el ejercicio y la actividad fisica en el adulto mayor - acsm

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“El ejercicio y la actividad física en los adultos mayores”. Med. Sci. Sports. Exerc. 30(6), 992-1008, 1998 1 Medicine & Science in Sports & Exercise ® Volumen 30, Número 6 1998 Pronunciamiento El ejercicio y la actividad física en los adultos mayores Este pronunciamiento fue escrito por el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM por sus siglas en inglés) por Robert S. Mazzeo, Ph. D., FACSM (Director), Peter Cavanagh, Ph.D., FACSM, William J. Evans, Ph.D., FACSM, Maria Fiatarone, Ph.D., James Hagberg, Ph.D., FACSM, Edward McAuley, Ph.D. y Jill Startzell, Ph.D. Este documento fue traducido al español por el M.Sc. José Moncada Jiménez (Escuela de Educación Física y Deportes, Universidad de Costa Rica) y la Licda. Ana Victoria Mora Rojas (Universidad de Costa Rica). Se agradece la revisión de la traducción a Luis F. Aragón-Vargas, Ph.D., FACSM, Sandra M. Mahecha Matsudo, Ph.D., FACSM, Calvin Illescas, MD, FACSM, y a Hernan Delmonte, MD, FACSM. RESUMEN Pronunciamiento del ACSM (Colegio Americano de Medicina del Deporte) sobre El ejercicio y la actividad física en los adultos mayores. Med. Sci. Sports. Exerc., Vol. 30, No. 6, pp.992-1008, 1998. Aproximadamente, en el año 2030, solo en Estados Unidos, el número de personas mayores de 65 años será de 70 millones. El sector de la población que aumentará con más rapidez será el de quienes tienen 85 años o más. Conforme crece la cantidad de adultos mayores, es imperativo definir hasta qué punto y los mecanismos mediante los cuales el ejercicio y la actividad física pueden mejorar la salud, la capacidad funcional, la calidad de vida y la independencia de la población mayor. El envejecimiento es un proceso complejo que involucra muchas variables, tales como factores genéticos, estilo de vida y enfermedades crónicas, que al interactuar entre sí influyen significativamente en la forma de envejecer. La participación regular en actividades físicas, tanto aeróbicas como de fortalecimiento, genera una serie de respuestas favorables que propician un envejecimiento sano. En los últimos tiempos, se ha aprendido mucho acerca de la adaptabilidad de diversos sistemas biológicos, así como de las maneras en que el ejercicio regular influye en ellos. La participación en un programa regular de ejercicio es una modalidad eficaz para evitar algunas de las enfermedades que se asocian con el envejecimiento. Además, la capacidad de entrenamiento de los individuos mayores, incluyendo a los octogenarios y nonagenarios, es evidente en su habilidad para adaptarse y responder al entrenamiento de resistencia y de fortalecimiento. El entrenamiento de resistencia ayuda a mantener y mejorar varios aspectos del funcionamiento cardiovascular, como los que se miden por el VO 2 , el rendimiento cardiaco, y la diferencia arteriovenosa de O 2 , así como un aumento en el rendimiento por debajo de la capacidad máxima. Es de gran importancia que las disminuciones de los factores de riesgo que se asocian con niveles de enfermedad como enfermedades del corazón, diabetes, etc., mejoran la salud y contribuyen con el incremento de las expectativas de vida. El entrenamiento de fortalecimiento ayuda a compensar la pérdida de masa muscular y de fuerza que por lo general se asocia con el envejecimiento normal. Entre los beneficios adicionales que se derivan del ejercicio regular se incluyen una mejoría en las condiciones óseas y como consecuencia, un riesgo menor de padecer de osteoporosis; una mejoría en la estabilidad postural y por lo tanto, una disminución en la posibilidad de caerse, herirse y fracturarse y finalmente, un aumento en la flexibilidad y en el rango de movimiento. Aunque

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Pronunciamiento del ACSM (Colegio Americano de Medicina del Deporte) sobre El ejercicio y la actividad física en los adultos mayores. Med. Sci. Sports. Exerc., Vol. 30, No. 6, pp.992-1008, 1998. Aproximadamente,en el año 2030, solo en Estados Unidos, el número de personas mayores de 65 años será de 70 millones. Elsector de la población que aumentará con más rapidez será el de quienes tienen 85 años o más. Conforme crecela cantidad de adultos mayores, es imperativo definir hasta qué punto y los mecanismos mediante los cuales elejercicio y la actividad física pueden mejorar la salud, la capacidad funcional, la calidad de vida y laindependencia de la población mayor.

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  • El ejercicio y la actividad fsica en los adultos mayores. Med. Sci. Sports. Exerc. 30(6), 992-1008, 1998 1

    Medicine & Science in Sports & Exercise

    Volumen 30, Nmero 61998Pronunciamiento

    El ejercicio y la actividad fsica en los adultos mayores

    Este pronunciamiento fue escrito por el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM por sus siglas en ingls) porRobert S. Mazzeo, Ph. D., FACSM (Director), Peter Cavanagh, Ph.D., FACSM, William J. Evans, Ph.D., FACSM, MariaFiatarone, Ph.D., James Hagberg, Ph.D., FACSM, Edward McAuley, Ph.D. y Jill Startzell, Ph.D.

    Este documento fue traducido al espaol por el M.Sc. Jos Moncada Jimnez (Escuela de Educacin Fsica yDeportes, Universidad de Costa Rica) y la Licda. Ana Victoria Mora Rojas (Universidad de Costa Rica). Seagradece la revisin de la traduccin a Luis F. Aragn-Vargas, Ph.D., FACSM, Sandra M. Mahecha Matsudo,Ph.D., FACSM, Calvin Illescas, MD, FACSM, y a Hernan Delmonte, MD, FACSM.

    RESUMEN

    Pronunciamiento del ACSM (Colegio Americano de Medicina del Deporte) sobre El ejercicio y la actividadfsica en los adultos mayores. Med. Sci. Sports. Exerc., Vol. 30, No. 6, pp.992-1008, 1998. Aproximadamente,en el ao 2030, solo en Estados Unidos, el nmero de personas mayores de 65 aos ser de 70 millones. Elsector de la poblacin que aumentar con ms rapidez ser el de quienes tienen 85 aos o ms. Conforme crecela cantidad de adultos mayores, es imperativo definir hasta qu punto y los mecanismos mediante los cuales elejercicio y la actividad fsica pueden mejorar la salud, la capacidad funcional, la calidad de vida y laindependencia de la poblacin mayor. El envejecimiento es un proceso complejo que involucra muchasvariables, tales como factores genticos, estilo de vida y enfermedades crnicas, que al interactuar entre sinfluyen significativamente en la forma de envejecer. La participacin regular en actividades fsicas, tantoaerbicas como de fortalecimiento, genera una serie de respuestas favorables que propician un envejecimientosano. En los ltimos tiempos, se ha aprendido mucho acerca de la adaptabilidad de diversos sistemas biolgicos,as como de las maneras en que el ejercicio regular influye en ellos.La participacin en un programa regular de ejercicio es una modalidad eficaz para evitar algunas de lasenfermedades que se asocian con el envejecimiento. Adems, la capacidad de entrenamiento de los individuosmayores, incluyendo a los octogenarios y nonagenarios, es evidente en su habilidad para adaptarse y responder alentrenamiento de resistencia y de fortalecimiento. El entrenamiento de resistencia ayuda a mantener y mejorarvarios aspectos del funcionamiento cardiovascular, como los que se miden por el VO2, el rendimiento cardiaco, yla diferencia arteriovenosa de O2, as como un aumento en el rendimiento por debajo de la capacidad mxima. Esde gran importancia que las disminuciones de los factores de riesgo que se asocian con niveles de enfermedadcomo enfermedades del corazn, diabetes, etc., mejoran la salud y contribuyen con el incremento de lasexpectativas de vida. El entrenamiento de fortalecimiento ayuda a compensar la prdida de masa muscular y defuerza que por lo general se asocia con el envejecimiento normal. Entre los beneficios adicionales que se derivandel ejercicio regular se incluyen una mejora en las condiciones seas y como consecuencia, un riesgo menor depadecer de osteoporosis; una mejora en la estabilidad postural y por lo tanto, una disminucin en la posibilidadde caerse, herirse y fracturarse y finalmente, un aumento en la flexibilidad y en el rango de movimiento. Aunque

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    no es tan abundante, la evidencia tambin sugiere que, adems, el ejercicio regular proporciona ciertosbeneficios psicolgicos que se relacionan con la preservacin de la funcin cognitiva, el alivio de los sntomasdepresivos y de la conducta y una mejora en el autocontrol y la auto eficacia.Es importante mencionar que a pesar de que la actividad fsica no siempre produce aumentos en los marcadoresdel rendimiento psicolgico y de la condicin fsica en los adultos mayores, por ejemplo, el VO2mx, la capacidadde oxidacin mitocondrial, la composicincorporal, s mejora la salud, disminuye el riesgo de enfermedad ymejora la capacidad funcional. Por lo tanto, los beneficios que se asocian con la actividad fsica regular y elejercicio, propician un estilo de vida ms saludable e independiente, lo cual mejora de forma significativa lacapacidad funcional y la calidad de vida de la poblacin mayor.

    INTRODUCCIN

    El envejecimiento es un proceso complejo que involucra muchas variables tales como factoresgenticos, estilo de vida y enfermedades crnicas, que al interactuar entre s influyen en la manera deenvejecer. La participacin en actividades fsicas regulares, tanto aerbicas como de fortalecimiento,genera respuestas favorables que propician un envejecimiento saludable. En los ltimos tiempos, se haaprendido mucho acerca de la adaptabilidad de diversos sistemas biolgicos y de las maneras en que elejercicio regular influye en ellos.

    A pesar de que no es posible generalizar con respecto a la influencia del ejercicio y de laactividad fsica en el envejecimiento, este pronunciamiento se centrar en cinco reas principalesimportantes. Entre ellas se incluyen: (I) las respuestas cardiovasculares al ejercicio agudo y al crnico;(II) las implicaciones del entrenamiento de fortalecimiento, la masa muscular y la densidad sea; (III)la estabilidad postural, la flexibilidad y la prevencin de cadas; (IV) el papel del ejercicio en la funcinpsicolgica y (V) el ejercicio para los ms ancianos y dbiles.

    Se estima que aproximadamente en el ao 2030, solo en Estados Unidos, el nmero de personasmayores de 65 aos ser de 70 millones; el sector de la poblacin que crecer con ms rapidez ser elde quienes tienen 85 aos o ms. Conforme crece la cantidad de adultos mayores, es imperativodeterminar hasta qu punto y los mecanismos mediante los cuales el ejercicio y la actividad fsicamejoran la salud, la capacidad funcional, la calidad de vida y la independencia en los adultos mayores.

    FUNCIONAMIENTO CARDIOVASCULAR

    Las respuestas cardiovasculares al ejercicio en adultos mayores saludables. El consumo mximode oxgeno (VO2mx), un ndice de la funcin cardiovascular mxima (CV), disminuye entre un 5% y un15% por dcada despus de los 25 aos (89). Los descensos tanto en el gasto cardiaco mximo comoen la diferencia arteriovenosa de O2 mxima, contribuyen con la reduccin del VO2mx que se asociacon la edad (66,170,191,225 La frecuencia cardiaca mxima desciende de 6 a 10 latidos por minuto pordcada y causa la mayora de la disminucin del gasto cardiaco mximo que se asocia con la edad(66,170,180,225). La mayora, pero no toda la evidencia, tambin indica que los adultos mayorestienen volmenes de eyeccin menores durante el ejercicio mximo (170,225). No obstante, es claroque los adultos mayores cuentan con el mecanismo de Frank-Starling para incrementar el volumen deeyeccin durante el ejercicio mximo, como lo demuestra el aumento en el volmen de fin de distole(66,191). Por el contrario, el plasma, los glbulos rojos y el volmen sanguneo total son menores enlos adultos mayores (41). Los adultos mayores tienen el llenado diastlico temprano disminuido enreposo y durante el ejercicio, en comparacin con los adultos jvenes, tal vez, debido a la reduccin enla distensibilidad del ventrculo izquierdo (120,153). Como resultado, los adultos mayores cuentan conun llenado diastlico auricular tardo en una mayor proporcin que los adultos jvenes tanto en reposo

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    como durante el ejercicio. Por lo general, los volmenes sistlicos finales durante el ejercicio mximoson tambin mayores en los adultos mayores, lo que ocasiona una fraccin de eyeccin disminuida(66,191,225). Adems, la contractilidad ventricular izquierda parece reducirse en los adultos mayoresdurante el ejercicio mximo en comparacin con los adultos jvenes (66). La presin sangunea y laresistencia vascular sistmica son tambin mayores durante el ejercicio mximo en los adultos mayoresen comparacin con los adultos jvenes (66). Con frecuencia, los hombres y las mujeres mayorespresentan respuestas cardiovasculares de calidad similar ante el ejercicio mximo. No obstante, duranteel ejercicio mximo, las mujeres mayores tienen la presin sistlica y cardiaca y los ndices de fin dedistole y de volumen de eyeccin ms bajos, as como la resistencia vascular sistmica ms alta(66,191).

    La cantidad y la calidad de las respuestas cardiovasculares de los adultos mayores al ejerciciopor debajo de su capacidad mxima son, en la mayora de los casos similares a las de los adultosjvenes. La frecuencia cardiaca en la misma carga relativa de trabajo ( mismo porcentaje de VO2mx)es inferior en los adultos mayores en comparacin con los adultos jvenes (66,170,191). Por otra parte,las respuestas de la frecuencia cardiaca en los adultos jvenes y en los mayores son parecidas en lamisma carga absoluta de trabajo (la misma velocidad al caminar o resistencia en un ergmetro-estacionario). El gasto cardiaco en la misma tasa de trabajo relativa es menor en los adultos mayores(66,170). El gasto cardiaco en la misma tasa absoluta de trabajo es de cierta forma inferior en losadultos mayores, mientras que la diferencia arteriovenosa de O2 tiende a ser un tanto ms alta.(170,225). Adems, los adultos mayores tambin tienen volumen de eyeccin menores que los adultosjvenes con las mismas intensidades de ejercicio relativo y absoluto (170,225). Por lo general, laspresiones sanguneas son ms altas en ambos con la misma proporcin de trabajo absoluto y relativo enlos adultos mayores en comparacin con los adultos jvenes (170,225). Adems, estos aumentos en lapresin sangunea que se dan con la edad son ms intensos en las mujeres (170). Tambin, aunque laresistencia perifrica total disminuye con el ejercicio de intensidad progresiva tanto en los adultosmayores como en los ms jvenes, con frecuencia la resistencia perifrica total es ms alta en losadultos mayores en comparacin con los adultos jvenes con el mismo ritmo de trabajo absoluto yrelativo, en particular en las mujeres mayores (170).

    Entrenamiento de ejercicios de resistencia aerbica y sistema CV en adultos mayoressaludables. Aunque los informes anteriores indicaban lo contrario, ahora est claro que los adultosmayores generan los mismos aumentos entre el 10 y el 30% en el VO2mx con el entrenamientoprolongado de ejercicios de resistencia que los adultos jvenes (82,83,109,202). Al igual que con losadultos jvenes, la magnitud del incremento en el VO2mx en los adultos mayores es tambin unafuncin de la intensidad del entrenamiento, ya que un entrenamiento de intensidad leve producecambios mnimos o no produce cambios del todo (83,202,205). En un principio, el aumento en elVO2mx debido al entrenamiento en los adultos mayores se atribuy solamente al incremento de ladiferencia arteriovenosa de O2 mximo (202). Sin embargo, a pesar de que este podra ser el caso de lasmujeres mayores (ver abajo), es evidente que los hombres mayores producen adaptaciones CVcentrales que contribuyen al incremento en el VO2mx debido al entrenamiento(51,69,198,204,216,225).

    Recientes estudios transversales y longitudinales de intervencin indican que los hombresmayores entrenados con ejercicio cuentan con el mecanismo de Frank-Starling en forma de unaumento en el volumen diastlico final ventricular izquierdo para aumentar su volumen de eyeccinmximo, su gasto cardiaco mximo, y su VO2mx con el entrenamiento fsico(51,69,198,204,216,225).Al igual que en los adultos jvenes, la expansin del plasma y los volmenes sanguneos totales

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    podran contribuir a incrementos inducidos por el entrenamiento en el volumen diastlico finalmximo, el volumen sistlico, el gasto cardiaco y el VO2mx en los hombres mayores (31). Algunosestudios tambin indican mejoras tanto en reposo como durante el ejercicio en las caractersticas delllenado diastlico en los hombres mayores con el entrenamiento de ejercicios (69,120,215). Estasmejoras contrarrestan los efectos del envejecimiento, debido a que hay un incremento en la calidaddel llenado diastlico temprano, contrariamente al llenado que se asocia con la contraccin auriculartarda en distole. Adems, algunos estudios indican que el estado inotrpico ventricular izquierdomejora en los hombres que entrenan con el ejercicio, lo que podra tambin contribuir con el aumentoen su volumen de eyeccin mximo (51,198,225). Adems, existe evidencia de que la rigidez arteriales menor en los adultos mayores con entrenamiento aerbico de resistencia o en individuos con mejorcondicin fsica (239), lo cual posiblemente disminuye la poscarga y ayuda a incrementar su volumende eyeccin mximo.

    En contraste, mientras que las mujeres generan los mismos aumentos en el VO2mx con elejercicio de entrenamiento al igual que los hombres, el aumento en su VO2mx parece ser el resultadonicamente de una gran diferencia arteriovenosa de O2, debido a que no han mostrado aumentos,producto del ejercicio, en la masa ventricular izquierda, en el gasto cardiaco, el volumen de eyeccin oel volumen diastlico final durante el ejercicio mximo (215-217). Adems, las caractersticas delllenado diastlico ventricular izquierdo no mejoran con el entrenamiento de ejercicio en las mujeresmayores (215). Sin embargo, hay evidencia de que el ejercicio de entrenamiento prolongado e intensopuede ocasionar las mismas adaptaciones CV centrales en las mujeres que son evidentes en loshombres mayores (145).

    Cierta evidencia indica que mantener niveles altos de entrenamiento fsico provoca unadisminucin en la tasa de prdida del VO2mx con la edad en los adultos mayores (105,193,215). Por logeneral, estos estudios presentan una tasa reducida de prdida que se expresa como un porcentaje delvalor inicial del VO2mx, el cual podra ser un artefacto del VO2mx inicialmente ms alto de los atletas.Por otra parte, la tasa de descenso del VO2mx para los atletas mayores de 70 aos que realizanentrenamiento de resistencia aerbica parece ser similar al de quienes son sedentarios, probablementecomo resultado de su incapacidad para mantener el mismo estmulo de entrenamiento de cuando eranjvenes (180).

    Efectos del entrenamiento fsico de resistencia aerbica en los factores de riesgo de enfermedadCV en los hombres y mujeres mayores saludables. Ya que la enfermedad CV es la causa principal demuerte en hombres y mujeres mayores, el efecto de los ejercicios de entrenamiento de resistenciaaerbica en los factores de riesgo de enfermedad CV es de suma importancia. Los estudiostransversales y de intervencin en los adultos mayores indican de manera consistente que elentrenamiento de ejercicios de resistencia aerbica se asocia con menores niveles de insulina en elplasma estimulada por la glucosa y por el ayuno, as como con la mejora en la tolerancia a la glucosa(si inicialmente estaba alterada) y la sensibilidad a la insulina (91,107,201,203,223,236). Los adultosmayores no obtienen las mismas mejoras en los niveles de insulina y en la sensibilidad a la insulinamediante el ejercicio agudo como los adultos jvenes (38,194). Sin embargo, esto podra deberse aldescenso en sus capacidades de ejercicio y al resultante descenso del gasto calrico durante el ejercicioagudo, as como un nmero de das consecutivos del mismo ejercicio mejora los niveles de insulina y lasensibilidad a la insulina en los adultos mayores (38,194). Las mejoras en el metabolismo de laglucosa y de la insulina son evidentes en los adultos mayores antes de que ocurran cambios en el pesodel cuerpo o en la composicin corporal.

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    Parece que el entrenamiento fsico de resistencia aerbica disminuye el nivel de la presinsangunea de la misma forma en los adultos jvenes y en los adultos mayores hipertensos (79, 80), apesar de que ningn estudio se ha referido directamente a este aspecto. Un estudio en adultos mayoreshipertensos seal que el entrenamiento al 50% del VO2mx redujo la presin sangunea igual o ms queel entrenamiento al 70% del VO2mx (83). En un segundo estudio sobre adultos mayores hipertensos elentrenamiento al 40-50% del VO2mx disminuy la presin sangunea, a pesar de que el entrenamientoal 50-60% del VO2mx redujo la presin sangunea un poco ms (205). Por lo tanto, parece que elentrenamiento entre ligero y moderado es efectivo para bajar la presin sangunea en los adultosmayores hipertensos.

    Por lo general, los datos mnimos disponibles apoyan la conclusin de que los adultos mayoresmejoran sus perfiles de lpidos de lipoprotenas del plasma con el entrenamiento fsico. No obstante,estos cambios podran ser secundarios en las reducciones inducidas por el entrenamiento en las reservasde grasa del cuerpo (106,200,203,223). Generalmente, las mejoras son similares a aquellas que sonevidentes en los adultos jvenes e incluyen aumentos en los niveles del colesterol HDL y HDL2 en elplasma y reducciones en los niveles de los triglicridos en el plasma y la proporcin del colesterol HDL(106,200,203,223),

    La composicin corporal tambin mejora con el entrenamiento de ejercicios de resistencia deforma parecida en los adultos mayores y en los adultos jvenes. El cambio ms consistente es unareduccin entre el 1 y el 4% en el porcentaje total de la grasa corporal con el entrenamiento deejercicios en los adultos mayores, an cuando se mantiene el peso corporal (82,83,200). Adems, unestudio seal que la grasa intraabdominal disminuy en un 25% en los adultos que perdieronsolamente 2.5 kg del peso corporal con el ejercicio de entrenamiento (199). Este descubrimiento esparticularmente importante para los hombres mayores ya que la grasa intraabdominal es el depsito degrasa que ms aumenta con la edad y se asocia con otros factores de riesgo de enfermedad CV.

    Impacto de las enfermedades asociadas con la edad en las respuestas CV al ejercicio. La mayorade las enfermedades cardiovasculares prevalecen mucho ms en los adultos mayores. Adems, unnmero de otras morbilidades que aumentan con la edad, incluyendo la diabetes y la obesidad, puedenafectar tambin la respuesta CV de un adulto al ejercicio. Ahora est claro que muchas de lasmanifestaciones iniciales de las diferencias en la funcin CV en reposo y durante el ejercicio entre losadultos mayores y jvenes fueron posiblemente el resultado de la gran prevalencia de enfermedad CVen los individuos mayores (24, 181). Los adultos mayores con enfermedad CV tienen reduccionesmayores en el VO2mx y en el gasto cardiaco mximo en comparacin con sus compaeros saludables.Como resultado, los adultos mayores con enfermedad CV por lo general tienen respuestas mayores dela frecuencia cardiaca y de la presin sangunea en la misma intensidad de ejercicio absoluto que suscompaeros sanos, mientras que su volumen de eyeccin es, por lo general, ms bajo y su diferenciaarteriovenosa de O2 es ms alta. En el ejercicio mximo, los individuos con enfermedad CV tambintienen contractilidad ventricular izquierda disminuida, como indicaron sus bajas fracciones deeyeccin.

    Entrenamiento fsico de resistencia aerbica y el sistema CV en los adultos mayores conenfermedades CV. Aparentemente, los pacientes mayores con enfermedad CV obtienen las mismasadaptaciones CV beneficiosas con el entrenamiento de ejercicios que los pacientes ms jvenes (1-4,117,243). Entre estos cambios se incluyen disminuciones en la frecuencia cardiaca en reposo ydurante el ejercicio por debajo del nivel mximo y descensos en otras respuestas fisiolgicas durante elejercicio por debajo del nivel mximo con la misma intensidad absoluta de ejercicio. Al igual que en

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    los pacientes jvenes con enfermedad CV, todos estos cambios se combinan para incrementar elumbral de la angina y la depresin del segmento S-T con una intensidad absoluta de ejercicio ms alta.Se desconoce si el estmulo que produce el entrenamiento fsico de alta intensidad en las adaptacionesCV centrales en los pacientes jvenes con enfermedad CV (50,81) tiene el mismo efecto en lospacientes mayores. Sin embargo, esta informacin podra tener poco impacto clnico si pocos pacientesmayores eligieran o se les recomendara seguir un programa como el mencionado. Los datos mnimosdisponibles indican que los pacientes mayores masculinos y femeninos con enfermedad CV respondenal entrenamiento fsico con adaptaciones CV similares (3). Los pacientes mayores con enfermedad CVtambin parecen mejorar un nmero de factores de riesgo de enfermedad CV con el entrenamiento deejercicios, incluyendo reducciones en el peso corporal, en la grasa corporal y en el colesterol LDL en elplasma y en los niveles de triglicridos, as como un aumento en los niveles del colesterol HDL en elplasma (4,117,243).

    Contraindicaciones de la prueba de esfuerzo y del entrenamiento fsico. Las contraindicaciones dela prueba de esfuerzo y del entrenamiento fsico para los hombres y las mujeres mayores son lasmismas que para los adultos ms jvenes (6). Las contraindicaciones absolutas principales queimposibilitan la prueba de esfuerzo son los cambios ECG recientes o infarto del miocardio, la anginainestable, las arritmias incontrolables, el bloqueo cardiaco de tercer grado y la falla cardiaca congestivaaguda (6). Las contraindicaciones relativas principales para la prueba de esfuerzo incluyen presionesarteriales elevadas, cardiomiopatas, enfermedad cardiaca valvular, ectopia ventricular compleja yenfermedades metablicas no controladas. Es de suma importancia recordar que la enfermedad CVsintomtica y asintomtica y las contraindicaciones absolutas y relativas que imposibilitan la prueba deesfuerzo prevalecen mucho ms en los adultos mayores. Adems, existe un aumento en la prevalenciade las enfermedades asociadas en los adultos mayores que afectan la funcin CV, entre las que seincluyen la diabetes, la hipertensin, la obesidad y la disfuncin ventricular izquierda. Por lo tanto, esimperativo unirse a los parmetros generales de evaluacin del ACSM con respecto a la necesidad dela pruebas de esfuerzo y de la supervisin mdica de esta evaluacin (6).

    Recomendaciones. Caminar, correr, nadar y andar en bicicleta son las formas aerbicas rtmicasprincipales de ejercicio muscular durante la juventud de la mayora de los adultos. Una maximizacintanto de la calidad como de la cantidad de vida en los adultos se logra mejor al aadir estas actividadesal estilo de vida habitual del individuo. El comienzo de un programa de actividad fsica regularocasiona cambios numerosos en el sistema CV y en ciertos factores de riesgo de enfermedad CV queretardan los deterioros que normalmente se evidencian con el envejecimiento. Aunque los parmetrosrecientes del CDC/ACSM recomiendan actividades fsicas de ligera a moderada intensidad en el estilode vida para optimizar la salud (174), podra ser necesario el ejercicio de moderada o alta intensidadpara generar adaptaciones en el sistema CV y en los factores de riesgo de enfermedad CV. La nicarespuesta CV benfica consistente al entrenamiento fsico de intensidad leve a moderada en los adultosmayores es la reduccin en la presin arterial de los adultos mayores hipertensos. Sin embargo, elcomienzo y el mantenimiento de los programas de actividad fsica de intensidad leve a moderada alargo plazo en los adultos mayores podra reducir la tasa de lesiones relacionadas con la edad enmuchas funciones fisiolgicas , an cuando no ocasionan aumentos en estas medidas, las cuales, a lalarga, deben beneficiar la cantidad y la calidad de vida.

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    ENTRENAMIENTO DE LA FUERZA

    Existe un buen registro de la prdida de masa muscular (sarcopenia) con la edad. La excrecinde creatinina urinaria, lo cual refleja el contenido de creatinina del msculo y la masa muscular total,disminuye aproximadamente en un 50% entre los 20 y los 90 aos de edad (238). La tomografacomputarizada de los msculos de un individuo muestra que despus de los 30 aos, se da unadisminucin en las reas transversales del muslo, un descenso en la densidad muscular y un aumento enla grasa intramuscular. Estos cambios son ms evidentes en las mujeres (96). La atrofia muscularpodra ser el resultado de la prdida gradual y selectiva de fibras musculares. El nmero de fibrasmusculares en la seccin media del vasto lateral en la autopsia de especimenes es significativamentemenor en los hombres mayores entre los 70 y los 73 aos, en comparacin con los hombres msjvenes entre los 19 y los 37 aos (121). La disminucin es ms marcada en las fibras musculares delTipo II, las cuales disminuyen en un promedio del 60% en los hombres jvenes sedentarios hasta pordebajo del 30% despus de los 80 aos (113) y se relaciona directamente con la disminucin en lafuerza por la edad.

    La reduccin en la fuerza muscular es el elemento principal del envejecimiento normal. Datosproporcionados por el estudio Framingham (100) indican que el 40% de la poblacin femenina entrelos 55 y los 64 aos, el 45% de las mujeres entre los 65 y los 74 aos, y el 65% de las mujeres entre los75 y los 84 aos no pudieron levantar 4.5 kg. Adems, de manera similar, porcentajes altos de mujeresen esta poblacin no pudieron realizar ciertas labores del trabajo domstico normal. Se ha sealado quela fuerza isomtrica y dinmica de los cuadriceps aumenta hasta los 30 aos y disminuye despus delos 50 aos (116). Por lo general, se da una reduccin aproximada del 30% en la fuerza entre los 50 ylos 70 aos. La mayora de la reduccin en la fuerza se debe a una atrofia selectiva de las fibrasmusculares del Tipo II. Parece que la prdida de fuerza muscular es mayor despus de los 70 aos. Enun grupo de hombres y mujeres sanos de 80 aos que se estudi en el Copenhagen City Heart Study(40), se encontr que la fuerza en el extensor de la rodilla era 30% menor que en una poblacinestudiada previamente (7) de hombres y mujeres de 70 aos. Por lo tanto, los datos transversales ylongitudinales indican que la fuerza muscular disminuye alrededor de un 15% por dcada en la sexta yen la sptima dcada y alrededor del 30% ms tarde (40, 84, 114, 161). Aunque existen ciertos indiciosde que la funcin muscular disminuye con el envejecimiento, la gran mayora de la prdida de fuerza sedebe a la disminucin de la masa muscular relacionado con la edad.

    Fuerza y capacidad funcional. La disminucin de la fuerza muscular asociada con el envejecimientoconlleva consecuencias significativas en relacin con la capacidad funcional. Se ha sealado, paraambos sexos, una correlacin significativa entre la fuerza muscular y la velocidad preferida paracaminar (12). Una fuerte relacin entre la fuerza de los cuadriceps y la velocidad habitual de andar enlos hombres y mujeres de ms de 86 aos, dbiles e internados en instituciones apoya este concepto(63). En las mujeres mayores dbiles, la fuerza de las piernas estuvo muy correlacionada con lavelocidad al caminar, en respuesta a ms del 86% de la variacin en la velocidad al caminar (13). Lafuerza en las piernas, la cual representa una medicin ms dinmica de la funcin muscular, podra serun previsor til de la capacidad funcional en aquellos que son mas viejos. Esto sugiere que con elenvejecimiento y con los niveles muy bajos de actividad que se contemplan en los pacientes internados,la fuerza muscular es un componente crtico de la capacidad para caminar.

    Necesidades proteicas y envejecimiento. La inadecuada ingesta de protenas en la dieta podra ser unacausa importante de sarcopenia. La respuesta compensatoria a un descenso a largo plazo en la ingesta

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    de protenas en la dieta es una prdida en la masa corporal sin grasa. Al usar la frmula que se aceptaen la actualidad de equilibrio del nitrgeno de la OMS de 1985 (242) con los datos de cuatro estudiosprevios, los porcentajes pesados obtenidos rindieron un estimado de requerimiento proteico de 0.91+_0.043 g/kg/d. La Cantidad Diaria Recomendada (Recommended Dietary Allowance, RDA) en losEstados Unidos de 0.8 g/kg/d se basa en datos obtenidos, en su mayora, de individuos jvenes. Datosrecientes sealan (29) que la ingesta proteica segura para los adultos mayores es de 1.25 g/kg/d. Basadoen los resultados actuales y recalculados del equilibrio del nitrgeno a corto plazo, una ingesta proteicasegura que se recomienda para los hombres y mujeres mayores debe establecerse entre 1.0 y 1.25 gr deprotenas de alta calidad/kg/d. Segn se descubri en un estudio, alrededor del 50% de 946 hombres ymujeres sanos con ms de 60 aos que viven en Boston, Massachussets, consuman menos de estacantidad de protenas, y 25% de los hombres y mujeres ancianos en esta misma encuesta consumanmenos de 0.81 grs. de protenas/kg/d, respectivamente (85). Un gran porcentaje de adultos mayores quepermanecen en sus hogares que consumen su ingesta habitual de protenas en la dieta (0.67 grmezclados con protenas/kg/d/1) ha mostrado (25) ser negativo en el equilibrio del nitrgeno.

    Metabolismo energtico. El gasto diario de energa desciende progresivamente a lo largo de la vidaadulta (146). En los individuos sedentarios, el determinante principal del gasto de energa es la masamagra (185), la cual declina alrededor de un 15% entre los 30 y los 80 aos, contribuyendo a crear unaproporcin de metabolismo basal ms baja en los adultos mayores (37). La excrecin de creatinina en24 horas (un ndice de la masa muscular) est estrechamente relacionada con la proporcin delmetabolismo basal de todas las edades (238). Las encuestas de nutricin en quienes tienen ms de 65aos muestran una ingesta energtica muy baja en los hombres (1400 kcal/d; 23kcal/kg/d). Estos datossealan que la preservacin de la masa muscular y la prevencin de sarcopenia pueden ayudar a evitarel descenso en la tasa de metabolismo. El peso corporal aumenta con el envejecimiento hasta los 60aos, y se ha demostrado en un nmero de investigaciones, un aumento, con la edad, en el contenidorelativo de la grasa corporal. El aumento en la grasa corporal se deriva de varios factores, pero losprincipales son un descenso en la tasa metablica y en el nivel de actividad, junto con una ingestaenergtica que no es la adecuada para la necesidad calrica (190).

    Adems de su funcin en el metabolismo energtico, las alteraciones del msculo esquelticoque se relacionan con la edad podran contribuir con los cambios por la edad, tales como una reduccinen la densidad sea (17,209,214), la sensibilidad a la insulina (110) y la capacidad aerbica (67). Porestas razones, las estrategias para preservar la masa muscular con el envejecimiento, as como paraaumentar la masa muscular y la fuerza en los adultos mayores que eran sedentarios, podra ser unamanera importante de incrementar la independencia funcional y disminuir la prevalencia de muchasenfermedades crnicas que se asocian con la edad.

    Entrenamiento de la fuerza. Por lo general, se define el acondicionamiento de la fuerza como elentrenamiento en el cual la resistencia contra la cual un msculo genera fuerza es aumentadoprogresivamente con el tiempo. Se ha demostrado que la fuerza muscular aumenta en respuesta alentrenamiento entre el 60 y el 100% de una repeticin mxima (1 RM) (129). El acondicionamiento dela fuerza produce un aumento en el tamao del msculo y este aumento de tamao es el resultado delincremento en el contenido de la protena contrctil.

    Est claro que cuando la intensidad del ejercicio es baja, los adultos mayores solo logranaumentos leves en la fuerza (8,115). Varios estudios han determinado que, dado un estmulo deentrenamiento adecuado, los hombres y las mujeres mayores muestran adquisiciones de fuerzasimilares o mayores en comparacin con los individuos jvenes como un resultado del entrenamiento

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    de resistencia. Pueden lograrse aumentos de dos a tres veces en la fuerza muscular en un perodo detiempo relativamente corto (3-4 meses) en las fibras reclutadas durante el entrenamiento en lapoblacin de esta edad (71,72).

    Parece que el entrenamiento de fuerza de alta resistencia tiene efectos anablicos profundos enlos adultos mayores. El entrenamiento progresivo de la fuerza mejora el equilibrio del nitrgeno, elcual mejora enormemente la retencin de nitrgeno en todas las ingestas proteicas y para aquellos coningestas proteicas marginales, esto podra significar la diferencia entre la prdida o la retencincontinuas de las reservas de protenas del cuerpo (especialmente msculos). Un cambio en el consumototal de alimentos o, tal vez, de nutrientes seleccionados, en personas que comienzan con un programade entrenamiento de la fuerza, puede afectar la hipertrofia muscular (150).

    El entrenamiento de la fuerza podra ser un complemento importante de las intervenciones paraperder peso en los adultos mayores. Se han asociado aumentos significativos en la tasa de metabolismoen reposo con el entrenamiento de fuerza con un incremento significativo en el consumo de energa quese requiere para mantener el peso en los adultos mayores (29). El aumento en el gasto energticoincluy un aumento en la tasa del metabolismo en reposo y del costo energtico del ejercicio deresistencia. Por lo tanto, el entrenamiento de fuerza es una forma efectiva de aumentar losrequerimientos energticos, de disminuir la masa grasa corporal y mantener activo el metabolismo de lamasa de los tejidos en los adultos mayores saludables. Adems de su efecto en el metabolismoenergtico, el entrenamiento de resistencia tambin mejora la accin de la insulina en los adultosmayores (152).

    La prctica regular de ejercicios aerbicos tiene efectos positivos en la salud sea de las mujeresposmenopusicas saludables (77,163). Los efectos de un entrenamiento de fuerza de alta resistencia enla densidad sea en los adultos mayores pueden compensar los tpicos descensos en la salud sea quese asocian con el envejecimiento al mantener o aumentar la densidad mineral sea y el contenidomineral total del cuerpo (164). Sin embargo, adems de sus efectos en el hueso, el entrenamiento defuerza tambin aumenta la masa muscular y la fuerza, el equilibrio dinmico y los niveles totales deactividad fsica. Todos estos resultados podran reducir el riesgo de sufrir fracturas osteoporticas. Encontraste, los enfoques farmacolgicos y nutricionales tradicionales del tratamiento o prevencin de laosteoporosis tienen la capacidad de mantener o desacelerar la prdida de tejido seo, pero no lahabilidad de mejorar el equilibrio, la fuerza, la masa muscular o la actividad fsica.

    Recomendaciones. En resumen, est claro que la capacidad de adaptarse al aumento en los niveles deactividad fsica se preserva en los adultos mayores. El ejercicio regular produce una cantidadimportante de cambios positivos en los hombres y en las mujeres mayores. Ya que la sarcopenia y ladebilidad muscular pueden ser una caracterstica casi universal del envejecimiento, deben ponerse enprctica estrategias para preservar o aumentar la masa muscular en los adultos mayores. Al aumentar lafuerza muscular se ha observado un aumento en los niveles de actividad espontnea en los adultosmayores, saludables y en los hombres y mujeres muy ancianos y dbiles. Adems de los efectospositivos del entrenamiento de fuerza en la accin de la insulina, la densidad sea, el metabolismoenergtico y la condicin funcional, tambin es una forma importante de aumentar los niveles deactividad fsica en los adultos mayores.

    ESTABILIDAD POSTURAL Y FLEXIBILIDAD: EL PAPEL DEL EJERCICIO

    Estabilidad postural

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    Existe un inters creciente sobre la funcin del ejercicio como una modalidad teraputica paramejorar tanto la estabilidad postural como la flexibilidad en los adultos mayores. La estabilidadpostural es un trmino definido muy pobremente, que se supone significa que existe poco o ningnriesgo del todo de que el individuo pierda el equilibrio mientras est de pie o caiga durante unaactividad dinmica. Ninguna medida de estabilidad dinmica es apropiada para todos los movimientos.La estabilidad postural se ve afectada por alteraciones en los sistemas motor y sensorial, as como porlos sistemas de niveles ms altos, incluyendo los ganglios basales, el cerebelo, y los sistemasperceptivos que interpretan y transforman la informacin sensorial que ingresa. Los sistemas vestibular,visual y somatosensorial muestran cambios con el envejecimiento y, por lo tanto, podran proporcionaruna respuesta reducida o inapropiada a los centros de control postural. De forma similar, los efectoresmusculares podran carecer de la capacidad para responder apropiadamente a los inconvenientes en laestabilidad postural. El supuesto de que el ejercicio podra mejorar la estabilidad postural se basa en lasuposicin de que la respuesta de todo el sistema podra aumentar a pesar de las disminuciones en loscomponentes individuales.

    En los ltimos 60 aos, muchos autores han presentado evidencia de que la estabilidad posturaldisminuye con el envejecimiento (54,86,90,184,208,247). El supuesto que subyace el deseo de mejorarla estabilidad postural es que esto conducir directamente a una reduccin en las cadas en los adultosmayores. Aunque estudios iniciales hicieron hincapi en esta asociacin (171,172), un nmero deautores ha demostrado ahora que el riesgo de caer es multifactorial y que la estabilidad postural es soloun componente del perfil total de riesgo (230,231). Aunque esta posicin tiene que ver solo con elejercicio, es importante indicar que ningn programa de reduccin de cadas considera todos losfactores de riesgo principales, incluyendo el uso de medicamentos (en particular sedantes), el estadocognitivo, la hipotensin postural, los riesgos ambientales, la visin y la disfuncin de las extremidadesinferiores. No obstante, la mala estabilidad postural se ha asociado con las cadas frecuentes (128) y porlo tanto, la mejora en la estabilidad postural es evidentemente una meta que vale la pena en laprevencin de cadas.

    La medida ms definitiva de la estabilidad postural es la frecuencia de cadas. Sin embargo, estono es por lo general prctico en el contexto experimental y aunque se han recomendado muchas otrasmedidas indirectas (175), no existe un consenso general con respecto al enfoque ptimo. Tpicamente,se han usado la medicin directa del desplazamiento de algn punto en el tronco (como se mide usandoun sistema cintico) o las medidas que se derivan del centro de movimiento de presin. Algunas vecesse considera que caminar es una labor de estabilidad dinmica tanto en el entrenamiento como en laevaluacin (126).

    Es importante sealar que muchos investigadores han usado programas amplios basados en laintervencin (los cuales incluyen tpicamente el entrenamiento de coordinacin/equilibrio, el ejercicioaerbico y el entrenamiento de fuerza) y no es siempre posible discernir cul componente del programade ejercicios condujo a los cambios observados en la estabilidad postural. El entrenamiento especficoen mantener la estabilidad postural ante la perturbacin tambin se ha alcanzado exitosamente aisladode otros componentes (94). Desafortunadamente , la falta de estandarizacin en la metodologa haceimposible un "meta-anlisis" de las tendencias de la dosis-respuesta para el ejercicio y la mejora en laestabilidad postural.

    Estudios que usan las cadas como una medida de los resultados. Aunque muchos estudios hanexaminado el efecto del ejercicio en la estabilidad postural, solo unos cuantos investigadores hanprofundizado al examinar el efecto subsiguiente en la frecuencia de las cadas en la vida cotidiana. Seha demostrado que la participacin en programas de ejercicio de baja intensidad reduce

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    significativamente el nmero de cadas en comparacin con los grupos de control asignados al azar queno se ejercitan, con los grupos que se ejercitan que no experimentan lesiones por las cadas querequirieron atencin mdica (130,229,244).

    En un meta-anlisis de las siete pruebas del FICST (182), las cuales examinaron el papel delejercicio en los ancianos dbiles, la asignacin a un grupo de ejercicio se asoci con una disminucinen el riesgo de caer, lo que indic un efecto benfico total de los tratamientos de ejercicio. Sinembargo, los diferentes tratamientos fueron extremadamente variados en su naturaleza y algunosincluyeron la educacin y otros componentes no relacionados con el ejercicio.

    Estudios sobre la estabilidad postural. Se ha reportado una mejora en las pruebas "relacionadas conel equilibrio" en los adultos mayores despus de participar en un programa de caminatas, baile,ejercicio de resistencia, Tai Chi, flexibilidad y ejercicios de fortalecimiento (98,102,244). Losindividuos que slo realizaron ejercicios de flexibilidad no mostraron mejoras similares. Elentrenamiento de tareas dirigidas especficamente a los sistemas sensoriales involucrados en elmantenimiento de la estabilidad postural tambin resultaron en una mejora de la estabilidad en laspoblaciones mayores (93). Adems, los individuos entrenados se cayeron con menos frecuencia bajocondiciones de prdida sensorial y estuvieron ms tiempo de pie sobre una pierna que el grupo decontrol. Se ha demostrado que seguir un programa de caminatas, ejercicios de flexibilidad yfortalecimiento dan mejoras en la fuerza, en el tiempo de reaccin y el equilibrio del cuerpo sobresuperficies firmes y suaves (124). No han sido observadas mejoras en un grupo de control noaleatorio y no concurrente quienes no realizaron ejercicio . Otros investigadores han demostrado quecierto nmero de medidas de estabilidad postural mejoran gracias a un programa de ejercicio a largoplazo (125,127). Dentro del grupo de ejercicio, los que adhirieron al ejercicio presentaron mejorassignificativas en comparacin con los que no adhirieron al ejercicio. Se ha demostrado en laspoblaciones adultas mayores mejoras en un nmero de medidas de estabilidad postural despus de unentrenamiento intensivo (3 veces a la semana durante 3 meses) que repetidamente desafiaron losdiferentes aspectos del control del equilibrio (245). Estas mejoras se mantuvieron durante 6 meses pormedio de un programa de Tai Chi. Aunque ningn estudio ha indicado efectos perjudiciales delentrenamiento en la estabilidad postural, existen hallazgos de ninguna mejora o de efectosinconsistentes en la estabilidad postural (39,122).

    Recomendaciones. An quedan muchas preguntas sin contestar sobre la eficacia de las diferentesformas de ejercicio como estrategia para la prevencin de cadas en diversos grupos de adultos mayores(34,228). Debido a la naturaleza multifactica de la mayora de los programas de intervencin, no esposible an identificar los mecanismos especficos mediante los cuales se ha mejorado la estabilidadpostural. Sin embargo, parece que existe suficiente evidencia de apoyo para recomendar un amplioprograma de ejercicio que incluya entrenamiento de equilibrio, ejercicio de resistencia, caminatas ytransferencia de peso que debe incluirse como parte de una intervencin multifactica para reducir elriesgo de caer. Aunque la frecuencia ptima y la intensidad del programa deben identificarseclaramente, hay un nmero de estudios que ha demostrado efectos positivos significativos en laestabilidad postural con un amplio rango de intervenciones.

    Flexibilidad

    Flexibilidad es un trmino general que comprende el rango de movimiento de articulacionessolas o mltiples y la habilidad para realizar labores especficas. El rango de movimiento de una

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    articulacin determinada depende bsicamente del hueso, el msculo y la estructura y funcin deltejido conjuntivo, de otros factores tales como el dolor y la habilidad para producir suficiente fuerzamuscular. El envejecimiento afecta la estructura y la funcin de estos tejidos, en cuanto el rangoespecfico de movimiento en las articulaciones y la flexibilidad en el desempeo de tareas motorasgruesas disminuye. La base para que las intervenciones con ejercicios mejoren la flexibilidad es que elmsculo o las propiedades del tejido conjuntivo pueden mejorarse, el dolor de las articulaciones puedereducirse y los patrones de reclutamiento muscular pueden alterarse. Los cambios en el hueso y en elmsculo con el envejecimiento (se trata en la seccin de Entrenamiento de Fortalecimiento) indicanque el entrenamiento de fortalecimiento tiene un efecto protector en el contenido mineral total delcuerpo y propicia un aumento en la masa muscular y en la fuerza. Las restricciones del tejido blandoque podran afectar la flexibilidad incluyen cambios en el colgeno, el cual es un componenteprimordial del tejido conjuntivo fibroso que forma los ligamentos y los tendones. El envejecimientoincrementa la cristalinidad de las fibras de colgeno y aumenta el dimetro de las fibras, por lo tanto,reduce la extensibilidad.

    Es evidente que la flexibilidad disminuye con la edad, y el rango mximo de movimiento ocurreentre la mitad y el final de los veinte aos en los hombres y en las mujeres, respectivamente (15,75,99).Dos estudios en los que se examin el complejo de articulaciones del tobillo y seis movimientoscervicales en los adultos mayores, mostraron que los rangos de movimiento declinaronsignificativamente con la edad en ambos sexos (111,166). Sin embargo, se han sealado diferencias norelacionadas con la edad en el rango de movimiento del tobillo, aunque se observaron disparidades encuanto al gnero (206). Un estudio diseado para establecer valores normativos basados en lapoblacin indic prdidas en los rangos activos de movimiento de la cadera y la rodilla que seasociaron con un aumento en la edad en un gran grupo mixto transversal de individuos (189).

    Efectos del ejercicio en la flexibilidad de los adultos mayores. En contraste con las intervencionesdescritas anteriormente para mejorar la estabilidad postural, las intervenciones diseadas para mejorarla flexibilidad han carecido, a menudo, de gran cantidad de individuos, aleatorizacin y control. Aligual que las intervenciones de estabilidad postural, las intervenciones de flexibilidad no hanproporcionado la evidencia para clarificar los efectos de respuesta a la dosis del ejercicio.

    Un programa de entrenamiento de flexibilidad se define como un programa planificado,deliberado y regular de ejercicios cuyo fin es aumentar progresivamente el rango utilizable demovimiento de una articulacin o de un conjunto de articulaciones. El efecto de un programa deflexibilidad puede cuantificarse por cambios en el rango de movimiento de las articulaciones y de lospuntajes de evaluacin de la movilidad. Los estudios han demostrado tanto los efectos positivos comolos no significativos del ejercicio en el rango de movimiento de las articulaciones en los adultosmayores, dependiendo de la duracin del programa, el tamao del grupo en estudio, la proporcin dedesgaste y la tcnica de medicin. Pocos estudios han usado ejercicios directos de rango de movimiento(probablemente porque sera difcil mantener el inters del sujeto y el apego a dicho programa). Lamayora de los estudios han utilizado enfoques ms indirectos, tales como caminatas, bailar, ejerciciosaerbicos o "ejercicio general", a menudo combinados con ejercicios de estiramiento de los cuales sehaba creado la hiptesis de que tendran un efecto en la flexibilidad.

    Muchos informes preeliminares sobre intervenciones se presentaron en una publicacin previadel ACSM (212). La mayora de estos y estudios ms recientes han demostrado mejoras significativasen el rango de movimiento de varias articulaciones (cuello, hombro, codo, mueca, cadera, rodilla ytobillo) en los adultos mayores que participaron en un programa de ejercicio regular(95,118,119,157,160). Tambin fue notoria una mejora significativa en las habilidades motoras

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    (incluyendo 26 habilidades ambulatorias, propiocepcin y habilidades de equilibrio) como resultado delejercicio. Algunos autores han especulado que las mejoras que se notaron fueron clnicamenterelevantes cuando se compararon con los rangos de movimiento de las articulaciones requeridos paralas actividades cotidianas, tales como una caminata nivelada e inclinada, negociacin el uso deescaleras y levantarse de una silla. Otros investigadores no descubrieron ninguna relacin entre elejercicio y la flexibilidad, y reportaron que la actividad fsica que un cuestionario evalu no estabarelacionada con el rango de movimiento en el hombro, el codo, la cadera y la rodilla en los hombres ymujeres mayores (240). Adicionalmente, un programa de ejercicio de movimiento teraputico lentoocasion mejoras no significativas en la flexibilidad rotacional del tronco de los adultos mayores (78).

    Recomendaciones. Sorprendentemente, ha habido poca investigacin reciente en el campo de lasintervenciones para incrementar la flexibilidad en los adultos mayores a pesar de disminucionesconocidas en los rangos de movimiento de las articulaciones. La mayora de los estudios condujeronsus intervenciones sobre grupos pequeos de adultos mayores saludables por perodos entre 6 semanasy 2 aos. La preponderancia de la evidencia es que la flexibilidad puede aumentarse por el ejercicio enlos adultos mayores. Tambin es probable que los ejercicios de flexibilidad puedan ser un componentetil de un programa de ejercicio para individuos cuya movilidad total sea reducida. Sin embargo, laliteratura no da evidencia actualmente del diseo de programas de ejercicio de costo efectivo ysistemticos para mejorar la flexibilidad. Por lo tanto, nosotros recomendamos que ejercicios talescomo caminar, los aerbicos y el estiramiento, los cuales se ha demostrado aumentan el rango demovimiento de las articulaciones, se incluyan en un programa de ejercicio general para los adultosmayores. Parece probable que muchos enfoques diferentes, incluso con programas de corta duracin,puedan tener un efecto benfico en la flexibilidad. La relacin exacta dosis-respuesta debedeterminarse, as como la comprensin de los beneficios en las actividades de la vida diaria quepueden resultar del aumento en la flexibilidad.

    FUNCIN PSICOLGICA

    Existe gran cantidad de literatura que sugiere que la actividad fsica est vinculada con lafuncin psicolgica (25,68,138,143,179). En esta declaracin, elegimos limitar la exploracin de estaliteratura a aquellos aspectos de la funcin psicolgica que parecen ser ms susceptibles a losdeterioros con el envejecimiento y que han generado una gran cantidad de investigacin de la cual sehan elaborado consensos de declaraciones. Estas reas son la funcin cognitiva, la depresin y laspercepciones del control o la auto eficiencia. Brevemente, se resalta la funcin cognitiva debido a ladisminucin bien documentada de la funcin del sistema nervioso con el envejecimiento, cambios quehan sido aceptados casi universalmente como irreversibles e inevitables (11). La depresin es uno delos desrdenes de la salud mental que se reporta con mayor frecuencia en los adultos mayores, aunquelas tasas de prevalencia son influenciadas por los criterios que se emplean para valorar los sntomasdepresivos (168). La alta tasa de suicidio en los adultos mayores deprimidos (108) y el aumento de loscostos para la salud pblica causados por la depresin (5) la hacen ser una condicin demasiadoimportante para desatenderla. Finalmente, con el envejecimiento los deterioros en la funcin fsica,sensorial y cognitiva, se convierten en una aceleracin en la prdida del control percibido (10,154,246).El control personal puede conceptualizarse mejor en trminos de auto eficiencia (9,10) y se haestablecido firmemente que disminuye con la edad (10,154,192). Se revisaran estas tres reas de lafuncin psicolgica en relacin con: (a) el punto hasta el cual la actividad fsica puede influir en estascondiciones; (b) si hay efectos agudos y crnicos y (c) recomendaciones para un estudio posterior.

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    La actividad fsica y la funcin cognoscitiva. Existe un nmero de amplias revisiones quedocumentan la actividad fsica y su relacin con la funcin cognoscitiva (11,34,48,219,234,235). Elprimer paso de esta investigacin ha sido documentar el efecto de la condicin fsica aerbica sobrevarios ndices de la funcin cognoscitiva, (como por ejemplo, la memoria, la atencin, el tiempo dereaccin, la inteligencia). El razonamiento que sirve de base ha sido que las reducciones relacionadascon la edad en la funcin cardiovascular conducen a hipoxia cerebral y que el ejercicio aerbico puededesacelerar o retardar los deterioros cognitivos. Estudios transversales iniciales que compararonadultos mayores activos con los inactivos reportaron de manera consistente un rendimiento superior enlos participantes activos sobre los tiempos de reaccin de escogencia y simples (14,187,218,220,224),as como el razonamiento, la memoria a corto plazo, la bsqueda de la memoria y la inteligencia fluida(35,42,47,207). Sin embargo, la naturaleza transversal de estos estudios y la evaluacin inconsistente ya menudo inexistente de la condicin fsica dificultan la interpretacin de los hallazgos.

    Los estudios de entrenamiento que existen proveen exmenes ms definitivos sobre la relacinejercicio-cognicin. Sin embargo, los descubrimientos son bastante errneos. Una revisin de 12estudios longitudinales (49) en los cuales los aumentos en la condicin fsica oscilaron entre el 8% (73)y el 47% (188) sugieren que estas intervenciones ocasionaron mejoras modestas o mixtas en lafuncin neuropsicolgica con una excepcin notable (48). Este ltimo estudio, cuya duracin fue de 4meses y el cual utiliz un nmero pequeo de individuos, mostr cambios impresionantes en lostiempos de reaccin, en la flexibilidad mental y en la fusin de parpadeo (flicker) crtico, as comomejoras significativas en la condicin fsica aerbica. Otros estudios proporcionaron una medicin deapoyo para estas observaciones (87, 88, 97, 188), aunque todo pudiera criticarse sobre los aspectos deldiseo, del tamao de la muestra o la valoracin de la condicin fsica. Sin embargo, debe notarse quelas mejoras en la condicin fsica y en la funcin cognoscitiva no estuvieron relacionadas (48). Lamayora de los estudios fallan en encontrar que los efectos del entrenamiento aerbico est asociadocon una mejora en la funcin neuropsicolgica (19,20,73,131,132,173,178).

    Existen muchas limitaciones en la literatura sobre la relacin ejercicio-cognicin, que si sonsuperadas, podran dar ms luz sobre una relacin compleja y equvoca. En primer lugar, lasintervenciones del ejercicio han consistido de duraciones e intensidades de amplia variacin y se hasugerido que la duracin de la intervencin del ejercicio y el grado de mejora en la condicin fsicapodran ser cruciales en cualquier mejora neuropsicolgica aportada por el ejercicio (21,33,34). Ensegunda instancia, el rango de edad de los participantes ha sido notablemente variado (i.e., entre los 30y los 83 aos), una consideracin importante dado que muchos investigadores han sugerido que larelacin ejercicio-cognicin podra bien depender de la edad (33,36). Por lo tanto, es imperativo quedichos exmenes empleen participantes de una edad en la cual los descensos en la funcin cognoscitivase esperen. En tercer lugar, si la capacidad del sistema cardiovascular para usar y transportar el oxgenoest implicada en la funcin del sistema nervioso central, entonces se requiere de valoracionesconsistentes y comprensivas de la condicin aerbica. En cuarto lugar, la adopcin de experimentosrealizados aleatoriamente y controlados es una necesidad si vamos a identificar verdaderamente losefectos del ejercicio en el rendimiento cognoscitivo. Finalmente, los enfoques subsiguientes hacia elestudio de esta relacin deben tomar en consideracin la naturaleza de las caractersticas de la tarea ylas demandas. Eso significa que es necesaria una comparacin de los efectos del ejercicio en aquellosprocesos cognoscitivos que se sabe disminuyen con la edad con aquellos procesos que sonrelativamente insensibles al envejecimiento.

    La actividad fsica y la depresin. Los efectos de la actividad fsica en la sintomatologa negativacomprenden la mayora de la literatura sobre la relacin ejercicio-salud mental (138). Se reportan

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    sntomas depresivos aproximadamente en un 15% de la poblacin mayor (108) y en estudios degrandes poblaciones , la depresin ha covariado con la edad y como consecuencia las tasas deprevalencia aumentan (241). Consecuentemente, el estudio de los efectos de la actividad fsica en lossntomas depresivos constituye un asunto importante para la salud mental. El ejercicio es prescritoampliamente por los mdicos para la depresin leve. Hay muchas revisiones recientes(46,134,167,168), donde una es una amplia documentacin sobre los descubrimientos en esta rearelacionados con los adultos mayores (168). Aunque algunos revisores piensan que la actividad fsicareduce la depresin (167), an otros argumentan que tal conclusin es prematura dada la serie demediciones y problemas metodolgicos inherentes en esta literatura (46). Por ejemplo, mucha de estaliteratura es transversal, las mediciones de actividad fsica y de condicin fsica son inconsistentes ylimitadas y la valoracin de la depresin se ve frustrada por el empleo de mediciones que soncuestionables para los adultos mayores (248). Tal vez, los datos ms convincentes que demuestran unvnculo entre la actividad fsica y la depresin vienen del estudio del Condado de Alameda (28). En unestudio prospectivo que dur aproximadamente dos dcadas y tres puntos de medicin, los sntomasdepresivos iniciales estuvieron asociados con la inactividad fsica, incluso cuando se controlaron porotros factores que se sabe covarian con la edad. Los aumentos subsiguientes en la actividad desde laevaluacin inicial indicaron que los individuos no presentaban un riesgo mayor de depresin futura queaquellos que continuaron activos. Al contrario, las reducciones en la actividad desde niveles inicialespredijeron una probabilidad de futura depresin.

    Un estudio ms reciente utiliz datos del estudio de Salud Rural de Iowa 65+, un estudio decohorte longitudinal de 10 aos en 3,673 hombres y mujeres mayores de 65 aos . Los descubrimientosde este estudio sugieren una relacin inversa entre las caminatas diarias y el reporte de sntomasdepresivos. Al igual que el estudio del Condado de Alameda, los datos del Iowa 65+ sugiere que elejercicio es una modalidad apropiada para la modificacin de la depresin. Los individuos con mssntomas depresivos iniciales tuvieron mayores desigualdades relativas (disparidad) para mejorar siinicialmente ellos caminaban. Los autores adems interpretaron sus hallazgos para sugerir que la mayormejora en la sintomatologa depresiva ocurre cuando se cambia de un estilo de vida sedentario a unestilo de vida de actividad fsica mnima. Por lo tanto, estos estudios parecen indicar que la actividadfsica desempea un papel en el mejoramiento de los sntomas depresivos. No obstante, al igual queotras encuestas de investigacin (60,222) y los estudios transversales (33) que reportan relacionesinversas similares entre los sntomas depresivos y la actividad fsica, las mediciones de ambasconstrucciones son problemticas, y los estudios tienen gran cantidad de limitaciones metodolgicas.Sin embargo, el hecho que la relacin sea medianamente consistente es estimulante. La evidenciaexperimental para apoyar la relacin ejercicio-depresin no es tan fuerte o reveladora como unoesperara (168). En general, los efectos del ejercicio son de leves a moderados (16,52,177), las muestrasson pequeas y ms a menudo que no, no se utilizan grupos de comparacin adecuados, (por ejemplo,grupos de control atencional y grupos placebo), valoracin cuidadosa de la adherencia/ acatamiento ylos efectos potenciales de tal adherencia/acatamiento no se consideran. Adems, la mayora de estosestudios se realizan con individuos no deprimidos, lo que apoya la sugerencia de que la actividad fsicapuede reducir la depresin en aquellos individuos mayores que no estn clnicamente deprimidos (167).Existen pocos estudios con objetivo en los sujetos mayores deprimidos. En uno donde s lo fueron,tanto las intervenciones del contacto social como las del ejercicio tuvieron efectos marcados sobrevarios aspectos de la depresin, donde el grupo de ejercicio report mayores reducciones (148). Existepoca evidencia para sugerir que los perodos agudos de actividad fsica tengan efectos reductores en ladepresin en el adulto mayor. Sin embargo, un meta-anlisis de la literatura ejercicio-depresin sugiereque los efectos antidepresivos del ejercicio podran empezar con la primera sesin (167). Sin embargo,

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    esta revisin se concentr en individuos menores de 55 aos , lo que impide cualquier declaracindefinitiva en relacin con el adulto mayor.

    Hace falta informacin relativa a los mecanismos (neurolgico, bioqumico, social, psicolgico)que fundamente la relacin depresin-actividad fsica en el adulto mayor. Los esfuerzos futuros deinvestigacin deben orientarse hacia este aspecto, as como el asunto de la dosificacin de ejercicioptimo para reducciones mximas en la depresin. Adems, los esfuerzos ms recientes se hanconcentrado en los individuos mayores con niveles relativamente bajos de depresin en lugar deexaminar los efectos del ejercicio en aquellos con desrdenes depresivos (168).

    La actividad fsica y las percepciones de control. Un sentido de manejo o control personal es vitaltanto para la salud fsica como la psicolgica (192) y conforme los individuos envejecen, el deterioroque acompaa el envejecimiento en la funcin y la restriccin del rendimiento en las actividadescotidianas (133) sirven para reducir su sentido del control. En la literatura sobre la actividad fsica y elenvejecimiento, este sentido del control se ha conceptualizado tpicamente como creencias sobre laauto eficiencia (9,10,137). Las creencias sobre la eficiencia son un componente fundamental de lateora cognoscitiva-social de Bandura (9,10) y se ha demostrado ampliamente que influyen y soninfluenciadas por la actividad fsica en los adultos mayores. Estas relaciones son vlidas tanto para laspoblaciones saludables como para las clnicas (57-59,227).

    En relacin con las poblaciones no clnicas, la auto eficiencia se ha identificadoconsistentemente como un determinante del comportamiento del ejercicio en los individuos mayores(136,137,139,142,195). En el nico experimento aleatorizado cuya intencin era influir en laadherencia al ejercicio va un tratamiento para aumentar la eficacia, se report un aumento del 12% enla participacin activa en los adultos de mediana edad (141). Casi el doble de muchos de losparticipantes se ejercit a niveles deseados (2 o ms das a la semana) en el grupo de tratamiento que enel grupo de control. Adems, la participacin en actividad aguda y crnica influye en las creenciasacerca el control sobre el ambiente fsico y est relacionada con la funcin psicolgica y bioqumica(140,144,226). Es interesante que en los adultos mayores sedentarios existen diferencias de gnerosignificativas en las creencias del control relativas a las capacidades fsicas (92,140). Usualmente, loshombres son ms eficientes que las mujeres, pero estas diferencias son erradicadas completamente alseguir la exposicin al entrenamiento (140,142). Las expectativas de eficiencia pueden mediarconfiablemente la relacin citada con frecuencia entre el apoyo social y la conducta del ejercicio (43-45). Finalmente, las expectativas de eficacia relativas a las capacidades de ejercicio influyen en lasrespuestas afectivas a los perodos agudos de actividad fsica en los adultos de mediana edad(135,144,151).

    En poblaciones enfermas, (e.g con enfermedad pulmonar obstructiva crnica y enfermedadarterial coronaria), la relacin ejercicio-eficacia es tal vez ms fuerte. Las expectativas de eficaciadesempean un papel importante en la adopcin y desempeo y adherencia a la conducta del ejercicioen pacientes post infarto miocrdico (57-59,227). De manera similar, la autoeficacia influye en larespuesta del ejercicio a la actividad fsica de rehabilitacin y es una relacin importante de lacondicin psicolgica, (e.g., funcin pulmonar, tolerancia al ejercicio, capacidad de difusin ) en lospacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crnica (EPOC) (104,237). Ms importante an, estavariable psicosocial fue identificada recientemente en los que sufren de EPOC como un predictorunivariable significativo de la supervivencia (103).

    Las expectativas de eficacia relativas al ejercicio han tambin demostrado ser correlativosimportantes de otros aspectos de la funcin fsica en los adultos mayores. Despus de controlar lafuncin fsica, la auto eficacia del ejercicio es un predictor significativo del rendimiento al subir

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    escaleras y la capacidad de levantar y transportar (186). Desde una perspectiva de la salud, eindirectamente relacionada con la actividad fsica, la eficacia se ha identificado consistentemente comoun determinante de la reduccin en las cadas y una disminucin funcional en muestras decomunidades de adultos mayores (149,232,233).

    Las percepciones de control personal pueden descender dramticamente con la edad e influir enaspectos importantes de funcin (192). Sin embargo, el control personal puede ser tanto undeterminante como una consecuencia de la participacin en la actividad fsica. Debe determinarsecmo interacta el control personal con las influencias psicolgica, social y bioqumica en relacin conla actividad fsica y el envejecimiento.

    Recomendaciones. Est bien establecido que la actividad fsica y la funcin psicolgica en los adultosmayores estn relacionadas. Ignorar este importante elemento de la influencia en la actividad fsica deladulto mayor es contrario al modelo biopsicosocial de la salud y la funcin humana (53). Sin embargo,queda una necesidad de llevar experimentos aleatorizados, controlados en los que se le preste atencinespecial a la medicin de la actividad fsica y la funcin psicolgica, los mecanismos subyacentes queinfluyen en la relacin, el curso de tiempo de cambio psicolgico, los aspectos de respuesta a la dosis yla diversidad de poblaciones estudiadas. Tales necesidades presentan un reto futuro importante para loscientficos conductistas, sociales y del ejercicio, as como para los gerontlogos.

    EJERCICIO PARA DBILES Y ANCIANOS

    Beneficios y contraindicaciones del ejercicio en dbiles y ancianos. En el pasado, por lo general elejercicio ha sido considerado inapropiado para los dbiles o los ancianos debido tanto a las bajasexpectativas de beneficio as como a los temores de las lesiones que se relacionan con el ejercicio. Enla dcada pasada se observ una acumulacin de datos que aclaran los mitos de inutilidad y brindaevidencias de la seguridad del ejercicio en los ancianos (61). Los beneficios son muchos e incluyenadaptaciones fisiolgicas, metablicas, psicolgicas y funcionales a la actividad fsica que contribuyensustancialmente con la calidad de vida en esta poblacin. Objetivos de un ejercicio apropiado para losadultos jvenes (74), como la prevencin de enfermedad cardiovascular, cncer; diabetes y unaumento en la expectativa de vida (112), son sustituidas en los ancianos por un nuevo conjunto demetas, las cuales incluyen la disminucin de los cambios biolgicos del envejecimiento (62),restablecer el sndromes por desuso (22), el control de enfermedades crnicas (56,164,169), lamaximizacin de la salud psicolgica (210,211), el aumento en la movilidad y en la funcin (64,171) yayudando en la rehabilitacin de enfermedades agudas y crnicas para muchos de los sndromesgeritricos comunes en esta poblacin vulnerable. La prescripcin de ejercicio con objetivo ofrece unbeneficio que no puede lograrse con ninguna otra modalidad teraputica. Es importante entender ladiversa fisiopatologa de la debilidad con el fin de utilizar el ejercicio apropiadamente en estasituacin contexto.

    Una combinacin del envejecimiento biolgico, de alta carga de enfermedad crnica, malanutricin y sedentarismo extremo son los contribuyentes principales para una va final comn queocasiona el sndrome de debilidad fsica. La debilidad no es especfica de los adultos mayores, pero suprevalencia aumenta con el envejecimiento, en particular, despus de los 80 aos (76). Muchos de loscambios fisiolgicos que se relacionan con la edad y que se describen en los estudios transversales ylongitudinales, incluyendo la disminucin en la capacidad aerbica (162,221), la fuerza muscular(63,64), la masa muscular (63) y la densidad sea (213) son modificables por el ejercicio, incluso en losancianos (55,62). Tambin existe evidencia de que las enfermedades crnicas y los sndromes

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    responsables de morbilidad significativa en los mayores, tales como la artritis, la diabetes, laenfermedad arterial coronaria, la falla cardiaca congestiva, la enfermedad pulmonar obstructivacrnica, depresin, los desrdenes en la marcha y en el equilibrio, cadas y el insomnio, respondenfavorablemente al ejercicio (23,174). El ejercicio se ha asociado con una ingesta nutricional ms altatanto en los adultos mayores que viven en instituciones (64) como los que viven en sus hogares (27),por lo tanto, reduce el riesgo de que una mala nutricin sea causa de la debilidad (158). Finalmente, laatrofia muscular y sea, el desacondicionamiento cardiovascular, la hipotensin postural, la rigidez delas articulaciones y una disminucin en el control neural de los reflejos del equilibrio que se relacionancon la inactividad (22) podran ser los parmetros ms responsables de todos los estudiados para lainiciacin de un programa adecuado de ejercicio en los ancianos muy sedentarios.

    Las contraindicaciones del ejercicio en esta poblacin no son diferentes de aquellas que seaplican a los adultos saludables ms jvenes (6). En general, la debilidad o la edad extrema no soncontraindicaciones para el ejercicio, aunque podran alterarse las modalidades especficas para ajustarsea las discapacidades individuales (162). Las enfermedades agudas, en particular, enfermedadesfebriles, el dolor inestable de pecho,la diabetes no controlada, la hipertensin, el asma, la fallacardiaca congestiva, el dolor msculo-esqueltico, la prdida de peso y los episodios de cadasgarantizan la investigacin antes de iniciar un nuevo programa. A veces, se requiere evitartemporalmente ciertos tipos de ejercicio durante el tratamiento de por ejemplo hernias, cataratas,sangrado retinal o lesiones en las articulaciones. Un nmero muy pequeo de condiciones serias o notratables, incluyendo el aneurisma artico dilatado inoperable, la arritmia ventricular malignarelacionada con el esfuerzo, la estenosis artica severa, la falla cardiaca congestiva en su ltima etapay otras enfermedades terminales y agitaciones severas de la conducta en respuesta a la participacin enejercicio en demencia y enfermedades y psicolgicas, son exclusiones ms permanentes para la prcticadel ejercicio vigoroso. Sin embargo, debera notarse que la sola presencia de enfermedad cardiaca,diabetes, accidente cerebrovascular, osteoporosis, depresin, demencia, enfermedad pulmonar crnica,falla renal crnica, enfermedad vascular perifrica o artritis (las cuales podran estar presentes en unmismo individuo) no es por s misma una contraindicacin para el ejercicio. De hecho, para muchas deestas condiciones, el ejercicio ofrecer beneficios que no se logran mediante el uso exclusivo de lamedicacin. La literatura sobre el entrenamiento fsico en los ancianos dbiles entre edades de 80 y100 aos en los ancianatos no incluye reportes actualizados de incidentes cardiovasculares serios,muerte repentina, infarto del miocardio, exacerbacin del control metablico o hipertensin (18,30,63-65,70,101,123,147,156,159,162,176,197,221). Los eventos relacionados con el ejercicio que se handescrito incluyen exacerbacin de una hernia preexistente (63) y artritis subyacenteu otrasanormalidades articulares que requieren modificacin de los ejercicios prescritos (64). No se hacorroborado el temor de exceso de cadas con lesiones y fracturas subsiguientes a la re-movilizacin enlos experimentos clnicos, aunque los estudios a larga escala estn an en progreso. El sedentarismoparece una condicin mucho ms peligrosa que la actividad fsica en los ancianos.

    Entrenamiento de los dbiles y ancianos. An quedan por publicarse estudios de gran escala sobre elentrenamiento de ejercicio en los ancianos dbiles, pero los resultados de los experimentos clnicosaleatorizados actuales indican que el aumento de fuerza en respuesta al entrenamiento de resistencia dealta intensidad depende ms de la intensidad del estmulo que de las caractersticas, la edad o el estadode salud del individuo. Al igual que con los individuos ms jvenes, aquellos con los msculos msdbiles pero con las reservas ms grandes de tejido magro parecen tener la mejor respuesta, la cual estconstituida principalmente por adaptaciones neurales al entrenamiento en los primeros tres meses. Nose ha demostrado que la edad, el gnero, las condiciones crnicas especficas, la depresin, la

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    demencia, el estado nutricional y el deterioro funcional influyan en la adaptacin al entrenamiento. Losdatos sobre la capacidad aerbica son mucho menos claros, as como hay muy pocos datos disponiblessobre los cambios fisiolgicos reales que ocurren despus de las intervenciones cardiovasculares en losancianos o dbiles (221).

    Los principios de especificidad que se aplican a los adultos ms jvenes son de igual relevanciaen los ancianos dbiles. Los aumentos en la masa muscular y en la fuerza se perciben despus de seguirun entrenamiento de resistencia progresiva de alta intensidad (80% de una mxima repeticin) (64),mientras que los regmenes de baja intensidad (peso corporal, bandas o tubos elsticos, la resistenciaasistida o las pesas livianas) ocasionan poca o ninguna ganancia significativa en la fuerza (159). Ladebilidad muscular y la atrofia son probablemente los parmetros ms relevantes funcionalmente yreversibles relacionados con el ejercicio en esta poblacin. Por lo tanto, los intentos de restaurar estasdeficiencias y minimizar las consecuencias clnicas (disminucin funcional, inmovilidad, pobreequilibrio, cadas y los bajos requerimientos de energa e ingesta) deberan concentrarse ms enestrategias comprobadas cientficamente que en programas de "movimiento" no especficos para losadultos mayores. Mejoras en la marcha , la velocidad, el equilibrio, la capacidad para levantarse de unasilla, la energa para subir escaleras, la capacidad aerbica, las pruebas basadas en el rendimiento deindependencia funcional, la discapacidad reportada por ellos mismos, el estado de nimo, los sntomasdepresivos, y la ingesta energtica (63-65,165,183,196) se asocian con ganancias en la fuerza despusdel entrenamiento de fuerza en los ancianos dbiles. En adultos mayores saludables, el entrenamientode fuerza mantiene o aumenta la densidad sea, la tasa metablica en reposo, la sensibilidad a lainsulina, el tiempo de trnsito intestinal y disminuye el dolor y la discapacidad producidas por laartritis, reduce la grasa corporal y la adiposidad central y mejora la calidad del sueo, pero an est porverse si estas adaptaciones ocurren tambin en los que estn muy dbiles.

    Las intervenciones de entrenamiento aerbico de alta intensidad no se han descrito en laspoblaciones de ancianos dbiles. Las actividades aerbicas de baja intensidad, tales como caminar,estar de pie y la bicicleta esttica con el 60% de la frecuencia cardiaca mxima predicha, se hanasociado con mejoras modestas en la eficiencia cardiovascular (162,221) y las labores de movilidad(197) (caminar, levantarse de una silla, etc.). Sin embargo, debe notarse que el costo energtico deactividades para los ancianos dbiles con aparatos de ayuda (tales como caminadores y sillas deruedas), deformidades en las articulaciones y los trastornos en la marcha , podran sersignificativamente mayores que las ecuaciones estndares pudieran predecir y por lo tanto, hasta quese reporten estudios que usen calorimetra indirecta para monitorear el esfuerzo as como paradocumentar cambios en esta poblacin, la magnitud exacta de los beneficios fisiolgicos delentrenamiento aerbico es an incierta. Sin embargo, es probable que al igual que en los adultosjvenes, las actividades aerbicas de baja intensidad puedan brindar beneficios en trminos de lacalidad de vida, de resultados psicolgicos, alivio del dolor y de la discapacidad sin cambiar elacondicionamiento cardiovascular sustancialmente.

    Recomendaciones. Muchos de los sndromes geritricos que contribuyen con la debilidad sonsensibles al aumento en los niveles de actividad fsica apropiada. Las mayores deficiencias fisiolgicasque son relevantes y reversibles incluyen la debilidad muscular, la baja masa muscular, la bajadensidad sea, el desacondicionamiento cardiovascular, el bajo equilibrio y la marcha. La mayorevidencia de beneficios existe en programas que incluyen el entrenamiento de fuerza y elentrenamiento de mayor intensidad como los ms benficos y tan seguros como el entrenamiento demenor intensidad. Por lo tanto, todos los programas de ejercicio para los ancianos dbiles deberanincluir el entrenamiento de resistencia progresiva de los principales grupos musculares de las

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    extremidades superiores e inferiores y del tronco. Se recomiendan regmenes de al menos 2, peropreferiblemente 3 das por semana, con 2-3 series (una serie podra ser suficiente; sin embargo, hacenfalta estudios sobre esta poblacin) de cada uno de los ejercicios que se lleva a cabo en cada da deentrenamiento. Si es posible, algunas posturas de pie con peso libre deberan usarse para aumentarsimultneamente el equilibrio y la coordinacin muscular. Los grupos musculares relevantesclnicamente incluyen los extensores de la cadera, los extensores de la rodilla, los flexores plantares deltobillo y los dorsiflexores, los bceps, trceps, hombros, extensores de la espalda y los msculosabdominales.

    El entrenamiento del equilibrio deber tambin incorporarse, ya sea como parte de unentrenamiento de fuerza o como una modalidad separada. El entrenamiento y la supervisin(especialmente para los muy dbiles) es obligatoria para que sea seguro y continuo. Las series ptimasde ejercicios para mejorar el equilibrio no pueden defenderse con datos cientficos, pero en general son,las posturas progresivamente ms difciles que reducen gradualmente la base de apoyo (pararse en unapierna), que requieren de movimientos dinmicos que alteran el centro de gravedad (caminar en fila,giros en crculo), que enfatizan los grupos musculares importantes para la postura, tales como losdorsiflexores (pararse en los talones) y que reducen otra entrada sensorial (visin) conforme con lasteoras aceptadas del control del equilibro y la adaptacin.

    La prescripcin ms difcil para los ancianos dbiles es el entrenamiento aerbico. Lasalteraciones severas en la marcha r, la artritis, la demencia, la enfermedad cardiovascular, losproblemas poditricos y ortopdicos, el deterioro visual y la incontinencia son solo algunas de lascondiciones que hacen de la recomendacin usual de caminar una condicin aerbica, difcil, o inclusoimposible en los ancianos dbiles. Antes de poder caminar, es necesario ser capaz de levantarse de unasilla (se requiere de fuerza muscular) y mantener una posicin erguida mientras se mueve en el espacio(se requiere equilibrio). Por lo tanto, el acondicionamiento aerbico debe seguir el entrenamiento defuerza y de equilibrio, lo cual es, desafortunadamente, lo opuesto de lo que se hace hoy. La tolerancia alas actividades de soportar peso, tales como caminar, podra mejorarse significativamente al mejorarprimero la fuerza muscular, la estabilidad de las articulaciones y el equilibrio. En ese punto, elentrenamiento aerbico de intensidad moderada puede empezar, primero al alcanzar un objetivo defrecuencia (al menos 3 das por semana), luego una duracin (al menos 20 minutos) y finalmente, unaintensidad apropiada (40-60% de la frecuencia cardiaca de reserva, u 11-13 en la escala de Borg).Laintensidad al caminar podra aumentarse al agregar cuestas, pendientes, gradas y escaleras, empujaruna silla de ruedas con peso u ocupada o adicionando movimientos de brazo y baile en lugar deaumentar la velocidad o cambiar a trotar. Es poco probable que las intensidades altas sean posibles enesta poblacin. Los equipos de asistencia aumentan la seguridad as como el gasto energtico de unaactividad, por lo tanto hay poco beneficio para intentar ejercitarse sin ellos. Aunque caminar es unamodalidad preferida debido a su naturaleza funcional directa, en algunos individuos solo la ergometrade brazo y pierna, las mquinas para realizar ejercicios sentados y los ejercicios acuticos son posiblesdebido a la variedad de discapacidades y estas son alternativas ajustables si estn disponibles.

    La mayora de los ancianos dbiles vive en ambientes y entre personas para quienes el ejercicioes an poco familiar y tal vez un concepto que les infunde temor. Existe una gran necesidad de cambiarlas estructuras fsicas, las opciones de programas recreativos y el entrenamiento del personal parapermitir que estas recomendaciones se instituyan en casas privadas, en complejos de apartamentospara adultos mayores, en comunidades donde se cuida la vida y en instituciones para ancianos(ancianatos, hogares de ancianos). Al eliminar las barreras innecesarias para la movilidad y lacondicin fsica ptimas entre los adultos mayores, podran darse beneficios sustanciales para la salud

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    tanto por medio de la prevencin de nuevas discapacidades como de la rehabilitacin de condicionescrnicas.

    CONCLUSIONES

    Basados en la evidencia disponible, pueden hacerse varias conclusiones. La participacin en unprograma de ejercicio regular es una efectiva intervencin / modalidad para reducir/prevenir algunos delos deterioros funcionales que se asocian con el envejecimiento. Adems, la capacidad deentrenamiento de los individuos mayores (incluyendo a los octogenarios y nonagenarios) es evidentepor su capacidad para adaptarse y responder tanto al entrenamiento de resistencia aerbica como al defuerza. El entrenamiento de resistencia aerbica ayuda a mantener y mejorar varios aspectos delfuncionamiento cardiovascular (medido por el VO2mx), el gasto cardiaco y la diferencia arteriovenosade O2, as como a incrementar el rendimiento submximo. De manera importante, las reducciones enlos factores de riesgo que se asocian con los estados de enfermedad (enfermedad cardiaca, diabetes,etc.) mejoran el estado de salud y contribuyen a incrementar la expectativa de vida. El entrenamientode fuerza ayuda a compensar la prdida de masa muscular y la fuerza que por lo general se asocian conel envejecimiento normal. Ambas adaptaciones al entrenamiento mejoran enormemente la capacidadfuncional de los hombres y las mujeres mayores, optimizando , por lo tanto, la calidad de vida de estapoblacin. Entre los beneficios adicionales se incluyen una mejora en la salud sea y por lo tanto, unareduccin en el riesgo de osteoporosis; una mejora en la estabilidad postural, disminuyendo as elriesgo de caer; un aumento en la flexibilidad y en el rango de movimiento. Aunque no es tan numerosa,la evidencia tambin sugiere que la participacin en el ejercicio regular proporciona un nmero debeneficios psicolgicos que se relacionan con la preservacin de la funcin cognitiva, un alivio de lossntomas y la conducta depresiva y una mejora en el concepto de control personal y de la autoeficiencia. Es obvio que es necesaria mas investigacin controlada y conducida adecuadamente y quese concentre en muchos de los aspectos importantes que se relacionan con la interaccin del ejercicio yla actividad fsica en el envejecimiento saludable. Esto incluye estudios que van desde lasinvestigaciones clnicas hasta las que examinan los mecanismos moleculares y celulares.

    En conjunto, los beneficios asociados con el ejercicio y la actividad fsica regular contribuyena crear un estilo de vida ms saludable e independiente, lo que mejora bastante la capacidad funcional yla calidad de vida para el segmento de nuestra poblacin que crece con ms rapidez.

    Este pronunciamiento fue revisado por el ACSM, por representantes de la membresa en general, el Comit deDeclaraciones y por John Lawler, Ph.D. y Christian Leewenburg, Ph.D.Nos gustara agradecerle a las siguientes personas por su aporte en esta Declaracin: Doug Seals, Roger Enoka,Marjorie Woollacott y los miembros del SHI del ACSM sobre el Envejecimiento en las Ciencias del Ejercicio yen la Medicina del Deporte.

    REFERENCIAS

    Las referencias se pueden consultar en el documento original en Ingls: http://www.msse.com