el juicio sobre el síndrome tóxico

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El Juicio sobre el “síndrome tóxico” El primero de mayo de 1981, una enfermedad hasta entonces desconocida irrumpió en la escena nacional española, atacando a colectivos de personas de forma aparentemente aleatoria en las zonas centro, norte y noroeste del país. Fue algo que las autoridades políticas sanitarias bajo el gobierno de la “Unión de Centro Democrático”, empezaron denominando “neumonía atípica” en razón de que el mal atacaba las vías respiratorias. Confundiendo la sintomatología o forma de manifestación de la enfermedad con su etiología o causa que la produce, difundieron que se trataba de un micoplasma o especie de hongo trasmitido a los seres humanos por vía aérea, pero sin aportar las pruebas científicas fundadas en serias investigaciones de laboratorio y hechos empíricos estadísticamente contrastados. Una explicación muy poco consistente, dado que el contagio se extendía a grupos de personas reducidos en poblaciones poco masificadas, así como que se había difundido con gran rapidez en determinadas áreas geográficas distantes unas de otras, todo lo cual desvirtuaba la tesis de la transmisión por vía aérea . Pero bastó que el Estado apelara al ejército de periodistas venales afines al gobierno de turno —silenciando al resto con veladas amenazas de no hacer publicidad institucional en sus medios— para que la tesis oficial cuajara en la conciencia ciudadana. A todo esto, investigando el cuerpo de los muertos afectados por la enfermedad, el doctor Antonio Muro y Fernández-Cavada, a la sazón director en funciones del Hospital del Rey, comprobó en todos ellos la existencia de una “hiperplasia” en sus intestinos delgados, lo cual reveló de modo concluyente que la causa de la epidemia había sido un tóxico ingerido por vía digestiva. Una vez desvirtuada la tesis de su difusión por vía aérea, los políticos eventualmente a cargo del aparato de Estado, de un día para otro, se olvidaron de la “neumonía atípica , y la enfermedad pasó a ser oficialmente denominada “síndrome tóxico . Hasta que el 10 de junio de 1981, con la misma irresponsabilidad científica y a través del Ministro del ramo en ese momento, llamado Sancho Rof, el gobierno decidió popularizar la enfermedad con el nombre de “síndrome del aceite tóxico o, más concretamente, “caso del aceite de colza , tesis basada en la hipótesis de que el mal fue presuntamente producido por la anilina utilizada para adaptar el aceite industrial de colza al consumo humano. Un mes antes y a instancias del mismo gobierno de la entonces UCD, el Estado español ya había puesto la investigación del asunto en manos del “Centro para el Control de la Enfermedad” (Center Of Disease Control ) con sede en la ciudad norteamericana de Atlanta, cuyos directivos recibieron la orden del Departamento de Estado, para que ocultaran los estudios epidemiológicos y las encuestas realizadas que vinculaban las causas de la enfermedad con el aceite de colza, sencillamente porque tales “estudios” transgredieron los principios más elementales de la metodología científica. Y por supuesto nunca pudieron demostrar ningún vínculo entre el aceite de colza y la causa de la enfermedad. Si el aceite hubiera sido el agente tóxico —tal como sostuvo el gobierno de la UCD en connivencia con TODOS los partidos del arco parlamentario español, incluido el PCE, lo cual evidencia que se trató de una mentira genocida de Estado— entonces la enfermedad habría alcanzado a todos los miembros de una misma familia que inevitablemente debieron consumirlo, dado que en la cocina hogareña española el aceite es un producto de consumo general. Pero quedó demostrado estadísticamente que en los hogares donde la toxicidad alcanzó, por ejemplo, a uno de sus miembros, fue muy raro que afectara siquiera a la mitad de los demás. La tesis de que el agente tóxico fue el aceite de colza tampoco permite explicar la discriminación que la enfermedad ha hecho entre una familia y otra, pues, como es sabido, el "garrafista" ambulante vendió el mismo producto a residentes en bloques completos de pisos, y resulta que solo hubo afectados en unas familias que lo adquirieron y en otras no, a pesar de que las garrafas se llenaron en el mismo momento procedentes del mismo tanque y vendidas el mismo día. Dado que la tesis del aceite de colza fue anunciada recién el 10 de junio, cuando la enfermedad había hecho su aparición pública el 1 de mayo, los hogares donde coincidió que hubo un enfermo y se consumía ese tipo de aceite, el resto de la familia debió seguir consumiéndolo durante cuarenta días, dado que en ese lapso de tiempo no pudieron conocer su presunta toxicidad. Sin embargo ninguno de ellos resultó afectado. Durante la práctica experimental con el aceite aplicado sobre animales de laboratorio, los investigadores oficiales nunca pudieron verificar la más mínima lesión causada por el supuesto agente tóxico. Y aunque utilizaron dosis masivas del mismo aceite retirado de las casas donde se registró el mayor número de enfermos, lo único que consiguieron es que los cobayos engordaran aumentando de peso. No deja de resultar menos paradójica la supuesta discriminación que la enfermedad hizo respecto de distintas regiones de España, porque resulta que durante los mismos períodos del año 1981, el mismo aceite de colza adulterado de composición semejante al distribuido en Madrid, fue vendido en Cataluña. La cantidad comercializada en esa región, fue superior a 350.000 Kg. Sin embargo, no se ha tenido constancia de que allí se hubiera registrado algún afectado. Lo más sorprendente es que aceite de estas mismas características, concretamente el de la marca “El Olivo”, producido y distribuido en Cataluña, donde no hubo ningún afectado, también fue distribuido entre familias de Castilla, sobre todo en Madrid capital y poblaciones colindantes. Pues bien, a la luz de la estadística de afectados, según la tesis oficial habría de concluirse que el aceite de colza se vuelve tóxico por el simple hecho de trasponer los límites en tránsito de una comunidad autónoma a otra. Todas estas evidencias fueron deliberadamente hurtadas a la opinión pública, y el 15 de mayo de 1981 el Dr. Antonio Muro y Fernández-Cavada fue cesado en sus funciones de director del Hospital del Rey. No por razones de ineficiencia y falta de responsabilidad social en el desempeño de sus funciones sino bien al contrario. El secreto motivo de su cese fue, que la verdadera causa material del “síndrome tóxico” no debía ser conocida por la ciudadanía. A partir del mes de julio y asumiendo ya la investigación de forma privada, el Dr. Muro enunció su hipótesis de que el síndrome tóxico ha sido causado por un producto fitosanitario, un organotiofosforado introducido deliberadamente en una partida de tomates o pimientos. Desde entonces y hasta su muerte en 1985 de un cáncer de pulmón, el doctor Muro se dedicó a investigar el fenómeno del envenenamiento masivo, reconstruyendo el proceso de la producción, distribución y consumo de los productos envenenados. Documento sin título 09/10/2014 http://www.nodo50.org/gpm/estado.mentiroso/02.htm 1 / 8

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Síndrome tóxico en España

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  • El Juicio sobre el sndrome txico

    El primero de mayo de 1981, una enfermedad hasta entonces desconocida irrumpi en la escena nacional espaola, atacando acolectivos de personas de forma aparentemente aleatoria en las zonas centro, norte y noroeste del pas. Fue algo que lasautoridades polticas sanitarias bajo el gobierno de la Unin de Centro Democrtico, empezaron denominando neumonaatpica en razn de que el mal atacaba las vas respiratorias. Confundiendo la sintomatologa o forma de manifestacin de laenfermedad con su etiologa o causa que la produce, difundieron que se trataba de un micoplasma o especie de hongo trasmitido alos seres humanos por va area, pero sin aportar las pruebas cientficas fundadas en serias investigaciones de laboratorio y hechosempricos estadsticamente contrastados. Una explicacin muy poco consistente, dado que el contagio se extenda a grupos depersonas reducidos en poblaciones poco masificadas, as como que se haba difundido con gran rapidez en determinadas reasgeogrficas distantes unas de otras, todo lo cual desvirtuaba la tesis de la transmisin por va area. Pero bast que el Estadoapelara al ejrcito de periodistas venales afines al gobierno de turno silenciando al resto con veladas amenazas de no hacerpublicidad institucional en sus medios para que la tesis oficial cuajara en la conciencia ciudadana.

    A todo esto, investigando el cuerpo de los muertos afectados por la enfermedad, el doctor Antonio Muro y Fernndez-Cavada, a lasazn director en funciones del Hospital del Rey, comprob en todos ellos la existencia de una hiperplasia en sus intestinosdelgados, lo cual revel de modo concluyente que la causa de la epidemia haba sido un txico ingerido por va digestiva.

    Una vez desvirtuada la tesis de su difusin por va area, los polticos eventualmente a cargo del aparato de Estado, de un da paraotro, se olvidaron de la neumona atpica, y la enfermedad pas a ser oficialmente denominada sndrome txico. Hasta queel 10 de junio de 1981, con la misma irresponsabilidad cientfica y a travs del Ministro del ramo en ese momento, llamado SanchoRof, el gobierno decidi popularizar la enfermedad con el nombre de sndrome del aceite txico o, ms concretamente, casodel aceite de colza, tesis basada en la hiptesis de que el mal fue presuntamente producido por la anilina utilizada para adaptarel aceite industrial de colza al consumo humano.

    Un mes antes y a instancias del mismo gobierno de la entonces UCD, el Estado espaol ya haba puesto la investigacin del asuntoen manos del Centro para el Control de la Enfermedad (Center Of Disease Control) con sede en la ciudad norteamericana deAtlanta, cuyos directivos recibieron la orden del Departamento de Estado, para que ocultaran los estudios epidemiolgicos y lasencuestas realizadas que vinculaban las causas de la enfermedad con el aceite de colza, sencillamente porque tales estudiostransgredieron los principios ms elementales de la metodologa cientfica. Y por supuesto nunca pudieron demostrar ningn vnculoentre el aceite de colza y la causa de la enfermedad.

    Si el aceite hubiera sido el agente txico tal como sostuvo el gobierno de la UCD en connivencia con TODOS los partidos del arcoparlamentario espaol, incluido el PCE, lo cual evidencia que se trat de una mentira genocida de Estado entonces la enfermedadhabra alcanzado a todos los miembros de una misma familia que inevitablemente debieron consumirlo, dado que en la cocinahogarea espaola el aceite es un producto de consumo general. Pero qued demostrado estadsticamente que en los hogaresdonde la toxicidad alcanz, por ejemplo, a uno de sus miembros, fue muy raro que afectara siquiera a la mitad de los dems.

    La tesis de que el agente txico fue el aceite de colza tampoco permite explicar la discriminacin que la enfermedad ha hecho entreuna familia y otra, pues, como es sabido, el "garrafista" ambulante vendi el mismo producto a residentes en bloques completos depisos, y resulta que solo hubo afectados en unas familias que lo adquirieron y en otras no, a pesar de que las garrafas se llenaron enel mismo momento procedentes del mismo tanque y vendidas el mismo da.

    Dado que la tesis del aceite de colza fue anunciada recin el 10 de junio, cuando la enfermedad haba hecho su aparicin pblica el1 de mayo, los hogares donde coincidi que hubo un enfermo y se consuma ese tipo de aceite, el resto de la familia debi seguirconsumindolo durante cuarenta das, dado que en ese lapso de tiempo no pudieron conocer su presunta toxicidad. Sin embargoninguno de ellos result afectado.

    Durante la prctica experimental con el aceite aplicado sobre animales de laboratorio, los investigadores oficiales nunca pudieronverificar la ms mnima lesin causada por el supuesto agente txico. Y aunque utilizaron dosis masivas del mismo aceite retiradode las casas donde se registr el mayor nmero de enfermos, lo nico que consiguieron es que los cobayos engordaranaumentando de peso.

    No deja de resultar menos paradjica la supuesta discriminacin que la enfermedad hizo respecto de distintas regiones de Espaa,porque resulta que durante los mismos perodos del ao 1981, el mismo aceite de colza adulterado de composicin semejante aldistribuido en Madrid, fue vendido en Catalua. La cantidad comercializada en esa regin, fue superior a 350.000 Kg. Sin embargo,no se ha tenido constancia de que all se hubiera registrado algn afectado.

    Lo ms sorprendente es que aceite de estas mismas caractersticas, concretamente el de la marca El Olivo, producido ydistribuido en Catalua, donde no hubo ningn afectado, tambin fue distribuido entre familias de Castilla, sobre todo en Madridcapital y poblaciones colindantes. Pues bien, a la luz de la estadstica de afectados, segn la tesis oficial habra de concluirse que elaceite de colza se vuelve txico por el simple hecho de trasponer los lmites en trnsito de una comunidad autnoma a otra.

    Todas estas evidencias fueron deliberadamente hurtadas a la opinin pblica, y el 15 de mayo de 1981 el Dr. Antonio Muro yFernndez-Cavada fue cesado en sus funciones de director del Hospital del Rey. No por razones de ineficiencia y falta deresponsabilidad social en el desempeo de sus funciones sino bien al contrario. El secreto motivo de su cese fue, que la verdaderacausa material del sndrome txico no deba ser conocida por la ciudadana.

    A partir del mes de julio y asumiendo ya la investigacin de forma privada, el Dr. Muro enunci su hiptesis de que el sndrome txicoha sido causado por un producto fitosanitario, un organotiofosforado introducido deliberadamente en una partida de tomates opimientos. Desde entonces y hasta su muerte en 1985 de un cncer de pulmn, el doctor Muro se dedic a investigar el fenmenodel envenenamiento masivo, reconstruyendo el proceso de la produccin, distribucin y consumo de los productos envenenados.

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  • Pero lo hizo invirtiendo su orden de sucesin econmica natural, que va del productor al consumidor. Al contrario, el Doctor Muroorient su investigacin partiendo del consumidor. Desde all fue al punto de venta o distribucin al por menor inmediato anterior alacto del consumo. Y de este a la empresa distribuidora en el mercado de abasto o distribucin al por mayor, hasta llegar aindividualizar a la empresa productora.

    As fue cmo pudo descubrir que el envenenamiento tuvo su origen en una partida de tomates cultivados en Roquetas de Mar(Almera), previamente tratados con un compuesto organotiofosforado, el fenamiphos (comercializado con el nombre de Nemacur),combinado con isofenphos (comercializado con el nombre de Oftanol).

    Cabe sealar que el isofenphos es el producto que habra causado la caracterstica neuropata retardada acusada por losafectados, y que la partcula "tio" (en el compuesto organo-tio-fosforado) alude a la presencia de azufre en la mortal combinacin.Combinacin por lo tanto fosforada y azufrada. As lo dej escrito el Dr. Muro:

    (Andreas Faber-Kaiser: "El Pacto de silencio" Royland Edicions/88. Ver:

    El doctor Antonio Muro desarroll su investigacin epidemiolgica ininterrumpidamente desde mayo de 1981 hasta poco antes desu muerte en abril de 1985 aplicada a ms de 25 regiones del territorio espaol, en las cuales estudi a 1.086 personas enfermasy a 1.154 sanas; una muestra suficientemente representativa que parti de los hbitos alimenticios de los afectados por laenfermedad y continu por la determinacin de un producto comn en la ingesta habitual de todos ellos, hasta dar con el sitio precisode su produccin siguiendo el entrelazamiento de los eslabones en la cadena de su distribucin comercial. Ese sitio preciso fue lalocalidad almeriense de Roquetas de Mar, y el primer eslabn en la cadena de su distribucin, la lonja llamada Agrupamar.

    Un vez fallecido el doctor Muro, a solicitud de una de las acusaciones y de las respectivas defensas de los aceiteros imputados convenientemente elegidos por el Poder Ejecutivo en connivencia con el Poder Judicial para ejercer de chivos expiatorios elTribunal nombr a los doctores Martnez Ruiz y Clavera, para que sometieran la tesis oficial y la del doctor Muro a una reevaluacin,a fin de determinar cual de las dos proposiciones contena una explicacin cientfica sobre el origen causal y desarrollo de laenfermedad.

    Segn reporta Rafael Prez Escolar en el captulo IX de sus Memorias titulado: Las Atrocidades de la razn de Estado:

    >. (Op. cit. Lo entre corchetes nuestro)

    Ante el resultado de la investigacin realizada por el Doctor Muro y el trabajo de reevaluacin por parte de los doctores Martnez Ruizy Clavera, cabe concluir sin ningn tipo de duda, que la epidemia del llamado sndrome txico del aceite tuvo su causa en la ingestade tomates procedentes de Roquetas de Mar, y que el factor venenoso consisti en un compuesto rgano-fosforado. Los sntomasque acompaaron a todos los enfermos sin excepcin en las fases agudas de la dolencia: diarrea, opresin respiratoria, inhibicin

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  • de la colinesterasa e insomnio, pudo determinarse que son los caractersticos de la exposicin de los seres humanos a este tipo decompuestos organofosforados.

    Dicho muy resumidamente, la colinesterasa es una sustancia neurotrasmisora contenida en los glbulos rojos, cuya funcin consisteen transmitir estmulos nerviosos a los msculos del cuerpo que funcionan independientemente de la voluntad, como es el caso delos que rtmicamente se contraen y relajan para permitir la respiracin. Cuando por cualquier causa la colinesterasa deja de ejercersu funcin neurotrasmisora, se produce la parlisis muscular pudiendo provocar la muerte del paciente afectado, por asfixia. Loscompuestos organo-fosforados estn entre los agentes txicos que inhiben la funcin neurotrasmisora de la colinesterasa. Un mismocompuesto organofosforado es lo que el doctor Muro encontr en los cadveres de miles de afectados por la enfermedadestudiados por l.

    Hay que recordar aqu, que los compuestos rganofosforados forman parte de determinados gases txicos que fueron sintetizadospor primera vez en laboratorio como parte de la investigacin militar que el ejrcito norteamericano llev a cabo durante la SegundaGuerra Mundial en Alemania. Dado su carcter biocida, esta sustancia tambin fue utilizada en la elaboracin de insecticidas ypesticidas de alto poder contaminante. Pero estos compuestos se destinaron especialmente a la fabricacin de armamentoqumico, que se sigui produciendo a pesar de que ha sido prohibida por convenios internacionales convertidos as en papelmojado. Tambin es necesario decir que la utilizacin de estos compuestos txicos en Espaa como en tantos otros pasesesta sometida a un riguroso control administrativo y solo se autoriza para muy contadas plagas en el cultivo agrcola, de modo quecualquier otro uso es ilegal y est severamente penado. Pues bien:

    (Op. cit.)

    Desde finales de julio de 1981 el gobierno pudo saber y sin duda supo que el aceite de colza desnaturalizado no era la causade la epidemia. Desde ese momento debi haber puesto todos los medios a disposicin del Estado para analizar las otrasalternativas existentes sobre el posible origen de la enfermedad, que para esa fecha ya estaban sobre la mesa de quienes en esemomento tenan a su cargo la salud pblica en Espaa. Dado que numerosos afectados se estaban muriendo, es obvio que lanecesidad de conocer el origen del mal para atacarlo en el cuerpo de los pacientes, debi ser prioridad absoluta para laautoridades. Todava con ms razn dado que antes de finalizar el ao 1981, el gobierno fue ampliamente informado sobre lasinvestigaciones y resultados acerca de qu tipo determinado de insecticida organo-fosforado podra haber desencadenado la nuevaenfermedad. Pero se mantuvo impasible mirando para otro lado.

    Semejante insensibilidad humana por motivaciones polticas, lleg al extremo de su complicidad con el genocidio,

    (Andreas Faber-Kaiser: Op. cit.)

    Rafael Prez Escolar corrobor estas observaciones de Andreas Faber-Kaiser poniendo en boca del doctor Snchez Monge tres

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  • Rafael Prez Escolar corrobor estas observaciones de Andreas Faber-Kaiser poniendo en boca del doctor Snchez Monge trespreguntas que, por permanecer todava ocultas al gran pblico, evidencian el carcter desptico del llamado Estado Democrticode Derecho en lo que respecta a cuestiones esenciales de la vida social en Espaa:

    (R.P. Escolar: Op. cit.)

    Hemos mencionado ms arriba a los biocidas Oftanol y Nemacur que el doctor Muro encontr en el cuerpo de los muertos por laenfermedad. Estos dos letales productos son marca registrada de la conocida multinacional qumica Bayer. Por tanto, la verdadsobre llamada neumona atpica demuestra que la industria qumica privada multinacional, es la nica sobre la cual descansa laposibilidad real de violar impunemente cualquier acuerdo internacional sobre la suspensin de la experimentacin y almacenamientode armamento qumico semejante, y que el comportamiento cmplice del Estado espaol en este caso, es otra prueba ms de que,junto con la centralizacin de los capitales a escala multinacional, la fusin poltica a tres bandas entre lo s oligopolioseconmicos, los Estados burgueses nacionales y los organismos internacionales, constituyen el fenmeno ms caractersticod e l capitalismo tardo a escala mundial, demostrando la cada vez ms l a alta correlacin histrica efectiva entre latotalitarizacin del poder econmico en la sociedad civil y la totalitarizacin del poder poltico en las instituciones estatalesnacionales y supranacionales, encubierta por las formas engaosas de la democracia, como medio por el cual los polticosprofesionales de espaldas a las necesidades de las mayoras sociales, se reparten alternativamente la facultad de gobernar enfavor de uno u otro sector de la minora social dominante.

    En el caso del llamado Sndrome txico, el contubernio entre las instituciones polticas estatales nacionales y supraestatales decarcter internacional, se hizo evidente durante las sesiones del Grupo de Trabajo de la ONU en Copenhague, tal como lo hadenunciado el propio Rafael Prez Escolar en su mencionada obra:

    (Op. cit. Lo entre corchetes nuestro)

    Si las autoridades sanitarias nunca pudieron presentar pruebas cientficas sobre la causa material del sndrome txico que sinembargo atribuyeron al aceite de colza, cul fue la causa eficiente de semejante crmen de Estado? La respuesta a estapregunta se hizo pblica en la calle, cuando multitudinarias manifestaciones ante la base madrilea de utilizacin militar conjunta enTorrejn de Ardoz, demandaron la solucin adecuada a ese mal, llegando a exigir, incluso, la renuncia del Alcalde por negarse aliderar esta demanda del pueblo.

    Pero la certidumbre que alumbr la conciencia e impuls el protagonismo de esas protestas, sin duda estuvo en la investigacionesdel doctor Muro, en la confirmacin emprica de los trabajos realizados por los doctores Martnez Ruiz y Clavera, y en la terapiaeficaz aplicada por el doctor Snchez Monge Montero, verdadera vanguardia intelectual de ese movimiento. Todo esto a despechode la campaa oficial de descrdito que los grandes medios de difusin hicieron recaer sobre el doctor Antonio Muro,sometindoles al oprobio social y al ridculo ms cruel, ruin y soez que sus periodistas a sueldo pudieron imaginar contra l.

    En su prlogo a la primera edicin de El Capital , Marx dice que todo investigador cientfico libre debe enfrentarse al mismoenemigo en todos los campos del conocimiento, y que ese enemigo est en las formas de manifestacin que invariablemente velanu ocultan la naturaleza o verdad de cada objeto de estudio, lo cual exige y justifica el trabajo intelectual que la desvele o alumbre alconocimiento. Y aclara que, en el caso de la economa poltica,

  • humano: las furias del inters privado.>> (Op. cit. Lo entre parntesis nuestro)

    El directo y especfico objeto de estudio del doctor Muro en su meritorio empeo por descubrir la verdadera causa material onaturaleza del sndrome txico, como es obvio nada tuvo que ver con las relaciones sociales, sino con la relacin natural o qumicaentre un compuesto organofosforado y la colinesterasa en el flujo sanguneo de los afectados por esa enfermedad. Pero lasrelaciones sociales s fueron decisivas personificadas en los personeros polticos ocasionales de la clase dominante, para elegir lacausa material conveniente a sus intereses ocultando la verdadera. Tal como el propio doctor Muro ha podido comprobar enprimera persona. Su trabajo, pues, result ser doblemente meritorio: como simple trabajador intelectual por haber sabido traspasarla opacidad natural de su objeto especfico de estudio y descubrir su naturaleza; y como cientfico libre porque pudo y quisoconseguir que la verdad prevalezca en su espritu sobre cualquier otra consideracin individual, ponindose as por encima de loscondicionamientos polticos y sociales con que intentaron doblegarle.

    Con esto queremos decir que, ms all de sus posibles y ms que probables idearios sociales y polticos burgueses, esteinvestigador se comport como un revolucionario aunque no llegara a ser consciente de ello, ni tal vez de haber sobrevivido a eseepisodio fuera capaz de mantener ese mismo compromiso con la verdad cientfico-social por mucho tiempo.

    Volviendo a la primera de las tres preguntas que el doctor Snchez Monge formul al gobierno: Por qu causa no se investig elprotagonismo de los organofosforados en la epidemia? Para responder a esta pregunta debemos remitirnos a la situacininternacional durante los ltimos aos de la dcada de los 70 del siglo pasado, y a sus repercusiones polticas al interior del Estadoespaol. Como explicamos en otro trabajo titulado La parodia golpista del 23F en Espaa,

  • acentuando conforme se hacia patente a lo largo de 1980, que el prximo presidentenorteamericano sera el republicano Ronad Reagan. De hecho, a lo largo del ao, las distintasfuerzas ms reaccionarias vinculadas al imperialismo norteamericano, empezaron a moverseclaramente con estas nuevas previsiones del gran viraje a la derecha en las postrimeras delgobierno de Carter, y que bajo el mandato de Reagan no hicieron ms que confirmarse yprofundizarse.Finalmente, la llegada de Reagan a la Casa Blanca dio un nuevo impulso a los preparativosinvolucionistas en curso desde varios meses atrs. A poco de haber tomado posesin de su cargo,el nuevo secretario de Estado, Alexander Haigh, declar pblicamente que: Espaa debe fijar deinmediato un calendario para su integracin en la OTAN. Las promesas de una futura integracinsin concretar ni dar pasos prcticos en ese sentido, ya no son suficientes. El golpe militar ensetiembre contra el gobierno turco de Sleymn Demirel, fue una premonicin y un aviso. Uninforme del coronel Quintero (agregado militar espaol en Ankara) donde se valoraba positivamenteel golpe, circul profusamente entre la oficialidad y recibi favorables comentarios. En la prensaultra espaola, los artculos amenazantes sobre el carcter lmite e intolerable de la situacin,se sucedan a diario. En Euskadi, durante los primeros das de noviembre, ETA cometi atentadoscon resultado de muerte contra once dirigentes de UCD, entre militares y guardias civiles. (Op. cit.)

    Tal fue la situacin poltica que desencaden los sucesos del 23 de febrero, a raz de los cuales cambi el curso de la polticaexterior de Espaa en favor de la integracin en la OTAN. Pero este cambio solo sucedi en las altas esferas del poder poltico,porque en la sociedad espaola sigui predominando todava el espritu de independencia o no alineacin respecto de la guerrafra entre soviticos y norteamericanos por el predominio en las relaciones internacionales, espritu que Adolfo Surez habaabrazado como producto del pacto con la izquierda burguesa liderada por el P.C.E. en aras de la estabilidad poltica del pas. Estoes lo que explica que uno de los compromisos que adquiri Surez al firmar ese pacto con el P.C.E., fue retrasar indefinidamente laintegracin de Espaa en la OTAN y as lo hizo.

    En esas estbamos cuando irrumpi la epidemia del sndrome txico que vino a poner en serio peligro aquel apao en las alturasdel poder resultante de la parodia de golpe de Estado secretamente urdida por la partidocracia en el poder, de comn acuerdo conel Departamento de Estado para deshacerse de Surez a fin de allanar el camino de la integracin de Espaa en la OTAN. Portanto, cabe pensar que este dramtico contratiempo del sndrome txico para los planes de integrar a Espaa en la OTAN fuefortuito; y lo ms probable es que un escape de gas txico procedente de la base de utilizacin conjunta conteniendo algncompuesto de naturaleza organofosforada se produjera por accidente.

    Decimos en principio, porque si bien el primer caso de sndrome txico fue anunciado oficialmente el 1 de mayo de 1981, enrealidad los primeros sntomas de la epidemia se produjeron en enero de ese mismo ao, los llamados por eso casos tempranos.Fue precisamente durante los primeros meses de 1981 cuando se difundieron rumores procedentes de la base militar de utilizacinconjunta situada en la localidad madrilea de Torrejn de Ardoz, acerca de que varios militares americanos haban sido afectadosde una presunta legionella, siendo algunos de ellos evacuados en aviones-hospitales a EE.UU., y otros a la base norteamericanade Wiesbaden, Alemania, al mismo tiempo que militares espaoles con desempeo en la misma base eran ingresados en elHospital General del Aire. En su edicin del 26 de mayo de 1981, el peridico El Pas report que, segn datos facilitados por laDireccin General de la Salud Pblica, 105 enfermos haban ingresado por neumona atpica en el Hospital General del Aire, 7 msen el Hospital Militar del Generalsimo, y otros 19 en el Hospital Militar Gmez Ulla:

    (Rafael Prez Escolar: Op. cit.)

    En efecto, el 11 de febrero de 1981 se conoci el fallecimiento del nio Jaime Vaquero, residente en Torrejn de Ardoz, mientrasera trasladado en ambulancia al Hospital de la Paz. Los mdicos solicitaron permiso a la familia del fallecido para practicarle laautopsia, dado que por aquellos mismos das se haban producido ms casos con igual resultado de muerte. Esto indujo a que losabogados defensores de los industriales y comerciantes encausados en el llamado juicio de la colza, se pusieran a la tarea deaveriguar el incremento de la morbilidad (cantidad de casos de una misma enfermedad contrados en un determinado perodo detiempo) durante el ao 1981. Segn esos datos que obraban en el Instituto Nacional de Estadstica, si en el ao 1980 los ingresoshospitalarios de varones debidos a envenenamientos o intoxicacin por otros agentes haban llegado a ser de 880, al aosiguiente ascendieron a 19.366. Respecto a las mujeres, en 1980 se registraron 480 ingresos, para pasar en 1981 nada menos quea 34.160.

    Pero interesndose por tales datos las defensas de los imputados pudieron sonsacar que separadamente a la estadstica deingresos hospitalarios por causa de ese sndrome txico oficial hubo otra que el Instituto Nacional de Estadstica tipific noprecisamente como neumona atpica sino como neumonas. Solamente en Madrid, los datos de ingresos hospitalarios devarones por esta afeccin en 1980 fueron 44.497, cifra que al ao siguiente casi se duplic pasando a ser de 83.804. Respecto delas mujeres, los ingresos hospitalarios por neumonas que en 1980 fueron 16.627, en 1981 se cuadruplicaron pasando a ser61.170:

  • diversos centros hospitalarios, fundamentalmente a Alemania, para ser sustituidos por nuevasunidades.>> (Op. cit.)

    Como hemos dicho ya, cabe pensar que la primera onda epidmica fue fortuita y muy localizada en la misma base militar deTorrejn de Ardoz y sus aledaos, con que de haber quedado circunscrita a esta zona y en tanto y cuanto trascendiera a la opininpblica, la base quedara en evidencia como el origen del sndrome txico en flagrante violacin del tratado de amistad ycooperacin entre Espaa y EE.UU., por lo que la poltica secretamente pactada para integrar a Espaa en la OTAN, resultara unrotundo fracaso. Cabe sealar aqu que, en esos momentos, el grueso de la ciudadana espaola todava era una pia cvica" entorno a la consigna: OTAN no, bases fuera

    Para evitar esa eventualidad contraria al contubernio de intereses que estuvieron en la raz de la parodia de golpe presuntamenteabortado por el Monarca el 23F 12 horas despus de haberse producido, se hizo imperioso crear deliberadamente otra ondaepidmica que comprometiera a ms zonas de la geografa humana del pas, para lo cual y con la misma intencionalidad, se inventuna supuesta causa del sndrome txico arbitrariamente atribuida a unas inocuas anilinas, con las que se haba venidoreconvirtiendo al consumo humano aceite de colza para uso industrial desde haca tiempo y no haba pasado nada.

    Esta segunda epidemia no consisti ya en la muy localizada y accidental propagacin de un gas txico de la variedad militarorganofosforada sobre Torrejn de Ardoz, sino en la deliberada contaminacin de cierta especie de frutos (tomates) con esemismo compuesto, durante su proceso de crecimiento y maduracin en la mata, para luego comprarlos y finalmente distribuirlos enesa misma localidad y otras ciudades de Espaa convenientemente elegidas con destino al consumo letal previsto. Se buscas dispersar la atencin de la opinin pblica para evitar que Torrejn de Ardoz apareciera como el nico escenario de la epidemiay la base de utilizacin conjunta como su foco de su irradiacin.

    Segn el registro estadstico de los ingresos hospitalarios, esta segunda epidemia criminal deliberadmente inducida, tuvo comocausa material el mismo agente nematicida organofosforado se inici a mediados de abril y comenz a remitir en la segundaquincena de mayo. Pero el vehculo no fue la atmsfera, sino una partida de tomates contaminados cultivados en la localidadalmeriense de Roquetas de Mar.

    (Op. cit. Lo entre corchetes nuestro)

    En agosto de 1981 el Estado espaol bajo el gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo, pidi el ingreso de Espaa en la OTAN. Enoctubre, las Cortes confirmaron esta peticin sin que se produjera contestacin alguna en la calle. Un ao despus, el 28 de octubrede 1982 el Partido Socialista Obrero Espaol arras en las urnas y asumi el gobierno, desde donde el Estado organiz la tanprofusa y costosa como sutil campaa de propaganda que acab convirtiendo aquel espritu popular anti OTAN absolutamentemayoritario, en su contrario.

    En gran medida, esta engaosa transformacin ideolgica democrtica del franquismo con Franco en franquismo sin Franco, noalter su contenido esencialmente totalitario. Y uno de sus frutos fue el genocidio de Estado envuelto en esa otra gran farsa polticamontada por la flamante monarqua parlamentaria neofranquista, que consisti en conseguir que los espaoles vivieran el dramasocial del sndrome txico tal cual Cervantes le hizo vivir al Quijote aqul episodio con los molinos de viento: como si un inocenteaceite desnaturalizado de colza fuera la endemoniada causa material del crimen.

    Una vez ms la mentira deliberada del Estado haba prevalecido en la conciencia ingenua de una mayora de ciudadanos espaoles,tanto como para que adems de aceptar complacientes el ingreso de Espaa en la OTAN puedan seguir creyendo en que loms sagrado para la democracia es el tan cacareado "derecho a la vida", as como que "el fin no justifica los medios".

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