2013 nÚmero 3

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¿Cómo fue preparada la cosecha? La rosa no se pregunta el porqué El Grial y el caballo ¿Qué es la angustia? ´No tengo alma´, decía él… Siete líneas de conducta para un camino espiritual Ahura Mazda, el Creador increado 2013 NÚMERO 3

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Page 1: 2013 NÚMERO 3

¿Cómo fue preparada la cosecha?

La rosa no se pregunta el porqué

El Grial y el caballo

¿Qué es la angustia?

´No tengo alma´, decía él…

Siete líneas de conducta para un camino espiritual

Ahura Mazda, el Creador increado2013 NÚMERO 3

Page 2: 2013 NÚMERO 3

tijd voor leven 2

Redactor JefeA.H. v. d. Brul

Responsable editorialP. Huis

RedacciónPentagrama

Maartensdijkseweg 1

NL-3723 MC Bilthoven, Holanda

e-mail:[email protected]

Edición y administraciónFundación Rosacruz

Camino del Pesebre, s/n.

50162 Villamayor (Zaragoza)

web:www.fundacionrosacruz.org

e-mail:[email protected]

© Stichting Rozekruis Pers.

Ninguna parte de esta revista

puede ser reproducida sin la

autorización escrita del editor.

La revista pentagrama aparece seis veces

por año en holandés, alemán, español,

francés e inglés.

En brasileño, búlgaro, fi nés, griego, húngaro,

italiano, polaco, ruso, eslovaco, sueco y

checo, sólo aparece cuatro veces por año.

Depósito legal:

GI 1005-95

Revista de la Escuela Internacional

de la Rosacruz Áurea

Lectorium Rosicrucianum

La revista pentagrama se propone atraer la

atención de los lectores sobre la nueva era que

ha comenzado para el desarrollo de la humanidad.

El pentagrama siempre ha sido el símbolo

del hombre renacido, del hombre nuevo.

Es igualmente el símbolo del universo y de su

eterno devenir, por el que tiene lugar la

manifestación del Plan de Dios.

No obstante, un símbolo sólo tiene valor

cuando se convierte en realidad. El hombre

que realiza el pentagrama en su microcosmo,

en su propio pequeño mundo, se mantiene

en el camino de la Transfi guración.

La revista pentagrama llama al lector a realizar

esta revolución espiritual en sí mismo.

Page 3: 2013 NÚMERO 3

hoe de oogst werd voorbereid 1 1

las características de la verdadera

mirada

¿cómo fue preparada la cosecha? 2

representaciones del mundo 8-9,

16-17, 30-31, 44-45, 50

línea de conducta para

la vida cotidiana

la rosa no se pregunta el porqué 10

el Grial y el caballo 18

la abuela decía… 26

«¡tú no tienes un alma…!» decía

«¡tú no tienes sólo un alma,

tienes dos!» 27

los siete cursos del tiempo 32

el camino del alma

más allá de la angustia 37

siete visiones

para un camino espiritual 46

Ahura Mazda 52

Visiones del mundo El ser humano moderno se mantie-

ne sobre la plaza pública del mundo. Cierto remolino

le agita todavía: una imagen, un olor, un recuerdo, pero

la impresión permanece vaga, sin una dirección precisa.

Tiene una pésima visión del mundo, ¿pero es éste su

mundo? Felizmente no, el miedo permanece a distancia.

Los mundos económico y militar, ‘Shock and wave’ los

choques y las ondas de choque, ¿es éste su mundo? ¿Y

qué le solucionarían?

¿Puede ser el mundo económico, de las fi nanzas, el

suyo? Él lo sabe: en ese mundo todo es peor de lo que

se puede imaginar. También existe el mundo del medio

ambiente y de la ecología, ¡lleno de intereses! Sin embar-

go, el universo silencioso de las plantas permanece cerra-

do para él. El ser humano sólo puede causarle daños.

También está la paleta multicolor del mundo puro de

los animales. Pero su pureza ha desaparecido, pues todo

lo que el ser humano toca, lo degrada. Lo que intenta

hacer mejor se vuelve ridículo y refl eja el propósito de

sus intenciones. En el mundo de la acción, el ser humano

quiere emprender y realizar operaciones de gran enver-

gadura. Pero le falta el verdadero saber. Lo que realiza

hoy se vuelve, poco después, incomprensible, léase

erróneo. No hay, dicen algunos, religión más elevada que

la verdad, ¿pero qué es la verdad?

Otros afi rman: «Jesús salva», o incluso: «No existe más

Dios que Alá, Él es perfecto…». Durante este tiempo,

sobre la plaza pública del mundo, el ser humano continúa

buscando… Él mira, ¿pero ve? ¿Se puede ver a través de

jirones de carne? ¿Ve el mundo tal como es? ¿Y cuántos

mundos? ¿Quiere sólo verlos? ¡Ah, no sé! Sólo en mi fue-

ro interno yo Le encuentro. Observo, escruto, descubro

el resplandor en sus ojos y lo reconozco. Yo asiento, soy

como Él. Y, desde siempre, espero… al Único, al Miseri-

cordioso, lo Infi nito.

Zhang Xiaogang, ciruelo rojo,pintura al óleo sobre lienzo, 2011

Año 35 2013 número 3

Page 4: 2013 NÚMERO 3

2 pentagrama 3/2013

La razón de estos cambios se explica por la

rotación periódica de las corrientes magné-

ticas que hacen que nuestro planeta entre,

de una época a otra, en un campo magnético

diferente. El estado natural en su totalidad, ya se

trate de los minerales, de las plantas, de los ani-

males o de los seres humanos, debe reaccionar

a este campo, pues toda criatura depende y vive

de la respiración magnética.

Todo el universo constituye un solo sistema

de grandes o pequeños sistemas estelares in-

terdependientes y, por lo tanto, mutuamente

cooperantes. Todo este gigantesco organismo es,

por decirlo así, regido por corrientes magné-

ticas. Como movido por un único y complejo

¿cómo fuepreparada la cosecha?

LAS CARACTERÍSTICAS DE LA VERDADERA MIRADA

J. van Rijckenborgh

El trabajo y las revelaciones de la Gnosis en el campo del tiempo se realizan de período en período. Estudiando este fenómeno, com-probamos inmediatamente que, en realidad, la Gnosis jamás abandona el mundo ni la huma-nidad. Sólo se trata de variaciones, de cambios en la forma de enfocar las revelaciones y rea-lizaciones que se armonizan completamente con el camino y con el comportamiento de la humanidad a través de los siglos. Esta necesi-dad aparece de forma evidente, teniendo en cuenta el hecho de que el estado de alma de la humanidad y, por lo tanto, su estado de con-ciencia y su poder de reacción, cambian varias veces en el curso de un mismo siglo..

Page 5: 2013 NÚMERO 3

Jan van Rijckenborgh y Catharose de Petri son los fundadores de

la Escuela Espiritual de la Rosacruz Áurea. Ellos han revelado a

los alumnos de esta Escuela el camino de la liberación del alma,

y esto, de todas las maneras posibles, a menudo con la ayuda de

textos originales de las enseñanzas universales que han explicado,

comentado y de las que han dado testimonio en su vida…

Cosecha de trigo en La India. ©Yann, foto con la autorización de commons.wikimedia.org

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«Todo lo que desaparece, reaparece; todo lo que viene ya ha existido en los siglos pasados»

4 pentagrama 3/2013

conjunto de grandes y pequeños indicadores,

dirige, además, el destino y las acciones de la

humanidad. Para cada uno de nosotros resul-

ta evidente que, si los servidores de la Gnosis

quieren obtener un resultado convincente con

vistas a encontrar, cosechar y sensibilizar a las

almas perdidas para la transfi guración, deben

tener en cuenta estos cambios de energías y de

las corrientes electromagnéticas.

No hay persona orientada objetivamente que no

sepa que un campo magnético, en el que un ser

humano respira en ciertos momentos, cambia

profundamente la estructura de su personalidad.

Los primeros cambios se manifi estan en el alma

así como en los tres aspectos del ego: deseo,

voluntad y pensamiento que determinan todos

los actos del ser humano.

Imaginen que nuestro planeta penetra en una

esfera magnética diferente, entonces cada raza,

cada pueblo y cada ser humano reaccionará

a esta infl uencia. En primer lugar irrumpe un

período muy caótico, pero muy rápidamente

emerge de esta avalancha de acontecimientos

y reacciones un signifi cado específi co: la bestia

humana es empujada hacia otro pastizal.

Al principio, se observan protestas, resistencia,

querellas internas por un lado… actividad de

los pioneros, por otro. Este juego se desarrolla

en todas las capas de la cultura y de la vida. Las

personas inclinadas a la fi losofía y la literatu-

ra escriben gruesos libros a propósito de una

antigua mentalidad que se ha vuelto anticuada y

de una nueva que tiende sus brazos a la huma-

nidad, invitándola a adoptarla.

Pero no hay que solicitar nada, invitar a nadie,

ni tampoco meditar pues de lo que se trata es

de la puesta en marcha de una nueva situación

que cambia a cada ser humano en la totalidad

de su estado de ser.

¡Estudien con celo la historia del mundo y

comprobarán ese mismo alboroto cada vez que

se cambia de pastizales! ¡Todo lo que, a primera

vista, parece nuevo, no lo es!

«Todo lo que desaparece, vuelve; todo lo que se

presenta, ya ha existido en los siglos preceden-

tes». Usted conoce perfectamente las palabras

del predicador bíblico. Entonces, somos capaces

de distinguir claramente la manifestación uni-

versal de los servidores de la Gnosis. Nosotros

les decimos que, en función de los cambios

periódicos de intensidad de los campos magnéti-

cos, no tardan en producirse cambios en el alma

y en la conciencia. Nuestra mentalidad, por

ejemplo, se revela diferente de día en día. Nues-

tra apertura a la Gnosis difi ere también cada día

hasta que el alma renazca completamente en la

Gnosis. El poder de asimilación del alma natu-

ral y del ego nacido de esta alma sufre, por este

hecho, todo tipo de turbulencias. Incluso puede

ocurrir que la Gnosis desaparezca de la vida de

un ser humano y que el mismo pierda hasta el

recuerdo de esta fuerza saludable.

Así pues, ¿qué ha pasado? La Gnosis y sus co-

rrientes de gracia siguen siendo las mismas, sólo

el ser humano ha cambiado como consecuencia

de la infl uencia de la corriente magnética des-

crita. Lo que llamamos Gnosis es también una

plenitud de radiación de naturaleza magnética

Page 7: 2013 NÚMERO 3

¿cómo fue preparada la cosecha? 5

pero que proviene de un universo completa-

mente diferente, a menudo llamado «Reino» en

las Sagradas Escrituras, el Reino divino que no

es de este orden de nuestra naturaleza. Imagi-

nen claramente dos sistemas magnéticos, cada

uno con su propio proceso de circulación, el

de la Gnosis y el de nuestra naturaleza. Existen

momentos en la correlación de estos dos pro-

cesos en los que las entidades y las fuerzas de

una esfera pueden declararse a las de la otra.

Momentos que permiten que los buscadores se

aproximen a la Gnosis, la comprendan y pene-

tren en su realidad por la transfi guración.

Si esas posibilidades no son explotadas por el

buscador, se disipan por el hecho de que los

rayos magnéticos se alejan.

Observemos, tras esta introducción, la historia

de la humanidad y entonces descubramos cómo,

hacia los siglos XII y XIII, llegó a su fi n un

renacimiento gnóstico generalizado que duraba

desde el inicio de nuestra era, que ha sido rica

por su abundante cosecha de miles y miles de

personas.

En esta época, el adversario clásico de la Gnosis

provocaba numerosos, importantes y terribles

baños de sangre, tan difíciles de imaginar por

nosotros. Pero tengan en cuenta que el fuego

gnóstico es inextinguible. La antorcha gnóstica,

pisoteada en un lugar, se enciende en el mismo

momento en otro lugar, para renacer algunos

años más tarde allí donde se había intentado

apagar.

Por lo tanto, no podemos pensar que los baños

de sangre, dirigidos contra los cátaros por el

papa Inocencio III y sus hordas, obligaran a la

Gnosis a suspender su actividad en el mundo. El

trabajo gnóstico entró en una fase de reposo por

razones totalmente diferentes.

Se debe tener en cuenta el hecho de que todos

los eones magnéticos de esta naturaleza se pre-

paraban para conducir a la humanidad hacia un

nuevo nadir, el nadir del individualismo exa-

cerbado, marcado por una mayor densidad del

cuerpo racial y una deifi cación del materialismo.

Ustedes conocen ciertamente las consecuen-

cias de este descenso en la esfera material y en

la esfera refl ectora que se ha proseguido has-

ta nuestros días. Por estas razones, el impulso

gnóstico se apagó, pues no podía descender más

bajo de lo que lo había hecho hasta entonces.

Debía esperar momentos propicios, ciertamen-

te venideros. El descenso, iniciado hacia fi nales

de la Edad Media, ha alcanzado ahora el punto

más bajo. Alcanzado éste, se plantea la siguien-

te pregunta: ¿cuáles serán los acontecimientos

venideros?

La Escuela de la Rosacruz sostiene la tesis de

que se hará una separación en el seno de la

humanidad, que se escindirá en dos grupos: la

masa, aprisionada por un nuevo impulso elec-

tromagnético, continuará su camino de descenso

bajo la égida de la ciencia natural y de todas

las otras ciencias que se establecen en ésta. Este

nuevo nadir signifi cará el fi nal defi nitivo, como

nos lo muestra el ejemplo de la Atlántida. El

segundo grupo de la humanidad está en camino

de girar de nuevo hacia la Gnosis y lo conse-

guirá cuando solamente reaccione al hora est y

Page 8: 2013 NÚMERO 3

No debemos investigar esas sociedades secretas en función de sus doctrinas, su comportamiento, etc., sino sólo en función de cuál fue la fuerza motriz que estaba detrás

6 pentagrama 3/2013

utilice de la manera correcta, plenamente y sin

reservas, el tiempo impartido.

Se podría plantear la siguiente pregunta: ¿de

dónde viene el segundo grupo? ¿Cómo se ha

formado? ¿Cuál es su porvenir?

Si acertamos a responder, sabremos si pertene-

cemos a este grupo y en qué grado nos encon-

tramos en el seno de este grupo. Este conoci-

miento es muy importante, él determina lo que

tenemos que hacer para reparar el retraso, véase,

para prevenir el riesgo de un nuevo retraso.

Cuando se produjo el drama de los cátaros, los

hermanos y las hermanas se diseminaron a tra-

vés de Europa. En cierto período, no había nin-

gún país, ninguna comarca, donde no estuvieran

presentes. Abandonando sus antiguas actividades,

sus métodos gnósticos conocidos y experimen-

tados, dieron nacimiento, según su vocación, a

un método completamente nuevo. Para comen-

zar, introdujeron el desarrollo del método de la

dispersión individual.

Cada hermano o hermana elegía, tras una ma-

dura concertación, un alumno. Cuando éste, en

un momento dado, parecía apto, recibía el co-

metido de elegir, a su vez, otro alumno. Ustedes

comprenderán que de esta manera fue soldada

una sólida cadena de hermanos y hermanas

alrededor de Europa, esto en el secreto más

profundo, bajo la cubierta de un trabajo profano

y ciudadano.

Esta fraternidad era y es la que forma el zócalo

del gnosticismo moderno. En el curso de los

siglos siguientes, las especulaciones aumentaron

rápidamente, pero nadie, a menos de pertene-

cer a esta cadena, podía tener conocimiento al

respecto, pues los que sabían callaban. El único

saber auténtico que se refería a este primer cír-

culo es revelado en la Confessio Fraternitatis.

Desde entonces, la segunda fase podía poner-

se en marcha. El Renacimiento dio lugar a la

reforma de la Iglesia. En esta situación no es

sorprendente que Europa fuese inundada por

sociedades secretas. No debemos considerar

estas sociedades según su naturaleza, su ense-

ñanza, su comportamiento y demás, sino según

la fuerza motriz que las animaba. Detrás de ellas

se mantenía la Cadena fraternal citada anterior-

mente que, en cierto momento, dio nacimien-

to a todas esas sociedades con cuya ayuda era

posible sondear la opinión pública, conocer los

medios que disponían los buscadores y testarlos

bajo esas condiciones totalmente nuevas. Surgie-

ron cada vez más sociedades nuevas, había para

todos los gustos. Con razón se puede decir, que

la población europea entera fue sometida a un

profundo examen psicológico.

Terminado éste, y sondeadas las nuevas posi-

bilidades de reacción, esas sociedades secretas

fueron de nuevo abandonadas por la Cadena

fraternal concernida: en parte suprimidas direc-

tamente, en parte llevadas a una existencia pa-

siva, y en parte dominadas por los enemigos de

la Gnosis que utilizaban sus caparazones vacíos

con fi nes comprensibles.

Sobre la base de este examen psicológico gene-

ral fue emitida, por la Logia del Padre, ese cen-

tro invisible cuyo impulso cósmico se abre un

Page 9: 2013 NÚMERO 3

¿cómo fue preparada la cosecha? 7

camino a través del mundo, la decisión de enviar

tres grandes impulsos, una vez que los desarro-

llos históricos y materiales alcanzaron el nadir.

Tres impulsos de carácter diferente pero tenien-

do todos ellos, los tres, el mismo objetivo: guiar

ese grupo de la humanidad del que nacería la

Escuela Espiritual moderna para, en este punto

de caída determinada, encarnar el nuevo impul-

so gnóstico, con más rapidez y de forma radical-

mente diferente.

Encontramos estos tres impulsos en el movi-

miento de los francmasones, el movimiento

teosófi co y el movimiento antroposófi co; alrede-

dor de los cuales evolucionan algunas corrientes

secundarias. Estos tres movimientos se apoyaban

sobre una base que proviene de la sabiduría

oriental, pero también llevando una etiqueta

clara que concernía a su origen, como la Biblia,

el budismo, el hinduismo u otras, mientras que

muy oculta, en el trasfondo, irradiaba la anti-

quísima Gnosis Universal de los tiempos perdi-

dos para aquellos que lo veían. Impulsados por

esas corrientes universales, esos movimientos se

fundaban sobre los ideales que obsesionaban a la

humanidad dialéctica, tales como el humanismo,

la fi losofía, el ocultismo, la cultura en general.

Así eran mezcladas dos corrientes, cada una de

las cuales tenía su propia orientación: la corrien-

te universal y la de la naturaleza. Incluso un

niño puede comprender las consecuencias que,

tarde o temprano, se desprenderían de ello:

el ser humano, que sería retenido en relación al

aspecto dialéctico en una de las tres corrientes,

viviría la “sin salida”. Entonces quedaría única-

mente ese núcleo: el aspecto universal.

Tras esta experiencia dolorosa pero muy valiosa

y de primera mano, a pesar de la densidad del

cuerpo racial, sería adquirida de nuevo una base

para que emergiera un nuevo movimiento gnós-

tico en Europa, un nuevo Reino Gnóstico.

Según la visión desarrollada anteriormente, esos

tres impulsos conducen a la Escuela Espiritual

Moderna que niega completamente el aspecto

unido a la naturaleza y libera la Gnosis Univer-

sal en el tiempo. ¡Así actúan los impulsos y así,

en lo sucesivo, son y serán acelerados los tiem-

pos para preparar nuevamente el campo de la

cosecha!

El nuevo Reino Gnóstico en Europa está fun-

dado y su Fraternidad invita a todos los seres

a participar en el campo magnético preparado

para este fi n, que eleva al ser humano al nuevo

campo de conciencia, protegiéndole así de todo

peligro, de toda amenaza.

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8 pentagrama 3/2013

R E P R E S E N T A C I O N E S D

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representaciones del mundo 9

Las representaciones del mundo son el refl ejo

de la comprensión y del pensamiento humano.

Uno de los más antiguos mapamundis es el

de Ebsdorfer, pintor del siglo XIII en el que se

refi eren a conocimientos anteriores. Éste muestra

el mundo conocido entonces con Jerusalén en

el centro y Cristo está representado en la parte

superior con el paraíso a un lado que, a su vez,

indica el Este: “….el Señor había plantado un

jardín en Oriente”..

E L M U N D O

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10 pentagrama 3/2013

Según el budismo, la verdadera misión del ser humano es recorrer el «noble sendero óctuple», que le conduzca al buen fi n. Quien recorre este sendero realiza la budeidad. Los alumnos de la Escuela Espiritual de la Rosacruz Áurea recorren el camino de la endura gnóstica. Estas dos vías guían la vida cotidiana de quienes desean alcanzar la elevación espiritual, no sólo en teoría sino también en la práctica. Para hacerlo, en lo cotidiano siguen una enseñanza y la aplican en su comportamiento.

El adepto del budismo se vuelve un

bodhisattva. Intenta realizar la budeidad

con vistas a alcanzar el objetivo supre-

mo, el nirvana. El alumno de la rosacruz aspira

volver a vestir «el vestido de oro de las bodas»,

símbolo del matrimonio alquímico de Cristián

Rosacruz: la unión del alma y del Espíritu.

Estos dos caminos, el del óctuple sendero y el

de la endura gnóstica, son posibles por el hecho

de la presencia, en el corazón del ser humano,

de un punto de contacto que “le llama” y le

incita a recorrer el camino. En la Rosacruz, este

punto de contacto se llama, de forma poética,

‘capullo de rosa’ y, entre los budistas, ‘fl or de

loto’. Este punto de contacto llama al hombre

a tomar ese camino y a recorrerlo. Escuchar

y seguir la voz de la rosa o del loto incide en

el comportamiento y la actitud de quienes se

comprometen en esos procesos, asegurando un

cambio inconfundible. Su prioridad es el «servi-

cio al mundo y a la humanidad».

¿Qué nos indica la fl or búdica? Su proyección

sobre un plano de dos dimensiones representa

un triángulo. Siete anillos compuestos de doce

fl ores ilustran el séptuple desarrollo del loto.

Ese desarrollo comienza en el mundo conoci-

do de la perpetua oscilación de los contrarios,

como el péndulo de un reloj. Sin embargo, poco

a poco, mientras se camina por el sendero, el

movimiento del péndulo pierde su amplitud de

forma perceptible, acaba por inmovilizarse en

su eje, a partir de la cumbre; allí fl orece un loto

abierto. El loto simboliza la octava etapa, la del

pasaje, la unión con el Todo, con la Luz: el esta-

do de despertar del Buda.

La fl or reposa sobre un triple cuadrado corona-

do con tres círculos.

Tres cuadrados para comenzar. ¡Sobre un cua-

drado es posible edifi car una construcción, de

‘abajo’ hacia ‘arriba’! Los cuadrados representan

los mundos material, mental y espiritual.

Después, hay tres veces un círculo. El círculo no

tiene ni comienzo ni fi n. En este caso, evoca los

cambios, los desarrollos y la renovación perma-

nentes del corazón, de la cabeza y de los actos.

• El corazón reconoce la misión espiritual, se

une a ella, se desarrolla en él.

• La cabeza, por el intelecto, comprende la legi-

timidad del camino y puede reconocerlo. Ella es

consciente de los obstáculos que le son inheren-

tes y de lo que facilita el camino.

• Las manos (los actos) traducen el dinamismo

que, por una mediación, una refl exión cotidia-

na, se expresa en un perecimiento diario de la

antigua naturaleza; desde entonces nace la nueva

naturaleza y una conducta, una marcha adaptada

al objetivo elevado del que dan testimonio.

En otros términos: el corazón, la cabeza y las

manos –o el amor, el conocimiento y el acto–

pueden concurrir, sobre tres niveles unifi cados,

gracias a ese proceso de desarrollo continuado,

al sublime propósito. Ese cambio resulta de un

proceso de purifi cación y de santifi cación.

La fl or con siete pétalos está constituida así: en

su base, las guirnaldas de fl ores repartidas en

siete espirales cada una con doce pequeñas fl o-

res y, en el octavo nivel, el loto abierto.

Las fl ores más pequeñas simbolizan las doce

la rosa no se pregunta el porqué

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la rosa no se pregunta el porqué 11

fuerzas cósmicas que sostienen los siete desarro-

llos destinados a la santifi cación y a la unifi ca-

ción: ¡el octavo!

Los siete círculos pueden ser divididos en cuatro

grupos de tres que corresponden a las «cuatro

nobles verdades» del budismo:

1. La primera noble verdad es la del sufri-

miento (Dukkha). Ella estableció que el sufri-

miento es inherente a la vida, explica la natura-

leza del sufrimiento y la manera en la que este

sufrimiento, en el curso de la vida, se manifi esta

en todos sus contextos.

2. La segunda noble verdad es la de la cau-

sa del sufrimiento (Samudaya). El budismo ve

en el deseo la causa de todo sufrimiento, ahora

bien la vida humana es movida, en principio,

LÍNEA DE CONDUCTA PARA LA VIDA COTIDIANA

Lilias Trotter: Extracto de su carnet de bocetos de bolsillo Francia-Suiza-Véneto, 1877

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12 pentagrama 3/2013

por deseos ya sean de orden sexual, material, los

cuales siempre piden más tan pronto como se

han satisfecho, más cosas, como el deseo de ser

considerados, deseo de no conocer la enferme-

dad, las minusvalías, la pobreza…

3. La tercera noble verdad es la de la suspen-

sión del sufrimiento (Nirodha) por el abandono

de todo deseo.

4. La cuarta noble verdad (Marga Sacca) es la

del «noble sendero óctuple, el cese del sufri-

miento» también llamado «el Noble Camino Óc-

tuple»: la visión correcta, el pensamiento correcto,

la palabra correcta, la acción correcta, el com-

portamiento de vida correcto, el esfuerzo justo, la

abstención justa y la refl exión justa o entrega.

El estudio de estas verdades aporta conocimien-

to y comprensión al discípulo que recorre ese

camino. Pero éstos son insufi cientes si no se

realizan y no se refl ejan en un comportamiento

de vida. Únicamente cuando el alumno reco-

noce, acepta, interioriza y lo afi rma por el acto

pueden realizarse la transformación, la transmu-

tación y después la transfi guración.

Se distinguen así siete niveles cada uno de los

cuales conllevan doce tareas de purifi cación

y de renovación, es decir, siete niveles que se

subdividen en doce cada uno y que tienen por

resultado el octavo nivel, el Ser en el Todo-Uno.

En su unidad, son brillantemente simbolizados

por el loto que, en su cima, lleva la fl or abierta.

Podemos igualmente identifi car las doce tareas a

realizar con las doce infl uencias zodiacales sobre

el mundo y la humanidad. Éstos siguen, por la

fuerza espiritual que emana de ellas, un camino

de desarrollo de la humanidad.

Se dice que el zodiaco comienza en el signo

de Aries y termina en el de Piscis. En realidad,

tal orden es arbitrario por el hecho de que no

hay comienzo ni fi n. No obstante, un círculo

eterno rodea nuestros campos de desarrollo.

Nuestro universo no es estático. La revelación

de Dios es dinamismo y constante renovación:

ella impulsa las oleadas de vida hacia una glo-

ria y una majestad crecientes.

Flor búdica: probablemente una acrotera de

templo. Indonesia

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la rosa no se pregunta el porqué 13

En el siglo XXI, la Tierra ha entrado en el

signo de Acuario. La humanidad se encuentra

confrontada con los aspectos específi cos de

Acuario y los cambios que de ello resultan se

vuelven cada vez más perceptibles. Justo antes

de su muerte, el Buda habría dicho a sus discí-

pulos: «Todo está en constante evolución. Tratad sólo

de mantener las enseñanzas del budismo. Y hacedlo

sin la menor negligencia». Esto signifi ca vivir en el

presente, unido a un campo eterno.

La fl or, que representa los siete niveles gradua-

les coronados por el octavo, forma el óctuple

sendero budista y sus cuatro exigencias. Llegado

a la cima, el candidato escucha:

«Cuando se ha alcanzado la vacuidad suprema,

se conserva una paz imperecedera.

Todas las cosas nacen en conjunto;

yo las veo regresar de nuevo.

Todas las cosas fl orecen abundantemente;

después cada una regresa a su origen.

Regresar al origen signifi ca estar en paz. Estar en paz

signifi ca regresar a la eterna Vida verdadera.

Regresar a la vida, lo llamo ser eterno.

Conocer lo que es eterno signifi ca estar iluminado.

No conocer lo que es eterno signifi ca labrar la propia

desgracia.

Conocer lo que es eterno, es tener un alma grande.

Teniendo un alma grande, se es ecuánime. Siendo

ecuánime, se es rey. Siendo rey, se es cielo. Siendo el

cielo, se es Tao.

Siendo Tao se es eterno. Aunque el cuerpo muera, ya

no hay nada que temer».

(Lao Tse, Tao Te King)

Los rosicrucianos conocen ese sendero óctuple

como camino de la endura. La rosacruz afi rma

que el ser humano puede realizar el proceso de

renovación sobre la base de la fuerza viva de la

rosa en su corazón. Movilizando sus capacidades

personales, puede alcanzar el quinto escalón. La

escisión ulterior sobre el camino de la inmor-

talidad sólo es posible por la liberación de la

fuerza divina interior.

El camino de la rosacruz se caracteriza por:

1. Una orientación única: sobre la base de una

fe profunda desde el corazón, subordinarle toda

teoría y conocimiento intelectual. Se trata de

colocarse bajo la protección de la Fraternidad

Universal. Según la terminología budista: los

Iluminados, los Budas.

2. La armonía en el cambio de actividades: apren-

der a conocer la virtud por la práctica de acciones

virtuosas, en una nueva línea de conducta.

No vivimos en un universo estático, sino que la revelación universal de Dios es dinámica y está en constante renovación: ella impulsa las oleadas de vida hacia una gloria y una majestad cada vez más crecientes

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14 pentagrama 3/2013

3. La unidad de grupo: entrar en la comunidad

de los justos.

4. El servicio: desear la salvación de todos los

seres vivos en el mundo del sufrimiento.

5. Y así efectuar la renovación de la cuádruple

personalidad, la liberación del sufrimiento de

los cuerpos físico y etérico, el triunfo sobre la

concupiscencia y el narcisismo del cuerpo del

deseo, y la eliminación, en el cuerpo mental, de

la ignorancia.

6. La realización del alma supra-psíquica.

7. La realización de la nueva psique: el matri-

monio alquímico entre el alma y el Espíritu.

8. La unión absoluta con la Luz: la entrada

en el campo de la vida nueva (Según la ter-

minología del budismo: la apertura del loto, la

Para el budista que comienza resuena la voz: «Que estés lleno de amor, seas amigable y sigas las vías de la bondad»

Page 17: 2013 NÚMERO 3

la rosa no se pregunta el porqué 15

entrada en el nirvana).

«Todo lo que cambia encuentra su reposo en Buda, el

espíritu del universo».

Después se abre la fl or de oro milagrosa. A con-

tinuación viene la unión con Dios.

El discípulo está en el mundo pero ya no es de

este mundo.

Y cuando la Rosa, el Loto, fl orece, los tesoros

adquiridos se devuelven a todos y para todos, es

la absoluta herencia de todos. Pues la Rosa y el

Loto sólo se abren en el amor y la compasión.

Para el budista que comienza resuena la voz:

«Que estés lleno de amor, seas amigable y sigas

las vías de la bondad.

Recorre tu camino con un valor inquebrantable,

conságrate al objetivo fi nal y anhélalo.

Indecisiones y temores no te serán de ninguna

ayuda, pero el celo asegura tu seguridad.

Desde el momento en que percibas el sendero,

ábrelo y desarróllalo de forma que puedas pisar-

lo y hacerlo tuyo: el camino inmortal».

Y el joven discípulo transfi gurista percibe estas

palabras:

«Edifi ca tu vida con diligencia, y sin relax. In-

cluso si, regularmente, fracasas, no abandones

jamás.

Quien quiere un mundo mejor no mira a los

demás.

Sé autónomo, cambia tu ser y construye».

Libre y franco, va hacia el objetivo, la vida divina.

Ningún tumulto terrestre le detiene en el tejer

de su vestido de las bodas.

Quien no teme actuar y osa remitirse a Dios

desplegará, en todo su esplendor, este maravillo-

so vestido de luz dorada.

La rosa no se pregunta el porqué.

La Rosa fl orece por el bien de la fl oración.

Cada respuesta reduce el milagro.

Este artículo es un resumen de tres alocuciones

del Simposio realizado en Renova: «Todo cam-

bio encuentra su reposo en Buda, el espíritu del

universo».

Emigrantes. Bong Chae Son. Proyecto de artistas

coreanos en colaboración con los museos de arte

coreanos. Óleo sobre policarbonato, 2009-2010

Page 18: 2013 NÚMERO 3

16 pentagrama 3/2013

R E P R E S E N T A C I O N E S D

La colección de mapamundis de 1569 de Peter Mercartor

(Edimburgo, Escocia) da una idea del conocimiento preciso

y extenso de la geografía en su época. Esos mapas son ya una

representación racional del mundo, testimonio premonitorio

tanto del espíritu pionero infl uido por la economía como de la

emergencia del pensamiento racional.

Page 19: 2013 NÚMERO 3

representaciones del mundo 17

E L M U N D O

Page 20: 2013 NÚMERO 3

18 pentagrama 3/2013

Erase una vez un caballero que galopaba, de ciudad en ciudad, en medio de la hermosa noche despertando a los habitantes para preguntarles con un tono inquieto: «¿Ha visto mi caballo?» La respuesta era tan evidente que nadie osaba decirle que estaba sentado en él. Por lo tanto, era el único en no ser consciente de ello.

Originario de Oriente Medio, este en-

cantador cuentito sufí nos hace sonreír;

sin embargo, muy a menudo sigue una

reacción racional del siguiente tipo: veamos

pues, ¿qué es esta historia? ¿No me van a hacer

creer que ese caballero no se da cuenta si está, o

no, sentado sobre su caballo? Es así como la fa-

cultad de raciocinio viene a evocar una imagen

más amplia que el corazón puede comprender

perfectamente y, a menudo, puede reconocer en

los demás: «Por consiguiente, ¿no lo ve?» No,

obviamente no.

La literatura cuenta numerosas bellas historias, a

menudo salidas de mitos universales, que tienen

por tema esta curiosa forma de ceguera.

El alquimista toma en sus manos un libro aporta-

do por alguien de la caravana. El volumen no tenía

cubierta, pero no obstante pudo identifi car al autor:

Oscar Wilde. Hojeándole, cayó sobre una historia que

hablaba de Narciso. El alquimista conocía la leyenda

de ese hermoso joven que todos los días iba a contem-

plar su imagen en el agua del lago. Ésta le fascinaba

tanto que un día cayó en el lago y se ahogó. Allí

donde había caído nació una fl or que recibió el nombre

de Narciso. Pero no es así como Oscar Wilde termina

su historia.

Él cuenta que, a la muerte de Narciso, las oréades,

divinidades del bosque, vinieron al borde de ese lago

de agua dulce y lo encontraron transformado en un

estanque de lágrimas amargas.

- «¿Por qué lloras tú?, le preguntaron ellas.

- Lloro a Narciso, respondió el lago.

- Esto no nos extraña nada, respondieron ellas. A

nosotras nos gustaba perseguirle sin cesar en los bos-

ques, tú eras el único en poder contemplar de cerca su

fascinante belleza.

- Así pues, ¿Narciso era bello?, preguntó el lago.

- ¿Quién mejor que tú podría saberlo?, replicaron las

oréades, sorprendidas. ¡Era sobre tus orillas en las que

se inclinaba cada día para refl ejarse!»

El lago permaneció un momento sin decir nada. Des-

pués: «Yo lloro a Narciso, pero jamás me había dado

cuenta de que Narciso era hermoso, porque cada vez

que él se inclinaba sobre mis orillas, yo podía ver en

el fondo de sus ojos el refl ejo de mi propia belleza».

(Extracto de El Alquimista de Paulo Coelho)

En esta narración, la profundización tanto de

Oscar Wilde como de Paulo Coelho son nota-

bles. Narciso y el lago, ambos ciegos, participan

de un solo mundo: el de los opuestos, donde

cada acción suscita una reacción. Sin embargo, el

contexto global de esta historia deja presumir la

existencia de otro mundo, el de la unidad eterna.

Si nosotros mantenemos fi ja nuestra atención

sobre Narciso y sobre el lago, algo se nos esca-

pa. Pero esta historia atestigua de una tercera

presencia, la de las oréades que interrogan a

partir de un nivel de conciencia diferente, situa-

do fuera de ese círculo perverso y cerrado.

Así, en el ser humano ciego, pero no obstante

participante de los dos mundos, una pregunta

viene permanentemente: ¿dónde se encuentra tu

caballo? ¿Piensa usted que el caballero está am-

el Grial y el caballo

La partida. Una fi gura del Tarot: ‘A caballo y con la

cabeza alta, usted está sobre la vía de la unifi cación’.

© G.Olsthoom, Holanda

Page 21: 2013 NÚMERO 3

el Grial y el caballo 19

Page 22: 2013 NÚMERO 3

Parsifal llega al monasterio. Búsqueda del Santo Grial, manuscrito del siglo XV en Poitiers.

Biblioteca nacional de Francia, BNF

20 pentagrama 3/2013

¿NUESTRAS BÚSQUEDAS SON EL FRUTO DEL AZAR? Veamos el cuentito sufí algo más de

cerca, pero ahora con el corazón y también con

el anhelo que sabe reconocer conscientemen-

te. ¿Cuántas personas abrirían su puerta a la

llamada de un caballero angustiado? ¿Cuántos

comprenderían la pregunta, su miedo? ¿Cuántos

serían conscientes de la evidencia de la respues-

ta? ¿Pero es esta respuesta tan evidente?

¿Qué es de nosotros cuando, en medio de la

noche, ansiosos, nos golpeamos con esta pre-

gunta?: «¿Dónde está mi caballo?...» ¿Abrimos la

puerta? ¿Comprendemos nuestra propia pregun-

ta? ¿La angustia que se expresa en ello? ¿Cuál

es el signifi cado del caballo que buscamos?

¿Quiénes somos nosotros? ¿Osamos conocernos

a nosotros mismos? ¿Conocer nuestro estado

de ser humano? ¿Conocer el sentido de la vida,

nuestros miedos y deseos? ¿Osamos conocer

nésico? ¿Qué él no se pregunta ya, pues ya nada

surge en él, y sigue galopando a través del mun-

do a merced de su montura? Y que a la sugeren-

cia de las oréades de coger, como caballero, las

riendas de su montura, él responde: «¿Cómo…?

¿Qué caballo…?» Ciertos seres humanos que

aún no han olvidado todo eso parecen animados

por cierto recuerdo. No un recuerdo de orden

mental al que el contenido de los libros podría

proporcionar una respuesta, sino más bien un

prerrecuerdo, un lejano anhelo, una aspiración,

una sensación de nostalgia que duele un poco,

el anhelo de un hogar, un dolor o una desgracia,

no punzante, sino resistente; no hay descanso. La

expresión del recuerdo del último vestigio de

este otro mundo, el átomo chispa de Espíritu en

el corazón.

Page 23: 2013 NÚMERO 3

el Grial y el caballo 21

nuestro deseo más profundo? ¿Nos atrevemos a

conocernos a nosotros mismos para llegar a un

autoconocimiento preciso, justo, a un autocono-

cimiento de nuestros anhelos más absolutos?

¿O preferimos apaciguar nuestra ansiedad por

la lectura, los viajes, los recuerdos mantenidos,

visionando películas? ¿Acaso la moda actual de

relatos de aventuras y de búsquedas extraordi-

narias es fortuita? ¿Y qué decir de las adapta-

ciones cinematográfi cas donde los espectadores,

en un lapso de tiempo de una hora y media a

tres horas, contemplan una aventura, como si

la viviesen, para después, levantándose de su

butaca, una vez tranquilos y satisfechos, pero

sobre todo estupefactos, sin participación de la

conciencia, entrar en su casa? ¿En su casa, en

su habitación?... ¿o verdaderamente en ellos, en

ellos mismos, en ese lugar que sin embargo les

es tan extraño?

UN CONJUNTO DE INTERPRETACIONES Preste-

mos atención a algunos libros y películas que

han tenido un gran éxito tales como la serie de

Harry Potter (H.P. y la piedra fi losofal, H.P. y la Cá-

mara de los Secretos, El Prisionero de Azkaban y el

Cáliz de Fuego, La Orden del Fénix y el misterio del

Príncipe, Los Santuarios de la Muerte) o la trilogía

El Señor de los anillos (La comunidad del anillo, Las

dos torres y El regreso del rey); y fi nalmente El Có-

digo Da Vinci de Dan Brown (Ángeles y demonios).

Sus títulos simbólicos hacen referencia a los

temas esenciales de la leyenda del Rey Arturo

y de la Tabla Redonda y, más particularmente, a

los de la leyenda del Grial.

El interés actual por la temática del Grial nos

interpela. Con algunos ingredientes de base

como la iconografía precristiana, la Última

Cena, José de Arimatea, María Magdalena, las

cruzadas y los caballeros del Temple, junto a la

fuerte oposición ideológica entre los diferentes

buscadores del Grial, parecería que una nueva

búsqueda del vaso sagrado haya tomado forma

en los mencionados best sellers y películas.

Ciertamente se puede unir este interés al de los

años ochenta del pasado siglo por las aventu-

ras del Grial, Arturo y la intensiva oleada sobre

la Edad Media. Pero entendemos que el Grial,

comprendido el velo místico que le rodea, ma-

nifi esta más bien la necesidad inherente al ser

humano de volver a encontrar sus raíces y de

buscar el sentido de su existencia, tal como lo

hace el caballero desesperado en la búsqueda de

su caballo. Esta necesidad es explotada de mane-

ra desvergonzada.

El Grial, él mismo rodeado de numerosos

misterios, parece ejercer una extraña fuerza

de atracción sobre todo lo que en la historia y

su contexto permanece inexplicado. Véase, por

ejemplo, las publicaciones turísticas de sitios

como: Chartres, Vézelay, Glastonbury, Stonhenge,

Montségur, Rennes-le-Château, Odilienberg…

Ellas revelan el ser humano moderno y su atrac-

ción, su adicción, hacia lo sensacional mucho

más que hacia lo que las novelas del Grial nos

enseñan sobre el ser humano de la Edad Media.

Vamos a pasar revista a algunas opiniones con

relación al Grial, tal como se presentan en

ciertos sitios de Internet. Sus contradicciones

incluso atestiguan de la superfi cialidad de esas

interpretaciones dialécticas.

El Grial es frecuentemente la copa que recoge

la sangre del Cristo en el momento de su cru-

cifi xión. También es la copa utilizada durante la

Santa Cena.

Según la tradición, el Grial habría sido guar-

dado por José de Arimatea, pero nadie conoce

el lugar donde se encuentra. Algunos afi rman

que el Grial fue llevado por José a Glastonbury,

Inglaterra, lo que podría indicar una conexión

con los celtas clásicos que conocían una caldera

o receptáculo que daría la vida eterna o fuer-

zas mágicas. La cristianización ha permitido así

Page 24: 2013 NÚMERO 3

Otra teoría, totalmente distinta, consiste en pensar que el Grial es un conjunto de documentos

22 pentagrama 3/2013

Leigh publicaron la obra El Santo Linaje y el San-

to Grial (Holy Blood – Holy Grail), donde ellos

avanzaron la teoría de la descendencia de Jesús,

el Cristo. Este tema también fue investigado

por Laurent Gardneren El Grial y la descendencia

real del Cristo (Bloodline of the Holy Grail). En La

revelación de los templarios (The Templar Revelation)

Lyn Picknett y Clive Prince describen diferentes

mitos de la francmasonería, de los cátaros y de

los templarios, como un guiño a María Magda-

lena y a Juan Bautista.

El libro de Otto Rahn, Cruzada contra el Grial

(Kreuzzug gegen den Gral) es célebre. Según este

autor, Montségur fue la fortaleza del Grial. La

serie de películas de Indiana Jones presentó

igualmente el Santo Grial al gran público en La

última cruzada (The Last Crusade). También en

Los Caballeros de la Mesa Cuadrada (Título origi-

nal: Monty Python and the Holy Grail) se trató de

este tema, aunque con un tono más ligero… sin

olvidar las ya mencionadas series de películas de

Harry Potter y El Señor de los Anillos.

Otra teoría, totalmente distinta, es la consis-

tente en pensar que el Grial es un conjunto de

documentos. Éstos proporcionarían la prueba del

matrimonio entre Jesús y María Magdalena. Sara

habría nacido de esta unión. Dan Brown utiliza

esta tesis en su novela El Código Da Vinci.

En ella describe una conspiración de la Iglesia

católica contra el Grial. Los documentos atesti-

guarían que Jesús tenía descendientes y que, en

nuestros días, aún viven descendientes de Jesús

en el mundo. Esto privaría al cristianismo de su

fundamento.

Sin embargo, al concluir esta enumeración,

numerosas cuestiones permanecen sin respuesta.

Pues, aunque incluso hubiésemos visto todas las

películas, leído El Código Da Vinci, Perceval y Las

Leyendas del Rey Arturo, esas obras estuvieran en

nuestra biblioteca, o incluso mejor, si hubiése-

mos reencontrado el Grial y éste se encontrara

sobre la repisa de la chimenea, ¿qué sería de él?

¿Qué pasaría a continuación? ¿Partiríamos a la

búsqueda de algo más? ¿Por cuánto tiempo?

la incorporación de elementos de simbolismo

pagano en la doctrina cristiana romana.

Incluso otros creen que el Grial fue llevado al

Sur de Francia, al Languedoc. Allí el catarismo

tomó su impulso antes de ser exterminado por

una Cruzada. Se ha pensado que el Grial se en-

contraba en el castillo de Montségur, la última

fortaleza de los cátaros. La leyenda fue apuntala-

da por el hecho de que, poco tiempo antes de la

caída del castillo, varios líderes cátaros huyeron

de él. ¿Se llevaron el Grial con ellos?

Algunos afi rman también que el Santo Grial, o

San Greal es una alteración de sang real (san-

gre real) y que, de hecho, es la línea sanguínea

de Jesús, el Cristo. Otro grupo de buscadores,

investigadores, ven en esta leyenda un origen

escita-iranio. Y, además, están los que afi rman

que la búsqueda del Grial consiste ante todo

en la búsqueda de lo divino en nosotros. A la

vista de sus fuentes y de su temática, el Grial

sería sobre todo una representación, un símbolo

gnóstico. La Escuela Espiritual de la Rosacruz

Áurea se inscribe en esta corriente.

TANTAS REPRESENTACIONES COMO AUTORES En el transcurso de los siglos, las visiones e in-

terpretaciones del Grial y su amalgama inspira-

ron a numerosos autores. En el siglo XII, Chré-

tien de Troyes fue el primero en mencionar el

Santo Grial en su novela de caballería ‘Perceval’,

al que también atribuyó fuerzas, que se vuelven

recurrentes, como la inmortalidad, el acto cura-

dor y la comunicación con Dios.

Michael Baigent, Henry Lincoln y Richard

Page 25: 2013 NÚMERO 3

el Grial y el caballo 23

LA BÚSQUEDA COMIENZA Aspiración…, inicio

de la búsqueda…, consumirse en la búsque-

da…, estar convencido de haber encontrado…

después, fi nalmente, volver a encontrarse en la

vacuidad inicial, una nueva anécdota primero,

anécdota de la que eventualmente uno se acuer-

da y se puede contar…

Imaginémonos, una vez más, el caballero en

busca de su caballo. En cierta puerta, recibe el

libro de Dan Brown; en otra La leyenda del rey

Arturo; incluso en otra El señor de los anillos; en

la siguiente, él ve un DVD, después, fi nalmente,

se le entrega el Grial. Tras haber amarrado los

objetos sobre su caballo, continúa su búsqueda.

Pero, he aquí que de nuevo, en medio de la no-

che, vuelve a comenzar a golpear en las puertas:

¿ha visto mi caballo?

De hecho, nuestro caballero jamás entra en las

casas: permanece siempre sobre el umbral de la

puerta. Pues sólo aborda esta búsqueda con la

cabeza; él no implica el corazón. Éste perma-

nece vacío y aislado. Vacío y aislado de todas

las informaciones recibidas, tan sólo son datos

mentales. Pues, un corazón vacío y aislado es un

corazón angustiado y, por este hecho, receptivo

a las astucias de este mundo, como una virgen

ingenua.

¡Vuélvete, caballero! Este caballero tendría que

cambiar.

El conocimiento exterior, sin asimilación y rea-

lización interiores, es y sigue siendo personal. Él

no da acceso a la verdad universal.

El caballero permanece en el umbral de la puer-

ta, vuelve a subir al caballo y continúa su galope

angustiado.

En la Confessio Fraternitatis, el Testimonio de la

Fraternidad Rosacruz, el libro que forma parte

del Testamento Espiritual de la Orden Clásica

de los Rosacruces, leemos lo que sigue:

De la misma manera consideramos nuestros semejan-

tes y más próximos a nosotros a quienes tienen este

libro único, la Santa Biblia, como el resumen y la

quintaesencia del mundo entero, objetivo y término de

su vida, de sus estudios y de todo su empeño.

Más bien deseamos profesar en público que, desde

los comienzos de este mundo, no ha existido un libro

superior, mejor y más saludable que la Santa Biblia.

Bienaventurado quien la posee, más bienaventurado

aún quien la lee, y el más bienaventurado es quien

Las almenas de la Spoulga de Bouan, una gruta fortifi cada medieval en las paredes rocosas de Ornolac, Sur de

Francia. © Pentagrama

Page 26: 2013 NÚMERO 3

Por tanto, la posibilidad de restablecer la copa nupcial está presente en todo ser humano. De este modo, el Grial está oculto en cada ser humano

24 pentagrama 3/2013

Anatómicamente, la copa del grial está confi gurada por

los tres circuitos de plexos ya nombrados: el circuito

de los plexos de la laringe, el de los pulmones y el del

corazón. La parte superior de la copa sagrada corres-

ponde al sistema de la laringe, el tallo del cáliz a los

pulmones y el pie de la copa de cristal a la boca del

corazón. Por lo tanto, la posibilidad de formar esta

copa nupcial está presente en todo ser humano. Sólo

con que el alumno quiera hacer uso de las posibilida-

des según las directrices de la ciencia sagrada, alcanza-

rá el éxito sin duda alguna.

Como hemos dicho, el primer acto liberador aparta

completamente al alumno de las infl uencias de la

naturaleza dialéctica, pues se trata de los efectos de la

luz, el sonido y la atmósfera. Este primer acto reduce

estas infl uencias a un mínimo biológico, lo que permite

al alumno franquear el umbral: poder empezar a pre-

parar la Pascua.

Y ahora le siguen tres nuevos actos liberadores. El

alumno deberá comenzar a reaccionar a las fuerzas

etéricas del Reino Inmutable, a los tres alimentos

santos que, semejantes a tres cuerdas, son descendidas

para su uso en el pozo de la muerte. A continuación,

el alumno debe preparar su santuario del corazón para

la conservación de esta fuerza. Así es como, por la

utilización de las posibilidades presentes, se elabora el

grial.

Cuando el alumno se vuelve accesible a los nuevos

éteres, los asimila a través del etmoides. Por el pri-

mer acto liberador, atravesar el umbral, el etmoides es

adaptado, al mismo tiempo que queda cerrado a las

infl uencias de las fuerzas dialécticas.

Los nuevos éteres pasan entonces a lo largo de la

tráquea, llenan todas las cavidades pulmonares, al-

canzando así la boca del corazón y, después de haber

cumplido su trabajo, retornan en parte al exterior por

la expiración. Por la inspiración, el lóbulo izquierdo de

la tiroides recibe la infl uencia; por la expiración, es in-

fl uido el lóbulo derecho y, de este modo, los contornos,

las líneas de fuerza de la copa del grial son grabados

en el santuario del corazón.

Con la ayuda de algunos conocimientos anatómicos,

usted verá como esta estructura tiene efectivamente la

forma de un cáliz.

Esta copa sagrada es ahora apta para recibir el fuego

ha profundizado en su contenido, mientras que quien

es capaz de comprenderla y obedecerla se asemeja a

Dios.

Comprender esto interiormente, obedecerlo y

seguirlo o aplicarlo, se encuentra completamente

dentro de las capacidades de cualquier buscador

auténtico.

En la asociación simbólica del Grial, nos dete-

nemos un momento en una imagen particular

donde el Sagrado Grial y la fi gura de María

pueden constituir una alegoría: la piedad. Quien

toma la decisión de reemplazar su disposición

religiosa por la práctica de la piedad es ense-

guida, según palabras de los rosacruces clásicos,

infl amado por el espíritu de Dios. El gran proceso

va a la par con el declive del ser-alma nacido

según la naturaleza. Se trata de morir para vivir.

En este sentido la leyenda del Grial revela

perfectamente, en su sencillez, el valor gnósti-

co del que el ser humano tiene necesidad para

comprender la naturaleza del vaso sagrado, la

manera en la que debe ser elaborado, y situar el

lugar donde puede encontrarlo. ¡El Grial debe

ser realizado por el propio ser humano! Y él lo

hará en la práctica, de forma muy concreta, en

sí mismo. Así podrá recoger, transformar e irra-

diar las energías superiores de la sobrenaturaleza

(en la leyenda llamado Jesús el Señor).

EL GRIAL EN EL CONTEXTO CORPORAL He aquí

un extracto de La Gnosis Universal, obra escrita

por Jan van Rijckenborgh y Catharose de Petri,

fundadores de la escuela de la Rosacruz:

Page 27: 2013 NÚMERO 3

el Grial y el caballo 25

sagrado, o la kundalini como la llaman los hermanos

del este.

Quien puede soportar el fuego en el grial alzado,

quien puede conservarlo como un José de Arimatea,

lleva esta copa sagrada así colmada hacia el oeste, al

país de poniente donde el sol de la naturaleza ordina-

ria se pone, a fi n de que remonte en el horizonte el sol

de la vida nueva.

Comprenderá que la realización de la copa del grial,

hecha del más precioso cristal etérico, no es una activi-

dad que pueda ser hecha en los ratos libres, después de

haber cumplido con todas las obligaciones sociales o en

la vida cotidiana burguesa. La fundición de la copa del

grial, el fundir el mar de cristal, es una obra que sólo

puede ser realizada después de muchos fracasos y de

un intenso combate.

CUATRO CABALLEROS EN BUSCA DEL GRIAL En

la leyenda del rey Arturo y de la Tabla Redon-

da se trata de caballeros que han partido a la

búsqueda del Santo Grial. Sólo cuatro de ellos

son elegidos para vivir el misterio del Grial: el

primer caballero, en estado de pecado, percibirá

el Grial en un sueño; el segundo, a causa de no

estar dispuesto a acceder a un escalón superior,

regresará al mundo para anunciar el vaso santo;

el tercero, Perceval, tras numerosos fracasos en

el camino, se convertirá en guardián del Grial, el

rey del Grial; y el cuarto, Galaad, el iniciado po-

seedor del conocimiento, el realizador, accederá

fi nalmente a la Luz del Grial.

En lo que concierne a Galaad, numerosas des-

cripciones dan testimonio de la fuerza de su

voluntad. Así, entre otras, la que sigue:

Galaad posó su mirada sobre los caballeros reunidos.

Vio a las mujeres, la tabla redonda y el trono con

numerosas letras doradas. «Señor, vuestra corte es her-

mosa, dijo, pero yo no puedo permanecer aquí. Fuera,

me espera mi caballo. Ignoro dónde me llevará y yo

no pregunto. Me espera una tarea que debo cumplir.

No debo pensar en mis propios deseos. Adiós, señor».

Cuando los caballeros se lanzaron detrás de él, apare-

ció en la corte un caballo blanco. Galaad subió sobre

el caballo y marchó.

En las leyendas y las sagas, el caballo simboliza

una fuerza de estrellas diná-

mica, más elevada, llamada

también fuerza astral. El

blanco es el color de la

pureza. El ser humano que

ha alcanzado el escalón es-

piritual superior de un Galaad, se ha sometido

a la alta perfección de la voluntad divina. No es

él quien dirige, sino que hora tras hora sigue el

camino que le prescribe la fuerza de voluntad

superior.

- Eres un caballero muy singular, Galaad, dijo

Nymue. ¿Dónde está tu escudo? ¿Quieres comenzar el

gran viaje sin escudo?

- Señora, esta mañana ni siquiera tenía la espada,

pero he recibido una sin buscarla. Si necesitase un

escudo, lo encontraré en el momento adecuado.

- ¿Y si no lo encuentras, Galaad?

- Entonces buscaré el Grial sin escudo.

- ¿Y si tampoco encuentras el Grial?

- Señora, ni me lo planteo. Se me ha pedido que lo

busque. Y esto me basta.

Siempre hay en Oriente Próximo un caballero que

viaja de día y de noche, de ciudad en ciudad. Sobre

su caballo blanco, ese Galaad despierta el corazón de

cada Narciso errante que le pregunta con angustia:

«Señor, tengo un grial de piedra fi jado a mi silla, pero

¿ha visto, quizá, mi caballo?»

Page 28: 2013 NÚMERO 3

26 pentagrama 3/2013

la abuela decía…

La abuelita decía que cada ser humano po-

seía dos espíritus. Uno se identifi caba sólo

con las necesidades materiales del cuerpo.

Éste tú lo aplicas y es necesario utilizarlo para

procurarnos un hogar, el alimento y otras cosas

necesarias para la vida cotidiana. Ella decía que

este espíritu nos era indispensable para, sim-

plemente, permanecer con vida. Pero también

contaba que se poseía otro espíritu que no tenía

nada que ver con todo esto y aseguraba que éste

era el espíritu espiritual. La abuela decía que si

se utilizaba el espíritu material para alimentar

los sentimientos de codicia o los pensamientos

deshonestos, para perjudicar a otros o sacar pro-

vecho… el mundo espiritual se contraería cada

vez más hasta llegar al tamaño de una nuez. La

abuela también decía que en el momento en que

el cuerpo moría, el espíritu material también

moría. Y que el espíritu espiritual de quien sólo

había pensado con el espíritu material se empe-

queñecía hasta alcanzar el tamaño de una nuez;

si bien sólo el espíritu espiritual continuaba

viviendo cuando todo el resto había muerto.

Además, la abuela decía que cuando se renacía,

cosa por lo demás inevitable y que se produce

en una situación distinta de la habitual, uno se

encontraba más alejado de su primer destino que

antes. Y que uno se encontraba con un espíri-

tu espiritual de la dimensión de una nuez, el

cual carecía casi de toda comprensión. Cuando

el modo de pensamiento materialista se volvía

dominante, el espíritu espiritual podía reducirse

a la dimensión de un pequeño guisante e incluso

desaparecer. En este caso, podía desaparecer to-

talmente. Así venían a la existencia personas des-

provistas de alma. La abuela mantenía que estas

personas eran fácilmente reconocibles. Decía que

las personas desprovistas de alma, mirando a los

demás, sólo consideraban sus aspectos malos. Así

por ejemplo, observando un árbol, veían en él el

material para la construcción y las perspectivas

de ganancia, pero jamás su belleza. Refi riéndose

a ellas, la abuela las califi caba, además, de ‘muer-

tos ambulantes’. Para ella, el espíritu espiritual

era como un músculo: utilizarlo permitía que

creciese y se fortifi case. Sólo podía desarrollarse

cuando se le utilizaba para la comprensión de las

cosas. Sin embargo, sólo se podía tener acceso a

él con la condición de que el espíritu material

se desprendiese de la codicia y de todo género

de cosas. La comprensión venía en cuanto que se

afanaba por comprender. Cuando más se busca

entender, más grande se vuelve la comprensión.

Mi abuela decía que comprensión y amor eran

naturalmente lo mismo. Según la abuela, con de-

masiada frecuencia la gente se engañaba. Inten-

taban, lo mejor posible, dar la impresión de que

amaban las cosas sin, no obstante, comprenderlas

en absoluto. Y eso no debe suceder.

En el mismo instante, decidí comprender a cada

uno porque no me gustaría parecerme y tener el

espíritu semejante a una nuez. La abuela decía

que los cheroquis conocían todo esto; que ellos lo

habían aprendido desde hacía ya mucho tiempo.

Extracto de La educación de Pequeño Árbol, de Forrest Carter

Page 29: 2013 NÚMERO 3

tiempo para la vida 27

«¡yo no tengo alma…!», decía él.

«¡tú no tienes un alma, sino dos!»

Si usted preguntase a personas elegidas al

azar: «¿quién de ustedes no tiene alma?»,

muy pocas de entre ellas levantarían la

mano. Y si usted preguntase a esas mismas per-

sonas: «¿dónde se encuentra su alma?», igual-

mente, serían muy pocas las que levantarían su

mano. ‘Ser transportado por el alma’, ‘ser vivifi cado

por ella’, es una expresión muy conocida; su

repercusión es positiva. El acto o la palabra de

quien actúa con animación signifi ca que expresa

su impulso interior de lo que vive en su alma:

su alcance, por ejemplo, sobrepasa al hacer algo

con pasión. Tal persona, como dice el dicho,

‘pone toda su alma’ o, en la acción emprendida,

actúa con el corazón y el alma.

La ‘vivifi cación’ del alma es un impulso salido de

la sangre. Acompaña al acto correspondiente

con el calor, la fuerza y el poder creador de esta

alma; la sangre es el soporte, uno de los sopor-

tes del alma.

Ella circula a través de todo el cuerpo. Por los

capilares, alcanza cada átomo de nuestro cuerpo

para fi jar en él sus características. La sangre, al

formar parte de nuestro cuerpo físico, constituye

el elemento material del alma natural.

Pero la calidad de lo que anima al ser humano

proviene del impulso de su corazón, que, previa

refl exión de la capacidad mental, es propulsado

por la voluntad. Por este hecho, la ‘vivifi cación’

del alma está formada por aspectos múltiples de

todo el sistema humano. La esfera mental, la es-

fera emocional (o astral) y la esfera de energía o

etérica aportan el alimento de la Tierra, nutren

esta animación natural. Aunque muy sutiles e

Mhairead MacDonald, 2010

© themoonskinjournals.wordpress.com

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28 pentagrama 3/2013

nueva’. El alma nueva no es un alma vieja, o

alma natural, mejorada sino, literalmente, un

alma nueva.

Califi car de nueva un alma cuyos componentes

forman parte de esta naturaleza es un contra-

sentido. El alma realmente nueva no puede pro-

venir, en ningún caso, de lo que ya está presente

en esta naturaleza. Las sustancias a partir de las

cuales se edifi ca el alma nueva, no son de este

mundo.

¿Pero cómo se realiza? ¿Cómo es posible tal

proceso? ¿Cómo se pone en movimiento, cómo

puede comenzar?

Desde el momento en que la comprensión del

aprisionamiento de nuestra alma terrestre nace

y crece, un inmenso e indecible anhelo por

liberarse de esta naturaleza crece en nosotros.

¿Cómo?

Con todos los medios, en todos los campos, el

ser humano, en busca de la verdadera libertad,

intenta elevarse por encima de la naturaleza.

Tras ser difi cultado por numerosos obstáculos

que se erigen en todas las partes, el alma aca-

ba por agotarse. Ella suspira: ¡Yo no sé nada!

¿Cómo continuar? ¿Cuál es el sentido de todo

esto?

Entonces… en ese abandono, en ese serenarse, el

anhelo del alma penetra en el éter. ¡Y siempre

llega la respuesta! ¡Siempre!

La respuesta es portadora de la única solución:

un toque, un alimento que proviene de una

imperceptibles para nuestros sentidos, las sus-

tancias constitutivas de esas esferas pertenecen a

este mundo.

La sangre representa, en ese ciclo, la fase fi nal.

Por ello, fi nalmente, la animación de la perso-

nalidad irradia, se expresa y se concreta por el

acto: el yo, el individuo se forma.

Cuanto más refi nada y más desarrollada es un

alma, testimoniará más y obtendrá un mejor

resultado. Cuando en nuestra sociedad se habla

incluso de ‘alma vieja’, se ve como un signo de

valoración, de aprecio. Por esta razón se entien-

de, por lo general, que un ‘alma sabia’ es la ani-

mación de un sistema humano que ha adquiri-

do, a lo largo de las encarnaciones sucesivas que

han contribuido a su elaboración, una elevada

moralidad, una gran sabiduría. Pero, a pesar de

todo, este sistema de animación, aunque alta-

mente desarrollado, permanece prisionero en el

seno de la naturale-

za mortal.

En las ense-

ñanzas libera-

doras se habla,

a menudo,

de un ‘alma

Es una búsqueda y una aspiración en la que se choca por todas partes con las paredes que no quieren ni pueden ceder, hasta el momento en el que se suspira, en el que uno se pregunta… «¿Qué hacer ahora?»

Lenguaje imaginado de los amerindios: comanches y

dakotas

Page 31: 2013 NÚMERO 3

fuerza que no es de este mundo. Es un hacerse

consciente de una llamada; el «llamad y se os

abrirá» siempre presente, pero al que el buscador

no estaba capacitado todavía, hasta entonces,

para responder.

Esta fuerza particular es capaz de activar en el

ser humano el punto de contacto con el alma

nueva de forma que la sangre pueda unirse a

una sustancia nueva, a la fuerza de la renovación.

Esta fuerza no terrestre se pone entonces a

circular a través de todo el cuerpo, tocando

la totalidad del sistema corporal. En principio,

desde ese instante, la sangre humana común ya

lleva en sí misma la nueva alma.

Esta nueva sustancia edifi cadora del alma nueva,

esta fuerza de luz no terrestre, envuelve al mun-

do entero y lo penetra. Los rosacruces la llaman

la ‘energía crística’.

Y mientras la vida terrestre habitual sigue su

curso, un alma completamente nueva crece, al

tiempo que también aumenta la conciencia que,

al igual que el alma nueva en este proceso, pue-

de recibir ayuda y apoyo. El ser humano hace un

lugar en su vida cotidiana, tanto en el interior

de sí mismo como en el plano exterior para este

nuevo crecimiento.

En la nueva alma, no se trata ya de ti ni de

mí. Sólo existe la experiencia de la unidad, un

volverse consciente completamente nuevo. La

nueva alma jamás se coloca en primer plano;

jamás lucha por conseguir lo mejor, sino que

vive de valores totalmente diferentes. Nacida de

la Fuerza Crística, posee Fuerza Crística, forma

parte íntegra de la misma. Es consciente de su

unidad, posee una ‘conciencia

de unidad’.

Quien vive en esta nueva

conciencia creciente

cambia completamente.

Poco a poco la nueva

alma ilumina y guía todo

su sistema corporal. Un

espacio se desarrolla en

la alegría y la realidad de la

verdadera renovación.

De esta conciencia nueva nacen el amor y la

compasión con relación al prójimo. Gracias a

esta apertura completamente nueva, a esta com-

prensión, nace a su vez el respeto: el otro lleva

en él una semilla idéntica a la que se desarrolla

en mí.

Al mismo tiempo, esto ayuda a dedicarse cada

vez más a este proceso y a apoyar el cambio

interior. Quien es servicial es apto para sostener

esta renovación interior y realizarla: «Oh Eterno,

yo te he amado demasiado tarde. He aprendido

a conocerte cuando tu Luz me ha tocado».

Desde este momento, esta renovación ilumina

siempre tus pensamientos y está presente en

el fondo de tu ser. Tú te despiertas con ella; te

duermes con ella. Lleno de gratitud, te incli-

nas ante esta belleza y la renovación que crece

en ti. Continúas viviendo tu vida terrestre, con

total sencillez, hasta su fi nal natural. Pero en ti y

alrededor de ti irradia el alma nueva despertada

y creciente que te acoge cuando regresas a su

propio dominio: a la casa divina eterna.

tiempo para la vida 29

Page 32: 2013 NÚMERO 3

30 pentagrama 3/2013

Este mapamundi moderno

que proviene del Grupo

Bildeberg ilustra el reparto del

poderío terrestre y la manera en

la que descansa sólo sobre algunos

pocos. Innumerables conexiones unen los

principales actores y las empresas que ellos

dirigen y es una imagen que no difi ere en nada

de la representación de los arcontes y de los

eones que los gnósticos de los primeros siglos

describieron de forma sobrecogedora.

R E P R E S E N T A C I O N E S

Page 33: 2013 NÚMERO 3

D E L M U N D O

representaciones del mundo 31

Page 34: 2013 NÚMERO 3

32 pentagrama 3/2013

A veces se oye decir que, en nuestros días, vivimos cierta aceleración de los tiempos, debido sobre todo a la necesidad de realizar un mayor número de cosas en un lapso de tiempo determinado, como si todo debiera ser ejecutado dos veces más rápido. Nuestra existencia, prisionera de este fenómeno, está sometida al mismo hasta en los menores detalles. El tiempo pasa, nos adelanta, arrastrando con él el pasado. Dirigiendo la mirada más allá de nuestra cotidianidad, vemos desfi lar mundos que abarcan miles de años condenados a ser engullidos, más tarde o más temprano. Ocurre lo mismo con el curso de la humanidad.

los siete cursos del tiempo

Page 35: 2013 NÚMERO 3

los siete cursos del tiempo 33

Desde el punto de vista fi losófi co, este

recorrido a través del tiempo se desa-

rrolla al ritmo de períodos, épocas y

revoluciones de millones de años, que podemos

designar con el número «siete»: los siete perío-

dos y eras, los siete campos cósmicos, el cosmos

de la Tierra séptuple, el macrocosmos séptuple,

el cuerpo solar séptuple, el microcosmos séptu-

ple la séptuple inspiración y expiración del espíritu

que emana del único Todo, el Creador original

del Universo.

En todo lo que se manifi esta en el universo

entero, en todo lo que es creado y después

aniquilado en el curso de los períodos que supe-

ran nuestro entendimiento, podemos descubrir

el impulso del Creador infi nito. Corrientes de

sustancia original, oleadas de campos astrales

electromagnéticos desfi lan a través del espacio

para alcanzar sin falta su objetivo, con todas sus

consecuencias radicales y de sus subsiguientes

desarrollos. Cuatro siglos antes de nosotros, los

rosacruces clásicos afi rmaban ya: «No hay espacio

vacío».

Nosotros sabemos ahora que el universo está

lleno de campos electromagnéticos, constelacio-

nes astrales y océanos de átomos. Al igual que

el movimiento de peonza del eje terrestre está

determinado por la unión electromagnética con

el Sol, toda vida en nuestra naturaleza lo es por

las oleadas de átomos que provienen del univer-

so. El movimiento de peonza del eje terrestre

conduce nuestro planeta y todo su movimiento,

a través de eras de millones de años.

El ser humano cree que existe porque piensa.

Descartes decía «pienso, luego existo», según él

el hecho de pensar implica ser. En la eternidad

de la creación, es sólo un relámpago de idea,

apenas representa más que un ‘fl ash’. Nuestro

pensamiento limitado está completamente pri-

sionero en el mundo que le ha sido asignado y

el resultado de ello es un estado de conciencia

aislada, básicamente solitaria. La ciencia intenta

quebrar esta situación de diversas maneras. Los

geólogos perforan la tierra para estudiar formas

fosilizadas desde hace millones de años. Los

historiadores desentierran las huellas de las civi-

lizaciones extinguidas que su espíritu ve desfi lar.

Los biólogos tratan de desvelar el secreto de la

vida, para apoderarse de él, por experimentos

que hacen sufrir extremadamente a los anima-

les de laboratorio. Ellos manipulan los genes y

cromosomas y analizan el ADN, el árbol de la

vida según la visión moderna. Escrutando el

espacio inmutable, los astrónomos observan el

curso de los innumerables sistemas estelares, sus

estrellas y sus planetas. Por el hecho de la ley

dialéctica, saben que nuestro Sol se apagará en

un millón de años aproximadamente y que la

vida de nuestro planeta dejará de existir: tal es,

en efecto, la suerte de toda vida en la materia,

marcada en y por el tiempo.

Como en una visión, el ojo de nuestro espí-

ritu ve el espacio infi nito, donde el comienzo

Rojo veneciano. Escultura de fi lamentos,

© Liz Hager, 2008

Page 36: 2013 NÚMERO 3

34 pentagrama 3/2013

original de todos los fenómenos de la materia

se manifi esta como un relámpago en el caos. El

caos, la cuna del universo inmaterial, hace nacer

un orden, como un poderoso relámpago en la

Creación original, en virtud de un plan divino.

Este orden corresponde al Divino Construc-

tor, el Creador del Universo. Lao Tse dice de

él: «Antes de que cielo y Tierra existieran, había un

ser indefi nible». Él proseguía: «¡Tan calmado, tan

tranquilo, es tan inmaterial! Es, en sí mismo, autóno-

mo e inmutable. Fluye a través de todo y, no obstante,

no corre ningún riesgo. Podría designársele como la

Madre de todo bajo el cielo. No conozco su nombre».

Hermes Trismegisto también intenta expresar la

causa de todo, en estos términos: «Dios no es un

poder del pensamiento, sino que es la causa de la exis-

tencia de un poder del pensamiento. No es un Espíri-

tu, sino la causa de su existencia. No es la Luz, sino

que la genera. Comprende bien esto: Dios no puede

ser descrito».

Sin embargo, son numerosos aquellos para los

que la simple palabra ‘Dios’ se ha convertido

en un espejismo. Durante siglos, la religión

ofi cial obligaba a invocar a Dios, como un ser

insondable que se ocupaba de cada criatura en

particular prestando atención a sus sufrimientos

e inquietudes.

Page 37: 2013 NÚMERO 3

los siete cursos del tiempo 35

No obstante, nos dice Lao Tse: «No conozco su

nombre». Las escuelas espirituales transfi guristas

siempre han mencionado al Dios interior, la

Chispa de Espíritu, como el principio de vida

primero y fundamental. Una chispa de Espíritu,

un núcleo que emana del Espíritu, el Ser Inde-

fi nido que existía antes de la aparición del cielo

y de la Tierra. Ese verdadero centro vital del ser

humano es un núcleo que ni el bisturí más afi la-

do, ni el instrumento más sofi sticado podrían

encontrar, ni el instrumento más perfeccionado

medirlo. Sin embargo, en nuestros días, ese cen-

tro de vida está despertando en numerosos seres

humanos bajo el efecto de un nuevo impulso

espiritual que proviene de «la mitad desconocida

del mundo».

La palabra ‘espíritu’ nos une a la energía pri-

mordial de toda vida. Puede ser traducida o

comprendida de diferentes maneras: aire en

movimiento, viento, aliento. Los gnósticos de los

tres primeros siglos utilizaban el término pneuma

que tanto signifi ca ‘aliento’ como ‘espíritu’. El

aliento, la respiración caracteriza la vida. De ahí

la expresión ‘aliento de vida’. La fi losofía hindú

habla del ‘Mahaatma’, el gran aliento de la vida.

El espíritu es un fuego. Es el aliento ígneo del

Creador único. Ese Fuego divino que actúa en

la naturaleza universal es el soplo ardiente que

despierta el principio divino original en el ser

humano.

En los mitos antiguos, se trata del trigo sagrado

que los dragones de la sabiduría aportaron a la

Tierra. Esos dragones de la sabiduría también

son llamados ‘los hijos del fuego’, los ‘servidores

del espíritu’ o los ‘servidores del fuego celes-

te’. Esos antiguos mitos transmiten el objetivo

y el plan para el cielo y la Tierra y para el ser

humano aparecido sobre la Tierra, antaño, en un

pasado inmemorial, en un camino sin fi n. Así,

en un lejano pasado, el trigo divino fue mez-

clado con la naturaleza terrestre. Estaba desti-

nado a fundirse en el fuego del Espíritu, para

«EL camino del secreto séptuple» de

Isabelle Lilias Trotter (1853-1928), que

vivió y trabajó en Londres y Argel. Era una

mujer de gran talento artístico y literario

y con una gran fuerza de fe interior que

ella traducía con tanta fuerza en el

servicio concreto. Ha escrito varios

libros, ilustrados por ella misma, como

las Parábolas de la Cruz, las Parábolas de

la vida de Cristo al igual que un libro para

sus amigos sufíes argelinos, El Camino

séptuple secreto, donde fi gura la repro-

ducción adjunta.

Page 38: 2013 NÚMERO 3

36 pentagrama 3/2013

manecen actualmente ocultas en el ser humano.

La historia de la creación del mundo y de la

humanidad, desde el origen hasta nuestros

días, comprende siete capítulos. No obstante,

el séptimo capítulo no está todavía escrito, por

la sencilla razón de que nos incumbe hacerlo

a nosotros. Mientras que el género humano no

escriba este séptimo capítulo, él participa en la

oscuridad y la ignorancia.

Cabe ahora preguntarse si podemos, por noso-

tros mismos, aprender a escribir este séptimo

capítulo en el seno de nuestro propio microcos-

mos. ¿Podemos recibir la fuerza, la compresión y

llegar a acabar la creación séptuple en nosotros

mismos? Dicho de otra manera, ¿cómo vamos

a llenar juntos la página del séptimo capítulo,

nosotros que nos sabemos portadores de chispa

de Espíritu?

Como respuesta a esta pregunta surge ante

nosotros la existencia de la Escuela Espiritual,

con sus doce templos de fuego y sus numerosos

focos de los templos diseminados en el campo

de trabajo del mundo, como una red nerviosa

ígnea, una red chispeante de luz tendida en la

superfi cie de la Tierra, arrojada para la cosecha.

En la Cábala, la cifra siete se une con el signi-

fi cado del templo acabado. Por otra parte, en el

tratado simbólico El Libro de las Siete Claves, sie-

te es la cifra de la victoria sobre la materia. En

la construcción séptuple de la Escuela Espiritual,

este simbolismo es una realidad a la vez espiri-

tual y material.

ser transformado en una cosecha de la creación.

Siete razas, siete eras, así como el átomo origi-

nal séptuple, la rosa con siete pétalos, el Cristal

refl ector por excelencia.

EL SER HUMANO TERRESTRE Y EL SER HUMANO CELESTE Antes de que el cielo y la

Tierra existiesen, preexistía un Ser indefi nido.

El microcosmos engendra de su propia esencia

el ser humano-espíritu séptuple: el danzarín, el

instrumentista de la lira divina de siete cuerdas,

el compositor que hace resonar su propio canto

surgido de los ritmos y particiones del Espíritu

Séptuple. El microcosmos séptuple, nacido de la

matriz del séptuple cuerpo solar.

Y después, el ser humano terrestre que todavía

es portador del séptuple átomo original, el gra-

no de trigo divino, la joya preciosa, la promesa

séptuple, aquel ser humano que es portador del

inicio y del fi n de los tiempos, de la temporali-

dad así como de la promesa de eternidad, pero

también aquel ser humano que, preñado con

la promesa de la eternidad, corre el peligro de

perderse. Una promesa que también los grandes

sanadores del universo intentan salvar de una

muerte prematura. Por esta promesa el fuego

del espíritu fue infl amado antaño. Son innume-

rables los que se han referido a esta promesa

con la esperanza de acceder un día al campo

del Espíritu Planetario donde fueron sembrado

como semillas divinas con el fi n de manifestar

el hombre verdadero. Sin embargo, aún dema-

siado tenues, en su mayoría sin germinar, per-

Poder aprender desde joven el gran milagro que puede desarrollarse a partir de la rosa, es un privilegio

Page 39: 2013 NÚMERO 3

los siete cursos del tiempo 37

EL ESPEJO DE LOS MISTERIOS En forma poética,

Jan van Rijckenborgh y Catharose de Petri han

escrito: «La rosa del corazón, el átomo primordial es

un misterio sublime. Ella es un espejo, el espejo de los

misterios. Cuando el alumno decide recorrer el camino

de la transfi guración, el capullo de rosa fl orece bajo los

cálidos rayos del Sol gnóstico».

Este misterio sublime constituye la base para la

liberación del alma viva imperecedera sobre el

camino de la rosa.

Es un privilegio poder oír, a una edad tempra-

na, del gran milagro que puede fl orecer de la

rosa, saber y experimentar que el Ser Humano

de Luz original puede renacer de la Chispa de

Espíritu. Es importante refl exionar al respecto,

oír hablar de eso y hablar de ello juntos. Profun-

dizar en este tema nos preserva de ser aspirados

por la vida común que intenta totalmente absor-

bernos, asimilarnos a ella.

Las enseñanzas de la Escuela llenan, inspiran

nuestras cabezas hasta su saturación con vistas a

adquirir un sitio en la sociedad casi desprovista

de valores y conceptos espirituales. No obstan-

te, nuestra vida debe responder a un objetivo

preciso: permitir el nacimiento del Ser Humano

de Luz en el microcosmos. Para hacerlo, mante-

nemos el corazón abierto a la llamada de la Luz.

A quien se esfuerza en ello y permanece fi el, el

misterio sublime, que refl eja el espejo de la rosa

en el corazón, le desvelará los caminos interio-

res que conducen a un reencuentro consciente

con la Luz.

En la Escuela de la Rosacruz tenemos el privile-

gio de seguir un aprendizaje guiado por el Espí-

ritu: su gran Aliento, las turbulentas radiaciones

del Espíritu soplan por el campo de la Escuela

Espiritual. Aquel o aquella en quien la tempes-

tad del espíritu se eleva, como para Cristián

Rosacruz la víspera de Pascuas, puede penetrar

en los arcanos de la vida espiritual.

UN QUINTO ÉTER Desde que ese torbellino del

espíritu alcanza el centro del alma, una trans-

formación se entabla hasta el renacimiento en

un nuevo campo electromagnético espiritual.

Éste envuelve al alumno como una nube. Esta

sustancia primordial, esta nueva Fuerza de Vida

se manifi esta como quinto éter liberado a partir

del aspecto superior del Cuerpo Vivo de la

Escuela. Denominado ‘éter de fuego’ o ‘éter del

alma’, este maná de vida desciende sin discon-

tinuidad sobre nuestra comunidad, como un

nuevo pan de vida para el alma.

Este cuerpo vivo es nuestra casa espiritual, nues-

tra morada espiritual del que o de la que desee

verdaderamente vivir allí. Él o ella penetran en

tanto que alumnos en las cámaras de los tesoros

de la Luz.

«¡Ve el riguroso sendero de montaña que ser-

pentea hacia el cielo!

Sólo el peregrino tiene valor,

Sin dudar ni vacilar,

Se atreverá a subirla

Y la victoria le espera.

Corriendo el riesgo del viaje, el éxito le aguarda».

Visto desde el interior, el sendero serpentea

hasta las cumbres más elevadas de la monta-

ña del Espíritu. Las primeras joyas, los poderes

preciosos, que han permanecido inactivos e in-

utilizados durante tiempos infi nitos en el micro-

cosmos, se vuelven accesibles. En el presente, el

séptimo capítulo puede encontrar su fi nalización

en el campo de la creación del microcosmos. El

Camino de las Estrellas se abre tal como un arco

iris esmeralda que conduce hasta alturas infi nitas

de la vida del Alma-Espíritu.

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38 pentagrama 3/2013

Nuestro relato personal, creado a partir de nuestra identidad y de la importancia que le damos con respecto a nosotros mismos, otorga importancia a la angustia convirtiéndose así en una cuestión personal. Es inteligente abandonar esta cuestión, que por otra parte está justifi cada, de forma que pueda formarse un espacio para un estado de alma que está más allá de esas condi-ciones existenciales de las causas de la angustia. Indiferente a los valores exteriores, se convierte en un ser humano abierto a la inspiración y se puede respirar en una realidad espiritual.

SENTIMIENTOS Sabemos que el ser hu-

mano posee dos estados de ánimo que se

complementan entre sí; a saber, los ‘senti-

mientos’ y las ‘emociones’. En lo que concier-

ne a los sentimientos, el mundo occidental ha

defi nido no menos de ciento veintisiete. Experi-

mentamos sentimientos y ejercemos más o me-

nos control sobre ellos pues podemos reforzar-

los o debilitarlos desde el interior, por ejemplo,

cuando somos curiosos, estamos optimistas, ner-

viosos o desanimados. También podemos tener

sentimientos diferentes al mismo tiempo, como

ser a la vez curiosos y distendidos en presencia

de algo nuevo. En cuanto a las emociones, ocu-

rre de forma diferente. Las emociones nos po-

seen. Son mucho menos numerosas pero mucho

más fuertes. Si, por ejemplo, experimentamos

cólera, disgusto, una profunda tristeza, amargu-

ra, ansiedad, o cuando permanecemos estáticos,

la característica de tales emociones es que sólo

podemos sentir una sola a la vez y sólo tene-

mos un poco o ningún control sobre ella.

MIEDO Cuando se habla de ‘miedo’, resulta

evidente que es una emoción que puede de-

terminarnos plenamente. La palabra ‘emoción’

viene de la latina e movere y signifi ca literalmen-

te: poner en movimiento.

Los científi cos han descubierto que las emo-

ciones no dependen tanto del sistema senso-

rial como del sistema límbico (nuestro sistema

autónomo) en el cerebro que, ya en tiempos

prehistóricos, controlaba los instintos primarios.

Si se explora este aspecto, se descubre dos tipos

de miedo. Primero existe el miedo de supervi-

vencia, útil que nos hace huir cuando un perro

hosco sale de la maleza. En este caso, es una

emoción adecuada y no es, por lo tanto, sor-

prendente que haya aparecido tan pronto en la

evolución del ser humano pues, en lugar de un

perro, podría precipitarse un tigre dientes de

sable desde los matorrales.

Y, además, existe el miedo, el temor y la in-

quietud sobre todos los aspectos de la vida que

amenazan con no transcurrir como deseamos.

Se trata también de una clase de miedo de su-

pervivencia, la de nuestro ego, en lucha conti-

nua y convulsiva con este mundo.

Resulta evidente que esta segunda forma de

miedo puede constituir un obstáculo conside-

rable para el alumno, pues éste le envuelve, le

hace acurrucarse sobre sí mismo y produce un

efecto inverso al de la apertura y de la esponta-

neidad necesaria al inicio del camino.

¿Qué es, de hecho, el miedo? Algunas refl exio-

nes: el miedo es un sentimiento del ego, de

la personalidad orientada a la materia, que se

encuentra en un campo de vida del que sabe,

en el fondo de sí mismo, que nada es perma-

nente, que todo perece. El resultado de ello es

sentimiento fundamental de inquietud, de ame-

naza continua y de incertidumbre en cuanto

al futuro. Una incertidumbre en el sentido de:

«¿Estoy en el camino correcto? ¿Acaso los de-

más no son más felices o mejores que yo? ¿Qué

el camino del alma más allá de la angustia

Luna menguante entre dos cimas, por encima de

Fairplay, Colorado. © shelby mcquilkin

Page 41: 2013 NÚMERO 3

el camino del alma más allá de la angustia 39

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40 pentagrama 3/2013

esta lucha y de su prosecución, de ello adquiere

justifi cación y razón de ser; esta cacería le vuel-

ve importante a la vez que recibe identidad, se

incrementa. Por consiguiente, no es extraño que

a veces estemos ocupados tan vigorosamente

en pensamientos y sentimientos vinculados con

una situación negativa sin que podamos elimi-

narlos.

LA INCERTIDUMBRE FRENTE AL CAMINO En

efecto, elegir el camino de la endura, de la ren-

dición total del ego, engendra pronto un miedo

existencial muy tangible; como no puede ser

de otra manera. Es el inherente miedo existen-

cial del ego que teme perder su importancia

en el sistema, es un miedo ancestral ante la

resolución. El alumno debe vencer este miedo

ancestral si quiere abandonarse a este espacio

gnóstico inmenso que el ego considera como

la Nada absoluta y que para el alma es el Todo.

Este miedo hace que el ego se resista con ‘pies

y manos’, y también con todo su intelecto, a

lo que considera una rendición ridícula a algo

cuya salida parece muy incierta y que no puede

conocer, explorar ni apreciar previamente. A

este respecto, el miedo es mal consejero en el

camino.

Se plantea claramente la siguiente pregunta:

¿cómo gestionamos, en tanto que alumnos,

todos nuestros miedos? ¿Cómo podemos evitar

quedar paralizados? ¿Cómo escapar a todas esas

tensiones del microcosmos que se congregan en

nuestro cerebro y que, interior y exteriormente,

están incesantemente en lucha?

ocurrirá mañana? ¿Tendré bastante para vivir tal

como deseo?»

SALVAGUARDIA Y DELIMITACIÓN De este senti-

miento se desprenden acciones y esfuerzos con

vistas a adquirir cierta seguridad en forma de

pensiones, rentas, seguros, fructifi cación de bie-

nes, propiedad del territorio y de su protección,

y, si fuese posible, la propagación de todo ello.

Pero aparte de este aspecto material también

induce, sobre todo, a distinguirse de los demás,

de todas esas personas que constituyen una

amenaza para mi visión del mundo, mis de-

rechos, mi dicha. Esta visión del mundo, esta

convicción de la forma en que la sociedad y la

vida deberían ser y todas las conexiones en-

gendradas con quienes comparten o amenazan

esta convicción, todo esto tiene consecuencias

mucho más profundas de las que nosotros po-

dríamos imaginar.

Registrada en el sistema magnético del ser

aural, esta visión proviene de todo el lejano

pasado del microcosmos al que el ser humano

está unido. Y la suma total del pasado microcós-

mico siempre habla a través del sistema magné-

tico del cerebro y nos insta a consolidar nuestra

posición en esta naturaleza, para la realización

de nuestra visión del mundo y de la propia fe-

licidad, sobre la base de sus propias necesidades

terrestres.

Así surgen inevitablemente los temores y su

consecuencia directa: una lucha continua, mani-

fi esta o muy sutil. Por extraño que pueda pare-

cer, el ego nuevamente fortalecido se nutre de

La respiración que aporta la paz

En el Nuctamerón, Jan van Rijckenborgh nos da algunas

indicaciones: «Debe producirse una limpieza general y

una organización de las tensiones magnéticas y radiantes

en la esfera microcósmica del alumno. Los pensamien-

tos y los sentimientos que responden a las situaciones

inciertas o injustas se inmiscuyen continuamente en

nosotros y nos afectan. De esto se desprende, desde un

punto de vista espiritual, las acciones torpes que les cor-

responde. Algunos luchan desesperadamente contra esas

tendencias, pero el ser humano debe obedecer a lo que

encuentra su origen, su causa más profunda, en su campo

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EL CORAZÓN COMO INSTRUMENTO El mie-

do, la inquietud, el temor y la inseguridad son

causados por la importancia autoproclamada y

la identidad, y el mental como su instrumento.

De hecho, se le hace frente en un nivel total-

mente diferente, el del alma, y el corazón es su

instrumento.

El miedo es, de hecho, uno de los extremos de

un ‘impulso de energía’ en nuestro ser. El otro

extremo de este impulso de energía es amor.

Deje crecer el amor y el miedo declinará.

Los botones de mando de este impulso de ener-

gía son nuestra Aspiración y nuestra Confi anza.

Así creamos espacio y energía; espacio y ener-

gía del alma más allá de las tensiones del ego;

nos armonizamos y depositamos nuestra emo-

ción abrumadora que nos domina en la copa de

oro de la luz del corazón.

El miedo y la incertidumbre pierden desde ese

momento una gran parte de su energía y de su

infl uencia: ya no nos dominan ni nos gobiernan

tan completamente.

Y todavía existe otra ayuda frente al miedo, la

inquietud y el temor: disminuye la importancia

de la situación. Toda situación tiene por signifi -

cado el que nosotros mismos acordemos. Como

tal, creamos siempre nuestra propia realidad. Lo

que nos ocurre o lo que nos inquieta es sim-

plemente una situación, un hecho, un aconte-

cimiento. Retire de él la carga y sólo queda el

hecho objetivo, sin afectación. No deje que el

ego la transforme en una tragedia, en un relato

con el pasado tal como debería haber sido y el

futuro tal como podría ser.

Ahora bien, el ego tiene necesidad de esta tra-

gedia, de esta gran historia auto-producida para

justifi car su existencia y para darse importan-

cia; el ego lo necesita para sobrevivir. Si no le

damos importancia, no hay historia. Sin historia

no hay resistencia. Sin emoción no hay tragedia.

Sin tragedia no hay resistencia. Sin resistencia

no hay energía negativa. Sin energía negativa

no existe inquietud. Sin inquietud, sólo queda

la atención profunda y silenciosa del alma.

En la atención profunda y silenciosa del alma,

el alumno experimenta un intenso deseo de

otra cosa, de una Vida nueva, en la que la

tensión despertada por nuestra angustia inte-

rior y que se manifi esta por la preocupación, la

inquietud y el miedo del ego, puede tomar una

dirección totalmente diferente, suministrar la

energía necesaria para alcanzar el objetivo.

Como tal, la inquietud anterior del ego es una

buena señal, aunque inconfortable, si atrae una

fuerza de oposición interior que lleva el impul-

so de energía hacia el ‘amor’.

Otro aspecto de nuestros miedos, y al mismo

tiempo la salida, es cuádruple:

1) nuestra rendición al alma,

2) nuestra aceptación, nuestra experiencia

incondicional de la insignifi cancia del mundo

horizontal,

3) nuestro no-juicio,

4) que nos permite entrar en el círculo de

nuestra ignorancia y de nuestra impotencia. En-

tonces, como alumno, pasamos del pensamiento a

la Conciencia, del ego al Alma.

de respiración magnético microcósmico y, desde allí, en su

sistema magnético cerebral.

Todo encuentra allí su base. En ese confl icto constante,

sólo hay una solución: desarrollar nuevas fuerzas magnéti-

cas en el campo de respiración. Usted lo realiza por medio

de tres cosas esenciales: una fe inquebrantable, una aspira-

ción intensa y un esfuerzo asiduo. Si lo consigue, entonces

para usted el campo de respiración de la tierra-cosmos se

modifi ca. Usted ya no respira la angustia y el veneno, sino

lo que sirve para su paz y su salud. En consecuencia, su

respiración espiritual cambia».

Por lo tanto, no se trata de luchar contra las tensiones y los

miedos que se producen, sino que busca la solución en un

nivel mucho más elevado. La lucha contra los miedos que

se manifi estan es, de hecho, algo inútil. Einstein lo expresa

de otra forma: usted no puede resolver un problema al

mismo nivel ni de la manera en la que ha sido causado.

En otros términos, la solución del problema se sitúa en

un nivel diferente. Uno tiene que aceptar entonces que el

miedo sea una emoción inherente al ser humano terrestre.

No lo niegue, no lo condene y no luche contra él, es inútil.

Acéptelo y considérelo con mansedumbre. La mansedum-

bre es el valor absoluto que no fuerza nada pero del que

emana un estado de ser interior.

el camino del alma más allá de la angustia 41

Page 44: 2013 NÚMERO 3

Y mirado mi miedo de frente, no era lo que yo temía que fuese

42 pentagrama 3/2013

ta de la aplicación de una Ley divina activa en

todos los campos de la materia y del Espíritu,

poderosa, elevada y dinámica. Tan pronto como

el alumno, sobre la base de su conciencia, se

orienta hacia la chispa divina en él y enciende

la llama, todo aquello de lo que, en cualquier

momento, tiene necesidad para su preservación,

ESTEMOS DESPREOCUPADOS Como conclusión

queremos transmitirles lo que Jan van Ricjken-

borgh escribió en La Luz del mundo, como

promesa e imagen mucho más amplia que nos

ayuda a liberarnos de toda ansiedad inútil y

restrictiva. Escribió: «Usted conocen la frase

evangélica: No os inquietéis por el mañana. Se tra-

El lago © Dion McDermott

Page 45: 2013 NÚMERO 3

está totalmente presente. Entonces empieza a

actuar la ley divina que enseña, que vela por

cada entidad […] y se hace de tal manera que

todo aquello de lo que tiene necesidad para su

supervivencia y su desarrollo está totalmente

presente. Por lo tanto, estar preocupado por una

u otra cosa es completamente ininteligente.

Visto de forma cósmica, todo es para todos, es

la ley, es el mandamiento. El Padre celeste sabe

qué es lo que necesita usted. Esto no es una

exposición edifi cante, sino que su presencia en

el cosmos implica que se vela por usted. Estar

preocupado, tener miedo de tal o cual cosa, es

desde el punto de vista espiritual, ininteligente.

El hecho de que, en la naturaleza terrestre, todo

el mundo esté casi obligatoriamente inquieto

y preocupado, es la prueba de que todos aquí

abajo han perdido el sentido de la realidad. El

Sermón de la Montaña nos da la respuesta a

esta preocupación ansiosa por el mañana: Buscad

primero el Reino y su justicia, es decir, preocúpen-

se del mundo original, y todo el resto os será dado

por añadidura.

No se trata aquí de quemar los barcos detrás de

sí y de saltar a lo desconocido, sino que es el

cambio de una barca por un crucero. Cuando

verdaderamente se realiza un trabajo espiritual,

la ayuda necesaria viene entonces de todas las

partes. A todos los que escalan la montaña del

Espíritu, se les dice: Perded toda visión deliberada,

no os inquietéis de vuestra realización personal o de

las fuerzas espirituales que necesitaréis por el camino.

De lo que se trata, es de llevar una vida renovadora.

Expulsad de vuestra vida el egoísmo exacerbado y la

angustia del yo. Cumplid la ley de amor y todo aque-

llo de lo que tengáis necesidad vendrá naturalmente,

porque es el cumplimiento de una ley natural».

Y mirado mi miedo de frente, él no era lo que

yo temía que fuese. Era justamente una forma

infl ada, cubierta con ropajes negros y marrones,

pero sin sustancia real que se encogía, pobres

restos del no-saber y del no-poder. Yo los puse

en una copa de oro en mi corazón y los ofrecía

al Gran Espacio que encierra todo. Y el Gran

Espacio transformó esos restos en Sabiduría y

Poder.

el camino del alma más allá de la angustia 43

Page 46: 2013 NÚMERO 3

44 pentagrama 3/2013

Este mapa de los «pulmones de la Tierra» muestra lo que es el reparto del crecimiento de los

árboles en el conjunto del planeta. Ya no se encuentran grandes bosques en el mundo occidental

densamente poblado: las zonas más oscuras representan las regiones en las que los árboles son más

altos. Tanto en el plano microcósmico como mundial respirar el aire puro, ¡un campo respiratorio

puro!, es de la mayor importancia. Tales reagrupamientos de observaciones instantáneas efectuadas

por la NASA son indispensables para vigilar el desarrollo o la desaparición de bosques.

R E P R E S E N T A C I O N E S D

Page 47: 2013 NÚMERO 3

representaciones del mundo 45

E L M U N D O

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46 pentagrama 3/2013

Durante un servicio de templo en Haar-

lem, había abordado diferentes aspec-

tos tratados en ese libro y, de hecho,

esta obra marcó el camino para un desarrollo

totalmente nuevo de la Escuela Espiritual.

Precedentemente, los dos fundadores del

Lectorium Rosicrucianum: Jan van Rijcken-

borgh y Catharose de Petri habían percibido

en espíritu, y aceptado como tarea, el hecho

de que la Escuela debía evolucionar con el

fi n de convertirse en una escuela de misterios

gnóstico-crísticos séptuple que pondría a sus

alumnos, sobre la base del estado autolibera-

dor, en unión con las fuerzas y energías del ser

humano original y de su campo de vida.

El primer capítulo del libro Orientación pone

la base para ello. Atrae la atención del lector

sobre los múltiples caminos que ya han exis-

tido en el camino espiritual, pero que, dema-

siado a menudo, no han alcanzado el objetivo

propuesto al lector y al buscador.

Por ello el autor, en la introducción, da una

explicación clara de las siete auto-iniciaciones

posibles e indica los resultados que engendran,

a partir del momento en el que el ser humano

recorre el camino de la transfi guración.

Esta introducción detallada es seguida por des-

velamientos profundos con relación al camino

de vida auto-liberador del ser humano que

aborda «la otra vida».

Para su desarrollo, el autor toma como punto

de partida el Apocalipsis de Juan. En este libro

del Nuevo Testamento, la fi gura central, Juan,

recibe la misión de volverse hacia las siete

iglesias de Asia.

Durante los años sombríos de la guerra, Jan

van Ricjkenborgh planteó la pregunta sobre

cuál podría ser el signifi cado de ese libro mis-

terioso con el que se termina la Biblia.

En el curso de sus refl exiones sobre esos as-

pectos, llega un momento de profundo silencio

interior. A este propósito escribió:

«¿Es que los que me guían tratan de hacer-

me comprender algo? ¿Quieren esclarecerme

algún punto? Y, de repente, me di cuenta con

una gran claridad de ese lenguaje silencioso

del Espíritu, por el que los Grandes se dirigían

continuamente a mí.

Cada religión mundial, desde la fundación

del mundo, tiene un escrito de misterios, un

testamento espiritual, al servicio de quienes

están en el campo de fuerza y que, en el pleno

sentido del término, están en este mundo pero

sin ser de este mundo.

En mi opinión, faltaba un texto al cristianismo

y, en consecuencia, debíamos contentarnos con

En 1946 apareció el libro Dei Gloria Intacta de la mano de Jan van Rijckenborgh. Este libro, que había escrito durante los años de la segunda guerra mundial, lleva como subtítulo: El misterio de iniciación crístico de la Rosacruz para la nueva era.

siete visionespara un camino espiritual

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siete visiones para un camino espiritual 47

las escrituras clásicas de los iniciados, la pala-

bra revelada de segunda mano.

A los liberados, seres inminentes que respon-

den a ciertas condiciones y que han alcanzado

cierto nivel de espiritualidad, les son dadas

revelaciones».

Según el autor, la revelación es ‘gracia’ y la

profecía ‘juicio’.

En el libro Dei Gloria Intacta, título que signifi -

ca «La gloria de Dios siempre es perfecta» y es

una de las expresiones que los hermanos de la

Rosacruz descubrieron en la tumba de Cris-

tián Rosacruz, leemos:

Asia atrae inmediatamente la atención hacia el triple

Logos y su orden, su mundo, en el que residen los

verdaderos liberados, y al cual pertenece igualmente

la personalidad celeste adormecida y vaciada.

Este triple ser supremo, «que es, que era y que ha

de venir», envía siete corrientes de fuerza dinámicas

«que están ante su trono» a cada concentración de

substancia primordial en la que quiere manifestar su

majestad, su amor y su fuerza.

En correspondencia con estas siete fuerzas hay

igualmente siete estados de desarrollo espiritual,

siete grupos y siete escalones de infl uencia espiritual,

que se manifi estan en o con el nombre de Asia, la

Divinidad triple.

En su lucha por llegar al discernimiento y la

comprensión, Juan se dirige a las siete comu-

nidades de Asia. El término ‘Asia’ designa esa

parte de la humanidad que está madura para

• Le queda alrededor de setecientos años a la

humanidad en este trigésimo tercer período ario.

En el curso de los próximos setecientos años va a

edifi carse un tipo de ser humano completamente

nuevo. Un tipo que progresivamente abandonará

por el camino su cuerpo físico mortal y vivirá en

una personalidad celeste. Ese proceso de sustitución

de personalidades se acompañará de diferentes

cambios radicales en los niveles geológico, magnético

y atmosférico, sobre y en nuestra tierra madre. Son

sobre todo los cambios de las condiciones magnéticas

y atmosféricas, ya discretamente perceptibles, que

serán fatales para la humanidad actual. La parte de la

humanidad que estructuralmente no pudiera adaptarse

a estos cambios y que demostrara su incapacidad para

edifi car esta nueva personalidad, seguirá una línea

de desarrollo degenerativo y perecerá en la sangre y

la muerte. La otra parte, la que se renueva, perderá

cada vez más el contacto con la parte cristalizada

y tendrá lugar una separación defi nitiva. Este nuevo

tipo de ser humano constituirá la cosecha de este

trigésimo tercer período… además, en muchos,

orgullo, codicia y sufi ciencia son tan grandes que

parecerá imposible llevarles a ponerse de acuerdo

entre ellos… su oposición es tal que permanecerán

en los viejos caminos y demostrarán cierta reticencia a

abandonarlos.

• Así, allí donde su fe fragmentaria se rompe contra

los duros roquedales de la realidad, el ser humano

madurará para una revolución espiritual. El alba de esta

revolución espiritual es anunciada de aquí en adelante,

PRESENTACIÓN DEL LIBRO DEI GLORIA INTACTA

Page 50: 2013 NÚMERO 3

48 pentagram 1/2013

una renovación

sobre la base del

espíritu central

activo en el ser

humano.

El autor demuestra

que este proceso de

renovación en el ser

humano es un camino de

iniciación con dimensión cósmica, guiado por

las energías de Cristo.

El proceso de renacimiento del cuerpo, del

Alma y del Espíritu se desarrolla en tres fases,

simbolizadas por tres círculos séptuples, unidos

a las siete esferas planetarias.

Así nace esta

Conciencia Ce-

leste tan particu-

lar, esta imagen

dormida que, sin

embargo, Es.

La continuación del

libro nos dirige paso a

paso hacia los diferentes

círculos séptuples que, en el camino, rodean la

Montaña del Espíritu.

Esta obra tiene la particularidad de estar

siempre de actualidad. Pues a medida que la

conciencia se amplia, su campo de aplicación

y la humanidad se encuentra en las contracciones

del nacimiento de una era completamente nueva. A

través del dolor, la muerte y el caos cierta parte de la

humanidad estará dispuesta para la cosecha venidera.

Las causas de la apariencia velada del verdadero

Misterio Sagrado se fundan en el hecho de que el ser

humano, en su estado de ser terrestre, aunque haya

alcanzado el punto más bajo de la materialidad, sólo

habría llegado parcialmente al nadir de la naturaleza

terrestre y que el número de seres humanos llegados al

límite de esta naturaleza sería insufi ciente.

En nuestros días, se cumplen las condiciones; ellas han

provocado cierto número de reacciones cósmicas,

generado una crisis notoria y los velos son retirados ahora.

• En el curso del período en el que acabamos de

entrar, los cuerpos celestes deben ser despertados

y los candidatos a los nuevos Misterios deben poder

mantenerse, provistos de estos ‘vehículos’ imperecederos,

en la Luz Divina.

Para poder reconciliarse con el ser humano celeste, se

debe producir antes un cambio fundamental: renunciar

al antiguo yo. No se trata de despreciar la personalidad

terrestre ni la vida terrestre, indispensable. Sin embargo,

debemos colocar los acentos de tal forma que el

correcto comportamiento de vida esté presente para

estimular el verdadero objetivo del renacimiento.

La endura, o muerte diaria, signifi ca el quebrantamiento

de la conciencia biológica, la abolición de la auto-

conservación, de los deseos inferiores y especulativos.

• El candidato debe celebrar este adiós a la naturaleza

terrestre como una despedida ‘de la miseria y de la

muerte’, lo que quiere decir que la muerte mística

Page 51: 2013 NÚMERO 3

se despliega ante el ojo interior, con una pers-

pectiva cada vez más amplia.

En todos los libros de Jan van Rijckenborgh,

el camino gnóstico, en tanto que enseñanza

liberadora, constituye el tema central.

El valor de actualidad de este libro se sitúa

en el hecho de que los aspectos que permiten

volver a encontrar la verdadera divinidad en el

ser humano son siempre los mismos, y de que

el punto de partida es invariablemente la chis-

pa inalienable que, en muchos, emite aún un

cálido resplandor y mantiene vivo el recuer-

do de una edad de oro perdida, que jamás ha

abandonado el corazón.

Gracias a la aparición de este libro prodigioso,

se ha manifestado plenamente en el mundo

una rosacruz gnóstica crística para los tiempos

nuevos.

El buscador encuentra en él un camino inte-

rior y espiritual sobre el que podrá encender

siete candeleros, es decir, siete nuevos estados

de conciencia.

terrestre revela una necesidad interior. Si llega a este

punto, entonces el cambio fundamental portará sus

frutos y el resultado se revelará. Entonces se produce la

iluminación, la glorifi cación mística, el descenso del Rayo

Crístico, y pronto el candidato vive del Cristo interior.

• Trata de estar en paz con los demás y de obtener la

santifi cación.

• El cristianismo es iluminación por la reconciliación

con la idea y el estado originales del género humano

primordial, llamado Reino de los Cielos.

• Si el ser humano quiere responder a la llamada de la

Luz, si quiere elevarse hasta las alturas divinas, deberá

comenzar por el primer escalón, construir desde abajo,

con la ayuda de una unión sanguínea crística, en el campo

de vida terrestre. Por la aceptación del camino de Cruz,

la naturaleza de la muerte, la personalidad terrestre, se

vuelve una puerta para el Espíritu, la resurrección del

cuerpo celeste.

En el Apocalipsis de Juan, el Testamento Crístico, espiritual,

brilla con esplendor crístico imperecedero. A los

liberados, a los seres humanos nobles, que responden a

ciertas condiciones y tienen cierto estado espiritual, les

son dadas revelaciones.

Los sellos, las letras, las trompetas y las visiones sólo

pueden tomar verdaderamente vida, para el lector, desde

el momento en que las vibraciones de la gracia iluminan

su ser interior.

siete visiones para un camino espiritual 49

Page 52: 2013 NÚMERO 3

50 pentagrama 3/2013

Un mundo en miniatura, un microcosmos. Una rosa, helada, bajo una capa de hielo del frío

mental, «el pensamiento terrestre impulsado al extremo», simboliza un mundo de vida original

consagrado a Dios que puede desarrollarse en el interior del ser humano.

R E P R E S E N T A C I O N E S D

Page 53: 2013 NÚMERO 3

Y soñé que llegaba a una ciudad magnífi ca

cuyo palacio era la rosa, rosa.

La corona y el trono del gran sultán,

su jardín y sus aposentos

eran la rosa, rosa.

Aquí sólo se compran y venden rosas

y las rosas son la báscula que ellos usan.

Pesando rosas con más rosas,

el mercado y el bazar

son todo rosas, rosa.

La rosa blanca y la rosa roja

crecieron juntas en el mismo jardín.

Sus caras se giran como una sola hacia la espina.

Ambas espina y fl or

son la rosa, rosa.

La tierra es la rosa y la piedra es la rosa,

marchita está la rosa, fresca está la rosa.

En los jardines privados del Señor

tanto el esbelto ciprés como el viejo arce

son la rosa, rosa.

La rosa hace girar el molino de agua

y se enraíza entre las piedras.

La rueda gira mientras el agua fl uye.

Su poder y su calma

son la rosa, rosa.

De la rosa surge una tienda

repleta de todo tipo de ofrendas.

Los santos profetas son sus guardianes.

El pan y el vino que sirven

son la rosa, rosa.

Oh Ummi Sinan, comprende el misterio

del dolor del ruiseñor y la rosa.

Cada gemido del desolado ruiseñor

es para la rosa, la rosa.

Ummi Sinan (Yusef Ibrahim), ca. 1563-1657

representaciones del mundo 51

E L M U N D O

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52 pentagrama 3/2013

En el «Bundahishn», el libro de la Primera Creación de la cosmología de Zoroastro, leemos lo que sigue:

Se desveló desde tiempos inmemoriales que

Ahura Mazda (el creador increado) reside en las

alturas, engalanado con omnisciencia y bondad,

rodeado de Luz. Esta Luz es el lugar y la morada de

Ahura Mazda. Algunos lo llaman Luz infi nita. Esta

omnisciencia y esta bondad constituyen el vestido

de Ahura Mazda. Algunos lo llaman Religión… El

tiempo del vestido es infi nitamente largo, pues la

bondad y la religión del creador increado durarán

tanto tiempo como el propio Ahura Mazda.

Henri Corbin, en Tiempo cíclico y gnosis ismailí (libro

de 1982), escribió que el «Bundahishn» es un

compendio de la enseñanza de Zoroastro y Ahura

Mazda redactado en pahlavi, o persa medio, una

lengua persa del primer milenio. Este compendio

que data del siglo IV de nuestra era, contiene cierto

número de preguntas a las que las personas con

más de quince años se supone podían responder.

Las primeras preguntas se enunciaban como sigue:

«¿Quién soy y adónde pertenezco? ¿De dónde

vengo y hacia dónde estoy en camino? ¿Cuál es mi

linaje y cuál es mi raza? ¿Cuál es mi vocación en esta

existencia terrestre?… ¿Vengo del mundo celeste o

he comenzado a existir en este mundo terrestre?

¿Pertenezco a Ahura Mazda o a Ahrimán, a los

ángeles o a los demonios?»

Y éstas son las respuestas:

«He venido del mundo celeste. No he comenzado

a existir en el mundo terrestre. En el origen yo

me manifestaba en el estado espiritual; mi estado

original no es terrestre. Pertenezco a Ahura Mazda,

el “Señor Sabio”, y no a Ahrimán (el espíritu de la

división y de las tinieblas). Pertenezco a los ángeles

y no a los demonios… Yo soy la criatura de Ahura

Mazda y no la criatura de Ahrimán. Mis orígenes

y mi raza los tengo en el ser humano original

(anthropos). Mi madre es Spandarmat, el ángel de la

Tierra, mi padre es Ahura Mazda…

La realización de mi vocación consiste en aprender

lo siguiente: recordar que Ahura Mazda es el Ser

que está en el eterno presente, como la existencia

en la actualidad, que siempre ha sido y siempre

será. Imaginármelo como inmortalmente sublime

y perpetuamente puro. Recordar que Ahrimán

es la pura negatividad que se agota a sí mismo y

regresa a la nada y representármelo en tanto que

espíritu de la separación (el mal) que no existía

previamente en esta creación y que, un día, dejará

de existir en la creación de Ahura Mazda, y que

desaparecerá al fi nal de los tiempos. Considerar que

mi Ser verdadero pertenece a Ahura Mazda y a los

arcángeles».

Page 55: 2013 NÚMERO 3

tijd voor leven 2

Redactor JefeA.H. v. d. Brul

Responsable editorialP. Huis

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Revista de la Escuela Internacional

de la Rosacruz Áurea

Lectorium Rosicrucianum

La revista pentagrama se propone atraer la

atención de los lectores sobre la nueva era que

ha comenzado para el desarrollo de la humanidad.

El pentagrama siempre ha sido el símbolo

del hombre renacido, del hombre nuevo.

Es igualmente el símbolo del universo y de su

eterno devenir, por el que tiene lugar la

manifestación del Plan de Dios.

No obstante, un símbolo sólo tiene valor

cuando se convierte en realidad. El hombre

que realiza el pentagrama en su microcosmo,

en su propio pequeño mundo, se mantiene

en el camino de la Transfi guración.

La revista pentagrama llama al lector a realizar

esta revolución espiritual en sí mismo.

Page 56: 2013 NÚMERO 3

¿Cómo fue preparada la cosecha?

La rosa no se pregunta el porqué

El Grial y el caballo

¿Qué es la angustia?

´No tengo alma´, decía él…

Siete líneas de conducta para un camino espiritual

Ahura Mazda, el Creador increado2013 NÚMERO 3