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  • COMENTARIO BBLICO

    DE

    WILLIAM MacDONALD

    Editorial CLIE

    2 CORINTIOS

    William MacDonald

    Ttulo original en ingls: Believers Bible Commentary

    Algunos de los materiales de esta obra fueron editados previamente por Harold Shaw

    Publishers y Walterick Publishers, y han sido empleados con su permiso. No obstante, han

    sido revisados, expandidos y editados considerablemente.

    Publicado originalmente en dos tomos, Antiguo y Nuevo Testamento.

    Traductores de la versin espaola del Antiguo Testamento:

    Neria Dez, Donald Harris, Carlos Toms Knott, Jos Antonio Septin.

    Editor y revisor de traducciones: Carlos Toms Knott.

    Traductor de la versin espaola del Nuevo Testamento:

    Santiago Escuain.

    Copyright 2004 por CLIE para esta edicin completa en espaol.

    Este comentario se basa en la traduccin Reina Valera, revisin de 1960.

    Copyright 1960 Sociedades Bblicas Unidas.

    Todas las citas bblicas, a menos que se indique lo contrario, estn tomadas de esta versin.

    BAS indica que la cita es de la versin Biblia de las Amricas,

    Copyright 1986 The Lockman Foundation.

    Los esquemas y otros grficos son propiedad de William MacDonald.

    Depsito Legal:

    ISBN: 978-84-8267-410-0

    Clasifquese:

    98 HERMENUTICA:

    Comentarios completos de toda la Biblia

    C.T.C. 01-02-0098-04

    Referencia: 22.45.73

  • Prefacio del autor

    El propsito del Comentario Bblico de William MacDonald es darle al lector cristiano

    medio un conocimiento bsico del mensaje de la Sagrada Biblia. Tambin tiene como

    propsito estimular un amor y apetito por la Biblia de modo que el creyente desear

    profundizar ms en sus tesoros inagotables. Confo en que los eruditos encuentren alimento

    para sus almas, pero debern tener en consideracin y comprender que el libro no fue

    escrito primariamente para ellos.

    Todos los libros han sido complementados con introducciones, notas y bibliografas.

    A excepcin de Salmos, Proverbios y Eclesiasts, la exposicin del Antiguo

    Testamento se presenta principalmente de prrafo en prrafo en lugar de versculo por

    versculo. Los comentarios sobre el texto son aumentados por aplicaciones prcticas de las

    verdades espirituales, y por un estudio sobre tipos y figuras cuando es apropiado.

    Los pasajes que sealan al Redentor venidero reciben trato especial y se comentan con

    ms detalle. El trato de los libros de Salmos, Proverbios y Eclesiasts es versculo por

    versculo, porque no se prestan a condensacin, o bien porque la mayora de los creyentes

    desea estudiarlos con ms detalle.

    Hemos intentado enfrentar los textos problemticos y cuando es posible dar

    explicaciones alternativas. Muchos de estos pasajes ocasionan desesperacin en los

    comentaristas, y debemos confesar que en tales textos todava vemos por espejo,

    oscuramente.

    Pero la misma Palabra de Dios, iluminada por el Espritu Santo de Dios, es ms

    importante que cualquier comentario sobre ella. Sin ella no hay vida, crecimiento, santidad

    ni servicio aceptable. Debemos leerla, estudiarla, memorizarla, meditar sobre ella y sobre

    todo obedecerla. Como alguien bien ha dicho: La obediencia es el rgano del

    conocimiento espiritual.

    Willian McDonald

    Introduccin del editor

    No menospreciis los comentarios. ste fue el consejo de un profesor de la Biblia a

    sus alumnos en Emmaus Bible School (Escuela Bblica Emas) en la dcada de los 50. Al

    menos un alumno se ha acordado de estas palabras a lo largo de los aos posteriores. El

    profesor era William MacDonald, autor del Comentario Bblico. El alumno era el editor de

    la versin original del Comentario en ingls, Arthur Farstad, quien en aquel entonces estaba

    en su primer ao de estudios. Slo haba ledo un comentario en su vida: En los Lugares

    Celestiales (Efesios) por H. A. Ironside. Cuando era joven lea ese comentario cada noche

    durante un verano, y as Farstad descubri qu es un comentario.

    Qu es un comentario?

    Qu es exactamente un comentario y por qu no debemos menospreciarlo? Un editor

    cristiano hizo una lista de quince tipos de libros relacionados con la Biblia. No debera

    extraar, entonces, si algunas personas no saben describir la diferencia entre un comentario,

  • una Biblia de estudio, una concordancia, un atlas, un interlineal y un diccionario bblico,

    nombrando slo cinco categoras.

    Aunque sea una perogrullada, un comentario comenta, es decir, hace un comentario que

    ayuda a entender el texto, versculo por versculo o de prrafo en prrafo. Algunos

    cristianos desprecian los comentarios y dicen: slo quiero leer la Biblia misma y escuchar

    una predicacin. Suena a piadoso, pero no lo es. Un comentario meramente pone por

    impreso la mejor (y ms difcil) clase de exposicin bblica: la enseanza y predicacin de

    la Palabra de Dios versculo por versculo. Algunos comentarios (por ejemplo, los de

    Ironside) son literalmente sermones impresos. Adems, las ms grandes exposiciones de la

    Biblia de todas las edades y lenguas estn disponibles en forma de libro en ingls (tarea que

    todava nos incumbe en castellano). Desafortunadamente, muchos son tan largos, tan

    antiguos y difciles que el lector cristiano corriente se desanima y no saca mucho provecho.

    Y sta es una de las razones de ser del Comentario Bblico de William MacDonald.

    Tipos de comentarios

    Tericamente, cualquier persona interesada en la Biblia podra escribir un comentario.

    Por esta razn, hay toda una gama de comentarios desde lo muy liberal hasta lo muy

    conservador, con todos los matices de pensamientos en el intermedio. El Comentario

    Bblico de William MacDonald es un comentario muy conservador, que acepta la Biblia

    como la Palabra de Dios inspirada e inerrante, y totalmente suficiente para la fe y la

    prctica.

    Un comentario podra ser muy tcnico (con detalles menudos de la sintaxis del griego y

    hebreo), o tan sencillo como una resea. Este comentario est entre estos dos extremos.

    Cuando hacen falta comentarios tcnicos, se hallan en las notas al final de cada libro. El

    escritor comenta seriamente los detalles del texto sin evadir las partes difciles y las

    aplicaciones convincentes. El hermano MacDonald escribe con una riqueza de exposicin.

    La meta no es producir una clase de cristianos nominales con comprensin mnima y sin

    mucho compromiso, sino ms bien discpulos.

    Los comentarios tambin suelen distinguirse segn su escuela teolgica:

    conservadora o liberal, protestante o catlico romano, premilenial o amilenial. Este

    comentario es conservador, protestante y premilenial.

    Cmo emplear este libro

    Hay varias formas de acercarse al Comentario Bblico de William MacDonald.

    Sugerimos el siguiente orden como provechoso:

    Hojear: Si le gusta la Biblia o la ama, le gustar hojear este libro, leyendo un poco en

    diferentes lugares y disfrutndolo as de forma rpida, apreciando el sentido general de la

    obra.

    Un Pasaje especfico: Puede que tengas una duda o pregunta acerca de un versculo o

    prrafo, y que necesites ayuda sobre este punto. Bscalo en el lugar apropiado en el

    contexto y seguramente hallars material bueno.

    Una doctrina: Si estudia la creacin, el da de reposo, los pactos, las dispensaciones, o

    el ngel de JEHOV, busque los pasajes que tratan estos temas. El ndice indica los ensayos

    que hay sobre esta clase de tema. En el caso de algo que no aparezca en el ndice, use una

  • concordancia para localizar las palabras claves que le guiarn a los pasajes centrales que

    tratan el punto en cuestin.

    Un libro de la Biblia: Quiz en su congregacin estudian un libro del Antiguo

    Testamento. Ser grandemente enriquecido en sus estudios (y tendr algo que contribuir si

    hay oportunidad) si durante la semana antes de cada estudio lee la porcin correspondiente

    en el comentario.

    Toda la Biblia: Tarde o temprano cada cristiano debe leer toda la Biblia, comenzando

    en el principio y continuando hasta el final, sin saltar pasajes. A lo largo de la lectura se

    encontrarn textos difciles. Un comentario cuidadoso y conservador como ste puede ser

    de mucha ayuda.

    El estudio de la Biblia puede parecerle al principio como trigo molido, es decir:

    nutritivo pero seco, pero si persevera y progresa, vendr a ser como tarta de chocolate!

    El consejo del hermano MacDonald, dado hace tantos aos: no menospreciis los

    comentarios, todava es vlido. Habiendo estudiado cuidadosamente sus comentarios

    sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento, puedo decir lo siguiente: disfrtelo!.

    Abreviaturas

    Abreviaturas de libros de la Biblia

    Libros del Antiguo Testamento

    Gn. Gnesis

    x. xodo

    Lv. Levtico

    Nm. Nmeros

    Dt. Deuteronomio

    Jos. Josu

    Jue. Jueces

    Rt. Rut

    1 S. 1 Samuel

    2 S. 2 Samuel

    1 R. 1 Reyes

    2 R. 2 Reyes

    1 Cr. 1 Crnicas

    2 Cr. 2 Crnicas

    Esd. Esdras

    Neh. Nehemas

    Est. Ester

    Job Job

    Sal. Salmos

    Pr. Proverbios

    Ec. Eclesiasts

    Cnt. Cantares

    Is. Isaas

    Jer. Jeremas

  • Lm. Lamentaciones

    Ez. Ezequiel

    Dn. Daniel

    Os. Oseas

    Jl. Joel

    Am. Ams

    Abd. Abdas

    Jon. Jons

    Mi. Miqueas

    Nah. Nahm

    Hab. Habacuc

    Sof. Sofonas

    Hag. Hageo

    Zac. Zacaras

    Mal. Malaquas

    Libros del Nuevo Testamento

    Mt. Mateo

    Mr. Marcos

    Lc. Lucas

    Jn. Juan

    Hch. Hechos

    Ro. Romanos

    1 Co. 1 Corintios

    2 Co. 2 Corintios

    G. Glatas

    Ef. Efesios

    Fil. Filipenses

    Col. Colosenses

    1 Ts. 1 Tesalonicenses

    2 Ts. 2 Tesalonicenses

    1 Ti. 1 Timoteo

    2 Ti. 2 Timoteo

    Tit. Tito

    Flm. Filemn

    He. Hebreos

    Stg. Santiago

    1 P. 1 Pedro

    2 P. 2 Pedro

    1 Jn. 1 Juan

    2 Jn. 2 Juan

    3 Jn. 3 Juan

    Jud. Judas

    Ap. Apocalipsis

  • Abreviaturas de versiones de la Biblia, traducciones y parfrasis

    ASV American Standard Version

    BAS Biblia de las Amricas

    FWG Biblia Numrica de F. W. Grant

    JBP Parfrasis de J. B. Phillips

    JND New Translation de John Nelson Darby

    KJV King James Version

    KSW An Expanded Translation de Kenneth S. Wuest

    LB Living Bible (parfrasis de la Biblia, que existe en castellano como

    La Biblia al Da)

    NASB New American Standard Bible

    NEB New English Bible

    NIV New International Version

    NKJV New King James Version

    R.V. Revised Version (Inglaterra)

    RSV Revised Standard Version

    RV Reina-Valera, revisin de 1909

    RVR Reina-Valera, revisin de 1960

    RVR77 Reina-Valera, revisin de 1977

    V.M. Versin Moderna de H. B. Pratt

    Otras abreviaturas

    a.C. Antes de Cristo

    Aram. Arameo

    AT Antiguo Testamento

    c. circa, alrededor

    cap. captulo

    caps. captulos

    CBC Comentario Bblico

    cf. confer, comparar

    d.C. despus de Cristo

    e.g. exempli gratia, por ejemplo

    ed. editado, edicin, editor

    eds. editores

    et al. et allii, ali, alia, y otros

    fem. femenino

    Gr. griego

    i.e. id. est, esto es

    ibid. ibidem, en el mismo lugar

    ICC International Critical Commentary

    lit. literalmente

    LXX Septuaginta (antigua versin gr. del AT)

  • M Texto Mayoritario

    marg. margen, lectura marginal

    masc. masculino

    ms., mss., manuscrito(s)

    MT Texto Masortico

    NCI Nuevo Comentario Internacional

    NT Nuevo Testamento

    NU NT griego de Nestle-Aland/S. Bblicas Unidas

    p.ej. por ejemplo

    pg., pgs. pgina(s)

    s.e. sin editorial, sin lugar de publicacin

    s.f. sin fecha

    TBC Tyndale Bible Commentary

    Trad. Traducido, traductor

    v., vv. versculo(s)

    vol(s). volumen, volmenes

    vs. versus, frente a

    Transliteracin de palabras hebreas

    El Comentario al Antiguo Testamento, habiendo sido hecho para el cristiano medio que

    no ha estudiado el hebreo, emplea slo unas pocas palabras hebreas en el texto y unas

    cuantas ms en las notas finales.

    El Alfabeto Hebreo

    Letra hebrea Nombre Equivalente en ingls

    lef

    Bet b (v)

    Gumel g

    Dlet d

    He h

    Vau w

    Zain z

  • Chet h

    Tet t

    Yod y

    Caf k (kh con la h aspirada)

    Lmed l

    Mem m

    Nun n

    Smec s

    Ayn

    Pe p (ph)

    Tsade ts

    Cof q

    Resh r

    Sin s

    Shin sh (con la h aspirada)

    Tau t (th)

    El hebreo del Antiguo Testamento tiene veintids letras, todas consonantes; los rollos

    bblicos ms viejos no tenan vocales. Estos puntos vocales, como se les llama, fueron

    inventados y colocados durante el siglo VII d.C. El hebreo se escribe de derecha a

    izquierda, lo opuesto a idiomas occidentales tales como espaol e ingls.

    Hemos empleado un sistema simplificado de transliteracin (similar al que usan en el

    estado de Israel en tiempos modernos y las transliteraciones populares). Por ejemplo,

    cuando bet es pronunciado como la v en ingls, ponemos una v en la transliteracin.

  • Transliteracin de palabras griegas

    Nombre griego Letra griega Equivalente en ingls

    alfa a

    beta b

    gamma g, ng

    delta d

    psilon e (corta)

    tseta ts

    eta e (larga)

    zeta z

    iota i

    kappa k

    lambda l

    mu m

    nu n

    xi x

    micron o

    pi p

    rho r

    sigma s

    tau t

    psilon u, y

    fi f

    ji j

    psi ps

    omega o (larga)

  • LA SEGUNDA EPSTOLA A LOS CORINTIOS

    Introduccin

    Para m, la transparencia de la revelacin de Pablo [en 2 Corintios] es sin par en

    toda la literatura sagrada.

    Sadler

    I. Su singular puesto en el Canon

    Si 1 Corintios es muy ampliamente estudiada y tomada como base de predicacin, 2

    Corintios es muy descuidada por los predicadores. Y sin embargo se trata de una epstola de

    gran importancia. Es indudable que su estilo de difcil traduccin e irnico han ayudado a

    su descuido. El gran nmero de palabras en itlica en las versiones cuidadosas muestra

    cunto se ha de suplir para hacer que esta carta tan emotiva sea comprensible en la lengua

    traducida.

    Esta epstola es difcil. El significado de muchos versculos es oscuro, por decir poco.

    Hay varias explicaciones: (1) Pablo emplea mucha stira, pero es a veces difcil saber

    cundo lo hace. (2) Para entender del todo algunas secciones, necesitaramos alguna

    informacin adicional sobre los viajes de Pablo, los de sus compaeros y las cartas que

    escribi. (3) Es una epstola intensamente personal, y las palabras brotan con frecuencia del

    corazn. Y stas no son siempre las ms fciles de entender.

    Pero estas dificultades no deberan desalentarnos. Afortunadamente, no afectan a las

    verdades bsicas de la Epstola, sino slo a los detalles.

    Finalmente, 2 Corintios es una epstola muy amada y muy citada. Despus de haberla

    estudiado, el lector entender la razn.

    II. Paternidad

    Que Pablo escribi 2 Corintios no lo niega prcticamente nadie, aunque algunos tienen

    teoras de interpolaciones aqu y all. Sin embargo, la unidad de la Carta (con las tpicas

    digresiones paulinas!) es evidente.

    La evidencia externa de 2 Corintios es fuerte, pero algo ms tarda que la que se posee

    para 1 Corintios. Cosa sorprendente, Clemente de Roma no cita de ella, pero s lo hacen

    Policarpo, Ireneo, Clemente de Alejandra, Tertuliano y Cipriano. Marcin la relaciona

    como la tercera de las diez Epstolas Paulinas que l acepta. Tambin aparece en el Canon

    de Muratori. La evidencia de 2 Corintios es abundante desde el 175 d.C. en adelante.

    La evidencia interna de su paternidad paulina es abrumadora. Aparte de Filemn, es la

    carta ms personal y menos doctrinal de Pablo. Las detalladas referencias personales, los

    rasgos peculiares del apstol, y los lazos evidentemente estrechos con 1 Corintios, Glatas,

    Romanos y Hechos, todo ello sustenta la postura tradicional de que Pablo escribi esta

    Carta. Estn en clara evidencia el mismo escritor y la misma congregacin universalmente

    reconocidos en la Primera Epstola.

  • III. Fecha

    2 Corintios fue probablemente escrita poco menos de un ao despus de 1 Corintios,

    desde Macedonia (algunas notas al pie en traducciones tempranas especifican Filipos). Una

    fecha comnmente aceptada es la del 57 d.C., pero muchos escogen el 55 o el 56. Harnack

    opt por el 53.

    IV. Trasfondo y Tema

    Una razn por la que estamos tan enamorados de 2 Corintios es que es tan personal.

    Parece que nos aproximamos ms al corazn de Pablo aqu que en ninguno de sus otros

    escritos. Sentimos algo del tremendo entusiasmo que tena por la obra del Seor.

    Percibimos un sentido de la dignidad del ms grande llamamiento de la vida. Leemos con

    callado asombro el catlogo de padecimientos que soport. Experimentamos el ardiente

    rubor de indignacin con el que respondi a sus desfachatados detractores. En suma, Pablo

    parece introducirnos en todos los secretos de su alma.

    La primera visita de Pablo a Corinto se registra en Hechos 18. Tuvo lugar en su

    Segundo Viaje Misionero, poco despus de haber pronunciado su memorable discurso en

    Atenas, en la Colina de Marte.

    En Corinto, Pablo trabaj como fabricante de tiendas junto con Aquila y Priscila, y

    predic el evangelio en la sinagoga. Silas y Timoteo llegaron de Macedonia para unirse a l

    en esta obra evangelstica, que dur al menos dieciocho meses (Hch. 18:11).

    Cuando la mayora de judos rechazaron su predicacin, Pablo se volvi a los gentiles.

    Al irse salvando almas tanto judos como gentiles, los lderes judos llevaron al apstol

    ante el procnsul, Galin. Pero ste desech juzgar aquel asunto, negando tener jurisdiccin

    alguna sobre aquellas cuestiones.

    Despus del juicio, Pablo se qued mucho tiempo en Corinto, y luego parti para

    Cencrea, feso y el largo viaje de regreso a Cesarea y Antioqua.

    En su Tercer Viaje Misionero, volvi a feso y se qued all durante dos aos. Durante

    esta estancia, le visit una delegacin de Corinto, pidiendo consejo a Pablo acerca de

    muchas cuestiones. Fue en respuesta a estas cuestiones que escribi 1 Corintios.

    Ms tarde, el apstol se sinti muy ansioso por saber cmo los corintios haban

    reaccionado ante su Carta, especialmente ante la seccin tratando de la disciplina sobre un

    miembro cado en pecado. De modo que parti de feso hacia Trade, donde esperaba

    encontrar a Tito. Pero al no hallarlo, pas a Macedonia. Fue all que lleg Tito con las

    nuevas, buenas y malas. Los santos haban disciplinado al creyente cado en pecado y la

    disciplina haba tenido como resultado su restauracin espiritual. stas eran las buenas

    noticias. Pero los cristianos no haban mandado el dinero para los santos necesitados en

    Jerusaln, como se haban propuesto. Esto no era tan bueno. Finalmente, Tito inform que

    los falsos maestros estaban activos en Corinto, minando la obra del apstol y poniendo en

    duda su autoridad como siervo de Cristo. stas eran las malas noticias!

    stas son, pues, las circunstancias que suscitaron la Segunda Epstola a los Corintios,

    escrita desde Macedonia.

  • En la Primera Epstola, vemos a Pablo primariamente como un maestro, pero en la

    Segunda Epstola acta como pastor. Si el lector presta atencin, oir el plpito del corazn

    de quien realmente amaba al pueblo de Dios y se daba por el bien de ellos.

    De modo que embarqumonos en esta gran aventura, y al estudiar estos pensamientos

    que respiran y palabras que arden, hagmoslo con una oracin pidiendo la iluminacin del

    Espritu Santo de Dios.

    BOSQUEJO

    I. EXPOSICIN DEL MINISTERIO POR PARTE DE PABLO (Caps. 17)

    A. Salutacin (1:12)

    B. El ministerio de consolacin en el padecimiento (1:311)

    C. Explicacin del cambio de planes de Pablo (1:122:17)

    D. Las credenciales de Pablo para el ministerio (3:15)

    E. Contraste del Antiguo y Nuevo Pacto (3:618)

    F. Obligacin de predicar un evangelio claro (4:16)

    G. Un vaso de barro con un destino celestial (4:718)

    H. Viviendo a la luz del Tribunal de Cristo (5:110)

    I. La buena conciencia de Pablo en el ministerio (5:1121).

    J. La conducta de Pablo en el ministerio (6:310)

    K. El llamamiento de Pablo a la franqueza y al afecto (6:1113)

    L. El llamamiento de Pablo a la separacin escrituraria (6:147:1)

    M. El gozo de Pablo ante las buenas noticias de Corinto (7:216)

    II. LA EXHORTACIN DE PABLO A FINALIZAR LA COLECTA PARA LOS

    SANTOS DE JERUSALN (Caps. 8, 9)

    A. Buenos ejemplos de ddivas generosas (8:19)

    B. Buen consejo para finalizar la colecta (8:1011)

    C. Tres buenos principios de donacin generosa (8:1215)

    D. Tres buenos hermanos para preparar la colecta (8:1624)

    E. Llamamiento a los corintios para que hagan justicia a la jactancia de Pablo de

    ellos (9:15)

    F. Las buenas recompensas de la donacin generosa (9:615)

    III. LA VINDICACIN DE PABLO DE SU APOSTOLADO (Caps. 1013)

    A. Rplica de Pablo a sus acusadores (10:112)

    B. El principio de Pablo: Abrir nuevos territorios para Cristo (10:1316)

    C. La suprema meta de Pablo: La alabanza de parte del Seor (10:1718)

    D. La declaracin de Pablo de su apostolado (11:115)

    E. Los padecimientos de Pablo por Cristo sustentan su apostolado (11:1633)

    F. Las revelaciones a Pablo sustentan su apostolado (12:110)

    G. Las seales de Pablo sustentan su apostolado (12:1113)

    H. La visita pendiente de Pablo a Corinto (12:1413:1)

    I. El apostolado de Pablo apoyado por los mismos corintios (13:26)

    J. El deseo de Pablo de hacer bien a los corintios (13:710)

    K. La gentil despedida trinitaria de Pablo (13:1114)

  • Comentario

    I. EXPOSICIN DEL MINISTERIO POR PARTE DE

    PABLO (Caps. 17)

    A. Salutacin (1:12)

    1:1 Pablo se presenta al principio de su carta como apstol de Jesucristo por la

    voluntad de Dios. Es importante que toque esta nota al principio mismo, porque los haba

    en Corinto que suscitaban la cuestin de si Pablo haba sido jams verdaderamente

    comisionado por el Seor. Su respuesta es que ni haba escogido el ministerio por su propia

    voluntad, ni haba sido ordenado por los hombres, sino que haba sido enviado a la obra por

    Cristo Jess por la voluntad de Dios. Su llamamiento al apostolado tuvo lugar en el

    llamamiento de Damasco. Fue una experiencia inolvidable en su vida, y fue la conciencia

    de este llamamiento divino que sostuvo al apstol durante muchas horas amargas. A

    menudo, cuando se senta apremiado desmesuradamente en el servicio de Cristo, podra

    haber abandonado y vuelto a casa, si no hubiese tenido la certidumbre del llamamiento

    divino.

    El hecho de que Timoteo es mencionado en el versculo 1 no significa que l ayudase a

    redactar la Carta. Slo significa que estaba con Pablo cuando fue escrita. Aparte de esto,

    hay una gran incertidumbre acerca de los movimientos de Timoteo durante este perodo.

    La carta se dirige a la iglesia de Dios que est en Corinto, con todos los santos que

    estn en toda Acaya. La expresin iglesia de Dios significa que era una asamblea de

    creyentes que perteneca a Dios. No era una asamblea pagana, ni una congregacin no

    religiosa de personas, sino una agrupacin de cristianos nacidos de nuevo, llamados afuera

    del mundo para pertenecer al Seor. Es indudable que Pablo, al escribir estas palabras,

    record cmo haba ido al principio a Corinto a predicar all el evangelio. Hombres y

    mujeres hundidos en la idolatra y sensualidad haban confiado en Jesucristo como Seor, y

    haban sido salvados por Su gracia maravillosa. A pesar de todas las dificultades que haban

    luego sobrevenido en la asamblea en Corinto, indudablemente el corazn del apstol se

    regocijaba al pensar en el inmenso cambio que haba venido a las vidas de estas amadas

    personas. La carta se dirige no solo a Corinto, sino a todos los santos que estn en toda

    Acaya. Acaya constitua la parte meridional de Grecia, mientras que Macedonia, que

    tambin encontraremos mencionada en esta Epstola, era la seccin septentrional de aquel

    mismo pas.

    1:2 Gracia y paz constituyen un hermoso saludo que hemos llegado a asociar con el

    amado Apstol Pablo. Cuando desea describir su mayor deseo para el pueblo de Dios, no

    desea para ellos cosas materiales como oro o plata. Sabe demasiado bien que estas cosas

    pueden desvanecerse en un instante. Ms bien desea para ellos bendiciones espirituales

    como gracia y paz, que incluyen todo bien de que pueda gozar un pecador a este lado del

    cielo. Denney dice: La gracia es la primera y la ltima palabra del evangelio; y la paz

    una perfecta integridad espiritual es la obra acabada de Cristo en el alma. Estas

    bendiciones provienen de Dios nuestro Padre y del Seor Jesucristo. Dios nuestro

    Padre es la fuente, y el Seor Jesucristo es el canal. Pablo no vacila en poner al Seor

  • Jesucristo al lado de Dios nuestro Padre, porque, como miembro de la Trinidad, Cristo es

    igual al Padre.

    B. El ministerio de consolacin en el padecimiento (1:311)

    1:3 Desde el versculo 3 hasta el 11, el apstol estalla en accin de gracias por la

    consolacin que le ha venido en medio de su angustia y afliccin. Indudablemente, la

    consolacin era las buenas noticias que Tito le haba trado a Macedonia. El apstol pasa

    luego a mostrar que tanto si est afligido como consolado, todo se vuelve para el final bien

    de los creyentes a los que ministra. La accin de gracias se dirige al Dios y Padre de

    nuestro Seor Jesucristo. Este es el pleno ttulo de Dios en el NT. Ya no se trata ms de

    el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Ahora es el Dios y Padre de

    nuestro Seor Jesucristo. Este nombre, de pasada, implica la gran verdad de que el Seor

    Jess es a la vez Dios y Hombre. Dios es el Dios de nuestro Seor Jesucristo: esto se refiere

    a Su relacin con Jess, el Hijo del Hombre. Pero Dios es tambin el Padre de nuestro

    Seor Jesucristo: esto se refiere a Su relacin con Cristo el Hijo de Dios. Adems, Dios es

    descrito como Padre de misericordias y Dios de toda consolacin. Es de l que

    provienen todas las misericordias y consolaciones.

    1:4 En todas sus aflicciones, Pablo era consciente de la presencia consoladora de Dios.

    Aqu da una de las muchas razones por las que Dios le consolaba. Era para que a su vez l

    pudiese consolar a otros por medio de la consolacin con que l era consolado por Dios.

    Para nosotros, el trmino consolacin significa generalmente consuelo en tiempo de

    dolor. Pero tal como se emplea en el NT, tiene un sentido ms amplio. Se refiere al aliento

    y a la exhortacin que proceden de uno que est a nuestro lado en tiempo de necesidad. En

    este versculo tenemos una leccin prctica para todos nosotros. Tendramos que recordar

    cuando somos consolados que deberamos pasar esta consolacin a otros. No deberamos

    evitar el lecho del dolor de nadie, ni la casa de luto, sino acudir al lado de cualquiera que

    necesite nuestro aliento. No somos consolados para nuestra comodidad, sino para que

    seamos consoladores.

    1:5 La razn por la que Pablo puede consolar a otros es que la consolacin de Cristo es

    idntica a los padecimientos que se soportan por l. Los padecimientos de Cristo no

    puede significar aqu los padecimientos expiatorios del Salvador, que fueron singulares y

    que nadie puede compartir. Pero los cristianos pueden sufrir y sufren debido a su asociacin

    con el Seor Jess. Sufren vituperios, rechazos, hostilidad, odio, negaciones, traiciones, etc.

    Estos son designados como los padecimientos de Cristo porque l los sufri cuando

    estaba en la tierra y porque sigue soportndolos cuando los miembros de Su Cuerpo los

    padecen. l es afligido en todas nuestras aflicciones (vase Is. 63:9). Pero lo que Pablo

    argumenta aqu es que hay una rica compensacin por todos estos sufrimientos, esto es, hay

    una participacin correspondiente en la consolacin de Cristo y esta consolacin es

    abundante y suficiente.

    1:6 El apstol poda ver el bien surgiendo tanto de sus aflicciones como de su

    consolacin. Ambas quedaban santificadas por la cruz. Si l estaba atribulado, tena como

    resultado la consolacin y salvacin de los santos no la salvacin de sus almas, sino la

    fuerza que los ayudara a pasar a travs de sus pruebas. Seran alentados y retados por la

    paciencia de Pablo, y razonaran que si Dios le haba dado gracia para sus padecimientos,

    tambin a ellos les dara gracia. Cuando Samuel Rutherford se encontraba en la cava de la

  • adversidad, como tantas veces le sucedi, comenzaba a buscar los mejores vinos del

    Seor. Quiz aprendi esto por el ejemplo de Pablo, que siempre pareca poder ver el arco

    iris a travs de sus lgrimas.

    La consolacin que el apstol recibi llenara a los corintios de consolacin y los

    inspirara a soportar con paciencia la misma clase de persecucin que l. Solamente los que

    han pasado una profunda prueba saben cmo poder hablar una palabra adecuada a otros que

    son llamados a pasar por la misma. Una madre que ha perdido un hijo nico puede mejor

    consolar a otra madre que acaba de sufrir esta desgarradora prdida. O, mejor an, un Padre

    que ha perdido un Hijo nico es quien mejor puede consolar a los que han perdido a seres

    queridos.

    1:7 El apstol expresa ahora su confianza de que as como los corintios haban

    conocido lo que era sufrir por Cristo, as ellos experimentaran la ayuda consoladora de

    Cristo. Los sufrimientos nunca vienen solos sobre el cristiano. Siempre son seguidos por la

    consolacin de Cristo. Como Pablo, tambin nosotros podemos estar confiados de esto.

    La Biblia al Da parafrasea los versculos 37 de la siguiente manera:

    Qu maravilloso es nuestro Dios! l es Padre de nuestro Seor Jesucristo, Padre de las

    misericordias y Dios de las consolaciones que tan maravillosamente se nos ofrecen en

    nuestras dificultades y pruebas. Y por qu se nos consuela? Para que cuando nos

    encontremos a alguien en problemas, falto de consuelo y aliento, podamos impartirle la

    misma ayuda y el mismo consuelo que Dios nos prodig. En medio de nuestras

    tribulaciones Dios nos ha consolado para vuestro bien; para que podamos, basados en la

    experiencia, ensearos la ternura con que Dios puede consolaros cuando tengis que pasar

    por los mismos sufrimientos. A su debido tiempo os dar fortaleza para resistir.

    1:8 Habiendo hablado en trminos generales de la afliccin y de la consolacin, Pablo

    menciona ahora de manera ms especfica una severa prueba por la que haba pasado

    recientemente. No quiere que los hermanos corintios ignoren la tribulacin que le

    sobrevino en Asia. (Asia no significa aqu el continente, sino una provincia en la parte

    occidental de lo que ahora es Asia Menor.) Cul era la tribulacin a la que se refiere el

    apstol aqu? Quiz se refiere al peligroso motn que tuvo lugar en feso (Hch. 19:2341).

    Algunos sugieren que debi ser una enfermedad mortfera, y otros piensan que podra

    referirse a desalentadoras noticias de Corinto. Afortunadamente, el valor y disfrute de un

    pasaje as no depende de conocer los detalles exactos.

    Pero el problema era de tal magnitud que Pablo se sinti sumamente agobiado, y tan

    por encima de la ordinaria capacidad natural de aguante que incluso perdi la esperanza

    de conservar la vida.

    La parfrasis de Phillips de este versculo sirve de ayuda: En aquel tiempo estuvimos

    del todo abrumados; la carga era mayor de lo que podamos sobrellevar; de hecho, nos

    decamos que ste era el fin.

    1:9 La perspectiva del apstol era tan negra que tena los sentimientos de un hombre

    sentenciado a muerte. Si alguien le hubiese preguntado: Va a ser vida o muerte?, habra

    tenido que contestar: Muerte. Dios dej que Su siervo fuese llevado a este punto extremo

    para que no estuviese confiado en s mismo, sino en Dios que resucita a los muertos. La

    designacin el Dios que resucita a los muertos se emplea aqu indudablemente como

    sinnimo del Dios Todopoderoso. Aquel que puede resucitar a los muertos es la nica

    esperanza para alguien que est condenado a morir, como el apstol consideraba que lo

    estaba.

  • 1:10 En la tradicin de la mayora de los manuscritos, Pablo habla de liberacin en sus

    tres tiempos: pretrito (libr), presente (nos libra), y futuro (nos librar). Si lo que est a

    la vista es el motn de feso, entonces Pablo se refiere a la forma en que se detuvo de

    repente y l sali bien librado (Hch. 20:1). El apstol sabe que el mismo Dios que le libr

    en el pasado puede tambin librarlo da por da, y que le librar una y otra vez hasta el

    gran momento final en que ser totalmente liberado de las tribulaciones y persecuciones de

    este mundo.

    1:11 Aqu Pablo supone generosamente que los corintios haban estado orando por l

    mientras que l pasaba por este tiempo de profundas pruebas. En realidad, muchos de los

    creyentes se haban convertido en detractores del gran apstol, y poda haber graves dudas

    acerca de si le estaban recordando en absoluto ante el trono de la gracia. Sin embargo, est

    dispuesto a otorgarles el beneficio de la duda. La expresin el don concedido a nosotros

    por medio de muchos se refiere al don de la liberacin de Pablo que fue conseguida por

    las oraciones de muchas personas. Ve su escape como un resultado directo de la

    intercesin de los santos. Dice que debido a que muchos haban orado, que muchas

    personas pueden ahora dar gracias por haber recibido esta respuesta a sus oraciones.

    C. Explicacin del cambio de planes de Pablo (1:122:17)

    1:12 La razn por la que Pablo cree que puede apoyarse en las oraciones de los

    creyentes es que siempre ha sido sincero en sus tratos con ellos. Puede jactarse de su

    integridad para con ellos, y su conciencia da testimonio del hecho de que su conducta

    estaba caracterizada por sencillez y sinceridad, es decir, la genuinidad transparente que

    proviene de Dios. No se rebajaba a los mtodos de la sabidura carnal de los hombres del

    mundo, sino que actuaba abiertamente delante de todos con la fuerza inmerecida (la gracia)

    que Dios supla. Esto hubiese debido ser sobre todo evidente para los corintios.

    1:13 La integridad que haba caracterizado a sus tratos pasados con los corintios es

    tambin cierta de esta carta. Les est escribiendo justo lo que les quiere decir. No tienen

    necesidad de leer entre lneas. El sentido est sobre la superficie, es sencillo y evidente. Es

    exactamente lo que leen o entienden, y espera que seguirn reconocindolo hasta el fin, es

    decir, mientras vivan.

    1:14 La asamblea en Corinto haba reconocido en parte a Pablo, es decir, algunos de

    los creyentes le haban reconocido, pero no todos. Los leales comprendan estas dos

    realidades: que se gloriaran en l y que l se gloriara de ellos en el da del Seor Jess.

    El da del Seor Jess mira adelante de manera particular al Tribunal de Cristo, cuando el

    servicio de los redimidos ser evaluado y recompensado. Cuando Pablo miraba adelante a

    aquel tribunal, vea invariablemente los rostros de aquellos que haban sido salvados por

    medio de su ministerio. Ellos seran su gozo y corona de gozo, y ellos, a su vez, se

    regocijaran de que l hubiese sido el instrumento de Dios para llevarlos a Cristo.

    1:15 La expresin con esta confianza significa con la confianza de que se regocijaban

    en l como verdadero apstol de Jesucristo, y como uno cuya sinceridad estaba ms all de

    toda cuestin. Quera acudir a ellos con la certidumbre de su confianza, estima y afecto.

    Quera ir primero a ellos antes de ir a Macedonia, y luego de nuevo al regresar de all. As

    tendran una segunda gracia en el sentido de dos visitas en lugar de una.

    1:16 Este segundo beneficio se explica adicionalmente en el versculo 16. Como se

    menciona, el plan era que cuando Pablo dejase feso pasara por all dirigindose a Acaya,

  • donde estaba Corinto, y luego viajara al norte a Macedonia. Despus de haber predicado

    all, volvera sobre sus pasos hacia Corinto. Esperaba que los creyentes corintios le

    ayudaran luego para su regreso a Judea es probable que mediante su hospitalidad y

    oraciones, pero no con su dinero, pues ms adelante expresa su decisin de no aceptar

    dinero de parte de ellos (11:710).

    1:17 El plan original nunca se cumpli. Viaj de feso a Trade, y no encontrando a

    Tito, pas directamente a Macedonia, omitiendo Corinto de su intinerario. As que aqu

    pregunta: As que, al proponerme esto, us quiz de ligereza?. Esto es posiblemente

    lo que con toda exactitud estaban diciendo sus detractores. Veleidoso y cambiante Pablo!

    Cmo podra un hombre as ser un verdadero apstol?. El apstol reta a los corintios

    acerca de si no es fiable. Cuando planea, acaso lo hace segn la carne, para que haya en

    l S en un momento y No en el siguiente? Est conducido sencillamente por

    consideraciones de comodidad y conveniencia? Phillip recoge este espritu con la

    parfrasis: Por el hecho de que debisemos cambiar de plan, significa que somos

    veleidosos? Creis que planeo con falsedad, diciendo S pero con la intencin de

    No?.

    1:18 Pablo parece pasar de su palabra acerca de sus planes de viaje a su predicacin.

    Quiz sus detractores decan que si no era de fiar en su conversacin, que su predicacin

    tampoco podra ser de fiar.

    1:19 Pablo argumenta que sus acciones no eran insinceras, porque el Salvador que l

    predicaba era el Divino e Inmutable en quien no hay vacilacin ni mudanza. Cuando visit

    por primera vez Corinto con Silvano y Timoteo (Hch. 18:5), predicaron al fiable Hijo de

    Dios. El mensaje no era vacilante porque tena que ver con el Hijo de Dios que no era

    mudable. El argumento es que nadie que predique al Seor Jess en el Espritu podra

    actuar como sus detractores le haban acusado. Denney dice: La argumentacin de Pablo

    aqu podra ser usada por un hipcrita, pero ningn detractor podra jams haberla

    inventado. Cmo podra l predicar a un Dios fiel y ser l mismo infiel a su propia

    palabra?

    1:20 Todas las promesas de Dios, no importa cuntas sean, tienen su cumplimiento en

    Cristo. Todos los que encuentran en l el cumplimiento de las promesas de Dios aaden su

    Amn:

    Abrimos nuestras Biblias en una promesa, miramos a Dios, y Dios nos dice: Podis

    tener todo esto por medio de Cristo. Confiamos en Cristo, decimos Amn a Dios. Dios

    nos habla por medio de Cristo, y creemos en Cristo; Cristo se extiende hacia nosotros y la

    fe se proyecta hacia l, y cada promesa de Dios se cumple en Jesucristo. En y por medio de

    l nos apropiamos de ellas y las tomamos para nosotros, y decimos: S, Seor; confo en

    ti. ste es el s creyente.

    Todo esto es para la gloria de Dios. Denney escribe: l es glorificado cuando las

    almas humanas se hacen conscientes de que ha hablado el bien acerca de ellos ms all de

    sus ms desbocadas imaginaciones, y cuando aquel bien es visto como indubitablemente

    seguro y firme en Su Hijo.

    Las cuatro palabras, por medio de nosotros, recuerdan a los corintios que era por

    medio de la predicacin de hombres como Silvano, Timoteo y Pablo que haban podido

    llegar a aferrarse a las promesas de Dios en Cristo. Si el apstol era falso, como le acusaban

    sus enemigos, poda ser entonces que Dios hubiese empleado a un hombre falso y

  • mentiroso para llevar a cabo unos resultados tan maravillosos? La respuesta, naturalmente,

    es que no.

    1:21 Luego Pablo muestra que los corintios y l estaban unidos en el mismo manojo de

    vida. Dios los haba establecido en la fe, confirmndolos en Cristo por el ministerio de la

    palabra de Dios. Igualmente los haba ungido con el Espritu, capacitndolos,

    fortalecindolos y ensendoles.

    1:22 l tambin los haba sellado y les haba dado las arras del Espritu en sus

    corazones. Aqu tenemos dos ministerios adicionales del Espritu Santo. El sello es la

    marca de propiedad y la seguridad. El Espritu que mora en el creyente es la marca de que

    el creyente pertenece ahora a Dios, y est eternamente a seguro. El sello, naturalmente, es

    invisible. Las personas no saben que somos cristianos porque llevemos alguna marca

    externa, sino slo por las evidencias de una vida llena del Espritu. Dios tambin les ha

    dado las arras del Espritu en sus corazones, como prenda de que toda la herencia ha de

    seguir. Cuando Dios salva a alguien, le da el Espritu Santo para morar en l. Con tanta

    certidumbre como que alguien recibe el Espritu con la misma certidumbre entrar en la

    plena herencia de Dios. La misma clase de bendiciones que el Espritu Santo hace reales en

    nuestras vidas en la actualidad sern nuestras en una plena medida en un da todava futuro.

    1:23 Desde el versculo 23 hasta el versculo 4 del captulo 2, Pablo regresa a la

    acusacin de vacilacin que se haba hecho contra l y da una explicacin directa de por

    qu no haba visitado Corinto tal como se haba planeado. Ya que nadie poda discernir los

    verdaderos motivos interiores de la accin de Pablo, toma a Dios por testigo de este hecho.

    Si el apstol hubiese visitado Corinto cuando lo haba planeado, habra tenido que tratar de

    manera muy firme con la situacin all. Habra tenido que reprender personalmente a los

    santos por su negligencia y tolerancia del pecado en la asamblea. Haba sido por ser

    indulgente con ellos, y ahorrarles dolor y tristeza, que Pablo haba retrasado su viaje a

    Corinto.

    1:24 Pero, habiendo dicho esto, el Apstol Pablo no quera que nadie pensase que

    actuaba como dictador sobre los corintios. De modo que aade aqu: No es que

    pretendamos dominar sobre vuestra fe, sino que estamos contribuyendo a vuestro

    gozo; porque por la fe estis firmes. No se trataba de que el apstol quisiera dominar

    sobre la fe cristiana de ellos. No quera que pensasen en l como un tirano. Ms bien, l y

    sus colaboradores eran meramente ayudadores de su gozo, es decir, slo quera hacer lo que

    pudiese serles de ayuda en su caminar cristiano y as aadir a la dicha de ellos.

    La ltima parte del versculo 24 puede tambin traducirse porque en fe estis firmes.

    Es decir, no tenan necesidad de ser corregidos en cuanto a su fe, porque en esta esfera

    estaban bien firmes. Las cuestiones que buscaba corregir no eran de doctrina tanto como de

    conducta prctica en la iglesia.

    2:1 Este versculo prosigue el pensamiento de los dos ltimos versculos del captulo 1.

    Pablo explica luego que la razn por la que no fue a Corinto como haba planeado era que

    no quera causarles la tristeza que seguira inevitablemente a una reprensin de su parte.

    Las palabras decid no ir otra vez a vosotros con tristeza parecen indicar que ya haba

    hecho una visita dolorosa o penosa despus de la primera visita registrada en Hechos 18:1

    17. Esta visita intermedia puede tambin estar indicada en 2 Corintios 12:14; 13:1.

    2:2 Si el apstol viniese a Corinto con una reprensin personal a los cristianos,

    naturalmente que los entristecera. En este caso, tambin l sera entristecido, porque ellos

    eran precisamente aquellos a los que buscaba para gozo. Tal como lo expresa Ryrie: Si os

  • hago dao, quin me quedar para alegrarme sino personas tristes? Esto no dara

    consolacin alguna.

    2:3 En vez de causar esta mutua tristeza con una visita personal, el Apstol Pablo haba

    decidido escribir una carta. Su esperanza era que la carta lograse los resultados apetecidos,

    que los corintios ejercitasen disciplina en relacin con el hermano culpable, y que la

    siguiente visita de Pablo no estuviese nublada por relaciones tensas entre l y aquellas

    personas a las que quera tan entraablemente.

    Se refiere la carta mencionada en la ltima parte del versculo 3 a la Primera Epstola

    de Pablo a los Corintios, o a alguna otra carta que ya no existe en la actualidad? Muchos

    piensan que no podra tratarse de 1 Corintios por la descripcin en el versculo 4, de que

    haba sido escrita con mucha afliccin y angustia de corazn, y con muchas lgrimas. Otros

    expertos piensan que la descripcin concuerda muy bien con la Primera Epstola. Es posible

    que Pablo escribiese una carta dura a Corinto, carta que ya no existe. Se podra conjeturar

    que la escribi despus de la penosa visita (2 Co. 2:1) y que design a Tito para que la

    entregase. Esta carta puede ser la mencionada en 2:4, 9; 7:8, 12.

    Sea cual sea la postura correcta, el pensamiento en el versculo 3 es que Pablo les

    escribi como lo hizo de modo que cuando les visitase, no debiera tener tristeza por el

    dolor de aquellos que ms bien debiesen darle gozo. Tena confianza de que las mismas

    cosas que le daban gozo a l les daran gozo tambin a todos ellos. En el contexto, esto

    significa que la piadosa administracin del problema de disciplina resultara en un mutuo

    regocijo.

    2:4 En este versculo tenemos un buen atisbo del corazn de un gran pastor. Pablo se

    senta profundamente apenado por el hecho de que se haba tolerado pecado en la asamblea

    en Corinto. Le causaba mucha tribulacin y angustia del corazn, y ardientes lgrimas

    de dolor cayeron por sus mejillas. Es evidente que el apstol se senta ms afectado por el

    pecado en Corinto que los mismos corintios. Ellos no deban interpretar esta carta como un

    intento de herir los sentimientos de ellos, sino como una prueba de su amor para con ellos.

    Esperaba que, por su escrito, tendran tiempo suficiente para remediar la situacin, de modo

    que su posterior visita a ellos sera gozosa. Fieles son las heridas del que ama. No

    deberamos resentirnos si somos aconsejados o advertidos de una manera piadosa. Ms

    bien, deberamos darnos cuenta de que cualquier persona que haga esto tiene realmente un

    inters en nosotros. Deberamos tomar las reprensiones justas como de parte del Seor, y

    deberamos sentirnos agradecidos por ellas.

    2:5 Desde el versculo 5 hasta el 11, el apstol se refiere de manera ms directa al

    incidente que haba causado la dificultad. Observemos la gracia extrema y la consideracin

    cristiana que muestra. Ni una vez nombra la ofensa ni al culpable. La expresin si alguno

    me ha causado tristeza puede referirse al incestuoso de 1 Corintios 5:1 o a algn otro que

    haba causado problemas en la asamblea. Supondremos que se refiere al primero. Pablo no

    lo consideraba como una ofensa personal contra s mismo. Haba causado tristeza a todos

    los creyentes en cierto modo.

    2:6 Los creyentes en Corinto haban acordado la accin disciplinaria para el culpable.

    Aparentemente, lo haban excomulgado de la iglesia. Como resultado de esta accin se

    haba verdaderamente arrepentido y haba sido restaurado al Seor. Ahora Pablo les dice a

    los corintios que este castigo (V.M.) haba sido suficiente. No deban prolongar la accin

    innecesariamente. En la ltima parte del versculo encontramos la expresin hecho por los

    ms (lit., vase V.M., de muchos, y RV y RVR, por muchos). Algunos creen que los

    muchos significa la mayora (vase RVR77). Otros insisten en que se refiere a todos los

  • miembros excepto el que recibe la disciplina. Estos ltimos niegan que una decisin de la

    mayora sea suficiente para las cosas de la iglesia. Dicen que cuando se permite que dirija

    el Espritu Santo, debera haber una accin unnime.

    2:78 Ahora que el hombre se ha arrepentido de manera genuina, los corintios deberan

    perdonarle y tratar de fortalecerle, recibindole otra vez a su comunin. Si no hacan esto,

    haba peligro de que fuese consumido de demasiada tristeza, esto es, que pudiera

    desesperar de la realidad de su perdn y que se hundiese bajo una depresin y desaliento.

    Los corintios podan reafirmar su amor hacia l abriendo sus brazos de par en par y

    recibindole de nuevo con gozo y ternura.

    2:9 Al escribir la Primera Epstola a los Corintios, Pablo haba puesto a prueba a los

    santos. Aqu tenan una oportunidad para que ellos mostrasen si eran obedientes a la

    palabra del Seor, tal como el Apstol Pablo se la haba ministrado. l haba sugerido en

    aquel tiempo que deban poner al hombre fuera de la comunin de la iglesia. Esto era

    exactamente lo que ellos haban hecho, demostrando as ser verdaderamente obedientes.

    Ahora Pablo quera que diesen otro paso, es decir, que recibiesen de nuevo a aquel hombre.

    2:10 Phillips parafrasea el versculo 10: Si perdonis a alguien, tened la certeza que yo

    tambin lo perdono. Hasta all donde yo tuviese algo de que perdonar personalmente, le

    perdono, como delante de Cristo. Pablo quiere que los santos sepan que est del todo en

    comunin con ellos al perdonar ellos al culpable arrepentido. Si l tena algo que perdonar,

    lo hace por causa de los corintios, y como en presencia de Cristo.

    El nfasis en esta carta sobre disciplina de la iglesia es un ndice de su importancia.

    Pero es un tema muy descuidado, en la actualidad, en muchas iglesias evanglicas. Es otro

    caso donde se puede dar una profesin de creer en la inspiracin de las Escrituras, pero

    rechazar obedecerlas cuando nos conviene.

    2:11 As como hay peligro para una asamblea si no adopta medidas disciplinarias

    cuando son precisas, tambin hay peligro en no ejercer el perdn cuando ha tenido lugar un

    verdadero arrepentimiento. Satans est siempre listo a meterse en una situacin como sta

    con su astucia. En el primer caso, arruinar el testimonio de una asamblea por medio de la

    tolerancia hacia el pecado. En el segundo, abrumar a la persona arrepentida con excesivo

    dolor, si la asamblea no le restaura. Si Satans no puede destruir por inmoralidad, lo

    intentar por el dolor abrumador que sigue al arrepentimiento.

    Comentando acerca de la expresin pues no ignoramos sus maquinaciones, J. Sidlow

    Baxter dice:

    Satans emplea toda forma de estratagemas para apartar a las almas de la verdad: un

    cedazo para sacudirlos (Lc. 22:31); maquinaciones para entramparlos (como en

    nuestro texto); malas hierbas para ahogar (Mt. 13:22); estratagemas para intrigar

    (Ef. 6:11); rugidos de len para aterrorizar (1 P. 5:8); el disfraz de un ngel para engaar (2

    Co. 11:14) y lazos para atraparlos (2 Ti. 2:26).

    2:12 Pablo reanuda ahora el tema de su cambio de planes que haba dejado en el

    versculo 4. No haba ido a Corinto, al contrario de lo que haba dicho primero. Los

    anteriores versculos explicaban que si no haba visitado Corinto haba sido para evitar

    hacerlo en un duro espritu de reprensin. En los versculos 12 al 17, Pablo dice

    exactamente qu le sucedi en este importante momento en su ministerio. Como se ha

    mencionado antes, Pablo haba dejado feso dirigindose a Trade con la esperanza de

  • hallar all a Tito y de saber noticias de Corinto. Cuando lleg a Trade, se le abri alguna

    maravillosa puerta de oportunidad de parte del Seor para predicar el evangelio de Cristo.

    2:13 A pesar de esta oportunidad dorada, el espritu de Pablo estaba agobiado. Tito no

    estaba all para recibirle. La carga de la iglesia de Corinto gravitaba pesadamente sobre el

    corazn del apstol. Debera quedarse en Trade para predicar el evangelio de Cristo?

    Debera proseguir su camino hacia Macedonia? Haba tomado su decisin; pasara a

    Macedonia. Uno se pregunta cul deba ser la reaccin de los corintios al leer estas

    palabras. Se dieron cuenta, quiz algo avergonzados, de que la conducta de ellos haba

    causado tanto agobio en la vida del apstol, lo que tuvo como resultado que rehusase una

    maravillosa oportunidad evangelstica para poder enterarse de su condicin espiritual?

    2:14 Pablo no estaba derrotado. All donde fuese en el servicio de Cristo, haba victoria.

    Y as prorrumpe en accin de gracias: Pero gracias a Dios, quien siempre nos lleva en

    triunfo en Cristo Jess. A. T. Robertson dice:

    Sin una palabra de explicacin, Pablo salta del Pantano del Desaliento y emprende el

    vuelo, como ave, a las alturas del gozo. Asciende como guila, con un orgulloso escarnio

    del valle debajo de l.

    Pablo toma aqu su figura de los desfiles triunfales de los conquistadores romanos. Al

    volver a la patria tras gloriosas victorias, arrastraban a sus cautivos por las calles de la

    capital. A los lados iban portadores de incienso, y el olor del incienso impregnaba la

    escena. De modo que Pablo dibuja al Seor marchando como vencedor de Trade a

    Macedonia, y llevando al apstol en Su desfile. All donde el Seor vaya, por medio de Sus

    siervos hay victoria.

    El olor del conocimiento de Cristo es difundido en todo lugar por el apstol.

    F. B. Meyer escribe:

    All donde fuesen, los hombres conocan mejor a Jess; el encanto del carcter del

    Maestro se haca ms aparente. Los hombres se hacan conscientes de un sutil aroma que

    impregnaba el aire, y que los atraa al Hombre de Nazaret.

    As, Pablo no piensa que haya sufrido una derrota en su guerra contra Satans, sino que

    el Seor ha conseguido una victoria y que Pablo la comparte.

    2:15 En las procesiones triunfales a las que se refiere Pablo, la fragancia del incienso

    significaba una gloriosa victoria para los que haban conquistado, pero tambin tragedia

    para los cautivos. As, el apstol observa que la predicacin del evangelio tiene un doble

    efecto. Significa una cosa entre los que se salvan, y otra muy diferente entre los que se

    pierden. Para los que lo aceptan, es una prenda de un glorioso futuro; para otros es un

    presagio de condenacin. Pero en ambos casos Dios es glorificado, porque para l es olor

    de la gracia en un caso, y de la justicia en el otro.

    F. B. Meyer lo expresa bien:

    As, cuando se nos dice que podemos ser para Dios aroma de Cristo, ha de significar

    que podemos vivir de tal manera que recordemos a Dios lo que Jess era en Su vida en la

    carne. Era como si, al contemplarnos Dios de da en da, viese a Jess en nosotros, y

    recordar (hablando a la manera de los hombres) aquella bendita vida que fue dada como

    ofrenda y sacrificio a Dios como aroma grato.

  • 2:16 Para los salvos, los cristianos son olor de vida para vida, pero para los que

    perecen, olor de muerte para muerte. Somos lo que Phillips llama la refrescante

    fragancia de la vida misma, llevando vida a los que creen, pero el mortfero olor de la

    condenacin a los que rehsan creer. Este doble efecto queda hermosamente ilustrado en

    un incidente en el AT. Cuando el arca de Dios fue tomada por los filisteos, caus muerte y

    destruccin mientras estuvo entre ellos (1 S. 5). Pero cuando fue devuelta a la casa de

    Obed-Edom, le trajo bendicin y prosperidad para l y para su casa (2 S. 6:11). Al

    contemplar Pablo la inmensa responsabilidad de predicar el mensaje que tiene unas

    consecuencias tan enormes, clama: Y para estas cosas, quin est capacitado?

    2:17 La relacin entre el versculo 17 y el 16 se ve mejor si suplimos las palabras

    Nosotros lo estamos. Para estas cosas, quin est capacitado? Nosotros lo estamos,

    porque no somos como la mayora que trafican con la palabra de Dios, etc. (Pero esto

    debe seguir siendo comprendido en conexin con 3:5, donde Pablo afirma que su

    competencia proviene de Dios.) El trmino la mayora se refiere a los maestros judaizantes

    que trataban de apartar a los corintios del apstol. Cmo eran estos hombres? Dice Pablo

    que traficaban, mercadeaban o comerciaban con la palabra de Dios. Tenan motivos

    mercenarios. Trataban de convertir el ministerio en una profesin lucrativa. Esta misma

    palabra traducida traficar se empleaba tambin de los que adulteraban el vino, a menudo

    aadindole otras cosas. Y as estos falsos maestros trataban de adulterar la palabra de Dios

    aadindole sus propias doctrinas. Intentaban, por ejemplo, mezclar la ley y la gracia.

    Pablo no era de los que adulteraban la palabra de Dios o traficaban con ella. Ms bien,

    poda describir su ministerio con cuatro significativas expresiones. La primera es con

    sinceridad. Esto significa con transparencia. Su ministerio era sincero y franco. No

    haba trucos ni subterfugios en relacin con ello. Todo estaba abierto de par en par.

    Robertson explica de manera llena de humor el sentido de esta expresin: Las fresas de

    Pablo eran tan buenas en el fondo de la caja como encima.

    Segundo, describe su servicio como de parte de Dios. En otras palabras, todo lo que

    deca era de parte de Dios. Dios era la fuente de su mensaje, y era de Dios que derivaba la

    fuerza para proseguir. Luego aade delante de Dios. Esto significa que el apstol serva al

    Seor, consciente de que Dios estaba siempre contemplndole. Tena un alto sentido de

    responsabilidad para con Dios, y se daba cuenta de que nada se poda ocultar a la mirada de

    Dios. Finalmente, aade: hablamos en Cristo. Esto significa que hablaba en el nombre de

    Cristo, con la autoridad de Cristo, y como portavoz de Cristo.

    D. Las credenciales de Pablo para el ministerio (3:15)

    3:1 En la ltima parte de 2:17, el apstol ha empleado cuatro expresiones distintas para

    describir su ministerio. Se da cuenta de que esto podra parecer a algunos, especialmente a

    sus detractores, como si estuviese alabndose a s mismo. Y por esta razn comienza este

    captulo con esta pregunta: Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros

    mismos? El otra vez no implica que se hubiese alabado antes. Ms bien, sencillamente

    significa que haba sido acusado de hacerlo, y ahora anticipa la repeticin de tal acusacin

    contra l.

    O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendacin para vosotros, o

    de parte de vosotros? El algunos a los que se est refiriendo aqu Pablo son los falsos

    maestros de 2:17. Haban llegado a Corinto con cartas de recomendacin, quiz

  • procedentes de Jerusaln. Y es posible que cuando salieron de Corinto llevasen consigo

    cartas de recomendacin de la asamblea all. Las cartas de recomendacin eran desde

    luego usadas en la iglesia primitiva por parte de los cristianos que iban de un lugar a otro.

    El apstol no trata en absoluto de desalentar esta prctica en este versculo. Ms bien est

    diciendo con una cierta sutileza que lo nico que tenan los falsos maestros que los

    recomendase eran las cartas que llevaban! Aparte de esto no tenan otras credenciales.

    3:2 Los judaizantes que haban llegado a Corinto suscitaban cuestiones acerca de la

    autoridad apostlica. Negaban que fuese un verdadero siervo de Cristo. Quiz suscitaron

    tales dudas en las mentes de los corintios a fin de que pidiesen una carta de recomendacin

    al Apstol Pablo la prxima vez que los visitase. l ya les ha preguntado si acaso l

    necesitaba tal carta. Acaso no haba ido a Corinto cuando ellos eran idlatras paganos?

    Acaso no los haba conducido l a Cristo? No haba puesto el Seor Su sello sobre el

    ministerio del apstol dndole preciosas almas en Corinto? Esta es la respuesta. Los

    corintios mismos eran carta del apstol, escrita en su corazn, pero conocida y leda por

    todos los hombres. En su caso no haba necesidad de una carta escrita con pluma y tinta.

    Ellos eran el fruto de su ministerio, y eran objeto entraable de su afecto. No slo esto, sino

    que la carta que ellos eran era conocida y leda por todos los hombres en el sentido de que

    su conversin era un hecho bien sabido en toda la regin. La gente se haba dado cuenta del

    cambio que haba sobrevenido a estas personas, y que se haban vuelto de los dolos a Dios

    y que ahora estaban viviendo vidas separadas. Ellos eran la evidencia del ministerio divino

    de Pablo.

    3:3 A primera vista, el versculo 3 parece contradecir el versculo 2. Pablo haba dicho

    que los corintios eran su carta. Ahora dice que son carta de Cristo. En el versculo 2 dice

    que la carta est escrita en su corazn; en la ltima parte del 3 parece claro que Cristo ha

    escrito la carta en los corazones de los corintios mismos. Cmo pueden conciliarse estas

    diferencias? La respuesta es que en el versculo 2 Pablo est diciendo que los corintios eran

    su carta de recomendacin. El versculo 3 nos da la explicacin. Quiz podramos ver la

    conexin uniendo estos dos versculos de la siguiente manera: Vosotros sois nuestra carta

    porque es manifiesto que sois carta de Cristo. En otras palabras, los corintios eran la

    carta de recomendacin de Pablo porque era evidente para todos que el Seor haba hecho

    una obra de gracia en sus vidas. Eran evidentemente cristianos. Por cuanto Pablo haba sido

    el instrumento humano para traerlos al Seor, ellos eran sus credenciales. ste es el

    pensamiento en la expresin expedida por nosotros. Es el Seor Jess quien haba hecho

    la obra en sus vidas, pero lo haba hecho por medio del ministerio de Pablo.

    Las cartas de recomendacin empleadas por los enemigos de Pablo estaban escritas con

    tinta; la Pablo estaba escrita con el Espritu del Dios vivo, y era por ello divina.

    Naturalmente, la tinta est sujeta a desvanecimiento, borrado y destruccin, pero cuando el

    Espritu de Dios escribe en los corazones humanos, es para siempre. Pablo aade que la

    epstola de Cristo ha sido escrita no en tablas de piedra, sino en tablas que son corazones

    de carne. Las personas que visitaban Corinto no vean la epstola de Cristo grabada sobre

    un gran monumento en medio de la plaza del mercado, sino que la carta estaba escrita en

    los corazones y vidas de los cristianos all.

    Al contrastar Pablo las tablas de piedra y las tablas que son corazones de carne, hay

    poca duda que tena tambin en mente la diferencia entre la ley y el evangelio. La ley,

    naturalmente, haba sido inscrita en tablas de piedra en el Monte Sina, pero bajo el

    evangelio Dios logra la obediencia por el mensaje de la gracia y del amor que escribe en los

  • corazones humanos. Pablo pronto tratar acerca de esta cuestin, y por ello slo alude a la

    misma aqu.

    3:4 Habiendo escuchado a Pablo hablar con tal confianza acerca de su apostolado y el

    ministerio que el Seor le haba encomendado, bien podramos preguntar: Cmo te

    atreves a hablar con tanta certidumbre acerca de esto, Pablo?. La respuesta se da aqu en el

    versculo 4. La defensa de su apostolado podra parecer una autoalabanza, pero aqu niega

    tal cosa. Dice que su confianza es para con Dios, es decir, una confianza que puede resistir

    al escrutinio de Dios. No tiene ninguna confianza en s mismo, ni en sus propias

    capacidades, pero mediante Cristo, y en la obra que Cristo ha obrado en las vidas de los

    corintios, l encuentra prueba de la realidad de su ministerio. El destacable cambio en las

    vidas de los corintios era lo que recomendaba al apstol.

    3:5 Aqu, una vez ms, Pablo niega cualquier competencia en o de s mismo que lo

    pudiera capacitar para considerarse como apstol de Jesucristo. El poder de su ministerio

    no proceda de dentro, sino de lo alto. El apstol no se senta impelido a buscar crdito para

    s mismo. Se daba cuenta de que si Dios no le haba hecho suficiente para el ministerio,

    entonces no se lograra nada.

    E. Contraste del Antiguo y Nuevo Pacto (3:618)

    3:6 Habiendo tratado acerca de sus propias credenciales y su capacitacin para el

    ministerio, Pablo emprende ahora una explicacin extensa del ministerio mismo. En los

    versculos que siguen, contrasta el Viejo Pacto (la ley) con el nuevo pacto (el evangelio).

    Hay buenas razones por las que debera hacerlo en este punto. Los que le criticaban tan

    duramente en Corinto eran los judaizantes. Eran los que trataban de mezclar la ley y la

    gracia. Enseaban a los cristianos que haban de observar unas ciertas porciones de la Ley

    de Moiss para poder ser plenamente aceptados por Dios. Y as el apstol pasa a demostrar

    la superioridad del Nuevo Pacto sobre el Viejo. Introduce sus observaciones diciendo que

    Dios le ha hecho competente como ministro de un nuevo pacto. Un pacto, naturalmente, es

    una promesa, un acuerdo, o un testamento. El Viejo Pacto era el sistema legal entregado por

    Dios a Moiss. Bajo el mismo, la bendicin quedaba condicionada a la obediencia. Era un

    pacto de obras. Era un acuerdo entre Dios y el hombre, en el sentido de que si el hombre

    cumpla con su parte, Dios cumplira tambin la suya. Pero debido a que dependa del

    hombre, no poda producir justicia. El nuevo pacto es el evangelio. Bajo el mismo, Dios se

    compromete a bendecir libremente al hombre por Su gracia por medio de la redencin que

    es en Cristo Jess. Todo lo que est bajo el Nuevo Pacto depende de Dios y no del hombre.

    Por ello, el Nuevo Pacto puede conseguir aquello que el Viejo jams podra conseguir.

    Pablo presenta varios y notables contrastes entre la ley y el evangelio. Comienza aqu

    en el versculo 6 con el primero, diciendo: No de la letra, sino del Espritu; porque la

    letra mata, pero el espritu vivifica. Esto se interpreta en amplios sectores como

    significando que si slo se toman las palabras externas y literales de la Escritura y se quiere

    ser obediente a la letra sin desear ser obediente al pleno espritu del pasaje, que entonces

    hace ms dao que beneficio. Los fariseos eran una ilustracin de ello. Eran escrupulosos

    en su prctica del diezmo hasta lo ms mnimo, pero no mostraban misericordia y amor a

    los otros (Mt. 23:23). Aunque sta es una aplicacin vlida del pasaje, no es su

    interpretacin. En el versculo 6, la letra se refiere a la Ley de Moiss, y el espritu se

    refiere al evangelio de la gracia de Dios. Cuando Pablo dice que la letra mata, se est

  • refiriendo al ministerio de la ley. sta condena a todos los que dejan de mantener sus santos

    preceptos. Por medio de la ley es el conocimiento del pecado (Ro. 3:20). Maldito todo

    aquel que no permanezca en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas

    (G. 3:10). Dios nunca dispuso la ley como medio de dar vida; su propsito era llevar al

    conocimiento del pecado y redargir de pecado. El Nuevo Pacto es aqu llamado espritu.

    Representa el cumplimiento espiritual de los tipos y de las sombras del Viejo Pacto. Lo que

    la ley exiga pero jams poda producir lo lleva ahora a cabo el evangelio.

    J. M. Davies sumariza:

    Este ministerio de la letra que mata queda ilustrado en los tres mil muertos en el

    Sina, cuando la inauguracin del Viejo Pacto, y el ministerio del Espritu, vivificador,

    queda ilustrado con los tres mil salvos en el da de Pentecosts.

    3:7 Los versculos 7 y 8 prosiguen el contraste entre los dos pactos. Aqu el apstol

    contrasta en particular la gloria que acompa a la promulgacin de la ley con la gloria

    relacionada con el evangelio. Las palabras gloria y glorioso se encuentran en los captulos

    3 y 4 en diecisiete ocasiones. El Viejo Pacto es llamado el ministerio de muerte grabado

    con letras en piedras. Esto slo puede referirse a los Diez Mandamientos. Amenazaban

    con la muerte a todos los que no los guardasen (x. 19:13). Pablo no dice que no hubo

    gloria relacionada con la promulgacin de la ley. Desde luego la hubo. Cuando Dios dio los

    Diez Mandamientos a Moiss en el Monte Sina, hubo grandes manifestaciones de la

    presencia y poder de Dios (x. 19). De hecho, cuando Moiss estuvo en la presencia de

    Dios, su propio rostro comenz a resplandecer, dando un reflejo del esplendor de Dios. As,

    los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moiss a causa de la gloria

    de su rostro. Era demasiado resplandeciente para que pudiesen mirarlo fijamente. Pero

    luego Pablo aade las significativas palabras, la cual [gloria] haba de perecer. Esto

    significa que el brillante resplandor que apareca en el rostro de Moiss no era permanente.

    Era una gloria pasajera, temporal. El sentido espiritual de ello es que la gloria del Viejo

    Pacto era temporal. La ley tuvo una funcin muy concreta. Fue dada para revelar el pecado.

    Fue una exhibicin de las santas demandas de Dios, y en este sentido fue gloriosa. Pero fue

    dada hasta la venida de Cristo, que es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree (Ro.

    10:4). La ley era una sombra; l es la sustancia. La ley era una imagen de cosas mejores

    que haban de venir, y estas cosas encuentran su realidad en el Salvador del mundo.

    3:8 Ahora, si la ley tuvo este carcter glorioso, cunto ms glorioso es el ministerio

    del Espritu? La expresin el ministerio del Espritu se refiere al evangelio. El Espritu de

    Dios obra por medio de la predicacin del evangelio, y a su vez el Espritu de Dios es

    ministrado a quienes reciben las buenas nuevas de salvacin. La forma verbal aqu, en ser

    con gloria, no expresa tiempo futuro sino la consecuencia inevitable. Si existe un hecho o

    condicin, lo otro seguir indefectiblemente.

    3:9 Aqu, el Viejo Pacto recibe el nombre de el ministerio de condenacin. Este era el

    resultado: trajo condenacin a todos los hombres, porque nadie poda guardar la ley a la

    perfeccin. Pero haba una cierta gloria relacionada con l. Tena un verdadero propsito y

    una verdadera utilidad para aquel tiempo. Pero el ministerio de justificacin abunda

    mucho ms en gloria. Dice Hodge: La ministracin de justicia es aquella ministracin

    que revela una justicia por la que los hombres son justificados, y con ello liberados de la

    condenacin pronunciada contra ellos por la ley. Las glorias del evangelio no son la clase

  • que atraen a la mirada fsica, sino aquellas profundas y permanentes excelencias que atraen

    al espritu. Las glorias del Calvario eclipsan de lejos a las glorias del Sina.

    3:10 Aunque en un sentido la ley fue gloriosa, cuando se compara con la gloria ms

    eminente del Nuevo Pacto, no fue en realidad gloriosa. Este versculo nos da una

    contrastada comparacin y dice que cuando ambos pactos son puestos uno al lado del otro,

    uno de ellos eclipsa totalmente al otro; es decir, el Nuevo Pacto sobrepasa al Viejo. Dice A.

    T. Robertson: La mayor gloria empaa a la menor. En un punto, al menos, el viejo no

    parece haber tenido gloria en absoluto, debido a la superabundante gloria del nuevo pacto.

    Y Denney: Cuando el sol resplandece con toda su fuerza, no hay otra gloria en el cielo.

    3:11 Porque si lo que es pasajero tuvo [lit., fue con] gloria, mucho ms aquello que

    permanece en gloria (lit.). Deberamos observar las dos preposiciones, con y en. El

    pensamiento es que la gloria acompa a la promulgacin de la ley, pero que es el elemento

    mismo del Nuevo Pacto. La gloria asisti cuando se promulg el Viejo Pacto, pero el

    evangelio de la gracia de Dios es glorioso por s mismo.

    Contrasta tambin el carcter transitorio y fugaz de la ley con el carcter permanente

    del evangelio. Lo que es pasajero solamente puede referirse a los Diez Mandamientos

    el ministerio de muerte grabado con letras en piedras (v. 7) . As, este versculo refuta

    las pretensiones de los Adventistas del Sptimo Da, que dicen que lo que ha quedado

    invalidado es la ley ceremonial, pero no los Diez Mandamientos.

    3:12 La esperanza a la que se refiere Pablo aqu es la aguzada conviccin de que la

    gloria del evangelio nunca se desvanecer ni se empaar. Debido a esta intensa

    certidumbre, habla la palabra con mucha franqueza. Nada tena que ocultar. No hay razn

    para usar velo alguno. En muchas religiones del mundo actual hay supuestos misterios. Los

    nuevos convertidos han de ser iniciados en estos profundos secretos. Pasan de un orden al

    siguiente. Pero con el evangelio no es as. Todo es claro y todo est abierto. El evangelio

    habla con llaneza y plena seguridad acerca de cuestiones como la salvacin, la Trinidad, el

    cielo y el infierno.

    3:13 Y no como Moiss, que pona un velo sobre su propio rostro, para que los

    hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que era pasajero. El trasfondo del

    versculo 13 se encuentra en xodo 34:2935. All aprendemos que cuando Moiss

    descendi del Monte Sina, despus de haber estado en presencia del Seor, no saba que su

    rostro resplandeca. Los hijos de Israel tuvieron miedo de acercarse a l debido a la gloria

    de su rostro. Pero l les invit a que se acercasen, y as lo hicieron. Luego les dio como

    mandamientos todo lo que el Seor le haba mandado. En xodo 34:33 leemos: Cuando

    Moiss acab de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro. En 2 Corintios 3:13, el

    apstol explica por qu Moiss hizo esto: para que los hijos de Israel no fijaran la vista

    en el fin de aquello que era pasajero. Estaba ya entonces desvanecindose, y Moiss no

    quera que viesen el fin de aquello. No es que Moiss quisiera velar la gloria misma, sino el

    desvanecimiento de la gloria. F. W. Grant lo ha dicho de forma muy hermosa: La gloria

    sobre el rostro de Moiss ha de dejar paso a la gloria de otro Rostro. Esto ha tenido lugar

    con la venida del Seor Jesucristo. El resultado es que el ministro del Nuevo Pacto no ha de

    ocultar su rostro. La gloria del evangelio nunca se desvanecer ni se empaar.

    3:14 Pero sus pensamientos se embotaron. Los hijos de Israel no se dieron cuenta del

    verdadero sentido de lo que estaba haciendo Moiss. Y a lo largo de los siglos as ha

    sucedido con el pueblo judo. Incluso en tiempos de Pablo se aferraban a la ley como medio

    de salvacin, y no estaban dispuestos a aceptar al Seor Jesucristo.

  • Porque hasta el da de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo

    no descubierto. En otras palabras, en el tiempo en que estaba escribiendo el apstol,

    cuando los judos lean el antiguo pacto, el Antiguo Testamento, no descubran el secreto

    que Moiss haba escondido a sus antecesores debajo del velo. No se dieron cuenta de que

    la gloria de la ley era pasajera, y que la ley haba encontrado su fin en el Seor Jesucristo.

    El cual desaparece en Cristo. Algunos sugieren que el antecedente aqu, el cual, no es

    el velo, sino el viejo pacto que queda abolido en Cristo. Un significado an ms probable es

    que es la dificultad para comprender el viejo pacto lo que desaparece cuando alguien

    acude a Cristo. Hodge lo dice bien:

    Las Escrituras del Antiguo Testamento son inteligibles nicamente cuando se

    comprenden como prediciendo y prefigurando a Cristo. El conocimiento de Cristo quita

    el velo del Antiguo Testamento.

    3:15 Aqu la figura cambia ligeramente. En la ilustracin del Antiguo Testamento, el

    velo estaba sobre el rostro de Moiss, pero ahora hay un velo puesto sobre el corazn del

    pueblo judo. Ellos an estn tratando de obtener la justicia sobre el principio de hacer,

    nunca dndose cuenta de que la obra ha sido ya acabada por el Salvador en la cruz del

    Calvario. Estn tratando de conseguir la salvacin por sus propios mritos, sin darse cuenta

    de que la ley los condena totalmente y que deberan huir a los brazos del Seor en busca de

    misericordia y gracia.

    3:16 El alguno en el versculo 16 puede referirse al corazn de un judo individual, o

    puede referirse a Israel nacionalmente. Cuando uno u otro se vuelvan al Seor, aceptando a

    Jess como el Mesas, entonces el velo se quita, la oscuridad se va. Entonces amanece la

    verdad de que todos los tipos y sombras de la ley encuentran su cumplimiento en el amado

    Hijo de Dios, el Mesas de Israel. Si lo que est a la vista es la nacin de Israel, entonces el

    versculo seala a un da an futuro en el que un remanente creyente se volver al Seor,

    como est profetizado en Romanos 11:25, 26, 32.

    3:17 Pablo ha estado enfatizando que Cristo es la clave del AT. Aqu vuelve a enfatizar

    esta verdad diciendo: Ahora bien, el Seor es el Espritu. La mayora de las versiones

    ponen aqu Espritu en maysculas, interpretndolo como el Espritu Santo. Pero el

    contexto sugiere que el Seor es el espritu del AT, as como el testimonio de Jess es el

    espritu de la profeca (Ap. 19:10). Todos los tipos y sombras del AT encuentran su

    cumplimiento en Cristo. Donde est el Espritu del Seor, all hay libertad significa que

    all donde Jesucristo es reconocido como Seor o Jehov, all hay libertad, es decir,

    libertad frente a la esclavitud de la ley, libertad para la comprensin de las Escrituras, y

    libertad para contemplar Su rostro sin velo interpuesto.

    3:18 En el Viejo Pacto, slo a Moiss le fue permitido ver la gloria del Seor. Bajo el

    Nuevo Pacto, todos nosotros tenemos el privilegio de mirar la gloria del Seor. El

    rostro de Moiss tuvo que ser velado despus de terminar de hablar con el pueblo, pero

    nosotros podemos tener cara descubierta. Podemos mantener nuestra cara descubierta

    confesando y abandonando el pecado, siendo totalmente francos con Dios y con nosotros

    mismos. Como dijo una vez un veterano misionero a la India, hemos de dejar caer los

    velos del pecado, del fingimiento, de toda hipocresa, de falsas apariencias, de todo intento

    de contemporizacin, de toda medida a medias, de todo S pero No.

    El siguiente paso es mirar como en un espejo la gloria del Seor. El espejo es la

    palabra de Dios. Al acudir a la Biblia, vemos al Seor Jess revelado en todo Su esplendor.

  • Todava no lo vemos cara a cara, sino slo tal como se presenta en la palabra como espejo.

    Y observemos que es la gloria del Seor la que contemplamos. Aqu Pablo no est

    pensando tanto en la hermosura moral de Jess como Hombre en la tierra, sino en Su gloria

    presente, exaltado a la diestra de Dios.

    La gloria de Cristo, como observa Denney, es:

    Que l comparte el trono del Padre, que l es el Cabeza de la Iglesia, poseedor y dador

    de toda la plenitud de la gracia divina, el Juez venidero del mundo, vencedor sobre todo

    poder hostil, intercesor en favor de los Suyos, y, en resumen, portador de toda la majestad

    que pertenece a Su regio oficio.

    Al ocuparnos con la gloria del resucitado, ascendido y exaltado Seor Jesucristo, vamos

    siendo transformados a la misma imagen. Aqu tenemos en una palabra el secreto de

    la santidad cristiana ocuparnos con Cristo. No por ocuparnos con el yo: esto slo trae

    derrota. No por ocuparnos con otros: esto trae desaliento. Sino por ocuparnos con la gloria

    del Seor; as es como vamos asemejndonos ms a l.

    Este maravilloso proceso de transformacin tiene lugar de gloria en gloria, es decir, de

    un grado de gloria a otro. No es cosa de un cambio instantneo. No hay experiencia en la

    vida cristiana que nos haga reproducir Su imagen en un momento. Es un proceso, no una

    crisis. No es como la gloria en desvanecimiento de la ley, sino una gloria siempre creciente.

    El poder para este maravilloso proceso es el Santo Espritu de Dios como por el

    Espritu del Seor (RVR) . Al contemplar al Seor de la gloria, detenindonos en l,

    mirndolo atentamente, observndolo con adoracin, el Espritu del Seor obra en nuestra

    vida el maravilloso milagro de una conformidad creciente a Cristo.

    Darby hace la observacin de cmo Esteban fue cambiado con su contemplacin:

    Lo vemos en Esteban cuando es apedreado, y mira arriba y ve la gloria de Dios y Jess.

    Cristo haba dicho: Padre, perdnalos, porque no saben lo que hacen; y la contemplacin

    de Jess en la gloria de Dios saca de Esteban esta oracin: Seor, no les tomes en cuenta

    este pecado. Y de nuevo en la cruz, Cristo dice: Padre, en mis manos encomiendo mi

    espritu; y Esteban dice: Seor Jess, recibe mi espritu. Es transformado a imagen de

    Cristo.

    Consideremos entonces la trascendente gloria del Nuevo Pacto. Mientras que slo un

    hombre tuvo la gloria en su rostro en el Antiguo Pacto, en la actualidad es el privilegio,

    adquirido por la sangre de Cristo, de cada hijo de Dios. Asimismo, en lugar de meramente

    reflejar la gloria de Dios en nuestros rostros, todos nosotros en el Nuevo Pacto vamos

    siendo realmente transformados (lit., metamorfoseados) a la misma imagen, como por el

    Espritu del Seor. En tanto que el rostro de Moiss reflejaba la gloria, los nuestros irradian

    gloria desde el interior.

    As Pablo lleva a su fin su exposicin tan mstica y profundamente espiritual del Nuevo

    Pacto en contraste con el Viejo.

    F. Obligacin de predicar un evangelio claro (4:16)

    4:1 En los primeros seis versculos del captulo 4, Pablo destaca la solemne

    responsabilidad de cada siervo de Cristo de presentar llanamente el mensaje del evangelio.

  • No puede haber velo alguno. Nada debe ser oculto ni misterioso. Todo ha de ser claro,

    sincero y franco.

    Pablo se haba referido a la maravillosa manera con la que Dios le haba capacitado

    para ser un siervo idneo del Nuevo Pacto. Ahora reanuda el hilo del pensamiento desde

    este punto. La conciencia de la gran dignidad del ministerio cristiano impide desmayar a

    un hombre como Pablo. Claro, hay mucho para desalentar y deprimir en el servicio

    cristiano, pero el Seor da misericordia y gracia para ayudar en tiempo de necesidad. As,

    sea cual sea el desaliento, los alientos son siempre mayores.

    Pablo no desmayaba. No actuaba con cobarda, sino de manera valerosa, haciendo

    frente a barreras aparentemente insuperables.

    4:2 Phillips da una parfrasis pintoresca del versculo 2:

    No empleamos malabarismos ni trucos ingeniosos, ni manipulamos insinceramente la

    Palabra de Dios. Hablamos la llana verdad y as nos recomendamos a nosotros mismos a

    toda conciencia humana en presencia de Dios.

    Es indudable que una vez ms aqu el apstol est pensando en los falsos maestros que

    haban entrado en la iglesia de Corinto. Sus mtodos eran los mismos que siempre emplean

    las fuerzas del mal, es decir, vergonzosas seducciones a pecar, habilidosas manipulaciones

    de la verdad, empleo de sofismas y adulteracin de la palabra de Dios. Con respecto a la

    ltima expresin, ni adulterando la palabra de Dios, Pablo indudablemente est

    refirindose al favorito pasatiempo de estos hombres: tratar de mezclar la ley y la gracia.

    El mtodo del apstol era muy diferente. No se expresaba con las palabras sino por la

    manifestacin de la verdad recomendndonos a nosotros mismos ante toda conciencia

    humana en la presencia de Dios. La manifestacin de la verdad puede adoptar dos

    formas. Manifestamos la verdad cuando la expresamos de una manera llana y

    comprensible. Pero tambin la manifestamos cuando la vivimos en nuestras vidas delante

    de otros de modo que puedan verla por nuestro ejemplo. Pablo empleaba ambos mtodos.

    Predicaba el evangelio, y obedeca el evangelio en su propia vida. Al hacerlo as, trataba de

    recomendarse a s mismo ante toda conciencia humana en la presencia de Dios.

    4:3 El apstol ha estado hablando del gran cuidado que ha manifestado al tratar de

    poner en claro la verdad de Dios a los hombres, tanto por precepto como por prctica. Si el

    evangelio est an encubierto o escondido para algunos, desde luego no es por culpa de

    Dios, y Pablo no quiere que sea tampoco por culpa suya. Y sin embargo, al escribir estas

    palabras, es consciente de que hay aquellos que sencillamente no parecen comprenderlo.

    Quines son? Son los que se pierden. Por qu estn cegados as? La respuesta la da el

    siguiente versculo.

    4:4 Satans es el culpable. Aqu es llamado el dios de este mundo. Ha conseguido

    poner un velo sobre las mentes de los incrdulos. Querra mantenerlos en perpetuas

    tinieblas, para que no les resplandezca la iluminacin del evangelio de la gloria de

    Cristo y sean salvos.

    En nuestro universo fsico, el sol est siempre resplandeciendo. No siempre lo vemos,

    pero la razn de ello es que algo se interpone entre el sol y nosotros. As es con el

    evangelio. La luz del evangelio est siempre resplandeciendo. Dios est siempre tratando

    de resplandecer en los corazones de los hombres. Pero Satans pone varias barreras entre

    los incrdulos y Dios. Puede que sea la nube de la soberbia, de la rebelin o de la propia

    justicia, o cualquiera de otro centenar de cosas. Pero todas estas sirven de manera eficaz

    para obstaculizar la luz del evangelio e impedir que resplandezca. Sencillamente, Satans

    no quiere que los hombres sean salvos.

  • El evangelio tiene que ver con Cristo en la gloria. No es