weinreich l y h - fundamentos(1)

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 1 WEINREICH, U., W. LABOV y M. HERZOG “Fundamentos empíricos para una teoría de cambio lingüístico”, traducido por R OSALÍA MONTES de “Empirical foundations for a theory of a language change” en WP. LEHMANN e Y. MALKIEL (eds.)  Directions for historical linguistics . Austin: U. of Texas Press, 1968: pp. 98-103 y 150-188. 0. Introducción El presente trabajo se basa en la observación de que las teorías estructurales del lenguaje, tan fructíferas en investigaciones sincrónicas, han cargado a la lingüística histórica con una cantidad de  paradojas que no han sido aún superadas completamente. Ferdinand de Saussure, al sentar las bases del estudio sincrónico, tenía conciencia de la correspondiente intratabilidad del cambio lingüístico, y aparentemente se había resignado a ello. Pero junto con la mayoría de los lingüistas que lo siguieron, la elección entre el estudio ya sea de la estructura o de la historia de las lenguas no nos parecía bien. No sería falso decir que la mayoría de los trabajos teóricos en lingüística histórica de las últimas décadas han sido un esfuerzo para superar el dilema Saussureano, para elaborar una disciplina que pudiera ser estructural e histórica al mismo tiempo.  Nos gustaría representar aquí los orígenes de la antinomia historia – estructura en la teoría de los  Neogramáticos, nos explayaremos especialmente en Herman Paul, quien en apariencia fue el primero en determinar al lenguaje individual (habla) como el objeto más legítimo de los estudios lingüísticos. Abarcaremos el endurecimiento de las paradojas en el período Saussureano, cuando la homogeneidad del lenguaje – supuestamente basada en el idiolecto – fue señalada como un pre-requisito para el análisis. Mostraremos las recientes observaciones para explicar el cambio lingüístico que sobrevienen con el florecimiento de la descripción lingüística después de la Segunda Guerra Mundial y comentaremos también las limitaciones que se generan en estudios observables del lenguaje como determinantes de su  propio desarrollo posterior. Revisaremos un cierto número de intentos que se hicieron para ver al lenguaje de una comunidad como un sistema diferenciado y para conciliar los hechos observables de la heterogeneidad lingüística con los deseos de las postulaciones teóricas de encontrar orden y estructura. Finalmente, sugeriremos que un modelo de lenguaje en el cual acomodar los hechos del uso variable y sus determinantes sociales y estilísticas no sólo conduce a una más adecuada descripción de la competencia lingüística, sino que también naturalmente propone una teoría del cambio lingüístico que pasa por alto las infructuosas paradojas con las que la lingüística histórica ha venido pugnando por más de media centuria. Con referencia a la mención de “teoría” en el título de este trabajo, hemos tenido en cuenta la nueva connotación que ha adquirido este término en el discurso de los lingüistas de la década pasada. Cuando Chomsky en 1957 propone considerar a la gramática de una lengua como (1) una teoría acerca de sus oraciones y a la lingüística como (2) la teoría de las gramáticas correctas, dio una seriedad inusitada a la investigación lingüística por alcanzar una alianza nueva entre la lingüística y las ciencias exactas. Ya se ve, que el segundo uso de teoría que hace Chomsky, se ha convertido en algo aún más utópico de lo que  parecía originalmente. Pero la primera aplicación del término ha dado origen ya a tal cantidad de avances que merece la pena considerar el valor que este sentido categórico de teoría pueda tener en el cambio lingüístico. Una “teoría” del cambio lingüístico en sentido estricto puede ser visualizada de una forma categórica o especulativa. En su forma categórica predeciría, partiendo de la descripción de un estadio de lengua en un momento dado, el curso de la evolución que el lenguaje soportaría dentro de un intervalo especificado. Pocos estudiosos de la historia del lenguaje serían lo suficientemente temerarios como para declamar que tal teoría es posible. En una versión más modesta, una teoría del cambio lingüístico podría simplemente afirmar que todo lenguaje padece constantemente cambios, y formular las restricciones de la transición de un estadio de la lengua a otro inmediatamente posterior. Aún más, podría predecir que ningún lenguaje se apropiará de una forma que violente aquellos principios formales que son postulados

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    WEINREICH, U., W. LABOV yM. HERZOG Fundamentos empricos parauna teora de cambio lingstico, traducido por ROSALA MONTES deEmpirical foundations for a theory of a language change en WP.LEHMANN e Y. MALKIEL(eds.) Directions for historical linguistics. Austin:U. of Texas Press, 1968: pp. 98-103 y 150-188.

    0.Introduccin

    El presente trabajo se basa en la observacin de que las teoras estructurales del lenguaje, tanfructferas en investigaciones sincrnicas, han cargado a la lingstica histrica con una cantidad de

    paradojas que no han sido an superadas completamente. Ferdinand de Saussure, al sentar las bases del

    estudio sincrnico, tena conciencia de la correspondiente intratabilidad del cambio lingstico, yaparentemente se haba resignado a ello. Pero junto con la mayora de los lingistas que lo siguieron, laeleccin entre el estudio ya sea de la estructura o de la historia de las lenguas no nos pareca bien. Nosera falso decir que la mayora de los trabajos tericos en lingstica histrica de las ltimas dcadas hansido un esfuerzo para superar el dilema Saussureano, para elaborar una disciplina que pudiera serestructural e histrica al mismo tiempo.

    Nos gustara representar aqu los orgenes de la antinomia historia estructura en la teora de losNeogramticos, nos explayaremos especialmente en Herman Paul, quien en apariencia fue el primero endeterminar al lenguaje individual (habla) como el objeto ms legtimo de los estudios lingsticos.Abarcaremos el endurecimiento de las paradojas en el perodo Saussureano, cuando la homogeneidad dellenguaje supuestamente basada en el idiolecto fue sealada como un pre-requisito para el anlisis.Mostraremos las recientes observaciones para explicar el cambio lingstico que sobrevienen con el

    florecimiento de la descripcin lingstica despus de la Segunda Guerra Mundial y comentaremostambin las limitaciones que se generan en estudios observables del lenguaje como determinantes de su

    propio desarrollo posterior. Revisaremos un cierto nmero de intentos que se hicieron para ver al lenguajede una comunidad como un sistema diferenciado y para conciliar los hechos observables de laheterogeneidad lingstica con los deseos de las postulaciones tericas de encontrar orden y estructura.Finalmente, sugeriremos que un modelo de lenguaje en el cual acomodar los hechos del uso variable y susdeterminantes sociales y estilsticas no slo conduce a una ms adecuada descripcin de la competencialingstica, sino que tambin naturalmente propone una teora del cambio lingstico que pasa por alto lasinfructuosas paradojas con las que la lingstica histrica ha venido pugnando por ms de media centuria.Con referencia a la mencin de teora en el ttulo de este trabajo, hemos tenido en cuenta la nuevaconnotacin que ha adquirido este trmino en el discurso de los lingistas de la dcada pasada. CuandoChomsky en 1957 propone considerar a la gramtica de una lengua como (1) una teoraacerca de sus

    oraciones y a la lingstica como (2) la teora de las gramticas correctas, dio una seriedad inusitada a lainvestigacin lingstica por alcanzar una alianza nueva entre la lingstica y las ciencias exactas. Ya seve, que el segundo uso de teoraque hace Chomsky, se ha convertido en algo an ms utpico de lo que

    pareca originalmente. Pero la primera aplicacin del trmino ha dado origen ya a tal cantidad de avancesque merece la pena considerar el valor que este sentido categrico de teora pueda tener en el cambiolingstico.

    Una teora del cambio lingstico en sentido estricto puede ser visualizada de una formacategrica o especulativa. En su forma categrica predecira, partiendo de la descripcin de un estadio delengua en un momento dado, el curso de la evolucin que el lenguaje soportara dentro de un intervaloespecificado. Pocos estudiosos de la historia del lenguaje seran lo suficientemente temerarios como paradeclamar que tal teora es posible. En una versin ms modesta, una teora del cambio lingstico podra

    simplemente afirmar que todo lenguaje padece constantemente cambios, y formular las restricciones de latransicin de un estadio de la lengua a otro inmediatamente posterior. An ms, podra predecir queningn lenguaje se apropiar de una forma que violente aquellos principios formales que son postulados

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    como universales en los lenguajes humanos. Sin la positiva prediccin de que eso ocurrir, (salvo que ellenguaje cambiar de alguna manera) tal teora afirmara al menos que ciertos cambios no tendrn lugar.

    Nuestro propio punto de vista es que ni la versin categrica ni la especulativa de aquellas teorasdel cambio lingstico, segn su proceder desde la corriente gramtica generativa, tendrn mucharelevancia en el estudio de la historia de la lengua. Argiremos que el modelo generativo para ladescripcin del lenguaje como un objeto homogneo es en s mismo innecesariamente irreal y representaun paso atrs con respecto de las teoras estructurales capaces de acomodar los hechos de heterogeneidadmetdica. Nos parece sumamente insustancial construir una teora del cambio que acepte como su puntode partida descripciones de los estadios de lengua innecesariamente idealizadas y contrapuestas a losverdaderos. Antes de mucho, debern ser intentadas teoras predictivas del cambio lingstico; sernecesario aprender a ver al lenguaje ya sea priorizando el aspecto diacrnico o el sincrnico- como unobjeto que posee una metdica heterogeneidad.

    Los hechos de la heterogeneidad no han estado de acuerdo con las aproximaciones estructuralesal lenguaje. Veremos los orgenes de este conflicto en Saussure y su profundizacin en los trabajos de losdescriptivistas, en los que luchan con el fenmeno del cambio. Cuanto ms los lingistas se han sentidoimpresionados con la existencia de la estructura del lenguaje, y la mayora ha menoscabado suobservacin con argumentos deductivos acerca de las ventajas funcionales de la estructura, ms

    misteriosa se ha tornado la transicin del lenguaje de un estadio o otro. Despus de todo, si un lenguajetiene que estructurarse para funcionar eficientemente, cmo puede la gente continuar hablndolomientras cambia, es decir mientras pasa por perodos de sistematicidad menoscabada? Alternativamente,si obviamos las presiones que fuerzan al lenguaje al cambio, y si la comunicacin es menos eficiente en elnterin (como se podra inferir deductivamente de la teora), por qu tales ineficiencias no han sidoobservadas en la prctica?

    Esto, nos parece a nosotros, es la cuestin fundamental a la que una teora del cambio tiene quehacer frente. La solucin, segn argumentaremos, yace en la direccin de la ruptura de la igualacin quese hace entre lo estructurado y lo homogneo. La clave para una concepcin racional del cambiolingstico verdaderamente, del lenguaje en s mismo- es la posibilidad de describir la metdicadiferenciacin del lenguaje funcionando en una comunidad. Argiremos que el ordenamiento natural deestructuras heterogneas no es un caso de multidialectalismo o mero uso (performance), sino que es

    parte de una competencia unilingstica. Uno de los corolarios de nuestra aproximacin es aquel que diceque en un lenguaje en uso en una comunidad compleja (ej. real), hay ausencia de heterogeneidadestructurada por que podra resultar disfuncional.

    El problema de las restricciones acerca de los estadios inmediatamente prximos, a los quealudimos anteriormente, est, segn nuestro punto de vista, incluido en una cuestin terica general. Porsupuesto, tambin queremos investigar el conjunto de posibles cambios y posibles condiciones para loscambios que pueden tener lugar en una estructura de un tipo dado. Tampoco queremos olvidar el

    problema de la transicin: permanece enteramente relevante al preguntar acerca de las etapasintervinientes que pueden ser observadas, o que pueden ser propuestas entre cualquiera de las dos formasde un lenguaje definido para una comunidad lingstica en diferentes pocas. Pero si la teora es paraesclarecer aspectos de las establecidas historias de las lenguas, nos deberemos preguntar an por doscuestiones que van ms lejos: cmo son incluidos los cambios observados en la matriz de las

    concomitancias lingsticas y extra lingsticas de las formas en cuestin? (Es decir, qu otros cambiosse asocian a los cambios dados de tal manera que no pueden atribuirse al azar?) Y cmo pueden loscambios observados ser evaluados en trminos de los efectos sobre la estructura lingstica, sobre laeficiencia comunicativa (como por ejemplo, con lo relacionado con la resistencia al cambio) y sobre elamplio espectro de factores no representacionales que conlleva el hablar?

    Nos referiremos a esas cuatro cuestiones y a los problemas asociados tales comocompulsin, transicin, inclusin y evaluacin. Evidentemente los problemas estn parcialmenteordenados: una solucin para los asuntos relacionados con la compulsin provee un conjunto de cambiosdentro de los cuales pueden hacerse otras preguntas. A la luz de la respuesta a stos, nos podemosaproximar a una quinta cuestin, tal vez la ms bsica: Qu factores pueden dar cuenta de la actuacinde los cambios? Por qu los cambios, en un aspecto estructural, tienen lugar en un lenguaje especial en

    un tiempo dado, y no en otros lenguajes con el mismo aspecto, o en el mismo lenguaje en otras pocas?Este problema de actuacin tiene que ser considerado como el punto ms importante de la cuestin.Entonces, es aparente que queremos una teora del cambio lingstico para relacionarla nada menos quecon la manera en la que la estructura lingstica de una comunidad compleja se transforma en el curso del

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    tiempo de tal manera que, en cierto sentido, ambos el lenguaje y la comunidad permanecen de la mismamanera, pero que el lenguaje adquiere una forma diferente.

    No estamos presentando una teora acabada acerca del cambio lingstico en este trabajo; esdudoso que algn lingista tenga suficientes hechos relevantes a su disposicin como para intentar algotan ambicioso, y no estamos seguros de que con los datos de que disponemos, los tres coautores

    pudiramos llegar a un acuerdo sobre los lineamientos de tal teora. Pero, como nuestro ttulo sugiere, nossentimos con una obligacin de hacer propuestas concretas acerca de losfundamentos empricospara unateora del cambio. Con esto queremos decir (1) los hallazgos empricos que tienen significacin para lateora, de los cuales la teora debe dar cuenta, y que indican caminos para una fructfera investigacin; (2)ciertas conclusiones obtenidas a partir de estos hallazgos como la mnima complejidad de la estructuralingstica y los dominios para la definicin de tal estructura; y (3) los mtodos para relacionar losconceptos y postulados de una teora para la evidencia emprica es decir, la evidencia que se sustenta enreglas que permitan el acuerdo intersubjetivo entre los investigadores. Sentimos importante explayarnosexplcitamente acerca de los fundamentos empricos considerando las conscientes o inconscientesomisiones de los principios empricos que llenan algunos de los ms influyentes trabajos de la lingsticade hoy en da. Intentaremos, en lo que sigue, documentar y dar cuenta acerca de esta etapa de los estudios.

    Entendemos una teora del cambio lingstico como parte de una bsqueda terica ms amplia

    acerca de la evolucin lingstica como un todo.Una teora de la evolucin lingstica tendra que mostrar cmo las formas de comunicacincaractersticas de otras especies biolgicas evolucionan (con ciertas mutaciones) en un proto-lenguajedistintivamente humano, y luego en los lenguajes con las estructuras y la complejidad de las formas dehabla que observamos ahora. Tendra que indicar cmo los lenguajes actuales evolucionan desde lasformas primarias registradas o inferidas hasta aquellas de las cuales tenemos evidencia; y finalmentetendra que determinar si el curso presente de la evolucin lingstica sigue en la misma direccin, y estgobernado por los mismos factores, tales como los que operaron en el pasado.

    El centro del presente trabajo lo constituye la tercera rea general de investigacin: la descripciny explicacin del cambio lingstico en los cuatro o cinco ltimos milenios. Pero an este rea limitadasera demasiado amplia para una teora del cambio hoy. Deberamos considerar diferentes espectrostemporales en forma separada; cambios a largo plazo con resultados similares a travs de milenios;

    cambios acabados que ocupan un siglo o dos como mximo; procesos no acabados que pueden observarsea travs de una o dos generaciones; o an cortes puramente sincrnicos en los que identificamos a travsde inferencias la direccin del cambio de ciertos elementos variables. En esta discusin nos ocuparemosen primer lugar del segundo y tercero de estos espectros, no obstante haremos algunos comentarios sobreel primero y estableceremos algunos datos para el ltimo.

    3.El lenguaje como un sistema diferenciado

    3.0. Una aproximacin sistemtica a estructuras heterogneasVolvemos ahora a la premisa fundamental propuesta en la seccin 0 acerca de si el lenguaje debe

    estructurarse en orden de funcionar eficientemente, cmo funciona si la estructura cambia?Propondremos un modelo de lenguaje que evita las infructuosas paradojas con las cuales las teoras deestructura homognea han estorbado la lingstica histrica.

    Hemos visto que tanto para Paul como para Saussure, variabilidad y sistematicidad se excluyenuna a la otra. Sus sucesores, que continuaron postulando ms y ms sistematicidad en el lenguaje,llegaron a establecer an ms profundamente una concepcin simplista del idiolecto homogneo. No

    pudieron ni proporcionar ningn medio efectivo para constituir el habla de una comunidad a partir devariados idiolectos, ni siquiera representar la conducta de un solo hablante que tuviera variados idiolectosa su disposicin. Tampoco ofrecieron un mtodo efectivo para constituir un simple lenguaje desdeestadios homogneos separados cronolgicamente. An ms, la mayora de los lingistas conoce laevidencia que demuestra que el cambio lingstico es un proceso continuo y la inevitable consecuencia de

    la interaccin lingstica.Las paradojas han sido profundamente sentidas. Hockett, por ejemplo, exhibe una sensibilidaddolorosa en la dificultad de conciliar el hecho del cambio con la naturaleza categorial de la estructurahomognea. Por una parte, l asevera que el proceso del cambio de sonido es muy lento y muy gradual

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    como para ser observado salvo por sus efectos; por otra parte, l sostiene que el proceso del cambioestructural es instantneo y en consecuencia tambin inobservable por sus efectos. Uno puede seguir,como hemos hecho nosotros, el desarrollo histrico que conduce a estas posiciones extremas, pero pocoslingistas pueden contentarse con una explicacin del cambio que dependa de la completainobservabilidad del proceso al que se refiere.

    Hemos sugerido ( 0) que la solucin al problema fundamental reside en romper la igualacin deestructuracin y homogeneidad. Hemos propuesto, en cambio, que la razonable explicacin del cambiodepender de la posibilidad de la descripcin de la diferenciacin metdica dentro del lenguaje. En esta

    parte del trabajo presentaremos un modelo tal de la estructura del lenguaje, junto con alguno de los datosque lo sostienen; entonces delinearemos una estrategia para el estudio del cambio lingstico quedescanse sobre estos fundamentos tericos.

    3.1.El testimonio de la Geografa LingsticaDesde el comienzo, los hallazgos de la Geografa Lingstica han sido usados por los lingistas

    histricos en auxilio de sus puntos de vista tericos, pero rara vez la evidencia ha proporcionado la pruebaque se deseaba. Si las isoglosas de cada palabra relacionada con un cambio de sonido coincidieran, lashiptesis de los Neogramticos recibiran un fuerte apoyo. Pero el lamentable hecho es que rara vez

    coinciden, an cuando agreguen a las formas relaciones perdidas. La conclusin de que cada palabracontiene su propia historia refleja nuestra inhabilidad para predecir o simplemente dar cuenta de lasformas en que una palabra precede a otra a travs de los mapas de la geografa dialectal. No obstante, es

    presentada esta evidencia en los textos comunes de los Neogramticos a lo largo de incalificadospronunciamientos acerca de la naturaleza de la falta de excepciones de las leyes fonticas (Bloomfield1933: 341, 361).

    Los lingistas histricos tambin esperaban que las isoglosas avalaran la firme divisin de losterritorios lingsticos en conjuntos jerrquicamente ordenados de lenguas, dialectos y subdialectos.

    Nuevamente aqu la evidencia fue desalentadora; un no-seleccionado conjunto de isoglosas no divide elterritorio en reas claramente delineadas, sino ms bien en reticulado continuum de fragmentosextremadamente subdivididos. Bloomfield revee este problema (1933: 341), pero su propio criterio paraseleccionar las isoglosas ms significantes para la clasificacin de dialectos no result satisfactoria en la

    investigacin emprica (Weinreich, 1968).Se esperaba tambin que la geografa dialectal proveyera el apoyo para la nocin de que hay una

    correlacin negativa entre estructuracin y comunicabilidad de los fenmenos lingsticos. Para Paul,por ejemplo, todo en la lengua es infinitamente comunicable por intercambio social, y todo en una lenguaresponde libremente, sin resistencia, a la influencia exterior excepto las reglas fonolgicas. Desde unaveta bastante parecida, Saussure sinti que el modelo mvil nos iluminara acerca de las primordialesleyes de todos los fenmenos de la diferenciacin (p. 287), no obstante podemos presumir que para los

    propsitos de la reconstruccin, es decir, nuevamente en la fonologa, Saussure se quedara con elStammbaum, que postula la mutua dependencia de las innovaciones especiales.

    La correlacin negativa entre estructuracin y comunicabilidad era una extrapolacinperfectamente natural para una teora del lenguaje socialmente agnstica. No obstante la correlacinnunca fue ms que hipottica y ahora aparece como factualmente incorrecta. Ms adelante damos

    evidencias que las fusiones fonmicas son comprobables, y esta tendencia parece ser muy general porcierto. Podra argumentarse que la expansin de fusiones representa la prdida de la estructura antes quesu transmisin. Sin embargo la evidencia para la comunicacin del rasgo estructural es mucho ms ampliaque esto. En los estudios derivados del Atlas del Yiddish, por ejemplo, estn apareciendo tan interesantesmuestras como la de la transmisin de un sistema reorientado de los gneros desde el Yiddish del NEhasta el Central (Herzog 1965: 101-118). Mientras que el avance de extremo a extremo de las estructurasdel NE manifiesta la prdida de la categora de neutro, tambin se observa la importacin de una nuevacategora intermedia que es el resultado del prstamo de relaciones de concordancia abstractas ms queel prstamo directo de items lexicales. An ms, el rea de transicin muestra la comunicacin de unanueva restriccin acerca de la asignacin de gnero que implica la oposicin colectivo : numerable que noexista en el dialecto del cual procede el prstamo (p. 103).

    Esto no significa negar que una dialectologa estructural sincrnica sea posible: como un ejerciciode anlisis, nada malo hay en ella; pero segn se producen los hechos, tan mecnica extensin delestructuralismo se est tornando a ojos vista oscurecedora para explicar acerca de la manera en que lalengua se desarrolla.

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    No decimos tampoco, por supuesto, que todas las innovaciones son igualmente comunicables; sias lo fueran, no habra isoglosas que se intercepten ni diferenciaciones dialectales que perduren.Simplemente negamos que la estructura sincrnica de la lengua nos proporcione el principal criterio parala comunicabilidad diferencial.

    La red de isoglosas que se observa en el estudio de un dialecto geogrfico a menudo representa laequivalencia sincrnica del problema de transicin es decir, el derrotero por el cual el cambiolingstico procede a su concrecin. La comprensin de la relacin entre estas isoglosas y el cambiolingstico depende de la solucin al problema de inclusin es decir, su relacin con los sistemaslingsticos y las historias del habla de las comunidades comprometidas. Es ms probable que unadeterminada isoglosa represente un cambio lingstico en proceso que su localizacin no pueda serreferida por el contexto lingstico o histrico. Podemos distinguir cuatro tipos de isoglosas en trminosde dicha explicatividad.

    (1) La isoglosa o conjunto de isoglosas que coinciden con una frontera social o poltica (ogeogrfica), representa los lmites de la estructura de comunicacin que conduce la difusin del rasgolingstico. Las mayores discontinuidades en el Yiddish del Norte de Polonia muestran abundancia de esetipo de fronteras (Herzog 1965: 246-252). El conjunto de isoglosas que separan al Yiddish Central del del

    Norte-Central coincide con cierto nmero de fronteras polticas bien conocidas del siglo XVI. La fronteralingstica entre el Yiddish del NE y el del NC coincide con una discontinuidad social menos obvia: lalnea a lo largo de la cual pobladores lituanos judos que venan del Norte se encontraban con pobladores

    polacos judos del Sur y del Centro cuando este rea estaba abierta a la poblacin juda en el siglo XVI.Este conjunto de isoglosas produce tambin un mayor fraccionamiento en el rea de la cultura no verbal.

    (2) La localizacin de isoglosas es explicada por su relacin sistemtica con otras isoglosas conlas que se agrupa. Los casos ms claros son aquellos de la incompatibilidad lingstica: en los que elcambio impulsor representa un rasgo que no puede ser simplemente agregado o substrado del sistema deldialecto vecino que se encuentra a lo largo del grupo de isoglosas. Observamos tal ejemplo en laexpansin de la monoptongacin de aj desde el Yiddish Central hasta el Ucranio Sur, de manera quehajnt hoy se transform en ha:nt, y majlexl pequea boca en ma:lexl. La difusin de este aspecto

    cambiante finaliza abruptamente en el punto tal donde la distincin del alargamiento se haba perdido enel Ucranio Norte. Si la monoptonguizacin hubiera continuado, el sonido monoptongado hubieracoincidido con la a breve, de manera que hantrepresentara a ambos significados hoy y mano; y malexlrepresentara tambin dos significados pequeo ngel y pequea boca (Herzog 1968: fig. 7).

    (3) La localizacin de la isoglosa no es explicable por ningn factor, ni social, ni lingstico, perola direccin de la evolucin es predecible en el campo de la lingstica. El grfico N 1 muestra unejemplo de dos de tales isoglosas libres: por una parte, la fusin de i y u que se mueve desde elSudoeste al Noreste, y por otra, la fusin de i: e i, u: y uque se mueve desde el Noreste al Sudoeste. Unarestriccin general acerca del cambio lingstico se discute ms adelante, que las fusiones se expanden aexpensas de las distinciones, nos lleva a proponer la direccin de los cambios slo desde los fenmenossincrnicos. Ha sido, por supuesto observado que la direccin del movimiento puede ser predecida en

    muchos casos a partir de factores configuracionales y geogrficos de los mapas dialectales.

    (4) La localizacin de la isoglosa no es explicable ni por factores sociales ni lingsticos; y ladireccin de la evolucin no es predecible. Muchas isoglosas lexicales individuales tienen este carcter.Puede ser verdadero que en todos estos casos estuviramos trabajando con items trados por hablantesindividuales mviles a causa del comercio y la circulacin ms que con una difusin estable del rasgolingstico desde una comunidad de habla vecina a otra de acuerdo con las ms frecuentes y predeciblesestructuras de comunicacin.

    El problema de la explicacin para la transicin geogrfica de dialectos a travs de un territorioentonces aparece como simtrico al problema de la explicacin de la transicin de dialectos a travs deltiempo en una comunidad. En cada caso, hay contacto entre hablas con diferentes sistemas. Si vamos a

    resolver las misteriosas paradojas del cambio delineadas con anterioridad, ser necesario analizar losprocesos que se producen en esas situaciones de contacto en los trminos de cmo un hablante puedecomprender y aceptar como propios los elementos estructurales de la lengua de los otros.

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    3.2.Lenguas y Dialectos en contactoUn profundo estudio acerca del problema de la transicin nos lleva inevitablemente a considerarla

    transferencia de una forma o regla lingstica de una persona a otra ms especficamente, desde unsistema lingstico a otro. El mecanismo ms simple fue el que propuso Paul, en el que la transferenciatiene lugar entre dos idiolectos aislados y homogneos. Para Paul, la mezcla de lenguas (incluyendo lamezcla de dialectos: p. 402) tiene lugar cuando dos individuos, cada uno hablando por definicin su

    propio idiolecto, se comunica con el otro. Cuando esto sucede, el hablante influencia las imaginacioneslingsticamente relevantes (Vorstellungsmassen) del oyente (p. 390). All entonces tiene lugar ya elintercambio de idiolectos no idnticos, ya la modificacin de los idiolectos por mutua influencia.

    No importa cmo consideremos este modelo de cambio lingstico, parece inabarcable; nicoordina observaciones empricas ni provee un modelo razonable para satisfacer nuestras intuicionesnaturales. El problema se ve con la mayor claridad en la rpida transferencia caracterstica de la culturaverbal pre-adolescente. En el rea de Boston, los chicos reclaman compartir una torta o dulce, entre sus

    pares, diciendo Allies, Cokes o Checks. Si un chico de Providence o de New York se muda al reade Boston, e intenta su pedido usando un trmino ajeno (extranjero) de reclamo, razonablementeesperaramos que fuera rechazado. Ya sea por un medio u otro, el trmino de reclamo Thumbs up seexpande por Boston y otras ciudades del Norte a fines de 1950, y desplaza a los trminos locales. La

    influencia directa de un hablante sobre otro en el proceso de la comunicacin se contrapone claramentecon el auto inters aparente del oyente.En la explicacin de Paul, el manejo (command) de dos idiolectos se considera slo con

    propsitos histricos (como la explicacin de la influencia de un idiolecto sobre otro); no se proponenpara la investigacin ni tales propiedades sincrnicas del bi-idiolectalismo ni analticas, ni psicolgicas,ni sociales. Entonces la teora de Paul permite shifts (desvos) hacia otros idiolectos tanto comoinfluencias interidiolectales, pero no (switching) cambios entre idiolectos. Si abandonamos el idiolectoindividual homogneo como modelo de lenguaje, podremos sugerir un mecanismo de transferencia msinteligible. Parece razonable que la transferencia tiene lugar cuando el hablante A aprende la forma o laregla que usa el hablante B, y entonces la regla coexiste en la competencia lingstica de A junto con laforma o regla previa. El cambio entonces tiene lugar dentro del complejo repertorio lingstico de A: untipo es el gradual abandono de la forma original a expensas de la nueva, de tal manera que pasa al estatus

    de arcaica u obsoleta.El tratamiento que hace Bloomfield al estudiar el cambio de sonidos del holands muestra un

    claro avance sobre Paul en este aspecto:

    Cada hablante est constantemente adaptando sus hbitos de hablaa aquellos de sus interlocutores; olvida formas que ha venidousando, adopta nuevas, y tal vez lo ms habitual de todo, cambia lafrecuencia de las formas de habla sin abandonar enteramente lasviejas o aceptando algunas que son realmente nuevas para l (1933:327-328).

    El hecho es que Bloomfield abrigaba la esperanza de que un modelo ms complejo de la

    transferencia mostrara un reconocimiento general de la importancia de las alternancias estilsticas en elcomportamiento lingstico. Los estudios de cambios lingsticos en proceso no cubren regularmente estetipo de alternancia. (Kkeritz 1953: 194 ff; Labov 1963; Reichstein 1960).Todos los atlas dialectales

    proveen muchas muestras de la arcaica oposicin innovadora dentro de la competencia de hablantesindividuales. Pero nosotros tambin podemos sealar un claro mecanismo distinto de cambio que puededarse simultneamente con ese: cuando el hablante A aprende por primera vez la regla, q, de B, no seespera que la aprenda en forma perfecta. Influenciado por su propio sistema, P, y sin el espectro completode la experiencia que supone el sistema de B, Q, A adquiere una regla, q, en alguna manera alterada una regla fonolgica con rasgos cambiados, una regla lexical con privilegios diferentes de distribucin, ouna regla gramatical con algunas condiciones especiales perdidas. Entonces, en esta transferencia inicial,ya ha tenido lugar un segundo tipo de cambio. Pero un cambio ms profundo y sistemtico se espera

    despus de que A adquiere la regla de B. Dentro del simple repertorio posible para A (que contienepen Py q) podemos predecir una acomodacin de p y q -normalmente, una asimilacin de q a los rasgoscaractersticos dep, de manera que la eventual insercin de una modificada qen el sistema P es posible.Este proceso ha sido muchas veces observado en el ajuste fonolgico de palabras prstamo. Cuando

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    Trauma fue obtenido del Alemn, la r uvular automticamente se convirti en una apical sordaamericana; pero en el siguiente perodo de ajuste podemos observar que /aw/ se desva en // de acuerdocon la regla general que impide /aw/ delante de consonantes labiales. El vocablo tik(Yiddish) pedazo,antiguo se introdujo como prstamo en el ingls de la ciudad de New York aproximadamente con lamisma forma fontica, pero en la comunidad negra, en la que no aparece en grupos iniciales; la forma sedesva a [stik] homnima de stik, con cierto grado de consecuencias semnticas.

    Cuando un tradicional hablante Negro del Sur emigra al Norte adquiere el trmino general sentidocomn(common sense) que es slo un competidor parcial para su trmino natural mother-wito mother-with(ingenio). Los dos coexisten, el arcaico mother-witversus el innovador common sense, pero como laalternancia de los dos se resuelve en favor de common sense, el modificador mother- se desva de susignificado original natural, original al sentido general de progenitor femenino. Entonces algunos

    jvenes hablantes Negros, a los que se le pregunta si los hombres pueden tener motherwit, miranconfundidos y dicen: NO.

    El estudio de lenguas en contacto confirma la nocin que una prolongada coexistencia estable essimplemente una ilusin, tal vez generada por la existencia de un lexicn relativamente estable (o andisimilable) y una morfofonmica. La investigacin de Gumperz acerca del prolongado e ntimo contactodel Marathi y el Kannada en Kupwar (1967) muestra el ms radical ajuste de la semntica, de la

    estructura de frase, de los componentes transformacionales, y de la fontica de los dos sistemas. Por otraparte, el vocabulario y los morfemas gramaticales estn tan evidentemente diferenciados que no puedecaber ninguna duda en una oracin dada si es Marathi o Kannada la lengua que se habla. Lenguas que sonobviamente diferentes en su estructura profunda se han tornado tan similares que la traslacin mecnica

    parece ser practicable a travs de los procedimientos de bsqueda de un simple diccionario.Los hallazgos de Gumperz son el producto de un profundo estudio del bilingismo dentro de su

    contexto social; su aproximacin al desarrollo del Marathi es no slo un estudio del problema detransicin, sino tambin del problema de inclusin. Los objetos que analiza Gumperz no son el Marathistandard ni el Kannada descripto en libros de textos sino los sistemas coexistentes que estn en uso dentrode un contexto social especfico. Parte de la solucin para el problema de inclusin de un cambiolingstico especial es, por supuesto, el estudio de sus interrelaciones estructurales con los elementoslingsticos que lo rodean; pero la solucin a estos problemas ha sido a menudo artificial e insatisfactoria,

    en tanto que comparan estructuras que no estn en actual contacto en ninguna situacin real social. Enprincipio, no hay diferencia entre los problemas de transferencia entre dialectos estrechamenteemparentados y entre dos dialectos lejanamente emparentados.

    Al examinar los cambios lingsticos que tienen lugar dentro del habla de individuos bilinges obidialectales, podemos observar factores puramente estructurales; pero el aislamiento de la estructura hafracasado sealadamente en la resolucin del problema de la interferencia especficamente bilinge.

    Como Weinreich dice:

    Por supuesto, el lingista est autorizado a trabajar con ellenguaje abstracto para hacer consideraciones de naturaleza

    psicolgica o sociolgica. En realidad, lo que l debe hacer esplantear problemas puramente lingsticos acerca del bilingismo... Pero en definitiva, la direccin y la naturaleza de la interferenciade una lengua y otra puede ser explicada an ms profundamenteen trminos del comportamiento de habla de individuos bilinges,el que a su vez es condicionado por las relaciones sociales de lacomunidad en que aquellos viven. (1953: 4)

    Ahora volvemos al examen especfico de la situacin de contacto y la naturaleza sistemtica delcambio de estilo que aqu se propone.

    3.2.1. Sistemas coexistentes

    Se sugiri anteriormente que encontramos un cierto nmero de contactos entre dos dialectosregionales: algunos hablantes que controlan los dos dialectos en forma activa, y un amplio nmero quetiene conocimiento pasivo del dialecto vecino y slo manejo (command) activo de uno slo de ellos.Tambin encontramos en la mayora de las comunidades de habla distintas formas de la misma lengua

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    que coexisten aproximadamente en la misma proporcin en todas las subregiones geogrficas de lacomunidad. Esto sucede no slo en reas urbanas como la ciudad de New York, Londres o Pars, sinotambin en comunidades rurales como Hemnes, Norway o Marthas Vineyard, Massachusetts. Estasformas coexistentes pueden ser conocidas no slo como estilos sino tambin como standards,slang, jergas, viejo estilo, niveles culturales o variedades funcionales. En trminos del modelodel sistema diferenciado de lengua que estamos desarrollando, tales formas comparten las siguientes

    propiedades:

    (1) Ofrecen medios alternativos de decir la misma cosa: es decir, para cada asercin (utterance)en A existe la asercin correspondiente en B que provee la misma informacin referencial (sonsinnimas) y no pueden ser diferenciadas excepto en trminos de una superior significacin que indiqueel uso de B en desmedro de A.

    (2) Son perfectamente posibles para todos los miembros (adultos) de la comunidad lingstica.Algunos hablantes pueden ser incapaces de producir aserciones en A y B con similar competencia a causade ciertas limitaciones en su conocimiento personal, prcticas o privilegios relacionados con su estatussocial; pero todos los hablantes generalmente tienen la habilidad de interpretar aserciones en A y B y

    comprender la significacin de la eleccin de A o B por algn otro hablante.Desde 1920 y 1930 se puede sealar una tendencia general en los lingistas tanto de Europa comode Norte Amrica a separarse de la simple unidad psicolgica del idiolecto como haba sido propuesto porPaul. Mathesius y sus colegas de Praga usaron una mltiple aproximacin para caracterizar a los sistemascoexistentes en una misma comunidad. Jakobson (1931) declar que el cambio de estilo (style switching)es un hecho constante que no compromete la sistematicidad de cada estilo como objeto de la descripcinlingstica. En los E.E.U.U. hemos visto que Bloomfield entrevi la coexistencia de formas antiguas einnovadoras en el mismo hablante. An ms, Bloonfield fue absolutamente capaz de modificar su visininicial acerca de que las complejidades de buenos y malos estilos de habla son creaciones(artifacts) de culturas letradas: al confrontarla con la situacin Menomini, reconoci que estilos

    jerrquicamente organizados eran el producto de generalizados procesos sociales (1927). Opuesta a estacreciente conciencia de la heterogeneidad del lenguaje usada por cada individuo, Bloch comienza a

    desarrollar una nocin del idiolecto que representa slo uno de los posibles sistemas dentro de lacompetencia individual. (1948: 7)

    Hoy da podra parecer nave a Bloch haber imaginado que l podra evitar encarar los hechosde heterogeneidad limitando el idiolecto a slo un hablante y un oyente. Si los idiolectos de Bloch fueran,en verdad, para alcanzar homogeneidad, entonces tpico, situacin y an tiempo tendran que sercontrolados rgidamente (Ervin-Tripp 1964; Labov 1966: 90). As como la mera conciencia acerca de lacomplejidad del comportamiento lingstico aumenta, el dominio del idiolecto disminuye casieventualmente al punto de su desaparicin.

    No todos los lingistas norte americanos se consagraron a la separacin de los objetos lingsticoshomogneos de las situaciones de vida heterogneas en que aquellos se encontraban. Algunos no erancontrarios a descubrir dentro del idiolecto una multiplicidad de estratos. Fries y Pike, en su artculoCoexistent Phonemic Systems (1949) especularon con la posibilidad de que sistematicidad y

    variabilidad no fueran mutuamente excluyentes. Sin embargo, los autores se auto-restringieron a lafonologa, todos daban cuenta de que los sistemas coexistentes podran haberse extendido, mutatismutandis, al resto de la lengua. Los trabajos de Fries y Pike no versaron sobre muestras realmentesubstanciales de subsistemas en competencia: los elementos rabes en Swahili tratados por Harris (1951),

    por ejemplo, tienen mucha ms coherencia interna que los pocos elementos castellanos establecidos porFries y Pike. Pero su trabajo muestra un real adelanto porque ellos hicieron ms que apartar estoselementos como extraos; vieron que podra haber una rica variedad de relaciones sistemticas dentro detales complejos sistemas mixtos. Tampoco fue su innovacin puramente sincrnica: las implicaciones

    para la historia estaban bien claras para los autores, an cuando eran lo suficientemente cautos como paraestablecerlas como simples supuestos.

    En el proceso de cambio de un sistema fonmico a otro de lamisma lengua, hay un tiempo durante el cual partes de los dossistemas existen simultneamente y en conflicto dentro del hablade simples individuos ... Es imposible proporcionar una

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    descripcin puramente sincrnica del complejo sistema mixto, enun momento dado, que muestre las realidades pertinentes de talsistema; la direccin del cambio es una caracterstica pertinente alsistema y debe tambin ser conocida si uno desea tener unacompleta descripcin de la lengua tal como est estructuralmenteconstituida. (pp. 41-42)

    Por ms extrao que pudiera parecer, no obsta, el tan importante punto de partida de Fries y Pikefue raramente utilizado en el trabajo histrico concreto. En verdad, su esquema se convirti en la clave

    para el estudio del bilingismo especficamente para descripciones dialingsticas que servan comoclara especificacin de la competencia de hablantes bilinges (por ejemplo, Haugen, 1954,1957,Weinreich 1953, 1957 b). Sin embargo, an cuando la teora del contacto fuera perfectamente capaz en

    principio de manipulear pares de dialectos marcados cronolgicamente, tanto como el contacto entresistemas muy dismiles, no parece habrsele ocurrido a nadie que la teora podra servir como una basesocialmente real de la investigacin del cambio lingstico. Tampoco hubo ninguna prisa para comprobarel punto de vista de Jakobson acerca de que el cambio de estilo era un rasgo permanente del lenguajecontrapuesto a los pocos estudios existentes del cambio lingstico en proceso (Gauchat 1905; Hermann

    1929). Las descripciones ms detalladas y confiables de tales formas coexistentes fueron proporcionadaspor los estudiosos que trabajaban en el cercano oriente y el sur de Asia. Un rico cuerpo de antecedentescualitativos y descriptivos acerca de niveles sociales y estilsticos fue proporcionado por Ferguson,Gumperz, Bright, Mc. Cormack, Kelley, Ramanujan, Levine, y otros; y Ferguson y Gumperz tuvieronxito en integrar este material en un conjunto coherente de principios que pudieron comprobar en estudiosulteriores (Ferguson y Gumperz 1960; ver especialmente la Introduction). Bright y Ramanujan (1964)fueron los primeros en desarrollar hiptesis especficas acerca del cambio lingstico basadas sobre unmodelo pluri-estratificado de estructura sociolingstica. Gumperz fue considerablemente an ms all dela simple descripcin en su estudio de Hemnesberget; aqu, por primera vez, tenemos datos comprobadosen grupos naturales dentro de la comunidad que demuestran en forma concluyente el mecanismo delcambio (switching) entre estratos que eran funcionalmente disponibles a todos los miembros de la

    comunidad (1964). Friedrich (1966) proporciona la explicacin ms detallada acerca del cambio paraleloen sistemas lingsticos y sociales complejos. Estos estudios empricos confirman el modelo de unsistema heterogneo metdico en el cual la eleccin entre alternancias lingsticas conlleva funcionessociales y estilsticas, un sistema que cambia con los correspondientes cambios en la estructura social.

    Con el propsito de asegurar la perspicacia de nuestra orientacin, permtasenos hacer notar quela histrica no es la nica direccin a la que el acercamiento a los sistemas coexistentes puede someterse;el inters motivador por su desarrollo se observa en todas partes. Mathesius, cuyos puntos de vista acercade la variabilidad inherente de los subsistemas componentes fueron considerados anteriormente,

    proporciona una distincin sincrnica entre porciones de vocabulario que tienen distintos orgeneshistricos (1934) una aplicacin que coincide con el estmulo de Fries y Pike. La concepcin pluri-estratificada puede tambin ser usada con propsitos puramente analticos para representar una lenguacomo un diasistema compuesto por dialectos miembros (Weinreich, 1954). Para que la teora tenga

    significado para la lingstica histrica, por otra parte, hemos aclarado que los estratos que encierra,distinguibles funcionalmente, no obstante estarn disponibles funcionalmente para un grupo de hablantes.

    Insistimos en la distincin funcional por dos razones. Primero, los estratos deben estar encompeticin, no en complementariedad. Los subsistemas sociolgicos coexistentes descubiertos en elvocabulario del Ingls, Mazateco, o Checo son complementarios no hay, generalmente, una eleccin derendimiento para la misma palabra en cada sistema. No constituyen, consecuentemente, los estratos en losque el observador del cambio se interesa. En segundo lugar, es necesario proporcionar una descripcinrigurosa de las condiciones que gobiernan la alternancia de los dos sistemas. Reglas de esta clase suelenincluir factores extralingsticos como el medio ambiente regulador (Geertz 1960; Martin 1964) mientrasque los subsistemas paralelos satisfacen todas las condiciones lingsticas. Las reglas en s mismas,excluyentes de sus elementos ambientales externos, deben proveer una descripcin lingstica de las

    unidades que rigen las relaciones ensambladas a travs de los estratos. Si los subsistemas coexistentestienen coherencia interna, como fue discutido, por ejemplo, por Gumperz (1964: 140, con ms referenciasprofundas), entonces, un conjunto de reglas compartir tambin los elementos ambientales sobre todoexternos.

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    Tambin deseamos insistir acerca de la disponibilidad de los estratos para un grupo real dehablantes. Cualquier par de dialectos puede ser estudiado bajo la cubierta de un simple diasistema;

    podr llevarse a cabo la operacin an con dialectos arealmente no contiguos, y servir al til propsitode la reconstruccin. Pero slo cuando el par de dialectos es simultneamente disponible para un grupo seintercambiar (de un lado a otro) aunque alguno de los miembros del grupo slo oigauno de los estilosy nunca lo hable, la formulacin pluri-estratificada ser relevante para la comprensin del cambiolingstico. En sociedades urbanas, tpicamente encontramos que muchos estratos son disponibles a la

    poblacin como un todo, al menos en sentido pasivo: su competencia incluye la habilidad de descifrarversiones alternantes del cdigo.

    La concepcin pluri-estratificada de la lengua, iniciada por Mathesius y Jakobson en Praga,desarrollada por Fries y Pike en Amrica y aplicada habitualmente con sistematicidad a los estudiossociolingsticos por Gumperz, ha abierto nuevos horizontes a la teora del cambio lingstico. Reemplazael concepto de dialecto prestante en principio un hecho fortuito y momentneo con el concepto decambio de estilo en principio un fenmeno recurrente y durativo. Entonces se hace innecesaria laabortada bsqueda (encarada por: por ejemplo Paul y Bloomfield) de dialectos puros sometidos al

    proceso de cambio sin interferencias. Resumiendo, justifica el estudio del cambio lingstico en vivo yhace innecesaria su relacin con el pasado, el que no importa cun registrado ni cun ingeniosamente

    estudiado est nunca podr reemplazar al presente como un laboratorio para el lingista.

    La evaluacin subjetiva del cambio de cdigo (code switching)

    La gran mayora de las investigaciones acerca de comunidades heterogneas de habla han sidoestudios acerca de la conducta lingstica; los autores trataron de separar los distintos niveles y dedeterminar las condiciones de la eleccin de los hablantes o la alternancia entre ellos. Algunas

    predicciones acerca del curso del cambio lingstico en comunidades multilinges se bas enteramente enrecolecciones de datos de una segunda fuente los factores demogrficos (Deutsch 1953) pero unatercera fuente produjo grandes discusiones las actitudes sociales acerca de la lengua (Kelley 1966, Rona1966). Una serie de investigaciones sistemticas acerca de las actitudes fueron llevadas a cabo conconsiderable ingenuidad por Lambert y sus colegas (1960, 1967) con resultados extremadamenteirregulares; los correlatos subjetivos de la alteracin lingstica parecan ser ms uniformes que el

    comportamiento mismo.La tcnica bsica de Lambert emplea equiparadas apariencias (matched guises) el mismo

    hablante es escuchado en diferentes momentos hablando Ingls y Francs, o Hebreo y rabe, o Ingls cono sin acento judo y los sujetos estiman estas voces como una serie de cualidades de personalidad, sindarse por enterados de que estiman a la misma persona doblemente. No puede haber ninguna duda de queconjuntos profundamente establecidos de actitudes sociales son poderosos factores que determinan elcurso de la historia de la lengua en comunidades multilinges; el caso de India (Kelley 1966, Weinreich1957 b) es testigo suficiente. En otras series de investigaciones, Lambert descubri que estudiantes anglo-canadienses que participaron en el conjunto de actitudes negativas hacia los francfonos tienen msgrandes dificultades para aprender Francs que estudiantes de los E.E.U.U. (1965; 101-102).

    Entonces el estudio del problema de evaluacin en el cambio lingstico es un aspecto esencial dela bsqueda que conduce a una explicacin para el cambio. No es difcil ver como rasgos de personalidad

    inconscientemente atribuidos a hablantes de un subsistema dado pueden determinar la significacin socialde la alternancia hacia ese subsistema y por lo tanto su desarrollo u obsolescencia (como un todo) enconjunto. Pero el efecto de los valores sociales en el desarrollo interno del sistema lingstico es unasunto ms dificultoso, que consideraremos en la seccin siguiente.

    3.3. Variabilidad dentro del sistemaEl carcter heterogneo de los sistemas lingsticos tan discutido es el producto de las

    combinaciones, alternancias, mosaicos de distintos pero simultneamente disponibles subsistemas. Cadauno de estos subsistemas es concebido como un cuerpo coherente, integral de reglas del tipo categorial delos Neogramticos, el nico aparato teortico adicional necesario es un conjunto de reglas que establezcan

    las condiciones para la alternancia. Mientras estas reglas son bastante complejas (Geertz 1960; Martin1964), no interfieren con el aislamiento de uno u otro subsistema procedimiento tpico de aproximacintradicional a los dialectos no standard. Se ha (pre)supuesto que el lingista puede abstraer un nivel osubsistema de tal complejo sin perder ninguna informacin necesaria para el anlisis lingstico, y

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    muchos estudios que aslan uno de tales numerosos sistemas disponibles simultneamente fueron llevadosa cabo bajo la ltima suposicin de que la nica base posible para la descripcin es un sistemahomogneo invariable. Entonces, descubrimos que Sivertsen, en su excelente estudio del EnglishCockney (1960) abstrae de los datos actuales y proporciona una explicacin homognea del Cockneyindependientemente de cualquier alternancia con los sistemas coexistentes. Bailey hizo lo mismo en suaguda explicacin de la sintaxis del Creole Jamaiquino (1966). En ambos casos se supone que loselementos variables en los datos son producto de la mezcla de dialectos inserciones irregulares dellenguaje standard con el cual los hablantes se ponen en contacto. El coherente sistema del Cockney oCreole fue identificado como el conjunto de variantes que eran las ms distintas del lenguaje standard.

    Aunque estudios aislantes de esta naturaleza provean valiosos puntos de inicio para el anlisislingstico, segn nuestra opinin ofrecen bases no racionales para la explicacin del cambio lingstico.Tales abstracciones son sin duda ms consistentes que los datos actuales y entonces ms dciles para elestablecimiento de reglas sin excepciones. Por otra parte, si uno intenta describir cmo un hablante deCockney o de Ingls Jamaiquino usa actualmente su lenguaje, se produciran muchas inconsistenciasconfusas e ininterpretables en los datos. Tales inconsistencias se interpretaran dentro de un modelo msadecuado del lenguaje diferenciado aplicable a la entera comunidad de habla, que incluye elementosvariables dentro del sistema mismo.

    3.3.1. Variables lingsticas dentro del sistemaNo hay duda de que el modelo diferenciado de una comunidad de habla presentado hasta aqu no

    es totalmente adecuado para dar cuenta de la complejidad de la estructura observada. Es verdad que enmuchos casos encontramos un cambio de cdigo regular entre dos estructuras integradas, como en elcambio entre Francs Canadiense e Ingls. Tal cambio implica estricta co-ocurrencia entre elementoslingsticos y las reglas implicadas. Un cdigo o sistema es concebido como un complejo de reglas ocategoras interrelacionadas que no pueden mezclarse casualmente con reglas o categoras de otro cdigoo sistema. De tal manera, por ejemplo, uno puede normalmente decir en Creole Jamaiquino im tired atiredo en Ingls Standard hes tired, thats all(est cansado, eso es todo), pero no hes tired a tired.La estricta co-ocurrencia se reclama a menudo para las reglas de un dialecto, pero rara vez se ofrece la

    prueba. Un requerimiento mnimo sera para el analista establecer que por encima de un suficientementeamplio estimado de sentencias A y A estuvieran asociadas con la misma sentencia, y B y B, pero que nose encuentra ninguna instancia de A y B o A y B; no obstante, este tipo de postulacin es raramente

    proporcionado.Mientras que a menudo sucede que los detalles de la situacin de alternancia no toleran tal

    reclamo, se fuerza al analista a sostener que los hablantes pueden cambiar los cdigos en medio de unaoracin, una clusula, o una frase, no slo una vez sino muchas. Por ejemplo, se sostiene que en el hablade los chicos pequeos negros en las ciudades norteas, no aparece la cpula, en tiempo presente, comoen You a swine! (T un chancho). No obstante para todos los hablantes en esta comunidad la cpula isaparecer frecuentemente en esta frase. No es infrecuente encontrar en la interaccin del grupo de paresms acalorada, aserciones tales comoMake believe this is a team and this a team! (Creme, pues esto esun equipo y esto una junta de animales). Pretender que esta y cientos de otros tales ejemplos son

    instancias de cambio de cdigo sera una creacin (artifact) de la teora y difcilmente una conclusinineludible requerida por los datos.

    Para explicar tal ntima variacin, es necesario introducir otro concepto al modelo de metdicaheterogeneidad que se desarrolla aqu: la variable lingstica un elemento variable dentro del sistemacontrolado por una simple regla.

    La variabilidad inherente del fenmeno lingstico fue de considerable inters para los miembrosdel Crculo de Praga. En 1911 Mathesius puso objeciones a los requerimientos de Paul acerca de que laslenguas necesariamente deben ser estudiadas bajo el aspecto de su homogeneidad. Los lingistas hanolvidado, argumenta Mathesius, que la homogeneidad de la lengua no es una cualidad actual delfenmeno examinado, sino una consecuencia del mtodo empleado (p. 2). En realidad la lengua secaracteriza por la oscilacin sincrnica en el habla de los individuos. Al aspecto sistemtico (codificado)

    de esta oscilacin Mathesius lo llama potencialidad:Si cualquier dialecto fuera absolutamente conciente desde el

    punto de vista fontico, implicara la regularidad de su inventario

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    de sonidos y la composicin fontica de cada palabra individual;por el contrario, la potencialidad fontica de los dialectos implicapotencialidad del inventario y/o de su distribucin en las palabras.(p. 23-24)

    Mathesius fue cuidadoso al aclarar que la potencialidad que l discute es primariamente unfenmeno sincrnico. Pueden, por supuesto, tambin ser oscilaciones dinmicas, pero:

    La sucesiones (issues) dinmicas (= diacrnicas) podrn sersolucionadas solamente despus de que una investigacin msexhaustiva sobre lenguajes individuales haya establecido confirmeza qu fenmenos pueden ser encontrados en ellas, en eltiempo dado, como constantes y cules como potenciales.Solamente entonces uno estar en condicin de preguntarse porcunto tiempo un fenmeno potencial puede an seguir siendocontemplado como bsicamente el mismo fenmeno, slo afectadoescasamente por un desvo (shift) de su potencialidad y cundo uno

    ya debe admitir la existencia de un nuevo fenmeno , quesubstituye a . Las investigaciones necesarias sern muy difciles,pero slo despus de que ellas sean emprendidas estaremos mejorinformados acerca de los fundamentos de qu es lo que estsucediendo con el lenguaje sobre el que estuvimos especulandohasta aqu.

    Las muestras de Mathesius exhiben un claro reconocimiento del problema de transicin quehemos planteado anteriormente; aunque, ellas no sealan que l haya tenido xito en la integracin de sunocin de potencialidad en una descripcin sistemtica del lenguaje. Estas muestras sealan unadistribucin cercana al azar de la ampliacin u oscilacin de opciones gramaticales una variacin sindireccin. El nfasis est puesto sobre la variabilidad del individuo ms que sobre las regularidades

    inherentes en tal variacin.Los autores de la Escuela de Praga continuaron en las dos ltimas dcadas desarrollando su

    inters en la variabilidad y el cambio continuo. Estamos especialmente impactados por los trabajos deNeustupn (1961, 1966), que reformulan los puntos de vista de V. Skalika y presentan crticas agudas alsistema rgido y categrico normalmente utilizado por los lingistas. Neustupn insiste acerca delreconocimiento del carcter complejo de las categoras lingsticas y la importancia de los elementos

    perifricos y marginales, no fracasa en subrayar la importancia de estos conceptos para la teora delcambio lingstico:

    Las clases cerradas no permiten la transicin de un fonema a otro... No fue accidental que R. Jakobson ... postulara para los cambiosfonolgicos el carcter de saltos (leaps) absolutos. Sin embargo, el

    mtodo descripto puede explicar el cambio por el desarrollointerior gradual dentro de una clase fonolgica o grupo de clases.(1961: 6)

    Los trabajos acerca del cambio histrico llevados a cabo por Vachek (1964 a) contribuyeron engran manera a nuestra comprensin acerca del rol de elementos perifricos y su falta de integracinsistemtica, en trminos completamente coincidentes con el punto de vista de Martinet. Pero a pesar denuestra profunda coincidencia terica con la posicin de la Escuela de Praga, debe admitirse que no han

    presentado sus puntos de vista con la adecuada precisin formal para la complejidad de los datoslingsticos. Tampoco han desarrollado los mtodos empricos para trabajar dentro de una comunidad dehabla que les permitan investigar los procesos de cambio continuo de manera convincente. Por

    consiguiente, es incomprensible que estos escritos no hayan tenido el impacto sobre la escenanorteamericana que se podra haber garantizado por su importancia terica. Ciertamente no es suficientesealar la existencia o importancia de la variabilidad: es necesario entenderse con los hechos de la

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    variabilidad con suficiente precisin para permitir no incorporarlos en nuestro anlisis de la estructuralingstica.

    Una variable lingstica debe ser definida bajo condiciones estrictas si va a tomar parte de unaestructura lingstica; de lo contrario, uno podra estar simplemente abriendo amplias puertas a reglas enlas que se aplica frecuentemente, ocasionalmente o alguna vez. La evidencia cuantitativa para lacovariacin entre la variable en cuestin y algn otro elemento lingstico o extralingstico le

    proporciona una condicin necesaria para la admisin de tal unidad estructural. La covariacin puedeoponerse a la estricta co-ocurrencia, o la co-ocurrenciapuede ser considerada como el caso lmite de lacovariacin. Las pruebas de las relaciones co-ocurrentes estrictas pueden de hecho surgir de unainvestigacin cuantitativa del tipo que provee la prueba de covariacin. Puede considerarse que todas lasreglas sean de la forma:

    (1)

    (2) g [B] = f (C, D, E ...),

    A g [B] / X Y___

    donde B tiene uno o ms rasgos de A, y C, D, y E son variables lingsticas o extralingsticas. Laexpresin g [B] es la variable lingstica definida por la regla, usualmente llamada (B). Entonces lavariabilidad de la pronunciacin de ren la ciudad de New York puede ser representada:

    (3)

    (4) g [r] = f (estilo, clase, edad).

    En (3), la categora /r/ es reescrita como la variable (r) en posicin final y delante de consonante,equivalente a la frecuencia de la consonante [r] contracta, una funcin de estilo, clase y nivel de edad del

    hablante. La regla categorial usual tiene el valor del conjunto g en (1). Cuando sistemas completos devariantes covaran juntos, entonces el valor de controlar la funcin g es idntico para cada regla quediferencie los sistemas. El valor de g tambin puede ser idiosincrtico para una variable particular, peroemparentado con otras variables en una forma ms o menos regular. El sistema heterogneo es entoncesvisualizado como un conjunto de subsistemas que alterna de acuerdo con un conjunto de reglas co-ocurrentes, mientras dentro de cada uno de estos subsistemas podremos encontrar variables individualesque covaran pero que no estrictamente co-ocurren. Cada una de estas variantes podr finalmente serdefinida por funciones de variables independientes extralingsticas o lingsticas internas, pero estasfunciones no necesitan ser independientes de otra. Por el contrario, uno normalmente esperara encontrarntima covariacin entre las variables lingsticas.

    El problema de transicin: Cualquier estudio serio de la transicin de un sistema lingstico a

    otro requerir la determinacin del valor de una variable lingstica. Es posible, por supuesto, que uncambio lingstico pueda ocurrir como un paso discreto una mutacin simultnea de gramticas por

    parte de gran nmero de hablantes, a pesar de las dificultades establecidas precedentemente ( 2.41). Noobstante, los cambios que han sido estudiados profundamente (ej. Gauchat 1905; Hermann 1929;Reichstein 1960; Labov 1963, 1966) muestran transiciones continuas en las frecuencias y valores modalesde las formas. As podemos escribir para la comunidad de Gauchat de Charmey

    (5) g [ i]g f (time)

    es decir, la variable (ey) que representa la diptongacin de [] es una funcin de tiempo. La

    variable independiente de tiempo es a menudo deducida solamente a partir de un estudio de sudistribucin a travs de niveles de edad; ste fue verdaderamente el caso con Gauchat, quien actualmentemostr que:

    Z

    K/r/ g [r] /

    #

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    (6) g = f (edad)

    El trabajo de Hermann, una generacin posterior, proporcion los datos necesarios para salir de lasobservaciones de los niveles de edad a afirmaciones acerca del tiempo real, para el diptongo [i] lo hizode hecho, en forma bastante general a lo largo de la poblacin. En otros casos, los estudios cuantitativosdetallados de la distribucin a travs de niveles de edad han servido para complementar observacionesms fragmentarias hechas una generacin antes para proporcionar el necesario punto de anclaje ydistinguir la graduacin de edad para el proceso del cambio lingstico.

    Si la variable lingstica fuera una simple distribucin a travs de niveles de edad, entonces elproceso de transferencia desde un grupo de hablantes a otro algo ms joven sera un hecho misterioso,ms fcil de notar que de explicar. Podramos proponer una intrincada serie de prstamos (Bloomfield,1933: 403) o argumentar junto con Halle que las gramticas de los jvenes hablantes son reconstituidas atravs de lneas ms simples con la consecuente mutacin en las reglas ( 2.41 anterior). No obstante, loscasos que han sido estudiados ms cuidadosamente muestran a la variable como una funcin de estilo,tanto como la edad, an en los estadios ms tempranos. Encontramos que hablantes no educados, quemuestran muy poca autoconciencia e incorreccin en estilos formales, a pesar de eso mostrarn unadiferenciacin estilstica entre modas arcaicas e innovadoras. Por ejemplo, hablantes de clase trabajadora

    de la ciudad de New York usan escasamente vocales altas en coffee, more, losten expresiones enfticas yafectivas, an cuando ellos no se desvan hacia las vocales bajas en estilo formal como lo hacen hablantesde clase media (Labov 1966: 256). Nosotros entonces observamos en su habla la diferenciacin devariantes innovadoras y arcaicas de esta variable (oh):

    (7) (oh) = f (edad, estilo)

    El problema de inclusin: Los lingistas son naturalmente desconfiados de cualquier explicacindel cambio que fracase en mostrar la influencia del entorno estructural sobre el rasgo en cuestin: esrazonable presumir que el rasgo se incluye en una matriz lingstica que cambia con l. An ms,

    podemos argumentar que los factores externos tienen menos efectos sobre un rasgo que es miembro de unsistema equilibrado que sobre rasgos aislados. Estudios precisos acerca de la covariacin ntima entre

    variables lingsticas en el proceso del cambio proporcionan la evidencia emprica ms persuasiva detales efectos sistemticos, aunque las explicaciones de cambios acabados no dejan de tener valor en esteaspecto.

    Entonces en el sistema voclico de la ciudad de New York (Labov, 1966: 507 ff) encontramosuna variable (ah), que representa el grado de atraso de la vocal larga e introdeslizante en father,pa, car,guard, bar. Esta variable es una funcin de otra variable lingstica (oh), anteriormente mencionada.Podemos representar esta covariacin por la notacin abreviada:

    (8) (ah) = f (oh)

    Esta expresin puede emparentarse con una notacin del rasgo ms analtica hasta donde el conjuntobinario de rasgos en una fonologa generativa es reemplazado por un conjunto ms pequeo de

    dimensiones lineales. Por las razones subrayadas con anterioridad ( 2.41) el aparato del rasgo distintivopuede reemplazarse aqu por un conjunto homogneo de direcciones que definen las locaciones en unespacio fonolgico; no obstante, no podemos trazar las bases cuantitativas para tales dimensiones aqu y

    por lo tanto nos quedaremos con el binario. Las reglas que se dan seguidamente se aplican slo a vocalestensas generadas en un sistema carente de rdespus de que [r] se convierte en vocalizada y las vocales

    precedentes se abren, y por consiguiente los rasgos [+ tenso, + voclico, - consonante] se comprendenpara cada segmento con los que se opera. La regla (9) define la variable (oh) y la (10) define (ah). Elestatus sistemtico de (ah) es establecido por (11), para no dar cuenta de este parentesco, (10)simplemente establece la gravitacin de las (ah) varias.

    (9)~ (oh)

    + comp. comp. ____- diff. / [ + grave]

    + round round

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    donde 1 < < 5 y = k

    (10)

    (11) = f [] = k2 - a2 p. ej.: (ah) = f (oh)

    Las reglas tales como la (11) no son predictivas acerca de las aserciones individuales de hablantesindividuales. Un gran nmero de pequeos efectos contribuye al bajo nivel de fluctuacin que hace tales

    predicciones imposibles. Pero el nivel de fluctuacin o variabilidad casual es relativamente bajo: (11) seaplica a un pequeo nmero de aserciones de un pequeo nmero de hablantes, de tal manera que elverdadero valor de la variable alcanza el lmite predecido por la regla. Entonces, (11) es una regla de lagramtica de una comunidad lingstica, no de un idiolecto.

    Cuando indagamos an ms en el sistema de vocales largas e introdeslizantes, encontramos que

    (ah) puede ser determinada por una regla ms simple y ms precisa que incluya una tercer variable (eh), laaltura de la vocal en bad, bared, dance. Podemos reemplazar el trecho de frmula de (11) con:

    (12)

    (13) = f (, ) = ( ) p. ej., (ah) = g ((eh) (oh)).

    La regla (13) establece que si (eh) es ms alta que (oh), entonces (ah) es relativamente anterior; pero si

    (oh) es ms alta que (eh), (ah) retrocede.Las vocales de otros subsistemas estn tambin implicadas: (ah) exhibe estricta co-ocurrencia con

    (ay) que representa el retroceso del primer elemento de la vocal en my, side.

    (14) (ah) = (ay) = g ((eh) (oh))

    No se necesita aqu una regla del rasgo adicional, pues (ay) es equivalente a [ grave] y es porconsiguiente regida por (11). En forma similar, (oy), la altura de la vocal en boy,Lloyd, muestra estrictaco-ocurrencia con (oh) en la lengua verncula bsica, y no requiere tratamiento adicional. No obstante, el

    parentesco entre (ah) y (aw), el retroceso de la vocal en now, mouth, no es aquel de la estricta co-ocurrencia. Como una consecuencia de su posicin estructural en el subsistema posterior supradeslizante(aw) covara inversamente con (ah) y (ay) (Labov 1966: 50). En su forma ms simple, esta relacin puede

    expresarse por (10), que precedera a (10):

    (10)

    La extraordinaria complejidad de las relaciones de (ah), (oh), y el resto ilustran la riqueza de losargumentos de naturaleza puramente lingstica que pueden proponerse para dominar los problemas de

    estructura lingstica dentro de un modelo diferenciado. Pero aqu hay poderosas implicancias tambinpara la teora del cambio lingstico. Parece que el primer paso en esta compleja cadena de relaciones fuela elevacin de (eh), que transmite la elevacin paralela (generalizada) de (oh), que provoca el retrocesoasociado de (ah) y una elevacin paralela de (oy). El retroceso de (ah) y la elevacin de (oy) provoca un

    (ah) _____[ +grave] [grave] / + comp. - diff.

    - round

    ~ (eh) ____+ comp. [comp.] / - grave

    - diff. - round

    [ +grave]

    [ - grave] / ____

    + comp. - comp.- diff. + grave- round + round

    - cons.

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    retroceso de (ay), que se acompaa con una oposicin anterior de (aw). Esta secuencia de sucesos puedesostenerse con porcentajes en su distribucin a travs de varios niveles de edad de la poblacin, y con laevidencia independiente de estudios anteriores (Labov 1966: 559-564).

    Esta cadena de sucesos indica que las relaciones estructurales dentro del lenguaje no tienen elinmediato, categrico e instantneo carcter que a veces se sobreentiende en las discusiones acerca delmodelo homogneo. Es verdad que la elevacin de (eh) produce la elevacin de (oh): reconocemos lasimetra antero-posterior como una de las condiciones casi universales del cambio lingstico. Pero lageneralizacin no tiene lugar instantneamente; por el contrario, pasan tres o cuatro dcadas antes de quela elevacin de (oh) est en su plenitud. Los cambios asociados muestran desplazamientos similares quese pueden delinear en los datos. Luego vemos que algunas relaciones estructurales son ms remotas ymenos apremiantes que otras: una conclusin obvia y de sentido comn, pero que es difcil de manipularsin incluir variables lingsticas en nuestra opinin acerca de la estructura.

    Los parentescos internos de (eh), (ah), (ay), (aw) y (oy) son lo suficientemente complejos comopara satisfacer cualquier solicitud para la demostracin del carcter sistemtico de sistemas fonolgicos.Pero no explican el proceso de cambio lingstico involucrado. Dado el hecho de que es dependiente dey , y que es, en verdad, parcialmente dependiente de , debemos an explicar la conducta de . Estavariable muestra el comportamiento ms complejo y el mayor nmero de determinantes. No es posible

    decir que es a su vez dependiente de otra variable lingstica. El sistema de cambios no es determinantemutuamente: la evidencia ms bien apunta a:(15) (eh) = [comp.] = f (edad, estilo, clase, sexo, grupo tnico)

    En tanto que , el rasgo variable de (oh), no es independiente de , tambin muestra un amplio espectrode determinantes sociales por una regla similar (Labov 1966: 254-258, 292-315). Los lingistas quedesean evitar el estudio de factores sociales no podrn penetrar mucho en este sistema: hay una matrizsocial en la que se incluye el cambio lo mismo que una lingstica. Las relaciones en el contexto social noson menos complejas que las relaciones lingsticas recin propuestas y se requieren sofisticadas tcnicas

    para su anlisis. Pero por varias razones los lingistas no han continuado la explicacin del cambiolingstico en este rea con la habilidad y la energa necesarias. En el apartado siguiente consideraremos

    brevemente los antecedentes histricos de este rechazo.

    El problema de la inclusin: la necesidad de realismo social: Uno de los primeros y mselocuentes reclamos por el rol de los factores sociales en el cambio lingstico fue hecho por Meillet:

    El lenguaje es una institucin con autonoma propia; uno debe,por consiguiente, determinar las condiciones generales deldesarrollo desde un punto de vista estrictamente lingstico; ... peroya que el lenguaje es [tambin] una institucin social, se deduceque la lingstica es una ciencia social, y el nico elementovariable al que uno puede contemplar para explicar el cambiolingstico es el cambio social, del cual las variaciones lingsticasno son sino consecuencias algunas inmediatas y directas, y ms amenudo mediatas e indirectas. (1906 a: 17)

    Los intentos del siglo XIX para explicar el cambio lingstico se frustraron. Meillet sinti, que fueporque las leyes con las que se operaba establecan slo las posibilidades, no las necesidades deldesarrollo. La forma ms convincente de la explicacin debera provenir de un anlisis de las condicionessociales.

    Pero para Meillet esto permaneci, por largo tiempo, como un conjunto de buenos deseos.Cuando l se propuso aventurarse en una concreta exploracin de factores sociales, estaba en el msapropiado dominio del cambio lxico (1906 b); an all, l trabaj con el pasado remoto, y el nico

    proceso socialmente determinado que l consider fue la formacin de vocabularios de camposespecializados y la infusin de palabras en la circulacin general.

    En el estudio histrico de los dominios ms ntimamente lingsticos de la lengua, la fonologa y

    la gramtica, la referencia a los factores sociales nunca estuvo por supuesto completamente ausente de laliteratura. Wyld (1936), por ejemplo, fundamenta sus conclusiones acerca de la historia del Ingls encartas y documentos escritos por un amplio espectro de las clases sociales inglesas; Joos (1952) arguy

    persuasivamente que la diferencia demarcadora de prestigio es esencial para explicar el vestigio

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    fontico (phonetic drift) en Francs antiguo; el ejemplar trabajo de Kkeritz (1953) y Fnagy (1956)penetra profundamente en el contexto social del cambio histrico. Pero para ventaja de la teoralingstica organizada y acumulativa, estas contribuciones permanecieron apartadas. En los apartados dela teora una proporcin inversa se desarroll entre los grados a los que una explicacin del cambio podratenerse en cuenta como lingstica o social. Meillet (1906 a), todava no habituado al purismo estructural,abogaba por una lingstica con explicaciones sociales; tericos ms modernos, engredos con el xitocreciente de las explicaciones estructurales, incomprensiblemente caan en excursiones a la matriz socialde la lengua casi superficiales por comparacin. Kurylowicz tom una posicin extrema: Uno debeexplicar los hechos lingsticos con otros hechos lingsticos, no con hechos heterogneos ... unaexplicacin a expensas de hechos sociales es metodolgicamente un descarrilamiento. (Lingua 1.84[1948]; citado por Pulgram 1961: 324 n.) Para Kurylowicz, an la influencia de las otras lenguas erairrelevante: la teora del substratum ... no tiene ninguna importancia para el lingista. Una diferente ymenos recalcitrante delimitacin de la lingstica fue propuesta por Martinet (1955: 190-195).

    El disgusto por las sociologizaciones superficiales mostrado por Martinet, Kurylowicz y otrospodra haber estado justificado por los hechos entonces disponibles. Nosotros creemos, sin embargo, que,como resultado de los recientes estudios de las estructuras sociolingsticas complejas y el cambiolingstico en Ingls Americano que hemos citado, una posicin de agnosticismo sociolgico en la

    lingstica estructural se convierte en obsoleta. Los factores sociolgicos formulados slidamente, ahorahan sido aducidos para explicar las distribuciones y desvos en los fenmenos lingsticos que, desde unpunto de vista estructural, hubieran sido vistos como casuales. Se deduce de aqu que el ampliado examenlingstico del cambio lingstico encontrar difcil evitar la ampliacin del rea de su competencia o elaumento de colegas que aporten nuevas fuentes de datos confiables.

    Muchas de las variables lingsticas que se han estudiado muestran una compleja estructuralingstica, en la cual el valor de la variable est determinado por diversos factores sociales y lingsticos,como se sugiere con las reglas esquemticas (3) (4) mencionadas antes. La interpretacin de los datosen trminos del cambio lingstico depende totalmente de la total estructura sociolingstica y nosimplemente de la distribucin en el tiempo aparente o real. La variable (r) en la ciudad de New York

    proporciona una de tales muestras de la complejidad de datos requerida para el anlisis del cambiolingstico en proceso.

    Lo que el grfico N 2 muestra significa los ndices de (r) la frecuencia de (r) contracta enposicin final y delante de consonante para una cantidad de subgrupos entre hablantes adultos nativosde la ciudad de New York en habla informal. A lo largo del eje horizontal hay cuatro agrupaciones poredad, cada una subdividida en niveles socioeconmicos 0-1, 2-5 y 6-8, informalmente clasificados clase

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    baja, clase trabajadora y baja clase media. El nivel del grupo socioeconmico ms alto, 9, alta clasemedia se indica con la lnea punteada. No hay una tendencia claramente marcada hacia un incremento enla pronunciacin de r, la gran mayora de los neoyorquinos permanece carente de r, como uno puede oren cualquier ocasin en las calles de la ciudad. Lo que el grfico N 2 muestra es un incremento en laestratificacin de (r): la distancia entre la alta clase media y el resto de la poblacin se acenta. Para losgrupos de edades ms avanzadas, no hay ninguna estructura especial en la distribucin de (r); para losgrupos ms jvenes, [r] ha evidentemente adquirido el significado social de una pronunciacin

    prestigiosa.El grfico N 3 resume la situacin para todos los grupos por edad y agrega datos acerca de un

    rango ms amplio de estilos. El eje horizontal muestra habla informal, estilo A, sobre la izquierda,seguido por estilos en los cuales se presta ms y ms atencin al habla; en el extremo derecho aparece elcontexto de pares mnimos en el que la variable fonolgica misma es el foco de atencin (godvs. guard).El estatus de [r] como una marca de prestigio est aqu indicado por la direccin generalmente ascendentede todos los subgrupos desde los contextos informales a los ms formales. La clase 6-8, en especial,muestra un incremento extremadamente rpido, sobrepasando el nivel de la clase 9 en los estilos msformales (Para ms detalles ver Labov 1966: 237-249, 342-355).

    Cmo es que un lingista socialmente agnstico puede reaccionar frente a estos hechos? Elhecho de que nosotros estemos trabajando con un cambio en proceso es evidente a partir de lasdiferencias medio-generacionales que se desarrollan en el grfico N 2 e independientemente seconfirman de muchas otras maneras que no podemos desarrollar aqu. Eso de que la conducta de

    subgrupos socioeconmicos es diferenciada est tambin establecido (ver pjs. 154-204 paraprocedimientos de muestreo). Un lingista que excluya los factores sociolgicos tendra que trabajar conel Ingls de la ciudad de New York como un grupo de dialectos separados que se hallan casualmentecambiando en forma paralela, o, si ignora la diferenciacin socioeconmica, considerndola como un

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    simple objeto caracterizado por variacin libre masiva. Cualquiera de las actitudes, sin embargo, loprivara de la explicacin ms obvia para la conducta de la mayora el hecho de que el cambio seorigina en el subgrupo colocado como el ms alto. Y seguramente la conducta de cada una de las clasesen los varios estilos no es un indiferente desvo entre estilos casuales: el carcter de (r) como un rasgo de

    prestigio se confirma por el entramado entero de desigualdades estilsticas y sociales.Finalmente para subrayar el alto nivel de la organizacin estructural en este diagrama, debemos

    considerar que aparece a primera vista como una irregularidad casual del grfico N 3: elentrecruzamiento de la clase 6-8 en los estilos D y D. En algn caso, tal rasgo permanecera como unadesviacin inexplicable para el modelo estructural. No obstante, observamos que el grupo del segundostatus ms alto desva sus clasificaciones con el grupo del status ms alto en el estilo formal en otros doscasos de cambio lingstico en proceso de la misma manera. Este modelo de hipercorreccin tambinvuelve a aparecer en el estudio independiente de Levine y Crockett de la pronunciacin de ren Carolinadel Norte (1966: 223, cf. Tabla 7, Educacin). Hay razn para creer que tal hipercorreccin es unimportante mecanismo en la transmisin descendente de un modelo de prestigio y la consumacin delcambio lingstico. (Labov 1966 b).

    La evaluacin de las variables lingsticas: En el apartado 3.14 consideramos la evaluacin delproblema en relacin con los cdigos alternantes o los sistemas coexistentes dentro de una estructura de

    lenguaje heterogneo. La evaluacin de variables lingsticas individuales plantea algunos problemasespeciales, pero se ha hecho un considerable progreso en su solucin (Labov 1966: 405 ff.). Lasapariencias equiparadas presentadas a los oyentes deben controlarse de manera de poder diferenciarslo la simple variable lingstica puesta a consideracin.

    La evaluacin social de (r) en la ciudad de New York ha sido estudiada en detalle: los resultadosindican un extraordinario grado de coincidencias en reacciones subjetivas a (r) como una norma de

    prestigio [de la clase media]. Pero esta coincidencia es slo caracterstica del grupo de edad ms joven.Para individuos de ms de cuarenta, hay una considerable variacin en reacciones subjetivas; pero todoslos individuos de menos de cuarenta coincidieron en su evaluacin [inconsciente] positiva de [r]. Lacomparacin del grfico N 4 con el N 2 muestra que este cambio de categora en estudio coincide con elincremento de la estratificacin de (r) discutido anteriormente. El cambio es ms llamativo en ladimensin de la evaluacin social que en el modelo de la conducta lingstica.

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    En el grfico N 4 trabajamos con reacciones evaluativas sistemticas para los rasgos lingsticos

    que el oyente no puede conscientemente percibir. Tal evaluacin sistemtica se asocia regularmente convariables lingsticas que muestran estratificacin social y estilstica. Para algunas variables, el nivel deconciencia social es tan alto que son lugares comunes prominentes en cualquier discusin acerca delhabla. Estos estereotipos lingsticos no estn emparentados con la conducta lingstica en alguna moda

    parte por parte; estn vivamente concentradas en tems lxicos individuales ms que en categorasabstractas. La correccin en los estilos formales asociada con tales estereotipos es extrema perocaprichosa en su distribucin, y se acompaa con una considerable tensin psicolgica para la mayora delos hablantes: los resultados son conjuntos asistemticos e inestables de contrastes caractersticos dellenguaje formal. Entonces las palabras aunt o vase que se insertan en el texto ledo son la causa deextraordinaria vacilacin y confusin; las fuertemente acentuadas vocales (oh) en office, chocolate ycoffee estn irregularmente disminuidas a [] y entonces contrastan dbilmente con [] y [{]; loshablantes que tienen [] en birdridiculizan el estereotipo [] que perciben en otros boid; muchos quetienen altos porcentajes de pausas suaves para las fricativas interdentales se sienten profundamenteheridos y se les dice que tienen dificultades con sus dems y doses.

    La investigacin de tales percepciones sociales proporciona un rico cuerpo de datos sobre las

    ltimas etapas del cambio de lengua, aunque no revela los aspectos ms sistemticos de la evolucinlingstica. La correccin social abierta es espordica, ya que, cuando una variable lingstica adquieresignificacin social, los hablantes substituyen la norma de prestigio por la vernacular bsica como uncontrol de audio-monitoreo. La disgregacin entre la produccin y la percepcin, como se la estudia atravs de pruebas de auto-evaluacin (Labov 1966: 455-480), proporciona un camino ms para el anlisisdel cambio en proceso. El estudio de las afirmaciones abiertas acerca del lenguaje sustentan muchos

    puntos de penetracin dentro de los factores sociales que dominan el cambio de lenguaje, y dentro de lasfuentes de irregularidad que perturban el curso del cambio de sonido; pero para relacionar estos datos conla evolucin de la vernacular bsica es un asunto que requiere un conocimiento detallado acerca de lacomunidad del habla y de la considerable sofisticacin lingstica.

    3.4. Principios empricos para la teora del cambio del lenguaje

    En la tercera parte de nuestro trabajo presentamos algunos descubrimientos empricos que sonsignificativos para la teora del cambio del lenguaje, y tambin conclusiones certeras a partir de estosdatos para la mnima complejidad de la teora de la estructura lingstica que puede explicar a estecambio. Tambin nos ocupamos de los mtodos para emparentar los conceptos y afirmaciones de unateora del cambio con la evidencia emprica es decir, la evidencia que se basa en reglas para acuerdosintersubjetivos. En esta parte final, resumiremos ciertos principios relacionados con los fundamentosempricos para la teora del cambio; organizaremos la discusin, como lo hicimos previamente, entrminos de los problemas que hay que resolver.

    El problema de la restriccin: Hemos indicado que un posible logro de la teora del cambio esdeterminar el conjunto de posibles cambios y de posibles condiciones para el cambio; a tal punto que tal

    programa se origina de partir de un serio estudio de cambios en proceso, creemos que tal proceso puedeconcluirse. Una restriccin general de tal naturaleza parece aplicarse a reas donde un sistema de dosfonemas est en contacto con un sistema fusionado de un fonema: decimos que, excepto bajo ciertascondiciones especiales, la direccin del cambio ser en favor del sistema de un fonema. Observamos,como otro ejemplo, muchos casos de desvos correlacionados en cadena, donde aparecen vocales

    perifricas [tensas], y ninguno en la direccin opuesta.Podemos tambin destacar que no toda combinacin de factores sociales y lingsticos ha sido

    observada en estudios para tener en cuenta; ni tampoco todas las posibles combinaciones de variableslingsticas han sido observadas. En ningn caso, por ejemplo, hemos encontrado una variable que seorigina como un estereotipo social. Con estratificacin estilstica y en un estadio posterior emerge comouna variable social sin desvo estilstico.

    El problema de transicin: Todos los cambios sometidos a cuidadoso escrutinio emprico hanmostrado largamente una distribucin continua a travs de sucesivos niveles de edad de la poblacin.Entre dos etapas observadas de un cambio en proceso, uno normalmente ensayara descubrir la etapainterviniente que define el trayecto por el cual la estructura A evoluciona hacia la estructura B.

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    Encontramos que la teora del cambio del lenguaje puede aprender ms de aquellos as llamadosdialectos transicionales que de los dialectos substanciales (Herzog 1965: 1-5). En verdad, se gana msconsiderando a todo dialecto como transicional. Consecuentemente, no hay necesidad de distinguir entrecambio interdialectal y mezcla de dialectos [simultneamente disponibles].

    Observando algunos subsistemas de variables como los sealados con el rasgo innovador /arcaico, la teora del lenguaje puede observar el cambio del lenguaje tal como tiene lugar. De laobservacin in vivopuede aprender cosas acerca del cambio del lenguaje que estn simplemente perdidasen las memorias del pasado.

    Esta transferencia o transmisin de rasgos de un hablante a otro pareciera tener lugar por el mediode hablantes bidialectales, o ms generalmente, hablantes con sistemas heterogneos caracterizados pordiferenciacin metdica. El cambio tiene lugar (1) cuando el hablante aprende una forma alternativa, (2)durante el tiempo en que las dos formas existen en contacto dentro de su competencia y (3) cuando una delas formas se transforma en obsoleta. La transferencia parece tener lugar entre grupos de pares de nivelesde edad ampliamente diferentes; toda la evidencia emprica recogida para implicarlos indica que loschicos no presentan las caractersticas dialectales de los padres; sino ms bien aquellos del grupo de paresque domina sus aos pre-adolescentes.

    El problema de la inclusin: Hay muy poco desacuerdo entre los lingistas acerca de que loscambios de lenguaje que son investigados deben ser incluidos en el sistema lingstico como un todo. Elproblema de la provisin de fundamentos empricos sonoros para la teora del cambio gira en torno avarios interrogantes acerca de la naturaleza y extensin de su inclusin.

    (a) Inclusin en la estructura lingstica: Si la teora de la evolucin lingstica es para evitarnotables misterios dialcticos, la estructura lingstica en la que el rasgo cambiante est inserto debe serampliada ms all del idiolecto. El modelo de lenguaje entrevisto aqu tiene (1) capas discretas,coexistentes, definidas por la estricta co-ocurrencia que estn funcionalmente diferenciadas y disponiblessimultneamente en una comunidad de habla, y (2) variables intrnsecas definidas por covariacin conelementos lingsticos y extralingsticos. El cambio lingstico por s mismo produce escasamente uncambio de un sistema completo a otro. Por el contrario, encontramos que un conjunto limitado de

    variables en un sistema desva sus valores modales gradualmente de un polo a otro. Las variantes de lasvariables pueden ser continuaso discretas; en otro caso, la variable misma tiene un continuo espectro devalores, ya que incluye la frecuencia de ocurrencia de variables individuales en el habla generalizada. Elconcepto de una variable como un elemento estructural hace innecesario tomar en consideracin a lasfluctuaciones en uso como externas al sistema, para el control de tales variaciones est una parte de lacompetencia lingstica de los miembros de la comunidad de habla.