tomas carrasquilla y manuel gonzalez zeledon

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TOMAS CARRASQUILLA Y MANUEL GONZALEZ ZELEDON POR LUIS NIRAY BERNAL CEPEDA Bogota, Colombia En el devenir hist6rico de las letras hispanoamericanas hacen su apa- rici6n dos escritores nacidos en la segunda mitad del siglo xIx: Tomas Carrasquilla (1858-1940), colombiano, y Manuel Gonzalez Zeled6n (1864- 1936), costarricense 1. Ambos revelaron una patente identificaci6n con su tierra y un explicito interes por recrear en sus obras la vida cotidiana con sus tipos populares, en una epoca en la que el Modernismo, como movi- miento literario, se ergufa con fuerza, despertaba inquietudes y conseguia adeptos en toda la America hispana. Contra aquellos que preferian lo ex6- tico y universal hubo otros que vieron en su terrufio la materia prima para la configuraci6n de sus producciones artisticas. Esto suscit6 la pugna entre sectores de distinta posici6n. En Colombia, uno de los miximos defensores del realismo fue Carras- quilla. Siempre prefiri6 escribir sobre la vida del hombre antioqueio, an- tes que seguir los moldes modernistas. En una de sus <Homilias> le dice a su amigo Max Grillo, uno de los propulsores del modernismo colom- biano: Cultivad, hermanos mios, otros campos mas propicios; encaminad el espiritu hacia ideales mas excelsos y el coraz6n a sentimientos mas humanos. Contad la vida de la realidad, no la arbitraria de la conven- ci6n (...). Buscad, sobre todo, formas mas amplias, mas sanas, mas austeras. No os intime la regi6n: el punto geogrifico y el medio, nada 1 Para conocer la vida de estos escritores se recomienda la lectura de los siguien- tes libros: Kurt L. Levy, Vida y obras de Tomds Carrasquilla (Medellin: Editorial Bedout, S. A., 1958); Jose Maria Arce, Manuel Gonzdlez Zeledon: vida y obra (New York: Hispanic Institute, 1948); Virginia Sandoval de Fonseca, Manuel Gon- zdlez Zeledn (San Jos6: Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, 1974).

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TOMAS CARRASQUILLAY MANUEL GONZALEZ ZELEDON

POR

LUIS NIRAY BERNAL CEPEDABogota, Colombia

En el devenir hist6rico de las letras hispanoamericanas hacen su apa-rici6n dos escritores nacidos en la segunda mitad del siglo xIx: TomasCarrasquilla (1858-1940), colombiano, y Manuel Gonzalez Zeled6n (1864-1936), costarricense 1. Ambos revelaron una patente identificaci6n con sutierra y un explicito interes por recrear en sus obras la vida cotidiana consus tipos populares, en una epoca en la que el Modernismo, como movi-miento literario, se ergufa con fuerza, despertaba inquietudes y conseguiaadeptos en toda la America hispana. Contra aquellos que preferian lo ex6-tico y universal hubo otros que vieron en su terrufio la materia primapara la configuraci6n de sus producciones artisticas. Esto suscit6 la pugnaentre sectores de distinta posici6n.

En Colombia, uno de los miximos defensores del realismo fue Carras-quilla. Siempre prefiri6 escribir sobre la vida del hombre antioqueio, an-tes que seguir los moldes modernistas. En una de sus <Homilias> le dicea su amigo Max Grillo, uno de los propulsores del modernismo colom-biano:

Cultivad, hermanos mios, otros campos mas propicios; encaminadel espiritu hacia ideales mas excelsos y el coraz6n a sentimientos mashumanos. Contad la vida de la realidad, no la arbitraria de la conven-ci6n (...). Buscad, sobre todo, formas mas amplias, mas sanas, masausteras. No os intime la regi6n: el punto geogrifico y el medio, nada

1 Para conocer la vida de estos escritores se recomienda la lectura de los siguien-tes libros: Kurt L. Levy, Vida y obras de Tomds Carrasquilla (Medellin: EditorialBedout, S. A., 1958); Jose Maria Arce, Manuel Gonzdlez Zeledon: vida y obra(New York: Hispanic Institute, 1948); Virginia Sandoval de Fonseca, Manuel Gon-zdlez Zeledn (San Jos6: Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, 1974).

LUIS NIRAY BERNAL CEPEDA

importan. Bajo accidentes regionales, provinciales, dom6sticos, puedeencerrarse el universo; que toda nota humana que de el artista tendrade ser epica y sintetica, toda vez que el animal con espiritu es, de Adanaca, el mismo Adan con diferentes modificaciones 2

.

T omas Carrasquilla es una figura sobresaliente en las letras colom-

bianas por su vasto universo novelado a partir del contacto directo con su

terrunio antioquefio. Pero dl, como exponente del realismo, es uno de los

seguidores de la literatura nacional, que esta marcada, en sus primeros

pasos, por un enfasis costumbrista.

El costumbrismo tuvo en Colombia su maxima expresi6n en El Mo-saico, influyente revista literaria, publicada en cuatro vohimenes durantelos afios 1856-1865; contiene publicaciones en prosa y en verso. Entresus colaboradores figuran: Jose Manuel Groot, Jose Manuel Marroquin,

Jose Maria Vergara y Vergara, Eugenio Diaz y Juan de Dios Restrepo.El Mosaico no s6lo produjo cuadros costumbristas; de 61 salieron <dosnovelas, las mas afamadas y las mejores que hasta hoy se han publicadoen Colombia: la Manuela, de Eugenio Diaz, y la Maria, de Jorge Isaacs>>,afirma Antonio G6mez Restrepo 3.

El costumbrismo pintoresco, anecd6tico, basado en la descripcion dehabitos y costumbres populares, dio paso al realismo, sin que este sub-estimara al primero. En esa direcci6n historica aparece en la literaturacolombiana Tomas Carrasquilla, con su primera novela, Frutos de mi tie-rra, en la cual «no hizo otra cosa sino repetir la tentativa de Manuela,pintando la vida antioquefia con no menor talento de observaci6n y vigorde expresi6n que los demostrados por Diaz>> 4. Pero, a diferencia de Diaz,Carrasquilla trasciende ese realismo costumbrista: <recoge toda esa tra-dici6n, la refunde y la ennoblece, aplicandola no a la descripci6n de as-pectos locales de nuestras ciudades o de pequenios ambientes de provincia,o de 'interiores' domesticos, que fue lo que generalmente hicieron loscostumbristas de El Mosaico, sino a todo un pueblo o a vastisimos secto-res sociales>> . Segun Ayala Poveda, Carrasquilla, con sus cuadros y cuen-tos costumbristas y sus novelas, inaugura el realismo social en Colombia 6 .

2 TOmas Carrasquilla, Obras completas (Madrid: Ediciones y Publicaciones Es-palnolas, S. A., 1952), p. 1970.

Antonio G6mez Restrepo, La literatura colombiana a mediados del siglo XIX(Bogota: Ediciones Colombia, 1926), p. 173.

4 Loc. cit.5 Rafael Maya (Prologo), en TomBs Carrasquilla, La Marquesa de Yolombo

(Medellin: Editorial Bedout, S. A., 1982), p. 22.6 Cfr. Fernando Ayala Poveda, Manual de literatura colombiana (Bogota: Edu-

car Editores Ltda., 1984), pp. 258-266.

TOMAS CARRASQUILLA Y MANUEL GONZALEZ ZELEDON

En Carrasquilla se conjugan tanto el costumbrismo, con nuevos mati-ces, el realismo (incluidas sus vertientes de criollismo y regionalismo) yel naturalismo. Por su apego a la tierra, Pedro Lastra afirma: <<Con loscuentos y las novelas de Toms Carrasquilla se inici6 el criollismo en Co-lombia, un criollismo entrafiablemente popular y de lenguaje peculiari-simo (...)> '. No obstante, es necesario apuntar que sus cuentos no se dejan

apresar por una sola tendencia, sino que incluyen varias simultdneamente.El mismo habia declarado: <<No tengo escuelas ni autores predilectos.Como a cualquier hijo de vecino, me gusta lo bueno en cualquier ramo .

El costumbrismo, que floreci6 en Hispanoamdrica a mediados del si-glo pasado, tuvo su auge en Costa Rica en los iltimos decenios del xix,gracias a la divulgaci6n periodistica, que cumplia, en primer lugar, finespoliticos y, en segundo, literarios. En este pais centroamericano, el cultivodel realismo costumbrista no triunf6 sin antes encontrar la animadversi6nde escritores afrancesados, hecho que despert6 una fuerte polhmica entrelos defensores del estilo foraneo y quienes buscaban en su medio la fuentepropicia para cimentar una literatura caracterizada por elementos nativos,criollistas. Al respecto, Anderson Imbert declara: <<Cuando empezaron aaparecer -los escritores costarricenses- se escindieron en dos farnilias:una de esteticistas cosmopolitas, otra de realistas regionales. Y fue la fa-milia realista la que, por estar mas cerca de las cosas, ha sido estimadacomo la mejor 9.

Costa Rica, que durante la colonia habia estado relegada a un atrasocultural sin precedentes, con el advenimiento del periodismo l0 y, poste-riormente, con la presencia de intelectuales y escritores espaioles e his-panoamericanos (los hermanos Valeriano y Juan Fernandez Ferraz, RubenDario, Federico Proaiio, Maximo Soto Hall, Antonio Zambrana), pas6 adar los primeros pasos en la blisqueda de una literatura con un asideronetamente nativo y original.

El surgimiento de Gonzalez Zeled6n como costumbrista, de gran im-portancia para las letras nacionales, se produjo a partir de 1895, afio enque publica <<Nochebuena>>, en el peri6dico La Patria, dirigido por el poetaAquileo Echeverria. A partir de esta fecha aparecieron en los diarios ca-pitalinos sus cuadros y cuentos costumbristas. Al conocer los pilares de

Pedro Lastra, El cuento hispanoamericano del siglo XIX (Santiago de Chile:Editorial Universitaria, 1972), p. 61.

8 Tomas Carrasquilla, <<Autopresentaci6n>>, en Cuentos (La Habana: Casa de lasAmericas, 1971), p. xxxIII.

SEnrique Anderson Imbert, Historia de la literature hispanoamericana (Mexico:Fondo de Cultura Econ6mica, 1970), 2.a ed., tomo 1, p. 372.

10 La imprenta fue traida a Costa Rica en 1830.

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la literatura costarricense se observan sus raices en el costumbrismo, queya era moda pasada en muchos paises del continente. Abelardo Bonilla,historiador de la literatura costarricense, considera a Mag6n (seud6nimode Gonzalez Zeled6n) uno de los principales propulsores del realismo,junto con Aquileo Echeverria y Joaquin Garcia Monge .

Mag6n, al igual que Carrasquilla, defendi6 su posici6n literaria conun fundamento en lo terrigeno, popular y cotidiano. Aunque no faltaronquienes criticaron acerbamente sus cuadros y cuentos, no decay6 en susobjetivos por forjar una literatura de corte y sabor nacionalistas. Todaviaen 1924 defiende su arte literario:

El secreto mio consiste en que yo dejo la cosa tal como la encuentroy no hago mss que sacudirle el polvo y colocarla en luz apropiada paraque se vea claramente. Por eso el seinor Pacheco, que ve las cosas desdeel Arco de la Estrella o desde Notre Dame, encuentra que mis cuentosno tienen literatura. Olvid6 decir francesa, porque, aunque le pese, yosigo creyendo que la tienen tica que justamente era lo que yo tratabacuando los escribi 12

Gonzalez Zeled6n, fiel a la tradici6n costumbrista, se dedic6 a escribircuadros y cuentos sobre la vida josefina, los cuales constituyen un materialmuy valioso para conocer la sociedad costarricense en las postrimerias delsiglo xix: «Describi6 la ciudad de San Jos6, ciudad que no alcanzaba aser ciudad; la describi6 por dentro y por fuera, la vida del hogar, de laescuela, de la burocracia, de las tertulias del club y de cafe, de las vegas,de los valles y los cafetales; describi6 la pobreza, las fiestas, el amor, lostipos populares, lo cotidiano, cosas vistas (y, en el campo, entrevistas)>> 13

En este estudio se tratard de demostrar c6mo Carrasquilla constituyeuna fuente literaria para la producci6n artistica de Gonzalez Zeled6n.Aunque Mag6n no conoci6 personalmente a TomBs Carrasquilla, esto noimpide que haya leido sus obras publicadas en peri6dicos, revistas y li-bros. El estudio biogrdfico y el analisis de relatos carrasquillianos y mago-nianos confirma la relaci6n Carrasquilla-Mag6n. En 1889, el escritor cos-tarricense viaj6 a Bogota, donde fungi6 como vicec6nsul y, ademAs, tuvola oportunidad de conocer y de entablar relaciones amistosas con poetasy prosistas sobresalientes en la literatura colombiana. Entre ellos, Jorge

11 Abelardo Bonilla, Historia de la literatura costarricense (San Jose: EditorialCosta Rica, 1967), p. 135.

12 Carta del escritor a Jose M.a Arce, en Mag6n, Cuentos, estudio preliminar,edici6n y glosario del profesor Jose M.a Arce (San Jose: Antonio Lehmann, Libreria,Imprenta y Litografia Ltda., 1968), p. 318.

13 Anderson Imbert, Op. cit., p. 373.

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Isaacs, Rafael Pombo, Jos6 Asunci6n Silva, Julio Fl6rez y Jos6 MariaRivas Groot. Estos hombres de letras constituyen un medio por el cualMag6n pudo conocer el quehacer artistico de Carrasquilla. En el viaje queefectia el escritor antioquefio, con motivo de la edici6n de Frutos de mitierra, en 1895, a Bogota, conoce a Pombo, Silva y Fl6rez, con lo cualla mediaci6n se hace mas explicita. Gonzalez Zeled6n tuvo un alto con-cepto de la literatura colombiana, y sobre esa experiencia en Bogotd, afir-ma: <Ese roce me fue de mucho provecho como educaci6n literaria ypara formar mi estilo>> ". Ademis, debe reconocerse que varios costum-bristas colombianos habian influido en la literatura costarricense del si-glo pasado, entre ellos Jos6 Maria Vergara y Vergara, Jos6 Caicedo Rojas,Jose David Guarin, Ricardo Silva y Juan de Dios Restrepo 1". Otros, comoRafael Pombo y Joaquin Pablo Posada, estuvieron un tiempo en CostaRica e hicieron algunas publicaciones en los diarios de la 6poca. Coneste marco referencial se comprende mejor c6mo la aseveraci6n, enuncia-da lineas anteriores, tiene un asidero que se ratifica mediante el andlisisde los textos seleccionados.

Cuando Mag6n emigra a los Estados Unidos, en 1906, tambien desdealli tiene la posibilidad de enterarse del desarrollo literario hispanoame-ricano. Aparte de sus cargos diplomaticos, fund6 el Circulo Literario His-pano de Nueva York, en 1911, cuya finalidad era fomentar el estudio ydivulgaci6n de las letras castellanas. En esta ciudad, Mag6n pudo haberleido a Carrasquilla, ya fuese por intermedio de sus amigos letrados co-lombianos o por ser Nueva York un punto importante para la difusi6nde las letras del Nuevo Mundo, maxime si se considera que Carrasquillahizo las publicaciones de los cuentos y cuadros costumbristas en diariosdestacados de Colombia, como El Liberal Ilustrado y El Espectador.

Carrasquilla y Mag6n no son casos aislados en la literatura hispano-americana, sino autdnticos exponentes de la literatura nacional en sus res-pectivos paises; permanecieron fieles a su concepci6n realista de retornarlo que sus provincias, con sus pobladores y vida consuetudinaria, lesofrecian para el arte literario. Ambos pertenecen al realismo 16 mezcladoya del costumbrismo tradicional, ya de algunos postulados naturalistas.En ellos es mas notoria la influencia espaiiola que la francesa. En la vidade TomBs Carrasquilla, Gald6s ocupa un lugar relevante: <<Tanto por su

14 Manuel Gonzalez Zeled6n, op. cit., p. 277.15 Margarita Castro Rawson, El costumbrismo en Costa Rica (San Jos6: Antonio

Lehmann, 1971), 2.a ed., p. 39. Este libro es basico para conocer el desarrollo delcostumbrismo costarricense.

16 Cfr. Seymour Menton, El cuento hispanoamericano (M6xico: Fondo de Cul-tura Econ6mica, 1964).

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talento lingistico como por su actitud anticlerical, su costumbrismo y surealismo en general, Carrasquilla se parece mucho a Benito Perez Gald6s,cuyas novelas influyeron en todos los realistas hispanoamericanos de finesdel siglo xix> 17. Mag6n, por su lado, en sus cuadros y cuentos, revelauna admiraci6n por los costumbristas espafioles, en particular Larra. Ade-mmnis, su obra literaria tiene huellas de Maupausant -en la opini6n de Abe-lardo Bonilla- y de Alarc6n -segin Anderson Imbert.

ANALISIS DE RELATOS

Para el andlisis se han seleccionado cuatro relatos, dos de cada escri-tor. Se estudian en paralelo, mediante un mdtodo comparativo, el cualpermite inferir la influencia de Tombs Carrasquilla en Manuel GonzalezZeled6n para la elaboraci6n de varias de sus producciones literarias.

A) <<El rifle>>, de Carrasquilla, y <<La guerra franco-prusiana>>,de Magdn 1"

Fdbula y comentario de <<El rifle>>

Tista Arana, un niio huerfano y limpiabotas en el centro de Bogota,conoce a un caballero, Jorge Villablanca, quien, al enterarse de la cala-mitosa situaci6n de Arana, le concede uno de sus miximos deseos: unrifle, juguete de elevado precio. La alegria del nifio sera transitoria, puessu madrina, la Nifia Belen, al ver frustrados sus prop6sitos amorosos, tomarepresalias contra Tista: le despedaza el rifle y lo deja encerrado en elcuartucho donde viven, despues de hostigarlo vilmente.

En este cuento, el narrador omnisciente emplea varios recursos paraconfigurar el mundo imaginario del relato. Uno de ellos es el uso del pre-sente hist6rico en lugar del pretdrito indefinido e imperfecto del indicati-vo. Las acciones e imbgenes del mundo narrado se develan en un tiempo

17 Seymour Menton, <<Frutos de mi tierra o jamones o solomos , en Thesaurus.Boletin del Instituto Caro y Cuervo (Bogota), vol. XXV, num. 1, 1970, p. 82.

18 Para los datos de publicaciones carrasquillianas seguimos a Kurt L. Levy,y para las magonianas, a Jos6 M.a Arce, <<El rifle>> apareci6 por primera vez enEl Liberal Ilustrado, bajo el titulo de <<El chino de Belen>, en Bogota, julio de 1915.En la edici6n de Jose M.a Arce a los Cuentos de Mag6n, <<La guerra franco-prusiana>>esta ubicada despu6s de <<Criminal negligencia>> y antes de <<Todo pasa>>, escritosen Nueva York en 1919 y 1924, respectivamente. Esto permite inferir que el editorconsidera que Mag6n lo escribi6 o public6 en ese lapso seialado.

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presente: <<La mafiana refulge gloriosa y las vitrinas de todos los almace-nes estan de gala, de alegria y paz en el Sefior> 1".

Otro de los recursos tdcnicos usados por el narrador es el contrastedescriptivo, mediante el cual el mundo narrado se construye por oposi-clones. Estas se dan tanto por grupos como por individuos. Se sefiala enun nivel grupal <<la horda mendicante>, compuesta por los nifios margi-nados, en oposici6n a <<los hijos de los ricos>>. Para los prirneros, la navi-dad existe en su sentido original y desprovisto de distorsiones comerciales(el cuento tiene como referente temporal la dpoca navideia). Para lossegundos, lo comercial predomina sobre el sentido original. En el perso-naje Villablanca tambidn se nota el contraste descriptivo: mientras todoes regocijo, <<la soledad y el hielo de su vida le acosan en este dia>(p. 364). Este caballero es prototipo del hombre acaudalado que, por susoledad, es imovido a misericordia en favor de Tista. Con esta acci6n nologra remediarle los problemas, pero si darle un poco de felicidad.

Tista Arana es un nifio que, por su indigencia, est. <<astroso, des-harrapado, roto; pero sus manitas y sus pies son escult6ricos (...)>>(p. 364). El constraste descriptivo estriba en mostrar mediante una mismaimagen dos fases: una, el nifio producto de la marginalidad social, y dos,ese estado interno de lo que significaria si como homrbre tuviera los privi-legios correspondientes. Para la primera fase, el narrador lo describe sinrodeos; quiere ensefiar ese cuadro como imagen viva, efecto directo de ladiscriminaci6n social. En la segunda, toma otra posici6n: siente simpatiapor esa criatura sufrida y ve en 61 rasgos mas ally de los meramente fisi-cos. En este sentido, aunque la narraci6n tiene caracteres naturalistas, elnarrador no se ajusta a la impersonalidad y objetividad demandadas porel naturalismo. Por eso, mas adelante declara: <<En medio de aquel des-aseo se adivina en esas extremidades el proceso de una estirpe aristocr6-tica. En torno al raido casquete se alborotan unos bucles castafios, queenmarcan una carita de tono ardiente, con facciones de angel> (p. 364).Con esos rasgos positivos (estirpe aristocratica, facciones de angel), elnarrador expresa la injusticia social que se comete contra Arana: el nifiono sufre porque se lo merece, sufre porque es victima de un medio socialinjusto, en el cual hasta su madrina se ha degradado al explotarlo con lopoco que gana y con el mal trato que le da. Este enfoque corresponde alplanteamiento naturalista que se interes6 por revelar la miseria y desgraciade seres indigentes.

19 Tomas Carrasquilla, Cuentos (Medellin: Editorial Bedout, S. A., 1983), p. 364.Para el anlisis de <El rifle> y <<En la diestra de Dios Padre , en adelante las citasse hardn con base en esta edici6n y aparecer6 en el par6ntesis la pagina respectiva.

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La narraci6n no extiende un cuestionamiento profundo de los proble-mas sociales; s61o despierta en el lector una identificaci6n con el prota-gonista y demis nifios olvidados y sin ninguna esperanza; la inica, quepodria ser el doctor Villablanca, desaparece tan pronto 61 se pierde entrela muchedumbre. El mundo sigue igual: unos pocos gozan de todas lascomodidades y las mayorias sufren en silencio mientras se consumen enla inopia y la ignorancia.

En el cuento <<El rifle , los personajes principales pertenecen a las clasesbajas y son prototipos. Tista vive su existencia determinada por las con-diciones sociales, que hacen de e1 un ser sin esperanza. El es prototipo delos nifios abandonados en las calles capitalinas, carentes de toda oportuni-dad para educarse y Ilegar a gozar de los privilegios que tienen otros nifios.Aunque el narrador ve en 61 <facciones de angel>, el medio social es tandegradante que el nifio queda atrapado y es victima de esa sociedad in-justa y sin ninguna alternativa para mejorar su suerte.

En el tratamiento lingilistico del narrador se corrobora que el enfoquenaturalista es central en la narraci6n. Estos sujetos, sumidos en la miseriay desgracia, son comparados con la animalidad. Ejemplos: El narradoremplea ciertas expresiones para referirse a Tista: <<dientes de rata>>, <<brin-ca como una rana>>. Otras expresiones aplicadas a otros personajes son:<<ave de arrullo>>, para referirse a la madre del niio; <<pajarraco , al pa-dre, y <<gorriona>>, a la Nifia Beldn.

La vivienda insalubre y el problema del alcoholismo son parte tam-bidn del enfoque naturalista: <<Vivian por Las Aguas, en esa barriada quese extiende falda arriba, entre eucaliptus y cerezos, como banda dispersade perdices> (p. 367). A la pobreza en que vive la Nifia Beldn se suma elvicio del alcohol. Esta mujer es alcoh6lica, y en estado de ebriedad no leimportan las consecuencias que conllevan sus sandeces. En ese mediosocial de hogar y barrio, Tista Arana es el nifio sufriente, encerrado en ladegradaci6n absoluta. Con este planteamiento naturalista, el mundo reales cuestionado, aunque no con la amplitud esperada, y develado comosistema injusto que premia a unos y sumerge a las mayorias en la pobrezay abandono irremediables; por eso sus existencias son comparadas conanimales y desprovistas, por lo tanto, de las prerrogativas humanas.

Fabula y comentario de <<La guerra franco-prusiana>>

El protagonista, el nifio Manuel, ve en un bazar de San Jose un juegode soldados con los ejdrcitos franceses y prusianos, el cual tiene un altocosto. Busca todos los medios econ6micos para adquirirlo, pero fracasaen sus prop6sitos. Cae enfermo, y en ese estado se halla cuando su ma-

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drina, una mujer acomodada, va a visitarlo y descubre la obsesi6n delahijado por dicho juego. Inmediatamente se lo concede, y Manuel, resta-blecido de su enfermedad, usa toda su imaginaci6n para darle siempreel triunfo al ej rcito franc6s.

Este relato esta narrado en primera persona. El narrador es el mismboprotagonista, un niiio de siete afios. El autor ha empleado como t6cnicaartistica el recuerdo de sus aios infantiles. En ese recuerdo se configuraun mundo josefino de 1871, y como se trata de un nifno que narra suspropias experiencias, todo gira en torno a sus grandes deseos. El mismorecuerdo permite la coexistencia de dos dimensiones temporales: la in-fantil y la madura, desde la cual se mira la anterior. Asi se entiende porqu6 el narrador emplea un lenguaje culto y no un lenguaje de un niio desiete afios. La narraci6n esta formulada en preterito porque es el tiempoverbal que mejor se aviene con la t6cnica del recuerdo.

Comparaci6n de <<El rifle>> y <La guerra franco-prusiana

1. Sobre el narrador. En <<El rifle , el narrador es omnisciente: conocea fondo la psicologia de cada personaje y elabora las descripciones desdeun enfoque naturalista. En <<La guerra franco-prusiana, el narrador es elmismo protagonista. El mundo narrado del relato carrasquilliano es maisvasto y problematico que el magoniano.

2. Sobre el protagonista. En ambos casos se trata de personajes in-fantiles: en el discurso de Carrasquilla es Tista Arana un nifio huerfanode padre y madre, limpiabotas y habitante de un tugurio bogotano; en eldiscurso de Mag6n, es el nifio Manuel, que vive en San Jos6 y estd en laescuela. Aqui se observa una gran diferencia, si se considera el seno fami-liar de cada uno de estos protagonistas: Manuel tiene una familia, que sino es pudiente, tampoco es indigente; ademds estd matriculado en un cen-tro escolar. De estos privilegios carece totalmente Tista.

3. Ansiedad infantil. Tanto en Tista como en Manuel, esta ansiedadse manifiesta en el deseo obsesionante por poseer unos juguetes. ParaTista, un rifle que le ha visto a los hijos de un <<mister> y luego a unsirviente; para Manuel, un juego de soldados de plomo. Como se nota,se trata de algo muy natural en niios de esa edad: la posesi6n de juguetesb6licos. Tambi6n tienen en comin las limitaciones que cada uno enfrentay el alto costo del articulo codiciado. Aunque los dos tropiezan con limi-taciones econ6micas, Tista carece de todo medio que le permita alcanzarsu deseo; no asi Manuel, que piensa vender sus juguetes de menor cuantia..

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4. Personaje instrumento en la consecucidn del fin. Javier Villa-blanca y Barbara Bonilla curmplen la funci6n de ser instrumentos media-dores entre los nifios de los respectivos relatos y los juguetes deseados.Estos dos personajes, Villablanca y Bonilla, tienen una posici6n econ6micasolvente. En <<El rifle>>, Villablanca se entera de la ansiedad de Tista mien-tras el nii le lustra el calzado; en <<La guerra franco-prusiana , Bonilla,<<la aristocratica dama>>, descubre el mismo deseo lidico en Manuel, quienestd recluido en cama. Los dos personajes tambi6n se diferencian en surelaci6n con el protagonista: Villablanca es un desconocido para Tista, entanto que Bonilla es la madrina de Manuel.

5. Trabajo y escuela. Tista, por su situaci6n deplorable en su casa,es un niiio que no conoce escuela. Desde temprana edad, su madrina loenvi6 a mendigar para ganarse el sustento cotidiano; luego aprendi6 eloficio de lustrabotas y con el se gana la vida en el centro capitalino. Di-ferente es el caso de Manuel, quien tiene un hogar bien estable y goza delrespaldo de sus padres y su abuela para asistir a un centro escolar.

6. El papel de la madrina. Tista y Manuel tienen madrina; sin em-bargo, el trato de estas mujeres con sus ahijados es muy disimil. La ma-drina de Tista, la Nifia Belen, es una viuda indigente, inescrupulosa, alco-h6lica y desalmada. Todo lo que gana Tista en su trabajo debe entregir-selo a ella. La Nifia Bel6n no lo quiere, le da mal trato y lo tiene a sulado como un medio para la obtenci6n de su sustento. Distinta es la rela-ci6n entre Barbara y Manuel. Ella viene a visitarlo en su enfermedad; tanpronto descubre la ansiedad del niio por el juego de soldados, se losconcede en el acto.

7. Desenlace. En <El rifle>> lo dramdtico alcanza su cumbre con elhostigamiento que la madrina le proporciona a Tista. El nifio queda despro-visto de su gran alegria, representada en ese costoso objeto, el rifle, y louinico que aspira es estar al lado de su madre, fallecida afios atrds. Estefinal apela y conmueve al lector por el realismo con que estd escrito. Muydistinto es el desenlace de <<La guerra franco-prusiana>>, en la que Manuelqueda satisfecho con sus ejercitos y nadie le perturba ese ambiente paci-fico en medio del juego belico.

8. Tratamiento naturalista y tratamiento costumbrista. El mundo na-rrado de <<El rifle>> se estructura desde una perspectiva naturalista, que de-vela la miseria y dolor en que viven las masas desposeidas en las grandesciudades. El narrador describe c6mo Tista es victima de un sistema in-justo que lo denigra y lo sumerge en el drama y tragedia de la vida coti-

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diana. En <<La guerra franco-prusiana>, el narrador configura su mundodesde una perspectiva costumbrista. Todo gira en torno a un recuerdo in-fantil que tiene como eje el deseo de Manuel por unos soldados de plomo.Aparece la madrina y el problema se resuelve: Manuel queda feliz en sucasa, ideando c6mo vencer a los prusianos, ya que su adhesi6n estd conlos franceses. La visi6n del narrador es unidimensional, al centrarse en simismo y no cuestionar la sociedad josefina de 1871. El mundo, al no sercuestionado, queda intacto y se le ve como una sociedad donde las rela-ciones humanas son fraternas, armoniosas y sin mayores problemas.

Confrontados los dos enfoques en ambos relatos, se observa que elaspecto naturalista ocupa un lugar relevante en el discurso de Carrasqui-Ila, lo que no ocurre en el relato de Mag6n, preocupado, especialmente,por recrear un recuerdo de sus afhos infantiles. Asi se comprende en queconsiste la adecuaci6n que el escritor costarricense pudo hacer del relatocarrasquilliano.

B) <En la diestra de Dios Padre>, de Carrasquilla,y <<Apuesta morrocotuda>>, de Magn 20

Fdibula y comentario de <<En la diestra de Dios Padre>>

Peralta, campesino caritativo, tiene en su casa la visita de Jesds y Pe-dro. Estos personajes han ilegado para probarlo. Como iel campesino saleairoso de la prueba, Jesus lo premia otorgdndole cinco virtudes: ganarsiempre en el juego cuando asi lo desee, recibir la Muerte por delante yno a la traici6n, detener a quien sea por el tiempo que le parezca, <<achi-quitarse>> a su libre arbitrio, y no permitir que el Diablo le haga trampasen el juego. Con el dinero obtenido en el juego de azar amplia su obrafilantr6pica, pero 61 mismo continua sumergido en la indigencia. Cuandola Muerte lega por 61, la retiene en un <<aguacatillo>>. Tal retenci6n alterael orden en las esferas terrenas y extrafisicas. Pedro hace de mediadory Peralta deja en libertad a la Muerte, con lo cual todo vuelve a la nor-

20 <<En la diestra de Dios Padre> se public6 por primera vez en El Montans,revista de Literatura, Artes y Ciencias, Medellin, 1987. <Apuesta morrocotuda>> fueescrita en Nueva York en 1925. Es mas probable que Mag6n haya leido este cuen-to, ya que se pueden establecer mayores puntos de contacto entre el relato mago-niano y el de Carrasquilla que con <Uvieta>, de Carmen Lyra, cuya obra Los cuen-tos de mi tia Panchita se public6 en 1920. Ademds, en 1914, Carrasquilla public6en Medellin una colecci6n de cuentos bajo el titulo de El padre Casaft s, entre loscuales figura <<En la diestra de Dios Padre>>. Esta publicaci6n da mayores posibili-dades para que Mag6n conociera a Carrasquilla.

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malidad. Finalmente, Peralta acepta morirse, no sin antes ilevarse a latumba los dados y la baraja. En su vida postmuerte Ilega al Infierno, don-de logra ganarle al Diablo la hiperb6lica suma de <<treinta y tres mil mi-1lones de almas>>. Con esa cantidad se dirige al Cielo y alli San Pedro seniega a darle franca entrada. Jesis, al enterarse del caso, comisiona aSanta Teresa de Jesus y a Santo Tomas de Aquino, quienes argumentanla reencarnaci6n como soluci6n al conflicto causado por el triunfo de Pe-ralta en el Infierno. Despuds de estos acontecimientos, Peralta es recibidocon panegiricos por el Padre Celestical.

En este cuento, el narrador estd a la altura de los personajes. Su mis-ma expresi6n idiomdtica es la de cualquiera de ellos. Hace la narraci6na partir de un tono impersonal: <<Este dizque era un hombre que se Ha-maba Peralta> (p. 42), <Dizque era el angel de la guarda de la monji-ta (...)>> (p. 58), <<Esta indormia dizque era de esta moda>> (p. 59); coneste tono se oculta y construye el mundo narrado. A diferencia de otrosrelatos de Carrasquilla, el narrador emplea el preterito como tiempo quele permite ajustar la narraci6n al modelo del cuento tradicional. El relatoproviene de una tradici6n popular, y el uso del preterito la ratifica. Esdecir, el narrador opera como si se tratase de un cronista que copia elsentimiento popular y su visi6n del mundo, permitiendo, de esta manera,regionalizar el cuento en la sociedad antioquefia. Ademds, debajo del titu-lo se lee: <<Cuento de la sefi Ruperta>>. Con esta frase se reafirma su sus-trato folcl6rico y deja entrever una costumbre muy ancestral, en la quelos abuelos, los padres, pasan, mediante la transmisi6n oral, el bagaje cul-tural a sus descendientes. Gerardo Luzuriaga apunta que este cuento estd<<basado en un relato folcl6rico de origen europeo, del cual existen nume-rosas variantes (...)>> 21. En el estudio que hace Luzuriaga de En la diestrade Dios Padre extrae la siguiente moraleja:

21 Gerardo Luzuriaga, «"En la diestra de Dios Padre" y la contextualizaci6nhist6rica del folclor>, en Narradores latinoamericanos, 1929-1979 (Caracas: Edicio-nes del Centro de Estudios Latinoamericanos, 1980), p. 130. Dos versiones impor-tantes se encuentran en Don Segundo Sombra, de Ricardo Giiiraldes, y en Loscuentos de mi tia Panchita, de Carmen Lyra. El primero data de 1926, y el segun-do, de 1920. En ambos casos les precede el relato de Carrasquilla. Al leer el cuentodel escritor antioqueiio y compararlo con <Uvieta>, se nota mayor maduraci6nliteraria de Carrasquilla. Gonzalo Cadavid Uribe establece una homologia entrela versi6n de Giiiraldes, caso del herrero Miseria, y la de Carrasquilla; infiere lasiguiente conclusi6n: <Ni el argentino ni el antioquefio son ap6logos ni se prestana sacar conclusiones dogmiticas. La fe del antioquefio sabe que el premio de lamisericordia permanentemente ejercida es mirar un dia el nivel de nubes de labarba del Padre Eterno. El gaucho se queda en un ultramundo atormentado. Pric-tica de dos modos distintos de ejercicio vital>> (Presencia del pueblo en Tomds Ca-rrasquilla [Medellin: Imprenta Departamental, 1959], p. 31).

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TOMAS CARRASOTITTLLA Y MANITET, GONZATEZ ZFTFDON

Tiene que haber un equilibrio entre el bien y el mal; todo lo buenoconlleva algo de malo, y viceversa; el mundo estd bien como estd, elhombre no debe alterar la armonia del universo, las proporciones delstatu quo. El sustrato ideol6gico que sustenta esta moraleja se ajustacabalmente a la tesis idealista cristiana de que el ser humano debeguiarse por principios espirituales para hacer el bien al pr6jimo, sinperturbar la realidad circundante, con la mira puesta s6lo en la recom-pensa del mas all- 22

El mundo narrado de este cuento se ubica en una dpoca indetermi-nada, que tiene coma trasfondo politico la monarquia. En esa sociedadencontramos desde reyes hasta mendigos, con lo cual se da una estratifi-caci6n social bien marcada. Asi como las figuras religiosas (cura, obispo,sacristan) no advierten las demandas de las clases marginadas, el rey estden su palacio, encerrado en su castillo, y sin pensar en la pobreza y des-amparo en que viven las masas populares.

No importa tanto sefialar que el rey es un personaje dentro del cuentotradicional, sino que su investidura es simbolo politico de gran relevan-cia. Cuando e1 se entera de la obra filantr6pica de Peralta, lo manda lIa-mar al palacio. El campesino acude a la cita sin tener miramientos en supresentaci6n. Este agasajo constituye un encuentro entre el poder politicoy las clases desposeidas. Por un momento, los pobres son elevados alrango de la nobleza y los nobles se sitian muy cerca de los campesinos;comen, al igual que dstos, <<chocolate con bizeochuelos y quesito fresco>.La versi6n de Enrique Buenaventura 23 registra dos veces la presencia dePeralta en el palacio. La primera para festejarlo; la segunda para decretar-le el destierro: <<Peralta, nos tuviste muy asustados. Por un tiempo creimosque el reino se trastornaba y vos juiste la causa de esta batahola (...) To-dos sabemos que el mundo no puede cambiar y que asina como estd sedebe dejar, porque asina es como losotros, los reyes, lo podemos gober-nar>> 24. Buenaventura trasciende la dimensi6n politica que tiene el cuentofolcl6rico, al consignar en su drama el destierro de Peralta; su causa: tras-tornar el orden vigente con la retenci6n de la Muerte.

Las clases sociales, en el cuento, estdn escindidas en ricos y pobres.En los primeros figuran la nobleza y todos los hombres pudientes; en lossegundos se ubican mendigos, leprosos, ciegos, tullidos y Peralta. No

22 Ibid., p. 132.23 Enrique Buenaventura, dramaturgo colombiano, ha levado la f ibula del cuen-

to al teatro, hacibndole modificaciones sustanciales. <<En la diestra de Dios Padre>>,en (Antologia de Carlos Sol6rzano) El teatro hispanoamericano contempordneo (Me-xico: Fondo de Cultura Econ6mica, 1964), pp. 261-307.

24 Ibid., p. 303.

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obstante, este iltimo viene a ser el puente entre ambas clases: es unpobre-rico. La Providencia lo ha dotado de dinero y le ha dado la virtudde ganar siempre en el juego. El protagonista busca el dinero con un finespecifico: servir a sus <<pr6jimos>. Ni siquiera se preocupa por mejorarsua propia casa: <<La plata que he de gastar en eso la gasto en mis pobres:yo no soy el Rey pa tener palacio> (p. 50). Quiere obtener bastante dine-ro para exterminar la pobreza, pero fracasa en este ambicioso proyecto.Estas soluciones para erradicar los problemas cotidianos de los pobres sepueden comprender por la fe popular que alimenta una esperanza en laProvidencia.

Rafael Maya ha dicho que <el dinero es la obsesi6n del antioquefio>> 25,

y, en este cuento, si el campesino caritativo lo utiliza como un medio paracontrarrestar el dolor, el hambre y soledad de tantos miserables, su mismahermana no soporta seguir siendo pobre, y, pronto, con el dinero de Pe-ralta, consigue una casa de balc6n en el pueblo y una sirvienta que laasista. Peraltona cae en el lujo desmesurado y es presa de la hipocresia;quiere estar en las clases encumbradas y olvidarse de su propia clase so-cial, es decir, muestra una actitud arribista.

La aparici6n de todo tipo de menesterosos no hace otra cosa que se-fialar problemas sociales como la soledad, el hambre, el desempleo, lafalta de salud, de vivienda y muchos otros colaterales a 6stos. Peraltapractica una especie de asistencialismo en su casa, y cree con e1 combatiresas lacras sociales. Su corta visi6n no le permite detectar las verdaderascausas de estos problemas. La misma soluci6n providencial tiene su pesoideol6gico al querer subsanar esos estados de pobreza, pero sin cuestionarel sistema politico vigente. Sin embargo, no se debe omitir que esta visi6ncorresponde a la mentalidad popular.

Fdbula y comentario de <Apuesta morrocotuda>

Pedro de los Dolores Jir6n, campesino casado y pobre, es jornaleroen una de las haciendas de cafe. Mientras trabaja en el beneficio, encuen-tra un billete de diez colones, con el cual, al dia siguiente, adquiere unpedazo de loteria. En la noche es victima de un <<corrientazo electrico.En su estado inconsciente, llega al Infierno y luego al Cielo. En el Cielodialoga con Pedro y Jesis. Cuando vuelve en si se entera que su niimeroha sido premiado con diez mil colones. Jir6n, agradecido, atribuye suasuerte a la intervenci6n de San Pedro, sua patrono.

Todo el panorama de pobreza de la familia Jir6n se soluciona por me-

25 Supra, nota 5, p. 16.

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OMAS CARRASQUILLA Y MANUEL GONZALEZ ZELEDON

dio de la suerte. Si, Jiron es un pobre, pero con suerte. Encuentra unbillete de diez colones por mera casualidad, ali en el beneficio; con esedinero compra un pedazo de loteria y, por suerte, se gana diez mil colo-nes, equivalentes a diecisiete afos de arduo trabajo. De un momento aotro, la honradez y responsabilidad del campesino en su trabajo son pre-miadas fortuitamente con una suma fabulosa; se hace rico de la noche ala manfana. Pero aquf esti el escollo del cuento, al plantear la suerte comovia de soiuci6n para salir de la pobreza. La moraleja es la siguiente: si elpobre trabaja con honradez y confia en sus santos es posible que la suertele depare un futuro mejor, con una posici6n econ6mica mas estable.

El narrador ha recurrido a una ticnica narrativa mediante la cual lasacciones narradas se suscitan en el inconsciente de Jir6n y dan la aparien-cia de que, efectivamente, el campesino laborioso ha muerto, y su pasopor el Infierno y el Cielo son consecuencias de ese hecho. Este es el inicorelato donde el narrador abarca un mundo extrafisico en la obra literariade Gonzilez Zeled6n.

El cuento se desarrolla en Costa Rica, en un area rural donde el caf6es el principal motor de la actividad agricola. Los grupos sociales estindiferenciados entre cafetaleros y peones. El auge del <<grano de oro>> be-neficia a los exportadores, en tanto que a las masas trabajadoras las su-merge en la dependencia salarial, escasa para poder sobrevivir: <<La vidanacional ha vegetado en torno a los cafetales de la Meseta Central. Nopodriamos decir que las plantaciones de caf6 porque, en realidad, en estaindustria todo se ha reducido entre nosotros a pequefios 'cercos' plantadosde lo que rumbosamente llamamos 'el grano de oro'. Existe, pues, unrasero comuin para medir a nuestros hombres: todos son campesinos em-pobrecidos o enriquecidos por el caf6 >> 26

Es interesante confrontar la visi6n de Costa Rica que tiene San Pedrocon la de Jir6n. El Ap6stol pinta a Costa Rica como un pais de abundan-cia, buen trabajo, vida sabrosa, excelente climna, productos agricolas comoen la tierra prometida: pl6tanos, chayotes, guayabas, mangos, jocotes; eter-na primavera, luvias abundantes, tierra f rtil, y <<en donde no hay mnascalamidades que uno que otro temblor y elecciones cada dos afios...> "27Esta visi6n idealizada es desmentida por Jir6n. Por eso, cuando San Pedrole reprocha el hecho de levantar los diez colones sin entregarlos al duefio,61 sale en defensa de su honor y su familia: <-L Sin necesida? Pos a quees a lo que ust6 llama necesida? Mes pobre que las ratas; viviendo con

26 Le6n Pacheco, <<El costarricense en la literatura nacional> , en Revista de laUniversidad cde Costa Rica, nov. 1954, nim. 10, p. 76.

27 Mag6n, Op. cit., p. 180.

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mi mujer y mis hijitos en constante miseria; sin segundo calz6n que po-nerme ni pa coger misa (...)> 28.

Jir6n, trabajador de muchos afios, conoce perfectamente la verdaderasituaci6n socioecon6mica del pafs. Admite que unos pocos gozan de todaclase de privilegios -los cafetaleros, los bananeros-, mientras que lasgrandes mayorias son azotadas por la miseria, las enfermedades, el des-amparo. El caf6 y el banano -productos bdsicos de la economia costa-rricense- dan grandes dividendos a los hacendados, terratenientes y ex-portadores; a los peones no les deja mds que sudores, congojas, fiebres,dependencia absoluta e indigencia. Con ese cuadro tan crudo, Jir6n mues-tra la patitica realidad de miles de campesinos que, para poder sobrevivir,tienen que empefiar todas sus fuerzas en las grandes haciendas. Mag6n,consciente de esa deplorable situaci6n, denuncia en su diario: <Nuestrope6n gana escasamente un exiguo salario, que no llega jamds a llenar laimperiosa necesidad: nuestra clase media no tiene trabajo ni capital paraesperar tranquilamente mejores tiempos: el rico esconde con prudencia ocon avaricia el capital acumulado en los tiempos de abundancia (...)>> 29

Comparacidn de <En la diestra de Dios Padre>> y <<Apuesta morrocotuda>>

1. Protagonistas. Peralta y Pedro Jir6n, protagonistas respectivos, soncampesinos pobres. El primero es soltero y vive entregado a la causa fi-lantr6pica; el segundo es padre, casado y jornalero en un beneficio. Losdos se relacionan con personajes biblicos y trascienden la esfera terrestre.Ambos, al final, alcanzan su recompensa: Peralta, por su obra de caridad,y Jir6n, por su abnegaci6n y responsabilidad en el trabajo.

2. Tratamiento narrativo. El narrador en las dos narraciones es om-nisciente. Aunque los dos incorporan en su estructuraci6n del mundo ellenguaje popular, el relato de Carrasquilla rompe las barreras lingiiisticasentre el narrador y los personajes. <<En la diestra de Dios Padre>>, Cielo eInfierno aparecen como lugares visitados por Peralta despu6s de su muer-te; en <<Apuesta morrocotuda>>, el narrador tiene como recurso narrativo elestado de inconsciencia de Jir6n para trasladarlo a esos lugares extrafisi-cos. Ambos relatos se ubican en el costumbrismo tradicional, al dejar mos-trado costumbres y problemas que guardan su correlato con la realidad.Concluyen el desarrollo de las acciones con un final feliz: Peralta, al ladode Dios Padre, y Jir6n, con la fortuna que la suerte le ha deparado.

28 Ibid., p. 181.29 El Pais, San Jos6, 12 de febrero de 1901.

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3. Instrumentos mediadores. Jess y Pedro, personajes celestiales,fungen cono instrumentos en la soluci6n de los problemas que afrontanlos protagonistas. Jesus le concede a Peralta cinco virtudes, con las cualeslogra ganar dinero para ampliar su caridad. Con Jir6n, San Pedro no ac-tia directamente, pero, segtn se desprende de la narraci6n, la suerte haoperado para bien del jornalero, gracias a la intervenci6n del Ap6stol.

4. Lugares y personajes extrafisicos. En ambos cuentos intervienenJesus, Pedro y el Diablo como personajes biblicos y alejados del escenariohumano. Aparecen el Infierno y el Cielo como lugares de condenaci6n osalvaci6n. Peralta recibe a Jesds, y Pedro, mientras vive aqui en la tierra,y despues que ha muerto, tiene su encuentro con el Diablo en el Infierno.Jir6n se relaciona con estos personajes sobrenaturales y lugares extrafisi-cos durante su estado inconsciente.

5. El factor suerte. Peralta, por su altruismo, es visitado por Jesuspara someterlo a prueba. El campesino muestra sui honradez con las onzasdel rey, y Jesus lo premia con las gracias que 6ste le solicita; una de ellases ganar siempre en el juego. En el caso de Jir6n, la devoci6n que mani-fiesta a su Santo Patrono lo lleva al 6xito mediante la suerte, la cual em-pieza a operar desde el mismo momento en que encuentra el billete dediez colones. El siguiente paso es la adquisici6n del numero de loteriacon el cual logra salir de su indigencia al resultar premiado con una sumafabulosa.

6. Proyeccidn social. El mundo narrado de <<En la diestra de Dios Pa-dre>> y <Apuesta morrocotuda>> estd dividido en ricos y pobres. Se descri-ben las lacras sociales, producto de esa desigualdad de derechos, pero nose ilega a un cuestionamiento serio de sus verdaderas causas. No se abor-da la pobreza como resultado directo de la acumulaci6n de capital de unospocos, sino que se la ve como algo natural. Los dos protagonistas luchancontra la pobreza, si bien Peralta contempla un proyecto mayor. Los me-dios para erradicarla son similares: Peralta, con el favor divino y la suer-te en el juego; Jir6n, por medio de su fiel devoci6n a San Pedro y la suerteen la loteria. Las soluciones, intervenci6n de la Providencia, de San Pedro,el azar, la suerte, para vencer la pobreza s61o tienen credibilidad en unplano ilusorio.

7. Habla popular y humor. Estos aspectos predominan en las narra-ciones. Los narradores y personajes, aun los extrafisicos, emplean el hablapopular de los campesinos, que los situa en regiones especificas del mun-do real. Con ello, los escritores reafirman su posici6n literaria con bases

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criollistas. El humor tambien abunda en los dos discursos narrativos, ha-ciendolos mis amenos al lector. Este tratamiento humoristico es herenciadel costumbrismo tradicional.

Tomas Carrasquilla y Manuel Gonzalez Zeied6n, escritores represen-tativos de Colombia y Costa Rica, abordan el realismo -ya en sus expre-siones costumbristas, ya en sus expresiones naturalistas- guiados por esapreocupaci6n literaria de explorar su tierra con sus hombres y su inter-acci6n social, sus costumbres y peculiaridades linguiisticas que le son pro-pias. Basicamente, es el mundo antioquefio y josefino, pertenecientes alas postrimeras del siglo xix, el que es recreado en las producciones artis-ticas de Carrasquilla y Mag6n, respectivamente.

En este breve estudio se precis6 en qu6 medida Carrasquilla constituyeuna fuente literaria para la configuraci6n de cuadros y cuentos mago-nianos. Tambien se dej6 notado en las comparaciones de los relatos ana-lizados que no se trata de reflejos o copias literarias, sino mAs bien desabias adecuaciones que Mag6n pudo hacer de ese conocimiento sobre laobra carrasquilliana.