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Tratamiento psicológico protocolizado en grupo de las enfermedades inflamatorias intestinales: efectos sobre la calidad de vida Protocolized group psychological treatment of inflammatory bowel disease: its impact on quality of life MIGUEL ÁNGEL DÍAZ-SIBAJA 1 MARÍA ISABEL COMECHE-MORENO 2 BLANCA MAS-HESSE 2 MARTA DÍAZ GARCÍA 2 MIGUEL ÁNGEL VALLEJO PAREJA 2 RESUMEN La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una enfermedad crónica que afecta notablemente a la calidad de vida del paciente. El principal objetivo de este estudio fue demostrar la eficacia de un programa de tratamiento psicoló- gico protocolizado para mejorar la calidad de vida de estos pacientes. La muestra estuvo constituida por 57 pacientes diagnosticados de EII (33 progra- ma de tratamiento en grupo y 24 grupo control en lista de espera). Las varia- bles dependientes fueron: síntomas digestivos, síntomas sistémicos, afecta- ción funcional, función emocional y afectación social (Cuestionario de calidad de vida en la enfermedad inflamatoria intestinal (SIBDQ), López-Vivancos y Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 2 231 Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.° 2 - Págs. 231-247. ISSN: 1135-0806 ARTÍCULOS 1 Facultativo especialista de Área en Psicología Clínica. Equipo de Salud Mental de distrito (ESMD) de Algeciras. [email protected] 2 Profesora titular del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED. Fecha de Recepción: 02-07-2007 Fecha de Aceptación: 17-07-2008

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Page 1: Tratamiento psicológico protocolizado en grupo de las

Tratamiento psicológico protocolizadoen grupo de las enfermedades

inflamatorias intestinales: efectossobre la calidad de vida

Protocolized group psychologicaltreatment of inflammatory bowel disease:

its impact on quality of life

MIGUEL ÁNGEL DÍAZ-SIBAJA1

MARÍA ISABEL COMECHE-MORENO2

BLANCA MAS-HESSE2

MARTA DÍAZ GARCÍA2

MIGUEL ÁNGEL VALLEJO PAREJA2

RESUMEN

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una enfermedad crónica queafecta notablemente a la calidad de vida del paciente. El principal objetivo deeste estudio fue demostrar la eficacia de un programa de tratamiento psicoló-gico protocolizado para mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Lamuestra estuvo constituida por 57 pacientes diagnosticados de EII (33 progra-ma de tratamiento en grupo y 24 grupo control en lista de espera). Las varia-bles dependientes fueron: síntomas digestivos, síntomas sistémicos, afecta-ción funcional, función emocional y afectación social (Cuestionario de calidadde vida en la enfermedad inflamatoria intestinal (SIBDQ), López-Vivancos y

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Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.° 2 - Págs. 231-247. ISSN: 1135-0806

ARTÍCULOS

1 Facultativo especialista de Área en Psicología Clínica. Equipo de Salud Mental de distrito (ESMD)de Algeciras. [email protected]

2 Profesora titular del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de laUNED.

Fecha de Recepción: 02-07-2007 Fecha de Aceptación: 17-07-2008

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cols., 1999). Los resultados revelan que el programa de tratamiento psicológi-co resultó eficaz para producir una mejoría significativa en todas las variablesde calidad de vida a la finalización del mismo, al compararlo con el grupo con-trol en lista de espera. Si bien las diferencias se mantienen en 4 de los 5aspectos evaluados a los 3 meses de seguimiento, a los 12 sólo se mantienenlas diferencias en uno de ellos.

ABSTRACT

The inflammatory bowel disease (IBD) is a chronic illness that affects notablythe quality of life of patients. The main objective of this study was to demon-strate the effectiveness of a protocolized group psychological treatment aimedat improving patient quality of life. The sample consisted of 57 patients suffer-ing inflammatory bowel disease (33 in the treatment group and 24 on the wait-ing list control group). The dependent variables included digestive symptoms,systemic symptoms, functional affectation, emotional function and socialaffectation as measured by the Questionnaire of quality of life in the inflamma-tory bowel disease (SIBDQ, López-Vivancos and cols., 1999). The resultsrevealed that the psychological treatment of the inflammatory bowel diseasewas effective to produce a significant improvement of all quality of life vari-ables compared with the waiting list control group. Although the differencesremained significant in 4 of the 5 variables 3 months later, they kept significantonly in one variable 12 months later.

PALABRAS CLAVE

Enfermedad inflamatoria intestinal, Tratamiento cognitivo conductual, Trata-miento protocolizado, Tratamiento multicomponente, Calidad de vida.

KEY WORDS

Inflammatory bowel disease, Cognitive-behavioural treatment, Protocolizedtreatment, Multi-component psychological treatment, Quality of life.

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INTRODUCCIÓN

El término de enfermedad infla-matoria intestinal (EII) se usa parareferirse a un grupo de enfermeda-des del aparato digestivo, de evolu-ción crónica y recurrente, que secaracterizan por la presencia de unainflamación en las paredes del trac-to. Dicha inflamación genera ampo-llas, que pueden llegar a romperse yconvertirse en úlceras.

Dentro de la categoría de EII sehayan la enfermedad de Crohn y laColitis Ulcerosa, cuyos síntomasmás característicos, aunque no losúnicos, por ser enfermedades sis-témicas que pueden afectar a todoel organismo, son: diarrea, dolorabdominal, fiebre, malestar general,cansancio, pérdida de apetito,debil idad, anemia y pérdida depeso (Pecasse, 1998; Vilaseca,Casellas y Guarner, 1996; MedlinePlus, 2007).

Al tratarse de una enfermedadcrónica, puede l legar a afectarconsiderablemente a la calidad devida del paciente y, por ende, a lasdimensiones físicas, psicológicas,familiares y sociales del enfermo.En el caso de la EII, la afectaciónde la calidad de vida puede seraún mayor, ya que la intervenciónmédica supone la utilización detratamientos prolongados (que,con frecuencia, generan efectossecundarios adversos), la realiza-ción de pruebas diagnósticas intru-sivas, la posibilidad de intervencio-nes quirúrgicas, las revisionesperiódicas y/o los ingresos hospi-talarios.

El concepto de calidad de vidarelacionada con la salud englobaríaaspectos relacionados con paráme-tros objetivos de salud, grado defuncionalidad del enfermo, grado deinteracción con el medio y otrosaspectos más subjetivos como, lapercepción de la propia salud y elsentido general de satisfacción.

En términos generales, la calidadde vida del paciente viene determi-nada por el grado de afectación físi-ca de la enfermedad, aunque nosiempre se observa una relacióndirecta entre la gravedad de los sín-tomas y el deterioro de la calidad devida relacionada con la salud, por loque se hace necesario el análisis deotras dimensiones de afectación,como: los aspectos emocionales(ansiedad o depresión), conductua-les (cambios en el estilo de vida) ycognitivos (conocimiento acerca dela enfermedad o falsas creencias)del enfermo, los cambios produci-dos en la dinámica familiar y lasimplicaciones sociales y laborales(MacPhee, Hoffenberg y Feranchak,1998; López-Vivancos, Casellas,Badia, Vilaseca y Malagelada, 1999;Rubin, Hungin, Chinn y Dwaraka-nath, 2004).

La calidad de vida percibida porel paciente no sólo afecta a losaspectos físicos y psicosociales delenfermo, sino que también va atener repercusiones importantes enla utilización de los servicios sanita-rios y en la distribución de los recur-sos médicos. En este sentido, se haobservado que una peor calidad devida predice un mayor número devisitas al médico por parte de estos

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pacientes (de Boer, Sprangers, Bar-telsman, de Haes, 1998).

La relación existente entre laenfermedad y los aspectos psicoso-ciales, el hecho de que muchospacientes no saben qué hacer nicómo afrontar los problemas gene-rados por la enfermedad y la altacomorbilidad existente entre elpadecimiento de la EII y los trastor-nos psicopatológicos, ha llevado aalgunos autores a desarrollar eimplementar programas de interven-ción psicológicos (Susen, 1978;Joachin, 1883; Wakeman y Mesta-yer, 1985; Milne, Joachin y Nierd-hart, 1986; Shaw y Ehrlich, 1987;Schwarz y Blanchard, 1990; García-Vega y Fernández, 1995, 2004;Díaz-Sibaja, 2006), cuyo objetivoprincipal es el de enseñar a estospacientes estrategias de afronta-miento efectivas que les permitansolucionar los trastornos psicológi-cos asociados, mejorar la calidadde vida y afrontar de manera máseficaz las demandas de la enferme-dad.

En el informe Task Force para lapromoción y difusión de los proce-dimientos psicológicos eficaces, dela división de psicología clínica de laAsociación de Psicología Americana(APA, 1995), se determina que la efi-cacia de un determinado tratamien-to psicológico viene avalada por lapresencia de los siguientes tres cri-terios: a) estar respaldada por laexistencia de al menos dos estudiosde investigación distintos, con dise-ños experimentales intergrupalesde, al menos, 30 sujetos por cadagrupo; b) desarrollo de un manual

de tratamiento protocolizado, en elque se describa claramente todo elproceso de evaluación y tratamien-to; c) y, por último, que el programahaya demostrado su eficacia al serutilizado con una muestra identifica-da con arreglo a los mismos crite-rios diagnósticos.

Los manuales de tratamiento pro-tocolizados aportan claras ventajastanto en la práctica clínica, como enla investigación y en la formación depsicólogos (Hickling y Blanchard(1997). En la práctica clínica supo-nen un ahorro de tiempo para el clí-nico, en el sentido de que permitenrealizar el análisis funcional de laenfermedad, elegir las conductasobjetivo de tratamiento y seleccio-nar las estrategias de intervenciónadecuadas, en base a la eficaciademostrada. En cuanto a la investi-gación, facilitan la replicación de losresultados y el diseño de otros estu-dios experimentales que busquendeterminar la eficacia diferencial delas distintas estrategias que compo-nen el programa multicomponente.En relación a la formación de otrosclínicos, facilitan la formación deaquellos profesionales que quieranintervenir sobre los procesos psicó-logos de la EII y la difusión de lasestrategias que han demostrado sueficacia con este tipo de pacientes.

Por último, merece la pena anali-zar el interés que han despertadolas intervenciones grupales con res-pecto al tratamiento individual. Aeste respecto, dicho interés podríaexplicarse aludiendo a una mejorrelación coste-beneficio y, por otrolado, a las ventajas que supone el

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formato de intervención en grupocomo, por ejemplo, permite a lospacientes aprender unos de otros,adquirir distintas perspectivas de unmismo problema, fomentar la moti-vación y la adherencia al tratamien-to, recibir apoyo y refuerzo del gru-po, etc. (Corey, 1995; Morrison,2001).

El principal objetivo del presentetrabajo experimental fue demostrarla eficacia de un programa de trata-miento psicológico protocolizado yadministrado en grupo para mejo-rar la calidad de vida de los pacien-tes con EII. Para ello se compara-ron los resultados en calidad devida de un grupo de pacientes quesiguieron dicho programa con losde otro grupo de pacientes sin tra-tamiento.

MÉTODO

Muestra

La evaluación inicial de estainvestigación se realizó con unamuestra de 57 pacientes diagnosti-cados de EII (34 con enfermedad deCrohn y 23 con colitis ulcerosa),pertenecientes a las asociacionesde enfermos de Crohn y colitis ulce-rosa de España.

Los criterios de exclusión de lamuestra fueron los de ser menor de18 años, estar en fase activa de laenfermedad al inicio de la interven-ción psicológica, encontrarse entratamiento psicológico paralela-mente a la intervención que se iba arealizar y mostrar índices de psico-

patología severa en los cuestiona-rios cumplimentados al inicio deltratamiento.

La muestra se distribuyó aleato-riamente en dos grupos experimen-tales, 33 formaron parte del progra-ma de tratamiento en grupo y 24fueron asignados al grupo controlen lista de espera.

Como puede apreciarse en la tablanº 1, no se produjo ningún abando-no durante las sesiones de trata-miento ya que todas las personasque lo iniciaron (N=33) finalizaron eltratamiento. Sin embargo el núme-ro de participantes disminuyóampliamente en el grupo control (un41%), e igualmente fue disminuyen-do en los seguimientos del grupoexperimental, siendo la mortandadexperimental a los 12 meses del45%. No obstante, este último datono puede ser considerado como fre-cuencia de abandono, ya que sedebió a causas externas a lospacientes. El terapeuta que impartióel programa de tratamiento psicoló-gico grupal en Cádiz abandonó elproyecto de investigación, por loque sólo se pudo realizar el segui-miento de los 3 meses con estospacientes.

Instrumentos de medida

Cuestionario de calidad de vidaen la enfermedad inflamatoria intes-tinal (SIBDQ) (López-Vivancos,Casellas, Badía, Vilaseca y Malage-lada, 1999). Este cuestionario eva-lúa la calidad de vida relacionadacon la salud en los pacientes con

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EII. La versión española de estecuestionario contiene 36 ítems quese agrupan en las siguientes 5dimensiones:

a) Síntomas digestivos. Síntomasdigestivos que el paciente ha tenidodurante las dos últimas semanas, yestá compuesta por 8 ítems. Algu-nos de los síntomas que mide estaescala son: número de deposicio-nes, presencia de diarreas, frecuen-cia de retortijones, problemas desangrado, etc.

b) Síntomas sistémicos. Sintoma-tología menos específica, como, porejemplo, sensación de fatiga o can-sancio, malestar, pérdida de peso,náuseas o ganas de vomitar, etc.Esta escala está compuesta por 7ítems.

c) Afectación funcional. Grado deafectación que la EII produce en lasactividades cotidianas del enfermo,haciendo referencia a actividadescomo, por ejemplo, incapacidadpara estudiar o trabajar, dificultadesen la realización de actividades deocio y tiempo libre, alteraciones en

el sueño, impedimento para la reali-zación de algún deporte, etc.

d) Función emocional. Síntomasemocionales que se pueden darcomo consecuencia del padeci-miento de la EII. Algunos de losítems medidos son: frustración, im-paciencia o inquietud por el padeci-miento de la enfermedad, preocu-pación ante la posibilidad de tenerque operarse, miedo a padecer uncáncer, tristeza o desánimo a causade la enfermedad, etc.

e) Afectación social. Problemassociales que se derivan del padeci-miento de la enfermedad, como, porejemplo, evitación de actividadessociales, sentimientos de vergüenzaa causa de algunos síntomas, pro-blemas en las relaciones sexuales,sensación de satisfacción con lavida personal y relacional, etc.

Las opciones de respuesta y lapuntuación en cada una de lasescalas se basan en una escala de7 puntos, donde un puntuación de 1refleja la peor calidad de vida y unapuntuación de 7 la mejor.

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Tabla nº 1. Número de sujetos en cada grupo y fase de la investigación

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Procedimiento

El estudio experimental estuvoformado por 5 fases: selección de lamuestra, evaluación inicial (pre-tra-tamiento), tratamiento, evaluaciónde los efectos producidos por laintervención (post-tratamiento) yseguimiento a los 3, 6 y 12 meses.

Para seleccionar a la muestra seconvocó a los miembros de la aso-ciación de Crohn y colitis ulcerosa deMadrid y de Cádiz a una sesióninformativa en la que se les explicóen qué consistía el programa de tra-tamiento y se les informó acerca delcompromiso firmado al que debíancomprometerse, que incluía, entreotros aspectos, cumplimentar loscuestionarios y el auto-registro desíntomas en todos los momentos deevaluación programados, asistir a lassesiones, implicarse de forma activaen el programa (leer semanalmenteel capítulo correspondiente a lasesión y realizar las tareas para casa)y mantener invariable la medicaciónque estuvieran tomando al comienzodel programa o informar a los tera-peutas de sus posibles variaciones.

Una vez seleccionada la muestray repartidos los sujetos entre losdistintos grupos experimentales, seevaluaron las variables dependien-tes mediante los instrumentos demedida anteriormente descritos.

A los pacientes del programa detratamiento en grupo se les citópara una sesión de evaluación con-junta, momento en el cual se lesadministraron los distintos cuestio-narios de evaluación.

A los pacientes del grupo controlen lista de espera se les envió unacarta, adjuntando en ésta los cues-tionarios y un sobre franqueadopara que lo remitieran lo antes posi-ble.

Tratamiento en grupo

El programa de tratamiento com-pleto comprendió un total de 10sesiones presenciales en grupo, dedos horas de duración cada una deellas y con una periodicidad semanal.

La estructura de cada una de lassesiones abarcaba los siguientesaspectos: a) revisión de las tareas yauto-registros de la semana ante-rior; b) explicación didáctica de losdistintos factores que influyen en eltrastorno; c) aprendizaje y prácticade cada una de las estrategias tera-péuticas; y d) tareas y auto-registrospara casa. Al finalizar cada una delas sesiones, se repartía a lospacientes un dossier en el que seresumían los aspectos más impor-tantes de la sesión y las tareas quese aconsejaban para la semana.

Para la realización de esta investi-gación, se elaboró un manual detratamiento protocolizado, de 136páginas, destinado a los terapeutas,en el que se describe detenida ypormenorizadamente todos losregistros, ejercicios, dinámicas gru-pales, tareas para casa y explicacio-nes que el terapeuta debería dar encada una de las 10 sesiones deintervención. Asimismo, se grabópara la ocasión y se proporcionó alos pacientes un CD de relajación

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para que les sirviera como guía y lesfacilitara el aprendizaje de las distin-tas técnicas de disminución de laactivación.

A continuación se resume breve-mente el contenido de cada una delas sesiones.

Primera sesión: información másrelevante de la EII: características,causas, síntomas, diagnóstico yposibilidades de tratamiento.

Segunda sesión: modelo deafrontamiento (análisis de los facto-res que influyen en la enfermedad yexplicación de las distintas estrate-gias de afrontamiento).

Tercera sesión: estrategia desolución de problemas. Así mismo,se empezó a practicar la técnica de“respiración tranquilizadora”.

Cuarta sesión: entrenamiento en“relajación muscular progresiva”.

Quinta sesión: módulo de habili-dades sociales. Los objetivos eran:introducir el concepto de asertivi-dad, eliminar los obstáculos quepudieran interferir en la comunica-ción asertiva y mejorar la comunica-ción entre el paciente y el médico.

Sexta y séptima sesiones: técnicasde habilidades sociales, dirigidas amejorar las relaciones que manteníancon otras personas, con familiares yamigos. Así mismo, se les enseñó autilizar técnicas de distracción de laatención, con el fin de disminuir lassensaciones subjetivas de malestargeneradas por los síntomas.

Sesiones octava y novena: proce-dimiento de reestructuración cogni-tiva, se enseñó a los pacientes aregistrar, analizar, discutir y cambiaraquellos pensamientos negativosque generan sentimientos de ansie-dad y depresión.

Última sesión. Esta sesión perse-guía el objetivo de hacer que lospacientes asumieran que eran unaparte activa, responsable e impor-tantísima en el tratamiento de suenfermedad, y que las estrategiasque habían aprendido en el trans-curso de las sesiones podían serutilizadas, no sólo para los proble-mas relacionados con la enferme-dad, sino también con cualquierotro problema de la vida diaria.

En cada una de las sesiones, serepartía a los sujetos un resumen delos conceptos que se iban a trabajaren dicha sesión y las tareas que seaconsejaba que realizaran duranteel periodo inter-sesiones.

Grupo control

Mientras tanto, el grupo controlpermaneció a la espera de cumpli-mentar de nuevo los cuestionarioscorrespondientes a la fase de post-test y comenzar con el programa deintervención grupal.

RESULTADOS

Al no cumplir con los criterios debondad de ajuste y de homogenei-dad de las varianzas, se decidió uti-lizar la prueba no paramétrica de

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Friedman. Dicha prueba permiteanalizar las diferencias que se pro-ducen en cada una de las variablesen las distintas fases experimenta-les (pre-tratamiento, post-tratamien-to y seguimiento a los 3, 6 y 12meses).

Los análisis comparativos entreambos grupos se realizaron median-te el coeficiente de correlación Eta,pero sólo durante las fases de pre-test y post-test, debido a los proble-mas éticos que suponía mantener

esperando al grupo control durantelos 3, 6 y 12 meses que duraba lafase de seguimiento.

En la tabla nº 2 se presentan losresultados de las comparaciones“antes-después” entre el grupoexperimental y el grupo control encada una de las dimensiones de lacalidad de vida medidas por elSIBDQ. En la tabla nº 3 se recogenlos resultados de las distintas medi-das realizadas al grupo de trata-miento. Como se aprecia en dichas

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Tabla nº 2. Comparaciones entre antes y después del tratamiento en lasdimensiones de calidad de vida entre el grupo de tratamiento y el grupo

control. (Friedman: * = p≤0,05; se acepta diferencia entre el pre-test ycada uno de los seguimientos posteriores); (Coeficiente Eta: * = p≤0,05;

se acepta diferencia entre los grupos)

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tablas, los resultados obtenidos conel grupo de tratamiento reflejan unamejoría estadísticamente significati-va en las dimensiones de la variablecalidad de vida después de haberfinalizado la intervención. Aunquedicha mejoría se mantiene en lasvariables: síntomas digestivos, sín-tomas sistémicos, función emocio-nal y afectación social a los 3 mesesde seguimiento, a los 12 meses sólose mantiene la mejoría en la dimen-sión función emocional.

Por lo que respecta al grupo con-trol, no se aprecian diferencias esta-dísticamente significativas en ningu-na de las variables entre la fase depre-tratamiento y la fase de post-tratamiento. Las comparacionesentre las puntuaciones del grupoexperimental y el control no sonestadísticamente significativas enninguna de las variables ni momen-

tos de medida, lo que podría atri-buirse a la elevada mortandadexperimental en el grupo control y ala falta de homogeneidad de lasvarianzas.

Las tablas nº 4 y 5 muestran lasignificación clínica de las diferen-cias observadas en las dimensionesde calidad de vida después de laaplicación del tratamiento, que serefleja en la disminución del porcen-taje de pacientes que se encuentrandentro de las categorías de puntua-ción indicadoras de patología, y unincremento en el porcentaje que seencuentran dentro de la normalidad.

DISCUSIÓN

La principal aportación de la pre-sente investigación ha sido lademostración de la eficacia del pro-

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Tabla nº 3. Comparaciones en las dimensiones de calidad de vida delgrupo de tratamiento en las distintas medidas realizadas (Friedman: * =

p≤0,05; se acepta diferencia entre el pre-test y cada uno de losseguimientos posteriores)

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grama de tratamiento psicológicopara producir una mejoría estadísticay clínicamente significativa en la cali-dad de vida de los pacientes con EII.

Esta mejoría podría ser explicadaen base a la propia definición delconcepto de calidad de vida.

Felce y Perry (1995) señalan queel concepto de calidad de vida nose ceñiría sólo y exclusivamente a laausencia de enfermedad, sino queincluiría otros aspectos como, laslimitaciones funcionales, las altera-ciones emocionales, las relacionessociales y familiares, y las dificulta-

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Tabla nº 4. (Grupo de tratamiento) Distribución de los pacientespor categorías de puntuación en cada una de las dimensiones

Tabla nº 5. (Grupo de tratamiento) Distribución de los pacientes porcategorías de puntuación en calidad de vida

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des laborales que se producencomo consecuencia de la enferme-dad.

En esta conceptualización decalidad de vida, toma especial rele-vancia la percepción y valoraciónsubjetiva que hace la persona acer-ca de la afectación biopsicosocialque le produce la enfermedad, porlo que el concepto de calidad devida se convierte en una interpreta-ción subjetiva, que dependerá de lapercepción de la salud que tenga elenfermo y de su opinión acerca dela repercusión que la enfermedadtiene en su vida.

La eficacia demostrada por elprograma de tratamiento psicológi-co validado en este estudio podríaatribuirse a que las estrategias deafrontamiento adaptadas para estetipo de pacientes, y enseñadas enel transcurso de las sesiones, darí-an respuesta a todas las dimensio-nes en las que se ve afectada lacalidad de vida de estos enfermos,y que se corresponden con las re-cogidas por Cruzado y de la Puen-te (1997).

En relación a la afectación física,uno de los factores que mejor predi-ce la afectación de la calidad devida de estos pacientes es la pre-sencia de actividad sintomática dela enfermedad. En este sentido, elprograma de tratamiento psicológi-co diseñado para la presente inves-tigación ha demostrado su eficaciapara reducir los síntomas digestivosy los síntomas sistémicos de laenfermedad, lo que justifica partede la mejoría observada en la cali-

dad de vida. Estos resultados sonsimilares a los descritos en la litera-tura por Schwarz y Blanchard (1990)y García-Vega y Fernández (2004), ycoinciden en señalar que los progra-mas de tratamiento psicológicoresultan eficaces para producir undescenso significativo en el índicede actividad de la EII. Dada la posi-ble etiología autoinmune de la EII, lamejoría producida en los síntomasfísicos después de la aplicación delprograma de tratamiento psicológi-co podría explicarse en base a larelación existente entre el estrés yEII. El estrés afecta considerable-mente a la respuesta del sistemainmune (Ziemssen y Kern, 2007), yen concreto a la función inmunológi-ca de la mucosa intestinal (Anton,1999; Maunder, 2000; Ferrier y cols.,2003), por lo que la disminución delestrés generaría una mejoría en laenfermedad.

En relación a la afectación psico-lógica, la calidad de vida de estospacientes no sólo depende de lossíntomas físicos, sino que tambiénva a depender de la presencia dealteraciones emocionales, como laansiedad o la depresión (Casellas,López-Vivancos, Vergara y Malage-lada, 1999). El tratamiento psicoló-gico validado en esta investigaciónha demostrado que es eficaz parareducir la afectación emocional pro-ducida por la EII y para disminuir lasintomatología ansioso-depresivade estos pacientes, por lo que tam-bién explicaría la mejoría observadaen la calidad de vida.

Por lo que respecta a la afecta-ción funcional, ya las primeras

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investigaciones realizadas indicabanque el padecimiento de la EII afec-taba notablemente a la vida laboraly a la realización de actividades deocio y tiempo libre de estos pacien-tes (Sorensen, Olsen y Binder, 1987;Shivananda y cols., 1993). La mejo-ría observada en los síntomas físi-cos y psicológicos que se produceen los pacientes tras la realizacióndel programa de tratamiento psico-lógico, y el aprendizaje de una seriede estrategias de afrontamiento efi-caces para favorecer una mejoradaptación a la enfermedad, podrí-an estar explicando la menor afec-tación funcional que se observa enlos resultados de este estudio, y,por ende, la mejoría producida ensu calidad de vida.

Por último, el padecimiento de laEII también afecta, en ocasiones, alas relaciones sociales de los enfer-mos. En este sentido, son muchoslos pacientes que tras el diagnósti-co de la enfermedad se aíslansocialmente, tienen problemas labo-rales y económicos y restringenconsiderablemente la realización deactividades de ocio y tiempo libre.El apoyo social percibido es otro delos factores psicosociales que influ-ye en la calidad de vida de estosenfermos (Casellas, López-Vivan-cos, Vergara y Malagelada, 1999). Elprograma de tratamiento psicológi-co produjo una mejoría significativaen las variables sociales, reflejándo-se en un aumento de la frecuenciade uso de la estrategia de apoyosocial y en una disminución de laafectación social generada por laenfermedad. Una vez más, la mejo-ría producida en las variables socia-

les explican parte de la mejoríaobservada en la calidad de vida.

En definitiva, parece razonableconcluir que el programa de trata-miento psicológico resultó eficazpara producir una mejoría en la cali-dad de vida de estos pacientes porlos siguientes motivos: a) porque haconseguido producir una ligera dis-minución de los síntomas físicos ysistémicos de la enfermedad; b) por-que se han utilizado técnicas tera-péuticas de probada eficacia para eltratamiento de los trastornos emo-cionales, las cuales producen cam-bios muy favorables a nivel fisiológi-co, emocional, cognitivo y conduc-tual (Pérez-Álvarez y García-Montes,2001; Capafons, 2001); y c) porquese proporcionó a los pacientes unaserie de estrategias de afrontamien-to, tales como, la relajación, la rees-tructuración cognitiva o el entrena-miento en habilidades sociales, queresultan eficaces para atender a lasdemandas de la enfermedad con unmenor coste emocional y mejorar lacalidad de vida.

En líneas generales, las estrate-gias de afrontamiento que se rela-cionan con un mejor pronóstico dela EII son aquellas que conllevan unafrontamiento activo, como, porejemplo, la búsqueda de soluciones,el autocontrol y los pensamientos deautoayuda, la búsqueda del apoyosocial, la aceptación y adaptación ala enfermedad y la realización deactividades gratificantes (Schmitt,1997; Buceta y Bueno, 2001).

El uso de este tipo de estrategias,que se consideran positivas para la

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adaptación del paciente a la enfer-medad, se ha relacionado tambiéncon menores puntuaciones endepresión y con una mejor calidadde vida del paciente (Díaz-Sibaja,Comeche y Mas-Hesse, 2006).

Otro aspecto que queremos ana-lizar en esta discusión es el hechode que, si bien es cierto que lamejoría conseguida al finalizar elprograma de tratamiento se mantie-ne a los tres meses en 4 de las 5variables medidas de calidad devida, se aprecia una tendenciageneral de disminución de la mejo-ría con el paso del tiempo. Lamayoría de los autores coinciden enseñalar la importancia de realizarsesiones de seguimiento que sirvancomo repaso de lo aprendidodurante la fase de tratamiento, perotambién para motivar a los pacien-tes en la utilización diaria de lasestrategias de afrontamiento, hastaconseguir que éstas se conviertanen un hábito más dentro de la vidadiaria de los sujetos.

Uno de los aspectos que podríaexplicar por qué no resultaron efica-ces los seguimientos programadosen la presente investigación paramantener la mejoría alcanzada en lafase de post-tratamiento sería elhecho de que los seguimientos rea-lizados tenían una intención evalua-tiva más que terapéutica. En estesentido, aunque en los seguimien-tos se hacía mención a las distintasestrategias de afrontamiento ense-ñadas y se preguntaba a los partici-pantes acerca de su utilización, esterecordatorio tenía un carácter infor-mal, por lo que resulta previsible

que tuviera un menor efecto tera-péutico.

Sirva esta reflexión para sugerir laprogramación de sesiones de segui-miento, con carácter formal y proto-colizadas, en las que se haga unrepaso de las técnicas de interven-ción enseñadas y en las que se ana-licen (y se de respuesta a) los facto-res que dificultan la aplicación deéstas en la vida diaria de los pacien-tes, lo que permitiría además, refor-zar la mejoría producida en muchasde las variables a los 3 meses deseguimiento y continuar, de estemodo, mejorando.

Queremos finalizar señalando quela presente investigación ha servidopara validar un manual de tratamien-to protocolizado para la intervenciónpsicológica de la EII, lo que aportará,como así lo señalan Hickling y Blan-chard (1997) en relación a otrosmanuales de tratamiento protocoli-zados, algunas ventajas en la prácti-ca clínica, en la investigación y en laformación de psicólogos.

La eficacia de este programa detratamiento estaría respaldada pordos de los criterios señalados por laTask Force (1995): a) se ha elabora-do un manual de tratamiento proto-colizado, en el que se describe cla-ramente todo el proceso de evalua-ción y tratamiento; y b) el programaha demostrado su eficacia al ser uti-lizado con una muestra de pacien-tes con los mismos criterios diag-nósticos.

Dada la fácil aplicación del pre-sente programa y sus óptimos

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resultados, la utilización de la inter-vención psicológica podría redundaren una reducción de costes para laSalud Pública. No obstante, seríarecomendable la realización de futu-ras investigaciones que determina-

ran la eficacia diferencial de las dis-tintas estrategias que componen elprograma de tratamiento multicom-ponente y un análisis de coste-beneficios que permitieran avalardicha afirmación.

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