alegrías verdaderas y perdurables

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Alegrías verdaderas y perdurables Avanzamos en diciembre. La mitad del mes ha transcurrido y todo huele y sabe a navidad. La compleja realidad que enfrentamos en las pasadas elecciones generales del 24 de noviembre, fue remplazada de un tajo por las luces y árboles navideños y el olor a tamales. Sabemos que luego de un año complejo donde los problemas estructurales de Honduras, violencia, criminalidad, desempleo, pobreza, desigualdad y las angustias cotidianas por no tener acceso a salud, educación, mucho menos recreación, hace que nuestro pueblo está sediento de alegrías, aunque estás sean pasajeras y superficiales. El reto en medio de este ambiente de alegrías efímeras es no dejarnos arrastrar por el consumismo, por aquellas necesidades creadas por el mercado. Por creer que el mejor regalo a dar a nuestros seres queridos tiene un precio, cuando precisamente en nuestra Honduras estamos necesitados de regalos que nos comprometan a la construcción de una nueva comunidad organizada, de una ciudadanía que consciente de su realidad busca transformarla. Sabemos que las alegrías y celebraciones para nuestros pueblos son necesarias, son el respiro del alma. Pero éstas solo tendrán sentido si buscan cambiar la realidad de la mayoría de nuestra gente que engrosa los dos millones de desempleados, la veintena de asesinados diarios y los 7 de cada diez viviendo en pobreza y exclusión. Cambiar esta cruda realidad si es un verdadero regalo. El inicio de un nuevo ciclo político, a pesar de los diversos análisis negativos que se hacen de la nueva administración encabezada por Juan Orlando Hernández, se convierte en una estupenda oportunidad para que las diversas organizaciones y la ciudadanía no organizada comiencen a dar pasos firmes a la demanda, auditoria social y propuestas. Únicamente así lograremos responder a la nueva coyuntura que se abre en el país. Proponer una agenda de seguridad integral alejada de la represión, el militarismo y el armamentismo, apostar por la construcción de un nuevo modelo económico que rompa con las lógicas perversas del mercado, proponer nuevas relaciones entre hombres y mujeres, para que en conjunto sean los protagonistas e impulsadores de esos cambios, serán las alegrías reales y perdurables. Nuestra Palabra | 16 Diciembre 2013

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Editorial, Radio Progreso y Eric-SJ

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Alegrías verdaderas y perdurables

Avanzamos en diciembre. La mitad del mes ha transcurrido y todo

huele y sabe a navidad. La compleja realidad que enfrentamos en las

pasadas elecciones generales del 24 de noviembre, fue remplazada de

un tajo por las luces y árboles navideños y el olor a tamales.

Sabemos que luego de un año complejo donde los problemas

estructurales de Honduras, violencia, criminalidad, desempleo,

pobreza, desigualdad y las angustias cotidianas por no tener acceso a

salud, educación, mucho menos recreación, hace que nuestro pueblo

está sediento de alegrías, aunque estás sean pasajeras y superficiales.

El reto en medio de este ambiente de alegrías efímeras es no dejarnos

arrastrar por el consumismo, por aquellas necesidades creadas por el

mercado. Por creer que el mejor regalo a dar a nuestros seres queridos

tiene un precio, cuando precisamente en nuestra Honduras estamos

necesitados de regalos que nos comprometan a la construcción de una

nueva comunidad organizada, de una ciudadanía que consciente de su

realidad busca transformarla.

Sabemos que las alegrías y celebraciones para nuestros pueblos son

necesarias, son el respiro del alma. Pero éstas solo tendrán sentido si

buscan cambiar la realidad de la mayoría de nuestra gente que engrosa

los dos millones de desempleados, la veintena de asesinados diarios y

los 7 de cada diez viviendo en pobreza y exclusión. Cambiar esta cruda

realidad si es un verdadero regalo.

El inicio de un nuevo ciclo político, a pesar de los diversos análisis

negativos que se hacen de la nueva administración encabezada por

Juan Orlando Hernández, se convierte en una estupenda oportunidad

para que las diversas organizaciones y la ciudadanía no organizada

comiencen a dar pasos firmes a la demanda, auditoria social y

propuestas. Únicamente así lograremos responder a la nueva

coyuntura que se abre en el país.

Proponer una agenda de seguridad integral alejada de la represión, el

militarismo y el armamentismo, apostar por la construcción de un

nuevo modelo económico que rompa con las lógicas perversas del

mercado, proponer nuevas relaciones entre hombres y mujeres, para

que en conjunto sean los protagonistas e impulsadores de esos

cambios, serán las alegrías reales y perdurables.

Nuestra Palabra | 16 Diciembre 2013