boletín "habla, tu siervo oye" nº1

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La palabra de Dios es para el creyente más dulce que la miel a su boca, y de mayor riqueza que el oro o la plata. Ella nos desvela al Dios invisible, también sus misterios divinos. Nos cuenta sus planes soberanos para con la tierra y la humanidad. Quiso que supiéramos los inicios del hombre hablándonos desde la creación, mostrarnos sus poderosos hechos en las batallas, por encima de toda fuerza de ejércitos, y por supuesto, su dominio de la naturaleza. La mayor historia de amor está escrita en sus páginas, así como un día se vivió sobre la tierra. Por ella conocemos la bondad de Dios y también la maldad del corazón, engañoso más que todas las cosas. La eternidad de bendición, igual que la de condenación, sentencia que pesa sobre toda persona que rechaza la verdad para ser salvo. Es palabra viva y eficaz, ella misma persuade porque penetra y discierne. Además es fiel y digna de ser recibida por todos; fiel porque es verdad, no habla de leyendas o fábulas, digna porque merece la pena confiar en ella. Nos da salvación y sabiduría, y podemos apoderarnos de ambas. Es lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino. Todo el consejo de Dios está en ella revelada. Si alguna cosa no encontramos allí es porque él lo ha reservado para ser dicho cuando estemos en Su presencia. El que no la ha leído, ni ha vivido el efecto de la nueva vida que por ella es desvelada, debe conocerla, “Te alabaré con rectitud de corazón cuando apren- diere tus justos juicios”. Los que nos hemos apropiado de su verdad, buscamos guardarla para no pecar contra Dios, para limpiar nuestro camino, para deleite de nuestra alma, “Pues tus mandamientos son mis delicias y mis consejeros”. Además, la palabra tiene otro propósito, ser contada para que otros la conozcan, “Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca”. No hay libro más provechoso que este, no hay persona más digna que la que se narra en sus líneas, no hay promesas más verdaderas que las escritas para nuestra esperanza. El salmista David, escribe y canta sobre la palabra de Dios, rindiéndole alabanzas. Para él, cada una tiene su efecto en el momento y el lugar exacto: convierte el alma, hace sabio al sencillo, alegra el corazón, alumbra los ojos, permanece para siempre, toda ella es justa, deseable y dulce. También en los salmos encontramos un capítulo compuesto por ciento setenta y seis versículos de exaltación a la palabra de Dios; allí son llamados mandamientos, dichos, estatutos, testimonios, decretos, ley, juicios, caminos. Dale el valor que tiene, como tesoro que es; léela como quien desea conocer un misterio; entiéndela con sencillez, para salvación; escudríñala como buscando la verdad; úsala como lámpara para enderezar tus pasos; llévala contigo como la espada que te defiende del peligro; consulta sus buenos consejos, para actuar con bien; cúmplela, para agradar a Dios. ANA RUIZ LA PALABRA DE DIOS Nº 1, Enero 2015

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Boletín Cristiano

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  • La palabra de Dios es para el creyente

    ms dulce que la miel a su boca, y de

    mayor riqueza que el oro o la plata. Ella

    nos desvela al Dios invisible, tambin sus

    misterios divinos. Nos cuenta sus planes

    soberanos para con la tierra y la

    humanidad. Quiso que supiramos los

    inicios del hombre hablndonos desde la

    creacin, mostrarnos sus poderosos

    hechos en las batallas, por encima de

    toda fuerza de ejrcitos, y por supuesto,

    su dominio de la naturaleza. La mayor

    historia de amor est escrita en sus

    pginas, as como un da se vivi sobre la

    tierra.

    Por ella conocemos la bondad de Dios y

    tambin la maldad del corazn,

    engaoso ms que todas las cosas. La

    eternidad de bendicin, igual que la de

    condenacin, sentencia que pesa sobre

    toda persona que rechaza la verdad para

    ser salvo.

    Es palabra viva y eficaz, ella misma

    persuade porque penetra y discierne.

    Adems es fiel y digna de ser recibida por

    todos; fiel porque es verdad, no habla de

    leyendas o fbulas, digna porque merece

    la pena confiar en ella.

    Nos da salvacin y sabidura, y podemos

    apoderarnos de ambas. Es lmpara a

    nuestros pies y lumbrera a nuestro

    camino. Todo el consejo de Dios est en

    ella revelada. Si alguna cosa no

    encontramos all es porque l lo ha

    reservado para ser dicho cuando

    estemos en Su presencia.

    El que no la ha ledo, ni ha vivido el efecto

    de la nueva vida que por ella es

    desvelada, debe conocerla, Te alabar

    con rectitud de corazn cuando apren-

    diere tus justos juicios.

    Los que nos hemos apropiado de su

    verdad, buscamos guardarla para no

    pecar contra Dios, para limpiar nuestro

    camino, para deleite de nuestra alma,

    Pues tus mandamientos son mis

    delicias y mis consejeros.

    Adems, la palabra tiene otro propsito,

    ser contada para que otros la conozcan,

    Con mis labios he contado todos los

    juicios de tu boca.

    No hay libro ms provechoso que este,

    no hay persona ms digna que la que se

    narra en sus lneas, no hay promesas

    ms verdaderas que las escritas para

    nuestra esperanza.

    El salmista David, escribe y canta sobre

    la palabra de Dios, rindindole

    alabanzas. Para l, cada una tiene su

    efecto en el momento y el lugar exacto:

    convierte el alma, hace sabio al sencillo,

    alegra el corazn, alumbra los ojos,

    permanece para siempre, toda ella es

    justa, deseable y dulce. Tambin en los

    salmos encontramos un captulo

    compuesto por ciento setenta y seis

    versculos de exaltacin a la palabra de

    Dios; all son llamados mandamientos,

    dichos, estatutos, testimonios, decretos,

    ley, juicios, caminos.

    Dale el valor que tiene, como tesoro que

    es; lela como quien desea conocer un

    misterio; entindela con sencillez, para

    salvacin; escudrala como buscando

    la verdad; sala como lmpara para

    enderezar tus pasos; llvala contigo

    como la espada que te defiende del

    peligro; consulta sus buenos consejos,

    para actuar con bien; cmplela, para

    agradar a Dios. ANA RUIZ

    LA PALABRA DE DIOS

    N 1, Enero 2015

  • Dios, mostrando sus deseos para con

    nosotros, l no quiere la muerte del que

    muere (Ezequiel 18:32). Por eso, en Su

    gran amor y misericordia, nos da la

    solucin para cambiar de rumbo.

    En Mateo 7:14 se nos habla de una

    puerta angosta y un camino similar que

    lleva a la vida, y pocos son los que la

    hallan.

    En el camino ancho encontramos una

    puerta estrecha, de manera que todos

    los nacidos tenemos la oportunidad de

    entrar por ella. La primera no se elige

    pero la segunda s, por decisin

    personal, y ese libre albedro es un

    regalo de Dios para sus criaturas.

    Cmo podemos entrar? Primero, Jess

    dice Yo soy la puerta, as como tambin

    el camino Yo soy el camino, y la verdad,

    y la vida; nadie viene al padre, sino por

    m. En Hechos 16:31 encontramos a

    Pablo hablando con su carcelero

    dicindole: Cree en el Seor Jesucristo,

    y sers salvo El mismo apstol nos

    declara en su carta a los romanos Que si

    confesares con tu boca que Jess es el

    Seor, y creyeres en tu corazn que Dios

    le levant de los muertos, sers salvo

    (10:9). Segundo, ten fe, cuando

    reconocemos nuestra real situacin

    delante de Dios, eso nos lleva al

    arrepentimiento, y desde luego creemos

    en el Seor como nico medio de perdn.

    Por su gracia entramos por la puerta

    angosta, echamos mano de la vida

    eterna, pasamos a formar parte de la

    familia de Dios.

    Pero el tiempo de salvacin es hoy, de

    maana no sabemos, Porque Qu es

    vuestra vida? Ciertamente es neblina

    que se aparece por un poco de tiempo, y

    luego se desvanece. (Santiago 4:14).

    ALEXA CASTRO

    Entrad por la puerta estrecha; porque

    ancha es la puerta, y espacioso el

    camino que lleva a la perdicin, y

    muchos son los que entran por ella;

    Porque estrecha es la puerta, y angosto

    el camino que lleva a la vida, y pocos son

    los que la hallan. (Mateo 7:13-14).

    La Biblia nos ensea de forma muy clara

    acerca de dos caminos. Es Dios mismo

    hablando a todo aquel que le busca, y

    que de corazn se acerca a l.

    En el momento que nacemos, todos los

    seres humanos, sean blancos, negros,

    pobres, ricos, entramos por la puerta

    ancha, como consecuencia del pecado.

    Ahora me dirs: pero si yo soy bueno,

    nunca he matado a nadie, no he robado,

    soy una persona honesta que no hace

    dao a nadie. Ah es donde est el error,

    pensar nicamente bajo nuestro propio

    criterio y en cmo me ven los dems,

    pero qu ve el Seor en m?

    Ciertamente no hay hombre justo en la

    tierra, que haga el bien y nunca peque

    (Eclesiasts 7:20).

    Te dir cmo somos delante de Dios,

    pecadores, Desde la planta del pie

    hasta la cabeza no hay en l cosa sana,

    sino herida, hinchazn y podrida llaga

    (Isaas 1:6), y es esto lo que nos separa

    de l; un Dios santo que no tolera el

    pecado.

    Esa es la razn de nuestro andar por el

    camino ancho, y quien lo gobierna nos

    hace ver de forma muy sutil que esto no

    es del todo malo. Nos pinta color de rosa

    una senda que tiene como fin la muerte

    espiritual, la separacin definitiva de

    Dios, el fin de las oportunidades, la

    condenacin eterna, sin Dios, sin Cristo y

    sin esperanza; de todas estas maneras

    llama la Biblia el final del pecador que no

    se arrepiente.

    Es la palabra que nos abre el corazn de

    DOS PUERTAS, DOS CAMINOS

    Pg. 2

  • El Seor Jesucristo dijo Yo soy la puerta;

    el que por mi entrare, ser salvo.

    Indudablemente Jess se est

    presentando como el nico camino y

    nica puerta para entrar al reino de Dios.

    De su parte estuvo el propiciar un modo

    de salvacin, y lo hizo; de nuestra parte

    est el creerlo y arrepentirnos de

    nuestros pecados, reconociendo que

    Jesucristo pag la deuda por nosotros,

    Arrepentos y creed en el evangelio

    (Marcos 1:15).

    Cuando decides por Cristo, tu alma

    comienza a gozar de la verdadera y

    completa libertad que se obtiene al

    reconciliarnos con Dios ...As que, si el

    Hijo os libertare, seris verdaderamente

    libres (Juan 8:36).

    Detente por un momento y medita qu

    ests haciendo con tu vida, Dios tiene un

    propsito para ti, y eso es lo que

    realmente le dar sentido, Os he puesto

    delante la vida y la muerte, la bendicin y

    la maldicin; escoge, pues, la vida, para

    que vivas (Deuteronomio 30:19).

    La invitacin est hecha, el plan

    ejecutado y la obra consumada, t

    decides.DIANA ZAMBRANO

    UNA PUERTA ABIERTA

    Hay una puerta estrecha, la nica por

    medio de la cual hallars gozo, paz,

    seguridad, provisin, vida eterna.

    pasando por ella comienzas a andar el

    camino angosto que lleva a la vida,

    (Mt.7:14). Aunque desde ya te digo que

    para esto debes identificarte con Aquel

    que la abri, el Seor Jesucristo. No fue

    sencillo para l, fue despreciado y

    desechado entre los hombres, varn de

    dolores experimentado en quebranto

    (Lee Isaas capitulo 53).

    Lo que vivi en la tierra fue totalmente

    contrario a su posicin en los cielos, all

    estaba su gloria, su trono, reciba las

    alabanzas y el servicio de los ngeles.

    Nada de esto estim ms que el amor

    hacia la humanidad y la obediencia al

    Padre; no se aferr a ello sino que vino a

    este mundo para morir en una cruz por ti

    y por m, y as solucionar el problema del

    pecado, pues no slo muri sino que

    tambin resucit (Lee Romanos 4:25 y 1

    Corintios 15:4). Era necesario este acto

    de sustitucin como nico medio por el

    cual los hombres pueden ser salvos.

    Solo a travs de l se puede disfrutar de

    la reconciliacin con Dios.

    Pg. 3

  • "Jehov es tardo para la ira y grande en

    poder, y no tendr por inocente al

    culpable" (Nah.1:3).

    La respuesta del rey ante tal sublevacin

    nos sirve de ejemplo:

    1- El amor a Dios y a su pueblo. David,

    hombre perfectamente preparado para la

    guerra y teniendo en sus filas a los

    valientes dispuestos a dar su vida por el

    rey, decide huir, para que no mueran sus

    hermanos.

    2- La dependencia de Jehov. Aquel que

    ama a Dios se somete libremente a Su

    voluntad, porque sabe que es agradable

    y perfecta (Ro.12:2). David confiaba que

    Jehov le iba a proteger y guardar, por lo

    que hace volver el arca de Dios a la

    ciudad y dice: "Si yo hallare gracia ante

    los ojos de Jehov, l har que vuelva, y

    me dejara verla y a su tabernculo. Y si

    dijere: No me complazco en ti; aqu estoy,

    haga de mi lo que bien le pareciere"

    (15:25, 26).

    Hemos descansado en las manos de

    nuestro Seor? Podemos decir lo

    mismo que David? l ha prometido no

    dejar, ni desamparar a todo corazn que

    se humilla y reconoce su seoro.

    3- El resultado. Dios respondi a la

    peticin de David de estorbar a Ahitofel,

    consejero de Absaln. Por eso, sale a su

    encuentro Husai, para cumplir sus

    ordenes. As us Dios a Husai, para

    bendicin.

    Qu gran contraste entre David y

    Absaln! Padre e hijo con deseos y

    planes diferentes. Por un lado, un

    corazn de espaldas a Dios, y por otro,

    uno con la mirada puesta en Jehov de

    los ejrcitos. Cul de los dos ejemplos

    seguir? JOAB CERVINI

    En segunda de Samuel leemos de los

    xitos y fracasos del rey David, y Dios

    siempre se mostr justo y misericordioso

    con l.

    Uno de esos momentos fue cuando

    Absaln, hijo de David, se rebel contra

    su padre, queriendo usurpar el trono.

    Desde el primer momento notamos la

    ausencia de Dios en su vida y los malos

    deseos de su corazn. Este fue su

    pensamiento:

    1- El plan. Ganar el favor del pueblo para

    obtener seguidores. Lo tena todo bien

    estudiado y framente calculado. Se

    levantaba bien de maana y se pona al

    camino para "atender" con astucia

    cualquier pleito que vena al rey a juicio.

    De esta manera hacia con todos los

    israelitas que venan al rey, y robaba el

    corazn de ellos.

    2- La ment i ra y consp i rac in.

    Conociendo la fidelidad de su padre

    hacia Dios, Absaln se aprovech de

    esto dicindole que quera "cumplir votos

    a Jehov" en Hebrn, por lo que le pide le

    deje ir. En esa ciudad David fue

    reconocido como rey, adems all naci

    Absaln.Def in i t ivamente estaba

    siguiendo su plan a cabalidad.

    3- El resultado y las consecuencias. La

    perversidad del corazn de Absaln hizo

    que David huyera de Jerusaln, para

    evitar levantar su espada contra sus

    hermanos y hacer este gran mal contra

    su pueblo.

    Estos detalles nos dejan ver a una

    persona lejos de Dios y deseosa en

    destruir su obra.

    Como soberano que es, Dios tiene el

    control de todo y permite cosas en

    nuestra vida para ensearnos, as como

    tambin hace caer sus juicios sobre

    aquellos que hacen mal.

    CONTRASTE EVIDENTE

    Pg. 4

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