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TÍTULO
PREDICCIÓN DEL COMPORTAMIENTO DE HIDRATOS DE GAS UTILIZANDO SIMULACIÓN MOLECUAR
AUTOR
Esteban Acuña Yeomans
Esta edición electrónica ha sido realizada en 2020 Directores José Manuel Míguez Díaz ; Paula Gómez Álvarez
Instituciones Universidad Internacional de Andalucía ; Universidad de Huelva Curso Máster Universitario en Simulación Molecular (2018/19) Esteban Acuña Yeomans De esta edición: Universidad Internacional de Andalucía
Fecha documento
2019
Universidad Internacional de Andalucía, 2020
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Universidad Internacional de Andalucía, 2020
Predicción del Comportamiento de
Hidratos de gas utilizando
Simulación Molecular
Alumno:
Esteban Acuña Yeomans
Trabajo entregado para la obtención del grado de Máster en
SIMULACIÓN MOLECULAR
Directores:
Jose Manuel Míguez Díaz Paula Gómez Álvarez
12/2019
Universidad Internacional de Andalucía, 2020
Universidad Internacional de Andalucía, 2020
ÍNDICE
Resumen…………………………..…………………………………………………………………. 1
Abstract…….………………………………………….……………………………………………….2
1. INTRODUCCIÓN…………….………………………………………………………3 - 6
2. OBJETIVOS….……………….………………………………………………………… 7
3. FUNDAMENTOS TEÓRICOS DE LA SIMULACIÓN MOLECULAR
3.1 Introducción………………………………………………………………………… 8
3.2 Interacciones entre partículas. Campos de fuerzas…………………....…..9 - 12
3.2.1 Interacciones intramoleculares……..………………………………..9 - 10
3.2.2 Interacciones intermoleculares……………………………………..10 - 12
3.3 Condiciones de frontera periódicas. Truncamiento del potencial y
correcciones de largo alcance…………………………………………..…..12 - 14
3.4 Dinámica Molecular…...………… …………………………………………..15 - 16
3.4.1 Condiciones iniciales……...……………………………………..………..15
3.4.2 Evaluación de las fuerzas intermoleculares………………………….…16
4. METODOLOGÍA
4.1 Energía interfacial cristal-fluido. Método del Mold Integration (MI)………….17 - 22
4.2 Modelos moleculares……………………………………………………..………23 - 26
4.3 Detalles de Simulación…………………………………………………………...26 - 31
4.3.1 Configuración inicial………………………………………..…………26 - 30
4.3.2 Parámetros del programa de Dinámica Molecular GROMACS ………31
5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
5.1 Determinación del radio de corte óptimo (rwo)…………………………………32 - 41
5.2 Integración Termodinámica……………………………………………………..42 - 49
5.3 Energía libre interfacial (hw)…………………………………………………..…50 - 51
6. CONCLUSIONES……………………………………………………………….……52-53
7. REFERENCIAS…………………………………….……………………………….54 - 55
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RESUMEN
La energía libre interfacial entre un sólido y un fluido (𝛾𝑐𝑓) es un parámetro muy
relevante en fenómenos como la nucleación o el crecimiento de cristales. Sin embargo,
no existen apenas datos reales para esta propiedad para interfases sólido-fluido debido
a la gran dificultad que implica medir esta propiedad desde el punto de vista experimental.
Así, habitualmente se emplea la técnica de simulación molecular para estudiar esta
interfase cristal-fluido donde existen un par de técnicas propuestas recientemente, como
el método del Mold Integration (MI), cuya eficacia ya ha sido probada en la interfase hielo-
agua. En este Trabajo Fin de Máster se ha aplicado esta novedosa técnica MI para el
cálculo de la energía interfacial del hidrato CO2 – agua a 400bar y 287 K. La estructura
sólida que presentan los hidratos de CO2 bajo estas condiciones termodinámicas,
conocida como SI, está por formada no sólo por moléculas de agua, a diferencia del
hielo, sino también por moléculas de CO2 que ocupan las cavidades generadas en esta
red cristalina. El agua fue modelizada con el modelo TIP4P/Ice y el CO2 por el modelo
TraPPE en las simulaciones llevadas a cabo para la realización de este trabajo. La
combinación de estos modelos se había mostrado como la más eficaz para describir el
equilibrio termodinámico de la coexistencia trifásica de hidrato CO2 – H2O líquido – CO2
líquido a las mismas condiciones termodinámicas, tal y como se mostró en un trabajo
previo desarrollado por el mismo grupo de investigación (FILICO). El resultado de tensión
interfacial (𝛾ℎ𝑤) obtenido fue de 26.5 ± 0.3 mJ/m2 muy cercano a los valores
experimentales encontrados en bibliografía 30 ± 1 mJ/m2. A nuestro conocimiento, es la
primera vez que se calcula la tensión interfacial de un hidrato mediante simulación
molecular lo que pone de manifiesto la dificultad que entraña este trabajo y la eficacia de
la técnica Mold Integration para el cálculo de la tensión interfacial sólido-fluido.
Palabras clave: Tensión interfacial, Mold Integration, Hidratos CO2, TIP4P/Ice, TraPPE.
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ABSTRACT
The interfacial free energy between a solid and a fluid (𝛾𝑐𝑓) is a highly relevant
parameter in phenomena such as crystal nucleation or growth. However, there is a
general lack of experimental data of this property for solid-fluid interfaces due to the
difficulty inherent in the measuring process. Therefore, molecular simulations have been
widely used to study them and a number of techniques have been proposed, such as the
Mold Integration method (MI) whose effectiveness has been validated for the ice-water
interface. In this end of Master’s work, the MI method was used for the calculation of the
of the CO2 hydrate – water interfacial free energy at 400bar and 287K. The solid structure
CO2 hydrates present under these thermodynamic conditions, known as SI, is formed not
just by the water molecules but also by the CO2 molecules occupying the cavities
presented in the crystal lattice. During the realization of this work the water was modeled
using TIP4P/Ice and the CO2 was modeled using TraPPE. The combination of these two
models has proved effective in describing the thermodynamic equilibrium of the CO2
hydrate – liquid H2O – liquid CO2 three-phase coexistence under the same conditions, as
shown in a previous work by the same research group (FILICO). The value obtained for
the surface tension (𝛾ℎ𝑤) was 26.5 ± 0.3 mJ/m2, which is close to the experimental
measurement found in the literature, that is, 30 ± 1 mJ/m2. To our knowledge this marks
the first time the interfacial tension of a hydrate is calculated using molecular simulations,
which evidences both the difficulty inherent in the present work and the effectiveness of
the Mold Integration technique in determining solid-fluid interfacial tensions.
Keywords: Interfacial tension, Mold integration, CO2 Hydrates, TIP4P/Ice, TraPPE.
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1. INTRODUCCIÓN
Los hidratos de gas son compuestos de inclusión cristalina que resultan del enlazado
mediante enlaces de hidrógeno de moléculas de agua que encierran moléculas
huéspedes relativamente pequeñas como hidrógeno, gases nobles, dióxido de carbono,
sulfuro de hidrógeno, metano u otros hidrocarburos de bajo peso molecular. Usualmente
éstos se forman y permanecen estables a temperaturas bajas, bastante menores a las
ambientales, y a presiones altas, desde unos cuantos a cientos de bares, dependiendo
de la molécula huésped.1 Históricamente, el estudio de los hidratos de gas se ha
desarrollado a lo largo de distintas fases, cada una de las cuales se identifica por
importantes descubrimientos que motivaron posteriormente los distintos enfoques de los
esfuerzos de investigación.
Desde su descubrimiento en 1810 hasta principios del siglo XX los hidratos de gas no se
consideraron mucho más que una curiosidad científica y los trabajos realizados fueron
casi exclusivamente de naturaleza taxonómica. El interés práctico en los hidratos de gas
empezó a partir de 1930 cuando se identificó que éstos creaban bloqueos en tuberías de
transporte de petróleo y gas natural, aún a temperaturas mayores que el punto de fusión
del agua. Las altas presiones necesarias para el transporte por medio de tuberías en
combinación con las bajas temperaturas a las que se encontraban expuestas crearon un
ambiente ideal para la formación de hidratos, lo cual causó severos problemas como
derrames y explosiones. En consecuencia, la importancia de entender los hidratos de
Figura 1.1. Tipos de estructuras cristalinas que forman los hidratos de gas en función
del tamaño de las moléculas de gas que pueden albergar en su interior. En este trabajo
se considera la estructura SI ya que es la red que forman moléculas de H2O cuando la
molécula invitada es el CO2.
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gas fue reconocida por el sector industrial, lo cual dio inicio al estudio moderno de los
mismos. Los esfuerzos de la época se enfocaron en determinar las condiciones bajo las
cuales éstos se forman, así como maneras de prevenirlo (inhibidores termodinámicos).2
La siguiente fase comenzó en los años 60 del siglo pasado con el descubrimiento de
depósitos inmensos de hidratos de metano en el permafrost y posteriormente en
sedimentos oceánicos abisales.2-5 De acuerdo con la United States Geological Survey
(USGS) la cantidad de carbono contenido en hidratos de gas es aproximadamente el
doble de la que se encuentra en todos los combustibles fósiles del planeta.6,7 Los
depósitos de hidratos no solo representan una fuente de energía alternativa que aún está
por explotarse, sino también un potencial desastre geo-ambiental. Estudios recientes3
han encontrado que ciertos depósitos de hidratos, principalmente aquéllos ubicados en
el permafrost, son susceptibles a los cambios de temperatura producidos por el
calentamiento global, lo cual ha resultado en la disociación de los hidratos y la
subsecuente emisión de metano hacia el sistema océano-atmósfera, aumentando de
esta forma la concentración de gases de efecto invernadero. El Panel
Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) estimó en el
2007 que la disociación de hidratos de gas es la causa de ~2% del metano atmosférico,
sin embargo, se carece de evidencia concluyente debido a que no se ha desarrollado
una técnica para distinguir entre emisiones de metano debidas a la disociación de
hidratos del resto de emisiones de metano.3,8
Figura 1.2. Ejemplo del taponamiento de una tubería por
la formación de hidratos de gas.
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Las anteriores perspectivas exponen las principales razones por las cuales los esfuerzos
de investigación en el área de hidratos han ido en aumento durante las últimas dos
décadas. El objetivo de su estudio en la actualidad no sólo radica en elucidar los
mecanismos fundamentales que hacen que su presencia afecte el medio ambiente sino
también en determinar las posibles aplicaciones industriales de los mismos. Dentro de
este contexto, la Simulación Molecular (SM)9,10 ha sido utilizada de forma intensiva,
específicamente en el estudio de los fenómenos de nucleación, metaestabilidad y
crecimiento de hidratos.11 La razón de esto es que las simulaciones moleculares facilitan
el estudio de fenómenos a nivel atómico que no son observables desde el punto de vista
experimental, debido a las escalas temporales (nanosegundos) y espaciales
(nanómetros) involucradas. La simulación de fenómenos dinámicos, cuyos principios y
mecanismos no se entienden completamente todavía, ha avanzado en paralelo con el
aumento en habilidad computacional. Ejemplo de lo anterior es la muy reciente
publicación12 de la primera simulación directa de nucleación espontánea y crecimiento
de hidrato de metano. En el campo de los hidratos, la SM ha adquirido un papel crucial,
especialmente como herramienta de exploración en fenómenos de frontera.
La mayoría de los trabajos publicados hasta la fecha, que conciernen el análisis de
propiedades termofísicas y de equilibrio de fases de hidratos, se han enfocado en
hidratos de metano.13,14 Sin embargo, se ha desarrollado un reciente interés en explorar
la viabilidad práctica de reemplazar el metano por dióxido de carbono en los depósitos
de hidratos existentes. Un primer paso en la exploración del secuestro y captura de
dióxido de carbono consiste en explorar las propiedades interfaciales para este tipo de
hidratos. Con dicho fin, a lo largo de la realización del Trabajo de Fin de Master (TFM),
Figura 1.3. Reservas de gas natural en forma de hidratos de gas
descubiertas en el mundo hasta día de hoy. El volumen de gas
natural almacenado en estos depósitos duplica el encontrado en los
yacimientos convencionales según las estimaciones más optimistas.
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se ha empleado la simulación molecular (SM) en combinación con el método de Mold
Integration (MI)15 y el conocimiento de las condiciones de coexistencia del sistema
hidrato CO2 – H2O líquida – CO2 líquido para la predicción de la energía libre interfacial
agua – hidrato de CO2.
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2. OBJETIVOS
El objetivo principal de este trabajo de investigación es la determinación, mediante
simulación molecular, de la energía libre interfacial (𝛾ℎ𝑤) existente entre el agua líquida y
el hidrato de dióxido de carbono. En particular, este trabajo supone una extensión del
método Mold Integration para el estudio de la tensión interfacial en una fase sólida
compuesta por dos sustancias que además son altamente inmiscibles entre sí, como son
el agua y el dióxido de carbono a 400 bar y 287 K. Las estimaciones obtenidas son
comparadas con datos experimentales encontrados en la bibliografía.
Así, los objetivos específicos de este trabajo fin de máster son:
❖ Primeramente, determinar bajo qué condiciones, valores del radio de pozos del
molde (𝑟𝑤) de la estructura SI, se forma la interfase agua – hidrato de CO2 a 400
bar y 287 K.
❖ Determinar el radio de pozo óptimo (𝑟𝑤𝑜) para interfase agua – hidrato de CO2 a
400 bar y 287 K.
❖ Cálculo de la energía interfacial agua – hidrato de CO2 para diferentes valores de
radio del molde (𝑟𝑤) superiores al radio de pozo óptimo (𝑟𝑤𝑜).
❖ Cálculo del valor verdadero de la energía interfacial agua – hidrato de CO2.
❖ Verificar la validez del método de Mold Integración para la determinación de la
energía interfacial solido-líquido en sistemas más complejos que hielo en contacto
con agua, como es el sistema objeto de estudio agua – hidrato CO2.
❖ Comparar la predicción de la tensión interfacial agua – hidrato de CO2 obtenida
por simulación molecular con datos experimentales existentes en la bibliografía.
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3. FUNDAMENTOS TEÓRICOS DE LA SIMULACIÓN MOLECULAR
3.1. Introducción
En la actualidad las técnicas de simulación molecular juegan un papel importante
en la búsqueda del entendimiento y predicción de propiedades, estructura y función de
los sistemas moleculares. Una de las aportaciones importantes de la SM9,10, reside en la
posibilidad de aportar a los esquemas teóricos, resultados prácticamente exactos con los
cuales establecer un escenario comparativo. Ésta permite dar sustento o limitar el
alcance de las aproximaciones involucradas. Por otra parte, las simulaciones
moleculares permiten dar veracidad a los modelos utilizados para describir resultados
experimentales, toda vez que el cálculo de propiedades de los materiales mediante
simulaciones es ajeno a las metodologías experimentales específicas, usadas durante la
realización de los experimentos. Aportaciones como ésta han llevado a considerar la
simulación molecular como una herramienta de investigación científica, adicional a la
teoría y experimento, que por sí misma también es capaz de predecir y explicar
fenómenos de relevancia en un gran número de campos de estudio.
La idea básica de cualquier método de simulación molecular es la siguiente: se construye
una descripción microscópica del sistema que se quiere investigar, la cual es
posteriormente propagada basada en reglas determinísticas o probabilísticas para
generar una secuencia o trayectoria de microestados que describe su evolución a lo largo
de la simulación. Propiedades relevantes pueden ser calculadas para cada configuración
de la simulación y posteriormente promediadas sobre la trayectoria entera para obtener
propiedades macroscópicas haciendo uso de los principios de la Mecánica Estadística.
Dependiendo de cómo se exploran los microestados del sistema, los métodos de
simulación molecular se dividen en dos categorías principales: Dinámica Molecular (DM)
y Monte Carlo (MC). El método de DM es determinista y consiste en resolver las
ecuaciones de movimiento de las partículas para generar la trayectoria dinámica del
sistema. Las simulaciones de DM pueden ser utilizadas para investigar las propiedades
estructurales, dinámicas y termodinámicas del sistema. En los métodos MC se utilizan
reglas probabilísticas para transitar a una nueva configuración a partir de la configuración
actual, generando una secuencia de estados que no responde pues a la dinámica del
sistema, a su evolución temporal. En consecuencia, la simulación de MC puede utilizarse
para calcular también propiedades termodinámicas y estructurales del sistema, pero no
dinámicas, como coeficientes de difusión.
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Para el desarrollo de este TFM se ha utilizado la técnica de Dinámica Molecular y a
continuación se detallan sus aspectos más relevantes.
3.2. Interacciones entre partículas. Campos de Fuerza
Para realizar cualquier cálculo científico se debe construir primero un modelo que
de alguna forma se aproxime a la realidad. En el contexto de la simulación molecular
clásica de Dinámica Molecular o Monte Carlo, el modelo molecular o campo de fuerza
describe la relación entre la energía del sistema con las coordenadas de las partículas
que lo conforman. Éste consiste en la forma funcional de la energía potencial
interatómica 𝑈 = 𝑈(𝒓𝟏, 𝒓𝟐, … , 𝒓𝑵) y un conjunto de parámetros involucrados en dicha
función. Estos parámetros típicamente son obtenidos mediante técnicas ab initio o
cálculos mecánico-cuánticos semi-empíricos o por el ajuste a datos experimentales.
Idealmente el campo de fuerzas debe ser suficientemente simple para ser evaluado
rápidamente, pero suficientemente detallado como para reproducir las propiedades de
interés del sistema estudiado.
La energía potencial total de un sistema descrito mediante un campo de fuerzas clásico
es la suma de las interacciones intramoleculares o enlazadas (bonded) e
intermoleculares o no-enlazadas (non-bonded):
𝑈Total = 𝑈Bonded + 𝑈Non−bonded (3.1)
3.2.1. Interacciones intramoleculares
Las interacciones intramoleculares consideran la interacción entre dos (Ubond),
tres (Ubend) y cuatro (Utorsion) átomos consecutivos que forman parte de una molécula:
𝑈Bonded = 𝑈bond + 𝑈bend + 𝑈𝑡𝑜𝑟𝑠𝑖𝑜𝑛 (3.2)
❖ Los enlaces de átomos vecinos se pueden modelar manteniéndolos a una distancia de enlace fija (modelo rígido). Sin embargo, para moléculas flexibles, la energía asociada a la variación de la distancia de enlace como consecuencia de la vibración de los átomos enlazados Ubond se define generalmente mediante un potencial armónico dado por:
𝑈bond =1
2𝑘𝑖𝑗(𝑟𝑖𝑗 − 𝑟𝑒𝑞)2 (3.3)
donde rij es la distancia interatómica y ij y req los parámetros del potencial: la constante de enlace o tensión y la distancia de equilibrio entre los átomos, respectivamente.
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❖ El ángulo entre tres átomos consecutivos i, j, k se puede modelar como ángulo de
curvatura fijo (modelo rígido). Para las moléculas flexibles, la energía asociada a la variación del ángulo de enlace descrito por los tres átomos Ubend se define generalmente mediante un potencial armónico:
𝑈bend =1
2𝑘𝑖𝑗𝑘(𝜃𝑖𝑗 − 𝜃𝑒𝑞)2 (3.4)
donde θijk es el ángulo, y ijk y θeq los parámetros del potencial: la constante angular y el
ángulo de equilibrio entre los átomos, respectivamente.
❖ Dada una cadena de cuatro átomos consecutivos i, j, k, l, podemos describir dos planos que contienen los átomos {i, j, k} y {j, k, l}, respectivamente. Pues bien, el ángulo formado por dichos planos es el ángulo de torsión o diedro φijkl. La contribución de la energía potencial de torsión Utorsion es la asociada a la variación del ángulo diedro descrito por cuatro átomos consecutivos. Esta energía, que es más débil que la de enlace y angular, puede describirse mediante varias formas funcionales.
Como se expone más adelante, las moléculas estudiadas en este TFM se han considerado como rígidas, por lo que la contribución intramolecular a la energía potencial es nula. 3.1.2. Interacciones intermoleculares
La energía intermolecular de N partículas que interactúan entre sí puede
evaluarse como:
𝑈 = ∑ 𝑢1(𝑟𝑖) + ∑ ∑ 𝑢2(𝑟𝑖 , 𝑟𝑗)𝑗>𝑖𝑖𝑖 + ∑ ∑ ∑ 𝑢3(𝑟𝑖 , 𝑟𝑗 , 𝑟𝑘)𝑘>𝑗>𝑖𝑗>𝑖𝑖 + ⋯, (3.5)
donde el primer término representa el efecto de un campo externo y el resto representan
las interacciones entre partículas; es decir, u2 es el potencial entre pares de partículas,
u3 entre tripletes de partículas, etc. Las interacciones a pares son las más importantes e
incluir interacciones entre tres o más cuerpos supone un importante incremento del
tiempo de cómputo. Así, típicamente, se asume que la energía potencial del sistema está
limitada a interacciones a pares introduciendo de manera efectiva la interacción de tres
o más cuerpos. De esta forma, suponiendo que no hay campo externo, la expresión (3.5)
resulta:
𝑈 = ∑ ∑ 𝑢𝑖𝑗𝑗>𝑖𝑖 (3.6)
Por otro lado, se debe suponer alguna forma de potencial intermolecular entre pares de
partículas. Los potenciales más populares son los denominados potenciales de
interacción sitio-sitio, los cuales consideran las moléculas compuestas por un conjunto
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de sitios de interacción con una cierta distribución espacial. Cada sitio se caracteriza por
un grupo de parámetros que definen la naturaleza del mismo. Así, se aproxima la energía
potencial entre pares de partículas como suma de las interacciones sitio-sitio:
𝑢𝑖𝑗 = ∑ ∑ 𝑣𝑎𝑏(𝑟𝑎𝑏),𝑏𝑎 (3.7)
donde a y b son los índices que recorren los sitios de interacción y ab es la función
potencial de interacción entre sitios de dos moléculas distintas separados por una
distancia rab. Los sitios de interacción pueden coincidir o no espacialmente con los
átomos. En este aspecto, cabe distinguir entre modelos de átomos unidos (en los que un
sitio de interacción suele representar un grupo químico) y de todos los átomos (en los
que cada átomo es un sitio de interacción). Por otro lado, las funciones ab han de ser lo
suficientemente simples para que sean matemáticamente tratables, pero sin dejar de
capturar las características esenciales de las fuerzas de interacción. Uno de los
potenciales continuos más usados es el de Lennard-Jones, que consta de una parte
atractiva y otra repulsiva de acuerdo con la siguiente expresión:
𝐿𝐽(𝑟𝑎𝑏) = 4𝜖𝑎𝑏 [(𝜎𝑎𝑏
𝑟𝑎𝑏)
12− (
𝜎𝑎𝑏
𝑟𝑎𝑏)
6
] (3.8)
donde ab y σab representan los parámetros que caracterizan la interacción Lennard-
Jones. Como muestra la Figura 3.1, al disminuir la distancia intermolecular la energía
potencial disminuye hasta un valor mínimo, descrito por el parámetro . A distancias
menores, la función crece abruptamente, pasando de valores negativos a positivos. La
distancia en la que el potencial entre partículas es cero se conoce como σ, y es una
medida del diámetro de la molécula.
Figura 3.1.10 Potencial de Lennard-Jones y
sus componentes atractivo y repulsivo.
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Para moléculas polares debe incorporarse la energía potencial electrostática para
completar la descripción del sistema, que se evalúa utilizando la ley de Coulomb. Los
potenciales intermoleculares más populares para este caso son aquéllos que utilizan
como función potencial de interacción entre sitios una combinación del potencial de
Lennard- Jones y el Coulombiano:
𝑎𝑏(𝑟𝑎𝑏) = 4𝜖𝑎𝑏 [(𝜎𝑎𝑏
𝑟𝑎𝑏)
12− (
𝜎𝑎𝑏
𝑟𝑎𝑏)
6
] +1
4𝜋𝜀0
𝑞𝑎𝑞𝑏
𝑟𝑎𝑏 (3.9)
donde q representa la carga parcial de cada sitio de interacción.
3.3. Condiciones de frontera periódicas. Truncamiento del potencial y
correcciones de largo alcance.
Las simulaciones son realizadas típicamente con unos pocos cientos de
moléculas. Un valor de N muy elevado sería más realista, pero muy costoso a nivel
computacional. Así, el pequeño tamaño de la muestra implica que una considerable
fracción de las moléculas pueda encontrarse en la superficie de la caja de simulación
más que en el interior. Esto no es deseable, ya que las fuerzas que experimentan las
moléculas en la superficie de un fluido/cristal son diferentes que las fuerzas en el seno
del mismo. Esto puede solucionarse con las condiciones de contorno periódicas9,10,16,
que consisten en lo siguiente:
Se supone una red infinita que replica la caja de simulación sobre todo el espacio. Es
decir, el sistema modelo se ve rodeado de infinitas réplicas de sí mismo en todas
direcciones, de modo que cada ‘celda réplica’ contiene N moléculas en idéntica
configuración a la del sistema modelo. Los cambios que ocurren en una caja se
reproducen en las imágenes como se observa en la Figura 3.2. Las posiciones de las
moléculas en los cubos adyacentes se pueden calcular a partir de las coordenadas de
las moléculas del sistema modelo, añadiendo múltiplos de ± L (suponiendo caja cúbica
de lado L) según sea necesario.
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De esta forma, la caja central no tiene fronteras y los efectos de superficie son
eliminados. Sin embargo, el uso de condiciones de frontera periódicas soluciona este
problema, pero implica otros importantes:
❖ Por un lado, introduce una periodicidad artificial en el sistema que puede afectar
a los resultados. Este efecto disminuye a medida que aumenta el número de
moléculas. En este sentido, es conveniente seleccionar un valor de N
suficientemente alto para que estos efectos sean pequeños y la simulación sea
abordable.
❖ Por otro lado, la energía de una molécula en la caja original, se obtiene evaluando
la energía potencial de interacción con las moléculas de su cubo, y con las que
aparecen en cubos adyacentes. Así, para ese número ‘alto’ de moléculas N, el
cálculo de las interacciones por pares implica no sólo la suma de los N-1 términos,
sino también la imposible tarea de incluir las interacciones con las infinitas
imágenes periódicas. Este problema se evita con métodos como la convención de
mínima imagen o el método de radio de corte.9,10,16 Ambos consisten en el
truncamiento del potencial experimentado por cada molécula, teniendo en cuenta
que éste se debe principalmente a las interacciones con los vecinos más
próximos. En la convención de mínima imagen, cada molécula interacciona
únicamente con las moléculas contenidas en un cubo del tamaño del cubo modelo
centrado en ella, como se observa en la Figura 3.3, de modo que interactúa con
N-1 moléculas. En el método del radio de corte, cada molécula interacciona sólo
con aquéllas que se encuentran contenidas en una esfera centrada en ella de
Figura 3.2.10 Condiciones de contorno
periódicas.
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radio rc, radio de corte, cuyo valor suele tomarse como L/2 o menor, en
consistencia con el método de mínima imagen.
Efectivamente, el potencial experimentado por cada molécula se debe principalmente a
las interacciones con las moléculas más próximas, pero no es rigurosamente cero para
distancias mayores, ya que la interacción dispersiva de Lennard-Jones y la interacción
coulombiana son de medio y largo alcance, respectivamente. Así, el truncamiento
introduce un error en el cálculo de la energía potencial, fundamentalmente para la
interacción coulombiana. En consecuencia, es necesario incorporar correcciones de
largo alcance que representen el efecto de las moléculas más alejadas. Existen métodos
específicos para el cálculo de las correcciones de largo alcance; los más usados para
computar las contribuciones de largo alcance de origen electrostático son las sumas de
Ewald, el método de campo de reacción, y Particle Mesh Ewald.9,10 Así mismo, también
suelen añadirse correcciones de largo alcance para el potencial de Lennard-Jones.9,10
Figura 3.3.10 Truncamiento del potencial.
Métodos de mínima imagen (cuadrado
punteado) y radio de corte (circulo punteado).
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3.4. Dinámica Molecular
La simulación de Dinámica Molecular clásica es una técnica utilizada para producir
la trayectoria dinámica de un sistema compuesto por N partículas mediante la integración
de las ecuaciones de movimiento de Newton (o de formulaciones equivalentes de
mecánica clásica). Primeramente, para llevar a cabo una simulación de DM es necesario
establecer un conjunto de condiciones iniciales (posiciones y velocidades de cada
partícula), seleccionar un campo de fuerzas adecuado, y definir las condiciones de
frontera a emplearse.16 Posteriormente, se resuelven las ecuaciones de movimiento para
cada partícula i del sistema:
𝑚𝑖𝑑2𝒓𝒊
𝑑𝑡2= 𝑓𝑖 = −
𝜕
𝜕𝒓𝒊𝑈(𝒓𝟏, 𝒓𝟐, … , 𝒓𝑵) (3.10)
donde 𝑈(𝒓𝟏, 𝒓𝟐, … , 𝒓𝑵) es la energía potencial considerada (sección 3.1), que depende
de las coordenadas de las N partículas, y fi denota la fuerza que experimenta la partícula
i, de masa mi, en presencia del resto de partículas. Se trata pues de un sistema de N
ecuaciones diferenciales no lineales de segundo orden, que habrá de resolverse
numéricamente paso a paso haciendo uso de un algoritmo de integración apropiado.
3.4.1. Condiciones iniciales
Es necesario conocer las posiciones y velocidades iniciales de cada partícula en
el sistema. Para el caso de un cristal, las posiciones típicamente pueden ser obtenidas
de tablas cristalográficas y posteriormente se construye una supercelda de simulación a
partir de la combinación de varias celdillas unidad. Para un sistema desordenado, las
posiciones pueden ser generadas de manera aleatoria. Para líquidos, es más habitual
partir de una red del sistema que de una configuración aleatoria, por problemas
energéticos debido a posibles superposiciones. Durante el curso de la simulación, la
estructura de red desaparecerá, para ser reemplazada por una estructura líquida típica.
La velocidad de cada partícula es atribuida de manera aleatoria a partir de una
distribución de Maxwell-Boltzmann centrada en el valor deseado de temperatura, y
posteriormente son ajustadas con el fin de minimizar el momento lineal y angular del
sistema total.
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3.4.2. Evaluación de las fuerzas intermoleculares
La determinación de la fuerza sobre cada partícula fi es el cálculo de mayor
consumo computacional en la simulación de DM. Como se expuso en la sección 3.1, se
definen las interacciones entre pares de partículas uij como suma de interacciones sitio-
sito definidas mediante una función potencial. La fuerza ejercida sobre una partícula i por
otra j, fij , se obtiene derivando uij respecto a la distancia intermolecular (campo de
fuerzas centrales), de modo que la fuerza que experimenta cada partícula fi viene dada
por:
𝑓𝑖 = ∑ 𝑓𝑖𝑗𝑗≠𝑖 (3.11)
O bien como se expresa en (3.10). Por tanto, teniendo en cuenta la tercera ley de Newton
(ley de acción y reacción):
𝒇𝑖𝑗 = −𝒇𝑗𝑖 (3.12)
El cálculo de la fuerza para N partículas del sistema requeriría N·(N-1)/2 términos, en
cada uno de los cuales se calculan el potencial y las tres componentes de la fuerza, lo
cual no es factible. Un método estándar para la solución de las N ecuaciones
diferenciales del movimiento (3.10) es el método de diferencias finitas. La idea general
es la siguiente: dadas las posiciones y velocidades moleculares, y otra información
dinámica en un instante de tiempo t, podamos obtener esas magnitudes en un momento
posterior t+t, donde t es el paso de tiempo. Ya que el cálculo de la fuerza es la
operación más costosa, es deseable que el algoritmo utilizado para la resolución de las
ecuaciones de Newton para el sistema de partículas dado requiera este cálculo la mínima
cantidad de veces en cada paso de integración, y a la vez permita un muestreo
representativo de los microestados del sistema físico. Los algoritmos iterativos más
comúnmente usados9,10,16 son el algoritmo de Verlet, de velocidad de Verlet, y de salto
de la rana de Verlet, empleado en este TFM.
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17
4. METODOLOGÍA
En este capítulo se expone de forma detallada la metodología utilizada para la
determinación de la energía libre interfacial del sistema agua – hidrato de CO2 (sección
4.1). Posteriormente, se especifican los campos de fuerza considerados para describir
las interacciones del sistema objeto de estudio (sección 4.2). Finalmente, se describen
los detalles de simulación, como la creación de la configuración inicial del sistema y los
parámetros técnicos utilizados durante la simulación (sección 4.3).
4.1. Energía interfacial cristal-fluido. Método de Mold Integration (MI).
Cuando un fluido y un cristal coexisten a unas determinadas condiciones
termodinámicas, entre ambas fases se forma una región de separación que se conoce
como interfase. El trabajo requerido para la formación de dicha interfase por unidad de
área se conoce como la energía libre interfacial. La energía interfacial cristal-fluido, 𝛾𝑐𝑓,
es una cantidad muy relevante debido a su papel central en fenómenos de gran
importancia como el crecimiento y nucleación de cristales.17-19 A pesar de su importancia,
𝛾𝑐𝑓 es desconocida para una gran cantidad de substancias debido a que no existe una
forma sencilla y fiable de determinar esta energía tanto experimentalmente19 como
teóricamente.20 Este hecho contrasta con la determinación de la energía libre interfacial
fluido-fluido, para la cual existen técnicas experimentales y computacionales bien
establecidas.21,22 Desgraciadamente, dichas técnicas no son fáciles de implementar
cuando una de las fases involucradas posee una viscosidad infinitamente grande, como
es el caso de los cristales. Además, la energía interfacial es una propiedad anisotrópica,
esto es, depende de la orientación del cristal con respecto al fluido. El caso del agua, es
un buen ejemplo de lo anterior: si bien es sabido que la tensión interfacial del agua líquida
en condiciones ambiente es 72 mN/m, los valores reportados para la energía libre
interfacial hielo-agua a presión ambiental se encuentran en el rango de 25-35 mN/m
dependiendo de la orientación del hielo.23
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18
La simulación molecular puede utilizarse tanto para valorar las medidas experimentales
de 𝛾𝑐𝑓 como para mejorar nuestro entendimiento de la interfase cristal-fluido a escala
microscópica. En las últimas tres décadas se ha dedicado un esfuerzo importante a
desarrollar metodologías de simulación para calcular la energía interfacial cristal-fluido.
Recientemente, Espinosa et al.24 propusieron un método novedoso de fácil
implementación, tanto en Monte Carlo como Dinámica Molecular, que permite calcular la
energía libre interfacial de interfases cristal-fluido en condiciones de coexistencia. El
método propuesto, llamado Mold Integration, fue inicialmente validado mediante el
cálculo de 𝛾𝑐𝑓 para sistemas ideales de esfera dura y Lennard-Jones.24 Posteriormente,
el método se aplicó a distintos modelos de agua, obteniendo una estimación satisfactoria
de 𝛾𝑐𝑓 para diferentes orientaciones de la interfaz agua-hielo.25 En este Trabajo Fin de
Máster (TFM) se ha pretendido dar un paso más, extendiendo este método para estimar
𝛾𝑐𝑓 de un sistema hidrato CO2 – H2O – CO2, es decir, una fase sólida formada por dos
sustancias y además altamente inmiscibles entre sí.
La idea básica del método MI es inducir reversiblemente la formación de una placa
cristalina delgada en el fluido, ya que el trabajo necesario para formar dicha placa
cristalina (Δ𝐺𝑠) está relacionada con la energía interfacial (𝛾𝑐𝑓). Con el fin de inducir la
formación de dicha placa, el método MI propone un molde compuesto por pozos de
energía potencial cuya ubicación está dada por la ubicación de las partículas en el plano
de la red cristalina de la cual se pretende calcular 𝛾𝑐𝑓. Una de las características
Figura 4.1. Snapshot de una caja de simulación en la que coexiste una fase sólida con dos fases
líquidas a ambos lados. Por tanto, Se formarán dos interfases siguiendo el esquema mostrado en la
parte inferior.
Universidad Internacional de Andalucía, 2020
19
principales del método es que cada pozo debe ser lo suficientemente pequeño para que
solamente permita alojar a una partícula de H2O cuando está activo y si el molde se
desactiva, las moléculas deben agua difunden libremente por su estado líquido.
Típicamente, el molde se realiza con las posiciones de las moléculas en uno o dos planos
de la red cristalina que se pone en contacto con la fase fluida. Una vez se activa y se
ocupa completamente, se ha inducido la formación de planos de la red cristalina a ambos
lados del mismo formando dos interfaces cristal-fluido tal y como se observa en Figura
4.2. Si la formación de la placa cristalina se realiza en condiciones de coexistencia, el
fluido y el cristal tienen el mismo potencial químico. Entonces, Δ𝐺𝑠 sería igual a la energía
interfacial por el área de la interfase multiplicado por dos (debido a la formación de dos
interfaces cristal-fluido). Por tanto, 𝛾𝑐𝑓 puede obtenerse mediante la siguiente expresión:
𝛾𝑐𝑓 =Δ𝐺𝑠
2𝐴 (4.1)
El trabajo de formación de la placa cristalina en condiciones de coexistencia se determina
mediante la modificación gradual de la interacción entre el molde y el oxígeno de las
moléculas de agua y la posterior realización de integración termodinámica. Para realizar
la integración termodinámica, se define la siguiente energía potencial:
Figura 4.2. Snapshots de H2O en estado líquido a 1bar y 270 K. Los pozos del molde
(verde) representan las posiciones de las moléculas de H2O del plano basal. La
interacción de los pozos con el agua está desactiva en (a) y activada en (b). Figura
tomada de la publicación Espinosa, et. al (2016).25
Universidad Internacional de Andalucía, 2020
20
𝑈(𝜆) = 𝑈𝑝𝑝(𝒓𝟏, … , 𝒓𝑵) + 𝜆𝑈𝑝𝑚(𝒓𝟏, … , 𝒓𝑵; 𝒓𝒘𝟏, … , 𝒓𝒘𝑵𝒘
) (4.2)
donde N y 𝑁𝑤 son el número de partículas y de pozos, respectivamente; 𝒓𝟏, … , 𝒓𝑵 y
𝒓𝒘𝟏, … , 𝒓𝒘𝑵𝒘
denotan las posiciones de todas las partículas y de pozos (los cuales
permanecen fijos a lo largo de la simulación), respectivamente; 𝑈𝑝𝑝 y 𝑈𝑝𝑚 denotan la
energía potencial correspondiente a la interacción entre partículas, y entre el molde y las
partículas. 𝜆 es un parámetro que toma valores entre 0 y 1, conectando el estado inicial
(molde desactivado) con el estado final (molde completamente ocupado). La interacción
entre el molde y los oxígenos de las moléculas de agua, 𝑈𝑝𝑚, es aditivo a pares:
𝑈𝑝𝑚 (𝒓𝟏, … , 𝒓𝑵; 𝒓𝒘𝟏, … , 𝒓𝒘𝑵𝒘
) = ∑ ∑ 𝑢𝑝𝑤(𝑟𝑖𝑤𝑗)𝑤𝑗=𝑁𝑤
𝑤𝑗=1𝑖=𝑁𝑖=1 (4.3)
donde 𝑢𝑝𝑤(𝑟𝑖𝑤𝑗) es la interacción tipo pozo cuadrado entre el i-esimo oxigeno y el j-esimo
pozo, la cual depende de la distancia entre sus centros:
𝑢𝑝𝑤 (𝑟𝑖𝑤𝑗) = {
−𝜀 𝑟𝑖𝑤𝑗≤ 𝑟𝑤
0 𝑟𝑖𝑤𝑗> 𝑟𝑤
(4.4)
donde 𝑟𝑤 y 𝜀 denotan el radio y la profundidad del pozo, respectivamente, que son los
únicos parámetros ajustables del método. Mediante la aplicación de integración
termodinámica en 𝜆, se puede obtener la diferencia de energía libre entre el fluido y el
sistema {fluido + molde}, ∆𝐺𝑚, como:
∆𝐺𝑚 = ∫ 𝑑𝜆 ⟨𝜕𝑈(𝜆)
𝜕𝜆⟩𝜆,𝑁,𝑝𝑧,𝑇 = ∫ 𝑑𝜆⟨𝑈𝑝𝑚⟩𝜆,𝑁,𝑝𝑧,𝑇
1
0
1
0 (4.5)
donde 𝑝𝑧 y 𝑇 son la presión de coexistencia y la temperatura, respectivamente. Tanto las
coordenadas del molde como los bordes de la caja de simulación paralelos al molde se
mantienen fijos a lo largo de la simulación. La presión del sistema permanece constante
mediante la fluctuación del eje perpendicular al molde, el eje z en nuestro caso, mientras
que las dimensiones Lx y Ly de la caja de simulación no cambian. El integrando
⟨𝑈𝑝𝑚⟩𝜆,𝑁,𝑝𝑧,𝑇 es calculado haciendo uso de simulaciones NpzT para distintos valores de 𝜆
y posteriormente es integrado numéricamente para obtener ∆𝐺𝑚. Como se mencionó
anteriormente, ∆𝐺𝑚 es el cambio de energía libre debido a la formación de la capa
cristalina más aquella debida a la interacción entre las partículas y el molde. Esta última,
naturalmente, está dada por −𝑁𝑤𝜀. Para calcular la energía interfacial, solo estamos
interesados en el cambio de energía libre (∆𝐺𝑠) debido a la formación de la capa
cristalina que por tanto viene dada por:
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21
∆𝐺𝑠 = ∆𝐺𝑚 + 𝑁𝑤𝜀 (4.6)
La ecuación (4.6), combinada con (4.5), permite determinar 𝛾𝑐𝑓 directamente. Sin
embargo, como el valor de ∆𝐺𝑠, y por tanto también el de 𝛾𝑐𝑓, depende de 𝑟𝑤 es necesario
primeramente determinar qué valor de 𝑟𝑤 proporciona el valor correcto de 𝛾𝑐𝑓 para el
sistema objeto de estudio. A esta distancia se le llamará radio de corte óptimo del pozo
(𝑟𝑤𝑜). Por lo explicado anteriormente, la determinación 𝑟𝑤
𝑜 es esencial para una correcta
aplicación del método MI en el sistema objeto de estudio, por lo tanto es importante
entender la forma en la cual la presencia del molde afecta a la energía libre calculada.
En la Figura 4.3 se muestra un esquema del perfil de energía libre que separa el fluido
del cristal en función del grado de cristalinidad. El grado de cristalinidad puede ser
medido, por ejemplo, haciendo uso de un parámetro de orden local que cuantifica el
número de partículas en fase sólida. La curva negra en la figura corresponde al perfil de
energía libre en ausencia del molde. El líquido y el cristal poseen la misma energía libre
si las simulaciones se realizan en condiciones de coexistencia. Entre ambas fases, existe
una meseta de energía libre que corresponde a la presencia de una placa cristalina en
el fluido, en condiciones de coexistencia. Teniendo en cuenta que la placa cristalina
presenta dos interfaces de igual área, la diferencia de energía libre entre la meseta y el
valor mínimo del perfil es 2𝐴𝛾𝑐𝑓. Para 𝑟𝑤 > 𝑟𝑤𝑜 el perfil de energía libre a bajo nivel de
cristalinidad cambia al indicado por la curva de color azul. En este caso, la diferencia de
energía libre entre la meseta y el mínimo del fluido es reducido por la presencia del
molde, pero aún existe un costo energético para formar la placa cristalina. Por lo tanto,
un fluido con un molde con 𝑟𝑤 > 𝑟𝑤𝑜 puede permanecer estable por un tiempo largo antes
de que se forme la placa cristalina. Si el mínimo dado por la curva azul es poco profundo
Figura 4.3. Perfil de energía libre que separa el fluido del cristal como
función del grado de cristalinidad. Figura tomada de la publicación
Espinosa, et. al (2014).24
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22
(valores de 𝑟𝑤 mayores pero cercanos a 𝑟𝑤𝑜), la placa cristalina puede formarse después
de un periodo de iniciación, debido a fluctuaciones térmicas. Para 𝑟𝑤 < 𝑟𝑤𝑜 el perfil de
energía libre a bajo nivel de cristalinidad cambia al indicado por la curva de color rojo.
Correspondientemente, en el momento que se activa el molde, la placa cristalina se
formará rápidamente para minimizar la energía libre. Por lo tanto, la evolución del grado
de cristalinidad depende de si el valor de 𝑟𝑤 es mayor o menor que 𝑟𝑤𝑜. Este hecho puede
explotarse para ubicar 𝑟𝑤𝑜 dentro de un cierto rango de valores. Para ello, deben realizarse
simulaciones con diferentes valores de 𝑟𝑤 y observar el comportamiento del grado de
cristalinidad. Si se forma la placa cristalina poco tiempo después de iniciar la simulación
significa que el valor de 𝑟𝑤 es menor que 𝑟𝑤𝑜. Por otro lado, si la simulación tarda tiempo
en formar la placa cristalina significa que 𝑟𝑤 es mayor que 𝑟𝑤𝑜.
Una vez estimado el valor de 𝑟𝑤𝑜, uno en principio podría llevar a cabo la integración
termodinámica con 𝑟𝑤 = 𝑟𝑤𝑜 para obtener ∆𝐺𝑠. Sin embargo, en un perfil energético plano
como el dado por 𝑟𝑤 = 𝑟𝑤𝑜 (curva verde en la Fig. 4.3), el grado de cristalinidad puede
crecer libremente y eventualmente caer en la cuenca correspondiente al cristal. Por tanto,
no es recomendable realizar la integración termodinámica para 𝑟𝑤 = 𝑟𝑤𝑜 sino para estados
con 𝑟𝑤 > 𝑟𝑤𝑜, para los cuales existe un mínimo bien definido en el perfil de energía libre
(curva azul en la Fig. 4.3). Aunque dichas integraciones dan como resultado
subestimaciones de 𝛾𝑐𝑓, éstas nos proveen de una función 𝛾𝑐𝑓(𝑟𝑤) que puede
extrapolarse posteriormente a 𝑟𝑤 = 𝑟𝑤𝑜 para obtener el valor correcto de 𝛾𝑐𝑓.
A modo de resumen, el método MI implica los siguientes pasos:
➢ Estimación de 𝑟𝑤𝑜: Una vez preparada la configuración inicial (como se detalla en
la sección 4.3), se activa el molde y se realizan una serie de simulaciones para
diferentes valores de 𝑟𝑤. Se determina el valor aproximado del radio de corte
optimo 𝑟𝑤𝑜 mediante la observación del grado de cristalinidad.
➢ Determinación de 𝛾𝑐𝑓(𝑟𝑤): Se realiza integración termodinámica mediante la
modificación gradual del parámetro 𝜆 (ecuación 4.5). Se repite el procedimiento
para distintos valores de 𝑟𝑤 > 𝑟𝑤𝑜 y se obtiene la función 𝛾𝑐𝑓(𝑟𝑤).
➢ Extrapolación: Se extrapola la función 𝛾𝑐𝑓(𝑟𝑤) al radio de corte óptimo determinado
en el primer paso y se obtiene el valor definitivo de 𝛾𝑐𝑓 para el sistema físico objeto
de estudio.
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23
4.2. Modelos moleculares
Por lo descrito en la sección 4.1 en este trabajo se han llevado a cabo
simulaciones en las que se involucraban dos tipos de moléculas, el agua y el dióxido de
carbono, además, de los pozos que componen el molde.
La descripción del comportamiento de las moléculas de agua en las simulaciones
realizadas en el presente trabajo se ha utilizado el modelo TIP4P/ICE propuesto por
Abascal et. al.26 Este forma parte de la familia de modelos de agua rígidos y planos con
cuatro sitios de interacción originalmente concebidos por Bernal y Fowler27 y
posteriormente implementados por Jorgensen et. al en 1983.28 El modelo TIP4P/ICE es
una reparametrización del modelo TIP4P29 y es caracterizado por describir de forma
apropiada las fases sólidas del agua.26 Al igual que algunos modelos de 5 y 6 sitios de
interacción, el modelo TIP4P/ICE reproduce de forma correcta el punto de fusión
experimental del agua, pero mantiene la simplicidad de su predecesor lo que no
incrementa sustancialmente el tiempo de cómputo.
Los cuatro sitios de interacción del modelo TIP4P/ICE se muestran en la Figura 4.4.
Como se mencionó en el Capítulo 3, el cálculo de la interacción intermolecular se realiza
entre pares de sitios. La interacción sitio-sitio en este modelo se describe según la
ecuación (3.9). El sitio correspondiente al oxigeno no posee carga, pero contribuye al
término de Lennard-Jones (LJ), mientras que los sitios H y M poseen únicamente la carga
correspondiente a los Hidrógenos y Oxígeno, respectivamente. En particular, se
consideran dos cargas positivas ubicadas en la posición de los átomos de hidrógeno y
una carga negativa en el sitio M, ubicado a una distancia de 0.1577 Å de la posición del
oxígeno, a lo largo de la bisectriz del ángulo H-O-H. Al igual que en el modelo TIP4P29,
la distancia O-H y el ángulo H-O-H se fijan a los valores experimentales del agua en
estado gaseoso, 0.9572 Å y 104.52 °, respectivamente. Al tratarse de un modelo rígido,
Figura 4.4. Sitios de interacción
del agua en el modelo TIP4P/Ice.
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24
las moléculas no son polarizables y las interacciones intramoleculares son nulas. Los
valores caracterizando la distribución espacial de los sitios de interacción de la molécula,
así como los parámetros de interacción, se exponen en la Tabla 4.1.
𝒓𝑶𝑯(Å) 𝒓𝑶𝑴(Å) ∠𝑯𝑶𝑯(º) 𝝈 (Å) 𝝐/𝒌 (K) 𝒒(𝑶)(e) 𝒒(𝑯)(e) 𝒒(𝑴)(e)
0.9572 0.1577 104.52 3.1668 106.1 0 0.5897 -2q(H)
Para describir las moléculas de dióxido de carbono se ha utilizado el modelo TraPPE
para CO2.30 El modelo TraPPE (CO2) fue desarrollado originalmente para la apropiada
predicción del diagrama de fases para mezclas binarias de alcanos-CO2 (en conjunto
con el propio modelo TraPPE para n-alcanos). El modelo posee tres sitios de interacción
LJ en cada uno de los átomos, que modelan las fuerzas de repulsión y dispersión. Así
mismo, se consideran cargas parciales puntuales en cada uno de los sitios LJ. La
distancia de enlace C-O y el ángulo de enlace O-C-O se fijan a los valores experimentales
de 1.16 Å y 180° (molécula lineal), respectivamente. De nuevo, al tratarse de un modelo
rígido, la energía potencial no involucra interacciones enlazadas. El conjunto de
parámetros del modelo se muestra en la Tabla 4.2.
𝒓𝑪𝑶(Å) ∠𝑪𝑶𝑪(º) 𝝈𝑪 (Å) 𝝈𝑶 (Å) 𝜺𝑪/𝒌 (K) 𝜺𝑶/𝒌 (K) 𝒒(𝑪)(e) 𝒒(𝑶)(e)
1.16 180.0 2.8 3.05 27.0 79.0 0.7 -0.35
La eficiencia de los modelos TIP4P/ICE y TraPPE(CO2) en simulaciones que involucran
hidratos de CO2 ha sido validada recientemente por Miguez et al.15 y por Costandy et
al.17 mediante la predicción experimental de la línea de coexistencia de fases hidrato CO2
– H2O – CO2 desde 40 bar hasta 3000 bar.
Para el cálculo de interacciones LJ entre sustancias de distinta especie se utilizaron las
reglas de mezcla de Lorentz-Berthelot para los parámteros cruzados:
𝜎𝑖𝑗 =𝜎𝑖+𝜎𝑗
2 𝜖𝑖𝑗 = √𝜖𝑖𝜖𝑗 (4.7)
con excepción de las interacciones LJ entre los oxígenos de sustancias diferentes en
donde el parámetro de interacción cruzada apropiado es
𝜖𝑖𝑗 = 𝜒√𝜖𝑖 ∗ 𝜖𝑗 (4.8)
Tabla 4.1. Geometría y parámetros de interacción del modelo TIP4P/Ice.26
Tabla 4.2. Geometría y parámetros de interacción del modelo TraPPE30 para CO2.
Universidad Internacional de Andalucía, 2020
25
donde 𝜒 = 1 habitualmente, la modificación de este factor 𝜒 en las simulaciones de
coexistencia con presencia de fase hidrato tiene una importancia fundamental
provocando el desplazamiento de la predicción de la línea de coexistencia trifásica
hidrato-líquido-líquido en más de 15 K tanto para hidratos de CH4 31,32 como CO2,15,17
además de la modificación de la solubilidad de las fases coexistentes18 en equilibrio
termodinámico a las condiciones simuladas.
En las simulaciones del TFM se utilizó un valor de 𝜒 = 1.13 ya que sólo este valor asegura
la correcta descripción18 de la línea experimental de coexistencia trifásica hidrato CO2 –
H2O líquido – CO2 líquido en la que se pretende calcular la energía interfacial agua-
hidrato CO2 (𝛾ℎ𝑤) a 400 bar y 287 K utilizando los modelos TIP4P/ICE y TraPPE para
describir el comportamiento de H2O y CO2.
Figura 4.5. Predicción de la línea de coexistencia trifásica hidrato CO2-H2O líquido-CO2 líquido utilizando
diferentes modelos moleculares mediante simulación molecular. La combinación TIP4P/ICE y TraPPE con
𝜒 = 1.13 reproduce cuantitativamente la forma de esta línea desde 50 bar hasta 1000 bar. Figura tomada
de la publicación Miguez, et. al (2015).15
Finalmente, los pozos de potencial que conforman el molde solamente interactúan con
los oxígenos del agua y lo hacen a través del potencial de pozo cuadrado (Figura 4.6).
Para llevar a cabo las simulaciones en Dinámica Molecular (GROMACS) se utilizó una
forma continua del potencial de pozo cuadrado:
𝑢𝑤−𝐻2𝑂 (𝑟𝑖𝑤𝑗) = −
1
2𝜀 [1 − tanh (
𝑟𝑖𝑤𝑗−𝑟𝑤
𝛼)] (4.9)
donde 𝑟𝑤 y 𝜀 son el radio y la profundidad de los pozos, respectivamente, y 𝛼 es un
parámetro que controla la inclinación de las paredes de los pozos. En las simulaciones
del TFM se utilizó un valor de 𝛼 = 0.017 Å, exactamente igual que en las simulaciones
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26
de agua con hielo.25 Esta forma del potencial es continua y diferenciable y por lo tanto
puede utilizarse en Dinámica Molecular.
4.3. Detalles de Simulación
Las simulaciones se llevaron a cabo haciendo uso del programa de simulación de
Dinámica Molecular GROMACS (versión 4.6.1).33 En esta sección se describe la creación
de la configuración inicial de las simulaciones y los parámetros técnicos utilizados para
la correcta evolución del sistema físico objeto de estudio.
4.3.1. Configuración inicial
La compleja configuración inicial necesaria para poder calcular la energía
interfacial agua-hidrato (𝛾ℎ𝑤) de CO2 a 400 bar y 287 K, es decir, un punto de la línea de
la línea de coexistencia trifásica hidrato CO2 – H2O líquido – CO2 líquido, requiere de una
región de agua en fase líquida a cuyos extremos a lo largo del eje z se colocan dos
regiones de dióxido de carbono en fase líquida, uno a cada lado (véase Figura 4.7 arriba).
El slab de agua está conformado por 736 moléculas de agua TIP4P/ICE y los slabs de
dióxido de carbono están conformados por 128 moléculas TraPPE cada uno. Una vez
conformada se simuló durante 5 ns a las temperatura y presión indicadas anteriormente
Figura 4.6. Representación de la interacción de pozo cuadrado
en función de la distancia para los pozos del molde y las
moléculas de H2O. En Dinámica Molecular se utiliza un
potencial continuo y diferenciable (rojo). Figura tomada de la
publicación Espinosa, et. al (2014).24
Universidad Internacional de Andalucía, 2020
27
en el colectivo NPzT para obtener una coexistencia líquido-líquido en equilibrio
termodinámico. Posteriormente, en el centro de la caja de simulación y de forma
perpendicular al eje z se inserta la red de pozos de potencial, el molde (véase Figura 4.7
abajo). Las coordenadas de los 56 pozos utilizados como molde se obtuvieron replicando
2x2x2 veces las posiciones de las moléculas de H2O que conforman la celda unidad de
la estructura del hidrato de CO2 SI34, y seleccionando sólo aquellas que forman parte del
primer plano de dicha estructura donde se situaron los pozos (véase Figura 4.8). La
estructura hidrato SI es una estructura cúbica y por lo tanto el plano seleccionado es
exactamente el mismo en todas las direcciones (véase Figura 4.9), el único cuidado a
tener en cuenta es trasladarlo adecuadamente al plano x-y de la caja de simulación y
situarlo en mitad de la región de agua líquida (Figura 4.7 abajo). Dichas posiciones del
molde permanecerán invariantes a lo largo de la simulación. Las longitudes de las
dimensiones de la caja de simulación inicial fueron 24.0 Å, 24.0 Å y 66.5 Å,
respectivamente. Las longitudes de la caja en las direcciones x e y deben ser iguales a
las dimensiones Lx y Ly del molde, al tratarse de una estructura sólida, y nos determinan
el radio de corte máximo que se puede seleccionar. Posteriormente, con esta
configuración de partida se realizan las simulaciones necesarias en el colectivo NpzT, es
decir, solo la longitud Lz puede fluctuar mientras que Ly y Lz permanecen invariables, a
400 bar y 287 K y cuyos resultados obtenidos serán expuestos en el próximo capítulo de
este Trabajo Fin de Máster.
A modo de resumen se recogen los valores más destacables de la configuración inicial
en la Tabla 4.3.
Lx (Å) Ly(Å) Lz(Å) rc(Å) Nw NH2O NCO2 N
24.0 24.0 66.5 1.0 56 736 256 1048
Tabla 4.3. Resumen de parámetros de la caja de simulación inicial utilizada para el cálculo de la
tensión interfacial hidrato de CO2-agua a 400 bar y 287 K. Nw es el número de pozos del molde, NH2O
numero de moléculas de agua, NCO2 número de moléculas de CO2, N número de partículas total de la
caja de simulación, rc radio de corte usado para el cálculo de las interacciones LJ y coulombicas y Lx,
Ly y Lz dimensiones iniciales de la caja de simulación en las direcciones x, y, z respectivamente.
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28
Figura 4.7. Snapshot de la configuración inicial formada por una región de agua (rojo-O, blanco-H)
central rodeada por una región de CO2 (azul-C, amarillo O) líquido después de ser equilibrada a 400
bar y 287 K durante 5 ns (arriba). Posteriormente, se introduce el molde (esferas verdes) para inducir
la formación de la fase sólida hidrato SI de CO2 (abajo).
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29
Figura 4.8. Diferentes perspectivas de las posiciones del primer
plano de la estructura de hidrato SI de CO2 (molde) seleccionadas
para inducir su formación al entrar en coexistencia con H2O y
CO2.
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30
Figura 4.9. Proyección x-y, z-y y x-z de la
estructura cúbica de hidrato SI de CO2. El
agua es representada en rojo (O) y blanco
(H) y el CO2 en azul (C) y amarillo (O). Las
proyecciones son coincidentes al ser una
estructura cúbica.
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31
4.3.2. Parámetros técnicos de programa de Dinámica Molecular GROMACS
Los parámetros técnicos son las variables que garantizan la transición desde el
estado inicial hacia un estado final de equilibrio, determinado por el colectivo utilizado.
Las simulaciones fueron realizadas en el colectivo NpzT usando el programa de Dinámica
Molecular GROMACS (versión 4.6.1),33 a 400 bar y 287 K, es decir, sobre un punto de
la línea de coexistencia trifasica hidrato CO2 – H2O líquido – CO2 líquido. La temperatura
del sistema fue controlada mediante el termostato de reescalado de velocidad35,36 con
una constante de tiempo de 2 ps. La presión fue controlada mediante un barostato
Parrinello-Rahmann37,38 con un tiempo de relajación de 1 ps. Las condiciones de frontera
periódicas fueron aplicadas en las tres dimensiones espaciales y la convención de
mínima imagen fue respetada al utilizar radios de corte menores a la mitad del lado más
corto de la caja (24.0 Å). En concreto, el radio de corte utilizado tanto para las
interacciones de LJ como electrostáticas fue de 10.0 Å. Las correcciones de largo
alcance para las interacciones electrostáticas se calcularon haciendo uso del método
Particle Mesh Ewald39,40 con un espaciado de red de 1 Å. El paso de tiempo utilizado en
las simulaciones de Dinámica Molecular fue de 1.5 fs y el tiempo total en la mayoría de
las simulaciones fue de 100 ns. La impresión de datos se realizó cada 0.2 ps.
Primeramente, para la determinación del radio de corte óptimo de los pozos (𝑟𝑤𝑜) con el
oxígeno de las moléculas de H2O se realizaron simulaciones con difrentes valores de
𝑟𝑤 = 0.760, 0.823, 0.887, 0.950, 1.013, 1.140, 1.203, 1.235, 1.267, 1.283, 1.298 y 1.330
Å. Una vez estimado 𝑟𝑤𝑜 , se llevaron a cabo simulaciones para la determinación de la
energía interfacial hidrato de CO2 – agua (𝛾ℎ𝑤) mediante integración termodinámica a
tres valores de 𝑟𝑤 ligeramente superiores a 𝑟𝑤𝑜, como se razonó anteriormente. En
concreto, para 𝑟𝑤 = 1.267, 1.283, 1.298 Å y los valores de profundidad (𝜖) de la
interacción del pozo cuadrado fueron 0.04, 0.08, 0.40, 0.80, 1.20, 1.60, 2.00, 2.40, 2.60,
3.00, 3.40, 4.00, 4.80, 6.40 y 8.00 kBT para la realización de la integración termodinámica
en cada uno de los tres 𝑟𝑤 mencionados.
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32
5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En este capítulo se presentan los resultados más destacables obtenidos en este
Trabajo Fin de Máster en el estudio del sistema hidrato CO2 – H2O líquido – CO2 líquido
en coexistencia directa a 400 bar y 287 K con el objetivo de obtener el valor de la energía
interfacial hidrato CO2-agua (𝛾ℎ𝑤) usando el método conocido como Mold Integration
(MI). Comenzaremos por una etapa exploratoria en la que se calcula el radio corte
óptimo (𝑟𝑤𝑜) del sistema, para posteriormente presentar la integración termodinámica
para 𝑟𝑤 = 1.267, 1.283 y 1.298 Å y finalmente presentaremos el valor de la tensión
interfacial (𝛾ℎ𝑤) obtenido utilizando los modelos TIP4P/Ice(H2O) y TraPPE(CO2)
mediante simulación molecular y lo compararemos con los valores experimentales
encontrados en la bibliografía.
5.1 Determinación del radio de corte óptimo (rwo)
Una vez realizada la composición de la compleja configuración inicial de la caja
de simulación (véase Figura 4.7), compuesta por los pozos del molde situados en medio
de la región de H2O líquida en coexistencia con una fase líquida de CO2 a ambos lados
para asegurar el cumplimiento de las condiciones de frontera periódicas en dicha caja,
se realizaron varias simulaciones exploratorias con el objetivo de comprobar si el número
de pozos molde era suficiente para inducir la cristalización de la fase hidrato de CO2
(estructura SI) en la citada coexistencia a 400 bar y 287 K en un punto en que coexisten
las tres citadas fases en equilibrio termodinámico.
Aunque parece obvio queremos destacar la esencialidad de este primer paso porque, a
nuestro conocimiento, nunca se había aplicado este método Mold Integration (MI) para
el estudio de la formación/cristalización de una fase sólida tan compleja. La estructura
cristalina del hidrato de CO2 está compuesta está formada por dos sustancias, el agua
forma la red cristalina SI mediante su unión por enlaces de hidrógeno y el dióxido de
carbono que ocupa el interior de las cavidades que se forman en la citada red
proporcionando la estabilidad necesaria a esta fase sólida (véase Figura 1.1). Además
de este hecho, debemos añadir que esta estructura cristalina se forma a partir de la
coexistencia de dos fases fluidas prácticamente insolubles entre sí, y por tanto, para su
formación es estrictamente necesario que las moléculas de CO2 difundan por la fase rica
en H2O hasta llegar a posiciones cercanas al molde (germen de la cristalización) en el
momento preciso para que al interaccionar con las moléculas de H2O situadas a sus
inmediaciones se vayan completando las cavidades alrededor de estas moléculas de
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33
CO2. Aunque la presencia de CO2 en esta estructura sólida es mínima, 8 moléculas de
CO2 por cada 46 moléculas de H2O en la celdilla unidad SI, esta no se formaría sin su
presencia ya que, como se ha mencionado anteriormente, son estas moléculas de CO2
las que proporcionan la estabilidad necesaria para su formación y cristalización.
El proceso de formación/cristalización de la fase hidrato de CO2 debería de suceder a
radios de pozo pequeños (𝑟𝑤), ver Sección 4.1, cabe recordar que esta interacción tiene
lugar únicamente entre los pozos del molde y el átomo de oxígeno (O) de las moléculas
de H2O, es decir, no se considera la interacción del molde con las moléculas de CO2 con
el objetivo de realizar una extensión del método Mold Integration (SI) de la forma más
sencilla posible. Por otro lado, no consideramos necesaria esta interacción ya que tarde
o temprano alguna molécula de CO2 difundirá por la fase de agua líquida y llegará a las
posiciones específicas donde quedará atrapada por las moléculas de agua que formarán
la estructura cristalina SI a su alrededor. Este hecho nos ha obligado a realizar
simulaciones con tiempos de simulación muy largos llegando en algunos casos a tener
que simular 200 ns para poder ver una cristalización completa de la fase hidrato, tal y
como se muestra en la Figura 5.2 c. En esta Figura se muestran tres snapshots para una
simulación a 400 bar y 287 K con un radio de pozo de 0.760 Å a tres instantes temporales
diferentes: 0 ns, 50 ns y 200 ns respectivamente. En esta evolución se puede observar
cómo inicialmente la coexistencia únicamente de tres fases fluidas inmiscibles entre sí,
una rica en agua y dos ricas dióxido de carbono alrededor a su alrededor (Figura 5.2 a),
y como en un instante temporal determinado comienza la formación/cristalización de la
fase hidrato de CO2, a partir de las moléculas de agua que quedan atrapadas en las
Figura 5.1. Snapshot de la formación de un dodecaedro pentagonal y un
tetradodecaedro, las dos figuras que se forman en la estructura cristalina SI
del hidrato de CO2 al unirse las moléculas de H2O por enlaces de hidrógeno,
con la presencia de una molécula invitada que se posiciona en su interior y
da estabilidad a la estructura.
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34
posiciones del molde y que sirven como germen para la formación/cristalización de esta
estructura sólida, como se aprecia en la Figura 5.2 b, que extiende por toda la región
de agua líquida gracias a la presencia de moléculas de CO2 en su interior para tiempos
de simulación muy largos (Figura 5.2 c).
Figura 5.2. Snapshots de la evolución temporal de la cristalización de la fase hidrato de CO2 a partir de la
coexistencia de las fases H2O líquido-CO2 líquido a 400 bar y 287 K y 𝑟𝑤 = 0.760 A. Las moléculas de H2O
están representadas en rojo (O) y blanco (H-blanco) y las moléculas de CO2 están representadas en
amarillo (C) y azul (O). Los átomos del molde que para inducir la formación de la fase hidrato de CO2 están
representados por esferas verdes. (a) 0 ns (b) 50 ns (c) 200 ns.
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35
Después de haber comprobado la capacidad del molde para inducir la formación de la
estructura cristalina del hidrato de CO2, el siguiente paso es calcular el radio de corte
óptimo (𝑟𝑤𝑜), que el radio de corte de interacción entre los átomos del molde y las
moléculas de agua a partir del cual encontramos la situación límite entre inducción
inmediata o no de la fase hidrato. La determinación de 𝑟𝑤𝑜 es considerada la parte más
sensible del método Mold Integration ya que este valor es el que nos proporciona el valor
de la tensión interfacial del sistema hidrato CO2-agua (𝛾ℎ𝑤), como se explicó en la
Sección 4.1. Por tanto, una determinación precisa de 𝑟𝑤𝑜 es esencial para la correcta
aplicación del método MI y un cálculo eficaz del valor de tensión interfacial 𝛾ℎ𝑤.
La determinación de 𝑟𝑤𝑜 se realiza mediante el estudio de la evolución temporal del
número de moléculas de agua que forman parte de la fase hidrato (𝑁ℎ) a lo largo de la
simulación. Para realizar este estudio se envían simulaciones a diferentes radios de pozo
(𝑟𝑤’s) partiendo siempre de la misma configuración inicial (Figura 5.2 a) y con la
interacción del molde completamente activado desde el inicio de la simulación (𝜀 = 𝜀𝑚 =
8kBT) a las condiciones termodinámicas a las cuáles queremos realizar el estudio, que
en nuestro caso era a 400 bar y 287 K. Si 𝑟𝑤 ≤ 𝑟𝑤𝑜 entonces una capa de hidrato debe
crecer sin periodo de inducción previo desde el inicio de la simulación, es decir, no hay
barrera de energía libre para la formación del hidrato. Por el contrario, si 𝑟𝑤 ≥ 𝑟𝑤𝑜, las
trayectorias de crecimiento de número de moléculas de H2O en la fase hidrato de estas
simulaciones presentan un periodo de inducción inicial, ya que se debe vencer la barrera
de energía libre antes de la formación de la primera capa de la estructura del hidrato de
CO2 o incluso no se llega a formar nunca cuando el 𝑟𝑤 seleccionado es demasiado
grande.
Para determinar la evolución temporal del número de moléculas de H2O pertenecientes
a la fase hidrato hemos utilizado los parámetros de orden (qi), invariantes por rotación,
propuestos por Lechner y Dellago41 Estos parámetros han sido ampliamente aplicados a
estructuras sólidas formadas por moléculas de agua,42,25 pero a diferencia del hielo en
la que el parámetro q6 era más eficaz para distinguir entre moléculas de H2O en fase
líquida o hielo, en este caso encontramos que el parámetro q3 era el que mejor hacía la
distinción entre las moléculas presentes en la fase hidrato y líquida. Dicho resultado,
aunque sorprendente, ya que hablamos de una fase sólida con una red cristalina formada
por moléculas de agua, está perfectamente justificado con el hecho de que la estructura
cristalina SI de los hidratos de CO2 es completamente diferente a la gran mayoría de
redes cristalinas presentes en el hielo. Este parámetro fue calculado para cada molécula
de agua, tal y como indica el trabajo de Lechner y Dellago,41,42 teniendo en cuenta las
moléculas vecinas que están a su alrededor en una distancia inferior a 3.5 Å en cada
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36
configuración a lo largo de cada simulación. Este cálculo combinado con un valor umbral
que establecimos en 0.03 es el que nos permite diferenciar entre agregados de
moléculas de agua en fase hidrato y en estado líquido, tal y como se observa claramente
en la representación de la Figura 5.3.
Además de este cálculo de parámetros también hemos calculado los perfiles de densidad
del H2O y del CO2 a lo largo del eje z (el eje perpendicular a la interfase) de cada
simulación únicamente para poder visualizar/comprobar los resultados proporcionados
por dicho parámetro de orden (Figura 5.4). Aquellas simulaciones donde el parámetro de
orden q3 indicaba una gran cantidad de moléculas de H2O en fase hidrato correspondía
perfectamente con un perfil de densidad de agua abrupto con numerosos saltos que
constataban la presencia de esa cristalización (Figura 5.4 a) ya que las moléculas
presenten en la fase sólida ocupan posiciones preferenciales y prácticamente no se
mueven. El resto de simulaciones donde el parámetro de orden q3 nos marcaba la
presencia de muy pocas moléculas de agua en la fase hidrato correspondía con perfiles
de agua clásicos y lineales donde únicamente se observaba la presencia de unos saltos
de densidad en las posiciones de los átomos del molde (Figura 5.4 b), lo cual era
indicativo de la presencia de una región de agua líquida alrededor del molde.
Figura 5.3. Representación de parámetro de orden q6 frente al parámetro de orden
q3 que muestra la eficacia del parámetro q3 para diferenciar moléculas de H2O en fase
líquida e hidrato a 400bar y 287 K. Este parámetro muestra la presencia de dos
circunferencias completamente separadas a partir de un valor de q3 de 0.03. La
circunferencia amarilla muestra las partículas presentes en fase agua líquida y la
esfera azul las moléculas presentes en la fase hidrato.
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37
Figura 5.4. Perfiles de densidad del H2O y del CO2 a lo largo de la dirección z
de la caja de simulación a 400 bar y 287K. La figura de abajo con un perfil con
saltos de densidad constata la presencia de una región de cristalización hidrato
alrededor del molde. La figura de arriba con un perfil suave muestra la presencia
de una región de fluida con muy poca cristalización alrededor del molde.
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38
La evolución temporal del crecimiento del número de moléculas de agua en la fase
hidrato (𝑁ℎ) para los radios de pozo (𝑟𝑤) 0.760, 0.823, 0.887, 0.950, 1.013, 1.140, 1.203
y 1.235 Å han sido representadas en la Figura 5.5, mientras que para los 𝑟𝑤 1.267, 1.283,
1.298 y 1.330 Å han sido mostradas en la Figura 5.6. Observando ambas Figuras
podemos observar a simple vista como se han realizado tres simulaciones para cada 𝑟𝑤
con el objetivo de calcular el radio de óptimo (𝑟𝑤𝑜) con la mayor precisión posible ya que
la descripción del método obliga a aplicar los siguientes criterios:
❖ Un determinado valor de 𝑟𝑤 presenta una barrera de energía de activación inicial
cuando ese periodo de inducción inicial es observado en todas las simulaciones
al mismo 𝑟𝑤.
❖ La presencia de una sola simulación a un valor de 𝑟𝑤 específico que no presente
periodo de inducción inicial obliga a considerar dicho 𝑟𝑤 como que no presenta
barrera de energía de activación inicial.
Dicho criterio se especifica en la descripción original del método Mold Integration que ya
ha sido aplicado exitosamente para al cálculo de la tensión interfacial de sistemas
Lennard-Jones24 y de hielo con agua (𝛾𝑖𝑤),25 siendo en todo caso estructuras sólidas más
simples que la estudiada en este trabajo, al estar únicamente constituidas por una
sustancia.
La presencia o no de esa energía de activación inicial se aprecia de forma sencilla al
observar la evolución temporal de la cristalización de las moléculas de H2O en los
primeros instantes de la simulación molecular de la siguiente forma:
❖ Los 𝑟𝑤 que presentan energía de activación inicial presentan desde el inicio de la
simulación un crecimiento lineal y constante de las moléculas de agua (línea recta
con pendiente positiva) pertenecientes a la estructura cristalina de la fase hidrato.
❖ Los 𝑟𝑤 que no presentan energía de activación presentan inicialmente un periodo
en el que hay número constante de moléculas en la fase sólida que parece no
crecer con el tiempo (línea recta con pendiente cero).
Si nos fijamos en esta característica inicial en las trayectorias temporales de crecimiento
del número de moléculas en la fase hidrato (𝑁ℎ) mostradas en las Figuras 5.5 y 5.6 y
aplicamos el criterio descrito anteriormente vemos que todos los 𝑟𝑤 que presentan
energía de activación inicial, es decir, 𝑟𝑤 ≤ 𝑟𝑤𝑜 han sido representados en la Figura 5.5 y
aquellos que no presentaban la energía de activación (𝑟𝑤 ≥ 𝑟𝑤𝑜) han sido agrupados en
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39
la Figura 5.6. Las trayectorias de cristalización de los 𝑟𝑤 0.760, 0.823, 0.887, 0.950,
1.013, 1.140, 1.203 y 1.235 Å presentan de forma clara la presencia de energía de
activación ya que todas las simulaciones cristalizan rápidamente desde el inicio, mientras
que los 𝑟𝑤 1.267, 1.283, 1.298 y 1.330 Å son ejemplos claros de la no presencia de la
energía de activación inicial al ser observada en todas las simulaciones sin exclusión.
A la vista de los resultados obtenidos en dichas figuras, el 𝑟𝑤 más grande que no presenta
periodo de inducción inicial es 𝑟𝑤 = 1.235 Å, y el 𝑟𝑤 más pequeño que presenta inducción
inicial es 𝑟𝑤 = 1.267 Å. Por lo tanto, el valor radio de pozo óptimo obtenido para este
sistema es el punto medio de dicho de dicho intervalo, es decir, 𝒓𝒘𝒐 = (1.251 ± 0.016) Å.
Para estar absolutamente seguro de la correcta determinación del 𝑟𝑤𝑜, el valor del error
se ha tomado de forma que incluye los valores de 𝑟𝑤 cuyas trayectorias de cristalización
muestran discrepancias entre ausencia/presencia de inducción en sus simulaciones, ya
que el error en la determinación de 𝑟𝑤𝑜 es la principal fuente de incertidumbre en el cálculo
de la tensión interfacial 𝛾ℎ𝑤 del sistema objeto de estudio.
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40
Figura 5.5. Evolución temporal del número de moléculas de H2O en
fase hidrato para los valores de 𝑟𝑤 que presentan energía de
activación inicial 0.760, 0.823, 0.887, 0.950, 1.013, 1.140, 1.203 y
1.235 Å. El H2O ha sido modelizado mediante el modelo TIP4P/ICE y
el CO2 por el modelo TraPPE. Todas las simulaciones se realizaron
en condiciones de coexistencia líquido-líquido a 400 bar y 287 K. En
todos los casos 𝜀 = 8kBT.
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41
Figura 5.6. Evolución temporal del número de moléculas de H2O en fase hidrato para los
valores de 𝑟𝑤 que no presentan energía de activación inicial 1.267, 1.283, 1.298 y 1.330 Å. El
H2O ha sido modelizado mediante el modelo TIP4P/ICE y el CO2 por el modelo TraPPE. Todas
las simulaciones se realizaron en condiciones de coexistencia líquido-líquido a 400bar y 287
K. En todos los casos 𝜀 = 8kBT.
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42
5.2. Integración Termodinámica
Una vez conocido el valor del 𝑟𝑤𝑜, el siguiente paso es resolver la integral mostrada
en la ecuación (4.5) para valores de 𝑟𝑤 mayores que 𝑟𝑤𝑜 y así poder calcular finalmente
el valor de la energía interfacial hidrato CO2 – agua mediante las ecuaciones 4.6 y 4.1.
Así, se han seleccionado tres valores de 𝑟𝑤 que cumplen esta condición como son 1.267,
1.283, 1.298 Å y se han representado los resultados obtenidos en las Figura 5.7, 5.8 y
5.9 respectivamente. Cada punto de cada una de las tres gráficas se corresponde a un
valor de profundidad diferente (𝜀) de la interacción de tipo pozo cuadrado entre el molde
y los átomos de oxígeno (O) de las moléculas de agua. Independientemente de la figura
observada en el general el comportamiento es el mismo, a medida que se aumenta esta
profundidad de interacción (𝜀) el número promedio de moléculas de agua atrapados por
los pozos aumenta hasta un valor promedio máximo que es prácticamente igual al
número de pozos activados (Nw) a partir aproximadamente de un valor de interacción de
5kBT. Una vez se alcanza este valor máximo en la figura, el valor de la tensión interfacial
𝛾(𝑟𝑤), dado por la ecuación (4.1), para ese valor de 𝑟𝑤 no depende prácticamente de 𝜀𝑚
que es nuestro caso es igual 8kBT. El valor de 𝜀𝑚 debe garantizar que cada pozo contiene
únicamente una partícula para λ=1 (𝜀𝑚 = 8kBT), siempre que esta condición se cumpla
𝜀𝑚 puede tomar cualquier valor, aunque se recomienda que el valor de 𝜀𝑚 no sea
demasiado grande para que la formal del integrando varíe muy suavemente a medida
que λ aumenta. Como podemos observar en las Figuras 5.7 b, 5.8 b y 5.9 b el valor de
𝜀𝑚 = 8kBT garantiza el cumplimiento de todas estas condiciones en el sistema objeto de
estudio.
En el caso particular del estudio presentado en este trabajo el molde estaba conformado
por 56 pozos (véase Tabla 4.3). En promedio, unos 16 pozos están ocupados cuando
los pozos del molde están desactivados y todos están ocupados por moléculas de agua
cuando λ=1 (𝜀𝑚 = 8kBT), es decir, todos los pozos activados (véase Figuras 5.7 a, 5.8 a
y 5.9 a). La curva que realmente nos permite resolver la ecuación (4.5) es la representada
en las Figuras 5.7 b, 5.8 b y 5.9 b para cada valor de 𝑟𝑤 = 1.267, 1.283, 1.298 Å. El
integrando, 𝑈𝑝𝑚, es simplemente dado por el producto entre el número promedio pozos
llenos y −𝜀.
A modo de ejemplo se muestra la resolución de esa integral para 𝑟𝑤 = 1.267 Å. Esta
integral de la curva que se muestra en la Figura 5.7 b se resuelve numéricamente
obteniendo que Gm = −888.847 kBT, es decir, hemos obtenido la diferencia de energía
libre entre el sistema con el molde encendido y el sistema con el molde apagado. Para
obtener la diferencia de energía libre entre el H2O y el H2O que tiene la estructura SI
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43
inducida por el molde, Gs, simplemente restamos a Gm la interacción entre el molde y el
fluido (ecuación 4.6): Gs = Gm + 𝜀Nw = −888.847 + 8 × 56 = 440.847 kBT.
Finalmente, Gs es dividido por dos y por el área interfacial LxLy (Tabla 4.3) obteniendo
una estimación de la energía libre interfacial 𝛾ℎ𝑤(𝑟𝑤) hidrato CO2 – agua para 𝑟𝑤 = 1.267
Å. El valor obtenido fue de 𝜸𝒉𝒘(𝟏. 𝟐𝟔𝟕Å) = 𝟐𝟓. 𝟖𝟗 𝐦𝐉/𝐦𝟐, aunque cabe recordar que
este valor no es el valor verdadero de tensión interfacial hidrato CO2 – agua que se
obtiene para 𝑟𝑤𝑜 sino que es un cálculo previo y necesario a fin de extrapolar este valor
de 𝛾ℎ𝑤(1.267Å) a 𝛾ℎ𝑤(𝑟𝑤𝑜). Siguiendo el mismo procedimiento se ha obtenido el valor de
la energía interfacial hidrato CO2 – agua para 𝑟𝑤 = 1.283, 1.298 Å obteniendo los
siguientes resultados: 𝜸𝒉𝒘(𝟏. 𝟐𝟖𝟑Å) = 𝟐𝟓. 𝟐𝟓 𝐦𝐉/𝐦𝟐 y 𝜸𝒉𝒘(𝟏. 𝟐𝟗𝟖Å) = 𝟐𝟒. 𝟕𝟕 𝐦𝐉/𝐦𝟐.
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44
Figura 5.7. Número promedio de moléculas de H2O atrapadas en el
molde y energía promedio pozo-H2O ambas en función de la
profundidad del pozo (ϵ / kBT) para 𝑟𝑤 = 1.267 Å a 400 bar y 297 K.
Cada punto corresponde a una simulación de NPzT de tiempo 40ns.
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45
Figura 5.8. Número promedio de moléculas de H2O atrapadas en el
molde y energía promedio pozo-H2O ambas en función de la
profundidad del pozo (ϵ / kBT) para 𝑟𝑤 = 1.283 Å a 400 bar y 297 K.
Cada punto corresponde a una simulación de NPzT de tiempo 40ns.
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46
Figura 5.9. Número promedio de moléculas de H2O atrapadas en el
molde y energía promedio pozo-H2O ambas en función de la
profundidad del pozo (ϵ / kBT) para 𝑟𝑤 = 1.298 Å a 400 bar y 297 K.
Cada punto corresponde a una simulación de NPzT de tiempo 40ns.
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47
Para asegurarnos que la integración termodinámica es completamente reversible para
cada uno de tres puntos de integración seleccionados se ha comprobado que el número
de partículas en la fase hidrato (𝑁ℎ) no crecía a lo largo de la simulación y a modo de
verificación se muestra la evolución temporal de la cristalización de moléculas de agua
en fase hidrato para 𝑟𝑤 = 1.298 Å en la Figura 5.10. Observando dicha figura vemos
como ninguna de las trayectorias temporales de moléculas de agua presentes en la fase
hidrato muestran un valor creciente con el tiempo y solo en los pozos más profundos, a
partir de 𝜀 = 6kBT, aparecen capas de cristal que se forman y se disuelven rápidamente.
Por lo tanto, la integración termodinámica se puede resolver de forma segura.
Por si la anterior verificación no fuera suficiente, comprobamos la reversibilidad de la
integración termodinámica mediante otra forma alternativa. Ya que todos los puntos de
las Figura 5.7, 5.8 y 5.9 fueron obtenidos a partir de la misma configuración inicial (Figura
5.2), tomamos como punto de partida la configuración final del punto 𝜀𝑚 = 8kBT y
repetimos exactamente los mismos valores del parámetro 𝜀, obteniendo los mismos
resultados, que no fueron representados en las citadas gráficas porque eran
coincidentes.
Los resultados de tensión interfacial 𝛾(𝑟𝑤) obtenidos para cada uno de los tres 𝑟𝑤 han
sido representados en la Figura 5.12.
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48
Figura 5.10. Evolución temporal del número de moléculas en la fase hidrato para todos los puntos
de la integración termodinámica mostrados en la Figura 5.9 para 𝑟𝑤 = 1.298 Å. Se indica en la
gráfica el valor de la profundidad de la interacción de pozo cuadrado usado (𝜀) en unidades de kBT.
Figura 5.11. Acercamiento de la Figura 5.10 (primeros 13 ns) para radios de corte selectos.
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49
Figura 5.12. Valores de energía libre interfacial 𝛾ℎ𝑤(𝑟𝑤) obtenidos para los 𝑟𝑤
1.267, 1.283, 1.298 Å a 400 bar y 297 K.
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50
5.3 Energía libre interfacial (hw)
Los valores de tensión interfacial 𝛾ℎ𝑤(𝑟𝑤) obtenidos para los modelos TIP4P/Ice(H2O) y
TraPPE(CO2) mediante la integración termodinámica a los radios de pozo 𝑟𝑤 = 1.267,
1.283, 1.298 Å, mostrada en la sección anterior, han sido 25.89, 25.25 y 24.77 mJ/m2
respectivamente. Estos valores, para una mayor claridad, han sido representados en la
Figura 5.13 donde la tensión interfacial (𝛾) se representa frente al valor del radio del pozo
utilizado (𝑟𝑤). En esta figura se aprecia el comportamiento lineal que muestran de los tres
valores de tensión interfacial obtenidos (𝛾ℎ𝑤(𝑟𝑤)) y su extrapolación al valor de tensión
interfacial verdadero del sistema (𝛾ℎ𝑤) que se obtiene cuando la recta de ajuste llega al
valor del radio de pozo óptimo (𝑟𝑤𝑜) (ver sección 4.1) que en sistema estudiado era de
(1.251 ± 0.016) Å.
Aunque no se conoce una prueba definitiva que demuestre la dependencia lineal de
estos valores, esta fue observada en absolutamente todos los sistemas explorados hasta
la fecha con la técnica del Mold Integration, como por ejemplo el reciente cálculo de
tensión interfacial de hielo(Ih) – agua líquida (𝛾𝑖𝑤).25
El valor de tensión interfacial (𝛾ℎ𝑤) obtenido para el sistema hidrato CO2 – agua ha sido
de (26.5 ± 0.3) mJ/m2. Comparando con los valores experimentales que hemos
encontrados en la literatura24,43-45 (30 ± 1 mJ/m2 y 28 ± 6 mJ/m2) se encuentra que son
muy similares.
Esta similitud entre los datos experimentales y las predicciones por simulación molecular
pone de manifiesto dos hechos:
❖ La idoneidad de los modelos seleccionados para describir el comportamiento del
agua (TIP4P/ICE) y del dióxido de carbono (TraPPE) cuya eficacia ya había sido
ya demostrada para describir la línea que de coexistencia trifásica hidrato CO2 –
H2O líquido – CO2 líquido que presenta el diagrama de fases de la mezcla binaria
H2O – CO2.
❖ La eficacia del método Mold Integration (MI) para calcular la tensión interfacial de
una estructura sólida tan compleja como la estructura SI de los hidratos de CO2
formada por dos sustancias prácticamente inmiscibles entre sí.
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51
En la Tabla 5.1 se recopilan los principales resultados encontrados en este trabajo fin de máster.
Modelo
H2O
Modelo
CO2
Lx x Ly
(Å2)
Nw NH2O NCO2 Rw
(Å)
hw(rw)
mJ/m2
hw
mJ/m2
24.0 24.0 576 56 736 256 1.267 25.89
26.5(0.3) 24.0 24.0 576 56 736 256 1.283 25.25
24.0 24.0 576 56 736 256 1.298 24.77
Figura 5.13. Valores de energía libre interfacial 𝛾ℎ𝑤(𝑟𝑤) obtenidos para los 𝑟𝑤 1.267, 1.283,
1.298 Å a 400 bar y 297 K. La línea punteada indica el ajuste lineal de estos valores al valor
verdadero de tensión interfacial 26.5 (0.3) mJ/m2 del hidrato de CO2-agua (𝛾ℎ𝑤) que se
alcanza en 𝑟𝑤𝑜, representado mediante un símbolo abierto.
Tabla 5.1. Resultados de energía interracial obtenidos para el hidrato CO2-agua
mediante la técnica del Mold Integration.
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52
6. CONCLUSIONES
En este Trabajo Fin de Máster se ha calculado la energía libre interfacial (𝛾ℎ𝑤) del
hidrato de CO2 – agua utilizando la técnica del Mold Integration (MI) a 400 bar y 287 K.
Primeramente, para llevar a cabo este estudio se realizó la configuración inicial de la caja
de simulación, situando una región de agua líquida coexistiendo con una región de CO2
líquido que rodeaba por ambos al agua. Esta configuración inicial se realizó tal y como
señalaba el equilibrio de fases trifásico a estas condiciones termodinámicas establecido
mediante simulación molecular en un trabajo previo grupo de investigación FILICO. El
agua fue modelizada con el modelo TIP4P/Ice y el CO2 con el modelo TraPPE de la
misma forma que se realizó en dicho trabajo. Una vez equilibrada esta coexistencia
líquido-líquido a 400 bar y 287 K se situó en el medio de la región líquida de agua el
molde correspondiente al primer plano de la cara cúbica de la estructura cristalina SI,
que presentan los hidratos de CO2 a estas condiciones. Los pozos del molde únicamente
interaccionaron con el oxígeno de las moléculas de agua mediante una interacción de
tipo pozo cuadrado, tal y como indicaba el método Mold Integration.
Seguidamente, se enviaron simulaciones a diferentes valores de los radios de corte de
los pozos del molde (𝑟𝑤) y se procedió al cálculo del radio de corte óptimo del sistema
(𝑟𝑤𝑜). Este estudio requirió del cómputo temporal del número de moléculas de agua en la
fase hidrato y/o líquida por medio de los parámetros de orden (qi), invariantes por
rotación, propuestos por Lechner y Dellago, obteniendo que 𝑟𝑤𝑜 = (1.251 ± 0.016) Å.
Seguidamente se llevó a cabo la integración termodinámica para diferentes valores de
𝑟𝑤𝑜 = 1.267, 1.283, 1.298 Å ligeramente superiores a 𝑟𝑤
𝑜, obteniendo los valores de la
energía libre interfacial para cada uno de ellos, 𝛾ℎ𝑤(1.267 Å) = 25.89 mJ/m2, 𝛾ℎ𝑤(1.283 Å)
= 25.25 mJ/m2 y 𝛾ℎ𝑤(1.298 Å) = 24.77 mJ/m2 . Estos valores subestiman el valor real de
la tensión interfacial de nuestro sistema que se corresponde con el valor de energía libre
interfacial para el 𝑟𝑤𝑜. Al no poder hacer la integración en ese punto, se extrapolan los
resultados de tensión interfacial anteriores a este punto obteniendo que la tensión
interfacial del hidrato CO2 – agua es igual a (26.5 ± 0.3) mJ/m2. Comparando este valor
con los resultados experimentales encontrados en la literatura (30 ± 1) mJ/m2 y (28 ± 6)
mJ/m2podemos concluir que:
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❖ Los modelos seleccionados para describir el comportamiento del agua
(TIP4P/ICE) y del dióxido de carbono (TraPPE) cuya eficacia ya había sido ya
demostrada para describir la línea de coexistencia trifásica CO2 – H2O líquido –
CO2 líquido que presenta el diagrama de fases de la mezcla binaria H2O – CO2
son también capaces de predecir un valor realista de la tensión interfacial hidrato
CO2 – agua.
❖ El método Mold Integration (MI) es una técnica eficaz no sólo para describir la
tensión interfacial de estructuras cristalinas del hielo formadas únicamente por
moléculas de agua sino también para calcular la tensión interfacial de esta
estructura sólida tan compleja, como es la estructura SI de los hidratos de CO2
formada por dos sustancias prácticamente inmiscibles entre sí.
❖ A nuestro conocimiento, es la primera vez que se calcula la tensión interfacial de
un hidrato mediante simulación molecular lo que pone de manifiesto la dificultad
que entraña este trabajo.
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7. REFERENCIAS
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