acerca de la cuestion social en rusia.docx

7/17/2019 Acerca de la cuestion social en rusia.docx

http://slidepdf.com/reader/full/acerca-de-la-cuestion-social-en-rusiadocx 1/23

F. Engels

ACERCA DE LA CUESTION SOCIAL EN RUSIA

El señor Tkachov comunica de pasada a los obreros alemanes que yo no tengo la

«menor noticia» de lo que ocurre en Rusia y que, por el contrario, no hago más

que poner de manifiesto mi «ignorancia» sobre el particular !or ello se siente

obligado a e"plicarles el verdadero estado de las cosas y, en particular, las causas

en virtud de las cuales la revoluci#n social puede ser hecha en Rusia,

precisamente ahora, sin dificultad y como $ugando, mucho más fácilmente que en

la Europa %ccidental

«Es cierto que no tenemos proletariado urbano, pero, en compensaci#n, tampocotenemos burgues&a 'uestros obreros tendrán (nicamente que luchar contra el

poder político) aqu& el poder del capital está todav&a en embri#n * usted,

estimado señor, sabe que la lucha contra el primero es mucho más fácil que

contra el segundo» +-

.a revoluci#n a que aspira el socialismo moderno consiste, brevemente hablando,

en la victoria del proletariado sobre la burgues&a y en una nueva organi/aci#n de

la sociedad mediante la liquidaci#n de las diferencias de clase !ara ello se

precisa, además de la e"istencia del proletariado, que ha de llevar a cabo esta

revoluci#n, la e"istencia de la burgues&a, en cuyas manos las fuer/as productivasde la sociedad alcan/an ese desarrollo que hace posible la liquidaci#n definitiva

de las diferencias de clase Entre los salva$es y los semisalva$es tampoco suele

haber diferencias de clase, y por ese estado han pasado todos los pueblos !ero ni

tan siquiera puede ocurr&rsenos restablecerlo, aunque mo sea más que porque de

este mismo estado surgen necesariamente, con el desarrollo de las fuer/as

productivas de la sociedad, las diferencias de clase 0#lo al llegar a cierto grado

de desarrollo de las fuer/as productivas de la sociedad, muy alto hasta para

nuestras condiciones presentes, se hace posible elevar la producci#n hasta un

nivel en que la liquidaci#n de las diferencias de clase represente un verdadero

progreso, tenga consistencia y no traiga consigo el estancamiento o, incluso, ladecadencia en el modo de producci#n de la sociedad !ero, s#lo en manos de la

burgues&a, han alcan/ado las fuer/as productivas ese grado de desarrollo !or

consiguiente, la burgues&a, es, tambi1n en este aspecto, una condici#n previa, y

tan necesaria como el proletariado mismo, de la revoluci#n socialista !or tanto,

quien sea capa/ de afirmar que es más fácil hacer la revoluci#n en un pa&s

http://www.marxists.org/espanol/m-e/1890s/1894rusia.htm#fn1




donde, aunque no hay proletariado, no hay tampoco burgues&a, demuestra

e"clusivamente que debe a(n estudiar el abec1 del socialismo

2s&, a los obreros rusos 3obreros que son, seg(n dice el mismo señor Tkachov,

«labradores y como tales no proletarios, sino propietarios»3 corresponderá una

tarea más fácil porque no tendrán que luchar contra el poder del capital, sino«(nicamente contra el poder pol&tico», contra el Estado ruso * este Estado

«s#lo desde le$os parece fuerte 'o tiene ra&ces en la vida econ#mica del pueblo,

no encarna los intereses de ning(n estamento En el pa&s de ustedes el Estado no

es una fuer/a ficticia 0e apoya con todo su peso en el capital) encarna» 456

«determinados intereses econ#micos En nuestro pa&s la situaci#n es todo lo

contrario, la forma de nuestra sociedad debe su e"istencia al Estado, a un Estado

que cuelga en el aire, por decirlo as&, que no tiene nada de com(n con el orden

social e"istente y cuyas ra&ces se hallan en el pasado, y no en el presente»

'o nos detendremos en esta confusa noci#n de que los intereses econ#micos

necesitan del Estado, por ellos mismos erigido, para tomar cuerpo Tampoco

hablaremos de la auda/ afirmaci#n respecto a que la «forma de sociedad rusa»

4que incluye, naturalmente, la propiedad comunal de los campesinos6 «debe su

e"istencia al Estado», ni tampoco del contradictorio aserto de que el Estado «no

tiene nada de com(n» con el r1gimen social e"istente, aunque 1ste, seg(n el

señor Tkachov, es obra de dicho Estado 7entremos nuestra atenci#n en ese

«Estado que cuelga en el aire», y que no representa los intereses de ning(n

estamento

En la Rusia europea los campesinos poseen 89:999999 de desiatinas y los

nobles 4llamo as& para ser breve a los grandes terratenientes6, 899999999, de las

que casi la mitad pertenece a 8:999 nobles, que tienen consiguientemente, por

t1rmino medio, unas ;;99 desiatinas cada uno .as tierras de los campesinos

son, por tanto, muy poco más que las de los nobles <7omo ustedes verán, los

nobles no están ni pi/ca interesados en que e"ista el Estado ruso, que les asegura

la posesi#n de la mitad del pa&s5 0igamos .os campesinos pagan anualmente por

su mitad, en concepto de impuesto sobre la tierra, 8=:999999 de rublos, y los

nobles, <8;9999995 .as tierras de los nobles son por t1rmino medio dos veces

más f1rtiles que las de los campesinos, ya que por la distribuci#n que sigui# alrescate de la prestaci#n personal el Estado quit# a los campesinos, para entregarla

a los nobles, no s#lo la mayor, sino tambi1n la me$or parte de las tierras 7on la

particularidad de que los campesinos tuvieron que pagar a los nobles la peor

tierra al precio de la me$or +>- <* se nos dice que la noble/a rusa no tiene el

menor inter1s en la e"istencia del Estado ruso5





2 consecuencia del rescate, los campesinos en su masa se ven en una situaci#n de

e"traordinaria miseria y absolutamente insoportable 'o s#lo se les despo$# de la

parte más grande y me$or de sus tierras, sino que incluso en las regiones más

f1rtiles del ?mperio las parcelas campesinas son demasiado reducidas para que 3

en las condiciones de la agricultura rusa3 puedan obtener de ellas su sustento 2

los campesinos no s#lo se les impuso por esta tierra un precioe"traordinariamente elevado 3que el Estado hab&a adelantado por ellos y que

ahora tienen que reintegrarle paulatinamente, sumados los intereses3@ sobre los

campesinos no s#lo se ha cargado casi todo el peso del impuesto sobre la tierra,

del que los nobles han quedado casi e"entos, y que se traga e incluso sobrepasa el

valor de la renta de la tierra de los campesinos, de modo que todos los demás

pagos que debe satisfacer el campesino 3de ellos hablaremos más adelante3

son ya una deducci#n directa de la parte de sus ingresos que representa su salario,

sino que) al impuesto sobre la tierra, a la amorti/aci#n de las sumas adelantadas

por el Estado y al pago de los intereses de las mismas se han sumado, desde que

se introdu$era la administraci#n local, las cargas fiscales impuestas por las

autoridades de las provincias y los distritos .a consecuencia principal de esta

«reforma» han sido nuevas cargas para los campesinos El Estado ha conservado

sus ingresos &ntegramente, pero una parte considerable de sus gastos los ha

descargado sobre las provincias y los distritos, que para cubrirlos han introducido

nuevos impuestos@ y en Rusia, donde es una regla que los estamentos superiores

est1n casi e"entos de impuestos, los campesinos tienen que pagar casi todo

Esta situaci#n parece especialmente creada en favor del usurero, y con el talento

casi sin igual de los rusos para el comercio en sus formas más primitivas, para

sacar provecho de la coyuntura favorable y para el engaño indisolublemente

ligado con todo ello 3no en vano !edro ? dec&a que un ruso es capa/ de dársela a

tres $ud&os3, el usurero abunda en todas partes En cuanto se acerca la hora de

pagar los impuestos, hace su aparici#n el usurero, el kulak 3frecuentemente un

campesino rico de la misma comunidad3, y ofrece su dinero contante y sonante

El campesino necesita la moneda a toda costa y se ve obligado a aceptar, sin

protesta alguna, las condiciones del usurero 7on ello 1l mismo se aprieta el

dogal, y cada ve/ necesita más dinero 2 la hora de la siega se presenta el tratante

en granos@ la necesidad de dinero obliga al campesino a vender parte del cereal

requerido para su sustento y el de su familia El comerciante difunde rumoresfalsos que hacen ba$ar los precios, paga muy poco y, a veces, entrega por parte

del grano mercanc&as de toda suerte y muy caras, pues el sistema de pago en

mercanc&as 4trucksystem6 está en Rusia muy desarrollado 7omo vemos, la gran

e"portaci#n de trigo por Rusia se basa directamente en el hambre de la poblaci#n

rural %tro modo de e"plotaci#n del campesino es el siguiente) un especulador

toma en arriendo por largo pla/o una superficie de tierra del Aobierno y la cultiva

1l mismo mientras da buena cosecha sin necesidad de abonos@ despu1s, cuando



está ya agotada, la divide en pequeñas parcelas y la arrienda, a precios muy

elevados, a los campesinos vecinos que tienen poca tierra 0i arriba hemos

podido ver la e"istencia del sistema ingl1s del pago en mercanc&as, aqu& podemos

apreciar una copia e"acta de los intermediarios 4middlemen6 irlandeses En una

palabra) no e"iste ning(n pa&s en el que, a pesar del estado ultraprimitivo de la

sociedad burguesa, el parasitismo capitalista est1 tan desarrollado como en Rusia,donde todo el pa&s y todas las masas populares se ven envueltas y oprimidas por

sus redes <* se nos dice que todos esos vampiros que chupan la sangre de los

campesinos no están interesados en la e"istencia del Estado ruso, cuyas leyes y

tribunales protegen sus nada limpios y lucrativos trucos5

.a gran burgues&a de !etersburgo, de Bosc(, de %desa, que se ha desarrollado

con inusitada rapide/ en los (ltiinos die/ años, a consecuencia, principalmente,

de la construcci#n de ferrocarriles, y que se ha visto afectada de la manera más

sensible por la (ltima crisis@ esos e"portadores de trigo, de cáñamo, de lino y de

sebo, cuyos negocios se basan todos en la miseria de los campesinos@ la granindustria rusa, que s#lo e"iste gracias a las tarifas aduaneras proteccionistas que

le han sido acordadas por el Estado@ Cacaso todos estos importantes elementos de

la poblaci#n, que aumentan rápidamente, no están interesados en la e"istencia del

Estado rusoD * huelga hablar del incontable e$1rcito de funcionarios que inunda y

roba a Rusia, y que forma en el pa&s un aut1ntico estamento !or eso, cuando el

señor Tkachov nos asegura que el Estado ruso «no tiene ra&ces en la vida

econ#mica del pueblo y no encarna los intereses de ning(n estamento», que

«cuelga en el aire», me parece que no es el Estado ruso lo que cuelga en el vac&o,

sino, más bien, el propio señor Tkachov

Es evidente que a partir de la abolici#n de la servidumbre la situaci#n de los

campesinos rusos se ha hecho insoportable y que no puede continuar as& mucho

tiempo@ que, por esta sola causa, en Rusia se avecina una revoluci#n !ero queda

en pie la interrogante) C7uál puede ser, cuál será el resultado de esta revoluci#nD

El señor Tkachov dice que será una revoluci#n social Esto es tautolog&a pura

Toda verdadera revoluci#n es social, porque lleva al poder a una nueva clase y

permite a 1sta transformar la sociedad a su imagen y seme$an/a !ero el señor

Tkachov quiere decir que la revoluci#n será socialista, que implantará en Rusia,

antes de que nosotros lo logremos en %ccidente, la forma de sociedad hacia la

que tiende el socialismo de la Europa %ccidental, y ello <en una sociedad en la

que el proletariado y la burgues&a s#lo aparecen, por el momento,

esporádicamente y se encuentran en un ba$o nivel de desarrollo5 <* se nos dice

que esto es posible porque los rusos constituyen, por decirlo as&, el pueblo

escogido del socialismo al poseer arteles y la propiedad comunal de la tierra5



El señor Tkachov s#lo de pasada ha mencionado el artel, pero nosotros nos

detendremos en su análisis, ya que desde los tiempos de er/en muchos rusos le

atribuyen un papel misterioso El artel es una forma de asociaci#n muy e"tendida

en Rusia, la forma más simple de cooperaci#n libre, análoga a la que se da en las

tribus ca/adoras durante la ca/a !or cierto, tanto la denominaci#n como el

contenido son de origen tártaro, y no eslavo Tanto una cosa como la otra puedenhallarse entre los kirgui/es, los yakutos, etc, de una parte, y, de la otra, entre los

lapones, los samoyedos y otros pueblos fineses+>>- !or ello el artel se desarroll#

primero en el 'orte y el Este de Rusia, donde los rusos están en contacto con los

fineses y los tártaros, y no en el 0uroeste El clima, riguroso, hace necesaria una

actividad industrial variada, y la insuficiencia del desarrollo de las cindades, lo

mismo que la escase/ de capital son reempla/adas, en cuanto es posible, por esa

forma de cooperaci#n Fno de los rasgos mas acusados del artel, la cauci#n

solidaria de sus miembros ante una tercera parte, tiene su base original en las

relaciones de parentesco consangu&neo, como la garant&a mutua 4 Gewere6, de los

antiguos germanos, la vengan/a de sangre, etc 2demás, la palabra artel se aplica

en Rusia no s#lo a todo g1nero de actividad con$unta, sino asimismo a las

instituciones colectivas .os arteles obreros eligen siempre un $efe

4 stárosta, starshiná6, que cumple las funciones de ca$ero, contable, etc, y las de

administrador, cuando es necesario, y recibe por ello un salario especial .os

arteles se forman)

8 para reali/ar traba$os temporales, despu1s de cuyo cumplimiento se disuelven@

entre los individuos dedicados a un mismo oficio, por e$emplo entre los

cargadores, etc@

; para traba$os permanentes, industriales, en el sentirlo propio de la palabra

.os arteles se fundan sobre la base de un contrato firmado por todos sus

componentes 0i sus miembros no pueden reunir el capital necesario, cosa que

ocurre con frecuencia, por e$emplo, en la producci#n de quesos y en la pesca

4para la compra de redes, embarcaciones, etc6, el artel cae en las garras del

usurero, que le presta a intereses e"orbitantes el dinero que precisa y que desde

este momento se embolsa la mayor parte de los ingresos obtenidos por el artel

con su traba$o !ero a(n son más ignominiosamente e"plotados los arteles que,en calidad de obreros asalariados, se alquilan colectivamente a un patrono Ellos

mismos dirigen su actividad industrial y ahorran as& al capitalista los gastos de

vigilancia El capitalista les alquila los cuchitriles en que habitan y les adelanta

medios de subsistencia, con lo que vemos aparecer aqu& otra ve/, y del modo más

vil, el sistema del pago en mercanc&as 2s& ocurre entre los leñadores y los

resineros de la provincia de 2rcángel, en muchas industrias de 0iberia, etc





4G1ase) Hlerovski, I.a situaci#n de la clase obrera en RusiaI, 0an !etersburgo,

8JK=6 7omo vemos, el artel facilita mucho, en este caso, la e"plotaci#n de los

obreros asalariados por el capitalista !or otra parte, hay, sin embargo, arteles que

emplean ellos mismos obreros asalariados que no son miembros de la asociaci#n

2s& pues, el artel es una forma primitiva, y por ello poco desarrollada, deasociaci#n cooperativa, sin nada e"clusivamente ruso o eslavo Estas

asociaciones se forman en todas partes donde son necesarias) en 0ui/a, en la

industria lechera@ en ?nglaterra, entre los pescadores, y aqu& reviste las formas

más diversas .os peones de pala de 0ilesia 4los alemanes, no los polacos6, que

tantos ferrocarriles alemanes construyeran en la d1cada del L9, estaban

organi/ados en aut1nticos arteles El predominio que esta forma tiene en Rusia

prueba, naturalmente, que en el pueblo ruso alienta una acusada tendencia a la

asociaci#n, pero no demuestra, ni mucho menos, que este pueblo pueda saltar,

ayudado por esta tendencia, del artel a la sociedad socialista !ara este salto se

precisar&a, ante todo, que el propio artel fuera capa/ de desarrollarse, que sedesprendiese de su forma primitiva 3en la cual, como hemos podido ver, es más

beneficioso para el capital que para los obreros3 y que se elevase, por lo menos,

al nivel de las asociaciones cooperativas de la Europa %ccidental !ero si esta ve/

creemos al señor Tkachov 4cosa más que arriesgada, despu1s do todo lo que

precede6, eso está a(n muy le$os !or el contrario, con un orgullo muy

caracter&stico para su punto de vista, Tkachov nos asegura)

«En cuanto a las cooperativas y asociaciones de cr1dito al estilo alemán» 456 «que

desde hace poco vienen implantándose artificialmente en Rusia, la mayor&a de

nuestros obreros las acogen con la mayor indiferencia, por lo que en casi todas

partes han sido un verdadero fracaso»

.a asociaci#n cooperativa moderna ha demostrado, al menos, que puede regir por

cuenta propia y con provecho grandes empresas industriales 4de hilados y te$idos

en .ancaster6 asta ahora el artel no se ha mostrado capa/ de ello, y si no se

desarrolla será inevitablemente destruido por la gran industria

.a propiedad comunal de los campesinos rusos fue descubierta en 8JL: por el

conse$ero de Estado prusiano a"thausen, que la proclam# a los cuatro vientos

como algo verdaderamente maravilloso, aunque en su patria vestfaliana hubiera podido encontrar muchos restos de esta propiedad comunal que, como

funcionario, incluso estaba obligado a conocer e"actamente+;-, er/en,

terrateniente ruso, se enter# por a"thausen de que sus campesinos pose&an la

tierra en com(n y se aprovech# de ello para presentar a los campesinos rusos

como a los aut1nticos portadores del socialismo, como a comunistas natos, en

contraste con los obreros del senil y podrido %ccidente europeo, obligados a





estru$arse los sesos para asimilar artificialmente el socialismo Estas ideas

pasaron de er/en a Makunin y de Makunin al señor Tkachov Escuchemos a este

(ltimo)

«'uestro pueblo en su inmensa mayor&a está penetrado de los principios de la

posesi#n en com(n@ nuestro pueblo, si puede uno e"presarse as&, es comunista por instinto, por tradici#n .a idea de la propiedad colectiva ha arraigado tan

profundamente en la concepci#n que el pueblo ruso tiene del mundo» 4más

adelante veremos cuán inmenso es el mundo del campesino ruso6, «que ahora,

cuando el Aobierno empie/a a comprender que esta idea es incompatible con los

principios de la sociedad «bien ordenada» y en nombre de estos principios trata

de inculcar la idea de la propiedad privada en la conciencia y en la vida del

pueblo, mas (nicamente puede lograrlo mediante las bayonetas y el knut Ne aqu&

se desprende con toda claridad que nuestro pueblo, pese a su ignorancia, está más

cerca del socialismo que los pueblos de la Europa %ccidental, aunque 1stos sean

más cultos»

En realidad, la propiedad com(n de la tierra es una instituci#n que podemos

observar entre todos los pueblos indoeuropeos en las fases inferiores de su

desarrollo, desde la ?ndia hasta ?rlanda, e incluso entre los malayos, que se

desarrollan ba$o la influencia de la ?ndia, por e$emplo, en la isla de Oava En

8K9J, la propiedad com(n de la tierra, que e"ist&a de derecho en el 'orte de

?rlanda, regi#n reci1n conquistada, sirvi# a los ingleses de prete"to para declarar

la tierra sin propietario y confiscarla, por ello, en favor de la 7orona En la ?ndia

e"isten a(n hoy d&a varias formas de propiedad com(n de la tierra En 2lemania

era 1ste un fen#meno general@ las tierras comunales que pueden encontrarse a(n

hoy son restos de ella uellas bien precisas 3los repartos peri#dicos de las

tierras comunales, etc3 pueden observarse con frecuencia, sobre todo, en las

montañas ?ndicaciones y detalles más concretos acerca de la propiedad com(n

en la antigua 2lemania pueden hallarse en varias obras de Maurer que, a este

respecto, son verdaderamente clásicas En la Europa %ccidental, incluidas

!olonia y la !equeña Rusia +L-, esta propiedad comunal se convirti#, al llegar a

cierto grado del desarrollo de la sociedad, en una traba, en un freno para la

producci#n agr&cola, por lo que fue eliminada poco a poco En la Aran Rusia 4es

decir, en Rusia, propiamente6 se ha conservarlo hasta ahora, lo que demuestra

que la producci#n agr&cola y las relaciones sociales en el agro ruso se encuentran,

realmente, muy poco desarrolladas El campesino ruso vive y act(a

e"clusivamente en su comunidad@ el resto del mundo s#lo e"iste para 1l en la

medida en que se me/cla en los asuntos de la comunidad Esto es hasta tal punto

cierto, que en ruso una misma palabra 3 mir 3 sirve para designar, de una parte,

el «universo», y, de otra, la «comunidad campesina» Vies mir +todo el mundo-

significa en el lengua$e de los campesinos la reuni#n de los miembros de la





comunidad !or tanto, si el señor Tkachov habla de la «concepción del mundo»

del campesino ruso, es evidente que ha traducido mal la palabra rusa mir Este

aislamiento absoluto entre las distintas comunidades, que ha creado en el pa&s

intereses, cierto es, iguales, pero en ning(n modo comunes, constituye la base

natural deldespotismo oriental @ desde la ?ndia hasta Rusia, en todas partes en

donde ha predominado, esta forma social ha producido siempre el despotismooriental, siempre ha encontrado en 1l su complemento 'o s#lo el Estado ruso en

general, sino incluso su forma espec&fica, el despotismo /arista, no cuelga, ni

mucho menos, en el aire sino que es un producto, necesario y l#gico, de las

condiciones sociales rusas, con las que, seg(n afirma el señor Tkachov, <«no

tiene nada de com(n»5 El desarrollo futuro de Rusia en una

direcci#n burguesa destruir&a tambi1n aqu&, poco a poco, la propiedad com(n sin

ninguna intervenci#n de las «bayonetas y el knut » del Aobierno /arista * ello

con mayor ra/#n, por cuanto en Rusia los campesinos no traba$an la tierra

comunal colectivamente, a fin de dividir s#lo los productos, como ocurre todav&a

en ciertas regiones de la ?ndia En Rusia, por el contrario, la tierra es repartida

peri#dicamente entre los cabe/as de familia y cada uno traba$a para s& mismo su

parcela Esta circunstancia hace posible una desigualdad muy grande en cuanto al

bienestar de los distintos miembros de la comunidad, y esta desigualdad e"iste en

efecto 7asi en todas partes hay entre los miembros de la comunidad campesinos

ricos, a veces millonarios, que se dedican a la usura y chupan la sangre a la masa

campesina 'adie conoce esto me$or que el señor Tkachov 2l mismo tiempo que

asegura a los obreros alemanes que s#lo el knut y las bayonetas pueden obligar al

campesino ruso, a este comunista por instinto, por tradici#n, a renunciar a la

«idea de la propiedad colectiva», escribe en la página 8: de su folleto ruso)

«Entre los campesinos está naciendo la clase de los kulaks, gente que compra y

toma en arriendo las tierras de los campesinos y de los terratenientes Estos

individuos forman la aristocracia campesina»

Estos son los vampiros de que hemos hablado más arriba

El rescate de la prestaci#n personal fue lo que asest# el golpe más recio a la

propiedad comunal de la tierra .os terratenientes se hicieron con la parte más

grande y me$or de las tierras@ a los campesinos apenas si les qued# lo suficiente

3con frecarencia ni siquiera lo bastante3 para poder alimentarse 2demás, los

bosques fueron entregados a los nobles@ y los campesinos se vieron constreñidos

a comprar la leña y la madera 3que antes no les costaba nada3 para sus aperos

y para la construcci#n 2s& pues, el campesino no tiene hoy nada aparte de su isba

y su pelada parcela, para cuyo cultivo no dispone de aperos@ por lo com(n, ni

siquiera posee bastante tierra para subsistir con su familia de cosecha a cosecha

En tales condiciones, aplastada por las cargas fiscales y los usureros, la propiedad



comunal de la tierra de$a de ser una bendici#n para convertirse en una cru/ .os

campesinos huyen frecuentemente de la comunidad, con sus familias o sin ellas,

y abandonan la tierra para ganarse la vida, como obreros, fuera de su aldea+>>>-

Está claro que la propiedad comunal en Rusia se halla ya muy le$os de la 1poca

de su prosperidad y, por cuanto vemos, marcha hacia la descomposici#n 0inembargo, no se puede negar la posibilidad de elevar esta forma social a otra

superior, si se conserva hasta que las condiciones maduren para ello y si es capa/

de desarrollarse de modo que los campesinos no laboren la tierra por separado,

sino colectivamente+>>>>- Entonces, este paso a una forma superior se reali/ar&a

sin que los campesinos rusos pasasen por la fase intermedia de propiedad

burguesa sobre sus parcelas !ero ello (nicamente podr&a ocurrir si en la Europa

%ccidental estallase, antes de que esta propiedad comunal se descompusiera por

entero, una revoluci#n proletaria victoriosa que ofreciese al campesino ruso las

condiciones necesarias para este paso y, concretamente, los medios materiales

que necesitar&a para reali/ar en todo su sistema de agricultura la revoluci#nnecesariamente a ello vinculada !or lo tanto, el señor Tkachov dice verdaderos

absurdos al asegurar que los campesinos rusos, aunque son «propietarios», «están

más cerca del socialismo» que los obreros de la Europa %ccidental, privados de

toda propiedad Todo lo contrario 0i algo puede todav&a salvar la propiedad

comunal rusa y permitir que tome una forma nueva, viable, es precisamente la

revoluci#n proletaria en la Europa %ccidental

El señor Tkachov resuelve el problema de la revoluci#n pol&tica con la misma

facilidad que el de la econ#mica El pueblo ruso, dice Tkachov, «protesta

incesantemente» contra su esclavi/aci#n «organi/ando sectas religiosas

negándose a pagar los impuestos formando cuadrillas de bandidos 4los obreros

alemanes pueden congratularse de que 0chinderhannes +:- resulte ser el padre de

la socialdemocracia alemana6 provocando incendios amotinándose y por

ello puede afirmarse que es revolucionario por instinto» Todo esto convence al

señor Tkachov de que «basta con despertar en varios lugares y simultáneamente

el descontento y la furia acumulados que siempre han latido en el cora/#n de

nuestro pueblo» Entonces, «la uni#n de las fuer/as revolucionarias se

producirá por sí misma, y la lucha deberá terminar favorablemente para el

pueblo .a necesidad práctica, el instinto de conservaci#n» crearán ya de por s&

«la/os estrechos e indisolubles entre las comunidades que protesten»

?mposible imaginarse una revoluci#n más fácil y agradable Masta con amotinarse

simultáneamente en tres o cuatro sitios para que el «revolucionario por instinto»,

la «necesidad práctica», el «instinto de conservaci#n» hagan, «por s& mismos»,

todo lo demás 'o se puede comprender por qu1, siendo todo tan incre&blemente










fácil, la revoluci#n no ha estallado hace ya tiempo, el pueblo no ha sido liberado

y el pa&s convertido en un Estado socialista e$emplar

En realidad, las cosas son muy otras Es cierto que el pueblo ruso, ese

«revolucionario por instinto», ha desencadenado muchas insurrecciones

campesinas aisladas contra la nobleza y contra determinados funcionarios, pero nunca contra el zar , de no ser que a su cabe/a se haya puesto un falso

zar reclamando el trono .a (ltima gran insurrecci#n campesina, en el reinado de

7atalina ??, fue posible porque Emelián !ugachov se hac&a pasar por su marido,

!edro ???, a quien 7atalina no habr&a dado muerte, sino destronado y recluido en

una prisi#n de la que hab&a logrado escapar !ara el campesino ruso el /ar es, por

el contrario, Nios en la Tierra «Nios está muy alto y el /ar muy le$os», e"clama

desesperado el campesino 'o cabe duda de que las masas de la poblaci#n

campesina, especialmente desde que se rescataron de la prestaci#n personal, se

ven en una situaci#n que las obliga más y más a luchar contra el Aobierno y

contra el /ar@ pero que el señor Tkachov vaya a otro con su cuento acerca del«revolucionario por instinto»

2demás, incluso si la masa de los campesinos rusos fuera, a más no poder,

revolucionaria por instinto, incluso sinos imaginásemos que la revoluci#n puede

hacerse por encargo, como una pie/a de percal rameado o un samovar@ incluso en

tal caso yo pregunto) Cpuede un hombre que pasa ya de los doce años tener una

idea tan e"traordinariamente infantil del curso de la revoluci#n como la que

observamos aqu&D !arece mentira que esto haya podido ser escrito despu1s del

brillante fracaso de la revoluci#n de 8JP; en España, la primera llevada a cabo

seg(n este patr#n bakuninista 2ll& tambi1n empe/aron la insurrecci#n

simultáneamente en varios lugares 2ll& tambi1n confiaban en que la necesidad

práctica y el instinto de conservaci#n establecer&an de por s& una liga/#n s#lida e

indestructible entre las comunas insurgentes C* qu1 ocurri#D 7ada comuna, cada

ciudad s#lo se defend&a a s& misma, ni siquiera se hablaba de la ayuda mutua y

!av&a, con s#lo ;999 hombres, someti# en quince d&as una ciudad tras otra y

puso fin a toda la gloria de los anarquistas 4G1ase mi art&culo I.os bakuninistas

en acci#nI, donde esto se describe con detalle6

Es indudable que Rusia se encuentra en v&speras de una revoluci#n 0us asuntos

financieros se hallan en el más completo desbara$uste .a prensa de los

impuestos ya no ayuda, los intereses de las vie$as deudas p(blicas se pagan

recurriendo a nuevos empr1stitos, y cada nuevo empr1stito tropie/a con mayores

dificultades@ <(nicamente se puede conseguir dinero prete"tando que se va a

construir más ferrocarriles5 ace ya mucho que la administraci#n está

corrompida hasta la m1dula@ los funcionarios viven más del robo, de su venalidad

y de la concusi#n que de su paga .a producci#n agr&cola 3la más importante en



Rusia3 se halla en pleno desorden debido al rescate de la prestaci#n personal en

8JK8@ a los grandes terratenientes les falta mano de obra@ a los campesinos les

falta tierra, los impuestos los tienen agobiados y los usureros los despluman@ la

agricultura rinde menos cada año Todo esto lo mantiene unido con gran traba$o y

s#lo aparentemente un despotismo oriental de cuya arbitrariedad no tenemos idea

en el %ccidente@ un despotismo que no solo se encuentra cada d&a encontradicci#n más flagrante con las ideas de las clases ilustradas, en particular

con las de la burgues&a de la capital 3burgues&a en rápido desarrollo3, sino que

en la persona de su presente portador ha perdido la cabe/a) hoy hace concesiones

al liberalismo, mañana, aterrado, las cancela, y as& aumenta su descr1dito

2demás, las capas más ilustradas de la naci#n, concentradas en la capital, van

adquiriendo conciencia de que esta situaci#n es insoportable y de que la

revoluci#n se acerca, pero al mismo tiempo acarician la ilusi#n de orientarla

hacia un tranquilo cauce constitucional 2qu& se dan todas las condiciones para

una revoluci#n@ esta revoluci#n la iniciarán las clases superiores de la capital,

incluso, qui/á, el propio Aobierno, pero los campesinos la desarrollarán,

sacándola rápidamente del marco de su primera fase, de la fase constitucional)

esta revoluci#n tendrá gran importancia para toda Europa aunque s#lo sea porque

destruirá de un solo golpe la (ltima y a(n intacta reserva de la reacci#n europea

Es indudable que esa revoluci#n se acerca 0#lo dos acontecimientos pueden

apla/arla para largo) o una guerra afortunada contra Turqu&a o contra +L8-

2ustria, para lo que se necesita dinero y aliados seguros, o bien una tentativa

prematura de insurrecci#n que lleve de nuevo a las clases poseedoras a arro$arse

en bra/os del Aobierno

Escrito por H Engels en abril de 8JP:

!ublicado en el peri#dico Der Volksstaat , n(ms L;, LL y L:, del 8K, 8J y 8 de abril de 8JP: y en folleto

aparte) H Engels oziales aus !ussland , .eip/ig, 8JP:, as& como en el libro) H Engels "nternationales ausde #Volksstaat$ %&'(&)&'(*+, Merlin, 8J=L

Hirmado) H Engels

PALABRAS FINALES AL TRABAJO

ACERCA DE LA CUESTION SOCIAL EN RUSIA [6]





2ntes que nada debo hacer la enmienda de que el señor ! Tkachov, de hablar con

propiedad, no era un bakuninista, es decir, anarquista, sino que se hac&a pasar por

«blanquista» El error era natural, ya que el mencionado señor Tkachov,

siguiendo la costumbre de los emigrados rusos de la 1poca se declar# ante la

Europa %ccidental solidario con toda la emigraci#n rusa y, en su

folleto +P- defend&a efectivamente tambi1n a Makunin y compañ&a contra micr&tica como si 1sta estuviese dirigida contra 1l personalmente

.as opiniones sobre la comunidad campesina comunista rusa, que 1l sosten&a en

la pol1mica conmigo, eran, en el fondo, opiniones de er/en Este (ltimo,

hombre de letras paneslavista, al que se ha creado la fama de revolucionario, se

enter# por los IEstudios de RusiaI de a"thausen que los campesinos siervos de

la gleba de sus posesiones no conoc&an la propiedad privada sobre la tierra y que,

de tarde en tarde, proced&an al reparto de las tierras de labor y de los prados entre

s& En su calidad de hombre de letras no ten&a por qu1 estudiar lo que pronto se

hi/o del conocimiento de cada cual, a saber, que la propiedad comunal sobre latierra era la forma de posesi#n dominante en los tiempos primitivos entre los

germanos, los celtas, los indios, en fin, entre todos los pueblos indoeuropeos@ que

en la ?ndia e"iste a(n hoy, en ?rlanda y Escocia acaba de suprimirse por la fuer/a,

en 2lemania se encuentra incluso hoy en algunos lugares@ que es una forma

agoni/ante de posesi#n, que, en la práctica, es un fen#meno com(n de todos los

pueblos en cierta fase de desarrollo 2hora bien, como paneslavista,que fue

socialista, al menos de palabra, er/en vio en la comunidad un nuevo prete"to

para presentar ante el podrido %ccidente, a una lu/ todav&a más viva, a su «santa»

Rusia y su misi#n) re$uvenecer, regenerar, en caso de necesidad incluso con la

fuer/a de las armas, este %ccidente descompuesto, que hab&a vivido ya su tiempo

.o que no pueden hacer, pese a todos sus esfuer/os, los decr1pitos franceses e

ingleses, los rusos lo tienen ya hecho en su tierra

«7onservar la comunidad y liberar al individuo, e"tender a las ciudades y a todo

el Estato la autonom&a de la aldea y el subdistrito, manteniendo la unidad

nacional, tal es la cuesti#n del porvenir de Rusia, es decir, la cuesti#n de la

misma antinomia social cuya soluci#n preocupa a las mentes de %ccidente»

4er/en I7artas a .intonI6

2s&, en Rusia e"iste, qui/á, a(n, la cuesti#n pol&tica@ pero, su «cuesti#n social»

está resuelta ya

Tkachov, ciego imitador de er/en, ve&a con igual sencille/ el problema 2unque

en 8JP: no pod&a afirmar ya que la «cuesti#n social» en Rusia estaba resuelta,

dec&a que los campesinos rusos, comunistas innatos, se hallaban infinitamente

más cerca del socialismo y, además, viv&an incomparablemente me$or que los





pobres proletarios de la Europa %ccidental, abandonados por Nios 0i los

republicanos franceses, en virtud de su centenaria actividad revolucionaria,

consideraban que su pueblo era el pueblo elegido en el aspecto pol&tico, muchos

socialistas rusos de la 1poca proclamaron a Rusia el pueblo elegido en el aspecto

social@ no ser&a el proletariado de Europa %ccidental el que aportar&a con su lucha

el renacimiento al vie$o mundo econ#mico, sino que este renacimiento vendr&adesde las entrañas mismas del campesinado ruso !recisamente contra esta idea

pueril estaba dirigida mi cr&tica

'o obstante, la comunidad rusa ha llamado la atenci#n y se ha ganado el

reconocirniento de hombres que se hallan incomparablemente por encima de los

er/en y los Tkachov Entre ellos estaba 'ikolái 7hernyshevski, ese gran

pensador, al que Rusia debe tanto y cuyo asesinato lento mediante los largos años

de destierro entre los yakutos siberianos amancillará eternamente la memoria de

2le$andro ?? el «.iberador»

En ra/#n de la barrera intelectual que separaba a Rusia de la Europa %ccidental,

7hernyshevski $amás conoci# las obras de Bar", y cuando apareci# IEl 7apitalI

hac&a ya mucho tiempo que se hallaba en 0redneQGili(isk, entre los yakutos Todo

su desarrollo espiritual transcurri# en las condiciones creadas por esa barrera

intelectual .o que no de$aba pasar la censura rusa no e"ist&a casi o en absoluto

para Rusia !or eso, si en unos u otros casos encontramos lugares d1biles en 1l,

cierta estreche/ de hori/ontes, no podemos por menos de asombrarnos de que no

sean mucho más frecuentes

7hernyshevski ve tambi1n en la comunidad campesina rusa un medio para pasar de la forma social contemporánea a una nueva fase de desarrollo, superior, por

una parte, a la comunidad rusa y, por otra, superior a la sociedad capitalista de la

Europa %ccidental con todos sus antagonismos de clases * en que Rusia posea

ese medio, mientras que el %ccidente no lo tiene, 7hernyshevski advierte una

vente$a de Rusia

«.a implantaci#n de un orden me$or resulta e"traordinariamente dif&cil en la

Europa %ccidental debido a la e"tensi#n ilimitada de los derechos individuales

no es fácil renunciar, aunque no sea más que en una parte insignificante, a lo que

uno ya está habituado a distrutar, y en el %ccidente el individuo estáacostumbrado ya a disponer de derechos privados sin restricci#n 0#lo una triste

e"periencia y largas meditaciones pueden convencer de la utilidad y la necesidad

de concesiones mutuas En el %ccidente, un orden me$or de las relaciones

econ#micas implicar&a sacrificios, por cuya ra/#n es muy dif&cil su instituci#n Es

contrario a los hábitos de los aldeanos ingl1s y franc1s» !ero «lo que parece

utop&a en un pa&s, e"iste en otro como una realidad las costumbres cuya



implantaci#n en la vida nacional les parece e"tremamente dif&cil al ingl1s y al

franc1s e"isten entre los rusos como un hecho de su vida nacional El orden de

cosas a que el %ccidente quiere llegar hoy tras tan dif&cil y largo camino e"iste

todav&a entre nosotros como fuerte costumbre popular de la vida en el campo

Gemos hoy las tristes consecuencias de la p1rdida de la propiedad comunal sobre

la tierra en el %ccidente y qu1 penoso les resulta a los pueblos occidentales elrecuperar lo perdido 'o debemos desaprovechar el e$emplo del %ccidente»

47hernyshevski I%brasI Edici#n de Ainebra, t G, págs 8KQ8=@ citado en el libro

de !le$ánov I'ashi ra/noglasiaI 4«'uestras divergencias»6, Ainebra, 8JJ:6

* en cuanto a los cosacos de los Frales, entre los que predominaba a(n el traba$o

en com(n de la tierra con el reparto del producto entre las familias,

7hernyshevski dice)

«0i el pueblo de los Frales mantiene el orden actual hasta la 1poca en que se

empleen las máquinas en la agricultura, estará contento de haber conservado unsistema que permite el empleo de máquinas que requieren el laboreo en grande,

en cientos de desiatinas» 4?b&dem, pág 8;86

'o cabe olvidar que los campesinos de los Frales, con su cultivo en com(n de la

tierra, preservado contra el hundimiento por consideraciones de orden militar

4tambi1n en nuestro pa&s e"iste el comunismo de cuartel6, tienen en Rusia una

situaci#n muy especial, más o menos la que tienen nuestras comunidades de

hogares +Geh,ferschaften- en el Bosela, con sus repartos peri#dicos * si esta

organi/aci#n se mantiene hasta que se comience a emplear máquinas, la venta$a

no será para los habitantes de los Frales, sino para el fisco militar ruso, alservicio del cual se encuentran

En todo caso, una cosa es cierta) mientras en la Europa %ccidental la sociedad

capitalista se desintegra y las contradicciones insolubles de su propio desarrollo

le amena/an con la muerte, en Rusia, cerca de la mitad de toda la tierra de labor

se encuentra todav&a en poder de las comunidades campesinas 0i en el

%ccidente, la soluci#n de las contradicciones mediante una nueva organi/aci#n

de la sociedad implica, como condici#n indispensable, el paso de todos los

medios de producci#n y, por consiguiente, de la tierra, en propiedad de toda la

sociedad, Cen qu1 ra/#n respecto de esta propiedad com(n, que en el %ccidentes#lo se piensa crear, se halla la propiedad ya e"istente o, me$or dicho, todav&a

e"istente en RusiaD C'o podr&a servir de punto de partida del movimiento

popular que, saltándose todo el per&odo capitalista, transformará de golpe el

comunismo campesino ruso en propiedad com(n socialista moderna sobre todos

los medios de producci#n, euriqueci1ndolo con todos los adelantos t1cnicos de la

era capitalistaD %, como formula Bar" en una carta que citamos a continuaci#n la



idea de 7hernyshevski+>>>>>-) «CNebe Rusia, como lo quieren sus economistas

liberales, comen/ar por la destrucci#n de la comunidad rural, a fin de pasar al

r1gimen capitalista, o, al contrario, puede, sin pasar por los sufrimientos que le

acarrear&a ese r1gimen, apropiarse todos sus frutos, desarrollando sus propias

dotes hist#ricasD»

*a la sola manera de plantear la cuesti#n muestra el sentido en que debe buscarse

su soluci#n .a comunidad rusa ha e"istido centenares de años, y en su interior

$amás ha surgido alguna tendencia a modificarse para llegar a una forma superior

de propiedad com(n@ e"actamente lo mismo ha ocurrido con la marca germana,

el clan celta, las comunidades indias y otras con su comunismo primitivo Todas

ellas, con el curso del tiempo, ba$o la influencia de la producci#n mercantil y el

cambio entre familias e individuos que les rodeaba, que surg&a en su seno y se

apoderaba paulatinamente de ellas, iban perdiendo más y más su carácter

comunista para transformarse en comunidades de propietarios de tierra

independientes el uno del otro !or eso, si es que se puede, en general, plantear lacuesti#n de saber si a la comunidad rusa le espera un destino me$or, la causa de

ello no radica en ella misma, sino (nicamente en que, en un pa&s europeo ha

conservado cierta fuer/a vital hasta una 1poca en que en la Europa %ceidental, la

producci#n mercantil y su forma (ltima y superior 3la producci#n capitalista3

ha entrado en contradicci#n con las fuer/as productivas creadas por ella misma,

una 1poca en que resulta incapa/ ya de dirigirlas y perece a consecuencia de

dichas contradicciones internas y los conflictos de clases condicionados por estas

(ltimas *a s#lo eso prueba que la iniciativa de seme$ante transformaci#n de la

comunidad rusa (nicamente puede partir del proletariado industrial del

%ccidente, y no de la comunidad misma .a victoria del proletariado de la

Europa %ccidental sobre la burgues&a y la subsiguiente sustituci#n de la

producci#n capitalista con la dirigida por la sociedad es la condici#n previa

necesaria para que la comnnidad rusa alcance el mismo nivel de desarrollo

En efecto) en ninguna parte y $amás el comunismo agrario, herencia del r1gimen

gentilicio, ha engendrado por s& mismo algo que no sea su propia desintegraci#n

.a propia comunidad campesina rusa en 8JK8 era ya una forma debilitada de

dicho comunismo@ el traba$o en com(n de la tierra, e"istente a(n en ciertas partes

de la ?ndia y en la comunidad dom1stica de los eslavos del 0ur 4la zadruga6,

antepasado probable de la comunidad rusa, deb&a ceder el lugar al cultivo por

familias@ la propiedad comunal no se manifestaba más que en los repetidos

repartos de la tierra, que se practicaban, seg(n el lugar, con muy distintos

intervalos Tan pronto como cesen estos repartos de por s& o por decreto especial,

tendremos la aldea de campesinos parcelarios





2hora bien, el solo hecho de que la producci#n capitalista de la Europa

%ccidental, que e"iste al lado de la comunidad campesina rusa, se acerque, a la

ve/, al momento de su hundimiento, habiendo ya en ella el germen de la nueva

forma de producci#n, en la que los medios de producci#n, convertidos en

propiedad social, se emplearán con arreglo a un plan determinado, ya solo eso no

puede por menos de dar a la comunidad rusa una fuer/a que le permitiráengendrar por s& misma esta nueva forma social C7#mo podrá la comunidad

asimilar las gigantescas fuer/as productivas de la sociedad capitalista como

propiedad social e instrumento social antes de que la propia sociedad capitalista

realice esta revoluci#nD C7#mo puede la comunidad rusa mostrar al mundo la

manera de administrar la gran industria sobre principios sociales cuando ha

perdido ya la capacidad de cultivar en com(n sus propias tierrasD

7ierto es que en Rusia hay mucha gente que conoce bien la sociedad capitalista

occidental, con todas sus contradicciones insolubles y conflictos, y posee una

idea clara acerca de la salida de ese aparente atolladero !ero, en primer lugar,esos contados miles de personas que lo comprenden no viven en la comunidad y

los cincuenta millones largos que en Rusia propiamente dicha viven todav&a ba$o

el r1gimen de la propiedad comunal sobre la tierra no tienen la menor noci#n de

ello .es son tan a$enas e incomprensibles las concepciones de estos contados

miles de hombres como fueron a$enas e incomprensibles para los proletarios

ingleses de 8J99Q8JL9 los planes que conceb&a para su salvaci#n Robert %en *

entre los obreros que traba$aban en la fábrica de %en en 'e .anark, la

mayor&a se hab&a educado en un ambiente y costumbres del r1gimen comunista

gentilicio en proceso de desintegraci#n, en el clan celtaQescose/ 0in embargo,

%en no di$o una palabra acerca de que hab&a encontrado una me$or

comprensi#n +LK- entre esos hombres En segundo lugar, es hist#ricamente

imposible que una sociedad que se halla a un grado de desarrollo econ#mico

inferior tenga que resolver problemas y conflictos que surgen y pueden surgir

s#lo en una sociedad que se halla a un grado de desarrollo mucho más alto El

(nico rasgo com(n de todas las formas de comunidad gentilicia surgidas antes de

aparecer la producci#n mercantil y el cambio privado, por un lado, y la futura

sociedad socialista, por otro, consiste en que ciertas cosas, los medios de

producci#n, son de propiedad com(n y se hallan en uso com(n de determinados

grupos 'o obstante, este rasgo com(n no hace que la forma social inferior seacapa/ de dar vida, de por s&, a la propia sociedad socialista futura, (ltimo

producto de la sociedad capitalista 7ada formaci#n econ#mica concreta tiene

que resolver sus propios problemas, nacidos de su propio seno@ acometer la

soluci#n de problemas que se plantean ante otra formaci#n, completamente a$ena,

ser&a un contrasentido absoluto * esto no se refiere a la comunidad rusa menos

que a la zadruga de los eslavos meridionales, a la comunidad gentilicia india o a



cualquier otra forma social del per&odo del salva$ismo o la barbarie, a la que

distingu&a la posesi#n en com(n de los medios de producci#n

En cambio, no es s#lo posible, sino incluso indudable que despu1s de la victoria

del proletariado y del paso de los medios de producci#n a ser propiedad com(n

de los pueblos de la Europa %ccidental, los pa&ses que apenas han entrado por lav&a de la producci#n capitalista y que han conservado costumbres del r1gimen

gentilicio o restos del mismo puedan utili/ar estas huellas de posesi#n comunal y

las costumbres nacionales correspondientes como poderoso medio de reducir

sustancialmente el proceso de su avance hacia la sociedad socialista y evitar la

mayor parte de los sufrimientos y la lucha a trav1s de los que tenemos que

abrirnos paso en la Europa %ccidental !ero condiciones indispensables para ello

son el e$emplo y el apoyo activo del %ccidente todav&a capitalista 0#lo cuando la

econom&a capitalista est1 superada en su pa&s de origen y en los pa&ses en que ha

alcan/ado su florecimiento, cuando los pa&ses atrasados vean «c#mo se hace

eso», c#mo hay que poner las fuer/as productivas de la industria moderna,hechas propiedad social, al servicio de toda la sociedad, s#lo entonces podrán

estos pa&ses atrasados emprender ese camino acortado de desarrollo En

compensaci#n, tienen entonces el 1"ito asegurado * eso no se refiere s#lo a

Rusia, sino a todos los pa&ses que se hallan en la fase de desarrollo precapitalista

0in embargo, en Rusia, eso será relativamente fácil porque, aqu&, una parte de la

poblaci#n aborigen ha asimilado ya los resultados intelectuales del desarrollo

capitalista, merced a lo cual, en el per&odo de la revoluci#n, +LP- será posible

llevar a cabo la reorgani/aci#n de la sociedad casi al mismo tiempo que en el

%ccidente

Bar" y yo lo hemos dicho ya el 8 de enero de 8JJ, en el prefacio a la edici#n

rusa del IBanifiesto del !artido 7omunistaI traducido por !le$ánov 'osotros

dec&amos)

«!ero en Rusia, al lado del florecimiento febril del fraude capitalista y de la

propiedad territorial burguesa en v&as de formaci#n, más de la mitad de la tierra

es posesi#n comunal de los campesinos 7abe, entonces, la pregunta) Cpodr&a la

comunidad rural rusa 3forma por cierto ya muy desnaturali/ada de la prinlitiva

propiedad com(n de la tierra3 pasar directamente a la forma superior de la

propiedad colectiva, a la forma comunista, o, por el contrario, deberá pasar

primero por el mismo proceso de disoluci#n que constituye el desarrollo hist#rico

del %ccidenteD

.a (nica respuesta que se puede dar hoy a esta cuesti#n es la siguiente) si la

revoluci#n rusa da la señal para una revoluci#n proletaria en el %ccidente, de



modo que ambas se completen, la actual propiedad com(n de la tierra en Rusia

podrá servir de punto de partida a una evoluci#n comunista» +>>>>>>-

0in embargo, no cabe olvidar que la mencionada descomposici#n avan/ada de la

propiedad comunal rusa ha dado desde entonces un considerable paso adelante

.as derrotas sufridas durante la guerra de 7rimea mostraron claramente queRusia ten&a necesidad de un rápido desarrollo industrial En primer t1rmino,

hac&an falta ferrocarriles, y la vasta e"tensi#n de 1stos es imposible sin una gran

industria patria .a condici#n preliminar de su aparici#n era la llamada

emancipaci#n de los campesinos@ con ella comen/# para Rusia la era capitalista,

pero, a la ve/, la era de la rápida destrucci#n de la propiedad comunal de la tierra

2gobiados por el peso de los pagos de rescate y los grandes impuestos, los

campesinos, al recibir terrenos menores y peores, se vieron inevitablemente en

manos de los usureros, en la mayor&a de los casos miembros enriquecidos de la

comunidad campesina .os ferrocarriles ofrecieron a muchos lugares antes

le$anos el acceso a los mercados de venta de cereales@ en cambio, por esosmismos ferrocarriles comen/aron a llevarse a dichos lugares productos baratos de

la gran industria que despla/aban las industrias artesanas de los campesinos, que

traba$aban, en parte, para el consumo propio y, en parte, para la venta .as

tradicionales relaciones econ#micas se alteraron, comen/# la desintegraci#n de

las cone"iones que acompañaba por doquier el paso de la econom&a natural a la

monetaria, entre los miembros de la comunidad aparecieron grandes diferencias

de patrimonio) los pobres pasaban a depender por deuda de los ricos En una

palabra, comen/# la descomposici#n de la comunidad rusa debido al mismo

proceso de penetraci#n de la econom&a monetaria que, en 2tenas, mucho tiempo

antes de 0ol#n, caus# la descomposici#n de su gens +>>>>>>>- Es verdad que

0ol#n pod&a, mediante una intromisi#n revolucionaria en el todav&a reciente

derecho de propiedad privada, liberar a los deudores esclavi/ados, anulando

simplemente las deudas de estos (ltimos !ero no pod&a resucitar la antigua gens

ateniense, y del mismo modo no hay fuer/a capa/ de restablecer la comunidad

rusa despu1s de que el proceso de su disgregaci#n ha alcan/ado cierto nivel

2demás, el Aobierno ruso ha prohibido los repartos entre los miembros de la

comunidad más que una ve/ cada 8 años, a fin de que el campesino pierda cada

ve/ más la costumbre de los repartos y se considere propietario privado de su

lote

Bar" e"puso su opini#n en ese sentido ya en 8JPP en una carta a

Rusia +>>>>>>>>- Fn cierto señor Shukovski, el mismo que, en calidad de

ca$ero del Manco del Estado, firma hoy los billetes de cr1dito para Rusia, public#

algo acerca de Bar" en IG1stnik EvropyI 4«Bensa$ero de Europa»6, otro

escritor +>>>>>>>>- le ob$et# en I%t1chestvennye SapishiI +J- 4«2nales de la

!atria»6 2 fin de hacer una correcci#n a este (ltimo art&culo, Bar" escribi# al














redactor de ISapiskiI una carta que circul# durante mucho tiempo en Rusia en

copias manuscritas del original franc1s, siendo publicada luego en ruso, en 8JJK,

en IG1stnik 'arodnoi GoliI 4«Bensa$ero de la Goluntad del !ueblo»6 en Ainebra

y despu1s en Rusia misma +=- .a carta, al igual que todo lo que sal&a de la pluma

de Bar", llam# mucha atenci#n en los medios rusos y fue interpretada de las más

distintas maneras@ por eso resumir1 aqu& su contenido

2nte todo, Bar" recha/a la concepci#n que le atribuye I%t1chestvennye SapiskiI

acerca de que 1l, lo mismo que los liberales rusos, considera que para Rusia no

e"iste cosa más urgente que la destrucci#n de la propiedad comunal campesina

para pasar precipitadamente al capitalismo 0u breve observaci#n acerca de

er/en en la adici#n a la primera edici#n de IEl 7apitalI no prueba

absolutamente nada .a observaci#n dice) «0i en el continente europeo, la

influencia de la producci#n capitalista, que socava el g1nero humano, sigue

desarrollándose como lo ha hecho hasta ahora, del bra/o con la competencia en la

hipertrofia del militarismo nacional, de las deudas del Estado, de los impuestos,en la manera elegante de librar guerras, etc, se llegará efectivamente a la

necesidad inevitable de re$uvenecimiento de Europa con la ayuda del látigo y la

inyecci#n obligatoria de sangre calmuca, como lo profeti/a tan seriamente el

semirruso, pero, en cambio, puro moscovita er/en 4observemos, entre otras

cosas, que este hombre de letras no ha hecho sus descubrimientos respecto del

«comunismo ruso» en Rusia, sino en una obra del prusiano a"thausen,

conse$ero de Estado6» 4IEl 7apitalI, t ?, primera edici#n alemana, pág PK;6 +89-

.uego, Bar" prosigue) este lugar «no puede servlr, de manera alguna, de clave

para mis concepciones acerca de los esfuer/os» 4sigue la cita en ruso6 «de los

rusos con vistas a hallar para su patria el camino de desarrollo diferente del que

ha seguido y sigue la Europa %ccidental», etc «En las palabras finales para la

segunda edici#n alemana de IEl 7apitalI yo hablo del gran sabio y cr&tico ruso»

47hernyshevski6 +>>>>>>>>>>- «con el profundo respeto que merece Este sabio

trata en sus notables art&culos el problema de si debe Rusia, como lo quieren sus

economistas liberales, comen/ar por la destrucci#n de la comunidad rural, a fin

de pasar al r1gimen capitalista, o, al contrario, puede, sin pasar por los

sufrimientos que le acarrear&a ese r1gimen, apropiarse todos sus frutos,

desarrollando sus propias dotes hist#ricas 7hernyshevski se pronuncia en el

sentido de esta (ltima soluci#n»

«!or cierto, visto que no me gusta de$ar «lugar a dudas», me e"presar1 sin

ambages 2 fin de poder opinar con conocimiento de causa acerca del desarrollo

econ#mico de Rusia, he aprendido el idioma ruso y estuve durante muchos años

estudiando publicaciones especiales y de otro g1nero referentes a este asunto

.legu1 a la siguiente conclusi#n i !usia marcha por el camino que -iene

siguiendo desde &'.&/ perderá la me0or oportunidad que la historia ha ofrecido










0amás a alg1n pueblo y sufrirá todas las peripecias fatales del r2gimen

capitalista»+>>>>>>>>>>>-

Bás adelante, Bar" e"plica otros errores cometidos por su cr&tico@ el (nico pasa$e

que tiene algo que ver con el problema que nos ocupa dice)

«2s& pues, qu1 aplicaci#n a Rusia ha podido hacer mi cr&tico de este esbo/o

hist#rico» 4Trátase de la acumulaci#n originaria de capital6 «0#lo la siguiente

0i Rusia tiende a ser una naci#n capitalista como las de la Europa %ccidental 3y

en los (ltimos años ha hecho mucho en ese sentido3 no lo logrará si no

convierte previamente en proletarios a una parte considerable de sus campesinos@

y despu1s de eso, una ve/ en medio del r1gimen capitalista, se verá su$eta a sus

leyes implacables, lo mismo que los otros pueblos profanos Eso es todo»

2s& escrib&a Bar" en 8JPP 2 la sa/#n hab&a en Rusia dos gobiernos) el del /ar y

el del comit1 e$ecutivo 4ispolnítelnyi komitet 6 secreto de los conspiradoresterroristas +88- El poder de este segundo Aobierno, el secreto, iba en ascenso

cada d&a El derrocamiento del /arismo parec&a inminente@ la revoluci#n en Rusia

deb&a privar a toda la reacci#n europea de su más poderoso puntal, de su gran

e$1rcito de reserva, y dar as& un fuerte impulso al movimiento pol&tico del

%ccidente, creando para 1l, además, unas condiciones de lucha

incomparablemente más propicias 'o es de e"trañar, por tanto, que Bar", en su

carta, aconse$e a los rusos que no se apresuren con su salto al capitalismo

.a revoluci#n rusa no se produ$o El /arismo ha triunfado sobre el terrorismo, el

cual, en el momento presente ha empu$ado a todas las clases pudientes y «amigasdel orden» a que se abracen con el /arismo * a lo largo de los 8P años

transcurridos desde que fue escrita esta carta de Bar", tanto el desarrollo del

capitalisino como la desintegraci#n de la comunidad campesina en Rusia han

progresado enormemente C7#mo están las cosas hoy, en 8J=LD

Nado que el vie$o despotismo /arista continuaba inmutable despu1s de las

derrotas sufridas en la guerra de 7rimea y del suicidio de 'icolás ?, no quedaba

más que un solo camino) pasar lo más pronto posible a la industria capitalista

2cabaron con el e$1rcito las vastas e"tensiones del ?mperio, las largas marchas

hacia el teatro de operaciones@ era preciso superar estas distancias mediante laconstrucci#n de una red de ferrocarriles estrat1gicos !ero, los ferrocarriles

implican la creaci#n de una industria capitalista y revolucionan la agricultura

primitiva !or una parte, los productos agr&colas de las regiones más apartadas

del pa&s entran en contacto directo con el mercado mundial@ por otra, no se puede

construir y e"plotar una amplia red ferroviaria sin disponer de una industria

nacional capa/ de suministrar rieles, locomotoras, vagones, etc !ero es







imposible crear una rama de la gran industria sin poner en marcha, a la ve/, todo

el sistema@ la industria te"til, de tipo relativamente moderno, que ya hab&a

arraigado en las provincias de Bosc( y de Glad&mir, as& como en el territorio del

Máltico, recibi# un nuevo impulso 0igui# a la construcci#n de ferrocarriles y

fábricas la ampliaci#n de los bancos y la fundaci#n de otros nuevos@ el que los

campesinos se vieran libres de la servidumbre engendraba la libertad dedespla/amiento@ cab&a esperar que una parte considerable de esos campesinos se

viese libre tambi1n de toda posesi#n de tierras 2s&, en un breve per&odo se

colocaron en Rusia las bases del modo de producci#n capitalista !ero, al propio

tiempo, se dio con el hacha en las ra&ces de la comunidad campesina rusa

Es in(til lamentarlo ahora 0i, despu1s de la guerra de 7rimea, el despotismo

/arista hubiese sido sustituido con la dominaci#n parlamentaria directa de la

noble/a y la burocracia, ese proceso hubiera sido, posiblemente, algo más lento@

si el poder hubiese sido tomado por la burgues&a naciente, el proceso se hubiera

acelerado indudablemente En aquellas condiciones no hab&a otra soluci#n7uando en Hrancia e"ist&a el 0egundo ?mperio, cuando en ?nglaterra prosperaba

la industria capitalista, no se pod&a e"igir que Rusia se lan/ase de cabe/a, a partir

de la comunidad campesina, a reali/ar desde arriba e"perimentos de socialismo

de Estado 2lgo deb&a pasar * pas# lo que era posible en seme$antes

condiciones@ lo mismo que siempre y en todas partes en los pa&ses de producci#n

mercantil, los hombres actuaron, en la mayor&a de los casos, s#lo de modo

semiconsciente o mecánicamente, sin darse cuenta de lo que hac&an

Bientras tanto sobrevino un per&odo nuevo, inaugurado por 2lemania, un per&odo

de revoluciones por arriba, un per&odo de rápido crecimiento del socialismo en

todos los pa&ses europeos Rusia ha tomado parte en el movimiento general

7omo era de esperar, aqu& este movimiento ha adquirido la forma de asalto

resuelto, con el fin de derrocar el despotismo /arista, con el fin de conquistar la

libertad de desarrollo intelectual y pol&tico de la naci#n .a fe en la fuer/a

milagrosa de la comunidad campesina, de cuyo seno puede y debe venir el

renacimiento social 3fe de la que no estaba e"ento del todo, como vemos, el

propio 7hernyshevski3, esa fe ha hecho lo suyo, al estimular el entusiasmo y la

energ&a de los heroicos combatientes rusos de vanguardia 2 estos hombres, unos

cuantos cientos, cuya abnegaci#n y valor hicieron que el absolutismo /arista

llegase a pensar en una capitulaci#n eventual y en las condiciones de la misma, a

estos hombres no les pediremos cuentas por haber considerado que su pueblo

ruso era el pueblo elegido de la revoluci#n social !ero no tenemos por qu1

compartir con ellos su ilusi#n El tiempo de los pueblos elegidos ha pasado para

siempre



* mientras herv&a esta lucha, el capitalismo progresaba en Rusia, acercándose

más y más al ob$etivo que no hab&an logrado los terroristas) for/ar al /arismo a

capitular

El /arismo necesitaba dinero * no s#lo para el lu$o de la corte, para la burocracia

y, en primer t1rmino, para el e$1rcito y la pol&tica e"terior basada en sobornos,sino, sobre todo, para sus finan/as en estado lamentable y la pol&tica absurda en

el dominio de la construcci#n de ferrocarriles En el e"tran$ero ya nadie quer&a ni

pod&a cubrir los d1ficits del tesoro /arista@ hab&a que buscar ayuda dentro del

pa&s ubo que colocar una parte de las acciones ferroviarias dentro del pa&s, al

igual que una parte de los pr1stamos .a primera victoria de la burgues&a rusa

fue la adquisici#n de concesiones ferroviarias, que garanti/aban todas las

ganancias futuras a los accionistas, y todas las p1rdidas, al Estado .uego

vinieron los subsidios y los premios por la instituci#n de empresas industriales,

como tambi1n las tarifas de protecci#n de la industria nacional, tarifas que

hicieron, en fin de cuentas, absolutamente imposible la importaci#n de grann(mero de ob$etos El Estado ruso, agobiado por las ilimitadas deudas y viendo

su cr1dito en el e"tran$ero casi anulado, tiene que ocuparse, en beneficio directo

del fisco, en implantar artificialmente la industria nacional El Estado ruso siente

una necesidad constante de oro para pagar los intereses de sus deudas en el

e"tran$ero !ero, en Rusia no hay oro en circulaci#n, en ese pa&s no circula más

que papel moneda 7ierta cantidad de oro procede de las aduanas, que cobran los

derechos s#lo en oro, lo cual, por cierto, eleva en el :9 la magnitud de los

aranceles 2hora bien, las mayores cantidades de oro deben proceder de la

diferencia entre el valor de la e"portaci#n de materias primas rusas y el de la

importaci#n de art&culos de la industria e"tran$era@ las letras de cambio libradas a

los compradores e"tran$eros por valor de este e"cedente las compra el Aobierno

ruso en el pa&s con papel moneda y luego las cambia por oro !or eso, si el

Aobierno no quiere recurrir a nuevos pr1stamos e"tran$eros para pagar los

intereses de deudas e"tran$eras, debe cuidar de que la industria rusa se consolide

rápidamente para cubrir toda la demanda interior Ne ah& la e"igencia de que

Rusia llegue a ser un pa&s industrial capa/ de abastecerse a s& mismo para no

depender del e"tran$ero@ de ali& los esfuer/os convulsivos del Aobierno

empeñado en alcan/ar en unos cuantos años el desarrollo má"imo del

capitalismo 0i no se logra eso, no quedará otra soluci#n que tocar el fondometálico de guerra acumulado en el Manco del Estado y en el Tesoro o ir a la

quiebra En uno u otro caso eso significar&a el fin de la pol&tica e"terior rusa

Fna cosa está clara) en estas circunstancias, la $oven burgues&a rusa tiene el

Estado enteramente en sus manos En todos los problemas econ#micos

importantes, el Estado se ve for/ado a someterse a sus deseos El que la

burgues&a tolere todav&a la autocracia desp#tica del /ar y de los funcionarios de



1ste se debe s#lo a que dicha autocracia, suavi/ada por la venalidad de la

burocracia, le ofrece más garant&as que los cambios, a(n en el esp&ritu burgu1s

liberal, cuyas consecuencias, vista la actual situaci#n en Rusia, nadie puede

prever 2s& es como avan/an a ritmo cada ve/ más acelerado la transformaci#n de

Rusia en pa&s industrial capitalista, la proletari/aci#n de una parte considerable

de los campesinos y la destrucci#n de la antigua comunidad comunista

'o me atrevo a decir que esa comunidad haya conservado suficientes fuer/as

para poder, en el momento oportuno, como confiábamos Bar" y yo todav&a en

8JJ, con$ugada con una revoluci#n en la Europa %ccidental, servir de punto de

partida para el desarrollo comunista !ero una cosa está fuera de toda duda) para

que sobreviva algo de esta comunidad es preciso, ante todo, que se derroque el

despotismo /arista y que se realice la revoluci#n en Rusia 2demás de arrancar a

la mayor parte de la naci#n, los campesinos, del aislamiento de sus aldeas, que

constituyen su «mir», su universo, además de llevar a los campesinos a la vasta

arena en la que conocerán el mundo e"terior y, a la ve/, a s& mismos y se daráncuenta de su situaci#n y de los medios necesarios para liberarse de la actual

miseria, la revoluci#n rusa dará un nuevo impulso al movimiento obrero del

%ccidente, creará para 1l me$ores condiciones de lucha y acelerará as& la victoria

del proletariado industrial moderno, la victoria sin la cual la Rusia de hoy no

podrá llegar a una reorgani/aci#n socialista de la sociedad ni sobre la base de la

comunidad ni sobre la base del capitalismo

acerca de la cuestion social en rusia.docx

Documents