enfermería del trabajo, volumen 3, número 2, 2013

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    Revistade

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    Editorial

    Crisis y SaludAutores

    Lpez Martnez, VicenteDirector ISTAS (Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud)

    La relacin entre crisis econmica y salud viene de-terminada por los efectos que la primera tiene sobre las

    condiciones de vida y de trabajo de la poblacin. Estosefectos dependen a su vez de diversos factores estructu-rales como pueden ser la estructura productiva, el modelode relaciones laborales, o desarrollo del Estado del Bien-estar. El impacto de la crisis sobre la salud de la poblacines, por tanto, una consecuencia lgica de las polticas eco-nmicas, sociales y laborales llevadas a cabo, tanto en elpasado como en el presente. Polticas que (re)definenestos factores estructurales, que a su vez determinan nues-tras condiciones de vida y de trabajo.

    Inicialmente vamos a ver las repercusiones que la cri-

    sis econmica (1) est teniendo en nuestro mercado detrabajo. Debemos remarcar la centralidad del empleo enla vida de las personas, no slo como mecanismo bsicode distribucin de la renta, sino tambin como mecanismode integracin social. El primer y ms importante efectode esta crisis sobre las condiciones de vida y trabajo, essin lugar a dudas el crecimiento del volumen de personas

    desempleadas. La prdida de empleo a lo largo de este pe-riodo, sin embargo, no ha afectado a todos los sectores

    productivos por igual, ni tampoco a todos los colectivos.Se ha pasado de una crisis de la construccin a una cri-sis industrial y del sector servicios, sobre todo, del sectorpblico y del sector financiero. Mientras se destrua enmayor medida empleo temporal en el inicio de la crisis,se ha pasado, segn los ltimos datos publicados, a des-truir prcticamente el mismo volumen de empleo indefi-nido que temporal. Ya no slo se destruye empleo entrelos hombres y jvenes, principales vctimas iniciales dela crisis, sino tambin entre las personas de edades cen-trales y del colectivo de mujeres.

    En estos cinco aos se han destruido 3,5 millones depuestos de trabajo, en su inmensa mayora de trabajadorespor cuenta ajena, y el volumen de desempleo se ha mul-tiplicado por dos, con un aumento de cuatro millones depersonas. Una de cada cuatro personas activas estn pa-radas, y, en el caso de las personas con menos de 25 aos,una de cada dos.

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    (1) Segn los datos de evolucin del PIB o del empleo, la crisis econmica se habra iniciado en el ao 2008. En 2012, datos to-dava provisionales, el PIB habra cado un 1.1% y se habra destruido un 4,8% del empleo existente.

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    Esta dinmica que presenta la crisis econmica en elEstado espaol, tanto en su gnesis como en su desarrolloposterior, no es ajena ni al modelo de crecimiento cons-truido en los ltimos treinta aos, ni a las polticas eco-nmicas y sociales que se han ido imponiendo por partede los Gobiernos (en las diferentes esferas de poder pol-tico) a lo largo de estos cinco aos de crisis econmica.La prdida de empleo no ha sido sobrevenida sino ge-nerada como consecuencia de un modelo productivo en-deble (baja capitalizacin, escasa inversin en I+D+i,basado en actividades de bajo valor aadido.) y de unaspolticas cuyo objetivo principal ha sido la reduccin delgasto pblico (en sanidad, en polticas de prevencin, enproteccin social) y de desregulacin del mercado de

    trabajo.Estas polticas han supuesto un recorte del gasto p-

    blico en materias tan sensibles a la salud de la poblacincomo el gasto sanitario, la proteccin social (prestacionespor desempleo, ayudas a las personas dependientes,),o las propias polticas de prevencin de riesgos laborales.En estas ltimas el gasto se ha reducido prcticamente endos tercios. Pero tambin, estas mismas polticas de ajustedel gasto pblico y las regresivas reformas laborales, hanprovocado ms desempleo, primer factor de deterioro delas condiciones de vida, y un deterioro de las condiciones

    de trabajo de las personas que todava mantienen un em-pleo, los supervivientes de esta crisis.El desempleo puede calificarse en trminos de salud

    pblica como una enfermedad social que, por su volu-men, tiene un carcter epidmico (2) .El desempleo, juntocon un Estado del Bienestar raqutico, supone, entre otros,un aumento de la desigualdad social y de los niveles depobreza, la prdida de libertad, aumento de los daos psi-colgicos, el deterioro de la salud y el aumento de la mor-talidad, la ruptura de las relaciones humanas y elquebranto de la vida familiar, o la propia prdida de va-

    lores sociales y democrticos(3).El desempleo y, sobretodo, la falta de polticas de proteccin frente al mismo,conlleva ms desigualdad, pobreza y exclusin social, fac-tores que implican un claro riesgo para la salud.

    Pero, adems, como ya hemos indicado, esta crisis y,sobre todo las polticas desarrolladas por los distintos go-biernos, han supuesto un cambio drstico en nuestro mo-delo de relaciones laborales que est provocando un gravedeterioro de las condiciones de trabajo de las trabajadorasy trabajadores. El propio aumento del desempleo au-menta la presin a aceptar cualquier condicin laboral aaquellos que tienen un empleo por miedo a perderlo, pero

    esta presin es mayor si cabe en un entorno laboral dondeel despido individual y colectivo es ms sencillo y barato,y donde el cambio en las condiciones de trabajo previa-

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    mente pactadas pueden ser modificadas con cierta facili-dad, arbitrariedad y de manera unilateral por el empresa-rio. La ltima reforma laboral ha supuesto, junto con lasanteriores, una clara ruptura del modelo de relaciones la-borales consensuado en la Constitucin, apostando por laindividualizacin y desregulacin de la relacin laboralmediante la exaltacin del poder privado del empresario(4).

    Los trabajadores supervivientes a los continuos ajustesde plantillas que se han producido en estos aos(5) pre-sentan un claro deterioro de sus condiciones de trabajo yun aumento de los factores de riesgo. Los resultados dela Encuesta de Riesgos Psicosociales(6) en Espaa reali-zada por ISTAS-CCOO en 2010, nos muestran como los

    ajustes de plantilla se relacionan con una mayor dificultadpara el ejercicio de derechos de las trabajadoras y traba-jadores, el empeoramiento de las exposiciones a riesgospsicosociales y un nivel ms bajo de salud mental entrelas personas asalariadas que no perdieron el empleo. As,por ejemplo, hacer los das de fiesta semanal, los de va-caciones, coger la baja por enfermedad, o ir al mdicocuando es necesario, es menos frecuente entre estos tra-bajadores y trabajadoras.

    Por ltimo, no podemos olvidar los efectos a medio ylargo plazo de la crisis. En primer lugar, por la perspec-

    tiva que supone de precarizacin de las trayectorias labo-rales de aquellos que se integren o reintegren (en el casode los desempleados o inactivos) en el mercado de trabajoy, en segundo lugar, por la incidencia que tendr este de-terioro presente y futuro de las condiciones de vida y tra-bajo en las generaciones futuras. El desempleo suponeuna ruptura de las relaciones humanas y un quebranto dela vida familiar con el consiguiente efecto no slo en lascondiciones de vida actuales sino en las propias perspec-tivas futuras de desarrollo personal.

    Es evidente, como hemos visto, la vinculacin de la

    crisis con los niveles de salud, presente y futura, tantopara aquellos que pierden su puesto de trabajo, como in-cluso para aquellos que son considerados cnicamentecomo unos privilegiados por tener acceso a un derechoconstitucional, el empleo. Pero no podemos olvidar queesta vinculacin es mayor o menor en base a las polticaspblicas, econmicas, laborales y sociales, que se desarro-llan, ya que son ellas las que determinan la cobertura delos servicios pblicos y los niveles de proteccin social,la mayor o menor destruccin de empleo y el deterioro delas condiciones de trabajo.

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    (3)Amartya Sen. Revista Internacional del Trabajo volumen 116. (1997)

    (4)Antonio Baylos. Revista de Derecho Social, n 57. (2012)

    (5)Segn el Boletn de Estadsticas Laborales, en los tres ltimos aos han accedido a las prestaciones por desempleo unos 2 mi-llones de trabajadores, en su mayora (50%) por finalizacin de contrato, y un 37% por despido, principalmente, de carcter in-dividual.

    (6)La exposicin a los niveles ms desfavorables para la salud de riesgos psicosociales fue mayor entre los supervivientes a unPAP para 12 de las 23 dimensiones analizadas. Los resultados ms relevantes muestran entre un 40 y un 50% de mayor probabi-lidad de estar en el nivel ms desfavorable para la salud en 6 de ellas (Ritmo de trabajo, Reconocimiento, Inseguridad sobre elempleo, Inseguridad sobre las condiciones de trabajo, Confianza vertical y Justicia) y un aumento entre un 20 y un 39% en 6 deellas (Control sobre los tiempos a disposicin, Compromiso, Previsibilidad, Conflicto de rol, Calidad de liderazgo y Apoyo socialde Superiores).

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    Artculo de revisin

    Implantacin de Sistemas de Gestin de Calidad:La experiencia del Hospital Clnico Universitario

    de Valladolid

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    Implantacin de Sistemas de Gestin de Calidad: La experiencia del Hospital Clnico Universitario de Valladolid

    Autores

    Monje Curiel, M NievesSupervisora de la Unidad de Calidad del Hospital Clnico Universitario

    Gaviln Bouzas, DianaProf. Universidad Complutense de Madrid

    Prieto Martinez, BeatrizGraduada en Enfermera

    Tamayo Gomez, EduardoCoordinador de la Unidad de Calidad del Hospital Clnico Universitario

    Trazabilidad editorial

    Recepcin: 16-01-2013Revisin por pares: 23-01-2013Aceptacin final: 01-02-2013

    Correspondencia

    M Nieves Monje CurielSupervisora de la Unidad de CalidadHospital Clnico Universitario de ValladolidMail:[email protected]

    Resumen

    Este trabajo expone la experiencia de la Unidad deCalidad del Hospital Clnico Universitario de Valladoliden la implantacin de Sistemas de Gestin de Calidad

    bajo la forma de la Norma ISO 9001 en diferentes Servi-cios/Unidades. Se describe el contexto en el que ha tenidolugar la implantacin as como los resultados obtenidos.

    Palabras clave: Grupos de Mejora, Normas de Calidad,ISO 9001

    Summary

    This work exposes the experience of the Quality Unitof the Clinic University Hospital of Valladolid in the im-plantation of a Quality Management System which fulfilsthe requirements of the following standard ISO 9001 indifferent Units and Services. It describes the contest inwhich the implantation? has taken place as well as theresults obtained.

    Key words: Groups of Improvement. Quality Standards,ISO 9001

    Introduccin

    Todos los profesionales sanitarios coincidimos en una

    cosa: trabajamos para los pacientes. La razn de ser denuestro trabajo es ayudar al paciente a mejorar su estadode salud y ellos son la clave de todo el Sistema de Gestin

    de Calidad (SGC) y van a estar continuamente presentes.Por este motivo la Calidad es un tema que nos interesatanto a nosotros como a nuestros pacientes.

    El objetivo de este trabajo es presentar la experienciade la Unidad de Calidad del Hospital Clnico Universita-rio de Valladolid en la implantacin de Sistemas de Ges-tin de Calidad basados en la norma ISO. Si bien se tratade una experiencia por la que han pasado otros muchoshospitales, la relevancia de este caso estriba en su magni-tud, ya que se trata de un proceso ambicioso, en su cui-dadosa concepcin, ya que se articula a partir de un planestratgico y en sus resultados que han evolucionado demanera slida y estable a lo largo de 4 aos.

    El trabajo se estructura en cuatro partes. La primera,correspondiente al marco conceptual del proyecto y lasrazones que justifican la implantacin de los Sistemas deGestin de Calidad en el Sector Sanitario. La segunda, laestructura interna diseada para hacer viable la implanta-cin de los SGC y la Norma de Calidad elegida a tal fin.Por ltimo, se recogen los resultados obtenidos hasta elmomento y las conclusiones que se desprenden de estaexperiencia.

    1. Marco conceptual del proyecto: Calidad es

    hacer bien las cosas

    Si nosotros tuviramos que definir qu es Calidad po-dramos decir que casi todo el mundo coincide en asociarla idea de hacer bien las cosas con la Calidad.

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    Hacer bien las cosas significa que las actividades que re-alizamos deben hacerse correctamente a la primera.

    En muchas de las actividades que realizamos a diario,nuestros resultados no son buenos a la primera, pero s ala segunda como por ejemplo: consultas que son pospues-tas, pruebas que tienen que ser repetidas, desperdicio dematerial, etc. Esto puede que a veces no tenga consecuen-cias graves en la salud del paciente, cuando se trata de pe-queos errores, pero puede ocasionar un gran coste quese denomina coste de no Calidad.

    Algo que no sale bien a la primera debe ser repetidoy sto supone inversin de tiempo y dinero, por eso sontan preocupantes los costes de no calidad, que en sanidadson muy elevados.

    Pero, por qu necesitamos los mtodos de Cali-

    dad en Sanidad?

    En los aos 80 muchos hospitales se dieron cuenta deque eran organizaciones de enorme complejidad que rea-lizaban procesos en los cuales podan tener lugar muchascomplicaciones y que, por lo tanto, tenan que protegersede alguna manera de los errores humanos.

    Pero equivocarse es humano. Todas las personas nosequivocamos. Esto es comprensible, pero tal vez no po-

    damos soportar ciertos errores. Y aunque la posibilidadde cometer errores est en nuestra naturaleza, debemostratar de protegernos contra estos errores.

    Para protegernos de los errores existen diversos cami-nos: La formacin, es obvio que cuanto mejor formadosestn los profesionales, menos errores se cometen, peroan as, a veces se cometen. Sensibilizando al trabajador, informndole sobre lasconsecuencias negativas de los errores humanos. Esto

    puede ser interesante cuando se trata de personal de nuevaincorporacin, pero en general, los profesionales sanita-rios ya conocemos las consecuencias de nuestros erroresy somos los primeros interesados en evitarlos. Otra estrategia es la sancin tambin se puede presionaral trabajador con cargas de culpabilidad, acciones legales,etc., pero sabemos que esto no impide que se cometanerrores y da lugar a una prctica sanitaria defensiva quetampoco conviene ni a pacientes ni a profesionales.

    Cuando las organizaciones sanitarias se hicieron estaspreguntas se dieron cuenta de que en otros muchos cam-pos, como por ejemplo en la aviacin, en los que se adop-taban muchas decisiones importantes y se realizabanprocesos que afectaban a la seguridad de las personas, se

    haban hecho las mismas consideraciones y en todos ellosse haba adoptado la misma solucin: implantar un Sis-tema de Gestin de Calidad (SGC).

    Un SGC, trata de disear formas de trabajar donde, apesar de que se cometan errores, se acte a tiempo paraque no se desencadenen las consecuencias que dichoserrores puedan producir. La gran idea que se oculta detrsde un SGC es precisamente sta: a pesar de que las per-sonas nos podamos equivocar, los sistemas tienen queestar hechos para que nuestros errores no trasciendan por-que hemos diseado mejor nuestro trabajo, y para que enel caso de que se cometan, tengamos mecanismos de con-trol que impidan que los errores lleguen a sus ltimas con-secuencias. Por ejemplo el uso de una lista de

    comprobacin, o cheklist, cuando hacemos una maletaevita que cometamos el error de olvidarnos cosas que aveces nuestra memoria no retiene. Eso s, hay que usar lalista.

    Pero implantar un SGC exige mucho esfuerzo a quie-nes lo van a poner en funcionamiento y requiere estar mo-tivados: creer en la utilidad del sistema y confiar en sueficacia.

    As nos lo dice Tom Peters, gur de la gestin: Lossistemas de Calidad fallan cuando se montan con pa-sin y sin sistema, pero tambin cuando se montan con

    sistema, pero sin pasin. Dicho con otras palabras: paraimplantar un SGC hace falta querer pero tambin hacefalta saber.

    Y ste es el gran reto del Hospital Clnico Universi-tario de Valladolid. En nuestro Hospital estamos preocu-pados por la Calidad, por hacer bien las cosas y yahacemos muchas actividades dirigidas a que todo vayabien. Por eso, cuando hablamos del SGC, no queremosdecir que lo estemos creando sino que los vamos a mejo-rar y a perfeccionar para que sea mejor. De ah que tal vezsea ms exacto decir que el gran reto de nuestro hospital

    es mejorar el Sistema de Gestin de Calidad.

    2. Proceso de implantacin: Estructura

    El punto de partida de esta experiencia es la creacinde la Unidad de Calidad en febrero del 2009 al frente dela que se sita a un equipo multidisciplinar de profesio-nales. La primera misin de esta Unidad de Calidad es laelaboracin del Plan Estratgico de Calidad para el Hos-pital, cuyos objetivos y estrategias tenan como referenciael Plan Nacional de Calidad para el Sistema Nacional deSalud, adaptado a nuestro hospital.

    Este Plan Estratgico de Calidad se present por elGerente de la Organizacin a todos los profesionales yempleados del Hospital. Lo que sirvi para el doble obje-

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    tivo de darlo a conocer y manifestar el compromiso de laDireccin con el Proyecto de Calidad. Este compromiso

    se extiende a la Direccin Mdica, a la Direccin de En-fermera y a la Direccin de Gestin, y se ha seguido evi-denciando a lo largo de todo este proyecto.

    El segundo elemento clave en esta etapa fue la crea-cin de una red de agentes de calidad en todos los Servi-cios y Unidades del Hospital, tanto sanitarios como nosanitarios. En total seleccionamos y disponemos hoy de110 agentes de calidad. Los agentes de calidad despusde haber recibido una informacin y una formacin ade-cuada se convierten en una pieza clave en todo este pro-yecto.

    Los agentes de calidad van a ser los dinamizadoresde la calidad en su servicio sirviendo de conexin entrela Unidad de Calidad y el resto de los profesionales. Conellos realizamos diferentes actividades, entre las que cabedestacar la creacin de Grupos de Mejora. Los Grupos deMejora concebidos como equipos de trabajo dedicados ala mejora constante de la Calidad se basan en el recono-cimiento de que la Calidad es competencia de todos y quequienes mejor conocen los procesos de trabajo son quie-nes los realizan diariamente. A travs de esta actividad secorrobor la conveniente seleccin de los agentes de ca-lidad dado el elevado grado de compromiso institucionalque manifestaron. Para dar una idea de la dimensin deesta actividad basta algunos datos: hay ms de 60 gruposde mejora en el Hospital, que renen a ms de 200 perso-nas.

    La experiencia en los Grupos de Mejora tambin pusoen evidencia que el trabajo en equipos multidisciplinareses una estrategia eficaz para provocar mejoras de Calidad.

    Para la implantacin de SGC tambin se ha contadocon la participacin de los Jefes de Servicio y las Super-visoras. No podemos hablar de Calidad al margen de laGestin, es decir la Calidad y la Gestin tienen que ser

    dos caras de la misma moneda, con un mismo objetivo:conseguir unos mejores servicios sanitarios. Por lo tanto,la participacin de ambos colectivos se convierte en otrapieza clave en el desarrollo de este proyecto.

    Pero como no puede ser de otro modo, el peso de unSGC tiene que ser una tarea de todos los profesionalessin ninguna excepcin; por esta razn, se llevo a cabo unacampaa de comunicacin global dirigida a toda la plan-tilla.

    Esta campaa de comunicacin interna tuvo comoobjetivo principal potenciar el orgullo y sentido de perte-

    nencia de los miembros de la plantilla para motivar la ne-cesaria implicacin de todos en hacer un hospital mejor.La campaa constaba de carteles en el que se destacaban

    las diferentes caras de la atencin y de artculos en el pe-ridico del hospital.

    Fundamento: basado en la norma ISO 9001:2008

    El SGC que estamos implantando en el Hospital est ba-sado la Norma ISO 9001:2008.Nos hemos decantado por esta Norma Internacional por-que:

    - Es un sistema reconocido en ms de 150 pases.- Es un sistema que funciona y queremos que ms que unreconocimiento sea una verdadera herramienta de trabajo

    que nos permita mejorar da a da.- Nos posiciona nacional e internacionalmente.La norma ISO 9001 se remonta a la Segunda Guerra Mun-dial, a la experiencia de los britnicos que observaroncmo para evitar las explosiones accidentales de las bom-bas que ocurran en las fbricas de armamento, el mtodoa seguir era describir cmo haba que trabajar para NOcometer errores, seguir esas instrucciones al pie de la letrae ir anotando que cada instruccin se cumpla.

    La norma ISO, por lo tanto, es slo un mtodo que con-siste en:- Decir lo que se hace: Describir el trabajo que realiza-mos.- Hacer lo que se dice: Cumplir con lo que se ha diseado.- Dejar constancia de que lo que hemos hecho es lo quedecamos que tenamos que hacer, empleando para ellosregistros de actividad.

    Esto es precisamente el espritu de la norma ISO 9001que al aplicarlo a nuestro rea de trabajo se traduce en di-sear nuestros objetivos de calidad, revisar los recursosque necesitamos para trabajar con la calidad deseada, ad-

    quirir los conocimientos necesarios, describir las activi-dades que se realizarn, las instrucciones, losprocedimiento, etc.

    Una vez diseado y puesto en funcionamiento el SGCexiste la posibilidad de que si queremos, podamos optara un reconocimiento externo, que es lo que se llama: Cer-tificacin.

    La certificacin significa que adems de tener un SGC,una entidad externa lo ha auditado y dice que el SGCsigue o respeta lo que marca la norma ISO.

    3. Resultados: Estado actual del SGC del HospitalClnico Universitario

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    Actualmente en nuestro Hospital estn certificadosadems del Servicio de Prevencin de Riesgos Laborales,la Unidad de Reanimacin Cardiaca, la Unidad de Rea-nimacin General, Resonancia Magntica, el Banco deSangre y Coagulacin, la Unidad de Investigacin y laUnidad de Imagen del ICICOR, la Unidad Coronarias yla Unidad de Ictus.

    De cara a 2013, estn previstas para certificarse otras3 Unidades: la Unidad de Cocina, la Unidad de Neuroci-ruga y la Unidad de Cargos por Prestaciones.

    4. Conclusiones: Ventajas de tener un Sistema de

    Gestin de Calidad

    Tener un buen SGC implantado supone muchas ven-tajas que superan con creces las dificultades que a vecespueda suponer su implantacin, entre otras hay que des-tacar:- Mejorar en la atencin a los pacientes.- Tener pacientes ms satisfechos, porque el primer obje-tivo de un SGC siempre es buscar la satisfaccin de nues-tros pacientes.- Para los trabajadores nos supone una forma de trabajarms ordenada y menos conflictiva.- Un ahorro, al trabajar en condiciones de cometer menos

    errores.- Facilita la deteccin de oportunidades de mejora.- Un aumento del prestigio y de la competitividad denuestro hospital.

    Filosofa del proyecto

    Si profundizamos en las razones del xito de este pro-yecto nos encontramos con una serie de claves que cree-mos que merece la pena destacar, porque representan laverdadera experiencia de aprendizaje de este caso:

    1. Visin estratgica: Concebir un proyecto global enforma de plan a 4 aos. No hemos ido haciendo cosassino que hemos tenido claro desde el principio dnde que-ramos llegar. Esto nos ha ayudado para ser coherentes ysaber dnde estbamos en todo momento.2. Transmitir la idea de que la Calidad no es un extra quehay que aadir a lo que ya hacemos; sino que se trata dela mejor forma de realizar el trabajo.3. Desde el principio intuimos que el seguimiento iba aser esencial para la buena marcha del proyecto. Por esodesde la Unidad de Calidad nos hemos volcado en darapoyo a los Agentes de Calidad impulsando la formacinen el aula, con tutoras personalizadas, pero eso s, exi-giendo resultados.

    4. Ser sensibles y respetar las peculiaridades de cada ser-vicio. Hay que entender la coyuntura de cada servicio paraser capaz de atraerles al proyecto, tener paciencia en cier-tos momentos y apretar el acelerador cuando es posible.5. Comunicacin, comunicacin y comunicacin: la Uni-dad de Calidad trata de ser un interlocutor eficaz entre laDireccin y los Grupos, a veces surgen malos entendidosentre los participantes o se hace necesario motivar algnequipo y animar a continuar.6. Por ltimo, hemos tratado de evitar un enfoque dema-siado burocrtico y poco prctico de la Calidad. Esto, quees complicado en la teora, cuando hemos empezado a tra-bajar resulta ms fcil de lo que parece.

    Para terminar, hay que sealar que los momentos queatravesamos hacen que nunca ms que ahora haya sidotan necesario hacer bien las cosas. Hacerlas bien y hacer-las bien a la primera. Los pacientes, nosotros, la organi-zacin sanitaria y la sociedad necesita ms que nunca unaSanidad de Calidad.

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    Resumen

    Introduccin

    El objetivo del presente estudio es describir el perfildel trabajador con incapacidad temporal (IT) por contin-gencia comn de centros sanitarios de la Gerencia Regio-

    nal de Salud del rea oeste de Valladolid, en relacin adeterminadas variables del trabajador, del puesto de tra-bajo y/o categora profesional y comparar los datos obte-nidos con los ndices de poblacin trabajadora del reaOeste de Valladolid.

    Material y mtodos

    Estudio descriptivo transversal de IT acontecida en elao 2011 entre los trabajadores de los centros sanitariosdel rea Oeste de Valladolid pertenecientes a la Gerencia

    Regional de Salud. Entre las variables de estudio se halla:edad, sexo, gerencia, vinculacin laboral, categora pro-fesional, puesto de trabajo, etc.

    Resultados

    Durante 2011, 1266 trabajadores cursaron baja por IT,provocando 1778 procesos y 49.261 jornadas perdidas.La tasa de incidencia fue de 366,9 trabajadores en IT porcada 1000 trabajadores y ao, y de 473,1 episodios de ITpor cada 1000 trabajadores y ao. El 35% de las mujeresy el 19% de los hombres de la poblacin causaron baja

    durante 2011 (p

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    Management. Among the study variables is age, sex, ma-nagement, employment relationship, professional, job,etc.

    Results

    During 2011, 1266 IT workers coursed down, causing1778 and 49,261 days lost processes. The incidence ratewas 366.9 in IT workers per 1000 workers per year, andleave spells 473.1 per 1,000 workers per year. The 35%of women and 19% of men in the population caused lowduring 2011 (p

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    Trabajo e Inmigracin, a travs del INSS (entidad gestora)y de las MATEPSS, que son quienes tienen la competen-

    cia de la gestin econmica de la prestacin(6).La IT tiene una gran repercusin sobre el Sistema Sa-

    nitario debido al elevado coste que genera. Es importanteprevenir la aparicin de las bajas habilitando medidas decontrol que permitan detectar aquellos casos que respon-den a simuladores de bajas. Y tambin y no menos impor-tante, evitar las demoras en el acceso a la AtencinEspecializada, ya que alargan innecesariamente los per-odos de incapacidad temporal(7). Algunos estudios esta-blecen que dos tercios del total de los procesos de IT seven afectados por estas dos circunstancias(8). Los tiempos

    estndar en muchas ocasiones son ampliamente superadospor cuestiones que poco tienen que ver con las condicio-nes de salud individuales del propio trabajador incapaci-tado. Por otra parte no podemos dejar de mencionar elconflicto trabajador-empresa, ya que sta ha de soportarcostes aadidos en la gestin de personal, sobretodo en elcaso de las pequeas y medianas empresas(9).

    El objetivo del presente estudio es describir el perfildel trabajador de centros sanitarios de la Gerencia Regio-nal de Salud del rea Oeste de Valladolid con baja, en re-lacin a determinadas variables del trabajador y del puestoy/o categora profesional y comparar los datos obtenidoscon los ndices de poblacin trabajadora del rea Oestede Valladolid.

    Material y mtodos

    Diseo de estudioEstudio epidemiolgico, descriptivo transversal, que

    analiza la IT durante todo el ao 2011 entre los trabaja-dores de los centros sanitarios del rea Oeste de Vallado-lid pertenecientes a la Gerencia Regional de Salud.La poblacin total de trabajadores fue de de 3758, 3008

    trabajadores (80%) pertenecen a Atencin Especializaday 750 (20%) a Atencin Primaria.

    Desde el Servicio de Prevencin de Riesgos Laboralesdel HURH se obtienen los datos a travs de listados pro-porcionados por el servicio de personal.Variables de estudio:- De persona: Edad y sexo.- Laborales (independientes): Categora profesional,puesto de trabajo, vinculacin laboral y gerencia de ori-gen- Sobre IT (dependientes): Fecha de baja y fecha de alta,

    nmero de jornadas empleadas en el proceso, tipo de con-tingencia. Slo se contabilizan las jornadas perdidas cuyaalta ha sido tramitada dentro del perodo de estudio.

    Por otra parte, se evala la poblacin total a la que ha-cemos referencia (personal de la Gerencia de Atencin

    Especializada y Atencin Primaria del rea Oeste) paraobtener datos absolutos de la plantilla: sexo, categora,puesto de trabajo, gerencia (Atencin Primaria y AtencinEspecializada) y vinculacin laboral.

    Categoras profesionales: Se realiza una clasificacin delas categoras profesionales fundamentada en la simplifi-cacin para posibilitar su estudio. Para ello se tiene encuenta el tipo de actividad laboral y los riesgos inherentesa las diferentes categoras profesionales.- TCAE (Tcnico en Cuidados Auxiliares de Enfermera).

    - DUE (Diplomado Universitario en Enfermera) y otrosDiplomados Universitarios: (fisioterapeutas, matronas yresidentes de enfermera.- Facultativos: mdicos especialistas y residentes.- Administrativos: informticos y administrativos.- Operarios de servicios: limpiadores, personal de lence-ra, personal de mantenimiento y pinches de cocina.- Celadores.- Otros: farmacuticos, bilogos, bibliotecario, telefonista,peluquero, psiclogo, trabajador social, terapeuta ocupa-cional, TER (Tcnico Especialista en Radiologa), TEL(Tcnico Especialista en Laboratorio), TEAP (TcnicoEspecialista en Anatoma Patolgica).

    Puestos de trabajo: Se tiene en cuenta las caractersticaspropias de las tareas realizadas y sus riesgos en relacinal puesto de trabajo, con independencia de su titulacin.- Hospitalizacin: unidad de quemados incluida.- Consultas: consultas externas, consultas de Primaria yrehabilitacin- Servicios especiales: UVI, REA, dilisis, urgencias yquirfano.- Oficios: puestos de limpieza, lencera, cocina y mante-

    nimiento.- Oficina: puestos cuyas tareas principales son adminis-trativas.- Servicios centrales: radiologa, laboratorio y puestos deceladores.- Otros: esterilizacin, farmacia.

    Anlisis estadsticoPara las variables cuantitativas se ha calculado media

    o mediana, desviacin tpica e intervalo de confianza al95%. La desviacin tpica se ha indicado entre parntesis

    junto a la media aritmtica.Para variables cualitativas se han obtenido porcentajes

    o prevalencias. La comparacin de porcentajes indepen-

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    dientes se ha llevado a cabo mediante la prueba chi cua-drado.Para la realizacin de pruebas de significacin estadsticase ha empleado el paquete estadstico G-STAT ver 2.0.,utilizando una seguridad del 95%.

    Resultados

    Durante 2011, 1266 trabajadores cursaron baja porIT, provocando 1778 episodios/procesos, y 49.261 jorna-das perdidas. La duracin media fue de 28 (50) das, IC

    (95%) 25,7 30,3 das. La tasa de incidencia fue de 366,9trabajadores en IT por cada 1000 trabajadores y ao, y de473,1 episodios de IT por cada 1000 trabajadores y ao.La edad media de los trabajadores que cursan baja porcontingencia comn es de 48,1 (10,7) aos IC (95%) 47,5 48,7 aos.

    La tabla 1 muestra la distribucin de la poblacinsegn las diferentes variables de estudio, destacando que2966 (78,9%) fueron mujeres, 3008 trabajadores (80%)pertenecan a Atencin Especializada, y 2052 (54,6%)eran trabajadores fijos.

    Tabla 1. Distribucin de la poblacin de estudio. rea Oeste de Valladolid. Gerencia Regional de Salud. Ao 2011

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    La figura 1 ilustra los episodios de IT, subrayando que 877 trabajadores (69%) generaron un solo episodio o pro-ceso.

    Figura 1. Nmero de procesos/episodios de IT entre la poblacin causante de baja. rea Oeste de Valladolid.Gerencia Regional de Salud. Ao 2011

    Tabla 2. Incidencia de IT segn variables de estudio. Datos expresados en porcentajes relativos a cada variable

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    En cuanto a la duracin de las bajas, el rango ha sidode 1 a 287 das, con una mediana de 8 das. En la com-paracin de las medianas entre las variables sexo, vincu-lacin laboral y categora laboral, no se han encontradodiferencias significativas.

    Por puestos de trabajo, la mediana obtenida para la du-racin en Servicios Especiales ha sido de 5 das, y paraOficios de 14 das (p

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    Resumen

    Introduccin

    Las agresiones a trabajadores de centros sanitariosconstituyen una realidad cada vez ms presente en nues-tras instituciones. Producidas por los pacientes y/o acom-paantes, generan preocupacin e inseguridad en losprofesionales de la salud. El objetivo de este trabajo esidentificar las caractersticas, motivos, as como factoresde riesgo presentes en las agresiones registradas en los l-timos 7 aos (2005-2011) en un hospital general.

    Metodologa

    Estudio descriptivo de agresiones notificadas. Las va-riables estudiadas han sido categora, servicio, tipo de

    agresin, motivos de las mismas y agresor.

    Resultados

    153 agresiones, con media anual de 22 7. La mitadde los episodios (52%) se han producido en Psiquiatra,seguida de Hospitalizacin (29%) y Urgencias (14%). Laagresin fsica (80%) ha sido la ms frecuente y el perso-nal de enfermera el ms afectado (74%). El estado deagitacin de pacientes (32%), la contencin de los mismos(37%) y la no aceptacin de normas (20%) son las prin-cipales causas. Se ha encontrado significacin estadstica

    entre categora profesional (Personal Enfermera) y tra-bajo en zonas de hospitalizacin (p

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    Results

    153 attacks, with an average of 22 and standard de-viation of 7. Half of the episodes (52%) occurred inPsychiatric Area, followed by 29% in Hospital Units and14% in Emergency Rooms. Physical aggression (80%)was the most frequent and both nurses and nursing assis-tants the most affected (74%). Agitated patients (32%),their control (37%) and non-acceptance of standards(20%) are the main causes. It have been found statisticalsignificance between professional (Nursing Staff) andworking in areas of hospitalization (p

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    gistrados en nuestro Servicio en el periodo de los ltimos7 aos (fecha de creacin del Complejo Hospitalario Uni-versitario de Vigo), analizando las caractersticas de losmismos, en cuanto a: distribucin por categora profesio-nal, servicios, tipo de agresin y agresor, as como prin-cipales motivos causales que los provocaron.La modalidad de violencia estudiada ser Violencia Ex-terna, tanto fsica, verbal como psicolgica.

    Material y mtodos

    Estudio descriptivo de los episodios de violencia re-

    gistrados en la Unidad de Prevencin de Riesgos Labora-les del Hospital Meixoeiro -Complejo HospitalarioUniversitario de Vigo, entre los aos 2005 y 2011. Paraello se analizaron los registros de notificacin de episo-dios violentos en dicho periodo, as como la investigacinde los mismos realizada en dicha unidad.

    Las variables estudiadas han sido: categora profe-sional, servicio o unidad, motivos de la agresin, tipo deagresin, agresor, y nivel de atencin sanitaria. Para va-riables cuantitativas, se han determinado como estadsti-cos la media, desviacin tpica, as como tasas de

    incidencia y riesgo relativo para las categoras profesio-nales. Para las variables cualitativas, los datos ser resu-mieron en porcentajes y se ha realizado el clculo de laprueba Chi para la comparacin entre los mismos. Para elanlisis epidemiolgico y pruebas de significacin esta-dstica se ha utilizado el programa EPIDAT 3.1 (OPS Xunta de Galicia).

    Resultados

    Se han registrado 153 episodios de violencia en el

    nivel hospitalario, con una media anual de 22 7. Lamitad de los casos (52%) se han producido en Psiquiatra,seguido de Servicios de Hospitalizacin 29%, Urgencias14% y Consultas externas 5%. El personal ms afectadoha sido el de Enfermera (Enfermeras 36% + auxiliaresenfermera 38%) con un 74%, seguido de celadores 17%y facultativos 6% (Fig. 1). La agresin de tipo fsica(80%) ha sido la manifestacin ms frecuente, seguida deformas verbales (insultos, amenazas) con un 20%. Estosepisodios han sido provocados en su mayora por pacien-tes, con un 85% frente al 15% generados por familiaresy/o acompaantes. Los principales motivos de las agre-siones han sido la agitacin de pacientes con diagnsticode enfermedad mental (32%) y/o contencin de los mis-mos (37%), seguidas de la no aceptacin de normas del

    Centro (20%), la disconformidad con tratamientos y tera-pias (8%), as como los retrasos en la asistencia (2%).

    Se han determinado las tasas de incidencia por 1000trabajadores para las tres principales categoras afectadas:0.1143 personal Enfermera, 0.12 celadores y 0.02 parafacultativos, siendo el Riesgo Relativo de sufrir una agre-sin del personal de Enfermera 6 veces mayor a la delFacultativo.

    Esta sera la descripcin en cuanto a los datos msprevalentes del estudio. Sin embargo, al realizar un an-lisis detallado de los registros a lo largo del perodo in-vestigado, se observa una tendencia cambiante, que se

    hace ms evidente en los ltimos tres aos evaluados(2009 2012), y que se manifiesta con modificaciones enlos servicios donde se producen los episodios (de psiquia-tra a servicios de hospitalizacin y consultas externas)(Fig. 2); variabilidad de categoras afectadas, (aparicinde celadores y facultativos, adems del personal de enfer-mera); cambios en los motivos de las agresiones (de pro-cesos de agitacin contencin de pacientes con trastornomental, hacia otras causas como No aceptacin de Nor-mas, Disconformidad con Tratamientos recibidos)(Fig. 3); transformacin de la formas de violencia, (incre-

    mento de formas verbales) (Fig. 4) y del tipo de Agresor,(pacientes no psiquitricos, familiares y/o acompaantes)(Fig.5).

    Asimismo se han observado diferencias en cuanto alas categoras receptoras de los episodios violentos, enfuncin del lugar de trabajo. As, mientras en zonas dehospitalizacin el personal de enfermera es el mayor-mente agredido, en otros servicios (urgencias, consultasexternas) el perfil de categora agredida es ms variable,siendo compartido, adems del personal de enfermera,por facultativos y celadores, encontrndose significacin

    estadstica entre la categora profesional Personal de En-fermera y trabajo en zonas de hospitalizacin (p

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    Figura 1. Violencia Laboral - Distribucin por categoras

    Figura 2. Violencia Laboral - Distribucin por Servicios

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    Figura 3. Distribucin por Motivos que originan episodios de Violencia Laboral

    Figura 4. Distribucin por tipo de Violencia: Fsica / Verbal

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    Figura 5. Distribucin por tipo de agresor: Paciente / Familiar y/o Acompaante

    Figura 6. Distribucin por Categoras profesionales y Servicios con y sin Hospitalizacin

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    Discusin

    Los episodios de violencia laboral en centros sanitarios

    han sido objeto de numerosos estudios e investigacionesen los ltimos aos. En la gran mayora de ellos, las for-mas verbales de agresin son mayores que las fsicas:Gascon y cols (11% violencia fsica / 64% agresin ver-bal) (9); Genis Cervantes et al (38% y 77%, respectiva-mente)(6) o el realizado por el Colegio Oficial MdicosBarcelona (28% fsica / 70% psicolgica)(10). En nuestroestudio se produce, sin embargo una situacin inversa,motivada entre otros aspectos por la presencia de dos uni-dades de Psiquiatra de agudos en dos centros (HospitalMeixoeiro y Hospital Nicols Pea), aunque muy proba-

    blemente debida tambin a una infradeclaracin de lasformas verbales y/o psicolgicas, que muchos profesio-nales asumen como parte intrnseca a su trabajo, aspectoque concuerda con otro estudio realizado en el ComplejoHospitalario de A Corua sobre este tema por CastroRubio y cols (11) y en el que tambin aparecen un menormenor nmero de agresiones verbales (41%) que fsicas(50%). El incremento de notificacin de agresiones ver-bales y/o psicolgicas en las etapas finales del estudiocreemos puede obedecer a una mayor difusin de esteproblema, a la concienciacin de los trabajadores con el

    mismo, as como a la implantacin de medidas llevadas acabo en el Servizo Galego de Sade en estos ltimos aos,entre las que se encuentran:- Declaracin institucional de principios de prevencinde Violencia laboral (2006)(12)- Plan de prevencin de Violencia ocupacional en el Ser-vizo Galego de Sade (2006)(13)- Actividades de formacin especfica a trabajadores(Desde 2007 - actualidad)(14)- Procedimiento de comunicacin y registro de episodiosde Violencia (2010)(15)- Creacin de Observatorio de Violencia Laboral(2010)(16).

    Los servicios de Psiquiatra han sido tradicionalmentereceptores de episodios de violencia fsica: Gascn ycols.(16), Galin Muoz et al (17), aspecto concordantecon una buena parte de las agresiones recogidas en estetrabajo, y con el estndar observado a lo largo de del es-tudio, sin embargo en los ltimas fases del mismo se apre-cia claramente un cambio o variacin del perfil deepisodios de violencia a lo largo del tiempo, pasando deun patrn predominante representado por una agresin

    fsica hacia personal de enfermera, producida por pa-ciente con diagnstico de enfermedad mental, durante unepisodio de agitacin y/o contencin y en servicios de Psi-

    quiatra, a un aumento de episodios en los ltimos aos

    generados por pacientes sin diagnstico de trastornomental y por sus familiares y/o acompaantes, con incre-mento de formas verbales de agresin, por no aceptacinde normas, retrasos en la asistencia y/o disconformidadcon atencin recibida. Esta modificacin est en la lneade los estudios que alertan del incremento de la violencialaboral, como un problema creciente, complejo y difcilde abordar por la imprevisibilidad en muchos casos de losincidentes. Las formas fsicas de agresin se asocian a ser-vicios receptores de pacientes con enfermedad o deterioropsquico (psiquiatra, urgencias), mientras que otras for-

    mas violencias como verbales o psicolgicas tendran unadistribucin ms heterognea en cuanto a servicios, agre-sores y profesionales afectados por las mismas (16 , 17).

    Esta evolucin de las formas de agresin en trabaja-dores sanitarios es tambin observada en las conclusionesde la VII Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo,publicada por el INSHT en el 2011, en la que junto conlas formas clsicas de violencia laboral, como es el casode Amenazas de Violencia fsica y Violencia fsica co-metida por personas no pertenecientes al centro de tra-bajo ( recogidas en encuesta anteriores) aparecen

    registros nuevos, como es el de las Agresiones verbales,rumores o aislamiento social , y observndose un incre-mento de stas ltimas, con respecto a las primeras (7.3frente al 3.8 y 2.4, respectivamente)(3).

    Asimismo se constata en nuestro estudio que, inde-pendientemente de la categora afectada, es el profesionalque atiende en primera lnea al usuario del sistema el re-ceptor de los episodios de violencia, siendo el personal deenfermera (Enfermeras + auxiliares) el ms agredido enunidades de hospitalizacin, mientras que en servicios deno hospitalizacin, como urgencias o consultas externasexiste mayor variabilidad de categoras afectadas apare-ciendo, junto con el personal de enfermera, episodios deagresiones a celadores y facultativos, stos ltimos prc-ticamente inexistentes en servicios de hospitalizacin, detal forma que una Enfermera o auxiliar de enfermera ten-dra 4.4 veces ms probabilidad de sufrir una agresin sitrabaja en zonas de hospitalizacin que si trabaja en otrosservicios. Esta es una cuestin ampliamente debatida enmltiples publicaciones en las que se seala a un deter-minado colectivo profesional (enfermera facultativos-celadores) como el principal receptor de episodios vio-lentos en centros sanitarios. Nuestro estudio ha concluido

    que no se agrede a un trabajador por el hecho de pertene-cer a una categora concreta, sino por el hecho de proxi-midad en la atencin al usuario. El estudio de Gascn y

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    cols. (16) contempla igualmente estos trminos (profe-

    sional sanitario violencia), relacionando el tipo de agre-sin con la categora profesional, siendo las formasverbales ms habituales en facultativos directivos, y lasformas fsicas en enfermera personal auxiliar.

    Entre las limitaciones de este trabajo destaca la coe-xistencia de dos sistemas de registro de violencia en el pe-riodo estudiado, ya que inicialmente exista un registroprevio en el Complejo hospitalario de Vigo que fue mo-dificado en el ao 2010 por el modelo normalizado de Re-gistro de Episodios Violentos implantado por el ServicioGallego de Salud en todos los centros gallegos de titula-ridad pblica, lo que ha dificultado el anlisis en algunos

    aspectos. Asimismo, en lo que concierne al anlisis de losmotivos causales, cabe sealar el hecho de que nuestrotrabajo es una versin unilateral de un conflicto, ya queest basado en los registros de incidentes violentos y de-claraciones de los trabajadores, no disponiendo de nin-guna informacin sobre la perspectiva o visin de lossupuestos agresores.

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    8.- Martnez Zaporta Archaga E, Fernndez DelgadoMompaler R. Las agresiones a personal sanitario: Pro-

    puesta para una reforma penal. Revista Derecho y Salud2008; 16 (2): 217-241

    9.-Gascn S, Casalod Y, Martnez Jarreta B, Abecia E,Luna A, Prez Crceles M.D, Santed M.A, Gonzlez-An-drade F, Bolea M. Aggresions against healthcare workers:An approach to the situation in Spain and the victimspsychological effects. Legal Medicine 2009; 11 (1): S366-S367.

    10.-COMB. La violncia en el lloc de treball. Lexperincia

    del metges de Barcelona. Barcelona: Collegi Oficial deMetges de Barcelona; 2004.

    11.-Castro Sabo A, Robla Santos D, Miraz Novas C, Gu-tirrez Macho J. Violencia laboral externa en profesiona-les sanitarios gallegos. 2010. Disponible en:http://www.prevencionintegral.com/articulos/@datos/_ORP2010/1602.pdf

    12.- Circular 7/2004: Protocolo de actuaciones a seguiren casos de agresiones a personal funcionario estatutario

    o laboral de la Consellera de Sanidad y del SERGAS.Xunta de Galicia. Consellera de Sanidade. SecretaraXeral; 2004.

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    74 Enfermera del Trabajo 2013; III: 66-74Lameiro, C, Besteiro, A, Cuevas,A, Perez, A ,Gmez, C, Del Campo, V

    Violencia laboral en Instituciones sanitarias; Anlisis de un perfil cambiante

    26

    13.- Declaracin de principios para a prevencin da vio-lencia no lugar de traballo no Servizo Galego de Sade.Xunta de Galicia. Consellera de Sanidade; 2006.

    14.- Plan para a prevencin da violencia laboral no Ser-vizo Galego de Sade. Servizo central de prevencin deriscos laborais. Subdireccin xeral de Polticas de Persoal.Divisin de Recursos Humanos e Desenvolvemento Pro-fesional. Diciembre; 2006.

    15.- Decreto 163/2010, do 16 de setembro, polo que secrea o Observatorio de violencia no contorno laboral dasinstitucins sanitarias do Servizo Galego de Sade (Diario

    Oficial de Galcia, nmero 192, de 5 de octubre de 2010).

    16.- Gascon S, Martinez-Jarreta B, Gonzalez-Andrade JF,Santed MA, Casalod Y, Rueda MA. Aggression towardshealth care workers in Spain: a multifacility study to eva-luate the distribution of growing violence among profes-sionals, health facilities and departments. Int J OccupEnviron Health. 2009;15(1):29-35.

    17.-Galin Muoz I, Llor Esteban B, Ruiz Hernndez JA.Violencia de los usuarios hacia el personal de enfermera

    en los hospitales pblicos de la regin de Murcia. RevistaEspaola de Salud Pblica 2012; 86: 279-291.

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    75Enfermera del Trabajo 2013; III: 75-76RedaccinJornada Tcnica de Enfermera del Trabajo; Crdoba Febrero 2013

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    Autores

    Redaccin

    Jornada Tcnica de Enfermera del TrabajoCrdoba Febrero 2013

    El pasado 22 de febrero se celebr, en Crdoba, laJornada Tcnica Actualizacin en Enfermera del Tra-bajo, organizada por la Asociacin de Especialistas en

    Enfermera del Trabajo (AET) y el Centro de Prevencinde Riesgos Laborales (CPRL) de Crdoba pertenecientea la Delegacin Provincial de la Consejera de Economa,Innovacin, Ciencia y Empleo de la Junta de Andaluca.

    La presentacin de la jornada corri a cargo de DRosa Montero Sim (Directora del CPRL de Crdoba),y D. Manuel Romero Saldaa (Delegado Provincial enCrdoba de la AET). Ambos pusieron de manifiesto la di-fcil situacin laboral que atraviesa la profesin de enfer-mera en general, y particularmente, los especialistas enenfermera del trabajo. Adems, Manuel Romero dio a co-

    nocer la disposicin de la AET para colaborar con el Mi-nisterio de Sanidad, Consejera de Salud y demsinstituciones al objeto de mejorar el marco legal y las con-diciones laborales para nuestros profesionales.

    La jornada, donde se dieron cita ms de setenta pro-fesionales relacionados con la salud laboral, fue un granxito, no solo por el elevado nmero de asistentes, sinotambin por la activa participacin sobre los temas trata-dos.

    Durante la misma se desarrollaron tres ponencias mo-deradas porD. Manuel Caballano Bravo, Jefe del Ser-vicio de Formacin y Estadstica del CPRL.

    La primera, a cargo de D. Javier Gracia Rivera, es-pecialista en enfermera del trabajo, Adjunto a Coordina-dor del rea de Medicina del Trabajo de la direccinregional de Andaluca occidental de la Sociedad de Pre-vencin de FREMAP Crdoba, llev por ttulo El rol dela Enfermera del Trabajo en los servicios de prevencin.En su exposicin destac el papel fundamental de la en-fermera del trabajo en todas las fases de la vigilancia dela salud, as como su funcin como interlocutor y nexoentre todas las partes implicadas en ella, desde el empre-sario hasta los trabajadores, pasando por el rea tcnica

    del servicio de prevencin. Para Javier Gracia, el especia-lista en enfermera del trabajo es clave en la protocoliza-cin de los exmenes de salud y responsable tanto de la

    realizacin de pruebas complementarias con base cient-fica, como de desarrollar actividades formativas espec-ficas para los trabajadores.

    A continuacin, D Mara Jos Medina Valverde,enfermera de la Unidad de Investigacin e Innovacin deCuidados del Hospital Universitario Reina Sofa, trat laMetodologa enfermera en el mbito de la salud laboral,centrndose, sobre todo, en las intervenciones enfermerasms utilizadas por enfermera del trabajo. Segn MaraJos Medina, es de vital importancia para la profesin uti-lizar un lenguaje estandarizado a la hora de realizar diag-nsticos, planificar objetivos, determinar intervencionesy evaluar los resultados de las tareas y actividades que elprofesional enfermero realiza cada da, todo ello basado

    en la evidencia cientfica. En cuanto a las dudas reflejadaspor los profesionales, y citando a Sneca, la ponente se-al que no es la dificultad la que impide atreverse, puesde no atreverse viene toda la dificultad y anim a losasistentes a utilizar estas herramientas en su trabajo dia-rio.

    La tercera ponencia fue presentada por D BeatrizHerruzo Caro, enfermera especialista en enfermera deltrabajo de la Unidad de Prevencin 1-3 del Distrito Sani-tario Crdoba-Guadalquivir del SAS, que habl sobre losDispositivos de bioseguridad: directiva, gua de imple-mentacin y experiencia en otras comunidades autno-mas. En ella destac la importancia de la participacinde todos los implicados en la materia para reducir los ac-cidentes con riesgo biolgico en los trabajadores expues-tos, entre los que se deben incluir a los estudiantes. En suconferencia, Beatriz Herruzo departi sobre los puntosclave a la hora de elegir e implantar los dispositivos debioseguridad, de la legislacin al respecto, tanto a niveleuropeo como nacional y autonmico, y de los plazos paracumplirla. Tambin explic los diferentes registros deriesgos biolgicos que existen actualmente, sealando quela enfermera sigue siendo quien ms sufre este tipo de

    accidentes, y que erradicarlos debe ser un objetivo funda-mental para la enfermera del trabajo.

    Enfermera del Trabajo al da

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    76 Enfermera del Trabajo 2013; III: 75-76Redaccin

    Jornada Tcnica de Enfermera del Trabajo; Crdoba Febrero 2013

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    Finalmente, tuvo lugar un coloquio donde se debatie-ron, entre otros temas, la obligatoriedad de los exmenesde salud de los trabajadores, la polmica sobre las cober-turas de vacunacin y si se debe o no obligar a los traba-jadores a vacunarse, o la escuela de espalda. Tambin se

    habl del dinamismo en la introduccin de nuevas inter-venciones enfermeras, de forma que se habla de interven-

    ciones enfermeras sugeridas, y es posible proponer nue-vas o eliminar algunas de las existentes.

    En definitiva, la jornada se desarrollo en un ambientemuy distendido a la vez que se trataron temas de formarigurosa, condensando en una sola maana un gran volu-

    men de materia de elevado inters para los especialistasen enfermera del trabajo.

    Ponentes y moderador

    Coloquio y debate

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    77Enfermera del Trabajo 2013; III: 77-84Romero Saldaa, MContraste de Hiptesis; Comparacin de dos medias independientes meniante pruebas no paramtricas: Prueba U de Mann- Whitney

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    Contraste de Hiptesis

    Comparacin de dos medias independientes

    mediante pruebas no paramtricas:

    Prueba U de Mann-Whitney

    Cuando se quiere contrastar la diferencia que pudieraexistir entre dos o ms grupos, lo ideal, es recurrir a prue-bas de significacin estadstica paramtricas, puesto questas son capaces de hallar ms diferencias entre los gru-pos a comparar. Sin embargo, a veces esta primera elec-cin no es posible, y tenemos que echar mano de pruebasde contraste no paramtricas.

    En ocasiones, los datos obtenidos en una investiga-cin no cumplen los criterios de pertenencia a una distri-bucin normal, o se trata de variables cualitativasordinales con poco tamao muestral. En estos supuestos,se deben emplear pruebas de significacin estadstica noparamtricas o tambin conocidas de libre distribucin.Si el objetivo es comparar medias o medianas indepen-dientes, las pruebas de significacin estadstica a utilizarson:

    o Prueba U de Mann-Whitney: Empleada para la

    comparacin de dos muestras independientes, ya sea convariables cuantitativas o cualitativas ordinales (de rango).Sera la prueba equivalente a la prueba paramtrica T deStudent.o Prueba de Kruskall-Wallis: Empleada para la compa-racin de tres o ms muestras independientes, ya sea convariables cuantitativas o cualitativas ordinales (de rango).Sera la prueba equivalente a la prueba paramtricaANOVA.

    Para determinar si se debe aplicar una prueba param-

    trica o no paramtrica, lo primero, es conocer qu tipo devariable se est comparando (cuantitativa o cualitativa);y en segundo lugar, si se trata de una variable cuantitativa,

    habr que comprobar si los datos obtenidos en el estudiosiguen una distribucin normal.

    Para facilitarnos el tratamiento estadstico, se aconsejautilizar cualquier paquete informtico especfico. En estecaso, se recomienda el empleo del programa estadsticoG-STAT 2.0.1, de uso gratuito e instalacin libre. Sepuede descargar a travs de la pgina www.e-biometria.com/

    A continuacin se exponen dos ejemplos en los quese intenta contrastar si existen diferencias en la compara-cin de dos grupos independientes, utilizando la pruebaU de Mann-Whitney.

    Ejemplo 1. Una enfermera del trabajo realiza un es-tudio de investigacin para conocer la satisfaccin la-boral en su empresa, y precisa conocer si laspuntuaciones obtenidas de satisfaccin en dos depar-tamentos, Hacienda y Contabilidad, difieren significa-

    tivamente.

    El departamento de Hacienda est formado por 9 tra-bajadores, mientras que en Contabilidad trabajan 6 per-sonas. A cada trabajador se le ha pasado un cuestionariosobre satisfaccin laboral de varias preguntas con alter-nativa de respuesta segn escala likert. Cada trabajadorobtiene una puntuacin final de 0 a 5 puntos, que indicasu satisfaccin global.

    Al tratarse de una variable cualitativa ordinal, no seracorrecto calcular la media aritmtica, sino la mediana. Por

    tanto, la Hiptesis Nula (Ho) que se plantea en este estu-dio sera la de igualdad de medianas de satisfaccin globalpara los dos departamentos; y la Hiptesis Alternativa

    Autores

    Romero Saldaa, ManuelEnfermero Especialista en Enfermera del Trabajo

    Excmo Ayuntamiento de Cdoba

    Metodologa de Investigacin Enfermera

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    78 Enfermera del Trabajo 2013; III: 77-84Romero Saldaa, M

    Contraste de Hiptesis; Comparacin de dos medias independientes meniante pruebas no paramtricas: Prueba U de Mann- Whitney

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    (Ha) indicara que las medianas de satisfaccin son dis-tintas.

    La siguiente tabla recoge los resultados para los trabaja-dores de cada departamento.

    Tabla 1. Resumen de resultados por departamento y trabajador

    A continuacin, introduciremos los datos en el programa GSTAT.

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    79Enfermera del Trabajo 2013; III: 77-84Romero Saldaa, MContraste de Hiptesis; Comparacin de dos medias independientes meniante pruebas no paramtricas: Prueba U de Mann- Whitney

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    Lo primero que debemos saber es que los grupos que se estudian son independientes, o sea, no estn apareados(emparejados o pareados). Por otra parte, la variable resultado, o sea, la satisfaccin global de cada trabajador, no es

    una variable cuantitativa, sino cualitativa ordinal, y adems, el tamao muestral de los dos grupos a comparar es pe-queo. Por todo, ello, la prueba de significacin estadstica a emplear para saber si las puntuaciones obtenidas difierenentre ambos departamentos sera la prueba U de Mann-Whitney.

    Para ello, se despliega el men Anlisis, se elige la opcin Dos Grupos (b/y), y despus, se selecciona Mann-Whitney (Wilcoxon).

    A continuacin, se introduce como variable respuesta (y) la variable resultado, y como variable explicativa (b)la variable departamento.

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    Por ltimo, se acciona la pestaa de Mann-Whitney(Wilcoxon) para acceder a los resultados de la prueba, queindican que la mediana de satisfaccin del departamento de Recursos Humanos ha sido de 2 y del Departamento de

    Contabilidad de 4. El valor de p ha sido de 0,0091.

    Por tanto, al ser el valor de p inferior a 0,05 se rechaza la Hiptesis Nula, y se acepta la Hiptesis Alternativa,que indica que los resultados de los grupos que se comparan son distintos. En consecuencia, podemos afirmar con un

    error de equivocarnos inferior al 5%, que los trabajadores pertenecientes al Departamento de Contabilidad poseenmayor satisfaccin laboral que los trabajadores del Departamento de Hacienda.

    Ejemplo 2. Una enfermera del trabajo desea conocer si el ndice de Masa Corporal (IMC) difiere entre dosgrupos de trabajadores de su empresa, trabajadores de oficios y trabajadores de oficinas.El IMC se registra como variable cuantitativa en Kg/m2. Los resultados se resumen en la siguiente tabla:

    Tabla 2. Distribucin del IMC segn trabajadores de oficios u oficinas. Valor de Media y Desviacin Estndar(DE)

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    Una vez introducidos los datos en GSTAT, se debe comprobar la normalidad de los datos para cada grupo de tra-bajadores. Para ello, se abre el men Utilidades, y se selecciona Filtra datos. Se filtra por el grupo de OFICIOS, que-dndonos nicamente con los datos pertenecientes a este grupo laboral.

    Una vez que slo tengamos en la pantalla este grupo, se despliega Anlisis, Cuantitativa(y), Ajuste.

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    82 Enfermera del Trabajo 2013; III: 77-84Romero Saldaa, M

    Contraste de Hiptesis; Comparacin de dos medias independientes meniante pruebas no paramtricas: Prueba U de Mann- Whitney

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    Se selecciona la variable IMC, y se acciona la pestaa Contraste.

    En contraste, nos fijaremos en el resultado de la prueba W de Shapiro Wilk. Esta prueba, parte de la Ho de quelos datos siguen una distribucin normal. Frente a la misma, la Ha, indicara que los datos no se distribuyen normal-mente.

    En este caso, p=0,027 y por tano, es inferior a 0,05. En consecuencia, se rechaza Ho, se acepta Ha, que indicaraque los datos de IMC correspondientes al grupo de Oficios no se distribuyen normalmente. Por todo ello, se cumpleel requisito para aplicar la prueba U de Mann-Whitney (datos cuantitativos y no distribuidos normalmente).

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    83Enfermera del Trabajo 2013; III: 77-84Romero Saldaa, MContraste de Hiptesis; Comparacin de dos medias independientes meniante pruebas no paramtricas: Prueba U de Mann- Whitney

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    No es necesario que se compruebe cmo se distribuyen los datos en el grupo de Oficinas, puesto que si ya uno delos grupos a comparar no sigue una distribucin normal, se debe aplicar una prueba de contraste no paramtrica.

    A continuacin, para volver a trabajar con los datos de los dos grupo, se selecciona Utiliadades, y despus EliminarFiltro.

    Con todos los datos, se selecciona Anlisis, Dos Grupos (b/y), Mann-Whiteney(Wilcoxon)

    Se introduce como variable respuesta(y) el IMC y como variable explicativa(b) el Puesto de Trabajo. Lo siguiente,ser seleccionar la pestaa Mann-Whitney(Wilcoxon), para ver los resultados.

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    Contraste de Hiptesis; Comparacin de dos medias independientes meniante pruebas no paramtricas: Prueba U de Mann- Whitney

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    Se debe prestar atencin al estadstico de contraste U,correspondiente a la prueba de Mann-Whitney. El valorde p=0,5197 y es superior 0,05.

    En consecuencia, se acepta Ho y se concluye indi-cando que no se puede afirmar que los IMC de los grupossean distintos.

    Bibliografa

    1. Carrasco J.L. El mtodo estadstico en la investigacinmdica. Ed. Ciencia 3. Madrid. 1989

    2. G-STAT. Manual de ayuda. 2012

    3. Polit D.F., Hungler B.P. Investigacin cientfica enciencias de la salud. Ed. McGraw-Hill Interamericana.Mxico. 1997.

    4. Juez Martel, P. Herramientas estadsticas para la inves-tigacin en Medicina y Economa de la salud. Ed. Centrode estudios Ramn Areces. S.A. Madrid. 2000

    5. Mora, M A. Estadstica para Enfermera. Ed. Pir-mide. Madrid.1984

  • 7/23/2019 Enfermera del Trabajo, volumen 3, nmero 2, 2013

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    85Enfermera del Trabajo 2013; III: 85-87De Diego Cordero, R, Vega Escao, JVigilancia de la Salud en trabajadores expuestos a Yodo

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    Introduccin

    Como disciplina dentro de la Prevencin de RiesgosLaborales, la Vigilancia de la Salud se hace especialmentepatente en el estudio de los posibles efectos para la saludde los trabajos con manipulacin de yodo. La coordina-cin con las reas tcnicas y el seguimiento de los traba-jadores deben primar en el camino hacia la prevencin depatologas u otros efectos provocados por el uso industrialde este agente qumico.

    Desde el punto de vista de la Medicina del Trabajo,diversos estudios apuntan a que la utilizacin farmacol-gica del yodo puede originar una dermatitis (con posiblereaccin sistmica) y trastornos del tiroides. Sin embargo,es necesario apuntar que tambin puntualizan que estasafecciones no se han descrito en el marco del entorno pro-fesional.

    El manual 'Notas explicativas de ayuda al diagnsticode las enfermedades profesionales', (Robledo, F. et al),publicado por el Instituto Nacional de Medicina y Segu-ridad en el Trabajo del Ministerio de Sanidad y Consumo,recoge, a modo de fichas, un total de 96 patologas sea-

    lando para cada una de ellas el agente causal y las princi-pales fuentes de exposicin ocupacional as como losefectos txicos tanto agudos como crnicos con sus co-rrespondientes signos y sntomas. Tambin se incluyenotras informaciones referentes a las caractersticas de laexposicin o al perodo de latencia. En el caso de la ex-posicin a Yodo, encontramos:

    - Los vapores de yodo son muy irritantes para los ojos,las vas respiratoria, y en menor medida la piel.- La exposicin ocular puede dar lugar a una coloracin

    parda del epitelio de la crnea con descamacin ulterior,pero la curacin no deja generalmente secuelas. El yodobajo forma cristalina o en solucin concentrada es muy

    irritante para la piel y produce quemaduras qumicas concoloracin parda, que tienen tendencia a extenderse ycuyo proceso de curacin es muy largo. (Robledo, F. etal).

    As mismo, en laFicha Internacional de SeguridadQumica (FISQ) publicada por el Instituto Nacional deSeguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), encontramos,en el apartado de Datos Importantes :

    Efectos de exposicin de corta duracin: la sustanciairrita los ojos, la piel y el tracto respiratorio. Efectos de exposicin prolongada o repetida: el contactoprolongado o repetido puede producir sensibilizacin dela piel. Los pulmones pueden resultar afectados por la ex-posicin prolongada o repetida al vapor de iodo. La sus-tancia puede afectar a la glndula tiroides.

    Formacin Continuada

    Vigilancia de la Salud en trabajadores

    expuestos a YodoAutores

    De Diego Cordero, REnfermera del Trabajo. Sociedad de Prevencin de Fraternidad-Muprespa

    Vega Escao, J

    Enfermero del Trabajo. Sociedad de Prevencin de Asepeyo S.L.U

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    86 Enfermera del Trabajo 2013; III: 85-87De Diego Cordero, R, Vega Escao, J

    Vigilancia de la Salud en trabajadores expuestos a Yodo

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    Ficha internacional de Seguridad QumicaYodo

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    87Enfermera del Trabajo 2013; III: 85-87De Diego Cordero, R, Vega Escao, JVigilancia de la Salud en trabajadores expuestos a Yodo

    39

    En el Anexo 1 delREAL DECRETO 1299/2006, de10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de en-

    fermedades profesionales en el sistema de la Seguridad

    Social, se establecen criterios para su notificacin y re-

    gistro, encontramos dentro del Grupo 1:

    Enfermedades profesionales causadas por agentes qu-micos:

    Yodo y sus compuestos inorgnicos: Produccin, em-pleo y manipulacin de yodo y de sus compuestos inor-gnicos, y especialmente:

    01 1C0401 Utilizacin del yodo como agente oxidante. 02 1C0402 Extraccin del yodo a partir de algas, del sa-litre de Chile, y en el curso de ciertas operaciones comoel refinado de petrleo. 03 1C0403 Utilizacin en la industria qumica, farma-cutica y fotogrfica.

    Del mismo modo, en este RD se establece que cuandolos facultativos del Sistema Nacional de Salud, con oca-

    sin de sus actuaciones profesionales, tuvieran conoci-

    miento de la existencia de una enfermedad de las

    incluidas en el anexo 1 que podr ser calificada comoprofesional, o bien de las recogidas en el anexo 2, y cuyo

    origen profesional se sospecha, lo comunicarn a los

    oportunos efectos.

    Vigilancia de la Salud

    Dado que no existe protocolo ministerial que gue alos profesionales sanitarios de los servicios de prevencinen las actuaciones a llevar a cabo para vigilar la salud delos trabajadores expuestos a yodo, ser cada Servicio de

    Prevencin, concretamente su rea de de Medicina delTrabajo, quin deber establecer un protocolo de actua-cin para aplicar a estos trabajadores.

    Adems, la clnica refiere sntomas cutneos, respi-ratorios y oculares, la exploracin drmica, ocular y res-piratoria debe ser exhaustiva. Los actuales 19 protocolospueden orientar acerca de cmo evaluar lo sntomas. Con-cretamente los protocolos de Dermatosis Profesional yAsma Laboral, cuentan con cuestionarios anexos de pre-guntas para evaluar sntomas dermatolgicos y respirato-rios, as como el protocolo de Pantallas de Visualizacinde Datos, concretamente la parte dedicada a la explora-

    cin ocular e historia clnica.No obstante, es de suma importancia y algo primor-

    dial, llevar a cabo una historia clnico-laboral de los tra-

    bajadores expuestos, que recoja desde antecedentes per-sonales de inters en relacin a los sntomas, como ante-cedentes familiares, factores extralaborales, etc., as comodatos referentes al recorrido profesional indicando ocu-paciones anteriores.

    Ello, dado que pueden aparecer otros sntomas como,por ejemplo, la afectacin de la glndula tiroides, debe ircomplementado con medidas antropomtricas (peso, tallae I.M.C.), toma de tensin arterial y frecuencia cardacay otras pruebas complementarias a las que se pueden irsometiendo los trabajadores, segn criterio mdico, y queorientarn en el diagnstico. As:

    - Control Visin (agudeza visual y cromatopsia)- Espirometra basal- Determinacin analtica: puede completarse con una de-terminacin de yoduros en sangre o yoduros en orina 24horas, cuyos valores de referencias se encuentran entre 25- 450 microgramos /24 h, aunque pueden variar de un la-boratorio a otro.

    Con todo ello, se conseguir llevar a cabo una vigi-lancia especfica y exhaustiva que ayude tanto a detectarsntomas o enfermedades, como a la prevencin de las

    mismas, con la consecuente toma de medidas preventivasmucho ms eficaces.

    Bibliografa

    1. ROBLEDO, F. et al Notas explicativas de ayuda aldiagnstico de las enfermedades profesionales. InstitutoNacional de Medicina y Seguridad en el Trabajo del Mi-nisterio de Sanidad y Consumo. Madrid, 1999.

    2. Fichas Internacionales de Seguridad Qumica, Yodo.

    http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documenta-cion/FichasTecnicas/FISQ/Ficheros/101a200/nspn0167.pdf

    3. REAL DECRETO 1299/2006, de 10 de noviembre, porel que se aprueba el cuadro de enfermedades profesiona-les en el sistema de la Seguridad Social y se establecencriterios para su notificacin y registro.

  • 7/23/2019 Enfermera del Trabajo, volumen 3, nmero 2, 2013

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    88 Enfermera del Trabajo 2013; III: 88-89Aguilera Lpez, MD

    Asociacin entre exposicin a cadmio y resulados en el test cognitivo en un estudio transversal de adultos norteamericanos

    40

    Asociacin entre exposicin a cadmio y resultadosen el test cognitivo en un estudio transversal de

    adultos norteamericanos

    Resea de Salud Laboral

    Autores

    Aguilera Lpez, Mara DoloresCoordinadora Cuidados de Enfermera

    Distrito Sanitario de Crdoba

    Timothy Ciesielski, David C Bellinger, JoelSchwartz, Russ Hauser, Robert O Wright

    Introduccin

    El cadmio es un metal pesado que se encuentra en losalimentos, el humo del tabaco, y el tambin en ambientesde trabajo seguros. En los adultos, la exposicin a cadmioelevado se ha relacionado con una variedad de deficien-cias neuropsicolgicas como: dificultades de lectura, pro-

    blemas de conducta, mal rendimiento visual, disminucinde la concentracin, atencin reducida, velocidad psico-motora y la memoria, as como la reduccin de las pun-tuaciones cognitivas en los adultos de edad avanzada cono sin exposicin elevada concomitante a zinc.

    En este estudio se analiz una muestra representativade adultos estadounidenses de entre 20-59 aos, pertene-cientes a la III Encuesta Nacional de Salud sobre Nutri-cin (NHANES III), para determinar si los niveles msaltos de cadmio urinario se asociaron con un peor desem-peo en varias pruebas del Sistema de Evaluacin Neu-

    roconductual (NES).

    Material y mtodos

    Muestra de 5662 personas entre 20-59 aos incluidasen la NHANHES III realizada entre 1988-1994. Se utilizcomo indicador biolgico de dosis la concentracin de Cden orina.

    Las covariables de estudio fueron la creatinina enorina, edad, sexo, raza-etnia, el tabaquismo, cotinina s-rica, plomo en la sangre, etc.

    El rendimiento neuropsicolgico se evalu con tressubtests del Sistema de Evaluacin Neuroconductual 2(NES2), que es un programa informtico de cribado di-seado para estudios epidemiolgicos. El test se compo-

    na de tres subpruebas:1. Prueba de Tiempo de Reaccin Simple (SRTT): evalala velocidad visual motora.2. Prueba Smbolo Sustitucin de Dgitos (SDST): midela atencin y la percepcin.

    3. Prueba de Aprendizaje Serie de Dgitos (SDLT): midela sensibilidad al aprendizaje y la memoria a corto plazo.

    Resultados

    La mediana de la concentracin urinaria de cadmio enla poblacin estudiada fue de 0,42 mg/L y el rango inter-cuartil fue 0,19 a 0,82 g/L. Para cada uno de los resulta-dos, las personas con peores puntuaciones tendan a tenermayores concentraciones de cadmio urinario.

    SRTT: Velocidad visual motora. Aunque en principio

    se comprueba asociacin entre los valores de SRTT, queaumenta un 1,6% con cada 1 mg/L de aumento de Cd uri-nario (puntuaciones ms altas indican un peor rendi-miento para cada una de estas pruebas), al ajustar por lavariables independientes (edad, sexo, raza, tabaquismo,etc.), no se obtienen diferencias significativas.

    SDST: Atencin y percepcin. La estimacin delefecto del cadmio urinario en el modelo ajustado SDSTfue slo significativa para la creatinina. Esta estimacindel efecto predice un 9,3% ms de puntuacin de SDSTpor cada 1 ug/L de aumento de Cd urinario (puntuacionesms altas indican peor rendimiento). Igualmente, al llevara cabo el modelo multivariante ajustado por variables in-dependientes, la estimacin del efecto se redujo y ya nofue significativa.

    Centro de Trabajo

    Institute for Quantitative Biomedical Sciences. Hanover. USADepartment of Environmental Health,Harvard School of Public Health, Boston, USA

    Department of Neurology, Childrens Hospital, Boston, USAHarvard Medical School Boston, USADepartment of Preventive Medicine,Mount Sinai School of Medicine, New York, USA

  • 7/23/2019 Enfermera del Trabajo, volumen 3, nmero 2, 2013

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    89Enfermera del Trabajo 2013; III: 88-89Aguilera Lpez, MDAsociacin entre exposicin a cadmio y resulados en el test cognitivo en un estudio transversal de adultos norteamericanos

    41

    SDLT: Sensibilidad a aprender / memoria a corto plazo.Se hall asociacin entre valores altos (por encima de lamediana) del SLDT y aumento del cadmio en orina(OR=1,5), que tambin desaparecera tras el ajuste mul-tivariante.

    Discusin y Conclusiones

    En general, estos resultados apoyan la evidencia quesugiere que la exposicin a cadmio puede estar asociadacon la disminucin de rendimiento neurocognitivo en

    adultos, evidenciado en cada una de las tres pruebas neu-ropsicolgicas. Sin embargo, cuando los resultados seajustaron en el anlisis multivariante, solamente la crea-tinina urinaria mantena una relacin de asociacin.

    Las relaciones observadas en este estudio se detecta-ron a niveles de exposicin de cadmio que son, propiasde la poblacin norteamericana, y por debajo de los lmi-tes de referencia aprobadas por la OMS/FAO.

    El tabaquismo es una fuente de exposicin al cadmio.Por lo tanto, el cadmio puede mediar algunos de los efec-tos de fumar en el rendimiento neurocognitivo. Si es as,

    incluyendo las variables de fumar en los modelos, podrasubestimar la magnitud de las asociaciones con cadmio.

  • 7/23/2019 Enfermera del Trabajo, volumen 3, nmero 2, 2013

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    90 Enfermera del Trabajo 2013; III: 90Gallego Rubio,R

    Factores psicosociales y cambio de peso: Un estudio prospectivo entre trabajadores sanitarios daneses

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    Factores psicosociales y cambio de peso:Un estudio prospectivo entre trabajadoressanitarios daneses

    Resea de Salud Laboral

    Autores

    Gallego Rubio, RamnEnfermero de empresa

    Ciudad Real

    Ulla Christensen, Karl Bang Christensen,Birgit Aust, Vilhelm Borg, Jakob B Bjorner

    Centro de Trabajo

    National Research Centre for the Working Environment(NRCWE), Copenhagen, DenmarkDepartment of Public Health, Section of Social Medicine,University of Copenhagen, Copenhagen, Denmark

    Introduccin

    Investigaciones anteriores han encontrado que el cam-bio de peso, prdida y ganancia, conlleva un riesgo demortalidad de forma independiente del nivel de peso ini-cial, y que el cambio de peso entraa mayor riesgo demortalidad que mantener un peso estable.

    La evidencia muestra que factores psicosociales deltrabajo afectan a nuestra salud y al comportamiento sobrela salud: actividad fsica, beber, fumar y dieta. Estos com-

    portamientos de salud pueden ser factores intermedios enla relacin entre el medio ambiente psicosocial de trabajoy la salud.

    Los autores se marcaron como objetivo, mediante eluso del cuestionario COPSOQ, examinar la relacin entrelos factores psicosociales y el cambio en el IMC bidirec-cionalmente, tanto como aumento y disminucin.

    La hiptesis planteada es que un ambiente de trabajo,psicosocialmente desfavorable, se asocia con cambios enel IMC.

    Material y mtodos

    Estudio longitudinal de cohortes, con tres aos de se-guimiento, llevado a cabo entre trabajadores sanitarios da-neses que cuidan a ancianos