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Análisis semiótico de un texto.

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ANLISIS SEMITICO DE UN TEXTO (FICHA TCNICA)

Matthew Barney en prueba de maquillaje para la serie de vdeosThe Cremaster, 2005 (fuente:http://2.bp.blogspot.com)LOUIS PANIER, 2003

El presente texto es una especie de pequeo manual para orientar el proceso de anlisis semitico de textos (en principio, literarios). Traduccin libre con fines educativos de Horacio Rosales. El documento original en francs puede ser ledo en el Portal de la Universidad de Lyon:http://lesla.univ-lyon2.fr/IMG/pdf/doc-232.pdf

Preliminares

1. El proyecto de la semitica consiste en describir el sentido. Los textos son manifestaciones de sentido y han sido hechos para ser ledos.

2. Antes de analizar, es indispensable leer (y releer) el texto. La primera lectura busca obtener una percepcin global del texto y de su contenido.

3. Un texto reposa sobre una lgica: l es una construccin (es ms un monumento que se visita y menos un documento de informacin). Leer, en semitica, consiste en buscar la ley de ese ensamblaje de sentido (una coherencia de significacin). Esta ley es semitica, porque es una ley de construccin de sentido (y no una regla lingstica de acomodo de palabras o de frases, ni una regla de organizacin de los estados de las cosas, de los hechos representados, lo que involucrara slo a nuestra enciclopedia). Existe, para el analista de la semitica, una tensin entre el saber comn y lo que el texto dice efectivamente, as que lo que le interesa es la puesta en discurso del sentido.

4. La semitica literaria no da recetas para leer los textos o para descubrir automticamente el sentido de un texto. Ella es una teora de la significacin puesta en discurso, provee las categoras descriptivas y elementos metodolgicos. Pero son necesarios los lectores que se arriesgan a leer y verifican (y validan) semiticamente sus lecturas.

5. La presente ficha tcnica no es una receta, sino una serie de indicaciones prcticas que conciernen a la lectura semitica: qu buscar en el texto?, cmo establecer los niveles coherentes de observacin?, cmo dar cuenta de lo que se observa?, qu preguntas plantear?, etc.

Qu buscar en el texto?

La significacin del texto se organiza en el entrecruzamiento de dos lneas y de un eje: una lnea llamada discursiva y una lnea denominada narrativa (se habla tambin de planos o de niveles) y un eje enunciativo donde se inscriben las relaciones entre las instancias de produccin y de recepcin del texto, as como la proyeccin de ellas en el texto. El anlisis se puede orientar por niveles:

1.De qu manera el texto pone en escena a los actores en situaciones de espacio y tiempo? Cmo la puesta en discurso o la disposicin de tales elementos figurativos en el texto organiza la significacin, la forma del contenido? La descripcin de tales recorridos figurativos y el rol de ellos en la organizacin del sentido se denomina anlisis discursivo.

2.De qu manera las situaciones (estados) y las transformaciones (acciones) en que estn implicados los actores son agenciadas en el texto? Este agenciamiento de los estados y de las transformaciones organiza tambin la forma del contenido y su descripcin depende de un anlisis narrativo. En este nivel se podrn determinar las relaciones entre los sujetos, entre stos con los objetos y los sistemas de valores que sostienen el entramado del relato.

3.Cmo el texto pone en escena (en discurso) y cmo representa las instancias y las operaciones de enunciacin (toma de palabra, interaccin, dispositivos de interpretacin)?, qu roles y qu funciones da a ellos? El reconocimiento de estos fenmenos depende del anlisis de la enunciacin enunciada.

Estos niveles y el eje de construccin y de articulacin del sentido representan, para el trabajo de anlisis, las posibles formas de entrar en la investigacin: segn los textos, ser ms fcil distinguir los agenciamientos de acciones, de transformaciones de estados o ser ms evidente distinguir las correlaciones (diferencias, oposiciones, correspondencias) entre los actores, los lugares o los tiempos o ser posible describir, de manera inmediata, los juegos de enunciacin en la toma de palabra y la interseccin de los puntos de vista. En todo caso, la consigna es la misma: distinguir los agenciamientos del sentido, organizar de manera coherente las diferencias para describir la regla. Presentamos aqu las principales preguntas para cada uno de los niveles de anlisis.

A. Para el anlisis narrativo

1.En este nivel vamos a considerar al texto desde el punto de vista de la secuencia de acciones: a) las series de estados y de transformaciones (secuencias narrativas); b) las posiciones (funciones) narrativas de los personajes (roles actanciales); c) los entramados de las transformaciones (objetos-valores), a saber: objetos de la carencia, deseados, buscados, descubiertos, etc., y los sistemas de valores que ellos articulan.

2.De la primera lectura del texto resulta una hiptesis global (necesariamente provisional y discutible) sobre los entramados del texto (situacin inicial y final, actuacin o performance que se debe efectuar, objeto-valor que se promueve o se adquiere, transformacin principal realizada). El anlisis narrativo consiste en poner orden en esta hiptesis, en proporcionar un modelo riguroso para poder verificarla, validarla a partir del texto mismo y para transformarla si es necesario.

3.La estructura narrativa se elabora a partir de una actuacin principal, de una accin alrededor de la cual parece anudarse la transformacin de la cual da cuenta el relato. Alrededor de ese pivote central, se hace el intento de organizar una representacin (un modelo) lgico del relato. Cada actuacin o performance puede dar lugar a una secuencia narrativa compuesta de la siguiente manera: manipulacin competencia actuacin sancin.

La actuacin realizada presupone una competencia adquirida por parte de un sujeto operador. Ella presupone, igualmente, que el sujeto operador ha sido investido para la realizacin de la accin (manipulacin). La actuacin cumplida debe ser validada, es decir, verificada, evaluada y sancionada. Un programa narrativo (PN) est constituido, entonces, por esas cuatro fases lgicamente articuladas.

En los relatos que analizamos, esas cuatro fases no se manifiestan siempre en ese orden; ellas no son contadas necesariamente en el orden del esquema expuesto, de modo que el PN es una construccin del anlisis para dar cuenta de la organizacin semitica subyacente en el texto.

Conviene, en la descripcin, respetar los diferentes niveles de accin, la jerarqua de las actuaciones realizadas (existe un programa principal y existen los programas de uso subordinados al programa principal). Esta representacin jerrquica y lgica del contenido narrativo permite definir con precisin las unidades narrativas y describir la regla o la ley de organizacin narrativa del texto que se analiza.

Es necesario ser riguroso en el anlisis de los diferentes niveles y no confundir los planos; igualmente, no se deben poner juntas, por ejemplo, la competencia perteneciente a una secuencia x con la sancin de una secuencia y. Lo ms simple, para no equivocarse, es ubicar cada secuencia de accin en el marco de la actuacin que la caracteriza. Podemos recordar aqu un principio fundamental de la semitica: los elementos singulares adquieren sentido a partir de su lugar en un conjunto (sistema o estructura). Lo global rige lo local. El anlisis semitico consiste en proponer un modelo (una representacin coherente) de este conjunto global a partir del cual cada uno de sus elementos constituyente se dota de sentido.

4.Para cada una de las secuencias narrativas, y para la globalidad del relato, los diferentes elementos del texto (actores, objetos, acciones) deben encontrar su lugar dentro de esta esquematizacin global y desde la cual ser posible decir cul es la funcin (rol) de cada uno de ellos en el conjunto narrativo; es decir, cul es la significacin de cada uno de esos elementos. No debe confundirse el personaje con el rol que l juega en la accin: un personaje puede desempear muchos roles y un mismo rol puede ser desempeado por varios personajes. La articulacin de roles asegura la coherencia narrativa.

5.Para el trabajo de descripcin, se pueden utilizar, pero sin abusar, las transcripciones o las frmulas semiticas, en la medida en que ellas obligan a precisar y a clarificar la lectura y los datos en observacin. Una transformacin de estados se escribe as: F(Sop) (S O) (S O), Sop representa el rol del sujeto operador, S representa al sujeto de estado, O representa el objeto (el objeto faltante y luego adquirido); representan las relaciones de disyuncin y de conjuncin entre el sujeto y el objeto-valor. Cada enunciado narrativo puede ser objeto de una transcripcin de este tipo.

6.Esas frmulas son tiles para obtener rigurosos puntos de comparacin entre los elementos (los sujetos, los objetos, las relaciones entre ellos) y para precisar sus lugares respectivos en el conjunto narrativo. Pero la lectura semitica de un texto no puede reducirse a una aplicacin de la frmula.

7.As, el anlisis se ocupar de los roles actanciales de los actores (es decir, de la funcin que ellos ocupan) en las transformaciones narrativas:

a. Los destinadores (o el rol de aquel en nombre de quien o a partir de quien se efectan las transformaciones): se trata del iniciador del programa por cumplir y el garante de los valores que se ponen en juego. El rol del destinador aparece: i) en la fase de la manipulacin, cuando el destinador hace hacer algo (la actuacin) a alguien (el sujeto operador) para alguien (el sujeto de estado): l lanza el programa y establece el sistema de valores; ii) en la fase de la sancin, cuando el destinador interpreta y evala la actuacin realizada (accin, resultados, sujeto operador, medios, etc.) en funcin de su sistema de valores y atribuye (porque reconoce al sujeto operador) los objetos-mensaje.

b. Los sujetos operadores o sujetos del hacer (quienes realizan la transformacin) y los sujetos de estado (sobre quien o para quien se realiza la accin). Con respecto de los sujetos operadores, el anlisis se interesa en su estatuto modal: dnde estn ellos en relacin con el deber-hacer, el querer-hacer, el saber-hacer y el poder-hacer?

8.En las diferentes secuencias narrativas, se intentar describir con precisin el tipo de actuacin que ocurre: atribucin, desposesin, renunciacin (que son las diferentes formas de transmisin del objeto). En la actuacin o performance siempre est implicada, en efecto, la relacin entre un sujeto y un objeto. Esta relacin (S O), y sus transformaciones posibles, es, en cierto modo, la matriz de la organizacin narrativa en la semitica clsica.

9.Para precisar los elementos de descripcin narrativa, se observar minuciosamente el estatuto de los objetos puesto en marcha en las transformaciones. Aqu se denomina objeto a un actante puesto en relacin (de conjuncin, de disyuncin o de bsqueda) con un sujeto (S O). El anlisis debe ser cuidadoso para no confundir las funciones de los objetos. En un texto, el objeto puede aparecer con la figura de un elemento material (por ejemplo, un automvil), de un personaje (por ejemplo, una princesa) o de una entidad abstracta (por ejemplo, la libertad). Lo que importa es la relacin entre el objeto y el sujeto, as como el valor conferido al objeto. ste puede jugar el rol de: a) objeto-valor, objeto principal de la bsqueda (por ejemplo, /libertad/, /riqueza/, etc.); b) objeto-modal u objeto necesario para la realizacin de la bsqueda (objeto correspondiente a un poder-hacer o a un saber-hacer y que puede manifestarse a travs de diversas figuras); c) objeto-mensaje u objeto que funciona como un signo (corona, festn, la mitad del reino, etc.) y en el que se manifiesta el reconocimiento del sujeto-operador en el momento de la sancin; d) finalmente, tenemos el objeto que se define por el valor que representa para un sujeto; este valor se situar en un sistema de valores que es posible representar con un cuadrado semitico.

Estas notas, en esta primera parte, proporcionan un catlogo de preguntas para no olvidar demasiadas cosas en la observacin del contenido narrativo de un texto. Un texto particular no responder necesariamente a todas estas preguntas. Para la restitucin del anlisis narrativo, conviene partir de la globalidad del texto y del sistema de valores alrededor del cual se organizan los programas (que buscan la realizacin del valor-propositivo llamado tambin valor- eufrico) y los anti-programas (que buscan la neutralizacin del PN positivo y la realizacin de un PN negativo llamado disfrico). La estructura polmica (PN/Anti-PN) est en el basamento de la lgica narrativa.

Segn el objetivo que se proponga en el anlisis narrativo, y segn la naturaleza de los textos que se estudian, se podr insistir sobre uno u otro aspecto de este nivel componente del texto: a) interesarse en las secuencias de accin; b) interesarse en el estatuto de los sujetos, en los tipos de modalidades que los caracterizan y en las transformaciones realizada en ese plano; c) interesarse en los objetos-valor y en los sistemas de valores que parecen sostener la organizacin narrativa del texto.

B. Para el anlisis discursivo

En el nivel discursivo, se observa cmo los elementos narrativos se manifiestan en el texto, cmo ellos son asumidos por el lenguaje; en suma, cmo ellos son puestos en discurso. Se puede comenzar el anlisis por observaciones narrativas o por observaciones discursivas, pero es necesario tener presente que las dos lgicas estn en actividad dentro de todo texto. Estas dos lneas de anlisis constituyen dos entradas posibles para desarrollar la investigacin semitica.

Como discurso, todo texto se presenta como un agenciamiento de magnitudes figurativas (figuras) desplegadas sobre itinerarios figurativos. El anlisis consiste en: a) determinar esas magnitudes figurativas; b) hacer un seguimiento de los itinerarios sobre los cuales el texto ha dispuesto esas figuras; c) calcular las relaciones semnticas entre esas figuras; d) reconocer y denominar los valores temticos de las figuras puestas en discurso en el texto que se analiza.

1.Reconocer las figuras: las figuras son unidades del contenido. Somos capaces de reconocerlas en un texto, independientemente de las palabras que las expresan (plano de la expresin). El reconocimiento de las figuras, y de sus posibilidades de sentido, proviene de lo que ya hemos encontrado en otros discursos (literarios, acadmicos o cotidianos), en los cuales ellas se encuentran individualizadas y cargadas de sentido (interpretadas). El anlisis discursivo convoca, as, nuestro conocimiento del mundo y de otros textos, a nuestra capacidad de sostener y leer discursos: podemos reconocer como elementos figurativos a un caballo, un hada, un paraguas, la clera, los celos, etc., porque sabemos (y decimos) de ellos, sea por nuestra experiencia o por haber escuchado hablar de ellos. Las figuras pertenecen, antes que nada, a nuestra enciclopedia comn (y/o personal), a nuestro saber y a nuestra prctica con el lenguaje.

Las magnitudes figurativas tienen una funcin descriptiva (referencial) gracias a la cual los textos nos proporcionan la representacin de un mundo (real o ficticio): todo discurso habla de algo. Sin embargo, la semitica se interesa en la funcin temtica de las figuras; es decir, en la manera singular en que ellas son agenciadas en un texto dado, por el modo en que ellas son, en consecuencia, interpretadas.

Existe una forma discursiva del contenido semntico que el anlisis busca describir. Todo anlisis semitico conduce a calcular la tensin entre la funcin referencial de las figuras y las funciones semnticas de stas.

2.Clasificar las figuras: Para clasificar las magnitudes figurativas, se distinguirn tres dimensiones: actorial, espacial y temporal del plano figurativo. Actores, espacio y tiempo son las categoras figurativas fundamentales. No es suficiente con elaborar una lista de personajes, de las indicaciones de lugares y de tiempos; hace falta observar les dispositivos figurativos, las relaciones, las articulaciones que el texto anuda entre sus figuras:

Articulacin de actores: este procedimiento permite precisar los tipos de actores y de encontrar por qu razn un actor se encuentra inscrito en un texto; por ejemplo, un rey y su hijo, una viuda y sus dos hijas o una pareja sin hijos, pero con un paraguas Cada actor tiene sentido en la relacin con otros actores. De esta manera, se podr definir el rol temtico de cada uno de ellos.

Articulacin de los lugares en el espacio del discurso: es necesario observar cmo se organizan los lugares y cmo el texto construye entre ellos diferencias significantes. A partir de la articulacin de los lugares, se busca determinar las oposiciones y las diferencias de sentido. Es indispensable ver, igualmente, si el texto establece una estructura particular del espacio. Existe una topologa figurativa del texto que no corresponde a la geografa. No ser beneficioso contentarse con determinar los lugares del relato, es necesario describir la forma del espacio.

Articulacin de la temporalidad en el discurso: los diferentes momentos del relato (progresin, vuelta al pasado, evocacin del porvenir) son susceptibles de ser considerados como elementos de la forma del contenido. No es suficiente con determinar las figuras del tiempo (das, meses, invierno, crepsculo, etc.) o el tiempo de los verbos; es necesario describir la estructura de la temporalidad en un texto.

Con respecto de los lugares y de los tiempos, ser necesario tener en cuenta la aspectualizacin o los asuntos relacionados con la proximidad o la distancia, el comienzo o el final, la duracin, la puntualidad de los procesos, etc. Por regla general, conviene prestar una perspicaz atencin a las diferencias y distancias, a las transformaciones aspectuales y ser necesario preguntarse sobre qu registro las figuras son puestas en relacin y son comparables (isotopas), adems, debe analizarse sobre qu rasgos consisten las diferencias encontradas. De este modo, se podr precisar el valor temtico de una figura (es decir, la significacin de ella lleva en el texto particular que se analiza). Pero debe tenerse muy presente que este valor temtico particular no corresponde a la definicin del diccionario porque cada texto utiliza, de manera particular, las figuras tomadas de las configuraciones comunes y corrientes. No se puede saber a priori qu uso dar un texto a la figura palacio, tren, puerta, etc.

3.Recorridos figurativos: Para precisar la observacin y el anlisis de las figuras, se hace un seguimiento de cmo se encadenan las figuras en el texto. Estos encadenamientos, propios de cada texto, constituyen los recorridos figurativos.

a. Cada secuencia del texto (escena o situacin discursiva) corresponde a una organizacin relativamente estable de actores en un marco espacio-temporal. Se cambia de secuencia cuando uno de esos parmetros se modifica. En una secuencia dada, una figura de actor, de espacio o de tiempo se encuentra contextualmente definida y cualificada de manera particular. Por ello, se plantean, durante el anlisis, las siguientes preguntas: a) qu dice el texto de esta u otra magnitud figurativa?; b) qu, segn el texto, es pertinente para definir esta magnitud figurativa?; c) en una secuencia dada, se pueden caracterizar los registros y los valores de sentido que estn en juego a partir de la organizacin de diferentes figuras (actores, espacios, tiempo)?

b. De una secuencia a la otra, los elementos figurativos ven la modificacin de su contexto. En el conjunto del texto existe un recorrido figurativo para un actor especfico, para un objeto u otra magnitud figurativa. Se pueden determinar las transformaciones discursivas de una figura. Para ciertos textos, esta observacin es interesante cuando la figura parece registrar todos los efectos de las operaciones discursivas.

4.Narrativo/ Discursivo: todo texto se organiza a travs del entrecruzamiento de dos lneas, una narrativa y otra discursiva. Pero estos dos planos de organizacin del contenido no se superponen: la organizacin discursiva de las figuras no recubre perfectamente la organizacin narrativa de las acciones y de los roles. Determinando estas diferencias se toma conciencia de la importancia de la puesta en discurso: puede suceder que el texto se detenga cuando el escenario o la intriga que se haba elaborado en una primera lectura no ha terminado (por ejemplo, lo que se prevea, como actuacin principal o performance principal no es contado); puede suceder, igualmente, que el discurso contina ms all del recorrido narrativo que el lector haba imaginado e, incluso, pueden suceder fenmenos de encabalgamiento de un relato con otro, variaciones de puntos de vista, etc.

Todos estos fenmenos derivan de la puesta en discurso del relato (discursivizacin) y muestra que el agenciamiento de las figuras en un texto obedece a condiciones propias (que no son las mismas de la lgica del relato y que frecuentemente son ms complejas que sta). Estas imposiciones provienen de la enunciacin o del acto de discurso, de la puesta en actividad del lenguaje por parte de un sujeto. Es importante, durante el anlisis, no pretender reducir las diferencias: es mejor reflexionar en los efectos de sentido que ellos producen en el lector. Todo sucede como si la lgica narrativa nos reenviara a la apariencia de una intriga (esquema narrativo) y a la forma de una lgica elemental (cuadrado semitico), mientras que la organizacin discursiva del texto nos reenva a las posibilidades de la lengua y a la capacidad que una persona (autor y/o lector) puede poseer para actuar con ella. Esto es justamente lo que se denomina la dimensin enunciativa del anlisis del discurso que nos orienta hacia el problema del sujeto de la enunciacin.

Si hablamos aqu de las posibilidades de la lengua, no nos referimos a las lenguas naturales particulares, ni a la lengua en el sentido dado por Saussure, sino de la capacidad que tienen los sujetos humanos (hablantes) para agenciar en el discurso las magnitudes figurativas, los contenidos figurativos: la lengua es, entonces, la memoria de los discursos tenidos previamente y la promesa de los discursos posibles. Todos los textos cuentan algo, pero por medio de la puesta en discurso, ellos enuncian. Como lectores activos en este trabajo de agenciamiento de las figuras, ponemos en marcha la enunciacin.

C. La dimensin enunciativa

Todos los textos que analizamos son discursos producidos, son enunciados y, en tanto que productos, presuponen las condiciones de produccin (o de comunicacin) cuyo anlisis depende de las disciplinas de la informacin y de la comunicacin. En tanto que son recibidos por alguien, esos discursos tienen efectos sobre sus lectores (auditores). El anlisis de stos depende de disciplinas como la pragmtica y la retrica. La semitica de los discursos aborda estos problemas de manera particular: tratando la dimensin enunciativa de los textos.

Se distinguir la enunciacin principal (o enunciacin enunciante) y enunciacin enunciada. En tanto que producto (enunciado), el texto presupone (lgicamente) una instancia y un acto de enunciacin o enunciacin enunciante. Pero esta instancia y este acto no son directamente observables en el texto o, mejor, no se encuentran sino elementos de enunciacin enunciada. En los textos, se observarn los dispositivos enunciativos (tomas de palabra, intercambios, discursos indirectos, etc.) que pueden ser analizados:

a. Por una parte, como programas narrativos particulares (esquemas narrativos y roles actanciales) de comunicacin del saber, de interpretacin, de persuasin, etc., que entran en el componente narrativo del texto y que establecen las figuras de actores particulares. Existe un anlisis narrativo de la enunciacin.

b. Por otra parte, como proyecciones , en el texto enunciado, del dispositivo enunciativo principal: todo sucedera como si el enunciador principal (presupuesto) proyectara en el discurso a los actores y a los dispositivos enunciativos cuyo agenciamiento particular sealara el lugar de la enunciacin en el discurso. En la terminologa semitica, se designa con el trmino desembrague enunciativo a esta operacin a travs de la cual el enunciador principal (un yo-aqu-ahora fuera del texto) proyecta en el texto (enunciado) a los actores, quienes son sujetos de actos de enunciacin. Se habla de embrague enunciativo cuando el enunciador principal parece retomar el turno en el juego de enunciaciones enunciadas, sea para manifestar un actor del tipo yo susceptible de representar la enunciacin principal, sea para borrar todo trazo de la enunciacin y dejar, as, que el relato se cuente por s mismo.

El anlisis semitico de la enunciacin consiste, as, en revelar, en el texto, este juego complejo de desembragues y de embragues enunciativos al tiempo que calcula sus efectos sobre la construccin de sentido y sobre la activacin de lo verosmil (que es la manera en que la semitica del discurso aborda el problema del punto de vista).

Un recorrido de anlisis y de lectura

La investigacin comienza, frecuentemente, por un anlisis narrativo de superficie que consiste en dar forma a la intriga del texto, a eso que l cuenta; se sigue con los personajes, las situaciones y las transformaciones. El esquema narrativo (con sus cuatro fases: manipulacin, competencia, actuacin y sancin) es til para poner orden en esta lectura del texto y para hacer aparecer las grandes articulaciones de los valores manifiestos (alrededor del programa y del antiprograma). Este primer anlisis permite, tambin, determinar y localizar las diferencias o distancias ms evidentes entre el plano narrativo y el plano discursivo. Se puede percibir, en efecto, que la hiptesis narrativa que el analista ha formulado puede estar dejando de lado algn elemento discursivo.

El anlisis discursivo propiamente dicho puede seguir el siguiente recorrido: a) segmentacin del texto en secuencias (o situaciones) discursivas: un determinado estado de organizacin de actores en el tiempo y en el espacio; b) ubicacin y determinacin de las isotopas y de las diferencias de significacin entre una secuencia y otra; c) la puesta en forma de las principales oposiciones y de las categoras temticas alrededor de las cuales se organiza el texto.

Al trmino del anlisis, se podr describir la coherencia de sentido, el contenido del texto como un todo de significacin, a un universo semntico articulado (isotopas, categoras temticas) como un dinamismo de transformacin de la significacin entre su estado inicial y el punto en el que la discursivizacin conduce al lector. Pero, al final de cuentas, quedar, posiblemente, la experiencia de la lectura y de la interpretacin que el lector ha efectuado, experiencia de desplazamiento de las significaciones adquiridas, experiencia de construccin de la significacin, experiencia de enunciacin a partir de los juegos de desembrague y embrague enunciativos, experiencia o trabajo en el cual un lector se revela a s mismo como sujeto confrontado a la lengua y a la actividad de sta.