tecnologia y funcion de las puntas de paijan. el aporte de la experimentacion

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Tecnologia y funcion de las puntas de Paijan: El aporte de la experimentacion Jacques Pelegrin; Claude Chauchat Latin American Antiquity, Vol. 4, No. 4. (Dec., 1993), pp. 367-382. Stable URL: http://links.jstor.org/sici?sici=1045-6635%28199312%294%3A4%3C367%3ATYFDLP%3E2.0.CO%3B2-C Latin American Antiquity is currently published by Society for American Archaeology. Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of JSTOR's Terms and Conditions of Use, available at http://www.jstor.org/about/terms.html. JSTOR's Terms and Conditions of Use provides, in part, that unless you have obtained prior permission, you may not download an entire issue of a journal or multiple copies of articles, and you may use content in the JSTOR archive only for your personal, non-commercial use. Please contact the publisher regarding any further use of this work. Publisher contact information may be obtained at http://www.jstor.org/journals/sam.html. Each copy of any part of a JSTOR transmission must contain the same copyright notice that appears on the screen or printed page of such transmission. JSTOR is an independent not-for-profit organization dedicated to and preserving a digital archive of scholarly journals. For more information regarding JSTOR, please contact [email protected]. http://www.jstor.org Mon May 14 08:46:11 2007

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Page 1: Tecnologia y Funcion de Las Puntas de Paijan. El Aporte de La Experimentacion

Tecnologia y funcion de las puntas de Paijan: El aporte de la experimentacion

Jacques Pelegrin; Claude Chauchat

Latin American Antiquity, Vol. 4, No. 4. (Dec., 1993), pp. 367-382.

Stable URL:

http://links.jstor.org/sici?sici=1045-6635%28199312%294%3A4%3C367%3ATYFDLP%3E2.0.CO%3B2-C

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TECNOLOGIA Y FUNCION DE LAS PUNTAS DE PAIJAN: EL APORTE DE LA EXPERIMENTACION

Jacques Pelegrin y Claude Chauchat

En el curso de las investigaciones sobre el Paijanense de la costa nor-peruana, se estableció un programa de experimentos de talla de las puntas de proyectil llamadas puntas de Paiján. Diez experimentos de talla fueron realizados con implementos y materiales locales y sistemáticamente documentados: dejinición de las fases del proceso, tiempo de trabajo, recuento y descripción de todas las lascas-desechos, pesos, características de los productos obtenidos al fin de cada fase. Los resultados proporcionan información de orden económico sobre una actividad importante de los paijanenses y tienen consecuencias socio-culturales. Estos resultados se aplicardn al estudio de talleres arqueológicos ya recolectados. La ausencia de fauna terrestre de gran tamaño en los restos alimenticios de los sitios de vivienda y la morfología especialde las puntas sugieren que aquéllas han sido empleadas para atravesar peces marinos de tamaño mediano a grande, los cuales se encuentran en los basurales arqueológicos.

An experimental replication program for so-called Paiján projectile points was established in the course of investigations into the Paijanense lithic industry of the northern Peruvian coast. Ten replication tests wereperformed and systematically described, including the definition of phases, duration of work, counting and description of al1 flakes, and determination of the weights and characteristics of the end products of each phase. Thefindings provide economic information on un important activity of the Paiján people and have sociocultural implications. These results are now being applied to already collected archaeological chipping floors. The absence of large terrestrial fauna among the food remains of the living sites and the special morphology of the Paiján points suggest that they were used in spearing medium to large oceanjish, the remains of which are found in archaeological middens in the area.

Experimentos de replicación de puntas de proyectil en piedra tallada demuestran el potencial de este tipo de estudio para el conocimiento de aspectos económicos de la vida de los cazadores- recolectores. En la costa norte del Perú, la abundancia de datos disponibles en la superficie del desierto permite la reconstrucción de una actividad vital para los grupos humanos prehistóricos y observaciones inesperadas sobre sus modos de vida.

EL CONTEXTO ARQUEOLOGICO

El Paijanense, indústria lítica definida en la zona de Cupisnique y conocida ahora a lo largo de una gran extensión de la costa peruana, tiene como implemento más característico una punta de proyectil pedunculada conocida como punta de Paiján.

Los sitios del Paijanense en la región de Cupisnique comprenden canteras y talleres dedicados exclusivamente a la fabricación de estas puntas y de utensilios foliáceos unifaciales, los "unifaces," que pueden interpretarse como cuchillos o raederas. Las técnicas de fabricación de estos unifaces son muy similares a las de las puntas aunque el material sea diferente, casi exclusivamente todo volcánico. Los sitios de vivienda o "campamentos" están generalmente apartados y contienen un conjunto lítico muy tosco de denticulados, escotaduras, perforadores, y varios tipos de lascas sin retocar (Chauchat et al. 1992). Las puntas y los unifaces son muy escasos en los campamentos, a veces completamente ausentes (Chauchat 1977). En basurales asociados a estos materiales se han

Jacques Pelegrin, ERA 28, C.N.R.S., 1 Place Aristide Briand, 92190 Meudon, France Claude Chauchat, Institut du Quaternaire, UMR 9933 "Milieux Techniques et Cultures Préhistoriques," Av.

des Facultés, Université Bordeaux 1, 33405 Talence cedex, France

Latin American Antiquity, 4(4), 1993, pp. 367-382. Copyright O 1993 by the Society for Arnerican Archaeology

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368 LATlN AMERICAN ANTlQUlTY [Vol. 4, No. 4, 1993

descubierto restos de subsistencia indicando una explotación muy temprana de los recursos marinos (peces). Fechamientos radiocarbónicos asignan a esta indústria una edad de 8.000-1 1 .O00 años A.P. Dada la extensión de la plataforma continental frente a la costa nor-peruana, la orilla del mar puede ser estimada, para esta época, a una distancia de 10-1 5 km de la línea actual. Esto significó una llanura costeña mucho más amplia que la actual. Los factores que producen el clima en la costa peruana indican que los sitios paijanenses conocidos se encontraban en un medio ambiente menos árido que el actual (Chauchat 1987). La composición de la fauna en los sitios de vivienda y en particular de las especies de peces marinos es igualmente un indicio de un clima menos árido.

Las puntas de Paiján han sido encontradas desde las primeras investigaciones en los sitios de Cupisnique (Bird 1948; Engel 1957; Lanning y Hammel 196 1; Larco Hoyle 1948). Estos sitios se encuentran en la parte alta de la llanura costera, a partir de 12 km de distancia de la orilla actual del mar. Pampa de Paiján, Pampa de los Fósiles y Pampa de San Pedro (Larco Hoyle 1948) son sitios de talleres de superficie cuya extensión y naturaleza del material tallado pueden ser apreciados en su integridad a simple vista. Canteras de las mismas rocas volcánicas existen a poca distancia. En toda la zona de Pampa de los Fósiles, la gran mayona de las puntas ha sido encontrada en estos talleres y son incompletas o reconstruidas a partir de fragmentos, o tienen defectos evidentes que han podido provocar su rechazo por parte del artesano prehistórico. En comparación, son pocos los fragmentos de puntas típicas encontrados en sitios de vivienda. Más recientemente, sitios de vivienda numerosos y ricos han sido descubiertos en el interior de la zona, en las quebradas de Cupisnique y Santa Mana, hasta 50 km de las playas actuales. En estas quebradas, son más escasos los talleres y canteras, y las puntas observadas están asociadas en su mayona a los basurales del Paijanense. Frecuentemente son fragmentos basales y con toda probabilidad han sido traídos al campamento para reparaciones o cambio de la punta de piedra.

Muy temprano en el proyecto de investigación sobre el Paijanense, nos dimos cuenta que, si los sitios con las puntas y los desechos de talla eran talleres especializados y solamente eso, entonces las puntas y piezas foliáceas en el suelo eran piezas descartadas en varios momentos del proceso de talla. Puntas en cantidad desconocida fueron talladas con éxito hasta el fin del proceso y llevadas fuera del taller para el uso a que eran destinadas. De estas piezas quedan solamente las lascas de talla. La visión de estas puntas ausentes en el registro arqueológico a través de aquéllas que allí se han recuperado es una visión deformada por los defectos o accidentes que impidieron terminarlas.

La interpretación de las puntas de Paiján encontradas en los talleres arqueológicos necesita un buen conocimiento tecnológico. Casi todas las piezas enteras han sido descartadas por estar en un punto donde no se puede seguir el proceso de talla: piezas demasiadas cortas, gruesas, con presencia de lascados reflejados y machucado del borde. Las roturas, producidas por un solo golpe mal controlado, son verdaderos accidentes que destruyen definitivamente una pieza cuya morfología correspondena, por otra parte, al proceso de reducción aceptable para una punta de Paiján. Entonces, las piezas reconstruidas a partir de fragmentos tienen mayor probabilidad de ser más típicas de un estadio del proceso de reducción. Sin embargo, la clasificación tropieza con el número reducido de piezas interpretables como puntas de forma definitiva.

Además, el hecho que los sitios están en superficie, a pesar de que cada uno representa solamente una ocupación estaciona1 u ocupaciones de pocos años seguidos, impide construir una seriación de los talleres y conocer la evolución de las formas de las puntas. Las fechas radiocarbónicas no ayudan en nada, pues las muestras tomadas cerca de la superficie dan resultados aproximados (Chauchat 1988; Chauchat et al. 1992). Por estas limitaciones, se debe considerar el Paijanense como un bloque sin evolución interna, como si todas las formas de puntas fueran coetáneas.

Sin embargo, a partir de las muestras existentes, se puede tratar de describir las varias formas de puntas de Paiján (Chauchat 1976, 1979, 1988; Chauchat et al. 1992; Ossa 1973; Ossa y Moseley 1972). Todas tienen un pedúnculo basa1 estrecho y alargado entre dos espinas laterales agudas, orientadas hacia la parte inferior de la punta; todas tienen una parte superior ("parte perforante") aguda, muchas veces estirada en aguja, lo que implica una inflexión de los bordes superiores, que pasan de convexos a cóncavos para permitir este estiramiento (Figura 1). Las puntas son mayormente de gran tamaño y alargadas: entre 11 y 15 cm de largo con ejemplares conocidos hasta de 22 cm; el ancho mínimo está alrededor de 2,s cm. Pero existen puntas cortas, más anchas (cerca de 3,2

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Pelegrin y Chauchat] TECNOLOGIA Y FUNCION DE LAS PUNTAS DE PAIJAN

Figura 1. A la izquierda, dibujos de puntas de Paiján de los sitios arqueológicos: (1) sitio PV23-140 (Quebrada Santa María); (2) sitio PV22-47 (Pampa de los Fósiles); (3) sitio PV22-25 A (Pampa de los Fósiles); (4) parte perforante de punta de Paiján no terminada, sitio PV22-13, U. 62 (Pampa de los Fósiles) (dibujos por J. F. Deridet). Todas son de riolita. A la derecha, fotografia de una punta resultante de los experimentos de talla (prueba no. 12), riolita clara.

cm) y de variabilidad bastante grande. Se han encontrado en algunos talleres de Pampa de los Fósiles, agrupaciones de pequeñas puntas, a veces con asimetría marcada, hechas directamente por presión sobre lascas de percutor blando. Son más escasos los ejemplos de espinas salientes lateralmente y no dirigidas hacia abajo. Hay apenas dos ejemplares conocidos con verdaderas aletas en vez de las diminutas espinas laterales. Por fin, se conocen también dos o tres casos de puntas aserradas en los bordes del limbo. El pedúnculo es mayormente de lados rectos o ligeramente cóncavos, con base recta o convexa, nunca cóncava. Existen en Cupisnique unos contados ejemplares de puntas con pedúnculo ovalado.

LO QUE DESCONOCEMOS

Partiendo de las observaciones en los sitios de cantera y talleres de superficie, se puede definir el proceso de fabricación de las puntas de Paiján en tres grandes fases (Figura 2): en la cantera, esbozo bifacial o bifaz tipo Chivateros (Bonavia 1982; Chauchat 1977; Patterson 1967); en el taller, pieza foliácea alargada y por fin, punta pedunculada.

El proceso tecnológico de fabricación de las puntas de Paiján necesita estudiarse más a fondo desde el punto de vista cualitativo a través de los restos característicos de las diferentes fases del

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Figura 2. Esquema del proceso de talla de la punta de Paiján (dibujo por P. Laurent): (de izquierda a derecha) bifaz tipo Chivateros, pieza foliácea, punta de Paiján.

trabajo. ¿Cuáles son las técnicas de talla, la naturaleza de los implementos utilizados, el grado de adiestramiento necesario? Primeros intentos de estudio de los implementos y de los desechos de talla tanto en las canteras como en los talleres (Chauchat et al. 1992; Uceda y Deza 1979) han mostrado la utilidad de refinar los métodos de registro en el campo y de análisis en el laboratorio.

Desde el punto de vista cuantitativo, ¿Puede estimarse, ante un taller arqueológico, el número de piezas producidas y el tiempo de trabajo a que corresponde? Es decir, ¿Se puede estimar la cantidad de desechos y el tiempo de trabajo correspondiente a las varias etapas de fabricación de las puntas, teniendo en cuenta las variaciones de sus dimensiones y la naturaleza de su soporte?

Hemos tratado de contestar estas preguntas constituyendo un conjunto de datos experimentales, cualitativos y cuantitativos.

LOS EXPERIMENTOS

Las pruebas experimentales respetan condiciones y un procedimiento ya discutidos en otras publicaciones (Callahan 1974; Henniken 1984; Hansen y Madsen 1983; Pelegrin 1991). En un primer tiempo, permiten confirmar por ensayos en la misma materia prima, el método de fabricación y las técnicas utilizadas según las varias secuencias ya apreciadas en el material arqueológico (percutor duro, blando, presión). Una vez comprobados estos aspectos cualitativos, una serie de pruebas permite estimar duraciones de trabajo, números y pesos de los productos y desechos cuya consistencia con el material arqueológico se podrá verificar.

Además, si el tallador tiene una larga y rica experiencia de la talla, más de veinte años en el caso de Pelegrin y particularmente más de quince años en la talla bifacial (Pelegrin 198 l), le es posible estimar los grados de pericia necesarios para ciertas operaciones, añadir apuntes cualitativos sobre materias primas, utensilios de talla, etc.

La reproducción de objetos prehistóricos tiene solamente, a lo mejor, un valor documental in- directo. No puede aproximarse a un valor de referencia si no respeta estrictamente los datos ar- queológicos. Además, no se puede usar en una fase muy temprana de la investigación. Ahora, tenemos información sobre las fuentes de abastecimiento de materias primas, ideas claras sobre los procesos de formación de los varios sitios y el proceso tecnológico de fabricación a grandes rasgos. Replicar puntas de Paiján sin tener esta fundación tendría un valor anecdótico mas no científico.

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Pelegriny Chauchat] TECNOLOGIA Y FUNCION DE LAS PUNTAS DE PAIJAN 371

También se debe recordar la naturaleza especial de la arqueología del desierto peruano y espe- cialmente de la zona de Cupisnique. Centenares de talleres están expuestos en la superficie donde se les puede examinar con todo el cuidado necesario. A las muestras recogidas durante el estudio de cuatro talleres en Pampa de los Fósiles (varios centenares de piezas en todos los estadios de la cadena operativa) se suman los apuntes y la experiencia de los materiales acumulados durante incontables exámenes de talleres o puntas aisladas. Estos conocimientos no se podrían adquirir en sitios enterrados a causa de la necesaria limitación económica impuesta en los trabajos de exca- vación.

A partir de algunos primeros intentos sobre las rocas locales, las observaciones del material arqueológico querían precisar caracteres cualitativos de las técnicas utilizadas, es decir los métodos (estrategias) y los objetivos del artesano paijanense en las diferentes fases de la talla. Ya, en este momento del estudio, el observador debe razonar tecnológicamente y en términos de procesos de formación del contexto arqueológico. Por ejemplo, una preforma completa abandonada en un sitio de cantera debe ser considerada como fallada desde el punto de vista del artesano prehistórico, mientras que una pieza rota puede ser más representativa de las intenciones de talla antes de su fractura.

Por otra parte, la ejecución de las pruebas experimentales debe respetar las condiciones técnicas arqueológicas: percutores y compresores en materiales locales (por ejemplo la madera de algarrobo); empleo de la misma materia prima (rocas volcánicas de propiedades físicas particulares). Debe también hacer productos terminados de calidad suficiente como para ser considerados como buenas imitaciones, sea de las piezas arqueológicas mismas, sea del producto deseado por el artesano prehistórico si la piezas arqueológicas son piezas falladas. Pero, a su turno, los experimentos pueden informar sobre la factibilidad de usar tal tipo de material o técnica, como veremos más adelante.

Por supuesto, los experimentos deben ser escrupulosamente documentados con fotografías, des- cripciones, recuentos, medidas y pesos de los restos de talla.

RESULTADOS CUALITATIVOS

Diez pruebas de talla de puntas de Paijan (pruebas no. 2 a 11) han sido integralmente documen- tadas, después de un primer contacto con las rocas locales y un ensayo preliminar (prueba no. 1). En estas pruebas, han sido combinadas dos variables: la naturaleza del soporte (bloque, laja, lasca) y la dimensión de la pieza terminada (de 10 a 22 cm de largo). En efecto, nos hemos concentrado en la forma de punta más frecuente, alargada, con lados convexos y parte superior estirada. Después de esta primera serie de experimentos hechos en 1986, dos pruebas más se hicieron en 1988 y una en 1992 pero sin documentarlas de manera tan detallada (pruebas no. 12-14),

Veamos primero los resultados cualitativos, síntesis entre las observaciones arqueológicas y ex- perimentales.

Fase 1: Del Material Bruto a la Primera Preforma (Bifaz Tipo Chivateros)

Se hace en el lugar mismo de extracción de la roca (cantera). La obtención (débitage)de grandes lascas-soportes, la fragmentación de lajas y la formación de los bifaces se hacen con percutor de piedra pero a veces, al fin de trabajo, algunas lascas se sacan con percutor blando. Es una fase breve, algunos minutos, pero decisiva.

Fase 2 (Figuras 3 y 4): Adelgazamiento del Bifaz Tipo Chivateros en Pieza Foliácea

Se utiliza el cerna del algarrobo (Prosopis sp.) como percutor blando. Hemos subdividido esta fase en dos subfases "a" y "b."

La subfase 2a se define por una primera serie de lascados característicos del percutor blando. Estas lascas, generalmente grandes, son importantes porque atacan la superficie del bifaz Chivateros. En un conjunto arqueológico, permitirán reconocer las características de este bifaz: (a) lascas de perfil curvo, gruesas, con fuertes nervaduras o relieves pronunciados en la cara superior, procedentes

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Figura 3. Elaboración de la preforma por percusión directa con un mazo de algarrobo.

Figura 4. Vista de la preforma en curso de adelgazamiento.

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Pelegrin y Chauchat] TECNOLOGIA Y FUNCION DE LAS PUNTAS DE PAIJAN

Figura 5. Lascas características de varias fases del trabajo bifacial: (1 y 2) fase 2a, lascas gruesas con nervaduras salientes; (3 y 4) fase 2b, lascas de estilo solutrense con talón restringido; (5 y 6): lasquitas de la fase 3.

de los lascados por percutor de piedra sobre el bifaz Chivateros (Figura 5, no. 1 y 2); algunas lascas son alargadas (adelgazamiento a lo largo de la pieza) o alargadas-desviadas (lascados oblicuos): son las navajas (blades)aludidas en Chauchat (1976:90); (b) lascas con faceta cortical plana; (c) lascas Kombewa, es decir con la presencia de un bulbo o huella positiva de lasca en la cara superior.

En su sentido propio, una lasca Kombewa (nombre procedente de un sitio en Africa) proviene de un núcleo formado por una lasca. Se da especificamente este nombre a lascas sacadas de la cara inferior (o bulbar) de la lasca-núcleo. Estas lascas, entonces, tienen a la vez su bulbo propio y el bulbo de la lasca-núcleo sobre su cara superior. Hay casos en que la determinación de la cara inferior de la lasca resulta dificil. Por extensión, en un proceso de talla bifacial sobre lasca grande, cuando se adelgaza su cara inferior, se obtiene lascas que tienen en su cara superior la superficie del bulbo de la lasca grande. A estas lascas se les llama también Kombewa. Por consiguiente, su occurrencia en un conjunto de desechos de talla bifacial significa una pieza-soporte constituida por una lasca grande.

La subfase 2b se define por una serie de lascados ulteriores con percutor blando hasta el adel- gazamiento suficiente de la pieza. Los productos más típicos de esta fase son lascas "solutrenses" clásicas: anchas, finas (2-4 mm de grosor máximo), poco curvas, muy a menudo con talón restringido por una preparación especial y una figura en abanico (Figura 5, no. 3 y 4).

Fase 3: Estrechamiento de la Pieza Foliácea en Preforma Terminada, Lista para el Retoque por Presión

Esta fase de trabajo produce pequeñas lascas invadientes muy delgadas, con tendencia a frag- mentarse (Figura 5, no. 5 y 6).

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Figura 6. Formación del pedúnculo y de las espinas laterales por presión con una varilla en asta de cérvido.

Todo el trabajo con percutor blando tiene una duración de 40 a 90 minutos, según las dimensiones de la pieza.

Fase 4 (Figuras 6-8): Retoque por Presión

Este trabajo produce diminutas esquirlas muy finas. Esta fase parece necesitar un compresor de asta de cérvido, sobre todo para las muescas laterales al pedúnculo. El retoque alternante muy fino, con negativos marcados, que se observa en algunas piezas arqueológicas, necesita un compresor muy agudo y, por consiguiente, más duro que la madera. Al otro extremo, algunos lascados grandes (Chauchat 1979:Plate 10) parecen necesitar el empleo de un compresor más sofisticado para aplicar más fuerza, por ejemplo una muleta de hombro (Figura 8). Las puntas obtenidas son buenas réplicas de las puntas de Paiján arqueológicas (Figura 1).

Los materiales trabajados por los paijanenses son más difíciles de tallar que el sílex o la obsidiana; existen variaciones en un mismo afloramiento que obligan a una selección cuidadosa de los bloques. Todo el trabajo se hace normalmente por los lados y la pieza se reduce sobre todo en su grosor y anchura, y muy poco en su largo; el bifaz Chivateros tiene ya el largo de la punta que se proyecta obtener. Por lo tanto, se precisa empezar por una pieza relativamente ancha, lo que no es el caso de los bifaces Chivateros abandonados en las canteras conocidas.

Particularmente tediosa resulta la Última fase del trabajo, a presión, que, en un caso, llegó a demorar una hora y media. No hay rastro en los datos arqueológicos de los tipos de implementos usados, particularmente de las piezas en asta de cérvido que serían las más adecuadas para el trabajo a presión; sin embargo, constituyen el único material cuyas calidades mecánicas permiten este tipo de trabajo.

El trabajo a percusión no alcanza la forma estrecha en la parte superior de las piezas foliáceas que hubiera permitido disminuir el trabajo a presión. En efecto, más se reduce el ancho y más se corre el riesgo de rotura de la pieza. Los artesanos prehistóricos trataron de reducir el trabajo largo y dificil de puesta en forma de la punta por presión, estrechando al máximo la parte superior de la pieza pero tomando más riesgos. Efectivamente se encuentra en los talleres un buen número de piezas rotas en esta fase del trabajo.

Pero esta diferencia entre los productos obtenidos en la experimentación y los datos arqueológicos no tiene una importancia muy grande: al aumentar el número de roturas de piezas, se produce una

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Pelegrin y Chauchat] TECNOLOGIA Y FUNCION DE LAS PUNTAS DE PAIJAN 375

Figura 7. Formación de la parte perforante y retoque del limbo con una varilla simple en la mano.

baja de rendimiento que anula el beneficio obtenido en la disminución de tiempo del trabajo a presión.

Las series de golpes alternan con frecuentes fases de preparación en que se raspa el borde a trabajar con un guijarro de arenisca para reforzarlo, con un movimiento en sentido longitudinal. También se hace una preparación más cuidadosa de la plataforma por pequeños golpes, a veces produciendo

Figura 8. Empleo de una corta muleta de hombro armada de una punta en asta de cérvido. Tiempo de trabajo por presión de 30 a 90 minutos según dimensiones.

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LATlN AMERICAN ANTlQUlTY [Vol. 4, No. 4, 1993

Tabla 1 . Soporte Inicial y Fase 1 de la Reducción Bifacial (Percutor de Piedra).

Fase 1

Pm-Soporte Inicial

Dura-Estadio 1

eba Tipo Peso L 1 e ción Peso L 1 e

bloque bloque laja lasca lasca bloque lasca laja laja lasca laja lasca bloaue

Nota: Duración en minutos, peso en gramos, dimensiones en milímetros. L = largo, 1 = ancho, e = grosor.

una parte saliente para sacar las lascas solutrenses en abanico ya descritas o se modifica el ángulo de la plataforma en relación a la cara de lascados. Cuando la pieza viene a ser un tanto delgada, la forma de sujetarla en la mano para evitar vibraciones y rotura es crucial en el éxito del proceso de talla. Todo eso forma parte de la experiencia del artesano y necesita largos años para el aprendizaje de los gestos, del momento y del punto exacto de la pieza en que se deben aplicar.

Es preciso criticar la impresión dada por las preformas rotas o más raramente enteras, abandonadas en curso de fabricación en el sitio arqueológico. A menudo, éstas son muy gruesas o tienen otro defecto y no pueden dar piezas típicas. En efecto: (a) existen algunos fragmentos de piezas delgadas y regulares; (b) las lascas observadas en los talleres provienen generalmente de buenas preformas más bien que de las falladas; y (c) la experiencia práctica muestra que existe un valor de la relación grosor/ancho más allá de la cual no es posible seguir adelgazando la pieza sin romperla.

En esta actividad de talla bastante sofisticada y delicada, una práctica larga era necesaria para alcanzar la pericia necesaria, es decir, a la vez el conocimiento del proceso y de las estrategias a seguir en todos los casos, y el control de la motricidad para la ejecución adecuada de los golpes.

La actividad de jóvenes o aprendices en los talleres arqueológicos se marca por las piezas desviantes (Chauchat 1991; Chauchat et al. 1992) y por varias características en las demás piezas: (a) en las canteras, elección menos crítica de la materia prima, y preformas de calidad mediocre, rotas o abandonadas; (b) en los talleres, preformas imposibles de trabajar, traídas de la cantera al taller y abandonadas ahí, y piezas foliáceas gruesas, finalmente malogradas por vibración, sobrepaso, etc., de hecho arqueológicamente más numerosas que las buenas piezas terminadas por adultos entre- nados: en efecto, estas últimas han sido llevadas fuera del taller para el uso previsto.

RESULTADOS CUANTITATIVOS

Actividad de Cantera (Tabla 1)

El peso promedio de una preforma es de aproximadamente 600 g; el tiempo de fabricación es de 2 a 10 minutos (promedio aproximado: 6,5 minutos). El tiempo de extracción de la roca es difi- cilmente apreciable y depende a la vez de la naturaleza de la materia y de los utensilios disponibles. Nuestra experiencia parece demostrar que es relativamente fácil aprovechando las numerosas grietas del afloramiento.

Así, provisto de algunos percutores de piedra y madera (aproximadamente 5 kg), un adulto entrenado puede extraer en dos a cuatro horas bastante materia prima para esbozar (en dos o tres horas) y llevar al taller, algunas 20 preformas bifaciales (aproximadamente 12 kg).

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Pelegrin y Chauchat] TECNOLOGIA Y FUNCION DE LAS PUNTAS DE PAIJAN

Tabla 2. Reducción de las Piezas Desde el Bifaz Chivateros Hasta la Punta de Paiján.

Estadio 2a Estadio 2b Estadio 3 Estadio 4 Pru-eba Peso L 1 e Peso L 1 e Peso L 1 e Peso L 1 e

2 136,6 110 60 18 56,6 100 40 10 42,2 100 37 10 - - - -3 820,8 218 104 27 566 220 63 13 254,8 220 48 15 - - - -

-4 323,8 152 60 18 106,8 150 47 13 68,4 149 39 11 - - -5 231,6 145 75 18 77,4 144 42 10 56,4 141 35 9 33,O 140 30 9 6 112,8 122 60 12 55,6 121 44 9 43,2 122 35 9 27,8 121 30 8 7 453,4 176 90 21 137,2 172 57 12 73,8 169 37 9 54,O 169 32 11 8 111,4 112 60 15 49,8 108 45 10 39,2 106 38 9 30,4 106 37 9 9 126,8 150 68 15 86,4 147 49 10 53,8 147 36 9 - - - -

-10 166,2 132 66 18 73,6 128 43 11 51,O 127 33 9 - - -11 152,O 131 67 14 71,O 130 44 10 46,6 128 35 9 31,4 127 31 8 12 214,O - - - - - - - 51,O - - - 35,O 128 29 10 13 - - - - - - - - 72,O - - - 46,O 146 29 11 14 - - - - - - - - 61,8 - - - 41,2 140 32 9

Nota: En las pruebas 2, 3, 4, 9 y 10 no se hizo el trabajo por presión (fase 4). Las pruebas 12-14 no se documentaron integralmente. Pesos en gramos, dimensiones en milímetros. L = largo, 1 = ancho, e = grosor.

Actividad de Taller (Tablas 2 y 3)

El peso promedio de la pieza terminada es de 30 a 60 g, el tiempo de trabajo es de 1,5 a 3,O horas según la dimension de la pieza. Un adulto entrenado puede terminar dos o tres puntas por día de trabajo. Un día de trabajo en la cantera corresponde entonces a 8-10 días de trabajo en el taller. El peso de los restos de talla experimental permitirá entonces una estimación burda del número de piezas talladas en un taller arqueológico cuyas lascas hayan sido integralmente recolectadas.

En nuestros experimentos, el peso promedio de las lascas y fragmentos de más de 2 cm de dimensión máxima (fases 2 a 4) es de 350 g (Tablas 4 y 5). Esta información depende en cada caso del largo de la pieza (Tabla 6). Si se excluyen los extremos para considerar solamente la variabilidad de las piezas arqueológicas más frecuentes (10-1 5 cm), se constata que la incertidumbre de estimación del largo de la pieza a partir del peso de las lascas es de aproximadamente 50 por ciento en más o menos. Sin embargo, se reducirá este margen de incertidumbre si se toma en cuenta criterios de complemento como dimensiones de las más grandes lascas, proporción de lascas características de

Tabla 3. Duración de las Fases de Trabajo en Minutos.

Total Largo Pm- Fase Fase Fase 2a + 2b Fase de la eba 2a 2b 3 + 3 4 Total Pieza

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LATlN AMERICAN ANTlQUlTY [Vol. 4, No. 4, 1993

Tabla 4. Números, Pesos de Lascas, Lascas Características de la Fase y Estadio 2a.

Lascas Típicas (N)b Número Pm- Lascas Peso Peso eba 2 2 cm Totala r 2 cm Cort Gr Lám K.wa Duro <2 cm

2 18 36 74,O 7 4 - - - 25,2 3 58 120 625,8 27 16 - - - 55,2 4 49 93 131,O 10 6 - - 1 15,4 5 47 76 24 1,6 11 3 - 5 - 44,6 6 29 54 124,O - 6 - - - 22,6 7 44 94 418,8 7 13 1 - - 39,6 8 3 1 54 122,6 5 6 2 4 - 22,O 9 52 96 274,2 39 8 - - - 42,8

10 36 60 149,6 32 3 1 - - 29,6 11 25 5 5 160,2 8 8 - - - 28,O 12 - 50 130,O 9 5 - - - -13 - - 4 14,O - 11 3 - - -14 - - 487,4 24 11 - - - -

a Total de lascas y fragmentos. Número de lascas típicas: Cort = lascas corticales; Gr = lascas gruesas; Lám = láminas, i.e., lascas alargadas

o alargadas-desviadas; K.wa = Kombewa; y Duro = lascas por percutor de piedra.

la fase 2a, etc. Sin embargo, nótese que existe todavía un reducido número de lascas características de 2a en la fase 2b (Tabla 5).

La traducción gráfica de la Tabla 6 muestra que los puntos -materializando la relación entre el largo de la pieza y el peso de desechos de talla (fase 2 y 3)-están dispuestos a lo largo de una curva parabólica de función y = ax2 (se trata de la relación entre un valor linear y un peso). Para calcular la correlación entre estas variables experimentales, hemos trasformado los valores del peso en su raíz cuadrada, cuyo resultado se da en la última columna de la Tabla 6 (dpeso). Así, los puntos se disponen a lo largo y muy cerca de una línea recta (Figura 9). El coeficiente de correlación linear entre las dos variables tiene un valor muy alto: r = 0,96, pero se debe recordar que la muestra experimental es muy pequeña (trece ensayos).

Tabla 5. Fases 2b, 3, y 4.

Lascas Típicasa Fase 3

Fase 2b Fase 4b Pm- Peso Peso eba N Peso Cort Gr < 2 cm N Peso < 2 cm Peso

2 25 30,O 2 - 23,6 3 2,o 7,0 -3 146 395,6 3 6 106,2 20 15,8 36,8 -4 91 132,8 - - 51,2 12 13,O 12,8 -5 59 80,6 - - 39,4 2 1,2 9,2 25,O 6 15 20,8 - - 21,2 2 2 2 5,4 17,O 7 116 197,4 - 7 71,6 16 13,O 24,6 21,O 8 20 22,2 - - 21,8 - - 4 2 12,O-9 49 64,2 - - 34,8 14 7,4 12,O

1O 42 45,O - - 27,6 8 5,8 8,6 -11 26 26,6 - - 28,6 4 2,8 11,6 1 1,0 12 42 78,O - - - 10 8,O - -13 - - - - - - - - -14 - - - - - - - - -

a Cort = lascas corticales, Gr = lascas gruesas. Los pesos de la fase 4 son de lasquitas inferiores a 1 cm y polvo.

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Pelegrin y Chauchat] TECNOLOGIA Y FUNCION DE LAS PUNTAS DE PAIJAN

Tabla 6. Relación Entre el Largo de la Pieza Foliácea (Estadio 3) y el Peso de las Lascas r 2 cm (Fases 2 y 3).

Largo Peso de Lascas Prueba (mm) (gr) VPeso

DE LA MORFOLOGIA A LA FUNCION, DE LA ECONOMIA A LA SOCIEDAD

Las puntas de Paiján muestran un alargamiento a veces caricatura1 de la parte perforante, un pedúnculo alargado y espinas laterales discretas pero siempre presentes. Se debe recordar que el retoque por presión en este material necesita mucho tiempo, es cansado y al límite de lo factible en el pedúnculo y las espinas.

Esta voluntad costosa en términos de trabajo atestigua de especificaciones de origen funcional. Ossa (1973) opinaba que habían podido servir para cazar la megafauna pleistocénica cuyos restos se encuentran todavía en la zona, pero sin asociación segura con el Paijanense. Argumentos contrarios son de variada índole:

1. Desde el punto de vista morfológico, si está bien seguro que las puntas de Paiján convienen mejor, por sus dimensiones y el trabajo importante de su obtención, para la caza de animales de cierto tamaño, hay que tener en cuenta sus rasgos más significativos, particularmente el pedúnculo estrecho que se sujeta bien a un asta hueca como lo es el carrizo, y la parte perforante estirada en aguja que es una característica única entre las puntas de proyectil líticas de las Américas. Esta parte de la punta es posiblemente la más dificil de obtener y la más frágil, dada la frecuencia con la cual se rompía durante la talla, a tal punto que no tenemos una sola punta con extremidad intacta. Eso muestra su importancia para el artesano paijanense. También indica que no se podría usar en animales de pieles gruesas como los mastodontes e inclusive los caballos, y menos aún los perezosos gigantes, de los cuales varias especies tienen nódulos óseos en la dermis que constituyen el inicio de un caparazón. Este tipo de punta podría penetrar la piel de estos animales solamente en un ángulo perfectamente recto, provocando la mínima desviación una rotura por flexión.

2. Desde el punto de vista cronológico la contemporaneidad del Paijanense con la megafauna pleistocénica no ha sido nunca bien establecida. Las fechas radiocarbónicas obtenidas por Ossa (Ossa y Moseley 1972) sobre el mastodonte de la Cumbre quedan aisladas después de la información que proporcionó la fecha del edentado gigante de Pampa de los Fósiles obtenida en Gif-sur-Yvette a partir de una muestra proporcionada por Hoffstetter (Chauchat 19885 8-59), debía ser considerada como mínima, a causa de un tratamiento químico incompleto (8910 I200 A.P. [GIF-41161). Un análisis de otra muestra del mismo fósil no proporcionó bastante colágeno para una datación, lo que sucedió igualmente con otras muestras de fósiles de esta zona (Michel Fontugne [laboratorio del radiocarbono de Gif-sur-Yvette] comunicación personal 1989). Más recientemente, en 1992, Christophe Falgueres (Instituto de Paleontología Humana de París) nos comunicó verbalmente tres resultados de datación según el método uranio/torio sobre estas muestras de huesos de la megafauna pleistocénica de Cupisnique, los cuales están entre 25.000 y 14.000 años A.P. Estas fechas se publicarán en breve.

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[Vol. 4, No. 4, 1993

Figura 9. Gráfica de la relación entre el largo de las preforrnas foliáceas típicas (en abscisa) y el peso de desechos de talla (en ordenada) para las fases 2 y 3.

3. Desde el punto de vista de la subsistencia, los animales cazados con estas puntas deberían encontrarse entre los restos de los basurales arqueológicos. El análisis de los restos de vertebrados por Elizabeth Wing (Chauchat et al. 1992)muestra la casi ausencia de mamíferos; los pocos ejemplos son zorritos, vizcachas y pequeños roedores. La megafauna pleistocénica está totalmente ausente. Los demás animales terrestres son principalmente lagartijas, consumidas en gran abundancia pero muy pequeñas como para necesitar armas tan grandes y complejas. Nos llama la atención, entonces, la presencia de peces marinos de los cuales varias especies son de gran tamaño, superior a 50 cm de largo (Micropogonias, Paralonchurus, Mugil en menor grado).

Concluimos que estas puntas fueron concebidas para vulnerar profundamente y retener una presa muy movediza, pero de carne blanda, para la cual el riesgo de escape es alto si la punta no atraviesa el animal. Con estas características morfológicas de las puntas y dada la ausencia de grandes ma- míferos terrestres o marinos en la subsistencia, la pesca de peces de medio o gran tamaño nos parece la única posibilidad de función de estas puntas. El uso de un asta de camzo o caña brava para que flote es también una ventaja funcional en un medio acuático.

No se puede eludir el hecho que, para esta actividad, puntas de tipo o aun de naturaleza diferente hubieran sido tan eficaces como éstas; por ejemplo puntas de madera dura con barbas tal como existen en otras partes del mundo. A este respeto y desde nuestro punto de vista, la suma de trabajo y conocimientos técnicos invertidos en esta fabricación son excesivos y por lo tanto, económicamente irracionales.

La elección de puntas de piedra talladas en estas formas y dimensiones obedece entonces a criterios no solamente técnicos sino también de origen cultural: la existencia de una fuerte tradición de hacer puntas de proyectil de piedra y en una sola pieza, tradición documentada con formas diversas en todo el continente americano, siempre con técnica bifacial y trabajo a presión. La pobreza del medio ambiente terrestre en recursos animales de gran tamaño hizo trasladar la actividad de cacería hacia un tipo de presa completamente diferente-el pez marino-con un cambio mínimo en el equipa- miento técnico.

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Aparece un contraste nítido entre el extremo cuidado y la pericia en la fabricación de las puntas, y el resto del conjunto lítico, tan tosco que es dificil distinguir tipos en él (salvo los unifaces que parecen proceder de la misma mano). El contraste existe también en la separación espacial muy frecuente entre los talleres y los campamentos, así como en las materias primas, diferentes en cada caso y más variadas en los implementos comentes. Cabe añadir la dicotomía muy clara entre dos tipos y procedencias de recursos de subsistencia: pequeña fauna terrestre por un lado y peces marinos-medianos a grandes-por otro.

Diferencias concordantes en la tecnología, en las materias primas, en las funciones de los imple- mentos líticos, aquel conjunto de datos arqueológicos sugiere una división de las tareas entre dos fracciones del grupo humano paijanense. A partir de eso, se recuerda las conclusiones de Testart (1986) según los cuales, entre todos los cazadores-recolectores conocidos-con un buen número de ejemplos americanos-las actividades de caza y pesca con armas perforantes y la preparación de tales armas se llevan a cabo exclusivamente por parte de los hombres. Proponemos entonces ver en esta dicotomía de los datos arqueológicos el reflejo de una repartición de las labores según el sexo.

Los hombres son los que practicaban la pesca mayor, sustituto local de la cacería, así como la preparación de los útiles necesarios para ella, no solamente las puntas sino también los unifaces, casi siempre encontrados en los talleres y que son, pues, ligados por lo menos en parte a la fabricación de las puntas. Las mujeres y los niños de ambos sexos se dedicaban preferencialmente a la recolección de plantas y pequeños animales, en el interior o en las playas.

CONCLUSION

Las puntas de proyectil no deben ser vistas solamente como artefactos diagnósticos de una cultura, aunque evidentemente lo son por la cantidad de trabajo, su cuidado, y las variaciones de forma a que se prestan. Estos experimentos tecnológicos abren perspectivas sobre otros aspectos de la cultura y la sociedad antigua además de la simple herramienta lítica. Además, se trata solamente de una fase dentro de un largo proceso de investigación. La experimentación viene a apoyar la observación tecnológica del material lítico arqueológico en su totalidad y proporciona datos cuantitativos de orden económico (peso de desechos, duración de trabajo). Ahora, se deben emplear los datos experimentales para interpretar el material arqueológico de las canteras y los talleres en términos económicos.

El material arqueológico de un sitio excavado en 1988 (PV22-14, U. 1) está ya en curso de análisis según un método de clasificación de las lascas consistente con la de los ensayos experimentales, con la finalidad de utilizar estos últimos.

Debemos hacer hincapié en el cambio completo de enfoque que significa este tipo de investigación: el énfasis está ahora en los desechos de talla como procedentes de la fabricación de objetos funcionales y no solamente en las piezas dejadas en los sitios, las cuales no son funcionales.

Agradecimientos. La Mission Archéologique Fran~aise tt Cupisnique, Pérou está financiada por el Ministerio de Asuntos Extranjeros de Francia (Sous-Direction des Sciences Sociales et Humaines) y el C.N.R.S. (Institut du Quaternaire-Centre Francois Bordes, Université Bordeaux 1). Debemos un agradecimiento especial a Jacques Collina-Girard quien se encargó del trabajo tedioso de documentar y apuntar en todos sus aspectos los expe- rimentos descritos aquí. Patricia Lyon leyó un primer estado del manuscrito e hizo varias sugerencias importantes. Agradecemos también a tres revisores anónimos cuyos comentarios, preguntas y sugerencias han ayudado a mejorar este artículo aunque no los hayamos seguido en todos sus puntos.

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Received February 5, 1992; accepted April 18, 1993

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Tecnologia y funcion de las puntas de Paijan: El aporte de la experimentacionJacques Pelegrin; Claude ChauchatLatin American Antiquity, Vol. 4, No. 4. (Dec., 1993), pp. 367-382.Stable URL:

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Early Lithic Industries of Western South AmericaEdward P. Lanning; Eugene A. HammelAmerican Antiquity, Vol. 27, No. 2. (Oct., 1961), pp. 139-154.Stable URL:

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