CENTRO REGIONAL DE FORMACIÓN DOCENTE E INVESTIGACIÓN PARA EL ESTADO DE MÉXICO

Por Rodolfo Cruz Bustos

En los últimos años se ha llamado desde sectores organizados e influyentes de la sociedad a construir un mejor país. Junto con ello, se han hecho señalamientos muy fuertes al funcionamiento de la educación pública. Se cuestiona su abultada ineficacia, ineficiencia, derroche, opacidad, corrupción y parálisis. Se ha dicho que el sistema educativo ha fracasado y sus elementes contienen peculiaridades que es difícil desterrar con una simple reforma. Muchas voces críticas reclaman un cambio en el modelo de desarrollo e incluso sostienen que con los actuales actores que controlan a la Secretaría de Educación Pública y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación es imposible pensar en una transformación real.

Pese a ello, la SEP y el SNTE, han hecho un pacto sobre las reformas a emprender en el país en los años del sexenio de Calderón, aun marcado por la sombra del fraude y el síntoma de la desconfianza. La alianza por la calidad de la educación ACE, desplegó la sombra del la duda, pues se le otorgaba al SNTE una suerte de poder “tras el trono”, incluso mayor que el que tienen las fuerzas partidistas en el congreso, mediante un acuerdo signado fuera de la máxima tribuna de la nación, donde contradictoriamente se ha aprobado el presupuesto para que la señalada reforma tuviera viabilidad en estos cuatro años que van de calderonato.

Dentro los acuerdos de la ACE, se determinó la creación de nuevos centros de excelencia para la formación del magisterio y el desarrollo de investigación educativa. Éstos van a ser instalados de manera estratégica en el territorio nacional en estados como Nuevo León, Chiapas, Estado de México, Zacatecas y Aguascalientes.

El Estado de México es la entidad donde existe en mayor número de escuelas Normales, y centros de formación docente, dentro de los que se incluye a los Centros de Actualización Magisterial y la Unidades y Subsedes de la Universidad Pedagógica Nacional, a ello se le sumará ahora el Centro Regional de Formación e Investigación, que promueve la SEP y el SNTE.

Al respecto me surgen algunas preguntas que quiero compartir:

¿Por qué se tardaron cuatro años las autoridades en ponerlo en operación si fue un proyecto que se anunció desde la firma cupular del Acuerdo por la Calidad Educativa, corona de la relación simbiótica de la SEP y el SNTE?

¿Quiénes son los autores del proyecto: la Fundación SNTE para la Cultura del Maestro, académicos y consultores privados contratados por la SEP y el SNTE, que desde luego coordinaría el Subsecretario de Educación Básica, etc.?

¿El diseño será como los institutos de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, como el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, IISUE; el Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados, CINVESTAV, del Instituto Politécnico Nacional, u otros?

¿Quién coordinará en el Estado de México la operación de esos centros: la secretaría de educación estatal, los Servicios Educativos Integrados al Estado de México o la Secretaría de Educación Pública, centralmente

¿Considerarán las autoridades en la conformación de los cuerpos académicos del centro a académicos de las instituciones de educación superior que actualmente se desempeñan en esos ámbitos?

¿Cuáles serán los procesos de selección de los administradores, docentes y futuros estudiantes en dicho centro que desde hace años se dijo será un centro de formación “de excelencia”?

Puedo anticipar, que si se insiste en darle al proyecto el manejo clientelar y político que se le da actualmente a la formación de profesores, éste será un proyecto más que fracase.