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20 de Novie!!)bre de 1897

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BARCELONA

CALLE DEL NOT.\ I\!AD01 9.-TF.I.ÉVO~O i31

1897 LPRENT.A DE JAIME JEPÚS ROVIR.ALTA

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En Junta general de A.ccionistas, celebrada en 2G de :Uarzo de 1897, se acordó, por iniciath·a de la de gobierno, repartir cinco mil pesetas a losempleados de la casa, especialmeote a los que por s us achaq ues se ven imposibilitados de pre~­LD.r scrvicio, para conmemorar P.l cincuentenan? de la inauguración de esLe GnA.N 'rEATRO; Y a propuesta de varios Accionistas, cele~rar una función de gala, como complemento a lo pro­puesto por la Junta, a fiu de celebrar en forma adecuada el recuerdo de la creacíón de uno ae los principales coliseos del muudo, doncle ha bri· llado el génio de los mejores )faesLros, y reso na­do la voz de las eminencias de primer orden en el arte lírica dramatico.

Las efigies de algunos de esos Maeslros com­positores, de :Uaestros directores y de Artislas, antio-uos y moclernos, son ornamento de esle folle~o, cuyos límiles no permilen inclui: a muchos otros, que han sido durantelos cm­cuenla aiíos transcurridos, regocijo del Arle, y gloria de la escena de esle _GRA:-i THATRO.

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~ML celebrar el Gran Teatro del Liceo ~el quincuagésímo aniversario de su íoau­guración, conmemora no solamenle una glo­riosa fecha arLísiica, sino lambién la realización de una empresa que es timbre de orgullo para Barcelona, como un ejemplo mas de las gra odes cosas llevadas a cabo por la eoérgica volunlad, gallarda inicialivayelevadas mi ras que consti tu· yen el signo distintiro de sus hijos.

La creación de un Teatro, que si admiteseme­janles entre los mas afamados de Europa, no cuen'ta, quiza, con superiores, por ningún con­cepto, creación debida exclusivamente al esfuer­zo particular, es uno de esos rasgos que pinian de mano maesLra lo que es y lo que puede una · socíedad en' la que se a una u el amor a la patria y el entusiasmo hacia lo bello.

No Liene nada de exLraño, por lo tanto, que Barcelona esté orgullosa de su Liceo, símbolo, por decirlo así, de su propia historia, y al par

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que recundo plante~~ ::o;;;"dores del~ mananlial de los mas puros goces del espintu, centro de la cullura social, perenne certamen de bellezas y deliciosa punto de reunión de la elegancia, así en sus mauifeslaciones exteriores como en la intimidad del trato entre sus hahi­tuales concurrenles.

Cíncuenla aüos de gloriosa exislencia EOn blslantes a demostrar la solídez de una cons­trucción, y con justo motivo puede el Liceo, al celebren· hoy lo que podríamos llamar sus òodas de oro con D».rcelona, moslrarse sa tisfecbo an te los resu llaclos obtenidos desde su fundacióu, ya que no se ha limiLado su influencia de puer las adentro, sino que la ha ejercido también exle­riormente, dando vida a multitud de industrias y fomentando a la vez el bueo gusto y la ame­nidud de las relaciones sociales.

Ocasión es pot· lo tan lo la presente de trazar a gra nd es rasgos la historia c.le los origen es y descnvolvimiento de nuesLro Gran T eatre , que tan perfeclamenle respoude y ha respon­dido siempre a las uecesidades arlíslicas y ex­pJ.nsivas de la insigne Barcelòna.

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~ada mas humilde que los ]Hincipios del Li­ceo: un batallón de Milicia t.;acional qne, para procurarse fondos al ohjclo de uniformar a sns inò.ividuos, organiza algunas funciones drama­ticas en el Lealro improvisudo en las ruínas del incenuiado convento <le .Montcsión, 1si lo en la actual Plaza de Sa nta Ano.) inaugurandose en agosto de 1837; pllulati namenle se va transfor­mando y agrandantlose la iuea: las funciones ban de servir no solamenle para el primiLi>o objelo sioo también para fomentar el arle dra­matico y musical; de ahi la. creación de un beco Filo dmmdtico de jJ,Joulesióll, prontamente con­verLido en Liceo PiltmnrJnico .Dra1ndtico Ba1'Celo n,és, y no reducido ya à dar representaciones teatrales sino elevado a la. categoria de Inslilu­ción de utilidad pública, con la creación declases de declamación y de canto, públicas y gratuílas, en virtud de lo cual alca.nzó que S. ~L la Reina Gobernadora, por reales órdenes de 29 de jnnio y 2! de julio de 1830 allLorizara a la Sociedad del Liceo pa ra lle>ar el nombre de s u a u gusta hija D.n Isabel If y la concediese el local de Mon­tesióu, mieutras Luviese abiertas Jas catedras.

Así transcurrieron cerca de dos aüos, duran te los cuales el Liceo, hajo el vigoroso gob ierno de D. Manuel Gibert y sus dignos compaüeros D. José Pra ts, D. J aime Valentí, D. José Fors, D. José Ignacio Grau y D. Bernardo Nun6, luvo

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que Yencer ardUOS obslaCUlOS, Siendo DeCesariv que los socios cubrieran el déficit resullanle del sosleuimienlo de las enseñanzas. Así las cosas, era inminente, a pesar de los buenos de­seos de todos, la supresión de la clase de canto cuando, en sesión extraordinaris de 23 de marzo de 18-!0, levant.óse el inol>idable D. Joaquín de Gisperl y de Angli, presidente de las Catedras, y con valiente frase manifestó que no solamenln debia hacerse un esfuerzo para consen·ar las càLedras actuales sino que era preciso crear otras, de iustrumenlación y declamación, a cuyo efeclo presenló un plan económico, que acogido con entusi~smo por aq u e llos generosos y verdaderos arn au les de Barcelona y de la cultura artística, permili0 realizar la atrevida idea del Sr. de Gisperl, cu­ya imporlancia en el seno de la Sociedad fué aumenlando desde enlonces de día en dia, mientras que por olra parte la formaci6n de discípulas tan notables como D.a Anlonia Agui­ló, D.n Angela Grassi y D.n Balbina Alabau. conlratadas ya en varios teaLros, alenlaba a gran número de jóvenes a entrar en el Conser­vatori o, entre cuyos maeslros brillaban D. ~Ja­ria no Obiols, D. Pedro Mata, D. Eduardo Do­minguez, iluslreS"'personalidades en el arle líri­co dramatico.

Tan rapido fué el incremento que adquirió el Conservatorio, gracias a la enérgica resolución de D. Joaquín de Gispert que, hacia el año de 1842, fué caso de pensar ya en t rasladarse a mas espacioso local, como así se consigui6 por fin por real decreto de 9 de abril de 1844, en

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Con excelenle acuerdo olorgó Iu Sociedad del Liceo, en sesión de 1-! de mayo de 184-!, una verdadera dictadura al aclivísimo y benemérilo D. Joaquin de Gisperl para que cuidara de lo­do lo relalivo alle,anlamienlo del nuevo Con­servatorio y Gran Teatro, a la altura de los pri­meres y mas notables de Europa, así en capaci­dad como en exquisilo gusto y elegancia.

Ya en posesión la Sociedad del Liceo del anli­guo solar de·los Trinitarios Dòscalzos, según es­crilura firmada en 9 de junio de 18-!4, publicó el convenio entre dicha Sociedad y los que de­seaseu ser accionislas de localidades para la consLrucción del nuevo 1'eatro de la Rambla. Debía ser ésle grande y magnHlco, capaz para 3,500 espectadores; con vasLo palco escénico, ci nco órdenes de pa leos, a n fi Lea tro, a nchas es­cale ras, espaciosos corredores, desabogadas sa-

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~salón dc d:~~:~~afé, guarda=--' I ~~!:o5~intado, adornada y albajado con la:::;:: I suntuosidau y buen gusto.

El plan económico consistía en paner a venta perpetua, por suscripción pública, la mitad de las localidades, quedando el resto para la libre Yenta, y sobre esta base calculó D. Joaquín de GisperL el plan del edificio, su forma, sus di­mensiono~, el número de localidades, etc., pro­enrando sacar todo el partida posible de las condiciones del solar.

Poderosos obstaculos se opusieron a que la suscr·ipci6n pública alconzase el resuiLado que se proponían sus iniciadores, no siendo el me­nos formidable la violenta oposición de los fa­mosos c1·w.zados 6 devolos del anliguo Tea tro de Santa Cruz, mas no desmayó por eso el Sr. de Gispert y ya que el pública no respondia con­siguió que algunos capitalistas tomaran a Sll

carga la construcción del proyectado G1'aiL Tea­tro, a pesar de lo arriesgado de la empresa, completandose la obra con la conslilución de olra sociedad que se in Lituló A 1txilia1· de Cons­trucció n. la cual, lo mismo que la primera, que­daba propietaria de un proporcionada número de butacas y palcos.

En tal estado las cosas, procedióse al derribo del antiguo edificio y al despejo del ten·eno, sienclo colocada la primera piedrii del Liceo el día 11 de abril de l8t5, hajo la direcci6n del arquiLecLo D. F~ancisco de Asis Soler.

A pesar de que D. Joaquin de Gispert, auxi­liada por s u hi jo el i ngeniero D. l<'ederico y asesorado del maestro de obras D. Francisco

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I ~(13):>-1 ~a.llle babía proyectado ya el plan completo

del nue•o y grandioso edificio, encarg6 al ar­quitecta parisiense )L Thumenloup la forma­ción completa de olro proyeclo de Liceo, pero se >ió que no sen·ía, por lo cuat se \OlYió al primiliYo y bien concebido plan <lel Sr. de Gis­perl, excepto la facbada, obra de ~I. Yignier, inferior a lodas luces, a la original, quedando las obras hajo la dirección del reputada arqui­tecla D. José Oriol Mestres y la alla inspeccióu y adminislración del Sr. de Gisperl.

Fijado el plazo para la coustrucci6n del Liceo en sólo dos años, hnbo que luchar uuranle esle tiempo uo sólu con lo angustioso del Liempo si­no también con la mala voluntad, las intrigas y la rutina, pero nada vali6 para que triunfélse la enérgica volunlau de GisperL y de la Socie­dad del Liceo, basta al punto de que antes tle terminar los dos años de colocada la primera piedra, 6 sea el4 de abril de 18-!7 se celebraba la inauguraci6n del Gran Tealro, cuyo coste ascendia, incluyendo la compra de varias casas contiguas al derribado com·enlo, a la suma de 332,036 duros, canlidad sumamenle barata si se atiende à que hubo que Lraer del exLranjero gran número de accesorios y al mnyor precio, eotonces, de los trasportes, por las cart·et.eras.

El Gran Teatro del Líceo resulto mejor y mas capaz aún de lo que se habia promelido; cabída para 4,000 espectadores; sala admirable­meu te acústica, fresca en verano, temptada en invierno, clara de día, ventilada, no lujosa en extremo, pero si soberanamenle majestuosa, y la ::nayor entre las mayores de Europa, conlan-

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do en esle número la Scala de "Yihin, el San Car­los de .Xapoles, la Grande ópera de Paris y el Heal de ~fadrid.

Con la inauguración del Liceo, en cuyo deco­rado hahían lomado parte los primeros artistas de Europa, coznenzó una nue•a era para el cul­tivo de las Rellas .Arles, é iba a cambiar por completo el gusto musical de Barcelona, ya que, dada la grandiosidad del nuevo coliseo, se requeria que las obras en él ejeculadas corrie­

·Sen parejus con las condiciones del local. 01·ganizatlas las representaciones, formaron

parLe de In compañía dramatica los actores La­torre, Arjona y olrros no menos excelenles y las actrices 'l'eodora Lamadrid, Yañez, Pérez, etc. Figuraban en la lisla de òpera italiana la Rossi­Caccia, la Salvini, Caslellani, Feni, Bou.ché y o tros.

Para la inauguración, celebrada con gran so­lemnidad en la fecha arriba dicba, se represen­Ló el drama de D. \entura de la Vega, D. Ftw­nando de A nlequera, y a seguida, como era cos­Lumbre enlonces, el cuerpo de baile lució sus habilidades en La Ronde1ïa, Lerminando la funcióu con el himno de Obiols Il Reggio IIi­mene, en honor al recién efectuado eulace de D. 11 Isabel Il.

La primera òpera ilaliana que se cantó, ell7 de abril, fué A na Balena. El primer grau baile de especlaculo A:mlma, poniéndose en escena sucesi va men Le Ji',•eischiU::, Don Sebastidn, Ro­òe?·to el Diaòlo (puesto cou una propiedad y lujo nunca vistos en' Europa), y en los años su­cesivos los lhtgouotes, el Pro.feta, y la mayor

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~del repertori:';~::::- é italiano mós en boga.

l" fan a como nuo ca Barcelona de su gran Liceo hubo de experimentar el dolor de Yerlo consu­mido por nn incendio la noche del 9 de abril de 1861, pe ro gracias al desprendimieo lo cie s us propieLaríos pudo procederse rapidamenle a su construcción é inaugurarse nuevameule la no­che del 22 de abril del aiio signienle, con gene­ral satisfacción de la capital, que en el Liceo Liene un eleroenlo de vida de no escasa monla .

La labor artística del Liceo desde su feliz res­Lauración aca queda suGcientemenle encomiada con recordar que en él se han podido oir, admi­rablemenle cantadas, muchas veces, todas 6 casi Lodas las óperas mas preciadas en el mun­do arlistico, sin dislinción de escuelas; que en él se han elevado algunos que, desconocidos antes, han alcanzado luego fama uni,·ersal; que el fallo de su inleligenle público es lenldo en la roayor estima aún por los mas celebrado~ can­taules, y que, al par que un lugar donde se rin­de cullo al arle es un verdadero salón, en el que se pnede apreciar la exquisila cultura de nueslra sociedad mas dislingnida, si encariñada siempre con el Liceo, con mayor motivo desde que en noche luctuosa, quedaron por decirlo así, mas fuerlemente co'osolidados que nunca los vínculos entre los que, ante la enormidad del crimen, se sinlieron convertidos en una grande y sola familia. I

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1.\t cetebmt el l6zan Jteatto bel lttceo la f~uKión que recnetoa on ctn~ cuentemuto, conetittrpen la ]unta be ~obietno oe ene ptoptetatioe ó uccto~ ntetaa, el1E~cmo. Sr. Watqnée be 1\lellu, pzeeioente, JB. Wa~\n San~

bhlnlen~e, vtce~pteetbente, 29. 1\n~ tol\n Snñol, conta bor, Bon ]nan 16üona, iB. ]oeé ro .. be 'l8tn~neza, iB. 1.\snetin manant, 19. ]oeé ~oecb )J 19. 1\ntonto ]. '!e>aett~ noe, vocalee, 'P 19. JComae oe 1.\. LDHú, eenetatio; etenoo JBüector be la 1Etnpteea iB. 1.\lbetto '!e>etnte •

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