trabajo final de mip-henry pérez
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD DE LAS TUNAS CONVENIO CUBA – VENEZUELA
MAESTRÍA EN AGROECOLOGÍA Y DESARROLLO ENDÓGENO
MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES EN EL CULTIVO DE
LA CARAOTA (Phaseolus vulgaris) EN EL ESTADO GUÁRICO
Facilitador: Ingo Agr. Henry PérezDrC Alberto Méndez Barceló
Valle de La pascua, Agosto de 2012
INTRODUCCIÓN
A través de la historia, las Leguminosas siempre han sido un recurso alimenticio de
gran importancia para la alimentación humana. Representan, por un lado, una fuente
económica de proteínas y por otro lado, un suministro adicional de fibra a la dieta. Son,
accesibles a todos los estratos sociales de la población y relativamente fáciles de
cultivar, transportar, almacenar y distribuir (García et al., 2009). Forman un
componente importante de la dieta, en particular entre los grupos de población de bajos
ingresos en muchos países en desarrollo (Acevedo 2003).
La caraota (Phaseolus vulgaris L.) ocupa un lugar importante en la agricultura mundial
en cuanto al área cultivada y consumo, extendiéndose su producción en los cinco
continentes, constituye un complemento indispensable en la dieta alimenticia
principalmente en Centro y Sur América, el Lejano Oriente y África (FAO, 2008), (Viñals
et al., 2008) y (Acevedo, 2003).
Según la FAO (2010), entre los principales países productores de caraota seca a nivel
mundial se encuentran: India (4.870.000 t), Brasil (3.202.150 t.), Myanmar (3.029.800 t),
Estados Unidos de América (1.442.470 t), México (1.156.250 t) y China (1.538.693 t).
Cabe destacar que entre estos países se encuentran dos que pertenecen a Latino
América lo que le da una gran importancia a este cultivo en la Región.
De los trece países de mayor consumo en el mundo de las leguminosas, la mayoría de
ellos se encuentran en América Latina: Nicaragua, Brasil, México, Paraguay, Belice,
Costa Rica, Guatemala y Honduras (FAO, 2008).
En Venezuela en el año 2011 la producción de caraota se ubicó en 34.435 toneladas, lo
que representa un aumento del 2% con respecto al año anterior. El Plan Bienal para la
producción de alimentos 2011-2012 contempla aumentar la producción de caraotas en
187% y la de frijol en 36% para 2012 (BAV, 2011).
Según estudios realizados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INE,
2009), en el segundo semestre, en el estrato V de la población venezolana sobre el
consumo aparente diario per cápita de alimentos, los ciudadanos consumen 21,16 gr.
de caraota; 12,91 gr. de lenteja; 7,79 gr. de frijol y 7,73 gr. de arveja, siendo superior el
consumo de leguminosas de granos a los estratos I, II, III y IV, siendo éstos los de más
bajo poder adquisitivo. Cabe resaltar que la caraota tiene una mayor preferencia de
consumo en la región centro norte costera del país; mientras que el frijol es consumido
principalmente en la región de los Llanos.
La caraota se produce en casi todos los estados de Venezuela y con mayor proporción
en explotaciones de subsistencia llamadas "conucos", caracterizadas por la escasez de
recursos y con severas adversidades físico - productivas. La planta de caraota sigue
siendo participante esencial en los sistemas de cultivos tradicionales, donde juega
papel importante en la solución de problemas nutricionales de la población campesina y
en la citadina de bajos recursos, gracias a su valor nutritivo (23% de proteínas),
constituyéndose en la leguminosa de grano comestible de mayor consumo nacional
(Acevedo 2003).
En el estado Guárico la Caraota constituye un grano de suma importancia para la
población, principalmente en la zona Sur del estado donde es sembrada principalmente
en Las Vegas inundables del Río Orinoco donde predominan suelos con muy buena
fertilidad natural basada en los alternativos arrastres y aportes que reciben del agua del
río, lo cual brinda óptimas condiciones para la producción de este grano.
Los principales problemas que limitan el desarrollo de este rubro en el estado Guárico
son la escasez de variedades mejoradas adaptadas a nuestras condiciones
edafoclimáticas y problemas de enfermedades, principalmente Pudriciones Radicales,
ocasionadas por un complejo de hongos del suelo que aunado a otros problemas de
manejo agronómico del cultivo, restringen enormemente el desarrollo de esta
leguminosa.
Entre los insectos fitófagos más nocivos que se alimentan de de la caraota está la
mosca blanca, Bemisia tabaci Gennadius, la cual transmite geminivirus que causan el
mosaico dorado; el saltahojas, Empoasca kraemeri Ross y Moore que produce
encrespamiento del follaje; los crisomélidos Diabrotica balteata Leconte y Andrector
ruficornis (Olivier), que causan perforaciones en las hojas y transmiten los virus del
moteado amarillo y del mosaico del caupí (Castillo y González, 2008).
En vista de la importancia que representan las plagas y las enfermedades en el cultivo
de la caraota en el estado Guárico, el presente trabajo ofrece una propuesta de Manejo
Integrado de plagas y enfermedades de este rubro con la finalidad de contribuir al
aumento de la productividad de este cultivo en la Región.
Manejo integrado de Plagas y Enfermedades en el cultivo de la caraota
Con el Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades (MIP) se busca reducir los
problemas fitosanitarios y de manejo del cultivo a través de la utilización de diversas
tácticas, técnicas y prácticas, considerando factores económicos, sociales y
ambientales, optimizando las relaciones entre los componentes del Agroecosistema.
El MIP se basa en la utilización de varias tácticas ecológicamente compatibles con el
objetivo de mantener poblaciones de artrópodos, patógenos, nemátodos, malezas y
otras plagas, en niveles por debajo de aquellos que causan daño económico al cultivo,
al mismo tiempo que aseguran protección contra daños al hombre y al medio ambiente.
Para lograr la protección del cultivo es de gran importancia comprender el sistema de
producción en su totalidad y luego aprender a manipular los distintos componentes en
forma ecológica y económicamente favorable para el agricultor. El enfoque de sistemas
sirve para sintetizar y evaluar esa información en forma integral. (Hilje y Saunders,
2008).
El primer elemento común es la idea de que una tecnología de Manejo Integrado de
Plagas (MIP) debe consistir en un conjunto de tácticas para el manejo de los principales
problemas fitosanitarios de un cultivo, y que además sean compatibles entre sí, así
como con el sistema tradicional de producción, las condiciones socioeconómicas,
tradiciones culturales y percepciones de los agricultores (Ramírez, 2008).
Respecto a las tácticas de control, a pesar de las investigaciones realizadas y la
información disponible sobre el manejo integrado de moscas blancas como plagas y
vectores de virus, los agricultores aun se apoyan en gran medida en los insecticidas. El
continuo uso y abuso de estos productos eliminan los enemigos naturales de las
plagas, mientras que éstas se hacen resistentes rápidamente a los insecticidas
(Vásquez et al., 2007).
Vásquez et al. (2007), informó que el control biológico es una de las alternativas que se
ha estado investigando en diversas regiones del mundo, demostrándose hasta el
presente que puede constituir un componente importante del MIP, principalmente
facilitando la conservación de los enemigos naturales, las liberaciones combinadas de
entomófagos, y las aplicaciones de bioproductos a base de microorganismos
entomopatógenos.
Murguido y Elizondo (2007), señalan varias tácticas dentro de cuatro estrategias
básicas para el MIP, pero que a su vez pueden incluirse indistintamente en ellas según
el propósito u objetivo perseguido, el momento y la forma de aplicación:
La prevención: Es una premisa fundamental que se basa en medidas de saneamiento
elaboradas a partir de resultados científicos y de experiencias previas, que reduzcan al
mínimo los riesgos de diseminación y proliferación de las plagas desde sus reservorios
hacia los lugares donde pueden encontrar abrigo y alimentación.
La convivencia: Basada en el seguimiento del comportamiento de las plagas y sus
enemigos naturales, antes, durante, después, dentro y fuera de los cultivos
involucrados en el MIP. Permite además complementar la previsión, fundamentar la
toma de decisiones y a su vez retroalimentar a todo el sistema. El registro de la
información de los factores bióticos y abióticos que intervienen en el proceso permite
fundamentar métodos de pronóstico.
La manipulación: Debe estar prefijada de la racionalidad, la limitación del uso de los
plaguicidas químicos mediante la señalización o avisos de los plazos de los
tratamientos, la aplicación de sustancias selectivas a las plagas, el uso de insecticidas
absorbidos preferiblemente por la raíz, así como técnicas de control cultural que
modifican el ambiente para reducir las plagas, hacen que sus enemigos naturales sean
más eficientes y favorezcan su reproducción, alimentación o lugares donde se
protegen.
Supresión: Aplicación de Bioplaguicidas, variedades tolerantes, control físico, otros.
Los controladores biológicos, sean entomófagos o entomopatógenos, se comportan
según sus especificidades en el marco de las condiciones del ambiente.
Aspectos indispensables a ser considerados en los cultivos:
1.- Monitoreo permanente del campo
2.- Identificación adecuada de la plaga
3.- Cuantificación oportuna del nivel poblacional presente de la plaga
4.- Identificación de daños causados por ésta para determinar el momento de acción
5.- Determinación del ciclo en el cual se encuentre la plaga (huevos, larvas, tamaño,
etc)
6.- Identificación de la presencia de insectos benéficos en el campo y su población
7.- Determinación de las herramientas que puedan ser utilizadas (Biocontroladores)
8.- Uso de agroquímicos, preferentemente fisiológicos o de baja toxicidad.
La caraota es afectada por varias plagas y enfermedades, para contrarrestarlas hay que
poner en práctica una serie de medidas y estrategias que permitan realizar un manejo
integrado efectivo, entre las cuales se encuentran:
1.- Uso de variedades mejoradas adaptadas, resistentes o tolerantes
Se deben usar variedades mejoradas adaptadas a las condiciones agroecológicas del
estado Guárico y que hayan sido reportadas como tolerantes a las principales plagas
del cultivo. Los germoplasmas mejorados poseen características de estabilización de
los rendimientos que duran en el tiempo y se comportan mejor ante los ataques de la
plagas.
2.- Época de siembra adecuada
Sembrar fuera de época crea condiciones adversas al cultivo y favorables para las altas
poblaciones de la plagas. Es importante también manejar información sobre datos
climatológicos, zonificación del cultivo, resultados de investigación previos, grupos de
variedades precoces, intermedias, tardías, tolerantes a la plagas, entre otras.
3.- Manejo adecuado del cultivo
Es importante realizar un buen manejo agronómico al cultivo, brindándole los
requerimientos esenciales para su desarrollo y producción, especialmente la nutrición
de las plantas, lo que les va a permitir poder estar en óptima condiciones para tolerar
los ataques de plagas.
4.- Prácticas agrícolas o culturales
Las prácticas agrícolas constituyen un conjunto de actividades y labores orientadas al
combate de las plagas en los cultivos en forma preventiva. Entre varias definiciones
encontramos: a) la manipulación deliberada del ambiente; b) la creación de un ambiente
menos favorable para las plagas; y c) la utilización de prácticas agronómicas rutinarias
del cultivo. Dentro de estas prácticas se pueden mencionar:
a.- Uso de barreras físicas y biológicas
Como práctica se sugiere la implementación de trampas amarillas y la siembra de
cultivos u otras especies de plantas que sirvan de trampas o barreras físicas y/o
biológicas alrededor de nuestras parcelas de caraota para protegerlos y bajar las
poblaciones de insectos plagas que puedan afectar al cultivo.
El uso de plantas o cultivos secundarios asociados a uno o más cultivos primarios como
barrera o trampa, entre otras, para el combate de una plaga en el marco del manejo
integrado de plagas (MIP), se ubican dentro del combate de insectos ejercido con
prácticas agrícolas (Salas, 2004).
Salas (2004), informó que la utilización del pepino como cultivo trampa, del maíz como
cultivo barrera, entre otros, constituyen una alternativa viable y de bajo costo, muy
conveniente para pequeños agricultores, para controlar las poblaciones de B. tabaci.
El uso de barreras físicas y biológicas alrededor del cultivo constituye una alternativa
para bajar las poblaciones de Bemisia spp en los cultivos. González et al. (2006),
realizaron un estudio evaluando las barreras: Tagetes-sorgo, Tagetes, trampa amarilla,
y sorgo en cinco fechas. Encontraron que en los adultos fue mejor la barrera de
Tagetes-sorgo en las cinco fechas, después la trampa amarilla y Tagetes y en último
lugar el sorgo. En las ninfas, el primer lugar lo ocupó Tagetes-sorgo, en segundo lugar
la trampa amarilla que no difieren con Tagetes y sorgo. En huevecillos, el primer lugar
lo ocupó Tagetes-sorgo, el segundo lugar la trampa amarilla, Tagetes y sorgo. La
barrera biológica, Tagetes-sorgo fue la mejor. La barrera tagetes-sorgo, ayuda a bajar
las poblaciones de mosca blanca y puede utilizarse exitosamente como una alternativa
de control dentro del manejo integrado de plagas.
b.- Asociación de cultivos o policultivos
Con la modernización de la agricultura el monocultivo se intensificó y se extendió. El
creciente aumento de los problemas de plaga se ha relacionado experimentalmente con
la expansión del monocultivo (Castillo y González, 2008).
Castillo y González (2008), evaluaron el comportamiento poblacional de los principales
insectos fitófagos presentes en el cultivo de caraota (Phaseolus vulgaris) en unicultivo y
asociado con maíz (Zea mays), encontrando que las poblaciones de los mismos fueron
superiores en el monocultivo con relación a la asociación con maíz.
Jiménez et al. (2010), evaluaron el efecto que tiene el sistema en asociación de
cultivos sobre la ocurrencia poblacional de insectos plagas y benéficos en pepino,
pipián y fríjol de vara. En general se observó una tendencia de menor número de
insectos plagas y mayor número de insectos benéficos en la parcela de los cultivos
asociados en comparación con los cultivos solos.
5.- Lucha biológica y aplicación de productos no convencionales
Existen una gran cantidad de controladores naturales para combatir las principales
plagas y enfermedades de la caraota, las cuales deben ser considerados para realizar
un buen Manejo Integrado de Plagas y enfermedades en las diferentes fases del cultivo.
Manejo Integrado de la Mosca Blanca en Caraota
Una de la Plagas más importantes en el cultivo de la caraota en nuestro estado Guárico
es la Mosca blanca Bemisia tabací (Gennadius) (Hemiptera: Aleyrodidae), por lo tanto
son necesarias una serie de medidas para el manejo integrado de esta plaga y así
lograr buenos rendimientos en el cultivo.
Uno de los problemas fitosanitarios de mayor connotacion en los últimos 10-15 años ha
sido, sin duda, las afectaciones causadas en diversos cultivos por las grandes
poblaciones de mosca blanca Bemisja tabací (Gennadius) (Hemiptera: aleyrodidae)
(Vásquez et al., 2007).
Existen muchas alternativas para el manejo de la Mosca Blanca dentro de las cuales el
Manejo Integrado de Plagas con enfoque Agroecológico es el que permite poder
combinar una serie de prácticas amigables con el medio Ambiente ofreciendo
herramientas que nos permiten combatir las plagas y bajar sus niveles poblacionales
con miras a lograr un desarrollo sostenible de nuestros sistemas de producción
agrícola.
Se han realizado estudios para conocer los enemigos naturales de Bemisia tabaci
existentes en la mayoría de los países y como resultado se han identificado diversas
especies de parasitoides de los géneros Encarsia , Eretmocerus
(Hymenoptera:Aphelinidae) y Amitus (Hymenoptera:Platygasteriidae); depredadores
de los géneros Chrysopa, Nodita (Neuroptera:Chrysopidae), Coleomegilla, Cycloneda,
Hyppodamia, Delphastus, Nephaspis, Scymnus (Coleoptera:Coccinellidae), Cyrtopeltis,
(Hemiptera: Miridae), Orius (Heteroptera:Anthocoridae), Condylostillus
(Diptera:Dolichopodidae), Syrphidae (Diptera), Theridula (Araneae:Theridulidae) y
entomopatógenos de los géneros Paecilomyces, Verticillium, Metarhizium,
Aschersonia, Cladosporium y Beauveria.
Los más estudiados para su utilización en programas de control biológico han sido los
parasitoides de los géneros Encarsia y Eretmocerus, predadores del género Chrysopa y
entomopatógenos de los géneros Paecilomyces, Verticillium y Beauveria (Vásquez,
2002).
Estrategias de control Biológico de la mosca Blanca en Caraota
El control biológico de la mosca blanca se puede sustentar en tres estrategias, cuya
adopción por el agricultor depende del sistema de cultivo que realiza, del manejo que
haga del sistema de producción, y la facilidad de adquirir los controladores biológicos.
Estrategias de control biológico de Bemisia tabaci en caraota
Estrategias Características Decisiones
Liberaciones de entomófagos
Liberaciones inoculativas y/o inundativas de
parasitoides y depredadoresPueden realizarse combinado varios
entomófagos (Encarsia, Eretmocerus,
Chrysopa)
A los alrededores de los campos antes de la siembra
y a lo largo del cultivo
Aplicaciones de bioplaguicidas
Aplicaciones inundativas de hongos entomopátogenos
(Paecilomyces, Verticillium y Beauveria)
En los campos cuando comienza la oviposición y durante todo el desarrollo
del cultivo en forma semanal
Aplicaciones inoculativas de hongos entomopatógenos
En etapas finales del cultivo
Conservación de enemigos naturales
Proteger la actividad reguladora y favorecer el
desarrollo de los enemigos naturales que habitan el
Agroecosistema y los controladores biológicos
que se liberan y/o se aplican
La conservación se realiza con carácter permanente a nivel de toda la unidad de
producción
Fuente: Vásquez et al. (2007)
a.- Liberación de Entomófagos
Los entomófagos, sean depredadores o parasitoides se pueden liberar 1) de forma
inoculativa en pequeñas cantidades para que se establezcan, o 2) inundativa en
mayores cantidades, para lograr control inmediato de la plaga, la que dependerá de las
características del entomófago de la fase fenológica del cultivo, y de la disponibilidad de
individuos para liberar, entre otras.
El depredador se puede liberar en estado de larva en sus primeros estadios o en estado
de huevo, mezclando estos últimos con cascarilla de arroz u otro soporte.
Los parasitoides del género Encarsia pueden parasitar todos los estadios de la larva de
la mosca blanca, pero esto raro, ya que tienen su preferencia principalmente por el
segundo y tercer instar, todo lo cual está en relacionado con las posibilidades
nutricionales, supervivencia, etc. Una práctica recomendada, es la liberación de varias
especies de entomófagos para complementar sus efectos.
Recomendaciones para liberaciones de entomófagos para el control de B. tabaci
Entomófagos Dosis de liberación Condiciones de la plaga
Crisópidos
(Chrysopa, Nodita) 2-3 larvas/m2
Poblaciones en fase de
huevo-ninfa
Avispitas
(Encarsia, Eretmocerus) 15-20 mil individuos/ha
Poblaciones en fase de
huevo-ninfa
Fuente: Vásquez et al. (2007)
Según López y Evans (2008) todas las especies conocidas del género Eretmocerus
Haldeman son parasitoides primarios solitarios de las ninfas de moscas blancas
(Hemiptera: Aleyrodidae).
El daño provocado por las moscas blancas en la planta hospedera, se debe a la
succión de la savia y a la producción de sustancias azucaradas que favorecen el
desarrollo de hongos sobre la superficie de las hojas. A este daño directo, se suma la
transmisión de enfermedades virósicas y bacterianas; por esta razón, son consideradas
plagas de importancia en diversos cultivos. En muchos países se han desarrollado
programas de control biológico mediante el uso de algunas especies del género
Eretmocerus (Rose y Zolnerowich, 2003) citado por López y Evans (2008).
b.- Aplicación de hongos Entomopátogenos
Entre los microorganismos entomopatógenos, los más utilizados para el control de
Mosca Blanca en caraota son los hongos Verticillium (Lecanicillium) lecanii,
Paecelomyces fumosoroseus y Beauveria bassiana.
Con relación al uso de los hongos entomapatógenos contra las moscas blancas, es
importante tener en cuenta que para las diferentes especies de hongos no se logran
efectividades similares para cada uno de los estados e instares de la mosca blanca, lo
cual varía según la cepa del microorganismo usado, y las condiciones locales. Para
lograr alta eficacia en la aplicación de éstos mico-insecticidas es necesario que el
producto cumpla con los requerimientos de calidad:
- Concentración 109 conidios/ml
- Pureza 100%
- Virulencia 95%
- Viabilidad 97%
La dosis en campo debe estar en el rango de 1012- 1015 conidios/ha, y para ello se debe
obtener una concentración no menor de 107 en la solución final (Vásquez et al., 2007).
Para que este proceso sea exitoso deben existir condiciones ambientales favorables,
con temperaturas medias entre 20-25o C, humedad relativa de 80-90%. y velocidad del
aire no superior a 3 m.seg-1.
Las aplicaciones de estos bioproductos se deben realizar en horas de la tarde
preferiblemente después de las 4:00 pm, para garantizar que posterior a la aplicación
existen condiciones ambientales favorables para la germinación de esporas del hongo
entomopatógeno.
Vásquez et al. (2007), afirma que pueden mezclarse con Bacillus thuringiensis nunca
con plaguicidas sintéticos. También resulta muy eficaz utilizar mezclas de Verticillium
lecani + Beauveria bassiana, V. Lecani + Paecelomyces fumosoroseus, P.
Fumosoroseus + B. Bassiana. Las aplicaciones con fungicidas se puedan realizar siete
días antes, o diez días después de aplicar al entomopatógeno.
Ruíz et al. (2009), evaluaron la patogenicidad de tres aislamientos nativos en Cuba y
uno comercial de Beauveria bassiana (Bals.) Vuillemin en estados inmaduros de
Bemisia tabaci Genn., encontrando que los aislamientos nativos tuvieron mayor
capacidad patogénica en las ninfas que en los huevos de B. tabaci.
Recomendaciones para aplicaciones de entomopatógenos en el control de B. tabaci
Entomopatógeno Dosis de Aplicación Condiciones de la plaga
Verticillium (Lecanicillium)
lecanii, Paecelomyces
fumosoroseus y
Beauveria bassiana.
Rango de 1012- 1015
conidios/ha
Poblaciones en fase de
huevo-ninfa-adulto
Fuente: Vásquez et al. (2007)
c.- Conservación de enemigos naturales
Una de las principales estrategias del control biológico es la conservación de los
enemigos naturales; es decir, de los organismos benéficos que habitan en la finca, por
lo que resulta importante que el agricultor los conozca y sepa que son sus aliados,
además, que entienda las características y los hábitos de estos organismos.
Es importante que el agricultor entienda que cuando se practica la conservación de los
enemigos naturales también se benefician los controladores biológicos que se liberan
y/o aplican en los campos.
La conservación constituye una estrategia de control biológico que se realiza a nivel de
todo el sistema de producción finca, ya que se sustenta en decisiones, prácticas
agronómicas y de manejo del hábitat, entre otras.
Monitoreo permanente durante las fases de desarrollo del cultivo
Se recomienda hacer liberaciones de Telenomus (3.500 individuos/ha) oTrichogramma
(30.000 individuos/ha) de ser posible una semana antes de la siembra con la finalidad
de garantizar en el campo los enemigos naturales que parasitan los huevos de
lepidópteros y así contribuir a bajar las poblaciones de éstos.
Para el manejo de enfermedades fungosas se recomienda tratar la semilla con
Trichoderma a razón de 1 Kg/ha al momento de la siembra luego repetir la dosis a la en
aquellos lugares con elevada incidencia de Rhizoctonia sp.
Se recomiendan hacer los monitoreos en las diferentes fases del cultivo de la manera
siguiente:
1.- Germinación y Emergencia, fases V0 y V1 (0-7 días después de la siembra)
Realizar 2 Monitoreos.
a.- Realizar Monitoreo de enfermedades fungosas del suelo tales como: Fusarium,
Rhizoctonia, Sclerotium, entre otras.
Para determinar a nivel de campo si se encuentran presente agentes fungosos en el
cultivo se realizan observaciones en los hilos de las plantas. Si se visualizan hojas
cloróticas y necrosamiento en el tallo se extrae una planta y se realiza un corte
longitudinal en el tallo, si dentro de este se encuentran pecas o manchas negras es muy
probable que sea producto de un hongo, se deben tomar muestras con estas
características y llevarlas al laboratorio más cercano para precisar la etiología.
b.- Monitoreo de plagas cortadoras, tales como: Bachacos, Grillos, Gusanos cortadores,
entre otros.
Se deben registrar los porcentajes de infestación de insectos plagas en el cultivo para
aplicar las estrategias de control más adecuadas y que no perturben el equilibrio
ecológico. Se deben tomar muestras en diez puntos dentro de cada lote, en éstos, se
observan diez plantas, realizando anotaciones del número de plantas con presencia de la
plaga para posteriormente calcular los porcentajes de infestación
Métodos de control
Aplicación de Beauveria bassiana (1 kg.ha-1) para el control de bachacos y
Trichoderma harzianum (1 kg.ha-1), para control de hongos en suelo.
Desarrollo Vegetativo, fases V2, V3 y V4 (7-23 días después de la siembra)
Se recomienda realizar 2 Monitoreos.
a.- Evaluar la densidad de población del cultivo.
b.- Monitoreo de plagas: Coquitos perforadores de la hoja Diabrotica balteata, cerotoma
ruficormis, Systena spp, áfidos, minador de la hoja Liriomyza spp, mosca blanca
Bemisia tabaci, hongos del suelo.
Métodos de control
Aplicar Metharizium anisoplae o Beauveria bassiana (1 kg.ha-1) al follaje para el control
del coquito perforadores.
Aplicación de Basillus thuringiensis (1 kg.ha-1) para el control del minador de la hoja y
otros lepidópteros.
Aplicación de Lecanicilium lecanii (1 kg.ha-1).
Colocar trampas adhesivas de plástico amarillo para la captura y control de mosca
blanca y bajar sus poblaciones.
Prefloración, fase R5 (23-32 días después de la siembra):
Se recomienda realizar 2 Monitoreos.
- Evaluar el control de maleza: Limpieza manual o cultivadora.
- Monitoreo de plagas áfidos Aphis cracivora, Aphis gossypii, gusano falso medidor
Trichoplusia ni, gusano enrollador de la hoja, Urbanus proteus, gusano del frijol
Anticarcia gemmatalis y Chinche Nezara viridula, entre otros.
Métodos de control
- Efectuar limpieza manual o cultivadora para el control de maleza.
- Aplicación de Crysopas, Beauveria bassiana, Lecanicillium lecanii a razón de
(1 kg.ha-1) para el control de áfidos.
- Uso de trampas adhesivas de color amarillo para el control de mosca blanca.
- Aplicación de Bacillus thuringiensis (1 kg.ha-1) y liberación de Trichogramma
(30.000 individuos/ha) para el control de lepidópteros.
- Para el control de chinches aplicar Beauveria bassiana, Metharizium.
Floración, fase R6 (32-36 días después de la siembra)
Se recomienda realizar 1 Monitoreo.
Monitoreo de plagas: Mosca blanca, Áfidos, chinches, Ácaros, Trips, Coquitos
perforadores, Gusano enrollador de la hoja y hongos en suelo.
Métodos de control
Para ácaros Tetranychus spp, y Trips, aplicar Bacillus thuringiensis (1 kg.ha-1),
Lecanicillium lecanii (1 kg.ha-1) y Crysoperla spp. 2000 ind/ha.
Formación del grano y llenado de la vaina, fases R7 y R8 (36-62 días después de
la siembra)
Se recomienda realizar 1 Monitoreo.
Monitoreo de plagas: Chinches, áfidos, gusano enrollado de la hoja, gusano comedor
de la hoja, gusano comedor de la vaina complejo de Heliothis spp.
Monitoreo de enfermedades Macrophomina, antracnosis, tizón, sclerotium, entre otros.
Métodos de control
Se recomienda hacer liberaciones de Trichogramma (30.000 individuos/ha) en las
primeras etapas de desarrollo del cultivo, de ser posible una semana antes de la
siembra, y hacer aplicaciones al momento de la incidencia de Bacillus thuringiensis
para el complejo heliothis spp. y otros lepidópteros.
Maduración fisiológica, fase R9 (62-77 días después de la siembra)
Se recomienda realizar 1 Monitoreo.
Monitoreo de plagas: Comedores de la vaina, chinches, perforadores de las vainitas
y perforador pequeño de vainitas.
Métodos de control
Para el control del perforador de vainitas Maruca sp. Perforador pequeño de vainitas
Cydia fabivora, aplicar Bacillus thuringiensis y trichogramma (en la primeras etapas
de desarrollo del cultivo).
Manejo Integrado de Arvenses
Es de gran importancia el manejo de Arvenses en el cultivo de la caraota para que un
plan de manejo Integrado de plagas y enfermedades sea exitoso. Durante el
crecimiento de la planta de de la caraota existe una época crítica, comprendida entre la
segunda y la tercera semana después de la emergencia. Cualquier limitante que
compita y/o interfiera por luz, agua, nutrimentos y espacio, afecta adversamente el
desarrollo del cultivo, especialmente durante esta etapa crítica señalada. Las malezas o
arvenses son las principales limitantes que debe enfrentar el cultivo, y por lo tanto, es
indispensable controlarlas. Esta situación creada por las malezas crea condiciones
adversas para el cultivo que pueden favorecer la aparición de plagas y enfermedades.
Además de competir por los factores de crecimiento, las malezas causan serios
problemas al momento de la cosecha, dificultando la labor y contaminando el grano
recogido, con semillas o partes vegetativas que desmejoran la calidad del producto.
Las malezas más comunes en el cultivo de la caraota son:
De hoja ancha, latifoliadas o dicotiledóneas: Pira (Amaranthus sp), tostón (Boheravia
sp), meloncillo (Cucumis sp), flor amarilla (Aldama dentata], escoba (Sida sp).
Las de hoja angosta, o gramíneas, son las comúnmente llamadas pajas. Entre ellas
tenemos: paja peluda (Rottboellia cochinchinensis), paja mona (Leptochloa
filiformis], paja Johnson (Sorghum halepense y S. verticilliflorum), cadillo
(Cenchrus spp.).
Entre las ciperáceas está el corocillo (Cyperus rotundus)
Pasos a seguir para el manejo Integrado de arvenses en la caraota
1.- Inventario florístico
Es esencial el conocimiento que se tenga sobre las distintas especies de malezas
presentes en el terreno que será utilizado para la siembra de la caraota, su
comportamiento, sus hábitos de crecimiento, su agresividad, entre otros, lo que
permitirá poder diseñar un plan adecuado y efectivo para el combate de las mismas sin
que ocasionen daño económico al cultivo.
2.- Prevención en la diseminación de la semilla de malezas
Es común que un número de especies de malezas que poseen un patrón de madurez
similar a la caraota sean cosechadas y diseminadas con las semillas del cultivo. Las
semillas de malezas también son diseminadas por los animales que pastorean sobre
las mismas, equipos e implementos agrícolas, el hombre, los animales y las aves.
3.- Densidad de siembra del cultivo
Es importante sembrar el cultivo a una densidad de siembra óptima, puesto que al
haber espacios libres dejados por las bajas poblaciones del cultivo, éstos serán
ocupados por las plantas indeseables.
4.- Métodos culturales para el control de malezas
La rotación de cultivos se usa para evitar o reducir un incremento en la población de
ciertas especies de malezas asociadas al monocultivo.
5.- Métodos mecánicos para el control de malezas
Uso de cultivadoras
6.- Manejo de residuos
Las malezas pueden ser combatidas por medio de un manejo adecuado de los residuos
de las plantas usadas como cobertura del suelo, las cuales por efecto de la sombra
controlan el desarrollo de las malezas en el cultivo.
6.- Control eficiente Pre emergente
- Al momento de la siembra aplicar herbicidas no selectivos de acción total
(Glyfosato).
- De manera conjunta aplicar herbicidas pre emergentes selectivos al cultivo para
combatir las semillas de malezas que pudieran germinar posteriormente.
Si se realiza un buen control pre emergente de malezas, el cultivo se mantendrá limpio
durante los primeros días críticos de competencia. Posteriormente el cultivo cierra los
espacios evitando que entre luz solar que pueda ser usada por las malezas, evitando
así tener que acudir a las aplicaciones post emergentes, que además incrementan los
costos de producción.
CONCLUSIONES
La presencia de insectos plagas a niveles poblacionales que causan daño económico a
los cultivos se debe a que se rompe el equilibrio ecológico en los agroecosistemas, lo
cual es debido principalmente a las actividades desarrolladas por el hombre en el
planeta.
Con el MIP se persigue buscar diferentes alternativas y estrategias amigables con el
medio ambiente que nos permitan disminuir las poblaciones de insectos plagas y
brindar condiciones de sanidad en los agroecosistemas para evitar que existan daños
económicos en los cultivos y hacerlos más productivos, sin poner en peligro las
generaciones futuras.
El éxito y la adopción del MIP por parte de los agricultores va a depender en gran
medida de factores culturales, sociales, económicos políticos y ambientales que
condicionan los sistemas de producción que desarrollan y la forma como han manejado
sus cultivos por muchos años, además de la facilidad y oportunidad que tengan para
acceder a las tecnologías y a las diferentes alternativas de manejo agroecológicas
existentes.
La producción de recursos por parte de la naturaleza ocurre a un ritmo de crecimiento
aritmético, mientras que el consumo de éstos para satisfacer la creciente demanda de
bienes y servicios, se produce a un ritmo de crecimiento geométrico provocando un
desequilibrio que cada vez hace menos sostenible el sistema, produciéndose en el
planeta menos de lo que consumimos. Esto ha traído como consecuencias una serie
de amenazas y el agotamiento de los recursos naturales debido al uso irracional que se
les ha dado.
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