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EL MERCADO COMÚN DEL SUR. LA EXPERIENCIA DEASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD EN LAEDUCACIÓN SUPERIOR

Rocío Robledo*

Me corresponde presentar el proceso de aseguramiento de la calidad de ca-rreras para el reconocimiento de títulos de grado en el Mercado Común

del Sur (MERCOSUR). Quiero agradecer a la Comisión Nacional de Acreditación(CNAP) y al Consejo Superior de Educación (CSE) la invitación a participar eneste panel; asimismo, pedir a mis compañeros del grupo de países del acuerdo,aquí presentes, que contribuyan si es oportuno.

Lo bueno del MERCOSUR –organismo que incluye cuatro miembros plenos: Brasil,Argentina, Uruguay y Paraguay– es que las decisiones se adoptan por consenso y,en el ámbito educativo, que ha trabajado en el aseguramiento de la calidad deeducación superior, se puede apreciar la interacción que hemos tenido tambiéncon Bolivia y con Chile. A diferencia del grupo mercado común comercial, hallegado a acuerdos sustanciales y a trabajar en armonía, a pesar de las diferentesmagnitudes de nuestros países, nuestra diversa tradición universitaria y los distin-tos procesos que se han llevado a cabo en el sentido de la aplicación de estosmecanismos.

El documento que ampara el MERCOSUR educativo en el tema de evaluación yacreditación es el Memorándum de Entendimiento. Este es un documento previoa un protocolo, porque el mecanismo está en fase experimental y tiene una evolu-ción desde un reconocimiento que se llama “transparencia de calidad de títulos” auno de “calidad de carrera”. En realidad, el texto de dicho Memorándum no hacambiado salvo en su espíritu, porque, en un primer momento, la acreditación deprogramas universitarios se veía como una posibilidad para facilitar el tránsito deprofesionales. Hoy día lo que se busca es el aseguramiento de la calidad de losprogramas de educación superior en la región.

El documento establecía, además, un dictamen de pares vinculantes que se cons-tituían en una instancia supranacional de acreditación; en la versión vigente

* Mercado Común del Sur (MERCOSUR)

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evoluciona hacia un dictamen de pares no vinculantes, como un insumo más paralas agencias en orden a otorgar la acreditación. La primera versión implementabaun comité integrado por un representante de cada uno de los países: un grupo depares, seis miembros en todos los casos, que hacía bastante oneroso el procesopara los países miembros, asunto que estamos manejando, creo, bastante razona-blemente.

Dentro del propio Memorándum se estipulaba, también, un mecanismo de ape-lación del dictamen de acreditación que era bastante complejo. Hoy dispone deun anexo que establece las normas operacionales, donde ya estos aspectos de tiporeglamentario integran un documento más operativo y, por ende, más sencillo deser actualizado. Lo que logra fundamentalmente esta revisión, después de cuatroaños de trabajo, es un mayor protagonismo de las agencias de acreditación nacio-nales en la región.

En julio de 2002, los ministros de Educación aprobaron los criterios y procedi-mientos para la acreditación de las carreras de Agronomía, Ingeniería y Medicina,que se está realizando en el marco del mecanismo experimental. El calendario deaplicación está implementándose con dos años de atraso, pero hay que entenderque, durante este periodo, hemos cambiado de gobiernos y de procedimientos, sehan instalado agencias de acreditación y ha habido no retrocesos, pero sí retardos,debido a cambios políticos en cada uno de los países.

El diseño del mecanismo experimental de acreditación contempla los criterioscomunes aprobados para cada carrera, un informe de autoevaluación, recomen-daciones de un comité de pares y procedimientos propios de cada agencia nacio-nal, que deben concordar con las disposiciones MERCOSUR mencionadas; es decir,a partir de los acuerdos comunes trabajamos también con procedimientos desa-rrollados por cada agencia.

En el grupo han trabajado especialistas en acreditación encargados de desarrollarlas normas y procedimientos y los manuales de evaluación, tanto interna comoexterna, de coordinar las comisiones consultivas por carrera, entrenar evaluadoresy validar criterios y procedimientos. Se establecieron tres comisiones consultivas,una por cada carrera, para definir los perfiles de egreso, válidos en los distintospaíses, y llegar a acuerdos fundamentales en este sentido; también para desarrollarlas pautas de calificación basadas en esos procesos y establecer normas para laselección de pares evaluadores.

Todos estos trabajos fueron encarados por comisiones que, en un principio, ha-bían incluido una persona del sector profesional, por el espíritu original del Me-morándum de establecer el mecanismo de acreditación como una posibilidad parafacilitar el tránsito de profesionales en la región; eso evolucionó hasta quedar el

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trabajo exclusivamente en el ámbito académico. Los criterios se ajustan a cuatrodimensiones: Contexto Institucional, Proyecto Académico, Recursos Humanos eInfraestructura, que son razonablemente equivalentes a los sistemas que se estánmanejando en otras latitudes.

Nuestro compromiso en estos días es acabar la fase experimental de aplicación delmecanismo. Luego de lo cual se consideraría nuevamente en las metas del planestratégico y se revisaría su empleo o su corrección. Actualmente se realizan lasevaluaciones en la última carrera que entra en el proceso (Medicina) y se esperaterminar esta fase en diciembre de 2005.

¿Qué ha pasado durante estos años en el ámbito de las agencias nacionales deacreditación? Se incorporó Argentina con la Comisión Nacional de Evaluación yAcreditación Universitaria (CONEAU), que ya tenía una experiencia en su país; seintegró Bolivia, que desarrolló su ley paralelamente al proceso –actualmente apro-bada y a la espera de la reglamentación; Brasil sigue operando a través de la Secre-taria de Educación Superior (SESu) para el pregrado y el CAPES para el posgrado,pero en este país el carácter de aplicación del mecanismo es experimental y bienlimitado. Chile se incorporó a través del Consejo Superior de Educación (CSE) yla Comisión Nacional de Acreditación (CNAP). En Paraguay ha sido posible ins-talar la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior(ANEAES), y en Uruguay la Universidad de la República trabaja en conjunto conel Ministerio de Educación en el ámbito de la regulación de las universidades yestán en proceso de implementación de su agencia.

Los problemas pendientes, que deben asumirse de alguna manera, dicen relacióncon la heterogeneidad de los sistemas educacionales y con la aceptación de laacreditación por parte de las instituciones de educación superior en los distintospaíses, porque todavía el proceso es resistido; además, con la relación entre laacreditación, los criterios y procedimientos nacionales y los del MERCOSUR, y lasdiferentes normativas para la habilitación profesional en cada uno de los países.

¿Qué hemos logrado resolver? En primer lugar, la tensión entre el rol de las agen-cias nacionales y el de los comités de pares, inicialmente definidos casi como unmecanismo de acreditación supranacional. En segundo término, la existencia dediferentes definiciones acerca del papel de los titulados en las distintas profesionesen cada uno de los países y de distintos criterios de calidad para cada carrera en losdiferentes países. Por último, hemos logrado superar que en cada lugar hubieradistintos procedimientos y normas de acreditación.

Deberemos aprender a convivir con diferencias de tamaño y complejidad en lossistemas educativos, diferencias de idioma, políticas, de calificaciones de los gra-duados de la educación escolar y de tasas de crecimiento y desarrollo. Aún así, nos

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parece interesante el desafío, porque se ha logrado instalar internamente, en todosnuestros países, la necesidad de la garantía de calidad en la educación superior.Ese es el mérito y el impacto mayor lo podemos adjudicar hoy al MERCOSUR.

Quiero terminar con una frase del gato Chesire en “Alicia en el país de las maravi-llas”. Creo que eso es lo que hemos encarado en estos años: “…vamos a llegar aalguna parte si es que caminamos lo suficiente”.

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