C L Evangelización-Pastoral-Catequesi

s

"Discípulos misioneros:Llamados a la santidad

en el mundo actual"

Documento Conclusivo, mayo 2018

DOCUMENTO CONCLUSIVO Edición: Comunidad de Animación RegionalComité redactor: - Eugenia Martínez Hoy - Carlos Arturo de León Vela - Martín Angel Cociancih - Eduardo Luis Rivera VizcarraCorrección de estilo: Camilo Andrés Aguilar GómezDiseño Gráfico: Katherine TolosaMedellín, Antioquia, Colombia. 2018

Región Latinoamericana Lasallista -RELAL-CIL Regional de Evangelización, Pastoral y Catequesis22 de abril al 4 de mayo de 2018.Fusagasugá, Cundinamarca, Colombia

CONTENIDO

Durante dos semanas, del 22 de abril al 4 de mayo de 2018, 61 integrantes de la familia lasallista participaron en una reflexión regional sobre su misión evangelizadora así como sobre los medios pastorales y catequéticos para llevarla a cabo.

La vivencia de una comunidad lasallista internacional, las reflexiones realizadas, los desafíos identificados y las convicciones adquiridas renovaron el compromiso apostólico de cada uno de los participantes, fortalecieron su conciencia de Asociados para la Misión y les permitieron adquirir elementos para soñar nuevos métodos, actitudes y acciones que den respuesta a las necesidades pastorales del momento.

Este documento contiene la relación de lo que se vivió en esta experiencia de fe y de fraternidad para un mejor servicio. Las certezas adquiridas, los desafíos identificados y los posibles planes de acción que aquí se comparten son, sin duda, una fortaleza para la familia lasallista en la RELAL y en el Instituto.

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.................24

...................29.......................34

...35.....54

1 El camino recorrido, la vivencia y la experiencia adquirida

..........................................................82 Nuestras certezas

........................................................153 Las iluminaciones

4 Las urgencias identificadas y las propuestas de acción

ANEXOS

1. Mensaje de apertura del Hno. Paulo Petry, Consejero General para la RELAL

2. Los expertos que iluminaron la reflexión de los participantes en el CIL

3. La Espiritualidad en un mundo secular. La Espiritualidad en la Escuela. Dra. María Cristina Ventura

4. Directorio de los participantes en el CIL Regional sobre Evangelización, Pastoral y Catequesis

CIL REGIONAL DE EVANGELIZACIÓN, PASTORAL Y CATEQUESISDocumento Conclusivo

El camino recorrido, la vivencia y la experiencia adquirida

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1El camino recorrido�

la vivencia yla experiencia adquirida

“Cada uno de nosotros vale, y más vale todavía el que estemos juntos”

(Pampa Yakuza)

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El CIL Regional sobre Evangelización, Pastoral y Catequesis comenzó el sábado 21 de abril. Realizado por primera vez en la Región Latinoamericana Lasallista, generó expectativas no sólo entre los participantes sino también en el equipo animador. Llegados a Bogotá, el Distrito anfitrión ofreció una cena de bienvenida en el Colegio De La Salle que generó una atmósfera de bienvenida y de comunidad propicia para tener los primeros diálogos y la convivencia inicial entre lasallistas de diferentes partes de Latinoamérica y el Caribe.

El domingo 22, después del desayuno, el grupo salió del clima frío de Bogotá y llegó a la ciudad de Fusagasugá, en el departamento de Cundinamarca. La temperatura cálida y el paisaje acogieron al grupo que se dispuso a iniciar, con entusiasmo, la experiencia formativa.

En la inauguración hubo varios mensajes: el Hermano Paulo Petry, Consejero General para la Región, hizo énfasis en el llamado que todo discípulo misionero tiene a la santidad; el Hermano Jesús Rubio, Secretario para la Formación del Instituto, compartió la naturaleza del CIL y la forma en que la experiencia está en sintonía con el pensamiento y las acciones del Instituto; el Hermano Carlos Castañeda dio a conocer la metodología con la que se trabajaría para que el CIL diera cumplimiento a los objetivos propuestos; y el Hermano Visitador anfitrión, Carlos Gómez Restrepo, además de dar la bienvenida a Colombia, reflexionó sobre la situación del país y el desafío que implica la construcción de la paz en una sociedad marcada por la violencia y la desigualdad, como sucede en muchos otros países de nuestra Latinoamérica y el Caribe.

Esa primera sesión, marcada por el icono del Buen Pastor, la fiesta litúrgica del día, culminó con la Eucaristía, en la cual se ofrecieron los deseos y anhelos para las dos semanas que duraría la actividad.

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El trabajo inició con un análisis de la realidad desde un enfoque narrativo. Antes de comenzar a reflexionar sobre el caminar de los Distritos en su tarea evangelizadora, cada participante realizó un análisis de su propio itinerario que sirvió para cimentar vínculos en las nueve comunidades que se formaron. El análisis continuó al día siguiente, pero desde la mirada del mundo actual y los desafíos que tiene la misión, siempre pensando en afirmar la identidad de la escuela católica para que sea una respuesta significativa a lo que viene sucediendo. Posteriormente se prosiguió con una revisión de la historia de cada uno de los Distritos. La técnica del biograma sirvió para hacer una relectura de cada acontecimiento vivido y encontrar en cada relato personal y comunitario la huella de Dios.

La etapa de iluminaciones abrió puertas para el diálogo y se constituyó en la fuente de la cual el grupo bebió para poder brindar propuestas a los desafíos. Fue una etapa para adentrarse en conceptos como secularización, identidad, compromiso social y cultura vocacional. Se percibió la forma en que el aliento de vida está soplando de diferentes maneras que antes no se hubiesen imaginado, razón por la que el grupo discernió los nuevos espacios de actuación del Espíritu Santo, siempre desde una mirada que valora la pluralidad.

La escucha atenta y el intercambio de opiniones trajo por consecuencia el aprendizaje y el gozo con la experiencia del prójimo, tanto al reflexionar sobre la identidad y misión de la escuela como al profundizar en el tema de la espiritualidad, lo que consolidó la fraternidad en el grupo. Al finalizar la primera semana de trabajo, esta nueva comunidad viajó a una finca ubicada en la zona de Melgar, en donde realizaron actividades de convivencia y dedicaron un tiempo al descanso.

El camino recorrido, la vivencia y la experiencia adquirida

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La segunda semana del CIL inició con una fuente que condujo al grupo a la reflexión sobre el compromiso social visto desde el enfoque del desarrollo moral. Esto sirvió como justificación para pensar la misión en cada una de las realidades de la Región e identificar la forma en que se educa. Hacia mitad de la segunda semana se trabajó con el tema de pastoral juvenil y vocacional. La metodología planteada permitió una reflexión comunitaria así como la conceptualización de algunos términos que se constituyen referentes en la cultura vocacional: Dios, Iglesia y persona. El trabajo animó al grupo y unificó el deseo de plasmar propuestas concretas para la Región. Se hizo presente un sentimiento de que, el conocimiento mutuo y compartir comunitario, debería reforzar el “juntos y por asociación” para fortalecer la Misión Educativa Lasallista.

El último día del CIL constituyó una oportunidad para hacer discernimiento comunitario en el que los sueños y deseos se expresaron por medio de propuestas de acción de cara a la misión que se realiza de manera regional. Fue el cierre apropiado para una experiencia que sin duda enriqueció a cada participante, tanto a nivel cognitivo, como afectivo y espiritual.

A lo largo de los días la experiencia de fraternidad se consolidó, y esto gracias a la apertura y disponibilidad de cada uno de los participantes al compartir la riqueza de las culturas, de los relatos vitales y de las formas de relacionarse con Dios y de vivir el compromiso por el Reino. Se celebró en comunidad la acción del Padre en medio de la comunidad mediante las oraciones y las Eucaristías vividas de forma creativa. La comunidad que se construyó incluyó a las personas que con tanta amabilidad atendieron durante esos días en la casa de Fusagasugá, con las cuales el grupo quedó muy agradecido.

Finalmente llegó el tiempo de volver. Cargar las maletas y acomodarlas dentro del bus que transportaría a Bogotá suscitó un sentimiento encontrado: el abrazo y la nostalgia por el adiós armonizó con el sentimiento de alegría por volver a casa y compartir la riqueza de la experiencia. En su equipaje cada participante se llevó mucho más de lo que trajo: experiencias y vivencias que revitalizan personalmente, y que fortalecen la conciencia de pertenecer a una gran familia que tiene una gran misión por cumplir.

Durante el CIL, Jesús, el Buen Pastor, condujo a cada uno con sabiduría y ternura. Llegó el tiempo de caminar, con el compromiso de ser y hacer como Él.

Nuestras certezas

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NuestrasCertezas2

A partir de la experiencia vivida durante el CIL Regional de Evangelización, Pastoral y Catequesis, los participantes en esta

actividad adquirieron y fortalecieron algunas convicciones y certezas:

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1. Incrementar nuestra conciencia de Red y el trabajo conjunto.La mirada de fe que nos ha acompañado durante los espacios de reflexión del CIL, nos ayuda a ver la pluralidad que caracteriza a nuestra Región, así como tomar conciencia de que las iniciativas pastorales, evangelizadoras y catequéticas que se llevan a cabo en todos los Distritos y Sectores no son aisladas ni privadas. Por eso consideramos como un elemento fundamental el trabajo en red. Formarnos comunitariamente, como una iniciativa de este paradigma de trabajo, nos ayuda a profundizar nuestro carisma y la espiritualidad que compartimos. De esta manera colaboramos comunitariamente en la construcción del Reino, siendo signos de fe en el mundo. Es de suma importancia conocer la realidad de los Distritos que conforman nuestra Región y sus aportes en la evangelización, la pastoral y la catequesis. Con ello, buscamos no solo fortalecer las iniciativas que se desarrollan en este campo, sino testimoniar también la misión de una comunidad que es más amplia (RELAL).Hemos dado grandes pasos para sensibilizar y crear una conciencia de unidad y red en nuestra región. Sin embargo, es necesario seguir caminando motivados por la fuerza cohesionadora del Espíritu. Para ello deseamos contar con un equipo muy bien establecido, con una metodología clara y de acuerdo con la realidad que constatamos de tal forma que, mediante el discernimiento comunitario, todas las redes que ya han sido conformadas en la Región, guíen y acompañen los procesos de la Misión Educativo-Pastoral, sistematizando y compartiendo estas experiencias para fortalecer la identidad y la cohesión de la misión a la que, reconociendo como nuestra vocación, respondemos con el profeta Isaías “Aquí estoy, envíame” (Cfr. Isaías 6,8).

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Es necesario el fortalecimiento de nuestras comunidades lasallistas, desde un proceso personal y comunitario que tiene como fuente primaria la BUENA NUEVA DE JESUCRISTO RESUCITADO, lanzándonos hacia una Nueva Evangelización, capaz de ser signo de vida y esperanza para ir más allá de las fronteras en clave de apertura, diálogo y fraternidad, reafirmando nuestra opción por los niños, los jóvenes, los maestros y nuestro compromiso con los más pobres y vulnerables de nuestras sociedades.

Para ello, es necesario caminar hacia la escucha y la mirada crítica de la realidad histórica de estos tiempos, desde el uso de estrategias narrativas para tener una escuela-proyecto que marche y esté bien. También se debe asumir que el ámbito pastoral se debe seguir estructurando y fortaleciendo, en la conciencia de que es necesario seguir caminando para poder ser fieles al proyecto de Jesús.

En este sentido, es importante revalorar el papel actual de la pastoral en nuestros Distritos, comprendiendo que ella no es un órgano, comisión o departamento separado de lo académico, y que no es posible ni deseable desligar de la misión evangelizadora de la Iglesia ninguna de las acciones que la escuela realiza. Soñamos y caminamos hacia una pastoral que sea testimonio del Reino. Para ello, requerimos reconocer y transformar las prácticas que cuidan y abrazan la vida en todas sus expresiones, renovar nuestra apuesta por la formación de los agentes de pastoral y, en definitiva, fortalecer nuestros procesos pastorales, catequéticos y evangelizadores para que sigan respondiendo asertivamente a las necesidades de nuestros jóvenes y niños.

Esto va a ser posible desde la construcción creativa de respuestas que partan de las realidades particulares, del reconocimiento del talento y de la disposición necesaria para enriquecer y renovar los procesos pastorales, de la catequesis y de la evangelización como respuesta lasallista ante los signos de los tiempos.

Nuestras certezas

2. Reforzar nuestra perspectiva de la Pastoral como camino.

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3. Renovar nuestro compromiso de la formación con el enfoque de Itinerarios.

Existe una gran riqueza en torno al trabajo de la pastoral en las obras educativas y avances significativos en los Distritos. Por esta razón, la evangelización debe ser un tema transversal en todas las acciones distritales que comprometa a todos los que comparten la misión de educar.

Los procesos formativos de interiorización de la espiritualidad lasallista son una urgencia en nuestras comunidades educativas a nivel local, distrital y regional para animar las obras y para que éstas sean evangelizadoras.

Debemos generar de manera concreta un plan de formación en espiritualidad que genere propuestas para la promoción del carisma lasallista y compromisos concretos en la pastoral y catequesis.

Necesitamos apertura en áreas de pastoral, catequesis y evangelización a nuevos procesos que ayuden en nuestros Sectores y Distritos a responder a los cambios sociales de la actualidad.

4. Juntos y por asociación

A. Sentirnos y sabernos asociados para la construcción del Reino en este mundo secular para forjar un ser humano dinámico que luche por una sociedad más digna.

B. Concebir nuestra misión como compartida, no delegada ni repartida. Somos acompañantes y necesitamos ser acompañados.

C. Descubrir la presencia de Dios que nos llama y nos ama.

D. Reconocer la gran riqueza de nuestra familia en la diversidad de costumbres y tradiciones.

E. Confirmar que la Misión se realiza en asociación lasallista, en donde Hermanos y Seglares, desde el propio estado de vida, contribuimos en la construcción del Reino de Dios por medio de la educación.

F. Reconocer que el rasgo carismático que nos identifica en la Iglesia, la Asociación para la Misión, es dinámico, evoluciona con pasos firmes y se contextualiza en los diferentes escenarios de la Región.

El llamado que reconocemos recibir de Dios a trabajar juntos y por asociación nos lleva a:

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5. La experiencia espiritual nos lleva a renovar nuestra Fe.a. Renovamos la Fe en la Persona:

SALMO DE LA PERSONA (Hno. Carlos Pinto Corredor)

Señor, nos has llamado y nos encuentras.Nos convocas y nos asociaspara compartir un camino. Abre mi corazón para entendermi SER y aceptar que soy regalo,expresión de tu amor, creación tuya.y templo de tu esencia sagrada. Señor que eres luz,ilumina la ruta de este SER en procesoque busca, a pesar de sus luces y sombras,llegar a ser mejor.Sutilmente perfectible y sensibleen mi relación conmigo mismo y con el otro. Señor, abre mi mentepara reconocerme digno y librepara que mi reflexión me lance a serco-creador de vida en lo diverso,en lo integral, en lo dimensional de mi SER PERSONA. Señor, nos has llamado y nos encuentraspara compartir lo que somos.Nos convocas y nos asociaspara ser con otros,

b. Renovamos nuestra fe en el Dios de Jesús en quien creemos (Hno. Carlos Pinto Corredor)

He abierto la puerta a una América LatinaLasallista que cruza fronteraspara compartir que estás presenteen la historia, en lo humano, en la VIDA.

Nuestras certezas

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He abierto la puerta porque eres libertad,eres trascendencia,eres TRINIDAD.Presencia viva de un amor incondicionalque me abraza como Padre y Madre. He abierto la puerta a tu ser compasivo y misericordioso,a tu mano plenificadora que actúa con justicia,que conduce con respeto. He abierto la puerta para caminar juntos,pues eres cercano.

Porque tu voz me guía en fidelidad,porque te has comunicado yme invitas la experiencia de la amistad. He abierto la puerta porque das a manos llenas,he abierto la puerta porque creo,he abierto la puerta porque creemos.

c. Renovamos nuestra Fe en la Comunidad, desde donde expresamos nuestra gratitud al Dios de la Vida:

SALMO DE ACCIÓN DE GRACIAS DE LA COMUNIDAD (Comunidad del CIL)

Te damos gracias, Señorpor habernos hecho hermanos,por invitarnos a caminar juntos.Nuestros corazones te alaban. Queremos Señor ser Evangelio,proclamando tu alegría,llevando tu palabrapara construir el ReinoTe daremos gracias Señor con un corazón agradecido,a Ti que has estado presente en nuestra comunidad del CIL,a Ti que extiendes tu Reino por todos los rincones de nuestro continente,a Ti que nos llamas a caminar y caminas con nosotros.

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Te seguiremos alabando, de la mano de nuestros estudiantes,te seguiremos alabando, de la mano de nuestros compañeros,te daremos gracias, Señor, por las oportunidades de la vida.¡Que grande e inmenso eres Señor, en el rostro de los débiles! Te daremos gracias ante los pueblos, Señor,por el compromiso al que nos llamas.Porque seremos fieles al proyecto que nos encomiendas, siendo tu presencia delante de aquellos que más lo necesitan. Te damos gracias Señor por tu bondad,por permitirnos navegar desde nuestro hogar a donde nos convocas,porque nos llamas a seguir respondiendo.No importa, Señor, si es mar adentro, siempre y cuando sea tu voluntad y en tu presencia. Esta obra de salvación, que es tuyala inspiras en nosotros por tu Espíritu.Te damos gracias por hacernos partícipes de ella,uniéndonos a Cristo, para la construcción de tu Reino. Te damos gracias por mostrarte en los hermanos,Y por sus miradas de bondad.Estamos dispuestos a anunciar tu mensajepara reflejar tu amor con nuestra alegría. Te daremos gracias Señor, cantando tus obras y despertando cada día.Eres nuestro Pastor y nos conduces hacia la construcción de la comunidad.Te damos gracias, Señor, de todo corazón, por la vida de cada uno,por su vocación y por el camino de la vida. Te damos gracias, Dios Nuestro,por revelarte en el rostro de esta comunidad, que es como la de Emaús.Ayúdanos a descubrir, a través de ella,el sentido de nuestra misión: ser cuerpo.

Amén.

Nuestras certezas

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La actividad contó con la iluminación de diversos expertos, que brindaron orientación e impulsaron el diseño de respuestas a las necesidades identificadas.

El Análisis de la realidad lo acompañó el Dr. José María Siciliani Barraza y el Dr. Luis Evelio Castillo Pulido. La Misión e identidad de la escuela Lasallista: una escuela en pastoral, estuvo a cargo del Doctor José Leonardo Rincón Contreras. La espiritualidad en un mundo secular. La espiritualidad en la escuela, estuvo a cargo de la Dra. María Cristina Ventura Campusano. La acción y compromiso social en, de y desde la escuela lo dirigió el Doctor Luis Eugenio Espinosa González y la reflexión sobre Pastoral juvenil y cultura vocacional la acompañó el Hermano Dan Esteban Cruz Mora.

Iluminaciones

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Ver una síntesis de la hoja de vida de cada expositor en el Anexo 2.

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Las iluminaciones

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A continuación, se comparte la reflexión y conclusiones del grupo del CIL a partir de las iluminaciones.

1. Análisis de la realidad.El trabajo de análisis de la realidad (personal, distrital y regional) nos ha llevado a concluir que somos una hermosa región multicultural, donde se vuelve necesario establecer líneas de trabajo según las características de cada Distrito pero que de fondo nos unifiquen armónicamente como Región.

Si bien desde el discurso tenemos líneas en común, es necesario que nos articulemos mejor y pongamos horizontes colectivos que nos permitan desde La Salle caminar como hermanos en los procesos de Evangelización, Pastoral y Catequesis.

No queremos permitirnos trabajar de forma aislada: queremos trabajar en equipo, fortalecer y crear redes que permitan rediseñar proyectos para la mejora continua. Creemos en la idea de sistematizar y compartir cada actividad pastoral, pues queremos dar nuevas, mejores y más creativas respuestas, por lo que sabemos que esto nos implicará un tiempo de evaluarnos, seguir reflexionando, rediseñarnos en red y comprometernos más.

Para transformar y hacer significativo nuestro aporte a las sociedades en las que está inmersa nuestra Región, debemos revisar constantemente lo que hacemos y cómo lo hacemos, asumirnos en una realidad cambiante, necesitamos ensayar nuevas propuestas, nuevos modos de evangelización, pastoral y catequesis. Por consiguiente, es necesario que generemos una interrelación entre los ideales que se tienen y las acciones que se toman (el hacer) en cada Distrito teniendo en cuenta las necesidades del contexto. También queremos tomar conciencia del “paso a paso” en procesos que ayudan construir la actualidad de cada uno de los Distritos (su historia).

Para todo lo anterior, es importante que estemos abiertos a otro tipo de experiencias a nivel de formación para que podamos atender de mejor manera las necesidades y renovar la visión y el actuar. Apoyarnos de los relatos y la teología narrativa presente en cada experiencia personal y comunitaria es un buen camino que nos ayuda a ser más conscientes sobre el itinerario recorrido y, así, explicitar nuestra experiencia de fe implícita en todo lo que vivimos.

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El relato de nuestra Región nos hace creer que hoy en día estamos llamados a mostrar un rostro de Dios cercano a los jóvenes, siendo testimonios de vida desde una espiritualidad que nos lleva a comprometernos con el mundo asumiendo que somos parte de él para poder transformarlo.

Necesitamos agentes comprometidos con la misión: que acompañen, sean acompañados e integren a la comunidad educativa. De igual manera, la comunión entre Seglares y Hermanos, en Asociación, es vital en la búsqueda de una nueva evangelización en la que, además, es importante tener siempre un oído en los jóvenes que tenemos a cargo no sólo compartiendo y conociendo su cultura, sino también leyendo y conociendo teorías que nos ayuden a comprender mejor las realidades que viven nuestros estudiantes. Para proponer un proyecto pastoral serio, coherente y comprometido con estos tiempos debemos partir siempre de las realidades, a veces complejas, de nuestras tierras: oír las voces de nuestros niños y jóvenes, escuchar sus inquietudes, sus anhelos, sus sueños. Solo de esta forma podremos ser fieles al espíritu y carisma de nuestra Asociación. Estas realidades, antes mencionadas, son muchas y variadas. Cada proyecto pastoral deberá atender y velar de cuidar la propuesta de una vida más digna para los destinatarios a los que va dirigido.

2. Misión e identidad de la escuela lasallista. Con La Salle seguimos creyendo que la misión lasallista es de grandísima necesidad en América Latina porque nuestras obras son lugar de salvación para niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos. En nuestras comunidades todos podemos y debemos vivir plenamente desde la propuesta del Evangelio.

Encarnamos una educación humana y cristiana, conectada a la realidad social, cultural y eclesial, construyendo nuevos horizontes en los cuales el Reino de Dios se hace presente en lo concreto de nuestras sociedades.

Creemos que la misión educativa es animada por personas que se sienten cada vez más vocacionadas a formar comunidades convencidas de los ideales que fundamentan su misión evangelizadora. Somos, así, fermento de unidad. En el seno de nuestras obras educativas mantenemos vivo el carisma de Juan Bautista de La Salle, buscando las estrategias que nos permitan identificarnos con su misión en el mundo de hoy.

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Estamos convencidos de que la misión lasallista tiene una opción preferencial por los pobres:

A. Construyendo esperanza junto a las personas más necesitadas, en condiciones de vulnerabilidad y riesgo social por medio de una educación integral y de calidad.

B. Sembrando una conciencia más humana, más hermana para todas y todos a partir de una mirada crítica de la realidad.

C. Educando de manera humana y cristiana para transformar las estructuras de injusticia social que vulneran los derechos de los más débiles.

Creemos que toda institución educativa lasallista vive una espiritualidad de encarnación reconociendo la presencia y acción de Dios en las realidades actuales de cada entorno y favoreciendo el diálogo entre fe, cultura y vida. Nuestras obras son, así, una expresión de comunión del Evangelio y la sociedad secularizada.

Reconocemos que nuestra misión y carisma los vivimos en el seno de la Iglesia y, junto a otras comunidades (religiosas, parroquiales, diocesanas), discernimos los caminos para responder con obras concretas a los desafíos que nos presenta la realidad. Hoy más que nunca creemos que es necesario dar este signo de unidad como miembros de la Iglesia y participar activamente en su misión evangelizadora.

Creemos también, con los padres conciliares del Vaticano II, que las semillas del Verbo están en todas las culturas y realidades lo que nos mueve a encontrarnos con la hermana y el hermano que, sin ser católicos o creyentes, trabajan por un mundo más justo y solidario.Para lograr nuestra misión, propiciamos una cultura del encuentro valorando el pluralismo de los actores que intervenimos, reconociendo la particularidad y complementariedad entre Hermanos y Seglares, acompañándonos mutuamente en nuestros procesos vitales y formándonos permanentemente para contar con herramientas que permitan construir sentidos en un mundo fragmentado.

Ante los avances de la ciencia, la técnica y la sociedad nos proponemos estar a la vanguardia e ir evolucionando con los tiempos actualizando nuestras metodologías y epistemologías sin perder nuestra identidad lasallista.

Somos una red educativa con un potencial muy grande, capaz de generar cambios significativos en el mundo actual, con un marcado compromiso político, pedagógico y pastoral. Los lasallistas, en asociación, aportamos al desarrollo educativo de nuestras naciones.

Las iluminaciones

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3. La espiritualidad en la escuela.Todos, en tanto humanos, vivimos una espiritualidad. Por lo tanto, es pertinente en estos tiempos hablar de espiritualidades. Esta primera reflexión nos ayuda a ser más conscientes de lo implícito de esa experiencia de espiritualidad que nos habita y aceptar la pluralidad en la que vivimos en nuestras escuelas y países.

Como lasallistas tenemos una espiritualidad común que nos abraza y hermana en la Región. Esta espiritualidad es secular y plural, y se expresa en las formas religiosas que nos vienen de la tradición cristiana católica. Es esta misma catolicidad la que nos empuja a estar abiertos al mundo y sus nuevas realidades y, con ello, a las personas y a los procesos sociales, culturales y económicos desde la mirada y praxis de Jesús, nuestro maestro e inspirador.

El tema “La espiritualidad en la escuela” es central en, desde y para la pedagogía lasallista. Reflexionar sobre ello nos mueve, en primer lugar, a reconocer la necesidad de crear procesos de formación y profundización, para que, como Distritos y como Región, nos pongamos en ruta desde el núcleo de nuestra espiritualidad, siempre centrada en el Evangelio de Jesús.

Es la espiritualidad el eje central y el más grande diferenciador de nuestra propuesta educativa. Creemos que facilitar caminos de crecimiento espiritual nos hace corresponsables con el Espíritu en la vida de quienes tenemos a cargo. Para ello, uno de los más grandes retos es respetar y entender que la espiritualidad se vive de forma diversa a través de caminos y ritmos distintos, todos ellos cargados de humanidad. Reconocer la riqueza que nuestras comunidades poseen, desde los itinerarios espirituales individuales, es una de las formas de tener un punto de partida para posibilitar el encuentro significativo como compañeros de camino.

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Soñamos para nuestra Región la vivencia de espiritualidades que no sean únicamente intimistas, es decir que no nos lleven solamente a la relación personal con el Dios en que creemos, sino que sean cada vez más “en clave comunitaria”, en donde podamos vivir la fiesta del Reino en una mesa que nos convide a todos desde la fraternidad, descubriendo la riqueza espiritual que tiene cada uno de los miembros, en quienes ya están presentes las semillas del Verbo.

Las generaciones actuales nos invitan a trazar líneas creativas en las respuestas pastorales. La expresión de lo religioso - de nuestros ritos, prácticas, procesos y miradas para compartir la fe - plantea la necesidad de continuar renovándonos desde la escucha atenta y empática a las voces de quienes nos interpelan.

Anhelamos seguir proponiendo a nuestros estudiantes la experiencia de compartir con los empobrecidos de nuestra Región, generando un crecimiento espiritual mutuo desde el encuentro humano a través de la mirada del otro y la de Dios en las realidades que los llevan a dar lo mejor de sí mismos. Es así como en el servicio surge una espiritualidad política en la que se cruzan el ser, el hacer y el convivir integrados desde la ética que promueven lo trascendente.

En espíritu de fe, hoy más que nunca y como Juan Bautista De La Salle, sentimos la presencia de Dios en la que vivimos, nos movemos y existimos (Hechos 17,28). Desde allí es que queremos ofrecer un modo de religarnos para que en el corazón secularizado de nuestra sociedad encontremos el llamado de Jesús de modo implícito y explícito.

4. La acción y compromiso social en, de y desde la escuela.Creemos con Juan Bautista de La Salle que estamos llamados a reconocer y adorar a Jesús presente bajo los pobres harapos de los niños, jóvenes y adultos que están dentro de nuestras comunidades educativas pero que también están fuera, en las llamadas “periferias materiales y existenciales”. Por este motivo, sintiéndonos amados por Dios, queremos llevar su amor a todas las personas, en quienes vemos a nuestra hermana o hermano. Somos, por lo tanto, partícipes de la misión de la Iglesia en salida a la que nos invita el Papa Francisco.

Nuestra opción de responsabilidad social la vivimos con y para la gente, construyendo juntos, desde el discernimiento compartido y el trabajo conjunto, una sociedad más justa. Con este fin, generamos procesos de sensibilización y maduración del ser que nos llevan de la indiferencia a la búsqueda del bienestar de todos, de ser cómplices de las desigualdades a protagonistas en la instauración de la justicia.

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Nuestra opción por los pobres comienza por mirar las realidades de aquellos que ven sus derechos vulnerados, identificando necesidades, vinculándonos con organizaciones barriales y sociales ya que las verdaderas soluciones surgen desde la gente que vive una realidad particular.

Tenemos una mirada crítica y política frente a la realidad nacional que nos lleva a desarrollar metas formativas para nuestros educadores y estudiantes. Nos proponemos generar una red formativa que fomente la crítica social, establezca lazos y conexiones con áreas académicas y de gobierno para el análisis y respuesta desde el Evangelio a las necesidades de las personas y provoque un impacto social.

En nuestras obras cada educador:• revisa sus prácticas para poder hacerlas más fieles al proyecto

común de responsabilidad social,• reformula su estilo de trabajo para ayudar a que todo estudiante

crezca y se anime a comprometerse a la construcción de una sociedad más justa para todas y todos,

• se forma permanentemente, consciente de que también es una persona en crecimiento,

• trabaja en equipo de manera colaborativa,• es responsable y audaz para ser efectivo en su trabajo, • en fin, cada día da más de sí para la misión del Instituto.

En las obras lasallistas las y los estudiantes:• se sienten llamados a un compromiso social que les lleva a crecer

en autonomía y preocupación por el otro,• viven el respeto por la diversidad, y • forjan la conciencia vocacional de saberse llamados a brindar un

servicio a la sociedad, desde su propia espiritualidad.

Como familia lasallista somos conscientes del cuidado de la casa común, entendiendo que con ello protegemos a los que se ven perjudicados por las malas prácticas que dañan el medio ambiente y que somos solidarios y fraternos con las mujeres y hombres del mañana. Con creatividad buscamos respuestas que ayuden a formar la conciencia ecológica y las acciones pertinentes que se encaminan en esta senda.

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5. Pastoral Juvenil y Cultura Vocacional.Estamos llamados a recrear y suscitar una cultura vocacional en nuestra Región proyectando que nuestras escuelas sean lugares de salvación, encuentro, realización, felicidad y continua búsqueda de sentido de vida. Esto trae consigo ciertas exigencias que nos permitirán garantizar un mejor acompañamiento que nos comprometa a todos en nuevos procesos e itinerarios de espiritualidad para nuestros niños y jóvenes.

Es una urgencia inmediata que, como agentes de pastoral, vivamos desde una espiritualidad cristiana de convicciones profundas, que nos tomemos en serio el llamado a ser hermanos mayores y ángeles custodios de los niños y jóvenes que se nos han confiado, generando en todo lo que hacemos un clima vocacional y un proceso serio de acompañamiento que no se quede en una enorme lista de actividades. Esto implicará nuevas prácticas y caminos de evangelización que sean capaces de leer en la vida de nuestros niños, jóvenes y colaboradores lo que no está escrito, escuchar sus llamados con oídos de apertura, entender sus silencios y rebeldías con respeto, palabras oportunas y una mirada sin prejuicios a los paradigmas establecidos por su cultura, que los juzga y critica por sus prácticas superfluas o estilos de vida cambiante.

Los jóvenes nos piden a gritos que reflejemos una auténtica espiritualidad, nos exigen vivir una vida cristiana desde una profunda humanidad, siendo testigos coherentes de lo que predicamos, con argumentos y convicciones que les contagien y reten al seguimiento de Cristo, desde diferentes ámbitos de la vida. Reconocemos que buscan en nosotros, como pastoralistas, verdaderos promotores de vida, con capacidad de escucha, sensible a sus necesidades y dispuestos a acompañar sus procesos de discernimiento vocacional.Consideramos que están sedientos de una fuerte experiencia de Dios, y que creen que nuestras pastorales pueden brindarles esos espacios, lo que nos lleva a tener una mirada fina para leer lo que no está escrito.

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Tomar en cuenta esta realidad juvenil y la reflexión sobre este tema nos compromete a:a) Realizar un estudio de la realidad de los niños y jóvenes que conforman nuestras

obras: conocerlos nos ayudará a contextualizarnos en sus necesidades e iluminará nuestros procesos pastorales que deben responder a los llamados que hoy la sociedad nos grita.

b) Seguir construyendo nuestros planes de formación bajo el enfoque de itinerarios formativos, en donde los procesos se estructuren desde las perspectivas teológica, eclesial y antropológica.

c) Reconocer que los niños y jóvenes esperan de nosotros que seamos sensibles para leer su realidad, buscando nuevas estrategias, formas creativas y concretas en su acompañamiento y construcción de su espiritualidad.

d) Escuchar a los jóvenes, sus preguntas, críticas, inconformismos, dudas y retos; necesitamos ser observadores y sensibles a sus nuevas búsquedas y en cómo van desplegando la vida.

A nivel RELAL nos sentimos llamados a: a) Construir redes en torno a la cultura vocacional, con nuevas formas que visibilicen el

mensaje de Jesús, apostando a la Asociación, con líneas de acción que iluminen nuestros proyectos pastorales en cada Sector.

b) Crear estrategias que fortalezcan y consoliden los procesos pastorales.c) Fortalecer la propuesta de cultura vocacional de cada comunidad educativa,

proporcionando espacios de formación y vivencia para los colaboradores lasallistas. d) Reflexionar los mecanismos más adecuados y creativos para que más Hermanos y

Seglares se preparen y asuman los retos de transmitir el carisma lasallista, por medio de un programa de formación que impacte en la vida de nuestros destinatarios.

a) Ser críticos y honestos para revisar nuestras experiencias de acompañamientob) Evangelizar desde la realidad de los niños y jóvenes con acciones que no sean

impuestas por nuestras creencias.c) Convocar a toda la comunidad educativa para que pueda entender que todos

somos partícipes en la conducción y acompañamiento vocacional, no sólo desde la vida de Hermano De La Salle.

d) Diseñar una estrategia de acompañamiento cercano como pastoralistas que sea humana y eficaz.

e) Ser más participativos e involucrarnos más en el trabajo en Red.f) Seguir apostando por la vocación del Instituto y la vocación lasallista en igualdad de

esfuerzos y con la disposición al trabajo en conjunto con los demás desde una perspectiva de cultura vocacional.

Como agentes de pastoral nos sentimos interpelados a:

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Las urgencias identificadas y las propuestas de acción

Urgencias y4

PropuestasAl concluir el CIL, los participantes realizaron un trabajo en equipo para discernir las urgencias que es necesario atender en el ámbito de la Evangelización, la Pastoral y la Catequesis, así como para identificar propuestas que

sirvan como orientación para el trabajo de cada uno.

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a. Primera Etapa: Discernimiento Comunitario

El discernimiento comunitario permitió identificar urgencias, posibilidades de respuesta, así como el sentido de cada acción, lo cual se muestra en el siguiente cuadro:

Que puede expresarse de la siguiente manera:

i. ¿Qué urge? (Círculos)

• Formación de agentes de pastoral• Iniciación de educadores• Trabajo en red

• Escuela que evangeliza • Construcción de una Cultura Vocacional

ii. ¿Cómo se puede abordar? (Contenedor)

• Trabajo en Red• Generación de condiciones para la gestión pastoral (estructuras, equipos, recursos,

tiempo, presupuestos)

iii. ¿Para qué hacerlo? (Sentido)

b. Segunda Etapa: Explicitación de urgencias y propuestasEsta explicitación constituye el mensaje que los participantes en el CIL dan a las comunidades educativas, a los Distritos de la RELAL y, en general, al Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.Los participantes en el CIL sobre Evangelización, Pastoral y Catequesis creemos que los desafíos planteados contribuyen a la comprensión y vivencia de una cultura vocacional y a la puesta en marcha de una pastoral educativa.Para darles una atención integral, se han identificado tres urgencias, y para cada una de ellas, se dan algunas propuestas para la acción.

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Las urgencias identificadas y las propuestas de acción

Primera urgencia: Trabajo en RedSentimos que es necesario generar condiciones que fortalezcan el crecimiento de la RELAL como comunidad , por lo cual proponemos:

Constatamos la necesidad de establecer un proceso de iniciación de educadores en las dimensiones humana, cristiana y de espiritualidad lasallista, asumiendo como indispensable la vivencia comunitaria; por lo cual proponemos:

i. Sistematización de experiencias pastorales de los Distritos para compartirlas ,

ii. Dinamización de las cinco redes existentes en la Región ,

iii. Generación de estructuras distritales y condiciones laborales adecuadas,

iv. Selección de las personas idóneas para el trabajo correspondiente en las redes y en las estructuras distritales, a partir de la experiencia CIL.

i. Un proceso que debería darse en tres umbrales: de iniciación, profundización cristiana y compromiso asociativo hacia la Misión Educativa Lasallista;

ii. Tomar en cuenta las experiencias relevantes de otros Distritos, como el desarrollado en el Distrito Argentina – Paraguay con el trayecto de Iniciación de Educadores Lasallistas (INEL).

Segunda urgencia: Iniciación de Educadores

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Cf. Propuesta 24 del 45° Capítulo General: “Que el Instituto se comprometa a generar estructuras y procesos de animación de la pastoral vocacional en conexión con la pastoral juvenil, para dar a continuidad a la reflexión de los Capítulos Generales 43° y 44°”.

Cf. Prioridad 4 de la 2ª Asamblea Regional para la Misión: “Profundizar la comprensión y vivencia de la Asociación, entre Hermanos y Seglares, para el servicio educativo de los pobres, a la luz de la Circular 461, con el fin de favorecer la vitalidad de la Misión. Asegurando, a. la implementación de un plan regional de formación de formadores, Hermanos y Seglares, que desarrolle el liderazgo según el carisma lasallista”. Cf. Prioridad 2 de la 2ª Asamblea Regional para la Misión: “Crear redes de apoyo de las Instituciones Lasallistas de Educación Superior para acompañar procesos de formación, investigación y sistematización de las buenas prácticas educativas. Cf. Prioridad 3 de la 2ª Asamblea Regional para la Misión: “b. Creando una red de reflexión y acompañamiento a los equipos de evangelización y pastoral de cada Distrito, dinamizada por un equipo regional”. Cf. Prioridad 1 de la 2ª Asamblea Regional para la Misión: “Implementar itinerarios formativos para la comunidad educativa, que favorezcan el compromiso con la Misión y el fortalecimiento de la identidad lasallista, y respondan a los desafíos educativos de los más necesitados y en las situaciones de frontera del mundo actual”.

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Cada participante en el CIL toma la responsabilidad de compartir las vivencias de fe y fraternidad vividas durante la experiencia, así como de explicar la naturaleza de las urgencias identificadas, de tal manera que la Comunidad Regional comparta el espíritu que las originó.Estas urgencias y propuestas serán presentadas a los miembros del Consejo de Misión Regional en la sesión del mes de agosto en el cual se elaborará el Plan de Acción Regional (PAR) 2018-2021.

Tercera urgencia: Formación de Agentes de Pastoral

C. Tercera etapa: socialización de las urgencias y propuestas

Cf. Prioridad 3 de la 2ª Asamblea Regional para la Misión: a. “Replanteando los procesos evangelización en contextos multiculturales teniendo en cuenta los nuevos paradigmas y el diálogo entre la fe, la ciencia y la cultura”. En la RELAL entendemos agente de pastoral al facilitador de la formación y acompañamiento de procesos de vida cristiana e identidad lasallista. Cfr. Red RELAL de Evangelización, Pastoral y Catequesis. Cf. Prioridad 3 de la 2ª Asamblea Regional para la Misión: “b. Creando una red de reflexión y acompañamiento a los equipos de evangelización y pastoral de cada Distrito, dinamizada por un equipo regional”.

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Reconocemos una debilidad en el proceso de formación de agentes de pastoral que afecta la Misión Educativa Lasallista en la Región. Con la finalidad de fortalecer la organización, articulación y transición en la gestión pastoral proponemos:

i. Formación sólida (doctrinal y espiritual) certificada por universidades,

ii. Construcción de un lenguaje común sobre Evangelización, Pastoral y Catequesis,

iii. Un análisis crítico y creyente de la realidad de acuerdo con el contexto de cada Distrito,

iv. Elaboración de lineamientos pedagógicos-políticos-pastorales a nivel regional, considerando la experiencia del Distrito Centroamérica – Panamá .

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Anexos

5 Anexos

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en el camino de la santidadDiscípulos Misioneros

Hno. Paulo Petry, fsc – Consejero General para la RELAL

Que gusto saludarles al comenzar este que es el primer CIL que realizamos en la RELAL. Por supuesto mi primer palabra es de gratitud. Gratitud a las personas que organizaron e hicieron posible que este evento se realizara. Así, agradezco a los Hermanos Paulo Dullius, Chuy Rubio, Carlos Castañeda y Sergio Leal. Reconozco los tiempos y recursos que han invertido para que todo saliera bien. De igual modo debo agradecer a Katherine Tolosa y María Ríos de las oficinas de la RELAL, que mucho colaboraron preparando los materiales que se usarán durante estos días. Manifiesto mi gratitud al Hermano Carlos Gómez, Visitador del Distrito anfitrión de este CIL regional. Y a través del Hermano Carlos Gómez nuestra gratitud a todos los lasallistas del Distrito de Bogotá que nos colaboran de diversas formas para que este encuentro se pueda realizar en Fusagasugá. Y, finalmente agradezco también a los expositores, los que facilitan las diversas actividades que constituyen el todo de este CIL.A ustedes que tenéis la oportunidad de escribir con nosotros esta historia, les felicitamos por haber aceptado participar y construir juntos esta maravillosa experiencia, que esperamos enriquezca a todos.Uno de los himnos pascuales, en la liturgia de las horas, nos ilumina bien a todos los que somos evangelizadores, pastoralistas y catequistas. Dice el himno de laudes: Vós que testemunhastes a alegriade ver Cristo Jesus ressuscitado,anunciai que já nasceu o diaem que o homem é salvo do pecado.Levai a grande festa ao mundo inteiro,proclamai às nações a boa-Nova.Em Cristo, Deus e Homem verdadeiro,a velha humanidade se renova.Chegam, enfim, os tempos gloriosos,exultam sobre a terra os altos montes,brilham no céu os astros jubilosos,cantam as águas nas alegres fontes.Cristo ressuscitou, venceu a morte.O seu corpo se envolve em luz divina.Eis o Sol da esperança, eis o Deus forteque nos liberta e que nos ilumina.

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Este mismo Dios fuerte que nos libera y que nos ilumina, es el mismo que, en Cristo Jesús, por acción del Espíritu Santo, nos llama a ser sus discípulos y misioneras y nos llama a la santidad. Es el mismo Dios Trinidad que nos convoca a testimoniar la alegría de la resurrección, la gran fiesta, la Buena Nueva, la humanidad renovada. Como discípulos misioneros, escuchemos la Palabra para anunciarla al mundo, para que así exulten los altos montes, brillen los astros jubilosos y canten las aguas en las alegres fuentes. En la evangelización, la pastoral y la catequesis, proclamemos que el Sol de la esperanza, Jesucristo, nos envuelve con su luz divina… el venció la muerte, resucitó para que todos tengan vida, y vida en abundancia, vida plena, vida santa.

La creciente conciencia misionera en América Latina y El Caribe nos motiva a contemplar el futuro y la presencia de Dios, los dones y carismas en nuestros pueblos, a escuchar sus necesidades, esperanzas y su profunda experiencia de Fe, fraternidad y servicio. En actitud de discípulos, hemos de mirar los caminos del Maestro, su estilo de vida y entrega por los pobres para iluminar nuestra conversión personal y comunitaria. El discipulado implica revestirse de Cristo, ser sus testigos. Como lasallistas, educadores cristianos, debemos siempre estar listos a anunciar el Evangelio, “esperanza para toda persona sedienta de Dios” y juntos construir un mundo fraterno, justo y solidario; y ser colaboradores del Espíritu en la construcción del Reino. La experiencia de Pentecostés nos urge a dialogar con todos los pueblos con actitud profética, estar abiertos a los cambios, reconocer “las semillas del Verbo” y compartir las tradiciones culturales y religiosas de los pueblos. Por eso, una comunidad discipular debe ser acogedora, integradora y solidaria.

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La Iglesia, comunidad llevada por el Espíritu Santo, nos impulsa a configurarnos con Cristo, para formar el hombre nuevo, la mujer nueva, a vivir en comunión fraterna, a ser solidarios con el prójimo y a evangelizar sin exclusión. La Iglesia, “lugar de encuentro” con Jesucristo, convoca, envía a los testigos del Resucitado y forma nuevos discípulos en comunidades vivas, que testimonian el Reino de Dios. La misión aviva la esperanza de que otro mundo es posible, aún en situaciones difíciles. Se necesitan misioneros, profetas y peregrinos que denuncien las situaciones de pecado y las estructuras injustas, y anuncien los valores de la fraternidad, los valores de la vida plena realizada en Cristo. Estimados/as cilistas, ahora que estamos iniciando este CIL Regional sobre la Evangelización, Pastoral y Catequesis, a la luz del Documento de Aparecida, que orienta nuestra acción evangelizadora en el continente de la Esperanza y orientados por las reflexiones del Tercer Congreso Misionero Americano les invito a asumir y proclamar que:

1. ¡La misión es servicio al futuro de la Humanidad! Por eso, como Seglares y Religiosos lasallistas, asumimos con entusiasmo y corresponsabilidad eclesial la Misión más allá de las fronteras, que implica una conversión personal para que el Evangelio llegue a todos los hombres y mujeres sedientos de Dios.

2. Urge una opción fuerte por la formación y acompañamiento de las familias cristianas para que sean evangelizadoras y misioneras con su vida, fidelidad y comunión. En nuestras escuelas tenemos que revitalizar la Pastoral Familiar y apoyar experiencias de familias misioneras que quieran ir más allá de sus fronteras. Por eso les invito a que conozcan y lean la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia del Papa Francisco.

3. Reconocemos que el fenómeno de la globalización acarrea consecuencias positivas y negativas para la humanidad. Positivamente la globalización favorece la expresión plena de la Iglesia, que no pertenece a ninguna cultura y es de todas. Asumimos una nueva manera de ser Iglesia que alimenta su vida desde la escucha de la Palabra y de la realidad, para ser signo del Reino desde cada cultura y cada pueblo.

4. Impulsados por el Espíritu Santo, los laicos y laicas de todos los pueblos, etnias y culturas del continente americano, en comunión con los Obispos, Sacerdotes, Religiosas y Religiosos, pueden y deben asumir el compromiso de una formación integral: espiritual, pastoral y misionera, que nos haga corresponsables de la Gran Misión Continental. De ahí también la importancia de este CIL que estamos empezando, y realizando por primera vez en la RELAL.

5. Como lasallistas, miembros del pueblo de Dios en América Latina y el Caribe, como miembros de la Iglesia valoramos y respetamos a los pueblos indígenas y afro descendientes del continente, asumimos la urgencia de reconocer sus espacios, expresiones y tradiciones para que tengan su lugar en la sociedad y en la Iglesia. Nuestro espíritu misionero se fortalece en escuchar, aprender y anunciar explícitamente a Cristo en las diversas culturas.

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6. Anunciamos la Buena Nueva para restaurar el orden en la naturaleza, en comunión con lo que el mundo espera: renovar en todos los pueblos, culturas y corazones el rostro de la Humanidad mediante la conversión y la salvación; y desarrollar una conciencia creciente en su lucha por la conservación del medio ambiente. Aquí les invito a que lean y estudien la Carta Encíclica Laudato Si del Papa Francisco.

7. Con la fuerza del Espíritu Santo y a la luz del mandato de Jesús “Vayan y anuncien el Evangelio”, queremos responder a las nuevas situaciones históricas, sociales y eclesiales, comunicando el amor de Dios y la Buena Nueva del Reino con una comunicación testimonial, coordinada e integrada en la pastoral eclesial, para construir la unidad y la comunión. No podemos ni debemos ser demasiado autorreferenciales. Como lasallistas nos integramos en la pastoral orgánica de la Iglesia, sumando fuerzas con la comunidad eclesial para anunciar el Evangelio y promocionar la santidad de todos los pueblos. Aquí les invito a que retomen la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, e inspirados por las palabras del Santo Padre, el Papa Francisco, sigamos anunciando el Evangelio con alegría.

8. Contemplamos “las semillas del Verbo” en cada pueblo, cultura, religión y creencia: por ello asumimos un diálogo, encuentro y cooperación ecuménica e interreligiosa desde nuestra propia identidad de Discípulos Misioneros de Jesucristo.

9. Somos Iglesia educadora y nos comprometemos a crear, como los actores del ámbito educativo, espacios de formación y diálogo profético para ser testigos de la Buena Nueva del Reino en el mundo contemporáneo.

10. Queremos vivir una espiritualidad de Discípulos Misioneros, una espiritualidad de las bienaventuranzas encarnada en la vida: contemplativos, alegres, comunicadores de la experiencia de Dios, pobres, sencillos, itinerantes, capaces de buscar y escuchar a todos, con confianza en el Espíritu.

11. Interpelados por el Señor de la Historia, que nos llama a la unidad en el Amor, rechazamos toda actitud fundamentalista dentro y fuera de la Iglesia Católica, y nos abrimos al pluralismo y al diálogo que aúna a las personas y a los pueblos en la construcción de la armonía y la paz.

12. Queremos orientar la incidencia de la ciencia y la tecnología en el desarrollo de la humanidad, a partir de los valores propios del Evangelio, para que esté al servicio de la Evangelización y de la cultura de la vida. La ciencia y la tecnología estén al alcance de todos, posibilitando reales soluciones a la exclusión, la desigualdad, la injusticia, el hambre y la muerte.

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13. Estamos llamados a ser Discípulos Misioneros con sólida espiritualidad trinitaria de la acción entre los más pobres y diferentes; con un corazón indiviso y solidario que ama a todos; encarnados en cada cultura de manera desprendida y sin pretensiones; proponiendo vivencial y proféticamente los valores alternativos del Reino; y abiertos a la Misión. Jesús nos envía a ser testigos de todo lo que escuchamos y aprendemos hasta los últimos confines de la tierra. “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos… yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,20). Finalmente les invito a que conozcan, asuman y vivan la magnífica y más reciente Exhortación Apostólica del Papa Francisco Gaudete et Exsultate, «sobre el llamado a la santidad en el mundo actual». El título de esta Exhortación, sacado del Evangelio según Mateo, capítulo 5, verso 12, en Español dice: «Alegraos y regocijaos». A través de esta Exhortación, el Sumo Pontífice nos invita, como discípulos y misioneros, a buscar la santidad, a vivirla en el mundo actual y a ser testigos de ella. En Gaudete et Exsultate el Papa Francisco corona sus reflexiones con María:

«… porque Ella vivió como nadie las bienaventuranzas de Jesús. Ella es la que se estremecía de gozo en la presencia de Dios, la que conservaba todo en su corazón y se dejó atravesar por la espada. Es la santa entre los santos, la más bendita, la que nos enseña el camino de la santidad y nos acompaña. Ella no acepta que nos quedemos caídos y a veces nos lleva en sus brazos sin juzgarnos. Conversar con Ella nos consuela, nos libera y nos santifica. La Madre no necesita de muchas palabras, no le hace falta que nos esforcemos demasiado para explicarle lo que nos pasa. Basta musitar una y otra vez: «Dios te salve, María…».

¡Cilistas, con Cristo y su Santa Madre, escuchen, aprendan y anuncien! Sean discípulos/as misionero/as que proclaman la Buena Nueva y viven la Santidad con alegría, en su día a día, con el espíritu de las Bienaventuranzas, como camino «a contracorriente» que Jesús nos indica para ser un buen cristiano.

Durante este mensaje yo hice referencia a los siguientes documentos de la Iglesia: Documento de Aparecida – la Carta Encíclica Laudato Si; las Exhortaciones Apostólicas Amoris Laetitia; Evangelii Gaudium y Gaudete et Exsultate. Ustedes encontrarán copia de estos documentos en Español y en Portugués en la página electrónica del CIL Regional.

Muchas gracias, y que Viva Jesús en nuestros corazones.

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a iluminar la reflexión de los participantes en el CIL

Los expertos que contribuyeron

El Análisis de la realidad lo acompañó el Dr. José María Siciliani Barraza, Colombiano, Doctor en Filosofía de la Universidad de la Sorbona de París y Doctor en Teología del Instituto Católico de París. Profesor Titular e Investigador en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad De La Salle de Bogotá, en la Licenciatura en Educación Religiosa. Y el Dr. Luis Evelio Castillo Pulido, Colombiano, Doctor en Educación de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas de Bogotá. Actualmente se desempeña como Profesor Asistente de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad De La Salle de Bogotá, en la Maestría en Docencia y como Asesor de la Secretaría de Educación del Distrito Lasallista de Bogotá.La Misión e identidad de la escuela Lasallista: una escuela en pastoral, estuvo a cargo del Doctor José Leonardo Rincón Contreras, Colombiano, Sacerdote Jesuita, Filósofo, Teólogo y Educador. Se ha desempeñado como profesor en varios colegios de la Compañía de Jesús, Rector, Directivo Universitario, Directivo Gremial. Actualmente es el Administrador Provincial de la Compañía de Jesús en Colombia.La espiritualidad en un mundo secular. La espiritualidad en la escuela, estuvo a cargo de la Dra. María Cristina Ventura Campusano, de nacionalidad Dominicana. Doctora en Ciencias de la Religión por la Universidad Metodista de San Pablo y Doctora en Educación y Mediación Pedagógica. Vicerrectora Académica y Directora del departamento de investigaciones de la Universidad La Salle de Costa Rica. La acción y compromiso social en, de y desde la escuela lo dirigió el Doctor Luis Eugenio Espinosa González, Mexicano, Doctor en Teología por la Universidad Católica de Lovaina. Profesor Titular de la Universidad de Monterrey y colaborador del Centro de Estudios Superiores La Salle de Monterrey, México.La reflexión sobre Pastoral juvenil y cultura vocacional la acompañó el Hermano Dan Esteban Cruz Mora fsc, Costarricense, Licenciado en Ciencias Religiosas por la Universidad Rafael Landívar, Profesor de Lengua y Literatura por la Universidad del Valle de Guatemala. Actualmente es el encargado de la Pastoral Juvenil y Vocacional del Distrito Centroamérica - Panamá.

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La Espiritualidad en un mundo secularLa Espiritualidad en la Escuela

Dra. María Cristina Ventura

I. Cuestiones PreliminaresParto de una propuesta para pensar espiritualidad en un mundo secular motivada por una visión compleja la cual enfatiza la trama infinita de interrelaciones e interdependencias, que provocan nuevas conformaciones en el pensar, el ser y el accionar. Desde esta comprensión pensar en espiritualidad, secularidad y escuela significa asumir una actitud atrevida que pone el acento en categorías como: la relacionalidad, la solidaridad/sororidad, la dinamicidad, la pluralidad, el sujeto como agente, buscando superar la clásica inamovilidad de la razón y del sujeto para una visión ecológica, ecuménica, cósmica, holística, espiritual.

Vivimos tiempos de cambio, no solamente coyunturales y estructurales, sino epistemológicos, quiere decir de modelo de pensar, de accionar, de mirar la realidad y la vida, de organizar la sociedad, la política, la economía, la construcción del saber, la religión, de concebir también la espiritualidad como central para entender las conexiones, los vínculos, pero, sobre todo, para contestar un universo de sentido de absolutos. Y atrevernos a reconocer las múltiples voces y percibir la imagen mil veces distorsionada en el juego de espejos. Este énfasis, por lo tanto, contesta la visión de un universo de sentido de absolutos y donde la religión tiende a reducirse a la esfera de lo privado, olvida su función social, se ampara en lo mágico, se desencanta en la autoayuda inmediata.

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II. ¿Qué se cuestiona en términos religiosos?

El Renacimiento sustituyó a Dios por la razón humana, elevada a principio absoluto del conocimiento y de la verdad: al imperio de la metafísica sustituyó el de la física. La ciencia tomó el lugar de la religión, erigiéndose a principio absoluto de progreso y conocimiento. Este cambio marca los inicios de la modernidad, que concibe la realidad en compartimentos herméticos, “de tal modo que el ser humano quedó enfrentado a la naturaleza y el cuerpo se volvió antónimo del alma. Descuartizado en aparatos y sistemas, aislado de su medio nutriente, el cuerpo devino autómata y el alma un fantasma en la máquina” (Najamovich, 2016). El clásico dualismo griego entre cuerpo y alma se enriquece con la oposición entre individuo y sociedad, humanidad y cosmos. Es esta lógica dualista que, considero sostiene también la oposición de lo secular – lo religioso.

III. Planteando el problema: religioso – secular. En búsqueda de una interpretación más allá de la fragmentaciónPara iniciar dos términos que nos pueden servir para la reflexión. La Real Academia Española (RAE) establece que secular procede del vocablo latino seculāris. asociado al adjetivo seglar: aquello que está vinculado al estado o los hábitos del siglo o que carece de órdenes clericales. Por otro lado, el término secularidad, cuya primera comprensión se relaciona con la condición de vida de los sacerdotes o religiosos que no viven sujetos a una regla monástica en un convento o misterio, sino que dependen de un obispo y viven integrados en el mundo laico. Y la segunda, apunta, a la condición de lo que no pertenece al estamento eclesiástico o religioso ni está relacionado con él. De cualquier manera, estas propuestas de entender lo secular, me dicen que apuntan a una comprensión también de lo religioso como limitado a una visión de la religión como una experiencia vinculada sólo a lo íntimo, lo privado. Y prefiero insistir en pensar religión más allá de lo privado.

Los siglos pasados, se han caracterizado por la clásica búsqueda filosófica de una metafísica o de una moral universal que, desde un a priori espiritual y metafísico legitimase, a partir de sus formas necesarias e inmutables, lo propio y específico de las cosas y de los seres (a posteriori). Este a priori fue identificado, por la filosofía antigua, con el ser supremo, Dios, que en su esencia inmutable y eterna fue también identificado con el Bien Supremo (Aristóteles), contrario del no-ser, determinado por la corrupción y la maldad (Platón y Parménides). Su unidad e indivisibilidad lo oponían a la multiplicidad de la materia, considerada mala (Plotino), dentro de una comprensión dualista de la realidad que condicionaría por siglos el pensamiento occidental. Esta visión acabó legitimando una pretendida ética universal y metafísica que se imponía desde su referencia trascendente y religiosa.

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Para autores como Boaventura de Souza (2014), la solución occidental a la cuestión religiosa consistió en transferir la religión a la esfera privada, de manera que el dominio público fuera un espacio secularizado en el que no cabían los conflictos religiosos. La libertad de religión fue posible a condición de que el mundo de la vida pública estuviera libre de la misma. Sin embargo, este autor afirma que esa condición nunca se cumplió del todo. La distinción entre lo público y lo privado no ha impedido que las religiones institucionalizadas, sobre todo las iglesias católicas y protestantes, sigan ejerciendo una importante influencia en los asuntos públicos. Hoy en día esa tensión se manifiesta otra vez.

En ese sentido, es importante entender con Victoria Camps en su texto “La secularización inacabada” (2014, p.30), cuando afirma que la religión, como los mitos, además de constituir un primer intento de dar razón de lo inexplicable, pone de manifiesto la capacidad y el anhelo del ser humano de trascender lo inmediato, mirando más allá de sí mismo, o profundizando en su interior, en busca de un sentido que permita apaciguar, o aceptar, la zozobra de la existencia finita. Dicho de otra manera, la muerte.

La reciente historia occidental demuestra que muchas de sus dinámicas constitutivas se vinculan directamente con el lugar que lo religioso -en tanto institución, práctica y fenómeno- ha tenido dentro de sus procesos socio-culturales. Desde la Edad Media, cuando el cristianismo pasó de ser una religión “tolerada” a la expresión oficial del Imperio romano, comenzaron a gestarse una serie de fenómenos respecto al impacto de lo religioso, tanto en el poder político como en la matriz socio-cultural de toda la sociedad, que –sin querer ser reduccionistas- se han mantenido de diversas maneras en tiempos modernos y posmodernos. Esto último se pone de manifiesto con el fracaso que tuvieron todas las profecías secularistas: en lugar de que lo religioso menguara y se extinguiera gracias al progreso social, el fenómeno se transformó y se enraizó aún más a través de la pluralización de sus voces.

Por todo lo anterior, me atrevo a preguntar, ¿de qué manera se puede pensar lo secular y lo religioso más allá de un pensamiento fragmentado? La separación entre sagrado y profano que tanto se afirmó, hoy día parece no tan clara, pues existe cada vez más una comprensión de lo religioso que se dibuja más desde la calle. Inclusive, en los momentos históricos premodernos en donde se aplicaba la distinción entre lo sagrado y lo profano, había muchas áreas de la vida que no eran totalmente profanas y que hoy se consideran como seculares.

Conceptos utilizados por Mircea Eliade, para explicar lo que él consideraba la esencia de lo religioso y el proceso de desacralización o secularización llevado por la modernidad. 10

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IV. Reflexionando sobre el problema desde otra mirada: Mirando detrás del telón Es importante tener presente que el hecho de ser cristianos/as y como tales, tener conciencia de la sacralidad de la vida nos permite sugerir que no debemos arrinconarnos en nuestros devocionales con Dios, desligándonos del resto de la responsabilidad que creemos tener en relación con tantas ciencias que hoy se proclaman autónomas y autorregulables (Fernández, 2007). Se impone que no quedemos sólo dentro de los textos teológicos o religiosos, acomodados/as en una pretendida auto-referencialidad, sino que seamos capaces de promover diálogos inter-multi-transdisciplinarios, que nos permitan no sólo ampliar nuestros conocimientos, sino también poder respetar la complejidad de los conocimientos y saberes, pero también de los hechos.

Lo anterior nos lleva a prestar atención a que el fenómeno de la secularización: no se trata de un proceso de separación de la religión en una sociedad masivamente racionalizada, sino un proceso de recomposición o de repensar lo religioso, en el seno de un movimiento más vasto de redistribución de las creencias, en una sociedad cuya incertidumbre es –por el hecho mismo de la primacía que confiere al cambio y a la innovación- condición estructural (Hervieu-Léger, Danièle, 1996, pp.31-32).

Se reconoce que en este mundo secularizado la religión pierde espacio público, debido a la racionalidad tecnocientífica, al pluralismo de cosmovisiones, a la racionalidad económica. Sobre todo, la religión deja de ser la única proveedora de sentido. Su lugar es ocupado por el oráculo poderoso de los medios, los dogmas incuestionables del mercado.

Franz Hinkelammert (2017), propone la crítica de la religión del mercado que realiza Marx. En el centro de esta crítica está el humanismo de la praxis: “el ser humano es el ser supremo para el ser humano, lo que implica que el mercado es para el ser humano y no el ser humano para el mercado. El ser humano no es para el capital y su maximización de las ganancias, sino que el capital es para el ser humano”. La religión del mercado, dios es el mercado, encima de todos los dioses, dios único que es mercado, dinero y capital. Un dios también trinitario. En este sentido no hay secularización, sino divinización del mercado. Es a la vez fetichización del mundo que sustituye del mundo, como constataba Max Weber. Entonces, más que un mundo sin religión, estamos frente a un modo de religión que ataca todos los espacios de la vida.

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Un pensamiento fragmentado ha predominado durante mucho tiempo. Me doy cuenta que no se trata del pensamiento de nuestras abuelas, sino todo lo contrario, es el pensamiento mecánico que se muestra como lo único y universal, centrado en la mismidad e invisibilizando a todo lo que sea diferente. Por eso, con David Bohn (2002, p.41) reconozco que “la percepción fragmentaria es por esencia, un hábito inconsciente de confusión entre lo que es diferente y lo que no lo es”.

En el reconocimiento de que todo tiene que ver con todo, puedo reconocer que, por ejemplo, en una sociedad organizada de forma jerárquica la existencia de un soberano implica la existencia de personas que no son libres. En este sentido, es útil el aporte de Giorgio Agamben (2006) en relación a que: soberano es aquél con respecto al cual todos los hombres son potencialmente hominis sacri, y homo sacer es aquél con respecto al cual todos los hombres actúan como soberanos. De una manera rápida se puede afirmar que cualquier humano “del sagrado”, al mismo tiempo es también sagrado.

En resumen, se puede afirmar que la vida es sagrada, sin importar qué vida. De tal forma, que puedo vincular esta sacralidad de la vida con la crítica a la fragmentación, es decir, al pensamiento que supone que una cosa no tiene que ver con la otra. Por eso, el aporte de Agamben nos permite reconocer que lo sagrado comprendido y usado para separar ha colocado a muchas mujeres y hombres más allá del derecho divino y de lo humano. Es este el tipo de sacralidad que les ha tocado. Imponiéndose con esto, “una nueva concepción de lo sagrado, caracterizado por la emancipación y la elección de la experiencia como el valor incondicional, absoluto y el principio de validación único y supremo” (Luigi Schiavo, citando a Amando Robles, 2015, p.82).

Conocer sobre lo anteriormente expuesto, permite no sólo tener conciencia de un mundo complejo, sino que ya el propio conocimiento es reflejo de la complejidad del mundo, en el cual, visto desde una epistemología ambiental (Leff, 2009), por ejemplo, se puede explicar que esta complejidad tiene que ver con la vitalidad y la productividad de lo heterogéneo, de la diferencia y la diversidad en el campo del conocimiento y de la cultura.

Ante todo lo anterior, urge ir más allá de la visión fragmentada de la vida y sus relaciones, planteamientos que en muchos casos han fascinado a la humanidad o, en un sentido más cierto la han atrapado, hoy en día, el discurso religioso debe considerar otra visión u otro paradigma que tiene su punto de partida en la visión compleja de la realidad, que pone el acento en las interconexiones, interdependencias, en la red y la trama infinita de relaciones que impulsan siempre nuevas configuraciones, dando origen a una pluralidad de realidades y de miradas. Del caos y la incertidumbre, entendidos positivamente como posibilidades y espacios de creación, de revelación y transformación, resulta imposible llegar a principios universales, pues todo está en constante movimiento y devenir.

V. La necesidad de pensar que lo relacional implica responsabilidad

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Es en este momento que se vuelve significativo retomar una reflexión sobre la religión como responsabilidad, así como nos invita Ivone Gebara (2011, 39) a salir de sólo pensar en religión “como un acto de obediencia a Dios” o de su etimología “religare”, conectar todas las cosas. Estas definiciones van a seguir existiendo. Pero hay que atreverse a subrayar otras. Lo que no significa tampoco, dejar de lado otros aspectos como toda la dimensión comunitaria en la cual nos sentimos acogidos, de la fiesta, del compartir alegrías y tristezas, del consuelo mutuo. La religión como responsabilidad apunta a lo colectivo. Por lo tanto, pasa al ámbito de lo ético, pues tiene que ver con mi relación y mi acción frente y con el otro. En este sentido, lo secular es religioso. Porque está relacionado con la vida, con el mundo, con las realidades diferentes que lo conforman. La misma autora afirma que la religión,

“no tiene nada en común con la adhesión, sino con la responsabilidad. Es la salida de la adhesión hacia una responsabilidad colectiva. Y esto lo veo muy claro en la tradición cristiana, aunque le hayamos robado la dimensión ética y dejado sólo su aspecto de ritos mágicos para curarse, obtener favores, para glorificar la majestad de un Dios arriba y afuera, un Dios grande, un ser en sí mismo”.

(Gebara, 2011, 39).

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Si lo secular es religioso, por estar vinculado con la vida, entonces, es también un acto ético. Y en este sentido, puedo recorrer a Edgar Morin cuando coloca el acto ético/religioso en el campo de la relación de los vínculos: no solamente entre Dios y la humanidad, sino que, entre los humanos, con la naturaleza y el cosmos. Siempre Edgar Morin, afirma que con la religión “estamos en el pico de la lucha emocionante de la religación contra la separación, la dispersión y la muerte” (Morin, 2006, p. 40).

La religión es abertura, procura, innovación, salida de sí, de lo individual para el encuentro del otro. En este sentido, lo secular privilegia la contextualización de la Palabra de Dios. Y al hacer esto, se evidencia el tránsito de una visión de religión tipo estanque a una visión fluida movida por el Espíritu. Expresión profunda de lo divino en un mundo vivo, natural, social, finito, contingente, simbólico, abstracto, cambiante, en interacción. Por recordar un texto bíblico que nos coloca en sintonía con esta reflexión, es importante considerar a estas alturas de la reflexión, textos como el de Lucas 10,25-37, donde el actuar cuidando, salvando la vida del samaritano es una acción secular porque va más allá de las normas religiosas y culturales del momento, pero no deja de ser un acto profundamente religioso que está movido por la relación de la fe de Jesús en el proyecto del Reino, donde lo único sagrado es la vida, no importa de quién. La vida amenazada, la del hombre o la mujer que están en peligro de perderla. Una acción, profundamente, ética. Lo «divino» sería esta realidad, este mundo vivo, natural, social, finito, contingente, simbólico, abstracto, cambiante, en interrelación (Agustín Pániker, 2016). Siendo así, la preocupación no está con lo de dentro, con el centro, consigo mismo; sino con lo social, lo natural y lo cósmico; no es tanto la afirmación de un recinto, de una identidad, sino la búsqueda de ultrapasar fronteras (la “Iglesia en salida” de Papa Francisco, EG, 20). Fronteras nunca definidas, sino que siempre móviles, dinámicas, y siempre más allá. Lo que define la religión es, entonces, la relación con el otro, lo diferente, lo diverso, la naturaleza, lo cósmico, más que un sistema cerrado de ritos, mitos, doctrinas y actitudes. Superando fronteras, la religión se fija en las conexiones y vínculos que superan el ser humano y lo conectan con la naturaleza y el cosmos en general, y, por lo tanto, a Dios, “la palabra religión no significa solamente la religación entre los miembros de una misma fe, indica también la religación con las fuerzas superiores del cosmos, en particular con sus presuntos soberanos, los dioses” (Morin, 2006, 40). Entonces, lo secular es religioso y lo religioso se vuelve, definitivamente, del siglo.

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VI. De la Espiritualidad a la espiritualidad con nombre.Así comprendida, la religión remite a la espiritualidad, a aquel “Espíritu”, que en la tradición judeo-cristiana es identificado con la “ruah” (Génesis 1,2: el Espíritu creador de Dios y el aliento vital que transforma la inanimada arcilla con que Dios modeló Adán en un ser viviente). La ruah (término femenino, en el hebreo) representa el trazo femenino y creador de lo divino.

Es Espíritu que impregna con su energía toda la creación, desde los animales, los vegetales y las fuerzas cósmicas. Es lo que nos fundamenta la interrelación cósmica, la corresponsabilidad recíproca, la interdependencia solidaria, una visión plural, ecológica y holística. Por consecuencia, la espiritualidad es la expresión esencial del ser, la sustancia de su vida, que se manifiesta en energía, cualidades y valores. Es la vida, pensada, sentida y vivida de forma integral, que incluye al cuerpo, sin excluirlo. Un cuerpo que es siempre vitalizado y, por lo tanto, espiritualizado. Ese tipo de espiritualidad no dualista se revela en actitudes éticas que religan permanentemente la vida con la justicia.

Hablar de espiritualidad, como energía vital anterior a las propias religiones, Vida que se hace presente y vivifica todos los seres vivos, humanos, vegetales, animales, cósmicos, exige el asumir de un paradigma relacional, donde el énfasis cae en los vínculos y en las relaciones de interdependencia que provocan los cambios. La espiritualidad abre a lo plural, a lo novedoso, a la creación infinita, a una visión ecológica y holística (de: “holos” = todo, por entero, la totalidad).

En ese ámbito, ética, espiritualidad y mística se funden y se presuponen recíprocamente, superando la fragmentación de los discursos, porque: toda ética se funda en una mística, y toda mística necesita de una ética consecuente. Es así, que se vuelve necesario enfatizar el lugar de la ética, pero también, pero además reconocerla como una acción transgresora. Y donde hay mística, hay espiritualidad. Está presente la acción del Espíritu, imprimiendo sentido y sacralidad a la acción. Entonces, la espiritualidad es secular, sin dejar de ser religiosa, sale de sí y se revela en la relación. La espiritualidad nos convoca a la inseparabilidad. Y, aunque se encuentran acciones de este tipo, la espiritualidad preserva al individuo y, rompe con el dualismo y nos presenta a ese individuo (mujer u hombre) siempre de forma situada, en su condición integral y relacional (Tirsa Ventura, 2015).

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VII. RevisitandoSi lo secular pasa de ser una formulación sobre la separación y postergación de lo religioso en las sociedades occidentales, a una teoríá que plantea la mutación del religioso. Donde pasa a donde las prácticas religiosas no representan algo contingente o circunscrito a la vida privada, sino que pasan a formar parte del gran abanico de opciones –personales y comunitarias- sobre los modos de vinculación e identificación social, entonces, lo secular es religioso, y lo religioso pasa a ser secular.

Avanzando en esta comprensión de lo religioso, se destaca lo que la define desde su etimología, el religar no sólo lo humano con Dios, sino lo humano con el otro el otro, lo diferente, lo diverso, allí donde esté, en su contexto. En este sentido, la religión entendida como responsabilidad. Y en América Latina, se expresa eso que es otro, que es diferente es también el lugar de las personas más pobres, o mejor, de las personas empobrecidas, y no sólo económicamente, sino desde una mirada más amplia las personas en condiciones de vulnerabilidad, es decir donde está la vida amenazada. Lo que, desde una visión holística, nos permite reconocer también los grupos religiosos como agentes de resistencia, que se manifiestan y acompañan de forma profética las luchas y demandas de esos grupos en condiciones de vulnerabilidad.

Esto nos remite a la Espiritualidad, como viniendo del espíritu de Dios que impregna toda la creación que nos fundamenta la interrelación cósmica, la corresponsabilidad recíproca, la interdependencia solidaria, una visión plural, ecológica y holística. Por consecuencia, la espiritualidad entendida como la expresión esencial del ser, la sustancia de su vida, que se manifiesta en energía, cualidades y valores. Y que por consiguiente está presente en todos los ámbitos. También en la escuela.

Término que parece ser que los diccionarios no lo contienen. Sin embargo, lo quiero usar (inventar), porque siento que tiene la fuerza que me interesa para decir, insistir. Pero no un insistir sólo de palabras, sino de acción.Así como afirma Charles Taylor, Una era secular. Editora Unisinos: San Leopoldo, 2008; Cfr. del mismo autor Las variedades de la religión hoy. Buenos Aires: Paidós, 2004

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VIII. Espiritualidad en la EscuelaDios les envía los jóvenes para que les comuniquen el espíritu del cristianismo, y para que los eduquen según las máximas del Evangelio. (Med. 37,3)

Ustedes ejercen un empleo que los pone en la obligación de mover los corazones; y no podrán conseguirlo sino por el Espíritu de Dios. Pídanle que les conceda hoy la misma gracia que otorgó a los santos apóstoles, y que después de haberlos colmado de su Espíritu para santificarlos, se lo comunique también para procurar la salvación de los demás. (Med. 43,3),

El Hermano Álvaro Rodríguez nos recuerda que la espiritualidad lasallista es una espiritualidad de encarnación, que unifica el cuerpo y el alma, lo profano y lo sagrado; la escuela y la oración; la liberación y la contemplación, la promoción y la evangelización. Es una espiritualidad que parte de la realidad, como nuestro Fundador: “atento”, “impresionado” pero que ilumina esa realidad con la Palabra: “por inspiración de Dios”; “a la luz de la fe”. No podemos separar lo trascendente de lo inmanente, todo para nosotros debe ser transparencia de Dios desde que el Verbo se encarnó la materia tiene algo de divino y más todavía el hombre y la mujer hechos a imagen de Dios. El ministerio de la encarnación es una invitación a encontrar a Dios en lo cotidiano. Queda claro que esta visión, a la que nos lleva el Hermano Álvaro, se aleja del dualismo que fragmenta. Esta afirmación, expresada por este gran conocer de lo que son las Escuelas Cristianas, pero, sobre todo, conocedor de cuáles son los propósitos que tienen estas escuelas en la sociedad. Me pregunto: por qué hoy, ¿preguntarnos por la Espiritualidad en la Escuela?

¿Qué hay de novedoso o qué vemos que está faltando para que se cumpla eso que es la razón de ser de las escuelas lasalianas? ¿Será justo y necesario rever las prácticas a partir de lo que encontramos de novedoso en la manera de pensar la espiritualidad o en la manera de pensar el Evangelio, desde donde se nutre esa espiritualidad propuesta? Intentando acompañar los tiempos contemporáneos desde dónde hacemos esta pregunta, sin que eso signifique que esté desactualizado el pensamiento lasaliano, sí vale prestar atención a lo que nos dicen otras voces, para poner a dialogar nuestros discursos y prácticas con esas otras posibilidades de análisis, buscando con ello salir fortalecidos/as en esa tarea como es el educar desde una espiritualidad en la escuela, una espiritualidad secular que parece sugerir ablandar muros.Lo anterior me lleva a pensar en la Escuela, como espacio que muchas veces, como el hospital y la iglesia, procura salvar, pero que se queda interrumpido, el proceso, por bacterias que se generan al interior de los muros. ¿Cuáles pueden ser algunas de esas bacterias, qué tan terribles pueden ser, cómo higienizar los espacios para poder respirar aire limpio y no correr el riesgo de sucumbir en el intento?

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“Educación, para la mayoría de la gente, significa tratar de llevar al niño a parecerse al adulto típico de su sociedad…

Pero para mí, la educación significa hacer creadores”. (Piaget)

En la escuela, nuestras sociedades modernas y contemporáneas, son utilizadas como espacios para enseñar y aprender, aunque debamos reconocer que no es el único espacio para generar conocimientos, saberes. Existen otros, conocidos como no formales. Con lo anterior, no estoy queriendo colocar problema donde posiblemente no los haya, pero sí quiero aprovechar la oportunidad que nos brinda este espacio de reflexión para pensarnos en diálogo con otros. En este sentido, la frase de Piaget me es útil, para insistir en la importancia del diálogo con otros pensadores que nos permitan avanzar en la propuesta de pensar en lo que hacemos para poder llevar adelante esa tarea de como educadores/as, animar desde el espíritu, los corazones y, sobre todo, animarnos, desde el espíritu como cristianos/as.Para Denise Najmanovich (2012), los escenarios educativos, es decir la escuela, la universidad, se quedan atrapados en los recortes achatados de las disciplinas clásicas que proceden a descuartizar analíticamente el mundo de experiencia, y limitan la mirada a un delgadísimo estrato de interés diseccionado y aislado. Esto último, para referirse a los conocidos planes de estudios, lo cual se trata de un sistema de focalización que destaca algunos rasgos muy generales y deja otros en la penumbra o en la sombra. En ese sentido, nos invita a pensar la escuela y lo que desde ella se hace, a partir de los abordajes de la complejidad. Pues estos, expanden, multiplican, sutilizan, diversifican las perspectivas, las modalidades de producción de sentido, los modos de interacción de manera tal que insuflan sentido y “desachatan” los mundos planos de la visión analítica positivista.Reconocemos que toda práctica educativa se desarrolla en un mundo humano, cultural y territorialmente construido; y como afirmaba P. Freire, caracterizado por ideas, concepciones, esperanzas, dudas o desesperanzas valores, tensiones, conflictos, obstáculos y desafíos, como también de las posibilidades, ideas, valores y esperanzas.

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Es interesante pensar el humanismo en tiempos de globalización, así como nos sugiere Marco Raúl Mejía (2014, pp.1-23). Es necesario hacer consciencia que el humanismo se constituye en el Renacimiento entre finales del siglo XIV y el primer tercio del siglo XVI y se asocia con una serie de pensadores que han dado la discusión con el tipo de conocimiento que se constituyó en el medioevo y plantean un resurgir erudito de la interpretación y de los clásicos de la antigüedad. Lo que significa un resurgir de la literatura, la filosofía y expresiones artísticas greco-romana.

Por no ser este texto dedicado a hablar del Renacimiento, sí me parece interesante destacar que el humanismo que tiene como pretensión principal, salir del control teológico y colocar al ser humano en el centro de todas las acciones como parte de la obra de Dios, se caracteriza por pensar ese nuevo lugar del hombre desde él plantear una renovación de la cultura. (Estamos en los siglos XVII – XVIII) Esto llevó a formular el programa de formación humanista, cuyos contenidos fundamentales eran:

• Solidez del conocimiento• Principios éticos• Formar alumnos para la vida de servicio activo (a la comunidad civil)• Capacidad de expresión escrita y hablada• Con dominio y expresión del latín• Conocimiento directo de autores latinos y griegos, especialmente Cicerón, Virgilio y Aristóteles

En este sentido, el saber se organizó en cuatro grandes áreas: la retórica, la literatura, la filosofía moral y la historia. En el clímax del humanismo, con la ilustración – aparece el oficio del intelectual, quien es la persona responsable de intervenir en los valores supremos de: la verdad, la justicia y el bien. De aquí que su oficio principal era plantear que el pensar exige ver lo intolerable y no es sólo un ver, sino mirar realmente qué es lo intolerable y hacerlo visible. Dicho de otra manera, ver lo invisible dentro de lo invisible. La globalización, pretende dejarlo a un lado, entre otras cosas, como fruto de la revolución científica y como forma de intensificación del sistema capitalista (cuya principal característica es la transformación de las fuerzas productivas y por lo tanto la modificación de las relaciones sociales generales, no sólo de producción, sino también su característica de monopolización del capital. Y su internacionalización y pretensión de ser “sistema-mundo”.

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Lo habitual en el sistema sociedad-mundo que es impuesto en la contemporaneidad, tanto la globalización como el mercado neoliberal, son presentados como la única forma de mundo posible, “estable” y “ordenado”, aunque en realidad es tan fractal como cualquier otro sistema que haya existido. A pesar de esto, es un mundo que niega su trascendencia, que la clausura, que niega sus identidades, que no cuestiona, que se conforma con cumplir con los rankings, o entregar los informes a las secretarías nacionales, muchas veces falseados. Alfredo Ghiso (2014), en su texto “sobrevivencia negada, cuando la exclusión y la pobreza entran en aula”, nos habla de que nos dejan un mundo sin alma, que se mantiene diariamente por medio de prácticas culturales cargadas de violencia simbólica y control.

Vale detenernos para observar que, en tiempos de globalización, se demonizan extranjeros y migrantes, en una actitud xenófoba y etnocéntrica. Pero al mismo tiempo, la homogeneización cultural provocada por el mercado global y la fluidificación de las fronteras genera movimientos nacionalistas o fundamentalismos religiosos, que, si bien es cierto, se atreven a defender las especificidades étnicas y/o culturales, conllevan también un atrevimiento que inmoviliza la generación de relaciones armónicas y transformadoras y, sobre todo, plurales.

Para inmovilizar se representa a unos, utilizando palabras de Buenaventura de Souza Santos (2010, 22), “retrasados”, “subdesarrollados”, en tanto que otros son “desarrollados”. Esta es la misma lógica que continúa siendo utilizada desde la mayoría de los países llamados “emergentes”. Una lógica que opta por negar el caos, la irregularidad, imprevisibilidad de los sistemas, normatizando el orden, su orden, en detrimento del caos necesario para el cambio.

Son vastas las implicaciones para mujeres y hombres (con toda la diversidad que contiene) el proceso de reconcentración del poder que representa la globalización que intenta abarcar todo el espacio físico planetario y también afecta a todas las áreas de la actividad humana. Puedo considerar que se trata de un atrevimiento inmovilizador que prioriza una globalización creadora de ausencias, a través de imponer un orden como único posible, global.

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En ese mundo sin alma que acabamos de mencionar, no hay relaciones humanas sino competencias mercantiles. ¿Y en este contexto, nos preguntamos por cuál es la responsabilidad del educador crítico, por el pastoralista? Cómo hacer para pueda dinamizar y potenciar de sujetos capaces, para tejer vínculos. Dicho de otra manera, cómo hacer para dejarse mover por una espiritualidad secular que nos abra a recrear los vínculos de solidaridad para el desarrollo de nuevas capacidades como: imaginar, inventar, recrear, crear, relacionar e interconectarse, utilizar la inmensa información de la aldea global, criticar, evaluar, sistematizar y tomar decisiones (Carlos Núñez Hurtado, 1999, en su texto ética, cultura y desarrollo).

Boaventura de Souza (2010), sugiere “una gestión epistemológica que consiste en contraponer a las epistemologías dominantes, en el norte global, una epistemología del sur” (p.20, 21). Por esto, plantea la desobediencia a la frecuente resignación al capitalismo global, sostenido por un paradigma que se sostiene en líneas globales unidas por una lógica monocultural, expresadas en cinco modos de ausencias o no existencia, representadas en: el ignorante, el retrasado, el inferior, el local o particular.

La primera lógica es la monocultura del saber y del rigor del saber, con la cual se impone el saber científico y la alta cultura como únicos criterios de verdad y de calidad estética. Por medio de esta lógica se afirma como no conocimiento o no existente la sabiduría de los pueblos ancestrales y de cualquier otra forma de conocimiento que no entre dentro de los cánones establecidos por la cultura dominante.

La segunda es la monocultura del tiempo lineal, con lo cual la historia tiene un sentido y dirección únicos. Estos han sido “nombrados como progreso, revolución, modernización, desarrollo, crecimiento, globalización”.

Con la idea del tiempo lineal, se ubican los países que están al frente de ese tiempo y los que no están, no existen. Son considerados retrasados.

A partir de esta monocultura puedo reflexionar sobre el tiempo no sólo a partir de su linealidad castrante y ciega del adelanto y retraso de toda la humanidad, sino también desde pensar que cada grupo humano tiene su tiempo. En este sentido, el tiempo no es uno. Pues como bien afirma Ilya Prigogine (2005,75), “la vida se forma cada vez que las circunstancias planetarias son favorables. Cada vez se trata del nacimiento de nuestro tiempo”.

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La tercera lógica de la clasificación social, que tiene que ver con la monocultura de la naturalización de las diferencias. Por medio de esta se distribuyen las poblaciones por categorías que naturalizan jerarquías. Las jerarquizaciones se presentan como naturales. Pueden ser presentadas como ejemplo, las jerarquizaciones raciales y sexuales. Puedo afirmar que por medio de esta lógica monocultural se legitima el racismo y el sexismo.

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Ningún pueblo o grupo humano puede atribuirse el estar en frente o detrás de nadie, porque los puntos de referencias son múltiples. Es por esto que Prigogine considera la necesidad de una nueva noción de tiempo capaz de trascender las categorías del devenir y de la eternidad (p.76). Así no habrá la pretensión de creerse más adelante de nadie.

En relación al sexismo se puede afirmar que la jerarquización se da por la desigualdad impuesta a razón de las diferencias biológicas entre hombres y mujeres.

La cuarta lógica productora de inexistencia es la de la escala dominante. Para esta escala lo que vale es lo universal y lo global. Las realidades particulares no son consideradas. Lo particular y local, sencillamente, no existen. Con esto se rompe cualquier posibilidad de reconocer la complejidad del mundo. Y, por lo tanto, la aniquilación de las interconexiones y las afectaciones particulares.

La quinta lógica se basa en la monocultura productivista, asentada en los criterios de productividad capitalista. Se evalúa positivamente el trabajo lucrativo y la naturaleza fértil. Por lo tanto, lo que no lucra no existe como trabajo ni tampoco la naturaleza que no sea máximamente fértil. Un buen ejemplo de esta realidad la podemos encontrar en la realidad vivida por muchas mujeres en diferentes partes del mundo.

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Vale, entonces, preguntarse, desde el pensamiento de San Juan Bautista De La Salle, y esa preocupación marcada en la Meditación 43.3, ¿cómo leerla desde esta realidad de crítica a las monoculturas? ¿Tendrá esta lógica de las monoculturas algún espacio en las escuelas lasallistas, desde su propuesta epistémica?En el capítulo VI de la Laudato Sii, titulado Educación y Espiritualidad ecológica, el Papa Francisco nos invita a partir de una perspectiva sistémica que nos hace sentirnos miembros de dos comunidades. De un lado, somos miembros de la humanidad y por otro pertenecemos a la casa común, la tierra. El Papa lo expresa al pedir una ecología integral que responda a los gritos de los pobres y al grito de la tierra. Ambas pertenencias nos comprometen éticamente y nos invitan a una conversión ecológica.

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Como miembros de la humanidad estamos llamados al respeto de cada persona y a la defensa de sus derechos, especialmente los de los pobres y más vulnerables. Como miembros de la tierra, nuestra casa común, estamos llamados a vivir un nuevo estilo de vida asentado en el cuidado, la compasión, la sobriedad compartida. Una real alianza entre la humanidad y el ambiente. Esto supone un cambio de una visión antropocéntrica a una visión ecocéntrica, en la que nos sentimos todos en relación con todas las criaturas, de acuerdo al nuevo paradigma que hoy se abre camino, sin que esto signifique que las personas se dejen a un lado.

Este llamado del Papa Francisco nos debe animar a una actuación lasallista, que centrada en la propuesta de Jesús, que encontramos en los Evangelios, se pueda actuar de forma ética. El impacto de esa actuación debe estar reflejada en la escuela.

IX. Insistiendo en la espiritualidad en la escuela – después de reflexionar sobre lo secular y la espiritualidad.El Hno. Álvaro Rodríguez (2017), citando al Hno. Carlos Gómez fsc, afirma que lo propio de la Universidad Católica es una espiritualidad que invita encontrar a Dios y encontrarse con Él en la persona de los estudiantes y los colegas y que anuncia a Jesucristo fundamentalmente por la manifestación del rostro misericordioso de Dios; una relación pedagógica respetuosa, creativa y propiciadora del crecimiento de las personas en libertad; una opción basada en la construcción de comunidad y en la preocupación por los pobres; una propuesta educativa contextualizada en las realidades económicas, sociales y políticas; y con mediaciones didácticas que toman en cuenta las capacidades y potencialidades de cada persona y el compromiso con la construcción de una sociedad justa, equitativa y en paz.Los seres humanos, por la finitud que les caracteriza, el inacabamiento, siempre vamos a estar en contexto, para poder hacer referencias a las distintas situaciones; sean éstas educativas, políticas. Esta situación suscita, por un lado, una dinámica y/o dimensión relacional y dialogal que abre a los seres humanos a las y los otros seres humanos, al mundo y al resto de seres vivientes mediados por las experiencias que emergen, fruto de estas relaciones atravesadas por procesos y procedimientos que generan educativas, económicas; así como espirituales. En este sentido, la práctica educativa debe generarse desde un ambiente que provoque proximidad, que anime a tomar conciencia de la presencia, del sentido, de la cordialidad. Quizás la espiritualidad, en sus relaciones con la educación, sólo pueda ser la posibilidad de los seres humanos de estar abierto, dejarse abrir, abrir a otros... y también estar disponible para las y los demás, desde el corazón mismo de la condición humana, íntima y alegremente.

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X. El sujeto – para la espiritualidad secular (que es liberadora, ecológica, etc.) y la espiritualidad en la escuelaHablar del sujeto, cuando hablamos en espiritualidad secular, en escuela, es necesario pensar en un ser humano que es capaz de llevar adelante una cre-acción transformadora no puede ser cualquier personaje. Por eso, con Francisco Gutiérrez (2008) destacamos tres rasgos que nos parecen importantes para llevar adelante esta tarea:Un ser humano que en íntima conexión con los problemas de su tiempo logra concientizarse en contacto con su mundo. Como sujeto histórico necesita enfrentarse, en forma permanente, con su situación presente, con su modo existencial, porque sólo así, a través de ese conocimiento de la realidad podrá transformarla y recrearla, recreándose y transformándose al mismo tiempo.

Esto permite afirmar que la educación no debe partir de un ser humano abstracto. Sino de un ser humano encarnado en su realidad, un ser cuya conciencia está íntimamente ligada a su vida real y social (P. Freire, 1975).Un ser humano social en devenir y en proceso creativo permanente. La sociedad del futuro será tanto más valiosa y auténtica cuanto más favorezca “el desarrollo integral de la persona, el compromiso comunitario, la comunión fraterna y dialogante y el proceso participativo popular”. (CELAM, Puebla, 1979).

Un ser humano con capacidad y posibilidad de impulsar una sociedad justa y democrática, en la cual se tenga la oportunidad real y efectiva de satisfacer las necesidades básicas.

El sujeto como ser en devenir se transforma constantemente, transformando su mundo.

En este sentido, vale destacar que el ser humano necesita tener mayor conocimiento de sí mismo, de su personalidad, de sus objetivos y deseos, para no correr el riesgo de vivir como mero engranaje. Y sobre todo, para que pueda siempre reflexionar sobre su práctica. Y así poder entender sobre el sentido de lo que hace, los caminos recorridos. Pero, sobre todo, apertura ante lo impredecible, lo novedoso. Finalmente, el Hermano Álvaro Rodríguez (2017), citando al Hermano Michael Meister, fsc, destaca que “la espiritualidad es fundamentalmente una manera de valorar y articular la experiencia de Dios. La espiritualidad es un don de Dios a todos. No es meramente una experiencia para “gente santa” o para “profesionales religiosos.” Los cristianos creemos que Dios ama tanto a cada uno que se hizo uno de nosotros en la persona de Jesucristo. De manera muy especial, la espiritualidad es la valoración creciente de esta realidad durante la vida.

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Anexos

Agambem, G., Homo Sacer (2006). El poder soberano y la nuda vida.

Bohn, David (2002). La totalidad y el orden implicado. Barcelona: Editorial Kairós.

Camps, Victoria. “La secularización inacabada” (2014), en Daniel Gamper, La fe en la ciudad secular. Laicidad y democracia. Madrid: Ediciones Trotta p.30.

Eliade, Mircea (1998), Lo sagrado y lo profano. Buenos Aires: Editorial Paidós.

Freire, Paulo (1996), Pedagogia da autonomia – saberes necessários à prática educativa, São Paulo: Paz e Terra.

Gebara, Ivone (2011). “Religión – el paso de la adhesión a la responsabilidad”, en tejiendo sentidos: feminismos y búsquedas teológicas. Sao Paulo: Seminario Internacional. (Oxfam Novib, CDD Brasil-Colombia)

Ghiso, Alfredo. (2014). “Sobrevivencia negada, cuando la exclusión y la pobreza entran en aula”, en Pistas Para Comprender El Contexto De Los Proyectos Y Propuestas Educativas De Hoy. Perú: Derrama Magisterial, v., pp.61 – 75. (Temas De Nuestro Tiempo).

Gutiérrez, Francisco (2008). Educación como praxis política. Undécima edición. México: Ediciones Siglo XXI.

Hervieu-Léger, Danièle, “Por una sociologíá de las nuevas formas de religiosidad: algunas cuestiones teóricas previas” en Gilberto Giménez, ed., Identidades religiosas y sociales en México, UNAM, Méxicos, 1996, pp.31-32.

Hinkelammert, Franz (2017), “La crítica de la religión neoliberal del mercado y los derechos humanos” en La religión neoliberal del mercado y los Derechos Humanos, San José, Costa Rica: Editorial Arlekín, pp. 21-68)

Hurtado, Carlos Núñez (1999), “Ética, cultura y desarrollo”

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Bibliografía de referencia

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RELAL

Anexos

Directoriode los participantes

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Carlos Andrés Pérez Hiciano

Universidad La Salle - Cuernavaca, México

Coordinador de Pastoral

Carlos Andrés carpehi@gmail.com

Johanna Isabel Peralta Jiménez

Escuela Sto. Hno. Miguel, Santiago de lo Caballeros, República DominicanaJohannajohannaperalta81@gmail.com

Maestra y Coordinadora de Pastoral

Gloria Alicia Quirós Pérez

Asociación y Misión Educativa Lasallista Ciudad de MéxicoGloriacatequesis@amel.org.mx

Asesor de Pastoral y Catequesis

13 de octubre

10 de abril

29 de enero

Antillas-México sur

Fernando Fontanellaz

Argentina-Paraguay

Colegio La Salle - Ciudad de Rosario - Argentina

Catequista - Coord. de Catequesis - Equipo de Pastoral

Fercho ffontanellaz@lasalle.edu.ar

H. Sergio Alejandro Franco

Distrito La Salle Argentina-Paraguay y Fundación Armstrong, González CatánChecho sfranco@lasalle.edu.ar

Espacio Interinstitucional - Consejo de Distrito -Comisión Directiva de AEA - Equipo Distrital de Cultura y Pastoral Vocacional

1 de marzo

11 de octubre

RELAL

Directorio

Lucas Edgardo LealLa Salle - Córdoba, Argentina

Coordinador/Asesor Catequesis

Lucas lleal@lasallearguello.edu.ar

H. Ulises Eusebio Vera Araya

Instituto Técnico Héctor Valdivielso, Malvinas Argentinas - Córdobal, AngentinaUli

uvera@lasalle.edu.ar

Ligia Gimena del Pueyo

Colegio La Salle Buenos Aires, Pastoral Vocacional Distrital, AngentinaLildelpueyo@lasalle.edu.ar

Profesora, Catequista, Agente de Pastoral

Martín Ángel Cociancih

Instituto Pastoral de la Adolescencia - Buenos Aires, AngentinaMartín

ipa.martinc@gmail.com

Catequista

Profesor de matemáticas y catequesis, Coord. de convivencia y de la Casa de los Jóvenes, Seminario Arquidiocesano de Catequesis La Salle

3 de Septiembre

4 de abril

12 de diciembre

22 de noviembre

Manuel Rocha Landolfi

Instituto La Salle Florida, Florida - Provincia de Buenos Aires, ArgentinaManu

mrocha@lasalle.edu.ar

Coordinador Pastoral - Tutor - Profesor y Catequista

Santiago Caballero

La Salle de Florida, Vicente López, ArgentinaSanti

scaballero@delasalle.com.ar

Maestro de grado

6 de enero

22 de diciembre

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57

Bogotá

Estefanía Gómez Martínez

Institución Educativa Jorge García USTA, Cartagena, ColombiaEstefa

stephania_gomez@hotmail.com

Docente - Orientadora

Luis Humberto Maldonado Valderrama

Colegio De La Salle Cartagena, ColombiaLuchopastoral@colsallecartagena.edu.co; batjunerlu@hotmail.com

Coordinador de pastoral

Luis Evelio Castillo Pulido

Universidad de la Salle, ColombiaLuis Evelio lecastillo@unisalle.edu.co

Docente investigador 15 de julio

27 de noviembre

22 de febrero

Luz Mery Tenjo Macias

Colegio De La Salle, ColombiaLuzme ltenjom@colsalle.edu.co; cheverisima@gmail.com

Docente de Educación Religiosa 5 de octubre

Carlos Alberto Pinto Corredor

Secretaría de Pastoral Del Distrito Lasallista de BogotáCarlos Alberto pastoraldlb@lasalle.org.co

Encargado Distrital de Pastoral5 de octubre

Diego Fernando Caicedo Alzate

Liceo Hermano Miguel La Salle de Bogotá, ColombiaDiego dcaicedoalzate@lhemilasalle.edu.co

Coordinador de Pastoral 16 de febrero

José María Siciliani Barraza

Universidad de La Salle Bogotá, ColombiaJosé María josemariasiciliani@gmail.com

Docente Investigador4 de septiembre

RELAL

Directorio

Rene Churqui Ortiz

La Salle Pedro Villalobos, Puerto Rico - Pando, BoliviaRenecoreneco_20@hotmail.com

Responsable de la pastoral de la U. E. y Maestro de Ciencias Sociales en el nivel secundario

H. Jose Eduardo San Miguel

Colegio La Salle Cochabamba, BoliviaJose

jos-edu96@hotmail.com

Coordinación de Pastoral-Prof. Sociales y Religión

Bolivia-Perú

2 de febrero

23 de marzo

Ramiro Sossa Amblo

Colegio La Salle Tarija BoliviaSossa rami1_07@hotmail.com

Maestro y Pastoralista sector Bolivia

Oscar Renán Zegarra Morales

Colegio La Salle - Cochabamba, BoliviaOscacho

ozegamo@gmail.com

Coordinador del Nivel Secundario

1 de julio

28 de junio

Paul Fredd Banda Bernedo

De La Salle Arequipa, PerúPaul

pbanda@lasalle.edu.peDocente - jefe de Pastoral 8 de enero

H. Eduardo Luis Rivera Vizcarra

Colegio La Salle - Lima, PerúEdu eduardoriverafsc@gmail.com

Profesor y coordinador de catequesis sacramental12 de febrero

Sebastián Cornejo Torres

Colegio San José La Salle de Cusco, PerúSebastían s.cornejo@lasalle.org.pe

Presidente de la Comisión de Pastoral | Responsable distrital de Comunicaciones | Asesor del colegio

21 de octubre

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Marisabel Cecilia Zambrana Padilla

Marisabelmarisabelzambrana63@gmail.com

Profesora de secundaria en Biologia y religion. Responsable en pastoral de Confirmacion a Padres y animadora espiritual a profesores 24 de abril

La salle en el departamento de Cochabamba, Bolivia

Eugenio Alberto Olguín Castillo

Escuela San Lázaro de la Salle, Chile

Coordinador de pastoral

Eugenio eugenio377@hotmail.com

André Luís Müller

La Salle Toledo, Toledo, PR, Brasil

Coordenador de Pastoral - Vice-diretor

André andre.muller@lasalle.org.br

Juan Isidoro Báez Leiva

San Gregorio De La Salle-Santiago, ChileJuan valeju58@hotmail.com

Orientador familiar-Pastoral-Equipo de Pastoral

Cilene Bridi

Cilenecilene.bridi@lasalle.org.br

Assessora de Pastoral da Provincia

26 de enero

2 de enero

26 de septiembre

29 de marzo

Brasil-Chile

Centro de Pastoral Canoas, Brasil

Centroamérica-Panamá

Carlos Enrique Díaz Crúz

Complejo Educativo La Salle HuehuetenangoCarlos cdiaz@lasalle-hue.edu.gt

Coordinador de Pastoral local y nacional25 de noviembre

Directorio

RELAL

Hugo Rolando Vasquez Natareno

Sede Central, Zona 8 de Mixco, Guatemala

Auxiliar de la Gestión de Pastoral

Hugo hvasquez@lasalleca.org

8 de abril

Luis David Hondoy Real

Instituto Pedagógico La Salle - Managua, NicaraguaLuispastoral@lasalle.edu.ni

Coordinador de Pastoral

Juan Modesto Sicay TócColegio Católico San Juan Bautista, San Juan La Laguna, Sololá, Guatemala

Modestojuanmode7@gmail.com

Maestro de cursos y Coordinador de Pastoral local

H. Dan Esteban Cruz MoraGestión de Pastoral Distrital, Guatemala

Gestor Distrital de Pastoral, Guatemala

Hno. Dan hnopastoralca@lasalleca.org

29 de juliot

24 de junio

27 de enero

César Oswaldo Fuentes Flores

Escuela La Salle Ciudad de GuatemalaCésar

profecesar1974@gmail.com

Director de Obra 27 de octubre

Eugenia Martínez Hoyte

San Miguel Febres Cordero - Los Lagos, Panamá

Coordinación de Pastoral / Comisión de Pastoral Distrital

Eu sajeli2001@yahoo.com

Liana Lisbeth Romero Lopez

Experimental "La Salle" san Pedro sula, Honduras

Maestra de tercer grado y coordinadora de área pastoral

Liana liana.romero@lasallehn.net

24 de abril

2 de juniio

www.relal.org.co

61

www.relal.org.co

Rosa Isela Ramirez Rodriguez

México Norte

ULSA Chihuahua, México

Maestra de formacion

Rosy lic.rosyr@hotmail.com

Carlos Arturo De León Vela

Universidad La Salle Saltillo, México

Director de Extensión Universitaria

Carlos extensiónuniversitaria@ulsasaltillo.edu.mx

Hna. Juana Torres Torres

Casa Hogar de los Pequeños San José Juanita juanena66@yahoo.com.mx

Responsable de grupos de adolescentes

27 de mayo

10 de abril

28 de diciembre

H. Ignacio Manuel Benítez de la Mora

Colegio José de Escandón La Salle. Cd. Victoria, Tamaulipas, MéxicoH. Nachohnachomty@hotmail.com

H. Mario de la O Larumbe

Casa Hogar de los pequeños San José, Saltillo , MéxicoMario

mlarumbe@hotmail.com

Coordinador

Maestro

27 de diciembre

15 de abril

Marcela Ramírez Saborío

Universidad De La Salle, Costa RicaMarcemarcchelars@hotmail.com

Coordinadora de Voluntariado, Bienestar Estudiantil apoyando la Pastoral Universitaria

29 de noviembre

karin.guerrero@delasalle.edu.co

Directorio

Juan David Palacio Hincapié

Colegio La Salle Bello, Colombia

Coordinador PJV

JuanDa juan.palacio@delasalle.edu.co

Karin Tatiana Guerrero OliveroInstituto La Salle, Barranquilla, ColombiaKarin

Coordinadora de pastoral juvenil y vocacional

Herley Antonio Gonzalez Ruiz

Colegio La Salle Envigado, ColombiaToño herley.gonzalez@delasalle.edu.co

Coordinador de Pastoral

28 de octubre

19 de abril

19 de septiembre

Magdelis Gregoria Betancourt Jiménez

Unidad Educativa La Salle Hermano Luis - Mérida, VenezuelaNegra - Magdamagdelisb@gmail.com

Jorge Jefferson Macas Robles

Unidad Educativa Fiscomisional Santa Juana de Arco La Salle de Cariamanga, EcuadorGeorgegeorge_macas89@hotmail.com

Rector

Coordinador de Pastoral

2 de enero

31 de mayo

Shirly Estela Gaviria Martínez

Colegio BIFFI-La Salle, ColombiaShirly shirly.gaviria@delasalle.edu.co

Coordinadora Pastoral Juvenil y Vocacional12 de mayo

Brenda Carolina Silva Yaguachi

Norandino

Unidad Educativa Particular José Antonio Eguiguren- La Salle Loja, Ecuador

Coordinación de Pastoral y Docente de ERE

Brendis brendismt@gmail.com

30 de septiembre

RELAL

61

Hna. Martha Estela Téllez Alcántara

Colegio Fromental La Salle de Puebla, MéxicoMartha

martiuux@live.com.mx

Apoyo a pastoral 29 de enero

Guadalupanas

Jorge Toxtle Ramirez

Colegio Fromental La Salle de Puebla, MéxicoJorge

lolek_001@hotmail.com

Titular de pastoral

Hna. Ninoska Miranda Yarin

Colegio La Salle Cayroche Morelia, MéxicoNinos

nosh114@hotmail.com

Coordinadora de Pastoral

6 de marzo

4 de marzo

Jesús Alberto Rubio Názer

Casa General, RomaChuy

jrubio@lasalle.org

Secretario para la formación 11 de octubre

Equipo animador

Dra. María Cristina Ventura Campusano

Cristinamcventura@ulasalle.ac.cr

Vicerrectora Académica de la Universidad La Salle de Costa Rica

RELAL

Directorio

H. Sergio Augusto Leal Carreño

Región Latinoamericana Lasallista, ColombiaSergiosergioleal@relal.org.co

Carlos Manuel Castañeda Casas

Región Latinoamericana Lasallista, ColombiaCarlos

Universidad de Monterrey, N.L. México

carloscastaneda@relal.org.co

Secretario Regional de Misión

Secretario Regional de Gestión y Organización3 de septiembre

12 de septiembre

Dr. Luis Eugenio Espinosa González.

Luis Eugenio luis.espinosa@udem.edu

Maestro Investigador de la Universidad de Monterrey

contacto@relal.org.cowww.relal.org.co @lasallerelal