Victoria

JULIO26.2015

AÑO 27

1.457NÚMERO

revista dominical

Marco Comesaña nos aconsejaEl instructor de circui-tos 3.0 estrena hoy su columna mensual en la que tratará temas para tu salud.

ESTILOOUTFITS

PARA LUCIR EN

LA OFICINA

LA ACTRIZ NO PIERDE VIGENCIA EN LA PANTALLA LATINOAMERICANA, POR ESO HACE UN BALANCE DE SU CARRERA EN ESTA EDICIÓN.

Ruffo

8 facetas JULIO 29 . 2015

A sus 53 años, Victoria Ruffo sigue protagonizando telenovelas que derivan en altos niveles de audien-cia en México, recorren el mundo y se repiten una y

otra vez. Dos de sus múltiples éxitos televisivos, La madrastra (2005) y Corona de lágrimas (2012), vuelven a estar al aire en canales por suscrip-ción para emocionar hasta en llanto a los amantes del melodrama en América Latina y a los admiradores de la actriz mexicana de ojos verdes. Esas historias, entre muchas, y el cariño inconmensurable del público han hecho que hoy sea conocida como La queen (La reina), un título que le dio su fanaticada en las redes sociales y por el cual la recono-cen sus colegas en el medio artístico. “Es muy difícil poder decir si me siento la reina de las telenovelas. Creo que he dado lo mejor de mí y lo seguiré haciendo —expresa desde su resi-dencia en México—. Agradezco mucho que me hayan bautizado de ese modo porque la televisión ha sido mi vida y seguirá siendo”. —¿Qué significó para usted representar a una madre como Refugio Chavero en Corona de lágrimas?—Es un personaje entrañable para mí. Lloré mucho y creo que han de haber llorado mucho en Venezuela porque Refugio refleja el sufrimiento de una madre que vive todo lo que pasa con sus hijos. Muchas se verán identificadas con ella en cómo los saca ade-lante y cómo sufre por ellos, para que les vaya bien, porque no cometan errores, por muchas cosas. Es una telenovela hermosa con perso-najes preciosos.

“LA VIDA REAL ES MÁS DURA QUE UNA TELENOVELA”

LA ACTRIZ MEXICANA ACAPARA LA PANTALLA CON DOS DE SUS MELODRAMAS MÁS EXITOSOS, CORONA DE LÁGRIMAS (TELENOVELAS)

Y LA MADRASTRA (CANAL DE LAS ESTRELLAS). DESDE MÉXICO, CONVERSÓ DE SU HISTORIA ARTÍSTICA.

TEXTO�ELVIRA VILLASMIL

FOTOS�CORTESÍA TELEVISA MÉXICO

VICTORIA RUFFO

—Con sus personajes provoca que la audiencia llore a lágrima viva...—No puedo decir que me guste llorar, pero uno tiene que adentrarse en los personajes. He representado a mujeres fuertes, pero que se derrumban también. Muchas veces le he dicho a los productores: 'Ya no quiero llorar, denme cinco capítulos para descansar'. La gente en la calle me dice: 'Lloramos muy a gusto con usted. Lloramos y lloramos sabro-so'. Entonces seguiré llorando. Me da gusto que les agrade mi trabajo y lloren conmigo, es una forma de desahogar cosas que una trae dentro. Muchos de mis personajes los uso como terapia, pues en la telenovela lloro,

grito, me enojo, doy cachetadas, sufro o me pongo alegre. —¿La vida real tiene tanto drama como las telenovelas?—La vida real es muchísimo más dura que una telenovela. En lo personal, casi no lloro. No acostumbro a hacerlo por todo ni a cada momento. Lo hago muy poco en la vida real. Muchas veces, todo lo que tengo contenido de la vida real lo voy almacenando dentro de mí y, cuando es necesario usarlo y apoyarme en eso para mi personaje, lo saco. Es un poco difícil de comprender y explicarlo. —¿Cuál telenovela cree que ha marcado un hito en su carrera?—Son varias. “La fiera” fue mi primer prota-gónico y la gente me recuerda mucho como ese personaje. Después, fue Simplemente María, una novela con un mensaje de supe-ración a la mujer. Con esfuerzo, aprendió a leer y a escribir, y se convirtió en una gran diseñadora. Me llenó mucho y sigue muy latente dentro de muchas mujeres. Luego, La madrastra, que significó mi regreso después de tener a mis hijos. Y Corona de lágrimas.

No puedo decir que me guste llorar, pero uno tiene que adentrarse en los personajes.Victoria Ruffo, actriz

9facetasJULIO 29 . 2015

P E R S O N A J E

Entrevista

Esas cuatro han sido muy importantes en mi carrera y en mi vida.—Con el actor César Évora ha protagoni-zado tres telenovelas. ¿A qué atribuye su éxito como pareja de melodramas?—César y yo nos llevamos muy bien. Es un excelente actor y compañero. Tengo una réplica con él maravillosa en escena. Nos

entendemos muy bien, incluso, solo con la mirada. Lo conocí cuando hicimos Abrázame muy fuerte (2000), y fue curioso porque él era un villano que, en el fondo, estaba enamo-rado de mí, pero me hizo la vida imposible. La gente, sobre todo las mujeres, me decían: 'No importa que sea un villano, quédate con él'. 'Pero si me ha destrozado la vida —les

respondía—. No puedo ni siquiera pensar en querer-lo'. 'No importa, tú no sabes, pero él te quiere', me insistían. ¡Pues bendita forma de querer!, pensaba. Era chistoso. La pareja llegó directamente al público. César es un hombre que le encanta a las mujeres de todas las edades. Su voz es un atractivo muy fuerte, es físicamente guapo y muy buen actor. Las señoras mueren por él.—Pero les ha gustado verlo con usted...—Después hicimos La madrastra. No sabría decir por qué les gustó tanto. Los datos que puedo dar es que como compañero es exce-lente. Me cuida, no me quiere robar una escena, sino que, al contrario, me protege, me hace lucir más. A lo mejor todo eso ha ayudado a que en pantalla nos veamos bien. Eso habría que preguntárselo al público.—Es una tuitera incansable. ¿Cómo las redes sociales ha cambiado su relación con los televidentes?—A mí me encanta poder tener el contacto con toda esa gente tan linda que me sigue desde hace muchos años y con gente nueva, y de todos los países (...). Por ese medio me entero de cuáles de mis telenovelas están emitiendo en otros países. Sabes cómo va, a qué hora se está pasando, si la están viendo, si les está gustando, qué quieren. Me encanta el cariño de la gente. Las repiten y repiten y me dicen que las vuelven a ver... —¿Es la telenovela el producto televisivo más importante?—Sí, el melodrama es algo que fue, que es y que será siempre bien recibido por todo el público, el número uno en todo el mundo. Cuando veo una novela buena, me pico con ella, la sigo hasta el final. No la veo como una actriz, para tratar de criticar a sus compañe-ros, sino que me meto en los personajes y la disfruto. Me gusta ver una buena historia con buenas actuaciones.—Sus fans escogieron el 2 de junio como el Día Internacional de Victoria Ruffo. ¿Cómo lo celebra en México?—Lo celebro junto con ellas. Vienen de todos los países. De Rusia, de Venezuela, de Brasil, de Colombia, de Argentina... Se hace una convivencia que, desde el primer día, dije que sería una o dos horas cuando mucho, y de repente estamos seis horas platicando, sacando fotos, haciendo juegos, oyendo todas sus historias. Hay chicas que dejan el trabajo por venir a México ese día, otras trabajan para juntar dinero y comprar un boleto, hay mujeres que dejan los hijos al marido... Entonces, no puedo dedicarles una o dos horas, tengo que estar con ellas, escu-charlas y platicar. Ese día nos faltan horas.

ALCANCE DE LAS TELENOVELASCuando voy a un foro de grabación y tengo tres cámaras al frente no me doy cuenta hasta dónde va a llegar ese trabajo o qué mensaje estoy llevando. Luego, pienso que detrás de esas cámaras habrá millones de personas. Por eso trato de hacer lo mejor.