán sólo algunas: Acotaciones del Dr. Diego Eugenio Chacón de la Historia Contemporánea de Venezuela de Francisco González Guinán (1978), Historia de Apure, Visión Panorámica (1979), Aportes a una Bibliografía sobre el estado Apure (1979), Campaña del Presidente Guzmán Blanco en Apure 1981), Trazos para una cronología Histórica de Apure (1983), Bolívar en Apure, Apure en Bolívar (1983). Su monumental obra Historia de Apure se ha editado en cuatro ocasiones 1985, 1995, 1997 y 1998. Pos-teriormente continuó con El Cabildo Apureño, Doscientos Años de Historia (1987), Influencia del Yaruro en el contexto de la formación del Llanero apureño, Santa Bárbara (Patrona de los Llaneros), Cuentos de Llano Adentro, Literatura Llanera

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después de Rómulo Gallegos (2001), Apure, Síntesis Geo –Histórica (2002), una aproximación teórico-metodológica a la historia regional apureña (2002), Presencia Francesa en Apure, ensayo de aproximación (2002), entre otras.

Observación del autor del libro: Argenis Méndez Eche-nique nació en Turmero, Edo. Aragua donde fue presentado, pero regresado enseguida al Yagual.

Generación del 47

Hubo en El Yagual un grupo de jóvenes que estudiaron juntos hasta el tercer año, luego cada quien tomó su rumbo, pero siempre se reencontraban en El Yagual; se llamó la ge-neración del 47, pues todos nacieron en el año 1947, no hay seguridad de si todos nacieron en dicho pueblo pero estuvie-ron desde muy niños y aquí se hicieron hombres.

Argenis Méndez Echenique (14/08/1947) Historiador, cronista.

Manuel José Castrillo (10/09/1947) Técnico Agropecuario.José Centeno Herrera (02/09/1947) Médico Veterinario.Melitón Emilio Rebolledo (10/10/1947) Lic. en Economía.Martín Pino (11/11/1947) Ing. Agrónomo.

La Educación

Para hablar de educación tendríamos que hablar de edu-cadores, pues cometeríamos un gravísimo error el no men-cionarlos y rendirles a todos, un sitial de honor en la historia local de El Yagual.

Juana Fernández Sturup de Garbi: Nació en Guayabal (Guárico) el 2 de septiembre de 1912. Desde temprana edad la llevan a vivir a San Fernando de Apure. Estudio en la ca-pital de Apure su bachillerato en el Liceo “Antonio Estellon” que dirigía la educadora Teresa Hurtado, Juana recibió de parte del gobernador General José Domínguez o del Gene-ral Juan Alberto Ramírez una medalla de honor al mérito

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por su gran aplicación. En 1934 se traslada a El Yagual para hacerse cargo de la “Escuela Unitaria para niñas” la cual fun-cionó, al comienzo, en un salón de su casa. En el lugar donde estuvo la casa de Juana Fernández de Garbi se construye un nuevo liceo que lleva su nombre.

Cuenta Manuel Domínguez Cortez (encargado de aquel tiempo de todo lo relacionado a esta escuela). En casa de Pan-chita Mirabal puse a funcionar la Escuela de varones, y Doña Juana de Garbi en su casa de familia del otro lado del caño tenia funcionando la escuela de hembras. En 1946 ambas es-cuela formaron lo que se conoció después como “Escuela Fe-deral Raimundo Fonseca”, hoy en día “Escuela Bolivariana Raimundo Fonseca”. El maestro Pablo Aniceto Camejo fue encargado de los varones en este tiempo. La señorita Belén Villasana fue la primera directora de dicha escuela.

Rosa Vicenta Cróquer de Silva. En el año 1928 ya esta educadora figuraba como maestra en “Las Matas”. En El Ya-gual vivió en la misma cuadra donde estuvo la casa de Juana de Garbi, donde hoy día vive su nieto Manuel Echenique Silva (Manolo).

Aunque tenía su casa en este pueblo vivía regularmente en el sitio donde era maestra. Los fines de semana llegaba a El Yagual en su recua de burros al frente del cual venía su hijo Jorge. Los domingos los animales estaban enjalmados para retornar a la escuela Federal Nº 68, Un cuarto de siglo dedicado con devoción a ese caserío es de admiración.

En el año 1953 es trasladad a la Escuela Nacional Rai-mundo Fonseca de El Yagual. Es condecorada con la orden “27 de Junio” en su 1era, 2da y 3ra clase, en el tiempo en que gobernaba Octavio Viana González y también ese mis-mo año es jubilada con justicia. Nació en 1900 y muere en octubre de 1982.

Emma Ramona Fernández de Franco. Nace en El Yagual. Sus padres fueron Llario Fernández y Ramona Segovia, sobrina de Manuela Segovia de Fernández (hija de Don Mar-tín Segovia (el General). Se inicia en 1924 en una escuela que

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los vecinos habían fundado para evitar que los niños pasaran el caudaloso Río Arauca y que también era muy corrientoso. Para 1945 se convierte en mixta. La señorita Emma es nombrada Maestra Preceptora de la Escuela Nº 3.281, en Palmira, situada en la misma parroquia; poco después se une con el ciudadano Juan Franco. De esa unión nacen nueve (9) hijos, tres varones y seis damas. Su esposo se dedica a las labores del campo y perma-nece allí hasta el año 1958 (año de la caída del General Marcos Pérez Jiménez), fueron 22 años de ininterrumpida labor en el medio rural. Uno de sus hijos, José Milario Franco, se graduó en la escuela normal Rural “El Mácaro” en Julio de 1951; su hija Olida Franco, educadora también, fue directora de Núcleos Escolares Rurales.

Emma permanece dos años en Guachara, la Bachiller Flor Farray de Agrinzones, estaba como Directora del Grupo Esco-lar; Luego trabaja en la Escuela Nacional de Madre Vieja cerca de Apurito; seguidamente en el Grupo Escolar Cosme López Hurtado de esa población; más tarde, pasa al Grupo Escolar Te-resa Hurtado en Achaguas, siendo el director el Profesor Rafael Humberto Alvarado. De avanzada edad trabaja en el Grupo Es-colar Daniel O’Leary en San Fernando, siendo la Directora Flor Graterol (hermana loba). Fue condecorada con la orden 24 de Junio en 2da clase y jubilada en el tiempo del gobernador Oc-tavio Viana González o el profesor Héctor Saldaño Salazar.

Belén María Villazana de Magallanes. Nació en el hato “La Candelaria”, propiedad del General Juan Vicente Gómez, el 17 de Marzo del año 1927; dicho hato lo atendía su padre, el señor Pablo Villasana Núñez, hoy en día lleva el nombre, Paso Arauca.

Al cumplir ella, un año de edad, la familia se muda a Guasdualito. Su padre era oriundo de Tinaco (Edo. Cojedos) y su madre, Rosa Ramos, era hija de El Yagual (Edo. Apu-re). Su padre trabajó diez años en el hato “El Caimán” hasta que murió el General Gómez. De aquí salen al hato “San-ta Rosa”, allí donde su padre fue también encargado, muy cerca de Camaguán (Edo. Guárico). Estuvieron tres años en este sitio y luego se regresaron a El Yagual de donde era su

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mamá. Hay que hacer notar que hacían unos cuantos años había nacido en Guasdualito su hermano Rafaél José, el 26 de Noviembre de l928.

Estudió en la Escuela Inés de Pérez en Guasdualito los dos primeros grados de primaria; en Camaguán, tercero y cuarto y en el Tereza Hurtado en San Fernando culminó su quinto y sexto grados. Fue nombrada Directora del Grupo Escolar Raimundo Fonseca en El Yagual, el 16 se Septiembre de 1946, antes enseñó segundo grado en la “Casa Hogar” de San Fer-nando en los años 1944 – 1945. En los años 1951 –1955 es maestra en el Grupo Escolar Tereza Hurtado. Ya para 1950, se casa con el señor Reinaldo Magallanes, de Ciudad Bolivar.

Su mayor satisfacción como mujer ha sido el haber teni-do ocho (8) hijos, todos profesionales, a Dios gracias. Con tristeza recuerda la pérdida de su esposo y de su penúltimo hijo, Reinaldo, militar quien estaba próximo a ser General de Brigada. Esta llanera también merece los mejores elogios de este pueblo y de todo el Municipio Achaguas.

Victoria Tovar. Nace en la jurisdicción de El Yagual, hija de Gumersindo Mirabal y Amelia Tovar. Es la primera hija de ocho retoños, 6 damas y 2 varones. Comienza su trabajo como educadora a los 20 años de edad; es enviada a Elorza en el go-bierno de Edgar Domínguez Michelangelli, mas tarde viene a El Yagual como Directora de la Escuela Raimundo Fon-seca, luego pasa a dirigir la Escuela de Guachara; posterior-mente es Sub Directora del Vuelvan Caras de San Fernando de Apure, ya en sus últimos años de trabajo magisterial, es directora de el liceo Juana de Garbi en El Yagual, de donde sale jubilada, también tiene el mérito de haber fundado una escuela nocturna en el pueblo.

Humberto González. Se hizo famoso por su metodo-logía drástica en la enseñanza, muchos y muchas que fueron sus alumnos todavía cuentan sus experiencias con este sin-gular rabino llanero. Hijo de Carlos José Muñoz y Georgina González; aunque su padre tuvo familia con seis damas, en su propia esposa no pudo tener hijos. Humberto solo se con-

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formó con tres damas, pero con todas cumplió, tanto con las mujeres como con los hijos, a pesar de que por todos fue-ron 36, incluyendo el mayor que lo hizo antes que el grue-so familiar comenzara en El Yagual. Lo cierto es que como maestro enseñaba con vigor, en aquel tiempo cuando los y las maestras se comportaban como padres en relación a los castigos. En la Escuela Raimundo Fonseca donde impartió clases, todavía existe una mata de taparo de donde él tomaba chaparros para corregir a los flojos y a los mal comportados. Vivió en la casa donde comienza la calle que lleva su nombre, al lado del negocio “El Matapalo” (2012 fecha referencial) de Alicia García.

Elina Mirabal. Fue una maestra de El Yagual, pero traba-jaba fuera del pueblo. Aunque dentro de la misma parroquia. Ejerció su loable labor educativa en Los Cocos, en el gobierno de Rómulo Betancourt. Esta dama también fue secretaria en la prefectura por dos temporadas, en el primer y segundo mandato de Carlos Andrés Pérez. La honra de mujeres y hombres no se mide por colores partidistas, honor a quien honor merece.

Florangel Elizabeth Villazana Romero. En el año 1975 fue maestra de pre-escolar en El Yagual. Estudió cuarto año en el liceo “José Luis Lame” en la ciudad de Maracay. En San Fer-nando de Apure hizo dos cursos para la Orientación y trato al Preescolar. Dentro de nuestra historia tengo el gusto de honrar a esta mujer para que las generaciones que siguen la recuerden como la primera educadora de la edad pre-escolar en este pue-blo.

Hermes Tovar. Hermano de Victoria Tovar. Honor a quien honor merece. En el año 1997 fundó la Escuela Básica “El Pue-blito”. Dio clase en esta escuela 5 años con María de Delga-do, Lina Figueroa de Segovia y Morelia Tovar; también con Bilma Méndez. Fundar una escuela que hoy se hace grande es un logro de incalculable valor. Dicha institución fue co-ordinada durante varios años por la profesora Lina Figueroa de Segovia. Para el 2012, la coordina la profesora Elvia Silva.

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Rafael Silvino Mirabal Herrera. Nació en la parro-quia El Yagual, Municipio Achaguas, estado Apure, el 9 de Febrero de l967, es el cuarto hijo de los nueve que engendró Rafael María Mirabal con doña Luisa Sofía Herrera.

Cursó los estudios de educación primaria en el Grupo Escolar Raimundo Fonseca desde el año 1975 hasta l981; posteriormente, los tres primeros años de educación secun-daria, los realizó en el Ciclo Combinado El Yagual (hoy Liceo Bolivariano Juana Fernández de Garbi) en los años 1982-1984; en el Liceo Lazo Martí en San Fernando culminó sus últimos años del bachillerato.

Sus estudios superiores los hizo en la Universidad Peda-gógica Experimental Libertador (UPEL- MÁCARO) entre l989 y 1995, donde obtuvo el título de pregrado: Profesor de Educación, mención Estudios Sociales. Realizó estudios de postgrado en la “Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA) entre los años 2004 y 2007, obteniendo el título de Magister en Educación, Mención Gestión Educativa.

Realizó curso de 5to nivel en educación en Julio de 2008, Diplomado para Docentes con Función Supervisora, en Ju-nio de 2009. Comenzó su carrera docente el 01 de Octu-bre de 1989, en el Grupo Escolar Raimundo Fonseca (hoy Escuela Bolivariana) como docente de aula hasta el 2005; Director (5) de la misma institución, desde el 2005 hasta el 2008. Actualmente (2012), se desempeña como docente con función supervisora del sector 1, que comprende la Parroquia El Yagual, y las instituciones a su cargo que son: Liceo Juana de Garbi, Escuela Primaria Bolivariana Raimundo Fonseca, CEIS San José del Yagual y Escuela Primaria Bolivariana Pal-marito con sus subsistemas.

Yudith De Herrera. El 9 de Enero de l953 nace en Cabruta (Estado Guárico), María Judith Villanueva de He-rrera. Maestra de aula, forjadora de la educación apureña. Sus padres fueron: Víctor Manuel Herrera, natural del estado Falcón, y María Guillermina Villanueva, guariqueña.

Fue criada esta dama con esfuerzo y sacrificio por su ma-dre quien realizaba labores domésticas para mantener y edu-

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car a sus hijos que en total eran tres. Inició sus estudios de primaria en una escuela del pueblo donde nació; a los 15 años de edad se muda a San Fernando de Apure y culmina su secundaria en el Liceo Lazo Martí, estudiando de noche y trabajando de día.

El 02 de Agosto de 1974 contrae matrimonio con el ciu-dadano Edgar Óscar Herrera Hernández, venezolano, natural de San Fernando de Apure, de oficio comerciante. Tuvieron siete hijos: María Eugenia. Nellis Guillermina, Judith Mariela. Edgar Enrique, Flor Marianela, Miguel Ángel y Luz Mariana.

En 1977 inicia su labor como Docente (Maestra Interina) en la población de Riecito, ubicado en la frontera con Colom-bia, Allí enseñaba principalmente a indígenas de la etnia yarura conociendo mucho de su cultura, lengua y costumbres.

El 01 de Mayo del año 1979, aún estando laborando en Riecito, pasa a ser maestra fija en el Núcleo Unitario No 3, Estado Apure. El 16 de Septiembre, de ese mismo año, le dan cambio para el Grupo Escolar Raimundo Fonseca en El Ya-gual. Fijó su residencia en el sector El Brazo de Páez y dedicó su vida y su esfuerzo para lograr que sus hijos fuesen mejor que ella y poder verlos preparados secular y espiritualmente. El 02 de Febrero de 2003 duerme en el Señor, quien fuera insigne educadora, madre y amiga.

Lina Rosa Figueroa de Segovia. Nació en El Yagual, Municipio Achaguas Estado Apure, el 16 se Septiembre de 1962. Realizo estudios de primaria en el Grupo Escolar Rai-mundo Fonseca, en el mismo pueblo entre los años1967 a 1972. Sus maestros fueron: Ramona Martínez, Álvaro Ro-drigo, Arévalo Martínez y Gustavo Vargas. El sexto grado lo estudio en el Grupo Escolar Teresa Hurtado en Achaguas, el año 1969, con el maestro Antonio Lara. En la misma capital del Municipio estudio 1ero y 2do año de bachillerato en el Liceo Diego Eugenio Chacón en los años 1974 – 1976, teniendo como profesores a Jesús Galípoli, Jesús Materán, Armando Ojeda, Asdrúbal Rodríguez, Breto Peña y Maritza de Hernández. El tercer año lo estudio en el Liceo Juana Fernández de Garbi el año 1972, sus profesores fueron: José

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Echenique (El Negro), Lino Ostos, Victoria Tovar, Nico-lás Castillo y Humberto Gozález. Ese mismo año realizó el curso de Pre-escolar en el CEAD, ya que su sueño era ser maestra de Pre-escolar. Culmina su bachillerato en el Liceo Clarisa Esté de Trejo en San Fernando de Apure, entre los años 1983 – 1985.

A los 22 años de edad se inicia como maestra estadal en la Escuela Unitaria Coco e` Mono, El Rosario, el 1ro de No-viembre de 1984. Ese mismo año fue trasladada a la Escue-la Estadal Básica Concentrada “El Pueblito” adscrita al NER 433.

El 7 de Junio de 1986, contrae matrimonio con William Segovia, y trae al mundo a sus dos hijos: Nakary y Wilim Josué. Continúa trabajando como maestra de aula en la E.E.B.C.” El Pueblito”, hasta llegar a Coordinadora de la misma. Se gradúa de T.S.U. en la UPEL y luego de Profesora en la Especialidad de Educación Integral. Finalmente el año 2008 la Dirección de Educación Estadal la jubila con 25 años de servicio, siempre está pendiente de su escuela y colabora con ella.

Cabe destacar que ayuda en orientación y elaboración de trabajos a alumnos de diferentes niveles: primaria, secundaria y universitaria; en especial a los de la U.B.V, como fue criada en un hogar cristiano, así quiere hacerlo con sus dos nietos hasta los momentos: William Alberto y Rafael Nico

Algo más de Educación

Mencionamos los maestros que comenzaron en los pri-meros años en el Raimundo Fonseca: Belén Villasana, Jua-na de Garbi, Barbarita Mirabal, Manuel Rodríguez Cortez, Emma Fernández de Franco, Manuel A. Avilán, Lucía de Avilán, Rosa de Espinoza, Esperanza de Marín, Esperanza de Ledezma, Crisanto Marín, Amilcar Santos, Carmen Araujo, Ana Lucía Lovera, Vicenta de Silva, Victoria Tovar, Humber-to González, Fernando Venegas, Petra Castillo, Manuel José Arévalo Martínez, Ángel G. Vargas, Manuel Prieto Ferrer, Elsy Jaramillo de Hernández, Petra Morales Campo, María

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Eladia Rebolledo y Emma Rodríguez de Malpica.Otros maestros que sirvieron con sus conocimientos en

la Escuela Básica Raimundo Fonseca y que actualmente se llama Escuela Primaria Bolivariana Raimundo Fonseca, estos maestros fueron: José Hernández, Elis Jiménez, Gerson Ubeto, Dolis Alfonzo, Carlos Ver, Franci Acosta, Nidia Pino, Oswal-do José Areaga, Lesbia Hidalgo, Luzmila Álvarez, Florangel Villasana, Miriam Espinoza, Rafael Lavado, Carmen Díaz, Asael Ojeda, Fátima Ramírez, Edecio Martínez, Francisco Ascanio, Manuel Ribas, Miriam de Jiménez, Héctor Mira-bal, Elida Gómez, Ana Moreno, Risser Castillo, Yudith Villa-nueva de Herrera, Moisés Martínez, Eladio Alvarado,Yajaira Blanco, Enrique Castro, Victor Besty, Nancy Colmenares, Viena Rodríguez, Josefina Rodríguez, Rafael Pérez, Mar-lene Ruiz, Yolimar Juárez, César García, Guillermo Moreno, William Osto, Blanca Castillo, César Maldonado, Débora de Salinas, María Artigas, Orlando Aban, Elías Sulbaran, Betsy Montoya, Jorge Guerrero, Sara Figueroa, Pedro Mirabal, Ana Querales, Elvia Silva, Félix Hernández, Henri Méndez, Ro-ger Hernández, Nubia Camejo, Luis Cabrera, Yesenia Valera, Neida Castillo, Miladis de Rodríguez, Tania Machado, Yajai-ra Méndez, María Elena Echenique, Carlos Blanco, Noelia Hernández, Linnoris Ostos, Nellis Herrera, Alexis Figueroa, Rafael Mirabal, Leandra Espinoza, Connie Flores, Yumilba Álvarez, Sotera Silva, Carmen Flores, Dorca Figueroa, Jairo Vivas, José D. Espínola, Maigualida Segovia, Ana Silva, Ya-mirley de Rebolledo, Mauro Figueroa, Basy Farías, Daisy Carpio, Hirma León, Elías Arteaga, Maritza Jiménez, Viki, Nally Salinas, Germán Espínola, Rosa Figueroa, Nelly Flores, Marisol Fernández, Juan Delgado, Manuel González, Lino Osto, César Soto, Juan Castillo, Belkis Matute, Noby Flores, Yenni Mirabal de C y Ángel Cróquer (Añita).

Los maestros hasta el 2012, en el Fonseca: Irma León Romero,Inés Sambrano, Yesenia Valera, Ana Silva, Dorca Figueroa, Neida Castillo, Alexis Figueroa de González, Ne-lly Herrera, Zenaida Ojeda, Yomilba Álvarez, Daisi Carpio, Leandra Espinoza, María Echenique, Mauro Figueroa, Daisi Santana, Sótera Silva, Linnoris Osto, Nelly Flores, Maigualida

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El Yagual, retazos de su historia

Segovia y Carmen Flores.Escuela Bolivariana El Pueblito. Maestros que han pasado por

esta importante institución: Hermes Tovar “Palillo”, María de Delgado, Lina Figueroa de Segovia, Morelia Tovar, Bilma Méndez, Estela Escobar, Maribán Medina, Miladi de Rodrí-guez, Maríanela Herrera y José Elías Bello.

Imparten clases hasta la fecha de recoger esta información (2012): Germán Espínola, Elvia Silva, Suceni López, Yuri Ló-pez, Roselki López, Romina Castillo, Pedro Castillo, Antonieta Maiese y David Figueroa.

Liceo Bolivariano Juana de Garbi

Está ubicado en la parte que hoy llamamos Yagual 2. Al frente de la estructura liceísta hubo un caño que pudo seguir siendo una atracción turística del Municipio Achaguas, situado en la margen izquierda del caudaloso río Arauca.

Siendo Juan Flores presidente de la Junta Comunal en el año 1973, le encomendó al joven William Segovia Laya (de 17 años de edad para aquel entonces) averiguar cuántos jovencitos y jovencitas tenían su sexto grado; el mensionado joven trajo una lista de 22 personas, posibles estudiantes para la educación media. El señor Flo-res pidió entonces al gobierno de turno un Ciclo Básico Común, eso fue en el año 1974, en el primer mandato del sr. Carlos Andrés Pérez; sin embargo el primer año comenzó en la Escuela Básica Raimundo mientras se comenzaba a construir el liceo.

Participaron como primeros profesores: Humberto González, Gustavo Vargas, José Francisco Echenique y María Bello; el primer Director de esta institución fue el Profesor Joffre Bello, quien también dio clases de inglés. La fundación fue en el año 1974 con el nombre Ciclo Básico Común, con primer y segundo años de bachillerato. Para 1978 se creó el tercer año. En 1986 se crea la mención de 1er y 2do años de Humanidades. Ya para el lapso escolar 1987 – 1988, pasa a ser Unidad Educativa, egresando la primera promoción de Bachilleres el 18 de Julio del 2000. Según Resolución del Ministerio de Educación y Deportes, pasa a tener el epó-nimo Juana Fernández de Garbi, y en el 2006, es elevado a

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Liceo Bolivariano conservando el mismo epónimo.Ese mismo año (2006) fue derribada sus instalaciones por

los padres y representantes, estudiantes y la comunidad en general, por el mal estado en que se encontraba, para no perder el año escolar, ese año se imparten clases en la calle y en la cancha de deportes hasta que se llega a un acuerdo con la Escuela Bolivariana Raimundo Fonseca para que todo el alumnado y profesores pudieran trabajar conjuntamente en la misma escuela. En ese mismo año 2006 se da inicio por las autoridades competentes del gobierno la construcción de la nueva estructura del liceo que fue parcialmente culmina-do en el 2009. Para poder iniciar las clases en el ciclo 2010 –2011, estudiantes, representantes y profesores toman dicha construcción sin estar dotada de las cosas necesarias como mesas, sillas, pizarrones y muchas otras cosas.

Han participado como directores de este plantel desde el comienzo: Joffre Bello (1974-1976); Manuel Bolívar (1976): José Francisco Echenique (1978-1980); Victoria Tovar (1980-1985); Nicolás Castillo (1985-1992): Edulfo Escande-la (1992-1995); Williams Osto (1995-1997); Rezel Castillo (1997- 2000); Dina Garbi, (2000-20001); Luis T. Rodríguez (2001-2005); Carlos A. Tovar (2005-2012); Rosa Figueroa (2012-2013) y actualmente Alexis Guerra (2013).

Escuela de Educación Inicial San José del Yagual (E.E.I)La Escuela de Educación Inicial San José del Yagual está

ubicada en el sector donde fue la batalla del Yagual, diago-nal al monumento edificado en memoria de aquella victoria ante el imperio español por la independencia de Venezuela, específicamente frente a la cancha deportiva.

Fue construido en Septiembre del año 1995 y actualmen-te (2012) dirigido por la Profesora Maira Silva. La primera edificación fue reformada casi totalmente incluyéndole techo nuevo y una mejor cocina. En su parte administrativa labo-ra Ingrid Pino. Como docentes imparten enseñanza: Lenys Rodríguez, Doris Mirabal, Liliam Blanco, Dannys Herrera, Oliva Oropeza, Carmen Segovia, Belkis Matute, Yajaira Ro-mero, María E. Bravo, Edis Rondón y Ana Gálvis. Trabajan como obreros Rosa Mirabal, José Parra y Juan Bravo.

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El Yagual, retazos de su historia

La educación que imparte lo hace en dos niveles: La maternal, que atiende a los niños de uno a dos años de edad; y el preesco-lar que se ocupa de los pequeños y pequeñas de tres a cuatro años. Fue fundado por iniciativa del Poder Popular para la Educación. Se inició con dos aulas y dirección; construida por F.E.D.E. Inicia sus actividades propiamente en Enero de l996 con una matrícula de 30 alumnos, siendo Subdirectora la Lic. Margot de Horton, como Docente Carmen Segovia, Sandy Tovar en la vigilancia y María Eulacio, como obrera. Trabajaron en esta institución com o Docentes. NoemÍ F. de Bello, Yelitza Vera, Celia Bello y Noris Méndez F. – Colabo-raron como instructores en el aspecto deportivo los jóvenes Jairo Vivas, Gilmer Tapia y Domingo Carrasquel.

Instituto Educativo Especial Bolivariano El Yagual (I.E.E.B. EL YAGUAL)

El Instituto Educativo Especial Bolivariano El Yagual fue fundado el 21 de Septiembre del año 2006, bajo el nombre Escuela Primaria de Diversidad “El Yagual”. Funciona en una casa prestada con dos aulas, un depósito, una cocina, un baño y un patio grande; en sus pininos comenzó atendiendo una matrícula de 12 alumnos y alumnas, siendo en aquel entonces jefe del Municipio Escolar No. 1 el Prof. Eladio Alvarado y la Profa. Magdalena Fernández, Coordinadora Especial a nivel Municipal. El censo para la matrícula inicial fue realizado por estudiantes egresados de la U.B.V. en Educación Especial con-juntamente con La Misión José Gregorio Hernández.

Los docentes que iniciaron: Merice E. Guerra, como En-cargada, y Yelis M. Chaparro como docente de aula. El 12 de Abril de 2011 se recibió el beneficio del Proyecto Alimen-tario Escolar Bolivariano (PAEB) con desayuno, almuerzo y merienda. Actualmente (2012), sigue siendo Directora la Docente Merice E. Guerra y la Coordinadora es Yelis M. Chaparro; hay dos docentes: Roselki López y María José González. Nally Salinas es obrero y Carmen Cigarra es ma-dre procesadora. Está ubicado frente al Cañito, por el sector donde está el Templo Evangélico “Sol de Justicia”.

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Algo sobre lo religioso

Templos CatólicosHan existido tres templos, aunque eso no significa tres

congregaciones distintas. El primero estuvo situado por el sector del antiguo y tu-

rístico Cañito, por donde está hoy ubicado el templo “Sol de Justicia” de la Iglesia Evangélica Nativa o donde el vecino Bolívar vendía anteriormente carne de ganado. En el año 1903, El obispo de Calabozo, Diócesis a la que pertenecía El Yagual, Mons. Felipe Nery Sendrea, llegó e hizo construir un templo de barro. Los restos de este Monseñor están sepulta-dos en la Catedral de Calabozo (Edo Guárico).

El segundo estuvo ubicado donde hoy está la cancha del Yagual 2, al lado del puesto de la Guardia Nacional. El terce-ro se construyó frente a la Plaza Bolívar bajo la conducción del albañil Cosme Laya. Las señoras María Luque de Soppi y Vicenta Cróquer de Silva fueron, entre otras, quienes incen-tivaron a las autoridades para el cambio del templo.

Casa Parroquial. El terreno donde hoy está construida esta casa, perteneció a la señora Teresa Gómez. Ha servido para reuniones no solo de índole religiosas, sino también educa-tivas y comunitarias, las Misioneras de Cristo Jesús son las encargadas de velar por todo lo que tenga que ver con esta útil casa.

Misioneras de Cristo Jesús

La comunidad de Misioneras de Cristo Jesús llegó al Ya-gual con el fin de responder a la propuesta de Monseñor Mariano Parra, Obispo de San Fernando de Apure, de res-ponsabilizarlas como Vicarias, de las Parroquias El Yagual y Guachara y atender, desde estas comunidades, los poblados Indígenas.

Aceptan la propuesta y comienzan su misión desde la Pa-rroquia de El Yagual en el año 1995 con las hermanas: Izas-kun Zabála, María Rodríguez, Indrilibeth Olivo y Xioraima Ramos.

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Como la casa no estaba en condiciones de ser habitada, estuvieron un tiempo en la sacristía de la Iglesia. La comuni-dad cristiana les prestó una gran acogida y ayuda.

A través de estos años de trabajo en las parroquias de El Yagual y Guachara, se han realizado, por razón de la misión, algunos cambios de hermanas.

En esta comunidad han trabajado sucesivamente hasta el día de hoy, además de las primeras hermanas que iniciaron la misión: Izaskun Zabála, María Rodríguez, Indrilibeth Olivo, Xioraima Ramos, Nancy Contreras, María Finol, Jenny Ru-sian, Aida Centeno, DamelisReverol, Dexis Espinoza, Johenis Pírela, Silvia Flamarique, María Teresa Esteban, Indira Rawna, Francisca Arnéz y María Amparo Fernández.

El trabajo ha sido amplio; a nivel pastoral, celebraciones de la palabra, grupos de oración y formación, cursos bíblicos, cate-quesis pre sacramental, grupos juveniles e Infancia Misionera.

Como trabajo social: Grupo de deportes, organización de mujeres y cursos para promotores de salud.

En coordinación con Inces-iglesia, se facilitaron diversos cursos de formación de la mujer y, ante la necesidad de tra-bajo productivo, se creó la fundación “FAPIN”, para ayuda a micro empresas de familias con escasos recursos económicos. Viendo la necesidad de valorar el trabajo indígena, se abrió un centro de acopio para motivar el arte indígena y ayudarles en la comercialización.

También las hermanas están comprometidas con las co-munidades indígenas y campesinas de Palmarito, Guamote, Fruta de Burro, Chaparralito y El Rosario. Además del traba-jo pastoral, acompañan a las comunidades en la organización y participación comunitaria, que van creciendo en forma-ción, como agentes de cambio, en pro de la vida.

Iglesias Evangélicas

En El Yagual la labor evangélica da sus comienzos en la década de los 60. Hoy existen cuatro iglesias: Iglesia Cristia-na Evangélica “Filadelfia”, liderada por el Pastor Elí Figueroa y su esposa Mary Mendoza de Figueroa; Iglesia Pentescostal

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“Cristo la Única Esperanza”, dirigida por los Pastores Encar-nación Rojas y Olga Maritza Malpica de Rojas; Iglesia Evan-gélica “luz del Mundo”, conducida por el Pastor Alexander Vizcuña y su esposa Cecilia e Iglesia Evangélica Nativa “Sol de Justicia”, que es conducida por los pastores Pablo Romero y su esposa Irma de Romero.

Actividad Comercial

Hay que decir que no siempre el principal aspecto comer-cial de estos lugares es la pesca, esto viene ocurriendo desde hace algunos años en los meses de noviembre a diciembre, hay una gran fiesta en el Yagual, los pescadores van en sus canoas en busca de los peces que dará sustento a sus familias. Los “caveros” llegan de muchas partes del país a comprar sus productos: Bagre, Cachama, Valentón, Palometa y hasta el Caribe; pero del que más se habla es del “Coporo” por su gran auge en el comercio. Hoy hay mucha competencia, y algunas restricciones para el oficio, sin embargo todos los años se realizan “La Fiesta del Pescado”; la ganadería, sin em-bargo, fue y sigue siendo la principal fuente de producción.

Más ayer que hoy sigue siendo fundamental. Los dueños de hatos grandes venden su ganado para el consumo huma-no. Los pequeños productores hacen sus quesos para vender-los a otras personas que lo llevan a distintas partes. Como es sabido nadie pierde: el productor gana su parte, también el que compra gana su porcentaje al venderlo a los negocios, y los dueños de éstos ganarán lo suyo. El pueblo es al final quien paga más al comprarlo para el consumo familiar. Este es el proceso de intermediación en todas partes.

Hace muchos años algunas personas vivieron de las ven-tas de las plumas de garza. Carmelo Castillo quien murió, comentaba que los Jauas comercializaban con eso. Argenis Méndez Echenique comenta en su libro Historia de Apure lo siguiente: …para el año de 1921 en San Fernando se han establecido varias casas comerciales importantes, que realizan un intercambio de importación y exportación de productos con Euro-pa, Estados Unidos y las Antillas, a través de la vía fluvial Apure

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– Orinoco. Esta actividad es consecuencia del gran auge económico que se produjo en Apure con la explotación de los cueros de caimán y de las plumas de garza, principalmente. Esta época es llamada también la época de la pluma de garza o época del “Oro Blanco” (que no pasó más allá de la mitad de la tercera década del siglo pasado). Se había iniciado en el último tercio del siglo XIX en gran escala, porque se conocen referencias de esta actividad desde la cuarta década del siglo XX. Los Jauas ven-dían a precio de oro dichas plumas que eran llevadas al ex-tranjero para ser utilizadas en abrigos y sombreros femeninos principalmente.

También fue un trabajo que debió darles resultados al co-mienzo a los Jauas, pues fueron conocidos al comienzo como chicharroneros. Le quitaban toda la carne al chicharrón por-que decían que la grasa era lo que valía.

Hubo bodegas grandes en el pasado: Pablo Villazana y su esposa Rosa tuvieron en el mismo sitio donde Carmelo Cas-tillo hizo después “Comercial Arauca”, María Lourdes tam-bién tuvo un buen negocio frente al comercial de Carmelo llamado “Abnegación”. Carmelo antes había tenido un ne-gocio cerca de la cancha deportiva “Flor del Caño” que hoy en día lo tiene su hijo Eleazar Arteaga. Otro comercial lo tenía Julio Utrera al lado de la medicatura que llamaban “La Juliera”. Indalecio Martínez también tuvo su buen negocio, donde Javier Echenique tiene el suyo; Carlos Muñoz tam-bién llego a tener negocio en el sector donde vive William Mirabal. Tenía por nombre “La Muñosera”. Donde hoy tiene un comercio Manuel Méndez “mochuelo” fue llamado “La Cueva del Sapo”, en ese sitio vivió el historiador Argenis Méndez Echenique.

En vista de que en este lugar había comercio, también en otros pueblos que estaban a orillas del río Arauca, venían barcos grandes a vapor de la compañia Venezolana de Nave-gación. Méndez Echenique menciona en su libro Historia de Apure: … a partir de 1913 hasta los años cincuenta del pasado siglo, el servicio regular de vapores entre San Fernando de Apure (y también Puerto de Nutrias) y Ciudad Bolívar era prestado por la compañía venezolana de navegación, con barcos como El Masparro,

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El Apure, El Delta, El Arauca, El Amparo y otros… Los principales puertos sobre el Apure eran: Arichuna, San

Fernando, Apurito, Puerto Nutria y Palmarito. Sobre la con-fluencia del Apure con el Sanare, estaba Periquera (Guasdu-lito). Sobre el Arauca los puertos principales eran: El Yagual, Elorza y El Amparo; sobre el Meta, solo Puerto Páez.

…Lo peligroso del recorrido que por lo general se hace en fuera de borda, gracias al progreso experimentado en la región, puesto que no hace mucho tiempo se hacía a fuerza de “bogas”. Saliendo así del bongo de espadilla, palanca y canalete, con patrón ojo avizor y firme pulso, y de pecho generoso, humilde y pretérito del hombre de los llanos, que movió, durante centurias, las distintas embarcaciones que se desplazaban desde Guasdualito (Periquera) hasta Ciudad Bo-lívar, para dar paso al motor “penta” o “Johnson” de 40 y más caballos de potencia así como a las lanchas, que como “La Bolívar”, “La Marbella” y otras, recorrieron por mucho tiempo el Arauca enlazando aquellos extremos con San Fer-nando, El Yagual, Elorza y El Amparo.

La llegada de una de estas embarcaciones a la orilla del río era anunciada desde la “Vuelta de los Mangos” y aún desde “El Luquero”, y luego sus sirenas desde “La boca del caño” que por la estridencia ponía así en movimiento a toda la población, cuyos habitantes se aglomeraban en lo que funge de puerto, en espera de la llegada de personas y mercancías; las primeras, pocas y raras por lo que su bajada por la “ta-bla” llena de expectación a los ribereños , que se hacen mil preguntas: ¿Quién será?, ¿qué buscará?, ¿hacia dónde irá?, y las segundas con seguro destino a los negocios o pulperías de doña María, Pacheco, Villasana, “La Juliera”, “Cueva del Sapo” o “La Muñosera”, y luego con descenso, hacia los de menor importancia, como también lo son los dueños en la jerarquización que allí, en ese remoto lugar, establece dife-rencias entre el rico, el acomodado y el “pesao”.

“La Bolívar”, lancha airosa, ligera y popular, su dueño, Manuel Cárdenas, se gana el aprecio de todos por su sencillez y por su don de gente; libreta en mano, visita los principales negocios del pueblo, anotando los diferentes artículos que

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El Yagual, retazos de su historia

dejará en ellos, y más tarde se encargará de cobrar, probable-mente al regreso aguas abajo dentro de un par de semanas, pagadero en “fuertes” contantes y sonantes y una que otra “morocota”, que pudiesen conservar los terratenientes deve-nidos en comerciantes y pulperos.

“La Marbella”, más aristocrática, viene desde Ciudad Bo-lívar, su dueño, Manuel Monroy Es un joven alto, flaco, im-pecable, que contrasta por ello con el medio donde actúa; realiza las mismas visitas y con idénticos propósitos, con la diferencia que su mercancía tardará más en ser recibida, tanto por la distancia, como por la inclusión en ella de productos, mercancías y maquinarias que no puede colocar sus compe-tidos. Manuel se diferencia igualmente de su hermano que siempre lo acompaña en estos viajes, el cual se dedica a re-correr las tres únicas calles del pueblo, donde ha cultivado buenas amistades en los viajes anteriores y que seguramen-te le ofrecerán sus casas para el baile llanero de esa noche, siempre a la llegada, porque si se hace a la salida, se correrá el riesgo de que el “práctico”, que bebió en exceso el ron “Santa Teresa” o la “Caña Mulita”, no se presente a la lancha y se tenga que zarpar sin él. Grave problema este de que el navegante desaparezca, por los peligros que significa partir sin él, aventurándose así por el caudaloso río, traicionero, con sus remolinos y bajíos, sus chorreras y carameras, al igual que pe-ligroso sería tener que sustituirlo, como ya alguna vez se hizo con el popular y conocido “manco” Vinicio, que a fuerza de adulancia se hizo navegante, sin haberse embarcado jamás y sin haber llegado embarcado más allá de “El Ciruelar” o a lo sumo al “Remolinote”.

Este “manco” Vinicio, todo un personaje en el pueblo, hace las delicias en las tertulias para echar cuentos, allí se reúne por las noches luego de apagar la planta, dejando al pueblo en tinieblas desde las 10 de la noche, iniciando así el reino de las linternas “cuatro tacos”. Tiene este personaje mil historias que contar, aún si no son tantas, él las multiplicará siempre por dos cuando dice al público, luego de encender su inseparable tabaco negro, hecho con manos ágiles, a pesar de lo manco y pegado diestramente con saliva ¿Cómo quie-

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ren el cuento de hoy, este era… ó había una vez…?, sin que nadie en su buena fe e ingenuidad pueblerina advierta que cualquiera sea su elección el cuento será siempre lo mismo, y que se celebrará con risas y carcajadas, aunque algunas veces también hace fluir las lágrimas por lo dramático de la misma o por el terror que infunde con su relato.

¡Llegó el correo¡, ¡llegó Sulbarán!, y toda una oleada de emoción recorre el pueblo, pues ello significa, además de la llegada, una vez al mes, de la carta o del valor declarado del hijo ausente en un trabajo en San Fernando, o en el servicio militar, o simplemente abandonó su pueblo en búsqueda de mejor horizonte, es igualmente la llegada posible del paquete de revistas, periódicos, libros, relojes, plumas fuentes u otros artículos pedidos contra reembolso y que ponen en contacto con el mundo urbano, alejado e inasequible, aunque sea sólo a los foráneos, o a los lugareños vinculados a ese otro mundo del resto del país, y aún del exterior, más no así para la ma-yoría cuyo espacio vital llega hasta la orilla o a lo sumo hasta Achaguas o San Fernando.

Sulbarán. Nadie sabe su nombre, ni le importa, y sin em-bargo forma parte del pueblo, de la familia, no solo del Ya-gual, sino desde el mismo puerto de San Fernando, pueblo, caserío y aún la casa aislada, por remota que esté, siempre a la orilla del Apure, del Matiyure o del Arauca, de Guasimal, de Achaguas hasta Elorza, El Amparo o más allá, miles de re-corridos fluviales en “La Rompía”, “La Trinidad de Arauca”, “El Piñal”, en cualquier atracadero, sitio o llegadero que sirva para pasar la noche, allí se sentirá Sulbarán como en su propia casa, si es que la tiene, pues se sospecha que tiene más de 20 años navegando….

Rum… rum… rum… po… po…. po… po… pun… pun...el zumbido del motor comienza a oírse mucho antes de que la lancha o el bote haya cruzado las dos vueltas del río antes de llegar a Elorza y ya los pobladores, al igual que los del Yagual o El Piñal hacen conjeturas sobre su iden-tidad, que es la misma del dueño: Zamuro, Sulbarán, Pilar Yáñez ( pescador afamado, cazador de tigres y veterano de mil travesías agazapado tras ese nombre de mujer), Catalino,

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El Yagual, retazos de su historia

Manuelito o “La Bolívar”, “La Marbella”, cualquiera de ellos que llenara de regocijo a todos, pues cada viaje que culmina en el puerto, en ruta hacia los demás, frente a Don Plácido, Villasana o Calderón, será una odisea y un testimonio de valor y pericia de estos abnegados hombres que una vez más, sobreponiéndose a los mil peligros y a las acechanzas de la muerte han puesto término por hoy a un nuevo y fascinante viaje por el Arauca de las mil leyendas… (13).Viajando por el Arauca, del Dr. Hugo R. Segovia Lovera. Pags. 55-64

Mataderos y Aeropuertos

Al iniciarse la década de los 50 se produce un movimiento positivo en la economía pecuaria de Apure, cuando el Banco Agrícola y Pecuario, a través de la GENACO y algunos par-ticulares, establece un acuerdo con los principales ganaderos apureños para comprarles, en sus propios hatos, la carne de sus reces y distribuirlas en los mercados libres y periféricos de Caracas. Así se establecieron (14) mataderos con sus respecti-vas pistas de aterrizaje, porque la carne era transportada por vía aérea (Avensa, Ransa, Aeropostal o los famosos “Tigres Voladores” en El Fuentero, de los Fuentes Gillis, en jurisdic-ción de Elorza, La Arenosa, cerca de la Estacada; la Victoria, de los Hernández Vásquez, en la jurisdicción de Mantecal; El Progreso (antiguo Jumito) de González Ortiz; Coco de Mono, de Pepe Rodríguez, San Leonardo de Diego Heredia; Buenos Aires, de José Ángel Hurtado; Fundación Layera de los Hernández Vásquez, en jurisdicción de Guachara: desde el Progreso hasta la Leyera. Santa Rita de los Bezara, cerca de Achaguas, Santa Elena de Gilmer Urdaneta y Santa Rita de Cunaviche de Esteban Vivas, en jurisdicción de Cunavi-che; Los Cañitos, en La Candelaria; El Yagual, de José Garbi Sánchez, y El Piñal, de Carlos Chávez, en jurisdicción de El Yagual.

El matadero de José “Pepito” Garbi en El Yagual este si-tuado por el terraplén que está al frente de María Herrera de Figueroa, hacia adentro muy cerca de lo que se llamó” la Gloria”, todavía se ven algunas huellas de lo que fue. El

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Capitán Chávez, (capitán de las Fuerzas Aéreas Venezolanas) piloto de Aeropostal tenía su matadero en El Piñal, y asistía al de Pepito Garbi con sus avionetas de la Línea “Taca”, tam-bién tenía una línea internacional denominada “Ranza”.

Este Capitán fue el ideólogo del intento de asesinato a Rómulo Betancourt mandando a explotar una bomba con Luis Cabrera Sifontes, pero al presidente solo se le quemaron las manos, y en el cual falleció una persona de nombre Ra-món Armas Pérez. Estuvo preso ocho años y se va a la Re-pública Dominicana y allá funda una Línea Aérea. Según los que saben de ayer este señor estuvo casado con Beatriz Elena, hija Luis Palacios (amo del hato “Guafita”) con Juana Pérez.

Otra pista o puerto aéreo estuvo ubicado en la entrada del Yagual 2, por donde está la medicatura de los cubanos hacia adentro. Hubo otra línea que quizás también trabajó las labores de pasajeros, “La Santa” del Capitán Moncada.

El Cementerio En los pueblos y caseríos, por muy pequeños que hayan

sido desde sus comienzos, existieron los sitios inevitables para sepultar los y las que iban dejando de existir aquí en la tierra. En Venezuela como en otros países, algunas familias tenían sus propios cementerios en los patios de sus casas. Cuando ya en un determinado lugar ya existían muchas familias, de-terminaban hacer un cementerio común para los fallecidos de cada grupo familiar. En El Yagual debió pasar lo mismo, y esto se deduce puesto que antes de 1900 había ya un ce-menterio pueblerino o comunal, pues revisando las fechas de algunas tumbas nos encontramos por ejemplo, con la de una dama que fue sepultada en 1882, su nombre Carmen de Anstrom. Si esta mujer murió (en suposición) de 70 años de edad, entonces nació en el año en que Bolívar dijo: “Aunque la naturaleza se oponga lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”. Esta llanera debió conocer a muchos patriotas in-cluyendo a Páez; sin hacer especulaciones, lo que sí es cierto es que murió en el año en que liderizaba Venezuela Antonio Guzmán Blanco, siendo este su segundo gobierno llamado

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“El Quinquenio” (1879-1884); para ese entonces en el esta-do Apure gobernaba Juan Antonio Carrillo o Juan Bautista Carrillo.

Posteriormente se conoció una familia de apellido As-trom que vivía en un extremo del caño, más allá del Centro de Acopio (según referencias) y tenían una siembra y ven-ta de Tabaco. Uno de ellos se llamaba Julio. Algunas tumbas tienen en sus lápidas escrito textos bíblicos como: “yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mi aunque este muerto vivirá” (Mateo 11:28). “El que habita al abrigo del altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente” (Salmo 91:1). “Pues si vivimos para el Señor vivimos, y sí morimos para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos”. “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor” (Apoca-lipsis 14:13).

Hato Chaparralito

Hubo algunos hatos dentro de los linderos de la parroquia El Yagual: La Esperanza (Hoy El Encuentro y El Médano), Guafi-ta, Ojo de Agua, El Veladero, Maquiritero y otros; sin embargo, “Chaparralito” ha sido emblemático por haberle dado terreno para el espacio poblacional. Antes fue de Teodoro Sánchez Ríos, hoy es del Estado. Antes pertenecía a Guachara, hoy a la parro-quia El Yagual.

Relata José (Pepito) Garbi:“mientras vivió mi abuela Rosa Ostos de Sánchez, se mantuvo in-

diviso el antiguo Hato Chaparralito, después de su muerte y cuando ya yo había salido de la prisión, los herederos resolvimos dividirlo. Con los terrenos y ganados de nuestra parte, mi hermano Pedro y yo emprendi-mos el arreglo un fundo pecuario. Estábamos en el centro de las sabanas conocidas con el nombre de El Cajón de Arauca. Escogimos para cons-truir casa y corrales un lugar llamado Veladero y ese nombre le dejamos. Años después mi hermano me vendió su parte; últimamente lo distribuí entre mis hijos: José Miguel, Francia y Antonio José. Ellos son la cuarta generación de ganaderos de mi familia por la rama de los Sánchez.

No puedo dejar de referir cómo fue fundado Chaparralito. Una

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extensión de sabanas aproximada a doce mil hectáreas, la compró mi abuelo Teodoro Sánchez Ríos a herederos del coronel Francisco Farfán, de los lanceros del general Páez en las acciones de Paso del Diamante, Mantecal, El Yagual, Queseras del Medio, Mucuritas, Las Flecheras y otros combates hasta llegar a Carabobo echándole lanza al enemigo, durmiendo en el suelo a campo raso, sin tener con qué guarecerse de la plaga y de la lluvia, sin camisas, sin raciones, en doce años de luchas has-ta rematar con la toma del Castillo de Puerto Cabello; cuyos esfuerzos fueron retribuidos después del triunfo adjudicándoles tierras por lo que llamaron Haberes Militares. Que bien ganados los tenían. En la costa de una cañada está un sitio con ceibas y otros árboles grandes llamado La Farfanera; allí fue la vivienda del héroe y sus familiares.

Mi abuelo compró muchos ganados nuevos seleccionados, que en aquellos tiempos eran muy abundantes y baratos; un torete de dos años de edad costaba dos pesos, porque no habían llegado las epizootias que de unos años para acá acabaron y aniquilaron los rebaños como: La Fiebre Paralítica, el Carbón Bacteridiano y la Fiebre Aftosa.

En los primeros años que pasamos arreglando el fundo, aparte de los trabajos de vaquería que hacíamos saliendo junto con los peones a recoger y encerrar los ganados para hierra de becerros, castración de toros y amanse de vacas para la quesera, no hubo nada extraordinario a qué hacer referencia. (3) Alzamientos, Cárceles y Experiencias” de José Garbi Sánchez (Historia contemporánea)

Es bueno resaltar algunos llaneros, buenísimos vaqueros, que trabajaron en este hato y sus alrededores. José García, buen cas-trador de toros; Merced Ramón Ramos, gran jinete, enlazador, coleador y muy experto toreando en la sabana; Anastasio Tovar, veterano vaquero y estricto observador de las reglas de educa-ción que entonces imperaban entre vaqueros de la sabana apu-reñas, para 1984 contaba algo más de 90 años; Pancho Espinoza, diestro vaquero, gran enlazador, de quienes dice el llanero que “en cada dedo de la mano llevaba un lazo y cada lazo era un toro”, para exagerar su certeza en el arte de enlazar. Todos estos centauros desde la mocedad trabajaron junto con Julio Cesar Sánchez Olivo, Manuel Antonio Sánchez Palacios y Teodoro Sánchez Olivo.

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Algunas Raíces

Hablar de familias, sus raíces y genealogías, se hace medio complicado algunas veces por los traspiés que dieron hombres y mujeres con vidas ajenas, es decir, con damas y caballeros ya aparejados con otras y otros.

Se consiguen hombres, por ejemplo, que aunque protagonis-tas en la hechura de muchos hijos no llevan sus apellidos, sino el de las mujeres con quienes vivieron; por otro lado, hubo damas que no se casaron nunca, vivieron con varios hombres y algunos terminaron reconociendo a sus hijos; existieron, sin embargo, en este pedazo de llano apureño, personas que se “matrimoniaron” cumpliendo las leyes civiles y ecclesiásticas. En fin, todos y todas fabricaron llaneras y llaneros.

En consecuencia, atendiendo la información dada oralmente por familiares y viejos vecinos, hago una lista de algunos apelli-dos de familias que vivieron en un tiempo; unas todavía tienen descendientes en el pueblo actualmente. Coloco, al lado de cada apellido, al o la posible, o posibles responsables, del inicio de dicha familia. No es un trabajo perfecto, pero algo se dice del pretérito del lugar.

Los Astrom Carmen AstromLos Yapur Besara Yapur y Emilia Los Gracia Gandul Gracia y Amelia Bagnura de

Gracia Los Garbi José Garbi y doña Lucia GalliLos Cróquer Pedro y Matilde Qui-

nataLuque Ángela LuqueLos Busto Eduardo Busto y a su hermano

JorgeLos Escoriguela Carlos Barrio Escoriguela Los Tovar Aguirre - Ricardo Olivero Los Mirabal Antonio Mirabal Josefa Antonia

ÁlvarezLos Perdomo Juan Vicente Perdomo y Rosa

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CarrilloLos Figueroa Blas María Figueroa y

Venancia Bravo Los Osto Julio Utrera y María

De Los Reyes Los Echenique Julio Utrera y María EcheniqueLos Castillo, Martínez, Pérez Francisca Castillo (Pancha)Otros Castillo Pantaleona Castillo y José DonadoLos Arteaga Pedro Arturo ArteagaLos Segovia María Manuela SegoviaLos Guerra Pedro Añez e Isabel GuerraLos Pino Valentín Loreto y María PinoLos Bello. Benita BelloLos Pérez Luis E. Palacio Juana PérezLos Páez Juan José Álvarez y Brígida PáezLos Cadena Manuel Guerrero y María CadenaLos Bravo Edubis Bravo y Ulpiana BlancoLos Jiménez Juan Fernández y Ana Francisca JiménezLos Del Moral Juana Pérez, y Luis PalaciosLos Herrera Carlos Antonio Herrera y Ana FigueroaLos Villazana Pablo Villazana y Rosa RamosLos González Carlos Muñoz y Georgina

Figueroa de MuñozLos Méndez Daniel Méndez y María Antonia

EcheniqueLos Montilla Simón MontillaLos Salerno Juan Salerno

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Unos Se Fueron; Otros Están…

Carmelo Castillo. No nació en el Yagual propiamente, pero su presencia en este llano fue muy fundamental. Su na-cimiento ocurre en Achaguas el 19 de Julio de 1919. Estuvo 27 años proveyéndole, específicamente a la parte que hoy se conoce como Yagual 2, la luz con lámparas de carburo y con plantas a base de gasolina y gasoil, respectivamente. También proveía al poblado de agua que era llevado por tubos plásti-cos, tomándola de un tanque, como fuente, que siempre lo mantenía limpio y clorificado. Hijo de Pantaliona Castillo y José Donado (del Samán de Apure); tuvieron 6 hijos: Fran-cisco (el sordo), Petra, Amador, Jesús (chigüire),Carmelo y Eugenio.

Convivió con Dominga Salinas, Jesuita Arteaga y final-mente se casa con Rosa Guerra. Sus hijos, de mayor a menor : Alí Salinas, Eliazar Arteaga, Carmen Arteaga, Sabín Arteaga, Lenia Artega, Yennis Arteaga y Romina Castillo. Fue Car-melo dueño de los negocios “Flor del Caño” y “ Comercial Arauca”; logró tener un buen puñado de ganado, producto todo de su esfuerzo y trabajo. Murió en este mismo pueblo el 17 de Febrero de 2007 teniendo 88 años de edad.

Efraín Gracia. Hijo mayor de Emilio Gracia, y èste a su vez el mayor de Gandur Gracia y Amelia Bagnura. Nació en el pueblo de Guasimal el 8 de Enero de 1920, siendo su madre Valentina González; se crió, sin embargo, en el Yagual y estuvo en este pueblo hasta los 18 años de edad. Posteriormente se fue a vivir a Achaguas donde casó con la dama María Sinforosa Fonseca viviendo en Barrio Lindo.

Fueron sus tíos, quienes vivieron tambièn en el Yagual: Emilia, María, Canaám, Rosa, Adela, Jorge, Alfredo y Amelia; algunos de ellos se fueron a Achaguas y otros a San Fernando de Apure, Sus hijos : Edith, Omar, Elsa, Efraín, Arnaldo, Lida, Yaunini, Degsy, Raquel, Lohammy, Felix Anny Y Yusmira. Muere Efraín el 28 de Julio de 2010 de 90 años de edad.

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Indalecio Martínez. Natural de Tinaco, estado Cojedes. Llegó a este pueblo con deseos de surgir económicamente. Se dice que al comienzo ayudó al joven Carlos Muñoz, pero más tarde éste, ayudó al otro. Su esposa se llamó Rafaela Pra-da de Martínez. Sus hijos: Emma, Rafaela “tatalla”, Carmen, “pepita”, Hector y Angel Indalecio.

Llamaba a Jesús Castillo, hermano de don Carmelo, “chi-gûire”, entonces el joven Jesús le decía “caimán chucuto”. El apodo a Castillo le viene porque era un amante al agua y era un excelente nadador. Detrás de la casa donde vivió Indalecio por segunda vez (donde Javier tiene su bodega), había una pequeña laguna en su patio para mantener galápa-gos para la época de semana santa; también mandaba a buscar antes de dicha semana miel de abeja pura con los Pinos, para comer boñuelos de yuca

En el tiempo de carnaval, algunas damas en forma muy amigable le tocaban la puerta, que la tenía cerrada, y le de-cían: ¡Don Indalecio, abre la puerta o lo multamos!, Indalecio salía muy humildemente y era bañado con abundante agua. Le gustaba tomar una copita de brandy “Felipe II” cada día y que mandaba a comprar en el negocio de Julio Utrera.

Finalmente este hombre donó al pueblo de fe católica una esfinge que representa a San José, siguiendo así el gusto es-piritual de Monseñor Felipe Nery Sendrea , quien era” Jose-fino” y quien colocara el nuevo nombre al pueblo en el año 1903: San José del Yagual en vez de San Martín del Yagual.

Daniel Méndez. Uno de los hombres populares de al-gunas décadas y hacedor de varias familias. Hijo de Aquilino Castillo y Gerónima Méndez, es cuarto y último retoño de dicha pareja: Ana, Nicanor, Julio y Daniel Méndez. Hizo hi-jos con varias damas: con una dama de Puerto Páez, María Camejo (del Yagual), María Cecilia Martínez de Guachara, María Antonia Echenique en matrimonio, Pilar Laya, Rosa Flores, Rosa Laya, Josefina Castillo, Débora Vivas y Juana Lugo. Con todas un total de 34 hijos. ¡Buena cosecha!

Resaltamos dos damas y sus hijos: María Antonia Echenique: Con quien trajo al mundo ocho (8) hijos: Argenis José, Deisy

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Josefina, Octavio José, Naudy José, María Josefina, Delbis Jo-sefina, Julio José y Enis Josefina.

Otra de las damas fue Rosa Flores; con quien tuvo un buen ramillete de hijos: Bilma Zulenma, Mirna Marbelis, Mirla Rosa, Henry Alí, Noris Yajaira, Betsy Josefina, Carlos Daniel, José Opredy,Nelson Noel.

Humberto González. Nació en el Rosario (o sus al-rededores) el 4 de Febrero de 1929. Desde temprana edad manifestó amor por la lectura. En su casa tuvo una buena cantidad de libros que muchos de ellos los tiene su hijo Gau-dencio González. Fue un maestro muy exigente y estricto con sus alumnos, hasta el punto que algunos se fueron a es-tudiar a otros sitios.

Tuvo hijos en tres mujeres, que guardaron unidad entre ellas, y todos fueron solidarios. Se dice que las tres podían mecer su chinchorro cuando dormía. Cuenta uno de sus hi-jos que cuando hacia los mercados lo hacia en tres partes iguales todos los quince y último de cada mes. En navidad compraba la ropa por grupo en Achaguas en los almacenes “Farfan y la “Fama”.

Hijos con Bruna del Rosario: (González – Laya): María de Jesús, Héctor José (difunto), Luis Edgardo, Neira Rosa, Esio Felipe, Néstor Ricardo, Gaudencio Humberto, Ofelia del Rosario, Tegla Asunción y Sixta Yelixza. Entre María y Hector surgió uno con una dama de Achaguas, Gilberto Delgado.

Hijos con Amparo Hidalgo: José Gregorio, Carmen Emilia (difunta), Guhascar, Numa Tiberio, Neleida Zulima, Georgina, Noheli Margarita, Laura Mercedes, América y Luis Alexander.

Hijos con María Esther Hidalgo: Carmen Oneida, Ana Teodoza, Edecio Emilio, Miguel José, Doris Coromoto, Luis Raúl, José Salvado, Luis Guillermo, Mirna Mireya, Yuma Eugenio, Thais Eulalia y Graciela Gregoria.

Nota: María Esther parió a Yuma, Thaís y a Graciela en casa de Rosa la esposa de Humberto. Conocido como el bachiller Humberto. Sus primeros tres años de bachillerato los hizo en San Fernando, y sus dos últimos (diversificado)

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en Valencia, Edo. Carabobo, donde se gradúa de Bachiller en Ciencias, se casa con Bruna del Rosario Laya a la edad de 21 años, en el año 1950, por causa de la muerte trágica de su padre en el Rio Arauca, se viene a vivir al Yagual defini-tivamente.

La señora Georgina, viuda de Carlos José Muñoz, se en-carga del negocio que tenían en el mismo sector donde vive actualmente William Mirabal. Humberto comienza a dar clase en el Colegio “Raimundo Fonseca” y luego en el Liceo “Juana de Garbi” (antes, Ciclo Combinado El Yagual).

María Salazar. Los Salazar no vivieron propiamente aquí, pero venían muy a menudo, estuvieron en el Rosario. La gente recuerda a Santiaga Salazar y a Delfin Salazar “El colorado”, de éste con Santiaga Hidalgo viene Cleto Hidal-go, el que se enfrentó a una tigra. María tuvo un hijo llama-do Simón Salazar.

La dama Asunción Salazar, hija de Santiaga, tiene dos hijos con Demetrio Silva: Eladia Salazar y Antonio Salazar. ¿Por qué recordar a María Salazar? Porque era la única mujer “ca-brestera” de la región. En los años 20, es decir, en la década de 1920 en adelante, solía pasar el Arauca con ganado. Ella como su hermana fueron mujeres de a caballo con lazo, soga y puñal en la cintura. Alguien que conoció a María cuenta lo siguiente: un hombre le pidió que se casara con ella, María le contestó que si peleaba con ella y le ganaba se casaría con él. El hombre accedió y ella terminó montándosele encima; ella dijo: -¡Yo no me caso con usted! María, cuando pasaba el río silbaba y cantaba una tonada: ¡Ajiiiila, ajiiiiila, ganado, cuando van a la sabana ponen amor a los caminos y no olviden los potreros!. Como hemos dicho, fue hermana de Santiaga, ta-tarabuela de José Pérez (José Salazar) quien vivió al frente de la casa actual de Virgilio Herrera, donde hoy vive la profesora Nelly Figueroa.

Francisco Beroes. Nació el 4 de Octubre de 1918, en San Juan de Payara, actualmente pisa los 96 años de edad. Llegó al Yagual a los 23 años, significa que en esta zona ha

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vivido 71 años. Sus padres llevaron por nombre: José Fran-cisco Cordero (quien murió el 31 de Julio de 1931); y María del Carmen Beroes (quien dejó de existir el 11 de Junio de 1928), tres años antes que su esposo, teniendo Francisco unos 10 años de edad, la causa un parto.

Tuvo siete (7) hermanos, ocho por todos con él: Víc-tor Manuel, José Ramón, María Genoveva, Francisco Ja-vier, Virgilea Salvadora, Elena Lucia, Juana Leal y Mercedes Leal. Sus abuelos paternos fueron: Rito Cordero (de El Baúl, Edo. Guárico a quien le gustaba la lucha libre, el garrote y la carpintería); y Matilde Avilés (Apureña). La abuela materna: Socorro Beroes (de La candelaria).

Vivió con María Auxiliadora Cadenas (hija de Pepito Gar-bi); cinco años (5) años apenas estuvieron juntos y no tuvieron hijos. Tiempo después se unió en pareja con Olimpia Echeni-que y con ella tiene los siguientes hijos e hijas: Eneida Lucila, Perfa de Jesús, Otilia Ramona, Francisco Abad, Elia Ramona, Aixa Beatriz, Nélida Virginia, Nayira Josefina, y Negal Paul. Tiene otra hija con Feliciana Mermejo llamada Valeria Mer-mejo, quien nació en 1937 y actualmente tiene 77 años edad.

Francisco también fue cantador y bailador, con cualquier arpista se empataba, él mismo cuenta que se reunía con los hermanos Mirabal (Antonio, Felipe y Jesús), Jesús tocaba la bandolina, fue enseñado por pastor Bravo, suegro de Francisco Beroes. Otros arpistas con los cuales cantó fueron: Pedro Fa-jardo, Ramón Campos (luego pastor evangélico), Tomás Eze-quiel, Rozo López y Rózales Beltrán.

En su niñez quedó huérfano aproximadamente a la edad de 12 años, entonces vivió en casa de una hermana, Anas-tasia Flores de Bello. A los 17 años se independizó al morir su hermano mayor, quien antes de morir le dijo: -Francisco lo ajeno se respeta. Al mayor como mayor y al menor como menor. Beroes a pesar de no ser un estudiado, supo trabajar como un llanero bregador (vergatario), es dueño del fundo “Masaguaro”, de 300 hectáreas, producto del sudor de su fren-te. Comenzó con una vaca llamada “Riqueza” que le compró a Pablo Castillo; ha llegado a tener más 300 reces. Hoy vive en la fe de Jesucristo.

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Rosa Artahona (Rosa Larga). Hija de María Jesús Ar-tahona y Rufino Campos. De esta pareja vino también su hermana Elvira Artahona. Según ella misma tuvo otros her-manos naturales. Vivió con varios caballeros: Fernando (guar-da espaldas del guate García) hombre de renombre por los lados del Paso Arauca, también convivió con José Gregorio Rodríguez y con Lucio Silva.

Sus hijos son: Neria Cinencia, Lucio Ramón, José Fran-cisco, y Rosa Amelia; en casa de esta última vive actualmente “Rosa Larga”. En esa casa hay varias Rosas, pues una nieta también se llama Rosa.Vino hace muchos años a El Yagual del Paso Arauca, del sitio llamado “Capotero”. Ella mencio-nó que con su marido Rodríguez sacaban leña de 6 hectá-reas para vendérsela a los vapores que pasaban por el Arauca. Recuerda ella que su mamá le dijo que tenía ella 13 años de edad cuando paso el profeta Enoc, significa que tiene 100 años de edad, aunque hay quienes dicen que tiene más años de vida.

Bernardo Benicio Hernández Lima. Nació en las Islas Canarias; llegó a Venezuela, no con la idea de quedarse sino de utilizar a Caracas como trampolín (con menos requisitos) para ir a Canadá, donde ya algunos de sus amigos isleños del mismo oficio, doctores en medicina, habían venido a buscar mejores horizontes. Al llegar, se encuentra con gente de su tierra que le animan a practicar su profesión en Venezuela, y así lo hizo, se quedó.

Llegó a este país en el año 1961, en la presidencia de Don Rómulo Betancourt y alcanzó a mantenerse en su oficio por 48 años. Trabajó 13 años en el estado Sucre desde 1961 hasta 1974, luego viene al Yagual (apure) y está 3 años, desde 1974 hasta 1977; va unos meses a Puerto Páez; en el Samán sirve de 1978 hasta 1991. En la ciudad de Achaguas es médico desde 1991 hasta el 2004. Desde ese momento se jubila y se viene otra vez al Yagual para descansar. Su pacto hipocrático le hace mantenerse activo, colaborando con todo aquel que le iba a pedir sus orientaciones médicas. El Doctor Hernández nació el 28 de Agosto de 1932 y muere el 11 de

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Octubre del 2008. Vivíó solo, pero era casado, y hasta donde sabemos padre de tres hijos: Jesús Rafael, Bernardo José y una dama de quien desconocemos su nombre.

Jorge Pastor Méndez. Nació el 15 de Enero de 1918 en San Fernando de Apure, hijo de Felicita Méndez y Felix Ojeda. Nació y vivió en lo que (según él) llamaban “La costa de la yuca”. Llegó de 56 años al Yagual y actualmente ya está en la “tierra de la paz”, pero nos dejó a la edad de 89 años, eso significa que vivió 33 años en este pueblo.

Vivió este hombre con Carmen Hidalgo, con quien hizo y crió 18 hijos, de los cuales sobreviven 8, unos viven en Achaguas y Guasimal. En el Yagual vive Juana Hidalgo, quien en unión con Manuel Castillo dió a luz a 9 hijos, y José Hi-dalgo que es compañero de Asiria Jiménez. Este hombre José Pastor, tenía un ojo sin visión, la causa de eso fue que que-riendo matar una serpiente por la mitad, con una machete, esta se volteó y le lanzó un chorro de un líquido, que en su opinión, fue orín en su ojo, dañándoselo.

Ernesto Tovar. Nació en San Rafael de Atamaica, el 11

de Marzo de 1924, no nace en este pueblo pero llegó para quedarse desde el año 1954, teniendo 30 años de edad, eso significa que hasta estos momentos, 2012 tiene 58 años en el Yagual. Se une (sin casarse) con Carmen Amelia Rondón (de San Juan de Payara), se conocen aquí mismo y de esa unión nacen los siguientes yagualeños: Pedro Rafael (Difunto), Ana Daria, Emilio Rondón, Pedro Elías Rondón, Rafael Tovar, Carmen Eneida Tovar, Carlos Adrian Tovar, Carmen Mercedes Tovar y Felix Onofre Tovar.

Ernesto fue agente policial y en su época vio pasar 18 prefectos: Ramón Vargas, Ramón Rodríguez Bermúdez, Jus-to Pastor Castillo, Justo Márquez, Juan Flores, Daniel Mén-dez, Víctor Jiménez, Edgar Caldera Ospino, Ismael Mirabal, Augusto Mirabal Soto, Oscar Martínez, Manuel Rivas Ruiz, Ángel Rafael Marchena, Gumersindo Girón Vidao, Eladio Mirabal Álvarez, Alonso Policarpo Hernández, Luis Silva y Pedro Elías Marchena. Fue además alguacil, del juzgado en

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el tiempo de los jueces García y José Ramón Nieves. Tiene actualmente, 2012, 88 años de edad.

José Arturo Echeverría Fajardo. Nacido en el Yagual casado con Teodora Colorado (de Valencia, Edo Carabobo). Andando el 2012, El tiene 76 años de edad, ella de 75. Ellos tuvieron la labor de traer al mundo los siguientes hijos: Mari-sol, Iris Yajaira, Isaura Tibisai, Yasmin Auxiliadora, José Arturo, Sergio Manuel, Eliezer Neftalí, BetsabeMirrain y Nathalia-Mitsair.

Todos nacieron en Maracay, pero llegaron de corta edad al pueblo. Marisol fue criada por su abuela Brígida Fajardo. Con Rosalía Garrido (del Rosario) tuvo 2 hijos: Ana Roraina (contemporánea con Iris) y Carmen celeste (contemporánea con Isaura Tibisai).

Arturo ayudó a construir la Escuela Raimundo Fonseca con Agustín Salina, Mario Mirabal y Carlos Pino. Le cargó agua a los Gracia (Jorge y Emilio) a los Jauas, Yapur y Bustos. Cuando muchacho pelió a puños con Eneas Perdomo, quien mucho después fue cantante.

José Carpio. Oriundo de Caicara del Orinoco, Muni-

cipio Cedeño, del Estado Bolívar; su señora esposa: maría Mercedes Solano de Carpio. Ambos vinieron a este pueblo del Yagual a trabajar en el año 1972, él en el Comando de la Guardia Nacional, y Mercedes, en la Medicatura como enfermera. Ella venía de Arichuna, para ese entonces ambos eran solteros.

Carpio tenía entonces, 33 años de edad y Solano 18, Mer-cedes estaba recién graduada de enfermera (auxiliar de en-fermería). Se conocen y al mes deciden casarse. En Octubre de este año (2012) cumplen 40 años de vivir juntos y de vivir en este pedacito del vasto llano venezolano apureño.

Seis retoños de los cuales la mayoría ya están casados, son el fruto de esta fiel pareja: María Gabriela, José Bernardo, Bárbara Esther, Francisco José Carpio, María Mercedes, Ma-ría José Carpio. José Gregorio Carpio ya está jubilado y reci-be con justicia su pensión militar.

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Rafael Villazana. Hijo de Pablo Villazana y Rosa Ramos. Nacido en el estado Cojedes y ella del Yagual. Nace el 26 de Noviembre de 1928. Su hermana Belén ya le llevaba un año y algo más de ventaja.

Rafael Villazana fue en su juventud jugador de beisbol, cubría la segunda base; jugó con Jesús Castillo y Marchena Acosta (quien fue comandante de la Guardia Nacional) entre otros. Recibió una guitarra de regalo de Don Natalio Luque, la que todavía conserva. Se casó con la dama Luisa Ramona Romero y de esa unión provienen: Isleyer (criada por sus abuelos); Genmar, Juana Francisca (difunta), Beatriz, Solange, Rosalba, Flora, y Richard Villazana Romero.

Rafael fue secretario en el juzgado del pueblo, por 32 años seguidos, aunque algunas veces tuvo problemas con los “políticos”. Fue jubilado con una justa pensión mensual.

Tito Ramón Figueroa Zapata. Tito, hijo de Miguel Gerónimo Figueroa y María de las Nieves Zapata. Nace el 15 de Abril de 1937 en Trinidad de Orichuna, También 4 de sus hermanos, los otros siete nacen en jurisdicción de El Ya-gual, 12 por todos. Trabajador desde muy joven, así es, era el hombre llanero de ayer. Se une en matrimonio con Carmen Indalecia Cadena, el 19 de Enero de 1959. Deciden vivir en El Yagual (capital de la parroquia) en el sector llamado “Curazao” donde hoy vive la señora Sofía Cadena. En este sitio les nacen: Lina Rosa, Sara Lucia, Mauro Ramón, Alexis Marbella, Lida Esther, Dorca Priscila y Ada Beatriz (muere de 9 meses); a raíz de la muerte de esta última se trasladan a lo que hoy conocemos como “El Algarrobo” (casi entrando al Brazo de Páez). Allí entonces sigue la producción: Elí Avisai, Nilda Moraima, David Eliezer, Noemí del Carmen, Tito José y Kenia Kelita.

Abrazó la fe cristiana (al estilo evangélico) en el año 1968, su esposa e hijos también. Carmen Indalecia tenía 16 años cuando se casó. El prefecto que los unió fue Eladio Mira-bal Álvarez y el secretario Miguel Antonio Echenique. Fue plantista en el pueblo, en lo que hoy llaman Yagual 1, esto es, encargado de suministrar agua a los habitantes desde un

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pozo. Este pozo (que ya no está activo) está todavía en el patio de su casa, fue hecho en el gobierno de Luis Herrera Campins; luego se hizo la caja de agua que está en la entra-da del pueblo. En este oficio estuvo 22 años. Ayudó antes a mantener su familia con la venta de gasolina en el puerto. Tuvo una bodega donde hoy Alicia García (Matapalo) tiene un restaurant. Ha sido buen administrador y detrás de él una buena esposa. Dios le ha permitido criar a sus hijos en la fe y ayudarlos a ser profesionales.

Ángel María Blanco. (Angarilla). Nació el 26 de Enero de 1933, tiene en la actualidad 79 años, del caserío “La Chis-pa” en zona de San Vicente, sus padres fueron: Pablo Isquiel y Laura del Carmen Blanco, fue criado por Antonio Isquiel, su tío. Sus abuelos paternos vienen del Orinoco, Tomás Isquiel y Julia de Isquiel, la abuela por parte materna: Celia Mariana Blanco. Un tatarabuelo: José Concepción López. Su hermana mayor se llama, Rosa Blanco y vive en Guachara.

Julia H. de Isquiel vive después con Antonio Isquiel (her-mano de Pablo) y de esa unió nace: Luis Antonio Blanco (quien vive en Biruaca), Pedro Blanco (difunto), Carlos, Hil-da Blanco de Juárez, María Blanco (mama del alcalde de Bi-ruaca Guido Josido).

Lleva 49 años en el Yagual, vivió al lado de donde vive Pablo Castillo (hijo) con Porse Teodora Laya y con ella tiene 5 hijos, tres hembras y dos varones: Carmen Glicida, Yely Glicida (en El Yagual), Eddy Blanco (Maracay), Serzo Blanco (San Fernando) y Ángel del Carmen Blanco. Porse muere del corazón. Luego de la muerte de porse vive con Juana Herrera y con ella tiene a Anita Herrera (en San Felipe). Actualmente vive con Emilia Rangel.

Ha efectuado diferentes labores: Hacer líneas (cercas), co-nuquero, trabajar con caña de azúcar, arrear caballos y bu-rros, agüero (llevar agua en pipote a alguna casa), obrero en el fundo “La Yagua” de los Días – Rodríguez, en “El Piñal” (cuando el capitán Chávez), en la costa del Capanaparo en El Hato “San Leonardo”, en “El Veladero” con Pepito Garbi, en “Chaparralito” con Manuel Antonio Sánchez, en el Hato

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“Buenos Aires” (donde había un matadero), ha trabajado como ayudante de albañilería, en la Gabarra (con el negro Augusto); tuvo 4 “falcas” (canoas grandes con techo) con la cual trasladaba personas de un sitio a otro y también ciertas cargas.

Personajes Pintorescos

José Pérez y Florentino Rodríguez. José Pérez lla-mado popularmente “Tendoy” y Florentino Rodríguez “El Cucuteño”, trabajaban de todo: Hacían mandados a los co-mercios, buscaban agua a algunas familias y también leña; ayudaban en la albañilería y otras muchas cosas.

Tendoy le decía a la vecina Brígida Fajardo “tía”, y el “Cucuteño”, en cambio, la llamaba comadre. Algunas perso-nas mandaban a buscar leña al Cucuteño y le preguntaban: -¡cucuteño!, ¿Cuánto me vas a cobrar?, A lo que el respondía: !Un bolívar, café y comida¡. José y Florentino eran adversarios peleaban con palabras cuando se encontraban. Rodríguez tra-bajó cuando se estaba construyendo el monumento “Brazo de Páez” en el año 1916, a 100 años de la batalla.

Bernardo Carrasquel. No había un solo niño que no

le tuviera miedo. Raspaba un machete y decía: (por ejemplo) ¡te voy a quitar una pata!, Marisol Echeverría era una de esas niñas que le tenía pavor a Carrasquel. Bernardo, era tío de Teresa Carrasquel (esposa de Oscar Blanco). Su esposa se lla-maba María Hurtado (quien vive en Achaguas).

Ramón Tapia (Medio Kilo). Tocaba el arpa en los bai-les, las maracas las sonaba Otilia; el cuatro, Carmelo, peleaba cuando le decían el sobrenombre Chicuaco, bailaba Mercedes Tapia (esposa de Carmelo). Su hermano Francisco (pancho) fue canoero, sufrió una enfermedad y quedó mudo; la gente decía: ¡Vamos a la fiesta de los chicuacos!

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Artistas Nacionales y Otros

En esta sección de artistas tendríamos que comenzar por mencionar a Eneas Perdomo y Adilia Castillo. Eneas, el sex-to hijo de Vicente Perdomo y Rosa Carrillo; vivieron en El Yagual, vivían de la talabartería. Tuvieron una casita en la soledad que llamaban “Los camorucos”, también en una granjita a unos 200 metros del paso del Yagual. Vicente era de Santa María de Ipire. Ellos tuvieron 11 hijos, alguien in-formó que Eneas nació en “Simonero”, más allá del Rodeo. Tenemos entendido que algunos de los hermanos mayores vinieron jovencitos. Eneas nació el 11 de Julio de 1930. A los 10 años de edad sale con sus padres y hermanos con otros rumbos.

Se casó con la llanera Gloria Hurtado con quien tiene 5 hijos: Metzaida, Gloria, Eneas, Juan Vicente y Atamaica, to-dos (Perdomo – Hurtado). Vivió en San Juan de los Morros capital del estado Guárico, en la Urbanización Rómulo Ga-llegos. En 1952 se hace famoso con la canción “Fiesta en Elorza”, una de las canciones emblemáticas del llano apu-reño. Escribió muchas canciones, su música apareció en la película “María del los llanos” en el año 1957. En el año 2005 es condecorado con “La Orden del Libertador” por el presidente Hugo Chávez Frías. En el pueblo de Elorza hay un busto en su honor.

Adilia Castillo. Desde la mitad del siglo pasado ya era muy conocida en toda Venezuela y más allá. Estuvo rela-cionada con la vida del señor Indalecio Martínez, pues éste vivió con su mamá Isabel Castillo. Se puede decir, que la popularidad de Adilia Castillo, comenzó en Barquisimeto al casarse con Ernesto Torrealba; posteriormente vive con Car-los Márquez (actor de televisión) con quien tiene una finca en Turmero Estado Aragua, mas tarde se casó con un radio-difusor llamado Pablo de Lara, con el obtiene una emisora radial en Caicara del Orinoco, y por problemas de negocios se divorciaron, y tuvieron peleando la legalidad de la emisora por algún tiempo. Firmó una película con el mexicano Javier

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Solís titulado “Más allá del Orinoco” y donde también inter-vino el cantante Alfredo Sadel llamado el “Tenor favorito de Venezuela”.

Otros músicos

Se conocieron algunos arpistas en este patio llanero. Ar-pistas: Antonio y Felipe Mirabal, Pedro Fajardo, Ramón Campos, Tomás Ezequiel, Rozo López y Rozales Beltrán. La bandolina la ejecutaron Pastor Bravo y Jesús Mirabal; el cuatro, Carmelo Tapia.

Cantantes y Músicos de Hoy

Cantantes. Hoy sabemos de varios cantantes de este gran pue-blo. Unos y unas, son intérpretes de música criolla secular; otros y otras, lo son de melodías religiosas. Tenemos a: María Cas-tillo “turry”, Pedro Castillo “ñuco”, Moisés Herrera “moi”, Robercy Hernández, María Rondón, Lilibeth Figueroa, Eli-beth Figueroa, Lisandro Moreno y la Coral Filadelfia.

Músicos. De igual manera algunos ejecutan sus instru-mentos en el ámbito cristiano evangélico y otros fuera de ese contexto:

Arpistas: Pedro Montoya, Ramón Tapia “medio kilo”, Manuel Figueredo “mosquito”, y Edgar Chacón.

Tecladistas: Antonieta Rondón, Willim Segovia, Dina Figueroa, Efraín Quintero, Juan Uviedo.

Guitarristas: Willim Segovia, Marcos González, Augusto Soto (hijo) y Enrique García.

Cuatristas: Rafael Mirabal, Moisés Herrera “moi”, y Ra-món Cadena

Bateristas: Edulfo Escandela (hijo), Danilo González Hombres de Estudio y Gobernantes

En jurisdicción de este pueblo nació Juan Salerno Melo (Hato Los Cocos), desaparecido personaje político apureño

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que en Febrero de 1941 lanzó desde San Fernando la candi-datura simbólica de Don Rómulo Gallegos para la presiden-cia de la República.

Igualmente vieron la luz en este suelo yagualero, el ve-terano pedagogo y locutor Luis Omar Castillo, el conocido médico Natalio López Luque, la poetiza Glicery Gracia de Silva, el médico veterinario Julio Ramón Echenique, que se destacó por sus estudios en el Laboratorio Regional de Investigaciones Veterinarias del estado Apure; los Ingenieros Agrónomos Martin Pino Guerra y Oswaldo Luque Mira-bal, este último fue el primer doctorado en ciencias del sue-lo, egresado de la facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (1983). Además el primer gobernador del estado Apure electo directamente por el pueblo, fue el Dr. José Gregorio Montilla (1990 – 1993) es nativo del Ya-gual, hijo de Simona Montilla. Fue gobernante también Elías Castro Correa (1976 – 1979) y Alonso Hernández (transito-riamente); Juan Salerno Melo también gobernó en 1945.

Casos y Cosas de Ayer El I.F.ATambién conocida como Instituto contra la Fiebre Aftosa

(enfermedad animal). Estaba ubicada en una casa en el mis-mo terreno donde se construye hoy el Liceo Juana de Garbi, específicamente al lado de la casa donde vive Manuel Anto-nio Echenique (Manolo). El I.F.A pasó a ser el MAC (Mi-nisterio de Agricultura y Cría). En ese organismo se recuerda que trabajaron José Segovia, Hortensio Tovar, José Silva, Luis García, Enerio Silva, Rafael Espinoza y José Tomás Pérez, eran vacunadores competentes; dicho IFA tenían carros para su trabajo, fábrica de hielo y hasta avionetas. En el mismo si-tio, pero antes, hubo una posada de Marcelina Luque, donde el Padre Guillermo García comía y descansaba.

CarpinterosEn tiempos pasados existieron buenos carpinteros, se re-

cuerda el maestro Pino (Felipe Pino), maestro en asuntos de

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El Yagual, retazos de su historia

madera, Emeterio Laya, Los hermanos Guerrero, Gumer-sindo Herrera, hubo también un carpintero que se conoció como el maestro Flores. Este le hizo un escaparate a Carmelo Castillo, que tiene más de 70 años y que todavía conserva la señora Rosa (viuda de Castillo), Vicente Perdomo y Acisclo Cróquer, fueron ebanistas.

Hotel AraucaJuan Del Moral conocido también como “Mano Juan”

tuvo el único hotel que ha existido en el pueblo, “Hotel Arauca” situado antiguamente al frente del comando de la Guardia Nacional, donde actualmente está la bodega del Profesor Luis Enrique Echenique y su señora Norelbis Gue-rra. Algunos dicen que Del Moral colocaba para las necesida-des fisiológicas latas de galletas vacías y, como papel sanitario, periódicos.

El Cañito.En el Yagual existió un bonito caño o un brazo del Arau-

ca que embellecía el pueblo, y dividía o fraccionaba en tres partes, lo hacía distinto a otros sitios del Estado. Hubo un puentecito de madera, luego lo hicieron de concreto. Hoy en día no existe, fue rellenado para fabricar viviendas, queda una pequeña parte de dicho caño que sirve como desaguadero en tiempo de lluvia, para ser lanzada al río con motobomba de achique.

Maporas y Ciruelos.Hubo maporas (chaguaramos) en el pueblo, por la zona

donde vive el señor Elías Rebolledo se conservan aún dos que deben tener aproximadamente 70 años. También existió a orillas del río, frente a la casa de la familia Echenique unas matas de ciruelas muy bonitas, allí muchas personas iban a pasar ratos de relax, colgaban sus chinchorros, algunos juga-ban dominó, conversaban, y hasta hacían sus pic-nic; en fin pasaban buenos ratos.

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La Casa de Madera.Antiguamente en la casa donde vive el señor Elías Rebo-

lledo hubo una casa de dos pisos de madera, allí vivían Felipe Mirabal y su esposa Laura Fernández; a Felipe le decían “mono negro”. En la parte de abajo Juana Fernández de Garbi hermana de Laura daba clases a las niñas.

El Matapalo.Existen muchos matapalos pero en este caso trataremos de

uno muy especial, porque allí amarró o amarraba el General Páez su caballo para descansar o para pasar el río Arauca. Se deterioró porque en el hicieron cuevas los murciélagos, en el sitio se colocó como especie de marca, un botalón para recordar ese hecho histórico. Han habido varios botalones, el último fue colocado por William Segovia cuando era presi-dente de la Junta Parroquial. Dicho matapalo estaba al frente del negocio que actualmente atiende la señora Alicia García, en el puerto. Eneas Perdomo lo menciona en su canción “Fiesta en Elorza”

Panaderos.Existieron famosos panaderos y catalineros en años pasa-

dos, como por ejemplo Sabet Castillo, Eladio Mirabal, Lilia Ribas de Jiménez, Carmen Ribas de Montilla, quien fuera esposa de Pedro Antonio Montilla, tío del ex gobernador José Gregorio Montilla. El llamado maestro Requena se aplicaba como panadero, aunque también fue conocido como naturista y carpintero. Francisca (Pancha) Martínez de Pérez, esposa de Modesto Pérez, también hizo pan y catalina. Alguien recuerda que cuando iba a comprar una locha de catalina le daban dos. Algunos vendían por cuenta, es decir empaquetados. Eduar-do Busto y su esposa hacían pan, donde hoy viven las damas Misioneras de Cristo Jesús. Hoy en día Domingo Espinola y Marbella Jiménez se aplican con tortas y otras esquisiteses.

Parteras.La medicatura ha sido uno de los buenos logros de este pue-

blo, pues la salud es fundamental, algo de todos los días. A

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El Yagual, retazos de su historia

pesar de las enfermeras que también son parteras, existieron unas que hay que nombrar y rendirle honores, pues se trata de mujeres que tuvieron el difícil deber de ayudar a traer al mundo, hijos e hijas, a este pueblo; mencionamos algunas comadronas: Brígida Páez, María Herrera de Figueroa, Juana Herrera, Amelia Rondón y Otilia.

Los Indígenas.Los indígenas fueron los primeros habitantes. En Apure,

entre las etnias existentes, está la de la lengua pumé, es decir los llamados Yaruros. Antes eran bravos y mataban por defen-sa propia, por rabia o simplemente por instinto de conserva-ción. Pero con el tiempo se fueron calmando y adaptando. En el Yagual existió un sitio propiamente para ellos, no vivían en otro sitio, sino allí, este lugar se llamó “La Gloria” allí vivió una tal Zacarías, Matilde, Maritza, Ricardo y Alfredo; Casi-miro (quien ya murió) fue el cacique o capitán. Otro lugar cercano fue “Las Gaviotas” donde vivió un tal Ricardo Alva-rado, ambos sitios prácticamente se esfumaron. Los indígenas existen, más no en este sitio, aunque su consejo comunal se llama “La Gloria” como recuerdo a aquel sitio. En el espacio donde estuvieron vive una sola familia.

Artistas de la arcillaHubo artistas no solo del canto y los instrumentos mu-

sicales, también artistas de la arcilla, pues hicieron ladrillos de barro, con sus respectivos hornos. Los hermanos Sifontes fueron unos, Eduardo Lamparita, Baudilio, Aníbal y César tenían un horno por la zona donde hoy el negro Augusto Soto tiene un fundo. El maestro Requena tenía un horno donde vive Chepina, al lado de la profesora Nelly Figueroa; el conocido Angarilla lo hacía en La Manga, Rafael Vargas en las Bonitas, Gregorio Segovia también trabajó con eso.

Por el sector “El Jabillo”, un señor llamado Delfín Her-nández, fabricaba estantes de cemento para cercas; utilizaba tres pelos de alambre en el relleno, la medida eran 1.80 me-tros de alto, por 20 y 10 centímetros de ancho .

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Telégrafo.Antes hubo en el pueblo, telégrafo y correo. En el lugar

donde está la medicatura vivió Indalecio Martínez, que fue padrino de la señora Rosario de González, también lo fue Ramón Orozco. Diagonalmente vivió Carlos José Muñoz. En esa casa donde vivió Indalecio estuvo una estación te-legráfica. Allí trabajaron: uno de apellido Santana, que fue repartidor de correo; y como telegrafista Méndez Cortéz. El telégrafo luego fue cambiado entre la esquina de María Lourdes y el negocio de Julio Utrera, en casa de Francis-co “Panchito” Mirabal. Ramón de Jesús Segovia Angulo fue correo entre el Yagual y Guachara.; Utilizaba una canoa a palanca y canalete en invierno y en verano un burro.

Nawaf El kantar.Donde actualmente Aurora Moreno tiene un negocio,

hace muchos años un hombre proveniente de Siria (Medio Oriente) llamado Nawaf tuvo una bodega, el vivía por la zona de Curazao pero vendía en esta bodega ubicada casi al frente de lo que es hoy el comando de la Guardia Nacio-nal. Este señor fue marido de una hermana del señor Tito Figueroa llamada Blanca con la cual tuvo varios hijos. Ese lugar también llegó a servir de prefectura, donde hubo un calabozo, y al lado existió una farmacia.

El Canoero del Arauca.Es un personaje muy simbólico del llano venezolano, no

podía dejar de serlo aquí en el Yagual, hablar de canoeros es hablar de ríos y hablar de ríos, es hablar del Arauca. Dice la canción: …Canoero del rio Arauca, del Arauca pásame pal otro lao, que me viene persiguiendo el gavilán colorao.

¡Canoero, Pásame pal otro lao! es una frase muy común en el Yagual y toda la extensión araucana. Quizás no pode-mos recordar a todos los canoeros que han trabajado aquí pero mencionaremos a algunos: Francisco Pérez (Pancho), Fernando Moreno hijo de Matías Querales, Ramón Pino, José Carmen Pérez, Antonio Rebolledo, Lucio Espínola, Tito Figueroa, Josa Francisco Montoya, Aníbal Figueroa, Moisés

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El Yagual, retazos de su historia

León, Carlos Flores, Efrén Querales; actualmente lo hace este oficio de nuevo Moisés León.

Primeros Motoristas.José Tomás Pérez y Ángel Blanco “Angarilla”; Hortensio

Tovar, mecánico, único en su época de motores para canoa y fuera e´ borda; También Rafael Méndez (Calorón), antes que los tres primeros, viajaba en un motor 25 desde el Yagual a Elorza, era hermano de Manuel José Méndez (Mochuelo). Alfonzo Méndez (sobrino) vive hoy en la casa que fuera de Calorón. Dicen otros que el primero que tuvo un fuera é borda fue José “pepito” Garbi.

DeportistasEn el ayer, donde está ubicada La Guardia Nacional, hubo

un campo improvisado donde los jóvenes de la época juga-ban el beisbol callejero. Estamos hablando de la década de los cuarenta. Entre los que jugaban mensionaremos a Jesús Castillo, quien era el jonronero del tiempo; un buen cubri-dor de la segunda base fue Rafael Villasana; Marchena Acosta gustaba de dicho deporte.

Todavía hay quienes recuerdan a deportistas más cerca-nos, de los ochenta: Nally Salinas, quien representó al Estado Apure en el Luis Aparicio de Maracaibo, como buen relevis-ta. Emilio Rondón, también fue rápido con sus piernas, igual Javier Soto; a Lourdes Segovía (hoy de Tovar) era una gacela en los 100 metros planos; Sabín Arteaga fue un látigo en el volibol; Santiago jugó el fútbol en el Colegio San Juan de Letrán en San Fdo. de Apure, obtuvo trofeos.

Hoy se nota una decadencia en el beisbol, aunque se jue-ga en forma callejera y no especializada, el volibol de igual manera. Lo que más se ha venido jugando, organizadamente, es el futbol de salón en las dos canchas, tanto niños como jóvenes han formado grupos para representarnos en eventos locales y municipales. Edinson O. Romero es un gran mara-tonista que nos ha representado a nivel nacional

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León, Carlos Flores, Efrén Querales; actualmente lo hace este oficio de nuevo Moisés León.

Primeros Motoristas.José Tomás Pérez y Ángel Blanco “Angarilla”; Hortensio

Tovar, mecánico, único en su época de motores para canoa y fuera e´ borda; También Rafael Méndez (Calorón), antes que los tres primeros, viajaba en un motor 25 desde el Yagual a Elorza, era hermano de Manuel José Méndez (Mochuelo). Alfonzo Méndez (sobrino) vive hoy en la casa que fuera de Calorón. Dicen otros que el primero que tuvo un fuera é borda fue José “pepito” Garbi.

DeportistasEn el ayer, donde está ubicada La Guardia Nacional, hubo

un campo improvisado donde los jóvenes de la época juga-ban el beisbol callejero. Estamos hablando de la década de los cuarenta. Entre los que jugaban mensionaremos a Jesús Castillo, quien era el jonronero del tiempo; un buen cubri-dor de la segunda base fue Rafael Villasana; Marchena Acosta gustaba de dicho deporte.

Todavía hay quienes recuerdan a deportistas más cerca-nos, de los ochenta: Nally Salinas, quien representó al Estado Apure en el Luis Aparicio de Maracaibo, como buen relevis-ta. Emilio Rondón, también fue rápido con sus piernas, igual Javier Soto; a Lourdes Segovía (hoy de Tovar) era una gacela en los 100 metros planos; Sabín Arteaga fue un látigo en el volibol; Santiago jugó el fútbol en el Colegio San Juan de Letrán en San Fdo. de Apure, obtuvo trofeos.

Hoy se nota una decadencia en el beisbol, aunque se jue-ga en forma callejera y no especializada, el volibol de igual manera. Lo que más se ha venido jugando, organizadamente, es el futbol de salón en las dos canchas, tanto niños como jóvenes han formado grupos para representarnos en eventos locales y municipales. Edinson O. Romero es un gran mara-tonista que nos ha representado a nivel nacional

El Brazo y La PlacitaEn lo que hoy llamamos Yagual entrada I, está el sitio

donde ocurrió la Batalla del Yagual el 8 de octubre de 1816. En el gobierno de Juan Vicente Gómez se construyó este monumento que hace unos meses se cercó, pinto y sembra-ron algunas plantas.

Algunas personas adultas del lugar piensan seriamente que el prócer J.A Páez Herrera perdió un brazo en la batalla; alguien diría entonces que perdió por lo menos tres: uno en el Yagual, otro en “Mucuritas y un tercero en las Queseras del Medio”. Hasta no hace mucho había falta de conciencia en cuidar ente patrimonio del estado, personas robaron las copas que simbolizaban la arena de los campos de batalla, re-presentados en casillas, guardadas detrás de paredes de vidrio de dicho monumento, pero nuevamente fueron colocados. El ganado se paseaba justamente allí y dejaba sucio el sitio. Hoy en día está cercado.

La Plaza Páez actual de el Yagual está ubicada específi-camente en el sector “La Manga”, en lo que hasta hoy se conoce como “El Puerto”, pues allí es donde llegan las ca-vas a recoger el pescado en tiempo de zafra yagualeña; tam-bién todos los viernes dueños de pequeños fundos venden sus quesos a compradores generalmente de afuera. Esta pla-za tiene un busto no muy grande del General José Antonio Páez sobre una columna gruesa de concreto, tiene ocho (8) bancos para sentarse y 12 lámparas sobre postes altos y sitio adecuados para la siembra ornamental; Se ha cercado por el hecho de que el ganado y especialmente los burros se comen todo lo que se siembra.

La placita original se hizo en 1916 al mismo tiempo que el Brazo (según referencia de Carmelo Castillo) y duró has-ta el 2007. Antes estaba más pegada a la casa de la familia González, tenía el mismo busto pero colocado en una base de madera con una inscripción sobre una piedra en la parte de abajo la cual se extravió; esto ocurre, cuando en el mismo sitio se cambió la base de madera por una de concreto.

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El Yagual, retazos de su historia

El Yagual 1De una manera geográfica, El Yagual está dividido en dos

partes; hablamos entonces en primer lugar del Yagual I: lo encontramos viniendo de Achaguas, en esta parte encontra-mos: Una calle asfaltada que lleva por nombre “Adilia Cas-tillo” la cual comienza en la “Y” (bifurcación de la carretera) y termina en el puerto. Cuatro calles: calle hacia el Brazo de Páez, la del ambulatorio “Yolanda Espinoza Bello”; calle “El Pescador” y calle “Humberto González”, ambas por la costa del río, aparte de la carretera nacional que va hacia el puente “Santos Luzardo”.

Cinco consejos comunales: Yagual entrada I, La Gloria, El Pescador, La Romana, y el Jabillo.

Cuenta con: escuela Primaria El Pueblito, Centro de Educación Inicial San José y Simoncito del cual hablamos en Educación, ambulatorio, dos cooperativas, 1 carnicería, 1 gallera, 3 ventas de gasolina, 9 bodegas, 2 verduleras, 1 restau-rant de Alicia García, 3 ventas de cerveza, monumento Brazo de Páez donde fue la Batalla del Yagual, botalón (marca del matapalo) donde estuvo un matapalo, plaza Páez, caja de agua y un mercal.

El Yagual 2Para llegar allá, viniendo de Achaguas y del mismo Yagual

I, hay que pasar el puente “Santos Luzardo”. Es la parte del pueblo más habitada, aunque solo tiene dos consejos comu-nales: Consejo Comunal “El Aeropuerto” y C. C. “Yagual 2”. La parte administrativa la encontramos en esta parte del pue-blo. De fachada nos encontramos con un comercial muy re-gular llamado “Las tres H”, administrado por Edgar Herrera. Enseguida vemos una calle asfaltada que ya tiene nombre: Eneas Perdomo. Nos encontramos además con un cemen-terio, una manga de coleo, una planta para el suministro de agua, un ambuloatorio con médicos cubanos, el Liceo Bo-livariano en construcción “Juana de Garbi”, 5 bodegas, Co-mando de la Guardia Nacional, “Grupo Escolar Raimundo Fonseca”, Plaza Bolívar, 1 templo católico, 2 templos evangé-licos (Cristo la Única Esperanza y “Sol de Justicia”), come-

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dor escolar, ambulatorio, prefectura, junta parroquial, registro civil, juzgado, biblioteca pública, casa parroquial, cancha de-portiva, 3 ventas de cerveza y una verdulería.

BIBLIOGRAFÍA

1- Apure Adentro. Redactor Miguel Abrizo- Ministerio de Planificación y Desarrollo. Año 20062- Algunos Escritores Apureños de Elisur Emilio Larez Bolívar- CONAC 2005. Págs. 15 y 16: 25 y 26: 107 y 108: 137 y 138; 145 – 1483- Alzamientos, Cárceles y Experiencias de José Garbi Sánchez (Historia contemporánea), año 1977, págs. 49 – 53; 139 y 140; 155 y 156.4- Apuntes geográficos del Municipio Achaguas de Elisur Larez Bolívar. Editorial El Perro y la Rana – 2006. Pág. 39, 95 Y 96.5- Aventuras de José Antonio Páez, El Llanero in-creíble, de Vinicio Romero Martínez. Bohemia, Bloque de Armas. Págs. 99 – 1016- Enciclopedia de Venezuela. Tomo IV. Editorial A. Bello S.A. Asesor Pascual Venegas Filardo. Editor Lucas Mo-rán Arce. Pag. 284.7- De los Primeros Principios a las Grandes Reali-zaciones. Asdrubal Rios – Editorial Libertador- año 1976 – pag. 139, 152 y 153.8- La langosta, la humareda. Julio C. Sánchez Olivo. Bi-ruaca – Estado Apure – Mayo de 1986. Follrto, pags. 3-129- Historia de Apure de Argenis Méndez Echenique, Edi-ción l985. Pags. 239 y 240; 15- 18, (l998) 35, 106, 174, 183 y 184, 229 y 23010- Poesía Apureña, auspiciado por el CONAC (Apure). Edición Bicentenaria. 1988, págs. 152 – 155 11- Recopilaciones Fundación Histórica Cultural – Dr. Ítalo Francisco Decanio D’amico. Colección fotográfica “El San Fernando de Ayer” – Edgar de Jesús Decanio – Re-puntes II. El San Fernando de Ayer. Págs. 129 y 130.12- Revista “El Desafío de la Historia”, Editorial Mac-pecri C.A. año 2, Rev. 10. Pg. 5313- Revista editada por Argenis Méndez Echenique. Especial con motivo de la graduación de la V Promoción de Ciencias Sociales, de la UCABET. 1073-1978. Escrito: Viajando por

el Arauca, del Dr. Hugo R. Segovia Lovera. Pags. 55-6414- Revista Nacional Cultural. Año LXXIII, N° 338, Tomo II, Pags. 73 y 7415- Trabajo escrito por el educador Manuel Emilio Cortés, facilitado por doña Belén de Magallanes, primera directora del Colegio Raimundo Fonseca en el Yagual16- Semana Hoy, 26 de Marzo de 2009. (Nuestras raíces históricas) por Argenis Méndez Echenique.17- Vaqueros y Vaquerías en los Llanos de Apure. Julio C. Sánchez Olivo, San Fernando de Apure: Octubre, 1984. Pags. 37

INDICE

Introducción 11El nombre 13Viajando por el Arauca 14Batalla del Yagual 16Soldado que hace moneda - Juramento 17Alzamiento del General José Antonio Páez 18El Yagual durante la Guerra Federal 19El Yagual Municipio 20Conflictos antigomecistas 21Es digno hablar de ellos 25Generación del 47 35La educación 35Algo sobre lo religioso 47Misioneras de Cristo Jesús 47Iglesias Evangélicas 48La actividad comercial 49Mataderos y aeropuertos 54El cementerio 55Hato Chaparralito 56Algunas raíces 58Unos se fueron otros están 60Personajes pintorescos 70Artistas nacionales y otros 71Cantantes y músicos de hoy 72Hombres de estudios y gobernantes 72Casos y cosas de ayer 73El Brazo y la Placita 79Yagual 1 80Yagual 2 80Bibliografía 83

Edición del Ministerio del Poder Popular para la Cultura

Colaboradora:Julia Rosa Urdaneta

Diseño de portada: Juan C. Villota

Esta edición consta de 300 ejemplares y se terminó de imprimir durante el mes de enero de 2015

en el Sistema Nacional de Imprentas RegionalesCapítulo - Apure

San Fernando de Apure/Venezuela