el esp.valle.no.50 r.Í.(6) los defectos-orgullo, vanidad 2

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Folleto de divulgación de la Doctrina Espírita. Edición No. 50 Junio del 2.010 Pág. 1/6 Amigo Lector: Los vicios y los defectos son creaciones nuestras las cuales podemos y debemos superar y extirpar, las virtudes, una vez conseguidas plenamente son eternas ya que el espíritu no involuciona. Continuando el Curso de Reforma Íntima, a partir de esta Edición estudiaremos Los Defectos con el fin de conocerlos y detectarlos en nosotros para así, empezar a eliminarlos y reemplazarlos por Virtudes. Iniciamos con El Orgullo y La Vanidad. ******** Tema:- CURSO DE REFORMA ÍNTIMA (6) - Los Defectos. - Orgullo y Vanidad. Las pasiones son palancas que duplican las fuerzas del hombre, y le ayudan a cumplir las miras de la Providencia, pero si en vez de dirigirlas, el hombre se deja dirigir por ellas, cae en el exceso, y la fuerza que en su mano podía hacer el bien, se vuelve contra él y lo aplasta. Todas las pasiones tienen su principio en un sentimiento o necesidad natural. El principio de las pasiones no es, pues, un mal, puesto que se apoya en una de las condiciones providenciales de nuestra existencia. La propiamente dicha, es la exageración de una necesidad o de un sentimiento; reside en el exceso, no en la causa, y semejante exceso se convierte en mal cuando da como consecuencia un mal cualquiera. Toda pasión que aproxima al hombre a la naturaleza animal le aleja de la espiritual. Todo sentimiento que eleva al hombre por encima de la naturaleza animal, revela el predominio del espíritu sobre la materia y la proximidad de la perfección. ********* Procuramos destacar en este estudio los principales defectos que han sido para el hombre los grandes impedimentos para su progreso moral. Obviamente, nuestra preocupación es la de esclarecer y colaborar de alguna forma con el diagnóstico que cada uno pueda hacer personalmente de los defectos que se encuentran más arraigado en su fuero íntimo. A veces, muchos de ellos constituyen un verdadero obstáculo para nuestro avance evolutivo. Sabemos que, conociendo las peculiaridades de cada uno de esos defectos, será más fácil identificarlos y combatirlos. Debido a los enmarañamientos que obstruyen nuestra conciencia, con frecuencia tenemos grandes dificultades para descifrar las artimañas y tramas del inconsciente, muchas veces sugeridas hipnóticamente por los hermanos invisibles, quienes se apoyan en nuestras debilidades, titubeamos, nos dejamos llevar por ellas y finalmente nos desequilibramos. Conociendo nítidamente como se manifiesta en nosotros el orgullo y la vanidad, la envidia y la avaricia, el odio y la venganza, el individualismo, la agresividad y la maledicencia, la intolerancia y la impaciencia, podemos registrar más rápidamente las acciones de cada uno de ellos e iniciar de inmediato la lucha interior para controlarlos, cortando sus interferencias, bloqueando su propagación y disminuyendo sus consecuencias desastrosas. La condición para la victoria en una batalla es conocer lo mejor posible a nuestros enemigos, sus tendencias y modo de actuar, para que no seamos tomados por sorpresa y sucumbamos a sus ataques. UNDACIÓN DE SPÍRITA ALLEDUPAR DISTRIBUCIÓN GRATUITA Reg. Cámara de Comercio No. 5486 del 12 de Julio del 2.005 CALLE 23 No. 1778 BARRIO SIMÓN BOLÍVAR TEL: 310 641 3306 - 310 641 3463 -315 344 6842 CORREO: [email protected] VALLEDUPAR CESAR COLOMBIA S. A. ¿Cómo puede fijarse el límite donde cesan las pasiones de ser buenas o malas? «Las pasiones son como un caballo que es útil, cuando está gobernado; pero peligroso cuando es él el que gobierna. Reconoced, pues, que una pasión se hace perniciosa desde el momento en que cesáis de poderla gobernar y origina un perjuicio cualquiera, ya a vosotros, ya a otro». Pregunta 908 de El Libro de los Espíritus. Allan Kardec.

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  • Folleto de divulgacin de la Doctrina Esprita. Edicin No. 50 Junio del 2.010 Pg. 1/6

    Amigo Lector: Los vicios y los defectos son creaciones nuestras las cuales podemos y debemos superar y extirpar, las virtudes, una vez conseguidas plenamente son eternas

    ya que el espritu no involuciona.

    Continuando el Curso de Reforma ntima, a partir de esta Edicin estudiaremos

    Los Defectos con el fin de conocerlos y detectarlos en nosotros para as, empezar a

    eliminarlos y reemplazarlos por Virtudes. Iniciamos con El Orgullo y La Vanidad. ********

    Tema:- CURSO DE REFORMA NTIMA (6) - Los Defectos.

    - Orgullo y Vanidad.

    Las pasiones son palancas que duplican las fuerzas del hombre, y le ayudan a cumplir las miras de la Providencia, pero si en vez de dirigirlas, el hombre se deja dirigir por ellas, cae en el

    exceso, y la fuerza que en su mano poda hacer el bien, se vuelve contra l y lo aplasta.

    Todas las pasiones tienen su principio en un sentimiento o necesidad natural. El principio de

    las pasiones no es, pues, un mal, puesto que se apoya en una de las condiciones providenciales de

    nuestra existencia. La propiamente dicha, es la exageracin de una necesidad o de un sentimiento;

    reside en el exceso, no en la causa, y semejante exceso se convierte en mal cuando da como

    consecuencia un mal cualquiera. Toda pasin que aproxima al hombre a la naturaleza animal le

    aleja de la espiritual.

    Todo sentimiento que eleva al hombre por encima de la naturaleza animal, revela el

    predominio del espritu sobre la materia y la proximidad de la perfeccin.

    *********

    Procuramos destacar en este estudio los principales defectos que han sido para el hombre

    los grandes impedimentos para su progreso moral. Obviamente, nuestra preocupacin es la de

    esclarecer y colaborar de alguna forma con el diagnstico que cada uno pueda hacer personalmente

    de los defectos que se encuentran ms arraigado en su fuero ntimo. A veces, muchos de ellos

    constituyen un verdadero obstculo para nuestro avance evolutivo.

    Sabemos que, conociendo las peculiaridades de cada uno de esos defectos, ser ms fcil

    identificarlos y combatirlos. Debido a los enmaraamientos que obstruyen nuestra conciencia, con

    frecuencia tenemos grandes dificultades para descifrar las artimaas y tramas del inconsciente,

    muchas veces sugeridas hipnticamente por los hermanos invisibles, quienes se apoyan en nuestras

    debilidades, titubeamos, nos dejamos llevar por ellas y finalmente nos desequilibramos.

    Conociendo ntidamente como se manifiesta en nosotros el orgullo y la vanidad, la envidia

    y la avaricia, el odio y la venganza, el individualismo, la agresividad y la maledicencia, la

    intolerancia y la impaciencia, podemos registrar ms rpidamente las acciones de cada uno de ellos

    e iniciar de inmediato la lucha interior para controlarlos, cortando sus interferencias, bloqueando su

    propagacin y disminuyendo sus consecuencias desastrosas. La condicin para la victoria en una

    batalla es conocer lo mejor posible a nuestros enemigos, sus tendencias y modo de actuar, para que

    no seamos tomados por sorpresa y sucumbamos a sus ataques.

    UNDACIN DESPRITA

    ALLEDUPAR

    DISTRIBUCIN GRATUITA

    Reg. Cmara de Comercio No. 5486 del 12 de Julio del 2.005

    CALLE 23 No. 1778 BARRIO SIMN BOLVAR

    TEL: 310 641 3306 - 310 641 3463 - 315 344 6842

    CORREO: [email protected] VALLEDUPAR CESAR COLOMBIA S. A.

    .

    Cmo puede fijarse el lmite donde cesan las

    pasiones de ser buenas o malas?

    Las pasiones son como un caballo que es til,

    cuando est gobernado; pero peligroso cuando es l el que

    gobierna. Reconoced, pues, que una pasin se hace

    perniciosa desde el momento en que cesis de poderla

    gobernar y origina un perjuicio cualquiera, ya a vosotros, ya

    a otro. Pregunta 908 de El Libro de los Espritus. Allan

    Kardec.

  • El Esprita Vallenato Edicin 50 - Junio del 2.010 Pg. 2/6

    Evidentemente, para que venzamos nuestras malas tendencias y nuestros defectos,

    necesitamos de aquella herramienta muy importante: "LA VOLUNTAD". Ya hablamos un poco

    sobre la voluntad y vimos que ella es la expresin de nuestro "querer" frente a cualquier propsito.

    Cuando queremos o deseamos algo, interiormente accionamos la fuerza de la voluntad, la cual se

    caracteriza por la disposicin para conseguir, para obtener, prosiguiendo con el esfuerzo que

    desarrollamos en ese trabajo de conquistar lo que idealizamos.

    Entre tanto, verificamos que casi siempre nuestro "querer", especialmente en el terreno de

    los ideales transformadores, no pasa de impulsos fugaces, pasajeros, dbiles e indecisos. Frente a

    los primeros impedimentos que son los primeros exmenes para poner a prueba nuestra voluntad,

    abandonamos la lucha, dejamos de lado aquella herramienta y caemos en los mismos errores. Mas,

    caer, est siempre presente en cada uno de nosotros cuando comenzamos el aprendizaje de algo.

    Comparando la base de apoyo de los seres humanos, bpedos, con respecto al de los animales

    cuadrpedos, vemos, que al tornarnos erectos, humanos y racionales, la inestabilidad, hasta mismo

    del cuerpo fsico, es una condicin propia del hombre. El hombre cae cuando comienza a andar,

    cuando ensaya los primeros pasos al erguirse sobre s mismo, evolucionando desde la fase de

    gatear, imitacin del cuadrpedo, con poca movilidad y relativo dominio de s mismo, hasta la fase

    de caminar erecto.

    Nuestro proceso de transformacin ntima es semejante. Cuando nos disponemos a ser

    mejores y a crecer espiritualmente, debemos tener en cuenta las posibles cadas, pues ellas son parte

    de nuestra experiencia. Son ellas las que nos fortalecen la voluntad, ensendonos a tener

    "persistencia". Las cadas son responsables por nuestra continuidad en la lucha para la realizacin

    de nuestros ideales. Somos aquello que realizamos y no lo que apenas prometemos realizar. Es

    imprescindible, para nuestra firmeza y estabilidad, aprender a caer, saber los riesgos y peligros que

    corremos, conocer las amenazas a nuestro equilibrio, convivir conscientemente con aquello que nos

    puede derrumbar y de esa manera tornarnos capaces de alejarnos de las arenas movedizas.

    An somos biolgicamente frgiles y espiritualmente imperfectos. Todos somos aspirantes

    al equilibrio y el conocimiento es el medio por el cual podemos alcanzar nuestro objetivo.

    *******

    Cuando desconozcas un asunto, confiesa tu ignorancia al respecto. *

    Motivos de aprecio es la honestidad de quien reconoce sus propias limitaciones. Y an cuando ests enterado de la informacin que alguien te da, yela con

    paciencia. Tendrs la oportunidad de confrontarla con las noticias que ya tienes,

    enriqueciendo tu conocimiento o corrigindolo. *

    Una persona que parece muy bien informada, muchas veces tiene solamente un conocimiento superficial, aparentando ms de lo que sabe.

    * Quien sabe or, recibe siempre.

    Vida Feliz. Joanna de Angelis. Mensaje 68.

    FUNDACIN ESPRITA DE VALLEDUPAR

    "El precio de la libertad es la eterna vigilancia", este antiguo dictado militar, se aplica totalmente a la batalla que realizamos en los campos de la lucha ntima. Para que lleguemos a estar libres de las embestidas de nuestros propios defectos es imperativo que nos vigilemos siempre, conociendo los peligros a los que estamos sujetos en los momentos en que cedemos terreno.

    Vamos a conocer mejor nuestros defectos, retratando bien sus peculiaridades, localizando en nosotros las ocasiones en las cuales somos vulnerables a ellos, y de esta manera saber cmo alejarnos de los momentos propicios a sus manifestaciones, para que no seamos ms envueltos en sus tentculos ni caigamos en sus peligrosas redes.

  • El Esprita Vallenato Edicin 50 - Junio del 2.010 Pg. 3/6

    REALICE SU EVALUACIN INDIVIDUAL: 1.- Ya reflexion sobre los defectos que se encuentran ms arraigados en su interior? _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ 2.- Ya identific, entre todos los defectos, alguno en particular que constituya un verdadero impedimento? Cul es? _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ 3.- Considera que muchos de sus defectos no fueron an conscientemente identificados? Cules? _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ 4.- Cuando algn defecto suyo se manifiesta, cmo consigue identificarlo?

    a) Conscientemente b) Por los males causados a s mismo c) Por los males causados a otras personas d) Por otro medio diferente a los anteriores

    5.- Cmo se siente frente a una actitud o reaccin equivocada cometida por usted mismo?

    a) Triste b) Se recrimina c) Indiferente d) Procura redimirse 6.- Ya pens si realmente quiere combatir y superar sus defectos? En caso afirmativo, describa los motivos. _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ 7.- Entiende que las cadas son oportunidades valiosas para el progreso interior? Puede recordar algunas experiencias propias que le confirmen ese entendimiento? Descrbalas, pues eso le ser til. _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ 8.- Cmo evala el esfuerzo propio que ha desarrollado para vencer sus malas tendencias?

    a) Nulo b) Dbil c) Razonable d) Persistente 9.- Comprende que la pasin propiamente dicha es perniciosa en el exceso y en las consecuencias perjudiciales que provoca, y no en sus causas y en su principio humano? Reflexiones un poco ms sobre eso, usted es un espritu condicionado a un cuerpo humano. _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________ 10.- De sus respuestas a las preguntas anteriormente formuladas, qu conclusin puede extraer con relacin a usted mismo, a sus propsitos de transformarse moralmente, a su esfuerzo para conseguirlo y a sus conquistas en ese campo? _______________________________________________________________________________ _______________________________________________________________________________

    FUNDACIN ESPRITA DE VALLEDUPAR

  • El Esprita Vallenato - Edicin 50 - Junio del 2.010 __ Pg. 4/6

    Orgullo y Vanidad.

    Procuremos ahora ilustrar entre los defectos que ms comnmente se manifiestan en nosotros,

    el orgullo y la vanidad. Tranquilamente busquemos conocerlos, tan profundamente como sea

    posible, sin enmascarar sus impulsos dentro de nosotros. Entendamos que la tolerancia de nosotros

    para con nosotros mismos. De esta manera nuestro trabajo de introspeccin es suave y no podemos

    maldecirnos o martirizarnos por los defectos que an tenemos. Vamos, entonces, a traer el nivel del

    consciente aquellas manifestaciones impulsivas que nos dominan de cierto modo y que

    paulatinamente deseamos controlar.

    Veamos cmo identificar en nosotros el orgullo y la vanidad.

    Orgullo.

    "El orgullo hace creer al hombre que es ms grande de lo que es, y le impide ver lo realmente grande que es" J.

    PRINCIPALES CARACTERSTICAS DEL TIPO PREDOMINANTE

    ORGULLOSO:

    1.- Amor propio muy acentuado: Queda contrariado por pequeos motivos.

    2.- Reacciona explosivamente a cualquier observacin o crtica de otra persona con relacin a su

    comportamiento.

    3.- Necesita ser el centro de atencin y hace prevalecer siempre sus propias ideas.

    4.- No acepta la posibilidad de errar, manifestndose cerrado al dilogo constructivo.

    5.- Menosprecia las ideas del prjimo.

    6.- Al ser elogiado por cualquier motivo, se llena de una satisfaccin jactanciosa, reafirmando

    su importancia personal.

    7.- Se preocupa mucho con su apariencia externa, sus gestos son estudiados, da demasiada

    importancia a su posicin social y a su prestigio social y al prestigio personal.

    8.- Considera que todos los que lo rodean (familiares y amigos) deben girar en torno suyo.

    9.- No admite humillarse frente a nadie y considera que esa actitud es un trazo de debilidad y

    falta de personalidad.

    10.- Usa la irona y es perverso para con el prjimo en las ocasiones de disputa.

    FUNDACIN ESPRITA DE VALLEDUPAR

    "Aquel que no ve ms felicidad que en la satisfaccin del orgullo y de los apetitos groseros, es desgraciado cuando no puede satisfacerlos, al paso que el otro que nada superfluo desea es feliz en lo que ven algunos calamidades".

    (Allan Kardec.- El Libro de los Espritus.- Libro

    Cuarto. Captulo I. Penas y goces Terrenos. Parte de los comentarios a la respuesta de la Preguntas 933)

    9. "El orgullo os conduce a creeros ms de lo que sois, a no poder sufrir una comparacin que pueda rebajaros, a veros, por el contrario, de tal modo por encima de vuestros hermanos, sea como genio, sea como posicin social, sea tambin como ventajas personales, que el menor paralelo os irrita y os resiente; y qu sucede entonces? Que os entregis a la clera".

    (Allan Kardec.- El Evangelio segn el Espiritismo. Captulo IX. Bienaventurados los mansos y los pacificadores. La Clera.)

  • El Esprita Vallenato - Edicin 50 - Junio del 2.010 Pg. 5/6 Comprendemos que el orgullo vive en una atmsfera de ilusin de destaque social o

    intelectual, creando de esta manera, barreras muy densas que le impiden penetrar en la realidad de

    su propio yo. En la mayora de los casos el orgullo es un mecanismo de defensa para encubrir algn

    aspecto desagradable de orden familiar, para ocultar las limitaciones de su formacin escolar, o

    mismo su posicionamiento frente a la sociedad, debido a la imagen que escogi de s mismo, del

    papel que desea desempear en la vida.

    Es preferible mirarnos de frente, con coraje y luchar por nuestra mejora, no en aquello que

    la sociedad estableci dentro de los lmites transitorios de los bienes materiales, sino en las

    adquisiciones interiores: los tesoros eternos que "la polilla no come ni el xido corroe".

    Orgulloso es aquel que imagina tener mritos y por ello debe ser estimado: Descartes.

    Scrates dijo: "El orgullo engendra al tirano. El orgullo, cuando intilmente ha llegado a

    acumular imprudencias y excesos, remontndose sobre el ms alto pinculo, se precipita en un

    abismo de males, del que no hay posibilidad de salir".

    El Egosmo nos mete en los problemas, el orgullo nos mantiene en ellos: Esopo.

    ********

    Vanidad

    La vanidad es consecuencia del orgullo y de l anda prxima.

    FACETAS MS COMUNES DE LA VANIDAD:

    1.- Presentacin personal exuberante (en el vestir, en los adornos usados, en la

    gesticulacin fingida, en el hablar demasiado).

    2.- Demostracin de cualidades intelectuales, sin ahorrarse referencia a su propia

    persona o algo que realiza.

    3.- Esfuerzo en recalcar los dotes fsicos, culturales o sociales, provocando

    notoria antipata en los dems.

    4.- Intolerancia con aquellos cuya condicin intelectual o social es ms humilde,

    haciendo referencias humillantes hacia ellos.

    5.- Aspiracin a cargos o posiciones de destaque que acenten las referencias

    respetuosas o elogiosas para su personalidad.

    6.- No reconoce su propia culpabilidad en las situaciones de descontento frente a

    los infortunios por los que pasa.

    7.- Obstruccin mental en la capacidad de autoanalizarse, no aceptando sus

    posibles faltas o errores, culpando vagamente a la suerte, a la infelicidad inmerecida o

    al azar.

    FUNDACIN ESPRITA DE VALLEDUPAR

    .."As es como el hombre, en un gran nmero de casos, es hacedor de sus

    propios infortunios, pero en vez de

    reconocerlo, encuentra ms sencillo y

    menos humillante para su vanidad, acusar a

    la suerte, a la Providencia, al mal xito, a su

    mala estrella, siendo as que su mala

    estrella es su incuria o su ambicin". Allan Kardec.- El Evangelio segn el

    Espiritismo. Captulo V: Bienaventurados los que lloran. Causas actuales de las aflicciones

  • El Esprita Vallenato - Edicin 50 - Junio del 2.010 Pg. 6/6

    La vanidad est, casi siempre, furtivamente presente dentro de nosotros. De ella los

    espritus inferiores se sirven para abrir caminos a las perturbaciones entre los propios amigos y

    familiares. La manifestacin de la vanidad en nuestro ntimo es muy sutil y no es pequeo el

    esfuerzo que debamos desarrollar en la vigilancia, para que no seamos vctimas de aquellas

    influencias que encuentran apoyo en ese defecto nuestro. De alguna forma y en diversa intensidad,

    contamos todos con una parcela de vanidad que puede estar manifestndose en nuestras

    motivaciones para realizar algo, lo cual es, hasta cierto punto, vlido. Entre tanto, el peligro reside

    en los excesos y en el desconocimiento de las fronteras entre los impulsos del idealismo por amor a

    una causa noble y los mpetus de destaque personal, caractersticos de la vanidad.

    La vanidad en cualquiera de sus manifestaciones, sea por la postura fsica, gestos

    estudiados, retrica al hablar, actitudes intempestivas, reacciones arrogantes, refleja, casi

    siempre, una deformacin de la posicin del individuo frente a los valores personales que la

    sociedad estableci. Es decir, la apariencia, los gastos, la verborrea cuanto ms artificial y

    exuberante, ms llama la atencin y eso agrada al intrprete, satisface su necesidad personal de

    ser observado, comentado, elogiado. En el fondo, el protagonista refleja en esa apariencia, una

    inseguridad y una acentuada falta de afecto que existe en su interior, oriunda de muchos factores

    que se desencadenaron en la infancia y en la adolescencia. Fijaciones de imgenes que, cuando

    nio, identific en algunas personas aparentemente felices, exitosas, comentadas, admiradas, cuyos

    gestos y maneras de expresin fueron tomados como un modelo a seguir.

    El vanidoso, muchas veces, no percibe que lo es y vive desempeando un personaje que

    escogi. En su ntimo, es siempre bastante diferente de aquel que aparenta y de laguna forma esa

    dualidad le causa conflictos, puesto que sufre con esa situacin y siente la necesidad de encontrase

    consigo mismo, aunque muchas veces no sepa cmo hacerlo.

    Lo ms perjudicial en todo eso es que las fijaciones mentales en los personajes escogidos

    pueden establecer y conducir a enormes bloqueos del sentimiento, llevando las criaturas a asumir un

    carcter endurecido, insensible, de actitudes fras y groseras. El individuo interesado en la

    Transformacin ntima tendr all un extraordinario campo de reflexin, de anlisis tranquilo para

    profundizar hasta encontrar las races que generaron aquellas deformaciones, al mismo tiempo que

    necesita identificar sus caractersticas autnticas, su verdadero modo de ser, para entonces

    despojarse del ropaje ficticio que utilizaba y colocarse el ropaje propio de una manera madura,

    asumiendo en su fuero ntimo la disposicin de mejorar siempre.

    Sntesis del Manual Prctico del Esprita de Ney Prieto Peres, Editorial Rivail Santa fe de Bogot, 1955.

    ************************

    Reserva un breve tiempo entre tus deberes para apreciar la belleza.

    *

    Despierta temprano, a fin de acompaar el nacer del da, embriagndote con la pujanza de la luz.

    Camina por un bosque silenciosamente, aspirando el aire de la naturaleza.

    Anda en una playa desierta y reflexiona sobre la grandeza del mar.

    Contempla una noche estrellada y hazte silenciosas interrogaciones.

    *

    Una persona que parece muy bien informada, muchas veces tiene solamente un conocimiento superficial, aparentando ms de lo que sabe.

    *

    Contempla una rosa en pleno florecimiento. Detente al lado de un nio inocente. Conversa con un anciano tranquilo

    brete hacia la belleza que hay en todo y adrnate con ella.

    Vida Feliz. Joanna de Angelis. Mensaje 117.

    CAMPAA DE DIVULGACIN DEL ESPIRITISMO

    FUNDACIN ESPRITA DE VALLEDUPAR

  • El Esprita Vallenato - Edicin 50 - Junio del 2.010 Pg. 6/6

    R E C O M E N D A C I O N E S:

    1.-IMAGINACIN Y CONDICIONAMIENTO DEL ORGANISMO:

    Siendo los defectos propios del ser inteligente, las recomendaciones para combatirlos deben

    ser ms inteligentes y transcendentales. Todo vicio y todo defecto tienen una incidencia econmica

    y por lo tanto una exigencia en el trabajo o en la violacin de la ley para conseguir los recurso

    necesarios para satisfacerlos. Pensemos e imaginmonos amados por lo que somos y no por lo que

    tenemos. Hagamos el ejercicio mental e interrogumonos si todo el aprecio que recibimos fuera el

    mismo de no tener como dar algo material a cambio.

    2.- TENDENCIA REENCARNATORIA:

    Muchos de los defectos tienen origen en nuestro paso por el reino animal, donde el instinto de

    conservacin de las especies los dot de ciertas habilidades para atraer al sexo opuesto y as originar

    las uniones y las reproducciones, o para defender a la manada. Al llegar al reino hominal ya dotados

    de inteligencias, el ser humano usa estas estrategias para dominar, creando as las diferencias, las

    injusticias, los desequilibrios, la desarmona. Usemos la inteligencia y el conocimiento de la

    evolucin del espritu a travs de las mltiples encarnaciones para aplicar la ley de amor, justicia y

    caridad, en saber que todo dao que hagamos es a nosotros mismo a quienes lo hacemos.

    3.- PERSUASIN DE LAS COMPAAS VISIBLES O INVISIBLES:

    De acuerdo a como escojamos las compaas visibles sern las invisibles, los seres espirituales

    se unen a nosotros por afinidad, de acuerdo a nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras

    acciones. Amando a todos los semejantes, compartiendo con los afines y mejores que nosotros

    moralmente, podemos ayudar con el ejemplo, con consejos y con nuestras oraciones a los que

    amamos pero que an se encuentran rezagados en el campo espiritual.

    FUNDACIN ESPRITA DE VALLEDUPAR

    Hagmonos el examen de conciencia

    sobre lo que nos ha producido las

    amistades por conveniencia; las polticas,

    las econmicas, las sociales, raciales, etc.,

    y comparmoslas con aquellas de las que

    nos hemos alejado o hemos abandonado

    por las mismas razones. Si hay un

    remordimiento, quiere decir que estamos

    dando pasos hacia lo transcendental, hacia

    la espiritualidad; si an creemos que es

    preferible los beneficios y placeres

    ilusorios y momentneos, debemos

    esperar a que la vida, el dolor y los

    sufrimientos hagan la ciruga en nuestro

    ser consciente.

  • LEER PARA CIMENTAR SUS PROPSITOS:

    Allan Kardec.- El Libro de los Espritus.- Captulo XII.- Perfeccin moral. Preguntas 907 a 912.- De las pasiones.

    907. Puesto que el principio de las pasiones est en la naturaleza, es malo en s

    mismo?

    No, la pasin consiste en el exceso unido a la voluntad; porque el principio ha sido

    dado al hombre para el bien, y ellas pueden conducirle a grandes cosas. El abuso que se

    hace de las pasiones es lo que causa el mal.

    908. Cmo puede fijarse el lmite donde cesan las pasiones de ser buenas o

    malas?

    Las pasiones son como un caballo que es til, cuando est gobernado; pero

    peligroso cuando es l el que gobierna. Reconoced, pues, que una pasin se hace perniciosa

    desde el momento en que cesis de poderla gobernar y origina un perjuicio cualquiera, ya a

    vosotros, ya a otro.

    Las pasiones son palancas que duplican las fuerzas del hombre, y le ayudan a cumplir las miras de la Providencia, pero si en vez de dirigirlas, el hombre se deja dirigir por ellas, cae en el exceso, y la fuerza que en su mano poda hacer el bien, se vuelve contra l y lo aplasta.

    Todas las pasiones tienen su principio en un sentimiento o necesidad natural. El principio de las pasiones no es, pues, un mal, puesto que se apoya en una de las condiciones providenciales de nuestra existencia. La propiamente dicha, es la exageracin de una necesidad o de un sentimiento; reside en el exceso, no en la causa, y semejante exceso se convierte en mal cuando da como consecuencia un mal cualquiera. Toda pasin que aproxima al hombre a la naturaleza animal le aleja de la espiritual.

    Todo sentimiento que eleva al hombre por encima de la naturaleza animal, revela el predominio del espritu sobre la materia y la proximidad de la perfeccin.

    909. El hombre podra con sus esfuerzos vencer siempre sus malas pasiones?

    S, y a veces con pequeos esfuerzos. Lo que le falta es voluntad. Ah, cun pocos

    sois los que hacis esfuerzos!

    910. Puede hallar el hombre en los espritus una asistencia eficaz para vencer

    las pasiones?

    Si lo pide sinceramente a Dios y a su buen genio, los espritus buenos vendrn sin

    duda a ayudarle, porque esta es su misin. (459)

    911. No hay pasiones tan vivas e irresistibles, que la voluntad es impotente para

    vencerlas?

    Muchas personas hay que dicen: Lo quiero; pero la voluntad no les pasa de los

    labios, lo quieren, y estn muy contentos de que no suceda. Cuando se cree no poder vencer

    sus pasiones, es porque el espritu, a causa de su inferioridad, se complace en ellas. El que

    procura reprimirlas comprende su naturaleza espiritual y el vencerlas es para l un triunfo

    del espritu sobre la materia.

    912. Cul es el medio ms eficaz para combatir el predominio de la naturaleza

    corporal?

    Hacer abnegacin de s mismo.

  • Allan Kardec.- El Evangelio segn el Espiritismo. Captulo IX: Bienaventurados los Mansos y los Pacificadores. La Clera.

    9. El orgullo os conduce a creeros ms de lo que sois, a no poder sufrir una

    comparacin que pueda rebajaros, a veros, por el contrario, de tal modo por encima de

    vuestros hermanos, sea como genio, sea como posicin social, sea tambin como ventajas

    personales, que el menor paralelo os irrita y os resiente; y qu sucede entonces? Que os

    entregis a la clera.

    Buscad el origen de esos accesos de demencia pasajera que os asimilan al bruto,

    hacindoos perder la sangre fra y la razn; buscad y encontraris casi siempre por base el

    orgullo resentido. Acaso no es el orgullo resentido por una contradiccin el que os hace

    desechar las observaciones justas, el que os hace rechazar con clera los ms sabios

    consejos? Aun la impaciencia que causan las contrariedades, a menudo pueriles, son

    ocasionadas por la importancia que se da a la personalidad ante la cual se cree que todo

    debe doblarse.

    En su frenes, el hombre encolerizado la pega con todo, con la naturaleza bruta, con

    los objetos inanimados, que rompe porque no le obedecen. Ah! si en esos momentos

    pudiera mirarse con sangre fra, se horrorizara de s mismo, se contemplara muy ridculo!

    Con esto puede juzgar de la impresin que debe producir a los dems.

    Aun cuando no fuese ms que por respeto a s mismo, debera esforzarse en vencer

    una inclinacin que le hace objeto de piedad.

    Si pensase que la clera no remedia nada, que altera su salud y aun compromete su

    vida, vera que es la primera vctima de ella; pero otra consideracin debera sobre todo

    detenerle, y es la de pensar que hace desgraciados a todos los que le rodean; si tiene

    corazn, no es un remordimiento para l hacer sufrir a los seres que ms ama? Y qu

    sentimiento tan mortal, si en un acceso de arrebato cometiese un acto que tuviera que

    reprocharse toda la vida!

    En conclusin, la clera no excluye ciertas cualidades del corazn; pero impide

    hacer mucho bien y puede contribuir a que se haga mucho mal; esto debe bastar para

    excitar a que se hagan esfuerzos para dominarla. El espiritista, adems, es inducido por otro

    motivo, cual es el de que es contraria a la caridad y la humildad cristianas. (Un Espritu

    protector. Bordeaux, 1863).

    10. Segn la idea muy falsa de que uno no puede reformar su propia naturaleza, el

    hombre se cree dispensado de hacer esfuerzos para corregirse de los defectos en los que se

    complace voluntariamente, o que exigiran demasiada perseverancia; as es, por ejemplo,

    que el hombre inclinado a la clera se excusa casi siempre con su temperamento, achaca la

    falta a su organismo, acusando de este modo a Dios, de sus propios defectos. Esto es

    tambin una consecuencia del orgullo que se encuentra mezclado en todas sus

    imperfecciones.

    Sin duda hay temperamentos que se prestan ms que otros a los actos violentos,

    como hay msculos ms flexibles que se prestan mejor a movimientos de fuerza, pero que

    no creis que sta sea la causa primera de la clera y estad persuadidos de que un espritu

  • pacfico, aun cuando estuviese en un cuerpo bilioso, siempre ser pacfico, y que un espritu

    violento, en un cuerpo linftico, no ser ms dcil; slo que la violencia tomar otro

    carcter, no teniendo un organismo propio para secundar su violencia, la clera se

    concentrar, y en otro caso ser expansiva.

    El cuerpo no da la clera al que no la tiene, as como tampoco los otros vicios; todos

    los vicios y todas las virtudes son inherentes al espritu; sin esto, en dnde estara el mrito

    y la responsabilidad? El hombre contrahecho no puede enderezarse porque el espritu no

    toma parte en esto, pero puede modificar lo que es del espritu cuando tiene para ello una

    firme voluntad. No os prueba la experiencia, espiritista, hasta dnde puede llegar el poder

    de la voluntad, por las transformaciones verdaderamente milagrosas que veis operarse?

    Decid, pues, que "el hombre slo es vicioso porque quiere serlo"; pero que el que quiere

    corregirse, siempre puede hacerlo. De otro modo la ley del progreso no existira para el

    hombre. (Hanhemann. Pars, 1863).

    Allan Kardec.- El Evangelio segn el Espiritismo. Captulo V: Bienaventurados los que lloran. Causas actuales de las aflicciones

    4. Las vicisitudes de la vida son de dos clases, o si se quiere, tienen dos orgenes

    muy diferentes que conviene distinguir: las unas tienen la causa en la vida presente, y las

    otras fuera de esta vida.

    Remontndonos al origen de los males terrestres, se reconocer que muchos son

    consecuencia natural del carcter y de la conducta de aquellos que los sufren. Cuntos

    hombres caen por su propia falta! - Cuntos son vctimas de su imprevisin, de su orgullo y

    de su ambicin! - Cuntas personas arruinadas por falta de orden, de perseverancia, por no

    tener conducta o por no haber sabido limitar sus deseos! -Cuntas uniones desgraciadas,

    porque slo son clculo del inters o de la vanidad, y en las que para nada entra el corazn!

    - Cuntas disensiones y querellas funestas se hubieran podido evitar con ms moderacin y

    menos susceptibilidad! - Cuntas enfermedades y dolencias son consecuencia de la

    intemperancia y de los excesos de todas clases! - Cuntos padres son desgraciados por sus

    hijos porque no combatieron las malas tendencias de stos en su principio! Por debilidad o

    indiferencia han dejado desarrollar en ellos los grmenes del orgullo, del egosmo y de la

    torpe vanidad que secan el corazn, y ms tarde, recogiendo lo que sembraron, se admiran

    y se afligen de su falta de deferencia y de su ingratitud. Pregunten framente a conciencia

    todos aquellos que tienen herido el corazn por las vicisitudes y desengaos de la vida;

    remntense paso a paso al origen de los males que les afligen, y vern si casi siempre

    podrn decirse: "Si yo hubiese o no hubiese hecho tal cosa, no me encontrara en tal

    posicin". A quin debe, pues, culparse de todas estas aflicciones, sino a s mismo? As es

    como el hombre, en un gran nmero de casos, es hacedor de sus propios infortunios, pero

    en vez de reconocerlo, encuentra ms sencillo y menos humillante para su vanidad, acusar a

    la suerte, a la Providencia, al mal xito, a su mala estrella, siendo as que su mala estrella es

    su incuria o su ambicin.

  • Los males de esta clase seguramente forman un contingente muy notable en las

    vicisitudes de la vida; pero el hombre los evitar cuando trabaje para su mejoramiento

    moral tanto como para su mejoramiento intelectual.

    5. La ley humana alcanza a ciertas faltas y las castiga; el condenado puede, pues,

    decir que sufre la consecuencia de lo que ha hecho; pero la ley no alcanza ni puede alcanzar

    a todas las faltas; castiga ms especialmente aquellas que causan perjuicio a la sociedad y

    no aquellas que daan a los que las cometen. Sin embargo, Dios quiere el progreso de todas

    las criaturas; por esto no deja impune ningn desvo del camino recto; no hay una sola falta,

    por ligera que sea, una sola infraccin a su ley, que no tenga consecuencias forzosas e

    inevitables, ms o menos desagradables; de donde se sigue que, tanto en las cosas pequeas

    como en las grandes, el hombre es siempre castigado por donde ha pecado. Los

    sufrimientos, que son su consecuencia, le advierten de que ha obrado mal, le sirven de

    experiencia, le hacen sentir la diferencia del bien y del mal y la necesidad de mejorarse para

    evitar en lo sucesivo lo que ha sido para l origen de pesares; sin esto no hubiera tenido

    ningn motivo de corregirse; confiando en la impunidad, retardara su adelanto, y por

    consiguiente su felicidad futura.

    Pero la experiencia viene algunas veces un poco tarde, cuando la vida est gastada y

    turbada, cuando las fuerzas estn debilitadas y cuando el mal no tiene remedio. Exclama el

    hombre: Si al principio de la vida hubiese sabido lo que s ahora, cuntos pasos falsos

    hubiera evitado! "Si tuviera que empezar ahora", me conducira de muy distinto modo,

    pero ya no es tiempo! As como el operario perezoso dice: He perdido mi jornal, l tambin

    dice: He perdido mi vida; pero as como para el jornalero el sol sale al da siguiente y

    empieza un nuevo da que le permite reparar el tiempo perdido, tambin para l, despus de

    la noche de la tumba, resplandecer el sol de una nueva vida en la que podr valerle la

    experiencia del pasado y sus buenas resoluciones para el porvenir.