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TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como adsorbente natural de metales pesados en suelos contaminados Laura Cutillas Barreiro Ano: 2017 Laura Cutillas Barreiro TESE DE DOUTORAMENTO: La corteza de pino como adsorbente natural de metales pesados en suelos contaminados. Ano: 2017.

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TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como adsorbente natural de metales pesados en suelos contaminados Laura Cutillas Barreiro Ano: 2017

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: 201

7.

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 Escola Internacional de Doutoramento 

 

Laura Cutillas Barreiro 

TESE DE DOUTORAMENTO 

La corteza de pino como adsorbente natural de metales pesados en suelos 

contaminados 

 

Dirixida polos doutores: 

Manuel Arias Estévez e Juan Carlos Nóvoa Muñoz  

 

 

 

 

Ano: 2017 

 

 

 

 

 

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"La Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de

nuestros hijos."

Antiguo refrán indio.

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A Iris y Chema.

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AGRADECIMIENTOS

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Agradecimientos

7

AGRADECIMIENTOS

Esta Tesis Doctoral ha sido llevada a cabo gracias a la financiación recibida por

la Agrupación Estratégica CIA (Centro de Investigaciones Agroalimentarias) a través

del Programa de Consolidación y Estructuración de Unidades de Investigación

Competitivas de la Xunta de Galicia con participación de Fondos FEDER (Fondo

Europeo de Desarrollo Regional) y al apoyo recibido por el Grupo de Investigación

BV1 de la Universidad de Vigo.

Quisiera agradecer a la Universidad de Vigo por haber respaldado

económicamente mi trabajo de investigación durante dos años mediante una beca

predoctoral, y al Ministerio de Economía y Competitividad, por la financiación recibida

a través de los siguientes Proyectos de Investigación:

"Diagnóstico de la contaminación por metales pesados solubles en forma

aniónica y otros aniones inorgánicos. Medidas de control en suelos

antropizados" (CGL2012-36805-C02-01).

"Diagnóstico de la contaminación por metales pesados solubles en forma

catiónica. Medidas de control en suelos antropizados" (CGL2012-36805-C02-

02).

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Agradecimientos

8

Quiero expresar mi sincero agradecimiento a todas aquellas personas

que, de alguna forma, han aportado su granito de arena en la elaboración de

este trabajo.

En primer lugar, a mis directores, D. Manuel Arias y D. Juan Carlos

Nóvoa, que han hecho posible que esta Tesis se llevara a cabo. Quisiera

agradecerles el haberme brindado la oportunidad de trabajar en el Área de

Edafología y Química Agrícola. Gracias por la paciencia, el apoyo, la

orientación, la supervisión, y por todo lo que me han aportado a través de su

experiencia.

A mis compañeros del laboratorio: Paula, Isabel, Diego, Andrea…

gracias por ser grandes compañeros y amigos. Por todos los momentos que

compartimos dentro y fuera de la facultad. Por convertirse casi en una

segunda familia, sin vosotros todo hubiera sido más duro.

A los compañeros del área de Edafología en Lugo: Avelino, Esperanza y

Mª José. Gracias por toda vuestra ayuda.

Por supuesto, a mi familia, por ser las personas con las que he contado,

cuento y contaré incondicionalmente durante toda mi vida. Gracias por

haberme impulsado siempre a luchar por mis sueños, todo lo que he conseguido

os lo debo a vosotros.

A Chema, por ser el apoyo imprescindible durante todo el camino.

Gracias por animarme a recorrerlo y a seguir hasta el final, ayudándome a ver

“la luz al final del túnel”.

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Índice

9

ÍNDICE GENERAL

PÁG.

AGRADECIMIENTOS ............................................................................................................................. 7 ÍNDICE GENERAL ................................................................................................................................... 9 ABREVIATURAS .................................................................................................................................... 15 RESUMEN ................................................................................................................................................ 23 CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 29

I.1. Contaminación del suelo ............................................................................................................... 29 I.1.1. Tipos de contaminantes de origen antrópico presentes en el suelo ........................................ 29 I.1.2. Legislación de suelos contaminados ...................................................................................... 30

I.2. Los metales pesados en el suelo .................................................................................................... 31 I.2.1. Origen y fuentes de los metales pesados en el suelo .............................................................. 32 I.2.2. Dinámica de los metales pesados en el suelo. Contaminación por metales pesados .............. 36 I.2.2.1. Fondo Geoquímico y Nivel Genérico de Referencia .......................................................... 40 I.2.2.2. Riesgo ambiental de los metales pesados en el suelo: persistencia, toxicidad y capacidad de

bioacumulación ............................................................................................................................ 43 I.2.2.3. Metales pesados en el suelo y en las plantas ....................................................................... 44 I.2.2.3.1. El cadmio en el suelo y en la planta ................................................................................. 47 I.2.2.3.2. El cobre en el suelo y en la planta .................................................................................... 48 I.2.2.3.3. El níquel en el suelo y en la planta ................................................................................... 49 I.2.2.3.4. El plomo en el suelo y en la planta .................................................................................. 50 I.2.2.3.5. El zinc en el suelo y en la planta ...................................................................................... 52

I.3. Suelos contaminados por metales pesados................................................................................... 53 I.3.1. Suelos de zonas mineras ........................................................................................................ 53 I.3.1.1. La escombrera de mina de lignito de As Pontes ................................................................. 55 I.3.1.2. La escombrera de mina de cobre de Touro ......................................................................... 60 I.3.2. Suelos de zonas industriales: suelos forestales y de pradería

próximos a las instalaciones de una cementera ............................................................................ 64 I.3.2.1. La producción de cemento como fuente de contaminación de metales pesados ................. 64 I.3.2.1.1. El mercurio en el suelo. La producción de cemento como fuente de contaminación por

mercurio ....................................................................................................................................... 68 I.3.2.1.2. El plomo en el suelo. La producción de cemento como fuente de contaminación por

plomo ............................................................................................................................................ 72 I.3.2.1.3. El cromo en el suelo. La producción de cemento como fuente de contaminación por

cromo ............................................................................................................................................ 72 I.3.3. Suelos contaminados en zonas agrícolas ................................................................................ 74 I.3.3.1. Suelos de pradera de A Pastoriza contaminados con metales pesados................................ 74 I.3.3.2. Suelos de viñedo en Galicia contaminados por Cu ............................................................. 75

I.4. La corteza de Pinus pinaster como bioadsorbente de metales pesados ..................................... 78 I.4.1. Situación de la superficie forestal actual ................................................................................ 78 I.4.2. Distribución del pino Pinus pinaster ..................................................................................... 80 I.4.3. Características de la corteza. Potencial como bioadsorbente de la corteza de pino ............... 84

CAPÍTULO II: JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS.............................................................................. 91

CAPÍTULO III: EVALUACIÓN LITOLÓGICA Y DEL USO DE SUELOS CONTAMINADOS

POR METALES EN EL ENTORNO DE UNA PLANTA CEMENTERA EN OURAL ................... 97 III.1. Introducción ................................................................................................................................ 97 III.2. Área de estudio ........................................................................................................................... 97

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Índice

10

III.3. Material y métodos ................................................................................................................... 100 III.3.1. Toma de muestras.............................................................................................................. 100 III.3.2. Análisis de los suelos próximos a la cementera: caracterización general y análisis de los

metales pesados .......................................................................................................................... 106 III.3.2.1. Determinación del pH .................................................................................................... 106 III.3.2.2. Determinación del carbono y nitrógeno totales .............................................................. 107 III.3.2.3. Caracterización del Complejo de Intercambio Catiónico (CIC). Suma de cationes básicos

intercambiables (SB) .................................................................................................................. 107 III.3.2.4. Determinación de la textura del suelo. Granulometría. .................................................. 108 III.3.2.5. Determinación del contenido total de metales pesados: Hg, Pb y Cr ............................. 110 III.3.3. Análisis estadístico ............................................................................................................ 111

III.4. Resultados y discusión .............................................................................................................. 112 III.4.1. Caracterización general de los suelos ................................................................................ 112 III.4.1.1. pH en agua y KCl ........................................................................................................... 112 III.4.1.2. Niveles de carbono y nitrógeno totales .......................................................................... 113 III.4.1.3. Capacidad de intercambio catiónico efectiva (CICe) ...................................................... 115 III.4.1.4. Análisis granulométrico ................................................................................................. 116 III.4.2. Contenido total de metales pesados (Hg, Pb y Cr) en los suelos y en la litología local .... 118

III.5. Conclusiones.............................................................................................................................. 132 III.6. Material complementario ........................................................................................................ 134

CAPÍTULO IV: LA CORTEZA DE PINO COMO BIOADSORBENTE DE METALES

PESADOS: Cd, Cu, Ni, Pb Y Zn. EXPERIMENTOS TIPO BATCH Y DE REACTOR DE FLUJO

CONTINUO. EXPERIMENTOS EN COLUMNAS. ADSORCIÓN COMPETITIVA,

DESORCIÓN Y TRANSPORTE DE METALES ............................................................................... 139 IV.1. Introducción .............................................................................................................................. 139

IV.1.1. El proceso de adsorción .................................................................................................... 140 IV.1.2. Isotermas de adsorción ...................................................................................................... 141 IV.1.2.1. Isoterma de Freundlich ................................................................................................... 144 IV.1.2.2. Isoterma de Langmuir .................................................................................................... 145

IV.2. Material y métodos ................................................................................................................... 146 IV.2.1. Material bioadsorbente empleado: características de la corteza de Pinus pinaster ........... 146 IV.2.2. Experimentos de adsorción-desorción de metales: experimentos discontinuos ................ 148 IV.2.2.1. Experimentos de adsorción en función del tiempo......................................................... 149 IV.2.2.2. Experimentos de adsorción en función de la concentración de metales añadida ........... 149 IV.2.2.3. Experimentos de desorción en función de la concentración de metales añadida ........... 150 IV.2.3. Experimentos de adsorción-desorción competitiva: competencia de metales en sistema

bimetal y multimetal mediante experimentos discontinuos tipo batch ....................................... 150 IV.2.3.1. Experimentos de adsorción competitiva en sistema bimetal .......................................... 151 IV.2.3.2. Experimentos de adsorción competitiva en sistema multimetal ..................................... 151 IV.2.3.3. Experimentos de desorción competitiva en sistema bimetal y multimetal ..................... 152 IV.2.4. Experimentos de adsorción-desorción de metales: experimentos en reactor en cámara de

flujo continuo ............................................................................................................................. 152 IV.2.5. Experimentos de transporte de metales pesados mediante experimentos en columnas con

corteza de pino ........................................................................................................................... 155 IV.2.5.1. En sistemas monometal .................................................................................................. 156 IV.2.5.2. En sistemas bimetal y multimetal .................................................................................. 158 IV.2.5.3. Curvas de ruptura (BTC) ................................................................................................ 159 IV.2.5.4. Análisis de las columnas de corteza de pino .................................................................. 161 IV.2.6. Análisis estadístico ............................................................................................................ 161

Page 16: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Índice

11

IV.3. Resultados y discusión .............................................................................................................. 161 IV.3.1. Experimentos de adsorción-desorción de metales: experimentos discontinuos ................ 161 IV.3.2. Experimentos de adsorción-desorción competitiva: competencia de metales en sistema

bimetal y multimetal mediante experimentos discontinuos tipo batch ....................................... 165 IV.3.2.1. Adsorción/desorción competitivas en sistemas bimetal ................................................. 165 IV.3.2.2. Adsorción/desorción competitivas en sistemas multimetal ............................................ 169 IV.3.3. Experimentos de adsorción-desorción de metales: experimentos en cámara de reactor de

flujo continuo ............................................................................................................................. 172 IV.3.4. Experimentos de transporte de metales pesados mediante experimentos en columnas con

corteza de pino ........................................................................................................................... 178 IV.3.4.1. En sistemas monometal .................................................................................................. 178 IV.3.4.2. En sistemas binarios y multimetal .................................................................................. 187

IV.4. Conclusiones .............................................................................................................................. 193 IV.5. Material suplementario ............................................................................................................ 194

CAPÍTULO V: CRECIMIENTO DE Lolium perenne EN UN SUELO DE VIÑEDO

CONTAMINADO POR Cu Y ENMENDADO CON DIFERENTES DOSIS DE CORTEZA DE

PINO ........................................................................................................................................................ 197 V.1. Introducción................................................................................................................................ 197 V.2. Área de estudio ........................................................................................................................... 197 V.3. Material y métodos ..................................................................................................................... 198

V.3.1. Material .............................................................................................................................. 198 V.3.1.1. Suelo empleado en el estudio .......................................................................................... 198 V.3.1.2. El ryegrass inglés (Lolium perenne L) ............................................................................ 199 V.3.1.3. Corteza de pino (Pinus pinaster) ..................................................................................... 200 V.3.1.4. Concha de mejillón .......................................................................................................... 201 V.3.2. Diseño experimental ........................................................................................................... 202 V.3.2.1. Condiciones de crecimiento de Lolium perenne ............................................................. 202 V.3.3. Métodos .............................................................................................................................. 205 V.3.3.1. Análisis de las plantas ..................................................................................................... 205 V.3.3.1.1. Porcentaje de germinación de las semillas ................................................................... 205 V.3.3.1.2. Medida del contenido de Cu en las plantas .................................................................. 206 V.3.3.2. Análisis previo del suelo empleado y análisis posterior del suelo de las macetas ........... 207 V.3.3.2.1. Determinación del contenido de Cu biodisponible (EDTA y DTPA), intercambiable

(CuAA y CuCA) y total.................................................................................................................. 207 V.3.3.3. Análisis estadístico .......................................................................................................... 208

V.4. Resultados y discusión ............................................................................................................... 208 V.4.1. Influencia de la corteza de pino (y su combinación con concha de mejillón) en la

germinación de Lolium perenne ................................................................................................. 208 V.4.2. Influencia de la corteza de pino (y su combinación con concha de mejillón) en la longitud y

producción de biomasa de la parte aérea y radicular de Lolium perenne ................................... 210 V.4.3. Influencia de la corteza de pino en la concentración de cobre en la parte aérea y radicular de

Lolium perenne ........................................................................................................................... 216 V.4.4. Cu en el suelo: en EDTA, DTPA, acetato amónico y cloruro amónico, en función de la

dosis de CRP o CRP+CMT y después de 51 días de cultivo ...................................................... 217 V.5. Conclusiones ............................................................................................................................... 222

CAPÍTULO VI: LIBERACIÓN Y FRACCIONAMIENTO DE METALES PESADOS EN UN

SUELO DE MINA DE Cu ENMENDADO CON CORTEZA DE PINO. CRECIMIENTO

BACTERIANO Y FÚNGICO ............................................................................................................... 227 VI. 1. Introducción ............................................................................................................................. 227 VI. 2. Área de estudio ......................................................................................................................... 229 VI. 3. Material .................................................................................................................................... 231

Page 17: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Índice

12

VI.3.1. Suelo empleado en el estudio ............................................................................................ 231 VI.3.2. Corteza de pino (Pinus pinaster) ....................................................................................... 232 VI.3.3. Concha de mejillón ........................................................................................................... 232

VI.4. Métodos ..................................................................................................................................... 233 VI.4.1. Liberación y fraccionamiento de metales pesados en un suelo de mina de cobre enmendado

con corteza de pino ..................................................................................................................... 233 VI.4.1.1. Diseño experimental ...................................................................................................... 233 VI.4.1.2. Fraccionamiento de metales en el suelo y las mezclas suelo-corteza ............................. 235 VI.4.1.3. Liberación de metales en el suelo y las mezclas suelo-concha. Experimentos en cámara

de flujo continuo ......................................................................................................................... 236 VI.4.2. Medición de la actividad bacteriana y fúngica en un suelo de mina de cobre enmendado

con corteza de pino y mezclas de corteza de pino con concha de mejillón ................................ 238 VI.4.2.1. Diseño experimental ...................................................................................................... 239 VI.4.2.2. Medición del crecimiento bacteriano del suelo mediante la incorporación de leucina .. 240 VI.4.2.3. Medición del crecimiento fúngico del suelo mediante la incorporación de acetato en

ergosterol .................................................................................................................................... 243 VI.4.2.4. Efecto sobre la biomasa microbiana determinada mediante el uso de los ácidos grasos de

los fosfolípidos (PLFAs) ............................................................................................................ 245 VI.4.2.5. Evolución temporal del pH de un suelo de mina ácido en respuesta a la adición de corteza

de pino o corteza de pino con concha de mejillón ...................................................................... 246 VI.4.3. Análisis estadístico ............................................................................................................ 246

VI. 5. Resultados y discusión ............................................................................................................. 246 VI.5.1. Fraccionamiento de metales en el suelo y las mezclas suelo-corteza ................................ 246 VI.5.1.1. Cobre .............................................................................................................................. 249 VI.5.1.2. Zinc ................................................................................................................................ 249 VI.5.1.3. Níquel ............................................................................................................................. 250 VI.5.1.4. Cadmio ........................................................................................................................... 250 VI.5.1.5. Plomo ............................................................................................................................. 251 VI.5.2. Liberación de metales en el suelo y las mezclas suelo-concha. Experimentos en cámara de

flujo continuo. ............................................................................................................................ 255 VI.5.2.1. Cobre .............................................................................................................................. 255 VI.5.2.2. Zinc ................................................................................................................................ 256 VI.5.2.3. Níquel ............................................................................................................................. 257 VI.5.2.4. Cadmio ........................................................................................................................... 258 VI.5.2.5. Plomo ............................................................................................................................. 259 VI.5.3. Medición de la actividad bacteriana de un suelo de mina ácido en respuesta a la adición de

corteza de pino o corteza de pino con concha de mejillón ......................................................... 262 VI.5.4. Medición de la actividad fúngica de un suelo de mina ácido en respuesta a la adición de

corteza de pino o corteza de pino con concha de mejillón ......................................................... 265 VI.5.5. Efecto sobre la biomasa microbiana determinada mediante el uso de los ácidos grasos de

los fosfolípidos (PLFAs) ............................................................................................................ 267 VI.5.6. Evolución temporal del pH de un suelo de mina ácido en respuesta a la adición de corteza

de pino o corteza de pino con concha de mejillón ...................................................................... 272 VI. 6. Conclusiones ............................................................................................................................. 274

CONCLUSIONES FINALES ................................................................................................................ 279 BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................................... 283

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ABREVIATURAS

Page 19: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …
Page 20: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Abreviaturas

15

ABREVIATURAS

µL: Microlitro.

µm: Micrometro.

Al (símbolo): Aluminio.

Art.: Artículo.

AF: Arena fina.

AG: Arena gruesa.

ARC: Arcilla.

As (símbolo): Arsénico.

B (símbolo): Boro.

Ba (símbolo): Bario.

BCR (método): Del inglés European Community Bureau of Reference:

Departamento de Referencia de la Comunidad Europea.

Bi (símbolo): Bismuto.

BOE: Boletín Oficial del Estado.

BTC: Del inglés Breakthrough curves: Curvas de ruptura.

Bq: Becquerel o becquerelio. Unidad derivada del Sistema Internacional (SI) que mide

la actividad radiactiva. Equivale a una desintegración por segundo (DPS).

C: Concentración.

C (símbolo): Carbono.

C0: Concentración de metal adsorbido cuando solamente está presente un metal en

disolución.

Ca (símbolo): Calcio.

CCAA: Comunidades Autónomas.

Cd (símbolo): Cadmio.

CE: Comunidad Europea.

C(i): Concentración en la i-ésima muestra en la disolución de salida.

CIC (o CEC en inglés): Capacidad de Intercambio Catiónico.

CICe (o eCEC en inglés): Capacidad de Intercambio Catiónico efectiva.

CIEMAT: Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas.

Cl (símbolo): Cloro.

cm: Centímetro.

cm3: Centímetro cúbico.

cmolc: Centimol de carga positiva. También puede expresarse como cmol(+).

Co (símbolo): Cobalto.

Cr (símbolo): Cromo.

CrT: Contenido total de cromo en el suelo.

CRP: Corteza de pino.

Cu (símbolo): Cobre.

Cuarc.: Cuarcita.

Cw: Concentración en agua (subíndice w del inglés water).

Cx: Concentración de metal adsorbido cuando un metal está en presencia de otro.

DO: Denominación de Origen.

DPM: Desintegración por minuto.

DPS: Desintegración por segundo.

Page 21: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Abreviaturas

16

DTPA: Del inglés Diethylenetriaminepentaacetic acid : Ácido

dietilentriaminopentaacético.

EAA: Espectrofotometría de absorción atómica de llama.

Ec.: Ecuación.

EDTA (o AEDT en español): Del inglés Ethylenediaminetetraacetic acid: Ácido

etilendiaminotetraacético.

EEA: Espectrofotometría de emisión atómica de llama.

e.g.: Del latín exempli gratia: Por ejemplo.

Esq.: Esquisto.

Esq-mic.: Esquisto micáceo.

Esq-piz.: Esquisto pizarroso.

et al.: Del latín et alii: Y otros.

etc.: Etcétera.

F: Fracción de sitios rápidos en un proceso de adsorción.

FAO: Del inglés Food and Agriculture Organization of the United Nations:

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Fe (símbolo): Hierro.

FE (o EF en inglés): Factor de enriquecimiento.

FG: Fondo Geoquímico.

FI: Factor de impacto.

Fig.: Figura.

Figs.: Figuras.

FT: Factor de translocación.

g: Gramo.

GBq: Gigabecquerel o gigabecquerelio.

h: Hora.

H (símbolo): Hidrógeno.

ha: Hectárea.

Hg (símbolo): Mercurio.

HgT: Contenido total de mercurio en el suelo.

hL: Hectolitro.

hm3: Hectómetro cúbico.

HPLC: Del inglés High-performance liquid chromatography: Cromatografía Líquida de

Alta Eficacia.

i.e.: Del latín id est: Es decir.

IGE: Instituto Gallego de Estadística.

IGP: Indicación Geográfica Protegida.

ISI: Del inglés Institute for Scientific Information: Instituto de Información Científica.

ISO: Del inglés International Standard Organization: Organización Internacional de

Normalización.

ISTA: Del inglés International Seed Testing Association: Asociación Internacional de

Pruebas de Semillas.

IUPAC: Del inglés International Union of Pure and Applied Chemistry: Unión

Internacional de Química Pura y Aplicada.

Page 22: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Abreviaturas

17

JCR: Del inglés Journal of Citation Reports: Informes sobre citas en revistas científicas;

herramienta incluida en la plataforma Web of Knowledge (WOK), que ofrece

datos estadísticos de citas de revistas científicas, entre ellos el factor de impacto

(FI), producida por el ISI (Institute for Scientific Information).

Jw: Velocidad de flujo.

K (símbolo): Potasio.

KF: Constante de Freundlich que indica la capacidad de adsorción y la afinidad del

adsorbato por el adsorbente.

kg: Kilogramo.

KL: Constante de Langmuir relacionada con la energía de adsorción.

km: Kilómetro.

kx1: Constante de velocidad de adsorción o desorción para los sitios rápidos.

kx2: Constante de velocidad de adsorción o desorción para los sitios lentos.

Leu.: Leucina.

LF: Limo fino.

LG: Limo grueso.

m: Metro.

m2: Metro cuadrado.

m3: Metro cúbico.

M: Molar.

MBq: Megabecquerel o Megabecquerelio.

meq: Miliequivalentes.

Mg (símbolo): Magnesio.

Mg: Megagramo.

mg: Miligramo.

mic.: Mica.

min.: Minuto.

mm: Milímetro.

mM: Milimolar.

mmol: Milimol.

Mn (símbolo): Manganeso.

Mo (símbolo): Molibdeno.

MO: Materia orgánica.

MOH: Materia orgánica humificada.

N (símbolo): Nitrógeno.

Na (símbolo): Sodio.

n: Constante de Freundlich.

n.d.: No determinado.

ng: Nanogramo.

NE: Noreste.

NGR: Nivel Genérico de Referencia.

NGRL: Nivel Genérico de Referencia Local.

Ni (símbolo): Níquel.

NI: Nivel de Intervención.

NW: Noroeste.

Page 23: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Abreviaturas

18

p: Página.

P.: Pinus.

P: Presión.

P0: Presión del líquido puro.

PAHs: Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos.

Pb (símbolo): Plomo.

PbT: Contenido total de plomo en el suelo.

pHw: pH en agua (subíndice w del inglés water).

pHK: pH en KCl.

piz.: Pizarra.

PLFAs: Del inglés Phospholipid-derived fatty acids: ácidos grasos derivados de los

fosfolípidos.

pp: Páginas.

PR: Porcentaje de Reducción de la adsorción.

Prof.: Profundidad.

PTFE: Politetrafluoroetileno.

Q: Del inglés Quartile: cuartil.

q: Concentración de metal pesado en una muestra.

qF: Concentración de metal adsorbida o desorbida por el adsorbente en la transición de

los sitios rápido a los lentos.

qx: Concentración de metal adsorbida o desorbida por el adsorbente.

qxmax: Máxima capacidad de adsorción o desorción del adsorbente.

RD: Real Decreto.

rpm: Revoluciones por minuto.

S (símbolo): Azufre.

SAl: Porcentaje de saturación de Al.

Sb (símbolo): Antimonio.

SB: Suma de bases.

Se (símbolo): Selenio.

SI: Sistema Internacional de unidades.

Sn (símbolo): Estaño.

spp.: Especies.

SPSS: Del inglés Statistical Package for the Social Sciences; programa estadístico.

SW: Suroeste.

t: Tiempo.

T0: Duración del pulso de metal expresada en número de volumen de poros

TCA: Ácido Tricloroacético.

TEA: Trietanolamina. También llamada Trolamina o Tris(hidroxietil)amina.

Tf: Número total de volumen de poros eluidos.

Ti (símbolo): Titanio.

TI: Tiempo de incubación.

Tm: Tonelada métrica.

UE: Unión Europea.

V (símbolo): Vanadio.

Page 24: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Abreviaturas

19

Vads: Velocidad de adsorción.

Ve: Volumen efectivo de disolución en el reactor.

WOK: Del inglés Web of Knowledge: web del conocimiento.

X: Concentración de metal adsorbido.

Xm: Máxima capacidad de adsorción del adsorbente.

Zn (símbolo): Zinc.

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RESUMEN

Page 27: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …
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Resumen

23

RESUMEN

La contaminación de suelos por metales pesados se está convirtiendo en una

preocupación ambiental en las últimas décadas debido al incremento de las actividades

industriales y al progreso de la agricultura, que pueden provocar que se eleven sus

concentraciones hasta niveles potencialmente fitotóxicos, provocando una pérdida de la

calidad del suelo y limitando su uso. Esto también puede afectar a la calidad de las

aguas, tanto superficiales como freáticas, ampliando así el impacto sobre el medio

natural.

Los metales pesados no son biodegradables, y por tanto, su presencia en suelos,

ríos y lagos puede facilitar su acumulación en los organismos y, de este modo, llegar a

la cadena trófica. Existen diferentes técnicas tradicionales para la eliminación de

metales pesados en aguas y suelos, entre las que se encuentran el intercambio iónico, la

filtración por membrana, la electrólisis, la coagulación, la flotación y la adsorción. Sin

embargo, tienen varias desventajas como su alto coste de operación y la generación de

lodos. Entre estos métodos, la adsorción es el más empleado para la retención de

metales pesados y otros contaminantes.

La bioadsorción es un mecanismo ecológico, sostenible, rápido y económico

para tratar de inmovilizar contaminantes. Diferentes tipos de biomasa vegetal se utilizan

frecuentemente como bioadsorbentes en suelos y aguas residuales, ya que son

fácilmente accesibles en la naturaleza y suele tratarse de residuos o subproductos de la

industria agro-alimentaria y forestal, por lo que tienen un bajo coste. Así, su aplicación

al suelo para la inmovilización de metales pesados presentaría dos ventajas: en primer

lugar, el posible aumento de la capacidad de adsorción de estos metales por los suelos y

la consiguiente reducción de su presencia en las aguas de drenaje y, en segundo lugar,

se le proporcionaría un valor añadido al residuo.

En la actualidad, la producción global de madera alcanza anualmente más de

2.000 millones de m3, de los cuales entre el 10 y el 22% es corteza. España es el cuarto

país europeo con mayor superficie forestal (después de Suecia, Finlandia y Francia), con

una extensión forestal del 29% de la superficie total, y con más de 5,2 millones de

hectáreas de bosques de coníferas, principalmente pinos (Pinus pinaster, P. radiata, P.

pinea, P. sylvestris). La corteza de pino está constituida básicamente por lignina,

celulosa y taninos. Se ha demostrado que los residuos agrícolas con un alto contenido en

celulosa son eficaces en la retención de metales en disoluciones acuosas, por lo que la

corteza de pino podría ser una alternativa a las técnicas tradicionales para la

inmovilización de metales pesados en aguas y suelos, dada su condición de

bioadsorbente de bajo coste. Esto significaría una manera efectiva de recuperar y

reutilizar un residuo de escaso valor económico para solventar un problema ambiental.

Page 29: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Resumen

24

Los suelos pueden presentar una elevada concentración de metales debido a

causas naturales, pero son las causas antrópicas como la minería, la contaminación de

industrias próximas, la adición de estiércoles y purines (en suelos de pradería) o la

aplicación de fungicidas (como es el caso de los suelos dedicados al cultivo de la vid)

las que realmente incrementan de forma significativa los niveles de metales pesados en

los suelos por encima de los valores de fondo.

En esta Tesis se evaluó la capacidad de la corteza de pino para adsorber

cinco metales pesados (Cd, Cu, Ni, Pb y Zn) mediante diversos experimentos

(discontinuos tipo batch, continuos en reactor de flujo agitado y en columnas, y en

presencia de uno o varios metales simultáneamente). A continuación, se estudiaron los

efectos de la aplicación de este adsorbente natural en dos suelos con un alto contenido

en cobre. Así, mediante experimentos en macetas, se evaluaron los efectos de la adición

de corteza de pino a un suelo de viñedo sobre el desarrollo de una especie forrajera, el

Lolium perenne. Adicionalmente, también se comprobaron los efectos sobre el

crecimiento de esta planta como consecuencia de la adición combinada de corteza de

pino y concha de mejillón. Posteriormente, en un suelo de escombrera de mina de cobre,

se estudió el efecto individualizado de la adición de corteza de pino, y de ésta

combinada con concha de mejillón, sobre el fraccionamiento y la desorción de los cinco

metales antes citados, junto con su influencia en el crecimiento bacteriano y fúngico del

suelo. En un estudio complementario, se llevó a cabo el diagnóstico de los niveles de

contaminación de metales pesados en suelos forestales (bosques caducifolios) y suelos

de pradera en las cercanías de una planta cementera, utilizando como referencia los

niveles fondo que esos metales presentaban en la litología de la zona. Este

procedimiento de diagnosis de la contaminación debería considerarse como una etapa

inicial, para posteriormente evaluar la utilidad del aporte de la corteza de pino en la

inmovilización de metales pesados en condiciones de campo.

Los materiales de desecho de las minas abandonadas, especialmente en aquellas

donde se explotaron diferentes metales pesados, facilitan la contaminación de los suelos

adyacentes, debido a la deposición de partículas cargadas de metales que son

transportadas por el viento y a la presencia de elevadas concentraciones de éstos en

aguas superficiales y freáticas. Todo esto, además, incrementa el riesgo ambiental al que

están expuestas las áreas urbanas y agrícolas del entorno de estas antiguas

explotaciones. La contaminación de estas zonas por metales pesados es uno de los

principales impactos medioambientales, especialmente debido a que se facilita su

presencia en forma soluble tanto en las aguas superficiales como subterráneas, pero

también porque en estos medios puede ocurrir el transporte de coloides ricos en metales

pesados.

Page 30: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Resumen

25

Por otro lado, en los suelos dedicados al viñedo, se encontraron concentraciones

de cobre muy elevadas (en muchas ocasiones superando los 200 mg kg-1

), consecuencia

directa del continuo e intenso tratamiento de las enfermedades fúngicas de la vid con

fitosanitarios de base cúprica. Las condiciones climáticas en Galicia (temperaturas

suaves y elevada humedad), y la situación de gran parte de los viñedos cerca de los

principales ríos (Miño-Sil), provocan que las vides estén expuestas en mayor medida al

desarrollo de enfermedades fúngicas. En estos suelos, la contaminación por cobre

supone una seria amenaza a su calidad debido a la toxicidad y persistencia en el medio

edáfico, pudiendo ocasionar efectos graves sobre las plantas y los microorganismos del

suelo.

Además de estos suelos, los dedicados a otras actividades del sector primario

como los de pradería o los forestales, también pueden ser susceptibles de recibir aportes

de metales pesados originados en instalaciones industriales próximas. Un ejemplo es el

caso de los suelos del entorno de las plantas cementeras. Por otro lado, la posible

existencia de elevados niveles de metales pesados en suelos de praderas puede obedecer

a su presencia como impurezas en enmiendas (estiércol, purines, etc.) que se añaden al

suelo con la finalidad de satisfacer las necesidades nutricionales de la cobertura vegetal.

No obstante, tasas de adición excesivas o inadecuadas de estas enmiendas podrían

contribuir a aumentar los niveles de metales, originando la contaminación del suelo y

facilitando su posible transferencia hacia aguas superficiales y subterráneas.

Las cementeras emiten numerosos contaminantes a la atmósfera durante el

proceso de elaboración del cemento, entre los que se encuentran algunos metales

pesados. Esto se debe fundamentalmente a la quema de los combustibles fósiles

empleados para el calentamiento de los hornos y a la liberación de los metales presentes

en las materias primas. En ocasiones, estas instalaciones también emplean combustibles

alternativos (biogás, y residuos como neumáticos, plásticos, etc.) como sustitutos o

complementos de los tradicionales, lo que también puede contribuir a la emisión de otro

tipo de contaminantes (PAHs, PCBs, dioxinas…). El destino de los metales pesados

movilizados durante la elaboración del cemento es incorporarse al producto final, ser

retenidos en los sistemas de reducción de las emisiones o ser emitidos a la atmósfera.

En este último caso, los metales pesados se depositan finalmente a diferentes distancias

de la fuente de emisión, donde se acumulan en suelos y vegetación.

Así, en un marco europeo en el que cada vez se reclama con mayor insistencia

una actividad agrícola sostenible, esta Tesis tratará de evaluar la problemática de la

contaminación por metales pesados en suelos con diferente uso, y la posible utilización

de un subproducto como la corteza de pino como un bioadsorbente de metales

pesados efectivo y de bajo coste.

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CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN

Page 33: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …
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Capítulo I: Introducción

29

CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN

I.1. Contaminación del suelo

La industrialización, los procesos de depuración industriales, así como las

prácticas agrícolas inadecuadas, han supuesto en las últimas décadas una importante

fuente de contaminación en el medio edáfico. Los contaminantes presentes en el suelo

pueden producir numerosos efectos perjudiciales: contaminación de las aguas

subterráneas a través de lixiviados, de las aguas superficiales a través de la escorrentía,

del aire por combustión, evaporación, sublimación o arrastre por el viento, e incluso

pueden llegar a la cadena alimentaria.

Cuando los contaminantes llegan al suelo, son adsorbidos por las partículas

coloidales del mismo o son arrastrados hacia las capas más profundas por efecto de la

lluvia. Los contaminantes solubles se infiltrarán en la capa superficial del suelo, y los

restantes se acumularán retenidos en suelo.

I.1.1. Tipos de contaminantes de origen antrópico presentes en el suelo

Entre los principales contaminantes del suelo debidos a las diversas

actividades del hombre, encontramos (Orozco et al., 2003): (a) contaminantes orgánicos

derivados del petróleo, (b) fertilizantes, cuyo principal problema se centra en su

acumulación en forma de NO3-, abonos orgánicos (estiércol) y residuos líquidos, (c)

pesticidas pueden ser peligrosos en función de su persistencia, toxicidad y capacidad de

bioacumulación, (d) vertidos industriales, lluvia ácida, fertilizantes amoniacales, etc. que

causan la acidificación del suelo, (e) sales (NaCl, Na2SO4, CaCO3, MgCO3...) producen

salinización del suelo, y finalmente, (f) metales pesados, que será el apartado en el que

nos centraremos en el presente estudio.

Estas actividades que pueden dar origen a contaminación son debidas a focos

puntuales o focos difusos (Ministerio de Economía y Competitividad, CIEMAT-Centro

de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas-, 2012).

Los focos puntuales se deben principalmente a la industria y sus actividades

asociadas. Se pueden producir por diferentes causas: gestión inadecuada, accidentes

causados por imprudencias y vertidos irregulares. Los tipos de residuos que pueden

constituir un foco puntual son: residuos derivados de la industria (pueden llegar al

suelo por vertido directo, controlado o vía atmosférica), residuos derivados de la

minería (explotaciones a cielo abierto, escombreras, aguas ácidas...), extracción de

hidrocarburos, refinado del petróleo, industria química, cementeras, vertederos...

Page 35: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

30

Por otro lado, los focos difusos pueden deberse a: actividades agrícolas (uso

incorrecto de fertilizantes y pesticidas), actividades ganaderas (contaminación de aguas

subterráneas por percolación de estiércoles y purines), silvicultura (en la preparación

industrial de la madera se emplean productos fitosanitarios muy tóxicos), formación de

compuestos ácidos por contaminantes atmosféricos (éstos sufren reacciones de oxidación

y se depositan en el suelo acidificándolo), y mala manipulación en el transporte de

materiales contaminados.

En la Tabla 1.1, se encuentran los principales tipos de industrias responsables de

la contaminación de suelos, así como los principales contaminantes que generan.

Tabla 1.1. Principales contaminantes generados por distintas actividades industriales.

Fuente: Orozco et al., 2003.

TIPO DE INDUSTRIA PRINCIPALES CONTAMINANTES DEL SUELO

Estaciones de servicio Hidrocarburos y derivados del petróleo

Fábrica de gas Alquitrán, benceno, fenoles, Hidrocarburos Aromáticos

Policíclicos (PAHs), cianuro

Industria textil Hidrocarburos y metales pesados

Industrias químicas Gran diversidad de contaminantes

Maquinaria Disolventes clorados

Metalurgia PAHs, metales pesados y cianuro

Petróleo y aceite Hidrocarburos aromáticos y alifáticos

Pinturas, barnices, colas y pegamentos Disolventes y metales pesados

I.1.2. Legislación de suelos contaminados

La protección de los suelos se ha convertido recientemente como uno de los

objetivos prioritarios en la Unión Europea, considerando como causa de su degradación

la contaminación derivada de actividades industriales, explotaciones mineras, agricultura

y vertido de residuos, y proponiéndose la creación del Sistema europeo de vigilancia de

la conservación del suelo europeo.

En el año 2006, la Comisión Europea publicó una propuesta de Directiva de

Protección del Suelo, en la que se destacó la necesidad de establecer estrategias de

protección del suelo, así como de llevar a cabo medidas correctoras para evitar su

deterioro.

En España, se han publicado distintas normativas en relación a la protección del

suelo. Dentro de la Ley 10/1998 de Residuos, se introduce por primera vez el concepto de

suelo contaminado, que se definió en el Artículo 27.1 como “aquel en el que existe

presencia de componentes de origen humano de carácter peligroso para la salud o el

medio ambiente”.

Page 36: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

31

Sin embargo, esta reglamentación tenía una aplicación poco concreta, por lo que

posteriormente se publicó el Real Decreto 9/2005 (BOE, 2005), el cual define como suelo

contaminado “aquel cuyas características han sido alteradas negativamente por la

presencia de componentes químicos de carácter peligroso de origen humano, en

concentración tal que comporte un riesgo inaceptable para la salud humana o el medio

ambiente”. Establece además las actividades potencialmente contaminantes, contenidos

de contaminantes y criterios para la declaración de suelos contaminados. Según este RD,

un suelo que sea declarado como contaminado obligará a la realización de las actuaciones

necesarias para su recuperación ambiental.

Actualmente, en la Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados, en su Título

V, se establece la relación de actividades potencialmente contaminantes del suelo y los

criterios y estándares para la declaración de suelos contaminados (Ministerio de

Economía y Competitividad, CIEMAT, 2012).

Por su parte, las Comunidades Autónomas conforme a dicha norma, tienen la

obligación de elaborar un inventario de los suelos contaminados existentes en su ámbito

territorial. A partir de esta información, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y

Medio Ambiente elabora el inventario estatal de suelos contaminados. Además, cada

Comunidad debe regular los niveles de metales por debajo de los cuales no hay riesgo

para la salud humana o los ecosistemas (Nivel Genérico de Referencia -NGR-, que

definiremos en el siguiente punto).

En el caso de Galicia, la Ley 10/2008, de 3 de noviembre, de Residuos de Galicia,

es la que regula todo lo relacionado con los suelos contaminados.

I.2. Los metales pesados en el suelo

Los metales pesados constituyen un grupo de unos 40 elementos químicos, que

presentan una densidad igual o superior a 5 g cm3 cuando están en forma elemental, o

cuyo número atómico es superior a 20 (excluyendo a los metales alcalinos y

alcalinotérreos). Su presencia en la corteza terrestre es inferior al 0,1% (Navarro-Aviñó et

al., 2007).

Existen otros elementos que aunque son metales ligeros o no metales se suelen

englobar con ellos, por presentar orígenes y comportamientos asociados, como son As, B,

Ba y Se. No obstante, el término se emplea habitualmente para referirse a los 12 metales

utilizados y emitidos por la actividad industrial (Cd, Cr, Co, Cu, Fe, Hg, Mn, Mo, Ni,

Pb, Sn y Zn), puesto que cuando se habla de metal pesado, se hace referencia al riesgo de

toxicidad que conlleva su presencia en el medio natural.

Page 37: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

32

El comportamiento biogeoquímico de los metales pesados en el medio natural les

confiere unas propiedades características, destacando su capacidad de acumulación

tanto en los ecosistemas terrestres como en los acuáticos. En ocasiones, concentraciones

elevadas de metales pesados en los suelos pueden ser perjudiciales para el crecimiento de

las plantas (denominadas fitotóxicas), o llegar a acumularse en las plantas y ocasionar

efectos tóxicos en los animales que las ingieren.

Sin embargo, entre los metales pesados encontramos también nutrientes

esenciales para las plantas (Fe, Mn, Zn, Cu, Mo, Ni) y para los animales (Fe, Mn, Zn, Cu,

Mo, Ni, Cr, Co), elementos beneficiosos para el crecimiento y desarrollo de ciertas

especies vegetales bajo determinadas circunstancias (Cr, V, Ti, Co, Se, etc.) y elementos

que, actualmente, no se considera que tengan una función determinante en los seres vivos

(Cd, Hg y Pb) (Poschenrieder y Barceló, 2003). Todos estos metales se convierten en

elementos tóxicos cuando sus niveles exceden ciertos umbrales.

Navarro-Aviñó et al. (2007) y Brady y Weil (2002) clasifican a los metales

pesados en dos grupos: oligoelementos o micronutrientes, necesarios en pequeñas

cantidades para los organismos (As, B, Co, Cr, Cu, Mo, Mn, Ni, Se y Zn) y metales sin

función biológica conocida, que son altamente tóxicos (Ba, Cd, Hg, Pb, Sb y Bi).

I.2.1. Origen y fuentes de los metales pesados en el suelo

Altas concentraciones de metales pesados en los suelos pueden deberse a dos

tipos de fuentes, las naturales y las antrópicas.

Los metales pesados se encuentran en el suelo de forma natural en diferente

concentración, en función del tipo de material de partida (litología) y los procesos

edafogenéticos que dan lugar al suelo (Tiller, 1989). Aquellos contenidos en el material

de partida, al meteorizarse, pueden concentrarse en los suelos. Además, los metales

pueden encontrarse de forma natural en el agua de lluvia, debido a su presencia en el aire,

procedente de emisiones volcánicas (As, Hg, Se) y de polvo derivado de suelos y rocas.

Por otro lado, las actividades antrópicas favorecen su acumulación en los suelos,

llegando a causar un gran impacto ambiental, provocando una limitación del uso del

suelo y la devaluación de los terrenos contaminados. Además, existen riesgos que estos

suelos contaminados pueden ejercer sobre la salud humana, debido a su peligrosidad, al

no ser química ni biológicamente degradables (Orozco et al., 2003; Navarro-Aviñó et

al., 2007; Galán y Romero, 2008; Bolan et al., 2014).

Page 38: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

33

La UE distingue cinco tipos de categorías de actividades potencialmente

contaminantes de metales pesados (Van-Camp et al., 2004; Ministerio de Economía y

Competitividad, CIEMAT, 2012): actividades industriales (vertidos, escapes, fugas...),

minería (almacenamiento de escombreras, drenajes ácidos...), actividades de procesado

de residuos (vertederos), contaminación de las áreas urbanas (emisión de gases debidos

al tráfico, pérdidas de aceite y gasolina...) y otras actividades (ganadería, uso excesivo de

productos agroquímicos, generación de lodos residuales en los sistemas de tratamiento de

aguas...).

La fuente antrópica más importante de contaminación por metales pesados es

la actividad minera, con una contribución del 60%, seguida por las actividades

agrarias con un 20%, y las aguas residuales y la industria con un 8%. En último lugar,

están los desechos municipales con una contribución del 5% (Ministerio de Economía y

Competitividad, CIEMAT, 2012).

Las actividades mineras vierten al ambiente metales pesados como Cu, As, Cd, Cr

y Hg, muy dañinos para la salud humana y para la mayoría de formas de vida. Además,

las aguas residuales no tratadas provenientes de minas y fábricas, pueden llegar a los ríos,

mientras los desechos pueden contaminar las aguas subterráneas.

La industria es la principal fuente contaminante de metales como As, Cr, Cu, Pb y

Zn. Los residuos urbanos, son fuente de contaminación de Cr, Cu, Pb y Zn. Cabe destacar

el papel de la lluvia en el caso del Pb, que está relacionado con la emisión de los motores

de gasolina, pero también es destacable en el caso del Zn y, en menor grado, Cr, Cu y Ni.

La agricultura y la ganadería también contaminan, aportando al suelo Cr, Cu y Pb, y

especialmente, Ni y Zn (Tabla 1.2).

Tabla 1.2. Principales usos de algunos metales pesados.

Fuente: García y Dorronsoro, 2005.

Aluminio (Al). Construcción, transporte, industrias eléctrica y farmacéutica.

Arsénico (As). Medicina, veterinaria, aleaciones, pirotecnia, esmaltes, insecticidas, pigmentos, pinturas,

tintes y productos electrónicos.

Cadmio (Cd). Galvanización, pigmentos, baterías y aleaciones.

Cobalto (Co). Galvanización, aleaciones, pigmentos, esmaltes y barnices.

Cromo (Cr). Galvanización, metalurgia, materiales refractarios, curtidos, pinturas, industria química.

Cobre (Cu). Industria eléctrica y automovilística, construcción, fontanería, latón, conservación de la

madera.

Mercurio (Hg). Producción de cloruro y sosa cáustica, insecticidas, industrias farmacéutica y metalúrgica,

odontología, catalizador en producción de polímeros sintéticos.

Níquel (Ni). Galvanización, metalurgia, baterías, equipos solares, producción de aceite combustible.

Plomo (Pb). Baterías, gasolina, pigmentos, munición, soldadura, pintura, industria automovilística.

Zinc (Zn). Galvanización, aleaciones, bronce y latón, baterías, pintura, productos agrícolas, cosméticos.

Page 39: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

34

A continuación, describiremos cada una de estas fuentes de contaminación de

metales pesados más detalladamente:

Productos agroquímicos. Los fertilizantes y las enmiendas añadidas al suelo en los

medios rurales pueden llegar a constituir la principal fuente contaminante. Los abonos

fosfatados contienen diversos metales, sobre todo Cd, Pb y As.

Lodos residuales. Los residuos sólidos urbanos pueden llegar a contener hasta un 10%

de metales. Las plantas depuradoras de aguas residuales son cada vez más abundantes,

lo que permite una mejora en la calidad de las aguas, pero como contrapartida, se

producen grandes cantidades de lodos. En muchas ocasiones, se utiliza el suelo como

medio para deshacerse de estos residuos, siempre que no resulten tóxicos por su

contenido en metales pesados o en sales disueltas, procedentes de los tratamientos

realizados en la fase de depuración (Porta et al., 2003).

Según el anexo IA del RD 1310/1990, de 29 de octubre, por el que se regula la

utilización de los lodos de depuradora en el sector agrario, el valor límite de

concentración de metales pesados en los suelos por mg kg-1

de materia seca se

establece en la Tabla 1.3 (BOE, 1990).

Tabla 1.3. Valor límite de concentración de algunos metales pesados en suelos.

Fuente: Anexo IA del RD 1310/1990, de 29 de octubre (BOE 1990).

Valores límite

mg kg-1

Suelos con pH<7 Suelos con pH>7

Cd 1 3

Cr 100 150

Cu 50 210

Hg 1 1,5

Ni 30 112

Pb 50 300

Zn 150 450

Ganadería industrial. Los residuos ganaderos añadidos al suelo pueden contener

metales pesados como Zn y Cu, empleados como complementos nutritivos para

optimizar el rendimiento de la alimentación animal.

Page 40: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

35

Actividades de minería. La minería implica la extracción de las menas, el procesado

previo, la evacuación de los residuos y el transporte de los productos semiprocesados.

Todas estas operaciones pueden producir una contaminación localizada de metales. En

áreas mineras, las capas superiores de los suelos presentan concentraciones elevadas

de As, Cd, Cu, Fe y Ni, y el polvo originado puede llegar a depositarse en los suelos a

muchos km de distancia.

Generación de electricidad y otras actividades industriales. La combustión del

carbón es una de las principales fuentes de deposición de metales en suelos. Las

centrales térmicas de combustión de petróleo pueden ser fuentes de Pb y Ni. Por otro

lado, las mayores fuentes industriales de metales incluyen fábricas de hierro y acero

que emiten metales asociados con las menas de Fe, como el Ni. Además, las fábricas

de baterías pueden emitir cantidades considerables de Pb. Los metales asociados con

áreas altamente industrializadas, incluyen As, Cd, Cr, Fe, Hg, Ni, Pb y Zn.

Residuos domésticos y contaminación de las áreas urbanas. Aproximadamente el

10% de los residuos domésticos está compuesto de metales. Las dos alternativas para

deshacerse de estos residuos son el enterramiento o la incineración. La primera de

ellas, puede contaminar las aguas subterráneas, mientras que la segunda opción puede

llegar a la atmósfera al liberar algunos metales volátiles.

En la Tabla 1.4 se muestran algunos metales pesados potencialmente

contaminantes en función del material incorporado al suelo (Porta et al., 2003), y en la

Tabla 1.5 se indican los productos de uso agrícola que añadidos al suelo pueden ser

fuente de contaminación de metales pesados (Kabata-Pendias, 2001).

Tabla 1.4. Metales pesados contaminantes según las materias incorporadas al suelo.

Fuente: Porta et al., 2003.

Materias incorporadas al

suelo

Contaminantes

potenciales en el suelo

Enmiendas de calizas y

carbonatos

As, Ba, Cd, Cu, Mn, Pb, Sr,

Zn

Escorias de desfosforilación Ni, Cr, Va

Fosfoyeso Cd

Abonos fosfatados Cd

Estiércoles Cu. Zn

Purín de cerdo Cu, Mn, Zn

Lodos residuales urbanos Cd, Cu, Pb, Zn

Compost de basuras urbanas Cd, Cu, Pb, Zn

Caldo bordelés en viñedo Cu

Page 41: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

36

Tabla 1.5. Los productos de uso agrícola como fuente de metales pesados.

Fuente: Kabata-Pendias, 2001.

Lodos

mg kg-1

Fertilizantes

fosfatados

mg kg-1

Encalantes

mg kg-1

Fertilizantes

nitrogenados

mg kg-1

Materia

orgánica

mg kg-1

Plaguicidas

mg kg-1

Cd 2-1.500 0,1-170 0,04-0,1 0,05-8,5 0,3-0,8 -

Cr 20-40.600 66-245 10-15 3-19 5,2-55 -

Cu 50-3.300 1-300 2-125 1-15 2-60 12-60

Hg 0,1-55 0,01-1,2 0,05 0,3-3 0,09-0,2 0,8-42

Ni 16-5.300 7-38 10-20 7-38 7,8-30 -

Pb 50-3.000 7-225 20-1.250 2-1.450 6,6-15 -

Zn 700-49.000 50-1.450 10-450 1-42 15-250 1,3-25

I.2.2. Dinámica de los metales pesados en el suelo. Contaminación por

metales pesados

Las formas químicas en las que se encuentran los metales en el suelo (la mayoría

están en forma de cationes) y la movilidad y biodisponibilidad que presentan, viene

determinada por el conjunto de los diferentes componentes del suelo, así como factores

químicos, físicos y biológicos que influyen en la reactividad de esos componentes (García

et al., 2005).

En la Fig. 1.1 podemos observar cómo se distribuyen los metales pesados en el

suelo.

Fig. 1.1. Distribución de los metales pesados en el suelo.

Fuente: López Arias y Grau Corbí, 2004.

En posiciones de intercambio

de arcillas y materia orgánica

Como precipitados de

carbonatos, fosfatos,

sulfatos, etc.

En las redes cristalinas

de los minerales

primarios

Complejados o

incluidos en las

moléculas orgánicas

DISOLUCIÓN DEL SUELO

Solutos, coloides

Secuestrados en los

restos de vegetales y

animales

Absorbidos en óxidos-

hidróxidos

de Fe, Al, Mn

Page 42: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

37

El suelo puede comportarse como un sumidero para los metales pesados (Al-

Khashman y Shawabkeh, 2006). Según el suelo evoluciona y actúan la lixiviación y el

reciclado de nutrientes a través de las plantas, algunos elementos tienden a concentrarse

en ciertos horizontes del suelo, mientras que otros se irán perdiendo en las aguas de

drenaje. Aún así, generalmente la movilidad de los metales pesados es muy baja, ya que

éstos quedan acumulados en los primeros cm del suelo para posteriormente ser lixiviados,

en pequeñas cantidades, a los horizontes inferiores.

De forma resumida, podemos clasificar la dinámica de los metales pesados en el

suelo en cuatro vías (Navarro-Aviñó et al., 2007; Galán y Romero, 2008): (a)

movilización a las aguas superficiales o subterráneas, (b) transferencia a la atmósfera por

volatilización, (c) absorción por las plantas e incorporación a las cadenas tróficas y (d)

retención de metales pesados en el suelo (disueltos o fijados, retenidos por adsorción,

complejación y precipitación). Respecto a este último punto, los procesos de adsorción-

desorción que tienen lugar en el suelo desempeñan un importante papel desde el punto de

vista medioambiental, pues constituyen una barrera natural que pueden impedir, dificultar

o retrasar la movilidad de los metales del suelo hacia las aguas subterráneas (Rodríguez et

al., 2006).

Los procesos que influyen en la acumulación y movilidad de metales en los

suelos se traducen en reacciones de adsorción-desorción y precipitación-disolución,

que afectan directamente al reparto de metales entre la fase sólida y la disolución del

suelo, así como reacciones de complejación y oxidación-reducción (Fig. 1.2) que

afectan a la reactividad del propio metal, así como a su solubilidad y biodisponibilidad

(Navas y Lindhorfer, 2003; Basta et al., 2005). En ocasiones se puede producir

biometalación, esto es, la movilización de metales pesados al formarse un enlace entre un

catión metálico (Hg, Pb, As y Cr) y el grupo metilo (como el CH3Hg+), dando lugar a

compuestos liposolubles, que pueden incorporarse a la cadena trófica (Orozco et al.,

2003).

Ehlers y Loibner (2006), definen la biodisponibilidad como la cantidad y

velocidad de transferencia a la que un organismo puede degradar, mineralizar o

acumular un contaminante. Es decir, es la velocidad a la cual un compuesto químico,

en su forma biológicamente disponible, puede llegar a ser absorbido por un organismo e

integrarse en su metabolismo, induciendo efectos tóxicos.

Page 43: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

38

Fig. 1.2. Procesos que afectan a los metales pesados.

Fuente: Ministerio de Economía y Competitividad, CIEMAT-Centro de Investigaciones Energéticas

Medioambientales y Tecnológicas-, 2012.

Así, la peligrosidad de un metal pesado en el suelo viene dada por su

disponibilidad, o lo que es lo mismo, la posibilidad de que dicho elemento quede libre y

pase a la disolución del suelo. Existen diferentes factores que influyen en esta

biodisponibilidad, los cuales son determinantes en los procesos que tienen lugar en el

suelo, y son de gran importancia en lo que respecta tanto a la toxicología humana como a

la productividad agrícola (Alloway, 1995; Bolan et al., 2014; Dalzell et al., 1991, De

Boer et al., 2012, Galán y Romero, 2008; Macías et al., 2009). A continuación, se

describen dichos factores:

pH. Es unos de los factores que influye de manera directa en la solubilidad de casi

todos los metales pesados. La mayor parte de éstos, tienden a ser más solubles

(disponibles) a pH ácido, excepto As, Mo, Se y Cr. Además, la adsorción de los

metales está fuertemente condicionada por el pH, por lo que es un parámetro

fundamental para evaluar el potencial tóxico de un metal en el suelo.

Textura. Los suelos arcillosos retienen más metales por adsorción o en el complejo de

cambio de los minerales de la arcilla. Por el contrario, los arenosos carecen de

capacidad de fijación de metales, éstos pasan rápidamente al subsuelo y pueden llegar

a contaminar los niveles freáticos.

Mineralogía de arcillas. Cuanto mayor es la superficie activa de un filosilicato,

mayores son sus posibilidades adsorber metales. Este poder de adsorción será máximo

en el punto de carga cero superficial, cuando su competencia con los H+ es mínima, lo

que se consigue a diferentes pH según el mineral. Sin embargo, la importancia de los

minerales de la arcilla como adsorbentes es secundaria cuando en un suelo existe

abundante materia orgánica y/o oxihidróxidos de hierro, componentes más

competitivos.

Page 44: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

39

Materia orgánica. Puede retener fuertemente algunos metales, impidiendo que estén

disponibles para las plantas y los microorganismos. La adsorción puede ser tan fuerte

que queden estabilizados, como el caso del Cu, o formen complejos o quelatos

también muy estables, como ocurre con el Pb y el Zn.

Por otro lado, la formación de complejos órgano-metálicos facilita la

solubilidad del metal y su disponibilidad, ya que así puede ser degradado por los

organismos del suelo. Además, estos organismos pueden reducir considerablemente la

toxicidad de algunos metales pesados a pesar de incrementar su concentración total. El

efecto de un metal en la biota del suelo depende además de la forma en la que se

encuentre, de la capacidad de absorción del propio organismo.

La complejación de metales por compuestos orgánicos en suelos y aguas es

uno de los principales factores que afectan a la solubilidad y disponibilidad de metales

en los sistemas suelo-planta. La formación del complejos provoca el aumento de la

movilidad del metal, debido a que el metal complejado es más soluble al disminuir las

posibilidades de adsorción o precipitación.

Senesi (1992) divide en tres principales grupos los compuestos orgánicos que

pueden formar complejos con los metales: moléculas orgánicas (polisacáridos,

aminoácidos y polifenoles), sustancias orgánicas derivadas de las actividades

agrícolas, industriales y urbanas, y ácidos fúlvicos y húmicos que se acumulan en el

suelo.

Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC). Esta propiedad se debe a la alta

superficie específica y la carga superficial que presentan los coloides del suelo

(minerales de arcillas, sustancias húmicas y oxihidróxidos de Fe y Al). Los coloides

tienen la posibilidad de adsorber iones en su superficie, que pueden intercambiar con

la disolución del suelo, estableciéndose un equilibrio entre la concentración de iones

en la disolución y los retenidos por la fase sólida. Dicho equilibrio depende del tamaño

y carga del ión, su concentración, tipo de adsorbente y pH. Generalmente, cuanto

mayor es la CIC de un suelo, mayor es la capacidad del suelo para fijar metales

pesados.

Al conjunto de constituyentes implicados en este proceso se le conoce como

complejo adsorbente o complejo de cambio. Los minerales de la arcilla y las

moléculas orgánicas presentan una carga residual negativa sobre su superficie, por lo

que son intercambiadores catiónicos preferentemente, mientras que los oxihidróxidos

de Fe y Al están cargados positivamente y son intercambiadores aniónicos.

Potencial de oxidación-reducción (condiciones redox). Este factor es responsable de

que el metal se encuentre en estado oxidado o reducido.

Page 45: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

40

Presencia de aniones (carbonatos, sulfatos y fosfatos). La presencia de carbonatos

garantiza el mantenimiento de un pH elevado, lo cual puede provocar que precipiten

los pesados. El Cd y otros metales tienden a quedar adsorbidos por los carbonatos.

Presencia de óxidos e hidróxidos de Fe, Al y Mn. Estos elementos tienen una alta

capacidad de fijar metales pesados e inmovilizarlos. Se encuentran diseminados en la

masa de suelo, por lo que son muy activos.

Salinidad. El aumento de la salinidad puede incrementar la movilización de metales y

su retención por dos mecanismos: primeramente, los cationes asociados a las sales (Na

y K) pueden reemplazar a metales pesados en lugares de intercambio catiónico;

posteriormente, los aniones cloruro y sulfato pueden formar compuestos estables con

metales como Pb, Zn, Cu, Cd y Hg. Por otra parte, las sales normalmente dan pH

alcalino.

Otros factores. La temperatura o el contenido en agua, también tienen cierta

influencia sobre la dinámica de los metales pesados.

Por tanto, los suelos con elevada capacidad de adsorción, ricos en materia

orgánica y con un pH elevado, presentan menos riesgos de contaminación por metales (al

encontrarse menos biodisponibles) que los suelos ácidos con escaso poder de retención.

Según Vega et al. (2009), en Galicia, la biodisponibilidad de metales pesados en

los suelos está determinada principalmente por la presencia de materia orgánica, óxidos

de Fe y Mn, y el contenido de arcillas y micas.

I.2.2.1. Fondo Geoquímico y Nivel Genérico de Referencia

Para definir los umbrales de toxicidad, se deben calcular los valores normales

que presentan los suelos naturales. Así, es necesario considerar el Fondo Geoquímico

(FG) o Nivel de Fondo de un elemento antes de hablar de contaminación antrópica o no

de un suelo, esto es, el contenido natural de un elemento en un suelo, y representa una

situación ideal que se debe conocer para determinar la contaminación por la presencia de

una concentración de metales inusualmente elevada. El valor del FG varía

geográficamente en función del material geológico (Gough, 1993). A partir de este valor,

se pueden establecer los umbrales mínimos que representen contaminación y definir los

niveles de toxicidad. Estos niveles han de ser contrastados con estudios sobre las

repercusiones en vegetales y animales (Ministerio de Economía y Competitividad,

CIEMAT, 2012).

Page 46: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

41

Para el reconocimiento de la contaminación se emplea el concepto de Nivel

Genérico de Referencia (NGR), que es la concentración de una sustancia contaminante

en el suelo que no conlleve un riesgo superior al máximo aceptable para la salud humana

o los ecosistemas. Se calcula teniendo en cuenta las posibles rutas de exposición de

humanos (o de organismos) con el suelo, los umbrales toxicológicos para cada sustancia

o elemento y cada vía de entrada y, en el caso de los metales, del Nivel de Fondo

Edafogeoquímico natural en los suelos. Es decir, este concepto representa el nivel de

concentración para el cual el riesgo resultante es aceptable, aunque no presupone que

a valores superiores exista un riesgo inaceptable.

Para valores que superen los NGR se ha de realizar una evaluación de riesgo antes

de declarar los suelos contaminados, basada en los resultados de ensayos

ecotoxicológicos, que cuantifican el efecto del contaminante sobre los seres vivos del

entorno, y teniendo en cuenta el uso de dicho suelo. Por encima de los NGR se

encuentran los Niveles de Intervención (NI) que obligan a tomar medidas correctoras.

Los NGR se establecen teniendo en cuenta diferentes usos del suelo y las

afecciones que pueden ocurrirle al individuo más expuesto (o a los organismos del

medio), según se consideren los riesgos para la salud humana o los ecosistemas. En el RD

9/2005 se publican las directrices para el establecimiento de NGR de metales pesados en

los suelos, a desarrollar por las Comunidades Autónomas, teniendo en cuenta la

variabilidad geológica (Macías et al., 2009).

El NGRL (Nivel Genérico de Referencia Local) para algunos metales

importantes en suelos de Galicia se presenta en la Tabla 1.6.

Tabla 1.6. Niveles Genéricos de Referencia Local (NGRL) para cadmio, cromo, cobre, mercurio, níquel,

plomo y zinc en los suelos de Galicia.

Fuentes: Macías et al., 2009 y

Consellería de Medio Ambiente e Desenvolvemento Sostible (Xunta de Galicia), 2009.

NGRL

mg kg-1

Cd 0,25

Cr

80

85, 90, 240 y 11.000 para suelos sobre pizarras, calizas, rocas

básicas y ultrabásicas, respectivamente.

Cu

45

90, 550 y 65 en suelos sobre rocas básicas, ultrabásicas y calizas,

respectivamente.

Hg 0,15

Ni

65

80, 100, 150 y 3.000 en suelos sobre pizarras, rocas básicas,

calizas y rocas ultrabásicas, respectivamente.

Pb 55

Zn 100

130 en suelos sobre rocas ultrabásicas.

Page 47: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

42

Todas las legislaciones internacionales utilizan el contenido total del metal

pesado como parámetro determinante del grado de contaminación del suelo, aunque el

impacto directo sobre los seres vivos va a depender, principalmente, de la fracción de

dicho elemento que pueda ser absorbida o asimilada por los seres vivos (fracción

asimilable).

Semple et al. (2004) definieron la fracción asimilable o biodisponible como la

concentración de aquellos compuestos químicos presentes en suelo que pueden ser

absorbidos por la planta durante su crecimiento. La concentración de un metal en la

fracción asimilable es una medida directa de la peligrosidad real de dicho metal.

Según Mench et al. (2009) esta fracción del suelo es la más importante desde el

punto de vista toxicológico. De hecho, la concentración de contaminantes que causa

toxicidad en los organismos vivos es aquella presente en la fracción disponible del suelo,

que está estrechamente relacionada con la concentración en la disolución del suelo

(Zhang y Young, 2006). Los límites de toxicidad se deberían referir a la fracción

biodisponible, pero por la dificultad en la selección de un método de extracción común,

las normativas prefieren evaluar la concentración total del elemento tóxico presente. Por

tanto, la concentración total es comúnmente utilizada para determinar los límites de

intervención y los niveles de contaminación de un metal en el suelo. Esto nos permite

evaluar la peligrosidad potencial (i.e., el potencial riesgo ambiental) debida a la

presencia de dicho metal, y solamente representa de una manera indirecta y aproximada

la toxicidad actual de un suelo, pero no proporciona información sobre la movilidad del

elemento o la fracción que está disponible para las plantas y otros organismos del suelo

(Anjos et al., 2012).

Debido a la diversidad de suelos y sus propiedades, existe bastante disparidad

entre los distintos umbrales peligrosos establecidos para los metales pesados (Ure y

Berrow, 1982) (Tabla 1.7).

Tabla 1.7. Umbrales de referencia para la concentración máxima para algunos metales pesados en suelos.

Fuente: Ure y Berrow, 1982.

Nivel de referencia de

existencia de contaminación

mg kg-1

Límite de concentración para

deposición de lodos de

depuradora en España

mg kg-1

Límite máximo para

suelos agrícolas en la

U.E.

mg kg-1

Cd 1 1-20 3

Cr 100 100-1.000 -

Cu 50 150-2.500 140

Hg 0,5 1-16 1,5

Ni 50 50-1.000 75

Pb 50 50-750 300

Zn 200 - 300

Page 48: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

43

I.2.2.2. Riesgo ambiental de los metales pesados en el suelo: persistencia,

toxicidad y capacidad de bioacumulación

La presencia en el suelo de una alta concentración de metales pesados puede tener

importantes repercusiones ambientales debido a su persistencia, toxicidad y capacidad de

acumularse en los seres vivos (Bozkurt et al., 2000), principales criterios para evaluar su

posible amenaza ambiental, ya que pueden causar una pérdida potencial de las funciones

del suelo (pierde calidad y su uso es restringido) y un perjuicio para la salud humana

(Rovira et al., 2011):

Persistencia. Es el tiempo que tarda un contaminante en transformarse en una forma

no tóxica. El tiempo de residencia de los metales pesados en el suelo ronda los miles

de años, y por tanto, representan un riesgo permanente para la salud ambiental

(Galán y Romero, 2008).

Toxicidad. La toxicidad de un elemento o compuesto químico es la capacidad que

tiene de afectar adversamente alguna función biológica.

El grado de toxicidad de un elemento depende a su vez de la persistencia, la

especie química en la que se encuentre (la mayoría de metales pesados se combinan

con otras formas químicas antes de entrar en los organismos o cuando se encuentra

en el interior de los mismos) y de la concentración del elemento presente. Como ya

hemos dicho, la toxicidad de un suelo por metales pesados es consecuencia directa de

su concentración en la fracción biodisponible o asimilable. Esta fracción se equipara

a la extraída por una disolución extractora. En el extracto obtenido se analizan los

distintos metales; si los datos del metal extraído se correlacionan con los contenidos

en planta se habla de elemento asimilable o biodisponible.

Los metales de origen antrópico más frecuentes en suelos son: As, Cd, Cr,

Cu, Hg, Ni, Pb y Zn. En general, el orden de mayor a menor toxicidad para las

bacterias es: Cu>Cd>Ni>Zn. Por otro lado, para los animales y plantas los más

tóxicos serían Cd, As, Cr y Hg, y los menos peligrosos Cu y Zn, siempre teniendo en

cuenta las condiciones del medio, que van a determinar su biodisponibilidad, y los

organismos enfrentados (Alloway, 1995; Porta et al., 2008).

Bioacumulación. Los metales pesados están considerados como muy peligrosos para

los seres vivos en general, pues poseen una gran toxicidad debido a su elevada

tendencia a bioacumularse.

La bioacumulación es un aumento de la concentración de un compuesto o

elemento en un organismo biológico en un cierto plazo, de forma que llega a ser

superior a la del contaminante en el ambiente. El Índice de bioacumulación se define

como la relación entre la cantidad de un contaminante en un organismo y la

concentración de dicho contaminante en el suelo.

Page 49: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

44

El proceso se agrava durante el paso por las distintas cadenas tróficas, debido

a que los niveles de incorporación sufren un fuerte incremento a lo largo de sus

sucesivos eslabones, siendo en los superiores donde se hallan los mayores niveles de

contaminantes. A este proceso se le denomina biomagnificación. Así, muchas toxinas

que están diluidas en un medio, pueden alcanzar concentraciones dañinas dentro de

las células, especialmente a través de la cadena trófica. Estos contaminantes pueden

ser acumulados en el organismo hasta tres, cuatro o cinco órdenes de magnitud

mayores que la concentración del medio donde vive (Galán y Romero, 2008).

En condiciones normales, la mayoría de los compuestos de metales

potencialmente tóxicos se encuentran en una baja concentración, fijados por la geología y

en formas químicas muy insolubles, por lo que no representan un peligro para la biota.

No obstante, debido a las actividades humanas, los compuestos se han ido acumulando en

grandes cantidades, alterando el equilibrio natural y provocando la contaminación de

acuíferos y, como consecuencia, incorporándose a la red trófica.

Un aspecto importante a considerar es la presencia simultánea de metales

pesados, ya que sus efectos pueden ser tanto tóxicamente sinérgicos (la toxicidad

aumenta al estar presentes de forma conjunta) o antagónicos (la toxicidad se reduciría), y

por tanto, existe cierta dificultad para predecir los efectos reales de los contaminantes en

el medio. Los efectos de un compuesto (o de la mezcla de varios) pueden ser inocuos,

letales o subletales (no matan al individuo pero producen daños a nivel genético o

fisiológico). Con frecuencia, los daños subletales suelen ser más perjudiciales para la

población en general, ya que afectan al desarrollo o a la reproducción (Navarro-Aviñó et

al., 2007).

Por ello, es importante conocer y evaluar los niveles de estos metales pesados en

el ambiente, tanto para evitar o solucionar sus efectos adversos como para concienciar a

la sociedad de la importancia de este tipo de problemas que, de un modo u otro, nos

acabarán afectando (Bautista, 1999).

I.2.2.3. Metales pesados en el suelo y en las plantas

Los metales pesados pueden encontrarse en el suelo formando parte de las rocas

y minerales, que los liberan en su proceso de meteorización, asociados a la fracción

coloidal (fase sólida, constituída por minerales de la arcilla, óxidos e hidróxidos y

materia orgánica) o en la disolución del suelo (fase líquida). En función de sus

propiedades físico-químicas, tendrán más tendencia a encontrarse en una u otra fracción.

La fase sólida del suelo actúa como una reserva del elemento, que repone a la fase líquida

los iones absorbidos por la planta. Dentro de la fase sólida, los elementos del suelo

pueden encontrarse más o menos fuertemente retenidos, con lo que podrán pasar a la

disolución del suelo con mayor o menor facilidad (raramente se presentan en el suelo en

forma sencilla, ya que tienden a formar complejos con ligandos orgánicos e inorgánicos).

Page 50: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

45

Así, un elemento disponible para las plantas sería aquel que se encuentra en

disolución en el suelo o que puede pasar fácilmente a formar parte de la disolución.

Los metales en el suelo pueden estar en distinto grado de disponibilidad para las

plantas (Fig. 1.3). Esta disponibilidad depende en gran medida, como ya hemos visto, del

pH del suelo: en suelos ácidos, los metales pesados están muy disponibles, mientras que

en suelos naturalmente alcalinos, o bien que se han alcalinizado, la disponibilidad de

metales pesados se ve reducida. Además, hay otros factores que también afectan de

manera importante, como el contenido y el tipo de materia orgánica del suelo, la

presencia de otros elementos, la temperatura del suelo y las especies de plantas cultivadas

(Dalzell et al., 1991).

Fig. 1.3. Formas de los metales pesados en el suelo y su biodisponibilidad.

Fuente: Ministerio de Economía y Competitividad, CIEMAT, 2012.

Los metales presentes en el suelo pueden desempeñar importantes funciones

fisiológicas una vez absorbidos por la planta. Éstos son considerados micronutrientes, es

decir, que la planta los requiere en muy pequeñas cantidades. Pero en el momento que

aumenta su concentración, pasan a ser considerados elementos contaminantes

(fitotóxicos), pudiendo originar importantes problemas (Bautista, 1999).

Las plantas absorben los iones presentes en la disolución del suelo a través de las

raíces, y a medida que van creciendo, alteran su rizosfera. Estos elementos son

transferidos a las raíces mediante flujo de masa o por difusión en respuesta al gradiente

de concentraciones, originando un empobrecimiento en la superficie de la raíz. El

problema radica en que los metales pueden acumularse en los tejidos vegetales dando

concentraciones que podrían ser perjudiciales para la salud de las personas o animales

que las consuman (Dalzell et al., 1991).

Page 51: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

46

Por otro lado, la absorción de metales pesados por las plantas cambia según la

especie, aún cuando estén desarrollándose en el mismo suelo, marcando un nivel o grado

de acumulación, como se aprecia en la Tabla 1.8 (Ministerio de Economía y

Competitividad, CIEMAT, 2012).

Esta diferente capacidad de las plantas para absorber micronutrientes se

observó en un ensayo realizado en Finlandia (Yläranta y Sillanpää, 1984), en el que se

sembraron plantas de grano (gramíneas y leguminosas) durante dos estaciones y en nueve

localidades. El elemento que presentó menos variabilidad en todos los cultivos fue el Cu,

para el cual, el contenido más elevado solamente fue cuatro veces superior al más bajo.

Aunque algunas especies absorbieron, en general, más elementos que otras, esta mayor

capacidad de absorción rara vez se extendía a todos los metales estudiados. También se

presentaron diferencias considerables en el contenido de metales entre las diferentes

partes de una misma planta.

Tabla 1.8. Grado de acumulación de metales pesados en las plantas.

Fuente: Ministerio de Economía y Competitividad, CIEMAT, 2012.

Algunos de estos metales tienen un rango de tolerabilidad para las plantas muy

reducido, con la dificultad que esto conlleva para optimizar la nutrición vegetal. Su

toxicidad depende, como ya dijimos, de la especie cultivada además del suelo en el que se

desarrolla, pero se estima que el Cu, es dos veces más tóxico que el Zn, y el Ni, ocho

veces más fitotóxico que el Zn.

Si los metales pesados se acumulan en el suelo en cantidades que representan

fitotoxicidad, hay pocas posibilidades de actuación, aunque una de ellas podría ser elevar

el pH mediante un encalado para reducir la solubilidad asimilable de los metales. El

límite de fitotoxicidad de algunos metales pesados importantes se muestra en la Tabla 1.9

(Díez-Lázaro, 2008).

Grado de acumulación Metal acumulado en la planta

Muy intensa Cd

Intensa -

Media Zn, Hg, Cu, Pb, As, Co

Ligera Ni, Cr, Mo

Nula Be, Fe

Page 52: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

47

Tabla 1.9. Límites de fitotoxicidad de metales pesados.

Fuente: Díez-Lázaro, 2008.

A continuación, vamos a describir más detalladamente el origen y

comportamiento en el suelo y la planta de los metales pesados que han sido analizados en

la presente Tesis: cadmio, cobre, níquel, plomo y zinc.

I.2.2.3.1. El cadmio en el suelo y en la planta

El cadmio es un elemento de carácter metálico, litófilo (con tendencia a

concentrarse en forma de minerales que contienen oxígeno) y que presenta un contenido

medio en litosfera de 0,1-0,2 mg kg-1

. Está frecuentemente asociado al Zn en diferentes

compuestos como fosfatos, carbonatos, sulfatos, etc. La concentración en suelos oscila

entre 0,01 y 3 mg kg-1

, aunque este contenido es menor en suelos de áreas graníticas (0,1-

0,3 mg kg-1

) que sobre rocas metamórficas (0,1-1 mg kg-1

) y sedimentarias (0,3-11 mg

kg-1

).

Este metal es normalmente más móvil que otros como Ni, Cu, Zn y Pb. Su

solubilidad en suelos (y su efecto tóxico) está determinada más por la especie en la que se

encuentre que por la concentración total, dándose las condiciones de máxima solubilidad

y toxicidad, en general, en suelos ácidos, pobres en aniones de alta carga, arenosos y con

coloides de carga variable.

En los suelos naturales de Galicia los valores más frecuentes son inferiores a 0,2

mg kg-1

. La concentración media es de 0,1 mg kg-1

(desde 0,08 mg kg-1

, en suelos sobre

materiales graníticos, a 0,5 mg kg-1

sobre calizas). La especie estable en los suelos de

Galicia es siempre la forma iónica Cd+2

, de ahí el elevado riesgo que supone que se

alcancen concentraciones elevadas de este elemento, que sólo serían mitigadas por los

coloides orgánicos e inorgánicos cuando se encuentran en elevadas concentraciones.

El Cd es un metal fuertemente fitotóxico, ya que inhibe el crecimiento de la

planta e incluso conduce a la muerte de la misma. Los principales síntomas de toxicidad

por Cd2+

en las plantas son retraso del crecimiento y clorosis (Zhang y Shu, 2006).

Límite de fitotoxicidad

mg kg-1

Cd 5

Cr 100

Cu 100

Ni 100

Pb 100-200

Zn 300

Hg 5

Page 53: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

48

La asimilación de este metal por parte de las plantas se ve favorecida por los

fosfatos, pero también se adsorbe en el suelo casi de forma instantánea en ausencia de

éstos (Krishnamurti et al., 1997) y fertilizantes en general. Se acumula principalmente en

la raíz, pero una parte puede ser translocada a la parte aérea o a las semillas. Esta cantidad

translocada y acumulada va a depender del tipo de planta y de las características del suelo

en el que se encuentre (Grant et al., 1998). Se ha demostrado además que altos niveles de

Cd impiden la absorción y translocación de Fe, Mn, Zn en la raíz, y de Mn en los frutos

(Moral et al., 1994).

Después de que el Cd sea absorbido por las plantas, puede ser posteriormente

transferido a los humanos a través de las cadenas alimentarias (Guo et al., 2011). No

tiene funciones biológicas esenciales para el ser humano, pero sí efectos tóxicos.

Se ha demostrado una relación entre la concentración de Cd y la estructura de la

comunidad de los organismos del suelo: a mayor concentración, la diversidad y la

cantidad de organismos del suelo disminuyen (Li et al., 2003).

I.2.2.3.2. El cobre en el suelo y en la planta

El cobre es un elemento metálico de transición relativamente abundante en la

litosfera. Se origina de forma natural en suelos y rocas, y está presente en suelos como

resultado del desgaste de los materiales constitutivos originales.

El nivel medio de Cu en la litosfera es de 70 mg kg-1

(Baker y Senft, 1995),

aunque esta concentración va a variar dependiendo del tipo de roca, siendo más elevada

en rocas básicas, como basalto o gabro (30-160 mg kg-1

). Su contenido en suelos varía

entre 2 y 100 mg kg-1

, con un valor medio de 20-30 mg kg-1

(Porta, 2008). La especie

biodisponible en medios ácidos es la forma catiónica hidroxilada (Cu(H2O)6)2+

, mientras

que en medios neutros y básicos es la forma Cu(OH)2.

En los suelos de Galicia este metal aparece fundamentalmente asociado a los

suelos desarrollados sobre rocas ultrabásicas, en los que los valores pueden alcanzar hasta

800 mg kg-1

, con valores más frecuentes de 40 a 400 mg kg-1

. Le siguen los suelos

formados a partir de rocas básicas, con concentraciones entre 10-100 mg kg-1

, pero en los

que pueden encontrarse también algunas muestras con valores próximos a 200 mg kg-1

,

probablemente asociadas a zonas en las que a la alta concentración del material del

partida se une el carácter de sumidero del suelo, que lo inmoviliza de manera

prácticamente total. Los valores más bajos, por debajo de 50 mg kg-1

, se encuentran en

rocas graníticas.

Al margen de las fuentes naturales de este elemento derivadas del material de

partida, en los últimos años su contenido en los suelos se ha visto incrementado debido a

la actividad humana, llegado a exceder los límites toxicológicos (Ruyters et al., 2013).

Page 54: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

49

Los aportes consecuencia de las actividades antrópicas suelen estar vinculados al

aprovechamiento agronómico de residuos urbanos, a las emisiones industriales derivadas

del procesamiento de metales, a la contaminación por actividades de minería y a una

inadecuada utilización de fungicidas con base cúprica (Tabla 1.2).

Aunque el Cu es un elemento esencial para el crecimiento de las plantas y los

seres vivos (desempeña un papel fundamental en la fotosíntesis), altas concentraciones de

este metal en los suelos pueden provocar efectos irreversibles, llegando a ser fitotóxico,

afectando al funcionamiento biológico y a la calidad del suelo (De Boer et al., 2012). En

suelos de viñedo, por ejemplo, es frecuente encontrar niveles de Cu total superiores a 100

mg kg-1

, valor por encima del cual puede influir negativamente en el crecimiento de

determinadas especies vegetales y provocar una cierta degradación de las funciones del

suelo, por lo que suele ser considerado como umbral medio para la toxicidad de las

plantas (Fernández-Calviño et al., 2008, 2009).

La presencia de altas concentraciones de este metal como el resultado de procesos

contaminantes intensivos tiene un gran impacto medioambiental, ya que este elemento se

encuentra entre los metales pesados más contaminantes para seres vivos como algas,

microorganismos del suelo, anélidos, etc. Esta toxicidad en los organismos es superior a

otros elementos como Cd, Cr, Ni, Zn, Pb, Co, Mn y Sn, y solamente es superada por el

Hg.

I.2.2.3.3. El níquel en el suelo y en la planta

El níquel es un elemento metálico de transición, con cinco estados de oxidación,

pudiendo formar una gran variedad de especies distintas. Su estado de oxidación más

abundante es el Ni2+

. De las especies de níquel, las inorgánicas son las que poseen efectos

tóxicos más relevantes. Se encuentra fundamentalmente formando parte de sulfuros,

sobre todo de Fe-Ni. Su contenido medio en litosfera de 75 mg kg-1

.

En suelos su contenido varía normalmente entre 1 y 200 mg kg-1

, con un valor

medio entre 20-40 mg kg-1

. Sobre rocas ultrabásicas serpentinizadas pueden encontrarse

valores de 100 a 7.000 mg kg-1

. El pH es un factor determinante en la biodisponibilidad

del Ni, aumentando la solubilidad a medida que el pH desciende, sobre todo a valores

menores de 6. Para un mismo intervalo de pH, la adsorción aumenta al aumentar el

porcentaje de arcilla, el contenido de materia orgánica, la CIC o la presencia de

carbonatos, fosfatos o sulfatos.

En suelos naturales de Galicia, los valores extremos se presentan sobre rocas

ultrabásicas (1.000-4.000 mg kg-1

) siendo mucho más bajos en todos los demás. Esto

hace que sea un elemento típico de la corteza oceánica.

Page 55: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

50

El Ni puede ser liberado al medio a partir de diversas fuentes, tanto naturales

como antropogénicas. Dentro de las actividades industriales, una parte considerable

deriva de la combustión de carbón, petróleo y otros combustibles fósiles. También

contribuyen a la liberación de este metal la incineración de residuos, la fabricación de

aleaciones de níquel y las aguas residuales (Tabla 1.2).

Normalmente, la mayor parte del níquel y sus compuestos liberados al medio

ambiente son adsorbidos por los sedimentos y partículas del suelo, donde son

inmovilizados. De esta forma, acaban siendo captados por las plantas y, a través de los

alimentos, llegan al ser humano. En el caso de los suelos ácidos, la movilidad de este

metal aumenta debido a una mayor solubilidad, pudiendo filtrar a las aguas subterráneas

(Olivares et al., 2015).

En pequeñas cantidades, este metal es esencial para las plantas (Seregin y

Kozhevnikova, 2006), y está presente en los tejidos vegetales en el intervalo de 0,05-10

mg g-1

de materia seca (Adriano, 2001 y Jaime et al., 2012). Pero a pesar de ello, su

toxicidad se considera más importante que su deficiencia (Pacyna y Pacyna, 2001).

La contaminación por este metal es un grave problema ambiental, resultando

peligroso tanto para el ambiente del suelo como para la calidad de los cultivos (Singh y

Prasad, 2015).

I.2.2.3.4. El plomo en el suelo y en la planta

El contenido medio de plomo en la corteza es de 16 mg kg-1

, presentándose

generalmente como reemplazamiento de K en minerales feldespáticos, de manera que se

produce un incremento desde rocas ígneas ultrabásicas (1-2 mg kg-1

) y básicas (6-8 mg

kg-1

) a ígneas ácidas (18-23 mg kg-1

). En sedimentos arenosos y calcáreos, se encuentra

normalmente entre 9-12 mg kg-1

y, en pizarras, desde 20 a 30 mg kg-1

(Cannon, 1978).

El contenido de este metal en suelos oscila entre 3 y 189 mg kg-1

, con un valor

medio en torno a 30 mg kg-1

(en el intervalo 10-67 mg kg-1

) (Pais y Jones, 2000). Los

suelos no contaminados por este metal tienen concentraciones inferiores a 50 mg kg-1

, los

que sí lo están exceden los 200 mg kg-1

, como sucede en muchas áreas urbanas (Nriagu,

1979).

Se encuentra ampliamente distribuido en la naturaleza en diferentes formas: en

condiciones reductoras y en presencia de azufre (S), la forma predominante es como

sulfuro (PbS), mineral denominado galena. El Pb nativo solo sería estable, en estas

condiciones, cuando no existiese disponibilidad de S.

Page 56: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

51

La biodisponibilidad del Pb en sistemas naturales viene condicionada en medios

ácidos y neutros por la presencia de PO43-

, que da origen a minerales altamente insolubles

(Nriagu, 1983). En ambientes aireados y condiciones neutras y calcáreas, la especie más

frecuente es el carbonato de Pb (PbCO3) y en medios ácidos, el sulfato de Pb (PbSO4). La

forma soluble Pb2+

es predominante en suelos con pH menor de 4. En medios básicos, en

ausencia de carbonatos, las especies más frecuentes son oxihidróxidos (Pb(OH)2) y

óxidos (PbO) (Hough, 2010).

En suelos naturales de Galicia los valores más elevados se encuentran en suelos

derivados de calizas (20-120 mg kg-1

), seguidos de los de granitos, pizarras y esquistos

(20-40 mg kg-1

) en los que son frecuentes valores anómalos de hasta 100 mg kg-1

. Son las

rocas ultrabásicas y básicas las que presentan valores más bajos de este metal

(aproximadamente 18 mg kg-1

). La concentración media de Pb en los suelos gallegos es

de 29 mg kg-1

. El Nivel Genérico de Referencia Local (NGRL) para Pb en suelos de

Galicia es de 55 mg kg-1

(Consellería de Medio Ambiente e Desenvolvemento Sostible,

Xunta de Galicia, 2009).

Normalmente este metal pasa al medio a través de actividades industriales, lo que

puede provocar la contaminación de los ríos próximos y, como consecuencia, afectar a

los organismos acuáticos y al ser humano (Ebrahimi y Taherianfard, 2009). A pesar de la

baja biodisponibilidad del Pb en suelos, en áreas industriales o urbanas se alcanzan

frecuentemente concentraciones en aire y suelos lo suficientemente altas como para

producir efectos tóxicos sobre los organismos. En los últimos años, se ha producido un

incremento del nivel de Pb en el medio ambiente como consecuencia de diversas

actividades antrópicas, tales como la fundición, la minería, la fabricación de pinturas, la

combustión de gasolina, fabricación de cemento, etc. (Tabla 1.2).

El empleo industrial de este metal, así como de sus aleaciones con antimonio y

estaño, se remonta a los tiempos más antiguos por su facilidad de obtención a partir de

sulfuros y por su bajo punto de fusión. Algunas de las actividades más importantes con

Pb son: fundición de Pb y Zn, fabricación de óxidos de Pb, fabricación y uso de pinturas,

esmaltes y colorantes, fabricación de acumuladores y municiones de Pb (Fernández,

2001). La contaminación por este metal también se relaciona con las actividades de

minería, pero la fuente más importante es la combustión de hidrocarburos, así como la

combustión de carbones (Hough, 2010).

El contenido de Pb en plantas es bajo, citándose como referencia media una

concentración de 1 mg kg-1

(Pais y Jones, 2000). Se considera que una concentración en

la disolución de suelo de 10 mg L-1

afecta al desarrollo de las mismas, 30 mg L-1

es

fuertemente tóxica, y 100 mg L-1

, letal.

Page 57: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

52

El Pb es un contaminante ambiental que cuando se encuentra en la atmósfera

puede llegar al suelo, ser absorbido a través de las raíces de los vegetales (Mushak et al.,

1989), y así, llegar a la cadena alimentaria. Es un metal pesado de alta toxicidad y sin

funciones fisiológicas en el cuerpo humano. Entra en el organismo a través del sistema

digestivo, las vías respiratorias y la piel. Se recicla íntegramente y no sufre ningún

proceso de biodegradación, de ahí su peligrosidad (Fernández, 2001).

I.2.2.3.5. El zinc en el suelo y en la planta

El zinc es un elemento de carácter metálico ampliamente distribuido. El contenido

medio en la litosfera es 80 mg kg-1

. En suelos, la concentración varía normalmente entre

10-300 mg kg-1

, con un valor medio de 40 mg kg-1

en rocas ígneas ácidas, y de 100 mg

kg-1

, en rocas básicas.

La especie más abundante es la forma libre Zn2+

. Su solubilidad aumenta a

medida que desciende el pH desde valores menores de 7. Su fijación al suelo se ve

favorecida por la presencia de materia orgánica, mediante procesos de complejación, y de

arcilla, mediante procesos de adsorción superficial, procesos todos ellos dependientes del

pH.

Los suelos naturales de Galicia presentan normalmente concentraciones de Zn

inferiores a 100 mg kg-1

, con los valores más altos sobre calizas y rocas carbonatadas

(hasta 250 mg kg-1

), donde este elemento puede sustituir isomórficamente al Mg. Sin

embargo, valores anómalos, entre 100 y 200 mg kg-1

, aparecen en suelos de cualquier

litología. Las principales anomalías se relacionan con las pizarras orientales entre las que

se intercalan rocas carbonatadas en las que pueden aparecer yacimientos con

mineralizaciones de este elemento.

Este metal puede pasar al medio ambiente mediante numerosos procesos

industriales. Por ejemplo, las actividades de fundición de Zn pueden provocar la

contaminación de suelos y plantas próximos a la industria (Gu et al., 2010; Hong et al.,

2009). Otra actividad que resulta dañina es la minería (Tabla 1.2), ya que afecta a los

humanos a través de los alimentos (sobre todo vegetales), el contacto dérmico o la

inhalación (Qu et al., 2012).

Es uno de los elementos más abundantes en los suelos, y es esencial para las

plantas (Khaokaew et al., 2012) y para el buen funcionamiento de los sistemas

biológicos, pero resulta tóxico cuando está presente en el suelo en concentraciones

elevadas.

Page 58: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

53

I.3. Suelos contaminados por metales pesados

A continuación, se describen ejemplos importantes de suelos contaminados por

metales pesados debido a actividades antrópicas (suelos de escombreras de minas, de

zonas próximas a instalaciones industriales y suelos agrícolas), algunos de los cuales se

emplearon en los estudios realizados en la presente Tesis.

I.3.1. Suelos de zonas mineras

En suelos con pH extremo, como es el caso de las escombreras de mina, que

presentan pH muy ácido, la movilidad de metales pesados se ve incrementada,

aumentando por tanto su disponibilidad para las plantas y su presencia en el agua. Esto

puede ocasionar numerosos problemas, tanto ambientales como de salud pública. La

recuperación de estas escombreras en muchas ocasiones se ve limitada precisamente por

su bajo pH y la presencia de metales pesados, los cuales afectan negativamente a los

organismos y a la calidad de suelo, alterando el número, la diversidad y la actividad de

dichos organismos e inhibiendo la descomposición de la materia orgánica, lo que impide

el crecimiento de la vegetación.

Los suelos construidos con estériles de mina se incluyen entre los que se

encuentran en una etapa muy inicial de desarrollo, en la que el suelo y el material original

prácticamente se confunden (denominados Entisoles según la Soil Taxonomy, Fanning y

Fanning, 1989), y su evolución es el resultado de la interacción de sus constituyentes

iniciales con los distintos factores de formación del medio.

La puesta en superficie de materiales geológicos que han sido formados bajo

condiciones muy diferentes crea una situación de inestabilidad, la cual provoca la

aceleración de los procesos de alteración mineral en busca del equilibrio con el nuevo

ambiente. Los cambios químicos y mineralógicos que tienen lugar durante la alteración,

constituyen una parte importante del proceso edafogenético (Monterroso et al., 1996).

Según Pedro (1979), la definición de un sistema de alteración y su evolución

exige tener en cuenta tres tipos de condiciones: litológicas (composición química y

mineralógica del material de partida), físico-químicas (pH, concentración iónica de la

disolución de ataque...) y termohídricas (temperatura, presión, grado de circulación del

agua, tiempo de contacto...).

Los suelos de mina son mecánica, física, química y biológicamente deficientes.

En resumen, se puede decir que en estas zonas existen dos problemas:

Page 59: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

54

En primer lugar, la oxidación rápida e intensa de los residuos que quedan a la

intemperie, lo que lleva a la liberación de H+ y la creación de un ambiente

oxidante que afecta a los minerales del suelo; y además, este drenaje ácido

resultante de la oxidación de sulfuros, conduce a la lixiviación de grandes

cantidades de cationes como Fe2+

, Mn2+

, Pb2+

, Cu2+

, Zn2+

, etc.

Por otra parte, se produce un aumento de la solubilidad de los metales, debido al

descenso del pH del suelo de la mina (Puga et al., 2006; Rodríguez et al., 2009;

Anjos et al., 2012; Asensio et al., 2013; Lago-Vila et al., 2014; Fernández-

Calviño et al., 2015).

Los desechos producidos por la minería se acumulan en dos lugares diferentes: el

material con un diámetro mayor de 1 mm se deposita en los llamados desechos de la

mina (escombreras), mientras que los materiales más finos, producidos durante la última

etapa de la extracción de metales, se acumulan en balsas de decantación (o bancos de

flotación), las cuales se secan con el tiempo, una vez que la actividad minera ha

terminado. Tanto las escombreras como las balsas de decantación son aceptados como

suelos y la FAO (2006) los define como Tecnosoles.

Los suelos originados tras una explotación minera contienen todo tipo de

materiales residuales. Las escombreras provocan graves problemas para el desarrollo

de la cubierta vegetal, ya que presentan propiedades químicas anómalas, compuestos

tóxicos, baja retención de agua, clase textural desequilibrada, ausencia de estructura

edáfica, desequilibrio en el contenido de nutrientes fundamentales, ruptura de los ciclos

biogeoquímicos, baja CIC y dificultad de enraizamiento de las plantas entre otros (Puga

et al., 2006).

Además de los problemas anteriores, las actividades mineras también generan una

serie de impactos directos e indirectos. Entre los efectos directos se encuentran la

pérdida de bosques, terrenos de cultivo, tierras de pastoreo... Los indirectos incluyen la

contaminación del aire, del agua, la sedimentación en los ríos, etc.

Muchos autores consideran que la replantación de las escombreras de mina es el

método más efectivo para la recuperación de estas zonas; sin embargo, existen numerosos

factores que limitan en gran medida el desarrollo de plantas, entre los que se encuentran,

como hemos mencionado, las extremas condiciones de pH y las altas concentraciones de

metales pesados. Además, el drenaje ácido de la mina es otro aspecto a tener en cuenta en

los posibles riesgos de contaminación medioambiental (Cheng et al., 2009).

La minería de superficie, como es el caso de los suelos de escombrera que se van

a describir a continuación, afecta a la movilización y disponibilidad de elementos en estos

suelos, y a la consiguiente absorción por las especies vegetales empleadas en la

restauración, lo que provoca una serie de alteraciones físico-químicas en el medio,

Page 60: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

55

causantes de impactos ambientales graves, los cuales pueden llegar a ser irreversibles e

irrecuperables (Pagés, 1993).

La importancia de la calidad de los suelos de mina ha llevado a algunos autores

(Doll et al., 1984; Val et al., 1988; Gil et al., 1990; Macías et al., 1992; Monterroso et al.,

1992) a sugerir que el seguimiento de este recurso puede ser usado como medida del

éxito de su rehabilitación ambiental.

A continuación, se van a describir dos suelos situados en zonas de antiguas

explotaciones mineras, la escombrera de lignito de As Pontes y la de cobre en Touro,

ambas en A Coruña. El último de ellos se ha empleado en el presente trabajo para llevar a

cabo algunos experimentos con corteza de pino, individualmente y en distintas mezclas

con concha de mejillón.

I.3.1.1. La escombrera de mina de lignito de As Pontes

Esta vieja mina fue la explotación a cielo abierto de mayores dimensiones de

España (Fig. 1.4). En el año 1946 se inició la apertura de la misma con los trabajos de

cimentación de una central térmica (Fig. 1.5), que se puso en marcha tres años después, y

en 1959, una fábrica de fertilizantes, perdurando su actividad durante tres décadas.

Fig. 1.4. Situación de la escombrera y mina/lago de As Pontes (A Coruña).

Fuente: Google Maps.

El proceso de obtención del fertilizante consistía básicamente en obtener

amoníaco por síntesis de sus dos elementos: hidrógeno y nitrógeno, empleando el lignito

como materia prima fundamental.

Page 61: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

56

Con ambos gases se efectuaba la síntesis del amoníaco y a partir de él, ácido

nítrico y nitrato amónico, que mezclado con calizas procedentes de las canteras de la

zona, daba lugar al producto comercial final: nitrato amónico cálcico (Nitramón).

Además, como subproducto, se obtenían 6.000 Tm de azufre.

Fig. 1.5. Primera apertura de la mina de lignito de As Pontes, año 1946.

Fuente: http://minadaspontes.blogspot.com.es/

La explotación minera, dirigida por Endesa, finalizó en 2007 (aunque todavía

continúa la actividad en la central térmica), y durante este tiempo, se fueron apilando

miles de Tm de escombros hasta formar una enorme montaña artificial de 160 m de

altura, que escondía en su interior 813 millones de m3 de arcillas, piedras y cenizas. Las

labores mineras derivaron en un gran hueco de casi 18 km de perímetro, con 5 km de

longitud y más de 2 km de ancho, y 205 m de profundidad (Fig. 1.6).

Fig. 1.6. Aspecto de la explotación minera de As Pontes antes de su rehabilitación.

Fuente: http://minadaspontes.blogspot.com.es/

Page 62: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

57

La zona ha sido rehabilitada recientemente (las labores de restauración finalizaron

en 2012) por la misma empresa, convirtiéndola en el lago artificial más grande de toda la

Península (con una capacidad de 547 hm3), mediante el llenado del hueco y la

restauración ambiental de la zona circundante, con una playa artificial y zonas de bosque

con vegetación autóctona y pastizales. Actualmente, este lago recibe agua de la lluvia y

los ríos y arroyos de la cuenca, incluyendo la escorrentía producida en la escombrera

(http://www.abc.es/, 19/09/2013) (Fig. 1.7).

Fig. 1.7. Vista del lago que cubre la antigua escombrera de As Pontes.

Fuente: http://www.abc.es/

Más detalladamente, las tareas de restauración de la escombrera exterior, han sido

realizadas como sigue (Val et al., 1988; Gil et al., 1990; Gil y Val, 1994): en primer

lugar, se llevó a cabo una selección de los estériles para la construcción de la capa

superficial de las escombreras. Posteriormente, se procedió al acondicionamiento inicial

del sustrato, con la aplicación de diferentes dosis de caliza o cenizas derivadas de la

combustión de lignito y/o a la cubrición del estéril con los horizontes orgánicos de los

suelos naturales de la zona. Tras el control de la acidez, se procedió a su fertilización

química y/o orgánica y posterior revegetación.

Por tanto, en esta antigua mina de lignito existe una gran variedad de suelos,

clasificados como antrosoles (originados por la actividad humana) según la FAO (1990),

y que están construidos con materiales de distintos grados de alteración y

características físico-químicas, por lo que presentan una gran heterogeneidad en sus

propiedades. Además, el clima templado y lluvioso de la zona favorece los procesos de

alteración mineral y lixiviación.

Los suelos de la antigua mina de As Pontes han sido estudiados y analizados

durante el proceso de restauración de la misma, dando lugar a numerosas publicaciones

científicas (Monterroso et al., 1992, 1993, 1994, 1996 y 1997; Macías et al., 1992, 1997).

Page 63: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

58

Aquellos sobre materiales con alto contenido en sulfuros ocupan las áreas más

antiguas de la escombrera, y presentan las condiciones de acidez más extrema. Las

condiciones de pH del suelo mejoran progresivamente desde estas áreas hasta las más

recientes, cubriéndose un amplio rango de valores de pH (desde 3 a 8,5). Las áreas de

más reciente construcción, en las que se han utilizado materiales seleccionados con bajos

niveles de sulfuros (cenizas, enmiendas y fertilizantes), son los que presentan las mejores

condiciones.

Las escombreras están constituidas fundamentalmente por los estériles de mina:

por un lado, pizarras paleozoicas con contenidos variables de pirita, que constituyen los

bordes de la cuenca, en la que se formaron lignitos terciarios, y arenas, arcillas y arcillas

carbonosas intercaladas entre los mismos (Monterroso et al., 1992). A esto hay que

añadir pequeñas cantidades de cenizas procedentes de la combustión del lignito en la

central térmica, saprolitas y suelos tipo Regosol úmbrico y Cambisol húmico,

desarrollados sobre pizarras y algunos Fluvisoles sobre sedimentos aluviales cuaternarios

(Macías et al., 1992, 1997).

En función de la composición del material original, la presencia de sulfuros y/o el

grado de neutralización alcanzado (bien por procesos internos -alteración de minerales- o

externos -encalado, adición de cenizas de combustión), en la escombrera se pueden

reconocer distintos ambientes de alteración (Monterroso et al., 1996):

Arcillas carbonosas, con elevados contenidos en sulfuros altamente reactivos y

escasa capacidad de neutralización de ácidos por ausencia de minerales fácilmente

alterables. Los materiales dominantes son cuarzo y caolinita. Dan lugar a

disoluciones extremadamente ácidas (pH<4), muy oxidantes y de

concentraciones iónicas elevadas. Las concentraciones de Al y Fe son muy altas,

dominando las especies libres y ligadas a sulfatos.

Pizarras, con niveles de sulfuros variables y potenciales de neutralización también

variables. En función de estos dos parámetros, se pueden distinguir tres ambientes

diferentes: uno similar a las arcillas carbonosas (muy ácido, oxidante y con elevadas

concentraciones iónicas debido a la presencia de grandes cantidades de sulfuros,

formado por especies de Fe y Al ligadas a sulfatos y teniendo como materiales

dominantes al cuarzo, caolinita y moscovita); otro en el extremo opuesto

(ligeramente ácido o alcalino, lo que denota una escasa influencia de oxidación de

sulfuros y/o una neutralización de la acidez generada, con concentraciones iónicas y

valores de potencial redox más bajos que en el ambiente anterior, y concentraciones

de Fe y Al muy bajas) y por último, un ambiente intermedio entre los dos anteriores.

Cenizas, libres de sulfuros y que dan origen a disoluciones ligeramente ácidas o

neutras. Las disoluciones de este material son cercanas a la neutralidad, oxidantes

(aunque en menor medida que en los medios con sulfuros) y de elevada fuerza

iónica. Fe y Al tienen una escasa presencia.

Page 64: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

59

Mezcla de materiales, utilizada en la construcción de algunos suelos de la

escombrera, la cual se ha realizado principalmente a base de pizarras con escaso

contenido en sulfuros, cenizas y sedimentos terciarios (arenas y arcillas) libres de

materia carbonosa y sulfuros. Las características de las disoluciones en contacto con

estos materiales presentan un carácter cercano a la neutralidad, son oxidantes y

poseen elevadas concentraciones iónicas.

Los sulfuros presentes en el suelo condicionan la composición de la disolución de

ataque a través de su oxidación e incorporación al suelo de grandes cantidades de H+,

proceso que aumenta la capacidad disolvente del agua. La disolución ácida producida

reacciona con otros minerales presentes en el suelo que actúan como consumidores de

H+. Así, la presencia de sulfuros es un problema en estos suelos por la elevada acidez

que se genera durante su oxidación a la intemperie, dando como productos de alteración

altos contenidos de H+, SO4

2- y Fe en diferentes formas (Stumm y Morgan, 1981;

Monterroso et al., 1992). Estos compuestos representan el factor litológico que mayor

influencia tiene sobre la composición de la disolución del suelo, condicionando la

estabilidad y la formación de nuevos minerales en estos medios (Monterroso et al., 1996).

De esta forma, en el medio de alteración se producen dos procesos simultáneos: la

oxidación de algunos minerales (sulfuros) y la hidrólisis acelerada del resto, en

condiciones de acidez y fuerza iónica diferentes según las velocidades de ambos procesos

y el tiempo de residencia de las aguas (Macías y Calvo de Anta, 1992).

Los suelos estudiados en esta escombrera poseen una CIC en general baja (pero

no significativamente diferente de los suelos naturales de la zona, entre 2-10 cmolckg-1

),

lo que se puede relacionar con las características texturales del mismo (franco, franco-

arenosas), la naturaleza de las arcillas y el reducido contenido en materia orgánica

(Monterroso et al., 1996).

Las zonas más ácidas son las que presentaron los valores más elevados de

metales pesados (Cd, Co, Cu, Mn, Ni, Pb, Zn...), Al y Fe, mientras que las zonas con un

pH superior a 5 tienen un contenido muy bajo de estos elementos en disolución

(Monterroso et al., 1992). La fuente principal de los metales biodisponibles en los suelos

de la mina es la pirita asociada a algunos materiales estériles. Los niveles de metales

biodisponibles son superiores a los obtenidos en suelos naturales de la zona, pero

inferiores a los límites máximos de toxicidad para suelos de mina. Además, estos

niveles son superiores en las capas más superficiales (Monterroso et al., 1993).

La presencia de pirita en algunos de estos materiales y su rápida oxidación,

provocaron la disolución de grandes cantidades de Fe y su posterior redistribución en el

suelo. Los compuestos de Fe precipitados pueden tener gran influencia sobre las

propiedades físico-químicas del suelo (estabilización de agregados, retención de metales

pesados...), y implicación directa en el proceso de restauración de los suelos de mina.

Además, son importantes en los sistemas tampón del suelo, especialmente en ambientes

ácidos (Ulrich, 1986; Schwertmann y Taylor, 1989).

Page 65: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

60

Por otra parte, la diversidad de materiales con distintos grados de alteración hace

que el contenido de Fe en el suelo y su distribución entre las distintas fracciones

(intercambiable, orgánica, inorgánica y total) varíe ampliamente. En estudios previos

(Macías et al., 1992), se determinó que el contenido total de Fe en la escombrera de esta

mina varía entre 64-343 cmolc kg-1

, asociándose los mayores contenidos a las pizarras

ricas en sulfuros y a las cenizas, y los valores más bajos a las arcillas carbonosas.

Por otro lado, el contenido en S, mayoritariamente pirítico, determina los niveles

de acidez actual y potencial, asociándose los valores de máxima acidez a las zonas que

presentan mayor contenido en el mismo. Los altos niveles de éste en el material original,

son los que producen los medios más ácidos, y los mayores niveles de Al, Fe y metales

pesados en disolución (Monterroso et al., 1992).

En lo que respecta a los niveles de Al, la presencia de pirita en algunos de estos

materiales y la rápida acidificación provoca la disolución de grandes cantidades de este

metal a través de la alteración de minerales. En trabajos previos (Monterroso et al.,

1994), se estudió si la escasa vegetación en algunos suelos restaurados de la mina con

alto contenido en sulfuros, podría estar relacionado con efectos fitotóxicos por exceso de

Al, ya que una elevada concentración del mismo dificulta la absorción de nutrientes por

las plantas Adams y Lund, 1966; Pavan y Bingham, 1982; Alva et al., 1986; Sucoff et al.,

1989; Godbol, 1994), pero se concluyó que la falta de vegetación parece estar más

relacionada con la elevada acidez y salinidad generadas por la oxidación de sulfuros que

con la presencia de elevadas concentraciones de Al (Monterroso et al., 1994).

Los numerosos estudios llevados a cabo en la recuperación de esta antigua mina

de lignito, han sido empleados como referencia en la restauración de otras escombreras

de mina, como la de Touro, que describiremos a continuación.

I.3.1.2. La escombrera de mina de cobre de Touro

La antigua mina de Touro (Fig. 1.8) es un yacimiento de sulfuros metálicos,

constituido fundamentalmente por anfibolitas precámbricas, con cantidades importantes

de sulfuros metálicos tales como pirita, pirrotina y calcopirita, los cuales causan la

acidificación del las áreas próximas cuando son oxidados (Calvo de Anta et al., 1991;

Calvo y Pérez, 1993; Álvarez et al., 1993; Macías-García et al., 2009; Álvarez et al.,

2010; Álvarez et al., 2011).

Esta mina fue explotada a cielo abierto para la extracción de este metal por la

empresa Río Tinto, entre los años 1974-1988, ocupando una superficie de 390 ha.

Actualmente se encuentra en proceso de restauración mediante la aplicación de

Tecnosoles diseñados técnicamente y elaborados a partir de residuos no peligrosos, los

cuales han permitido que existan poblaciones animales y vegetales, así como la reducción

de zonas con aguas ácidas (Bolaños et al., 2014).

Page 66: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

61

Fig. 1.8. Situación de la escombrera de Touro (A Coruña). Fuente: Google Maps.

La explotación se realizó mediante cortas de paredes verticales de 11 m y

plataformas horizontales de extracción, conformando un conjunto escalonado que alcanza

profundidades de hasta 100 m. El material estéril se apiló en escombreras, alcanzando

espesores superiores a los 100 m. Los residuos de flotación fueron enviados a balsas de

lodos. Como consecuencia de la explotación, quedaron abandonadas escombreras de

estériles, instalaciones de trituración y flotación y la balsa de lodos, abarcando todo ello

una superficie de unas 600 ha.

Tras el abandono de la mina (Fig. 1.9), la escombrera quedó expuesta a la acción

del aire y el agua, y se produjo la oxidación de los sulfuros metálicos (principalmente de

Fe y Cu) presentes en el mineral, dando lugar a un rápido desgaste y a la liberación de

H+ a las áreas contiguas, provocando un grave problema ambiental de drenaje ácido de la

mina (se generaron aguas hiperácidas, con pH<3,5).

Fig. 1.9. Estado de la mina de Touro antes de su recuperación (año 1988).

Fuente: Macías-García et al., 2008.

Page 67: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

62

Esto afectó a la cuenca del río Ulla (Macías-García et al., 2009), suponiendo un

riesgo para la salud humana, ya que la población más cercana se encuentra a escasos

metros del complejo. Además, la presencia de grandes cantidades de metales (no sólo Cu

y Fe sino también Ni, Mn, Cr, Pb y Zn), junto con el hecho de que su movilidad se viera

incrementada como resultado del descenso de pH, dio lugar a la contaminación del agua y

de los suelos a través de los que circula (Monterroso y Macías, 1998; Monterroso et al.,

1999).

En 1998 se iniciaron algunas actividades de recuperación de los suelos de esta

escombrera (Fig. 1.10). La Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, junto

con Aguas de Galicia, solicitó la elaboración de un Plan de actuaciones al Laboratorio

de Tecnología Ambiental de la Universidad de Santiago de Compostela (LTA-USC) para

mitigar los efectos producidos en la cuenca del río Ulla y la recuperación de los suelos en

el interior de la mina (Macías et al., 2002). Éste se basó en la utilización de materiales

de aporte externo, dada la imposibilidad de llevar a cabo la recuperación exclusivamente

con los propios materiales de la mina. Los materiales potencialmente utilizables debían

ser residuos, para reducir los costes, siempre que no fuesen tóxicos ni peligrosos, además

de ser materiales encalantes con alta y persistente capacidad de neutralización de ácidos

(Bolaños et al., 2014; Lago-Vila et al., 2014) (Fig. 1.11).

Fig. 1.10. Evolución de la mina de Touro.

Fuente: http://www.elcorreogallego.es/

Page 68: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

63

Fig. 1.11. Suelos de la mina de Touro: A) Suelo de escombrera y B) Suelo de la plataforma.

Fuente: Otero et al., 2012.

Los Tecnosoles utilizados en la mina Touro son suelos elaborados

específicamente para favorecer los procesos de recuperación de suelos, aguas y

ecosistemas contaminados o degradados. Las tecnologías empleadas se basaron en

experiencias previas llevadas a cabo por el grupo de investigación en la propia mina de

Touro, pero también en otros lugares como la escombrera de la mina de lignito de As

Pontes, descrita en el apartado anterior (Bolaños et al., 2014).

En general, las escombreras de mina de metales suelen estar cubiertas por suelos

poco estructurados, muy pedregosos, con bajo contenido en materia orgánica, baja

disponibilidad de nutrientes esenciales y con niveles potencialmente tóxicos de metales

(Bech et al., 2012; Deng et al., 2006; Wong, 2003). Ya vimos que la oxidación de los

materiales que quedan a la intemperie dan lugar a un entorno oxidante, y la liberación de

grandes cantidades de iones metálicos como Al+3

, Fe+3

, Mn+2

, Pb+2

, Cu+2

y Zn+, hacen

que la colonización y el establecimiento de la vegetación sean muy limitados (Vega et al.,

2006).

Actualmente, el suelo de la antigua mina de Touro se clasifica como Regosol

Antrópico (Vega et al., 2006) y la vegetación comienza a colonizarlo, incluyendo dos

especies de Ericaceae (brezo) -Erica cinerea y Calluna vulgaris- y Salix atrocinerea

(sauce) (Otero et al., 2012).

El suelo de la escombrera de mina en Touro ha sido analizado con anterioridad

por numeros autores (Calvo de Anta et al., 1991; Calvo y Pérez, 1993; Álvarez et al.,

1993; Monterroso y Macías, 1998; Monterroso et al., 1999; Macías et al., 2002; Vega et

al., 2006; Macías-García et al., 2009; Álvarez et al., 2010; Álvarez et al., 2011; Otero et

al., 2012; Bolaños et al., 2014; Lago-Vila et al., 2014). Recientemente, se han realizado

algunos estudios basados en la adición de residuos o subproductos como bioadsorbentes

de metales pesados, como una posible vía de recuperación de dicho suelo, por ejemplo,

empleando concha de mejillón (Ramírez-Pérez et al., 2013; Fernández-Calviño et al.,

2014; Otero et al., 2015) dando resultados satisfactorios.

Page 69: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

64

Por ello, lo hemos seleccionado para evaluar el efecto de la adición de corteza de

pino como bioadsorbente, mediante experimentos de fraccionamiento y liberación de

metales pesados; además, también se estudiaron los efectos de la corteza, añadida

individualmente y en combinación con diferentes dosis de concha de mejillón, en la

evolución del crecimiento bateriano y fúngico de dicho suelo, para ampliar y

complementar los trabajos realizados previamente.

I.3.2. Suelos de zonas industriales: suelos forestales y de pradería

próximos a las instalaciones de una cementera

I.3.2.1. La producción de cemento como fuente de contaminación de metales

pesados

La producción de cemento es una de las principales actividades antrópicas

considerada como fuente de contaminación de metales pesados, junto con los

combustibles fósiles, la producción de metales y la incineración de residuos (Pacyna et

al., 2007, 2009).

El aumento de la población en las zonas urbanas en las últimas décadas ha dado

lugar al desarrollo de la industria del cemento en todo el mundo. China, India y EEUU

son actualmente los países líderes en la producción de cemento (CEMBUREAU, 2015).

Dentro de la UE, España llegó a ser el mayor productor hasta el año 2007, pero a partir de

entonces, la producción ha sufrido un descenso significativo (Fig. 1.12), debido a que el

sector de la construcción se ha visto afectado por la crisis económica (Anuario del sector

cementero español, 2012).

Actualmente, existen numerosas plantas cementeras distribuidas por todo el país

(Fig. 1.13), entre las que se encuentra la cementera de Oural (Sarria, Lugo) (Fig. 1.14),

cuyo entorno es objeto de estudio del presente trabajo.

Fig. 1.12. Evolución del consumo de cemento en España en los últimos años.

Fuente: Anuario del sector cementero español, Agrupación de fabricantes de cemento de España, 2012.

Page 70: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

65

Fig. 1.13. Cementeras en España.

Fuente: Anuario del sector cementero español, Agrupación de fabricantes de cemento de España, 2012.

Fig. 1.14. Planta cementera en Oural (Sarria, Lugo).

Las instalaciones de la planta cementera están en funcionamiento desde 1962. En

tiempos de gran actividad, la cementera de Oural tenía una capacidad de producción

anual de 450.000 Tm de clínker (precursor del cemento) (La Industria del cemento en

España, Revista de obras públicas, 2007) pero desde hace unos años su actividad ha

disminuido de manera significativa.

Page 71: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

66

En el proceso de elaboración de cemento, son emitidos a la atmósfera numerosos

contaminantes, incluyendo óxidos de azufre y nitrógeno, hidrocarburos aromáticos

policíclicos (PAHs), dioxinas, furanos y metales pesados (Conesa et al., 2008;

Schuhmacher et al., 2009; Rovira et al., 2011).

El procedimiento de obtención de cemento es el siguiente (Fig. 1.15): una vez

extraídas las materias primas (caliza y arcilla principalmente) de las canteras, el material

es fragmentado en trituradores. La caliza y la arcilla son transportadas por separado a

silos en donde son dosificadas para la producción de diferentes tipos de cemento. A

continuación, se muele el material por medio de una serie de molinos verticales y

horizontales, mediante la presión que ejercen los rodillos cónicos al rodar, o bien por

medio de bolas de acero que giran en su interior. Después, se realiza una

homogeneización, en la que se mezclan de manera proporcional los diferentes tipos de

arcilla, caliza o cualquier otro material. Finalmente, se lleva a cabo la calcinación, para

lo cual se emplean grandes hornos rotatorios, en cuyo interior se alcanzan temperaturas

de hasta 1.500°C, y en donde el material molido se transforma en clínker. Este material

está constituido por unos pequeños granos de color grisáceo, con un tamaño de 3-4 cm de

diámetro, que finalmente es molido mediante bolas de acero.

Fig. 1.15. Representación esquemática de la obtención de cemento. Fuente: http://www.flacema.org/

Por tanto, aunque la explotación de las canteras y la molienda de las materias

primas, transporte, embalaje y expedición de cemento pueden resultar en la liberación de

contaminantes (Sikkema et al., 2011; Paoli et al., 2014), la emisión de metales pesados

por las cementeras se atribuye fundamentalmente a la quema de combustibles

fósiles necesaria para alcanzar las elevadas temperaturas a las que se produce la mezcla

de las materias primas del cemento (Schuhmacher et al., 2002; Zemba et al., 2011;

Rovira et al., 2014).

Page 72: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

67

Por otro lado, cabe destacar que recientemente han comenzado a emplearse

combustibles alternativos (biogás, neumáticos, aceites industriales, lodos de aguas

residuales, plásticos, disolventes o residuos forestales) como sustitutos o acompañantes

de los combustibles tradicionales (carbón, coque de petróleo, fuel o gas) para el

calentamiento de los hornos de las cementeras, los cuales también pueden contribuir a la

emisión de contaminantes (Conesa et al., 2008, 2011; Schuhmacher et al., 2009; Zemba

et al., 2011; Rovira et al., 2014).

Concretamente, la planta lucense de Oural, emplea, desde el año 2012, neumáticos

para calentar sus hornos con la intención de ahorrar costes de energía y mantener su

actividad, ya que su producción ha caído considerablemente en los últimos años. Esta

medida ya había sido puesta en marcha durante los años 2002-2004, pero las denuncias

presentadas por los vecinos de la localidad, motivaron una sentencia judicial del Tribunal

Superior de Xustiza de Galicia que hizo parar la incineración de neumáticos, ya que

como actividad nociva y peligrosa no podía efectuarse a menos de dos kilómetros de los

núcleos de población (El Correo Gallego, 15/08/2012).

Además, existe un abanico bastante amplio de residuos y subproductos

industriales que pueden ser utilizados como materia prima o aditivos en la

fabricación de clínker (cenizas volantes, escorias de alto horno, puzolanas...),

disminuyendo así el consumo de las materias primas tradicionales no renovables como la

arcilla y la caliza. Las condiciones de elevadas temperaturas en el horno también facilitan

la liberación de metales pesados que pueden formar parte de la composición de estos

materiales (Schuhmacher et al., 2002; Zemba et al., 2011; Rovira et al., 2014).

El destino de los metales pesados que acceden al ciclo productivo en las

cementeras, como parte de la materia prima o bien de los combustibles, les lleva a

incorporarse al producto final (cemento), a ser retenidos en los sistemas de reducción de

las emisiones o a ser emitidos a la atmósfera.

El volumen medio de los gases emitidos por las cementeras es de 2.300 Nm3 por

Tm producida de clínker. El polvo o partículas finas, son recogidos y controlados

mediante filtros; parte de los gases emitidos se unen a estas partículas, y en su mayor

parte son retenidos, pero otra parte es emitida a través de la chimenea (Helge, 2012).

Goluchowska (2001), Carreras y Pignata (2002) y Schuhmacher et al. (2009)

demostraron que el polvo de cemento contiene altas cantidades de metales pesados como

Pb, Hg, Cd y Cu.

La tasa de emisión de metales pesados a la atmósfera debido a estas instalaciones

está influenciada por su diferente volatilidad durante el proceso de fabricación (Rovira et

al., 2011a), así como por la tecnología utilizada para evitar las emisiones. En cuanto a la

volatilidad de metales pesados, Conesa et al. (2008) distingue entre no volátil

(incluyendo Cr, Cu, Mn, As y Zn), semi-volátil (Pb, Cd) y metales volátiles (Hg).

Page 73: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

68

Después de su emisión a la atmósfera, los metales pesados llegan al medio

ambiente circundante (suelos, cursos de agua y vegetación) a través de la deposición seca

y húmeda (Semhi et al., 2010; Rothenberg et al., 2010) a diferentes distancias de la

fuente de emisión, distancia que dependerá en gran medida de factores como la

naturaleza del tipo de emisión del metal (gas o partícula), y de parámetros meteorológicos

como el viento (dirección, velocidad, frecuencia), precipitación, etc.

Los metales alcanzan, de esta forma, la superficie terrestre, donde tienden a

acumularse en las plantas (Isikli et al., 2003; Paoli et al., 2014; Rovira et al., 2011b;

Schuhmacher et al., 2002), líquenes (Jóźwiak y Jóźwiak, 2009; Ljubic Mlakar et al.,

2011; Paoli et al., 2014), y especialmente en suelos (Al-Khasman y Shawabkeh, 2006;

Asubiojo et al., 1991; Bermúdez et al., 2010; Rothenberg et al., 2010; Rovira et al.,

2011a; Schuhmacher et al., 2004; Wang, 2013) próximos a las instalaciones. Estudios

previos demuestran que se han detectado altos niveles de metales como el mercurio,

analizados en hojarasca, hasta 5 km de distancia de una planta cementera en Japón

(Fukuzari et al., 1986).

En nuestro caso, dentro de los metales pesados que pueden ser emitidos por estas

instalaciones, nos hemos centrado principalmente en tres: el mercurio, como ejemplo de

metal volátil, el plomo como semi-volátil y el cromo como no volátil, para evaluar la

posible incidencia de la cementera en los suelos de su entorno.

I.3.2.1.1. El mercurio en el suelo. La producción de cemento como fuente de

contaminación por mercurio

El mercurio es un elemento extremadamente raro de la corteza terrestre. Su

concentración es inferior a 10 ng g-1

en materiales como el granito, los feldespatos y las

arcillas (en las rocas magmáticas se encuentra en cantidades muy bajas, no excediendo de

0,01 ng g-1

, y en sedimentarias, entre 0,20-0,40 ng g-1

) (Hernández-Silva et al., 2005).

Su contenido medio en suelos de zonas no afectadas por actividades

antropogénicas o emisiones volcánicas, su rango varía entre 50 y 200 ng g-1

,

incrementándose con la proximidad a áreas urbanas (Davis et al., 1997). Generalmente,

los suelos orgánicos e/o inundados permanente o temporalmente, son los que retienen

mayores cantidades de este elemento (Hernández-Silva et al., 2005). Esto es debido,

básicamente, a la capacidad que tiene este metal de asociarse al humus (Johansson et al.,

1991), y a que está condicionado por la humedad y la temperatura del suelo (Krabbenhoft

et al., 2005). Según Tipping et al. (2010), el valor considerado como crítico en suelos es

del orden de 130 ng g-1

.

Page 74: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

69

En los suelos naturales de Galicia los valores de concentración oscilan entre 10

ng g-1

y 400 ng g-1

. Su distribución tiene relación con el incremento de la altitud (mayor

frío y, por tanto, mayor deposición), pues las zonas costeras y el entorno de las ciudades

de mayor actividad industrial están en los niveles más bajos. La concentración media en

los suelos gallegos es de 70 ng g-1

. El Nivel Genérico de Referencia Local (NGRL)

para Hg en suelos de Galicia se ha fijado en 150 ng g-1

(Consellería de Medio Ambiente

e Desenvolvemento Sostible, Xunta de Galicia, 2009).

El ciclo del mercurio se lleva a cabo en cuatro fases conectadas entre sí:

atmosférica, terrestre, acuática y biótica. Inicialmente, el Hg es emitido a la atmósfera en

en suelos terrestres y oceánicos en forma elemental Hg0, que es tóxica para el ser humano

y el medio ambiente. Pero durante su ciclo, el Hg puede cambiar de estado y especie, por

lo que rara vez se encuentra en de esta forma; es más común en compuestos y sales

inorgánicas (UNEP, 2002).

El Hg llega a la superficie de forma natural como consecuencia de la alta

temperatura existente en el manto de la Tierra. Las emisiones naturales de Hg a la

atmósfera derivan de la actividad volcánica, la evaporación de la superficie del suelo y

del agua, la degradación de minerales, los incendios forestales y la meteorización de

rocas y suelos (Krabbenhoft et al., 2005). Se genera en una gran variedad de formas:

mercurio elemental o metálico (Hg0), sulfuro de Hg (HgS), cloruro de Hg (HgCl2) y

metilmercurio (CH3Hg+, compuesto orgánico). Está asociado con sulfuros bajo

condiciones reductoras, de hecho, presenta gran afinidad para establecer uniones muy

fuertes con el azufre, originando HgS, conocido como cinabrio, es el mineral de mercurio

más frecuente en la naturaleza. En condiciones oxidantes, generamente se asocia con

óxidos de Fe. Por tanto, puede existir como metal o formando parte de compuestos

inorgánicos u orgánicos, ya que ciertos microorganismos (bacterias y hongos) y procesos

naturales pueden hacer que éste pase de una forma a otra en el medio ambiente (UNEP,

2002).

Por otro lado, se calculó que en el año 2005, a nivel mundial, las emisiones de

mercurio a la atmósfera debidas a fuentes antropogénicas fueron de aproximadamente

1.900 Tm (el cual contribuye con cerca del 70% del Hg emitido), procedente

principalmente de la quema de combustibles fósiles, lo cual representa unas 500 Tm

(26% de las emisiones mundiales a la atmósfera) (UNEP, 2011). Este metal pesado es

muy empleado en los sectores industriales (fabricación del cloro y sosa, pilas, baterías,

aparatos eléctricos, tubos fluorescentes, plásticos y pinturas, etc.) y agrícola (los

compuestos de Hg orgánico eran usados como fungicidas en el tratamiento de semillas,

estando actualmente prohibidos en la mayoría de los países) (Tablas 1.2. y 1.4).

Page 75: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

70

Las liberaciones antrópicas de Hg se deben principalmente a tres causas: (a) la

movilización de impurezas de Hg en materias primas como combustibles fósiles (carbón

principalmente, y en menor grado, el gas y el petróleo) y otros minerales extraídos y

tratados, (b) liberaciones durante la producción, fugas, incineración o eliminación de

productos de desecho y (c) removilización de liberaciones antropogénicas pasadas

depositadas en suelos, aguas, vertederos…

Una vez liberado y emitido a la biosfera, puede tener una gran movilidad y

circular entre la superficie terrestre y la atmósfera. Davis et al., (1997) afirman que el Hg

procedente de fuentes antrópicas aparece como mercurio elemental Hg0 en un 53%, un

37% como Hg gaseoso reactivo (Hg2+

) y 10% asociado a partículas (Hgp).

Así, los receptores de las liberaciones de Hg en el medio ambiente son la

atmósfera, el agua y el suelo, los cuales interaccionan entre sí. Las capas más

superficiales del suelo, las aguas y los sedimentos fluviales son considerados los

principales depósitos biosféricos de Hg (UNEP, 2002).

La contaminación de este metal en suelos procede fundamentalmente de la vía

aérea, por deposición de partículas (deposición húmeda, deposición seca y la caída de

hojarasca) (Munthe et al., 1995; St. Louis et al., 2001), sobre las que viaja en forma

adsorbida en entornos próximos a emplazamientos de minería de Hg o sulfuros,

incineración de carbones, residuos urbanos, cementeras, etc., con un mal funcionamiento

de sus filtros de gases.

En cuanto el Hg se deposita en el suelo, es rápidamente absorbido por las plantas

y la capa de humus del suelo y posteriormente por los constituyentes minerales

(Krabbenhoft et al., 2005). Los suelos pueden llegar a acumular hasta el 75% del Hg

presente en la biosfera (Mason y Sheu, 2002), fundamentalmente debido a la afinidad de

este elemento por la materia orgánica del suelo y los óxidos e hidróxidos de Fe y Al

(Schuster, 1991; Skyllberg et al., 2006). Además, se sabe también que la volatilización de

Hg desde la superficie del suelo y las aportaciones a las aguas superficiales mediante la

lixiviación son fuentes importantes de disipación de este elemento (Gustin et al., 2006).

Un factor muy importante de los efectos del Hg en el medio ambiente es su

capacidad para acumularse en los organismos (bioacumulación) y ascender en la cadena

alimentaria (biomagnificación). Aunque todas las formas del mercurio pueden llegar a

acumularse en los organismos, el metilmercurio (CH3Hg+) se absorbe y acumula en

mayor medida. Es un compuesto orgánico muy tóxico, 100 veces más que el Hg2+

, ya que

debido a la presencia del metilo, puede atravesar con facilidad las membranas biológicas.

Page 76: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

71

El ciclo del Hg en la naturaleza está bajo la influencia de los microorganismos.

Algunas bacterias y hongos logran reducir el Hg2+

a Hg0; este último es adsorbido por el

suelo, sedimentos y sustancias húmicas o puede volatilizarse a la atmósfera. Sin embargo,

una parte llega a ser metilado a través de la acción de estos microorganismos. Algunos de

los iones de mercurio cargados positivamente como el metilmercurio y el fenilmercurio

(C6H5Hg+), son fijados por suelos cargados negativamente, partículas de sedimento y por

materia húmica y, en consecuencia, son inmovilizados. Los iones que no son fijados, son

dispersados por el agua. Por la acción de bacterias, algunos iones de metilmercurio se

convierten en dimetilmercurio [(CH3)2Hg], el cual es muy volátil y escapa rápidamente

de la atmósfera, el suelo y el agua (Lutz, 2008).

Cabe destacar que, a nivel mundial, la producción de cemento es la cuarta

fuente antropogénica de Hg atmosférico, aportando aproximadamente el 10% de las

emisiones de Hg. Las emisiones globales de este metal procedentes de las plantas

cementeras aumentaron de 114 a 189 Tm entre 1990 y 2005 (Pacyna y Pacyna, 2001;

Pacyna et al., 2006, 2010) y alcanzó las 236 Tm en 2010 (Pirrone et al., 2010). Además,

se estima que la producción de cemento en Europa libera a la atmósfera unas 26 Tm

anuales de Hg (Pirrone et al., 2001).

El Hg entra en el proceso de fabricación de cemento como un elemento traza de

las materias primas y los combustibles, y se transforma en forma gaseosa (Hg2+

) a

temperaturas entre 200ºC y 700ºC. El Hg liberado por los hornos de las cementeras en

forma de gas se une a partículas, y en su mayor parte es retenido por los sistemas de

filtros de la instalación, pero una parte es emitido a través de la chimenea junto con otros

gases (Schneider y Oerter, 2000; Schäfer y Hoenig, 2001; Ljubic Mlakar et al., 2010). En

estudios previos, se estimó un factor de emisión de entre 0,065-0,100 g de Hg por Tm de

cemento producido en las plantas cementeras (Pacyna y Pacyna, 2001; Pacyna et al.,

2006, 2010). Otros trabajos estimaron un factor de emisión de 0,035-0,040 g de Hg por

Tm de cemento, en los cuales se excluyó la contribución de la combustión de carbón en

los hornos de las cementeras (Wu et al., 2006; Cembureau, 2010).

Según los estudios realizados por Won y Lee (2012), el 15% del Hg emitido por

las plantas cementeras es Hg2+

, y aproximadamente el 85% es Hg0. En cambio, los

estudios llevados a cabo por Wang et al. (2014) sobre la emisión de plantas cementeras

en China, obtuvieron que el Hg oxidado fue el componente principal en el gas de

combustión, representando entre el 90 y el 60% del Hg total emitido.

El Hg0

tiene una alta volatilidad y puede desplazarse largas distancias con las

masas de aire. Según Krabbenhoft et al. (2005), su vida media en la atmósfera es de entre

un año y año y medio. Los compuestos divalentes gaseosos y los unidos a partículas en el

gas de emisión de las cementeras tienen una vida atmosférica más corta, y se depositarán

por procesos húmedos o secos en un radio de 100 a 1000 km. Además, durante su

transporte atmosférico, puede darse una conversión entre las distintas especies de Hg, lo

que determinará la distancia de su desplazamiento (UNEP, 2002).

Page 77: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

72

Así, podemos decir que el Hg es un contaminante global, ya que una vez

emitido, puede dispersarse y ser transportado a través de la atmósfera por todo el mundo

(Schroeder y Munthe, 1998).

I.3.2.1.2. El plomo en el suelo. La producción de cemento como fuente de

contaminación por plomo

La descripción del comportamiento de este metal en el suelo puede leerse en el

apartado I.2.3.3.4.

El plomo es un elemento ampliamente utilizado por la humanidad desde la

antigüedad por su facilidad de obtención a partir de sulfuros y por su bajo punto de

fusión. En los últimos años, se ha producido un incremento del nivel de Pb en el medio

ambiente como consecuencia de diversas actividades antrópicas, tales como la fundición,

la minería, la fabricación de pinturas, la combustión de hidrocarburos y carbones,

fabricación de cemento, etc. (Hough, 2010).

Este metal semi-volátil, cuando se encuentra en la atmósfera, puede llegar al

suelo, ser absorbido a través de las raíces de los vegetales y llegar a la cadena alimentaria

(Mushak et al., 1989). A pesar de la baja biodisponibilidad del Pb en suelos, en áreas

industriales o urbanas se alcanzan frecuentemente concentraciones en aire y suelos lo

suficientemente altas como para producir efectos tóxicos en las plantas y los organismos.

Los suelos no contaminados por este metal poseen concentraciones inferiores a 50

mg kg-1

, y los que sí lo están exceden los 200 mg kg-1

, como sucede en muchas áreas

urbanas (Nriagu, 1979).

En lo que respecta a la industria de producción del cemento en Europa,

actualmente las emisiones atmosféricas anuales estimadas de Pb por las cementeras es de

aproximadamente 890 Tm (Pacyna et al., 2007).

I.3.2.1.3. El cromo en el suelo. La producción de cemento como fuente de

contaminación por cromo

El cromo es un elemento metálico de transición, relativamente abundante en la

corteza terrestre, presentando un contenido medio de 100 mg kg-1

. Es un metal pesado no

volátil y tiene carácter litófilo.

Page 78: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

73

Aparece a menudo como sustitución del Fe, en minerales ferromagnesianos, o

formando cromita (FeCr2O4) en rocas básicas y ultrabásicas. El contenido medio de Cr

en rocas básicas es 220 mg kg-1

(variando entre 40-600 mg kg-1

) y en rocas ultrabásicas,

1.800 mg kg-1

(1.000-3.400 mg kg-1

). En suelos, generalmente se encuentra en baja

concentración; los valores más frecuentes están entre 40-200 mg kg-1

(Cannon, 1978).

Es un elemento que puede aparecer en varios estados de oxidación, pero en

medios naturales las formas más comunes son Cr3+

y Cr6+

. En general, en suelos no

contaminados, con pH ácido a neutro, la forma reducida Cr3+

es la predominante. La

solubilidad de esta especie es muy baja, presentándose habitualmente precipitada como

óxido o hidróxido o, en menor proporción, adsorbida sobre arcillas, oxihidróxidos de Fe,

Mn y Al, o formando complejos con la materia orgánica. La adsorción de Cr3+

se

incrementa a medida que el pH asciende. En medios fuertemente oxidados, sobre todo a

pH neutro a básico, la forma más estable es el Cr6+

, más soluble y tóxica que el Cr3+

y

con una solubilidad creciente a medida que aumenta el pH. Las especies más frecuentes

de Cr6+

son los cromatos (CrO42-

) y dicromatos (Cr2O72-

), y su adsorción se produce sobre

compuestos inorgánicos en los que predomina la carga variable, sobre todo con

abundancia de radicales hidroxilo, como los oxihidróxidos de Fe y Mn. La presencia de

oxidantes, como MnO2, puede favorecer la oxidación de Cr3+

a Cr6+

. La tasa de oxidación

incrementa a medida que el pH desciende, probablemente por aumentar la solubilidad de

Cr3+

y la concentración de especies más reactivas (Puls et al., 1994). En presencia de

materia orgánica u otros compuestos reductores siempre predomina la forma Cr3+

.

En la mayoría de los suelos naturales, las concentraciones de Cr biodisponible son

muy bajas y, por lo tanto, también es bajo el contenido en plantas, en general inferior a 1

mg kg-1

(en áreas que no dominen rocas básicas ni ultrabásicas), con un valor medio de

0,23 mg kg-1

, que se toma como concentración de referencia. En medios enriquecidos,

sobre todo en ambientes básicos y oxidantes, con predominio de Cr6+

, aumenta la

biodisponibilidad y toxicidad de este metal. En cuanto a las formas estables, hay una

importante diferencia entre los suelos de pH inferior a 4,5, en los que es estable la forma

CrOH2+

, y a valores de pH superiores, en los que la forma Cr2O3 es la de mayor

estabilidad, la menos móvil y menos biodisponible.

La concentración media de Cr en los suelos gallegos es de 80 mg kg-1

, aunque

generalmente es inferior a 50 mg kg-1

cuando el material de partida es de corteza

continental; sin embargo, cuando la corteza es de tipo oceánico, pueden aparecer

importantes anomalías de concentración, llegando a valores superiores a 200 mg kg-1

en

rocas básicas. En suelos derivados de rocas esquistosas y pizarras pueden encontrarse

valores de hasta 100 mg kg-1

, lo que pone de manifiesto la influencia de la corteza

oceánica en su constitución. Por ello, el NGRL del Cr en suelos de Galicia se ha fijado

en 80 mg kg-1

, con importantes excepciones litológicas (85, 90, 240 y 11.000 mg kg-1

para suelos sobre pizarras, calizas, rocas básicas y ultrabásicas, respectivamente).

Page 79: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

74

Las áreas de mayor concentración de Cr se encuentran asociadas a

actividades antrópicas, como las zonas mineras (canteras, áridos, etc.) de rocas

ultrabásicas y básicas, y áreas de utilización industrial del metal entre las que destacan las

actividades relacionadas con la metalurgia, en cromados, colorantes, pinturas...

En lo que respecta a las emisiones atmosféricas de Cr por las plantas

cementeras en Europa, se estima que en el año 2000 estas industrias emitieron cerca de

700 Tm (Pacyna et al., 2007).

I.3.3. Suelos contaminados en zonas agrícolas

I.3.3.1. Suelos de pradera de A Pastoriza contaminados con metales pesados

En Galicia, las praderas ocupan una gran extensión, superando las 430.000 ha

(IGE, 2012). Éstas son utilizadas principalmente para la alimentación del ganado vacuno.

Las granjas son manejadas de manera intensiva, empleando fertilizantes

inorgánicos y purín de vacuno para aumentar la producción de pastos. Esta práctica

implica riesgos acumulación de metales pesados (Sager, 2007; Moral et al., 1994; Jia et

al., 2010; Dong et al., 2011; Zhang et al., 2012b), que pueden llegar a las plantas y a la

cadena alimentaria (Sun et al., 2010).

En el interior de la provincia de Lugo, en la Comarca da Terra Chá, se halla el

municipio de A Pastoriza. El sector agropecuario es la base económica del mismo, y en la

actualidad, destaca la ganadería bovina destinada a la producción láctea y cárnica. Se

contabilizan unas 20.000 reses (la mayoría de ganado vacuno), cifras que convierten a la

cabaña ganadera de este municipio en una de las más importantes de la provincia de Lugo

(http://www.concelloapastoriza.es/).

Los suelos de pradera de esta zona han sido ampliamente estudiados por Seco-

Reigosa et al. (2015), en cuyo trabajo se analizó el contenido total de metales pesados y

su distribución en dichos suelos, en los cuales se aplicaron purines de ganado y

fertilizantes inorgánicos, y se compararon con los niveles obtenidos en suelos forestales

de la misma zona, con el fin de distinguir entre su origen litológico o antropogénico.

Los resultados obtenidos reflejaron que en los suelos de pastos, las altas

concentraciones encontradas de metales pesados como As, Cu, Fe y Ni están más

relacionadas con el material de partida y con suelos desarrollados en pizarras, que con la

aplicación de purines y fertilizantes inorgánicos. Sólo Cr y Mn mostraron en algunos

casos niveles más altos de lo habitual para este tipo de suelos, aunque la fertilización de

no pareció ser la causa, ya que los suelos forestales presentaron concentraciones

similares.

Page 80: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

75

En cambio, los niveles de Zn en algunos suelos de pradera podrían tener

relación con la aplicación de purines, puesto que fueron significativamente mayores a

los de bosque desarrollados en el mismo material de partida. De todas formas, todos los

suelos analizados mostraron niveles de metales pesados más bajos que los establecidos

en la actual normativa para la aplicación de lodos de depuradora.

Aún así, teniendo en cuenta que los niveles de metales pesados detectados en

estos suelos, es importante destacar que para disminuir los riesgos de contaminación del

suelo y el agua, así como la transferencia a la cadena alimentaria, sería necesario llevar a

cabo una determinación periódica de las concentraciones de metales pesados en suelos

con alta concentración de metales pesados de origen natural y con agricultura intensiva,

lo que podría mejorar la regulación de aplicación de purín y fertilizantes inorgánicos al

suelo.

I.3.3.2. Suelos de viñedo en Galicia contaminados por Cu

Una importante parte de la superficie terrestre está dedicada a la agricultura,

siendo en el caso de la vid de aproximadamente 3,4 millones de ha. El 45% de la

superficie global dedicada al viñedo se concentra en Europa, donde esta actividad genera

anualmente unos 4.500 millones de euros (European Commission, 2006).

El valor de la producción del sector del vino en nuestro país ascendió a más de

2.140 millones de euros en el año 2013. Según datos de registro vitícola, la superficie de

viñedo asciende a más de 957.000 ha. Del total de la superficie nacional, el 85%

corresponde a zonas potencialmente aptas para la elaboración de vinos DO y el 8% IGP

(http://www.magrama.gob.es/).

En las últimas décadas, los suelos dedicados al cultivo de la vid han sufrido un

proceso de contaminación debido a la acumulación de Cu como resultado del uso

intensivo de fungicidas con base cúprica, e.g. el Caldo Bordelés (una mezcla de cal

hidratada y sulfato de Cu, Ca(OH2)+CuSO4) desde finales del siglo XIX, más

recientemente el oxicloruro de cobre (CuCl2*3Cu(OH)2), y fungicidas orgánicos con Cu

en su formulación, para luchar contra enfermedades fúngicas, en especial contra el mildiu

de la vid (Plasmopara vitícola).

Los valores de Cu en los suelos son más elevados de lo habitual en el entorno de

los valles fluviales donde los ríos contribuyen a una alta humedad relativa en los viñedos

que ocupan los suelos de las laderas, lo que da lugar a unas mejores condiciones

ambientales para el desarrollo de los hongos patógenos de la vid.

Page 81: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

76

En estos suelos es frecuente encontrar niveles de Cu total superiores a los 100

mg kg-1

. Una concentración por encima de dicho valor puede influir negativamente en el

crecimiento de determinadas especies vegetales y provocar una cierta degradación de las

funciones del suelo (la calidad biológica de los suelos es notablemente disminuida debido

a un fuerte efecto sobre la acción microbiana), por lo que suele ser considerado como un

umbral medio para la toxicidad de las plantas (Fernández-Calviño et al., 2008, 2009).

Así, se han encontrado altas concentraciones de este metal en suelos dedicados al

cultivo de la vid por todo el mundo, y principalmente en Europa: en Francia (Flores

Vélez et al., 1996; Brun et al., 2001, Parat et al., 2002; Chaignon et al., 2003), República

Checa (Komárek et al., 2008), Portugal (Magalhães et al., 1985), Italia (Deluisa et al.,

1996; Toselli et al., 2009) y Grecia (Vavoulidou et al., 2005), continente australiano

(Pietrzak y McPhail, 2004) y continente americano (Mirlean et al., 2007).

En Galicia, se han detectado también elevados niveles de Cu en suelos de viñedo

(Arias et al., 2004; Nóvoa-Muñoz et al., 2007; Fernández-Calviño et al., 2008; Gómez-

Armesto et al., 2015), sobre todo en suelos correspondientes a la DO Ribeiro (Rodríguez-

Lovelle et al., 1991). En estos suelos se han encontrado niveles de Cu próximos a 500

mg kg-1

(Arias et al., 2004; Nóvoa-Muñoz et al., 2007).

Es importante destacar que una elevada fracción de este metal es retenida por la

materia orgánica del suelo (Arias et al., 2007), lo cual ocurre particularmente en suelos

ácidos (Alva et al., 2000). Algunos estudios sobre las fracciones de Cu en suelos de

viñedo ácidos han reflejado que más del 50% es orgánico y que esta proporción excede

los niveles que se encuentran en los viñedos no tratados (Fernández-Calviño et al.,

2008a).

En los suelos contaminados por Cu, éste se acumula en la parte más superficial,

debido a que es poco móvil (Pietrzak y McPhail, 2004) y a la presencia de material

edáfico capaz de inmovilizarlo (Komárek et al., 2008), por lo que el establecimiento de

plantas jóvenes de vid u otros cultivos de enraizamiento poco profundo se pueden ver

afectados. Como consecuencia, esta acumulación puede desencadenar graves problemas

medioambientales y repercutir negativamente en la calidad de los suelos agrícolas. El

problema aumenta en suelos agrícolas con un contenido de materia orgánica bajo, una

textura arenosa y sometidos a una elevada pluviosidad, ya que puede ser lixiviado en

profundidad facilitando su acceso a las superficiales y subterráneas, con la consiguiente

contaminación.

El hecho de que los viñedos se localicen frecuentemente en suelos poco profundos

y pendientes pronunciadas (ya que de esta forma una mayor exposición a la luz del sol

favorece la maduración de las uvas) y la distribución peculiar de las plantas de vid (con

una alta proporción de suelo sin vegetación durante largos períodos de tiempo), dan lugar

a suelos fácilmente erosionables (Ramos y Martínez-Casasnovas, 2004).

Page 82: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

77

Esto favorece la difusión y depósito de sedimentos ricos en Cu a las zonas

circundantes a través del agua de escorrentía, pudiendo alcanzar las aguas subterráneas,

ríos, lagunas y lagos (Ribolzi et al., 2002). Esta es una cuestión preocupante, debido a

que los suelos de viñedo son considerados como los suelos agrícolas más erosionables

(Kosmas et al., 1997), y la movilidad y el transporte de partículas con Cu puede generar

problemas medioambientales en zonas de laderas.

Por otro lado, el potencial efecto fitotóxico del Cu es mucho mayor en suelos

donde el metal tiene un origen antrópico en relación a suelos en los que su origen es

natural, dado que su presencia en las fracciones más móviles es mayor en los primeros

(Fernández-Calviño et al., 2009). Por ello, estas altas concentraciones de Cu y su

mayor movilidad en suelos de viñedo pueden condicionar la implantación del cultivo,

que a su vez evitaría que se produzca erosión (Blavet et al., 2009; Ruíz-Colmenero et al.,

2001), lo cual es fundamental para el mantenimiento de una producción sostenible en

suelos con fuertes pendientes (como en el caso de Galicia).

Además, la acumulación de Cu en el suelo puede producir un estrés oxidativo en

las hojas de la vid (Miotto et al., 2014), efectos negativos en los organismos del suelo

(Paoletti et al., 1998), y cambios en las comunidades microbianas del suelo (Díaz-Raviña

et al., 2007),

Durante las últimas décadas, los suelos europeos dedicados a viñedos situados en

pendientes se han ido abandonando progresivamente debido a cambios sociales y

económicos. La pérdida de suelo por erosión, como resultado de cambios en el uso de la

tierra, ha hecho que aumente la preocupación por este tema (Dunjó et al., 2003; Martínez-

Casasnovas y Ramos, 2006; Koulouri y Giourga, 2007).

En la presente Tesis se ha empleado un suelo de viñedo situado en O Ribeiro, que

ha sido contaminado con Cu durante décadas mediante la aplicación de fungicidas de

base cúprica. A dicho suelo se le añadieron diferentes dosis de corteza de pino, para

evaluar su potencial uso como bioadsorbente de Cu en suelos y su influencia el desarrollo

de una especie forrajera, el ryegrass (Lolium perenne) mediante experimentos en macetas.

Page 83: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

78

I.4. La corteza de Pinus pinaster como bioadsorbente de metales

pesados

En este apartado, describiremos detalladamente las características de la corteza de

pino y su posible aplicación como bioadsorbente de bajo coste de metales pesados en

suelos contaminados.

I.4.1. Situación de la superficie forestal actual

Se estima que mundialmente existen aproximadamente 4.000 millones de ha de

bosque, que cubren el 31% de las tierras emergidas. La superficie forestal está distribuida

desigualmente, ya que sólo seis países albergan más del 60% de la misma: Rusia, China,

Estados Unidos, Canadá y Brasil (según datos de la Evaluación de los Recursos

Forestales Mundiales realizada por FAO en 2010).

En lo que respecta a la Unión Europea, la superficie ocupada por bosques es de

179,4 millones de ha, lo que supone casi el 40% de su superficie total. En el caso de

España, cuenta con 27,7 millones de ha de superficie forestal, que representan el

54,8% del territorio total (Fig. 1.16), lo que la sitúa en el segundo lugar de la UE por

detrás de Suecia, y el cuarto en cuanto a superficie forestal respecto a superficie nacional,

solamente superada por Suecia (69%), Finlandia (69%) y Eslovenia (63%) (Ministerio de

Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, 2014). Del total de la superficie forestal, el

40% (que supone más de 11 millones de ha), se encuentra en zonas protegidas.

Fig. 1.16. Superficie forestal en la Unión Europea.

Fuente: Diagnóstico del Sector Forestal Español, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio

Ambiente, 2014.

Page 84: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

79

Además, España presenta la tercera mayor extensión de superficie forestal

arbolada (esto es, la porción de suelo poblada con especies forestales arbóreas

principalmente y cuya fracción de cubierta es igual o superior al 10%) de la UE, con 18,4

millones de ha, lo que equivale al 36,3% del territorio nacional, en las que predominan

las coníferas (principalmente pinos) (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio

Ambiente, 2014).

Si segmentamos la superficie forestal española por Comunidades Autónomas,

obtenemos que Galicia cuenta con un importante porcentaje de la superficie forestal (un

8%) (Fig. 1.17). Es la séptima Comunidad con más superficie arbolada, con un total de

1.454.298 ha, y la sexta con mayor superficie forestal, con 2.040.754 ha (Ministerio de

Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, 2014).

Fig. 1.17. Superficie forestal por Comunidades Autónomas.

Fuente: “Curso de tecnología de la madera y productos forestales. Situación forestal en España”.

Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, 2014.

Expresando el porcentaje de superficie forestal arbolada respecto del total

provincial, obtenemos la Fig. 1.18, en donde se observa que las provincias con mayor

superficie forestal arbolada son A Coruña, Vizcaya, Guipúzcoa, Girona, Barcelona,

Cáceres y Huelva.

En lo que respecta al consumo de madera, es importante destacar que a nivel

mundial, el volumen total de madera en los bosques es de unos 386.000 millones de m3,

con aproximadamente 1.900 millones de m3 de consumo de madera cada año (FAO,

2002). Además, la FAO (2013) indica que se espera que el consumo anual de madera se

incremente hasta 3.000 millones de m3 en 2050.

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Capítulo I: Introducción

80

En cuanto a las estadísticas de producción de corteza, éstas son escasas, y se

estiman generalmente de forma indirecta a partir de la producción total de madera en

rollo (sabiendo el porcentaje en volumen que constituye la corteza). Se estima que se

producen aproximadamente unos 200 millones de m3 de corteza a nivel mundial (FAO,

2011).

Fig. 1.18. Relación entre superficie arbolada y superficie total provincial. Fuente: Anuario de Estadística Forestal. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, 2011.

I.4.2. Distribución del pino Pinus pinaster

La superficie terrestre mundial ocupada por el pino marítimo (Pinus pinaster Ait.)

se estima en torno a 4,4 millones de ha, de las cuales 4,2 millones se localizan en su área

de distribución natural, que comprende la región del Mediterráneo occidental y la zona

atlántica del suroeste de Europa: España, Portugal, Francia, Marruecos, Italia, Turquía,

Grecia y Túnez (Sanz et al., 2006; Ruano et al., 2009; FAO 2013). Además, es la especie

más representativa del oeste de la Península Ibérica (Fig. 1.19) (Blanco et al., 1997).

Page 86: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

81

En España, de los 27,7 millones de ha ocupados por bosques, P. pinaster

representa el 20% de las existencias totales (151 millones de m3) (Ministerio de

Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, 2011). Esto quiere decir que se trata de

una de las especies forestales más ampliamente distribuidas en nuestro país (Arrabal et

al., 2011), cubriendo más de un millón de ha, de las cuales más de la mitad corresponden

a repoblaciones (Ruano et al., 2009).

Fig. 1.19. Principal área de distribución natural de la especie P. pinaster.

Fuente: “Aplicacións industriais da madeira de piñeiro pinaster". Sanz et al., 2006.

Tabla 1.10. Existencias en volumen con corteza de las 10 especies principales en los bosques españoles.

Fuente: “Anuario de Estadística Forestal 2011”, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio

Ambiente.

Especie forestal Existencias (m3)

Pinus pinaster 151.002.431,98

Pinus sylvestris 142.673.048,10

Eucalyptus spp. 87.568.633,48

Pinus halepensis 76.552.975,92

Fagus sylvatica 76.210.004,80

Pinus nigra 71.704.063,77

Quercus ilex 69.052.483,77

Pinus radiata 52.803.805,62

Quercus pyrenaica y Quercus pubescens 51.828.649,48

Quercus robur y Quercus petraea 48.598.094,42

Page 87: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

82

Considerando las principales especies de bosques españoles, observamos que 10

de ellas son las más representativas en cuanto a volumen maderable (entre todas ellas

representan el 81% del total) (Tabla 1.10). Destaca la especie P. pinaster, objeto del

presente estudio, con 151.002.431,98 m3 de existencias, seguido por P. sylvestris y

Eucalyptus spp., con 142.673.048,10 m3

y 87.568.633,48 m3 respectivamente.

Si dividimos la superficie forestal de España por especies de árboles (Fig. 1.20),

obtenemos de nuevo que la especie más abundante es P. pinaster (Fig. 1.21) con un

20,2%, seguido de P. halepensis con un 15,9% y P. sylvestris con un 12,4% (Ministerio

de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, 2014).

Fig. 1.20. Superficie forestal por especies en España.

Fuente: “Curso de tecnología de la madera y productos forestales. Situación forestal en España” Acuña

Rello, J.L., Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Ministerio de Asuntos

Exteriores y Cooperación, 2007.

En Galicia, concretamente, el 40% de las masas de árboles son monoespecíficas

de pino, con claro predominio de P. pinaster (esta especie cubre más de 390.000 ha, i.e.,

un 28% de la superficie de bosque), y, en menor presencia, P. radiata y P. sylvestris

(Consellería de Agricultura, Ganadería e Montes, Xunta de Galicia, 1992).

Según el Tercer Inventario Nacional Forestal, se registran en Galicia un total de

168.133.407 pies menores y 190.663.034 pies mayores de P. pinaster; siendo

considerados pies menores los que tienen un diámetro normal entre 2,5-7,4 cm y más de

1,30 m de altura, y pies mayores aquellos que presentan un diámetro normal superior o

igual a 7,5 cm (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, 2007).

Page 88: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

83

La provincia con más ejemplares es A Coruña, seguida por Ourense, Pontevedra,

y, en último lugar, Lugo (Fig. 1.22).

Fig. 1.21. Pinar gallego, especie Pinus pinaster.

Fuente: http://www.campogalego.com/

Fig. 1.22. Pies menores y pies mayores de ejemplares Pinus pinaster en Galicia por provincias.

Fuente: Tercer Inventario Forestal Nacional, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente,

2007.

Las maderas producidas en Galicia son, por orden de importancia según su

volumen, el Pinus pinaster (pino marítimo), Eucalyptus globulus (eucalipto), Pinus

radiata (pino insigne o pino de California), Alnus glutinosa (aliso), Betula pendula

(abedul), Castanea sativa (castaño) y Pinus sylvestris (pino silvestre o pino rojo)

(Consellería de Agricultura, Ganadería e Montes, Xunta de Galicia, 1992).

Por tanto, la industria maderera se centra principalmente en la transformación de

la madera de pino, lo que supone el 82% de las actividades dentro de este sector

(Vignote-Peña y Martínez-Rojas, 2006).

Page 89: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

84

I.4.3. Características de la corteza. Potencial como bioadsorbente de la

corteza de Pinus pinaster

La corteza es considerada normalmente como un desecho del procesamiento de la

madera, y su eliminación es a menudo un problema debido al volumen generado por esta

industria. Por ello, actualmente se está llevando a cabo una intensa investigación para

desarrollar nuevas opciones de reutilización de este residuo.

Este material puede emplearse como una forma de generación de energía por

incineración u otros procesos termoquímicos (e.g., por pirólisis) o para compostaje, así

como para la producción de otros materiales y productos químicos por extracción de la

parte soluble o por modificación química (Şen et al., 2015). Las principales posibilidades

de utilización de la corteza se resumen en la Fig. 1.23.

Fig. 1.23. Principales usos de la corteza. Fuente: Şen et al., 2015.

Por otro lado, algunos materiales con alto contenido en lignina y celulosa,

componentes propios de la corteza (Tabla 1.11), han sido estudiados como

bioadsorbentes en la eliminación de metales y metaloides de aguas contaminadas y

residuales, ya que los grupos polihidroxi-polifenoles presentes en los taninos y la lignina

tienen un alto potencial de capacidad de adsorción mediante el intercambio iónico y la

formación de complejos (Randall et al., 1974; Bailey et al., 1999; Vázquez et al., 1994).

Estos materiales bioadsorbentes pueden inmovilizar metales pesados presentes en

sistemas contaminados, lo cual es esencial para mantener la sostenibilidad ambiental, ya

que al no ser biodegradables, pueden entrar en la cadena alimentaria y acumularse en los

organismos vivos. Este es un tema de gran importancia, debido a que la contaminación

del agua por metales pesados se produce, como ya hemos dicho, en numerosas industrias

(minería y procesamiento de minerales, producción de hierro y acero, industrias del

metal, fábricas de pintura, etc.) mediante sus efluentes (Gaballah y Kilbertus, 1998).

CORTEZA

Compostaje

Obtención de materiales y/o

productos químicos (ej. bioaceites)

Adsorción

Obtención de energía (ej.

incineración)

Page 90: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

85

Los tratamientos tradicionales que se aplican sobre efluentes industriales para la

eliminación de metales pesados incluyen la precipitación, la filtración por membrana, la

electrólisis, la coagulación, la flotación, la adsorción mediante intercambio iónico con

resinas y la adsorción mediante carbón activo. La precipitación no es tan efectiva como la

adsorción, y da lugar a un problema mayor (después de este proceso se deben tratar

grandes volúmenes de lodos), y los tratamientos mediante resinas y carbón activo son

efectivos para la eliminación de metales, pero son caros. Por tanto, la bioadsorción es

una opción interesante, altamente eficiente y de bajo coste. Los bioadsorbentes

generalmente requieren pocos o ningún tratamiento previo y son abundantes en la

naturaleza como materiales de desecho o subproductos (Bailey et al., 1999; Saka et al.,

2012; Şen et al., 2015, Kumar Jain et al., 2016). También tienen ventajas sobre los

sistemas de tratamiento basados en biomasa viva (por ejemplo, la fitorremediación o los

tratamientos microbianos), ya que no es necesario el aporte de nutrientes o el

mantenimiento de poblaciones microbianas, y permiten la recuperación de los metales

pesados (Park et al., 2011). Sin embargo, la capacidad de retención de metales por el

bioadsorbente va a depender de factores como la naturaleza de éste, el pH, el tiempo de

contacto, el tamaño de partícula y la concentración del metal en cuestión (Kumar Jain et

al., 2016).

En diversos estudios se han utilizado algunos residuos orgánicos como

bioadsorbentes para el tratamiento de suelos y aguas contaminados con metales

pesados. Así, anteriormente se han empleado algas (Kratochvil et al., 1998), serrín de

haya -en el que se demostró que el porcentaje de adsorción disminuye con el aumento de

la concentración inicial de cromo (Acar y Malkoc, 2004)-, orujo de oliva -con el que se

obtuvo que los grupos carboxílicos y fenólicos son los principales centros activos

involucrados en la eliminación de metales (Pagnanelli et al., 2003; Malkoc et al., 2006)-,

cáscara de naranja con nanopartículas de Fe2O3 (Gupta y Nayak, 2012), residuos de la

fabricación de cerveza (Šillerová et al., 2013), concha de mejillón y residuos forestales -

con los que se obtuvo que la concha aumentó la retención de As en suelos forestales y

viñedos, mientras que la ceniza de pino retuvo este metal en aguas residuales (Seco-

Reigosa et al., 2013a; Fernández-Pazos et al., 2013)-, así como la concha de mejillón

también permitió eliminar Cu, Cd, Ni y Zn en los primeros cm de una columna de suelo

(Seco-Reigosa et al., 2013b) y otros metales como Hg y As (Ramírez-Pérez et al., 2013),

ceniza de concha de mejillón y otras mezclas de desechos (Fernández-Pazos et al., 2013;

Seco-Reigosa et al., 2013b; Fernández-Calviño et al., 2016), lodos activos (Hammaini

et al., 2007), carbón activo modificado (Gupta et al., 2011; Ghaedi et al., 2015), cáscara

de huevo (Shaheen et al., 2013), corteza de eucalipto -indicado para la eliminación de Cr

(Sarin y Pant, 2006)-, hojas de Achyranthes aspera (malpica, rabo de gato), Hibiscus

rosa-sinensis (hibisco) y Tribulus terrestris (abrojo) (Prameela et al., 2014), cortezas de

madera de varias especies de árboles (Seki et al., 1997), estiércol (Chamon et al., 2005),

y un compost elaborado con una variedad de piensos (Brown et al., 2003, Farrell y Jones,

2010 y Paradelo et al., 2011).

Page 91: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

86

El uso de la corteza para la eliminación de metales en medios contaminados tiene

como ventaja su elevada capacidad de adsorción a bajas concentraciones de metales (por

debajo de 100 ppm) (Vázquez et al., 2002). Por otro lado, la recuperación del metal

después de la adsorción puede realizarse fácilmente con el lavado ácido de la corteza

(Horsfall et al., 2006) y a partir del concentrado usando técnicas electrolíticas.

En trabajos previos, además de la corteza, se ha estudiado la capacidad de

adsorción de la madera de diversos árboles, así como de piñas y hojas de pino, y de todos

ellos, la corteza ha sido la que ha mostrado la mayor capacidad de adsorción (Şen et al.,

2015). Por ejemplo, Al-Asheh y Duvnjak (1997) obtuvieron una adsoción para Cd2+

de

9,2, 7,5 y 7,1 µg mg-1

para corteza, piñas y hojas de pino respectivamente. Shin et al.

(2007) compararon la capacidad de adsorción de Cd2+

por la madera y la corteza de

enebro (Juniperus communis) y concluyeron que la corteza posee de 3 a 4 veces una

capacidad de adsorción mayor que la madera de este arbusto. Boving et al. (2008)

estudiaron la capacidad de adsorción de Cu2+

de diversos residuos agrícolas, incluyendo

la corteza de diversos árboles, y demostraron que ésta resultó ser la más efectiva.

En nuestro caso, la corteza de Pinus pinaster, que fue la que empleamos en el

presente trabajo para evaluar su capacidad de adsorción de metales pesados, es un

subproducto muy abundante en Galicia. La madera de este árbol se utiliza para producir

pasta de papel o tableros, para lo cual es necesario extraer la corteza mediante el astillado.

El pino es el árbol conífero con mayor portencial de generación de corteza, la

cual constituye entre un 10-22% del volumen total de la troza (tronco aserrado por los

extremos para poder hacer tablas), según tamaño y especie, y su eliminación puede

suponer un grave problema (FAO, 2002). Sólo en Galicia, se generan

aproximadamente 350.000 Tm/año de corteza de Pinus pinaster (cuatro veces más

que Pinus radiata) (Jerez et al., 2009).

La mayor parte de este residuo se quema para obtener energía, aunque se desecha

una gran cantidad de éste (Iglesias et al., 2010); también se utiliza como medio de cultivo

sin compostaje, lo que puede conllevar algunos problemas, ya que la corteza debe ser

“vieja” para reducir la fitotoxicidad, y deben hacerse algunos ajustes, como añadir N

extra para evitar su inmovilización, ya sea mediante la adición extra de N como una base

para la producción de cultivos o mediante la liberación controlada de un fertilizante

(Raviv et al., 2008).

Page 92: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo I: Introducción

87

Estudios recientes han demostrado la capacidad de la corteza de pino para

adsorber cationes metálicos (Pb2+

, Cu2+

, Zn2+

, Cd2+

, Ni2+

y Hg2+

) en disoluciones

acuosas (Vázquez et al., 2006; Nehrenheim et al., 2008; Gundogdu et al., 2009; Blázquez

et al., 2011) y aguas residuales industriales (de Vasconcelos y González Beça, 1992).

Gundogdu et al. (2009) estudiaron el potencial de bioadsorción de la corteza de pino para

la eliminación de Pb2+

en disoluciones acuosas, así como los efectos del pH de la

disolución, la concentración inicial de Pb, la temperatura y los iones interferentes

presentes y la desorción. En este estudio se concluyó que la reutilización de este residuo

era factible con una eficiencia del 90,7%.

La composición de la corteza de pino puede variar según una serie de parámetros,

como la especie de la que se trate o las condiciones de crecimiento. Es rica en

compuestos fenólicos (Chupin et al., 2015). Contiene básicamente lignina, celulosa y

taninos. En estudios previos (Bailey et al., 1999; Hashem et al., 2005b, 2006b; Martin-

Dupont et al., 2006; Sud et al., 2008) se ha demostrado que los residuos agrícolas con

alto contenido en celulosa son un material importante para la bioadsorción de metales en

disoluciones acuosas.

Los cationes metálicos pueden ser selectivos con determinados componentes de la

corteza, por ejemplo, el Cu2+

suele ir ligado a grupos fenólicos de la lignina y los taninos,

mientras que Pb2+

suele unirse a grupos carboxílicos en polisacáridos (Martin-Dupont et

al., 2006). De todas formas, la lignina, junto con los taninos y pectinas, es considerada la

principal responsable de la adsorción de los metales pesados por la corteza de los árboles

(Martin-Dupont et al., 2006; Şen et al., 2012). Generalmente, el contenido de lignina es

mayor en la corteza de pino que en la corteza de otros árboles como el abeto y el abedul

(Tabla 1.11) (Raviv et al., 2008).

Tabla 1.11. Composición de la corteza de algunos árboles en función de su porcentaje en lignina y

celulosa/hemicelulosa.

Fuente: Raviv et al., 2008.

Material Lignina (%) Celulosa/Hemicelulosa (%)

Pino (Solbraa, 1979) 30-50 20-50

Abeto (Solbraa, 1979) 20-35 45-55

Abedul (Solbraa, 1979) 20 35-40

En vista de ello, la corteza de pino podría ser un interesante bioadsorbente de

bajo coste (además de una forma de reciclaje del residuo), alternativo a las tecnologías

tradicionales empleadas para la eliminación de metales pesados en suelos y aguas

contaminados, principalmente en países con una gran producción forestal como es el caso

de España.

Page 93: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …
Page 94: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

CAPÍTULO II: JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS

Page 95: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …
Page 96: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo II: Justificación y Objetivos

91

CAPÍTULO II: JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS

En los últimos años, las actividades industriales y agrícolas han aumentado

notablemente la concentración de metales pesados en los suelos, provocando una

pérdida de calidad de los mismos, y llegando a niveles potencialmente tóxicos para las

plantas y los organismos.

Los metales pesados presentes en los suelos sufren procesos de adsorción/

desorción que afectan a su comportamiento geoquímico y su impacto en los sistemas

biológicos. Estos contaminantes no son biodegradables, y cuando están presentes en

suelos y aguas, pueden entrar en la cadena y acumularse en los organismos vivos.

El uso de bioadsorbentes para la inmovilización de metales nos permitiría

incrementar la sustentabilidad ambiental de los suelos, aumentando su capacidad de

adsorción y la eliminación de las aguas de drenaje contaminadas, y además, se le

proporcionaría un valor añadido a un residuo.

En estudios previos se ha demostrado que la corteza de pino es un buen

bioadsorbente de metales pesados en disoluciones acuosas y aguas residuales, por lo

que podría ser una posible alternativa a las técnicas tradicionales para la

eliminación o inmovilización de metales en suelos contaminados. Además, Pinus

pinaster es una de las especies más ampliamente distribuidas en nuestro país, cubriendo

más de un millón de ha, por lo que el uso de la corteza de este árbol sería una forma de

reciclaje de la misma.

Así, los principales objetivos que se trataron de alcanzar, y en los que se centró

el estudio, se describen en los siguientes puntos:

Analizar, de forma general, la capacidad de retención de diversos metales

pesados (Cd, Cu, Ni, Pb y Zn) de un adsorbente natural, la corteza de pino, en

disoluciones acuosas. Esto consistió en una serie de experimentos preliminares con

este subproducto en condiciones controladas (laboratorio): experimentos

discontinuos tipo batch, en reactor de flujo continuo y en columnas, evaluando la

adsorción de metales de forma individual (no competitiva), en sistemas bi y multi

metal (competitiva), la desorción y el transporte de metales.

Caracterizar detalladamente (pH, contenido total C y N, CIC, granulometría...)

distintos tipos de suelos contaminados por metales pesados (suelos forestales y

de pradera próximos a una planta cementera, un suelo de viñedo ácido contaminado

por Cu y un suelo de escombrera de mina), empleando para ello muestras de suelo

superficiales (0-20 cm).

Page 97: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo II: Justificación y Objetivos

92

El análisis de los suelos en el entorno de la cementera, se llevó a acabo

con la intención de evaluar su posible contaminación por metales pesados y si

podrían tratarse en un futuro con este subproducto de la industria de la madera. Para

ello, se analizó el contenido y la distribución de metales pesados en los suelos a

diferentes profundidades y comparando el diferente uso de la tierra (suelos

forestales y de pradera), además de considerar diferentes orientaciones y distancias

a las instalaciones. Los estudios se centraron en tres metales pesados con un

comportamiento diferente en términos de volatilidad (Hg, Pb y Cr). Se estimaron

además los factores de enriquecimiento de dichos metales en los suelos estudiados,

empleando para ello los contenidos de la litología local.

Evaluar la potencialidad de la corteza de pino, añadida al suelo molida y en

distintas dosis, para la inmovilización de algunos metales pesados (Cd, Cu, Ni, Pb

y Zn) en los suelos de viñedo y escombrera de mina.

En el caso del suelo de viñedo, se evaluó además la influencia de la adición de

la corteza en el desarrollo de una especie forrajera, el ryegrass inglés (Lolium

perenne). Esto tiene importancia a la hora de establecer un cultivo herbáceo en

zonas de alta pendiente dedicadas al cultivo de la vid, impidiendo o

disminuyendo significativamente las pérdidas de suelo por erosión.

La corteza de pino se ha mostrado eficaz en diferentes estudios de

adsorción de metales pesados y, por ello, nos planteamos la hipótesis de que su

aplicación en un suelo con altas concentraciones de Cu podría inmovilizarlo,

disminuyendo así su incorporación a plantas de crecimiento rápido como es el

Lolium perenne. Se ha usado esta especie en el experimento ya que ha sido

recomendada previamente como bioindicador de metales en suelos

contaminados por actividades mineras (Arienzo et al., 2004).

Por otro lado, se evaluó la capacidad de esta planta para absorber el

Cu presente en el suelo, tanto en su parte aérea como radicular, conociendo su

distribución en la planta y la influencia que este residuo tiene en dicha

incorporación.

En el suelo de escombrera de mina de cobre, el cual posee un pH muy ácido y

es muy pobre en materia orgánica, se realizaron diversos experimentos para

estudiar el efecto de la adición de corteza de pino sobre la desorción o

liberación de metales pesados (en reactor de flujo continuo), así como su

fraccionamiento (siguiendo un protocolo de extracción secuencial BCR).

Además, se evaluó la influencia de la adición de diferentes dosis de corteza de

pino, individualmente y combinada con concha de mejillón triturada, en el

desarrollo bacteriano y fúngico en dicho suelo.

Page 98: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo II: Justificación y Objetivos

93

Contribuir al avance en la recuperación de suelos degradados e incrementar la

calidad de las aguas superficiales y subterráneas como una nueva vía de

valorización para este subproducto.

El aporte de esta investigación radica en que la problemática de la

contaminación por metales pesados en suelos y aguas dulces tiene una dimensión

internacional, por lo que los avances que se puedan lograr, podrían ser extensibles a

otras zonas del mundo.

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Page 100: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

CAPÍTULO III

Page 101: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …
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Capítulo III

97

CAPÍTULO III: EVALUACIÓN LITOLÓGICA Y DEL USO DE SUELOS

CONTAMINADOS POR METALES PESADOS EN EL ENTORNO DE UNA PLANTA

CEMENTERA EN OURAL

III.1. Introducción

En este estudio, se ha tratado de evaluar la posible incidencia de las emisiones de

una planta cementera en Oural (Lugo), en los niveles de algunos metales pesados (Hg, Pb

y Cr) en los suelos próximos a la misma, teniendo en cuenta factores como las

contribuciones debidas a la litología local o el uso del suelo (pradera y forestal), y

analizándolos a diferentes distancias (a menos de 1, entre 1 y 3, y entre 3 y 5 km) de las

instalaciones.

Como ya hemos dicho, en el proceso de elaboración de cemento son emitidos a la

atmósfera numerosos contaminantes, incluyendo metales pesados (Conesa et al., 2008;

Schuhmacher et al., 2009; Rovira et al., 2011), debido fundamentalmente a la quema de

combustibles fósiles (carbón, petróleo, fuel) a las elevadas temperaturas (1.200-1.500ºC)

a las que se produce la mezcla de las materias primas en los hornos, aunque también

existen otras posibles causas, como el empleo de combustibles alternativos a los

combustibles tradicionales y el uso de residuos o subproductos industriales como

aditivos.

Estos metales pueden encontrarse en el producto final (cemento), ser retenidos en

los sistemas de reducción de las emisiones o a ser emitidos a la atmósfera. Estos últimos

pueden dispersarse, alcanzando la superficie terrestre, donde tienden a acumularse en los

suelos y en la vegetación.

III.2. Área de estudio

La zona del presente estudio se encuentra en la localidad lucense de Oural (42° 43'

3,72" N, 7° 26' 55,61" W), perteneciente al ayuntamiento de Sarria (Fig. 3.1). Sarria es

una extensa y fértil comarca de casi 1.000 km2. Ocupa una posición central en la mitad

sur de la provincia de Lugo, y se encuentra a 31 km de la capital. Limita al norte con los

municipios de O Páramo y Láncara, al este con el de Samos y al oeste con Paradela y,

finalmente, al sur con O Incio.

La instalación está ubicada en un paisaje rural, lejos de otras industrias y

carreteras principales, predominando las formas suaves (con pequeñas elevaciones entre

450 y 750 m sobre el nivel del mar), cubierto por pastos y pequeños bosques de tipo

atlántico (caducifolios) dispersos, compuestos principalmente por robles, y algunos

castaños y abedules.

Page 103: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

98

Estructuralmente, el área estudiada pertenece al anticlinal tumbado de

Mondoñedo-Lugo-Sarria (Domo de Lugo) (Matte, 1968) y la parte SW (Galicia Media-

Tras os Montes) forma parte del anticlinorio "Ollo de Sapo". Ambas estructuras fueron

originadas en la primera fase de deformación hercínica, siendo afectadas posteriormente

por pliegues de gran radio de curvatura y plano axial vertical (Capdevila, 1969).

Fig. 3.1. Zona de estudio (Sarria).

Desde el punto de vista paleogeográfico, se encuentran materiales paleozoicos y

precámbricos.

En la geología del área de estudio predominan diferentes tipos de esquistos

(esquistos micáceos y esquistos de pizarra) que pertenecen a la Serie Villalba (Parga y

Las Vegas, 1972), una formación precámbrica. También encontramos cuarcitas y gneises.

Mientras que en el oeste y el noroeste de la cementera predominan los granitos de dos

micas, en el sur encontramos algunas bandas de materiales metamórficos que pertenecen

a la Serie Cándana, que consiste en cuarcitas, diferentes tipos de pizarras, areniscas y una

banda estrecha de ampelitas. Por último, existen pequeñas zonas de sedimentos terciarios

y sedimentos pertenecientes al Holoceno diseminadas por todo el territorio (Fig. 3.2).

Más detalladamente, los materiales (base geológica) que podemos encontrar en el

área estudiada son fundamentalmente rocas metamórficas, las cuales se tomaron como

muestra para el análisis del material de partida (Fig 3.2):

Page 104: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

99

Pizarras y esquistos: Constituidos por cuarzo, albita, moscovita, clorita, biotita y

en ocasiones estaurolita, turmalina, granate y minerales opacos.

Areniscas: Formadas por clastos de cuarzo y feldespato de tamaño medio y fino.

Cuarcitas blancas y grises: Constituidas fundamentalmente por cuarzo, y en

ocasiones, biotita, moscovita, plagioclasa y feldespato.

Gneises (o neises) anfibólicos: Presentan una textura esquistosa. Se componen de

cuarzo, plagioclasa, biotita, anfíbol, apatito, granate... (Instituto Geológico y

Minero de España, Mapa Geológico de Sarria).

Fig. 3.2. Mapa geológico del área de estudio cercana a la planta cementera de Oural. La ubicación de las

muestras de suelo se observan emparejadas forestal-pradera (cuadros rojos) y roca (R). Los círculos

concéntricos de trazos discontinuos representan de forma aproximada las tres distancias estudiadas (< 1 km,

1-3 km y 3-5 km).

Granitos

Pizarras micáceas y esquistosas

Cuarcitas

Sedimentos terciarios

Pizarras

Pizarras de Candana

Pizarras de transición

Sedimientos fluviales

Ampelitas (pizarra blanda)

Pizarras y areniscas

Cementera

Page 105: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

100

En el relieve del municipio, se distinguen tres unidades bien diferenciadas:

Penillanura, que ocupa el centro y oeste y se encuentra entre 500 y 700 m de

altitud. Está formada por materiales graníticos.

Zona montañosa, situada al oeste, alcanza los 800 m de altitud en el monte de O

Páramo, situado al NW, o en Santa Mariña con 764 m situado al sureste. Estas

zonas montañosas constituyen el límite occidental del municipio.

El valle o Veiga de Sarria, que es una depresión de origen tectónico, formada por

materiales fértiles terciarios, situada al norte-NE del municipio, y sus cotas oscilan

entre los 400 y los 500 m.

El clima de la zona es oceánico, con algunas características continentales, con una

temperatura media anual de 11,2°C, y una media de precipitaciones 1.010 mm al año.

III.3. Material y métodos

III.3.1. Toma de muestras

Previamente al muestreo, se realizó un trabajo de gabinete en el que se localizaron

los puntos a muestrear en el entorno de la localidad de Oural (Lugo) (Fig. 3.3 y 3.4).

Mediante la aplicación Google maps (Fig. 3.5a y b), se identificaron los posibles

puntos de toma de muestra, teniendo en cuenta la distancia a la cementera y que las

parcelas de boque caducifolio y pradería fueran adyacentes.

Adicionalmente, la toma de muestras de suelos se diseñó conforme a que ésta

estuviese a menos de 1 km, entre 1 y 3 km y entre 3 y 5 km de distancia de la cementera,

tanto hacia el NE (siguiendo la dirección de los vientos dominantes) como hacia el SW

(en contra de los vientos dominantes).

En cada una de las direcciones (NE y SW) y distancias a la cementera, se

seleccionaron 3 lugares (A, B y C) en cada uno de los cuales se tomaron muestras de

suelo forestal y de suelo de pradera. El total de muestras recogidas fueron 18 suelos

forestales y 18 suelos de pradera (Fig. 3.5a y b).

Page 106: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

101

Fig. 3.3. Imagen correspondiente a la situación de la cementera objeto de estudio (Oural).

Fuente: Google Earth.

Fig. 3.4. Zona de estudio, cementera de Oural.

Page 107: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

102

El muestreo del suelo en cada punto fue realizado hasta una profundidad de 20

cm. En cada una de las parcelas de bosque caducifolio se localizó un perfil

representativo donde se tomaron muestras de todo el horizonte orgánico (horizonte O)

o, si era posible, muestras de los subhorizontes Oi (hojarasca menos descompuesta) y

(Oe + Oa) (hojarasca más descompuesta, de color más oscuro), mientras que en los

horizontes minerales, las muestras de suelo fueron recogidas a los siguientes intervalos

de profundidad: 0-5, 5-10 y 10-20 cm, correspondiendo en todos los casos a un

horizonte Ah, de color oscuro y rico en materia orgánica (el subíndice h denota una

acumulación iluvial de materia orgánica) (Fig. 3.6). Para ello, se seleccionó un área

representativa y se excavó una zanja de 1 m de lado hasta 30 cm de profundidad con

una pala.

Fig. 3.5a. Distribución las zonas pradera-bosque vinculadas al muestreo de suelos (cuadrados rojos) en

los alrededores de la planta cementera de Oural. Los círculos concéntricos de trazos discontinuos

representan las tres distancias evaluadas en el estudio (1 km, 1-3 y 3-5 km).

Fuente: Google Earth.

Cementera

Page 108: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Fig. 3.5b. Imagen correspondiente a la toma de muestras en el entorno de la cementera a menos de 1, 3 y 5 km y en las direcciones NE y SW. Fuente: Google Earth.

Cementera

Page 109: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

104

En cada parcela de pradera se procedió de la misma forma, pero tomando 3

submuestras de suelo para cada una de las profundidades antes citadas (0-5, 5-10 y 10-

20 cm) que posteriormente fueron mezcladas para obtener una muestra compuesta para

cada profundidad (Fig. 3.7). Las muestras de los suelos de praderas correspondieron

mayoritariamente a un horizonte mineral Ap (el subíndice p nos indica que ha sufrido

laboreo, del inglés plow=arado). No obstante, en algunos casos también se incorporó

material de horizontes más pobres en materia orgánica (transición AB) cuando se trata

de las capas más profundas (10-20 cm).

Con la finalidad de evitar la contaminación del suelo durante el muestreo, se

emplearon guantes de plástico, y en el caso de los suelos de pradera, la parte en contacto

con el material de muestreo se excluyó en el momento de preparación de las muetsras

compuestas.

A continuación, todas las muestras de suelo fueron almacenadas en bolsas a 4ºC

y transportadas al laboratorio para su análisis.

Fig. 3.6. Imágenes del muestreo de suelos de bosque caducifolio próximos a la cementera de Oural.

Page 110: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

105

Fig. 3.7. Imágenes del muestreo de suelos de pradera próximos a la cementera de Oural.

Además de suelo, con el fin de obtener información sobre la composición

geoquímica de fondo de la zona, en algunos lugares de toma de muestra se recogieron

fragmentos de la litología local (pizarras, esquistos, cuarcitas y gneises) en el fondo de

la zanja, los cuales fueron empaquetados y transportados al laboratorio (Fig. 3.8).

Ya en el laboratorio, las muestras de roca se lavaron abundantemente con agua

destilada y se secaron en un horno durante 48 horas a 45ºC. Una vez identificadas, las

muestras de roca se seleccionaron teniendo en cuenta que fueran lo más representativas

posible con respecto a la litología del área de estudio, así como a las diferentes

distancias a la cementera. Esta selección estaba compuesta por 5 muestras de cuarcita y

22 muestras de esquisto (incluyendo algunas muestras de gneis y pizarra).

Page 111: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

106

Fig. 3.8. Imágenes de algunas de las muestras de la litología local, recogida en muestreo de suelos

próximos a la cementera de Oural.

III.3.2. Análisis de los suelos próximos a la cementera: caracterización

general y análisis de los metales pesados

Previamente a su análisis, las muestras de suelo fueron secadas al aire (20ºC) y

tamizadas, haciéndolas pasar a través de un tamiz con una malla de 2 mm de luz,

desechando la fracción de mayor tamaño. Las muestras de roca, como dijimos, fueron

lavadas con agua destilada para retirar restos de suelo y posteriormente secadas en

estufa.

III.3.2.1. Determinación del pH

El pH es una de las propiedades más relevantes del suelo, ya que de él dependen

las propiedades físicas de los suelos, y también influye de forma notable en sus

propiedades químicas y biológicas.

El pH en agua de las muestras de suelo se determinó mediante el método

propuesto por Guitián y Carballas (1976). Este método consiste en la determinación

potenciométrica de la concentración de H+

presentes en una suspensión de suelo en

agua, los cuales no están retenidos por el complejo de cambio, y se mantuvieron en

contacto con el suelo el tiempo suficiente para alcanzar el equilibrio.

Page 112: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

107

Para ello, se empleó una relación suelo:agua de 1:2,5, excepto para los

horizontes orgánicos en las muestras de bosque caducifolio, en los que se empleó una

proporción de 1:5. La suspensión se agitó manualmente varias veces durante un periodo

de 10 minutos, tras el cual se procedió a su medición mediante un electrodo de vidrio

(pH-metro Crison, España).

Para la determinación del pH en KCl, también se empleó el método descrito por

Guitián y Carballas (1976). En él se refleja la acidez intercambiable o potencial del

suelo a través de la adición de una disolución acuosa de una sal neutra, el KCl. Se

añadió KCl 0,1 N a la muestra, con una relación suelo:disolución idéntica a la del pH en

agua (1:2,5 para los horizontes minerales y 1:5 para los orgánicos). Al añadir una

disolución de KCl a la muestra, todos los cationes adsorbidos son desplazados a la

disolución del suelo, y su lugar es ocupado por iones K+. Si los cationes ácidos (H

+ y

Al+3

) son abundantes, inducirán un descenso perceptible de pH al pasar a la fase líquida

del suelo (i.e., el K+ actúa desplazando los cationes acidificantes retenidos por el

complejo de cambio). En este caso, deberán transcurrir 2 horas de contacto entre el

suelo y la disolución antes de la medida del pH.

III.3.2.2. Determinación del carbono y nitrógeno totales

Previamente a la determinación de los contenidos totales de C y N, tanto las

muestras de suelo como de roca fueron finamente molidas en un molino de mortero de

ágata (Molino RM 200, RETSCH, ITC, España).

La concentración de estos dos elementos fue determinada empleando un

analizador Elemental Flash serie ThermoFinnigan 1112 Series NC Soil Analyzer.

A partir de los resultados de C y N obtenidos, se calculó la relación C/N,

parámetro relacionado con la mineralización potencial de la materia orgánica del suelo.

Además, se estimó la materia orgánica de los suelos a partir del C orgánico, empleando

el Factor de Van Bemmelen.

III.3.2.3. Caracterización del Complejo de Intercambio Catiónico (CIC).

Suma de cationes básicos intercambiables (SB)

La Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC) es la capacidad que tiene un suelo

para retener y liberar cationes gracias a su contenido en coloides (con carga neta

negativa). De manera general, la caracterización del complejo de intercambio catiónico

en los suelos se lleva a cabo mediante la estimación de los cationes básicos (Na, K, Ca y

Mg) y los acídicos intercambiables (Al).

Page 113: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

108

Los cationes básicos intercambiables se determinaron mediante una extracción

con NH4Cl 1M, siguiendo el protocolo de Peech et al. (1947). Con este método, se

pretende desplazar los cationes básicos con el ión amonio.

A 2 g de muestra de suelo se le añadieron 10 mL de NH4Cl 1M, agitando la

suspensión manualmente para que todo el suelo quede en contacto con la disolución.

Posteriormente, la suspensión permaneció en contacto 14 horas, para filtrarla

posteriormente a través de papel lavado al ácido, y añadir 30 mL más de NH4Cl 1M,

realizando así un lavado del recipiente que contenía la suspensión (procurando arrastrar

todo el suelo del bote al filtro).

Por último, en el sobrenadante, se midieron Na y K por espectrofotometría de

emisión atómica de llama (EEA), y Ca y Mg por espectrofotometría de absorción

atómica de llama (EAA), empleando el equipo Thermo Elemental Solaar M5

spectrometer (EEUU). Para la determinación de Ca y Mg se añadió previamente óxido

de lantano (La2O3) para eliminar las interferencias. Dado que la disolución utilizada no

está tamponada, la extracción de estos cationes se realiza a un pH próximo al del suelo.

La suma de los cationes básicos (Ca2+

, Mg2+

, Na+ y K

+) desplazados por el NH4Cl

constituye la suma de bases (SB). Se hicieron réplicas de hasta un 10% de las muestras,

procurando que fueran lo más representativas posible.

En cuanto a los cationes acídicos intercambiables (Al), su extracción se realiza

tomando 8 g de suelo, a los que se añaden 40 mL de una disolución de KCl 1M (Bertsch

y Bloom, 1996). La suspensión se agitó durante 30 minutos, y posteriormente se filtró

con papel lavado al ácido sobre botes de tapa roja. En el sobrenadante, se midió

finalmente el Al intercambiable mediante espectrofotometría de absorción atómica de

llama.

La capacidad de intercambio catiónico efectiva (CICe) (determinada mediante

disoluciones salinas con pH neutro y semejante al del suelo), se estimó con la suma de

los cationes básicos extraídos con NH4Cl y del Al extraído con KCl.

III.3.2.4. Determinación de la textura del suelo. Granulometría.

Mediante el análisis granulométrico se pretendió conocer la distribución en

porcentaje de las partículas inorgánicas del suelo de viñedo empleado, según su tamaño:

arenas, limos y arcillas. El método consiste en separar las partículas por tamizado para

las fracciones mayores de 50 µm (arena fina y gruesa), y por la velocidad de

sedimentación para aquellas menores de dicho tamaño (limo grueso, limo fino y

arcillas).

Page 114: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

109

Por otro lado, la textura de un suelo viene determinada por la proporción en la

que se encuentran las partículas de los intervalos de tamaño anteriormente descritos,

siguiendo un diagrama textural triangular.

Para determinar la granulometría del suelo, se pesaron 20 g de dicho suelo seco

y tamizado (<2 mm) en un bote de plástico de boca ancha, iniciando a continuación el

proceso de eliminación de la materia orgánica mediante el empleo de peróxido de H

(H2O2). Inicialmente, se añadieron unos mL de H2O2 al 6%, evitando que exista una

reacción muy fuerte que facilite la pérdida de suelo. Transcurridos 2 o 3 días, se

aumentó la concentración de H2O2 hasta el 30%, para acelerar el proceso. Fue necesario

tener precaución con el uso del H2O2 para evitar la pérdida de suelo.

Una vez considerado que la materia orgánica ya está completamente oxidada, se

añadieron 50 mL de HCl 1 M, cuya función es la de disolver los compuestos de Fe y Al

que contribuyen a la agregación del suelo. Se dejó actuar durante 20 minutos, agitando

la suspensión de vez en cuando.

A continuación, se transfirió la suspensión a un embudo con papel de filtro, y se

lavó con agua destilada hasta obtener una respuesta negativa al test de AgNO3,

indicando la ausencia de cloruros.

Tras esta fase, el suelo en el papel de filtro fue pasado con mucho cuidado a una

botella de plástico de 1 L sin que se excedan los 500 mL de volumen en el proceso, y se

le añadieron 20 mL de Calgón, un dispersante compuesto por polifosfato de sodio y

carbonato de sodio. La suspensión se agitó durante unas 2 horas.

Una vez finalizado el proceso de dispersión, se procedió a tamizar en húmedo el

contenido de la botella, ayudándonos de dos tamices, uno de 0,2 mm de luz de malla y

otro de 0,05 mm de luz de malla, lo que nos permitió separar la fracción arena gruesa

(AG) que incluye las partículas entre 2 y 0,2 mm, de la arena fina (AF), que agrupa las

partículas entre 0,2 y 0,05 mm. El material que quedó en ambos tamices tras el tamizado

se pasó a cápsulas de aluminio que se secaron a 110 ºC durante 24 h, determinando su

peso una vez transcurrido este tiempo en una balanza analítica.

El resto del material, de tamaño inferior a 0,05 mm, se vertió en una probeta de

plástico de 1 L de volumen, y se homogenizó durante unos segundos con la ayuda de un

agitador. Tras esta etapa de homogenización, se tomaron alícuotas de 20 mL con una

pipeta Robinson a tres tiempos diferentes, lo que permite la posterior diferenciación en

tamaños en base a la Ley de Stokes.

Page 115: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

110

a T= 0 que incluye las fracciones Limo grueso (LG)+Limo fino (LF)+arcilla

(ARC),

a T= 4 min 48 s que incluye las fracciones Limo fino (LF)+arcilla (ARC),

a T= 8 h que incluye únicamente la fracción arcilla (ARC).

Como ya hemos mencionado, el limo grueso (LG) agrupa las partículas de

tamaño comprendido entre 0,05 y 0,02 mm, mientras que el limo fino (LF) reúne las

partículas entre 0,02 y 0,002 mm de tamaño. Finalmente, la arcilla (ARC) es la fracción

que constituyen las partículas de tamaño inferior a 0,002 mm. Las alícuotas tomadas a

cada tiempo fueron recogidas en crisoles y posteriormente secadas a 110 ºC durante 24

h, determinando su peso una vez transcurrido este tiempo en una balanza analítica.

III.3.2.5. Determinación del contenido total de metales pesados: Hg, Pb y Cr

Previamente a la determinación de los contenidos totales de metales pesados,

tanto las muestras de suelos como de rocas fueron finamente molidas en un molino de

mortero de ágata (Molino RM 200, RETSCH, ITC, España).

El contenido total de Hg en suelos y rocas fue determinado por espectroscopía

de absorción atómica después de la combustión térmica, mediante un autoanalizador de

Hg Nippon-MA 2000 (Japón).

La masa de suelo/roca empleada para el análisis de Hg varió de 50 a 200 mg, y

todos los análisis se llevaron a cabo por duplicado, y se repitieron siempre que el

coeficiente de variación superara el 10%. Los detalles relativos a la calibración, la

detección límite y el rango de trabajo han sido descritos anteriormente por Peña-

Rodríguez et al. (2014).

Como control de calidad, se emplearon materiales de referencia estándar NIST-

1547 (hojas de melocotonero, 31±7 ng g-1

de Hg), NCS MESS-3 (sedimentos de

estuarios, 91±9 ng g-1

de Hg), NCS DC 87101 (suelo, 14±5 ng g-1

de Hg) y NCS DC

73323 (suelo, 290±30 ng g-1

de Hg), los cuales fueron medidos al comienzo de cada

serie de análisis, y se repitieron de nuevo cada 10 muestras medidas.

El analizador de Hg fue recalibrado en los casos en los que la desviación de los

valores de Hg en los materiales estándar estuvo por encima del 5%, para a continuación,

volver a analizar las muestras de suelo/roca desde los últimos valores satisfactorios.

Todos los valores de Hg obtenidos se expresaron referidos a la muestra en peso seco

(105ºC).

Page 116: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

111

Los niveles totales de Pb y Cr en las muestras de suelo/roca fueron determinados

en las muestras molidas mediante un analizador EMMA-XRF de fluorescencia de rayos

X (Cheburkin y Shotyk 1996). Se utilizó el mismo procedimiento para determinar

contenido total de Ti, un elemento no influenciado significativamente por fuentes

atmosféricas, cualidad que nos será útil para los cálculos posteriores. El analizador se

calibró empleando algunos materiales de referencia: NIST, BCR, USGS y CCRM.

Las muestras de suelo y roca se midieron de nuevo por duplicado, y las muestras

de material estándar se midieron cada veinte muestras. Todas las muestras replicaron

con una variación menor al 5%. Los límites de detección (rangos de calibración) fueron:

7 (0,2 a 600 mg kg-1

) de Pb, 10 (5-352 mg kg-1

) para Cr, y 3 (3-1.500 mg kg-1

) para el

Ti.

Los factores de enriquecimiento (FE) de Hg, Pb y Cr, se calcularon a través de la

ecuación (Ec. 3.1), usando el Ti como un elemento que no está significativamente

influenciado por las fuentes atmosféricas (Hissler y Probst, 2006).

FE = ([M]/[Ti])suelo/([M]/[Ti])lit Ec. 3.1

donde ([M]/[Ti])suelo es la relación de las concentraciones para cada uno de los

metales pesados estudiados (Hg, Pb y Cr) y Ti en cada muestra de suelo, y ([M]/[Ti])lit

es la relación media de las concentraciones de cada uno de los metales pesados en la

litología local. Los corchetes indican que se trata de concentraciones en mg kg-1

(para

Ti, Pb y Cr) y µg kg-1

(para el Hg).

III.3.3. Análisis estadístico

Los test estadísticos realizados en este estudio se llevaron a cabo con el

programa SPSS, versión 17.0, empleando un valor de corte de la significación de

P=0,05.

Se realizaron dos tipos de test no paramétricos, la prueba H de Kruskal-Wallis y

el test de Wilcoxon. El primero de ellos se empleó para estimar si el tipo de suelo, la

distancia a la cementera y la profundidad fueron factores influyentes en los valores

obtenidos, tanto en la caracterización general, como en la concentración de los metales

pesados en los suelos. Por otro lado, el test de Wilcoxon se utilizó para comparar

la mediana de dos muestras relacionadas y determinar si existían diferencias entre ellas.

Este test se utiliza como alternativa a la prueba t de Student cuando no se puede suponer

la normalidad de dichas muestras. En nuestro caso, se empleó para realizar una

comparativa de los valores obtenidos según la diferente orientación, y evaluar la posible

influencia de este factor.

Page 117: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

112

III.4. Resultados y discusión

Aunque se tomó muestra y se caracterizaron los horizontes orgánicos (incluso

subhorizontes Oi y Oe+Oa) en cada una de las parcelas de bosque caducifolio para

comprobar el aporte de metales pesados a través de la hojarasca, se muestran solamente

los horizontes minerales de estos suelos, para poder compararlos más fácilmente con los

de pradera.

III.4.1. Caracterización general de los suelos

En la Tabla 3.1 se muestran los resultados obtenidos en la caracterización

general de las muestras de suelo de bosque y pradería a las diferentes distancias de la

planta cementera y para las dos orientaciones estudiadas (NE y SW), diferenciando los

tipos de horizontes (orgánicos y minerales) y profundidades (0-5, 5-10 y 10-20 cm).

El test de Wilcoxon indicó que la orientación no mostró diferencias

significativas (P>0,05) para la mayoría de las características estudiadas en dichos

suelos.

III.4.1.1. pH en agua y KCl

Tanto los suelos de bosque y como los de pradera situados cerca de la cementera

(<1 km) fueron ligeramente ácidos, con un valor medio de pH en agua entre 6,1 y 6,4.

A mayores distancias (1-3 y 3-5 km), se encontró que los suelos tenían un pH más bajo,

con valores medios de 4,7 a 5,2 (según la clasificación de Porta et al. (2003), se trata de

suelos moderadamente ácidos) (Tabla 3.1). En todos los casos, los cambios de pH a

diferentes profundidades fueron prácticamente despreciables, excepto en los horizontes

orgánicos de los suelos forestales, en los que encontramos los valores más reducidos.

No se encontraron diferencias significativas en los valores de pH en agua en

relación con el uso del suelo (observando los horizontes minerales). Además, según los

datos obtenidos en el test de Wilcoxon, no existen diferencias significativas en el pH de

los suelos con respecto a la orientación (NE o SW).

En cambio, según el test no paramétrico de Kruskal-Wallis, sí existen

diferencias significativas (p<0,05) en el pH de ambos tipos de suelos con respecto a

la distancia a la cementera.

En los suelos analizados, el pH en KCl fue menor que en agua, lo que denota un

predominio de carga negativa en el suelo (Tabla 3.1). Los test estadísticos realizados

reflejaron que, al igual que el pH en agua, existen diferencias significativas en el pH de

Page 118: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

113

ambos tipos de suelos (forestal y pradera) con respecto a la distancia a la cementera,

pero no con respecto a la orientación, el uso del suelo y la profundidad de muestreo.

Los bajos valores de pH observados en los suelos estudiados próximos a la

cementera fueron concordantes con los obtenidos por otros autores en suelos de pradera

y forestales de hoja caduca en la zona atlántica del suroeste europeo, encontrándose

entre 5,3-5,7 y 4,6-5,1 para suelos de pasto y de bosque respectivamente (López-

Mosquera et al., 2005, Franco-Uría et al., 2009, Seco-Reigosa et al., 2015, Álvarez et

al., 2002 y 2008, y Eimil-Fraga et al., 2015).

Esta acidez del suelo se atribuye a la pobreza de minerales resistentes al desgaste

debido a los agentes atmosféricos en la litología local, así como el clima húmedo de la

zona, que provoca una intensa lixiviación de cationes (Macías et al., 1982). Algunos

valores más elevados de lo habitual (por encima de 6,0) observados en dos suelos de

pradera y bosque cercanos a la cementera (a menos de 1 km) pueden ser consecuencia

de la propagación del polvo rico en Ca durante la obtención, trituración y transporte de

piedra caliza empleada para la producción de clínker.

III.4.1.2. Niveles de carbono y nitrógeno totales

Los valores medios correspondientes al contenido total de C orgánico

disminuyeron con la profundidad del suelo, oscilando entre 67-83 y 53-56 g kg-1

en

los primeros cm (0-5 cm) para los suelos forestales y praderas, respectivamente. El N

total también mostró una tendencia similar a disminuir con la profundidad tanto en

los suelos de pastos como en los forestales, con los valores medios más bajos entre 2,4-

3,5 g kg-1

en la capa de suelo 10 a 20 cm (Tabla 3.1).

El contenido total de C orgánico fue mayor en suelos forestales que en los de

pradería debido a la aportación de la hojarasca. En cambio, no hubo diferencias

significativas en la concentración total de N en ambos tipos de suelo, lo cual podría

estar relacionado con la aplicación de purín de vacuno a los suelos de pradera, con el fin

de cubrir las necesidades de N para suelos cultivados, que se encuentra en el orden de

30-60 kg N ha-1

para pastos de forraje (López-Mosquera et al., 2005).

A partir de los datos obtenidos de C y N, se determinó la relación C/N. Ésta nos

permite inferir la actividad biológica del medio, ya que es indicativa de la evolución de

la materia orgánica en el suelo (mineralización). Así, si el valor de C/N para la materia

orgánica de un suelo es bajo, ello supone que los componentes predominantes son

ácidos húmicos y/o huminas. Si, al contrario, son altos o muy altos, implicaría que los

componentes predominantes son ácidos fúlvicos y/o materia orgánica escasamente

humificada. A modo orientativo, para los ácidos fúlvicos C/N>15, los ácidos húmicos se

sitúan en 10<C/N<15, y las huminas en valores inferiores a 10.

Page 119: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

114

En nuestro caso, la relación C/N en los horizontes orgánicos de los suelos de

bosque caducifolio fue notablemente más elevada que en los horizontes minerales de

bosque y pradera, fundamentalmente en el subhorizonte Oi (el de hojarasca menos

descompuesta), alcanzando valores entre 30,1 (valor máximo en el punto de muestreo

perteneciente al subhorizonte Oi a 5 km de la cementera y orientación SW) y 23,6 (que

corresponde al punto a menos de 1 km del foco de emisión y orientación NE, Tabla

Suplementaria S3.1). Esto es indicativo de un notable contenido de C orgánico en

dichos horizontes, y que predomina la materia orgánica poco descompuesta. En el

subhorizonte (Oe+Oa) desciende ligeramente la concentración de C, y por tanto,

disminuye también la relación C/N.

En los horizontes minerales, correspondientes a horizontes A, tanto de bosque

como de pradería, los valores entre los que se encuentra la relación C/N varían entre

14,5 y 9,6, (excepto en uno de los suelos de bosque, a menos de 1 km de la cementera y

con orientación NE, donde en su capa más superficial, se alcanza un valor de 23,6), Así,

podemos decir que en general, predominan los ácidos húmicos. Esta relación desciende

paulatinamente con la profundidad, alcanzando los valores más bajos en el rango 10-20

cm, al igual que sucedía con el contenido total de C y N.

Por otro lado, el contenido en materia orgánica (MO) de un suelo puede ser

estimado multiplicando la concentración del carbono orgánico por un factor constante

(Factor de Van Bemmelen) basado en el porcentaje promedio de carbono (C) en la

materia orgánica. Dicho factor, cuyo valor estimado es 1,724, asume que la materia

orgánica del suelo contiene un 58% de C orgánico (Carrasco, 1984).

Por lo tanto, la materia orgánica ha sido calculada mediante la ecuación (Ec.

3.2):

MO = C * 1,724 Ec. 3.2

Como se observa en la Tabla S1, lógicamente los valores más altos de materia

orgánica se encontraron el horizonte O de los suelos forestales, y en los primeros cm del

horizonte A.

Según el test de Kruskal-Wallis, existen diferencias significativas (p<0,05)

tanto en el porcentaje de C y N, como en la relación C/N y el contenido en materia

orgánica de ambos tipos de suelos (forestal y pradera) con respecto a la profundidad

del muestreo, pero no considerando la distancia a la cementera.

Para los suelos forestales, se encontró que la orientación fue un factor influyente

en la relación C/N, particularmente en los subhorizontes (Oe + Oa).

Page 120: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

115

III.4.1.3. Capacidad de intercambio catiónico efectiva (CICe)

La CIC expresa el número de moles de iones de carga positivos adsorbidos que

pueden ser intercambiados por unidad de masa. En unidades del Sistema Internacional

(SI) se expresa en centimoles de carga positiva por kg (cmol(+) kg-1

o bien cmolc kg-1

).

También se emplea como unidad el meq/100g (miligramos equivalentes de hidrógeno

por 100 g de suelo). El valor numérico es el mismo con ambas unidades (Porta et al.,

2003).

A distancias inferiores a 1 km, los valores medios de CICe fueron más altos en

los suelos forestales (23-33 cmolc kg-1

) que en los de pradera (15-20 cmolc kg-1

) (Tabla

3.1), en cambio, a mayores distancias, fue similar para ambos usos del suelo. Los

valores más elevados de CICe se dieron, por lo general, en los horizontes orgánicos de

los suelos forestales, fundamentalmente en el subhorizonte Oi.

En todos los casos, los valores de CICe disminuyeron considerablemente con

la profundidad del suelo, hasta alcanzar las concentraciones más bajas en la capa de

10-20 cm (Tabla 3.1). Los cationes básicos, especialmente el Ca, predominaron en los

sitios de cambio de los coloides del suelo.

La SB y la CICe para los suelos ubicados a menos de 1 km de la cementera

fueron muy similares (Tabla 3.1). Para las demás distancias (1-3 y 3-5 km), el Al

intercambiable supuso un porcentaje de sitios intercambiables cerca del 10-40%

(porcentaje de saturación de Al, SAl), aumentando con la distancia a la planta

cementera (Tabla 3.1).

Según los test estadísticos realizados, la CIC fue un parámetro claramente

influenciado por la distancia a la cementera y la profundidad en los dos tipos de

suelos analizados, tanto forestales como de pradera (Tabla 3.1). En cambio, los valores

obtenidos no presentaron diferencias significativas con respecto a la orientación.

En los suelos de pradera y bosque a menos de 1 km de la cementera, se observan

valores más altos en la suma de cationes básicos (SB) y en la CICe que para las demas

distancias, lo cual puede ser consecuencia de la propagación del polvo con Ca durante la

obtención de la piedra caliza. A medida que nos distanciamos del foco de emisión, estos

valores van disminuyendo, alcanzando valores muy similares a los obtenidos en otros

estudios para suelos de pradera (6,2-29,8 cmolc kg-1

) y forestales (2,3-12,2 cmolc kg-1

)

en el NW de España (Álvarez et al., 2002, Eimil-Fraga et al., 2015 y Seco-Reigosa et

al., 2015).

Page 121: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

116

III.4.1.4. Análisis granulométrico

En lo que respecta a la distribución de tamaños de partículas en los suelos

seleccionados próximos a la cementera, podemos destacar que dominó la fracción de

arena (60% en promedio), seguido por la fracción de arcilla (28%) y la fracción de limo

(12%), resultando la textura franco-arcillo-arenosa predominante (71% de las

muestras) (Fig. 3.9).

Fig. 3.9. Textura de los suelos de bosque y pradera analizados en los alrededores de la planta cementera

de Oural.

Arc

illa

(%)

Arena (%)

Page 122: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Tabla 3.1. Valor medio y desviación estándar (entre paréntesis) de diferentes propiedades de los suelos analizados (de pradera y forestales) en el entorno de la cementera de

Oural.

Uso del suelo Orientación Distancia Profundidad (cm) nb pHw

c C N SB

c CICe

c SAl

c

g kg-1

cmolc kg-1

%

Pradera NE+SW < 1km 0–5 6 6,3 (0,6) 56 (21) 5,0 (1,8) 20 (8) 20 (8) 3

5–10 6 6,1 (0,4) 40 (14) 3,9 (1,3) 16 (8) 16 (8) 4

10–20 6 6,2 (0,5) 28 (8) 2,9 (0,7) 15 (8) 15 (7) 8

1–3km 0–5 6 5,2 (0,1) 54 (13) 4,8 (1,2) 11 (4) 11 (4) 5 (2)

5–10 6 5,2 (0,2) 36 (10) 3,4 (1,0) 8 (4) 8 (4) 17 (9)

10–20 6 5,2 (0,3) 28 (13) 2,7 (1,1) 5 (2) 6 (2) 21 (20)

3–5km 0–5 6 5,1 (0,4)a 53 (24)

a 4,5 (1,7) 8 (4) 8 (4) 10 (11)

5–10 6 5,2 (0,3) a

38 (11) a

3,3 (0,8) 4 (2) 5 (2) 22 (13)

10–20 6 5,1 (0,3) a

30 (12) a

2,6 (0,9) 3 (1) 4 (1) 25 (11)

Forestal NE+SW < 1km 0–5 6 6,4 (0,5) 75 (25) 5,7 (1,7) 33 (15) 33 (15) n.d.

5–10 6 6,4 (0,7) 55 (15) 4,6 (1,1) 23 (14) 23 (14) n.d.

10–20 6 6,5 (0,8) 41 (9) 3,5 (0,8) 19 (12) 23 (14) 3

1–3km 0–5 6 4,9 (0,4) 83 (36) 5,8 (2,1) 13 (5) 14 (4) 11 (13)

5–10 6 5,0 (0,4) 43 (15) 3,4 (1,4) 6 (3) 7 (3) 25 (20)

10–20 6 5,1 (0,3) 29 (15) 2,4 (1,0) 4 (2) 6 (1) 29 (19)

3–5km 0–5 6 4,7 (0,4) 67 (29) 5,0 (1,9) 7 (6) 9 (6) 25 (20)

5–10 6 4,8 (0,3) 44 (18) 3,9 (1,4) 3 (0) 5 (1) 36 (11)

10–20 6 4,9 (0,2) 31 (13) 2,5 (1,2) 3 (1) 4 (1) 34 (10)

n.d.: no determinado. a

Los valores de pHw y C son significativamente diferentes (Test de Wilcoxon, P < 0,05) en los suelos de pradera dependiendo de las orientaciones respecto a la

planta cementera. b n es el número de muestras de suelo en función del uso del suelo, la distancia a la cementera y la profundidad.

c pHw, SB, CICe y SAl son valores de pH medidos en agua destilada, Suma de Bases o cationes básicos (Na, K, Ca, Mg), Capacidad de Intercambio Catiónico

efectiva y porcentaje de saturación de Al en el complejo de intercambio catiónico, respectivamente.

Page 123: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

118

III.4.2. Contenido total de metales pesados (Hg, Pb y Cr) en los suelos y en

la litología local

En la Fig. 3.10 y en la Tabla 3.2 se refleja el promedio del contenido total de

Hg, Pb y Cr, así como de Ti, en la litología (cuarcitas, esquistos, esquistos pizarrosos

y pizarras, y esquistos micáceos) de los suelos de la zona estudiada. Estos datos del

material de partida se emplearon para realizar una comparación con los niveles

obtenidos en los diversos suelos, y evaluar el grado de enriquecimiento.

Fig. 3.10. Contenido total de metales pesados (Hg, Pb, Cr) y Ti en las muestras de roca recogidas como

material de partida en los alrededores de la planta cementera de Oural: cuarcitas (Cuarc), esquistos (Esq),

esquistos pizarrosos y pizarras (Esq-piz) y esquistos micáceos (Esq-mic). Las columnas representan los

valores, y las barras de error muestran la variación estándar.

Hg (

µg k

g-1

)

0

4

8

12

16

20

Quart Schist Sla-Sch Mic-Sch

Pb

(m

g k

g-1

)

0

5

10

15

20

25

30

35

40

Quart Schist Sla-Sch Mic-Sch

Cr (

mg k

g-1

)

0

25

50

75

100

125

150

Quart Schist Sla-Sch Mic-Sch

Ti

(mg k

g-1

)

0

1000

2000

3000

4000

5000

6000

7000

Quart Schist Sla-Sch Mic-Sch

Cuarc Esq-piz Esq Esq-mic Cuarc Esq-piz Esq Esq-mic

Cuarc Esq-piz Esq Esq-mic Cuarc Esq-piz Esq Esq-mic

Page 124: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

119

Tabla 3.2. Concentración de metales pesados (Hg, Pb y Cr) y Ti en las muestras de roca seleccionadas en

las proximidades de la planta cementera de Oural.

Muestra Orientación Uso

suelo

Distancia

(km)

Litología Hg Pb Cr Ti

μg kg− 1

mg kg− 1

R1 NE Pradería 1–3 Cuarcita 4,8 22,8 99,0 5130

R2 NE Pradería 1–3 Cuarcita 6,9 6,5 113,0 6367

R3 NE Forestal 3–5 Cuarcita <2,0 16,3 59,0 5100

R4 SW Pradería 3–5 Cuarcita 14,6 31,3 112,0 7113

R5 SW Pradería 3–5 Cuarcita 5,3 21,7 88,0 6983

R6 NE Pradería 3–5 Esquisto 3,2 25,0 100,0 5081

R7 NE Pradería 3–5 Esquisto 2,0 29,6 82,0 3792

R8 NE Pradería 1–3 Esq. micáceo 4,3 27,4 128,0 5650

R9 NE Pradería 1–3 Esq. pizarroso 4,5 26,0 116,0 4279

R10 NE Pradería <1 Esq. micáceo 4,3 37,0 102,0 3300

R11 NE Forestal 3–5 Esquisto 2,2 25,6 93,0 4639

R12 NE Forestal 3–5 Esquisto <2,0 30,0 64,0 3882

R13 NE Forestal 3–5 Esquisto 3,1 27,1 97,0 4418

R14 NE Forestal 1–3 Esq. micáceo 12,1 17,1 130,0 6300

R15 NE Forestal 3–5 Gneis 2,5 22,3 44,0 3772

R16 NE Forestal 3–5 Pizarra 3,9 18,6 69,0 5330

R17 SW Pradería 3–5 Esquisto 12,1 24,2 94,0 5794

R18 SW Pradería <1 Esq. pizarroso <2,0 18,0 99,0 3500

R19 SW Pradería 3–5 Pizarra 3,3 2,6 46,0 1422

R20 SW Pradería <1 Esq. pizarroso <2,0 18,0 74,0 3800

R21 SW Pradería <1 Esq. pizarroso 5,7 15,0 111,0 4800

R22 SW Pradería <1 Esq. pizarroso 4,7 9,0 78,0 4400

R23 SW Forestal <1 Esquisto 3,4 26,0 82,0 4400

R24 SW Forestal 3–5 Esquisto 2,0 8,6 33,0 1584

R25 SW Forestal 3–5 Esquisto 7,8 35,6 58,0 2095

R26 SW Forestal 3–5 Esquisto 13,1 20,9 29,0 947

R27 SW Forestal <1 Esq. micáceo <2,0 35,0 115,0 4400

Media 5,7 22,1 85,7 4381

Mediana 4,4 22,8 93,0 4400

Máximo 14,6 37,0 130,0 7113

Mínimo 2,0 2,6 29,0 947

Lím.cuantificación 2.0 1.0 15.0 600

Page 125: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

120

En la Tabla suplementaria 3.1 (S3.1) y en las Fig. 3.11-3.15 se muestran los

resultados obtenidos para el contenido total de cada uno de los tres metales analizados

en los suelos estudiados (Hg, Pb, Cr), junto con el Ti, a las distintas distancias de la

planta cementera (<1, 1-3 y 3-5 km), según el uso del suelo (pradera o bosque

caducifolio) y la orientación (noreste -NE- o suroeste -SW-). Los valores de cada metal

se representaron para las diferentes profundidades a las que se tomó muestra en el suelo

mineral (0-5, 5-10 y 10-20 cm).

Podemos decir que, en vista de los resultados obtenidos, en la mayoría de los

casos, la distancia a la planta cementera no fue un factor influyente en el contenido de

metales pesados en los suelos analizados.

Para el contenido total de Hg (HgT) en el suelo, se encontraron valores medios

entre 10-144 μg kg-1

, siendo significativamente mayores en los suelos forestales que en

los de pradera (Fig. 3.11 y Tabla S1), según se muestra en el test de Wilcoxon (Z=-

5,515; P=0,000). Así, el uso del suelo fue un factor influyente en los valores de HgT

para las tres distancias estudiadas, ya que los suelos de bosque mostraron una mayor

concentración de HgT que los de pradera, sobre todo en la distancia más cercana a

la planta cementera (<1 km), alcanzando valores de hasta 73 μg kg-1

en la capa más

superficial de suelo (Fig. 3.11). Estos resultados son similares a los obtenidos por

Fukuzaki et al. (1986) en suelos forestales y no forestales próximos a una planta

cementera en Japón. Además, es lógico que se obtenga una mayor eficiencia de captura

de Hg atmosférico por las masas arbóreas con respecto a las plantas herbáceas (St.

Louis et al., 2001; Nelson et al., 2008), ya que la cubierta vegetal favorece la deposición

seca de Hg (Zhang et al., 2009).

Por otro lado, en los suelos forestales se encontró que los niveles de HgT

situados en el SW de la planta cementera fueron significativamente mayores que en

NE (test de Wilcoxon, Z=-2,643; P=0,008), mostrando para ambas orientaciones un

rango de 27 a 117 μg kg-1

(Fig. 3.11 y Tabla S1). El hecho de que los suelos con un

mayor contenido en HgT se encuentren en contra de los vientos dominantes (SW),

sugiere que existe una mayor contribución de la deposición seca de Hg en suelos

situados en el SW que en los suelos del NE con respecto a la cementera. Por otra parte,

las diferencias de concentración de HgT entre las dos orientaciones estudiadas fueron

mayores en los suelos forestales más próximos a las instalaciones de la fábrica (<1

km), donde se esperaba una mayor contribución de la deposición de HgT debido a la

proximidad a la fuente de emisión (Rothenberg et al., 2010). Branquinho et al. (2008)

también observaron que existe un mayor impacto debido al polvo producido en la

fabricación de clínker en el intervalo de 200 a 1.000 m de distancia a una planta

cementera.

Page 126: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

121

Estos valores de HgT mostraron una tendencia a disminuir con la profundidad en

los suelos de bosque (χ2=9,951, P=0,007), mientras que en las praderas la concentración

de metales fue bastante homogénea.

Como ocurre en los suelos forestales, los valores medios de HgT que se

detectaron en los suelos de pradería (entre 25-49 μg kg-1

) situados en el SW fueron

significativamente mayores que en NE (test de Wilcoxon, Z=-2,667; P=0,008). Sin

embargo, tanto la distancia a la misma como la profundidad del suelo no fueron factores

influyentes en los valores de HgT para los suelos de pradera en ambas orientaciones.

Se observa además un patrón decreciente en la concentración de HgT con la

profundidad en los suelos forestales, ya que este metal posee una gran afinidad por el

C orgánico (Skyllberg et al., 2006), cuya concentración también disminuye con la

profundidad del suelo (Guedron et al., 2009; Obrist et al., 2011; Richardson et al.,

2013). Por el contrario, prácticas agrícolas frecuentes en los suelos de pradera podrían

justificar las similitudes en el contenido de HgT en las diferentes profundidades.

Finalmente, la caída de restos vegetales senescentes (hojarasca, llamada en inglés

litterfall) contribuye en una mayor acumulación de Hg en suelos forestales en

comparación con los no forestales. Así, la hojarasca proporciona materia orgánica a la

parte más superior del suelo, favoreciendo la retención de este metal y al mismo tiempo,

se considera una de las principales vías para la transferencia de Hg desde la atmósfera

a los ecosistemas terrestres (Demers et al., 2007; Juillerat et al., 2012).

A más de 1 km de la cementera, el contenido de HgT no varió sustancialmente

con la distancia en los suelos estudiados (Fig. 3.11), tal como describieron también

Schuhmacher et al. (2002, 2009) para suelos próximos a una fábrica de cemento en

Cataluña. Sin embargo, debido a la alta volatilidad de este metal, la cual permite su

transporte a través de las masas de aire, no se puede descartar que el Hg se acumule en

los suelos situados a distancias mayores a las evaluadas en este estudio.

Los valores medios de HgT obtenidos en los suelos forestales cercanos a la

cementera de Oural (27-117 µg kg-1

) (Fig. 3.11 y Tabla S1) fueron inferiores a los

encontrados por Fukuzaki et al. (1986) en suelos próximos a una planta cementera en

Japón (170-810 µg kg-1

). Sin embargo, se encuentran en el rango de concentraciones

halladas en horizontes A de suelos forestales en otros países (9-280 µg kg-1

)

desarrollados sobre rocas metamórficas (Nóvoa-Muñoz et al., 2008;. Obrist et al., 2011;

Szopka et al., 2011). En suelos de pradera, los valores de HgT encontrados fueron

similares a los descritos por Rodríguez Martín et al. (2006) en la capa superficial de un

suelo agrícola en el NE de España (36 µg kg-1

), así como por Ottesen et al. (2013) en

suelos de pastoreo en toda Europa (con un valor medio de HgT de 35 µg kg-1

). Algo

superiores fueron los valores medios encontrados en suelos cercanos a dos cementeras

en Cataluña (60-210 µg kg-1

) (Rovira et al., 2011a,b), aunque la falta de datos de Hg en

Page 127: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

122

el material parental del suelo nos impide establecer una relación entre la producción de

cemento y la acumulación de este metal en el mismo.

En nuestro caso, es importante destacar que las concentraciones de HgT

encontradas en los suelos estudiados son considerablemente elevadas en

comparación con la litología local, lo cual es especialmente notable, como ya hemos

dicho, en los suelos forestales, donde los factores de enriquecimiento (FE) alcanzaron

valores de hasta 36 (Tablas 3.3 y S1). Estos resultados tienen cierta importancia, ya que

la acumulación de Hg en suelos es un tema de preocupación ambiental, particularmente

en suelos de pradera, donde la inundación temporal puede favorecer la transformación

del mercurio en metil-Hg, el cual es altamente tóxico.

En lo que respecta al contenido total de Pb (PbT) en los suelos próximos a la

cementera, varió desde el límite de detección (1 mg kg-1

), hasta 41,3 mg kg-1

(Fig. 3.12

y Tabla S1), y el test de Wilcoxon indicó que estos valores fueron significativamente

mayores en los suelos forestales que en los de pradera (Z=-4,155, P=0,000).

Los valores medios de PbT obtenidos en los suelos de pradera estuvieron entre

19,4 y 23,8 mg kg-1

(Fig. 3.12 y Tabla S1). Estos resultados concuerdan con los

encontrados por otros autores (Paz-González et al., 2000; López-Mosquera et al., 2005;

Franco-Uría et al., 2009; Seco-Reigosa et al., 2015) en suelos agrícolas y praderas del

NW español (con una media entre 11,7 y 29,4 mg kg-1

) y en suelos agrícolas del NE

(con un contenido medio de 17,1 mg kg-1

) (Rodríguez Martín et al., 2006).

Para los suelos de bosque, los valores de PbT estuvieron en el rango 20,4-32,9

mg kg-1

, obteniéndose que los situados en el SW de la cementera mostraron mayor

concentración que los localizados en el NE (test de Wicoxon Z=-2,054, P=0,040). Estos

resultados fueron también semejantes a los obtenidos en suelos forestales del NW de

España (13-33 mg kg-1

) (Fernández y Carballeira, 2001; Seco-Reigosa et al., 2015).

Según los tests estadísticos aplicados, la profundidad del suelo y la distancia a

la cementera no fueron factores influyentes en el contenido de PbT tanto en los

suelos de pradera como en los de bosque. La baja tasa de emisión de Pb por la

cementera de Oural, junto con las prácticas agrícolas en los suelos de pradería, ratifica

la ausencia de diferencias significativas respecto al contenido de PbT en los suelos a

diferentes profundidades. Esto contrasta con lo que obtuvieron Al-Khashman y

Shawabkeh (2006), con valores de PbT más elevados a profundidades de 0-10 cm (55

mg kg-1

) que a 10-20 cm (24 mg kg-1

).

Page 128: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

123

Fig. 3.11. Contenido de mercurio en los suelos de pradera (izq.) y bosque (dcha.) en los alrededores de la

planta cementera de Oural, en función de la orientación (NE o SW), distancia a la cementera (< 1 km, 1-3

km, 3-5 km) y profundidad del suelo. Los símbolos representan los valores, mientras que las barras de

error muestran la desviación estándar.

Pradera Forestal

Pro

fun

did

ad

(cm

) P

rofu

nd

idad

(cm

) P

rofu

nd

idad

(cm

)

Page 129: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

124

Los valores de PbT obtenidos en los suelos de este estudio son muy similares a

los observados en otros también próximos a cementeras en Cataluña (valores medios

entre 12-16 mg kg-1

) (Schuhmacher et al., 2002; Rovira et al., 2014), aunque algo

superiores a los encontrados en suelos cercanos a otras plantas cementeras (con rangos

comprendidos entre 51-55 mg kg-1

) (Al-Khashman y Shawabkeh, 2006; Rovira et al.,

2011b; Wang et al., 2014). Según Al-Khashman y Shawabkeh (2006), las altas

concentraciones de PbT en suelos próximos a estas instalaciones se deben a la quema de

combustibles fósiles empleados para calentar los hornos de la cementera.

El que la distancia a la cementera de Oural no sea un factor influyente en el

contenido de PbT en los suelos estudiados concide con los resultados obtenidos por

Schuhmacher et al. (2002), y podría ser atribuido al bajo grado de emisión de este metal

durante la producción de cemento. Sin embargo, la gran capacidad de los árboles para

filtrar las masas de aire podría aumentar la deposición de Pb atmosférico en suelos

forestales, lo que justifica una concentración ligeramente más alta en los suelos de

bosque que en los de pradera (Fig. 3.10). Por otra parte, el Pb es considerado un metal

pesado semivolátil (Conesa et al., 2008), lo que favorece su acumulación en los suelos

próximos a las instalaciones de la fábrica de cemento (Al-Khashman y Shawabkeh,

2006).

De todas formas, los niveles de PbT en estos suelos no son preocupantes, ya que

se encuentran por debajo del rango de 30-100 mg kg-1

definido para la fitotoxicidad

(Hashim et al., 2011), y con un bajo grado de movilidad del metal, debido a su probable

asociación con la materia orgánica (el papel de otros compuestos, como carbonatos o

sulfatos, en la inmovilización del Pb en el suelo es despreciable, ya que apenas están

presentes en el mismo).

Además, estos resultados fueron similares a los encontrados en la litología

local (Fig. 3.10), lo que sugiere que el material de partida del suelo sería la fuente de

este metal, y que la contribución de la planta cementera en lo que respecta al Pb es

prácticamente insignificante. Los niveles de PbT en los suelos que rodean a la cementera

de Oural se encuentran en el rango de los obtenidos por Macías y Calvo (2009) (19-31

mg kg-1

) en suelos desarrollados a partir de materiales de un origen similar en el NW de

España, reforzando la idea de que sea la litología el principal fuente de este metal.

Page 130: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

125

Fig. 3.12. Contenido de plomo en los suelos de pradera (izq.) y bosque (dcha.) en los alrededores de la

planta cementera de Oural, en función de la orientación (NE o SW), distancia a la cementera (< 1 km, 1-3

km, 3-5 km) y profundidad del suelo. Los símbolos representan los valores, mientras que las barras de

error muestran la desviación estándar.

Pradera Forestal P

rofu

nd

ida

d (

cm)

Pro

fun

did

ad

(cm

) P

rofu

nd

idad

(cm

)

Page 131: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

126

Por otro lado, el contenido total de Cr (CrT) en los suelos próximos a la

cementera de Oural alcanzó valores medios en los suelos de pradera de entre 61-119 mg

kg-1

, los cuales no difirieron mucho de los observados en los suelos de bosque (66-120

mg kg-1

) (Fig. 3.13). Además, no mostraron diferencias significativas con respecto a

la profundidad del suelo, siendo bastante uniforme en los perfiles estudiados, tanto de

pradera como forestales (en estos últimos a partir de los 5 cm de profundidad).

Los valores obtenidos para el CrT en los suelos de pradera fueron muy

similares a los obtenidos en otros estudios de suelos agrícolas y praderas en el NW de

España (dentro del rango 40-54 mg kg-1

) (Paz-González et al., 2000; López-Mosquera

et al., 2005; Franco-Uría et al., 2009), e incluso en suelos de pasto desarrollados a partir

de cuarcita en la misma zona, obteniéndose concentraciones entre 39-78 mg kg-1

(Seco-

Reigosa et al., 2015). En nuestro caso, la distancia a la cementera fue un factor

influyente en el contenido de CrT en los suelos de pradera (χ2=30,971, P=0,000), con

concentraciones más altas cuanto más lejos de las instalaciones de la misma.

En lo que respecta al contenido de CrT en los suelos de bosque, las

concentraciones más elevadas se encontraron en las capas más superficiales (0-5

cm) de los suelos situados en el NE y a menos de 1 km de la cementera (Fig. 3.13).

Comparando los resultados obtenidos con otros estudios similares, coinciden con

otros autores que apuntan a que el origen de este metal en praderas y suelos agrícolas

sería litológico (Rodríguez Martín et al., 2006; Franco-Uría et al., 2009). Lo mismo

sucede en zonas boscosas del NW de España, en donde se obtuvieron valores de CrT en

el rango 41-100 mg kg-1

(Fernández y Carballeira, 2001; López-Mosquera et al., 2005;

Seco-Reigosa et al., 2015), relacionando de nuevo el contenido de Cr a la litología

local.

Otros autores hallaron valores de CrT del orden de 10 a 50 mg kg-1

en los

primeros cm en suelos próximos a diferentes cementeras (Schuhmacher et al., 2002,

2009; Al-Khashman y Shawabkeh, 2006; Bermúdez et al., 2010; Rovira et al., 2011a, b,

2014), y concluyeron que parte del mismo podría provenir de fuentes antropogénicas.

Por el contrario, en suelos cercanos a una planta cementera en Nigeria, se encontraron

valores de CrT en torno a 126-399 mg kg-1

, aunque estos suelos no se consideraron

contaminados por el metal, ya que el contenido habitual en los mismos es cercano a 200

mg kg-1

(Asubiojo et al., 1991). Por otro lado, aunque los valores de CrT en nuestros

suelos son cuantitativamente similares a los reportados por Isikli et al. (2003) (con

valores medios entre 66-93 mg kg-1

), en nuestro caso, no hemos encontrado una

disminución de la concentración en los suelos en función de la distancia a las

instalaciones, lo que estos autores atribuyen a un efecto de la contaminación de la

cementera.

Page 132: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

127

Fig. 3.13. Contenido de cromo en los suelos de pradera (izq.) y bosque (dcha.) en los alrededores de la

planta cementera de Oural, en función de la orientación (NE o SW), distancia a la cementera (< 1 km, 1-3

km, 3-5 km) y profundidad del suelo. Los símbolos representan los valores, mientras que las barras de

error muestran la desviación estándar.

Forestal

Pradera Forestal P

rofu

nd

ida

d (

cm)

Pro

fun

did

ad

(cm

) P

rofu

nd

ida

d (

cm)

Page 133: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

128

Así, las concentraciones de CrT encontradas en los suelos estudiados fueron

muy semejantes a las de los fragmentos de roca recogidos en los mismos (Fig. 3.10),

tal como sucedía con el Pb, por lo que el Cr presente en los suelos probablemente

tendría también un origen litológico. En este sentido, este metal puede estar presente en

la composición química de minerales que constituyen a las rocas metamórficas

diseminadas por toda el área de estudio, o isomórficamente sustituyendo al Fe o al Mn.

A pesar de que los niveles de CrT en los suelos cercanos a la planta cementera de

Oural están en el rango (75-100 mg kg-1

) considerado como fitotóxico por Kabata-

Pendias y Pendias (1992), su movilidad biogeoquímica es bastante baja a corto plazo

debido al desgaste al exponerse a la intemperie del material de partida. Esto también nos

hace considerar como extremadamente bajo el riesgo potencial del CrT acumulado en

estos suelos para los seres humanos.

En lo que respecta al Ti, se alcanzaron valores entre 3.800 y 6.700 mg kg-1

en los

suelos estudiados, con los niveles más bajos correspondientes a los suelos de bosque y

pradera localizados a menos de 1 km de la planta cementera (Fig. 3.14 y Tabla S1).

Los valores de fondo geoquímico de los metales pesados y Ti en la litología

local dentro del área de estudio fueron estimados mediante el análisis de 27 muestras de

fragmentos de roca, tratando de ser lo más representativos posible de la litología

dominante, el uso del suelo y las orientaciones y distancias respecto a la fábrica de

cemento (Fig. 3.10). Los valores medios de estos elementos en las muestras de roca se

emplearon para calcular los factores de enriquecimiento (FE) de los suelos (Tabla

3.3). El valor medio de HgT en las muestras de roca fue de 3,6 ng g-1

, mientras que la

concentración media de PbT estuvo entre 3-30 mg kg-1

y el valor medio de CrT resultó

de 93 mg kg-1

(Tabla S1). Finalmente, el Ti presentó un valor medio de 4.400 mg kg-1

,

siendo las cuarcitas las rocas con mayor concentración de este elemento.

Los valores medios correspondientes a los FE de los metales pesados se

muestran en la Tabla 3.3. Para el Hg (HgFE) estuvieron entre 4,5 y 36,0 (Fig. 3.15),

siendo significativamente mayores en suelos forestales que en los de pradera (test de

Wilcoxon, Z=-5,352, P=0,000), y en los suelos situados al SW de la planta cementera en

comparación con los del NE (test de Wilcoxon test de Wilcoxon Z=-2,246, P=0,025 y

Z=-2,883, P=0,004 para suelos de pradera y bosque respectivamente). La distancia a la

cementera fue también un factor de variación para el HgFE en los suelos de bosque

(χ2=16,952, P=0,000), mientras que la profundidad no parece que haya influido en los

FE para este metal.

Page 134: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

129

Fig. 3.14. Contenido de titanio en los suelos de pradera (izq.) y bosque (dcha.) en los alrededores de la

planta cementera de Oural, en función de la orientación (NE o SW), distancia a la cementera (< 1 km, 1-3

km, 3-5 km) y profundidad del suelo. Los símbolos representan los valores, mientras que las barras de

error muestran la desviación estándar.

Ti (mg kg-1

)0 2000 4000 6000 8000

Dep

th (

cm)

0

5

10

15

20

<1 km

0 2000 4000 6000 8000

Dep

th (

cm)

0

5

10

15

20

1-3 km

0 2000 4000 6000 8000

Dep

th (

cm)

0

5

10

15

20

3-5 km

Ti (mg kg-1

)0 2000 4000 6000 8000

0

5

10

15

20

<1 km

0 2000 4000 6000 8000

0

5

10

15

20

1-3 km

0 2000 4000 6000 8000

0

5

10

15

20

3-5 km

NESW

NESW

NESW

NESW

NESW

NESW

Pradera Forestal

Pro

fun

did

ad

(cm

) P

rofu

nd

idad

(cm

) P

rofu

nd

idad

(cm

)

Page 135: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

130

Los HgFE (Fig. 3.15) alcanzaron niveles que son considerados indicativos de un

enriquecimiento significativo (entre 5-20) o bien un alto enriquecimiento (entre 20-40)

(Sutherland, 2000), siendo consistente con el mayor contenido en HgT observado en los

suelos que rodean la planta de cemento de Oural en comparación con la litología local

(Tabla 3.2). Por lo tanto, una fracción significativa de Hg en los suelos estudiados

podría estar relacionada con la actividad de esta fábrica, lo cual no es algo

inesperado, ya que se considera que estas instalaciones son una de las mayores fuentes

antropogénicas de emisión de Hg a la atmósfera (Pirrone et al., 2010). Según Wang et

al. (2014), más del 90% del Hg que entra en la cementera es emitido emitido a la

atmósfera. Este es un tema de preocupación ambiental debido a la potencial toxicidad de

este metal acumulado en los suelos próximos a la planta cementera de Oural. En los

suelos de pradera, donde se producen inundaciones temporales, las condiciones

anaeróbicas podrían favorecer la producción de metil-Hg y su posterior movilización a

través de la cadena alimentaria.

En lo que respecta a los valores de FE del Pb (PbFE) estuvieron entre 0,6 y 1,5

(Tabla S1), lo cual es concordante con la similitud entre los valores de PbT en suelos de

pradera y bosque y los obtenidos para las muestras de roca de diferentes litologías en el

área de estudio, con un rango de 3 a 37 mg kg-1

(Tabla 3.2).

Los valores obtenidos para CrFE tampoco fueron muy relevantes, estando todos

ellos por debajo de 1 (rango 0,5-0,9, Tabla S1). De nuevo, la semejanza entre los

valores de CrT en suelos y rocas se corresponde con los valores de CrFE obtenidos

(Tablas S1 y 3.2).

La interpretación de los FE de metales pesados en estudios medioambientales es

un tema objeto de debate (Reimann y de Caritat, 2005; Sucharovà et al., 2012). Sin

embargo, por lo general se utilizan para discriminar entre los orígenes litogénico o

antropogénico para metales pesados en suelos (Dragovic et al., 2008), o para comparar

su concentración en los suelos con la del material de partida (Hernández et al., 2003).

Los reducidos valores de FE que mostraron Pb y Cr (generalmente inferiores a 2;

Tabla S1), fueron indicativos de un enriquecimiento mínimo (Sutherland, 2000). Estos

resultados eran de esperar, debido a la similitud entre el contenido de PbT y CrT en los

suelos estudiados y en la litología local, lo que sugiere que el material de partida es el

principal origen de ambos metales en los suelos analizados. En este sentido, Zhang y

Liu (2002) también consideran que los valores de FE por debajo de 1,5 derivarían

fundamentalmente de fuentes litológicas.

Además, la falta de diferencias significativas para diferentes profundidades y

usos del suelo en el contenido de PbT y CrT en los suelos estudiados puede explicarse

también con el origen natural de éstos (Figs. 3.12 y 3.13).

Page 136: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

131

Fig. 3.15. Variación de los factores de enriquecimiento (FE) de mercurio (HgFE) en los suelos de pradera

(izq.) y bosque (dcha.) en los alrededores de la planta cementera de Oural, en función de la orientación

(NE o SW), distancia a la cementera (< 1 km, 1-3 km, 3-5 km) y profundidad del suelo. Las columnas

representan los valores, mientras que las barras de error muestran la desviación estándar.

Hg

FE

Hg

FE

Hg

FE

Profundidad Profundidad

Pradera Forestal

Page 137: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

132

Tabla 3.3. Valores medios y variación estándar (entre paréntesis) de los factores de enriquecimiento (FE)

de metales pesados en los suelos forestales y de pradera que rodean a la planta cementera de Oural,

teniendo en cuenta las orientaciones (NE y SW) con respecto a la misma.

Hg-FE Pb-FE Cr-FE

Uso del

suelo

Distancia Profundidad

(cm)

NE SW NE SW NE SW

Pradera <1 km 0-5 10,7 (1,9) 11,4 (1,4) 0,9 (0,17) 1,1 (0,17) 0,7 (0,12) 0,9 (0,12)

5-10 9,5 (1,6) 11,5 (2,0) 0,9 (0,23) 1,0 (0,12) 0,7 (0,06) 0,8 (0,06)

10-20 10,2 (2,4) 10,2 (5,4) 1,0 (0,23) 0,8 (0,06) 0,7 (0,06) 0,8 (0,12)

1-3 km 0-5 7,4 (2,9) 7,7 (0,9) 0,7 (0,06) 0,6 (0,12) 0,6 (0,06) 0,7 (0,12)

5-10 6,2 (1,4) 8,2 (1,3) 0,7 (0,12) 0,6 (0,06) 0,7 (0,06) 0,7 (0,06)

10-20 5,1 (0,8) 8,1 (1,3) 0,6 (0,06) 0,7 (0,06) 0,7 (0,12) 0,7 (0,12)

3-5 km 0-5 4,7 (2,2) 8,4 (1,3) 0,6 (0,06) 0,8 (0,06) 0,9 (0,00) 0,7 (0,12)

5-10 5,3 (2,4) 8,4 (1,3) 0,7 (0,00) 0,8 (0,06) 0,9 (0,12) 0,7 (0,12)

10-20 4,5 (2,3) 8,3 (1,6) 0,7 (0,06) 0,8 (0,06) 0,9 (0,06) 0,7 (0,06)

Forestal <1 km 0-5 17,0 (4,7) 36,0 (7,5) 1,4 (0,29) 1,4 (0,35) 0,8 (0,12) 0,8 (0,12)

5-10 12,3 (1,9) 32,1 (6,6) 1,2 (0,29) 1,5 (0,23) 0,5 (0,12) 0,9 (0,06)

10-20 9,6 (1,8) 27,7 (5,4) 1,0 (0,29) 1,2(0,17) 0,6 (0,12) 0,9 (0,12)

1-3 km 0-5 16,0 (1,4) 12,4 (3,1) 0,7 (0,12) 0,9 (0,12) 0,7 (0,06) 0,6 (0,00)

5-10 12,8 (0,8) 9,0 (1,2) 0,7 (0,06) 0,9 (0,17) 0,8 (0,06) 0,7 (0,06)

10-20 8,8 (1,7) 7,8 (1,2) 0,6 (0,06) 0,7 (0,06) 0,7 (0,06) 0,7 (0,12)

3-5 km 0-5 10,9 (1,0) 14,9 (3,8) 0,7 (0,00) 1,0 (0,06) 0,9 (0,12) 0,7 (0,06)

5-10 7,4 (0,8) 14,3 (2,5) 0,6 (0,06) 1,0 (0,06) 0,8 (0,06) 0,8 (0,12)

10-20 4,6 (1,0) 12,1 (1,3) 0,6( 0,06) 1,0 (0,06) 0,7 (0,06) 0,7 (0,06)

A raíz de los bajos valores encontrados para PbFE y CrFE y la similitud en el

contenido de ambos metales en los suelos y la litología local (Tablas 3.2 y S1, Figs.

3.10, 3.12 y 3.13) nos lleva a descartar una contribución significativa de la planta de

cemento de Oural a la acumulación de Pb y Cr en los suelos cercanos,

contrariamente a lo explicado en estudios similares llevados a cabo en los alrededores

de otras fábricas de cemento (Bermúdez et al., 2010; Wang et al., 2014).

III.5. Conclusiones

A raíz de los resultados obtenidos, se observó que el uso de los niveles de fondo

de los metales presentes en la litología local, así como la consideración de uso del suelo,

resultaron ser factores clave para identificar la existencia de contaminación de Hg, Pb y

Cr en los suelos que rodean a la planta cementera de Oural.

En este sentido, hemos encontrado que el contenido de PbT en los suelos no

puede atribuirse a la actividad de la cementera, ya que se pudo observar un

bajo enriquecimiento en este metal y una similitud entre los valores de Pb en los

suelos y la litología local. Algo similar sucede con los valores obtenidos para

CrT en los suelos analizados y con los FE, por lo que consideramos que no hubo

un gran efecto de contaminación por parte de la cementera en lo que

respecta a estos dos metales.

Page 138: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo III

133

En cambio, se encontró un enriquecimiento en Hg considerable en los suelos

próximos al foco de emisión, lo cual no se observó en la litología local. Por

tanto, la deposición atmosférica parece ser la principal responsable de la

acumulación observada de este metal, lo cual también es consistente con el

hecho de que exista mayor concentración en los suelos de bosque que en los

de pradera, ya que los árboles atrapan más fácilmente el Hg en las masas de

aire. Aunque el contenido de Hg en el suelo no puede atribuirse totalmente a la

actividad de la planta cementera, la cantidad de este metal encontrada en los

suelos estudiados nos indica que ésta sea la fuente más probable.

En los suelos forestales, la acumulación de Hg en las capas superiores del suelo

es consistente con el hecho de que la atmósfera sea la principal fuente de este

metal, y con la afinidad biogeoquímica entre el Hg y la materia orgánica del

suelo. En cambio, en las praderas, se encontró una similitud en el patrón vertical

de horizontes en los suelos para los tres metales analizados.

El rango de distancias que hemos empleado entre los diferentes puntos de

muestreo del suelo y la cementera (hasta 5 km) no fue suficiente para determinar

su influencia en la contaminación del suelo por metales pesados, y

particularmente en el caso de elementos altamente volátiles como es el Hg. Por

ello, sería recomendable llevar a cabo posteriores estudios para extender el área

analizada hasta varias decenas de km, y así determinar la distancia hasta la cual

la planta cementera tendría influencia en los niveles de HgT del suelo.

Ambientalmente, el riesgo de producción de metil-Hg debido a las inundaciones

en los suelos de las praderas es una gran preocupación, ya que estos suelos son

utilizados para el pastoreo de ganado. Además, debe prestarse atención al

destino del Hg en los suelos forestales, debido a que en la situación actual de

cambio climático, afectaría al volumen de materia orgánica en el suelo. Por

último, la lixiviación potencial del Cr debido a la acidez de los suelos de

praderas y de bosques debería ser evaluado en futuros estudios, analizando los

posibles riesgos relacionados con la movilización de metales en el entorno de la

planta cementera de Oural.

Page 139: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

III.6. Material complementario Tabla suplementaria 3.1 (S3.1). Base de datos de las propiedades químicas más importantes, así como los valores totales de Hg, Pb y Cr y sus factores de enriquecimiento

(F.E.) de los suelos estudiados en el entorno de la cementera de Oural.

Muestra Prof.a Uso Dist.b pHw pHk Nc Cc C/N M.O.c Nad Kd Cad Mgd SBd Ald SAlc CICed HgTe PbTf CrTf Tif HgFE PbFE CrFE

NE-1AP1 0-5 Pradera <1 7,22 6,34 0,73 8,24 11,3 14,2 1,4 1,6 25,7 4,6 33,3 <0,17 <0,5 33,5 43,1 19,0 85,3 4400 11,1 0,8 0,9

NE-1BP1 0-5 Pradera <1 6,56 5,42 0,51 6,04 11,8 10,4 1,6 1,4 9,7 3,5 16,2 <0,17 <1,1 16,4 44,0 24,5 43,4 3600 13,8 1,3 0,6

NE-1CP1 0-5 Pradera <1 5,39 4,62 0,45 5,69 12,6 9,8 1,8 0,4 5,7 2,8 10,7 <0,17 <1,6 10,8 29,7 16,0 53,6 4600 7,3 0,7 0,6

NE-1AP2 5-10 Pradera <1 6,38 6,09 0,55 5,56 10,1 9,6 1,7 1,4 22,6 3,6 29,3 <0,17 <0,6 29,4 44,3 22,9 75,3 4900 10,2 0,9 0,7

NE-1BP2 5-10 Pradera <1 6,01 5,07 0,37 3,98 10,8 6,9 1,1 0,7 6,2 1,8 9,8 <0,17 <1,7 9,9 40,7 25,4 54,2 3900 11,8 1,3 0,7

NE-1CP2 5-10 Pradera <1 5,31 4,52 0,37 3,99 10,8 6,9 1,2 0,2 3,8 1,7 6,9 0,26 3,6 7,1 28,6 16,4 60,1 4900 6,6 0,6 0,6

NE-1AP3 10-20 Pradera <1 6,93 6,08 0,35 3,46 9,9 6,0 1,7 1,1 19,8 2,4 25,1 <0,17 <0,7 25,3 44,3 24,4 77,3 4800 10,4 1,0 0,8

NE-1BP3 10-20 Pradera <1 5,93 5,17 0,25 2,35 9,4 4,1 1,7 0,6 8,3 2,6 13,2 <0,17 <1,3 13,4 50,0 26,1 61,7 4000 14,1 1,3 0,7

NE-1CP3 10-20 Pradera <1 5,39 4,50 0,30 2,99 10,0 5,2 1,5 0,2 2,4 1,3 5,4 0,47 8,0 5,9 27,5 16,4 62,6 5200 6,0 0,6 0,6

SW-1AP1 0-5 Pradera <1 6,03 5,42 0,60 6,69 11,2 11,5 1,9 0,8 10,0 4,9 17,6 0,46 2,5 18,1 59,4 20,4 63,1 4700 14,3 0,8 0,6

SW-1BP1 0-5 Pradera <1 6,32 5,84 0,49 5,31 10,8 9,2 1,4 0,9 17,0 6,0 25,4 <0,17 <0,7 25,6 37,3 26,5 84,0 4000 10,5 1,3 1,0

SW-1CP1 0-5 Pradera <1 6,45 5,47 0,19 1,88 9,9 3,2 1,6 0,5 8,1 4,0 14,2 <0,17 <1,2 14,3 34,4 24,6 87,8 4100 9,5 1,2 1,0

SW-1AP2 5-10 Pradera <1 6,23 5,19 0,46 4,93 10,7 8,5 1,5 0,4 8,0 3,4 13,2 <0,17 <1,3 13,4 62,7 20,8 70,4 4600 15,4 0,9 0,7

SW-1BP2 5-10 Pradera <1 6,46 5,89 0,41 3,89 9,5 6,7 1,3 0,8 12,9 5,1 20,1 <0,17 <0,8 20,3 37,5 27,5 77,4 4300 9,8 1,2 0,9

SW-1CP2 5-10 Pradera <1 6,47 5,44 0,17 1,55 9,1 2,7 2,2 0,3 8,1 3,7 14,3 <0,17 <1,2 14,5 36,0 22,6 77,0 4300 9,4 1,0 0,8

SW-1AP3 10-20 Pradera <1 6,12 5,16 0,33 3,51 10,6 6,1 1,5 0,2 6,6 3,5 11,8 <0,17 <1,4 12,0 50,6 18,2 67,7 5100 11,2 0,7 0,6

SW-1BP3 10-20 Pradera <1 6,51 6,04 0,35 3,30 9,4 5,7 2,0 0,7 15,7 5,2 23,7 <0,17 <0,7 23,8 39,8 20,0 75,1 4400 10,2 0,9 0,8

SW-1CP3 10-20 Pradera <1 6,39 5,68 0,16 1,40 8,8 2,4 1,9 0,3 7,0 3,6 12,8 <0,17 <1,3 13,0 34,7 20,5 80,5 4200 9,3 0,9 0,9

NE-3AP1 0-5 Pradera 1-3 5,25 4,16 0,53 5,70 10,7 9,8 0,3 1,0 6,1 2,1 9,5 <0,17 <1,8 9,7 24,0 22,2 104,7 6637 4,1 0,6 0,7

NE-3BP1 0-5 Pradera 1-3 5,17 5,30 0,65 7,21 11,1 12,4 0,4 1,3 11,4 4,1 17,2 <0,17 <1,0 17,4 65,8 23,1 88,8 5686 13,1 0,8 0,7

NE-3CP1 0-5 Pradera 1-3 5,10 4,43 0,38 4,73 12,5 8,1 0,4 0,7 5,5 2,9 9,4 0,31 3,2 9,8 27,4 22,5 71,1 6371 4,9 0,7 0,5

NE-3AP2 5-10 Pradera 1-3 5,21 4,51 0,32 3,51 11,0 6,1 0,2 0,5 2,6 0,9 4,2 0,46 9,8 4,7 26,8 24,1 95,7 6713 4,5 0,7 0,7

NE-3BP2 5-10 Pradera 1-3 5,40 4,76 0,48 4,73 9,9 8,2 0,4 0,9 7,5 2,8 11,6 <0,17 <1,5 11,8 47,8 26,5 102,4 5911 9,1 0,9 0,8

NE-3CP2 5-10 Pradera 1-3 4,91 3,96 0,23 2,43 10,4 4,2 0,4 0,3 1,6 1,5 3,9 1,44 27,1 5,3 28,4 16,7 84,7 6432 5,0 0,5 0,6

NE-3AP3 10-20 Pradera 1-3 5,30 4,50 0,27 2,64 10,0 4,6 0,2 0,5 1,4 0,7 2,7 0,49 15,2 3,2 26,7 22,1 108,8 7034 4,3 0,6 0,7

NE-3BP3 10-20 Pradera 1-3 5,59 4,76 0,26 2,32 8,9 4,0 0,3 0,6 4,8 2,4 8,0 <0,17 <2,1 8,2 37,2 22,4 112,9 6270 6,7 0,7 0,9

NE-3CP3 10-20 Pradera 1-3 4,75 3,90 0,13 1,22 9,7 2,1 0,2 0,3 0,4 1,1 2,1 2,13 50,1 4,2 24,1 19,6 88,8 6471 4,2 0,6 0,6

SW-3AP1 0-5 Pradera 1-3 5,07 4,18 0,45 5,29 11,6 9,1 0,2 0,9 4,3 1,1 6,5 0,42 6,1 7,0 39,5 18,2 93,9 7005 6,4 0,5 0,6

SW-3BP1 0-5 Pradera 1-3 5,30 4,63 0,54 6,23 11,5 10,7 0,2 1,3 8,0 1,5 11,0 <0,17 <1,5 11,2 42,2 15,3 85,5 6437 7,4 0,5 0,6

SW-3CP1 0-5 Pradera 1-3 5,23 4,63 0,31 3,49 11,3 6,0 0,4 0,8 9,1 3,6 13,9 <0,17 <1,2 14,1 49,4 24,7 113,5 5903 9,4 0,8 0,9

SW-3AP2 5-10 Pradera 1-3 5,15 4,27 0,41 4,49 10,9 7,7 0,4 0,5 2,2 0,5 3,7 0,54 12,7 4,2 37,3 18,9 120,0 7107 5,9 0,5 0,8

SW-3BP2 5-10 Pradera 1-3 5,52 5,10 0,37 3,99 10,8 6,9 0,2 0,9 11,5 0,7 13,4 <0,17 <1,3 13,5 51,7 21,9 92,3 6766 8,6 0,6 0,6

SW-3CP2 5-10 Pradera 1-3 5,17 4,37 0,23 2,31 10,1 4,0 0,2 0,5 5,3 2,4 8,5 <0,17 <2,0 8,6 54,6 21,7 86,3 6028 10,2 0,7 0,7

Page 140: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

SBd Ald SAlc CICed HgTe pHk Nc Cc C/N M.O.c Nad Kd Cad Mgd SBd Ald SAlc CICed HgTe PbTf CrTf Tif HgFE PbFE CrFE

SW-3AP3 10-20 Pradera 1-3 5,10 4,20 0,43 4,99 11,5 8,6 0,4 0,7 3,5 0,8 5,4 0,63 10,4 6,1 38,0 22,2 77,5 7130 6,0 0,6 0,5

SW-3BP3 10-20 Pradera 1-3 5,19 4,46 0,35 3,73 10,6 6,4 0,4 0,7 4,4 0,4 5,9 0,42 6,7 6,3 47,1 22,4 97,9 6851 7,8 0,6 0,7

SW-3CP3 10-20 Pradera 1-3 5,16 4,31 0,19 1,94 10,5 3,3 0,4 0,6 4,7 1,8 7,4 <0,17 <2,3 7,6 57,8 24,9 105,2 6183 10,6 0,8 0,8

NE-5AP1 0-5 Pradera 3-5 5,24 4,81 0,24 2,74 11,4 4,7 0,2 1,1 2,3 0,6 4,2 0,23 5,1 4,4 13,3 17,8 116,9 6460 2,3 0,5 0,9

NE-5BP1 0-5 Pradera 3-5 5,73 5,07 0,44 4,94 11,3 8,5 0,2 1,9 7,4 2,9 12,4 <0,17 <1,4 12,5 13,7 21,6 114,3 5860 2,6 0,7 0,9

NE-5CP1 0-5 Pradera 3-5 5,00 4,10 0,32 3,10 9,7 5,3 0,3 0,7 1,6 0,2 2,9 1,04 26,6 3,9 49,5 19,8 110,9 6049 9,2 0,6 0,9

NE-5AP2 5-10 Pradera 3-5 5,38 4,49 0,26 2,72 10,3 4,7 0,2 1,0 0,7 0,5 2,3 0,36 13,4 2,7 17,1 21,5 90,3 6326 3,0 0,7 0,7

NE-5BP2 5-10 Pradera 3-5 5,57 4,73 0,40 4,37 11,0 7,5 0,2 1,6 3,3 1,3 6,3 <0,17 <2,7 6,5 15,3 20,8 145,1 6078 2,8 0,7 1,1

NE-5CP2 5-10 Pradera 3-5 5,12 4,17 0,33 3,08 9,2 5,3 0,2 0,7 0,9 0,4 2,2 0,93 29,5 3,1 54,3 20,5 107,4 5991 10,2 0,7 0,8

NE-5AP3 10-20 Pradera 3-5 5,14 4,25 0,23 2,57 11,3 4,4 0,2 1,1 0,0 0,4 3,2 0,49 13,2 2,1 10,3 20,4 108,6 6521 1,8 0,6 0,8

NE-5BP3 10-20 Pradera 3-5 5,36 4,38 0,16 1,87 11,8 3,2 0,4 0,6 1,1 0,4 2,6 0,46 14,9 3,1 14,2 24,5 122,3 6038 2,7 0,8 1,0

NE-5CP3 10-20 Pradera 3-5 5,11 4,21 0,33 3,19 9,5 5,5 0,3 0,4 1,6 0,3 2,7 0,77 22,4 3,4 50,1 24,6 126,7 6307 9,0 0,8 1,0

SW-5AP1 0-5 Pradera 3-5 4,82 4,40 0,72 9,15 12,7 15,8 0,4 1,1 4,1 1,9 7,6 0,59 7,2 8,2 48,9 19,7 115,8 6201 8,9 0,6 0,9

SW-5BP1 0-5 Pradera 3-5 4,69 4,58 0,57 6,83 12,1 11,8 0,3 1,9 8,2 2,1 12,5 0,18 1,4 12,7 43,3 21,1 84,9 6427 7,6 0,6 0,6

SW-5CP1 0-5 Pradera 3-5 4,82 4,78 0,39 4,98 12,6 8,6 0,2 0,6 5,6 2,4 8,9 <0,17 <1,9 9,1 31,8 27,3 106,6 6710 5,4 0,8 0,8

SW-5AP2 5-10 Pradera 3-5 4,80 4,05 0,42 5,39 12,7 9,3 0,3 0,3 0,2 0,2 2,8 1,86 39,6 2,9 49,8 24,2 103,6 5814 9,7 0,8 0,8

SW-5BP2 5-10 Pradera 3-5 4,95 4,11 0,36 4,54 12,7 7,8 0,4 0,6 0,0 0,4 4,3 1,13 20,9 2,5 58,3 28,8 74,9 6722 9,8 0,8 0,5

SW-5CP2 5-10 Pradera 3-5 5,40 4,38 0,22 2,77 12,6 4,8 0,2 0,3 3,5 1,7 5,7 0,37 6,0 6,1 34,8 32,1 120,7 6793 5,8 0,9 0,8

SW-5AP3 10-20 Pradera 3-5 4,70 4,11 0,39 5,04 12,8 8,7 0,2 0,3 0,0 0,1 2,0 1,50 43,2 2,1 47,6 24,8 115,3 6854 7,8 0,7 0,8

SW-5BP3 10-20 Pradera 3-5 4,77 4,03 0,28 3,44 12,3 5,9 0,2 0,3 0,0 0,2 3,4 1,61 32,0 2,3 65,3 29,0 77,6 6584 11,2 0,8 0,6

SW-5CP3 10-20 Pradera 3-5 5,28 4,07 0,17 2,10 12,3 3,6 0,2 0,2 0,0 0,9 3,9 1,06 21,4 2,4 35,2 27,8 96,2 6730 5,9 0,8 0,7

NE-1AF1 0-5 Forestal <1 6,61 6,30 0,70 9,07 13,0 15,6 1,5 0,8 34,7 6,8 43,7 <0,17 <0,4 43,9 102,1 33,9 80,8 4400 26,2 1,5 0,9

NE-1BF1 0-5 Forestal <1 5,72 5,40 0,47 6,06 12,9 10,4 1,4 0,7 11,2 5,5 18,9 <0,17 <0,9 19,0 55,7 40,9 75,9 4400 14,3 1,8 0,8

NE-1CF1 0-5 Forestal <1 6,04 5,44 0,50 6,02 12,0 10,4 1,7 0,6 6,9 14,4 23,5 <0,17 <0,72 23,7 42,4 19,1 45,3 4600 10,4 0,8 0,5

NE-1AF2 5-10 Forestal <1 6,84 6,28 0,47 5,42 11,5 9,3 1,2 0,5 11,7 4,1 17,5 <0,17 <1,0 17,6 52,7 22,3 97,6 4800 12,4 0,9 1,0

NE-1BF2 5-10 Forestal <1 5,69 5,22 0,46 5,33 11,6 9,2 1,2 0,6 11,3 4,8 17,9 <0,17 <1,0 18,1 60,4 40,5 65,9 4400 15,5 1,8 0,7

NE-1CF2 5-10 Forestal <1 5,63 5,04 0,40 4,72 11,8 8,1 1,6 0,3 4,5 4,2 10,6 <0,17 <1,6 10,8 37,7 22,0 56,2 4700 9,0 0,9 0,6

NE-1AF3 10-20 Forestal <1 6,87 6,21 0,28 3,58 12,8 6,2 1,6 0,3 5,5 3,8 11,3 <0,17 <1,5 11,5 35,7 23,3 92,5 5400 7,5 0,8 0,8

NE-1BF3 10-20 Forestal <1 5,79 5,20 0,43 4,54 10,6 7,8 1,3 0,4 9,0 3,9 14,6 <0,17 <1,2 14,7 52,8 37,0 56,4 4500 13,2 1,6 0,6

NE-1CF3 10-20 Forestal <1 5,50 4,71 0,31 3,48 11,2 6,0 1,5 0,2 3,0 2,8 7,5 0,19 2,5 7,7 33,9 17,7 47,6 4800 8,0 0,7 0,5

SW-1AF1 0-5 Forestal <1 6,06 5,15 0,64 7,84 12,3 13,5 1,1 1,1 13,8 6,0 22,0 <0,17 <0,8 22,2 94,6 24,4 80,1 4100 26,0 1,1 0,9

SW-1BF1 0-5 Forestal <1 6,72 6,31 0,33 4,29 13,0 7,4 1,4 0,7 24,8 4,1 31,0 <0,17 <0,6 31,2 111,1 20,0 52,9 4000 31,3 1,0 0,6

SW-1CF1 0-5 Forestal <1 7,08 6,55 0,80 11,40 14,3 19,7 1,2 0,7 39,6 14,7 56,1 <0,17 <0,3 56,3 143,6 33,7 60,0 3200 50,6 2,0 0,9

SW-1AF2 5-10 Forestal <1 5,94 5,10 0,57 6,50 11,4 11,2 1,1 0,8 9,4 4,8 16,1 <0,17 <1,1 16,3 83,6 28,2 68,2 4200 22,4 1,3 0,8

SW-1BF2 5-10 Forestal <1 6,97 6,44 0,27 3,55 13,1 6,1 1,4 0,7 23,4 3,7 29,3 <0,17 <0,6 29,4 101,0 24,8 75,9 3900 29,2 1,2 0,9

SW-1CF2 5-10 Forestal <1 7,30 6,68 0,56 7,74 13,8 13,3 1,3 0,5 34,3 11,7 47,8 <0,17 <0,4 48,0 127,2 32,9 70,5 3200 44,8 2,0 1,0

SW-1AF3 10-20 Forestal <1 6,05 5,18 0,37 4,40 11,9 7,6 1,6 0,7 7,0 3,6 12,9 <0,17 <1,3 13,1 67,6 22,4 67,5 4400 17,3 1,0 0,7

SW-1BF3 10-20 Forestal <1 7,13 6,51 0,24 3,06 12,8 5,3 1,2 0,6 21,4 3,4 26,5 <0,17 <0,6 26,7 99,9 21,1 81,6 3700 30,5 1,1 1,0

SW-1CF3 10-20 Forestal <1 7,43 6,72 0,45 5,47 12,2 9,4 1,2 0,5 29,7 9,0 40,4 <0,17 <0,4 40,6 106,3 29,0 70,9 3400 35,3 1,6 1,0

Page 141: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Muestra Prof.a Uso Dist.b pHw pHk Nc Cc C/N M.O.c Nad Kd Cad Mgd SBd Ald SAlc CICed HgTe PbTf CrTf Tif HgFE PbFE CrFE

NE-3AF1 0-5 Forestal 1-3 5,10 4,59 0,75 8,18 11,0 14,1 0,2 0,4 10,1 3,6 14,3 0,21 1,4 14,5 106,9 30,4 97,4 6434 18,7 0,9 0,7

NE-3BF1 0-5 Forestal 1-3 5,12 4,43 0,45 5,46 12,1 9,4 0,3 0,6 4,9 3,2 8,9 0,67 7,0 9,6 70,4 22,1 99,3 5802 13,7 0,7 0,8

NE-3CF1 0-5 Forestal 1-3 4,02 3,45 0,59 10,13 17,2 17,5 0,6 0,9 1,4 5,5 9,5 4,52 32,3 12,9 89,0 19,6 90,8 6490 15,5 0,6 0,7

NE-3AF2 5-10 Forestal 1-3 5,40 4,86 0,53 5,19 9,9 8,9 0,5 0,3 7,6 3,0 11,4 0,19 1,6 11,6 81,5 27,2 133,2 6835 13,5 0,8 0,9

NE-3BF2 5-10 Forestal 1-3 5,15 4,46 0,43 5,13 11,9 8,8 0,3 0,5 4,6 3,2 8,7 0,75 7,9 9,5 74,1 19,0 86,2 6139 13,6 0,6 0,7

NE-3CF2 5-10 Forestal 1-3 4,35 3,80 0,26 4,54 17,2 7,8 0,3 0,4 0,0 0,8 2,9 3,99 58,3 5,5 69,2 22,5 106,9 6967 11,2 0,6 0,7

NE-3AF3 10-20 Forestal 1-3 5,49 4,82 0,29 3,28 11,2 5,7 0,3 0,3 2,1 1,7 4,4 0,28 6,0 4,6 45,5 25,6 117,3 6628 7,7 0,7 0,8

NE-3BF3 10-20 Forestal 1-3 5,32 4,60 0,39 4,62 11,8 8,0 0,4 0,4 3,5 2,2 6,5 0,55 7,8 7,0 64,6 19,1 80,2 5976 12,2 0,6 0,6

NE-3CF3 10-20 Forestal 1-3 4,62 3,98 0,20 2,28 11,6 3,9 0,3 0,3 0,0 0,4 2,0 2,13 51,3 3,1 42,9 24,7 100,5 7480 6,5 0,6 0,6

SW-3AF1 0-5 Forestal 1-3 4,83 4,03 0,73 12,83 17,6 22,1 0,5 1,2 13,0 4,7 19,3 <0,33 <1,71 19,6 70,1 30,7 78,5 6071 13,0 1,0 0,6

SW-3BF1 0-5 Forestal 1-3 5,02 4,14 0,74 10,22 13,7 17,6 0,4 0,5 14,1 2,7 17,7 0,29 1,6 18,0 95,0 27,2 82,0 6165 17,4 0,9 0,6

SW-3CF1 0-5 Forestal 1-3 5,06 3,97 0,23 2,78 12,1 4,8 0,2 0,5 5,4 2,3 8,5 1,25 12,8 9,7 37,2 23,2 84,0 6120 6,9 0,7 0,6

SW-3AF2 5-10 Forestal 1-3 4,91 3,85 0,26 3,94 15,2 6,8 0,4 0,5 2,1 1,2 4,2 1,39 25,0 5,6 53,1 41,3 103,1 6481 9,2 1,2 0,8

SW-3BF2 5-10 Forestal 1-3 5,19 4,11 0,38 5,31 13,9 9,2 0,3 0,2 2,4 0,8 3,7 0,99 21,3 4,6 64,3 22,0 105,2 6747 10,8 0,6 0,7

SW-3CF2 5-10 Forestal 1-3 4,98 3,63 0,15 1,51 10,4 2,6 0,2 0,3 2,2 1,4 4,1 2,33 36,4 6,4 36,9 26,2 83,5 5997 6,9 0,8 0,7

SW-3AF3 10-20 Forestal 1-3 4,74 3,68 0,15 1,58 10,9 2,7 0,3 0,3 0,2 0,5 3,5 2,16 38,3 3,5 35,5 25,0 117,6 6721 6,0 0,7 0,8

SW-3BF3 10-20 Forestal 1-3 5,27 3,96 0,30 4,60 15,5 7,9 0,4 0,2 2,7 0,6 3,8 1,37 26,4 5,2 43,9 21,1 78,6 6842 7,2 0,6 0,5

SW-3CF3 10-20 Forestal 1-3 5,02 3,62 0,13 1,30 10,1 2,2 0,4 0,2 1,5 1,4 3,5 2,57 42,7 6,0 54,7 21,9 90,5 6086 10,1 0,7 0,7

NE-5AF1 0-5 Forestal 3-5 4,81 4,05 0,44 5,60 12,9 9,7 0,2 1,0 5,2 1,9 8,3 0,88 9,6 9,2 61,3 22,3 97,0 6170 11,2 0,7 0,7

NE-5BF1 0-5 Forestal 3-5 5,09 3,97 0,25 3,45 13,7 5,9 0,2 0,3 0,2 0,5 2,8 1,39 33,5 2,6 53,7 24,1 141,2 6675 9,1 0,7 1,0

NE-5CF1 0-5 Forestal 3-5 4,04 3,62 0,61 6,82 11,2 11,8 0,1 0,3 0,1 0,3 2,2 3,11 58,6 3,9 67,9 22,0 121,8 6201 12,4 0,7 0,9

NE-5AF2 5-10 Forestal 3-5 5,08 4,19 0,31 3,56 11,5 6,1 0,1 0,9 1,3 1,1 3,3 0,95 22,3 4,3 50,0 20,4 91,0 6541 8,6 0,6 0,7

NE-5BF2 5-10 Forestal 3-5 5,05 4,09 0,15 2,00 13,5 3,5 0,1 0,3 0,0 0,2 2,2 0,93 29,6 1,6 32,3 19,0 122,0 6171 5,9 0,6 0,9

NE-5CF2 5-10 Forestal 3-5 4,55 3,80 0,42 4,83 11,4 8,3 0,4 0,4 0,0 0,3 3,0 2,55 45,9 3,6 43,2 21,7 115,8 6267 7,8 0,7 0,9

NE-5AF3 10-20 Forestal 3-5 5,24 4,25 0,22 2,55 11,4 4,4 0,4 0,8 0,2 0,6 3,7 0,91 19,5 2,9 37,4 17,9 106,8 6709 6,3 0,5 0,8

NE-5BF3 10-20 Forestal 3-5 5,00 4,17 0,10 1,43 13,7 2,5 0,1 0,3 0,0 0,1 1,5 0,71 32,8 1,2 17,9 20,7 90,9 6660 3,0 0,6 0,6

NE-5CF3 10-20 Forestal 3-5 4,65 3,91 0,32 3,51 11,0 6,0 0,4 0,4 0,0 0,1 2,3 1,75 43,7 2,7 25,7 24,1 106,4 6365 4,5 0,7 0,8

SW-5AF1 0-5 Forestal 3-5 4,87 4,10 0,66 8,82 13,3 15,2 0,5 0,5 5,5 1,8 8,2 1,65 16,7 9,9 98,0 28,4 68,2 5462 20,3 1,0 0,6

SW-5BF1 0-5 Forestal 3-5 4,91 4,33 0,72 11,17 15,6 19,3 0,5 0,6 14,6 2,9 18,6 0,22 1,2 18,8 88,5 26,8 94,7 5994 16,7 0,9 0,7

SW-5CF1 0-5 Forestal 3-5 4,68 3,82 0,31 4,40 14,3 7,6 0,2 0,5 1,3 1,1 3,0 1,19 28,1 4,2 44,5 35,0 100,8 6611 7,6 1,0 0,7

SW-5AF2 5-10 Forestal 3-5 4,81 3,91 0,53 6,51 12,3 11,2 0,2 0,3 0,0 0,7 3,4 2,43 41,7 3,6 85,4 26,5 109,7 5493 17,5 0,9 0,9

SW-5BF2 5-10 Forestal 3-5 4,48 3,68 0,41 6,36 15,6 11,0 0,4 0,5 0,0 0,6 3,0 2,89 48,7 4,3 92,0 34,5 83,9 6443 16,1 1,0 0,6

SW-5CF2 5-10 Forestal 3-5 4,84 3,84 0,23 3,13 13,6 5,4 0,2 0,2 1,3 1,0 2,7 1,06 28,3 3,7 56,3 37,5 112,1 6842 9,3 1,1 0,8

SW-5AF3 10-20 Forestal 3-5 4,81 3,96 0,45 5,27 11,8 9,1 0,5 0,2 0,0 0,3 3,9 2,25 36,8 3,1 71,8 26,5 91,6 5647 14,3 0,9 0,8

SW-5BF3 10-20 Forestal 3-5 4,75 3,92 0,21 3,19 15,3 5,5 0,2 0,3 0,0 0,4 2,1 1,74 44,8 2,6 58,2 33,4 88,8 6648 9,9 1,0 0,6

SW-5CF3 10-20 Forestal 3-5 4,73 3,82 0,21 2,78 13,5 4,8 0,3 0,2 0,0 0,9 3,3 1,24 27,1 2,6 71,4 33,6 93,1 6690 12,0 1,0 0,7

pHw, pHk, M.O., SB, CICe y SAl son: valores de pH medidos en agua destilada, pH medido en KCl, Contenido en Materia Orgánica, Suma de Bases o cationes básicos (Na, K, Ca, Mg), Capacidad de Intercambio Catiónico

efectiva y porcentaje de saturación de Al en el complejo de intercambio catiónico, respectivamente. a Profundidad del suelo expresada en cm; b Distancia a la cementera expresada en km; c C, N, MO y SAl están expresados en %; d Na, K, Ca y Mg intercambiables, SB, Al intecambiable y CICe están expresados en cmolc kg-1;e HgT es el contenido total de Hg está expresado en ng g-1; f PbT, CrT y Ti son los contenidos totales de Pb, Cr y Ti y están

expresados en mg kg-1.

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CAPÍTULO IV

Page 143: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …
Page 144: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

139

CAPÍTULO IV: LA CORTEZA DE PINO COMO BIOADSORBENTE DE

METALES PESADOS: Cd, Cu, Ni, Pb Y Zn. EXPERIMENTOS TIPO BATCH Y

DE REACTOR DE FLUJO CONTINUO. EXPERIMENTOS EN COLUMNAS.

ADSORCIÓN COMPETITIVA, DESORCIÓN Y TRANSPORTE DE METALES

IV.1. Introducción

La contaminación del suelo y el agua debido a las altas concentraciones de

metales pesados ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. En vista de

ello, encontrar un sistema de retención de contaminantes que logre una descontaminación

eficaz y de bajo coste es un tema de gran interés (Gupta et al., 2012).

Actualmente, el empleo de bioadsorbentes es considerada una técnica de

eliminación de metales en suelos contaminados y aguas residuales no dañina para el

medio ambiente y de bajo coste (Park et al., 2011). Su principal objetivo es la

disminución de la biodisponibilidad de dichos metales mediante su inmovilización con

matrices sólidas que tengan alta afinidad por los cationes metálicos (Sud et al., 2008),

principalmente a través de reacciones de adsorción (y también de complejación) (Park et

al., 2011). Algunos materiales orgánicos tienen una alta afinidad por los metales debido a

su composición (celulosa, hemicelulosas, lignina, proteínas, azúcares y otros

componentes con grupos funcionales con capacidad de unión metálica). Los grupos

carboxilo, fenólico, hidroxilo, carbonilo, acetamida, alcoholes y ésteres proporcionan

afinidad metálica mediante intercambio iónico y complejación (Harter y Naidu, 1995 y

Sud et al., 2008).

El uso de residuos orgánicos para la inmovilización de metales presenta

varias ventajas: su reutilización y reciclado, bajo coste, disponibilidad, eficiencia, y, a

menudo, la posibilidad de regeneración del adsorbente y la recuperación del metal

(Bailey et al., 1999). Ya hemos visto que algunos trabajos previos se han centrado en la

capacidad de adsorción de algas (Kratochvil et al., 1998), serrín (Acar y Malkoc, 2004),

corteza de eucalipto (Sarin y Pant, 2006), desechos de aceitunas (Malkoc et al., 2006,

Pagnanelli et al., 2003), residuos de la fabricación de cerveza (Šillerová et al., 2013),

residuos forestales (Seco-Reigosa et al., 2013a), ceniza de concha de mejillón y otras

mezclas de desechos (Fernández-Pazos et al., 2013; Seco-Reigosa et al., 2013b;

Fernández-Calviño et al., 2016), entre otros.

La corteza de pino es uno de los materiales recientemente investigado con este

objetivo, y ha mostrardo una alta capacidad para adsorber metales pesados (Al-Asheh

et al., 2000, Ribé et al., 2009, Khokhotva, 2010; Mun et al., 2010; Ribé et al., 2012;

Gichangi et al., 2012).

Page 145: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

140

Su contenido en materia orgánica y su composición la hacen potencialmente

adecuada para el tratamiento de suelos y aguas contaminadas con cationes metálicos. El

alto contenido en taninos y lignina de la corteza de pino han sido señalados como la

principal causa de su capacidad de adsorción de metales (Bailey et al., 1999). Estudios

anteriores han demostrado que los grupos polihidroxi-polifenoles de estas moléculas son

las especies activas en el proceso de adsorción: el intercambio iónico tiene lugar cuando

los cationes metálicos desplazan grupos hidroxilo fenólicos adyacentes, formando un

quelato (Randall et al., 1974; Vázquez et al., 1994).

En este capítulo hemos estudiado ampliamente las características de la corteza de

pino, utilizado enfoques diferentes para estudiar los procesos de adsorción/desorción de

metales pesados (Cd, Cu, Ni, Pb y Zn) que tienen lugar en ella, mediante experimentos

tipo batch, tanto en adsorción individual como competitiva (i.e., en presencia de uno o

varios metales pesados simultáneamente), en cámara de reactor de flujo continuo, y

finalmente, llevando a cabo ensayos de flujo a través de columnas.

Por tanto, los objetivos han sido determinar los factores que controlan los

procesos de adsorción/desorción de dichos metales en la corteza y los parámetros

cinéticos que regulan el flujo y transporte de estos metales contaminantes en su

interacción con ésta.

Todos estos experimentos nos han proporcionado resultados útiles para el diseño

de sistemas de tratamiento de la contaminación por metales, basados en el empleo de

corteza de pino como bioadsorbente.

IV.1.1. El proceso de adsorción

La capacidad de adsorción de un medio poroso (ya sea el suelo o un mineral,

residuo, etc.) está condicionada por varios factores: pH, contenido en materia orgánica y

su tipo, contenido en agua, composición mineralógica (partículas sólidas que lo

constituyen, como la materia orgánica, minerales amorfos y coloides), tamaño de las

partículas (esta propiedad determina la superficie reactiva, porosidad y la conductividad

hidráulica), CIC, concentración del contaminante (en nuestro caso, metal) en el medio, la

presencia de varios metales simultáneamente, las propiedades hidrogeoquímicas del

contaminante (solubilidad, reactividad, persistencia en el medio), tiempo de contacto con

el medio poroso o adsorbente y la temperatura (Şen et al., 2015).

El pH puede influir en el proceso de adsorción de tres formas (Naja et al., 2009):

(a) en el estado de los sitios activos, ya que éstos pueden variar con el pH (a bajo pH, se

da una competición entre los iones metálicos y los protones de los sitios activos), (b)

alterando la superficie del adsorbente (valores extremos de pH pueden modificar dicha

superficie) y (c) en la especiación del metal en la disolución (a altos valores de pH, se

pueden formar complejos metálicos y éstos pueden precipitar).

Page 146: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

141

La temperatura puede influir en la adsorción, ya que generalmente, cuando ésta

aumenta, lo hace también la adsorción de metales, aunque una temperatura muy elevada

puede modificar la estructura del adsorbente y la capacidad de adsorción puede verse

reducida (Naja et al., 2009). De todas formas, el efecto de ésta es pequeño para el rango

de 4 a 25ºC (Martin-Dupont et al., 2002).

Los cationes metálicos en disolución pueden competir con otros iones por los

sitios de adsorción. Cuando sólamente está un metal disponible, la adsorción es no-

competitiva, pero en el tratamiento de efluentes industriales, siempre están presentes

varios metales disponibles para la adsorción, exisitiendo entonces una adsorción

competitiva.

IV.1.2. Isotermas de adsorción

Las isotermas de adsorción describen la relación de actividad o equilibrio entre

un soluto (en nuestro caso, los iones metálicos) en una disolución y el adsorbente (la

corteza de pino) bajo unas condiciones fisicoquímicas determinadas. Esto es, una curva

que relaciona la concentración de metal en la superficie del adsorbente con la

concentración de metal en la disolución con la que está en contacto. De acuerdo con la

forma de la curva de adsorción, se puede definir a simple vista las posibilidades de que

ocurra el proceso de adsorción (Fig. 4.1).

Fig. 4.1. Representación de los tipos generales de isotermas de adsorción de solutos en un medio poroso.

Fuente: modificado de Marzal, 1992.

El proceso de adsorción se describe mediante 4 tipos fundamentales de

isotermas y diferentes subgrupos (Fig. 4.2; Giles et al., 1960; Sposito, 1984, 1994;

Sparks, 1995, Jenne, 1998). Esta clasificación se basa en la forma inicial de la pendiente

de las mismas, mientras que los distintos subgrupos se basan en las posibles formas de la

parte superior de la curva (meseta) que describe la isoterma. En nuestro caso, nos

centraremos en las formas de las isotermas que son más comunes en el caso de los

metales pesados.

Page 147: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

142

Fig. 4.2. Clasificación de las isotermas de adsorción y representación de los diferentes subgrupos.

Cw: Concentración del soluto en agua al final del proceso de adsorción.

Fuente: modificado de Giles et al., 1960.

De acuerdo con Sparks (1995), las isotermas más características para los metales

son:

Tipo C: Son lineales, en las que se mantiene en equilibrio la masa del soluto en la

disolución y la masa adsorbida en la matriz sólida, sin que se puedan especificar

los mecanismos de adsorción entre el soluto y el adsorbente (Sparks, 1995). Esta

isoterma es indicativa de que los sitios de adsorción permanecen constantes, i.e., a

medida que se adsorbe el soluto, más sitios de adsorción se van creando. Según Giles

et al. (1960), normalmente este tipo de isoterma se mantiene constante hasta un

determinado valor de concentración, en el que la curva cambia bruscamente de

pendiente hasta alcanzar en su parte superior una meseta completamente horizontal.

Tipo L: Este tipo de isotermas muestran que existe una gran afinidad entre el soluto

y el adsorbente para bajas concentraciones, la cual va decreciendo a medida que

aumenta la concentración. Se caracterizan por una disminución de la pendiente

según va incrementando la concentración del soluto en la disolución, debido a una

disminución de los sitios de adsorción, y termina convirtiéndose en una meseta plana

al ser cubierto completamente el adsorbente por el soluto. El valor de la masa

adsorbida para esta meseta se considera como la máxima capacidad de adsorción del

medio poroso.

Mas

a ad

sorb

ida

(mg/

kg)

Page 148: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

143

Tipo H: Son un caso particular del tipo L. Esta isoterma nos indica también una alta

afinidad entre el soluto y el adsorbente, y para bajas concentraciones, el soluto en

la disolución es completa y rápidamente adsorbido. La parte inicial de la curva es,

por tanto, completamente vertical (Giles et al., 1960). En este caso, la masa de soluto

adsorbida por la matriz sólida es muy grande; normalmente se necesita una gran

concentración de soluto en la disolución en contacto con el medio poroso para poder

saturar los sitios de adsorción. En algunos casos, puede tener lugar la formación de

complejos y precipitación del soluto en forma de otros minerales (Sparks, 1995).

Tipo S: Este tipo de isotermas reflejan que a bajas concentraciones del soluto en la

disolución, existe poca afinidad entre el soluto y el adsorbente. Esta afinidad se

incrementa a medida que aumenta la concentración de soluto en la disolución, hasta

un cierto valor de concentración donde se produce una saturación de los sitios de

adsorción. Esta isoterma es característica en los casos de fuerte competencia por

los sitios de adsorción entre las moléculas del soluto y las de otra especie, y de

compuestos orgánicos.

Por otro lado, la IUPAC reconoce 6 tipos de isotermas de adsorción. A

continuación se describen brevemente cada una de ellas (Fig. 4.3).

Tipo I: Corresponde a una adsorción en monocapa. La cantidad adsorbida aumenta

con la presión hasta alcanzar un valor límite correspondiente al recubrimiento de la

superficie por una monocapa. Esta isoterma es característica de una adsorción de tipo

químico, y será en la que nos centraremos para analizar los procesos de

adsorción/desorción que tienen lugar en la corteza de pino para retener los

metales.

Tipo II: Es indicativo de una adsorción física en multicapa. El rápido ascenso inicial

corresponde a la formación de la primera capa, que tiene en este caso una constante

de formación mayor que para el resto de capas. Al seguir aumentando la presión, se

forma la segunda capa de moléculas adsorbidas, seguida de otras más.

Tipo III: Describen una adsorción física en multicapas donde la constante de

equilibrio de formación de la primera capa es igual que para las siguientes (no se

observa diferencia entre el llenado de la primera capa y del resto).

Tipos IV y V: Corresponden a una adsorción en multicapas sobre materiales porosos.

Difieren del Tipo II y III por la presencia de una rama horizontal (saturación) y un

ciclo de histéresis (las curvas de adsorción y desorción difieren).

Tipo VI: Corresponde a una adsorción en multicapas o superficies uniformes no

porosas.

Page 149: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

144

Fig. 4.3. Clasificación de las isotermas de adsorción según la IUPAC.

Vads: velocidad de adsorción; P: presión; Po: presión del líquido puro.

IV.1.2.1. Isoterma de Freundlich

La isoterma de Freundlich linealiza la isoterma de Tipo I, aunque no predice la

adsorción máxima y presenta desviaciones a valores elevados de adsorción.

Esta isoterma presupone que:

Existe una temperatura constante.

La superficie es rugosa (microporosa).

La distribución de la energía de los sitios de adsorción es exponencial.

No supone la formación de una monocapa.

X = KF C 1/n

Ec. 4.1

Donde:

X: Es la concentración de metal adsorbido por unidad de peso de adsorbente

(mmol kg-1

).

C: Es la concentración que permanece en disolución después de 24 h de equilibrio

(mM).

𝐾𝐹 y 1/n: son coeficientes de Freundlich: 1/n es una constante que representa la

velocidad de saturación del adsorbato y 𝐾𝐹 es una constante empírica que indica la

capacidad de adsorción y la afinidad del adsorbato por el adsorbente.

Page 150: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

145

IV.1.2.2. Isoterma de Langmuir

La isoterma de Langmuir también linealiza la isoterma de Tipo I, y establece que:

Existe una temperatura constante.

La adsorción está localizada sólo en sitios definidos (activos) de la superficie.

La superficie es homogénea y se forma una monocapa, asumiendo que cada sitio

de adsorción puede adherir sólo una molécula de adsorbato.

La energía de adsorción es la misma para todos los sitios de adsorción.

No existe interacción entre las molécula adsorbidas.

La superficie proporciona un cierto número de posiciones para la adsorción y

todas son equivalentes.

Sólo se adsorbe una molécula sobre cada posición.

Las moléculas adsorbidas no interaccionan entre si.

La expresión de la isoterma de Langmuir suele emplearse linealizada para

comprobar más fácilmente si el comportamiento experimental se ajusta a esta expresión

(Ec. 4.2):

X = 𝐾𝐿 𝑋𝑚 𝐶

1+𝐾𝐿 𝐶 Ec. 4.2

Donde:

𝐾𝐿: Es una constante relacionada con la energía de adsorción (L mmol-1

).

𝑋𝑚: Es la máxima capacidad de adsorción (saturación monomolecular) del

adsorbente (corteza de pino) (mmol kg-1

).

Entre los inconvenientes del modelo de Langmuir se encuentra el asumir que la

adsorción es independiente del grado de recubrimiento, además de que establece que la

adsorción se limita a la formación de una monocapa (superficie homogénea). Sin

embargo, debido a que la mayoría de las superficies son heterogéneas, existen múltiples

sitios disponibles para la adsorción (Adamson, 1997) . Por ello, una de las isotermas de

adsorción que se emplea para superficies heterogéneas es la isoterma de Freundlich,

anteriormente descrita.

Page 151: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

146

IV.2. Material y métodos

IV.2.1. Material bioadsorbente empleado: características de la corteza de

Pinus pinaster

La corteza de pino utilizada en este trabajo es un producto comercial que fue

proporcionado por Geolia (Madrid, España) (Fig. 4.4 y 4.5).

Previamente a su uso en los diversos experimentos, la corteza de pino fue molida

y tamizada por una malla de 2 mm. Se determinó su pH en agua utilizando para ello un

pH-metro (Crison micro-pH 2001, España) en una suspensión con una relación

corteza/agua de 1:2,5.

Los contenidos totales de C y N se determinaron usando el autoanalizador Tru

Spec elemental CHNS (Waltham, EE.UU.), y las concentraciones totales de Ca, Mg, K,

Na, Cd, Cu, Ni, Pb y Zn, utilizando la técnica de fluorescencia de rayos X (difractómetro

Philips PW 1710, Países Bajos).

Fig. 4.4. Corteza de Pinus pinaster. Fig. 4.5. Corteza de pino molida empleada

en el experimento.

Para determinar el área superficial, se empleó un analizador de superficie y

porosidad (modelo Micromeritics ASAP 2020, EEUU). El contenido en lignina,

polisacáridos (glucano, xilano, galactano, arabinano, manano) y grupos acetilo de la

corteza de pino se midieron por medio del método de NREL / TP-510-42618 (Sluiter et

al., 2005, 2008).

En la Tabla 4.1 se muestran las características químicas inorgánicas de la corteza

de pino utilizada en este trabajo, y en la Tabla 4.2 las características químicas orgánicas.

Page 152: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

147

La corteza de pino presentó un área superficial de 0,36 g m-2

, un pH ácido (4,5) y

un porcentaje de C y N del 48,6% y 0,08% respectivamente. Los niveles de Cd, Cu y Pb

total fueron muy bajos (Zn: 7 mg kg-1

, Ni: 2 mg kg-1

, Pb: 0,2 mg kg-1

, Cd: 0,1 mg kg-1

,

Cu: <0,1 mg kg-1

), y la concentración más alta le correspondió al Zn (Tabla 4.1).

Si observamos la composición de la materia orgánica de la corteza, el 47,9%

corresponde a la lignina, el 18,6% a la celulosa (glucano), y el 14,7% a la hemicelulosa

(suma de xilano+galactano+arabinano+manano+grupos acetilo) (Tabla 4.2).

Como podemos ver, el porcentaje de lignina en la corteza que hemos empleado en

los experimentos es de 47,9% (Tabla 4.2), muy similar al porcentaje obtenido por Morel

et al. (2000) (Tabla 4.3) con un 43%. Por su parte, para la celulosa y la hemicelulosa se

obtuvo un porcentaje total de 33,3%, que concuerda con lo descrito por Solbraa (1979)

(Tabla 4.3).

Tabla 4.1. Características químicas inorgánicas de la corteza de pino.

Los coeficientes de variación de las variables analizadas fueron ≤10%.

Tablas 4.2. Características químicas orgánicas de la corteza de pino.

Variable

Área superficial (g m-2

) 0,36

pH (H2O) 4,5

C (%) 48,6

N (%) 0,08

Ca (mg kg-1

) 2319

Mg (mg kg-1

) 474

K (mg kg-1

) 738

Na (mg kg-1

) 69

Cd (mg kg-1

) 0,1

Cu (mg kg-1

) <0,1

Ni (mg kg-1

) 2

Pb (mg kg-1

) 0,2

Zn (mg kg-1

) 7

Variable %

Lignina 47,9±0,03

Celulosa (glucano) 18,6±0,1

Hemicelulosa 14,7±0,3

Xilano 3,1

Galactano 2,0

Arabinano 2,6

Manano 6,5

Grupos acetilo 0,5

Cenizas 4,1±0,3

Page 153: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

148

Tabla 4.3. Composición en porcentaje de lignina y de celulosa/hemicelulosa de la corteza de pino

analizada por otros autores.

Fuente: Raviv et al., 2008.

Lignina

(%)

Celulosa/Hemicelulosa

(%)

Referencia

43 42 Morel et al., 2000

30-50 20-50 Solbraa, 1979

IV.2.2. Experimentos de adsorción-desorción de metales: experimentos

discontinuos tipo batch

En esta parte, se estudió la retención de cinco metales pesados por la corteza de

pino mediante experimentos discontinuos tipo batch.

Los estudios de adsorción-desorción en un sistema cerrado tipo batch constituyen

una de las técnicas más frecuentes utilizadas en la caracterización de la adsorción de los

compuestos orgánicos e inorgánicos (Condesso, 1996; Wang et al., 1998; Rodríguez et

al., 1998, Payne et al., 1998), aunque presentan una cierta limitación debido a las

siguientes razones (Rodríguez-Pacheco et al., 2006):

Predominio de la fase líquida sobre la sólida.

El ensayo se realiza en un sistema cerrado, lo que da lugar al desarrollo de

procesos secundarios debido a un elevado tiempo de contacto entre el soluto y el

líquido.

No se produce un proceso de suspensión de las partículas coloidales de manera

uniforme.

La superficie de contacto sólido-líquido es mayor en estos experimentos que en

los de reactor o columna, o en condiciones naturales en los medios porosos, pues

las partículas se encuentran dispersas en un medio acuoso. El proceso de agitación

facilita la separación de las partículas sólidas y se destruye la estructura del medio

poroso.

No se produce el proceso de dispersión y difusión como ocurre en un medio de

flujo continuo (reactor).

Las técnicas de separación de la fracción líquida de la sólida en muchos casos son

dependientes del sistema de separación empleado.

Las condiciones ambientales establecidas durante el tiempo de agitación son

alteradas al ponerse en contacto con el medio ambiente (atmósfera del laboratorio)

para realizar la separación de las dos fases (filtración).

Page 154: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

149

IV.2.2.1. Experimentos de adsorción en función del tiempo

Se añadieron 10 mL de diversas disoluciones que contenían Cd, Cu, Ni, Pb o Zn

en una concentración 0,75 mM (obtenidas a partir de sus respectivas sales de nitrato:

Cu(NO3)2·3H2O, Cd(NO3)2·4H2O, Ni(NO3)2·6H2O, Pb(NO3)2 y Zn(NO3)2·6H2O) a

muestras de 0,5 g de corteza de pino, empleando NaNO3 0,01 M como electrolito de

fondo. Se realizaron tres réplicas de cada una de las muestras.

Las suspensiones resultantes se agitaron durante 1, 2, 4, 8, 12, 24 y 48 horas a

temperatura ambiente (20±2ºC), y posteriormente se centrifugaron a 4000 rpm durante 15

min, para finalmente filtrarlas a través de papel lavado al ácido. En el extracto, se midió

el pH y la concentración de los metales mediante espectrofotometría de absorción

atómica de llama (EAA), empleando el equipo Thermo Elemental Solaar M5

Spectrometer (Estados Unidos).

Para cada uno de los siete tiempos de agitación evaluados, la cantidad de Cd, Cu,

Ni, Pb y Zn adsorbida se calculó por diferencia entre la concentración de metal que

permanece en disolución (concentración de equilibrio) y la concentración de metal

añadida al inicio.

IV.2.2.2. Experimentos de adsorción en función de la concentración de

metales añadida

En esta parte, los experimentos se llevaron a cabo como sigue: a 0,5 g de corteza

de pino molida se le adicionaron 10 mL de la disolución correspondiente, consistente en

un metal (Cd, Cu, Zn, Ni o Pb) en diferentes concentraciones en orden creciente (0,08,

0,16, 0,39, 0,79, 1,57 y 3,15 mmol L-1

), utilizando NaNO3 0,01 M como electrolito de

fondo.

Las muestras se agitaron 24 h, se centrifugaron a 4000 rpm durante 15 min a

temperatura ambiente y se filtraron. La corteza se reservó para la llevar a cabo, a

continuación, la etapa de desorción. En el extracto, se midió el pH y la concentración de

los metales mediante espectrofotometría de absorción atómica de llama (EAA),

empleando el equipo Thermo Elemental Solaar M5 Spectrometer (Estados Unidos).

Todas las medidas se realizaron por triplicado para comprobar su concordancia.

La cantidad de metal adsorbido se calculó de nuevo por diferencia entre la

concentración de metal que permanece en disolución (concentración de equilibrio) y la

concentración de metal añadida al inicio. Se realizaron tres réplicas de cada una de las

muestras.

Los datos obtenidos para la adsorción fueron ajustados a las isotermas de

Freundlich (Ec. 4.1) y Langmuir (Ec. 4.2).

Page 155: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

150

IV.2.2.3. Experimentos de desorción en función de la concentración de

metales añadida

Los experimentos de desorción se llevaron a cabo inmediatamente después de

realizar los experimentos de adsorción. Para ello, se pesó el residuo de corteza

anteriormente centrifugado, resultante de los experimentos de adsorción, para determinar

la cantidad de disolución ocluida. A continuación, se añadieron 10 mL del electrolito de

fondo NaNO3 0,01 M, y las muestras se agitaron de nuevo durante 24 h. Posteriormente,

las muestras se centrifugaron a 4000 rpm 15 min y se filtraron. En el extracto se midió de

nuevo el pH y la concentración de los metales mediante EAA.

La concentración intersticial de Cd, Cu, Ni, Pb y Zn se determinó por diferencia

de peso. Esta concentración, así como la concentración en el sobrenadante, fueron

determinadas para estimar la cantidad de metal desorbido.

IV.2.3. Experimentos de adsorción-desorción competitiva: competencia de

metales en sistema bimetal y multimetal mediante experimentos discontinuos

tipo batch

Cuando están presentes varios metales simultáneamente, la competencia por los

sitios de adsorción puede provocar cambios drásticos en los procesos de adsorción, tal

como ya se ha demostrado en suelos y algunos componentes del suelo (Arias et al., 2002,

Serrano et al., 2005). Sin embargo, hay poca información sobre la capacidad de adsorción

de metales pesados por la corteza de pino en estas condiciones. Teniendo en cuenta que la

contaminación por metales puede tener lugar afectando a diversos contaminantes

simultáneamente, es interesante realizar estudios centrados en sistemas multimetal.

Consecuentemente, en este apartado se evaluó la adsorción y desorción

competitivas de metales (Cd, Cu, Ni, Pb y Zn) por la corteza de pino mediante

experimentos discontinuos tipo batch, procediendo de la misma forma que el el

apartado anterior, pero empleando dos o más metales simultáneamente en las

disoluciones añadidas a la corteza.

Page 156: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

151

IV.2.3.1. Experimentos de adsorción competitiva en sistema bimetal

Para analizar la competencia de metales en sistema bimetal, se llevó a cabo el

siguiente procedimiento: a los 0,5 g de corteza de pino se le añadieron 10 mL de la

disolución correspondiente, consistente en un metal (Cd, Cu, Zn, Ni o Pb) con una

concentración fija de 0,79 mmol L-1

, más una concentración creciente de otro metal

(0,08, 0,16, 0,39, 0,79, 1,57 y 3,15 mmol L-1

), obtenidas a partir de su sal de nitrato

correspondiente, y utilizando NaNO3 0,01 M como electrolito de fondo. Es decir, cada

metal en concentración fija fue comparado con los otros 4 metales, cada uno de ellos en

sus diferentes concentraciones (se realizaron tres réplicas de cada una de las muestras).

A continuación, las muestras se agitaron 24 h, se centrifugaron a 4000 rpm durante 15

min a temperatura ambiente y se filtraron. En el extracto, se midió el pH y la

concentración de los metales mediante EAA. El pH después de 24 h de contacto fue de

4,0±0,5.

Para comparar cómo afecta la adición de un metal de concentración creciente a

un metal de concentración fija en la adsorción por la corteza de pino, se calculó el

porcentaje de reducción (PR) de la adsorción para cada metal. La ecuación utilizada

fue la siguiente (Ec. 4.3):

𝑃𝑅 =𝐶0−𝐶𝑥

𝐶0 100 Ec. 4.3

Donde:

𝐶0: Es la concentración de metal adsorbido cuando el metal está solo (mmol kg-1

).

𝐶𝑥: Es la concentración de metal adsorbido cuando el metal anterior está en

presencia de otro metal (mmol kg-1

).

Si el resultado obtenido es cercano a 0 significa que la adición del metal de

concentración variable no afecta a la adsorción del metal de concentración fija. Por el

contrario, cuanto más próximo a 100, más afectada se encuentra la adsorción del

primer metal (de concentración fija) por la presencia del segundo.

IV.2.3.2. Experimentos de adsorción competitiva en sistema multimetal

La adsorción competitiva en un sistema multicomponente, es decir, la

competencia entre los cinco metales estudiados, se realizó de nuevo mediante

experimentos discontinuos tipo batch de la siguiente forma: a 0,5 g de corteza, se le

añadieron 10 mL de las diferentes disoluciones con todos metales en conjunto (Cd, Cu,

Zn, Ni o Pb), de menor a mayor concentración (0,08, 0,16, 0,39, 0,79, 1,57 y 3,15 mmol

L-1

).

Page 157: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

152

Posteriormente, se siguió el mismo procedimiento que en los pasos anteriores, y

en el extracto se midió el pH y la concentración de los metales mediante

espectrofotometría de absorción atómica de llama (EAA). El pH después de 24 h de

contacto fue de 3,9±0,4.

Los datos experimentales se ajustaron a la ecuación de Freudlinch para

sistemas multimetal (Ec. 4.4):

(XCu

+ XCd

+ XNi

+ XPb

+ XZn

) = KF (CCu

+ CCd

+ CNi

+ CPb

+ CZn

)n Ec. 4.4

Donde:

X: Es la cantidad total de metal adsorbido (mmol kg-1

).

C: Es la concentración en el equilibrio (mM).

KF y n son constantes de Freundlich.

IV.2.3.3. Experimentos de desorción competitiva en sistema bimetal y

multimetal

Los experimentos de desorción se llevaron a cabo en ambas situaciones

inmediatamente después de la adsorción, del mismo modo que hemos descrito en el

apartado IV.1.2.3. En el extracto se midió nuevamente el pH y la concentración de los

metales mediante espectrofotometría de absorción atómica de llama (EAA). Todas las

medidas se realizaron por triplicado.

IV.2.4. Experimentos de adsorción-desorción de metales: experimentos en

reactor en cámara de flujo continuo

El objetivo de este apartado fue determinar la adsorción de los cinco metales

estudiados empleando la corteza de pino mediante experimentos en reactor de flujo

continuo.

Aunque la corteza de pino ha sido estudiada anteriormente como adsorbente de

metales pesados (Al-Asheh et al., 2000, Nehrenheim y Gustafsson, 2008; Gundogdu et

al., 2009), no hay estudios previos que describan la adsorción y desorción de metales

pesados por corteza de pino empleando la técnica de reactor en cámara de flujo continuo

o agitado.

Boonjob et al. (2013) han empleado una técnica similar para la caracterización

de metales en cenizas de residuos de biomasa leñosa y cenizas de corteza, pero

centrándose en el fraccionamiento químico en lugar de en procesos de adsorción-

desorción.

Page 158: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

153

Los experimentos de reactor en cámara de flujo continuo presentan varias

ventajas en comparación con los experimentos tipo batch de adsorción-desorción, tal

como describe Pérez-Novo et al. (2011). En este sentido, este tipo de experimentos,

como complemento a los de tipo batch, nos permiten comprender más profundamente

los procesos de adsorción-desorción que tienen lugar cuando este material se emplea

para retener metales pesados.

Se realizó de la siguiente forma: se empleó un reactor de polipropileno

(volumen 1,5 cm3) (Pérez-Novo et al., 2011) (Fig. 4.6) que poseía dos filtros en su

interior (uno a la entrada y otro a la salida del mismo) de 0,45 µm y 10 mm de diámetro,

fabricados en politetrafluoroetileno (PTFE). El reactor constaba de una entrada en la

parte inferior, para evitar las burbujas, y una salida en la parte superior, ambas partes

conectadas a una bomba peristáltica Gilson Minipuls 3 (Gilson S.A.S., Villiers Le Bel,

Francia) a través de tubos de 0,5 mm de PTFE. Dentro del mismo, se depositaron 0,1 g

de corteza molida, que estuvo agitada durante todo el experimento mediante un agitador

magnético y una barra magnética girando a 400 rpm.

Para evaluar la adsorción, se hizo pasar una disolución 0,1 mM de cada uno de

los cinco metales estudiados, empleando NaNO3 0,01M como electrolito de fondo, a

una velocidad de flujo (Jw) constante de 0,6 mL min-1

. El caudal fue controlado a lo

largo del proceso, variando menos de un 3%. Se recogieron ochenta muestras, una cada

2,5 minutos (1,5 mL cada muestra). Todo ello se realizó en una cámara termostática a

temperatura constante (25,0±0,1ºC). Las muestras de la disolución de salida se

recogieron en viales de polipropileno de 5 mL de volumen por muestra, mediante un

colector automático de fracciones Gilson 203G (Gilson FC, Villiers Le Bel, Francia).

A continuación, se determinó la concentración de Cu, Zn, Ni, Cd y Pb mediante

EAA (utilizando un espectrómetro Thermo Solar M5, EEUU), y empleando un

dispositivo de medición de micro-muestra. Se midió también el pH de cada una de las

alícuotas, usando para ello un pH-metro (Crison micro-pH, 2001, España) con un

electrodo para micro-muestras.

Inmediatamente después, se llevó a cabo la desorción, inyectando una

disolución de NaNO3 0,01 M en el reactor, en las mismas conciciones en las que se

realizó la adsorción y obteniéndose de nuevo ochenta alícuotas (de 1,5 mL cada una).

Finalmente, se determinó la concentración de Cu, Zn, Ni, Cd y Pb mediante EAA y el

pH de cada una de las muestras. Todos los experimentos se realizaron por duplicado.

Page 159: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

154

Fig. 4.6. Representación esquemática del sistema de reactor en cámara de flujo continuo empleado

en el estudio.

Fuente: Pérez-Novo et al., 2011.

Finalmente, sabiendo que q(i) denota el contenido de cada uno de los 5 metales

pesados presentes en la muestra, en el momento iΔt (donde Δt es el tiempo necesario

para recoger cada muestra en la disolución de salida), q(i) fue calculado a partir de la

ecuación descrita por Yin et al. (1997) (Ec. 4.5):

𝒒(𝒊) = {∑ [(𝑪𝟏(𝒊)− 𝑪𝟐(𝒊)) ∆𝒕𝑱𝒘

𝑽𝒆] + [𝑪𝟏(𝒊 + 𝟏) − 𝑪𝟐(𝒊 + 𝟏)]}

𝑽𝒆

𝒎 Ec. 4.5

Donde:

C(i): Es la concentración de cada metal (Cd, Cu, Ni, Pb o Zn) en la i-ésima

muestra en la disolución de salida.

C(i + 1): Es la concentración de metal en la cámara.

Jw: Es el caudal.

Ve: Es el volumen efectivo de disolución en el reactor.

m: Es la masa de la corteza de pino empleada.

Los subíndices 1 y 2 (para C1 y C2) se refieren a los casos en los que la corteza

de pino está presente o ausente (blanco) en la cámara, respectivamente.

Se utilizó una ecuación de pseudo primer orden (Ec. 4.6 y 4.7) (Aharoni y

Sparks, 1991) para describir la cinética de adsorción y desorción de cada metal.

Colector de fracciones

Bomba

Agitador

magnético

Reactor

Disolución de entrada

Page 160: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

155

Así, la ecuación para un proceso que tiene lugar en dos tipos diferentes de sitios

(rápidos o lentos) es:

𝒅𝒒𝒙

𝒅𝒕= 𝒌𝒙𝟏 (𝑭𝒒𝒙𝒎𝒂𝒙 − 𝒒𝒙) para qx < qF Ec. 4.6

𝒅𝒒𝒙

𝒅𝒕= 𝒌𝒙𝟐 [(𝟏 − 𝑭)(𝒒𝒙𝒎𝒂𝒙 − 𝒒𝒙)] para qx < qF Ec. 4.7

Donde:

dqx/dt: Es la velocidad de adsorción o desorción (mmol kg-1

min-1

) para cada

uno de los cinco metales pesados.

kx1: Es la constante de velocidad de adsorción o desorción para los sitios rápidos

(min-1

).

kx2: Es la constante de velocidad de adsorción o desorción para los sitios lentos

(min-1

).

F: Es la fracción de sitios rápidos.

qxmax: Es la máxima capacidad de adsorción o desorción (mmol kg-1

) de la

corteza de pino bajo las condiciones experimentales empleadas.

qx: Es la cantidad de cada uno de los 5 metales que fue adsorbida o desorbida por

la corteza de pino.

qF: Es la cantidad de cada metal retenido o liberado en la transición de los sitios

rápido a los lentos.

Como en Pérez-Novo et al. (2011), F se determinó utilizando un método

iterativo que implica aproximaciones sucesivas a la solución. Si sólo existe un sitio,

F=1, y por lo tanto el modelo coincide con la ecuación de pseudo primer orden para un

sitio; x=a en los experimentos de adsorción, y x=d en los de desorción.

IV.2.5. Experimentos de transporte de metales pesados mediante

experimentos en columnas con corteza de pino

Los experimentos con columnas de laboratorio para caracterizar la retención y

el transporte de metales pesados, se consideran un paso más para abordar las

condiciones de campo y el uso industrial de la corteza de pino como material

bioadsorbente de metales en medios contaminados, completando así los estudios

anteriores. Además, estos experimentos de transporte en columnas son necesarios para

caracterizar algunos procesos de tratamiento de aguas contaminadas, tales como los que

afectan las tareas de descontaminación in situ del agua subterránea emprendidas con

barreras reactivas permeables (Blowes et al., 2000).

Page 161: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

156

En este apartado se evaluó el uso potencial de la corteza de pino como

bioadsorbente para Cu, Pb, Zn, Ni y Cd, estudiando su efecto sobre la retención y

transporte de metales mediante columnas en laboratorio. Estos experimentos se

realizaron para obtener curvas de ruptura (o BTCs, del inglés Breakthrough curves)

correspondientes a disoluciones de metales que se hicieron pasar a través de columnas

de corteza de pino.

IV.2.5.1. En sistemas monometal

Se emplearon disoluciones que contenían metales (Cd, Cu, Ni, Pb o Zn)

individualmente y a tres concentraciones diferentes (2,5, 10 y 25 mM).

Se llevaron a cabo experimentos de laboratorio para obtener BTCs de

disoluciones metálicas, que se hicieron pasar a través de columnas de corteza de pino.

Las disoluciones empleadas en los experimentos se obtuvieron de su sal de nitrato

correspondiente, y contenían concentraciones de 2,5, 10 ó 25 mM de Cd, Cu, Ni, Pb o

Zn, todos ellos presentes individualmente, con NaNO3 0,01 M como electrolito de

fondo.

Las concentraciones de metal de las disoluciones de entrada seleccionaron

teniendo en cuenta la capacidad de retención de metales de la corteza de pino obtenida

previamente en condiciones batch. Todos los experimentos se realizaron a 20±1°C en

una cámara termostatizada.

Para ello, se construyeron columnas orientadas verticalmente utilizando tubos de

vidrio de 60 mm de longitud con un diámetro interior de 10 mm, y se llenaron con

corteza de pino húmeda en cantidades equivalentes a 1,1-1,2 g de corteza seca. Se

introdujo la corteza de pino de forma gradual, con profundidades de 1 cm; cada adición

fue seguida de un ligero toque de la columna para consolidarla y eliminar cualquier

burbuja de aire.

Las columnas se pesaron en este punto para determinar la masa de corteza de

pino empleada. En la entrada, las columnas se conectaron a una bomba peristáltica

(Gilson Minipuls 3, Estados Unidos) a través de un tubo de PVC de 1/16 pulgadas. La

bomba se conectó a través de una válvula de tres vías a las botellas que contenían agua

desionizada o las disoluciones metálicas. En la salida, las columnas se conectaron a un

colector de fracciones (Gilson FC 203 B, Estados Unidos) a través de un tubo de PVC

de 1/16 pulgadas. Las condiciones experimentales para todas las columnas se resumen

en la Tabla 4.4.

Page 162: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

157

Tabla 4.4. Resumen de las características de las columnas de corteza de pino. T0 es la duración del pulso

de metal expresada en número de volumen de poros; Tf es el número total de volumen de poros eluidos.

Concentración de

metal (mM) Masa (g) Densidad

aparente (g cm-3

) Volumen de

poros (cm3)

T0 Tf

Cu 2,5 0,96 0,22 3,8 4,2 16,7

Cu 10 1,07 0,25 3,6 4,5 17,9

Cu 25 0,99 0,23 3,7 4,3 17,4

Pb 2,5 1,08 0,23 4,2 3,8 15,1

Pb 10 1,16 0,25 4,0 4,0 16,2

Pb 25 1,12 0,24 4,5 3,6 14,3

Zn 2,5 0,90 0,23 3,6 4,5 17,9

Zn 10 1,05 0,22 3,6 3,6 14,5

Zn 25 0,91 0,19 4,6 3,5 13,9

Ni 2,5 1,10 0,23 4,6 3,4 13,8

Ni 10 1,10 0,23 3,5 4,6 18,4

Ni 25 1,24 0,26 4,3 3,7 14,9

Cd 2,5 1,05 0,22 4,0 4,0 15,9

Cd 10 1,10 0,23 4,5 3,6 14,3

Cd 25 0,96 0,20 4,2 3,8 15,3

Una vez introducida la corteza en el tubo de vidrio formando la columna, ésta se

saturó lentamente desde la parte inferior con agua desionizada durante un período de 3

días, con el agua penetrando en la columnas a un flujo de entrada de 2 mL h-1

.

Transcurrido este periodo, se cambió la válvula y se hicieron pasar las disoluciones

metálicas a través de la columna, manteniéndose el caudal de 2 mL h-1

durante 8 h,

aproximadamente equivalente a cuatro volúmenes de poros (Tabla 4.4).

A continuación, se cambió la válvula y se introdujo de nuevo agua desionizada,

con un caudal de 2 mL h-1

durante 24 h. En este punto, la columna se pesó de nuevo

para determinar el volumen de poro. Los efluentes de salida se muestrearon cada 40

minutos, tanto durante la fase de adición de disolución con metales como durante la fase

de adición de agua. Finalmente, se midieron las concentraciones de Cd, Cu, Ni, Pb y Zn

en cada muestra de salida, mediante EAA (espectrómetro de la serie Thermo Solaar M,

EEUU). Todos los experimentos de transporte se realizaron a 20°C.

Se llevó a cabo un experimento paralelo para determinar el factor de retardo

para cada metal dentro de la columna. Con este objetivo, se utilizó una disolución de

KBr de 10 mg L-1

como trazador de soluto. El bromuro (Br-) en las muestras de efluente

se midió en un analizador de flujo segmentado (Bran Luebbe Auto Analyzer 3,

Alemania).

Page 163: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

158

IV.2.5.2. En sistemas bimetal y multimetal

Se emplearon disoluciones que contenían todas las combinaciones binarias

posibles de Cd, Cu, Ni, Pb y Zn, con una concentración de 10 mM de cada metal, con

NaNO3 0,01 M como electrolito de fondo. Y además, se utilizó una disolución que

contenía simultáneamente los cinco metales (5 mM de cada uno de ellos, esto es, una

concentración total de metal de 25 mM).

El sistema que se ultilizó fue exactamente el mismo que en apartado anterior

para disoluciones monometal. Las condiciones experimentales para todas las columnas

se resumen en la Tabla 4.5.

Tabla 4.5. Resumen de las características de las columnas de corteza de pino. T0 es la duración del pulso

de metal expresada en número de volumen de poros; Tf es el número total de volumen de poros eluidos.

Concentración de metal (mM) Masa

(g) Densidad aparente

(g cm-3

) Volumen de poros

(cm3)

T0 Tf

Pb 10 + Cu 10 1,17 0,25 4,3 3,7 14,9

Pb 10 + Zn 10 1,12 0,24 4,0 4,0 16,2

Pb 10 + Ni 10 1,17 0,25 4,5 3,6 14,3

Pb 10 + Cd 10 1,08 0,23 4,4 3,6 14,6

Cu 10 + Zn 10 1,14 0,24 4,2 3,8 15,3

Cu 10 + Cd 10 1,22 0,26 4,4 3,6 14,5

Cu 10 + Ni 10 1,22 0,26 4,3 3,7 15,0

Zn 10 + Cd 10 1,10 0,23 3,9 4,1 16,4

Zn 10 + Ni 10 1,06 0,23 4,3 3,7 14,8

Cd 10 + Ni 10 1,18 0,25 4,3 3,7 14,8

Cd 5 + Cu 5 + Ni 5 + Pb 5 + Zn 5 1,15 0,24 4,1 3,9 15,7

Una vez introducida la corteza en el tubo de vidrio, se procedió igual que el

apartado anterior, saturando la columna desde la parte inferior con agua desionizada

durante 3 días, con un flujo de entrada de 2 mL h-1

. A continuación, se hicieron pasar las

disoluciones metálicas a través de la columna, manteniéndose el caudal durante 8 horas,

para introducir después de nuevo agua desionizada, durante 24 horas. Finalmente se

midieron las concentraciones de Cd, Cu, Ni, Pb y Zn en cada muestra de salida,

mediante EAA.

Además, también se determinó el factor de retardo para cada metal dentro de la

columna, empleando KBr de 10 mg L-1

como trazador de soluto.

Page 164: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

159

IV.2.5.3. Curvas de ruptura (BTC)

Se representaron las curvas de ruptura (BTC) resultantes (concentración relativa

de metal en el efluente frente al tiempo transcurrido) para todos los metales. La

concentración relativa de metal (C/C0) se calculó dividiendo la concentración de metal

en el efluente (C) por la concentración de metal en la disolución de entrada (C0).

Posteriormente, se realizó el análisis de momentos temporales según Valocchi

(1985), Stagnitti et al. (2000) y Kamra et al. (2001), que nos permite cuantificar las

propiedades de transporte de los solutos independientemente de un modelo matemático

subyacente. Utilizando este método, se calcularon varios parámetros utilizados para la

descripción de las BTC.

En los estudios de transporte de solutos, la curva de ruptura del soluto en forma

adimensional está representada por:

f(t)=C(z,t)/C0

Donde:

C0: Es la concentración inicial de la disolución en el tiempo t=0.

z: Es la localización.

La función de generación de momentos para una función continua f(t) es:

𝑀𝑝 = ∫ 𝑡𝑝𝑓(𝑡)𝑑𝑡

0

Donde el exponente p=0; 1; 2; 3 ... representa el momento cero, primero,

segundo, tercero, etc. Los momentos normalizados, μp<n>

, se definen por:

μp<n>

=Mp/M0

y los momentos centrales μp se definen por:

𝝁𝒑 =𝟏

𝑴𝟎∫(𝒕 − 𝝁𝟏

<𝒏>)𝒑𝑪(𝒛, 𝒕)/𝑪𝟎 𝒅𝒕

𝟎

Así, se han calculado varios parámetros utilizados para la descripción de las

curvas de ruptura utilizando este método. El primer momento normalizado es el tiempo

medio de ruptura de la concentración (τ), y se calculó como:

τ=μ1<n>

=M1/M0

Page 165: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

160

El factor de retardo relativo (R) se determinó para cada metal con respecto al

trazador inerte (Br-):

R = τM/ τBr

La desviación estándar, σ, viene dada por la raíz cuadrada del segundo

momento central (μ2), una medida de la propagación típica de las BTC en relación con

el tiempo de ruptura promedio:

σ =√𝝁𝟐

La dispersividad λ, que indica la dispersión de un elemento dado dentro de la

columna (Stagnitti et al., 2000 y Schoen et al., 1999) y el parámetro de asimetría no

dimensional, S, se calcularon a partir del tercer momento central (μ3), que caracteriza la

asimetría de la curva de avance:

λ=(L/2)(μ2/τ2)

Donde L es la longitud de la columna.

El tercer momento central (μ3) caracteriza la asimetría de la curva de ruptura y

puede utilizarse para calcular el parámetro S, definido por:

S = μ3/μ23/2

Finalmente, los datos obtenidos en estos experimentos en columnas se utilizaron

para estudiar la cinética de adsorción de metales. Los resultados fueron descritos por

la ecuación de pseudo-primer orden (Ec. 4.8):

𝒅𝒒

𝒅𝒕= 𝒌𝟏 (𝒒𝒆 − 𝒒) Ec. 4.8

Donde:

q: Es la cantidad de metal adsorbido en un momento t.

qe: Es la cantidad de metal adsorbido en el equilibrio.

k1: Es la constante cinética de primer orden.

El análisis se realizó utilizando el software de estadística R versión 3.1.3 (R Core

Team, 2015) y el paquete nlstools para la regresión no lineal (Baty et al., 2015).

Page 166: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

161

IV.2.5.4. Análisis de las columnas de corteza de pino

Finalmente, la concentración de los metales se midió a lo largo del perfil de

corteza de pino en las columnas. La corteza de pino se retiró de las columnas después

del experimento y se cortó en rodajas de 1 cm de ancho, y se secó a 105°C hasta que se

alcanzó un peso constante. Las muestras se digirieron con aqua regia para extraer la

concentración total de los metales, y ésta se midió por EAA. La extracción mediante

aqua regia se basó en el procedimiento ISO 11.466.

De forma resumida, se realizó como sigue: se colocaron 0,1 g de muestra en un

tubo de digestión de Pyrex de 100 mL. A continuación se añadieron 9 mL de HCl al

35% y 3 mL de HNO3 al 69%, después la muestra se cubrió con un cristal de reloj y se

predigirió a temperatura ambiente durante 16 h. Posteriormente, la suspensión se digirió

durante 2 h en condiciones de reflujo. Una vez se enfrió, la suspensión se filtró a través

de un filtro Whatman 42 libre de cenizas, se diluyó a 50 mL con HNO3 0,5 M y se

almacenó en botellas de polietileno a 4ºC para los análisis. Los blancos también se

trataron usando el mismo procedimiento. La recuperación media en masa de los metales

fue del 98%, oscilando entre el 85 y el 112%.

IV.2.6. Análisis estadístico

El cálculo estadístico y el ajuste correspondiente a los parámetros de las

ecuaciones anteriormente descritas (Ec. 4.1-4.8), se llevaron a cabo con el programa

SPSS, versión 17.0 y con MS Excel.

En el análisis de las BTC en el experimento en columnas, éste se realizó

utilizando el software de estadística R versión 3.1.3 (R Core Team, 2015) y el paquete

nlstools para la regresión no lineal.

IV.3. Resultados y discusión

IV.3.1. Experimentos de adsorción-desorción de metales: experimentos

discontinuos tipo batch

La Fig. 4.7 muestra los resultados obtenidos en los experimentos cinéticos tipo

batch (adsorción en función del tiempo), para la adsorción de los 5 metales pesados

estudiados (Cd, Cu, Ni, Pb y Zn) al añadir una concentración de 0,75 mM de cada uno

de ellos individualmente a las muestras de corteza de pino.

Page 167: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

162

Fig. 4.7. Experimentos tipo batch de adsorción de Cd, Cu, Ni, Pb y Zn en función del tiempo, después de

añadir 0,75 mM de disoluciones que contenían los metales individualmente a las muestras de corteza de

pino molida.

Se observa que la adsorción fue rápida, sin diferencias significativas para los

diferentes tiempos de contacto (de 1 a 48 h). En porcentaje, la adsorción resultó entre un

98-99% para el Pb, 83-84% para el Cu, 78-84% para el Cd, 77-83% para el Zn y 70-

75% para el Ni, siendo más rápida cuanto más bajas fueron las concentraciones,

obteniéndose una mayor retención para el Pb, seguido de Cu, Cd, Zn y Ni.

Fig. 4.8. Experimentos tipo batch de adsorción de Cd, Cu, Ni, Pb y Zn en función de la concentración

añadida a las muestras de corteza de pino molida (se emplearon disoluciones individuales que contenían

concentraciones crecientes de cada uno de los 5 metales pesados, de 0,08 a 3,15 mM). Se representa el

metal adsorbido frente a sus respectivas concentraciones en disolución en equilibrio (24 h).

Met

al

ad

sorb

ido

(m

mo

l k

g-1

)

Tiempo (h)

Met

al

ad

sorb

ido (

mm

ol

kg

-1)

Concentración de metal en

equilibrio (mM)

Page 168: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

163

La Fig. 4.8 muestra datos de adsorción en función de la concentración añadida

de cada uno de los cinco metales a las muestras de corteza de pino. En todos ellos se

obtuvo curvas de adsorción de tipo L, lo que nos indica que la corteza tiene una alta

afinidad por los contaminantes cuando la ocupación superficial es baja, y además,

señala la progresiva disminución de los sitios de adsorción a medida que se producen

los procesos de adsorción.

Los datos se ajustaron satisfactoriamente tanto al modelo de Freundlich como al

de Langmuir (R2 entre 0,959 y 0,992 para Freundlich y entre 0,983 y 0,997 para

Langmuir) (Tabla 4.6).

En lo que respecta al modelo de Freundlich, el parámetro 1/n mostró una baja

variabilidad para los diversos metales pesados, dentro del rango 0,35-0,47; El parámetro

Kf mostró la secuencia Pb>Cu≥Cd>Zn>Ni. En el modelo de Langmuir, el parámetro KL

(relacionado con la energía que caracteriza la interacción entre el material adsorbente y

los metales) mostró una secuencia ligeramente diferente: Pb>Cu≥Zn≥Cd≥Ni, indicando

que el Zn experimentó una adsorción más fuerte que la descrita por el modelo de

Freundlich. Es importante destacar el alto valor de KL correspondiente al Pb (35,57) en

comparación con los otros 4 metales (entre 4,32 y 2,74).

Los valores máximos de adsorción del modelo de Langmuir (Xm) mostraron la

secuencia Pb>Cd≥Cu>Zn≥Ni, muy similar al correspondiente parámetro de Freundlich

KF.

Tabla 4.6. Parámetros de las ecuaciones de Freundlich y Langmuir (Ec. 4.1 y 4.2) que fueron ajustados

a los datos de adsorción correspondientes a Cd, Cu, Ni, Pb y Zn (media ± desviación estándar).

El metal adsorbido está expresado en mmol kg-1

; el metal en la disolución de equilibrio está expresado en

mmol L-1

.

Metal Freundlich Langmuir

KF 1/n R2 KL Xm R

2

Cd 28,72±0,88 0,47±0,03 0,992 2,85±0,54 40,15±2,83 0,990

Cu 30,82±1,16 0,43±0,03 0,988 4,32±0,91 38,46±2,69 0,987

Ni 20,44±1,05 0,45±0,05 0,974 2,74±0,27 30,15±1,08 0,997

Pb 67,29±6,88 0,35±0,05 0,959 35,57±8,15 51,68±3,24 0,983

Zn 24,87±1,13 0,44±0,04 0,981 3,67±0,57 33,25±1,73 0,992

Para el porcentaje de ocupación de los sitios de adsorción, los resultados

muestran secuencias de afinidad equivalentes para alta y baja saturación (secuencia

Pb>Cu>Cd>Zn>Ni).

Page 169: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

164

Cuantitativamente, para una baja concentración inicial de metales (0,08 mM),

los valores fueron 1,45±0,00, 1,38±0,02, 1,36±0,00, 1,32±0,00 y 1,25± 0,01,

respectivamente, mientras que para las concentraciones iniciales más altas de cada metal

los valores fueron 50,03±0,73, 33,64±0,68, 32,41±0,08, 28,96±0,10 y 25,01±1,02,

respectivamente.

Así, cuando se analizan las curvas de adsorción teniendo en cuenta el porcentaje

de ocupación de los sitios de adsorción, los resultados fueron equivalentes, mostrando

secuencias de afinidad comparables para alta y baja saturación de dichos sitios. Los

porcentajes de adsorción disminuyeron con el aumento de la concentración inicial de

los metales, con 92, 93, 84, 98 y 89% para la dosis más baja y 54, 56, 42, 84 y 49% para

la más alta de Cd, Cu, Ni, Pb y Zn, respectivamente. En cualquier caso, la adsorción de

Pb fue elevada incluso para la dosis más alta de metal añadido.

En comparación con otros trabajos, Al-Ashed et al. (2000) obtuvieron la

secuencia Cu>Cd>Ni en experimentos discontinuos de adsorción con corteza de pino a

la que se le añadieron dichos metales de forma individual.

Por otro lado, como se observa en la Tabla 4.7, los valores de desorción

(expresados en mmol kg-1

) muestran una tendencia a aumentar en función de la

concentración de metales pesados añadida.

La tendencia es casi la misma cuando se expresa la desorción como porcentaje

de la cantidad total previamente adsorbida, con excepción del Pb, y con discordancias

mínimas en el caso del Cu y el Ni. Los resultados obtenidos indican que la desorción es

una función de la concentración inicial añadida de cada metal; concretamente, para

las dosis bajas (0,08 y 0,16 mM), la secuencia fue Pb<Cd<Cu<Zn<Ni, mientras que la

dosis más alta (3,15 mM) resultó la secuencia Pb<Zn≤Cd<Ni<Cu, cambiando el orden

de todos los metales pesados excepto el Pb, que mostró en todos los casos una desorción

claramente más baja que el resto de metales.

Page 170: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

165

Tabla 4.7. Resultados de la desorción de Cd, Cu, Ni, Pb y Zn (expresada en mmol kg-1

,

Media±desviación estándar) en función de la concentración añadida de cada metal (mM). Entre

paréntesis, se muestra la desorción expresada como porcentaje de la cantidad total previamente adsorbida.

Concentración

añadida

(mM)

Cd Cu Ni Pb Zn

0,08 0,045±0,000

(2,9)

0,052±0,000

(3,8)

0,102±0,003

(7,3)

0,008±0,003

(0,6)

0,068±0,001

(4,9)

0,16 0,089±0,002

(3,2)

0,099±0,002

(3,5)

0,192±0,026

(7,0)

0,010±0,003

(0,3)

0,138±0,001

(5,3)

0,40 0,292±0,003

(4,1)

0,411±0,005

(6,4)

0,598±0,031

(9,1)

0,016±0,001

(0,2)

0,345±0,007

(6,0)

0,75 0,707±0,005

(6,8)

1,237±0,006

(9,7)

1,333±0,013

(13,7)

0,029±0,002

(0,2)

0,823±0,038

(7,7)

1,57 2,050±0,046

(9,3)

3,671±0,012

(17,0)

3,406±0,081

(16,5)

0,177±0,007

(0,6)

2,329±0,006

(11,2)

3,15 5,508±0,135

(16,2)

8,794±0,151

(26,2)

7,248±0,177

(26,3)

1,744±0,150

(3,3)

5,315±0,147

(19,3)

IV.3.2. Experimentos de adsorción-desorción competitiva: competencia de

metales en sistema bimetal y multimetal mediante experimentos

discontinuos tipo batch

IV.3.2.1. Adsorción/desorción competitivas en sistemas bimetal

La Tabla 4.8 muestra el porcentaje de reducción en la adsorción de cada metal

debido a la presencia del segundo metal en sistemas binarios. En estos experimentos se

encontraron dos tipos de comportamiento:

Metales que estuvieron claramente afectados por la presencia de un segundo

metal, concretamente Cd, Ni y Zn. La adsorción de Cd por la corteza de pino

disminuyó notablemente en presencia de cada uno de los otros metales, partiendo

de valores de concentración de 1,57 mM del segundo metal. Para la concentración

más alta del segundo metal agregado, la adsorción de Cd se vio afectada siguiendo

la secuencia Pb>Cu>Zn>Ni, con un porcentaje de reducción del 73%, 54%, 19% y

11%, respectivamente (Tabla 4.8).

La disminución en la adsorción de Ni comenzó ya en concentraciones de

0,39 mM del segundo metal añadido, con un porcentaje de reducción del 78%,

70%, 65% y 49% causado por la presencia de Pb, Cu, Cd y Zn, respectivamente. El

comportamiento de Zn fue similar al de Cd y Ni, con una reducción de la adsorción

incluso a bajas concentraciones añadidas de cada uno de los otros metales, con una

disminución del 78%, 48%, 48% y 32% cuando las concentraciones más altas de

Pb, Cu, Cd y Ni, respectivamente, se aplicaron como segundos metales.

Page 171: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

166

El segundo tipo de comportamiento, correspondió a Cu y Pb, cuya adsoción se vio

poco afectada por la presencia de un segundo metal. La adsorción de Cu solo se

redujo debido a la presencia de Pb a partir de 0,16 mM, pero con disminuciones

porcentuales en la adsorción de Cu siempre inferiores al 10% (salvo en el caso de la

concentración de Pb más alta, 3,15 mM, en donde alcanzó una disminución del

18%). La presencia de Cd también afectó a la adsorción de Cu de forma similar al

Pb, pero los valores del porcentaje de reducción fueron menores. La concentración

más alta del segundo metal añadido afectó a la adsorción de Cu siguiendo la

secuencia Pb>Cd>Zn>Ni (con una disminución del 18%, 10%, 5% y 2%,

respectivamente). La adsorción de Pb solamente se vio afectada por la presencia de

Cu, disminuyendo su adsorción al 4% cuando con la adición de la concentración de

Cu más alta (3,15 mM) (Tabla 4.6).

En vista de ello, podemos decir que Pb y Cu fueron los metales que sufrieron

una mayor retención por la corteza de pino, con alta capacidad para desplazar Cd, Ni

y Zn de los sitios de adsorción de la corteza, incluso cuando se agregaron altas

concentraciones de los otros metales. Cd, Ni y Zn fueron más afectados por la

presencia de otros metales (principalmente Cu y Pb).

Estos resultados son coincidentes con los publicados por Covelo et al., 2004,

Shaheen et al., 2013 y Nehrenheim y Guftansson (2008), lo que indica que Cu y Pb

compiten de forma más fuerte que otros metales por sitios de unión. Algunas

características del Pb y el Cu, tales como una alta electronegatividad, radio de baja

hidratación, estructura electrónica y una mayor capacidad de hidrólisis, hacen que

ambos metales puedan establecer enlaces más fuertes que Cd, Ni y Zn.

Antoniadis y Tsadilas (2007), estudiando la adsorción de Cd, Ni y Zn en

sistemas bimetales y trimetales, concluyeron que la competencia causó una drástica

disminución en la adsorción de los tres metales. Los resultados que hemos obtenido

respecto a Pb y Cu también coinciden con los de Covelo et al. (2004), quienes

encontraron que la adsorción de Pb apenas se ve afectada por la presencia de otros

metales, y con los de Shaheen et al. (2013), quienes indicaron que Pb y Cu están

fuertemente adsorbidos y apenas se ven afectados por la presencia de otros elementos

más móviles, como Cd, Ni y Zn.

Además, otros estudios en los que se emplearon superficies orgánicas como

adsorbentes, mostraron que el Cu puede desplazar al Zn, pero no al contrario, incluso

usando altas concentraciones de Zn (Arias et al., 2006), y que el Cu se adsorbe en

mayor proporción que el Cd en experimentos de tipo binario con ácidos húmicos (Arias

et al., 2002).

Page 172: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

167

Tabla 4.8. Porcentaje de reducción para la adsorción de Cd, Ni, Zn, Cu y Pb cuando se añaden diferentes

concentraciones de otro metal en sistemas binarios. Los valores de cero indican un porcentaje ≤0,05%.

Por último, debe tenerse en cuenta que la competencia se produce

principalmente cuando se da la saturación de las superficies absorbentes. En el caso de

los metales estudiados, las diferencias que afectan a la adsorción se deben

principalmente a la distinta afinidad por los sitios de adsorción, como se demostró

anteriormente por Al-Asheh y Duvnjak (1998).

En lo que respecta a la desorción competitiva en sistemas bimetálicos, ésta

aumentó para cada metal en función de la concentración añadida gradualmente del otro

metal, excepto en el caso de Pb, en el que la desorción fue casi inexistente (Tabla 4.9)

Así, la desorción del Cd fue del 2% cuando no estaba presente ningún otro

metal, y aumentó progresivamente en función de la concentración añadida del segundo

metal, hasta 10%, 14%, 26% y 70% para la concentración más alta (3,15 mmol L-1

) de

Ni, Zn, Cu y Pb respectivamente (Tabla 4.9). Zn se comportó de forma similar,

mostrando valores de desorción del 12%, 20%, 22% y 67% en presencia de 3,15 mmol

L-1

de Ni, Cd, Cu y Pb, respectivamente. La desorción de Ni fue mayor, y estuvo más

afectada por los otros metales, mostrando valores del 27%, 45%, 47% y 100% en

Metal

añadido

Concentración del metal (mM)

0,08 0,16 0,39 0,79 1,57 3,15

Cd

Cu 0±0 0±0 0±0 2±1 14±3 54±2

Ni 0±0 0±0 0±0 0±0 6±0 11±0

Pb 0±0 0±0 0±0 6±1 34±2 73±0

Zn 0±0 0±0 0±0 0±0 5±1 19±1

Cu

Cd 0±0 0±0 1±1 2±0 3±0 10±1

Ni 0±0 0±0 0±0 0±0 0±0 2±0

Pb 0±0 4±0 5±0 6±0 9±0 18±0

Zn 0±0 0±0 0±0 0±0 3±1 5±2

Ni

Cd 0±0 0±0 10±1 20±1 30±0 65±3

Cu 0±0 0±0 13±1 18±1 52±1 70±1

Pb 0±0 0±0 13±1 30±0 54±2 78±3

Zn 0±0 0±0 1±1 16±6 29±2 49±6

Pb

Cd 0±0 0±0 0±0 0±0 0±0 0±0

Cu 0±0 0±0 0±0 0±0 0±0 4±0

Ni 0±0 0±0 0±0 0±0 0±0 0±0

Zn 0±0 0±0 0±0 0±0 0±0 0±0

Zn

Cd 1±1 2±0 13±1 22±1 27±0 48±1

Cu 1±1 1±1 3±0 28±0 32±0 48±0

Ni 0±0 0±0 10±0 13±1 21±1 32±2

Pb 0±0 1±1 9±2 21±0 42±2 78±2

Page 173: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

168

presencia de Zn, Cu, Cd y Pb, respectivamente. La desorción de Cu fue menor que la de

Cd, Zn y Ni, y su mayor valor (27%) fue encontrado cuando se agregó la concentración

de Pb más alta (3,15 mmol L-1

) (Tabla 4.9).

Los valores de desorción de Pb y Cu fueron los más bajos debido a las

interacciones con la materia orgánica presentes en la corteza de pino, concretamente con

glucano, xilano, galactano, arabinano, manano y lignina, que contienen grupos fenólicos

responsables de la adsorción irreversible de algunos metales pesados, formando

complejos de esfera interna que afectan principalmente a Pb y Cu.

Tabla 4.9. Desorción de los metales estudiados (media±desviación estándar, expresada en mmol kg-1

),

después de añadir una concentración inicial fija del primer metal de 0,79 mmol L-1

, más la concentración

creciente correspondiente de cada uno de los metales añadidos en los sistemas binarios. El porcentaje de

adsorción se encuentra entre paréntesis.

Metal

añadido Concentración del metal (mM)

0,08 0,16 0,39 0,79 1,57 3,15

Cd

Cu 0,51±0,05(4) 0,55±0,06(4) 0,70±0,06 (5) 0,84±0,08 (8) 1,00±0,15(11) 1,23±0,12(26)

Ni 0,49±0,08(4) 0,52±0,01(4) 0,57±0,04 (5) 0,62±0,04(5) 0,77±0,10(8) 0,97±0,08(10)

Pb 0,50±0,02(4) 0,52±0,02(5) 0,73±0,01 (6) 0,10±0,03(10) 1,36±0,11(20) 1,95±0,02(70)

Zn 0,50±0,04(4) 0,56±0,03(4) 0,59±0,02 (5) 0,66±0,00(6) 0,93±0,10(9) 1,16±0,06(14)

Cu

Cd 0,61±0,02(5) 0,96±0,04(7) 1,03±0,04(8) 1,19±0,03(9) 1,41±0,02(11) 1,62±0,00(13)

Ni 0,84±0,04(6) 0,84±0,01(6) 0,84±0,03(6) 0,84±0,09(6) 0,96±0,04(7) 1,00±0,01(8)

Pb 0,84±0,01(6) 0,98±0,02(8) 1,34±0,00(11) 1,66±0,02(13) 2,34±0,03(18) 2,96±0,02(27)

Zn 0,85±0,02(6) 0,80±0,02(6) 0,84±0,01 (6) 0,81±0,04(6) 0,93±0,06(7) 1,08±0,02(9)

Ni

Cd 1,21±0,03(12) 1,27±0,04(6) 1,38±0,00(14) 1,45±0,15(17) 1,61±0,07(21) 1,76±0,00(47)

Cu 1,14±0,02(10) 1,20±0,02(11) 1,26±0,06(13) 1,38±0,04(15) 1,43±0,07(27) 1,48±0,11(45)

Pb 1,12±0,01(11) 1,316±0,03(12) 1,34±0,14(16) 1,81±0,12(26) 2,28±0,43(49) 2,31±0,00(100)

Zn 1,24±0,06(11) 1,207±0,06(11) 1,17±0,08(11) 1,28±0,04(14) 1,38±0,01(18) 1,53±0,01(27)

Pb

Cd 0,00±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0)

Cu 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,02±0,00(0)

Ni 0,02±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0)

Zn 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0) 0,01±0,00(0)

Zn

Cd 0,59±0,04(5) 0,74±0,04(6) 0,75±0,06(7) 0,96±0,10(10) 1,07±0,06(11) 1,35±0,09(20)

Cu 0,38±0,02(3) 0,39±0,03(3) 0,57±0,00(5) 1,17±0,05(14) 1,17±0,04(14) 1,36±0,02(22)

Ni 0,39±0,03(3) 0,46±0,07(4) 0,65±0,05(6) 0,67±0,07(6) 0,79±0,01(8) 0,97±0,06(12)

Pb 0,47±0,11(4) 0,54±0,06(4) 0,61±0,22(6) 0,85±0,00(9) 1,54±0,04(22) 1,80±0,04(67)

Page 174: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

169

IV.3.2.2. Adsorción/desorción competitivas en sistemas multimetal

La Fig. 4.9 muestra curvas de adsorción correspondientes a los experimentos

batch multi-metal, con los cinco metales añadidos simultáneamente a muestras de

corteza de pino.

Fig. 4.9. Adsorción de Cu, Cd, Ni, Pb y Zn por la corteza de pino, después de la adición de todos los

metales simultáneamente en distintas concentraciones (0,08, 0,16, 0,39, 0,79, 1,57 y 3,15 mM),

empleando NaNO3 0,01 M como electrolito de fondo.

Para calcular la composición de equilibrio se realizó una simulación utilizando

el software de especiación MINTEQA2, que nos permite conocer la especiación de

equilibrio de disoluciones acuosas. Este modelo es útil para calcular la distribución de

masa de equilibrio entre especies disueltas, especies adsorbidas y múltiples fases sólidas

bajo una variedad de condiciones, incluyendo una fase gaseosa con presiones parciales

constantes. La simulación con este modelo nos indicó que, al valor de pH de las

muestras (el valor de pH medio fue de 3,2±0,2; n=90) y añadiendo la concentración

máxima de metal, más del 99% de todos los metales estaban en forma catiónica y la

disolución no estaba saturada para ninguna fase sólida, lo que sugiere que en esas

condiciones el principal mecanismo de retención de metal que tiene lugar en la

corteza de pino es la adsorción.

La secuencia de adsorción correspondiente a dosis bajas (0,08 y 0,16 mM) de

los cinco metales añadidos simultáneamente en una relación molar 1:1 fue

Pb≈Cu>Cd>Zn>Ni. Esta secuencia es coincidente con la encontrada previamente

estudiando la adsorción de los mismos cinco metales (añadidos individualmente en ese

trabajo previo) sobre muestras de corteza de pino. Cuando las dosis de metal añadidas

fueron intermedias (0,39 y 0,79 mM), los resultados de adsorción fueron similares,

Met

al

ad

sorb

ido

(m

mo

l k

g-1

)

Concentración de metal en equilibrio (mM)

Page 175: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

170

aunque el Pb sufrió mayor adsorción que el Cu, dando lugar a la secuencia

Pb>Cu>Cd>Zn>Ni. Sin embargo, cuando las dosis de metal añadidas fueron altas (1,57

y 3,15 mM), la adsorción disminuyó claramente para Cd, Ni y Zn, resultando la

secuencia Pb>Cu>Cd≈Zn≈Ni.

El ajuste de los datos de adsorción a la ecuación de Freundlich fue satisfactorio

(R2=0,960), con valores de K y n de 26,4±1,2 y 0,29±0,02, respectivamente.

Comparando los valores de K con los previamente observados para adsorción no

competitiva, la secuencia fue: KPb>KCu>KCd>KCu-Cd-Ni-Pb-Zn>KZn>KNi. En cuanto a los

valores del coeficiente n, fue menor que los encontrados anteriormente para todos los

metales estudiados individualmente en ensayos no competitivos (entre 0,35 y 0,47).

Generalmente, la adsorción específica de metales sobre diferentes superficies de

adsorción depende de la capacidad de hidrólisis de cada metal (más capacidad de

hidrólisis implica más adsorción). En este sentido, Brummer (1986) indica la siguiente

secuencia para las capacidades de hidrólisis y adsorción: Hg>Pb>Cu≥Zn>Co>Ni>Cd.

McBride (1989) utilizó otras características de los metales, como la relación

carga/radio, electro-negatividad y parámetro de blandura de Misono, para predecir la

afinidad de los metales por los sitios de adsorción, pero los resultados son muy

diferentes a los encontrados en el presente trabajo.

El tipo de superficie de adsorción afecta también a la adsorción del metal.

Gomes et al. (2001) indican que, teniendo en cuenta el coeficiente de distribución Kd

(adsorbido/equilibrio), las secuencias de adsorción más frecuentes correspondientes a

suelos con pH entre 4,9 y 6,7 son Pb>Cu>Cd>Zn>Ni, o Pb>Cu>Cd>Ni>Zn. Covelo et

al. (2004) encontraron la secuencia Pb>Cu>Cd≈Ni≈Zn para los umbrisoles húmicos.

Stevenson (1977) describió la secuencia Cu>Pb>Cd>Zn, similar a nuestros resultados,

lo que sugiere que la corteza del pino se comporta de forma similar a los substratos

orgánicos presentes en los suelos.

La Tabla 4.10 muestra los datos de desorción correspondientes a los cinco

metales cuando se añaden simultáneamente. La desorción aumentó progresivamente

cuando también lo hizo la concentración de metal añadida. Para la menor concentración

de metal añadida (0,08 mmol L-1

), la desorción fue menor del 1% para los cinco

metales, mostrando la secuencia Pb<Cd<Cu<Zn<Ni. Cuando se añadió la concentración

de metal más alta (3,15 mmol L-1

), la desorción también se incrementó, resultando 0,68,

0,68, 0,61, 0,57 y 0,20 mmol kg-1

, para Cu, Ni, Zn, Cd y Pb, respectivamente. Al

expresar la desorción como porcentaje de la cantidad previamente adsorbida, Pb y Cu

mostraron los valores más bajos (0,7% y 3,7%, respectivamente), mientras que Zn, Ni y

Cd mostraron resultados claramente superiores (30,5%, 47,0% y 34,6%,

respectivamente). En este caso, la secuencia fue Pb<Cu<Zn<Cd<Ni.

Page 176: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

171

Estos resultados indican que, cuando la concentración de metal añadida se

incrementa progresivamente, la adsorción de la corteza de pino tiene lugar en sitios de

adsorción caracterizados por una afinidad progresivamente más baja, facilitando así una

mayor desorción. En cualquier caso, esto ocurrió principalmente en el caso de Zn, Ni y

Cd, mientras que Pb y Cu se adsorbieron en sitios de alta afinidad incluso cuando se

agregaron las concentraciones de metal más altas.

En vista de ello, los resultados porcentuales de desorción fueron inversos a los

correspondientes a la adsorción, mostrando la secuencia la secuencia

Pb<Cd<Cu<Zn<Ni para las dosis más bajas, y Pb<Cu<Zn<Cd<Ni para las más

elevadas.

Los resultados globales obtenidos indican que la corteza de pino puede ser un

material adsorbente útil para la retención de metales pesados, incluso cuando se usa en

medios contaminados con múltiples metales. En comparación con otros bioadsorbentes,

la eficacia de la corteza de pino fue notable en cuanto a la adsorción de metales pesados.

Nehrenheim y Gustafsson (2008), comparando diferentes bioadsorbentes, también

indicaron que la corteza de pino fue la más eficiente a bajas concentraciones de metales,

mientras que las escorias de alto horno fueron más eficientes en altas concentraciones

de metales.

Tabla 4.10. Desorción competitiva (mmol kg−1

) en los sistemas multimetal empleados. El porcentaje de

desorción aparece en paréntesis. La desviación estándar fue ≤0,01 mmol kg−1

en todos los casos.

Metal

desorbido Metal añadido (mM)

0,08 0,16 0,39 0,79 1,57 3,15

Cd 0,01

(0,4)

0,02

(0,5)

0,05

(1,1)

0,14

(2,4)

0,26

(5,7)

0,57

(34,6)

Cu 0,01

(0,6)

0,01

(0,5)

0,06

(1,1)

0,17

(1,9)

0,38

(2,9)

0,68

(3,7)

Ni 0,01

(0,7)

0,02

(0,8)

0,07

(1,9)

0,07

(2,4)

0,29

(11,9)

0,68

(47,0)

Pb <0,005

(<0,005)

<0,005

(<0,005)

<0,005

(<0,005)

0,01

(0,1)

0,04

(0,2)

0,20

(0,7)

Zn 0,01

(0,6)

0,02

(0,7)

0,06

(1,6)

0,07

(1,5)

0,26

(6,2)

0,61

(30,4)

Page 177: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

172

IV.3.3. Experimentos de adsorción-desorción de metales: experimentos en

cámara de reactor de flujo continuo

La Fig. 4.10 muestra la evolución de los valores de pH en función del tiempo a

lo largo de los experimentos de adsorción en los experimentos en reactor de flujo

continuo.

Fig. 4.10. Evolución temporal de los valores de pH a lo largo de los experimentos de adsorción en cámara

de reactor de flujo continuo.

Se observa que los valores de pH tienden a aumentar ligeramente a lo largo de la

fase de adsorción, no mostrando diferencias significativas entre los cinco metales (Fig.

4.10). Además, en la Fig. 4.11 se puede observar la adsorción acumulada para cada uno

de los 5 metales estudiados en función del tiempo. Al final del experimento (200 min) la

secuencia de adsorción fue Pb>Cu>Cd>Ni≥Zn, obteniéndose 74, 51, 38, 34 y 31 mmol

kg-1

, respectivamente.

Fig. 4.11. Adsorción acumulada para Cd, Cu, Ni, Pb y Zn en función del tiempo, resultado de la adición

de disoluciones 0,75 mM de cada uno de los metales pesados de forma individual a la corteza de pino.

3.0

3.5

4.0

4.5

5.0

5.5

6.0

0 50 100 150 200 250

Time (min)

pH

Cd

Cu

Ni

Pb

Zn

pH

Tiempo (min)

Met

al

ad

sorb

ido

(m

mo

l k

g-1

)

Tiempo (min)

Page 178: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

173

La adsorción del Pb fue claramente diferente de la del Cu a partir de los 30

minutos del inicio del experimento, y el Cu mostró una adsorción claramente mayor que

el Cd desde el minuto 80 del ensayo. El Ni mostró una adsorción similar al Zn, aunque

ligeramente superior.

Fig. 4.12. Velocidad de adsorción para Cd, Cu, Ni, Pb y Zn en función del la adsorción acumulada

correspondiente a cada uno de los cinco metales pesados.

Además, los resultados que se muestran en la Fig. 4.12 sugieren que solamente

los sitios de adsorción rápidos fueron activos para todos los metales. En el caso del Pb,

hay una fase inicial con una adsorción relativamente constante hasta alcanzar un valor

de 34 mmol kg-1

, lo que significa que la adsorción estuvo limitada por el flujo de

entrada al reactor de la cámara.

Por otro lado, el ajuste de los datos experimentales a las ecuaciones de pseudo

primer orden (Ec. 4.5 y 4.6) fue satisfactoria para los cinco metales pesados,

considerando un solo tipo de sitios de adsorción, en vista de los valores obtenidos para

R2 (Tabla 4.11). Los valores de la constante cinética de adsorción ka siguieron la

secuencia: Cd>Pb>Ni>Zn>Cu.

dq

a/d

t (m

mo

l k

g-1

min

-1)

Adsorción acumulada (mmol kg-1

)

Page 179: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

174

Tabla 4.11. Parámetros de adsorción para Cd, Cu, Ni, Pb y Zn ajustados a las ecuaciones Ec. 4.5 y 4.6.

dqa/dt = ka(qamax -qa) siendo qamax la máxima capacidad de adsorción en mmol kg-1

, ka la constante de

velocidad de adsorción en min-1

y R2 el coeficiente de deteminación.

Metal qamax

(mmol kg-1

) ka

(min-1

) R

2

Cd 39,4 0,0150 0,989

Cu 65,9 0,0074 0,980

Ni 39,7 0,0096 0,949

Pb 87,9 0,0101 0,961

Zn 38,1 0,0084 0,960

La Fig. 4.13 muestra la desorción acumulada para cada uno de los cinco metales

en función del tiempo. Al final del experimento (200 min), la secuencia que describe la

desorción fue Pb<Cu<Cd<Ni<Zn, que corresponde a los siguientes valores de

desorción: 9, 13, 20, 25 y 28 mmol kg-1

respectivamente, representando los porcentajes

de 12, 25, 53, 83 y 90% de las cantidades totales previamente adsorbidas.

Fig. 4.13. Desorción acumulada para Cd, Cu, Ni, Pb y Zn en función del tiempo.

La Fig. 4.14 muestra la tasa de desorción en función de la desorción acumulada

para cada uno de los cinco metales pesados. Estas curvas evidencian dos segmentos

claramente diferenciados, que corresponden a los sitios de unión rápida y lenta.

Met

al

des

orb

ido (

mm

ol

kg

-1)

Tiempo (min)

Page 180: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

175

Fig. 4.14. Velocidad de desorción para Cd, Cu, Ni, Pb y Zn en función del la desorción acumulada

correspondiente a cada uno de los cinco metales pesados.

Los resultados del ajuste de los datos de desorción mediante las ecuaciónes de

pseudo primer orden (Ec. 4.5 y 4.6) se muestran en la Tabla 4.12, con ajuste

satisfactorio, tal como se puede comprobar con los valores de R2. La constante cinética

para los sitios rápidos (kd1) fue mayor para el Pb, con bajos valores para los otros cuatro

metales (por ejemplo, Ni y Zn). La constante cinética para los sitios lentos (kd2) también

fue mayor para el Pb. La capacidad máxima de desorción determinada mediante las

ecuaciones (qdmax), siguió una secuencia coincidente con la que se observa en la Fig.

4.14: la menor desorción corresponde al Pb seguido de Cu, mientras que la mayor

desorción corresponde a Zn y Ni, seguidos de Cd. La fracción de sitios rápidos (F) para

la desorción fue mayor para Cu y Pb que para los otros tres metales pesados.

Tabla 4.12. Parámetros de desorción para Cd, Cu, Ni, Pb y Zn ajustados a las ecuaciones Ec. 4.5 y 4.6.

dqd/dt = ka(qdmax -qd) siendo qdmax la máxima capacidad de desorción en mmol kg-1

, kd1 la constante de

velocidad de desorción para los sitios rápidos en min-1

, kd2 la constante de velocidad de desorción para

los sitios lentos en min-1

, F la fracción de los sitios rápidos, R12 el coeficiente de deteminación para los

sitios rápidos y R22 el coeficiente de deteminación para los sitios lentos.

Metal qamax

(mmol kg-1

) F Kd1

(min-1

) Kd2

(min-1

) R1

2 R2

2

Cd 21,4 0,52 0,0411 0,0119 0,986 0,921

Cu 14,1 0,71 0,0441 0,0082 0,956 0,926

Ni 26,2 0,53 0,0381 0,0121 0,993 0,961

Pb 9,1 0,65 0,0620 0,0201 0,991 0,936

Zn 29,3 0,56 0,0336 0,0137 0,952 0,922

dq

d/d

t (m

mo

l k

g-1

min

-1)

Desorción acumulada (mmol kg-1

)

Page 181: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

176

La adsorción observada en los experimentos en cámara de flujo continuo

fue mayor que la obtenida en los experimentos discontinuos para los cinco metales

pesados. Esto era de esperar, debido al flujo continuo de disolución con metal que

atraviesa a la muestra en el reactor. De todas formas, la secuencia de adsorción obtenida

fue la misma que en los experimentos batch, si observamos los valores de adsorción

máxima Xm.

Comparando estos resultados en cámara de flujo con los anteriormente obtenidos

en los experimentos batch, se observa que en ambos casos Pb, Cu y Cd mostraron una

mayor adsorción que Ni y Zn.

Si comparamos además con otros bioadsorbentes, la eficacia de la corteza del

pino fue notable en la adsorción de metales pesados. Gundogdu et al. (2009)

encontraron resultados de retención similares a los del presente trabajo en relación al

Pb.

Nehrenheim y Gustafsson (2008), compararon diferentes bioadsorbentes, e

indicaron que la corteza de pino fue el más eficaz para bajas concentraciones de

metales, mientras que las escorias de horno resultaron más eficientes para

concentraciones más elevadas. Martín-Dupont et al. (2002) encontraron que la cortezas

de coníferas poseen una alta capacidad de adsorción de contenido de metales,

mostrando la secuencia Cu>Pb>Ni>Zn para el máximo de adsorción, y la secuencia Pb>

Ni>Zn>Cu cuando se tiene en cuenta la afinidad de la corteza para adsorber dichos

metales pesados. Resultados similares fueron encontrados por Aoyama et al. (1993), y

por Al-Asheh y Duvnjak (1998), comparando la corteza de pino con la de otros árboles.

Con respecto a la desorción, la secuencia obtenida (Pb<Cu<Cd<Ni<Zn) fue

opuesta a la correspondiente para la adsorción.

Los datos de adsorción/desorción mostraron una fuerte histéresis para el Pb (i.e.,

no coinciden las curvas isotermas de adsorción y desorción), seguido de Cu, debido a la

adsorción mayoritariamente irreversible que tiene lugar para estos metales.

En el lado opuesto, Cd, y más notablemente Ni y Zn, experimentaron

principalmente adsorción reversible. Estos hechos pueden tener relación con el tipo de

interacciones entre cada metal y la superficie adsorbente de la corteza de pino. Con

respecto a esto, Diesing et al. (2008), refiriéndose a suelos, atribuyeron la adsorción

más reversible para el Zn a los complejos de esfera externa con sus ligandos, mientras

que el Cu formó principalmente complejos de esfera interna (Strawn y Baker, 2008).

Además, Miller et al. (1983) observaron una adsorción preferente para Cu y Pb que para

Cd y Zn.

Page 182: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

177

De manera similar, otros estudios indican que, en suelos con bajo pH y alto

contenido de materia orgánica, la adsorción de Zn fue mucho más reversible que la de

Cu (Arias et al., 2006). De hecho, el Cu es adorbido prácticamente de forma irreversible

por los ácidos húmicos (Arias et al., 2002). Además, sobre la base de valores de kd100

para la adsorción, Covelo et al. (2007) encontraron que la caolinita y la mica adsorben

preferentemente el Cr, mientras que para la vermiculita, la adsorción fue mayor en el

caso de Cu y Zn, y respecto a la materia orgánica humificada (MOH), los óxidos de

Fe y los óxidos de Mn, la adsorción fue mayor para el Pb, observándose que la MOH y

los óxidos de Mn también absorbieron cantidades considerables de Cu.

Como ya hemos dicho, la corteza de pino tiene un alto contenido en carbono,

con la materia orgánica representada principalmente por la lignina, celulosa y

hemicelulosa (Tabla 4.2) (Feng et al., 2014). La lignina contiene grupos fenólicos, que

pueden ser muy activos en la adsorción de metales pesados por medio de complejos de

esfera interna, afectando principalmente al Pb y al Cu, lo que podría explicar los

resultados de mayor adsorción y menor desorción para estos dos metales.

Las diferencias encontradas para los cinco metales pesados con respecto a la

adsorción también podría atribuirse al pH. Sin embargo, en el caso de los experimentos

batch, el valor del pH en el equilibrio fue de 3,4±0,1 para los cinco metales pesados, lo

que significa que este parámetro no puede explicar las variaciones de adsorción, sin

afectar a la posible carga variable de los sitios de adsorción en la corteza de pino, ni a la

distribución de especies disueltas de los cinco metales.

Por otro lado, las diferencias en la adsorción pueden verse afectadas por las

características químicas de cada metal (Tabla sumplementaria 4.1, S4.1).

Según esto, la afinidad en función de la capacidad de hidrólisis de cada metal

sería Pb>Cu>Zn>Ni>Cd (Brummer, 1986); pero esta secuencia es sólo coincidente para

Pb y Cu al comparar con los resultados del presente trabajo; además, McBride (1989)

utilizó diferentes características para predecir la afinidad de los metales por los sitios de

adsorción: relación carga/radio, electronegatividad, y blandura de Misono, siendo esta

última la que mejor se ajusta a nuestros resultados, con la secuencia Pb>Cd>Cu>Ni>Zn.

Teniendo en cuenta las condiciones experimentales de los ensayos, se utilizó de

nuevo el modelo MINTEQA2 (Allison et al., 1991) para estimar las especies químicas

dominantes para cada uno de los 5 metales pesados estudiados, así como la probabilidad

de saturación que podría hacer posible la precipitación de alguna fase sólida. Las

condiciones utilizadas fueron pH 3,4 y una concentración de 3,2 mM de metal añadido

(NaNO3 0,01 M como electrolito de fondo).

Page 183: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

178

El resultado de las simulaciones indicó que el 98% de cadmio, cobre, níquel y

zinc se encontrarían como Cd2+

, Cu2+

, Ni2+

y Zn2+

, respectivamente, mientras que el

91% de plomo sería como Pb2+

y el 9% restante como PbNO3. En ningún caso la

disolución estaría saturada para permitir la precipitación de una fase sólida. En vista de

ello, el principal mecanismo implicado en la retención de los cinco metales pesados

en las muestras de corteza de pino sería la adsorción.

Por tanto, nuestros resultados sugieren que las diferencias encontradas para

todos los metales pesados con respecto a la adsorción se deben a las distintas

afinidades que caracterizan a cada metal para los sitios de adsorción, que estarían en

relación con sus características químicas, especialmente el parámetro de blandura de

Misono.

IV.3.4. Experimentos de transporte de metales pesados mediante

experimentos en columnas con corteza de pino

IV.3.4.1. En sistemas monometal

En este apartado se emplearon disoluciones que contenían metales (Cu, Cd, Ni,

Pb o Zn) individualmente y a tres concentraciones diferentes (2,5, 10 y 25 mM).

La Fig. 4.15 muestra las curvas de ruptura (BTCs) obtenidas en los

experimentos de transporte en columnas. Es evidente que la corteza de pino afectó al

transporte de los metales, que también estuvo influenciado por la concentración de cada

metal en la disolución.

La concentración afectó a la forma de las BTCs para todos los elementos de una

manera similar (Fig. 4.15).

Para la concentración de metal más alta (25 mM), las curvas fueron similares a

la del trazador inerte (Br-), aunque en todos los casos hubo un retraso (variable para

cada elemento). Los máximos de las curvas fueron cercanos a 1 para Cu, Cd y Ni, y

próximo a 0,8 para Pb y Zn (Fig. 4.15).

Para la concentración intermedia (10 mM), los retrasos con respecto al trazador

inerte aumentaron en todos los casos, así como los valores máximos de C/C0. En

general, las curvas de los cinco metales a esta concentración presentaron una meseta y

una pronunciada declinación siguiendo el pulso, sin una cola. Los valores máximos de

C/C0 variaron para cada metal: aproximadamente de 0,7 para Pb, 0,8 para Cu y Zn y

próximo a 1 para Ni y Cd. Para 2,5 mmol L-1

de metal, las concentraciones de los cinco

elementos en el flujo de salida fueron extremadamente bajas (C/C0 por debajo de

0,004).

Page 184: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

179

Fig. 4.15. Curvas de ruptura para las diferentes concentraciones de metal. C/C0 es la concentración

relativa de metales en el efluente.

Los parámetros de transporte de las BTCs ajustadas por el método de análisis

de momentos temporales (Tabla 4.13) confirman estas observaciones. Los tiempos

medios de ruptura de la concentración (τ) y los factores de retardo (R) disminuyeron al

aumentar las concentraciones de metales en la disolución, mostrando que la retención de

metal por la corteza de pino disminuyó en el mismo sentido (exceptuando los valores

para la concentración más baja, en los que las BTC no existían en esos casos).

Tiempo (h)

Cu Pb

Zn Ni

Cd

Tiempo (h)

Tiempo (h) Tiempo (h)

Tiempo (h)

Page 185: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

180

Tabla 4.13. Parámetros de transporte derivados de las curvas de ruptura (BTC) en los sistemas

monometal. τ: Tiempo de ruptura para la concentración media; R: retardo con respecto a Br−; σ:

desviación estándar; λ: dispersividad; S: oblicuidad.

Concentración

metal 2,5 mM 10 mM 25 mM

Cd

τ (h) 22,2 8,5 7,9

R 3,3 1,3 1,2

σ (h) 2,85 1,81 2,12

λ (cm) 0,05 0,13 0,22

S 0,05 0,35 0,18

Cu

τ (h) 11,6 9,3 7,7

R 1,7 1,4 1,1

σ (h) 0,33 2,67 2,08

λ (cm) 0,00 0,25 0,22

S 0,04 0,43 0,12

Ni

τ (h) 14,5 9,8 7,9

R 2,1 1,5 1,2

σ (h) 8,24 3,30 3,00

λ (cm) 0,97 0,34 0,44

S 0,03 0,41 0,41

Pb

τ (h) 15,4 9,9 8,4

R 2,3 1,5 1,2

σ (h) 9,01 2,39 2,13

λ (cm) 1,03 0,17 0,19

S -0,01 0,51 0,30

Zn

τ (h) 7,1 8,7 7,4

R 1,0 1,3 1,1

σ (h) 2,92 3,24 2,77

λ (cm) 0,51 0,41 0,42

S -0,03 0,43 0,25

De acuerdo con lo observado en la Fig. 4.15, la corteza de pino causó un retraso

en el transporte de metales (R>1), incluso a las concentraciones más altas. De entre los

cinco elementos, los valores más altos para ambos parámetros (τ y R) correspondieron al

Pb. El parámetro σ, que refleja la dispersión de la curva, presentó valores que oscilaban

entre 2 y 3 horas, y no se detectó una clara influencia de la concentración de cada

elemento de la disolución. Si no se tienen en cuenta los valores obtenidos para las

disoluciones de concentración 2,5 mM (que tiene poca significación porque las curvas

son en realidad rectas debido a la alta adsorción metálica), la dispersividad de los

metales dentro de las columnas de corteza de pino osciló entre 0,13 y 0,44 cm. Estos

valores fueron inferiores a una décima parte de la longitud de la columna de corteza, lo

que muestra la baja movilidad de los metales en este medio.

Page 186: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

181

Zn y Ni tuvieron valores más altos que el resto, lo que indica que poseen una

mayor movilidad. La asimetría fue máxima para 10 mM de metal, disminuyó para la

concentración de 25 mM, y fue aproximadamente igual a cero para las disoluciones de

2,5 mM. En cualquier caso, los valores de S fueron en general bajos, tal y como reflejan

las curvas de ruptura sin colas asimétricas que se extienden a la derecha de la

concentración máxima.

En la Tabla 4.14 se muestra el porcentaje de eliminación y la cantidad de metal

adsorbido por las columnas de corteza de pino. Se observó un claro efecto de la

concentración de metal sobre la capacidad de adsorción. Los porcentajes de eliminación

disminuyeron progresivamente en todos los casos a concentraciones crecientes.

Para la concentración 2,5 mM de cada uno de los metales empleados, la corteza

eliminó el 100% de los metales de las disoluciones, i.e., éstos quedaron retenidos en la

columna de corteza de pino. Para la concentración 10 mM, el porcentaje de metales

adsorbidos disminuyó al 38-67%, mientras que para la concentración de metal 25 mM,

sólo se alcanzó una adsorción entre el 16 y el 43%. En todos los casos, la mayor

capacidad de retención correspondió a Pb, y la más baja a Zn, mientras que Cu, Cd y Ni

dieron lugar a resultados comparables intermedios.

Inversamente a los porcentajes de eliminación, la masa de metal adsorbido

aumentó a concentraciones crecientes, aunque hubo diferencias en función del elemento

considerado. Concretamente, la adsorción de Pb y Zn aumenta proporcionalmente a la

concentración, mientras que Cu, Cd y Ni alcanzan el máximo en la concentración

intermedia. La cantidad máxima de metal adsorbido por la corteza de pino varió de 69

mmol kg-1

(para Zn) a 152 mmol kg-1

(para Pb). La secuencia de adsorción de cada por

la corteza fue la siguiente: Pb>Cu≈Cd≈Ni>Zn.

Tabla 4.14. Capacidad de adsorción de la corteza de pino en los experimentos en columnas.

Concentración de metal

2,5 mM 10 mM 25 mM

Cd % Adsorción 100 55 20

Metal adsorbido (mmol kg−1

) 38 80 84

Cu % Adsorción 100 59 19

Metal adsorbido (mmol kg

−1) 41 87 79

Ni % Adsorción 100 54 22

Metal adsorbido (mmol kg

−1) 36 79 75

Pb % Adsorción 100 67 43

Metal adsorbido (mmol kg

−1) 37 92 152

Zn % Adsorción 100 38 16

Metal adsorbido (mmol kg

−1) 44 58 69

Page 187: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

182

La alta afinidad de los materiales ricos en materia orgánica por metales los

convierte en buenos bioadsorbentes (Sud et al., 2008 y Park et al., 2011). En

experimentos de transporte, esta afinidad influye en la forma en la que se desplazan los

solutos. La interacción del soluto con la matriz sólida reduce su velocidad de transporte

con respecto al flujo: esto resulta en un retraso de la aparición del soluto en la

disolución saliente (aunque no necesariamente una disminución de su concentración).

Además, si la interacción con la matriz sólida es fuerte, una fracción del elemento puede

eliminarse eficazmente de la disolución, reduciendo así la cantidad de soluto en el flujo

de salida. Por lo tanto, en experimentos de transporte, se espera observar un retraso, una

reducción de la concentración, o ambos.

En nuestro caso, el análisis de las curvas de ruptura confirma tanto un retraso en

el transporte como una reducción de la concentración para los cinco elementos

estudiados. La disminución en la concentración de la disolución de salida con respecto a

la disolución de entrada se demuestra por los valores de C/C0 de las BTCs (Fig. 4.15),

que alcanzaron el valor de 1 sólo en algunos casos, y nunca durante toda la duración del

pulso de metal. Como ya dijimos, el retardo en la aparición de los metales se observa en

varios parámetros de transporte: altos valores de τ y retardo superior a 1 indican que

existe un retraso con respecto al trazador inerte (Br-) para todos los metales (Tabla

4.13). Este retardo puede interpretarse como el tiempo necesario para saturar la corteza

de pino en la columna con cada elemento: cuanto mayor es la concentración de la

disolución entrante, menor es el tiempo necesario para saturar la corteza de pino, lo que

produce valores bajos para los parámetros de transporte que indican retraso. Además,

diferentes factores de retardo para cada elemento indican diferente capacidad de

adsorción en cada caso, señalando al Pb como el elemento con mayor afinidad por la

corteza de pino.

Los parámetros λ y S nos proporcionan una información adicional sobre el

proceso de transporte, describiento la difusión de cada elemento dentro de la columna y

la asimetría de la curva, respectivamente.

Los valores λ más altos son indicativos de una interacción más débil con la

matriz sólida, puesto que la interacción reduce la difusión. De todas formas, en todos los

casos fueron valores muy pequeños con respecto a la longitud de la columna: esto

significa que se produce una difusión pequeña y que la interacción del metal con la

corteza del pino resultó fuerte. En este caso, los valores fueron más altos para Zn y Ni

que para el resto de elementos.

La asimetría de las curvas, dada por S, en combinación con los valores de C/C0

proporciona una idea de la desorción. Ésta fue extremadamente baja, ya que valores S

muy bajos o ligeramente negativos indican una distribución sin colas asimétricas que se

extienden hacia la derecha y todas las curvas presentaron valores C/C0 muy bajos en su

sección derecha (<0,01). Esto sugiere una alta eficiencia del proceso de adsorción y una

irreversibilidad.

Page 188: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

183

Por otro lado, el análisis de las secciones de las columnas de corteza de pino

tras el experimento de transporte mostró diferencias en los perfiles de cada metal en

función de su concentración en la disolución (Fig. 4.16). La heterogeneidad en la

distribución del contenido de metal mostró una tendencia más clara a la menor

concentración de metal. Cuando se inyectó la disolución de concentración 2,5 mM, la

mayor parte del metal permaneció en los primeros tres cm del fondo (el punto de

entrada) y las concentraciones de metales disminuyeron bruscamente en la sección

superior de la columna, en particular para el Pb. Para las disoluciones más concentradas,

los metales se distribuyeron de forma más homogénea a lo largo de la columna, dando

perfiles similares para todos los elementos, excepto para la concentración más alta,

donde el contenido de Cu y Zn aumentó para la concentración 10 mM. Esto significa

que los metales que entran en la columna se adsorben progresivamente hasta alcanzar

una concentración de saturación en toda la columna y sólo entonces pueden liberarse a

concentraciones significativas. Esto es, no se detectaron metales en la disolución de

salida hasta que la corteza del pino alcanzó la saturación.

Las concentraciones absolutas variaron de acuerdo con las capacidades de

adsorción de la corteza de pino para cada elemento (Tabla 4.14). Las concentraciones

máximas de saturación para cada metal fueron de aproximadamente 70 mmol kg-1

para

Ni, Cd y Zn, 100 mmol kg-1

para Cu y 125 mmol kg-1

para Pb.

Como se ha planteado anteriormente, el retardo observado en las curvas de

ruptura es el tiempo necesario para que la columna alcance la saturación con un metal

dado. El metal que entra en la columna se adsorbe progresivamente a la corteza de pino

hasta que se alcanza una concentración de saturación para toda la columna, y sólo

entonces se libera el elemento a concentraciones significativas. El análisis de los

perfiles de las columnas confirma esta hipótesis. Cuando se probó la disolución de 2,5

mM, sólo los primeros cm de las columnas (desde el fondo) presentaron

concentraciones de metal significativas, y la disolución de salida no tenía

concentraciones de metal detectables.

Cuando la concentración de soluto se incrementó a 10 mM, se encontraron

metales a lo largo de la columna a concentraciones similares, lo que muestra que la

columna estaba saturada con el metal. Debe esperarse que un aumento adicional de la

concentración de la disolución entrante resulte, en consecuencia, en un aumento del

metal saliente, ya que ningún metal adicional puede ser adsorbido por la corteza de

pino, que ya ha alcanzado la saturación. Confirmando la hipótesis, la disolución de 25

mM dio lugar a una mayor concentración de metal en el flujo de salida, pero contenido

de metal similar en la fase sólida a la columna por que que se hizo pasar la disolución de

10 mM.

Page 189: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

184

Fig. 4.16. Distribución de los metales en las columnas de corteza de pino después de los experimentos de

transporte. Las disoluciones entran en las columnas desde abajo hacia arriba.

Alt

ura

co

lum

na

(cm

) A

ltu

ra c

olu

mn

a (

cm)

Alt

ura

co

lum

na

(cm

)

Page 190: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

185

Existen algunas diferencias en el comportamiento de los elementos estudiados,

que afectan principalmente a su afinidad por la corteza de pino. Las capacidades de

adsorción máximas (Tabla 4.14) son similares a las obtenidas por otros investigadores

(Seki et al., 1997, Gichangi et al., 2012, Gonçalves et al., 2012 y Ronda et al., 2014).

Teniendo en cuenta los parámetros de transporte (Tabla 4.13) y los porcentajes de

adsorción (Tabla 4.14), la secuencia de afinidad encontrada en nuestro trabajo fue la

siguiente: Pb>Cu≈Cd≈Ni>Zn. Esta secuencia está en concordancia con los datos

obtenidos por otros autores que reportan menor afinidad por Zn y Ni en estudios de

adsorción con corteza de pino (Martin-Dupont et al., 2002, Gichangi et al., 2012, Zhou

y Haynes, 2012 y Cutillas-Barreiro et al. , 2014) y otros materiales orgánicos (Grimes et

al., 1999, Song y Greenway, 2004 y Paradelo y Barral, 2012). El Pb presentó mayores

retrasos y menores máximos en las curvas de ruptura que el resto de los metales, por lo

que la corteza de pino presentó la mayor capacidad de retención para este elemento.

En este sentido, otros investigadores que han empleado la corteza de pino

como material adsorbente, ya han observado una mayor afinidad por el Pb que por otros

metales (Gichangi et al., 2012). Sin embargo, también se ha encontrado una mayor

afinidad por Cu que por Pb en algunos estudios de adsorción (Martin-Dupont et al.,

2002, Zhou y Haynes, 2012 y Ronda et al., 2014) y de hecho, el orden general esperado

de afinidad de metales pesados sobre la materia orgánica es el siguiente

Cu2+

>Hg2+

>Cd2+

>Fe2+

>Pb2+

>Ni2+

>Co2+

>Mn2+

>Zn2+

>As3+

(Park et al., 2011).

La menor adsorción del Cu con respecto al Pb puede explicarse por la alta

solubilidad de los complejos del Cu con la materia orgánica. Una alta afinidad no

siempre es sinónimo de una alta inmovilización o baja solubilidad. El cobre puede tener

una alta afinidad por la corteza de pino, con alguna fracción fuertemente unida a la

matriz sólida y otra fracción formando complejos con el carbono orgánico soluble que

después son eliminados de la columna. El transporte combinado de Cu y carbono

orgánico disuelto ha sido frecuentemente observado en suelos (Temminghoff et al.,

1997, Wang et al., 2009, Paradelo et al., 2012 y Cambier et al., 2014) y contribuye a

una menor capacidad de adsorción de la corteza de pino a pesar de una alta afinidad por

el elemento.

Comparado con otros bioadsorbentes, nuestros datos muestran que la corteza

de pino presenta un comportamiento similar a otros materiales, como la biomasa de

algas (Apiratikul y Pavasant, 2008 y Vilar et al., 2008), paja de trigo (Muhamad et al.,

2010) o corteza de castaño (Vázquez et al., 2009). Las comparaciones de estos los

resultados de diferentes autores es complicada, dada la enorme variación de las

condiciones experimentales y los parámetros empleados para evaluar la capacidad de

retención.

Page 191: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

186

Un factor a tener en cuenta al comparar los resultados de diferentes

experimentos (bajo condiciones experimentales variables) es la cinética de adsorción.

Dado que los experimentos de transporte se realizan a menudo en condiciones de no

equilibrio, se pueden encontrar discrepancias con las capacidades de adsorción

obtenidas en experimentos de equilibrio tipo batch, en particular cuando la cinética es

lenta o el tiempo de contacto en la columna es bajo. La cinética de adsorción de los

metales respecto a la corteza de pino es bastante rápida, con valores de adsorción

máximos alcanzados después de sólo tres horas (Cutillas-Barreiro et al., 2014), pero

dado que el tiempo de contacto de las disoluciones metálicas con corteza de pino en

nuestras columnas es de dos horas aproximadamente, los experimentos de transporte

están probablemente bajo condiciones de no equilibrio.

Con el fin de comparar adecuadamente los resultados obtenidos de diferentes

experimentos, se calcularon los factores de retardo teóricos utilizando los parámetros

de Freundlich obtenidos por Cutillas-Barreiro et al. (2014) en experimentos batch de

equilibrio. La expresión del factor de retardo para las condiciones de adsorción no

lineales es la siguiente (Ec. 4.9):

𝑹 = 𝟏 +𝝆𝒃

𝜽 . 𝑲 . 𝒏 . 𝑪𝒏−𝟏 Ec. 4.9

Donde:

ρb: Es la densidad aparente.

θ: Es el contenido de agua a la saturación,

K y n: Son la constante de Freundlich y el exponente, respectivamente, cuyos

valores se encuentran entre 0 y 1.

En la ecuación de Freundlich, pueden expresarse como (Ec. 4.10):

X = K · Cn Ec. 4.10

Los valores de retardo teóricos calculados (Ec. 4.9) (Tabla 4.15) son más altos

que el retardo experimental encontrado en los experimentos de transporte (Tabla 4.13).

Este comportamiento es típico de las condiciones de no equilibrio: según los datos de

equilibrio, los metales deben mantenerse más tiempo dentro de la columna, pero como

no se alcanza el equilibrio, salen más rápido de lo esperado. Esto indica que la

adsorción de los solutos reactivos en la columna no había alcanzado el equilibrio. Lo

mismo fue observado por Pang et al. (2005) comparando la adsorción de los pesticidas

en los experimentos batch y en columnas, y muestra que bajo las condiciones de no

equilibrio que prevalecen en los experimentos de transporte, la cinética de adsorción

podría ser un factor importante en el transporte.

Page 192: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

187

Curiosamente, en apartados anteriores, ya mencionamos que se encontraron

diferentes secuencias para la máxima capacidad de adsorción de los metales

(Pb>Cu>Cd>Zn>Ni) y constantes cinéticas de adsorción (Cd>Pb>Ni>Zn>Cu).

Además de los resultados de los experimentos de transporte, es evidente que los

datos obtenidos en experimentos de equilibrio deben considerarse con precaución al

tratar de predecir la adsorción en situaciones reales de no equilibrio.

Tabla 4.15. Factores de retardo para las columnas calculados en base a los datos de adsorción en los

experimentos batch.

Ecuación de Freundlich Factores de retardo

K n 2,5 mM 10 mM 25 mM

Cu 30,8 0,43 3,0 2,1 1,6

Pb 67,3 0,35 4,3 2,5 1,7

Zn 24,9 0,44 2,6 1,9 1,5

Ni 20,4 0,45 2,3 1,8 1,5

Cd 28,7 0,47 3,2 1,6 2,0

En general, los experimentos han demostrado la alta efectividad de la corteza

de pino para retener los metales ensayados en formas estables de baja movilidad.

IV.3.4.2. En sistemas binarios y multimetal

La Fig. 4.17 muestra las curvas de ruptura (BTCs) obtenidas en los

experimentos de transporte de metales pesados en columnas con corteza de pino. Todos

los metales mostraron un retraso en sus curvas de ruptura con respecto al trazador inerte

(Br) (con valores de R siempre superiores a 1, Tabla 4.15). La interacción con la

corteza de pino fue mayor para Pb y Cu, en los que los valores de C/C0 fueron inferiores

a 1 (Fig. 4.17), y sus valores R fueron los más altos (Tabla 4.15), mientras que la

interacción fue menor para Zn, Ni y Cd.

La presencia de un segundo metal afectó el transporte de todos los elementos

estudiados excepto el Pb. Todas las BTCs para el Pb fueron muy similares (Fig. 4.17,

A-D), con apenas ningún cambio en los parámetros de transporte (Tabla 4.16), lo que

significa que casi no le afectó la presencia del segundo metal (sólo se observó un ligero

efecto del Cu, como lo demuestra la reducción del factor R).

Page 193: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

188

El transporte de los otros metales estuvo fuertemente influenciado por la

presencia de Pb (Fig. 4.17, A, E-G), que produjo importantes reducciones en su

retención por la corteza de pino. En el caso del Cu, las tres curvas que muestran la

combinación con Zn, Ni y Cd fueron similares, con bajos valores de C/C0 y un gran

retardo, mientras que en combinación con Pb las curvas mostraron una relación C/C0

superior y un menor valor de R, lo que indica una reducción de la interacción debido a

la presencia de Pb.

Para Zn, Ni y Cd, las BTCs fueron diferentes en todos los casos, con las curvas

cambiando a mayores valores de C/C0 y menor R cuando cualquiera de estos tres

metales se combinaron con Pb o Cu.

La presencia de otros metales también afectó a la cinética de retención, de la

misma manera que para los parámetros de transporte: Pb y Cu aumentaron los valores

de la velocidad cinética K1 para los otros metales, mientras que Zn, Ni y Cd no tuvieron

efecto (Tabla 4.16).

Sobre estos resultados, podríamos establecer una secuencia de "fuerza/afinidad"

de los metales para la corteza de pino: Pb>Cu>Zn≈Ni≈Cd. Esta secuencia está

perfectamente ilustrada por las BTCs de la disolución de elementos múltiples (Fig.

4.17K), y también se refleja en la distribución longitudinal de los elementos dentro de

las columnas de corteza de pino después de los experimentos de transporte (Fig. 4.18).

No hubo diferencias en los contenidos metálicos asociados a la posición dentro

de la columna, debido a que las columnas estaban saturadas. De hecho, el contenido

total de metales fue bastante constante.

De acuerdo con la información obtenida de las curvas de ruptura, se observó

que, en los experimentos bimetálicos (Fig. 4.18, A-J), la cantidad de metal retenido

dependió del segundo metal presente. Pb fue siempre más retenido que el otro elemento,

solamente el Cu causó una ligera reducción en su adsorción. A continuación, Cu mostró

un comportamiento similar al Pb cuando se enfrentó a Zn, Ni o Cd. Estos tres últimos

metales estuvieron distribuidos más o menos equitativamente cuando se enfrentaron

entre ellos, y minoritarios cuando se enfrentaron a Pb o Cu. Cuando los cinco elementos

se hicieron pasar a través de la columna de corteza conjuntamente, el Pb fue el más

retenido, seguido por Cu, y lejos de Zn, Ni y Cd. Por lo tanto, se observó una secuencia

de influencia coincidente con la derivada de las curvas de ruptura.

Page 194: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

189

Tabla 4.16. Parámetros cinéticos y de transporte derivados de las curvas de ruptura (BTC) en los sistemas

bimetal y multimetal. τ: Tiempo de ruptura para la concentración media; R: retardo con respecto a Br−; σ:

desviación estándar; λ: dispersividad; S: oblicuidad; k1: constante de velocidad de pseudo-primer orden.

Segundo metal

10 mM Cd 10 mM

Cu 10 mM Ni 10 mM Pb

10 mM

Zn

5 mM

todos

Cd

τ (h) 7,7 8,2 8,3 8,1 7,6

R 1,1 1,2 1,2 1,2 1,1

λ (cm) 0,19 0,14 0,18 0,22 0,28

σ (h) 2,0 1,8 2,1 2,2 2,3

S 0,04 0,21 0,07 0,15 0,02

k1 (h−1) 0,28 0,24 0,30 0,41 0,83

Cu

τ (h) 9,1 9,4 8,5 9,1 8,4

R 1,3 1,4 1,3 1,3 1,2

λ (cm) 0,10 0,07 0,30 0,07 0,43

σ (h) 1,7 1,4 2,7 1,3 3,2

S 0,14 0,34 0,38 0,05 0,31

k1 (h−1) 0,15 0,11 0,29 0,12 0,22

Ni

τ (h) 7,9 7,7 7,8 7,9 7,4

R 1,2 1,1 1,2 1,2 1,1

λ (cm) 0,25 0,19 0,16 0,24 0,31

σ (h) 2,3 1,9 1,8 2,2 2,4

S 0,37 0,17 0,09 0,29 0,06

k1 (h−1) 0,28 0,25 0,37 0,28 0,87

Pb

τ (h) 10,1 8,9 9,8 10,0 8,1

R 1,5 1,3 1,5 1,5 1,2

λ (cm) 0,08 0,10 0,03 0,07 0,15

σ (h) 1,6 1,6 1,0 1,5 1,8

S 0,32 0,07 0,08 0,42 0,03

k1 (h−1) 0,10 0,26 0,07 0,07 0,15

Zn

τ (h) 7,9 7,7 8,1 8,1 7,5

R 1,2 1,1 1,2 1,2 1,1

λ (cm) 0,23 0,19 0,18 0,17 0,31

σ (h) 2,2 1,9 2,0 1,9 2,4

S 0,30 0,16 0,24 0,16 0,08

k1 (h−1) 0,34 0,37 0,35 0,33 0,75

Finalmente, se observó una característica particular en la mayoría de las BTCs,

en relación con la afinidad relativa de la corteza de pino para cada elemento. En la

mayoría de las curvas, el metal menos retenido por la corteza de pino presentó un pico a

valores C/C0 superiores a 1, hacia el centro del pulso. Este pico fue particularmente

evidente cuando Pb estuvo presente, pero también se encontró en el caso de Cu.

Este fenómeno se conoce como una "concentración excesiva" de efluente y fue

ejemplificado por Kratochvil y Volesky (2000) en un sistema de columnas de flujo

múltiple. Puede explicarse mediante un intercambio iónico competitivo entre todos los

iones metálicos, por lo que la mayor afinidad por el biosorbente del primer metal

Page 195: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

190

provoca el desplazamiento de los iones inicialmente limitados del segundo metal. Los

cambios que afectan a la desorción del metal tienen una fuerte conexión con la

disponibilidad de superficies absorbentes, lo que significa que la competencia de los

metales es baja con una ocupación superficial baja, pero el grado de competencia

aumenta claramente cuando la ocupación de la superficie es alta.

Varios autores han observado esta superación en sistemas binarios o multi-

metal: por ejemplo, Naja y Volesky (2006) observaron este efecto en sistemas

Cu/Zn/Cd, Naddafi et al. (2007) para Cd con respecto a Pb, Vilar et al. (2008) para Cu y

Pb, Escudero et al. (2013) para Pb/Cu/Cd/Ni, y Hackbarth et al. (2015) en sistemas

Pb/Cd/Cu/Zn.

Page 196: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Fig. 4.17. Curvas de ruptura (BTC) para diferentes combinaciones bimetal y multimetal añadidas. Br es el trazador inerte. C/C0: concentración de cada metal en el efluente

con respecto a la concentración en la disolución de entrada. Disoluciones de entrada: A: 10 mM Pb+10 mM Cu; B: 10 mM Pb+10 mM Zn; C: 10 mM Pb+10 mM Ni; D:

10 mM Pb+10 mM Cd; E: 10 mM Cu+10 mM Zn; F: 10 mM Cu+10 mM Ni; G: 10 mM Cu+10 mM Cd; H: 10 mM Zn+10 mM Ni; I: 10 mM Zn+10 mM Cd; J:

10 mM Cd+10 mM Ni; K: 5 mM Pb+5 mM Cu+5 mM Zn+5 mM Ni+5 mM Cd.

Tiempo (h)

Tiempo (h)

Tiempo (h)

Tiempo (h) Tiempo (h) Tiempo (h)

Tiempo (h) Tiempo (h) Tiempo (h)

Tiempo (h) Tiempo (h)

Page 197: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Fig. 4.18. Concentración de metal adsorbida en cada sección de columna de corteza de pino después de los experimentos de transporte. Las disoluciones entran en las

columnas desde abajo hacia arriba. Disoluciones de entrada: A: 10 mM Pb+10 mM Cu; B: 10 mM Pb+10 mM Zn; C: 10 mM Pb+10 mM Ni; D: 10 mM Pb+10 mM Cd; E:

10 mM Cu+10 mM Zn; F: 10 mM Cu+10 mM Ni; G: 10 mM Cu+10 mM Cd; H: 10 mM Zn+10 mM Ni; I: 10 mM Zn+10 mM Cd; J: 10 mM Cd+10 mM Ni; K: 5 mM

Pb+5 mM Cu+5 mM Zn +5 mM Ni+5 mM Cd.

Secció

n d

e c

olu

mn

a (

cm

) S

ecció

n d

e c

olu

mn

a (

cm

) S

ecció

n d

e c

olu

mn

a (

cm

)

Page 198: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

193

IV.4. Conclusiones

Los experimentos de adsorción llevados a cabo evidenciaron las diferentes

capacidades de retención de la corteza de pino en lo que respecta a Cd, Cu, Ni, Pb y Zn.

Los experimentos discontinuos de tipo batch mostraron una adsorción rápida,

que osciló entre el 99% (Pb) y el 70% (Ni), con los mejores resultados para las

concentraciones iniciales más bajas. Los experimentos indicaron que Pb sufrió

una mayor adsorción, seguido de Cu, Cd, Zn y Ni.

Los experimentos competitivos batch multimetal mostraron la secuencia de

adsorción Pb≈Cu>Cd>Zn>Ni para las dosis más bajas de metal,

Pb>Cu>Cd>Zn>Ni para dosis intermedias, y Pb>Cu>Cd≈Zn≈Ni para altas dosis

de metal. Por tanto, la corteza de pino es un residuo forestal con alta capacidad

de retención de metales en sistemas multimetal, en particular para Pb y Cu.

Además, los resultados han demostrado que la eficacia de la corteza de pino

para la retención de metales en condiciones competitivas fue menor que en

los experimentos en los que se emplearon los metales de forma individual,

mientras que la desorción fue mayor. Cuando Cu y Pb estuvieron presentes de

forma conjunta con Zn, Cd y/o Ni, desplazaron a los otros metales de los sitios

de adsorción, reduciendo así la eliminación de éstos por la corteza de pino.

Los experimentos en cámara de reactor de flujo continuo mostraron

histéresis de adsorción/desorción para el Pb y el Cu, siendo la adsorción

principalmente irreversible. Las diferencias obtenidas en los metales estudiados

se deben principalmente a la diferente afinidad para los lugares de adsorción.

Los experimentos de transporte de metales pesados en columnas en sistemas

monometal con corteza de pino dieron lugar a resultados comparables a los

experimentos batch, mostrando una capacidad de retención de la corteza que

siguió la secuencia Pb>Cu>Zn>Cd>Ni. La presencia de un segundo metal afectó

al transporte de todos los elementos estudiados excepto al Pb, y confirmó la

fuerte influencia del Pb y el Cu sobre la retención de los otros metales.

Así, según los resultados obtenidos en estos experimentos, podemos decir que en

general, la corteza de pino sería un material adsorbente eficaz que podría

emplearse para retener y eliminar metales pesados, principalmente Pb y

Cu, en medios contaminados (suelos, aguas residuales..), incluso en aquellos

con altas concentraciones de varios metales a la vez.

Page 199: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo IV

194

IV.5. Material suplementario

Tabla suplementaria 4.1 (S4.1.) Orden predictivo de afinidades basado en diversas propiedades de los

cinco metales pesados estudiados.

Propiedad Afinidad Referencia

Hidrólisis Pb > Cu > Zn > Ni > Cd Brummer, 1986

Z2/r Ni > Cu > Zn > Cd > Pb McBride, 1989

Electronegatividad Cu > Ni > Pb > Cd > Zn McBride, 1989

Blandura de Misono Pb > Cd > Cu > Ni > Zn McBride, 1989

Z: carga; r: radio iónico

Page 200: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

CAPÍTULO V

Page 201: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …
Page 202: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

197

CAPÍTULO V: CRECIMIENTO DE Lolium perenne EN UN SUELO DE

VIÑEDO CONTAMINADO POR Cu Y ENMENDADO CON DIFERENTES DOSIS DE

CORTEZA DE PINO

V.1. Introducción

Como ya hemos dicho anteriormente, el cobre es un elemento esencial para los

seres vivos, pero cuando se superan ciertos valores en los suelos se considera un

contaminante. En los suelos de viñedo europeos encontramos muchas veces

concentraciones de este metal que exceden los límites toxicológicos, debido a una

inadecuada utilización durante más de un siglo de fungicidas con base cúprica.

Por ello, se ha estudiado el efecto de la adición de distintas dosis de corteza de

pino, junto con una combinación con concha de mejillón, en un suelo ácido dedicado al

cultivo de la vid, contaminado por Cu, y su influencia en el rendimiento del ryegrass

inglés (Lolium perenne).

Tanto la corteza de pino como la concha de mejillón han demostrado previamente

ser eficaces en la adsorción de metales pesados, y por ello, se pensó en la posibilidad de

añadirlos a un suelo con altas concentraciones de Cu para inmovilizar dicho metal,

disminuyendo así su incorporación a plantas de crecimiento rápido como Lolium perenne.

V.2. Área de estudio

El suelo empleado en los experimentos de invernadero procede de un viñedo (42°

15' 44,53"N; 8° 8' 45,76"O), situado a 140 m de altura y dentro de la Denominación de

Origen O Ribeiro (Fig. 5.1).

Fig. 5.1. Situación del viñedo en el cual se tomaron las muestras de suelo para su posterior análisis.

Fuente: Google Maps.

Page 203: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

198

V.3. Material y métodos

V.3.1. Material

V.3.1.1. Suelo empleado en el estudio

Se tomó muestra de la capa superficial del suelo de viñedo (0-20 cm de

profundidad) en marzo del año 2015, se secó al aire y posteriormente se tamizó por 2 mm

de malla. La fracción inferior a 2 mm se almacenó en botes de polipropileno para ser

usada posteriormente en los ensayos.

Para la caracterización general del suelo (pH en agua y KCl, contenido en C y N

totales, CIC y granulometría) se usaron los métodos que ya han sido descritos en el

Capítulo III, apartado III.3.2. Las características del suelo empleado se presentan en la

Tabla 5.1.

Tabla 5.1. Características generales del suelo de viñedo.

Los coeficientes de variación de las variables analizadas fueron ≤10%.

Variable

pH (H2O) 4,7

pH (KCl) 3,6

Arena (g kg-1

) 673

Limos (g kg-1

) 160

Arcillas (g kg-1

) 167

C orgánico total (g kg-1

) 10

CICe (cmol(c) kg-1

) 3,9

Al intercambiable (cmol(c)kg-1

) 0,9

Ca intercambiable (cmol(c)kg-1

) 1,8

Mg intercambiable (cmol(c)kg-1

) 0,5

K intercambiable (cmol(c)kg-1

) 0,5

Na intercambiable (cmol(c)kg-1

) 0,2

Cu intercambiable (mg kg-1

) 28,4

Cu disponible (EDTA) (mg kg-1

) 54,4

Cu disponible (DTPA) (mg kg-1

) 43,6

Cu total (mg kg-1

) 187,4

El suelo posee una textura franco-arenosa, un pH ácido (4,7) y un contenido en C

orgánico de 10 g kg-1

. En el complejo de intercambio catiónico predomina el Ca, con un

valor de 1,8 cmol(c)kg-1

, destacando también la presencia de Al (0,9 cmol(c)kg-1

) y siendo

la capacidad de intercambio catiónico efectiva (CICe) baja.

Además, presenta una elevada concentración de Cu total (187 mg kg-1

) lo que nos

lleva a considerarlo como un suelo contaminado por este metal. Por otra parte, el nivel de

Cu intercambiable fue de 28,4 mg kg-1

y el de Cu potencialmente asimilable o disponible

(extraído en EDTA y DTPA) fue de 54,4 y 43,6 mg kg-1

, respectivamente (Tabla 5.1).

Page 204: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

199

V.3.1.2. El ryegrass inglés (Lolium perenne L)

La especie elegida para realizar el experimento fue el ryegrass o rye-grass inglés,

Lolium perenne, que pertenece a la familia de las gramíneas y es característica de las

praderas en zonas de clima templado (Figs. 5.2 y 5.3). Esta especie forrajera es originaria

de Europa y el norte de África, y es uno de los componentes principales de la

alimentación para el ganado bovino y ovino.

El Lolium perenne crece en todo tipo de suelos, aunque lo hace preferiblemente en

aquellos húmedos y fértiles, es altamente exigente en agua y nitrógeno, y tolera bien el

frío. Es sensible a la sequía y al exceso de agua, poco tolerante a la sombra y prefiere un

pH ligeramente ácido o próximo a la neutralidad (entre 5,8-6,7).

Se caracteriza por una gran producción de biomasa y por su precocidad (tiene una

rápida germinación, a los 5 o 7 días ya puede apreciarse que comienza a crecer), y su

sistema radical es fibroso y poco profundo (20-25 cm).

Las semillas de rye-grass empleadas en el experimento se adquirieron en un lote

que garantizaba una pureza y porcentaje de germinación superior al 98% (Fig. 5.4).

Para el control de la erosión del suelo, una de las medidas más eficaces es el

establecimiento de cubiertas vegetales (Durán-Zuazo y Rodríguez-Pleguezuelo, 2008). Se

han estudiado diferentes cultivos para intentar reducir dicha erosión en suelos de viñedo

(Novara et al., 2011), y las gramíneas mostraron una alta eficacia en la protección del

suelo contra la erosión (Lieskovský y Kenderessy, 2012), debido principalmente a su

sistema radicular muy desarrollado y por el efecto de cobertura del suelo mediante sus

partes aéreas.

Fig. 5.2. Semillas de Lolium perenne.

Fuente: http://www.agroads.com.ar/

Fig. 5.3. Rye-grass (Lolium perenne).

Fuente: http://fichas.infojardin.com/

Page 205: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

200

Fig. 5.4. Semillas de Lolium perenne empleadas en el experimento.

Entre las gramíneas, Lolium perenne presentó una alta tolerancia al Cu en suelos

muy ácidos (Carvalho et al., 2013), lo que indica que su uso puede ser recomendable en

suelos de viñedo, con el fin de minimizar la erosión del suelo y el transporte de Cu

unido a las partículas del suelo.

Para aumentar la eficacia del ryegrass contra la erosión del suelo, se necesita un

adecuado desarrollo de las raíces y brotes de las plantas. Sin embargo, el crecimiento de

la planta puede verse afectado negativamente por un pH ácido (Kidd y Proctor, 2001)

y la acumulación de Cu en el suelo (Arienzo et al., 2004). Por tanto, es recomendable la

adición de enmiendas al suelo que aumenten su pH y disminuyan el Cu biodisponible

para un desarrollo adecuado en este tipo de cultivos de cobertura.

Por otro lado, se debe tener en cuenta que el uso de enmiendas puede provocar

otros problemas en las plantas, tales como los descritos por Rillig et al. (2010). Estos

efectos negativos pueden deberse a la presencia de sustancias tóxicas, la reducción en

la actividad microbiana del suelo o cambios en la disponibilidad de nutrientes del

suelo (Lehmann et al., 2011).

V.3.1.3. Corteza de pino (Pinus pinaster)

Se utilizó corteza de pino (CRP) al natural, molida y tamizada por 2 mm (Figs.

4.4 y 4.5), cuyas características químicas se pueden ver en el capítulo anterior (Tablas

4.1 y 4.2).

Page 206: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

201

En la Tabla 4.1 se muestran las características químicas inorgánicas de la corteza

de pino utilizada en este trabajo, y en la Tabla 4.2 las características químicas orgánicas.

V.3.1.4. Concha de mejillón

La concha de mejillón triturada (CMT) que se utilizó en el experimento fue

proporcionada por la empresa Abonomar S. L. (Illa de Arousa, España) (Fig. 5.5).

Previamente a su uso, la CMT fue tamizada mediante un tamiz de malla de 1 mm

y almacenada en botes de polipropileno. La caracterización de este material ha sido

realizada anteriormente por el equipo de investigación responsable de este trabajo

(Garrido-Rodríguez et al., 2013).

Fig. 5.5. Concha de mejillón triturada empleada en el experimento.

Las características químicas de la concha de mejillón triturada en su fracción

menor de 1 mm se presentan en la Tabla 5.2.

Tabla 5.2. Características generales de la concha de mejillón.

Fuente: Garrido-Rodríguez et al. (2013).

Variable

pH (H2O) 9,4

pH (KCl) 9,0

C (%) 11,4

N (%) 0,2

CICe (cmol(c) kg-1

) 30,3

Cu total (mg kg-1

) 9

Zn total (mg kg-1

) 28

Page 207: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

202

V.3.2. Diseño experimental

V.3.2.1. Condiciones de crecimiento de Lolium perenne

El trabajo experimental se realizó en el invernadero de la Facultad de Ciencias de

Ourense, mediante ensayos en macetas de plástico, con unas dimensiones de 10 cm de

diámetro superior, 7,5 cm de diámetro inferior y con 9 cm de altura (Fig. 5.6).

Fig. 5.6. Medidas de la maceta tipo empleada en el experimento.

Cada maceta estaba constituida por lo siguiente (Fig. 5.7):

La parte inferior se cubrió con un trozo de malla porosa de plástico que cubría

toda la base interior de la maceta, para evitar la pérdida de suelo.

A continuación, una capa de gravas de cuarzo lavadas (aproximadamente el

35% del peso total, lo que corresponde a unos 160 g) para facilitar el drenaje.

Por último, una capa de suelo (control), o bien del suelo con distintas dosis de

los residuos empleados, ya sea corteza o corteza con concha (esta capa

comprendió el 65% del peso total, que corresponde aproximadamente a 300 g).

Así, el suelo de viñedo fue enmendado con diferentes dosis de los residuos, se

homogeneizó y se colocó en las macetas. Además, se midió el pH del suelo en agua y

KCl en este paso inicial.

Se añadieron tres dosis de corteza de pino (CRP) (12, 48 y 96 Tm ha-1

o Mg ha-1

,

lo que corresponde a 6, 24 y 48 g kg-1

respectivamente), y una dosis de CRP junto con

concha de mejillón triturada (CMT) (48 Mg ha-1

de cada uno de los residuos, es decir, 24

g kg-1

de CRP y de CMT para un total de 48 g kg-1

de las dos enmiendas combinadas)

para estudiar el efecto de estos dos residuos combinados.

9 cm

10 cm

7,5

cm

Page 208: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

203

Todo ello se realizó por cuadriplicado (es decir, cuatro macetas para cada dosis de

residuo). Se usaron además como control otras cuatro macetas con suelo sin adición de

residuo, por lo que en total se emplearon 20 macetas.

Fig. 5.7. Esquema representativo de los elementos que constituían las macetas.

Para cada mezcla se empleó 1,3 kg de suelo (para que fuera suficiente para cada

maceta, teniendo en cuenta las 4 réplicas), a lo que se le añadió la dosis correspondiente

de CRP o CRP + CMT. Las mezclas se agitaron durante 24 h en botellas de plástico,

empleando para ello un agitador eléctrico.

Las cantidades empleadas de cada residuo se describen a continuación:

Para una concentración de 12 Tm ha-1

o Mg ha-1

de residuo: a 1300 g de suelo se

le añadieron 7,2 g de residuo, teniendo para ello en cuenta una profundidad de

suelo de 20 cm y una densidad aparente de 1 g cm-3

.

Para una concentración de 48 Tm ha-1

de residuo: a 1300 g de suelo se le

añadieron 28,8 g de residuo, teniendo para ello en cuenta una profundidad de

suelo de 20 cm y una densidad aparente de 1 g cm-3

.

Para una concentración de 96 Tm ha-1

de residuo: a 1300 g de suelo se le

añadieron 57,6 g de residuo, teniendo para ello en cuenta una profundidad de

suelo de 20 cm y una densidad aparente de 1 g cm-3

.

A continuación se llevó a cabo la preparación de las macetas como se indicó en la

Fig. 5.7. Se añadieron aproximadamente 300 g de suelo o la mezcla de suelo + residuo

correspondiente para cada maceta, y se llevó a su capacidad de campo (CC).

Capa de

gravas

Malla porosa

Suelo

suelo + CRP

suelo + CRP + CMT

Semillas de Lolium perenne

Page 209: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

204

El método que utilizamos para determinar la CC de la muestra de suelo fue el

termo-gravimétrico (Reynolds, 1970; Porta et al., 2008). Este método consiste

básicamente en el cálculo de la humedad por diferencia de pesos entre el suelo en

condiciones saturadas y después de secarlo en la estufa a 105ºC durante 24 h (Reynolds,

1970) o hasta peso constante. El valor de la CC (en porcentaje) viene dado por la

expresión (Martínez-Fernández y López-Bermúdez, 1996) (Ec. 5.1):

CC (%) = [(Ph – Ps)/Ps] x 100 Ec. 5.1

Siendo:

CC: Capacidad de campo (en %).

Ph: Peso de la muestra húmeda (saturada).

Ps: Peso de la muestra después de secarla en la estufa.

Conocido este dato, se añadió el volumen de agua destilada necesario a cada

maceta (en nuestro caso, el volumen obtenido que se añadió inicialmente fue de 50 mL),

tratando de lograr la mejor homogenización posible entre los materiales.

Después, se realizó la plantación de una semilla por cm2. Para ello, se calculó la

superficie de plantación de cada maceta teniendo en cuenta el radio de la misma, lo que

supuso un área de 78,5 cm2. Así, se sembraron por maceta 75 semillas, empleando unas

pinzas para introducirlas superficialmente, y con la ayuda de una plantilla para procurar

que las semillas estuvieran distribuidas uniformemente por toda la superficie y obtener la

separación adecuada entre las mismas. Se descartaron las zonas próximas a los bordes.

Posteriormente, se regaron con un pulverizador y se volvieron a pesar las macetas para

conocer el peso total (Fig. 5.8).

Fig. 5.8. Preparación de las macetas.

Page 210: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

205

Las macetas se pesaron diariamente mientras duró el experimento, y en el caso

de ser necesario, se repuso el volumen de agua perdido por evaporación para mantener la

humedad constante a la CC, añadiendo agua con la ayuda del pulverizador. Se

mantuvieron en el invernadero a temperatura constante (22±2°C) durante 51 días. Se

procedió al conteo de las plantas germinadas a los 8 y 51 días de cultivo, ya que

transcurrido este tiempo, se observó que se estabilizaba el crecimiento.

Finalmente (tras los 51 días), se cuantificaron y se extrajeron las plantas

germinadas de las macetas, con cuidado para evitar perder las raíces.

V.3.3. Métodos

V.3.3.1. Análisis de las plantas

El efecto de los residuos en la respuesta de Lolium perenne se determinó

teniendo en cuenta la germinación de las semillas, el desarrollo de las plantas y la

incorporación de Cu por las mismas (tanto en las raíces y como en la parte aérea).

Para ello, las plantas recolectadas se depositaron en bandejas con papel de filtro, y

se dejaron secar al aire a temperatura ambiente (20±2ºC) durante 7 días. Después, se

eliminaron con cuidado los restos de suelo rizosférico, y se lavaron las plantas con agua

destilada, dejándolas secar de nuevo sobre papel de filtro. Posteriormente se secaron a

65ºC hasta peso constante.

A continuación, se separó la parte aérea de la parte radicular y se midió su

longitud (en cm), así como la producción de biomasa (expresada como materia seca)

tanto del tallo como de las raíces (en g), para comprobar la influencia de los tratamientos

con los residuos en el crecimiento de las plantas. Se determinó la longitud media y la

producción de biomasa media para ambas partes de las plantas (aérea y radicular) de

cada maceta, y se almacenaron en bolsas de plástico con cierre zip hermético hasta su

posterior análisis.

V.3.3.1.1. Porcentaje de germinación de las semillas

Con el objetivo de comprobar la germinación de las semillas, se realizó un estudio

de las mismas en placas Petri (Fig. 5.9).

Page 211: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

206

Fig. 5.9. Estudio de la germinación de las semillas en placas Petri.

Para esto, se colocaron 10 semillas en una placa sobre papel de filtro, y se añadió

1 mL de agua destilada (esto se realizó por cuadriplicado).

Las placas se colocaron en una cámara de incubación a 25ºC en oscuridad.

Mediante el recuento a los 3 y a los 10 días de las semillas germinadas (plazos marcados

por el ISTA-International Seed Testing Association, 2016- para el conteo de

germinación) se determinó el porcentaje de germinación.

V.3.3.1.2. Medida del contenido de Cu en las plantas

Para determinar la concentración de este metal en las plantas de rye-grass, tanto

en tallos como en raíces, se siguió el método propuesto por Gray et al. (1999).

Se llevó a cabo una digestión de la siguiente forma: la biomasa aérea y radicular

de las plantas de cada maceta se trituró por separado finamente en un mortero de ágata, y

después se transfirió cuidadosamente a tubos de Pyrex. En los tubos de digestión se

pesaron 0,1 g de muestra, añadiéndoles 7,5 mL de ácido nítrico (HNO3) al 69% y se

llevaron a un bloque digestor durante 7 horas a una temperatura de 130 ºC (Gray et al.,

1999). Finalizada la digestión, se dejaron enfriar los tubos durante 20 minutos y se filtró

su contenido por papel de filtro lavado al ácido para posteriormente medir la

concentración de Cu mediante espectrofotometría de absorción atómica de llama en un

equipo Solaar M5 Thermo Elemental (Estados Unidos). El contenido del metal se expresó

en mg por gramo de materia seca.

Para asegurar la calidad y el control del método, se seleccionaron dos materiales

de referencia certificados (patrones estándar): SRM 1570 (hojas de espinaca) y BCR-062

(hojas de olivo). Las muestras de referencia fueron digeridas por triplicado y se

analizaron mediante el método anteriormente mencionado para las muestras de plantas.

Se obtuvieron resultados satisfactorios de Cu en los materiales de referencia, ya que en

todos los casos estaban dentro de los valores certificados.

Page 212: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

207

V.3.3.2. Análisis previo del suelo empleado y análisis posterior del suelo de las

macetas

El suelo de viñedo empleado en el experimento, previamente secado al aire y

tamizado por 2 mm, fue caracterizado antes de la siembra de las semillas de Lolium

perenne (los valores obtenidos pueden verse en la Tabla 5.1).

Además, después de los diferentes tratamientos y transcurridos los 51 días de

incubación, también se realizó el análisis de los suelos de cada maceta.

Se midió el pH en H2O y KCl, se determinó Na, K, Ca, Mg y Al de cambio, Cu

disponible (CuEDTA y CuDTPA) y Cu intercambiable (Cu en acetato amónico CuAA y en

cloruro amónico CuCA).

Como ya hemos mendionado, los métodos de caracterización general del suelo

empleado ya han sido descritos en el Capítulo III, apartado III.3.2.

V.3.3.2.1. Determinación del contenido de Cu biodisponible (EDTA y DTPA),

intercambiable (CuAA y CuCA) y total

Se determinó el contenido de Cu en el suelo antes de la siembra, y para cada

maceta después de la recogida de las plantas germinadas.

Para obtener el Cu biodisponible (CuEDTA y CuDTPA), se llevó a cabo el siguiente

procedimiento (Lakanen y Erviö, 1971): se agitó una suspensión formada por 5 g de suelo

(o mezcla con el residuo empleados) con 25 mL de una disolución de EDTA-Na2 0,02 M

y NH4Ac 0,5 M durante 30 minutos. Trascurrido este tiempo, las suspensiones se

centrifugaron a 3000 rpm durante 15 minutos y se filtraron sobre papel lavado al ácido.

La extracción con DTPA se llevó a cabo empleando una disolución consistente en

0,0005 M DTPA, 0,1 M de TEA (trietanolamina) y 0,01 M CaCl2 ajustado a pH 7,3

(Lindsay y Norwell, 1978). En los extractos se determinó el Cu mediante

espectrofotometría de adsorción atómica de llama en el equipo Solaar M5 Thermo

Elemental (EEUU).

El Cu intercambiable (CuAA y CuAC) se determinó en los extractos obtenidos

después de agitar la suspensión constituida por 10 g de suelo (o mezcla con residuo) y 50

mL de acetato amónico (NH4Ac) 1M durante 1 hora a pH 7, centrifugar a 3000 rpm

durante 15 minutos y filtrar sobre papel lavado al ácido (Gupta y Chen, 1975). También

se determinó el Cu intercambiable empleando cloruro amónico (NH4Cl) 0,2 M (Sumner y

Miller, 1996). En los extractos se midió el Cu mediante espectrofotometría de adsorción

atómica (EAA).

Page 213: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

208

Por último, se determinó el contenido de Cu total (CuT) en el suelo (o mezcla con

CRP o CRP+CMT) finamente molido, mediante la digestión en un horno microondas de

0,5 g de suelo con 5 mL de HNO3, 4 mL de HF y 1 mL de HCl a una presión de 100 psi

(Reed y Martens, 1996).

V.3.3.3. Análisis estadístico

Las diferencias entre las muestras de suelo no enmendado con los residuos

(control) y el suelo enmendado con CRP o CRP+CMT, se probaron mediante análisis

unidireccional de la varianza (ANOVA).

A continuación, se aplicó el Test de Dunnett de diferencias significativas, para

evaluar la eventual importancia de las diferencias con el suelo control, es decir, se

compararon las medias de los diferentes tratamientos en las macetas con la media de las

macetas control.

Se utilizó el programa SPSS, versión 23.0, para todos los cálculos estadísticos.

V.4. Resultados y discusión

En este apartado se presentarán los resultados obtenidos en los diferentes

tratamientos del suelo con corteza de pino (CRP) y la combinación de la dosis de corteza

con concha (CRP+CMT).

V.4.1. Influencia de la corteza de pino (y su combinación con concha de

mejillón) en la germinación de Lolium perenne

En los ensayos de germinación realizados en placas Petri se obtuvo que, a los 3

días de incubación en oscuridad, no había germinado todavía ninguna semilla. En

cambio, a los 10 días se realizó de nuevo el recuento y habían germinado el 70% de ellas.

Page 214: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

209

Fig. 5.10a y b. Número de plantas germinadas (media±desviación estándar) a los 8 días de cultivo (a) y a

los 51 días de cultivo (b) en función de la dosis de CRP y la combinación CRP+CMT. Los asteriscos

indican diferencias significativas con respecto a la muestras control (Test de Dunnett, p<0,05).

En las gráficas de la Fig. 5.10 se puede observar el número de plantas

germinadas en las macetas a los 8 días (a) y a los 51 días (b) después de la siembra, en

función de la dosis añadida de CRP (o combinación de los dos residuos).

Se puede ver que, transcurridos los 51 días, aumentó considerablemente el número

de plantas germinadas en las macetas que contenían 48 g kg-1

de corteza de pino, y en las

que contenían ambos materiales, 24 g kg-1

de CRP+24 g kg-1

de CMT (Fig. 5.10).

0

2

4

6

8

10

12

14

16

18

Control A B C D

Ger

min

ated

pla

nts

a

* ** *

Pla

nta

s ger

min

ad

as

a

6 24 48 24+24

CRP o CRP+CMT (g kg-1

)

0

10

20

30

40

50

60

70

C A B C D

Ge

rmin

ate

d p

lan

ts b

Pla

nta

s ger

min

ad

as

Control

b

6 24 48 24+24

Page 215: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

210

V.4.2. Influencia de la corteza de pino (y su combinación con concha de

mejillón) en la longitud y producción de biomasa de la parte aérea y

radicular de Lolium perenne

En las imágenes Fig. 5.11 y 5.12 se puede observar el crecimiento de las plantas

de Lolium perenne a los 8 y a los 51 días después de la siembra, respectivamente, con y

sin la adición de CRP o CRP+CMT.

Además, los resultados obtenidos para la longitud de la parte aérea de las

plantas se presentan en la gráfica de la Fig. 5.13. En ella se puede observar que las

muestras control presentaron una longitud media de 5,3±1,4 cm. Dicha longitud no fue

significativamente diferente para los distintos tratamientos con corteza de pino (CRP), sin

embargo, las muestras con tratamiento de corteza de pino (CRP) y concha de mejillón

(CMT) mostraron un crecimiento significativamente superior (Test de Dunnett, p<0,05),

siendo éste de 6,5±1,7 cm.

Así, se observó que la corteza de pino retrasó ligeramente la germinación de

Lolium perenne (Fig. 5.12 y 5.13), lo cual puede estar relacionado con la presencia de

sustancias alelopáticas que inhiben la germinación (la alelopatía es la influencia directa

de un compuesto químico liberado por una planta sobre el desarrollo y crecimiento de

otra). Bulut y Demir (2007) demostraron mediante experimentos de laboratorio que los

porcentajes de germinación de diferentes especies, entre ellas Lolium perenne, disminuía

al añadir extractos de hojas de Pinus sylvestris, y al mismo tiempo se producía una

disminución del tiempo de germinación. Resultados similares bajo condiciones de

laboratorio han sido obtenidos por Aliloo et al. (2012), que indicaron que el efecto

alelopático es dependiente de la concentración del extracto de hojas de pino. Esto

justificaría los resultados obtenidos en este trabajo; el leve retraso en la germinación (Fig.

5.10) sería debido a que la concentración de sustancias alelopáticas en las condiciones de

nuestro experimento en macetas es baja, pudiendo ocurrir que al entrar en contacto con el

suelo éstas sean adsorbidas. Así, el efecto sobre la germinación sería menor en

comparación con los experimentos de laboratorio en los que las semillas entran

directamente en contacto con estas sustancias aleopáticas.

Page 216: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

211

Fig. 5.11a y b. Crecimiento de las plantas de Lolium perenne a los 8 días después de la siembra con y sin la

adición de corteza de pino (CRP) (a) y con o sin la adición de CRP+CMT (b).

a

CONTROL

sin CRP

Suelo + 6 g

kg-1

de

CRP

Suelo + 24

g kg-1

de

CRP

Suelo + 48

g kg-1

de

CRP

8 días de incubación

b

CONTROL

sin CRP

Suelo +

24 g kg-1

de CRP

+ 24 g

kg-1

de

CMT

Page 217: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

212

Fig. 5.12a y b. Crecimiento de las plantas de Lolium perenne a los 51 días después de la siembra con y sin

la adición de corteza de pino (CRP). Dosis añadidas: 6 g kg-1

de CRP (a) y 24 g kg-1

de CRP (b).

a

b

Suelo + 6 g

kg-1

de

CRP

Suelo + 24

g kg-1

de

CRP

CONTROL

sin CRP

CONTROL

sin CRP

51 días de incubación

Page 218: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

213

Fig. 5.12c y d. Crecimiento de las plantas de Lolium perenne a los 51 días después de la siembra con y sin

la adición de corteza de pino (CRP) o CRP+CMT. Dosis añadidas: 48 g kg-1

de CRP (c) y 24 g kg-1

de CRP

+ 24 g kg-1

de CMT (d).

Con respecto al crecimiento radicular, podemos observar que se produce un

incremento de éste a medida que aumenta la dosis de corteza de pino añadida (Fig.

5.13), pasando de 0,5±0,1 cm para las muestras control, a 1,6±0,5 cm para las muestras

con la dosis 48 g kg-1

de corteza de pino. Las muestras con mezcla de corteza de pino y

concha de mejillón (CRP+CMT) también mostraron un crecimiento radicular mayor que

las muestras control, con un valor de 1,5±0,3 cm. Todos los tratamientos mostraron

diferencias significativas con respecto a la muestras control (Test de Dunnett, p <0,05).

c

CONTROL

sin CRP

Suelo + 48

g kg-1

de

CRP

d

51 días de incubación

CONTROL

sin CRP

Suelo + 24

g kg-1

de

CRP + 24 g

kg-1

de

CMT

Page 219: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

214

Fig. 5.13. Longitud de la parte aérea y radicular (media±desviación estándar) en función de la dosis de CRP

o CRP+CMT. Los asteriscos indican diferencias significativas con respecto a la muestras control (Test de

Dunnett, p<0,05).

La longitud de la parte aérea no presentó cambios significativos debidos a la

adición de corteza de pino (CRP), en contraste con la longitud de las raíces, que ya

presentan cambios significativos con la dosis de 6 g kg-1

de CRP; esto trae como

consecuencia que la relación Longitud raíz/Longitud brote incremente de valores de 0,09

para las muestras control a valores de 0,19, 0,25 y 0,29 para dosis de corteza de pino de 6,

24 y 48 g kg-1

respectivamente. Esto se debe probablemente al pH ácido del suelo

(4,7), el cual no cambia significativamente con la adición de CRP (valores entre 4,8-

4,9 para diferentes dosis de CRP) (Tabla 5.3).

Tabla 5.3. pHs y análisis del complejo de intercambio catiónico (CIC) (media±desviación estándar) en los

suelos con y sin tratamiento de CRP y CRP+CMT después de 51 días de cultivo.

Muestra pH Agua pH KCl Ca

(cmol(c)kg-1

)

Mg

(cmol(c)kg-1

)

K

(cmol(c)kg-1

)

Al

(cmol(c)kg-1

)

Control 4,6 ± 0,1 3,8 ± 0,1 0,52 ± 0,18 0,15 ± 0,07 0,09 ± 0,01 1,11 ± 0,10

6 g kg-1

4,8 ± 0,1 3,8 ± 0,0 0,52 ± 0,16 0,16 ± 0,05 0,09 ± 0,01 0,90 ± 0,04

24 g kg-1

5,0 ± 0,1 3,8 ± 0,0 0,44 ± 0,05 0,14 ± 0,02 0,10 ± 0,02 0,77 ± 0,02

48 g kg-1

4,9 ± 0,1 3,7 ± 0,0 0,53 ± 0,02 0,18 ± 0,00 0,11 ± 0,01 0,60 ± 0,03

24 + 24 g kg-1

7,3 ± 0,1 6,5 ± 0,0 5,22 ± 2,04 0,13 ± 0,02 0,09 ± 0,02 <0,06

Suelo inicial 4,7 ± 0,0 3,6 ± 0,0 1,80 ± 0,00 0,50 ± 0,00 0,50 ± 0,00 0,90 ± 0,00

Esto se confirma si observamos las muestras con la mezcla de corteza de pino y

concha de mejillón, donde el pH se eleva hasta 7,3 y el crecimiento de Lolium perenne es

significativamente diferente del control (Tabla 5.3).

0.0

2.0

4.0

6.0

8.0

10.0

Control A B C D

Len

gth

(cm

)

Roots Aereal plant

*

* * * *Lon

git

ud

(cm

)

Raíces Parte aérea

6 24 48 24+24

CRP o CRP+CMT (g kg-1

)

Page 220: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

215

Por otra parte, que la longitud de las raíces sea significativamente mayor se

puede deber a una disminución del Al cambiable (Tabla 5.3), disminuyendo así su

efecto inhibidor del crecimiento de las raíces. Por tanto, en nuestro estudio la corteza de

pino tendría un efecto directo sobre el crecimiento de la parte radicular. Aunque no

tenemos conocimiento de trabajos similares, sí nos encontramos con experimentos de

laboratorio en los que se estudia el efecto de extractos de hoja de pino en el crecimiento

radicular, con resultados contrapuestos; por un lado, Bulut y Demir (2007) describen un

incremento en la longitud de las raíces debido a la adición de extractos de hoja de pino y,

por otro, Ailoo et al. (2012) indican una disminución en la longitud de las raíces y de la

relación Longitud raíz/Longitud brote debido a la presencia de extractos de hoja de pino.

En cuanto a la producción de biomasa (materia seca) de la parte aérea, las

muestras control presentan una producción de 0,036±0,007 g maceta-1

(Fig. 5.14). La

aplicación de las diferentes dosis de corteza de pino no producen cambios

significativos en dicha producción (Test de Dunnet, p<0,05).

La producción de masa radicular es similar a la de los brotes en las muestras

control, con un valor medio de 0,036±0,007 g maceta-1

(Fig. 5.14). Este valor se

incrementa a medida que aumenta la dosis de corteza de pino añadida, encontrándose

diferencias significativas para la dosis de 48 g kg-1

y para el tratamiento de mezcla de

CRP+CMT (Fig. 5.14), que presentan valores de 0,061±0,013 y 0,057±0,011 g maceta-1

,

lo cual representa un incremento del 69 y 58%, respectivamente.

Fig. 5.14. Producción de biomasa (en materia seca) de la parte aérea y radicular (media±desviación

estándar) en función de la dosis de CRP o CRP+CMT. Los asteriscos indican diferencias significativas con

respecto a las muestras control (Test de Dunnett, p<0,05).

0.00

0.02

0.04

0.06

0.08

0.10

Control A B C D

Dry

mat

ter

(g p

ot

-1)

Root dry matter

Shoot dry matter **

Materia seca raíz

Materia seca brotes

Mate

ria s

eca

(mg m

aceta

-1)

6 24 48 24+24

CRP o CRP+CMT (g kg-1

)

Page 221: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

216

Considerando la producción tanto de masa aérea como radicular, el

comportamiento es muy similar al descrito para la longitud de brotes y raíces, no

observándose diferencias significativas en la producción de biomasa aérea e

incrementándose la radicular, sobre todo a altas dosis de CRP (Fig. 4.6). Por lo tanto, los

factores que explicarían estos resultados son los mismos que los descritos para el

incremento de longitud de raíces y tallos. A medida que se incrementa la dosis de corteza,

se favorece la producción de masa radicular, y la relación Biomasa raíces/Biomasa brotes

se incrementa a valores que van desde 0,92 para las muestras control, hasta 20,5 para las

muestras con mayor dosis de CRP (48 g kg-1

). Esto claramente indica que la corteza de

pino favorece la producción de masa radicular frente a la de masa aérea.

En lo que respecta a las propiedades del suelo, la adición de CRP trajo como

consecuencia un ligero incremento del pH y una disminución del Al intercambiable, sin

afectar significativamente al Ca, Mg y K de cambio (Tabla 5.3).

Por otro lado, los cambios en el suelo debidos al cultivo de ryegrass se

traducen fundamentalmente en una disminución del Ca, Mg y K intercambiables

(Tabla 5.3).

V.4.3. Influencia de la corteza de pino en la concentración de cobre en la

parte aérea y radicular de Lolium perenne

La concentración de cobre en la parte aérea de Lolium perenne de las muestras

control fue de 50,1±6,7 mg kg-1

. Esta concentración de Cu disminuye a medida que

aumenta la dosis de corteza de pino (Fig. 5.15a), obteniéndose diferencias

significativas con respecto a las muestras control para dosis de 24 y 48 g kg-1

de CRP.

Los niveles más bajos se encontraron para la mezcla de CRP y CMT, con valores de

24,6±3,8 mg kg-1

.

La concentración de Cu en las raíces fue mayor que en los brotes, con

concentraciones para las muestras control de 249,6±42,9 mg kg-1

(Fig. 5.15b).

La adición de CRP disminuyó significativamente dicha concentración para todas

las dosis estudiadas, hasta valores de entre 64,4±2,2 y 56,2±3,6 mg kg-1

para dosis de 48

g kg-1

y para las mezclas CRP+CMT, respectivamente.

Page 222: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

217

Fig. 5.15a y b. Concentración de Cu en la parte aérea (a) y radicular (b) (media±desviación estándar) en

función de la dosis de CRP o CRP+CMT. Los asteriscos indican diferencias significativas con respecto a

las muestras control (Test de Dunnett, p<0,05).

V.4.4. Cu en el suelo: en EDTA, DTPA, acetato amónico y cloruro amónico,

en función de la dosis de CRP o CRP+CMT y después de 51 días de cultivo

La adición de corteza de pino disminuye el Cu potencialmente asimilable por

las plantas (extraíble en EDTA), pasando de 62,3±3,9 mg kg-1

para las muestras control

a 56,5±3,0 mg kg-1

para las muestras con mayor dosis de corteza (48 g kg-1

).

Las muestras con mezcla de CRP y CMT mostraron el menor valor de Cu

extraíble con EDTA (54,9±1,3 mg kg-1

).

CRP o CRP+CMT (g kg-1

)

0

100

200

300

Control A B C D

Cu

in r

oo

tt (

mg

kg-1

) b)

**

* *

0

50

100

Control A B C D

Cu

in s

ho

ot

(mg

kg-1

)

a)

* **

a

Cu

en

bro

tes

(mg

kg

-1)

Cu

en

ra

íces

(m

g k

g-1

) b

6 24 48 24+24

6 24 48 24+24

Page 223: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

218

Los porcentajes de disminución fueron en todos los casos inferiores al 12%,

aunque aplicando el Test de Dunnet de análisis de varianza se observaron diferencias

significativas (p <0,05) para todas las dosis estudiadas (Fig. 5.15a).

Con respecto al Cu extraíble con DTPA, el comportamiento es similar, pasando

de 43,0±1,8 mg kg-1

para las muestras control a 37,6±0,8 mg kg-1

para las muestras con

mayor dosis de CRP; las muestras con mezcla de CRP y CMT mostraron un valor menor

(24,9±0,7 mg kg-1

) que con la mayor dosis de corteza. Los porcentajes de disminución en

este caso fueron también iguales o inferiores al 12% para las muestras con diferentes

dosis de CRP, sin embargo, para las muestras con mezcla de corteza y concha, el

porcentaje de disminución fue muy superior, alcanzado el 42%. La concentración de

Cu en DTPA fue significativamente diferente de las muestras control para dosis iguales o

superiores a 24 g kg-1

(Fig. 5.15b) (Test de Dunnet, p<0,05).

Por otro lado, la adición de CRP también disminuyó significativamente (Test de

Dunnet, p<0,05) las fracciones más móviles de Cu. Así, el Cu extraíble con acetato

amónico pasa de 5,2±0,1 mg kg-1

para las muestras control, a 1,9±0,3 mg kg-1

para las

muestras con 48 g kg-1

de corteza, y a 1,4±0,2 mg kg-1

para la mezcla CRP+CMT (Fig.

5.15c).

Los porcentajes de disminución de Cu con respecto a las muestras control

fueron de 20, 50 y 64% para las dosis de corteza de 6, 24 y 48 g kg-1

respectivamente.

Las muestras con mezcla de corteza y concha presentaron un porcentaje de disminución

del Cu extraíble en acetato amónico del 73%. El Cu extraíble con cloruro amónico fue

mayor, pasando de 2,6±1,3 mg kg-1

para las muestras control, a 2,3±0,8 mg kg-1

para las

muestras con dosis de 48 g kg-1

de CRP, y a valores inferiores a 1,9 mg kg-1

para las

muestras con mezcla de CRP+CMT (Fig. 5.15d).

Los porcentajes de disminución de Cu en función de la dosis de corteza de

pino fueron menores, con valores de 4, 15 y 14% para las dosis de corteza de pino de 6,

24 y 48 g kg-1

, respectivamente; sin embargo, el porcentaje de disminución de las

muestras con mezcla de CRP+CMT fue superior al 93%. El Cu extraíble en cloruro

amónico fue significativamente menor con respecto a las muestras control partir de dosis

de corteza de pino de 24 g kg-1

(Fig. 5.15d).

Page 224: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

219

0.0

10.0

20.0

30.0

Control A B C D

Cu

Am

mo

niu

m A

ceta

te (m

g kg

-1 )

*** *

c)

Fig. 5.16a y b. Cu extraíble en EDTA (a) y DTPA (b), acetato amónico (c) y cloruro amónico (d) (mg kg-1

)

(media±desviación estándar) en función de la dosis de CRP o CPR+CMT. Los asteriscos indican

diferencias significativas con respecto a la muestras control (Test de Dunnett, p<0,05).

0.0

20.0

40.0

60.0

80.0

100.0

Control A B C D

Cu

ED

TA (

mg

kg-1

)

* * * *

a)

0.0

20.0

40.0

60.0

80.0

100.0

Control A B C D

Cu

DT

PA (

mg

kg-1

)

* **

b)

Cu

ED

TA (

mg

kg-1

)

0.0

10.0

20.0

30.0

Control A B C D

Cu

Am

mo

niu

m C

lhlo

rid

e (

mg

kg-1

)* *

*

d)

6 24

a

Cu

AA

(m

g kg

-1)

48 24 6 48 24 6

CRP o CRP+CMT (g kg-1) CRP o CRP+CMT (g kg-1)

Cu

AC

(m

g kg

-1)

24+24

Cu

AA

(m

g kg

-1)

24+24

c

24 48 6 48 24 24+24

a b

Cu

DTP

A (

mg

kg-1

)

6 24+24

d

Page 225: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

220

La incorporación de Cu en los tejidos de Lolium perenne en las muestras

control fue diferente en función de la parte de la planta analizada; así, la concentración

fue mayor en las raíces (250±43 mg kg-1

) en comparación con la parte aérea (50±7 mg

kg-1

). El contenido de Cu en los brotes (Fig. 5.15a) supera el umbral a partir del cual

dicho metal genera problemas de crecimiento (21 mg kg-1

según Davis y Beckett,

1978).

La adición de CRP dio lugar a disminuciones significativas, hasta valores de 29

mg kg-1

para las muestras con la mayor dosis de CRP (48 g kg-1

), y 25 mg kg-1

para la

muestra con CRP+CMT. Esto significa que la adición de corteza puede favorecer el

crecimiento de Lolium perenne, dificultando la incorporación de Cu a la planta.

La concentración de Cu en raíces todavía disminuyó en mayor proporción (Fig.

5.15b); de hecho, el factor de traslocación (FT), calculado mediante la expresión

CuA/CuR (siendo CuA la concentración de Cu en la parte aérea y CuR, la concentración en

la parte radicular en mg kg-1

), aumentó a medida que se incrementó la dosis de CRP,

pasando de 0,20±0,04 mg kg-1

para las muestras control a 0,30±0,06, 0,41±0,05 y

0,45±0,13 mg kg-1

para las dosis de corteza de pino de 6, 24 y 48 g kg-1

respectivamente.

Además, la adición de este material produjo una disminución significativa de las

formas más móviles de Cu, tanto en el Cu extraíble en acetato amónico (CuAA) como

en cloruro amónico (CuCA) (Fig. 5.16c y d); el comportamiento del Cu potencialmente

disponible para las plantas, estimado a partir de las extracciones con EDTA y DTPA,

tuvo un comportamiento similar, ya que disminuyó significativamente con la dosis de

CRP (Fig. 5.16a y b).

Por otra parte, existen correlaciones significativas entre el Cu absorbido por

las plantas y el Cu intercambiable presente en el suelo (evaluado mediante extracciones

con acetato amónico y cloruro amónico), así como con el Cu potencialmente asimilable

o disponible (evaluado con EDTA y DTPA) (Tabla 5.4).

Considerando el Cu más móvil o cambiable, las correlaciones más altas se

obtuvieron para el Cu extraíble en acetato amónico (CuAA) y el Cu presente en las raíces

y en los tallos de Lolium perenne, con valores de r=0,935 y r=0,838, respectivamente, en

relación al CuCA, con valores de r=0,683 y 0,615 para raíces y tallos respectivamente

(Tabla 5.4).

Por otra parte, para el Cu biodisponible, las correlaciones más altas se obtuvieron

para CuDTPA, con valores de r=0,816 y r=0,800 en raíces y tallos respectivamente, con

respecto a los valores de CuEDTA (r=0,786 y r=0,665 en raíces y tallos, respectivamente)

(Tabla 5.4).

6 24

Page 226: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

221

Los coeficientes de correlación también fueron más altos para el Cu en las raíces

que en los tallos para los cuatro extractantes mencionados, lo cual está en concordancia

con lo expuesto por Brun et al. (2001), quienes sugirieron que el Cu presente en las

raíces es un mejor indicador del Cu biodisponible que el de la parte aérea de las

plantas.

Tabla 5.4. Coeficientes de correlación (r) entre el Cu incorporado a la parte aérea y a la parte radicular (mg

kg-1

) y el Cu extraíble en acetato amónico (CuAA), cloruro amónico (CuCA) , CuEDTA y CuDTPA; (n = 16).

Cu en raíces

(mg kg-1

)

Cu en brotes o tallos

(mg kg-1

)

CuAA 0,935** 0,838**

CuCA 0,683** 0,615*

CuEDTA 0,786** 0,665**

CuDTPA 0,816** 0,800**

*p<0,01

**p<0,005

Los cambios en el suelo debidos a la adición de corteza de pino nos llevan a

concluir que la disminución de la incorporación de Cu por las plantas asociada a la

adición de CRP se debe a la inmovilización previa de dicho metal que se produce en

el suelo a causa de la adición de la corteza de pino molida.

Esta inmovilización se debe fundamentalmente a dos factores:

a) El ligero incremento en el pH, que puede ayudar a inmovilizar el Cu en el suelo, y

por lo tanto dicho Cu sería menos susceptible de ser absorbido por la planta. De

hecho, la reducción del Cu incorporado por las plantas de ryegrass debido a la

adición de enmiendas que aumentan el pH de suelo ha sido previamente observada

por otros autores, por ejemplo con la adición de residuos con calcio (Fan et al., 2012)

y biochar (Rees et al., 2015).

Sin embargo, es probable que en este caso el efecto del pH no sea el más

importante, ya que los cambios en el pH debidos a la adición de CRP son limitados

y, además, cuando analizamos las muestras con CRP+CMT el efecto en la

incorporación de Cu por Lolium perenne es similar al efecto de la mayor dosis de

CRP (Fig. 5.15).

b) La capacidad de adsorción que presenta la corteza de pino para metales pesados

(que ya ha sido comprobada en otros trabajos), junto con la disminución de su

desorción, hacen que este residuo inmovilice metales de una manera

fundamentalmente irreversible, e impida de esta forma su absorción por la planta.

Page 227: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

222

En experimentos tipo batch y en cámara de flujo agitado (ver Capítulo IV del

presente trabajo) se comprobó que tanto el Pb como el Cu presentan una mayor

adsorción con respecto a otros metales pesados. Resultados similares han sido

obtenidos en experimentos en columnas (ver Capítulo IV). Martin-Dupont et al.

(2002) observaron además que la corteza de algunas coníferas poseían una alta

capacidad de adsorción de metales, mostrando una secuencia de adsorción máxima

de Cu>Pb>Ni>Zn. Nehrenheim y Gustafsson (2008), comparando diferentes

bioadsorbentes, indicaron que la corteza de pino fue el más eficiente en la adsorción

de metales, sobre todo a bajas concentraciones de éstos.

Resultados opuestos se obtienen cuando se estudia la desorción (Cutillas et

al., 2014; ver Capítulo IV), siendo el Pb y el Cu los metales que menos se desorben.

Esta histéresis en los procesos de adsorción-desorción para el Cu se debe a la

formación de complejos de esfera interna (Strawn y Baker, 2008) y ha sido

observada para componentes orgánicos como ácidos húmicos (Arias et al., 2002), y

en suelos de bajo pH y altos contenidos de materia orgánica (Arias et al., 2006).

En este sentido, la corteza de pino posee un alto contenido en C, que forma

parte de la materia orgánica (principalmente representada por lignina, celulosa y

hemicelulosa). La lignina contiene grupos fenólicos, los cuales pueden ser muy

activos en la adsorción irreversible de metales pesados mediante la formación de

complejos de esfera interna, afectando principalmente a metales como Cu y Pb, lo

que se traduce en una mayor adsorción y menor desorción para estos dos metales.

Esto explicaría la inmovilización de Cu en el suelo por la adición de corteza de

pino y, como consecuencia, una disminución de su incorporación a las

estructuras de Lolium perenne.

V.5. Conclusiones

Después de los resultados obtenidos y lo anteriormente descrito, podemos

concluir que:

La adición de corteza de pino (CRP), individualmente y en su combinación con

concha de mejillón (CMT), a un suelo ácido de viñedo contaminado por Cu,

dio lugar a una disminución de la incorporación de Cu por la planta Lolium

perenne, la cual se debe a la inmovilización previa de dicho metal en el suelo.

Esto se debe fundamentalmente a dos factores: el ligero incremento en el

pH, que ayuda a retener el Cu en el suelo, y a la capacidad de adsorción que

presenta la CRP para metales pesados, que hacen que este residuo los

inmovilice e impida su absorción por la planta.

Page 228: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo V

223

La adición de CRP al suelo produjo una disminución significativa de las formas

más móviles de Cu en el suelo, tanto el Cu extraíble en acetato amónico (CuAA)

como en cloruro amónico (CuCA), y el comportamiento del Cu potencialmente

disponible para las plantas estimado a partir de las extracciones con EDTA y

DTPA fue similar, ya que disminuyó significativamente con las distintas dosis de

CRP.

La aplicación de CRP al suelo favoreció el crecimiento y la producción de

biomasa de la planta Lolium perenne, principalmente de la parte radicular

(incrementándose sobre todo a altas dosis de CRP).

Al mismo tiempo, disminuyó significativamente la incorporación de Cu en los

tejidos de L. perenne, tanto en brotes como en raíces, sobre todo para las muestras

con mayor dosis de CRP (48 g kg-1

) y para las muestras con CRP+CMT.

Aun así, la corteza retrasó ligeramente la germinación de las semillas, lo

cual puede estar relacionado con la presencia de sustancias alelopáticas que

inhiben la germinación.

Esto nos demuestra que la adición al suelo de corteza de pino, y también la mezcla

con concha de mejillón, es una buena alternativa para estabilizar y retener el

Cu en un suelo contaminado por dicho metal, evitando que sea absorbido por

las raíces de las plantas y su posterior traslocación a la parte aérea.

Además, la reutilización de estos residuos como enmienda puede contribuir

significativamente a la colonización del suelo por Lolium perenne, y por tanto, a

la estabilización del suelo y reducción de la erosión, debido al desarrollo

significativamente mayor del sistema radicular y aéreo, logrando una cobertura

mayor del suelo.

Page 229: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …
Page 230: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

CAPÍTULO VI

Page 231: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …
Page 232: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

227

CAPÍTULO VI: LIBERACIÓN Y FRACCIONAMIENTO DE METALES PESADOS

EN UN SUELO DE MINA DE Cu ENMENDADO CON CORTEZA DE PINO.

CRECIMIENTO BACTERIANO Y FÚNGICO

VI. 1. Introducción

La minería es una de las actividades industriales con mayor impacto

medioambiental, ya que da lugar a la degradación intensa el suelo (Masto et al., 2015),

causando un gran impacto en los ecosistemas, contaminación del suelo, del agua y

atmosférica, así como importantes modificaciones en el relieve.

Las actividades de minería de extracción de metales, especialmente las minas a

cielo abierto, generan grandes cantidades de residuos, generalmente acumulados en zonas

de vertido, con altas concentraciones de metales pesados (Conesa et al., 2007;

Venkateswarlu et al., 2016). Estas áreas mineras se caracterizan además por una fuerte

acidez (Wong et al., 1998), lo que facilita la movilización de la mayoría de estos metales.

Cuando la minería cesa, algunos de los lugares de vertido de estos residuos sufren

una falta de mantenimiento, gestión inadecuada y entrada de contaminantes externos

(principalmente a través de efluentes contaminados mediante escorrentía), aumentando

así el riesgo de contaminación de las aguas, ya que la mayoría de los metales no son

retenidos en el suelo. En áreas de elevadas precipitaciones, el agua contiene metales

pesados y bajos valores de pH, y puede escurrir a través de las escombreras y alcanzar

ríos y lagos cercanos (Zhang et al., 2016).

Por lo tanto, existe una creciente necesidad de desarrollar prácticas de gestión con

el fin de reducir los impactos ambientales derivados de la minería. Las tareas de

restauración en estas zonas son necesarias, así como aumentar la retención y/o evitar la

liberación de metales pesados en los suelos de escombreras de mina.

Las tecnologías utilizadas para restaurar las escombreras de minas se basan en

factores físicos, químicos y biológicos (Anawar, 2015). Los métodos de estabilización

física suelen implicar la cobertura de los residuos mineros con materiales inertes que

previenen o dificultan la propagación de contaminantes potenciales por el viento,

reduciendo también los riesgos de erosión hídrica. Los procedimientos químicos se basan

esencialmente en procesos tales como precipitación, oxidación-reducción, intercambio

iónico y extracción. Sin embargo, estos métodos presentan algunas desventajas, como la

extracción incompleta de metales y la necesidad de equipos costosos (Anawar, 2015).

En los últimos años se ha promovido el uso de materiales bioabsorbentes como

una alternativa a los métodos más convencionales y costosos para llevar a cabo la

Page 233: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

228

restauración (Fellet et al., 2011; Abad-Valle et al., 2016; Manzano et al., 2016). La

adición controlada de desechos orgánicos e inorgánicos y/o subproductos de diferentes

industrias a suelos de zonas degradadas puede ser una buena alternativa para

recuperación del suelo, debido a su bajo coste y a la mejora que producen en las

propiedades del mismo (Fernández-Calviño et al.; 2016 Abad-Valle et al., 2017). La

aplicación de bioadsorbentes de bajo coste a estos suelos puede facilitar la adsorción de

metales pesados (Nguyen et al., 2013; Akunwa et al., 2014; Puga et al., 2016; Paradelo y

Barral, 2017), aumentar el pH del suelo (Arias-Estévez et al., 2007) o la concentración de

materia orgánica del suelo (Rodríguez-Salgado et al., 2016).

Muchos bioadsorbentes son ricos en materia orgánica y nutrientes, lo cual puede

facilitar la revegetación y promover la restauración global a medio plazo de estos

entornos degradados. Por lo tanto, este tipo de prácticas de restauración podrían reducir

los riesgos de contaminación ambiental (Mahar et al., 2015, Núñez-Delgado et al., 2015;

Zornoza et al., 2016).

La corteza de pino (CRP) y la concha de mejillón triturada (CMT) son dos

subproductos que ya hemos visto que poseen una alta capacidad de retención de metales

pesados.

El efecto de la adición de CMT en el mismo suelo de mina contaminado con Cu

ha sido evaluado con anterioridad, observándose que además puede aumentar el pH en

estos suelos (Garrido-Rodríguez et al., 2013). Fernández-Calviño et al. (2015)

determinaron además el crecimiento de la comunidad bacteriana en dicho suelo después

de la aplicación de diferentes dosis de CMT.

Por otro lado, estudios previos ya han mostrado la alta capacidad de la CRP para

adsorber metales pesados (Al-Asheh et al., 2000; Ribé et al., 2009; Khokhotva, 2010;

Mun et al., 2010; Ribé et al., 2012; Cutillas-Barreiro et al., 2014, Capítulo IV). Sin

embargo, todavía no ha sido estudiado el efecto de este material con respecto a la

retención de metales pesados en entornos particularmente vulnerables como son los

suelos de mina. Además, el efecto de la adición de CRP sobre los microorganismos del

suelo en estas zonas no ha sido analizado previamente.

La posible influencia de la CRP en la inmovilización y liberación de metales en

los suelos de mina podría ser debido a su propia capacidad de adsorción, o podría deberse

a cambios que afectan a la distribución de metales, y este último aspecto puede ser

investigado por medio del fraccionamiento, complementado por los estudios de desorción

de metales.

Así, la adición de este material al suelo podría favorecer la retención de metales

pesados mediante uniones irreversibles, facilitando la incorporación de metales pesados a

fracciones más recalcitrantes, disminuyendo así la liberación. Esto conllevaría una

Page 234: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

229

disminución de los riesgos de contaminación superficial y subsuperficial del agua, así

como de transferencia a las plantas y a la cadena alimentaria.

En vista de ello, en este capítulo se estudió la influencia de la adición de CRP (y

su combinación con CMT) al suelo de mina y el tiempo de incubación en dos partes:

Por un lado, el efecto de la adición de CRP en dosis de 0, 24 y 48 g kg-1

, y con

tiempos de incubación de 1 y 30 días, en el fraccionamiento de cinco metales

pesados (Cd, Cu, Ni, Pb y Zn) añadidos simultáneamente al suelo de mina, así

como su influencia en la liberación de estos metales.

Además, se evaluó el crecimiento bacteriano y fúngico en el mismo suelo,

empleando diferentes dosis de CRP (12, 24, 48, 96, 192 Tm ha-1

), y también

algunas combinaciones de ésta con concha de mejillón (CMT) (las mismas dosis

de ambos residuos, i.e., esto corresponde a la mitad de la dosis de cada uno de

ellos: 6, 12, 24, 48, 96 Tm ha-1

), durante diferentes tiempos de incubación, hasta 2

años.

Por tanto, el principal objetivo ha sido fomentar el reciclado de este

subproducto de la industria maderera, dándole un nuevo uso como enmienda,

añadiéndolo al un suelo muy pobre en nutrientes y contaminado por cobre, para evaluar

su posible uso como bioadsorbente de metales pesados en suelos con baja capacidad de

depuración, como son los de escombrera de mina, y ver cómo influye en el desarrollo de

bacterias y hongos en dicho suelo durante un tiempo determinado.

VI. 2. Área de estudio

El suelo seleccionado se muestreó en un área de una escombrera de mina de cobre

en Touro (A Coruña), 20 km de Santiago de Compostela, cuyas coordenadas son 42º 52’

34’’N, 8º 20’ 40’’W.

La antigua mina está ubicada entre los municipios de O pino y Touro, y pertenece

a un grupo de mineralizaciones de cobre, las cuales están asociadas al macizo básico de

Santiago de Compostela (Fig. 6.1 a y b).

Se trata de un yacimiento de sulfuros metálicos de 600 hectáreas, explotado entre

los años 1974-1988 para la obtención de cobre (Arias et al., 1998).

Page 235: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

230

Fig. 6.1. a. Localización de la mina de Touro (A Coruña, España).

Fuente: Lago-Vila et al., 2014.

Fig. 6.1. b. Localización de la mina de Touro (A Coruña, España).

Fuente: Otero et al., 2012.

Escombrera

Plataforma

Mina de Touro

Page 236: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

231

VI. 3. Material

VI.3.1. Suelo empleado en el estudio

El suelo de la antigua mina de Cu, ha sido clasificado como un tecnosol espólico

según la Base de Referencia Mundial para los recursos de suelo (FAO, 2015).

Se tomaron 10 muestras superficiales (0-20 cm de profundidad) en forma de zig-

zag utilizando una sonda Edelman. Antes de someter las muestras a los diferentes

análisis, se secaron al aire hasta peso constante, se tamizaron por 2 mm de luz de malla y

se almacenaron en tarrinas de polipropileno (Fig. 6.2).

El suelo de esta escombrera de mina fue caracterizado por Fernández-Pazos et al.

(2013). Se trata de un suelo muy ácido (pH en agua 3,8), que presena una textura

arcillosa-arenosa. En la fracción arcillosa predominan cuarzo, caolinita, goethita,

hidronio, jarosita y óxidos metálicos (Asensio y Covelo, 2015), mientras que las

concentraciones de sulfatos oscilan entre 1,5 y 5,0 g kg-1

(Cerqueira et al., 2012).

Además, posee una alta concentración total de Fe (13,5%) y relativamente baja de Al

(1,0%) (Tabla 6.1).

Este suelo se caracteriza por un porcentaje de carbono reducido (0,3%, contenido

de carbono orgánico de 3 g kg-1

) y una CICe también baja (3,89 cmolckg-1

). La

concentración de metales es muy variada, siendo el Cu el elemento con mayor presencia

(773 mg kg-1

), y tanto la concentración de Pb como de Cd es muy baja. Posee altas

concentraciones de óxidos de Fe (42 g kg-1

son óxidos de Fe amorfos), y por el contrario,

bajas concentraciones de óxidos de Mn y Al (<1 g kg-1

). Presentó un área superficial de

27,8 m2 g

-1 (Tabla 6.1).

Fig. 6.2. Suelo de la escombrera de mina de Touro empleado en los estudios.

Page 237: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

232

Tabla 6.1. Características generales del suelo de mina utilizado.

Variable

pH (H2O) 3,8

pH (KCl) 2,9

Arena (%) 67

Limos (%) 14

Arcillas (%) 19

C (g kg-1

) 2,6

C (%) 0,3

N (%) 0,04

CICe (cmolc kg-1

) 3,89

Cd total (mg kg-1

) 0,08

Cu total (mg kg-1

) 773

Ni total (mg kg-1

) 5

Pb total (mg kg-1

) 4

Zn total (mg kg-1

) 57,8

VI.3.2. Corteza de pino (Pinus pinaster)

Se utilizó corteza de pino (CRP) al natural, molida y tamizada por 2 mm (Figs.

4.4 y 4.5, Capítulo IV), cuyas características químicas se pueden ver en las Tablas 4.1 y

4.2 (Capítulo IV).

La corteza de pino presentó un pH fuertemente ácido (4,5) y alto contenido de

carbono (486 g kg-1

), principalmente como carbono orgánico, con predominio de lignina

(47,9%), seguido de glucano (18,6%), y con un área superficial menor que la del suelo de

la mina (0,36 m2g

-1).

El contenido en metales pesados fue bastante bajo, con concentraciones de Cu

<0,1 mg kg-1

, Zn 7 mg kg-1

, Ni 2 mg kg-1

, Pb 0,2 mg kg-1

, y Cd 0,1 mg kg-1

.

En la Tabla 4.1 se muestran las características químicas inorgánicas de la corteza

de pino utilizada en este trabajo, y en la Tabla 4.2 las características químicas orgánicas.

VI.3.3. Concha de mejillón

También se empleó concha de mejillón triturada (CMT) combinada en diferentes

dosis con corteza de pino, para estudiar el efecto de estos dos subproductos aplicados

simultáneamente en el suelo objeto de estudio. La CMT que se utilizó en el experimento

fue proporcionada por la empresa Abonomar S. L. (Illa de Arousa, España) (Fig. 5.4,

Capítulo V).

Page 238: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

233

La caracterización general de la CMT fue realizada por Garrido-Rodríguez et al.

(2013). Sus características químicas en la fracción menor de 1 mm se presentan en la

Tabla 5.2 (Capítulo V).

La CMT presentó un pH muy alcalino (9,4) y una concentración de carbono de

124 g kg-1

, principalmente como carbono inorgánico (Tabla 5.2).

VI.4. Métodos

Hemos dividido este apartado en dos partes:

En la primera parte describiremos los experimentos llevados a cabo para evaluar

la liberación y el fraccionamiento de metales pesados en el suelo de mina de

cobre enmendado con diferentes dosis de corteza de pino durante dos

tiempos de incubación (1 día y 30 días).

En la siguiente, nos centraremos en el estudio del crecimiento bacteriano y

fúngico en dicho suelo de mina de enmendado con diferentes dosis de

corteza de pino durante distintos tiempo de incubación (hasta 2 años).

VI.4.1. Liberación y fraccionamiento de metales pesados en un suelo de mina

de cobre enmendado con corteza de pino

Se utilizó el método BCR (European Community Bureau of Reference) para

evaluar los efectos de la adición de diferentes dosis (0, 24 y 48 g kg-1

) de corteza de pino

molida (CRP) y el tiempo (1 y 30 días) en el fraccionamiento de Cd, Cu, Ni, Pb y Zn, en

un suelo de mina ácido.

Además, se aplicó la técnica de reactor en cámara de flujo continuo para

analizar la desorción o liberación de dichos metales pesados en las muestras de suelo de

mina con y sin el tratamiento con CRP.

VI.4.1.1. Diseño experimental

Previamente, se realizaron las mezclas del suelo de mina con las dosis de corteza

de pino (CRP): 48 y 96 Tm ha-1

(o lo que es lo mismo, 24 y 48 g de corteza de pino por

kg de suelo). Para ello, a 100 g de suelo se le añadieron 2,4 y 4,8 g de residuo

respectivamente, teniendo en cuenta una profundidad de suelo de 20 cm y una densidad

aparente de 1 g cm-3

.

Page 239: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

234

Las mezclas de suelo y corteza se sometieron a un proceso de agitación durante 24

horas, con el fin de lograr una óptima mezcla de ambos materiales y que el residuo se

repartiera de forma homogénea en toda la matriz de suelo

Se pesaron 30 g de suelo de mina con las distintas dosis de CRP en tarrinas de

polipropileno. A continuación, a cada tarrina se le agregaron 2,7 mL de una disolución

cóctel de metales pesados, la cual contenía 15,7 mmol L-1

de Cd, Cu, Ni, Pb y Zn (a

partir de sus respectivas sales de nitrato, y empleado NaNO3 0,01M como electrolito de

fondo).

Previamente se midió el contenido de dichos metales en la disolución mediante

EAA para determinar su concentración exacta.

Empleamos una mezcla de metales pesados en lugar de disoluciones individuales

de metales, ya que se tuvo en cuenta que los derrames tóxicos procedentes de estas minas

contienen altas concentraciones de metales pesados. Estas condiciones nos permiten el

estudio de las diferencias en el fraccionamiento y liberación bajo competencia con otros

metales.

En la disolución cóctel o mezcla de metales pesados, la concentración de cada

metal fue de 15,7 mmol L-1

, dando como resultado una concentración añadida de 1,41

mmol kg-1

para cada uno de ellos.

Teniendo en cuenta el contenido previo de cada metal en los suelos no tratados,

las concentraciones finales de cada metal en el suelo después de la adición de la mezcla

de metales pesados fue de 13,57 mmol kg-1

para Cu, 2,30 mmol kg-1

para Zn, 1,50 mmol

kg-1

para Ni, 1,43 mmol kg-1

para Pb, y 1,41 mmol kg-1

para Cd.

El volumen de disolución añadido se calculó considerando una humedad de

capacidad de campo (CC) de aproximadamente el 8,5% (peso/peso).

Las tarrinas con las mezclas de suelo y residuo se incubaron a CC y en oscuridad

a dos tiempos distintos: 24 h y 1 mes, con la tapa agujereada para facilitar el intercambio

de gases. Además, también se incubaron en idénticas condiciones de adición de metales

dos muestras de suelo sin adición de corteza (control), esto es, en total, 6 tarrinas (dosis 0,

48 y 96 Tm ha-1

para cada tiempo). Diariamente se adicionó la cantidad de agua necesaria

para compensar las pérdidas que se produjeron por evaporación.

Una vez finalizado el periodo de incubación, las muestras se dejaron secar al aire.

De las muestras obtenidas, se tomaron alícuotas y realizaron dos estudios concretos que

se describen a continuación.

Page 240: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

235

VI.4.1.2. Fraccionamiento de metales en el suelo y las mezclas suelo-

corteza

El fraccionamiento de Cd, Cu, Ni, Pb y Zn se llevó a cabo en los suelos no

tratados, en los que se les añadió la mezcla de metales pesados pero sin corteza de pino y

en suelos con la mezcla de metales pesados y con las dos dosis de CRP (24 y 48 g kg-1

).

Para llevar a cabo el fraccionamiento de metales, se siguió un protocolo de

extracción secuencial BCR, con las modificaciones realizadas por Rauret et al. (1999),

ya que es un método estándar ampliamente utilizado, y por lo tanto, nos permite

comparaciones con otros. Por otra parte, utilizando este método es posible utilizar

materiales de referencia para las diferentes etapas de extracción, y por lo tanto,

comprobar el control de calidad de las extracciones. Mediante este método se obtuvieron

las fracciones soluble, reducible, oxidable y residual (todas ellas fueron medidas y no

estimadas).

Para confirmar la exactitud del procedimiento de extracción y el análisis de las

muestras de suelo, se analizó también un material de referencia certificado (CRM701).

La recuperación de los elementos en las diferentes fracciones fue entre 87 y 108%

de los valores certificados, y la recuperación para las concentraciones totales fue del 89-

103%. Todas las determinaciones se realizaron por triplicado.

Para ello, se tomó 1 g de suelo seco o mezcla suelo-corteza y se depositó en un

tubo de centrífuga de 50 mL de capacidad. A continuación, se le añadieron 30 mL de una

disolución de ácido acético 0,11 M. La suspensión obtenida se agitó durante 16-24 h a

temperatura ambiente y se centrifugó 10 minutos a 4000 rpm. Se hizo pasar el

sobrenadante a través de papel de filtro, y se recogió en un bote para medir Cu, Zn, Ni,

Cd y Pb mediante Espectroscopía de Absorción Atómica de llama (EAA) (equipo

Thermo Electron SolAAR Serie M). Todo ello se hizo por duplicado.

Los metales obtenidos mediante esta extracción constituyen la fracción soluble al

ácido. Esta fracción extrae los metales que son solubles al agua, que ocupan las

posiciones de intercambio catiónico y aquellos que están unidos a los carbonatos si éstos

están presentes. El suelo (o mezcla suelo-corteza) sedimentado fue sometido a un lavado

con 30 mL de NaNO3, para lo que la suspensión se agitó durante 15 minutos y

posteriormente se centrifugó (10 minutos a 4000 rpm). El sobrenadante se descartó.

Sobre las muestras de suelo o mezcla suelo+CRP sedimentadas en el apartado

anterior, se añadieron 30 mL de clorhidrato de hidroxilamina de 0,1 M acidificado con

HNO3 hasta pH 2. La suspensión obtenida se agitó durante 16-24 horas a temperatura

ambiente, y se centrifugó un periodo de 10 minutos a 4000 rpm. Después, se filtró y se

recogió el sobrenadante en un bote para su posterior análisis mediante EAA.

Page 241: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

236

Los metales obtenidos en esta extracción constituyen la fracción reducible, que

integra aquellos metales asociados a óxidos, hidróxidos y oxihidróxidos de Fe y Mn,

fácilmente móviles hacia el medio natural en situaciones de cambio de las condiciones

redox. Las muestras sedimentadas fueron sometidas de nuevo a un lavado con 30 mL de

NaNO3.

A continuación, a las muestras del paso anterior se le añadieron 10 mL de H2O2 al

30%, tapándolas y permitiendo que el H2O2 las digiriera a temperatura ambiente durante

1 hora, agitando manualmente las suspensiones de forma ocasional. Posteriormente, se

llevo a cabo la digestión de las muestras durante 1 hora más en un baño de agua con

agitación a 85ºC. Finalizado esta primera etapa de digestión, se abrieron los tubos y se

dejó evaporar el líquido manteniendo el baño a una temperatura próxima a los 98ºC, para

reducir el volumen de la suspensión a unos a pocos mL, cerca de la sequedad. Al residuo

casi seco obtenido se le añadieron 35 mL de NH4Ac 1 M, y la mezcla se agitó a

temperatura ambiente durante 16 horas, para luego centrifugar (10 minutos, 4000 rpm) y

filtrar, recogiendo el sobrenadante para su análisis por EAA. Los metales obtenidos

mediante esta extracción constituyen la fracción oxidable, la cual estima la cantidad de

metal que se encuentra asociada a la materia orgánica o a los sulfuros. Las muestras

fueron sometidas finalmente a un lavado con 30 mL de NaNO3.

La última fracción, la residual, se obtuvo dejando secar al aire y moliendo en un

mortero de ágata el suelo y las mezclas suelo+CRP de la etapa anterior. Después, se

tomaron 0,1 g de muestra y se le añadieron 1 mL de H2O2, 2 mL de HNO3 y 3 mL de

HCl. Esta mezcla se sometió a la acción de un horno microondas con una potencia de 800

W durante 1 hora.

Posteriormente, se añadieron a la muestra 1,5 mL de HF y se volvió a introducir

en el microondas a 800 W durante otra hora. Se facilitó la evaporación de los restos de

HF mediante un baño de arena a 100ºC durante 1 hora más. Finalmente, el extracto fue

filtrado y enrasado a un volumen final de 50 mL, y medido por EAA.

VI.4.1.3. Liberación de metales en el suelo y las mezclas suelo-concha.

Experimentos en cámara de flujo continuo

Se llevaron a cabo experimentos de cámara de flujo agitado para estudiar el efecto

de la corteza de pino sobre la desorción o liberación de metales pesados. Para ello, se

empleó un reactor de polipropileno (volumen 1,5 cm3) (Pérez-Novo et al., 2011;

Fernández-Calviño et al., 2012) (Fig. 4.6, Capítulo IV).

El reactor poseía una entrada en la parte inferior, para evitar las burbujas, y una

salida en la parte superior, estando ambas partes conectadas a una bomba peristáltica

Gilson Minipuls 3 (Gilson S.A.S., Villiers Le Bel, Francia) por tubos de 0,5 mm de

politetrafluoroetileno (PTFE).

Page 242: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

237

En el interior del reactor, se colocaron dos filtros (uno a la entrada y otro a la

salida del mismo) de 0,45 µm y 10 mm de diámetro, del mismo material, para retener la

muestra en el reactor. La agitación se realizó mediante una barra magnética, la cual

giraba a 400 rpm, y las fracciones de la disolución de salida se recogieron en viales de

polipropileno de 5 mL de volumen por muestra, mediante un colector automático de

fracciones Gilson 203G (Gilson FC, Villiers Le Bel, Francia).

En el interior del reactor se depositaron 0,2 g de suelo o de las mezclas

suelo+CRP, y se hizo pasar una disolución de NaNO3 0,01M, a una velocidad de flujo

(Jw) constante de 0,6 mL min-1

. El caudal fue controlado a lo largo del proceso, variando

menos de un 3%. Se recogieron 36 submuestras, una cada 3,33 minutos (2 mL por cada

muestra). El experimento se llevó a cabo en una cámara termostática a 25,0±0,1ºC.

Finalmente, se determinó la concentración de Cu, Zn, Ni, Cd y Pb mediante EAA

(utilizando un espectrómetro Thermo Solar M5, EEUU), empleando un dispositivo de

medición de micro-muestra. Todos los experimentos se realizaron por duplicado.

La concentración liberada de cada uno de los 5 metales pesados q(i) de las

muestras de suelo a tiempo iΔt (donde Δt es el tiempo de recogida de cada muestra), se

calculó mediante la ecuación Ec. 4.5 (Yin et al., 1997), que ya hemos empleado

anteriormente en el Capítulo IV:

𝒒(𝒊) = {∑ [(𝑪𝟏(𝒊)− 𝑪𝟐(𝒊)) ∆𝒕𝑱𝒘

𝑽𝒆] + [𝑪𝟏(𝒊 + 𝟏) − 𝑪𝟐(𝒊 + 𝟏)]}

𝑽𝒆

𝒎 Ec. 4.5

Donde:

C(i): Es la concentración de cada metal (Cd, Cu, Ni, Pb o Zn) en la i-ésima

muestra en la disolución de salida.

C(i + 1): Es la concentración de metal en la cámara.

Jw: Es el caudal.

Ve: Es el volumen efectivo de disolución en el reactor.

m: Es la masa de la corteza de pino empleada.

Los subíndices 1 y 2 (para C1 y C2) se refieren a los casos en los que la corteza de

pino está presente o ausente (blanco) en la cámara, respectivamente.

Page 243: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

238

VI.4.2. Medición de la actividad bacteriana y fúngica en un suelo de mina de

cobre enmendado con corteza de pino y mezclas de corteza de pino con

concha de mejillón

Como ya hemos mencionado, los suelos que se desarrollan en las zonas mineras

presentan generalmente valores de pH ácido, altas concentraciones de metales pesados y

bajos contenidos de materia orgánica (Álvarez et al., 2003; Perlatti et al., 2015). En estas

condiciones, el desarrollo de microorganismos es muy limitado (Zornoza et al., 2016).

La microbiota del suelo es la principal responsable de la sostenibilidad a largo

plazo de los ecosistemas del mismo (Nannipieri et al., 2003), ya que los microrganismos

del suelo estan implicados en numerosos procesos, como el reciclaje de la materia

orgánica o los ciclos biogeoquímicos de los nutrientes. Por tanto, es necesario tomar

medidas que contribuyan a restaurar la calidad biológica de los suelos degradados por

actividades mineras.

Las bacterias y los hongos son los principales microorganismos que descomponen

la materia orgánica del suelo. Existen importantes diferencias entre estos grupos

microbianos, y se ha demostrado que están afectados de manera diferente por factores

como la forma en la que se encuentran los nutrientes (De Vries et al., 2006, 2007;

Demoling et al., 2008), la toxicidad de los metales en el suelo (Rajapaksha et al., 2004) y

la calidad del sustrato (Rousk y Bååth, 2007b; Güsewell y Gessner, 2009).

Estas diferencias en la importancia relativa entre los hongos y las bacterias pueden

tener efectos significativos en los ecosistemas del suelo. Por ejemplo, bacterias y hongos

poseen diferente eficacia en la captura de carbono en el mismo, que generalmente es

mayor en suelos dominados por hongos (Six et al., 2006), aunque esto ha sido

cuestionado por otros autores (Thiet et al., 2006).

Además, los hongos afectan significativamente a la agregación del suelo, ya que

las hifas y los enlaces con la materia orgánica estimulan la formación de agregados

(Bossuyt et al., 2001).

Algunos factores ambientales determinan la importancia de estos dos grupos de

microorganismos durante los procesos de descomposición de la materia orgánica. El pH

del suelo es uno de los que más influencia tiene sobre el tamaño, la composición y la

actividad de la comunidad microbiana del suelo (Matthies et al., 1997; Bååth y

Anderson, 2003; Högberg et al., 2007; Nilsson et al., 2007; Lauber et al., 2008; Rousk et

al., 2010; Rousk y Bååth, 2011), ya que se ha demostrado que con un pH más bajo,

prolifera mejor el crecimiento de hongos. En un experimento llevado a cabo en un suelo

agrícola en Reino Unido, se aplicó un gradiente de pH artificial empleando un rango de

4,0 a 8,3. En dicho estudio, se estimó el crecimiento de bacterias y hongos, evaluando

cómo el pH del suelo influyó en dicho crecimiento. Se observó que se produjo un

aumento de más de cinco veces del crecimiento fúngico entre el rango de pH 8,3 y 4,5,

Page 244: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

239

mientras que el bacteriano disminuyó más de cinco veces en el mismo intervalo. Esto dio

como resultado un aumento casi 30 veces en el crecimiento relativo de los hongos, en los

suelos de alto pH hasta 4,5 (Rousk et al., 2010).

Por otro lado, la composición química del sustrato añadido al suelo es otro factor

determinate, ya que, por ejemplo, una relación C/N alta de dicho material es más propicia

para el crecimiento fúngico, debido a que las hifas de los hongos tienen una relación C/N

mayor que las células bacterianas (Paustian y Schnürer, 1987; Bakken, 1985; Wallander

et al., 2003). Así, en estudios anteriores se ha demostrado que el material vegetal que

promueve especialmente el crecimiento fúngico es la paja (con una relación C/N bastante

elevada), mientras que el bacteriano se ve favorecido por la adición de alfalfa (con una

relación C/N mucho menor) (Rousk y Bååth, 2007b; Rousk et al., 2010).

Actualmente, la adición de residuos de diferentes industrias al suelo para la

remediación de suelos degradados está siendo estudiada por su bajo coste y por contribuír

a mejorar distintas propiedades de estos suelos. Así, la adición de corteza de pino y/o de

concha de mejillón triturada a suelos de mina ya ha sido demostrado que contribuye a la

inmovilización de metales en el suelo. Sin embargo, el efecto de la adición de estos

residuos sobre los microorganismos del suelo ha sido muy poco estudiado.

VI.4.2.1. Diseño experimental

Inicialmente, se hicieron las mezclas correspondientes de corteza de pino (CRP)

con el suelo de mina (6, 12, 24, 48 y 96 g de CRP por kg de suelo, lo que corresponde a

12, 24, 48, 96, 192 Tm ha-1

o Mg ha-1

, considerando una profundidad efectiva del suelo

de 20 cm y una densidad aparente del suelo de 1 cm-3

), o bien la combinación de éstos

con concha de mejillón (CMT) (las mismas dosis de ambos residuos, i.e., 1:1 de cada uno

de ellos: 6, 12, 24, 48, 96 Tm ha-1

; esto corresponde a la mitad de la dosis para cada

material).

Antes de la modificación del suelo, se humedeció hasta el 60% de la capacidad de

retención de agua (Capacidad de Campo; CC) y se incubó a 22ºC durante una semana,

tiempo suficiente para la recuperación de la actividad microbiana del mismo (Meisner et

al., 2013). El método que utilizamos para determinar la CC de las muestra de suelo fue el

termo-gravimétrico (Reynolds, 1970; Porta et al., 2008), que ya fue explicado en el

capítulo anterior (Capítulo V, Ec. 5.1).

Las condiciones de humedad, temperatura y disponibilidad de sustrato son los

principales factores del suelo que controlan la actividad microbiana, influyendo en

diferentes aspectos como la descomposición, la mineralización del C y la transformación

del N. Existe una correlación positiva entre la actividad microbiana, reflejada mediante la

tasa de respiración, y el contenido de agua del suelo. Las condiciones de humedad y los

Page 245: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

240

ciclos de secado-rehumectación afectan a los procesos microbianos, y por lo tanto, a las

emisiones de carbono y nitrógeno (Burger et al., 2005).

Así, una vez hecha la modificación del suelo, se homogeneizó todo bien, y se

almacenaron las mezclas en tarrinas de polipropileno con la tapa agujereada para facilitar

transpiración, en oscuridad y temperatura ambiente, durante el tiempo que duró el

experimento (730 días). Se repuso la humedad necesaria cada cierto tiempo con un

pulverizador. Todos los tratamientos se realizaron por duplicado, y también se incubaron

dos tarrinas de suelo sin ningún tratamiento (control). En total empleamos 22 tarrinas

(esto es, 11 tratamientos diferentes).

Se midieron los crecimientos bacteriano y fúngico a 1, 2, 4, 8, 16, 32, 60, 122,

274, 365, 488, 608 y 730 días de incubación. El crecimiento fúngico no se determinó en

los días 1 y 60 de incubación debido a problemas técnicos de laboratorio.

VI.4.2.2. Medición del crecimiento bacteriano del suelo mediante la

incorporación de leucina

Normalmente, la tasa de crecimiento de las bacterias en cultivos puros se

determina mediante la estimación del número de células que existen en el tiempo cero y

después de un tiempo determinado. Así, la diferencia entre ambos nos proporciona el

crecimiento bacteriano durante dicho tiempo. Esto no es posible hacerlo en un suelo, ya

que la depredación y la muerte celular dan lugar a situación no estable, es decir, no

vamos a ser capaces de detectar el aumento real en el número de células. Por lo tanto,

debemos emplear las técnicas indirectas.

Durante el crecimiento bacteriano, se pueden sintetizar células a la misma

velocidad que la tasa de crecimiento. Podemos determinar por tanto, la velocidad de, por

ejemplo, síntesis de proteínas, de ARN o de ADN, lo cual será una medida relativa de

crecimiento bacteriano. Esto se puede hacer mediante el uso de una molécula precursora

radiactiva, que se incorpora durante un corto período de incubación. Así, la cantidad de

precursor radiactivo incorporado a las células nos dará una idea de la tasa de

crecimiento bacteriano. Los precursores comúnmente utilizados para este fin son los

aminoácidos (por ejemplo, la leucina) para la síntesis de proteínas, la adenina para la

síntesis de ADN y ARN, y la timidina también para el ADN.

Así, en nuestro caso, el crecimiento de la comunidad bacteriana se estimó

utilizando la incorporación de leucina (3H-Leu) en la síntesis de proteinas

bacterianas (Kirchman et al., 1985), extrayendo bacterias del suelo utilizando las

técnicas de homogeneización y centrifugación descritas por Bååth (1992, 1994) y

modificadas por Bååth et al. (2001).

Page 246: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

241

El procedimiento se llevó a cabo como sigue: inicialmente se extrajo una

suspensión bacteriana del suelo. A continuación, se añadió la leucina (3H-Leu, precursor

radiactivo) y las bacterias la incorporaron en sus proteínas. Esta molécula incorporada en

las bacterias se utilizó para estimar una tasa de crecimiento relativo, i.e., una elevada

incorporación de 3H-Leu, nos indicará una alta tasa de crecimiento bacteriano. Así, la

cantidad de leucina incorporada por mL de suspensión bacteriana por hora se

empleó como una medida del crecimiento bacteriano relativo.

Más detalladamente, el proceso se realizó en varias fases:

1. Extracción de las bacterias del suelo: Se pesaron 0,9 g del suelo de mina, se le

añadieron 10 mL de agua destilada en un tubo de centrífuga de 50 mL y se agitó la

suspensión empleando un agitador vórtex a velocidad máxima durante 3 minutos. A

continuación, se centrifugaron durante otros 10 minutos a 3000 rpm, para conseguir

que la suspensión bacteriana pase al sobrenadante. Se decantó el sobrenadante de

cada tubo en un bote de tapa roja, de donde se tomó una alícuota de 1,5 mL con una

micropipeta automática, para depositarlos en tubos de microcentrifucación (viales

Eppendorf) de 2 mL. El sobrenadante restante se empleó posteriomente para medir el

pH.

2. Incorporación de la leucina. Se añadieron 20 µL de una disolución de 3H-Leu

marcada con tritio (marcador radiactivo) con micropipeta a cada vial. La disolución

contenía: 200 µL de disolución madre de 3H-Leu marcada con tritio (características

radiactivas: 37 MBq mL-1

y 5,74 TBq mmol-1

; Amersham) + 200 µL de disolución

de 3H-Leu no marcada + 1,6 mL de agua destilada. Se taparon y agitaron

individualmente en el vórtex unos 4-5 segundos. Después, se incubaron a 22°C±2ºC

durante 4 horas en una cámara de incubación. Transcurrido el tiempo, se añadieron

75 µL de ácido Tricloroacético (TCA) al 100% (el TCA se preparó como sigue: se

pesaron 100 g de TCA y se disolvieron en 100 mL de agua destilada), con mucha

precaución y empleando guantes. Este paso se realizó con el fin de precipitar la

suspensión bacteriana, además de detener el crecimiento. Se taparon los viales y se

agitaron de nuevo en el vórtex durante unos 4-5 segundos.

3. Lavado y preparación para el recuento por centelleo. El lavado y la medición de

la radiactividad se realizaron como se describe por Bååth et al. (2001). Se

centrifugaron los viales durante a 3000 rpm 10 minutos, fijándonos bien en su

posición (con la solapa de la tapa hacia afuera) y que todos estuvieran colocados

igual, ya que ésto es importante para saber en qué lado precipitará la suspensión

bacteriana. A continuación, se eliminó el sobrenadante con una pipeta Pasteur

conectada a un sistema de aspiración (bomba de vacío). La pipeta se deslizó

cuidadosamente por el vial a lo largo del lado en el que no se encuentre el sedimento

bacteriano, evitando el contacto con el mismo. Posteriormente, se añadieron 1,5 mL

de TCA al 5% a cada vial, se taparon y agitaron 4-5 segundos. Después, se

Page 247: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

242

centrifugaron otros 10 minutos a 3000 rpm y se eliminó el sobrenadante de nuevo

mediante el sistema de aspiración. Se volvieron a añadir 1,5 mL de etanol al 80%, se

taparon los viales y se agitaron unos 4-5 segundos. Centrifugamos y retiramos el

sobrenadante. Para finalizar esta estapa de lavado, añadimos 0,2 mL de NaOH 0,1M

a cada vial y los agitamos en el vórtex hasta que el sedimento bacteriano se

solubilice.

En la siguiente etapa, se sometieron los viales en un baño de agua caliente a

90ºC durante 30 minutos. Se debe poner algo pesado encima de la gradilla, ya que de

lo contrario, se pueden abrir las tapas debido al vapor de agua producido durante el

calentamiento. Transcurrido el tiempo, se dejaron enfriar unos minutos a temperatura

ambiente y después 5-10 minutos en el congelador. Después, se añadió 1 mL del

cóctel de centelleo (Ultima Gold), y se agitaron en el vórtex hasta que la disolución

pasó de un color blanquecino a transparente. Se colocaron los viales Eppendorf en

botes de centelleo de plástico de 20 mL, se introdujeron en el equipo contador de

centelleo (Fig. 6.3.) (espectrómetro de centelleo líquido PerkinElmer Tri-Carb

3170TR/SL), y se ejecutó el programa correspondiente, que midió la actividad

relativa como DPM (desintegración por minuto).

Fig. 6.3. Esquema del equipo contador de centelleo.

Fuente: http://www.ehu.eus/biomoleculas/isotopos/unidades.htm

Zona de conteo

Muestras

Programa

Electrónica

Unidad de

almacenamiento de

datos y espectros Teclado

Page 248: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

243

VI.4.2.3. Medición del crecimiento fúngico del suelo mediante la

incorporación de acetato en ergosterol

La cuantificación del crecimiento fúngico como la determinación de biomasa se

puede realizar mediante la estimación de una sustancia presente en las estructuras

fúngicas. El ergosterol es un lípido que forma parte de las membranas celulares, que se

descompone rápidamente tras la muerte de las hifas, y que se suele emplear para este fin.

Los esteroles son un grupo de lípidos con una estructura tridimensional, y que

tienen una fórmula estructural que consiste en tres anillos de ciclohexano, un anillo de

piridina y una cadena carbonada lineal. Los dobles enlaces conjugados del ergosterol le

permiten absorber la luz ultravioleta, la cual se utiliza para detectar la molécula usando

un equipo de HPLC (cromatografía líquida de alta eficacia). El HPLC es un tipo de

cromatografía con una alta presión, en la que puede utilizarse una columna más corta a la

presión atmosférica, y permite la separación de las sustancias que de otro modo serían

difíciles de separar. El metanol se utiliza como la fase móvil y la columna es de fase

inversa, lo que significa que las sustancias hidrófobas se eluyen más rápidamente que las

menos hidrofóbas.

Mediante la introducción de un marcador radiactivo (el 14

C) en acetato y un

precursor para ergosterol, se puede determinar la cantidad de ergosterol que se produce

en los hongos en un plazo de tiempo definido. Así, el crecimiento fúngico se evaluó

utilizando el método de incorporación de acetato en ergosterol (Newell y Fallon,

1991) adaptado para el suelo (Bååth, 2001), con modificaciones. El proceso que ocurre

es el siguiente: el acetato radiactivo con 14

C se añade al suelo, poniéndolo a disposición

de los hongos, y la muestra de suelo se incuba para permitir el crecimiento de los

mismos. Después de 4 horas, se detiene el crecimiento fúngico, y se extraen los lípidos

del suelo con metanol; la mayoría de los lípidos se saponifican con el hidróxido. Los

esteroles, en cambio, no se ven afectados. Los lípidos saponificados son relativamente

hidrófilos, lo que significa que los esteroles se pueden extraer, a continuación, con un

disolvente hidrófobo (el ciclohexano).

De esta forma, la cantidad de ácido acético incorporado en el ergosterol por

gramo de suelo y por hora, se empleó como una medida del crecimiento fúngico

relativo, y el ergosterol total se usó como un dicador de la biomasa fúngica.

Más detalladamente, el procedimiento se llevó a cabo en las siguientes fases:

1. Incubación de los hongos del suelo: Se pesó 1 g del suelo de mina en tubos de

ensayo pequeños (10 mL) y se les añadió 1,5 mL de agua más 0,5 mL de una

disolución de 14

C-acetato, la cual contenía: 20 µL de acetato marcado con 14

C

(características radiactivas: 7,4 MBq mL-1

y 2,04 GBq mmoL-1

; Amersham) + 30 µL

de acetato 16 mM no marcado + 1950 µL de agua destilada, dando como resultado

una concentración final de acetato de 220 mM.

Page 249: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

244

Se agitaron los tubos en el vórtex a máxima potencia durante 30 segundos, y

la suspensión de suelo resultante se incubó después 4 horas en la cámara de

incubación a 22°C±2ºC en ausencia de luz. A continuación, se les añadió 1 mL de

formalina al 5% (donde 37% es de formaldehído al 100%) para detener el

crecimiento. Agitamos de nuevo en el vórtex durante 30 segundos, las centrifugamos

5 minutos a 3000 rpm, y finalmente se descartó el sobrenadante por aspiración.

2. Extracción de los hongos. Se añadieron con 5 mL de KOH al 10% disuelto en

metanol, y se agitaron los tubos en el vórtex 15 segundos. Después, se colocaron los

tubos de ensayo en el baño de ultrasonidos otros 15 minutos, para a continuación,

pasarlos a un baño de agua a 70ºC durante 1 hora. Transcurrido el tiempo, los

agitamos de nuevo 15 segundos en el vórtex y dejamos enfriar las muestras a

temperatura ambiente.

3. Fase de separación. Añadimos a cada tubo 1 mL de agua Milli-Q y otros 2 mL de

ciclohexano para inducir la separación de fases, y agitamos en el vórtex durante 1

minuto para asegurar el máximo contacto entre las mismas. Después las separamos

por centrifugación durante 5 min a 3000 rpm. A continuación, transferimos la fase

hidrófoba de ciclohexano (la fase superior) con una pipeta Pasteur en un soporte

especial a un nuevo tubo de ensayo. Añadimos otros 2 mL de ciclohexano al tubo

original, repetimos la agitación con vórtex y centrifugamos para combinar las dos

fases superiores de la misma muestra.

4. Preparación de las muestras de HPLC y centelleo. Se evaporó el ciclohexano con

N2 en un bloque de calentamiento a 40ºC. El ergosterol es sensible al calor, por lo

que se deben retirar los tubos del calor inmediatamente cuando estén secos.

Posteriormente, se disolvieron las muestras evaporadas en 200 µL de metanol por

calentamiento a 40ºC durante 15 minutos en un baño de agua. Antes de analizar las

muestras mediante HPLC, se añadieron 250 µL y las muestras se filtraron a través de

un filtro de jeringuilla de 0,45 μm a viales. Después, el ergoesterol se purificó

mediante separación de fases, medida por HPLC para detectar la biomasa de hongos

(Grant y West, 1986). El ergosterol se detectó usando un detector con lámpara UV a

282 nm, y la inyección de las muestras se realizó con un auto-inyector (Rousk y

Bååth, 2007).

Se prepararon y etiquetaron adecuadamente los botes de centelleo de 5 mL

para recoger la fracción de ergosterol que se separó en el HPLC, y se colocaron de

forma automática en el colector de fracciones, para a continuación, recoger los

cromatogramas de ergosterol del HPLC (en los que mediante los picos se representan

las estimaciones de ergosterol en la biomasa fúngica). Finalmente, se añadió a cada

vial 3 mL de cóctel de centelleo (Ultima Gold), y se ejecutó el programa en el

equipo contador de centelleo para determinar la radioactividad incorporada derivada

del 14

C.

Page 250: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

245

VI.4.2.4. Efecto sobre la biomasa microbiana determinada mediante el uso

de los ácidos grasos de los fosfolípidos (PLFAs)

La biomasa microbiana y la estructura de la comunidad bacteriana y fúngica del

suelo son variables importantes que pueden ser estudiadas utilizando el análisis de

ácidos grasos fosfolípidos (PLFAs). Se trata de una técnica comúnmente utilizada para

analizar microorganismos, detectar cambios en la biomasa y patrones estructurales en las

comunidades microbianas del suelo (Dangi et al., 2016; Tian et al., 2016).

Evaluar el efecto en la biomasa microbiana del suelo después de su tratamiento

con diferentes dosis de CRP y la combinación CRP+CMT puede ser útil para definir

posibles estrategias de recuperación de suelos ácidos contaminados con metales pesados.

De este modo, se extrajeron y cuantificaron 33 ácidos grasos de los fosfolípidos

(PLFAs) de la biomasa microbiana presente en las muestras de suelo modificadas con

CRP o bien con CRP+CMT, y que previamente habían sido incubadas durante un año al

60% de la CC.

Para ello, después del tiempo correspondiente de incubación, se tomaron 2 g de

cada muestra correspondiente a la enmienda del suelo con los diferentes subproductos, y

se congelaron a -20 ºC para su posterior análisis.

Los PLFAs se extrajeron del suelo de acuerdo con lo descrito por Frostegård et al.

(1993) y se cuantificaron por cromatografía de gases. Las distintas porciones de biomasa

microbiana fueron estimadas a partir de los distintos PLFAs siguiendo a Zelles (1999) y a

Frostegård y Bååth (1996).

En resumen, el procedimiento se llevó a cabo como sigue: se extrajeron los

PLFAs de 2 gramos de suelo húmedo con una mezcla tampón de

cloroformo:metanol:citrato (1:2:0,8 v/v/v) y se separaron en lípidos neutros, glicolípidos

y fosfolípidos, usando una columna de sílice previamente envasada. Los fosfolípidos se

sometieron a una metanólisis alcalina suave y los ésteres metílicos de ácidos grasos se

identificaron por cromatografía de gases (detector de ionización de llama) por los tiempos

de retención relativos de los ácidos grasos, utilizando nonadecanoato de metilo (19:0)

como patrón interno.

La concentración de PLFAs se empleó para realizar distintas estimaciones de la

biomasa microbiana: biomasa total, biomasa bacteriana, biomasa fúngica, biomasa de

bacterias gram+ (G+) y biomasa de bacterias gram- (G-).

Page 251: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

246

Así, los PLFAs se designaron en términos de número total de átomos de carbono,

doble enlace y posición de los dobles enlaces. Los prefijos 'a', 'i', 'cy' y 'Me' se refieren a

enlaces anteiso, iso, ciclopropilo y metilo. Los enlaces no específicos se designaron por

'br' mientras que las configuraciones cis y trans fueron indicadas por c y t,

respectivamente.

La biomasa microbiana total se estimó como la suma de todos los PLFAs

determinados: i14:0, 14:0, i15:0, a15:0, 15:0, i16:0; 16:1ω7c, 16:1ω7t, 16:1ω5, 16:0,

br17, 10Me16b, i17:0, a17:0, 17:1ω8, cy17:0, 17:0, br18, 10Me17, 18:1ω9, 18:1ω7, 18:0,

cy19 y 20:0.

La biomasa bacteriana se estimó como la suma de los PLFAs considerados

predominantemente de origen bacteriano (i15:0, a15:0, 15:0, i16:0, 16:1ω7t, i17:0, a17:0,

17:0 , Cy17:0, 18:ω7 y cy19:0), mientras que la biomasa fúngica se estimó utilizando el

PLFA 18:2ω6 (Frostegård y Bååth, 1996). Se utilizó la suma de PLFA i14:0, a15:0 e

i16:0 para la estimación de la biomasa bacteriana G+, y los PLFA cy17:0, cy19:0,

16:1ω7c y 18:1ω7 para la biomasa bacteriana G- (Zelles, 1999).

VI.4.2.5. Evolución temporal del pH de un suelo de mina ácido en respuesta

a la adición de corteza de pino o corteza de pino con concha de mejillón

Se evaluó el efecto de la aplicación de corteza de pino (CRP) y la combinación de

ésta con concha de mejillón triturada (CMT) en la evolución del pH durante el

experimento, y su relación con el crecimiento microbiano.

VI.4.3. Análisis estadístico

Se analizó la normalidad de los datos obtenidos mediante el Test de Kolmogorov-

Smirnov (K-S). Las diferencias entre los controles y los suelos modificados se estimó

mediante estadística paramétrica (análisis de varianza, ANOVA) y Test de Dunnet de

diferencias significativas.

Los análisis estadísticos se realizaron utilizando el programa SPSS, versión 20.0.

VI. 5. Resultados y discusión

VI.5.1. Fraccionamiento de metales en el suelo y las mezclas suelo-corteza

Los resultados correspondientes al fraccionamiento de metales en el suelo sin

adición de residuo ni disolución con metales (suelo control, no modificado), en el suelo

Page 252: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

247

con adición de metales pero sin corteza de pino (CRP), y en los suelos a los que se les

añadieron metales más las dos dosis de la misma, se pueden observar en la Tabla 6.2.

Además, la Tabla 6.3 muestra los resultados correspondientes al fraccionamiento

de metales pesados refiriéndose sólo a la disolución mezcla de metales pesados añadida,

y calculada como la diferencia entre las concentraciones totales para cada fracción

(concentraciones en los suelos después de haber añadido la mezcla de metales pesados) y

las concentraciones de cada fracción en el suelo no tratado.

Tabla 6.2. Fraccionamiento de metales pesados expresado en mmol kg-1

y en porcentaje (entre paréntesis),

correspondiente a las diferentes muestras de suelo de mina sin modificar y modificadas con corteza de pino

para diferentes tiempos de incubación (T.I.). Coeficientes de variación <10% en todos los casos.

Dosis

(g kg-1

) T.I.

F. Soluble

(mmol kg-1

)

F.

Reducible

(mmol kg-1

)

F. Oxidable

(mmol kg-1

) F. Residual

(mmol kg-1

)

Cu Cu no

añadido 0,21 (1,8%) 0,06 (0,5%) 0,37 (3,1%) 11,14 (94,5%)

0 1 día Añadido 1,32 (9,9%) 0,45 (3,3%) 0,37 (2,7%) 11,21 (84,0%)

30 días Añadido 0,90 (6,9%) 0,52 (4,0%) 0,39 (3,0%) 11,19 (86,0%)

24 1 día Añadido 0,99 (7,6%) 0,39 (3,0%) 0,49 (3,7%) 11,20 (85,7%)

30 días Añadido 0,77 (6,0%) 0,35 (2,8%) 0,47 (3,7%) 11,15 (87,5%)

48 1 día Añadido 0,93 (7,0%) 0,35 (2,7%) 0,87 (6,5%) 11,15 (83,8%)

30 días Añadido 0,85 (6,4%) 0,36 (2,7%) 0,82 (6,2%) 11,18 (84,6%)

Zn Zn no

añadido 0,02 (2,0%) 0,01 (1,3%) <0,01 (0,5%) 0,82 (96,2%)

0 1 día Añadido 1,37 (59,1%) 0,12 (5,1%) 0,02 (0,7%) 0,81 (35,1%)

30 días Añadido 1,42 (59,7%) 0,13 (5,6%) 0,01 (0,4%) 0,82 (34,3%)

24 1 día Añadido 1,34 (58,6%) 0,14 (6,2%) 0,01 (0,6%) 0,79 (34,6%)

30 días Añadido 1,26 (56,8%) 0,14 (6,1%) 0,01 (0,6%) 0,81 (36,5%)

48 1 día Añadido 1,36 (58,5%) 0,15 (6,4%) 0,01 (0,6%) 0,80 (34,4%)

30 días Añadido 1,29 (56,3%) 0,17 (7,5%) 0,02 (0,7%) 0,82 (35,5%)

Ni Ni no

añadido <0,01 (<0,1%) <0,01 (2,2%) 0,01 (5,0%) 0,16 (92,8%)

0 1 día Añadido 1,45 (85,9%) 0,09 (5,1%) 0,01 (0,7%) 0,14 (8,4%)

30 días Añadido 1,42 (84,8%) 0,10 (5,9%) <0,01 (<0,1%) 0,16 (9,3%)

24 1 día Añadido 1,37 (83,8%) 0,09 (5,3%) 0,01 (0,4%) 0,17 (10,5%)

30 días Añadido 1,29 (84,3%) 0,07 (4,8%) <0,01 (<0,1%) 0,17 (10,9%)

48 1 día Añadido 1,37 (84,2%) 0,07 (4,6%) 0,01 (0,7%) 0,17 (10,4%)

30 días Añadido 1,35 (83,2%) 0,12 (7,1%) <0,01 (<0,1%) 0,15 (9,6%)

Cd Cd no

añadido <0,01 (13,2%) <0,01 (5,4%) <0,01 (9,0%) 0,01 (72,4%)

0 1 día Añadido 1,38 (93,5%) 0,08 (5,5%) <0,01 (0,3%) 0,01 (0,7%)

30 días Añadido 1,41 (93,5%) 0,08 (5,6%) <0,01 (0,2%) 0,01 (0,7%)

24 1 día Añadido 1,39 (92,7%) 0,08 (5,5%) 0,01 (0,4%) 0,02 (1,3%)

30 días Añadido 1,29 (93,1%) 0,07 (5,4%) <0,01 (0,3%) 0,02 (1,2%)

48 1 día Añadido 1,35 (92,1%) 0,09 (6,2%) 0,01 (0,4%) 0,02 (1,3%)

30 días Añadido 1,43 (92,2%) 0,10 (6,5%) 0,01 (0,4%) 0,01 (0,9%)

Pb Pb no

añadido <0,01 (<0,1%)

<0,01

(<0,1%) 0,01 (17,1%) 0,03 (82,9%)

0 1 día Añadido 0,67 (43,7%) 0,58 (37,7%) <0,01 (0,2%) 0,28 (18,4%)

30 días Añadido 0,36 (24,9%) 0,68 (47,3%) 0,01 (0,4%) 0,39 (27,4%)

24 1 día Añadido 0,41 (26,1%) 0,60 (38,2%) <0,01 (0,2%) 0,56 (35,5%)

30 días Añadido 0,24 (16,9%) 0,55 (39,1%) <0,01 (0,3%) 0,61 (43,7%)

48 1 día Añadido 0,36 (23,1%) 0,61 (39,0%) <0,01 (0,2%) 0,59 (37,7%)

30 días Añadido 0,25 (16,7%) 0,69 (46,6%) <0,01 (0,3%) 0,53 (36,4%)

Page 253: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

248

Tabla 6.3. Distribución porcentual en las fracciones del suelo para los metales pesados añadidos, para las

diferentes dosis añadidas de corteza y tiempos de incubación (T.I.). Coeficientes de variación <10% en

todos los casos.

Dosis

(g kg-1

) T.I.

F. Soluble

(mmol kg-1

) F. Reducible

(mmol kg-1

) F. Oxidable

(mmol kg-1

) F. Residual

(mmol kg-1

)

Cu 0 1 día 71,3 24,6 <0,1 4,4

30 días 56,4 37,5 1,9 4,2

24 1 día 61,0 25,3 9,2 4,4

30 días 58,2 30,4 10,5 1,0

48 1 día 47,6 19,2 32,7 0,5

30 días 45,0 20,9 31,6 2,5

Zn 0 1 día 92,3 7,3 0,8 <0,1

30 días 91,6 8,0 0,4 <0,1

24 1 día 92,0 9,0 0,7 <0,1

30 días 90,9 9,1 0,7 <0,1

48 1 día 91,3 9,4 0,7 <0,1

30 días 88,1 11,2 0,8 <0,1

Ni 0 1 día 95,6 5,4 0,2 <0,1

30 días 94,5 6,4 <0,1 <0,1

24 1 día 93,7 5,7 <0,1 0,8

30 días 95,0 5,1 <0,1 0,5

48 1 día 94,3 4,9 0,2 0,6

30 días 93,2 7,7 <0,1 <0,1

Cd 0 1 día 94,5 5,5 0,2 <0,1

30 días 94,5 5,6 <0,1 <0,1

24 1 día 93,7 5,5 0,3 0,4

30 días 94,2 5,4 0,2 0,3

48 1 día 93,1 6,2 0,3 0,4

30 días 93,2 6,5 0,3 <0,1

Pb 0 1 día 45,0 38,7 <0,1 16,6

30 días 25,7 48,7 <0,1 25,7

24 1 día 26,8 39,2 <0,1 34,2

30 días 17,5 40,3 <0,1 42,4

48 1 día 23,7 40,1 <0,1 36,4

30 días 17,2 48,0 <0,1 35,0

A tiempo 1 día, en el suelo no modificado con corteza, los metales se

acumularon principalmente como fracción soluble (>90% para Cd, Ni y Zn, 71% para

Cu y 45% para Pb).

La adición de la corteza de pino y el paso del tiempo tuvo poco efecto sobre el

fraccionamiento de Cd, Ni y Zn, mientras que se detectaron cambios importantes en

Cu y Pb (se produjo una disminución de las fracciones solubles y un aumento en las

fraciones menos móviles).

Más detalladamente, vamos a describir el efecto en cada uno de los 5 metales

pesados estudiados:

Page 254: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

249

VI.5.1.1. Cobre

La distribución de Cu en el suelo control (no modificado con CRP y sin adición

de la disolución con la mezcla de metales), estuvo claramente dominada por la fracción

residual (94,5%), mientras que el porcentaje de las otras fracciones fue de 3,1% para la

oxidable, un 1,8% para la soluble y un 0,5% para la reducible. Después de la adición de

disolución cóctel de metales pesados, el porcentaje de fracción residual disminuyó para

las dos dosis de CRP añadidas al suelo (24 y 48 g kg-1

) y los dos tiempos de incubación

(1 o 30 días), oscilando entre 83,8 y 87,5%. Por el contrario, las otras fracciones de Cu

generalmente aumentaron en porcentaje después de la adición de los metales pesados,

independientemente del tratamiento del suelo y el tiempo de incubación, variando de la

siguiente manera: fracción soluble (6,0-9,9%), reducible (2,7-4,0%) y oxidable (2,7-

6,5%).

El efecto del Cu añadido al suelo mostró, como tendencia general, la siguiente

secuencia de acumulación: fracción soluble (45,0-71,3) > fracción reducible (19,2-37,5) >

fracción oxidable (<0,1-32,7%) > fracción residual (0,5-4,4%) (Tabla 6.3).

Sin embargo, esta secuencia varía dependiendo de la dosis de adición de CRP y el

tiempo de incubación. Después de 1 día de incubación, en el suelo sin adición de

metales pesados, la presencia de la corteza de pino redujo claramente la proporción del

Cu añadido, acumulado en la fracción soluble, y aumentó la proporción de la fracción

oxidable (Tabla 6.3). Este efecto fue más evidente a medida que aumentó la dosis de

residuo, aunque no fue tan notable en las fracciones reducible y residual.

Además, también se observaron los efectos del tiempo de incubación,

disminuyendo la fracción soluble y aumentando la reducible y oxidable después de 30

días, en comparación con los resultados correspondientes a 1 día de incubación.

VI.5.1.2. Zinc

Para el fraccionamiento del Zn en el suelo control se obtuvo que el 96,2% del Zn

presente en el suelo estaba como fracción residual, 2,0% como soluble, 1,3% como

reducible y 0,5% como oxidable (Tabla 6.2). Después de la adición de la disolución

mezcla de metales pesados, la mayoría del Zn del suelo estuvo presente en la fracción

soluble para todas las dosis de CRP añadidas y tiempos de incubación, oscilando entre

56,3 y 59,7%, seguida de la fracción residual (34,3-36,5%), y reducible (5,1-7,5%),

mientras que la oxidable representó una proporción muy baja (0,4-0,7%).

Tal y como se muestra en la Tabla 6.3, el Zn añadido al suelo se acumuló

principalmente como fracción soluble (88,1-92,3%), seguida por la reducible (7,3-

11,2), mientras que menos del 1% del Zn añadido se acumuló en las fracciones oxidable o

residual.

Page 255: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

250

Los cambios en el fraccionamiento de Zn en respuesta a la adición de CRP

teniendo en cuenta el tiempo de incubación fueron poco notables, aunque hubo una

tendencia general a disminuir la fracción soluble y aumentar la reducible como

resultado de la dosis creciente corteza de pino y tiempo de incubación (Tabla 6.3).

VI.5.1.3. Níquel

El fraccionamiento de Ni en el suelo control estuvo claramente dominado por la

fracción residual (92,8%) (Tabla 6.2), seguida por la oxidable (5,0%) y la reducible

(2,2%), mientras que la fracción soluble fue casi insignificante (<0,1%).

Los resultados del fraccionamiento cambiaron drásticamente después de la adición

de la disolución cóctel de metales pesados (Tabla 6.2), con la fracción soluble

alcanzando los niveles más altos para todas las dosis de residuo y tiempos de incubación

(83,2-85,9%). El porcentaje de la fracción residual disminuyó para todos los tratamientos

del suelo y tiempos de incubación, del 8,4 al 10,9%, como en el caso de la oxidable

(<0,1-0,7%), mientras que la reducible aumentó (4,6-7,1%).

La Tabla 6.3 nos muestra que, de forma similar a Zn, el Ni añadido al suelo se

acumuló principalmente como fracción soluble (93,2-95,6%), seguida de la reducible

(4,9-7,7), mientras que menos del 1% del Ni añadido se acumuló como oxidable o

residual. Los cambios en el fraccionamiento de Ni en respuesta a la modificación con

corteza de los pino y mayor tiempo de incubación fueron muy pequeños, y no se

observaron efectos claros (Tabla 6.3).

VI.5.1.4. Cadmio

Los resultados correspondientes al fraccionamiento de Cd en el suelo control

siguió la siguiente secuencia (Tabla 6.2): fracción residual (72,4%) > fracción soluble

(13,2%) > fracción oxidable (9,0%) > fracción reducible (5,4%).

Después de la adición de la mezcla de metales pesados, la secuencia cambió a:

fracción soluble (92.1-93,5%) > fracción reducible (5,4-6,5%) > fracción residual (0,7-

1,3%) > fracción oxidable (0,2-0,4%), para todas las dosis añadidas de residuo y tiempos

de incubación.

La Tabla 6.3 muestra que el Cd añadido al suelo se acumuló de forma similar a

Zn y Ni, es decir, principalmente como fracción soluble (93,1-94,5%), seguida por la

reducible (5,4-6,5%), mientras que menos del 1% del Cd añadido se acumuló como

oxidable o residual.

Page 256: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

251

Como sucedía con el Ni, los cambios en el fraccionamiento de Cd como

consecuencia de la modificación con CRP y el aumento del tiempo de incubación fueron

muy leves, y tampoco se observaron efectos claros (Tabla 6.3).

VI.5.1.5. Plomo

Los resultados del fraccionamiento de Pb en el suelo no modificado mostraron

que la fracción resudual fue la dominante (82,9%), seguida por la oxidable (17,1%)

(Tabla 6.2). Las fracciones soluble y reducible representaron menos del 0,1% del Pb en

el suelo. Después de la adición de los metales, la principal fracción de Pb en el suelo

dependió de dosis añadida y el tiempo de incubación, sin ninguna fracción claramente

dominante (Tabla 6.2). La fracción soluble estuvo entre 16,7-43,7%, la reducible 37,7-

47,3%, la oxidable 0,2-0,4%, y la residual 18,4-43,7%.

La Tabla 6.3 muestra que el Pb agregado al suelo se acumuló, como tendencia

general, principalmente como fracción soluble (16,7-43,7), reducible (37,7-47,3) o

residual (18,4-43,7%), en función de la dosis de corteza de pino y el tiempo de

incubación, mientras que la cantidad acumulada de Pb oxidable fue en todos los casos

inferior al 0,1%.

Después de 1 día de incubación, la presencia de la CRP redujo claramente la

proporción del Pb que se acumuló como fracción soluble, siendo esto más evidente

cuanto mayor fue la dosis de corteza (Tabla 6.3) y el porcentaje de fracción residual

aumentó con la dosis de CRP más claramente que la fracción reducible.

También se observaron efectos del tiempo de contacto para todas las dosis

empleadas de residuo, disminuyendo la fracción soluble y aumentando la reducible

después de 30 días, en comparación con los resultados correspondientes a 1 día de

incubación. Además, el aumento del tiempo también aumentó la proporción de la

fracción residual en el suelo sin adición de corteza y para la dosis 24 g kg-1

, aunque esto

no sucedió con la dosis de 48 g kg-1

(Tabla 6.3).

Finalmente, analizando de forma general los efectos de la adición de la corteza

del pino y del tiempo de incubación sobre el fraccionamiento de todos los metales

pesados estudiados, podemos decir que los resultados del fraccionamiento de metales 1

día después de su adición a las muestras de suelo variaron para los cinco metales.

Debe tenerse en cuenta que el suelo de mina poseía previamente concentraciones

iniciales diferentes de cada uno de los metales, por lo que los resultados de

fraccionamiento presentados en la Tabla 6.2 pueden llevarnos a conclusiones erróneas en

cuanto a la posible movilidad de los metales pesados añadidos al suelo.

Page 257: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

252

El suelo no tratado tenía una mayor concentración de Cu que el añadido

posteriormente y, por tanto, el fraccionamiento inicial de este metal en el suelo control

tiene un efecto relevante sobre el fraccionamiento final (después de agregarle la mezcla

de metales pesados) (Tabla 6.2).

Para los demás casos, la concentración de metales en el suelo control, fue menor

que las respectivas concentraciones añadidas, y por tanto, los efectos debidos al

fraccionamiento inicial del suelo fueron también más bajos que en el caso del Cu (Tabla

6.2).

En vista de ello, para el estudio del fraccionamento de los metales pesados se

tendrán en cuenta los datos presentados en la Tabla 6.3, esto es, nos centraremos en la

concentración de metales añadida, habiendo descontado las correspondientes a cada

fracción presente en el suelo inicial (antes de la adición de la mezcla de metales).

La Tabla 6.3 muestra que, en ausencia de corteza de pino y después de 1 día de

incubación, la fracción que predomina para todos los metales pesados estudiados es

la soluble. Dado que esta fracción (constituida por las formas intercambiables y

carbonatadas) es la más inestable (Gleyzes et al., 2002), una parte importante de los

metales pesados añadidos serían potencialmente móviles en el suelo. Este hecho puede

estar relacionado con el pH extremadamente bajo del suelo (3,0), ya que los enlaces entre

el suelo y los metales disminuyen para todos los metales estudiados cuanto menor es el

pH del suelo (Alloway, 2013). La acidificación produce cambios en la unión de metales,

desde la unión específica a una unión a intercambio iónico (Weng et al., 2001).

La fracción soluble siguió la secuencia: Ni (95,6%) ≥ Cd (94,5%) > Zn (92,3%) >

Cu (71,3%) > Pb (45,0%). Esta secuencia se corresponde con la afinidad de los suelos por

los diferentes metales pesados (McBride, 1989), y con datos de adsorción encontrados en

otros suelos mineros.

En experimentos competitivos empleando tres metales, Asensio et al. (2016)

encontraron que la adsorción de Pb en suelos de la mina fue mayor que para Ni y Zn,

siendo la de Ni y Zn muy similar. En suelos de mina muestreados en la misma área que el

suelo objeto de estudio, Ramírez-Pérez et al. (2013) encontraron que la adsorción de Cu

era mucho mayor que para Cd, Ni y Zn, mientras que las secuencias para estos últimos

dependió de las concentraciones añadidas previamente. Además, el Pb es uno de los

metales más fuertemente retenidos por los suelos y sedimentos (Fan et al., 2007).

Para el Cu, y especialmente para el Pb, una cantidad importante del metal añadido

apareció como fracción reducible, i.e., asociada a óxidos de Fe y Mn (Gleyzes et al.,

2002). Esta fracción fue también la segunda más importante para Zn, Ni y Cd, aunque las

cantidades fueron mucho menores que para Pb y Cu (Tabla 6.3).

Page 258: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

253

Las notables diferencias entre las fracciones reducibles en los cinco metales

pesados estudiados puede deberse a la saturación de los sitios de adsorción, así como a la

competencia entre dichos metales. En este sentido, estudios previos que utilizaron

materiales similares han demostrado que los óxidos de Mn adsorben preferentemente Pb,

seguido de Cu, mientras que los óxidos de Fe adsorben preferentemente Pb en mucha

mayor proporción que los otros cuatro metales (Covelo et al., 2007; Weng et al., 2001).

Por otra parte, la cantidad de metales pesados acumulada como fracción

oxidable, esto es, como materia orgánica (Gleyzes et al., 2002), fue muy baja en el suelo

no enmendado (<1% en todos los casos). Este hecho puede estar relacionado con el bajo

contenido en materia orgánica del suelo (3 g kg-1

), así como a sus altas concentraciones

de óxidos de Fe (42 g kg-1

de Fe como óxidos de Fe).

Como se muestra en la Tabla 6.3, después de 1 día de incubación, el efecto de la

adición de CRP sobre la distribución de Zn, Ni y Cd fue poco relevante. Sin embargo, se

encontraron cambios importantes en Cu y Pb.

La adición de la corteza de pino proporcionó nuevos sitios de adsorción,

mostrando una importante capacidad de adsorción de metales pesados, como ya se

demostró en el Capítulo IV (Cutillas-Barreiro et al., 2014). Estos nuevos sitios de

adsorción pueden ser ocupados principalmente por Pb y Cu (especialmente en el caso de

los sitios menos lábiles), mientras que Zn, Ni y Cd no pueden acceder a estos sitios,

estando más afectados por la competencia con los otros metales pesados (Vega et al.,

2006; Garrido-Rodríguez et al., 2014).

Para Pb y Cu, las proporciones de la fracción soluble disminuyeron con las dos

dosis de CRP. Las proporciones acumuladas como fracciones reducibles permanecieron

menos constantes para Cu y Pb. Sin embargo, en un experimento realizado con corteza de

pino compostada, Pérez-Esteban et al. (2012) encontraron que la fracción más lábil

aumentó ligeramente en respuesta a la enmienda del suelo. Ese experimento se realizó en

suelos con valores de pH entre 5,5 y 6,2, y el carbono orgánico entre 8,8 y 13,9 g kg-1

,

mientras que en el presente trabajo, el suelo presentó valores de pH y carbono orgánico

mucho más bajos.

Por lo tanto, los efectos de la corteza de pino en la disminución de las fracciones

más lábiles de Cu y Pb son evidentes en suelos extremadamente ácidos con escaso

contenido en materia orgánica, pero los resultados no se extrapolan a suelos con pH más

alto y grandes cantidades de materia orgánica. Con respecto a las otras fracciones, la

ausencia de un aumento en las fracciones reducibles (unidas a óxidos de Fe y Mn), se

debe a que la corteza de pino contiene una alta proporción de materia orgánica (48% de

carbono orgánico) y bajas proporciones de minerales. Además, en el caso del Cu, la

proporción de la fracción oxidable aumentó notablemente con la adición de corteza,

mientras que la residual permaneció estable.

Page 259: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

254

Por el contrario, la fracción oxidable correspondiente a Pb fue inferior al 1% para

los suelos modificados con corteza de pino, mientras la residual aumentó con la adición

de residuo. Debido al hecho de que la corteza de pino contiene grandes cantidades de

materia orgánica, y teniendo en cuenta la alta afinidad entre Cu y la materia orgánica en

suelos ácidos (Senesi et al., 1989; Weng et al., 2001), se esperaba un aumento de la

fracción oxidable de este metal.

Por otro lado, llama la atención que el Pb añadido no se encontrara prácticamente

asociado a la fracción oxidable, a pesar de la gran afinidad existente entre este metal y la

materia orgánica (Alloway, 2013), y teniendo en cuenta que en numerosos estudios se ha

encontrado formando parte mayoritariamente de esta fracción del suelo (Zapusek y

Lestan, 2009). Hay dos posibles explicaciones a estos resultados: a) la afinidad de la

materia orgánica de la corteza de pino es mucho mayor para Cu que para Pb, y solamente

el Cu puede ocupar los sitios de adsorción debido a la competencia; b) los enlaces que se

forman entre el Pb y la materia orgánica, son complejos organo-metálicos originarios que

precipitan o se adsorben específicamente sobre la superficie de la corteza de pino,

acumulándose como fracción residual (Strawn y Sparks, 2000), así también se explicaría

la razón por la cual se acumuló una alta proporción de Pb como esta última fracción.

En las muestras de suelo no modificadas con corteza de pino, el tiempo de

incubación ha tenido un efecto insignificante sobre el fraccionamiento de Ni y Cd, y un

leve efecto sobre el Zn. En este caso, con el aumento del tiempo nos encontramos

disminuciones de la fracción soluble, así como un pequeño aumento de la fracción

reducible. Anteriormente, Jalali y Khanlari (2008) encontraron efectos importantes en el

fraccionamiento de Zn y Cd en suelos de aguas calcáreas debido al tiempo de incubación,

disminuyendo significativamente la fracción más lábil con el tiempo. Sin embargo, en un

suelo extremadamente ácido, como el que estudiamos en nuestro caso, los sitios de

adsorción disponibles pueden ser inferiores a los encontrados en suelos calcáreos con un

alto pH (Alloway, 2013).

Por otro lado, una alta competencia por los sitios de adsorción entre metales

pesados puede dar lugar a una situación en la cual solamente el tiempo de incubación

puede provocar efectos relevantes en el fraccionamiento de Cu y Pb, que son los metales

pesados que mostraron una mayor afinidad por los sitios de adsorción del suelo. Para el

Cu, se obsevaron disminuciones importantes en la fracción soluble e incrementos en la

reducible cuando el suelo se incubó a mayor tiempo, mientras que la influencia del

tiempo sobre las demás fracciones fue casi insignificante.

Los efectos del tiempo de incubación se observaron en todas las muestras de suelo

(modificadas y no modificadas con corteza de pino), sin embargo, la magnitud de los

cambios que afectan al fraccionamiento fue mayor en las muestras no enmendadas. Se

encontraron efectos similares para Pb, pero en este caso, el aumento del tiempo de

incubación también aumentó la fracción residual. La reducción de las fracciones más

lábiles con el tiempo fue previamente evaluada para el Cu (Arias-Estévez et al., 2007;

Page 260: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

255

Jalali y Khanlari, 2008) y el Pb (Jalali y Khanlari, 2008), y puede atribuirse

principalmente a las reacciones controladas por difusión que tenien lugar los sitios de

superficies externas e internas (Sparks, 2001).

Dado que la magnitud de los cambios debidos al tiempo fue menor para las

muestras modificadas con CRP que para las muestras no enmendadas, los procesos de

difusión pueden ser más importantes para los sitios de adsorción del suelo que para los de

la corteza.

VI.5.2. Liberación de metales en el suelo y las mezclas suelo-concha.

Experimentos en cámara de flujo continuo.

Los experimentos de desorción mediante reactor en cámara de flujo agitado

mostraron que tanto la modificación del suelo con la corteza de pino como el

transcurso del tiempo disminuyeron la liberación de los metales pesados en el suelo

de mina.

De nuevo, describiremos más detalladamente los resultados obtenidos para cada

uno de los metales pesados.

VI.5.2.1. Cobre

La Fig. 6.3 muestra el Cu liberado del suelo en función del tiempo mediante

experimentos en cámara de flujo agitado. En ausencia de corteza de pino, el suelo

tratado con la mezcla de metales pesados y después de 1 día de incubación, desorbió 0,92

mmol kg-1

de Cu (lo cual corresponde al 65% del Cu previamente añadido).

En las muestras de suelo modificadas con CRP se puede observar una clara

reducción de la liberación de Cu con respecto al suelo no enmendado (Fig. 6.3A). Para

la dosis 24 g kg-1

de corteza de pino, se redujo en un 66% la liberación de Cu, mientras

que para la dosis más alta (48 g kg-1

) se redujo hasta un 72% con respecto al suelo

control.

Después de 30 días de incubación, para el suelo sin CRP pero tratado con la

disolución mezcla de metales pesados, el Cu desorbido fue de 0,65 mmol kg-1

, lo que

representa el 46% del Cu previamente añadido (Figura 6.3B), i.e., el tiempo de

incubación provocó una importante reducción en la desorción de Cu en este suelo.

Sin embargo, el tiempo no influyó tan notablmentente en la liberación del metal en suelos

modificados con el residuo (Fig. 6.3).

Page 261: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

256

Fig. 6.3. Desorción de Cu acumulada en las muestras de suelo en función del tiempo: (A) después de 1 día

de incubación, y (B) después de 30 días de incubación. Suelo no enmendado (círculos); suelo modificado

con corteza de pino en una dosis de 24 g kg-1

(rombos); suelo modificado con 48 g kg-1

(triángulos).

Los coeficientes de variación determinados durante 120 minutos fueron inferiores al 5% en todos los casos.

VI.5.2.2. Zinc

La Fig. 6.4 muestra la desorción de Zn en función del tiempo en los

experimentos en cámara de flujo agitado.

Después de 1 día de incubación, en el suelo sin CRP y con adición de metales

pesados, la cantidad de Zn liberado fue de 1,27 mmol kg-1

(Fig. 6.4A), lo cual representa

el 89% del Zn previamente añadido. En las muestras modificadas con corteza, se produjo

una clara reducción de la liberación de Zn con respecto al control (Fig. 6.4A). Las

muestras de suelo con adición de residuo mostraron una disminución en la

desorción de Zn del 54% y del 62% para las dosis de 24 y 48 g kg-1

de residuo

respectivamente.

Transcurridos 30 días de incubación, el Zn liberado del suelo sin residuo y con

adición de metales fue de 0,83 mmol kg-1

, lo que supone el 59% del Zn añadido,

mostrando una importante influencia del tiempo de incubación (Fig. 6.4B). Sin embargo,

como en el caso del Cu, el tiempo no causó una reducción adicional en la desorción de Zn

en los suelos modificados con CRP (Fig. 6.4).

Cu

des

orb

ido

(m

mo

l k

g-1

)

Cu

des

orb

ido

(m

mo

l k

g-1

)

Tiempo (min) Tiempo (min)

Page 262: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

257

Fig. 6.4. Desorción de Zn acumulada en las muestras de suelo en función del tiempo: (A) después de 1 día

de incubación, y (B) después de 30 días de incubación. Suelo no enmendado (círculos); suelo modificado

con corteza de pino en una dosis de 24 g kg-1

(rombos); suelo modificado con 48 g kg-1

(triángulos).

Los coeficientes de variación determinados durante 120 minutos fueron inferiores al 5% en todos los casos.

VI.5.2.3. Níquel

Los resultados correspondientes a los experimentos en cámara de flujo agitado

para evaluar la desorción de Ni en función del tiempo se muestran en la Fig. 6.5.

En ausencia de CRP, la concentración de Ni desorbido después de 1 día de

incubación en el suelo tratado con los metales pesados fue de 1,28 mmol kg-1

,

representando el 90% del Ni añadido. En presencia de la corteza, las dosis de 24 y 48 g

kg-1

provocaron reducciones del 36% y 66% respectivamente en la liberación de Ni, con

respecto al suelo no modificado (Fig. 6.5A).

Como en el caso de Cu y Zn, el suelo mostró cambios en función del tiempo

después de 30 días de incubación (Fig. 6.5B), reduciendo el Ni liberado a 0,97 mmol

kg-1

(68% del Ni previamente añadido). Sin embargo, en el caso de los suelos

modificados con el residuo, la influencia del tiempo de contacto sobre la desorción del

metal fueron muy limitados (Fig. 6.5), como ocurría con Cu y Zn.

Zn

des

orb

ido

(m

mo

l k

g-1

)

Zn

des

orb

ido

(m

mo

l k

g-1

)

Tiempo (min) Tiempo (min)

Page 263: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

258

Fig. 6.5. Desorción de Ni acumulada en las muestras de suelo en función del tiempo: (A) después de 1 día

de incubación, y (B) después de 30 días de incubación. Suelo no enmendado (círculos); suelo modificado

con corteza de pino en una dosis de 24 g kg-1

(rombos); suelo modificado con 48 g kg-1

(triángulos).

Los coeficientes de variación determinados durante 120 minutos fueron inferiores al 5% en todos los casos.

VI.5.2.4. Cadmio

La Fig. 6.6 muestra los resultados de la liberación de Cd en función del tiempo

en los experimentos de cámara de flujo agitado.

Después de 1 día de incubación, en el suelo tratado con la mezcla de metales

pesados pero sin adición de residuo, la concentración de Cd desorbido fue 1,16 mmol kg-1

(82% del Cd previamente añadido). La adición de 24 y 48 g kg-1

de CRP provocó

reducciones del 32% y 66% de la liberación de Cd con respecto al suelo no modificado

(Fig. 6.6A).

Después de 30 días de incubación, el efecto del tiempo de contacto en el suelo de

no modificado con CRP fue mayor para Cd que para Cu, Zn y Ni (Fig. 6.6B), dando

como resultado una desorción de Cd de 0,47 mmol kg-1

(33% del Cd añadido), un 59%

menor que después de 1 día de incubación. Y, en particular, en el caso del Cd, se aprecian

efectos importantes del tiempo también en los suelos enmendados con corteza (Fig.

6.6).

Ni

des

orb

ido

(m

mol

kg

-1)

Ni

des

orb

ido

(m

mol

kg

-1)

Tiempo (min) Tiempo (min)

Page 264: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

259

Fig. 6.6. Desorción de Cd acumulada en las muestras de suelo en función del tiempo: (A) después de 1 día

de incubación, y (B) después de 30 días de incubación. Suelo no enmendado (círculos); suelo modificado

con corteza de pino en una dosis de 24 g kg-1

(rombos); suelo modificado con 48 g kg-1

(triángulos).

Los coeficientes de variación determinados durante 120 minutos fueron inferiores al 5% en todos los casos.

VI.5.2.5. Plomo

Los resultados correspondientes a la desorción de Pb en función del tiempo en

los experimentos de la cámara de flujo agitado se reflejan en la Fig. 6.7.

Después de 1 día de incubación, para el suelo con adición de metales pesados, la

cantidad de Pb desorbido fue 0,24 mmol kg-1

(17% del Pb añadido). La presencia de 24 y

48 g kg-1

de corteza redujo la liberación de Pb en un 47 y 43%, respectivamente con

respecto al suelo sin residuo (Fig. 6.7A).

Después de 30 días de incubación, el Pb desorbido en ausencia de CRP fue de

0,11 mmol kg-1

(8% del metal previamente añadido), esto es, hubo una influencia

importante del tiempo de incubación causando una disminución del 55% de la

liberación de Pb en el suelo no modificado. Como en el caso del Cd, también se

observaron efectos notables del tiempo transcurrido para la desorción de Pb en los suelos

modificados con CRP (Fig. 6.7).

Cd

des

orb

ido

(m

mo

l k

g-1

)

Cd

des

orb

ido

(m

mo

l k

g-1

)

Tiempo (min) Tiempo (min)

Page 265: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

260

Fig. 6.7. Desorción de Pb acumulada en las muestras de suelo en función del tiempo: (A) después de 1 día

de incubación, y (B) después de 30 días de incubación. Suelo no enmendado (círculos); suelo modificado

con corteza de pino en una dosis de 24 g kg-1

(rombos); suelo modificado con 48 g kg-1

(triángulos).

Los coeficientes de variación determinados durante 120 minutos fueron inferiores al 5% en todos los casos.

Para finalizar, analizaremos de forma general el efecto de la corteza de pino y el

tiempo de incubación sobre la desorción de todos los metales pesados. Después de 1

día de incubación del suelo con los metales pesados, la desorción siguió la secuencia: Ni

≥ Zn ≥ Cd > Cu > Pb.

Fan et al. (2007), y Ramírez-Pérez et al. (2013), encontraron anteriormente

secuencias de desorción muy similares. Estos resultados sugieren una retención altamente

irreversible del Pb añadido al suelo (83%), una intermedia para Cu (35%), y baja para Ni,

Zn y Cd (10-18%). Este hecho está claramente relacionado con los resultados de

fraccionamiento de metales pesados. Aquellos con fracciones solubles superiores (92-

96%) fueron Zn, Ni y Cd, mientras que el Cu presentó un contenido intermedio (71%), y

Pb el más bajo (45%). Como demostraron anteriormente Covelo et al. (2007), tras la

adición de una mezcla de metales pesados a diferentes componentes del suelo, se observó

que la materia orgánica del suelo adsorbió preferentemente Cu y Pb (en mayor

proporción que Ni, Zn y Cd), los óxidos de Mn retuvieron preferentemente más Pb que

Cu, y mucho más que los otros tres metales, mientras que los óxidos de Fe adsorbieron

más Pb que los otros cuatro metales.

Aunque el contenido de materia en nuestro suelo es muy bajo, la concentración

de óxidos de Fe (que se caracterizan por presentar numerosas superficies disponibles

para la adsorción de metales pesados) es alta, lo cual explicaría el hecho de tener una

mayor adsorción irreversible para el Pb, en comparación con los otros cuatro metales

pesados.

Pb

des

orb

ido

(m

mo

l k

g-1

)

Pb

des

orb

ido

(m

mo

l k

g-1

)

Tiempo (min) Tiempo (min)

Page 266: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

261

En el caso de Cd, Ni y Zn, apenas hubo cambios en el fraccionamiento debido al

tiempo de incubación. Sin embargo, se apreciaron disminuciones importantes en la

desorción, como en el caso de Cu y Pb, lo cual afectó al fraccionamiento. La disminución

de la concentración de Cu y Pb liberada con el tiempo puede atribuirse a cambios en el

fraccionamiento, causando una disminución con el tiempo de la fracción más lábil

(fracción soluble) para ambos metales pesados.

Sin embargo, esto no explicaría la disminución de la desorción que afecta a los

otros tres metales (Cd, Ni y Zn); estas reducciones pueden ser atribuidas a un proceso de

dos pasos: en primer lugar, la liberación de Cu y Pb de algunos sitios de adsorción

relacionados con la fracción soluble (con alta energía para enlaces suelo-metal en el caso

de estos dos metales) disponibles para los otros tres metales (implicados en enlaces

energéticos inferiores), y en segundo lugar, Cu y Pb ocuparon otros sitios de adsorción

que correspondían a las fracciones menos lábiles (reducibles, oxidables o residuales) a

medida que aumentó el tiempo de incubación.

La adición del residuo al suelo provocó una importante disminución de la

liberación de todos los metales pesados estudiados, después de 1 o 30 días de incubación

del suelo con los metales pesados. Por lo tanto, la enmienda de corteza de pino aumentó

la irreversibilidad de la adsorción de los metales pesados en el suelo tratado. Este

resultado era de esperar, ya que la corteza de pino tiene una alta capacidad de adsorción

para todos los metales pesados estudiados (Al-Asheh et al., 2000). Además, una

importante proporción de la adsorción de metales pesados que tiene lugar en la superficie

de la corteza, se ha caracterizado previamente como altamente irreversible (Capítulo IV;

Cutillas-Barreiro et al., 2014). En el caso de Cu y Pb, la disminución en la liberación

puede estar relacionada con la reducción de la fracción soluble en presencia de la corteza

de pino. Sin embargo, para Cd, Ni y Zn, los cambios que afectan al fraccionamiento

fueron bajos en presencia del residuo, por lo que las disminuciones en la desorción no

estuvieron directamente relacionadas con el fraccionamiento.

Como ocurría con el tiempo de incubación, las reducciones en la liberación de Cd,

Ni y Zn podrían ser atribuidas a los sitios de adsorción de Cu y Pb con una energía

relativamente alta para los enlaces suelo-metal, lo que los haría disponibles para Cd, Ni y

Zn. De hecho, la concentración de metales pesados liberados fue menor que la

correspondiente a la fracción soluble para todos los metales pesados, dosis de corteza de

pino añadida y tiempos de incubación.

Por último, los efectos de los tiempos de incubación fueron menores en el suelo

enmendado con la corteza de pino que en las muestras de suelo no modificadas (como

ocurrió con el fraccionamiento de metales pesados), lo que sugiere que las reacciones

controladas de difusión (Sparks, 2001) fueron menos importantes en la corteza de pino

que en el suelo sin modificar.

Page 267: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

262

VI.5.3. Medición de la actividad bacteriana de un suelo de mina ácido en

respuesta a la adición de corteza de pino o corteza de pino con concha de

mejillón

Fig. 6.8a y b. Evolución del crecimiento bacteriano relativo como respuesta a la adición a un suelo de mina

de distintas dosis de corteza de pino (CRP) (a) y mezclas de CRP con concha de mejillón triturada (CMT)

(b). Dosis en Tm ha-1

.

La Fig. 6.8 muestra la evolución temporal del crecimiento de la comunidad

bacteriana en el suelo de mina en respuesta a la enmienda del suelo con diferentes

concentraciones de corteza de pino (CRP) (Fig. 6.8a), en comparación con la adición de

las combinaciones de las distintas dosis de corteza con concha (CRP+CMT) (Fig. 6.8b).

0

1

2

3

4

5

6

7

1 2 4 8 16 32 60 122 274 365 488 608 730

Re

lati

ve B

acte

rial

Gro

wth

Incubation time (days)

PB and CMS (1:1) amendmentControl

12 (6+6) Tm/ha

24 (12+12) Tm/ha

48 (24+24) Tm/ha

96 (48+48) Tm/ha

192 (96+96) Tm/ha

*

**

*

*

** *

*

*

*

*

****

*

**

*

*

**

**

0

1

2

3

4

5

6

7

Re

lati

ve B

acte

rial

Gro

wth

Crushed Mussel Shell (CMS) amendmentControl

12 Tm/ha

24 Tm/ha

48 Tm/ha

96 Tm/ha

192 Tm/ha

* *

*

*

*

0

1

2

3

4

5

6

7

Re

lati

ve B

acte

rial

Gro

wth

Pine bark (PB) amendmentControl

12 Tm/ha

24 Tm/ha

48 Tm/ha

96 Tm/ha

192 Tm/ha

*

**

*

*

** *

**

*

**

**

*

*

**

0

1

2

3

4

5

6

7

1 2 4 8 16 32 60 122 274 365 488 608 730

Re

lati

ve B

acte

rial

Gro

wth

Incubation time (days)

PB and CMS (1:1) amendmentControl

12 (6+6) Tm/ha

24 (12+12) Tm/ha

48 (24+24) Tm/ha

96 (48+48) Tm/ha

192 (96+96) Tm/ha

*

**

*

*

** *

*

*

*

*

****

*

**

*

*

**

**

0

1

2

3

4

5

6

7

Re

lati

ve B

acte

rial

Gro

wth

Crushed Mussel Shell (CMS) amendmentControl

12 Tm/ha

24 Tm/ha

48 Tm/ha

96 Tm/ha

192 Tm/ha

* *

*

*

*

0

1

2

3

4

5

6

7

Re

lati

ve B

acte

rial

Gro

wth

Pine bark (PB) amendmentControl

12 Tm/ha

24 Tm/ha

48 Tm/ha

96 Tm/ha

192 Tm/ha

*

**

*

*

** *

**

*

**

**

*

*

**

1 2 4 8 16

Enmienda con CRP

Enmienda con CRP + CMT

(1:1)

Cre

cim

ien

to b

act

eria

no

rel

ati

vo

Cre

cim

ien

to b

act

eria

no r

elati

vo

Tiempo de incubación (días)

Control

12 Tm ha-1

24 Tm ha-1

48 Tm ha-1

96 Tm ha-1

192 Tm ha-1

Control

12 (6+6)

24 (12+12)

48 (24+24)

96 (48+48)

192 (96+96)

7

6

5

4

3

2

1

0

7

6

5

4

3

2

1

0

32 60 122 274 365 488 608 730

Page 268: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

263

La adición de la CRP al suelo no tuvo efectos significativos en el crecimiento

bacteriano durante los primeros 4 días de incubación para ninguna de las

concentraciones estudiadas (Fig. 6.8a).

En cambio, después de 8 y 16 días de incubación, el crecimiento bacteriano fue

significativamente mayor que el control sólo para la dosis de 48 Tm ha-1

.

Entre 32 y 488 días de incubación, existe una tendencia general que muestra

mayores valores de crecimiento bacteriano en las muestras de suelo modificadas con

CRP que en el suelo control (Fig. 6.8a). Sin embargo, los valores de crecimiento

bacteriano fueron siempre significativamente mayores que los encontrados para el control

sólo para dosis de 24 y 48 Tm ha-1

, logrando normalmente estas dos concentraciones los

valores de crecimiento bacteriano relativo más altos durante este período (32-488 días).

Para mayores tiempos de incubación (608 y 730 días), no hubo diferencias

significativas entre el crecimiento de la comunidad bacteriana en el suelo control y

tampoco en ninguna de las muestras de suelo modificadas con CRP (Fig. 6.8a).

Por otro lado, la evolución del crecimiento bacteriano en respuesta a la

modificación del suelo con mezclas de CRP y CMT (1:1) fue variable dependiendo de

la dosis aplicada (Fig. 6.8b).

Como tendencia general, la adición de 12 Tm ha-1

de ambos residuos al suelo de

mina no modificó significativamente el crecimiento bacteriano con respecto al suelo

control durante el experimento. Solamente después de 16 días de incubación el

crecimiento fue significativamente mayor para esta dosis que para el suelo control.

La aplicación de 24 Tm ha-1

de CRP+CMT incrementó el crecimiento bacteriano

para los tiempos de incubación intermedios (8-32 días de incubación), no presentando

valores significativos con respecto al suelo control para tiempos más largos.

La respuesta de crecimiento bacteriano a la aplicación de 48 y 96 Tm ha-1

de

estos residuos presentó un comportamiento similar. Por lo general, fue

significativamente mayor para estas dosis añadidas que para el suelo control desde el

día 8 al 488 (aunque no para todos los tiempos), mientras que para tiempos de incubación

más largos no hubo diferencias significativas entre los valores de crecimiento bacteriano

encontrados para dichas dosis y el suelo control.

Finalmente, la aplicación de 192 Tm ha-1

de CRP+CMT al suelo aumentó

significativamente el crecimiento bacteriano durante todo el período después de 8

días de incubación hasta el final del experimento (730 días), con incrementos que

oscilaron entre 2,8 y 6,2 con respecto al suelo control.

Page 269: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

264

Con respecto a otro estudios, Barreiro et al. (2016) obtuvieron resultados

concordantes a los obtenidos en el presente estudio con la adición de corteza de pino al

suelo de mina. Evaluaron la actividad bacteriana en un suelo forestal ácido afectado por

un incendio, al que se le añadieron dos dosis (4 y 40 Tm ha-1

) de residuos vegetales

(virutas y corteza de eucalipto, dos materiales con una relación C/N muy elevada, como

ocurre con la corteza de pino), en condiciones similares de incubación (humedad,

oscuridad y temperatura), durante un tiempo de 2 meses. Obtuvieron que la adición de

estos materiales inicialmente inhibió el crecimiento bacteriano durante los primeros días

para las dos dosis empleadas, algo que también observamos en el suelo de mina con CRP,

para después estabilizarse a altos niveles de crecimiento hasta el final del experimento,

principalmente para la dosis más alta de ambos residuos, alcanzando valores de hasta 2-3

veces mayores que el suelo control. En nuestro caso, las dosis de corteza de 24 y 48 Tm

ha-1

también dieron lugar a los valores de crecimiento bacteriano relativo más altos desde

el día 8 del experimento hasta el día 488 (1 año y 4 meses), y a partir de entonces, se

produjo un descenso del crecimiento en las muestras de suelo modificadas con CRP.

Además, en comparación con otros materiales vegetales estudiados como paja o

fibra de coco, obtuvieron que resultaron más efectivos los residuos de eucalipto en la

estabilización del suelo y el aumento del crecimiento bacteriano.

Page 270: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

265

VI.5.4. Medición de la actividad fúngica de un suelo de mina ácido en

respuesta a la adición de corteza de pino o corteza de pino con concha de

mejillón

Fig. 6.8a y b. Evolución del crecimiento fúngico relativo como respuesta a la adición a un suelo de mina de

distintas dosis de corteza de pino (CRP) (a) y mezclas de CRP con concha de mejillón triturada (CMT) (b).

Dosis en Tm ha-1

.

En la Fig. 6.8 se muestra la evolución temporal del crecimiento de la

comunidad fúngica en el suelo de mina en respuesta a la modificación de dicho suelo

con corteza de pino (CRP) (Fig. 6.8a) y con las mezclas combinando distintas dosis

de CRP y CMT (1:1) (Fig. 6.8b).

0

5

10

15

20

25

30

2 4 8 16 32 122 274 365 488 608 730

Re

lati

ve F

un

gal G

row

th

Incubation time (days)

PB and CMS (1:1) amendmentControl

12 (6+6) Tm/ha

24 (12+12) Tm/ha

48 (24+24) Tm/ha

96 (48+48) Tm/ha

192 (96+96) Tm/ha

*

** *

**** **

** **

* ** ***

**

*

0

5

10

15

20

25

30

Re

lati

ve F

un

gal G

row

th

Crushed Mussel Shell (CMS) amendmentControl

12 Tm/ha

24 Tm/ha

48 Tm/ha

96 Tm/ha

192 Tm/ha

*

0

5

10

15

20

25

30

Re

lati

ve F

un

gal G

row

th

Pine bark (PB) amendmentControl

12 Tm/ha

24 Tm/ha

48 Tm/ha

96 Tm/ha

192 Tm/ha

**

*

**

**

*

**

*

**

*

*

**

*

*

*

*

*

*

*

**

*

**

*** **

0

5

10

15

20

25

30

2 4 8 16 32 122 274 365 488 608 730

Re

lati

ve F

un

gal G

row

th

Incubation time (days)

PB and CMS (1:1) amendmentControl

12 (6+6) Tm/ha

24 (12+12) Tm/ha

48 (24+24) Tm/ha

96 (48+48) Tm/ha

192 (96+96) Tm/ha

*

** *

**** **

** **

* ** ***

**

*

0

5

10

15

20

25

30

Re

lati

ve F

un

gal G

row

th

Crushed Mussel Shell (CMS) amendmentControl

12 Tm/ha

24 Tm/ha

48 Tm/ha

96 Tm/ha

192 Tm/ha

*

0

5

10

15

20

25

30

Re

lati

ve F

un

gal G

row

th

Pine bark (PB) amendmentControl

12 Tm/ha

24 Tm/ha

48 Tm/ha

96 Tm/ha

192 Tm/ha

**

*

**

**

*

**

*

**

*

*

**

*

*

*

*

*

*

*

**

*

**

*** **

16 32 122 274 365 488 608 730 8 2 4

30

25

20

15

10

5

0

Enmienda con CRP

Enmienda con CRP + CMT

(1:1)

Cre

cim

ien

to f

ún

gic

o r

ela

tiv

o

Cre

cim

ien

to f

ún

gic

o r

elati

vo

Tiempo de incubación (días)

Control

12 Tm ha-1

24 Tm ha-1

48 Tm ha-1

96 Tm ha-1

192 Tm ha-1

Control

12 (6+6)

24 (12+12)

48 (24+24)

96 (48+48)

192 (96+96)

30

25

20

15

10

5

0

Page 271: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

266

Como tendencia general, la adición de CRP dio lugar a un incremento del

crecimiento fúngico para todas las dosis estudiadas en la mayoría de los tiempos de

incubación. Estos aumentos fueron de 1,1 a 26,2 veces superiores a los valores

encontrados para los suelos control.

Para los tiempos de incubación a corto plazo (2-8 días), el incremento del

crecimiento fúngico se observó en las muestras de suelo con las dosis más altas de CRP

(96 y 196 Tm ha-1

) (Fig. 6.8a).

Para los tiempos de incubación entre 16 y 365 días, se encontró un aumento de

este crecimiento para la dosis de 48 Tm ha-1

de CRP (hasta 26,2 veces superior con

respecto al control), mientras que para las dosis más altas el crecimiento fue menor,

incluso no significativo para algunos tiempos (Fig. 6.8a).

Para tiempos de incubación más largos (488, 608 y 730 días), el aumento del

crecimiento fúngico fue menor (8 veces menor con respecto al control), aunque

significativo para casi todas las dosis y tiempos (Fig. 6.8a).

Este incremento de la actividad fúngica con la adición de CRP era de esperar,

ya que ésta aumenta el contenido de materia orgánica, teniendo en cuenta que está

compuesta principalmente por carbono orgánico (Cutillas-Barreiro et al., 2014).

Por otro lado, la adición de 12 y 24 Tm ha-1

de CRP+CMT (1:1) al suelo no

tuvo efectos significativos en el crecimiento de hongos en ningún momento durante el

experimento (Fig. 6.8b).

Para dosis mayores (48-192 Tm ha-1

), se pueden observar dos comportamientos

diferentes. Entre 2 y 274 días de incubación, la tendencia general es que el crecimiento

fúngico se incrementó a medida que aumentó la dosis añadida de ambos residuos. De

hecho, durante este período, el crecimiento fúngico fue significativamente mayor que el

control en cualquier momento de incubación (hasta 8 veces mayor respecto al control)

sólo para la dosis más alta (192 Tm ha-1

) (Fig. 6.8b). Para tiempos de incubación más

largos (365-730 días), el comportamiento general varió, observándose los mayores

valores de crecimiento para el suelo con 48 Tm ha-1

de ambos residuos. Esta fue la

única dosis para la cual el crecimiento fúngico fue significativamente mayor que en el

suelo control en todos los tiempos de incubación, alcanzando aumentos de hasta 7,1

respecto al control.

Como ya hemos mencionado, los materiales vegetales con una relación C/N

muy elevada, como es el caso de la corteza de pino (C/N>600), añadidos al suelo,

favorecen principalmente el desarrollo de hongos. Esto concuerda con lo descrito por

Barreiro et al. (2016), que obtuvieron en un suelo forestal ácido afectado por un incendio,

al que añadieron dos dosis de virutas y corteza de eucalipto (ambos residuos poseen una

relación C/N>180), que la adición de éstos favoreció el crecimiento fúngico, sobre todo

Page 272: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

267

con la dosis más alta de virutas de eucalipto (40 Tm ha-1

). Los resultados obtenidos con la

adición de diferentes dosis de otros materiales vegetales como paja o fibra de coco,

fueron menos efectivos en la estabilización del suelo y el aumento de la actividad

fúngica, ya que poseían una relación C/N menor.

Grosso et al. (2016) también estudiaron el efecto de la adición de diferentes tipos

de residuos vegetales (hojas de haya, encina y roble, junto con paja y alfalfa) en dos

suelos forestales de diferente pH con respecto a la actividad bacteriana y fúngica, y de

nuevo obtuvieron que la relación C/N de los materiales añadidos a los suelos fue

determinante en dicho crecimiento durante la descomposición temprana, y que el

crecimiento fúngico fue mayor con la adición de materiales con bajo contenido en N (es

decir, una relación C/N mayor, en este caso, la paja, seguida de la hojarasca de haya y

encina). Además, la actividad fúngica fue relativamente más importante que la bacteriana

en el suelo con el pH más bajo.

Esto ya fue reportado previamente por otros autores que estudiaron materiales con

una relación C/N de entre 20 y 108 (Bossuyt et al., 2001) comparándolos con la alfalfa

(relación de C/N de 15) y la paja (relación C/N de 75) (Rousk y Bååth, 2007),

confirmando de nuevo que altas relaciones C/N de los materiales vegetales añadidos

a los suelos son más propicias para el crecimiento fúngico que para el bacteriano. En

otros estudios, los bajos valores obtenidos en el crecimiento de hongos y bacterias

después de añadir diferentes tipos de estiércol y residuos animales (con una relación

C/N≤10) en suelos mineros (Zornoza et al., 2016) son otra evidencia de este resultado.

Por otro lado, los hongos son generalmente más tolerantes a los metales pesados

que las bacterias (Khan y Scullion, 2002), por lo que los resultados obtenidos de un

mayor desarrollo fúngico que bacteriano en nuestro suelo de mina contaminado por Cu

pueden ser razonables.

VI.5.5. Efecto sobre la biomasa microbiana determinada mediante el uso de

los ácidos grasos de los fosfolípidos (PLFAs)

La adición de CRP al suelo de mina aumentó la biomasa total del suelo, debido

principalmente al incremento de la biomasa fúngica. No se observaron efectos sinérgicos

cuando el suelo fue enmendado con la mezcla de CRP+CMT.

La adición de CRP incrementó el contenido de materia orgánica de <0,5 g kg-1

en

el suelo no enmendado hasta valores de alrededor de 47 g kg-1

en la muestra de suelo

modificada con la mayor dosis de corteza. En los suelos modificados con CRP+CMT, el

contenido de carbono orgánico aumentó hasta 23 g kg-1

para la dosis más alta.

Page 273: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

268

Después de un año de incubación, la cantidad total de PLFAs extraídos de las

muestras de suelo (como una estimación de la biomasa microbiana total del suelo) fue de

13,3±2,0 nmol g-1

en el suelo de mina no modificado (control). La Fig. 9a muestra que

con la adición de CRP al suelo de mina, la biomasa microbiana mostró un claro

aumento después de un año de incubación (hasta un 40% para 192 Tm ha-1

) y fue más

alta cuanto mayor fue la dosis añadida. En las muestras de suelo modificadas con la

mezcla CRP+CMT, los resultados fueron bastante similares a los encontrados para las

muestras de suelo modificadas solamente con corteza (Fig. 9b).

Fig. 6.9a y b. Concentración total de PLFAs extraídos de las muestras de suelo modificadas con diferentes

dosis de corteza de pino (CRP) (a) y mezcla de CRP con concha de mejillón triturada (CMT) 1:1 (b). Las

barras de error muestran la desviación estándar. Los asteriscos indican diferencias significativas con el

control no modificado (ANOVA, Test de Dunnet, P <0,05).

La biomasa bacteriana, estimada mediante los PLFAs bacterianos, fue de 5,4±0,9

nmol g-1

en el suelo de mina no modificado después de 1 año de incubación (control). La

adición de las diferentes dosis de los subproductos (CRP y CRP+CMT) apenas

afectó a la biomasa bacteriana (Fig. 10a y b). Solamente la adición de la mezcla de

ambos materiales parece haber causado un ligero aumento de los PLFAs bacterianos (Fig.

10b), aunque no fueron estadísticamente significativos respecto al control.

La biomasa bacteriana gram+ (estimada mediante los PLFAs G+), fue de

1,5±0,1 nmol g-1

en el suelo de mina después de un año de incubación. La adición de

CRP al suelo no modificó la biomasa gram+ para ninguna de las dosis aplicadas (Fig.

11a). Sin embargo, la adición de la mezcla (CRP+CMT) aumentó significativamente

(hasta el 50%) la biomasa bacteriana gram+ para las dosis más altas (96 y 192 Tm ha-1

)

(Fig. 11b).

0

4

8

12

16

20

24

Control 12 24 48 96 192

[To

tal P

LFA

s] n

mo

l g-1

PB (Mg ha-1)

B* *

0

4

8

12

16

20

24

Control 12 24 48 96 192

[To

tal P

LFA

s] n

mo

l g-1

MIX (Mg ha-1)

C*

CRP (Tm ha-1

)

Control 12 24 48 96 192

CRP+ CMT (Tm ha-1

)

Control 12 24 48 96 192

a b

[Tota

l P

LF

As]

nm

ol

g-1

[Tota

l P

LF

As]

nm

ol

g-1

Page 274: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

269

Fig. 6.10a y b. Concentración de PLFAs de bacterias extraídos de las muestras de suelo modificadas con

diferentes dosis de corteza de pino (CRP) (a) y mezcla de CRP con concha de mejillón triturada (CMT) 1:1

(b). Las barras de error muestran la desviación estándar. Los asteriscos indican diferencias significativas

con el control no modificado (ANOVA, Test de Dunnet, P <0,05).

Fig. 6.11a y b. Concentración de PLFAs de bacterias gram+ extraídos de las muestras de suelo modificadas

con diferentes dosis de corteza de pino (CRP) (a) y mezcla de CRP con concha de mejillón triturada (CMT)

1:1 (b). Las barras de error muestran la desviación estándar. Los asteriscos indican diferencias

significativas con el control no modificado (ANOVA, Test de Dunnet, P <0,05).

0

2

4

6

8

Control 12 24 48 96 192

[Bac

teri

al P

LFA

s] n

mo

l g-1

PB (Mg ha-1)

B

0

2

4

6

8

Control 12 24 48 96 192

[Bac

teri

al P

LFA

s] n

mo

l g-1

MIX (Mg ha-1)

C

CRP (Tm ha-1

)

Control 12 24 48 96 192

CRP+ CMT (Tm ha-1

)

Control 12 24 48 96 192

a b

[PL

FA

s b

at]

nm

ol

g-1

[PL

FA

s b

act

] n

mol

g-1

0.0

0.5

1.0

1.5

2.0

2.5

3.0

Control 12 24 48 96 192

[Gra

m +

PLF

As]

nm

ol g

-1

PB (Mg ha-1)

B

0.0

0.5

1.0

1.5

2.0

2.5

3.0

Control 12 24 48 96 192

[Gra

m +

PLF

As]

nm

ol g

-1

MIX (Mg ha-1)

C* *

CRP (Tm ha-1

)

Control 12 24 48 96 192

CRP+ CMT (Tm ha-1

)

Control 12 24 48 96 192

a b

[PL

FA

s G

+]

nm

ol

g-1

[PL

FA

s G

+]

nm

ol

g-1

Page 275: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

270

Fig. 6.12a y b. Concentración de PLFAs de bacterias gram- extraídos de las muestras de suelo modificadas

con diferentes dosis de corteza de pino (CRP) (a) y mezcla de CRP con concha de mejillón triturada (CMT)

1:1 (b). Las barras de error muestran la desviación estándar. Los asteriscos indican diferencias

significativas con el control no modificado (ANOVA, Test de Dunnet, P <0,05).

La biomasa bacteriana gram- (estimada como PLFAs G-), fue de 2,7±0,3 nmol

g-1

en el suelo control después de un año de incubación. Ninguno de los subproductos

añadidos al suelo tuvo efectos significativos sobre la biomasa bacteriana gram- para

cualquiera de las dosis aplicadas (Fig. 12a y b).

La biomasa fúngica, estimada mediante los PLFAs fúngicos, fue 0,086±0,014

nmol g-1

en el suelo de mina después de un año de incubación. Ésta aumentó

significativamente con la adición de los subproductos (CRP y la combinación

CRP+CMT) después del período de incubación, aunque dependió de las dosis aplicadas

(Fig. 13a y b), alcanzando valores de hasta 1600% más altos que en el control cuando el

suelo fue modificado con 192 Tm ha-1

de CMT.

0.0

1.0

2.0

3.0

4.0

Control 12 24 48 96 192

[Gra

m -

PLF

As]

nm

ol g

-1

PB (Mg ha-1)

B

0.0

1.0

2.0

3.0

4.0

Control 12 24 48 96 192

[Gra

m -

PLF

As]

nm

ol g

-1

MIX (Mg ha-1)

C

[PL

FA

s G

-] n

mol

g-1

[PL

FA

s G

-] n

mol

g-1

a b

CRP (Tm ha-1

)

Control 12 24 48 96 192

CRP+ CMT (Tm ha-1

)

Control 12 24 48 96 192

Page 276: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

271

Fig. 6.13a y b. Concentración de PLFAs de hongos extraídos de las muestras de suelo modificadas con

diferentes dosis de corteza de pino (CRP) (a) y mezcla de CRP con concha de mejillón triturada (CMT) 1:1

(b). Las barras de error muestran la desviación estándar. Los asteriscos indican diferencias significativas

con el control no modificado (ANOVA, Test de Dunnet, P <0,05).

Si comparamos la concentración total de PLFAs en el suelo de mina (13,3±2,0

nmol g-1

), ésta resultó ser bastante baja en relación con los valores encontrados en suelos

agrícolas (entre 22 y 75 nmol g-1

, Fernández-Calviño et al., 2010) o suelos forestales

(entre 240 y 462 nmol g-1

, Barreiro et al., 2010) de zonas próximas. Además, los valores

de biomasa de todos los grupos estudiados (bacterias, hongos, G+ y G-) fueron

significativamente menores en el suelo de mina que en los agrícolas o forestales. Por lo

tanto, el uso de técnicas de restauración que ayuden a aumentar la biomasa microbiana

está plenamente justificado.

Estudios previos demuestran que la aplicación de CRP al suelo de mina puede

contribuir a disminuir la disponibilidad de metales pesados en este tipo de suelos y, por

tanto, aumentar su contenido en materia orgánica (Fernández-Calviño et al., 2017) y la

biomasa (Giller et al., 1998; Zornoza et al., 2015).

En el presente trabajo, la biomasa microbiana total aumentó significativamente en

respuesta a dosis de CRP mayores o iguales a 96 Tm ha-1

. Estos incrementos pueden

atribuirse principalmente al crecimiento de la biomasa fúngica, ya que ninguno de los

grupos de las biomasas bacterianas determinados se vieron afectados por la adición de la

corteza.

Dado que la CRP es principalmente materia orgánica (Tabla 4.1, Capítulo IV), y

que la reducción de la disponibilidad de metales pesados fue un aspecto poco relevante en

el aumento de la biomasa microbiana en el suelo de mina, el principal factor a tener en

cuenta en las estrategias de recuperación del suelo de mina, con el fin de aumentar la

biomasa microbiana del suelo, debe ser el aumento de la materia orgánica del mismo.

0.0

0.4

0.8

1.2

1.6

2.0

Control 12 24 48 96 192

[Fu

nga

l PLF

As]

nm

ol g

-1

MIX (Mg ha-1)

C

* **

*

*

0.0

0.4

0.8

1.2

1.6

2.0

Control 12 24 48 96 192

[Fu

nga

l PLF

As]

nm

ol g

-1

PB (Mg ha-1)

B

**

*

* *

[PL

FA

s h

on

gos]

nm

ol

g-1

[ P

LF

As

hon

gos]

nm

ol

g-1

a b

CRP (Tm ha-1

)

Control 12 24 48 96 192

CRP+ CMT (Tm ha-1

)

Control 12 24 48 96 192

Page 277: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

272

Resultados similares fueron encontrados previamente por Zornoza et al. (2016),

aunque en su caso, la adición de estiércol porcino aumentó significativamente tanto la

biomasa bacteriana como la fúngica. Las diferencias entre estos resultados y los hallados

en el presente trabajo pueden atribuirse a diferencias en la calidad de la materia orgánica,

ya que la CRP está constituida principalmente por lignina (47,9%) y glucano (18,6%)

(Tabla 4.2, Capítulo IV), y por lo tanto, el desarrollo bacteriano puede estar limitado en

este tipo de sustrato. Sin embargo, no se pueden descartar otros factores, ya que la

adición de enmiendas a los suelos de mina incrementa generalmente las relaciones de

biomasa fúngica:bacteriana (Zornoza et al., 2015). Además, el hecho de que los hongos

sean más tolerantes a los metales pesados que las bacterias (Khan y Scullion, 2002) puede

tener también algunos efectos.

Por otro lado, otros autores han reportado que la adición de CMT al suelo de mina

puede provocar también una disminución de la disponibilidad de los metales pesados en

este tipo de suelos (Fernández-Calviño et al., 2016) y aumentar su pH (Garrido-

Rodríguez et al,. 2013). La modificación de ambas propiedades (reducción de la

disponibilidad de metales pesados y aumento del pH del suelo) puede favorecer el

desarrollo microbiano (Giller et al., 1998; Aciego-Pietri y Brookes, 2009).

Los resultados obtenidos con la adición de la mezcla de CRP+CMT (1:1) fueron

similares a los observados con CRP solamente, pero la magnitud de los cambios

inducidos fue menor, i.e., no se encontraron efectos sinérgicos entre el aumento de la

concentración de materia orgánica y el pH del suelo. Por tanto, esto corrobora el

hecho de que el incremento en la materia orgánica fue más importante que el aumento del

pH del suelo (o que la disminución en la disponibilidad de metales pesados) para la

recuperación de la biomasa microbiana en el suelo de mina contaminado con Cu.

VI.5.6. Evolución temporal del pH de un suelo de mina ácido en respuesta a

la adición de corteza de pino o corteza de pino con concha de mejillón

En la Fig. 6.9 se muestra la evolución del pH del suelo de mina a lo largo del

experimento, en respuesta a la modificación de dicho suelo con corteza de pino (CRP) y

con las mezclas combinando distintas dosis de CRP y CMT (1:1).

Page 278: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

273

Fig. 6.9. Evolución del pH del suelo de mina como respuesta a la adición de distintas dosis de corteza de

pino (CRP) y mezclas de CRP con concha de mejillón triturada (CMT). Dosis en Tm ha-1

.

Podemos observar que, como tendencia general, la adición de CRP apenas

modificó el pH del suelo con el tiempo para todas las dosis estudiadas (Fig. 6.9). Esto

es lógico, ya que se trata de un suelo fuertemente ácido (pH: 3,8; Tabla 6.1), al que se le

aplicó un material de un pH también bajo (pH corteza: 4,5) (Tabla 4.1, Capítulo IV). El

hecho de que el pH de la corteza sea levemente superior al del suelo hace que se aprecie

un ligero incremento del pH inmediatamente después de la aplicación del residuo, algo

que también podemos observar después de un mes de incubación (un aumento de menos

de 0,2 unidades) y para prácticamente todas las dosis de corteza añadidas. A partir de

entonces, el pH del suelo de mina con CRP se mantuvo prácticamente constante (Fig.

6.9).

Por el contrario, la adición de CRP combinada con CMT en una proporción

(1:1), sí tuvo un efecto notable en la evolución temporal del pH del suelo,

incrementándose con el tiempo (esto se aprecia ya desde el segundo día, sobre todo para

las dosis más elevadas), y a medida que aumentamos la dosis de concha añadida (Fig.

6.9). Así, el mayor aumento se produjo para la dosis más alta (192 Tm ha-1

de ambos

residuos, es decir, 96 Tm ha-1

de CRP y 96 Tm ha-1

de CMT) y después de 2 años de

incubación, incrementándose el pH desde 4,7 hasta 6,5 (Fig. 6.9). Esto es debido a la

adición de la concha de mejillón, que posee un pH elevado (pH concha: 9,4; Tabla 5.2,

Capítulo V), en comparación con el pH del suelo de mina (pH: 3,8).

Page 279: TESE DE DOUTORAMENTO La corteza de pino como …

Capítulo VI

274

Aparentemente no existe relación entre la evolución temporal del pH con el

crecimiento bacteriano en función de la adición de diferentes dosis de CRP, ya que el

pH apenas varía en este caso, pero si consideramos el efecto conjunto de ambos residuos

(CRP+CMT), observamos que se produce un aumento del pH con la aplicación de las

dosis más elevadas (96 y 192 Tm ha-1

), lo que está relacionado con un incremento de

la actividad bacteriana. Esto está en concordancia con lo descrito por otros autores

anteriormente, ya que en estudios previos, se observó que en suelos con diferentes rangos

de pH, el crecimiento bacteriano está positivamente relacionado con éste, mientras que el

crecimiento de hongos aumenta con la disminución del pH (Rousk et al., 2010).

Considerando la relación entre el crecimiento fúngico y la evolución del pH

durante el experimento, con la adición de CRP, observamos que claramente existe un

mayor desarrollo de hongos en el suelo de mina fundamentalmente con las dosis más

altas CRP (48, 96 y 192 Tm ha-1

), hasta 1 año después del inicio del estudio, a partir de

entonces, este crecimiento se paraliza. Con la adición conjunta de CRP+CMT no se

produce un incremento tan significativo del crecimiento fúngico, lo cual estaría

relacionado con un aumento del pH (debido a la adición de la concha de mejillón), que no

favorece el desarrollo de los hongos.

Se ha demostrado que el pH es de gran importancia para explicar el crecimiento

fúngico y bacteriano del suelo (Rousk et al., 2009; Rousk y Bååth, 2011; Zornoza et al.,

2016), ya que, como hemos dicho, el pH del suelo es uno de los factores que más

influencia tiene sobre la actividad de la comunidad microbiana del suelo, siendo el pH

bajo más propicio para los hongos que para el crecimiento bacteriano.

Grosso et al. (2016) encontraron además un mayor crecimiento fúngico en el

suelo con el pH más bajo, aspecto que también habían reportado anteriormente Rousk et

al. (2010) con la adición de alfalfa y paja a suelos de diferente pH.

VI. 6. Conclusiones

Los resultados obtenidos de este estudio nos muestran que, en lo que respecta al

fraccionamiento de metales pesados, la adición de corteza de pino (CRP) a un

suelo de mina redujo el porcentaje de la fracción soluble Cu y Pb, aumentando su

concentración en otras fracciones menos móviles. Sin embargo, no se observaron

cambios relevantes para Cd, Ni y Zn. El aumento del tiempo de incubación

también provocó una disminución de la fracción soluble para los cinco metales

pesados estudiados.

Con respecto a la liberación de metales en experimentos en cámara de flujo

agitado, la aplicación de CRP dio lugar a una disminución de la desorción de Cu.

El tiempo de incubación apenas tuvo efecto en la liberación de Cu, Ni y Zn, en

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Capítulo VI

275

cambio, para Cd y Pb el tiempo de incubación provocó una disminución de la

desorción, tanto en las muestras no modificadas como en las modificadas.

Teniendo en cuenta estos resultados, la CRP podría ser una alternativa eficaz

para aumentar la retención de metales pesados (especialmente Cu y Pb) en

suelos muy ácidos, como es el caso de los suelos de mina, reduciendo así los

riesgos de transferencia de metales al agua u otras zonas mediambientales no

contaminadas.

Analizando los resultados obtenidos para el crecimiento bacteriano y fúngico en

el suelo de mina, comprobamos que la adición de CRP favoreció su

crecimiento para todas las dosis estudiadas (fundamentalmente para las

intermedias en el bacteriano y las más altas en el fúngico) en la mayoría de los

tiempos de incubación. Además, la aplicación conjunta de CRP+CMT aumentó

notablemente el desarrollo de bacterias y hongos en el suelo, incrementándose

con la dosis añadida, a partir de 8 días de incubación y hasta 1 año después (en el

caso de los hongos) o hasta el final del experimento (en el caso de las bacterias).

Se observó además que con la aplicación conjunta de ambos residuos

(CRP+CMT), se produjo un aumento del pH, principalmente con las dosis más

elevadas (96 y 192 Tm ha-1

), lo que derivó en un incremento de la actividad

bacteriana. Por otro lado, observamos que existe un mayor desarrollo de hongos

en el suelo fundamentalmente con las dosis más altas CRP (96 y 192 Tm ha-1

),

hasta 1 año después del inicio del estudio. Con la aplicación de CRP+CMT no se

produce un incremento tan significativo del crecimiento fúngico, lo cual estaría

relacionado con un aumento del pH, que no favoreció su desarrollo.

Con respecto al análisis de los PLFAs extraídos de las muestras de suelo de mina

con los distintos tratamientos de aplicación de CRP y CRP+CMT, se observó un

aumento de la biomasa microbiana total del suelo con la adición de CRP, que

fue significativo para las dosis 96 y 192 Tm ha-1

y después de un año de

incubación. Este incremento se debió principalmente al crecimiento de la biomasa

fúngica, mientras que la bacteriana no varió en respuesta a la modificación con

CRP. Además, no se encontraron efectos sinérgicos entre la CRP y la CMT

cuando se agregaron al suelo en dosis combinadas.

Los resultados de esta investigación sugieren que la adición de materia orgánica

al suelo es el principal factor que contribuye a la regeneración de la biomasa

microbiana en suelos mineros ácidos contaminados con Cu con bajo contenido

inicial de materia orgánica. Por tanto, la adición de corteza de pino sería una

forma de recuperar este suelo de mina sin apenas materia orgánica, favoreciendo

el desarrollo de bacterias y hongos en el mismo.

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CONCLUSIONES FINALES

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Conclusiones finales

279

CONCLUSIONES FINALES

Después de los resultados obtenidos y lo anteriormente descrito, podemos

concluir que:

De los experimentos de adsorción llevados a cabo inicialmente para evaluar la

capacidad de retención de metales (Cd, Cu, Ni, Pb y Zn) de la corteza de pino

(CRP) podemos concluir que, en general, este material sería eficaz para retener

metales pesados, principalmente Pb y Cu, en medios contaminados, incluso en

aquellos con altas concentraciones de varios metales a la vez. Así, los

experimentos batch no competitivos mostraron una adsorción rápida para todos

ellos, con una secuencia de adsorción Pb>Cu>Cd>Zn>Ni. En condiciones

competitivas, su eficacia fue menor que en condiciones monometal. Los

experimentos en cámara de flujo agitado mostraron histéresis en la adsorción

de Pb y Cu, con algunas diferencias entre metales debido a la distinta afinidad por

los lugares de adsorción. Finalmente, los experimentos de transporte de metales

en columnas de corteza de pino en sistemas monometal dieron lugar a resultados

comparables a los experimentos batch. La presencia de un segundo metal afectó al

transporte de todos los elementos excepto al Pb, y confirmó la fuerte influencia

del Pb y el Cu sobre la retención de los otros metales.

En el análisis de los suelos situados en las proximidades de la cementera de

Oural para evaluar los niveles de contaminación en algunos metales pesados (Hg,

Pb y Cr), nos sirvió como estudio previo para una posible aplicación posterior con

CRP como adsorbente de metales en condiciones de campo. En dicho estudio, se

observó que los niveles de fondo de la litología local y el uso del suelo fueron

importantes para identificar la existencia de contaminación. Así, nos encontramos

que el contenido de Pb y Cr en estos suelos no se debe a la actividad de la

cementera, dada la similitud entre los valores encontrados en los suelos y la

litología local. En cambio, se encontró un enriquecimiento en Hg en los suelos

próximos al foco de emisión. La deposición atmosférica sería la principal

responsable, lo cual también es consistente con el hecho de que exista mayor

concentración en los suelos de bosque que en los de pradera, ya que los árboles

atrapan más fácilmente el Hg en las masas de aire. Finalmente, llegamos a la

conclusión de que el rango de distancias empleado entre los puntos de muestreo

del suelo y la cementera (hasta 5 km) no fue suficiente para determinar su

influencia en la contaminación del suelo por metales, y particularmente en el caso

de elementos volátiles como el Hg. Por ello, sería recomendable llevar a cabo

posteriores estudios para extender el área analizada hasta varias decenas de km, y

así determinar la distancia hasta la cual la planta cementera tendría influencia en

los niveles de Hg del suelo.

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Conclusiones finales

280

La adición de CRP, individualmente y en combinación con concha de mejillón

(CMT), a un suelo ácido de viñedo contaminado por Cu, dio lugar a una

disminución de la incorporación de Cu por Lolium perenne. Esto se debe

fundamentalmente al ligero incremento del pH y a la capacidad de adsorción que

presenta la CRP para metales pesados, que hacen que este residuo los inmovilice e

impida su absorción por la planta. Además, la adición de CRP al suelo produjo

una disminución de las formas más móviles de Cu en el suelo, y del

potencialmente disponible para las plantas. Por otro lado, favoreció el crecimiento

y la producción de biomasa de la planta, principalmente de la parte radicular. Esto

nos demuestra que la adición al suelo de CRP, y también la mezcla con CMT,

es una buena alternativa para estabilizar y retener el Cu en el suelo, evitando

que sea absorbido por las raíces de las plantas. Además, la reutilización de estos

residuos como enmienda puede contribuir a la colonización del suelo por Lolium

perenne, logrando una cobertura mayor del mismo, favoreciendo su estabilización

y reduciendo la erosión.

Analizando el efecto de la adición de CRP a un suelo ácido de mina de Cu

mediante el fraccionamiento de metales pesados, se observó que ésta redujo el

porcentaje de la fracción soluble Cu y Pb, aumentando su concentración en otras

menos móviles. Con respecto a la liberación de metales en experimentos en

cámara de flujo agitado, la aplicación de CRP dio lugar a una disminución de la

liberación de Cu. Por ello, el uso de este material podría ser una alternativa eficaz

para aumentar la retención de metales pesados (especialmente Cu y Pb) en suelos

muy ácidos, como es el caso de los suelos de mina, reduciendo así los riesgos de

transferencia de metales al agua u otras zonas no contaminadas.

Observando los resultados obtenidos para el crecimiento bacteriano y fúngico

en dicho suelo de mina, comprobamos que la adición de CRP favoreció su

crecimiento para todas las dosis estudiadas en la mayoría de los tiempos de

incubación. Además, la aplicación conjunta de CRP y CMT aumentó el

desarrollo de bacterias y hongos en el suelo a partir de 8 días de incubación y

hasta 1 año después (en hongos) o hasta el final del experimento (en bacterias). Se

comprobó también que con la aplicación de ambos residuos, se produjo un

aumento del pH, lo que derivó en un incremento de la actividad bacteriana.

Con respecto al análisis de los PLFAs extraídos de las muestras de suelo con los

distintos tratamientos, se observó un aumento de la biomasa microbiana total

del suelo con la adición de CRP, que fue significativo para las dosis más altas

(96 y 192 Tm ha-1

) y después de un año de incubación. Esto se debió

principalmente al crecimiento de la biomasa fúngica. Los resultados de esta

investigación sugieren que la adición de materia orgánica al suelo a través de

la CRP es el principal factor que contribuye a la regeneración de la biomasa

microbiana en este suelo minero ácido con bajo contenido de materia orgánica.

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