NOTICIA: MUERTE

generación, desde Adán y Eva hasta el día de hoy, "He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre." (Sal.51:5). Para todos es así, todos experimentamos la muerte de esta manera. Ahora, ¿cuál es la enorme diferencia entre la muerte de uno que ha creído en Dios y en su hijo Jesucristo, y se ha arrepentido de sus pecados?. Todos estos tenemos entrada al paraíso, un lugar preparado desde antes de la fundación del mundo para todos los redimidos. Todo esto por la inmensa misericordia de Dios, no porque lo merezcamos: "¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldades.. Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite." (Is.1:6). Ésta es una pequeña radiografía de lo que somos, pero Jesucristo es quien cura, suaviza toda herida de pecado que hay en nosotros. Dios ha preparado grandes y maravillosas cosas para todos sus redimidos. Apocal ips is 21:1-7 descr ibe perfectamente cómo será ese vida alterna con Cristo. Cielo nuevo, tierra nueva, en la santa ciudad, y Dios mismo estará en medio como nuestro Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Palabras fieles y verdaderas que se cumplirán en el tiempo perfecto de Dios. En contraste tenemos en verso 8: "Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos

"La tarde del sábado 16 de abril la tierra tembló en el noroeste de Ecuador. El seísmo de 7,8 grados (el peor en las últimas décadas) se sintió en todo el país y, por ahora, ha dejado más de 500 muertos y 4.000 heridos. Ecuador se encuentra en estado de excepción. La búsqueda y el rescate de supervivientes sigue siendo la prioridad, así como la coordinación en el reparto de las ayudas de emergencia, la retirada de cadáveres y la recogida de escombros. Según las autoridades, más de 1 millón de personas podrían estar afectadas por el terremoto." Es impresionante como cada día escuchamos en las noticias la cantidad de muertes que hay en el mundo. Sólo en Ecuador se habla de una cifra bastante importante de muertes ocasionadas en un día. Esto sin contar cuantas más han podido ocurrir en otras partes del mundo, todas ellas provocadas por diferentes circunstancias, desastres naturales, accidentes automovilísticos, gentes muriendo de hambre, guerras, etc. Y otras muchas que ni nos damos cuenta. Surge, entonces, esta pregunta: ¿Qué significado tiene la muerte para una persona que cree en Dios, para el que se niega a creer en él, para Dios y para Satanás? Cuando pensamos en ello sentimos d o l o r, t r i s t e z a , i m p o t e n c i a , desesperación, indignación, pérdida. Son muchos los sentimientos que despiertan en nosotros la muerte. Todo ser humano está compuesto por cuerpo, alma y espíritu. El cuerpo ésta carne y hueso que podemos palpar y ver. El espíritu es ese aliento de vida que nos da Dios y el alma es donde se albergan los sentimientos, emociones y carácter de cada uno. En el momento que morimos, sabemos que el cuerpo es enterrado y con el tiempo se corrompe o es incinerado. El espíritu regresa a Dios que lo dio (Ecl.12:7) y el alma nunca muere, ella es eterna. Dice la epístola a los Romanos 6:23: "Porque la paga del pecado es m u e r t e " . L a m u e r t e e s l a consecuencia del pecado que hay en nosotros, desde que nacemos estamos contagiados, esto se ha ido trasmitiendo de generación en

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HABLA, TU SIERVO OYE“Pues tus palabras son mis delicias”

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tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda." Éste lago es el lugar donde van todas aquellas personas que niegan la existencia de Dios, todos aquellos que viven de espaldas a él siguiendo la corriente de este mundo gobernado por Satanás, quienes de una forma u otra son esclavos del pecado, viven en oscuridad, en tinieblas. La muerte para estas personas es el fin de cualquier posible reconc i l i ac ión con D ios , es separación definitiva de su Creador, es vivir una eternidad atormentados con el fuego que nunca cesará. Un lugar donde no habrá escapatoria.Dios quiere todos los seres humanos, en todos los lugares del mundo, sean salvos y por eso dio a su Hijo J e s u c r i s t o . L a m u e r t e e s consecuencia de la desobediencia y rebeldía de la humanidad, pero "De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Jn.3:16), "Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo t o d o s s e r á n v i v i f i c a d o s . " (1Cor.15:22), "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." (Hch.4:12). La muerte para Satanás es una victoria, puesto que su único propósito es destruir la obra de Dios. Hay decisiones que marcan nuestra vida, nuestra existencia y nuestra eternidad, no olvidemos que si estamos aquí es con un propósito, no existimos por casualidad, ni por cosas del destino, no hemos nacido para morir y ya está. Fuimos creados por Dios para un gran propósito, los planes de Dios son perfectos y se cumplirán en su tiempo. La eternidad no es un juego ni una invención de hombre, es una realidad. La palabra da testimonio de Dios, lo que él es, lo que hizo, hace y hará, ahora depende de cada uno en creer o no ésta gran verdad. La decisión es tuya, no permitas que por el qué dirán, por tu orgullo, o ignorancia, por negarte a creer cuando hay tantas evidencias que hablan por sí solas, te pierdas de vivir una eternidad junto al Salvador, Cristo el Señor. ALEXA CASTRO

profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” (2P. 1:21). La profecía es la palabra de Dios revelada al hombre en su infinita gracia, a fin de conocer el plan divino. Dios no va a obligar a nadie para que acepte el don gratuito de la salvación, pues él mismo ha dado capacidad a cada ser humano para decidir libremente. «Y vemos su justicia en tantos niños de seis o siete años que han entendido el mensaje a pesar de la edad, confirmando con ello que el contenido es sencillo y que está al alcance de todos, para ser creído. Mientras el hombre duda y quiere saber más, mientras otros diseñan teorías de si hubiese sido de otra forma, mientras muchos creen cosas más insólitas, el alma de un niño se ve bendecida al recibir al Señor, con ese corazón incontaminado de la niñez». (Meditaciones de Ana Alejandra Ruiz). El hombre, en su egoísmo y bajo el engaño de Satanás, piensa que Dios tiene la obligación de proveerle de familia, amistades, buena salud, cosas materiales, un buen trabajo y c l a r o u n a b u e n a s i t u a c i ó n económica; y cuando falta alguna de ellas, culpa al Señor, olvidando que no tenemos ningún derecho de reclamarle nada, sino más bien debemos estar agradecidos por lo que en su gracia nos ha dado. Queremos tener a Dios sólo para que cumpla nuestros caprichos. Él no nos debe nada, pero nosotros le

debemos todo. ¡Cuidado! El Señor advierte que no tendrá por inocente al que es culpable; su palabra nos declara: “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Jn. 3:18).Mientras no reacciones y decidas por Cristo, la condenación pesa sobre ti. Es urgente que te pongas a cuentas con Dios, ya que con la muerte o con la venida del Señor Jesucristo, acontecimientos inminentes, se habrá cerrado la puerta de la salvación. Él dijo: “Yo soy la puerta, el que por mi entrare, será salvo” (Jn.10:9). Así que por una parte está la responsabilidad del incrédulo de aceptar a Cristo para no sufrir condenación y por otra parte la responsabilidad del creyente con la misma urgencia en anunciar fielmente las virtudes del Señor Jesucristo, respaldándolas con nuestras propias vidas, ya que hemos sido beneficiados con la verdad de su amor. Que el Señor nos ayude a tener el mismo sentir de Pedro y Juan, que cuando fueron intimidados por los gobernantes y ancianos de Israel para que no hablasen ni enseñasen acerca del evangelio de Jesucristo, respondieron: “Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir, lo que hemos visto y oído” (Hch. 4:19-20).

“…por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos”. (2Ts. 2:10b)Por esta razón “Dios enviará un espíritu engañoso para que crean la mentira, a f in de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.” (2Ts. 11-12). El tiempo de ser salvo es hoy, reconociendo que somos pecadores, destituidos de la gloria de Dios y por ello necesitados de su salvación, la cual es posible en Cristo Jesús.Han pasado más de dos mil años desde su muerte expiatoria en la cruz, su resurrección, y ascensión a los cielos, sentándose a la diestra de Dios (Heb. 10:12), en los cuales Dios ha sido paciente y misericordioso, y lo sigue siendo aún hoy, dando ocasión de que las personas procedan al arrepentimiento (2P. 1:9), “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo sino para que el mundo sea salvo por él” (Jn. 3:17). Queda claro que de ninguna manera Dios quiere el mal para sus criaturas, todo lo contrario, desea nuestro bienestar, pues nos ha dado su palabra que es fiel y digna de ser recibida por todos (1Ti. 1:15). El Señor m ismo tamb ién d i j o : “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.” (Jn. 5:39). El Dios eterno y poderoso, dueño de todas las cosas, que no necesita de ninguno de nosotros, proveyó la forma de conocerle: “Porque nunca la

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DIANA ZAMBRANO

HISTORIAS DE ANI

“No solo de pan vivira el hombre, sino de toda palabra que sale

de la boca de Dios.” Mateo 4:4

¡Ummm! ¡DULCE A MI PALADAR! MAS QUE LA MIEL A MI BOCA

ANA RUIZ

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amor y para su propia gloria."Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne , n i muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, jus t i f i cac ión , sant i f i cac ión y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor." (1Cor.1:26-31).

ANA RUIZ

un jovencito rubio y hermoso, nada que le hiciera reconocido físicamente como guerrero victorioso y digno del reino. Sin embargo en su gobierno, Israel extendió sus dominios grandemente, aun teniendo por enemigos a Saúl, primer rey de Israel, a su propia casa y el resto de naciones. Sin embargo, de su linaje procede el Mesías.Saltamos al Nuevo Testamento y allí es tá Ped ro , una p ied rec i t a espiritualmente hablando, de Galilea, región de donde no había salido ningún profeta que la hiciera digna (Jn.7:41,52), pescador, del vulgo, débil en la fe. Le vemos más adelante hablando con elocuencia al pueblo (Hch.2:14) y defendiendo el evangelio delante de principales y gobernantes (Hch.5:29).Pablo tenían en su historial el asesinato de hombres y mujeres indefensos, solo sostenidos por su fe en Jesucristo; y a éste salvó Dios para ser usado como instrumento y dar testimonio delante de gentiles y reyes. Él sabría lo que era necesario padecer por el Nombre del Señor Jesús (Hch.9:15,16).¿Y qué decir de Juan? Pescador galileo, de mal carácter, sin afecto por los perdidos (Lc.9:54), fue el último apóstol en morir y no lo hizo sin antes escribir con amor a sus hijitos en la fe, acerca del amor de Dios; y de ver las revelaciones de los acontecimientos futuros.Ninguno de ellos hubiese sido capaz por sí mismo de alcanzar grandes victor ias, de sobrevivir a la persecución sintiéndose gozosos mientras las padecían. Ninguno hubiese sido reconocido en la historia de Israel si Dios no hubiese actuado por ellos. De unos se escribe para nuestra enseñanza (Rom.15:4), de estos héroes se escribe para darle gloria de Dios. Ninguno, en la historia de la humanidad, incluida nuestra época actual y la futura, tiene capacidad por sí mismo para hacer nada. Toda habilidad, talento o aptitud le es dada del cielo, sea incrédulo o creyente. Por eso es que acercarnos a Dios se consigue por fe, por gracia y no por nuestras propias fuerzas. Así mismo el servicio en su obra de Dios, el predicar, ministrar o enseñar, todo se debe al poder de su

PODER DE DIOS

"Mi poder se perfecciona en la debilidad" (2Cor.12:9)Si retrocedemos miles de años atrás, nos encontramos con Abraham, caldeo de origen, hombre anciano y casado con una mujer también mayor, pero además de eso, era estéril. De ambos procede la nación de Israel, numerosa como la arena del mar y como las estrellas del cielo. Fuerte como el monte de Sión y cuya gloria será eterna, pues se sentará sobre su trono el Rey de reyes y Señor de señores, Aquel que no tiene principio ni fin.Unos años después aparece en escena Moisés, el hebreo criado entre guerreros, los más poderosos de la época, los egipcios. Creció educado en la cul tura más avanzada, codeándose con altas autoridades y estableciendo las mejores estrategias de guerra; al mismo tiempo, era consciente de su origen y de la misión que le sería encomendada. Pero años más tarde, cuando fue llamado por Dios, le encontramos debilitado, manso y hasta torpe de lengua. El hombre que se negó en tres ocasiones cumplir con la orden divina de enfrentarse a Faraón, terminó siendo el líder de un pueblo numeroso. Les guió durante cuarenta años, errantes en el desierto. Fue el canal de comunicación entre Jehová e Israel, construyó el tabernáculo, lugar donde Dios haría morada para habitar entre ellos. Su cercanía con Dios le hizo ver sus espaldas (Éx.33:20-23).Avanzamos y vemos a diferentes jueces intentando gobernar a Israel, pueblo rebelde y contumaz. Cada uno con una tacha que les haría más bien dignos del foso de leones: Jefté, hijo de una ramera; Barac no se sentía capaz de salir a la batalla sin la compañía de una mujer; Gedeón cuestionó a Jehová debido a su débil fe; Sansón tenía un "talón de Aquiles", su pelo, y cuando le fue cortado, le fueron sacado también los ojos. Todos ellos vencieron a los enemigos de Israel, cada uno de forma extraordinaria, necesitados de la intervención de Dios para conseguirlo.El primer rey conforme al corazón de Dios era el menor de siete hermanos,

Es una palabra compuesta por dos: Bien y Ventura; y ambas significan bienestar, por eso se habla de doble felicidad. Después de algunos acontecimientos sucedidos en la vida del Señor Jesús en el comienzo de su ministerio público, le vemos subiendo al monte en Galilea para la enseñanza a sus discípulos, de manera especial, para aquel grupo que él mismo había llamado (los doce). La expresión que usa Mateo es: “abriendo su boca les enseñaba” (5:2). La idea es de aquel que comienza un proceso de enseñanza. Era la siguiente parte que el Señor iba a hacer, después de haberles dicho: "arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mt.3:2) y “arrepentíos, y creed en el evangelio” (Mr.1:15). Sin duda alguna su mirada estaba puesta en la cruz, ya que sin ese acontecimiento no podía salvar a aquellos por quienes había venido.Podríamos preguntarnos ¿qué relación hay entre su mensaje de a r r e p e n t i m i e n t o y s e r bienaventurado? La respuesta es senc i l la , pues e l verdadero significado de la última expresión radica en lo que Cristo Jesús vino a hacer a este pobre y miserable mundo, “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido” (Lc.19:10).

BIENAVENTURADO

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leproso, estamos llenos de maldad, envidias, egoísmos, traiciones, avaricias, fornicaciones, etc. A todo esto se le llama pecado, hay tanta perversidad en el corazón del hombre que estamos condenados, muertos en vida, apartados y excluidos de la presencia de Dios, «Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.» (1 Juan 1:8-9). Jesucristo dejó su trono en el cielo y vino a esta tierra para limpiarnos y con ello acercarnos al Dios vivo y verdadero. Mediante su muerte y resurrección tenemos entrada gratuita al mismo cielo, única y exclusivamente por los mérito de Jesús. Él es la entrada, la puerta y el camino que nos conduce al mismo paraíso, ese lugar especialmente preparado paro todo aquel que quiera ser redimido por su sangre derramada en la cruz. Una Maravillosa realidad a la que no p o d e m o s s e r i n d i f e r e n t e s , Hinquemos nuestras rodillas y con corazón sincero reconozcamos nuestra condición, pidamos perdón, creyendo que el mismo que limpió al leproso también nos limpia a nosotros de todos nuestros pecados. Dios está deseando que sea así, él quiere salvar a toda la humanidad, pero la decisión solo depende de ti. No seas indiferente al llamado de Dios, él tiene un gran propósito para tu vida, sus propósitos son perfectos, llenos de amor, especialmente diseñados para cada uno de nosotros. El tiempo de salvación es hoy, mañana no sabemos lo que será de nuestras vidas, asegura tu eternidad antes de que sea demasiado tarde. “Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.”(Stg. 4:14).“El hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo, que pasó el viento por ella, y pereció, y su lugar no la conocerá más.” (Sal.103:15,16).

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«Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.» (Marcos 1:40-42). En este testimonio quiero destacar dos cosas muy importante: Una es la condición en que nos encontramos todos los seres humanos delante de Dios; otra; el poder, misericordia y cercanía de parte de Jesús hacia sus criaturas. En cuanto al leproso, quien padecía de esta enfermedad tenía q u e p e r m a n e c e r f u e r a d e l campamento, apartado y excluido de todas las facetas de su vida: familiar, social, laboral y religiosa. Además de esto, cuando alguien se acercaba tenía que gritar ¡inmundo, inmundo! para que nadie le tocase, de lo c o n t r a r i o c u a l q u i e r a p o d í a contagiarse, «...Todo el tiempo que la llaga estuviere en él, será inmundo; estará impuro, y habitará solo; fuera del campamento será su morada.» (Levítico 13:45-46). La palabra de Dios nos enseña que lepra es figura del pecado, ésta es la condición de todo ser humano, contagiados y enfermos, por e l lo es tamos apartados de Dios, pues él es santo y sin pecado.En los versículos vemos que el leproso se acercó a Jesús, rogándole y puesto de rodillas, le pide que le limpie, solo si quiera. Se humilla delante de Jesús reconociendo su condición y la de aquel a quien pedía ayuda, convencido y confiado en todo momento que él podía curar su enfermedad. No alcanzo a imaginar la fe tan grande que este hombre tuvo para saber que Jesús podía sanarle en aquel mismo momento. Jesús conocía lo que había en su corazón, de ahí la respuesta maravillosa, llena de amor y misericordia. Acercándose al leproso, con palabras de poder y autoridad, solo dijo: "Quiero, sé l i m p i o " y l a l e p r a s e f u e inmediatamente de él. Jesús se acercó y lo tocó, cuando nadie antes lo había hecho. Es el mismo Jesús de ahora, él no cambia. La condición de todos los seres humanos es igual a la del hombre

"Bienaventurado (Makários), no significa feliz en el sentido como el mundo lo usa, o sea, felicidad superficial que depende de las circunstancias de la vida. Más bien se refiere a un estado profundo de felicidad espiritual que descansa sobre una verdadera relación con Dios a través de Jesucristo. Pertenece a quienes han respondido al mensaje del Señor y se han arrepentido y ahora aguardan que venga el reino anunciado por el Rey." (Referencia de Mateo la revelación de la realeza de Cristo, Elvis L. Carballosa, pág. 168). En vista de lo dicho, comprendemos por qué el Señor Jesús comienza con esta primera bienaventuranza: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mt.5:3). Estos pobres de espíritu son los que se han humillado de corazón reconociendo su indignidad y han aceptado al Salvador, por lo tanto, se refiere a quienes están conscientes de su gran necesidad espiritual. Lo que sigue a continuación es el resultado: “de ellos es el reino de los cielos”. En primer lugar encontramos la pertenencia, y en segundo lugar la grandeza de tal regalo. Esa promesa ya nos ha sido dada a todos los que hemos creído en Cristo como el Hijo de Dios y el único que puede perdonar pecados; es nuestra y no nos será quitada, y aunque ahora no estamos disfrutando literalmente, en su plenitud, del reino, seguro estamos de que nuestra posición es segura y para siempre.Concluimos diciendo que ser bienaventurado solo es posible cuando entendemos nuestra pobreza y nos refugiamos en aquel que nos promete enormes y maravillosas riquezas en su reino, porque hemos s ido hechos coherederos con Cristo Jesús. “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados” (Rom.8:17).No rechaces el llamado que Dios te hace hoy y acepta a Cristo Jesús como tu Salvador personal.

JOAB CERVINI ALEXA CASTRO

LEPRA=PECADO