GAUDETE,GAUDETE,CHRISTUS EST NATUS

V I C T O R I A C A N T U S

C O N C I E R T O D E N A V I D A D

12 de diciembre de 2021a las 19:00h en el

Real Monasterio de la Encarnación

Teodoro Sánchez-Ávila Sánchez-Migallón Presidente de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno

La Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno tiene entre sus fines la conservación y difusión de su propio patrimonio histórico-artístico. En Madrid conserva su colección de arte y en Cáceres mantiene el Museo del Palacio de los Golfines de Abajo, donde se custodia el Archivo Histórico de la Fundación. Pero también su sede abulense -dedicada a la formación de los jóvenes- tiene una dimensión histórica: está situada en los aledaños de la casa natal de uno de los músicos españoles más insignes, el célebre compositor polifonista del Renacimiento, Tomás Luis de Victoria.

Con ese motivo, la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno celebra todos los años un ciclo de conciertos en Madrid, Ávila y Cáceres, interpretando la obra de Victoria y de otros maestros españoles del Renacimiento.

Para el concierto de Navidad de este año tenemos el privilegio de contar, de nuevo, con el grupo Victoria Cantus, especializado en la polifonía española del siglo XVI, y dirigido por los reconocidos músicos Carlos José Martínez y Francisco Javier López. El programa, titulado “Gaudete, Gaudete, Christus est natus”, nos invita a alimentar la alegría de estas fiestas con la belleza trascendental de una música que atraviesa los siglos y sigue conmoviéndonos hoy.

Agradezco la colaboración de Patrimonio Nacional para que este concierto se celebre en el Real Monasterio de la Encarnación. Se trata de un escenario inmejorable para escuchar una música sacra que supone una parte muy importante del patrimonio histórico y artístico de España.

En nombre de la Fundación, les deseamos una feliz Navidad.

C A RTA D E L P R E S I D E N T E

Llibre Vermell(Montserrat Siglo XIII)Maria matrem virginem

Tomás Luís de VictoriaO Magnum Mysterium

Missa O Magnum Mysterium: Kyrie Gloria Credo Sanctus Benedictus Agnus Dei

Tomás Luís de VictoriaGaude Maria VirgoMagi viderunt stellam

Mateo Flecha el ViejoLa Justa

Anónimo Gaudete, Gaudete, Christus est natus

Bartomeu Cárceres(Cancionero de Uppsala)Falalalán falalalera

Raphaella AleottiAngelus ad pastores ait

P RO G R A M A

El Misterio. El tiempo de la promesa que se cumple. La inmensidad de un Dios creador, Padre Todopoderosos, encarnado en la fragilidad de un recién nacido.

O magnum Mysterium. Con el autor de tan bellos versos — El texto sacro tiene su origen en un canto responsorial que formaba parte de la oración de Maitines del día de Navidad—, proclamar esta grandeza:

Gaudete. Alegraos. Regocijaros con Aquel que es nacido. Celebremos el don de la vida hecha Vida. Tiempo de alegría, tiempo de esperanza fecunda a la luz de la Palabra hecha carne (Cf. Jn 1, 1-18) El regalo hecho fragilidad, la presencia del que camina entre los hombres hasta subir a la Cruz.

La plenitud de un Dios hecho hombre que acampa en medio de la humanidad. Un Dios todo admiración, todo escucha, todo presencia encarnado y acogido en el seno de la sagrada familia de Nazaret. María, madre y mujer atenta a la Palabra: José, discípulo fiel a la voluntad del Padre. Jesús, recién nacido, al calor del propio Misterio.

En palabras del Papa Benedicto XVI “En la noche del mundo, dejémonos sorprender e iluminar de nuevo por este acto de Dios, totalmente inesperado: Dios se hace Niño. Dejémonos sorprender, iluminar por la Estrella que ha inundado de alegría el universo. Que el Niño Jesús, al llegar hasta nosotros, no nos encuentre desprevenidos, empeñados sólo en embellecer la realidad exterior.” (Audiencia General, 22 de diciembre de 2010)Que esta alegría única no nos distraiga de la responsabilidad de abrir el corazón, de estar atentos a la gracia, a la espera fecunda y transformadora ante la que solo podemos decir confiados, como María, Amén. Fiat.

Esta es nuestra intención y nuestra alegría compartida al presentar ante todos ustedes, en este marco incomparable del Monasterio de las Descalzas Reales, un programa dedicado al tiempo de Navidad. La paradoja, hermosa no obstante, es la de vivirla anticipadamente en plena celebración del Adviento. Convocados —llamados en realidad—, urgidos a esperar, a vivir en la esperanza, que sirva esta música como excusa preciosa para contemplar el Misterio. Desde el raso de la vida como aquellos pastores en la noche fría, dejarnos inundar del inmenso Amor proclamado por las proféticas palabras del Ángel, quizás cantadas: Gloria a Dios en el cielo y paz a todos los hombres (Cf. Lc2, 14).

“Oh gran misterio y admirable sacramento, que las criaturas vieron al Señor nacido, acostado en el pesebre.Oh, bienaventurada Virgen, cuyas entrañas merecieron llevar al Señor

Jesucristo.Aleluya.”

P RO E M I O

Abiertos a la gracia con el dulce pretexto de la músicaMaría en el centro. María como aquella que abierta a la gracia, acepta la voluntad y engendra en su vientre al Salvador. Por eso la pieza elegida para abrir el programa es de una bella factura. Un virelai procedente del Llibre Vermell de Montserrat, siglo XIII. Maria matrem Virginem es toda una referencia sonora en el corazón de la vieja Europa. El Camino de Santiago es ya el centro de peregrinación de cientos, de miles de creyentes que con fe y en medio de las dificultades abandonan su tierra, su hogar, su seguridad camino de la tumba del apóstol. La línea melódica, llena de personalidad tímbrica y plena en matices y en melismas. Los instrumentos perfuman el suelo armónico sobre la que transita y enamora.

Tomás Luís de Victoria tenía veinticuatro años cuando escribió su motete O Magnum Mysterium. Por aquel entonces estaba trabajando en Roma, en el Collegium Germanicum, donde ejercía de profesor y donde sucedió a Giovanni Perluigi da Palestrina como Maestro de Capilla del Seminario Romano. Su trabajo en la capital italiana, a cargo de los más altos puestos de la vida musical romana, se prolongó hasta 1595, año en que regresaría definitivamente a España. Aquí desempeñó, hasta su muerte en 1611, el cargo de maestro de coro y organista del convento de las Clarisas Descalzas en Madrid.

El motete aparece por primera vez junto a otras obras maravillosas en la publicación de Motecta de 1572 (Thomae Ludovici de Victoria. Abvlensis. Motecta. Que partim, quaternis, partim, quinis, alia, senis, alia, octonis vocibus concinuntur. Venetijs Apud Filios Antonij Gardani. 1572)

E L P RO G R A M A D E E S TA TA R D E

Obras primeras de un gran compositor en ciernes que se ha convertido en una referencia en Roma. Un estilo claro que nos recuerda al de otros maestros, pero con la certera singularidad de quien vislumbra un algo más. Claridad de líneas, por supuesto, con imitaciones canónicas y respuestas que determinan una disposición tonal sobre la que discurre la melodía inicial. Como el resto de Motecta de esta colección, de preciosa factura.

La Missa O Magnum Mysterium, es una obra maestra inspirada en su motete homónimo de 1572 que también se interpretará. Parece ser esta música de Victoria la que mejor refleje la sincera fe y los más auténticos sentimientos religiosos y en el entramado de voces que discurren en sus obras parece estar la música que con mayor verdad expresa el texto, con serenidad y calor se describe el hecho asombroso y admirable de que hasta los animales adoraran al Hijo de Dios.

El motete es la base sobre la que compuso la misa veinte años después, en 1592, usando todos los motivos del motete en la misa excepto la frase O beata virgo. Así encontramos secciones iguales y frases idénticas al motete especialmente en Kyrie y Sanctus si bien a lo largo de la misa aparecen secciones nuevas y pasajes homofónicos como en el Gloria y el Credo. Agnus Dei, parte final de la misa será la única que se desarrollará a cincos voces. La resolutio en esta ocasión —la quinta voz— estará a cargo de uno de los sacabuches.

Es probablemente una de las partituras más interpretadas del abulensis. Tal vez su aparente sencillez, tal vez su belleza melódica, hacen de esta Missa un ejemplo de concisión, de claridad de líneas, de expresividad sobresaliente en la que las voces parecen competir por establecer supremacía e intencionalidad melódica. En cualquier caso, estamos ante un tesoro musical.

Las seis partes canónicas se superponen y en todas ellas encontramos elementos comunes que enlazan con el motete homónimo que interpretamos antes de la Missa.

Gaude Maria Virgo aparece como el motete anterior en la colección de Motecta de 1572. Un canon al unísono —similar al recurso compositivo del Agnus Dei de la Missa—, que en el caso concreto de hoy, resolveremos con la intervención de un instrumentista. (Práctica acostumbrada en tiempo de Victoria ante la ausencia de algún cantor) Dice la letra:

Alégrate, Virgen María, sólo tú has destruido todas las herejías del mundo entero.

Aleluya, aleluya.

De nuevo María en el centro de una teología que apunta al corazón mismo del Misterio. La que acepta el regalo complejo, inesperado, de ser la madre del Salvador.

Permítanme referirme a la versión que el propio conjunto Victoria Cantus ha grabado en el proyecto Surge Propera que ha visto la luz el pasado año con el patrocinio inestimable de la propia Fundación Tatiana Pérez de Guzmán. Pocos motetes tan sencillos, tan hermosos, tan profundos, tan significativos.

Magi viderunt stellam nos sitúa nuevamente en el tiempo de Navidad. Los magos vieron la estrella y se dijeron entre ellos:

“Esta es la señal del gran Rey, vayamos y busquémoslo y ofrezcámosle regalos:

Oro, incienso y mirra". Aleluya.

De nuevo, partitura que parece en la citada colección de Motecta de 1572. Hermosa, sencilla, ejemplo canónico de polifonía romana con una factura impecable. Como cada pieza escrita por Victoria, la liturgia en el centro mismo de su intención.

EL contraste llega con la interpretación de La Justa, ensalada de Mateo Flecha el Viejo. La música manierista muestra una tensión “entre el deseo de preservar un elevado nivel de habilidad contrapuntística y el impulso de acompañar las imágenes, ideas y sentimientos” (PALISCA, Claude V.: The Beginnings of Baroque Music: its Roots in Sixteenth Century Theory and Polemics, Harvard U., 1954)La gran escena musical manierista fue básicamente dominada por compositores

Grabación proyecto Surge Propera.

sacros, como Palestrina y di Lasso cuya música se convirtió en un patrón para todo el continente. A pesar de que también se introdujeron innovaciones técnicas, su estilo la mayor parte de las veces en nada evidencia la agitación e inestabilidad que tipifica el Manierismo en otras artes; al contrario, revela una armonía, dignidad y expresividad controlada que tiene su paralelo más bien en las obras plásticas del Alto Renacimiento.

No perteneciendo a esta estética, sin embargo encontramos cierto paralelismo en la elección un tanto ecléctica al tratarse de un programa que celebra o mejor, anticipa la Navidad.

“La ensalada es un género musical del siglo XVI que tuvo su máximo exponente en el músico tarraconense Mateo Flecha, “el Viejo”, cuyo sobrenombre pretende distinguirle en los anales de su sobrino homónimo, también compositor, al que la historia recuerda como Mateo Flecha, “el Joven”.La ensalada, al igual que el plato del mismo nombre, combina distintos ingredientes de diversa índole en una misma pieza musical.Por una parte, mezcla idiomas variados como el latín, castellano, catalán, francés, italiano y portugués.Adicionalmente, introduce tanto elementos profanos como religiosos. Finalmente, trata tanto temas serios como cómicos.Este abanico de tendencias tiene su equivalente en el tratamiento musical, dado que presenta frecuentes cambios de ritmo y una alternancia de las distintas voces que entran en juego: diálogos entre dos pares de voces, partes interpretadas en solitario” (Rodríguez Canfranc, 13 noviembre 2021)

Aunque conocemos ensaladas de otros autores, Mateo Flecha el Viejo es el compositor del que más obras de este tipo conservamos. El músico tarraconense comenzó su carrera como cantante en la Catedral de Lleida, de la que llegó a ser maestro de capilla (director musical). Al servicio de Diego Hurtado de Mendoza, se trasladó a Guadalajara. Tras algunos vaivenes por la geografía española, el compositor acabó como maestro de capilla en Sigüenza y, finalmente, en Arévalo. Tras esta agitada vida se unió a la Orden del Císter, permaneciendo hasta su muerte acontecida en el Monasterio de Poblet.

Para conocer cómo perduró la obra de este compositor debemos avanzar un poco en su árbol genealógico, concretamente hasta su sobrino Mateo Flecha el Joven (c.1530-1604). El pequeño de los Flecha estudió con su tío, aunque también amplió su formación con otros grandes maestros de la época, como el gran Antonio de Cabezón. Si la carrera de su tío le había llevado a recorrer España, la de Mateo Flecha el Joven le llevaría por toda Europa. Su primer viaje fuera de la península fue a Roma, donde completó su formación religiosa y entró en contacto con los cambios musicales que se estaban creando tras Trento.Las andanzas europeas no terminaron con la aventura romana, que acabó con Flecha preso por una deuda con un noble. El compositor había servido a las hijas de Carlos V antes de tomar los hábitos. Por eso, cuando la hija mayor, Infanta María se casó con el emperador Maximiliano II decidió hacer a Flecha su capellán. En esta nueva etapa el compositor fue admitido en la capilla imperial de Viena.

La Justa, a saber, el combate entre el mal y el bien. Entre el pecado y la gracia. Entronca con la tradición teológica del tiempo de Navidad: el hombre viejo y el hombre nuevo. La mujer que con su Fiat nos trae la gracia y la presencia salvífica de esta. La nueva Eva y la nueva humanidad.

La pieza que da nombre a nuestro concierto —Gaudete, Gaudete Christus est natus— es un villancico sagrado, que se cree que fue compuesto en el siglo XVI. Fue publicado en Piae Cantiones, una colección de canciones sagradas finlandesas / suecas publicadas en 1581. No se da música para los versos, pero la melodía estándar proviene de libros litúrgicos más antiguos.

El texto en latín es una canción de alabanza medieval típica, que sigue el patrón estándar de la época: una serie uniforme de estrofas de cuatro versos, cada una precedida por un estribillo de dos versos (en los primeros villancicos ingleses esto se conocía como la carga). . Los villancicos pueden ser sobre cualquier tema, pero normalmente tratan sobre temas de la Virgen María, los santos o la Navidad.

De Bartolomé Cárceres el único dato biográfico comprobable que es conocido es la inscripción, en 1546, de un pago 70 ducados como “pautador de los libros” en la capilla de Fernando de Aragón, Duque de Calabria, a la sazón, Virrey de Valencia. Su salario era la mitad de la del Maestro de Capilla Juan de Cepa. Los manuscritos M1166-M1967 de la Biblioteca de Cataluña tanto obras de Cárceres como de Cepa.

“Es muy probable que Cárceres copiase la mayor parte del mal denominado Cancionero de Gandía (Barcelona, Biblioteca de Catalunya, ms. M1166/1967), un cantoral con obras polifónicas sacras, siete de las cuales son villancicos navideños. El cantoral guarda estrecha relación con la capilla del duque de Calabria y contiene todas las obras del compositor de atribución segura, excepto la ensalada. Éstas incluyen dos villancicos, Soleta y verge y Falalalán, que son contrafacta o adaptaciones a lo divino de otros dos profanos que figuran como anónimos en la colección de Villancicos de diversos autores, más conocida como Cancionero de Uppsala (Venecia, 1556). El texto del primero está en catalán, lo mismo que la versión que compuso del refrán del Canto de la Sibila, Al jorn del judici. Su ensalada La trulla, que forma parte de la colección de Las ensaladas editadas por Mateo Flecha el Joven (Praga, 1581), es una de las obras del género de estructura más diáfana. Incluye diez canciones, casi todas para solista y coro, enlazadas entre sí mediante pasajes de transición polifónicos; por su sencillez debe de ser una de las primeras obras del género, a no ser que se trate de una de las piezas primerizas del autor.Tanto en los villancicos como en la ensalada, el lenguaje musical de Cárceres es sencillo, con construcciones sonoras de tipo acórdico, mientras que en los motetes y en las obras litúrgicas abundan los pasajes imitativos. Es característica del compositor su preferencia por hacer alternar el coro con un solista o con otro coro. “(Real Academia de la Historia)

Falalalán, falalalera (a 4 voces; otra versión a lo divino) es sencillamente una obra divertida, graciosa, ligera y llena de matices contrastantes, de imitaciones y de una factura envidiable.

Cierra el programa una maravilla obra de la religiosa italiana y compositora Raphaella Aleotti: Angelus ad pastores ait.

Raphaella Aleotti era hija del arquitecto de Ferrara Giovan Battista Aleotti y de su mujer Giulia. Raffaella fue bautizada el 22 de septiembre de 1575 en la iglesia de Santa María en Vado de Ferrara, por lo cual se supone que nació antes de esta fecha. Empezó a estudiar música a una edad muy temprana, probablemente con Alessandro Milleville y con Ercole Pasquini. Después entró al convento de Santo Vito de Ferrara, conocido por la excelencia de la música que allí se practicaba.La religiosa fue conocida como una organista extraordinaria, pero sobre todo fue la primera mujer que publicó composiciones de obras sacras.

Deliciosa pieza a cinco con un marcado acento contrastante, equilibrio entre pares y con un Aleluya final que lo convierte en toda una pequeña joya polifónica adscrita a la maniera que anticipaba lo que estaba por llegar: el Barroco.

En nombre de cuantos hacemos Victoria Cantus, nuestros deseos de salud, de paz y de fraternidad. La música, herramienta transformadora como pocas otras, nos brinda el pretexto de contemplar y de encontrarnos frente al Misterio que es todo Amor, pero también todo belleza. Que ese espíritu nos fortalezca y nos ayude a ser cada día un poco más justos, más humanos.En buena hora.

Carlos José Martínez FernándezPhD Musicología

Raquel AlbarránPaloma CoteloDiego NeiraVicente Martínez

SacabuchesJavier CuestaMiguel Jiménez

PercusiónLuís Guzmán

ÓrganoFrancisco Javier López García

Flauta y DirecciónCarlos José Martínez Fernández

V I C T O R I A C A N T U S

L A F U N D A C I Ó N TAT I A N AP É R E Z D E G U Z M A N E L B U E N OL E D E S E A F E L I Z N AV I D A D YA Ñ O N U E V O