el perfil de la crisis venidera - donald e. mansell

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Pág. 1 Donald E. Mansell PPPA, 1999 El Perfil de la Crisis Venidera Contenido.- Abreviaturas de las fuentes …………………………………………………………… 01 Introducción ……………………………………………………………………….. 02 1.- Cronología de causa a efecto de la crisis inminente …………………………… 11 2.- Preparación para la crisis inminente ……………………………………………… 18 3.- La marca de la bestia y el conflicto del domingo contra el Sábado ………………. 27 4.- Las pruebas y el triunfo del mensaje del tercer ángel …………………………… 41 5.- Los ángeles buenos y malos y las imitaciones engañosas de Satanás ………… 49 6.- El sello de Dios, el sellamiento y los 144000 …………………………………. 56 7.- El zarandeo y la omega de la gran apostasía …………………………………. 65 8.- El fuerte clamor, el ángel de Apocalipsis 18 y la lluvia tardía ……………………. 73 9.- El fin del tiempo de gracia, las plagas y el decreto de muerte ……………………. 82 10.- La liberación, la resurrección especial y la segunda venida ……………………. 90 Abreviaturas de los Libros Citados.- AFC A Fin de Conocerle ATO Alza Tus Ojos BCL Battle Creek Letters BEcho The Bible Echo Broadside Broadside, Nº 1, Nº 2, etc. BTS The Bible Training School Carta Carta de Ellen G. White CBA Comentario Bíblico Adventista, Tomos 1 al 7 CDCD Cada Día con Dios CL Country Living (Vida en el Campo) CMPA Consejos para Maestros, Padres y Alumnos CRA Consejos sobre Régimen Alimenticio CS El Conflicto de los Siglos CTBH Christian Temperance and Bible Hygiene CW Counsels to Writers and Editors DF Document File (White Estate) DS The Day Star (Periódico Millerita) DTG El Deseado de Todas las Gentes EC La Educación Cristiana Ed La Educación 1888M The Ellen G. White 1888 Materials, Tomos 1 al 4 EUD Eventos de los Últimos Días Ev Evangelismo FCV La Fe por la Cual Vivo GCB General Conference Bulletin GCDB General Conference Daily Bulletin HAp Los Hechos de los Apóstoles HFM The Health Food Ministry HHD Hijos e Hijas de Dios

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Como cristianos adventistas del séptimo día, creemos que a medida que nuestro barco, nuestra iglesia, se aproxime al puerto celestial, encontrará peligrosos arrecifes que podrían hacer zozobrar nuestra fe (1 Timoteo 1:19), por eso Dios nos ha dado una carta de navegación del puerto de nuestro destino para guiar nuestro barco a través de los arrecifes. Esta carta de navegación son los escritos del espíritu de profecía.

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  • Pg. 1

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    El Perfil de la Crisis Venidera

    Contenido.-

    Abreviaturas de las fuentes 01 Introduccin .. 02 1.- Cronologa de causa a efecto de la crisis inminente 11 2.- Preparacin para la crisis inminente 18 3.- La marca de la bestia y el conflicto del domingo contra el Sbado . 27 4.- Las pruebas y el triunfo del mensaje del tercer ngel 41 5.- Los ngeles buenos y malos y las imitaciones engaosas de Satans 49 6.- El sello de Dios, el sellamiento y los 144000 . 56 7.- El zarandeo y la omega de la gran apostasa . 65 8.- El fuerte clamor, el ngel de Apocalipsis 18 y la lluvia tarda . 73 9.- El fin del tiempo de gracia, las plagas y el decreto de muerte . 82 10.- La liberacin, la resurreccin especial y la segunda venida . 90

    Abreviaturas de los Libros Citados.-

    AFC A Fin de Conocerle

    ATO Alza Tus Ojos

    BCL Battle Creek Letters

    BEcho The Bible Echo

    Broadside Broadside, N 1, N 2, etc.

    BTS The Bible Training School

    Carta Carta de Ellen G. White

    CBA Comentario Bblico Adventista, Tomos 1 al 7

    CDCD Cada Da con Dios

    CL Country Living (Vida en el Campo)

    CMPA Consejos para Maestros, Padres y Alumnos

    CRA Consejos sobre Rgimen Alimenticio

    CS El Conflicto de los Siglos

    CTBH Christian Temperance and Bible Hygiene

    CW Counsels to Writers and Editors

    DF Document File (White Estate)

    DS The Day Star (Peridico Millerita)

    DTG El Deseado de Todas las Gentes

    EC La Educacin Cristiana

    Ed La Educacin

    1888M The Ellen G. White 1888 Materials, Tomos 1 al 4

    EUD Eventos de los ltimos Das

    Ev Evangelismo

    FCV La Fe por la Cual Vivo

    GCB General Conference Bulletin

    GCDB General Conference Daily Bulletin

    HAp Los Hechos de los Apstoles

    HFM The Health Food Ministry

    HHD Hijos e Hijas de Dios

  • Pg. 2

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    HM The Home Missionary

    ELC En Lugares Celestiales

    HS Historical Sketches

    KC The Kress Collection

    LLM Loma Linda Messages

    Maranata Maranata, Meditacin Matinal

    MM Medical Ministry

    ML Manuscritos Liberados, Tomos 1 al 21

    MS Mensajes Selectos, Tomos 1 al 3

    Ms Manuscrito de Ellen G. White

    NEV Nuestra Elevada Vocacin

    PC The Paulson Collection

    PE Primeros Escritos

    PM The Publishing Ministry

    PP Patriarcas y Profetas

    PR Profetas y Reyes

    PT The Present Truth

    PUR Pacific Union Recorder

    PVGM Palabras de Vida del Gran Maestro

    Q&A Question and Answer File (Centro White)

    RJ Reflejemos a Jess

    RH Review and Herald

    SAT Sermons and Talks

    SG Spiritual Gifts (Dones Espirituales), Tomos 1 al 4

    SP Spirit of Prophecy, Tomos 1 al 4

    SpM Spalding Magan Collection

    SpT-A Special Testimonies, Series A

    SpT-B Special testimonies, Series B

    ST The Signs of the Times

    SW The Southern Work

    T Testimonios para la Iglesia, Tomos 1 al 9

    TM Testimonios para los Ministros

    TrueM The True Missionary

    TSA Testimonies to Southern Africa

    W The Watchman (originalmente The Southern Agent, posteriormente The Southern Watch-

    man)

    WLF A Word to the Little Flock (Una Palabra al Pequeo Rebao)

    YI The Youths Instructor

    Introduccin.-

    Las Predicciones Humanas y la ms Segura Palabra de la Profeca Divina.-

    Porque no hemos seguido fbulas ingeniosas, cuando os hemos hablado del poder y de la venida de nuestro Seor Jesucristo, sino que fuimos testigos oculares de su majestad. Porque l recibi honra y

    gloria del Padre Dios, cuando una voz vino desde la magnfica gloria, y dijo: Este es mi Hijo amado. En l me complazco. Y nosotros omos esa voz enviada del cielo, cuando estbamos con l en el mon-te santo. Tenemos tambin la palabra proftica ms segura, a la cual hacis bien en estar atentos como a

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    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el da esclarezca y el lucero de la maana salga en

    vuestros corazones. 2 Pedro 1:16-19.

    La prediccin de H. G. Wells.-

    El famoso historiador, novelista y visionario britnico, Herbert George Wells, en 1933 public una no-

    vela titulada The Shape of Things to Come [El aspecto de las cosas que sucedern]. Describi en ella la

    historia del mundo durante los prximos 173 aos, es decir, hasta el ao 2106. George Wells, como vi-

    sionario y evolucionista, crea que la sociedad humana avanzaba certeramente hacia la perfeccin. En la lu-

    cha por la supervivencia de los ms fuertes y mejor adaptados, se produciran retrocesos ocasionales, pero

    la tendencia general sera siempre en direccin ascendente, hacia la utopa. No sorprende, entonces, que

    Wells haya presentado en su novela la historia futura en trminos luminosos.

    Pero George Wells tuvo un rudo despertar, cuando la Segunda Guerra Mundial hizo aicos su utpico sue-

    o. Como resultado en 1945, un ao antes de su fallecimiento, Wells public su ltimo libro titulado

    Mind at the End of the Tether [La mente al final de la tralla]. Se ha dicho que esta obra es "un dbil gri-

    to de desesperacin". El autor reconoce en ella el fracaso de sus predicciones. Uno de sus captulos, se

    titula: "No existe Configuracin de las cosas futuras, lo cual es una cndida admisin del fracaso de su profeca.

    Las predicciones de los mdiums.-

    As son las predicciones humanas. Fallan con mucha frecuencia. La seccin titulada "Vida" del peridico

    The Idaho Statesman, del 23 de Enero de 1995, contena un artculo titulado "Los mdiums no lograron

    detectar la cercana de su ao malo". En ese artculo, el periodista Gene Emery, que haba estado siguien-

    do la pista a las predicciones de los mdiums desde 1978, encontr que stos generalmente "se desempe-

    an en forma horrible", pero en el ao 1994 "les fue un poco peor an". A continuacin presentamos

    una muestra de sus predicciones: 'Frank Sinatra ser nombrado embajador a Italia"; "Madonna se casar

    con un jeque del Cercano Oriente y se convertir en una esposa 'totalmente tradicional", "Charles Manson ser sometido a una operacin que cambiar su sexo y ser puesto en libertad".

    A diferencia de las predicciones no confiables de los mdiums, o de los pronosticadores serios como H.

    G. Wells, la Biblia ofrece lo que 2 Pedro 1:19 llama "la palabra proftica ms segura". El contexto de

    esta declaracin es la transfiguracin de Jess. Pedro estaba convencido de que Cristo regresara a este

    mundo en poder y gloria porque haba presenciado la transfiguracin.

    La palabra proftica ms segura.-

    Entonces, lo que Pedro est diciendo es que tenemos una palabra ms segura que su testimonio ocular.

    Cmo puede ser esto? Aqu est la respuesta. Lo que Pedro vio en el monte de la transfiguracin lo

    convenci de que Jess regresara a este mundo en poder y gloria. Pero el lector y el que esto escribe no es-

    tuvimos con l, por lo que debemos aceptar la palabra de Pedro en cuanto a lo que l vio era prueba de la

    segunda venida. Pero ste no es el caso de la profeca bblica. Nosotros que estamos viendo el cumplimiento

    de las seales de la venida de Cristo que anuncia la Biblia, tenemos evidencias ms dignas de confianza

    que el testimonio ocular de Pedro. Es en este sentido que la profeca bblica es "ms segura" que aceptar

    la palabra de Pedro como testigo ocular.

    La Biblia es como una carta.-

    La Biblia es como una carta de navegacin por la cual un piloto un barco hasta su destino. En forma singu-

    lar, a medida que estudiamos las profecas de la Biblia referentes a la segunda venida de Cristo, y pre-

    senciamos el cumplimiento de estas predicciones en nuestros das, se acrecienta nuestra confianza en la

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    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    profeca bblica para los ltimos das, y por ende en la Biblia misma. La siguiente ilustracin lo ayudar a

    comprender mejor este punto.

    Cuando yo tena cuatro aos de edad, mis padres se mudaron de Rio de Janeiro, Brasil, a Recife, ciudad si-

    tuada en la costa noreste del pas. Viajamos en un trasatlntico. Mi padre se hizo amigo del capitn del

    barco. Un da ste lo invit a que lo acompaara en el puente, y me llevaron con ellos. Lo nico que re-

    cuerdo es al piloto que haca girar una enorme rueda con muchas manijas. No vi una carta de navegacin

    de gran tamao frente al timn, que el piloto usaba para guiar el barco. Si hubiera tenido ms edad para

    comprender y examinar el mapa, habra visto la costa brasilea en el lado izquierdo y el ocano Atlntico

    en el lado derecho.

    Nuestro barco lleg a las afueras del puerto de Recife a eso de las dos de la maana y ech anclas. La

    ciudad ha recibido ese nombre porque frente a su costa hay un arrecife de coral, lo que hace muy difcil la

    entrada al puerto.

    Mis padres nos despertaron, nos vistieron, y nos llevaron a cubierta, hasta la baranda del barco. Desde

    all miramos el mar en la oscuridad nocturna.

    Pap seal una luz oscilante que avanzaba hacia el barco. Nos dijo que era una lancha que traa a un

    piloto que guiara nuestro barco hasta el puerto. Cuando la lancha lleg junto al barco divis al piloto

    vestido con su traje blanco.

    Repentinamente o un fuerte ruido cuando los tripulantes lanzaron una escalera de cuerdas por la borda.

    El piloto aprovech la llegada de una ola que levant la proa de la embarcacin, para tomarse de la es-

    calera y trepar hasta la cubierta de nuestro barco.

    Si lo hubiera acompaado hasta el puente de mando y tenido ms edad para comparar el mapa del puer-

    to con el mapa de navegacin en alta mar, habra descubierto que la nica diferencia entre las dos era

    que la del puerto era mucho ms detallada y tena bien marcados el arrecife y los bancos de arena. Ha-

    bra notado tambin que la carta de navegacin del puerto de Recife coincida en todos los puntos im-

    portantes con la carta de navegacin en alta mar.

    La Biblia es la carta de navegacin de alta mar. Sus profetas nos muestran claramente lo que nos

    aguarda en el futuro. Los cristianos del pasado y del presente han guiado sus vidas por sus enseanzas,

    y han sabido que las profecas bblicas son dignas de confianza.

    La carta de navegacin del puerto de los adventistas.-

    Como cristianos adventistas del sptimo da, creemos que a medida que nuestro barco, nuestra iglesia,

    se aproxime al puerto celestial, encontrar peligrosos arrecifes que podran hacer zozobrar nuestra fe (1

    Timoteo 1:19), por eso Dios nos ha dado una carta de navegacin del puerto de nuestro destino para

    guiar nuestro barco a travs de los arrecifes. Esta carta de navegacin son los escritos del espritu de

    profeca.

    El espritu de profeca es un conjunto de materiales escritos por Elena G. de White, quien, segn cree-

    mos, fue inspirada por Dios. Creemos que como la carta del puerto de Recife coincida con la carta de

    navegacin de alta mar en todos los detalles importantes, del mismo modo los escritos de Elena G. de

    White concuerdan con la Biblia en todos los puntos significativos. Al comparar estos escritos con la

    Biblia, hemos concluido que han sido inspirados divinamente. La Biblia es la carta de navegacin en

    alta mar puesta a prueba a lo largo de los aos, que nos indica si nuestra carta del puerto ha sido inspi-

    rada por Dios.

    No pedimos disculpas por creer que Elena G. de White fue una profetisa de Dios y que sus escritos fue-

    ron inspirados divinamente. Pero alguien podra abrigar dudas. No son acaso los profetas algo que

    pertenece al pasado? Fueron los profetas nicamente para los tiempos bblicos? Tendr el pueblo de

    Dios de los ltimos das un verdadero profeta? Consideremos lo que la Biblia dice acerca de esto.

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    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    El don de profeca y la iglesia remanente de Dios.-

    En Apocalipsis 12:17 leemos:

    "Entonces el dragn se llen de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descen-

    dencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo".

    Est claro que se trata de un lenguaje simblico, y creemos que la Biblia es su propio intrprete; permi-

    tamos, entonces, que la Biblia interprete el significado de estos diversos smbolos.

    Qu representa el dragn?

    Apocalipsis 12:9 dice:

    "Y fue lanzado fuera el gran dragn, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satans".

    El diablo representa a Satans, de modo que por substitucin podemos decir: "Satans estaba furioso

    [enrabiado] con la mujer".

    Pero qu representa esta mujer?

    El apstol Pablo dice a la iglesia en 2 Corintios 11:2.

    "Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaron como una

    virgen pura a Cristo".

    De manera que Satans est airado con la iglesia de Dios, y pelear contra ella y perseguir al remanen-

    te de los descendientes de la iglesia. El remanente es lo ltimo que queda de algo.

    Por lo tanto, el remanente de los descendientes de la iglesia es el pueblo de Dios, la iglesia verdadera

    de los ltimos das. Apocalipsis 12:17 nos presenta las caractersticas por las cuales podemos identifi-

    car a este pueblo. (1) "Guardan los mandamientos de Dios" y (2) "tienen el testimonio de Jesucristo".

    Los mandamientos de Dios.-

    La expresin "los mandamientos de Dios" parece evidente que se refiere a los Diez Mandamientos, pe-

    ro permitamos que la Biblia lo puntualice.

    Deuteronomio 4:13 dice:

    "Y l os anunci su pacto, el cual os mand poner por obra; los diez mandamientos, y los escribi en

    dos tablas de piedra".

    As que el pueblo remanente de Dios obedecer los Diez Mandamientos, con ayuda de su gracia capa-

    citadora, por cierto.

    Pero qu es el testimonio de Jesucristo?

    El testimonio de Jesucristo

    El ngel de Apocalipsis 19:10 explic a Juan:

    "Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jess... Porque el testimonio

    de Jess es el espritu de profeca".

    Entonces, el testimonio de Jess que posee la iglesia remanente de Dios, se llama "espritu de profeca".

    El apstol Pablo dice lo siguiente acerca del testimonio o espritu de profeca:

    "As como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros [la iglesia de Dios], de tal

    manera que nada os falta en ningn don, esperando la manifestacin de nuestro Seor Jesucristo" (1

    Corintios 1:6-7).

    Este pasaje establece tres puntos: (1) El "testimonio de Cristo" es uno de los "dones" que Efesios 4:11

    llama "profetas". 1 Corintios 14:22 lo llama "profeca"; comprese con Apocalipsis 22:9. (2) Cristo co-

    loc este don en una iglesia que est esperando ansiosamente su "revelacin o segunda venida. (3) l derram este don para "confirmar", o colocar su sello de aprobacin sobre su iglesia verdadera de los

    ltimos das, y no sobre cualquier iglesia.

    Profetizar es para los creyentes y no los incrdulos.-

    En 1 Corintios 14:22 Pablo establece un importante principio concerniente al don proftico. l dice que

    "la profeca [es para seal], no a los incrdulos, sino a los creyentes". En otras palabras, el don profti-

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    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    co es para los que, habindolo probado con la Biblia y encontrado que est en armona con la Palabra

    de Dios, han aceptado su autoridad. No es "para los incrdulos". No es para los que han rechazado su

    autoridad, o no la han aceptado todava.

    Lo cual significa que nosotros, que creemos en la inspiracin divina de los escritos de Elena G. de Whi-

    te y los aceptamos como autnticos, estamos en libertad de usarlos con los que tienen el mismo punto

    de vista. Mantener esta posicin no tiene nada de siniestro ni engaoso. Los cristianos de otra fe apli-

    can el mismo principio cuando predican a Cristo a los judos. Los cristianos bblicos aceptan la autori-

    dad del Antiguo y el Nuevo Testamentos, pero los judos aceptan nicamente la del Antiguo Testamen-

    to. Como resultado de esto, los cristianos emplean el Antiguo Testamento para convencer a los judos

    de que Jess es el Mesas prometido. Sin embargo, despus que un judo acepta el Nuevo Testamento

    como divinamente inspirado y a su Cristo como el Mesas prometido, los cristianos estn en libertad

    para usar toda la Biblia con el fin de convencerlo de las dems enseanzas del Nuevo Testamento.

    Elena G. de White y sus escritos.-

    Algunos cristianos nos miran con desconfianza a nosotros los adventistas, porque creemos que los es-

    critos de Elena G. de White son inspirados divinamente. Tambin hay adventistas que se sienten aver-

    gonzados porque el Artculo 17 de nuestras "Creencias Fundamentales" dice:

    "Uno de los dones del Espritu Santo es el de profeca. Este don constituye una marca identificadora de

    la iglesia remanente y se manifest en el ministerio de Elena G. de White. Como mensajera del Seor,

    sus escritos son una perdurable y autorizada fuente de verdad que proporciona a la iglesia aliento, di-

    reccin, instruccin y correccin. Tambin establecen claramente que la Biblia es la norma por la cual

    se ha de probar toda enseanza y experiencia" (Asociacin Ministerial de la Asociacin General de los

    Adventistas del Sptimo Da, Seventh-Day Adventist Believe... : A Biblical Exposition of 27 Funda-

    mental Doctrines [Hagerstown, Md.: Review and Herald, 19881, p. 216).

    La Biblia contiene palabras de consejo para tales adventistas, y este consejo se aplica igualmente a los

    que nos llaman herejes por creer que Dios ha derramado el don de profeca sobre la Iglesia Adventista

    del Sptimo Da en la persona de Elena G. de White y sus escritos. Esto es lo que la Biblia dice a los

    que se avergenzan de las manifestaciones del espritu de profeca en los ltimos das:

    "No menospreciis las profecas. Examinadlo todo; retened lo bueno" (1 Tes. 5:20-21).

    Este consejo inspirado amonesta a los cristianos a no despreciar la profeca. Pero va ms all an. Los

    insta a probar las profecas. En otras palabras, a probara los profetas y sus escritos, y si demuestran ser

    buenos, deben retenerlos y aceptarlos como inspirados divinamente.

    Pero el interrogante que surge ahora es: Cmo probaremos las profecas?

    Cmo probar a los profetas y sus profecas.-

    Presentamos a continuacin el mtodo recomendado por la Biblia para probara los profetas y las profe-

    cas:

    Prueba N 1: Qu ensea el profeta acerca de Cristo?

    "Amados, no creis a todo espritu, sino probad los espritus si son de Dios; porque muchos falsos pro-

    fetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espritu de Dios: Todo espritu que confiesa que Je-

    sucristo ha venido en carne, es de Dios" (1 Juan 4:1-3).

    La Biblia declara que Cristo era Dios "manifestado en carne" (1 Timoteo 3:16).

    Entonces, un profeta autntico ensear que Jesucristo, quien era indiscutiblemente Dios, lleg a ser

    Jesucristo hombre (1 Tim. 2:5), y sin embargo en ningn momento dej de ser Dios. Los escritos de Elena G. de White sostienen esta enseanza de principio a fin. Quien abrigue alguna duda sobre este

    punto debiera leer su obra acerca de la vida de Cristo, El Deseado de Todas las Gentes. Este libro, des-

    de la primera pgina hasta la ltima exalta a Jesucristo como Dios manifestado en carne, y lo que es

    cierto de este libro lo es tambin para todos sus dems escritos.

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    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    Prueba N 2: Qu clase de fruto espiritual produce el profeta?

    "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lo-

    bos rapaces. Por sus frutos los conoceris. Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abro-

    jos?" Mar. 7:15-16. Un profeta es conocido por el fruto espiritual que produce. En otras palabras, por la clase de vida que

    lleva.

    Si un creyente en la inspiracin divina de Elena G. de White dice que ella era una buena persona, po-

    dra pensarse con razn que es prejuiciado. Pero si un enemigo reconoce que ella era una mujer buena y

    piadosa, su testimonio tiene peso. Al fin y al cabo, el argumento ms poderoso en favor de una posicin

    es el reconocimiento hecho por la oposicin.

    El peor enemigo de Elena G. de White (no es que ella lo considerara enemigo, pero as la trataba l

    despus que renunci a la iglesia), era un ex pastor adventista llamado Dudley M. Canright.

    Elena G. de White muri el 6 de Julio de 1915. Antes de su muerte, Canright la haba acusado de ser un

    falso profeta. Sin embargo, durante un servicio fnebre conmemorativo realizado en Battle Creek, M-

    chigan, el 24 de Julio de 1915, este hombre, con el rostro baado por las lgrimas, confes que ella ha-

    ba sido una piadosa mujer cristiana. Jasper Canright, hermano de Dudley Canright, quien tambin era un pastor adventista pero haba permanecido fiel a la Iglesia, se encontraba presente en el servicio,

    juntamente con otros testigos, cuando Dudley efectu la siguiente confesin. Jasper dej la siguiente

    constancia oficial (una carta de Jasper B. Canright para S. E. Wight, fechada 24 de Febrero de 1931, ci-

    tada en I Was Canright's Secretary, por Carrie Johnson [Hagerstown, Md.: Review and Herald, 1971],

    pp. 105-106).

    Pastor S. E. Wight Battle Creek, Mchigan

    120 Madison Avenue, S.E., 24 de Febrero de 1931

    Grand Rapids, Mchigan

    Apreciado pastor Wight:

    "Mi hermano, D. M. Canright, fallecido, me deca con frecuencia que permaneciera fiel al mensaje. Me

    dijo, adems: 'Si abandonaras el mensaje, eso arruinara tu vida'. Hace varios aos, en una reunin p-

    blica realizada en West Le Roy, de donde lo haban llamado para que se opusiera a la obra del pastor

    adventista, hizo la siguiente declaracin: Creo que s por qu me han llamado aqu. Esperan que de-muestre con la Biblia que el domingo es el verdadero da de reposo, y que el sbado no lo es. La verdad

    es que no puedo probar con la Biblia que el domingo sea el da de reposo, porque tal prueba no est en

    ella; y creo tambin que puedo convencerlos de que el sbado no es el da de reposo [sic]'.1

    Adems, cuando se encontraba junto al fretro de la hermana White, con una mano sobre mi brazo y la

    otra apoyada en el atad, con el rostro baado en lgrimas, dijo: Aqu yace una noble mujer cristiana

    que se ha ido'".

    Sinceramente, suyo en la bendita esperanza,

    (Firmado) J. B. Canright

    Este testimonio de un testigo ocular y hermano carnal de Dudley Canright es ms compelente que el

    testimonio de solo alguien que cree en el origen divino de los escritos de Elena G. de White.

    1 El da sbado comercial comienza a las doce de la noche y termina a las doce de la noche. Pero el sbado, como da de

    reposo bblico, empieza a la puesta del sol y termina a la puesta del sol. Por lo tanto, Canright plante correctamente este

    asunto. El sbado comercial no es lo mismo que el da de reposo.

  • Pg. 8

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    Prueba N 3: Concuerdan los escritos del profeta con los Diez Mandamientos y el resto de la Biblia?

    Entrese de lo que dice Isaas:

    "A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido" (Isaas 8:20).

    Esta prueba consta de dos partes: (1) Qu ensea el profeta en lo que concierne a lo que Dios escribi,

    la ley de los Diez Mandamientos (xo. 31:18)? Y (2) Qu ensea el profeta con respecto a lo que los

    profetas escribieron, el testimonio de los autores bblicos? Si aplicamos esta prueba a Elena G. de Whi-

    te y sus escritos, obtendremos lo siguiente: ella inst constantemente a los cristianos a obedecer la ley

    de Dios, y ella misma, por la gracia divina, se esforz fielmente por guardar todos los mandamientos de

    Dios, incluyendo el mandamiento del da de reposo. En lo que concierne a la Biblia, la respuesta es: sus

    escritos concuerdan plenamente con el testimonio de los profetas bblicos. Ni ella ni sus escritos pre-

    sumieron alguna vez de corregir la Biblia. Antes bien, ella y sus escritos aceptaron la Biblia tal como

    fue escrita y siempre reconocieron la supremaca de la Escritura.

    Notemos lo que escribi acerca de esto:

    "Que todos sean atrados hacia la Biblia; porque es la nica regla de fe y doctrina". BEcho, octubre 15,

    1892.

    Mientras los escritos de Elena G. de White ofrecen con frecuencia ideas instructivas y esclarecedoras,

    cada vez que esas ideas se comparan con la Biblia, se las encuentra en acuerdo total con ella.

    Prueba N 4: Se cumplen las predicciones del profeta?

    "Cuando se cumpla la palabra del profeta, ser conocido como el profeta que Jehov en verdad envi"

    Jer. 28:9.

    El cumplimiento de las predicciones del profeta es la cuarta prueba que establece si ste es o no es ins-

    pirado. Posteriormente examinaremos algunas predicciones efectuadas por Elena G. de White. A conti-

    nuacin examinemos lo que sigue:

    Es necesario aplicar las cuatro pruebas.-

    La aplicacin de una sola prueba bblica no basta para establecer si una persona es o no es profeta de

    Dios. Algunos falsos profetas pueden reconocer que Cristo era Dios manifestado en carne humana, pe-

    ro puede suceder que no satisfagan una o ms de las pruebas restantes. Algunos pueden causar la im-

    presin de tener una vida piadosa, pero fallar en otra prueba. Tambin otros pueden asegurar que sus

    escritos estn en armona con la Biblia, lo cual puede parecer verdad por un tiempo, pero despus l o

    sus escritos pueden fallaren una o ms de las pruebas restantes. Finalmente, algunos falsos profetas

    pueden predecir cosas que realmente se cumplan, y sin embargo fallar en una o ms pruebas. Por eso,

    para establecer que un profeta ha sido inspirado divinamente, debe pasar las cuatro pruebas bblicas.

    Predicciones sobre condiciones religiosas en los ltimos das.-

    Hemos establecido que Elena G. de White y sus escritos pasaron tres de las cuatro pruebas bblicas del

    profeta autntico. El resto de este captulo analiza una de sus predicciones, la cual creemos que se en-

    cuentra actualmente en proceso de cumplimiento. Muchas de sus predicciones se refieren a la intole-

    rancia religiosa en los Estados Unidos y en el resto del mundo en los ltimos das. Estas profecas cons-

    tituirn el tema de esta obra.

    Hace ms de un siglo, cuando los protestantes se oponan abiertamente a los catlicos, Elena G. de

    White predijo:

    "Los protestantes de los Estados Unidos sern los primeros en tender las manos a travs de un doble

    abismo al espiritismo y al poder romano; y bajo la influencia de esta triple alianza ese pas marchar en

    las huellas de Roma, pisoteando los derechos de la conciencia". CS:645.

    En la RH, 01 de Junio de 1886, ella explic cmo sucedera esto;

  • Pg. 9

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    "Esta unin, sin embargo, no se efectuar como resultado de un cambio en el catolicismo; porque Ro-

    ma jams cambia. Se atribuye infalibilidad. Es el protestantismo quien cambiar. La adopcin de ideas

    liberales por su parte lo pondr en una situacin en la que podr darse la mano con el catolicismo'.

    Tambin explica cmo las denominaciones norteamericanas principales llevarn a cabo esto:

    "Cuando las iglesias principales de los Estados Unidos, unindose en puntos comunes de doctrina, in-

    fluyan sobre el Estado para que imponga los decretos y las instituciones de ellos, entonces la Amrica

    protestante habr formado una imagen de la jerarqua romana, y la infliccin de penas civiles contra los

    disidentes vendr de por s sola. CS:498. En la actualidad vemos que Estados Unidos se est encaminando hacia el cumplimiento de estas pre-

    dicciones. Un artculo escrito por Gustave Nieburh titulado "La religin y la poltica pueden mezclar-

    se", contiene esta declaracin:

    Ante la evidencia de un cambio en las actitudes norteamericanas acerca de la religin y la poltica, la mayora del pblico cree actualmente que las iglesias debieran ser autorizadas para que expresen opi-

    niones polticas, lo cual constituye un cambio total de lo que la mayora crea hace una generacin, se-

    gn una encuesta nacional sobre identidad religiosa y opinin poltica". Idaho Statesman, 25 de Junio

    de 1996.

    Si esta tendencia continuar o no, acompaada por un movimiento de presin para que se adopten leyes

    dominicales como est predicho en los escritos de Elena G. de White, segn veremos en captulos subsiguientes no lo sabemos. Tampoco es necesario que lo sepamos. Basamos nuestra fe, no en en-cuestas, sino en la palabra proftica infalible.

    El cinturn bblico la crisis venidera.-

    David W Cloud, en su opsculo titulado Flirting With Rome: Evangelical Entanglement With Roman

    Catholicism [Coqueteando con Roma: Mixtura con el catolicismo romano], dice que por ms de treinta

    aos (desde la dcada de 1960) la Convencin Bautista del Sur ha estado acercndose al catolicismo

    romano (Oak Harbor, Estado de Washington: Way of Life Literatura, 1993, 3:4). Hasta hace pocos

    aos la Convencin Bautista del Sur era decididamente anticatlica, y una de las ms slidas defenso-

    ras de la separacin de la Iglesia y el Estado en los Estados Unidos.

    En su libro publicado recientemente, A Woman Rides the Beast [Una mujer cabalga sobre la bestia],

    Dave Hunt, quien no es adventista pero percibe el peligro que representa la llamada Coalicin Cristiana

    o derecha religiosa, declara:

    "Un nmero creciente de evanglicos en la actualidad estn aceptando a los catlicos como cristianos y

    al parecer no ven ningn problema en unirse con ellos para la evangelizacin del mundo. Ese hecho re-

    sulta claro por el ttulo mismo de la histrica declaracin conjunta... efectuada por los lderes catlicos

    y evanglicos. Evangelicals and Catholics Together: The Christian Mission in the 3rd Millennium. [Evanglicos y catlicos juntos: La misin cristiana en el tercer milenio] (Eugene, Oregon: Harvest

    House Publishers, 1994, p. 413).

    Qu ubica en primera plana el asunto del sbado y el domingo?

    Adems de los cambios que se estn operando en el clima religioso, actualmente presenciamos cambios

    ecolgicos que estn comenzando a afectar el clima del planeta y presagian desastres de enormes con-

    secuencias. Tambin vemos corrupcin poltica y decadencia moral que se han infiltrado no slo en los

    Estados Unidos, sino en la sociedad en todas partes del mundo. Veamos lo que Elena G. de White pre-

    dijo hace mucho en relacin con esto:

    `A medida que los hombres se alejan cada vez ms de Dios, se permite que Satans ejerza poder sobre

    los hijos de desobediencia. Arroja destruccin entre los hombres". RH, 16 de Julio de 1901.

  • Pg. 10

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    Veamos quin est realmente causando estas calamidades y lo que Elena G. de White predice que su-

    ceder cuando esos desastres caigan sobre la humanidad:

    "Se declarar que los hombres ofenden a Dios al violar el descanso del domingo; que este pecado ha

    trado calamidades que no concluirn hasta que la observancia del domingo no sea estrictamente obli-

    gatoria; y que los que proclaman la vigencia del cuarto mandamiento, haciendo con ello que se pierda

    el respeto debido al domingo y rechazando el favor divino, turban al pueblo y alejan la prosperidad

    temporal". CS:647-648.

    Los adventistas proclaman la segura palabra proftica, pero no fijan fechas.-

    Estas calamidades causadas por Satans, predichas hace ms de cien anos, pueden presentarse con ma-

    yor rapidez que lo que cualquiera de nosotros espera. Pero no importa cundo vengan, debemos estar

    preparados espiritualmente, y sin embargo debemos evitar ser pronosticadores o fijar fechas. Elena G.

    de White advierte:

    "Se me ha advertido repetidamente con respecto a la fijacin de fechas. No volver a haber (desde

    1844) un mensaje para el pueblo de Dios que est basado en una fecha. No podemos saber el tiempo

    definido para el derramamiento del Espritu Santo o la venida de Cristo". RH, 22 de Marzo de 1892.

    En otro lugar amonesta:

    "Ni est contemplado en la providencia de Dios que cualquier hombre finito que emplee un instrumen-

    to, que haga cmputos con nmeros, smbolos o signos, pueda saber con ningn grado de exactitud el

    tiempo de la venida del Seor". Ms 9, 1891.

    Por otra parte, mientras evitamos ser pronosticadores o fijar fechas, debemos percatarnos del firme cur-

    so de los acontecimientos ordenados por [Dios] (7T:14), y cuando ocurran estos acontecimientos, te-

    nemos que anunciar su cumplimiento al mundo.

    El significado de esto es que los adventistas no han sido suscitados por Dios para ser profetas; en cam-

    bio hemos sido establecidos para proclamar "la segura palabra proftica. Entonces, mientras procura-mos penetrar los misterios del futuro (3MS:450), "aprendamos a no pensar ms de lo que est escri-to" (1 Cor. 4:6, versin Sharpe de la Biblia en ingls). Cuando la Biblia y el espritu de profeca predi-

    cen claramente que ciertos eventos ocurrirn en el futuro, podemos tener la seguridad absoluta de que

    esos eventos sucedern en la forma predicha; pero no debemos fijar fechas para el tiempo cuando ocu-

    rrirn, ni tampoco ir ms all de lo que la segura palabra profetice garantiza.

    Observemos el firme curso de los acontecimientos.-

    Elena G. de White escribi en 1907: "Tengo una clara comprensin de lo que ser el futuro" (Carta 28,

    1907), y esta clara comprensin de los eventos del tiempo del fin se refleja en sus claras y consecuentes

    predicciones apocalpticas. La Biblia y los escritos del espritu de profeca nos proporcionan numerosos

    eslabones de causa y efecto entre los acontecimientos que aparecern en el futuro, pero cunto tiempo

    transcurrir entre un evento y el prximo, no ha sido revelado.

    Puesto que los "ltimos movimientos sern rpidos" (9T:11), a todos nos sorprender la rapidez con

    que ocurrirn algunos de esos eventos, porque se nos ha dicho que "el final llegar con mayor rapidez

    que la que muchos esperan" (4SP:447).

    El propsito principal de la profeca.-

    El propsito principal de Dios en la prediccin del futuro no es que podamos saber el "da y la hora"

    (Mateo 24:36) de la venida de Jess, o cundo concluir el tiempo de prueba, o cundo se promulgarn

    las leyes dominicales, sino para que cuando "la segura palabra proftica" suceda, "creis que yo soy"

    (Juan 13:19), y nos regocijemos, porque nuestra "redencin est cerca" (Luc. 21:28).

  • Pg. 11

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    Captulo 1: Cronologa de Causa a Efecto de la Crisis Inminente.-

    Propsito de la cronologa divina.-

    Yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a m, que anuncio lo por venir desde el princi-pio. Isa. 46:9-10. Porque no har nada Jehov el Seor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas. Ams 3:7. Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creis. Juan 14:29.

    Extensin de la informacin asequible.-

    As tambin las profecas nos anuncian el porvenir con la misma claridad con que Cristo predijo su propia muerte a los discpulos. Los acontecimientos relacionados con el fin del tiempo de gracia y la

    preparacin para el tiempo de angustia han sido presentados con claridad. Pero hay miles de personas

    que comprenden estas importantes verdades de modo tan incompleto como si nunca hubiesen sido re-

    veladas. Satans procura arrebatar toda impresin que podra llevar a los hombres por el camino de la

    salvacin, y el tiempo de angustia no los encontrar listos".2 CS:652.

    La amplia infraestructura de los acontecimientos inminentes.-

    Entonces vi que Jess no dejara el lugar santsimo antes que estuviesen decididos todos los casos, ya

    para salvacin, ya para destruccin, y que la ira de Dios no poda manifestarse mientras Jess no hubie-

    se concluido su obra en el lugar santsimo y dejado sus vestiduras sacerdotales, para revestirse de ropa-

    je de venganza. Entonces Jess saldr de entre el Padre y los hombres, y Dios ya no callar, sino que

    derramar su ira sobre los que rechazaron su verdad. Vi que la clera de las naciones, la ira de Dios y el

    tiempo de juzgar a los muertos, eran cosas separadas y distintas, que se seguan una a otra.

    Tambin vi que Miguel no se haba levantado an, y que el tiempo de angustia, cual no lo hubo nunca,

    no haba comenzado todava. Las naciones se estn airando ahora, pero cuando nuestro Sumo Sacerdo-

    te termine su obra en el santuario, se levantar, se pondr las vestiduras de venganza, y entonces se de-

    rramarn las siete postreras plagas.3

    Vi que los cuatro ngeles iban a retener los vientos mientras no estuviese hecha la obra de Jess en el santuario, y que entonces caern las siete postreras plagas. Estas enfurecieron a los malvados contra los

    justos, pues los primeros pensaron que habamos atrado los juicios de Dios sobre ellos, y que si podan

    raernos de la tierra las plagas se detendran. Se promulg un decreto para matara los santos, lo cual los 2 Aunque no podamos saber exactamente cundo ocurrir la segunda venida (Mat. 24:36; Hechos 1:6-7; 2 Tes. 5:1-2), po-

    demos saber cundo estar prxima y podemos comprender cmo se relacionan entre s los sucesos futuros.

    Ninguno de nosotros est inmune al peligro de permitir que el diablo enturbie impresiones que pueden prepararnos para lo

    que vendr. Por eso, la informacin contenida en este libro debiera estudiarse con humildad y oracin, con una actitud men-

    tal receptiva para aceptar lo que Dios ha provisto para nosotros en los escritos inspirados. Aunque se ha intentado cuidado-

    samente efectuar una compilacin adecuada, este compilador no pretende no haber cometido algn error. Es muy probable

    que todos nosotros nos sorprendamos al comprender la forma como algunos eventos futuros se desarrollarn. 3 Este amplio bosquejo es una infraestructura sobre la cual es posible incorporar otras informaciones inspiradas. Los gran-

    des y amplios eventos futuros son: (1) La ira de las naciones, (2) la ira de Dios, y (3) el tiempo del juicio de los muertos.

    "Se airaron las naciones" (Apoc. 11:18). Esto vincula los acontecimientos presentes con los eventos futuros bosquejados. Si

    bien la ira de las naciones indudablemente se refiere a dificultades entre las naciones, tiene que ver ms particularmente con

    la actitud perseguidora de las naciones hacia el pueblo de Dios, como se demostrar.

    "El tiempo de juzgar a los muertos" se refiere a un juicio que ocurre despus de la ira de Dios. Este juicio sucede durante el

    milenio, cuando "los santos han de juzgar al mundo" (1 Cor. 6:2; 4:5; y Apoc. 20:4).

    La declaracin de que "Jess no abandonar el lugar santsimo antes que estuviesen decididos todos los casos", se refiere al

    final del tiempo de prueba. Este es un evento decisivo al que se hace referencia con diferentes trminos: (1) "Jess... [ha

    concluido] su obra en el lugar santsimo; (2) Jess... [sale] de entre el Padre y los hombres; (3) "Miguel... [se levanta]; nues-

    tro Sumo Sacerdote... [ha terminado] su obra en l santuario; y (4) [nuestro Sumo Sacerdote]... se levantar [y] se pondr las

    vestiduras de venganza".

  • Pg. 12

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    hizo clamar da y noche por su libramiento. Este fue el tiempo de la angustia de Jacob. Entonces todos

    los santos clamaron en angustia de nimo y fueron libertados por la voz de Dios. PE:36-37.

    Otros acontecimientos que entran en la amplia infraestructura.-

    Y al empezar el tiempo de angustia, fuimos henchidos del Espritu Santo, cuando salimos a proclamar ms plenamente el sbado. PE:33. El comienzo del tiempo de angustia mencionado entonces no se refiere al tiempo cuando comenza-rn a ser derramadas las plagas, sino a un corto perodo precisamente antes que caigan, mientras Cristo

    est en el santuario.4 4 En ese tiempo, cuando se est terminando la obra de salvacin, vendr afliccin

    sobre la tierra, y las naciones se airarn, aunque sern mantenidas en jaque para que no impidan la rea-

    lizacin de la obra del tercer ngel. En ese tiempo, descender la "lluvia tarda" o refrigerio de la pre-

    sencia -del Seor para dar poder extraordinario al fuerte clamor del tercer ngel, y preparara los santos

    para que puedan subsistir durante el plazo cuando las siete postreras plagas sern derramadas.PE 85-86.

    Amplificacin de los acontecimientos desde la presin en favor del domingo hasta el fin del tiem-

    po de prueba.-

    Hasta ahora se ha solido considerara los predicadores de las verdades que contiene el mensaje del ter-cer ngel como meros alarmistas. Sus predicciones de que la intolerancia religiosa adquirira dominio

    en los Estados Unidos de Norteamrica, de que la Iglesia y el Estado se uniran en ese pas para perse-

    guir a los observadores de los mandamientos de Dios, han sido declaradas absurdas y sin fundamento...

    Pero, a medida que se va agitando ms ampliamente la cuestin de la observancia obligatoria del do-

    mingo, se ve acercarse la realizacin del acontecimiento hasta ahora tenido por inverosmil, y el mensa-

    je del tercer ngel producir un efecto que no habra podido producir antes...

    Cuando5 llegue el tiempo de [predicar el mensaje del tercer ngel] con el mayor poder, el Seor obrar

    por conducto de humildes instrumentos, dirigiendo el espritu de los que se consagren a su servicio...

    Habr hombres de fe y de oracin que se sentirn impelidos a declarar con santo entusiasmo las pala-

    bras que Dios les inspire. Los pecados de Babilonia sern denunciados. Los resultados funestos y es-

    pantosos de la imposicin de las observancias de la iglesia por la autoridad civil, las invasiones del es-

    piritismo, los progresos secretos pero rpidos del poder papal, todo ser desenmascarado. Estas solem-

    nes amonestaciones conmovern al pueblo. Miles y miles de personas que nunca habrn odo palabras

    semejantes, las escucharn. Admirados y confundidos, oirn el testimonio de que Babilonia es la iglesia

    que cay por sus errores y sus pecados... Cuando el pueblo acuda a sus antiguos conductores espiritua-

    les a preguntarles con ansia: Son esas cosas as? los ministros aducirn fbulas, profetizarn cosas

    agradables para calmar los temores y tranquilizar las conciencias despertadas. Pero como muchas per-

    sonas no se contentan con las meras razones de los hombres y exigen un positivo As dice Jehov, los ministros populares... airndose al ver que se pone en duda su autoridad, denunciarn el mensaje como

    si viniese de Satans e incitarn a las multitudes dadas al pecado a que injurien y persigan a los que lo

    proclaman.

    4 Hay dos tiempos de angustia. Uno ocurre antes del final del tiempo de prueba, y el otro sobreviene despus del tiempo de

    prueba. Suele llamarse al primer periodo el pequeo tiempo de angustia. Tal vez sera ms propio llamarlo tiempo de an-gustia preliminar, en vista del hecho de que el gran tiempo de angustia, cuando las plagas se derramen, sobreviene ms tar-de. El tiempo de angustia preliminar contina durante un corto perodo. Es seguido por un tiempo de angustia cual no lo hubo nunca (PE:36), el cual ser muy breve (1T:204), posiblemente por comparacin. 5 El adverbio temporal cuando, que aparece en varios lugares de las pginas 663 a 670 de El Conflicto de los Siglos, co-

    necta la secuencia de eventos futuros en orden cronolgico desde el presente hasta el final del tiempo de prueba.

  • Pg. 13

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    Satans se pondr alerta al ver que la controversia se extiende a nuevos campos y que la atencin del

    pueblo es dirigida a la pisoteada ley de Dios.6 El poder que acompaa a la proclamacin del mensaje

    slo desesperar a los que se le oponen. El clero har esfuerzos casi sobrehumanos para sofocar la luz

    por temor de que alumbre a sus rebaos. Por todos los medios a su alcance los ministros tratarn de evi-

    tar toda discusin sobre esas cuestiones vitales. La iglesia apelar al brazo poderoso de la autoridad ci-

    vil7 y en esta obra los papistas y los protestantes irn unidos.

    8 Al paso que el movimiento en favor de la

    imposicin del domingo se vuelva ms audaz y decidido, la ley ser invocada contra los que observan

    los mandamientos. Se los amenazar con multas y encarcelamientos; a algunos se les ofrecern puestos

    de influencia y otras ventajas para inducirlos a que renuncien a su fe... Los que sern emplazados ante

    los tribunales defendern enrgicamente la verdad, y algunos de los que los oigan sern inducidos a

    guardar todos los mandamientos de Dios. As la luz llegar ante millares de personas que de otro modo

    no sabran nada de estas verdades...

    Cuando los defensores de la verdad se nieguen a honrar el domingo, unos sern echados en la crcel,

    otros sern desterrados y otros an tratados como esclavos. Ante la razn humana todo esto parece aho-

    ra imposible; pero a medida que el espritu refrenador de Dios se retire de los hombres y stos sean

    dominados por Satans... se vern cosas muy extraas...

    Conforme vaya acercndose la tempestad, muchos que profesaron creer en el mensaje del tercer ngel,

    pero que no fueron santificados por la obediencia a la verdad, abandonarn su fe, e irn a engrosar las

    filas de la oposicin. Unindose con el mundo y participando de su espritu, llegarn a ver las cosas ca-

    si bajo el mismo aspecto; as que cuando llegue la hora de prueba estarn preparados para situarse del

    lado ms fcil y de mayor popularidad. Hombres de talento y de elocuencia, que se gozaron un da en

    la verdad, emplearn sus facultades para seducir y descarriar almas. Se convertirn en los enemigos

    ms encarnizados de sus hermanos de antao. Cuando los observadores del sbado sean llevados ante

    los tribunales para responder de su fe, estos apstatas sern los agentes ms activos de Satans para ca-

    lumniarlos y acusarlos de falsos informes e insinuaciones.

    En aquel tiempo de persecucin la fe de los siervos de Dios ser probada duramente. Proclamaron

    fielmente la amonestacin mirando tan slo a Dios y a su Palabra. El Espritu de Dios, que obraba en

    sus corazones, les constri a hablar. Estimulados por santo celo e impulso divino, cumplieron su deber

    y declararon al pueblo las palabras que de Dios recibieron sin detenerse en calcular las consecuencias.

    No consultaron sus intereses temporales ni miraron por su reputacin o sus vidas.

    Sin embargo, cuando la tempestad de la oposicin y del vituperio estalle sobre ellos, algunos, conster-

    nados, estarn listos para exclamar: "Si hubisemos previsto las consecuencias de nuestras palabras,

    habramos callado". Estarn rodeados de dificultades. Satans los asaltar con terribles tentaciones. La

    obra que habrn emprendido parecer exceder en mucho sus capacidades. Los amenazar la destruc-

    cin. El entusiasmo que les animara se desvanecer; sin embargo no podrn retroceder. Y entonces,

    sintiendo su completa incapacidad, se dirigirn al Todopoderoso en demanda de auxilio. Recordarn

    6 Este, aparentemente, es el comienzo del tiempo de angustia temprano, cuando los siervos de Dios se levantan para procla-

    mar "ms plenamente el sbado" (PE 33). 7 El hecho de que la iglesia busca el apoyo del fuerte brazo del poder civil implica que la presin que busca una legislacin

    en favor del domingo est teniendo xito. 8 Esta unin de "papistas y protestantes" nos ayuda a ubicar este evento en relacin con los dems eventos en una cronolo-

    ga de causa y efecto de los acontecimientos finales. As, por ejemplo, "Cuando nuestra nacin abjure de tal manera de los

    principios de su gobierno que promulgue una ley dominical, en este acto el protestantismo dar la mano al papismo"

    (2JT:318).

    En 5T: 451 se comenta acerca de este evento decisivo: Cuando el protestantismo extienda la mano a travs del abismo para asir la mano del poder romano, cuando se incline por encima del abismo para darse de la mano con el espiritismo, cuando,

    bajo la influencia de esta triple unin nuestro pas repudie todo principio de su constitucin como gobierno protestante y re-

    publicano, y haga provisin para la propagacin de las mentiras y seducciones papales, entonces sabremos que ha llegado el

    tiempo en que se ver la asombrosa obra de Satans, y que el fin est cerca" (2JT:151).

  • Pg. 14

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    que las palabras que hablaron no eran las suyas propias, sino las de Aquel que les ordenara dar la amo-

    nestacin al mundo...

    Conforme va revistiendo la oposicin un carcter ms violento, los siervos de Dios se ponen de nuevo

    perplejos, pues les parece que son ellos mismos los que han precipitado la crisis; pero su conciencia y

    la Palabra de Dios les dan la seguridad de estar en lo justo; y aunque sigan las pruebas se sienten robus-

    tecidos para sufrirlas. La lucha se encona ms y ms, pero la fe y el valor de ellos aumentan con el pe-

    ligro...

    Pero mientras Jess siga intercediendo por el hombre en el santuario celestial, los gobernantes y el

    pueblo seguirn sintiendo la influencia refrenadora del Espritu Santo... Mientras que muchos de nues-

    tros legisladores son agentes activos de Satans, Dios tiene tambin los suyos entre los caudillos de la

    nacin... Es as como unos cuantos hombres contienen una poderosa corriente de mal. La oposicin de

    los enemigos de la verdad ser coartada para que el mensaje del tercer ngel pueda hacer su obra.9

    Cuando la amonestacin final sea dada, cautivar la atencin de aquellos caudillos por medio de los

    cuales el Seor est obrando en la actualidad, y algunos de ellos la aceptarn y estarn con el pueblo de

    Dios durante el tiempo de angustia.

    El ngel que une su voz10

    a la proclamacin del tercer mensaje, alumbrar toda la tierra con su gloria.

    As se predice una obra de extensin universal y de poder extraordinario... Esta obra ser semejante a la

    que se realiz en el da de Pentecosts. Como la "lluvia temprana" fue dada en tiempo de la efusin del

    Espritu Santo al principio del ministerio evanglico, para hacer crecerla preciosa semilla, as la "lluvia

    tarda" ser dada al final de dicho ministerio para hacer madurar la cosecha...

    La gran obra de evangelizacin no terminar con menor manifestacin del poder divino que la que se-

    al el principio de ella... Vendrn siervos de Dios con semblantes iluminados y resplandecientes de

    santa consagracin, y se apresurarn de lugar en lugar para proclamar el mensaje celestial. Miles de vo-

    ces predicarn el mensaje por toda la tierra.11

    Se realizarn milagros, los enfermos sanarn y signos y

    prodigios seguirn a los creyentes. Satans tambin efectuar sus falsos milagros, al punto de hacer

    caer fuego del cielo a la vista de los hombres. Es as como los habitantes de la tierra tendrn que deci-

    dirse en pro o en contra de la verdad. El mensaje no ser llevado adelante tanto con argumentos como

    por medio de la conviccin profunda inspirada por el Espritu de Dios. Los argumentos ya fueron pre-

    sentados. Sembrada est la semilla, y brotar y dar frutos. Las publicaciones distribuidas por los mi-

    sioneros han ejercido su influencia; sin embargo, muchos cuyo espritu fue impresionado han sido im-

    pedidos de entender la verdad por completo o de obedecerla. Pero entonces los rayos de luz penetrarn

    por todas partes, la verdad aparecer en toda su claridad, y los sinceros hijos de Dios rompern las liga-

    duras que los tenan sujetos. Los lazos de familia y las relaciones de la iglesia sern impotentes para de-

    tenerlos. La verdad les ser ms preciosa que cualquier otra cosa. A pesar de los poderes coligados con-

    tra la verdad, un sinnmero de personas se alistar en las filas del Seor. CS:663-670.

    Cuando termine el mensaje del tercer ngel, la misericordia divina no interceder ms por los habitan-tes culpables de la tierra. El pueblo de Dios habr cumplido su obra; habr recibido "la lluvia tarda", el

    "refrigerio de la presencia del Seor", y estar preparado para la hora de prueba que le espera... Un n-

    9 Notemos que la amonestacin final no se ha dado hasta este momento, pero "se dar". Entonces, la "amonestacin final" se

    produce al final de la secuencia de eventos bosquejados en el CS:663-670, mientras que la amonestacin se produce al comienzo de esta secuencia. 10 El ngel que se une al tercer ngel y alumbra toda la tierra con su gloria, es el ngel de Apocalipsis 18. Est aqu en

    conexin con la lluvia tarda, la que en PE:86 se dice que proporciona "poder a la voz fuerte del tercer ngel. 11 Notemos que vendr afliccin sobre la tierra y las naciones se airarn, pero "sern mantenidas en jaque para que no im-

    pidan la realizacin de la obra del tercer ngel", y que es en este tiempo cuando "descender la 'lluvia tarda'... para dar po-

    der a la voz fuerte del tercer ngel" (PE 85-86).

    El refrenamiento de las naciones airadas se describe en PE:38, como la retencin de los cuatro vientos despus que los nge-

    les haban comenzado a soltarlos. Esta retencin es lo que permite al pueblo de Dios proclamar la "amonestacin final"

    (CS:669). Esto sugiere claramente que habr un breve perodo de alivio de las dificultades que haban estado afligiendo la

    tierra mientras se daba la "amonestacin final". (Ver CS:545).

  • Pg. 15

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    gel que regresa de la tierra anuncia que su obra est terminada; el mundo ha sido sometido a la prueba

    final, y todos los que han resultado fieles a los preceptos divinos han recibido "el sello del Dios vivo".

    Entonces Jess dejar de interceder en el santuario celestial. CS:671.

    El fin del tiempo de prueba.-

    Es en la crisis cuando se revela el carcter... La gran prueba final viene a la terminacin del tiempo de gracia, cuando ser demasiado tarde para que la necesidad del alma sea suplida. PVGM:339. Los justos y los impos continuarn viviendo en la tierra en su estado mortal, los hombres seguirn plantando y edificando, comiendo y bebiendo, inconscientes todos ellos de que la decisin final e irre-

    vocable ha sido pronunciada en el santuario celestial.12

    Antes del diluvio, despus que No hubo entra-

    do en el arca, Dios le encerr en ella, dejando fuera a los impos; pero por espacio de siete das el pue-

    blo, no sabiendo que su suerte estaba decidida, continu en su indiferente bsqueda de placeres y se

    mof de las advertencias del juicio que le amenazaba. "As --dice el Salvador ser tambin la venida del Hijo del hombre [Mat. 24:39]". Inadvertida como ladrn a medianoche, llegar la hora decisiva que

    fija el destino de cada uno, cuando ser retirado definitivamente el ofrecimiento de la gracia que se di-

    rigiera a los culpables. CS:545.

    Vi que este mundo estaba adormecido en la cuna de la seguridad, para que las comunicaciones no se interrumpieran de un lugar a otro, y que los mensajeros dispusieran de todo el tiempo necesario para

    llevar el mensaje a los hijos de Dios, y para que los recibieran y fueran sellados con el sello del Dios

    viviente, y estuvieran preparados para pasar por el tiempo de angustia como nunca lo ha habido. Vi que

    tiene que haber un tiempo de paz para que los siervos de Dios hagan su obra por las almas. 6ML:170.

    El tiempo de gracia terminar poco antes de que el Seor aparezca en las nubes de los cielos. CS:545.

    El gran tiempo de angustia y el decreto de muerte.-

    Los impos han dejado concluir su tiempo de gracia; el Espritu de Dios, al que se opusieran obstina-damente, acab por apartarse de ellos. Desamparados ya de la gracia divina, estn a merced de Satans,

    el cual sumir entonces a los habitantes de la tierra en una gran tribulacin final.13

    Cuando los ngeles

    de Dios dejen ya de contener los vientos violentos de las pasiones humanas, todos los elementos de

    conflicto se desencadenarn. CS:671. Un ngel tras otro, en rpida sucesin, derramarn las copas de la ira sobre los habitantes de la tierra. ST, 17 de Enero de 1900.

    Cuando Jess salga del lugar santsimo, su Espritu refrenador se retirar de los gobernantes y del pueblo. Estos quedarn bajo el dominio de los ngeles malos. Entonces, por consejo y direccin de Sa-

    tans14

    , se harn leyes tales que, a menos que el tiempo sea muy corto, no se salvar ninguna carne. 1JT:75.

    Estas plagas enfurecieron a los malvados contra los justos, pues los primeros pensaron que habamos atrado los juicios de Dios sobre ellos, y que si podan raernos de la tierra las plagas se detendran. Se

    12

    Durante el tiempo de angustia preliminar, los cuatro ngeles que retienen los vientos comienzan a soltarlos, pero Jess ve

    que no todos en su pueblo estn sellados, de modo que comisiona a otro ngel que ordene a los cuatro ngeles que retengan

    los vientos hasta que todo el remanente est sellado (PE:38). Durante el perodo de calma que sigue, los ngeles vuelven a

    sujetar los vientos. Entonces, "las naciones estarn airadas contra el pueblo de Dios, pero sern mantenidas en jaque para

    que no impidan la obra del tercer ngel. En ese tiempo la lluvia tarda... se derramar para dar poder a la voz fuerte del ter-

    cer ngel, y preparara los santos para que permanezcan firmes en el perodo cuando se derramen las siete plagas". Los im-

    pos atribuyen este perodo de calma al hecho de que por fin promulgaron una ley universal contra el sbado, cuando en

    realidad la calma es el resultado de la orden dada por Jess a los ngeles que retienen los vientos de las dificultades. 13

    Esta entrada en la gran angustia final ocurre al final de la breve calma que sigue a la terminacin del tiempo de gracia

    mencionado en el CS:545. 14

    Las "leyes" a que aqu se refiere son el decreto "general" [o "universal" (PR:376)], que fija el tiempo cuando los observa-

    dores de los mandamientos sern ejecutados (CS:689).

  • Pg. 16

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    promulg un decreto para matar a los santos, lo cual los hizo clamar da y noche por su libramiento. Es-

    te fue el tiempo de la angustia de Jacob. PE:36-37. Por terribles que sean estos castigos, la justicia de Dios est plenamente vindicada. El ngel de Dios declara: "Justo eres t, oh Seor,... porque has juzgado estas cosas: porque ellos derramaron la sangre

    de los santos y de los profetas, tambin t les has dado a beber sangre; pues lo merecen." (Apoc. 16:2-

    6). Al condenar a muerte al pueblo de Dios, los que lo hicieron son tan culpables de su sangre como si

    la hubiesen derramado con sus propias manos. CS:686. Por ms que un decreto general haya fijado el tiempo en que los observadores de los mandamientos puedan ser muertos, sus enemigos, en algunos casos, se anticiparn al decreto y tratarn de quitarles la

    vida antes del tiempo fijado. CS:689. Cuando los que honran la ley de Dios hayan sido privados de la proteccin de las leyes humanas, em-pezar en varios pases un movimiento simultneo para destruirlos. Conforme vaya acercndose el

    tiempo sealado en el decreto, el pueblo conspirar para extirpar la secta aborrecida. Se convendr en

    dar una noche el golpe decisivo, que reducir completamente al silencio la voz disidente y reprensora. CS:693.

    Es a medianoche cuando Dios manifiesta su poder para librar a su pueblo. Sale el sol en todo su es-plendor. Sucdense seales y prodigios con rapidez. Los malos miran la escena con terror y asombro,

    mientras los justos contemplan con gozo las seales de su liberacin. CS:694. Pronto omos la voz de Dios, semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunci el da y la hora de la venida de Jess.15 PE:15. El tiempo de gracia termina poco antes de la aparicin del Seor en las nubes del cielo. RH, 9 de Noviembre de 1905.

    Al terminar su obra all y cesar su intercesin.., detvose un momento16 Jess en el departamento ex-terior del santuario celestial, y los pecados confesados mientras l estuvo en el lugar santsimo fueron

    asignados a Satans... Entonces vi que Jess se despojaba de sus vestiduras sacerdotales y se revesta

    de sus ms regias galas... Rodeado de la hueste anglica, dej el cielo. Las plagas estaban cayendo so-

    bre los moradores de la tierra. PE:280-281.

    Vi una nube flamgera que se aproxim al lugar donde Jess se encontraba, mientras l se despojaba de sus ropas sacerdotales y se vesta con su ropaje eminentemente real, tras lo cual ocupa su lugar en la

    nube, la que lo transporta al oriente donde aparece primero a los santos en la tierra; se trata de una pe-

    quea nube negra, que es la seal del Hijo del Hombre. Mientras la nube pasa del Lugar Santsimo has-

    ta el oriente, lo que demora cierto nmero de das,17

    la sinagoga de Satans adora a los pies de los san-

    tos. DS, 14 de Marzo de 1846.

    15

    "Pero el da y la hora de su venida, Cristo no los ha revelado... El tiempo exacto de la segunda venida del Hijo del hombre

    es un misterio de Dios". DTG:586. 16

    Jess no sale del cielo inmediatamente despus que termina el tiempo de gracia. En cambio demora "un momento" en el

    aposento exterior del santuario, mientras los pecados que Satans ha inducido al pueblo de Dios a cometer, pero que ante-

    riormente han sido confesados y perdonados, son colocados sobre la cabeza del chivo emisario. Parece que este "momento"

    de demora corresponde al breve perodo de calma que antecede al derramamiento de las plagas (CS:545). Es despus de esto

    cuando Cristo se despoja de sus vestiduras sacerdotales y se reviste de sus ms regias galas. Mientras las plagas se estn de-

    rramando, Jess deja el cielo rodeado de la hueste anglica. El "nmero de das" durante los cuales la nube que transporta a

    Jess pasa del Lugar Santsimo hasta el oriente, donde primero aparece a los santos de la tierra (DS, 14 de Marzo de 1846), al parecer corresponde al perodo "muy corto" entre el decreto de muerte y la segunda venida. 17

    La expresin "un nmero de das" es un periodo indefinido que no alienta a nadie para que procure calcular el da y la ho-

    ra de la venida de Jess. Se nos ha dado abundante informacin que puede ayudarnos a correlacionar la cronologa de causa

    y efecto de los eventos venideros. Esta informacin puede permitirnos damos cuenta del "firme curso de los acontecimien-

    tos ordenados por l" (5T:17), y debiera animarnos a fin de que nos preparemos para la venida de nuestro Seor.

  • Pg. 17

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    Secuencia integrada sugerente de los eventos venideros:18

    El espritu de profeca parece sugerirla siguiente secuencia de causa y efecto de los eventos venideros:

    1.- Mientras las naciones se estn airando y durante el tiempo que estn airadas, los elementos de con-

    flicto son mantenidos en jaque por los ngeles.

    a. Comienza la agitacin de los que exigen la promulgacin de una ley que ponga en vigencia la obser-

    vancia del domingo en los Estados Unidos.

    b. Hombres de fe y oracin, constreidos por Dios, denuncian los pecados de la Babilonia espiritual y

    exponen los avances del espiritismo y el progreso disimulado del papado.

    c. Millones de personas, asombradas al or esas palabras, acuden a sus maestros religiosos, quienes

    procuran calmar sus preocupaciones con palabras tranquilizadoras.

    d. Muchos no quedan satisfechos con estas expresiones de seguridad tranquilizadoras y exigen un "As

    dice Jehov".

    e. El ministerio popular, airado porque su autoridad es cuestionada, agita a las multitudes amantes del

    pecado para que persigan a los servidores de Dios.

    f. El conflicto se extiende a la ley de Dios.

    g. El pueblo de Dios proclama el sbado con ms plenitud.

    h. El ministerio popular efecta arduos esfuerzos para suprimir la discusin del asunto en litigio.

    i. Estados Unidos abjura de los principios de su gobierno al promulgar una ley dominical cuando los

    papistas y los protestantes se unen en una causa comn.

    j. El protestantismo norteamericano apstata busca el apoyo del fuerte brazo del poder civil.

    k. La ley del da de reposo dominical es invocada en perjuicio de los observadores del sbado.

    1. Comienza la persecucin.

    m. Los adventistas mundanos se pasan a las filas del enemigo, y la mayora nos olvida.

    n. Los observadores del sbado, amenazados de muerte, se vuelven a Dios en busca de ayuda y son for-

    talecidos.

    . Mientras Cristo permanece en el santuario celestial, el Espritu Santo restringe la persecucin para

    que no impida la obra de proclamar el mensaje del tercer ngel, y algunos dirigentes se deciden en fa-

    vor del mensaje influidos por la ltima amonestacin.

    o. El ngel de Apocalipsis 18, que representa el derramamiento de la lluvia tarda, desciende para dar

    mayor poder an a la proclamacin en alta voz del mensaje del tercer ngel.

    p. La gran prueba final se presenta cerca del fin del tiempo de gracia cuando el mensaje del tercer ngel

    se termina de proclamar triunfalmente.

    q. Se produce un breve perodo de calma en las calamidades que acompaan la prueba final, durante la

    cual el mensaje del tercer ngel triunfa gloriosamente.

    r. Esta calma contina brevemente despus que termina el tiempo de gracia, mientras Cristo coloca los

    pecados confesados y perdonados del pueblo de Dios sobre la cabeza de Satans.

    2.- Despus de este breve perodo de calma, todos los elementos de contienda son liberados, y Satans

    lanza a los habitantes del mundo a una gran afliccin final.

    a. Las siete ltimas plagas se derraman en rpida sucesin, una tras otra, sin tregua.

    b. Los impos se llenan de ira a causa de las plagas y promulgan un decreto de muerte universal contra

    el pueblo de Dios, probablemente durante la segunda plaga.

    c. Este decreto de muerte fija el tiempo para la ejecucin de los fieles a una medianoche determinada-

    d. Como retribucin por condenara muerte al pueblo de Dios, se da a beber sangre a los impos, cuando

    las fuentes de las aguas se convierten en sangre.

    18

    Aqu slo se sugiere la secuencia de los eventos; podra ser que stos no ocurran exactamente en el orden sugerido, pero

    representa lo mejor que el compilador de estas declaraciones del espritu de profeca pudo realizar en el momento presente.

  • Pg. 18

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    e. El intervalo entre el decreto de muerte y la liberacin es llamado el "tiempo de la angustia de Jacob",

    durante el cual el pueblo de Dios clama a l en busca de liberacin.

    f. Despus de colocar los pecados confesados sobre la cabeza de Satans, transcurre un cierto nmero

    de das mientras Cristo sale del Lugar Santsimo y se dirige hacia el oriente, donde los santos lo ven

    primero.

    g. La voz de Dios se oye a la medianoche y anuncia la liberacin de su pueblo.

    h. Los impos son sorprendidos en la accin demente de tratar de asesinar al pueblo que espera ansio-

    samente la proteccin de Dios.

    i. Repentinamente, en medio de la noche, el sol aparece radiante, y seales y portentos siguen en rpida

    sucesin.

    j. La voz de Dios anuncia el da y la hora de la venida de Jess.

    3.- Aparece una pequea nube negra que aumenta en esplendor y gloria a medida que se acerca a la tie-

    rra desde el oriente trayendo a Jess.

    Captulo 2: Preparacin para la Crisis Inminente.-

    Revelaciones bblicas concernientes al futuro.-

    "Este habitar en las alturas; fortaleza de rocas ser su lugar de refugio; se le dar su pan, y sus aguas

    sern seguras". Isa. 33:16.

    "Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre,

    se escondieron en las cuevas y entre las peas de los montes; y decan a los montes y a las peas: Caed

    sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que est sentado sobre el trono, y de la ira del Corde-

    ro; porque el gran da de su ira ha llegado; y quin podr sostenerse en pie?". Apoc. 6:15-17. (Comp-

    rese con Isa. 2:19-21).

    Representacin simblica de un perodo de transicin.-

    So que estaba con una gran compaa de gente. Una parte de esta congregacin empez a preparar-se para un viaje. Tenamos carretas muy cargadas. Mientras viajbamos, pareca que el camino ascen-

    da. A un lado de este camino haba un profundo precipicio; al otro haba un alto y liso muro blanco,

    con la terminacin dura de paredes revocadas...

    A medida que avanzbamos, la senda segua estrechndose. Nos vimos obligados a marchar muy cerca

    del muro, para evitar caer del angosto camino en el profundo precipicio. Cuando hacamos esto, el

    equipaje que llevaban los caballos presionaba contra la pared y nos impela hacia el precipicio. Tema-

    mos caer y estrellarnos contra las rocas. Entonces soltamos el equipaje de los caballos, que cay al pre-

    cipicio. Seguimos a caballo, y cuando llegbamos a los lugares ms angostos del camino, sentamos

    gran temor de perder el equilibrio y caer. En esos momentos, pareca que una mano tomaba la brida y

    nos guiaba en el camino peligroso.

    Cuando la senda se haca ms angosta, decidimos que ya no podamos seguir con seguridad. Dejamos

    los caballos y continuamos a pie, en una sola fila, cada uno siguiendo las pisadas del otro. En este pun-

    to, pequeas cuerdas descendieron desde lo alto del muro blanco; nos asimos de ellas firmemente, para

    ayudarnos a mantenernos en equilibrio sobre la senda. Mientras avanzbamos, el cordn avanzaba con

    nosotros. Finalmente la senda se hizo tan angosta que llegamos a la conclusin de que viajaramos ms

    seguros sin zapatos, as que los quitamos y continuamos sin ellos. Pronto vimos que podamos viajar

    ms seguros sin las medias; nos las quitamos y seguimos descalzos.

    Entonces pensamos en los que no estaban acostumbrados a las privaciones y penurias. Dnde estaban

    ahora? No estaban en el grupo. A cada cambio algunos quedaban atrs, y seguan slo los que se haban

  • Pg. 19

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    acostumbrado a soportar penurias. Las privaciones del camino slo los hacan ms deseosos de esfor-

    zarse hasta el final.

    El peligro de caer de la senda aumentaba. Nos apoybamos fuertemente contra el muro, sin embargo no

    podamos apoyar nuestros pies del todo sobre la senda, porque era demasiado angosta. Entonces sus-

    pendamos casi todo nuestro peso de las cuerdas y exclambamos: "Nos sostienen desde arriba! Nos

    sostienen desde arriba!" Toda la compaa que avanzaba por la senda angosta pronunci las mismas pa-

    labras. Cuando escuchamos las risas y la jarana que parecan venir del abismo nos estremecimos. Escu-

    chamos canciones de guerra y canciones de danza. Escuchamos msica instrumental y fuertes risas,

    mezcladas con maldiciones, gritos de angustia y amargos lamentos, y nos sentimos ms ansiosos que

    nunca de seguir en nuestro angosto y difcil camino. Gran parte del tiempo nos veamos obligados a

    suspender todo nuestro peso de las cuerdas, que aumentaban de tamao a medida que avanzbamos.

    Not que el hermoso muro blanco estaba manchado de sangre. Daba lstima ver el muro as manchado.

    Sin embargo, ese sentimiento dur slo un momento... Los que vienen detrs sabrn que otros han pa-

    sado por el camino angosto y difcil antes que ellos, y llegarn a la conclusin de que si otros pudieron

    avanzar, ellos podrn hacer lo mismo. Y cuando sus doloridos pies sangren, no desmayarn desalenta-

    dos, sino que al ver la sangre sobre el muro, sabrn que otros han soportado el mismo dolor.

    Al fin llegamos a un gran abismo, donde termin nuestra senda. Ahora no haba nada all que guiara

    nuestros pasos, nada donde descansar nuestros pies. Toda nuestra dependencia estaba en las cuerdas,

    que haban aumentado de tamao hasta llegara ser tan grandes como nuestro cuerpo. Aqu por un tiem-

    po nos sentimos perplejos y angustiados. Preguntamos en temerosos susurros: A qu est sujeta la

    cuerda?" Mi esposo estaba justo delante de m. Grandes gotas de sudor caan de su frente; las venas del

    cuello y las sienes haban aumentado al doble de su tamao normal, y sofocados y agonizantes lamen-

    tos brotaban de sus labios. El sudor corra por mi rostro, y sent tal angustia cual nunca haba sentido

    antes. Nos esperaba un tremendo esfuerzo. Si fallbamos aqu todas las dificultades de nuestro Maje

    habran sido en vano.

    Ante nosotros, del otro lado del abismo, haba un hermoso campo de verde gramilla... No veamos el

    sol, pero suaves y brillantes rayos de luz semejantes a oro y plata finos descendan sobre esta campia.

    Nada que hubiera visto jams sobre la tierra poda compararse en belleza y gloria con esta pradera. Pe-

    ro podramos alcanzarla? era nuestra inquietante pregunta... Por un momento vacilamos antes de aven-

    turar una respuesta. Luego exclamamos: "Nuestra nica esperanza consiste en confiar plenamente en la

    cuerda. Mi esposo entonces se abalanz sobre el tremendo abismo y salt a la hermosa campia que estaba ms

    all- Inmediatamente lo segu yo. Oh, qu sensacin de alivio y gratitud a Dios sentimos!. 2T:594-597.

    En el ltimo gran conflicto de la controversia con Satans, los que sean leales a Dios se vern priva-dos de todo apoyo terrenal. Porque se niegan a violar su ley en obediencia a las potencias terrenales, se

    les prohibir comprar o vender. Finalmente ser decretado que se les d muerte. DTG:97.

    Las condiciones mundiales son ominosas.-

    El tiempo actual es de un inters abrumador para todos. Dirigentes v estadistas, hombres que ocupan posiciones de confianza y autoridad, hombres pensadores y mujeres de toda condicin, tienen su aten-

    cin concentrada en los acontecimientos que estn ocurriendo a nuestro alrededor. Observan las rela-

    ciones tensas e impacientes que existen entre las naciones. Observan la intensidad que se est apode-

    rando de todos los elementos terrenos, y reconocen que algo grandioso y decisivo est por ocurrir que el mundo se encuentra al borde de una crisis de estupendas proporciones. RH, 13 de Noviembre de 1905.

    Los que manejan las riendas del gobierno son incapaces de resolver el problema de la corrupcin mo-ral, la pobreza, la indigencia y el crimen en aumento. Luchan en vano por colocar las operaciones co-

    merciales sobre una base ms segura. 9T:143.

  • Pg. 20

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    El Espritu de Dios se est retirando de la tierra, y una calamidad sigue a otra por tierra y mar... No hay seguridad en nada que sea humano o terrenal. Rpidamente los hombres se estn colocando bajo la

    bandera que han escogido. DTG:590. Todos se estn agrupando bajo sus respectivos estandartes; todos se estn preparando para un aconte-cimiento portentoso; todos observan para ver la llegada del amanecer. Un grupo est velando y espe-

    rando a su Seor, mientras que el otro grupo est esperando lo que Lucifer pueda llevar a cabo con su

    poder obrador de maravillas. Carta 102, 1886.

    Prediccin de profundos cambios sociales.-

    Mientras las iglesias protestantes han estado buscando el favor del mundo, una falsa caridad las ha ce-gado. Se figuran que es justo pensar bien de todo mal; y el resultado inevitable ser que al fin pensarn

    mal de todo bien. CS:628. Poco a poco disminuirn los vnculos fraternales que unen a los seres humanos. El egosmo atvico de los seres humanos ser manipulado por Satans. El usar las voluntades desenfrenadas y las pasiones

    violentas que nunca fueron colocadas bajo el control de la voluntad de Dios. 14ML:146-147.

    Qu hacer y qu no hacer en caso de persecucin.-

    Aquellos que componen nuestras iglesias tienen rasgos de carcter que los inducirn, si no son muy cuidadosos, a sentirse indignados porque... les es quitada su libertad de trabajar en domingo. No mon-

    tis en clera por este asunto, sino llevad todo a Dios en oracin. Slo l puede restringir el poder de

    los gobernantes. No os conduzcis precipitadamente. Que nadie se jacte imprudentemente de su liber-

    tad, usndola como un manto de malicia, sino como siervos de Dios, "honrada todos. Amada los her-

    manos. Temed a Dios. Honrad al rey" [l Pedro 2:17]. EUD:141. Un hombre indiscreto, temperamental, y voluntarioso causar dao en el importante problema que nos confrontar [el domingo contra el sbado]. S, dejar una impresin de tal naturaleza que toda la fuerza

    de los adventistas del sptimo da no podr contrarrestar sus actos de presuncin, porque Satans, el ar-

    chiengaador, el gran rebelde, est engaando las mentes para que no capten el verdadero sentido de

    este problema ni sus consecuencias eternas. 1888M:482. Si el pago de una fianza puede librara nuestros hermanos de las manos de estos opresores, que se la pague. ATO:38. Cuando corra peligro a causa del espritu de persecucin, busque un refugio diferente. RH, 03 de Mayo de 1892.

    La esclavitud en los ltimos das.-

    La esclavitud volver a revivir en los Estados del sur [Estados Unidos]; porque el espritu de la escla-vitud vive an... Algunas personas impulsivas aprovecharn la oportunidad de desafiar las leyes domi-

    nicales, y por ese presuntuoso desafo a sus opresores acarrearn mucha afliccin sobre s mismas. 2ML:299-300.

    He recibido instruccin de decir a nuestros miembros que viven en las ciudades del sur [de los Estados Unidos], que hagan todas las cosas en el temor del Seor... Satans... est haciendo todo lo posible para

    que se promulgue una ley dominical que producir como resultado esclavitud en el campo del sur, y ce-

    rrar la puerta para los verdaderos observadores del sbado. 1ML:397.

    Si la gente de color de los Estados del sur... trabaja en domingo, entrar en efervescencia un prejuicio irrazonable e injusto. Los jueces y los jurados, abogados y ciudadanos, si tienen oportunidad, llegarn a

    decisiones que los envolvern con observancias que les producirn gran sufrimiento, no slo a los que

    ellos consideran culpables de desobedecer las leyes de su Estado, sino toda la gente de color ser colo-

  • Pg. 21

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    cada en una posicin de vigilancia y bajo un trato cruel de parte de los blancos, lo cual equivaldr a una

    esclavitud.19 1ML:397. Pero muchos seres humanos de todas las naciones y de todas clases, grandes y pequeos, ricos y po-bres, negros y blancos, sern arrojados en la ms injusta y cruel servidumbre. CS:684.

    Condiciones econmicas y prdidas materiales en los ltimos das.-

    El pueblo de Dios debiera actuar sabiamente y no dejar nada sin hacer para colocar los negocios de la iglesia en un estado seguro. Despus de haber tomado todas las precauciones, debis confiaren que el

    Seor ejerza su poder en vuestro favor, para que Satans no tome ventaja del pueblo remanente de

    Dios. Carta 321, 1892. Se producirn numerosos fracasos inesperados en los bancos terrenales y en especulaciones, incluyen-do minera y bienes races. 13ML:236. El dinero pronto perder su valor repentinamente cuando la realidad de las escenas eternas se desplie-gue ante los sentidos del hombre.20 TrueM, 01 de Enero de 1874. El Seor ha mostrado... que sera contrario a la Biblia el hacer cualquier provisin para nuestras nece-sidades temporales durante el tiempo de angustia. Vi que si los santos guardaran alimentos almacena-

    dos o en el campo en el tiempo de angustia, cuando hubiese en la tierra, guerra, hambre y pestilencia,

    manos violentas se los arrebataran y extraos segaran sus campos. Ser entonces tiempo en que ha-

    bremos de confiar por completo en Dios, y l nos sostendr. Vi que nuestro pan y nuestras aguas nos

    estarn asegurados en aquel tiempo, y no sufriremos escasez ni hambre.

    El Seor me ha mostrado que algunos de sus hijos temern cuando vean subir el precio de los alimen-

    tos, y comprarn alimentos y los guardarn para el tiempo de angustia. Entonces, al surgir la necesidad,

    los vi ir en procura de su alimento y contemplarlo: Haba criado gusanos, estaba lleno de insectos, y no

    serva. Maranata:179 (Broadside 2, 1849). Los bienes legados a hijos o familiares que crean en la verdad presente sern entregados a otras ma-nos. Los tutores privarn a los hurfanos y a las viudas de sus legtimas asignaciones. Los que se apar-

    ten del mal se constituirn en vctimas de las leyes decretadas para dominar las conciencias. Los hom-

    bres se apoderarn de bienes sobre los cuales no tienen derecho. Maranata:195.

    Abandonad los materiales de lectura sin ~ y estudiad la Palabra de Dios. Poned en la memoria sus pre-ciosas promesas para que cuando seamos privados de nuestras Biblias?

    21 Aun as podamos tener la Pa-

    labra de Dios. 1OML:298.

    Prediccin de problemas con las uniones laborales.-

    El unionismo... est controlado por el cruel poder de Satans. Los que rehsan unirse a las uniones formadas son obligados a sentir este poder. Los principios que gobiernan la organizacin de estas unio-

    nes parecen inocentes, pero los hombres tienen que comprometerse a servir a los intereses de estas

    uniones...

    19

    La esclavitud que Elena G. de White predice que ocurrir en los Estados del sur de Estados Unidos, aparentemente ser

    de una naturaleza diferente que la que fue impuesta a los negros antes de la Guerra Civil. Al parecer la esclavitud anticipada

    se dirigir en primer trmino contra los observadores del sbado. 20

    Tal vez esto debiera decirnos algo acerca de cmo debiramos invertir nuestros recursos financieros antes que sobrevenga

    esta crisis financiera. (Ver Mat. 6:19-20 y Santiago 5:1-3). 21 Al parecer nuestras Biblias nos sern nos sern requisadas, o por lo menos no podremos conservarlas. Eso hace que sea

    importante encomendar a la memoria la Palabra de Dios. Elena G. de White dice lo siguiente acerca de los que descuiden de

    poner en prctica esta recomendacin: "Muchos tendrn que comparecer ante las cortes legislativas; algunos tendrn que

    presentarse ante reyes y personas educadas de la tierra para dar razn de su fe. Los que tengan nicamente una comprensin

    superficial de la verdad no podrn exponer con claridad las Escrituras, y dar razones definidas de su fe. Se confundirn"

    (RH, 14 de Febrero de 1893). Por otra parte, aquellos que hayan guardado la Palabra de Dios en sus corazones (Salmo

    119:11) estarn preparados para presentar defensa con mansedumbre y perseverancia ante todo el que os demande razn de la esperanza que hay en vosotros". (1 Pedro 3:15).

  • Pg. 22

    Donald E. Mansell

    PPPA, 1999

    Los hombres estn siendo atados en gavillas listas para ser quemadas. Es posible que sean miembros de iglesia, pero mientras pertenecen a estas uniones, no pueden obedecer los mandamientos de Dios,

    porque pertenecer a estas uniones implica descuidar el Declogo entero. 4ML:75. Las uniones laborales sern una de las agencias que traern sobre esta tierra un tiempo de angustia como no ha habido desde la creacin del mundo. CL:10. Se formarn en el mundo monopolios gigantescos. Los hombres se atarn en uniones que los envolve-rn en los pliegues del enemigo. Unos pocos hombres se unirn para apoderarse de los recursos obteni-

    dos en ciertas lneas de negocios. Se formarn uniones laborales, y los que rehsen unirse a ellas sern

    hombres marcados. CL:10. Las uniones laborales y las confederaciones del mundo son una trampa. Hermanos, manteneos fuera y lejos de ellas. No tengis nada que ver con ellas. A causa de estas uniones y confederaciones, pronto

    ser muy difcil para nuestras instituciones llevar a cabo su obra en las ciudades. GCB, 06 de Abril de 1903.

    Los gremios laborales son incitados rpidamente a la violencia si no se satisfacen sus demandas... En cada tumulto hay ngeles malos que trabajan

    22, para excitar a los hombres a cometer actos de violen-

    cia. EUD:23. Los que aseguran ser hijos de Dios en ningn caso deben unirse con las uniones laborales que se han formado o que se formarn.

    23 El Seor lo prohbe. CL:12.

    Se aproxima con rapidez el tiempo cuando el poder controlador de las uniones laborales se tomar muy opresivo. El Seor ha instruido repetidamente que nuestro pueblo debe llevara sus familias al

    campo, donde puedan cultivar sus propias provisiones; porque en el futuro el problema de comprar y

    vender ser muy serio.24

    Ahora debiramos comenzar a obedecer las instrucciones recibidas repetida-

    mente: Salid de las ciudades para ir a distritos rurales, donde las casas no estn amontonadas, y donde

    estaris libres de la interferencia de enemigos. CL:9-10; Carta 5, 1904.

    Razones para salir de las ciudades ahora.-

    Llegar el tiempo cuando todos los que deseen evitar las escenas y los sonidos del mal se mudarn al campo; porque la maldad y la corrupcin aumentarn a tal punto que la atmsfera misma de las ciuda-

    des estar corrompida.25 CL:29; Carta 26, 1907. La maldad est aumentando en nuestras ciudades, y est llegando a ser cada vez ms evidente que los que permanezcan en ellas innecesariamente, lo harn con peligro de la salvacin de sus almas. CL:9. Salid de las ciudades, salid de las ciudades! ste es el mensaje que el Seor me ha dado. Vendrn terremotos; vendrn inundaciones; y no debemos establecemos en las ciudades malvadas, donde el

    enemigo es servido en toda forma, y donde Dios es olvidado con frecuencia... Debemos hacer planes

    sabios para amonestar las ciudades, y al mismo tiempo vivir donde podamos proteger a nuestros hijos y

    22

    Si no hubiera otras razones para no unirse a las uniones laborales, el hecho de que haya ngeles malignos que obran en las

    sombras para incitar a que se cometan actos de violencia, debiera ser razn suficiente para que los adventistas se mantengan

    fuera de ellas. 23

    La prohibicin inspirada a no unirse a las uniones probar la fe de los adventistas que trabajan en compaas sindicaliza-

    das. Es indudable que algunos se sentirn tentados a racionalizar que Dios ciertamente no espera que ellos pierdan sus traba-

    jos por quedarse fuera de las uniones laborales. Despus de todo pueden razonar tenemos que alimentar a nuestras fa-milias. Nadie puede decidir por otro lo que debe hacer frente a esta orden divina a no unirse a las uniones laborales, pero

    con el pas