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Sumar en Derecho de Autor y Acceso Cultura(1)

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  • Personas + informadas son ciudadanos + responsables

  • 1 edicinSumar en derecho de autor y acceso a la cultura.7, 8 y 9 Noviembre 2013Sala Hugo Balzo, Auditorio SODRE

    Personas + informadas son ciudadanos + responsables

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    Qu es SUMAR?

    Por qu hacer este tipo de actividades?

    Metodologa

    Qu se puede esperar de una conferencia ciudadana?

    Por qu se debati sobreDerechos de Autor y Acceso a la Cultura?

    Introduccin a la temtica

    Roles

    Relevamiento de informacin ybsqueda de actores relevantes sobre el tema

    Panel de ReferentesIntegrantes del Panel de Referentes

    Panel CiudadanoIntegrantes del Panel Ciudadano

    ndice de contenidos

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    La conferencia ciudadanaDa 1Da 2Da 3

    Informes del Panel de ReferentesJos Antonio VillamilPepi GonalvesLuis Alonzo (Software Libre) Mara Balsa (Creanexus)Alicia Guglielmo (Cmara Uruguaya del Libro)Mariana Fossatti (rtica)Daniel Drexler (AGADU)Mauricio Ubal (Cmara Uruguaya del Disco)Patricia Daz (Creative Commons Uruguay)Fernando Yez (SUDEI)Beatriz Busaniche (Fundacin Va Libre)

    Primeras conclusiones del Panel Ciudadano

    Informe final del Panel Ciudadano

    Temas propuestos para siguientes ediciones

  • 11

    Sumar es una iniciativa del Ministe-rio de Educacin y Cultura y Bicentena-rio Uruguay que busca promover el ac-ceso a la informacin y la participacin por parte de los ciudadanos en temas de inters pblico.

    Sumar tiene por objetivo generar una plataforma de intercambio de informa-cin y puntos de vista sobre temas de inters ciudadano e instaurarlos en la agenda pblica. Por otra parte, busca incentivar la participacin e involucrar a los ciudadanos en temas que competen y afectan a todos.

    Este proyecto se basa en las Asambleas Deliberativas originarias de Dinamarca, utilizadas regularmente para asesorar al

    Parlamento dans respecto a la visin de ciudadanos no expertos sobre temas cul-turales, ambientales, sanitarios y de uso de nuevas tecnologas, entre otros. Otros pases como Holanda, Reino Unido, No-ruega, Francia, Suiza, Japn, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelandia, Estados Unidos, Canad y Argentina tambin han llevado adelante este tipo de iniciativas.

    En Uruguay existen dos antecedentes bajo el nombre de Juicio Ciudadano orga-nizados por la Unidad de Ciencia y Desa-rrollo de la Facultad de Ciencias y por el Departamento de Filosofa de la Prcti-ca de la Facultad de Humanidades de la Universidad de la Repblica (UdelaR). En estos casos los temas a discutir fueron Energa Nuclear (2010) y Minera (2011).

    Qu es Sumar?

    Una iniciativa que busca promover el acceso a la informacin y la participacin por parte de los ciudadanos en temas de inters pblico.

    qu

    es sum

    ar?

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    el esfuerzo por consolidar una so-ciedad ms justa exige, entre tan-tas cosas, de un mayor compromiso ciudadano. La participacin es un requi-sito ineludible para la construccin de-mocrtica y para participar es necesario no slo estar presente sino contar con informacin y el tiempo suficiente para el anlisis. Por esta razn las experien-cias internacionales y nacionales de jui-cios ciudadanos nos parecen razonables para promover desde el Estado estrate-gias de debate pblico, que no se quede en lo urgente ni que sufra la tensin de la decisin inminente. Que permita el esfuerzo argumental por sobre la inevi-table agregacin de intereses.

    La fortaleza democrtica est en el di-

    senso y no en el consenso. Y si bien es necesario que desde la llamada socie-dad civil se dispongan instrumentos de este tipo, a los que hemos apoyado, creemos que el Estado ha de proponer-se la promocin de la participacin y el fortalecimiento del debate, no slo cuando hay interesados y afectados di-rectos en la aplicacin de una decisin poltica. Tambin para pensar en pers-pectiva y en prospectiva.

    Por esta razn, las conferencias ciuda-danas Sumar pretenden ser un aporte en esta direccin, promoviendo la parti-cipacin y generando opinin sobre te-mas de inters pblico. A participar se aprende participando, siendo, teniendo y tomando parte en lo que nos es comn.

    Por qu hacereste tipo de actividades?

    Pablo lvarezDirector General de Secretara

    Ministerio de Educacin y Cultura

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    La particularidad de estas conferencias, llamadas Conferencias Ciudadanas, es la participacin directa de la poblacin en el debate pblico.

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    A partir de la seleccin de un tema de inters social se convoca abiertamente a integrar un panel representativo de todo el pas.

    Se conforma un Panel Ciudadano con personas de diferentes orgenes, ocu-paciones, niveles de educacin y clases sociales que comparten el deseo de in-teriorizarse sobre el tema y discutirlo. La convocatoria para integrar este panel es abierta a cualquier ciudadano uruguayo y la seleccin se realiza con criterios de representacin demogrfica.

    Adems se conforma un Panel de Re-ferentes, compuesto por profesionales particulares e instituciones directamen-te vinculadas a la temtica selecciona-da, provenientes de diferentes sectores y con distintas opiniones en la contro-versia. stos generan un informe con su postura que es entregado al Panel Ciu-dadano. A su vez, el Panel Ciudadano trabaja previo a las conferencias en reu-niones junto a un Facilitador, leyendo los informes y discutiendo la temtica.

    Metodologa

    panel ciudadanoseleccin de un tema de inters socialconvocatoria abierta a todo el pas

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    La particularidad de estas conferencias, llamadas Conferencias Ciudadanas, es la participacin directa de la poblacin en el debate pblico.

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    En las conferencias, el Panel de Refe-rentes expone en vivo frente al Panel Ciudadano y el pblico en general de la sala. A partir del intercambio de aportes desde diferentes disciplinas y miradas, el Panel Ciudadano y el pblico en ge-neral formularn preguntas que sern respondidas por los distintos integran-tes del Panel de Referentes, con la ayu-da de un Moderador del debate.

    Por ltimo, el Panel Ciudadano elabo-rar un informe con recomendaciones que tienen como destino final las insti-tuciones competentes en la temtica.

    Las conferencias se transmiten va streaming y toda la informacin intercambiada, as como el registro audiovisual de los debates y las entrevistas realizadas a referentes y ciudadanos son de acceso pblico mediantela plataforma multimediawww.sumar.gub.uy, generando una biblioteca especializada sobre las distintas temticasque se tratenen las ediciones de Sumar.

    panel de referentes debateintercambio de opiniones

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    No es un foro de participacin pblica ni una audiencia pblica.

    No es un proceso judicial y por lo tanto no se espera un veredicto.

    No es un proceso de toma de decisin.

    La intencin no es debatir por qu s o por qu no.

    Es un proceso de discusin y delibera-cin entre un grupo de ciudadanos que no son expertos ni estn implicados en grupos de presin.

    El resultado es un informe con recomenda-ciones para los tomadores de decisiones.

    Es un proceso de aprendizaje colectivo que puede ser utilizado como un insumo en el proceso de anlisis y discusin p-blica de la temtica.

    La intencin es incorporar, adems del asesoramiento tcnico que se contempla tradicionalmente, las recomendaciones surgidas del proceso de investigacin de ciudadanos no expertos.

    * FUENTE: Instituto Internacional de Facilitacin y Cambio Uruguay

    Qu se puede esperarde una Conferencia Ciudadana?*

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    La primera edicin de Sumar encon-tr al pas en un momento crucial en lo que refiere a los derechos de autor y el acceso a la cultura. Con el avance de las tecnologas y sus impactos sociales, las interrelaciones entre las obras, los auto-res, los usuarios y los intermediarios se transforman desde los puntos de vista legal, filosfico, econmico, etc.

    Sumar propuso discutir el tema a nivel ciudadano para ampliar la informacin

    disponible, exponer los puntos de vista y fortalecer el espacio argumental en el pro-ceso democrtico.

    En Julio de 2013 se abri una discusin a partir del artculo Nro. 218 de la Rendicin de Cuentas, que buscaba extender el plazo para que una obra pase a dominio pblico de 50 a 70 aos despus de la muerte del autor, artculo que finalmente fue retirado. En este contexto, el Ministro de Educacin y Cultura Ricardo Ehrlich expres:

    Lo que hemos sealado pblicamente y a los distintos colectivos con los que hemos podido trabajar es la apertura de un espacio de consulta, de debate, que seguramente marque grandes espacios de disenso en los cuales tenemos que lograr un camino como pas.Para terminar con este punto, quiero recordar que esto no refiere solo a nuestro pas, sino que estamos en un mundo convulsionado por este tema, donde adems la balanza de intercambios nos es fuertemente desfavorable y debemos estar sujetos a las normas de otros pases y regiones. Es un tema extremadamente complejo. La voluntad que tenamos era de dar un paso muy pequeito circunscripto a un pequeo mbito, pero se nos abri el tema de tal manera que me parece que hay dejarlo fuera de la discusin de una Rendicin de Cuentas.Por todo esto -reitero- lo retiramos.

    Por qu se debati sobre Derechos de Autor y Acceso a la Cultura?

    Ricardo EhrlichMinistro de Educacin y Cultura

    Comisin de Presupuestos integrada con la de Hacienda. Sesin del da 17 de julio de 2013.

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    nos referimos a Derecho de au-tor, al conjunto de facultades del que goza un autor en relacin con la obra que crea, esta obra a los efectos de proteccin debe tener las caractersticas de originalidad o individualidad. Cuan-do una persona crea una obra literaria, musical, cientfica o artstica, pasa a ser titular de esa obra y es libre de decidir acerca de su uso. Incumbe, pues, a dicha persona (el creador, o el autor o el titular del derecho) lo que desea hacer con su obra.

    El derecho de autor, protege la expresin de las ideas y no las ideas, slo es posible proteger la creatividad en los marcos del Derecho de autor cuando esta adquiere una expresin formal, sin que sea aplica-ble a las ideas, principios, mtodos, pro-cedimientos, clculos matemticos, etc. No se exige el cumplimiento de una for-malidad para reconocerlo, pues una vez llevada la idea a una obra automtica-mente la misma es protegida por la nor-mas de derecho de autor, sin necesidad de realizar ninguna gestin, solamente plasmar en la obra su autora, es decir el nombre del autor. Sin perjuicio de ello se puede registrar la obra en el registro de derechos de autor, pero este derecho no es constitutivo de derechos es sim-

    plemente una presuncin a favor de au-tora. Ante cualquier eventualidad de pla-gio de la obra se deber probar con los medios de prueba pertinentes que se es el autor original de la obra, aun habiendo registrado la misma.

    Titularidad: se protege como autores a las personas fsicas, pues plantea que la actividad creativa solo puede ser realiza-da por estas, salvo algunas excepciones que se reconocen como obras colecti-vas. Ninguna persona jurdica puede ser titular de los derechos sobre una obra si no es por un supuesto de cesin de su autor o autores originarios.

    El contenido de los derechos de autor abarca los llamados derechos morales y los patrimoniales y ambos son ejercidos sobre la obra como objeto de proteccin. Por derechos patrimoniales, son los de derecho de remuneracin econmica y esto pude tener origen en virtud de los derechos de reproduccin, radiodifusin, interpretacin y ejecucin pblica, adap-tacin, traduccin, recitacin pblica, exposicin pblica, distribucin, etc. Por derechos morales se entiende el derecho del autor a oponerse a cualquier defor-macin, mutilacin o modificacin de su obra que pueda ir en detrimento de su

    Introduccin a la temtica

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    Dra. Silvia PrezMinisterio de Educacin y Cultura

    honor o reputacin. Por ejercicio de los derechos se entiende que el creador tie-ne derecho a utilizar la obra, o autorizar a terceros el uso de la misma, o a prohibir su uso. Por principio general, las obras protegidas por derecho de autor no pue-den utilizarse sin previa autorizacin del titular del derecho. No obstante, existen las llamadas limitaciones y excepciones al derecho de autor. Las limitaciones y excepciones al derecho de autor son ba-rreras legales que se imponen al derecho exclusivo del autor sobre su obra y tienen como fundamento el necesario equilibrio entre los intereses del autor que crea las obras y el de la sociedad que desea y necesita el disfrute de las mismas con el mnimo de restricciones. Las limitacio-nes al derecho de autor bsicamente son

    en funcin de fines educativos, cultura-les e informativos: se limita el derecho exclusivo del titular sobre la explotacinpatrimonial de la obra, funcin funda-mental entre otras garantizar el acceso a las obras para satisfacer el inters de la sociedad. No afectan el derecho moral del autor, en consecuencia las excepcio-nes son aplicables una vez que el autor ha ejercido el derecho de divulgacin, se debe mencionar el nombre del autor y la fuente, no se puede modificar la obra.

    Tambin las legislaciones prevn licencias no voluntarias que implican la utilizacin sin autorizacin pero con remuneracin.

    Por otra parte se encuentra el (que no es excepcin al derecho patrimonial), do-

    El derecho de autor, protege la expresin de las ideas y no las ideas, slo es posible proteger la creatividad en los marcos del Derecho de autor cuando esta adquiere una expresin formal...

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    una serie de convenios internacionales en los que son parte hoy la mayora de los pases. Tras adherirse a esos trata-dos, incumbe a los Estados miembros velar por que sus respectivas legislacio-nes nacionales estn en armona con las normas internacionales en este mbito.

    El Convenio de Berna para la Proteccin de las Obras Literarias y Artsticas, es el ms antiguo e importante tratado internacio-nal en materia de derecho de autor, en-marca este mbito de proteccin cuando considera como obras protegidas.

    Relacionado con los derechos de autor se encuentra la proteccin de los llama-dos derechos conexos. Su proteccin es incluida por primera vez en un tratado internacional en la Convencin de Roma de 1961 y su objetivo es proteger la acti-vidad de otras personas o entidades que participan en la puesta a disposicin del pblico de las obras y cuya participacin no era protegida por el Derecho de au-tor. Agrupados bajo la denominacin

    minio pblico es la situacin jurdica en la que quedan las obras que no estn sujetas a derechos exclusivos de autor. Implica que el transcurso del plazo le-gal de los derechos de explotacin de-termina que una obra ya no pueda estar sujeta de la voluntad del autor en rela-cin con los actos que implican dominio desde la perspectiva patrimonial. No se requiere autorizacin para usar la obra, como tampoco los sucesores del autor pueden reclamar dinero en concepto de explotacin de la misma. Esto puede darse por varias razones contempladas en la Ley, la principal que ha expirado el plazo de proteccin que la Ley concede a los autores. En nuestro derecho esto sucede al trmino de 50 aos a partir del deceso del autor (se contemplan otros plazos para los derechos conexos). En nuestro derecho, sin perjuicio de que el uso es libre y no se debe solicitar auto-rizacin se paga un precio por su uso, pero ya no en concepto de derechos ex-plotacin sino de dominio pblico pago.Esos aspectos jurdicos se estipulan en

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    Se pagan enormes sumas como retribucin por conceptos de derechos de autor a una minora que ha creado obras de aceptacin comercial; sin embargo, no se ofrecen a las mayoras las condiciones mnimas para que desarrollen sus potencialidades creativas.

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    Panel Ciudadano durante una de las jornadas de trabajo previas a las conferencias ciudadanas octubre 2013

    de derechos conexos, la Convencin de Roma benefici a los artistas, intrpre-tes o ejecutantes, productores de fono-gramas y organismos de radiodifusin.

    Los derechos conexos o derechos afi-nes no protegen obras propiamente di-chas, sino determinadas prestaciones de muy diverso contenido, tales como la in-terpretacin o ejecucin que permite que una obra musical sea conocida; la inver-sin y otras acciones tcnicas, artsticas, comerciales y organizativas que realiza

    un productor de fonograma a fin de con-formar un disco que permita su difusin y circulacin en el mercado; y la del or-ganismo de radiodifusin que emite una seal, con programas y obras para su dis-frute ms all de cualquier distancia.

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    La historia de los derechos de autorPor Alejandro Rodrguez Juele (panel ciudadano)

    Un intento de explicar cmo llegamos al estado actual de los derechos de autor.

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    En textos normativos y tratados inter-nacionales se reconocen, en el conteni-do del Derecho de autor dos cualidades u objetivos:

    (a) la proteccin del autor como crea-dor de una obra intelectual concreta;

    (b) la proteccin a todos los seres hu-manos como consumidores a los que se le debe garantizar el acceso a los re-sultados creativos.

    Acceso a la Cultura: el acceso a la cul-tura va de la mano del Derecho de la cultura como especialidad que enfoca el hecho cultural desde una perspecti-va integral y tiene como misin hacer valer, a travs de reglas, principios y valores jurdicos, las aspiraciones de la sociedad en relacin con la cultura, articulando el reconocimiento y la pro-teccin, entre otros, de tres asuntos sumamente importantes: la identidad cultural, el derecho a la diversidad y el del acceso de todos a la cultura.

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    Panel Ciudadano durante una de las jornadas de trabajo previas a las conferencias ciudadanas octubre 2013

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    Este doble contenido est definido en la Declaracin Universal de Derechos Humanos cuando, en su Artculo 27 es-tablece, en primer lugar, que:

    1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso cientfico y en los beneficios que de l resulten.

    Y en segundo:2. Toda persona tiene derecho a la pro-teccin de los intereses morales y ma-teriales que le correspondan por razn de las producciones cientficas, litera-rias o artsticas de que sea autora.

    Entonces interpretamos que al ejercicio de los derechos de autor hay un limi-te al derecho que tienen los autores y es el derecho que tienen los terce-ros sobre su obra. Implica que toda la sociedad acceda a los resultados de la creacin de la obras, en el entendido (y aqu viene que actualmente se cuestio-na el concepto de originalidad en el en-tendido de que todas las obras tomas de creaciones anteriores).

    El Estado debe asumir que la sociedad pueda acceder a las creaciones, para ello debe brindar la posibilidad de ac-ceder al conocimiento e interactuar con las obras en un sentido amplio de la palabra, pues garantizando el acceder al conocimiento a la cultura se garan-tiza la posibilidad de ms creacin. Garantizar la creacin lleva implcito garantizar el derecho de acceder a la enseanza y otras opciones culturales que el permitan desarrollar el talento. Estos derechos constituyen realmente la base del fomento de la proteccin a la creacin y a los autores.

    Se pagan enormes sumas como re-tribucin por conceptos de derechos de autor a una minora que ha creado obras de aceptacin comercial; sin em-bargo, no se ofrecen a las mayoras las condiciones mnimas para que desarro-llen sus potencialidades creativas.

    ...los intereses empresariales promueven la implementacin de medidas de todo tipo que dificultan el acceso a los conocimientos y a la cultura...

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    1. lvarez Navarrete, Lilin. (2006). Derecho de autor? El debate de hoy. La Habana, Cuba: Editorial de las Ciencias Sociales

    El derecho de autor implica el equilibrio entre el derecho patrimonial de los auto-res con respecto a sus obras y el derecho de la sociedad de tener derecho a ellas.

    El planteo es si el derecho de autor pre-tende proteger a la creacin en senti-do amplio, es decir no solo la creacin concreta del autor de la obra, sino ga-rantizar la creacin en si misma, debe flexibilizar sus preceptos y armonizarse con otros derechos como el derecho de acceso a la cultura, al conocimiento, a la educacin y a la educacin especia-lizada; estos derechos tambin deben ser garantizados. Por otra parte si pre-tende que el derecho de autor solo de proteccin de los autores lleva indefec-tiblemente al pago de del derecho de autor permitiendo el acceso solo al que puede pagar, la nica forma de mitigar es con las limitaciones y excepciones al derecho patrimonial de autor.

    Tras una aparente defensa de los dere-chos de los autores, y an invocando su reconocimiento como derecho humano, los intereses empresariales promueven la implementacin de medidas de todo tipo que dif icultan el acceso a los conocimien-tos y a la cultura, a la vez que anula la posibilidad de difusin de obras y gneros de baja aceptacin comercial o que que-dan fuera del mercado. Estos empresarios son los titulares de los derechos de autor; los obtuvieron pagando sumas ridculas y sometiendo a los autnticos creadores a contratos injustos en los que el mercado tiene siempre la ltima palabra.

    Se trata de proteger realmente al autor y a la sociedad frente a intereses mercantiles que mutilan a la cultura y al propio dere-cho de autor, alejndolo cada vez ms de la posible, necesaria y efectiva proteccin. El acceso a las obras no puede depender nicamente de la capacidad de pago, ni la proteccin puede basarse nicamente en la capacidad y posibilidad de generar ingre-sos. Se trata del equilibrio, y la obligacin de garantizarlo es responsabilidad pblica.1

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    El derecho de autor implica el equilibrio entre el derecho patrimonial de los autores con respecto a sus obras y el derecho de la sociedad de tener derecho a ellas

    Panel Ciudadano durante una de las jornadas de trabajo previas a las conferencias ciudadanas octubre 2013

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    Fernando Alonso, facilitador de Sumar en derecho de autor y acceso a la cultura durante la ltima instancia de trabajo con el Panel Ciudadano previa a las conferen-cias ciudadanas.noviembre 2013

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    Miembro del equipo organizador discute con Luis

    Alonzo (Panel de Referentes).

  • 29

    Roles*

    Equipo organizador Panel de Referentes Grupo que lleva adelante los aspectos organizativos y de coordinacin en to-das las etapas de la conferencia de con-senso, desde su preparacin hasta la difusin de sus resultados. No se trata necesariamente de personas vinculadas con la temtica en cuestin, hecho que puede ser incluso ventajoso de por s. Son los nicos que tendrn contacto di-recto con el panel ciudadano durante las reuniones de trabajo.

    Grupo de entre 10 y 15 ciudadanos no implicados en la temtica a tratar: ni especialistas, ni afectados, ni parti-cipantes de grupos con voz propia so-bre el tema, que son seleccionados del total de interesados en participar. Ellos atravesaron el proceso de informacin, aprendizaje, deliberacin y toma de con-tacto con voces de expertos e implica-dos que darn argumentos y razones sobre el tema. Luego de finalizado el proceso, y terminada la fase pblica de la conferencia de consenso, elaboraron un informe con sus conclusiones.

    Panel Ciudadano

    Facilitador del proceso

    Grupo de especialistas e implicados en el tema en cuestin que aceptaron partici-par del proceso, respondiendo las pregun-tas que hicieron los integrantes del panel ciudadano. Fueron seleccionados y con-vocados por la organizacin, y debieron preparar un informe y una exposicin p-blica. A partir de la lista de personas que aceptaron participar, los integrantes del panel ciudadano seleccionaron, con ayuda de los facilitadores, a aquellos a quienes se dirigieron sus preguntas, respondidas en la instancia final abierta al pblico.

    Persona especialista o con experiencia en facilitacin de procesos de participa-cin, deliberacin y consenso. Los facili-tadores participaron de las reuniones de trabajo con el panel ciudadano, cuidando y estableciendo normas para el dilogo y el respeto mutuo, y balancearon la parti-cipacin de cada uno de los integrantes del grupo. El facilitador del proceso pue-de ser la misma persona que modere la instancia final o fase pblica de la confe-rencia de consenso.

    *. Definiciones tomadas del libro Juicios Ciudadanos en Uruguay: Dos experiencias de participacin pblica deliberativa en ciencia y tecnologa. Marila Lzaro, Micaela Trimble, Alejandra Umpirrez, Ana Vasquez y Gusta-vo Pereira (2013) ro

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    Se realiz un relevamiento de la informacin disponible sobre la te-mtica a nivel local e internacional, incluyendo leyes uruguayas y tratados internacionales, publicaciones sobre el tema, etc.

    Se mapearon las comisiones guber-namentales que trabajan en este tema, indentificando al Consejo de Derecho de Autor como nico referente pblico especfico. Tambin se tomaron como involucrados a todos los sectores del Departamento de Industrias Creativas de la Direccin Nacional de Cultura y a la Universidad de la Repblica.

    En el mbito privado se relevaron or-ganizaciones de distinto tipo, asociacio-nes, sociedades de gestin, grupos de inters, representantes uruguayos de or-ganizaciones internacionales, cmaras comerciales, sindicatos, profesionales independientes especializados, etc.

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    Panel de Referentes

    En forma paralela, se integr un Panel de Referentes (pr) con profesio-nales y representantes de instituciones directamente vinculados a la proble-mtica de los Derechos de Autor. Fi-nalmente, el panel qued integrado por once referentes: Jos A. Villamil, Luis Alonzo, Alicia Guglielmo, Mariana Fos-satti, Beatriz Busaniche, Daniel Drexler, Fernando Yaez, Pepi Gonalvez, Mara Balsa, Patricia Daz y Mauricio Ubal.

    Para la conformacin final del pr se busc lograr un equilibrio entre las po-siciones ms proteccionistas y las que plantean la necesidad de ms excepcio-nes al modelo actual de derechos de autor.

    Al convocarlos, se le plante a cada re-ferente una serie de condiciones nece-sarias para su participacin en Sumar, como la elaboracin de un informe que d cuenta de la posicin y recomenda-

    ciones de la Institucin representada o de la persona como experta; la pre-paracin de una exposicin con apoyo audiovisual y su presentacin en vivo el 7 de noviembre en la Sala Hugo Bal-zo, aclarando que la presentacin sera una versin en vivo del Informe y que sera preparada junto al equipo de ges-tin; la disposicin a atender consultas del panel ciudadano durante su proceso de trabajo previo a la conferencia; la respuesta en vivo a las preguntas del panel ciudadano y del pblica durante la conferencia y la participacin activa en el debate.

    El pr se reuni por primera vez el 14 de octubre, fecha en que adems cada inte-grante deba presentar su informe pre-vio. Luego, entre el 15 de octubre y el 1 de noviembre, se abri un espacio en el que el Panel Ciudadano pudo realizar consultas y solicitar ms informacin a los Referentes sobre el tema.

    Se busc lograr un equilibrio entre las posiciones ms proteccionistas y las que plantean la necesidad de ms excepciones al modelo actual de derechos de autor.

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    Hasta diez das antes del primer da de conferencia, los referentes debieron enviar al equipo de gestin las diaposi-tivas y videos que utilizaran para sus presentaciones para que el diseador de Sumar les diera una unidad estti-ca para su exhibicin en la conferencia ciudadana. El diseo final de cada po-nencia fue presentado a los referentes en una reunin final, en la que cada uno adelant su exposicin al equipo de gestin.

    Previo al ensayo general de las confe-rencias, todos los referentes debieron firmar una autorizacin expresa de uso de imagen en la que autorizaban a la Direccin General del Ministerio de Educacin y Cultura y a Bicentena-rio Uruguay a la difusin de su imagen filmada a travs de todos los medios por los cuales el Audiovisual ser di-fundido a ttulo enunciativo: Televisin, Internet, Eventos, etc, sin recibir nin-gn tipo de contraprestacin y siem-pre en el marco de Sumar Conferen-cias Ciudadanas.

    El 6 de noviembre se realiz el ensa-yo general de la conferencia en la sala Hugo Balzo. All los tcnicos, en coordi-nacin con cada referente, probaron las

    pantallas, audio, luces y movimientos escnicos. La presencia en los ensayos fue obligatoria para todos los referentes.

    La planificacin del trabajo del pr se vio dificultada por los cambios en los plazos. En efecto, las fechas de entre-ga de los materiales solicitados fueron modificadas a pedido de los participan-tes, posponindolas dentro de lo posi-ble, tras considerar que el tiempo total de organizacin de las conferencias fue escaso.

    Tambin fue complejo el seguimiento del trabajo de cada referente, en forma personalizada a travs de correo elec-trnico y telfono. El trabajo fue arduo debido a la disponibilidad de las agen-das de los referentes y la falta de com-prensin de los objetivos de cada etapa o de cada material a entregar. En ese proceso, uno de los referentes debi ser dado de baja al no presentar su in-forme dentro del plazo acordado.

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    Abogado por la Universidad de la Rep-blica. Ingres a la Direccin Nacional de la Propiedad Industrial del Ministerio de Industria, Energa y Minera en abril de 1993. Examinador de marcas y signos dis-tintivos, asesor en la Asesora Jurdica, y a partir de noviembre de 1996 Coordinador de dicho organismo y luego Encargado de la Divisin Patentes.

    Ha participado en mltiples cursos de for-

    macin organizados por la OMPI (Orga-nizacin Mundial de la Propiedad Intelec-tual), la EPO (Oficina Europea de Patentes), la OEPM (Oficina Espaola de Patentes y Marcas), la USPTO (United States Patent and Trademark Office), entre otros.Desde Julio de 2005 es miembro del Con-sejo de Derechos de Autor, actualmente ocupando el cargo de Prosecretario. En esa calidad ha participado en diversos cursos de formacin y eventos especializados.

    Socilogo por la Universidad de la Re-pblica e informtico.

    Trabaja en el rea de las Tecnologas de la Informacin y Comunicacin hace ms de diez aos, con un fuerte nfasis en las alternativas al modelo empresarial-capi-talista de la incorporacin de la tecno-

    loga. Integrante del proyecto Software Libre en la Universidad. Encargado de in-vestigacin y expansin de los servicios informticos del Departamento de Apo-yo Tcnico Acadmico (DATA), Comisin Sectorial de Enseanza y administrador de los sistemas de Entorno Virtual de Aprendizaje (EVA) de la Universidad.

    Integrantes delPanel de Referentes

    Jos Antonio VillamilAbogado con larga experiencia en Propiedad Intelectual

    Luis Alonzo FulchiLicenciado en Sociologa

    Asesor Informtico del ProEVA UdelaR

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    Alicia GuglielmoCmara Uruguaya del Libro

    Economista, egresada de la Universi-dad de la Repblica Docente universita-ria desde agosto de 1989, actualmente Profesora Adjunta, Grado 3, Efectiva, en Facultad de Ciencias Econmicas y Ad-ministracin, participando en cursos de grado y posgrado.

    Integrante de Claustro de la Escuela de Administracin por el orden docente.Ha desempeado tareas de investiga-cin en el Instituto de Estadstica de la Facultad de Ciencias Econmicas. Con-tratada por concurso por el PNUD para realizar trabajos en la Direccin Gene-ral de Estadstica y Censos. Ingreso por concurso abierto de oposicin y mritos

    a la Direccin General de Estadsticas y Censos.

    Trabaja en estudio contable en asesora-miento a empresas pequeas y medianas de plaza. Integrante del equipo respon-sable de pginas de economa de Sema-nario 20/21 Informacin entre dos siglos. Desde su creacin en 1991, Administra-dora General de Editorial Fin de Siglo.

    Desde 2005 a la fecha miembro titular del Directorio de la Cmara Uruguaya del Libro por el Sector Editores, cargo honorario. Desde 2011 Presidente de la Cmara Uruguaya del Libro, reelecta en agosto de 2013.

    Directora y docente de rtica Centro Cultural 2.0.

    Sociloga egresada de la Universidad de la Repblica con una maestra en Socie-dad y Desarrollo. Experta en la aplica-cin de las TIC y el e-learning en la cul-tura, la educacin y las organizaciones

    sociales. Co-autora de los libros Arte joven y cultura digital y Arte y cultura en circulacin: Introduccin al derecho de autor y las licencias libres. Parale-lamente, investiga en artes visuales y desarrolla su propia obra, volcndose especialmente a las tcnicas de collage y remix audiovisual.

    Mariana FossattiSociloga y artista visualDirectora de rtica Centro Cultural 2.0

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    Licenciada en Comunicacin Social por la Universidad Nacional de Rosario. Actual-mente reside en Buenos Aires.

    Trabaja para la Fundacin Va Libre, es Public Leader de Creative Commons en Argentina e integrante y fundadora de Wi-kimedia Argentina.

    Es docente de la Universidad de Buenos Ai-res, en las carrera de Ciencias de la Comu-

    nicacin, Ciencias Sociales, Taller de Datos, Ctedra Becerra y Titular de Ctedra del Seminario Copyright / Copyleft. Prepara su tesis de maestra en Propiedad Intelectual en la FLACSO Argentina (Tesis: Propiedad Intelectual y Derechos Humanos. Tensiones existentes entre la ley 11.723 y el marco cons-titucional de los Derechos Culturales en Ar-gentina. Director: Dr. Jos Miguel Onain-dia) y actualmente cursa el Doctorado en Ciencias Sociales en FLACSO.

    Como msico se enmarca en la cancin pop electroacstica con una marcada influencia de gneros folclricos de la cuenca del Ro de la Plata, como la milon-ga pampeana, el candombe, la chamarri-ta y la murga montevideana.

    Tiene editados cinco trabajos discogrfi-cos: La Llave en la Puerta (1998), Fu-llTime (2001), Vaco (2006), Micro-mundo (2009) y Mar Abierto (2012).

    En los ltimos 10 aos ha realizado ms de 500 conciertos en Argentina, Espaa,

    Suiza, Chile, Brasil, Suecia, Blgica, Uru-guay, Cuba, Colombia y Suiza.Su disco Vaco fue nominado a los pre-mios Gardel de la Msica Argentina 2007 en la categora mejor artista pop. En los ltimos aos ha incursionado en la com-posicin de msica para pelculas.

    Drexler es tambin mdico y magister en ciencias mdicas, habindose dedicado a la investigacin en reas relacionadas con la fisiologa auditiva, en particular los zumbidos de odo (tinnitus) y disertado en diversos congresos internacionales.

    Daniel DrexlerAutor, Msico, Mdico, Magster en Ciencias Mdicas

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    Beatriz BusanicheFundacin Va Libre (Argentina)

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    Fernando YezSociedad Uruguaya de Artistas Intrpretes (SUDEI)

    Ex integrante del Consejo Directivo de SUDEI (Sociedad Uruguaya de Artistas Intrpretes), de la cual ha sido Secretario General y Vicepresidente en anteriores perodos. Secretario General del FONAM (Fondo Nacional de Msica) de 1999 a 2003 y de otros organismos vinculados al arte y la msica. Realiza cursos sobre Derechos de Propiedad Intelectual y ad-ministracin en Buenos Aires, Madrid, Barcelona, Lima, Santiago de Chile, M-xico y Montevideo.

    Participa como panelista en el Foro M-sica Popular y Educacin organizado por la Escuela Universitaria de Msica, en la Facultad de Derecho; en el Semi-nario sobre los desafos de la gestin colectiva de los Derechos de Propiedad Intelectual de los Artistas Intrpretes y Ejecutantes organizado por la OMPI, UDELAR, SUDEI y FILAIE. Integra la Co-misin Asesora del Clster de Msica para la edicin del Catlogo y Portal de la Msica Uruguaya.

    Productora, docente, gestora cultural y consultora. Ha producido y coprodu-cido diversos largometrajes de ficcin y documentales. Ha impartido clases en universidades de Uruguay, Ecuador, Repblica Dominicana y Cuba.

    Es Gestora y General Manager de Proanima Uruguay, concurso de ani-macin; ha participado como gestora en proyectos variados como la remo-delacin de la Sala Audiovisual de la Casa de la Cultura de Maldonado; el

    CONTA (Concurso Nacional de Ta-lento de Televisin); el Seminario La creacin y los derechos de la Escue-la Internacional de Cine y TV, Unin de Escritores y Artistas de Cuba y la FNLC, entre otros.

    Actualmente es Coordinadora Acad-mica del Int. Lugar de Cinema, Belo Horizonte, Brasil; docente en la Licen-ciatura en Ciencias de la Comunica-cin y la Licenciatura en Audiovisual de la UdelaR.

    Pepi Gonalves MautoneProductora audiovisual, docente y artista plstica.

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    Abogada, Consultora en Propiedad Inte-lectual (PI) para la unesco, unicef y la incubadora ingenio del latu.

    ceo en creanexus, plataforma para pro-teger ideas y creaciones desde el inicio del proceso creativo.

    Es profesora y representante de la Univer-sidad Catlica en la Red Latinoamericana de Propiedad Intelectual y Profesora en el

    claeh (Centro Latinoamericano de Econo-ma Humana).

    Ha publicado libros y e informes en el tema Derechos de Propiedad Intelectual y teleco-municaciones, entre los que se encuentra el libro Industrias Creativas y Propiedad Intelectual, coescrito con Beatriz Bugallo y publicado por la dicrea (Direccin de In-dustrias Creativas) de la Direccin de Cul-tura del Ministerio de Educacin y Cultura.

    Mara BalsaAbogada

    CEO en Creanexus

    Patricia DazAbogada

    Creative Commons Uruguay

    Doctora en Derecho y Ciencias Sociales. Maestranda en Relaciones Internacio-nales, Orientacin Economa, Poltica e Integracin Regional (en etapa de elabo-racin de Tesis) Docente Ayudante de la Unidad de Capacitacin, PRO Rectorado de Gestin Administrativa, UdelaR.

    Ex Coordinadora de Posgrados y Educa-cin Permanente, Escuela de Posgrados, Facultad de Derecho, UdelaR. Aspirante

    a Profesor Adscripto de Economa I y II, Licenciatura en Relaciones Internaciona-les, UdelaR.Ex Formadora de Educacin Media del Plan Ceibal. Participa en los siguientes Proyectos y Grupos de la UdelaR: Grupo Software Libre, Proyecto Creative Com-mons Uruguay CSE, Proyecto LATIN Textos Abiertos CSE, Grupo de Trabajo para la implementacin del Repositorio Abierto de la UdelaR.

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    Cuenta con una amplia trayectoria arts-tica de 30 aos, en la que se destaca la fundacin del grupo Rumbo. Mauricio Ubal es un importante exponente de la cancin urbana montevideana, en la cual fusiona ritmos autctonos de Uruguay

    como milonga, murga y candombe.Ocupa el cargo de Coordinador Gene-ral del sello discogrfico uruguayo Ayu / Tacuab desde el ao 1983, y es el Presidente en la Cmara Uruguaya del Disco desde el ao 2004.

    Mauricio UbalMsico, autor, productor fonogrfico.Cmara Uruguaya del Disco.

    Panel de ReferentesPatricia Daz (arr.izq.), Mariana Fossatti, Mauricio Ubal,Luis Iglesias, Fernando Yez, Alicia Guglielmo, Daniel Drexler, Pepi Gonalves, Jos Antonio Villamil, Luis Alonzo,Beatriz Busaniche, Mara Balsa y Eduardo Freitassumar en derecho de autor y acceso a la culturaSala Hugo Balzo, Auditorio sodre8 nov 2013

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    La convocatoria pblica para inte-grar el Panel Ciudadano se difundi a travs de redes sociales, un aviso en la revista El Boulevard y mediante una ga-cetilla enviada por correo electrnico a una base de datos. Para inscribirse, los interesados deban completar un formu-lario elaborado en base a Google Drive, que organiza todas las respuestas direc-tamente en una hoja de clculo.

    Al 1 de octubre, cuando finaliz el pla-zo para inscribirse y en un perodo de 18 das se recibieron 71 inscripciones. De acuerdo a los datos estadsticos surgidos de los propios formularios, 39 de los inscriptos (55%) fueron hombres y 32 (45%) mujeres.

    48 de los inscriptos (67%) provenan de Montevideo, mientras 23 (33%) lo hacan del Interior. En efecto, se reci-bieron inscripciones de los departa-mentos de Montevideo, Maldonado, Canelones, Rivera, Salto, Colonia, Flo-rida y Soriano.

    De los interesados, 69 (97%) vivan en localidades urbanas, mientras que 2 (3%) residan en pueblos. No hubo nin-gn inscripto de zonas rurales.

    Si se clasifica a los inscriptos segn su mximo nivel educativo alcanzado, se obtiene que la mayora de ellos haba al-canzado estudios terciarios. En efecto, 47 inscriptos (66%) tenan ese nivel edu-cativo, 10 (14%) alcanzaron educacin Secundaria, 7 (10%) educacin Tcnica,

    Los integrantes del panel ciudadano fueron elegidos priorizando la

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    7 (10%) Posgrado) y no hubo postulan-tes cuyo mximo nivel fuera Primaria.

    Los integrantes del panel ciudadano fueron elegidos priorizando la repre-sentatividad territorial. Para la eleccin, se consider ms importante el inters de los postulantes en el formato que en la temtica en s misma.

    El 5 de octubre, el Panel Ciudada-no qued conformado con once in-tegrantes: Alejandro Rodrguez Juele, Alexandra Moar, Bianca Vienni, Dan Raij, Fabiana Guadalupe, Ignacio Mar-tnez, Katherine Perdomo, Mariana dos Santos Velzquez, Mariana Gimnez de Mello, Nancy Cano y Heidy Gonzlez Braga.

    La primera reunin del panel se reali-z el 15 de octubre en el Ministerio de Educacin y Cultura y la segunda el 1 de noviembre en la misma sede. Entre el 16 y 30 de octubre, se dieron varias instancias virtuales de trabajo del panel.

    Posteriormente se llevaron a cabo dos reuniones ms, una de ellas no progra-mada inicialmente pero solicitada por el propio panel.

    Para la eleccin, se consider ms importante el inters de los postulantes en el formato que en la temtica en s misma.

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    Es arquitecto, pero desde hace casi ven-te aos trabaja como diseador grfico, al comienzo en agencias de publicidad y desde 2008 de forma independiente. Des-de muy chico se dedica a escribir y dibujar historietas, pero recin en 2011 comen-z a publicarlas. Es presidente de AUCH (Asociacin uruguaya de Creadores de Historietas) e integra una ONG dedicada

    al desarrollo de software libre educativo para el Plan Ceibal.

    Le interes participar porque tanto como creador como en su actividad gremial, uno de los problemas que enfrenta da a da es cmo alcanzar una retribucin jus-ta de la tarea creativa sin ir en contra de la difusin de las creaciones.

    Integrantes delPanel Ciudadano

    Alejandro Rodrguez Juele48 aos, Montevideo

    Diseador grfico, guionista y dibujante de historietas

    Le interesan los temas sociales y polti-cos, especialmente discutirlos desde la ciudadana. Le preocupa el acceso a la cultura, observa que se entiende como

    algo de lite y centralizado en la capital. Resalta la importancia de estar infor-mada y tener herramientas para opinar y debatir desde su rol docente.

    Nancy Cano55 aos, Salto

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    Alexandra Moar25 aos, MontevideoEstudiante

    Le gusta leer, mirar pelculas y escuchar msica. Estudia la Tecnicatura en Co-rreccin de Estilo en la Facultad de Hu-manidades y hace un curso de Desarro-llo Web a travs de Projoven de INEFOP.

    Ya que actualmente no trabaja, aprovecha para participar de este tipo actividades que le atraen tanto en s mismas como por su temtica, que tiene ciertos puntos de contacto con sus reas de estudio.

    Mariana Gimnez De Mello26 aos, MontevideoEstudiante

    Estudiante de la Tecnicatura en Ges-tin Cultural, anteriormente curs tres aos de Antropologa en la Facultad de Humanidades, y da clases particulares de Ingls.

    Le intriga el vnculo entre la poblacin y la cultura, la cultura es un derecho

    de todos pero existen los medios de prensa para que cada persona acceda a ella?. Particip porque su formacin est estrechamente vinculada al tema, tiene voluntad de generar un cambio en cmo vivimos y entendemos nues-tra cultura y le entusiasm ser parte de un Panel Ciudadano.

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    Trabaja en dos escuelas pblicas de prctica y tiene una escuela de arte en su casa, donde ensea dibujo y pintura a nios pequeos, actividad que disfruta muchsimo.

    Desde hace varios aos trabaja con ni-os de sexto ao y observa que la brecha entre ellos y la informacin significativa

    es cada vez mayor, ya que a pesar de te-ner las herramientas y la tecnologa ne-cesarias para el acceso, falta el inters.

    Desde su rol intenta incentivar al uso responsable de los recursos, y es por esto que le interes analizar y discutir en profundidad sobre derechos de autor y acceso a la cultura.

    Heidy Gonzlez Braga36 aos, Soriano

    Maestra

    Con formacin en informtica, actual-mente se encuentra desarrollando un emprendimiento relacionado a la edu-cacin a distancia. Se mantiene al tanto sobre las nuevas tecnologas y le interesa analizar sus impactos a nivel social. Se interesa por las normativas de derecho de autor, y cree que algunas normas es-

    tn desfasadas respecto a los cambios tecnolgicos de las ltimas dos dcadas. Consider que Sumar poda generar cambios que beneficien tanto a creado-res de contenidos como a toda la pobla-cin y que el evento sera un buen punto de partida para que Uruguay se convierta en un pas pionero en estos temas.

    Dan Raij28 aos, Montevideo

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    Ignacio Martnez58 aos, MontevideoEscritor

    Es autor de libros para nios, jvenes y adultos, obras de teatro, radiotea-tros, poemas y canciones. Es presi-dente del departamento de Cultura del PIT-CNT.

    Le interesa aprender y as poder aportar en mbitos donde ejerce, al tiempo de contribuir al panel ciudadano desde su experiencia como escritor, dramaturgo y activista social.

    Actualmente est terminando las carre-ras de Bellas Artes y Comunicacin. Sus intereses incluyen el arte, la filosofa y la comunicacin. Respecto a los derechos de autor, cree que su implicancia en la cultura, sobre todo en estos tiempos di-

    gitales, exige a los profesionales y a la ciudadana en general una rigurosa re-flexin. Y que esta oportunidad de pen-sar en conjunto con personas entendidas en el tema y de cambiar algo en nuestro pas fue extraordinaria.

    Katherine Perdomo26 aos, MaldonadoEstudiante

    Mariana Dos Santos Velzquez22 aos, MontevideoEstudiante

    Originaria de Rivera, se mud a Monte-video luego de terminar sus estudios se-cundarios, para estudiar Bellas Artes en

    la UdelaR. El hecho de ser del interior del pas, estudiante y curiosa, la motivaron a ser partcipe de mbitos como ste.

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    Blanca Vienni34 aos, MontevideoArqueloga

    Es docente asistente de la Unidad Acad-mica del Espacio Interdisciplinario de la Universidad de la Repblica y se encuen-tra desarrollando su tesis de Doctorado sobre la socializacin del conocimiento cientfico aplicado al patrimonio arqueo-lgico del Uruguay. Le interesa la inter-

    disciplinariedad como forma de ayudar a que el proceso de construccin y co-municacin del conocimiento cientfico sea ms plural. Se inscribi para el panel ciudadano porque le interesa contactar-se con otras opiniones y perspectivas en torno a la temtica de la UdelaR.

    Tiene la conviccin de que todos debe-mos estar informados sobre lo que su-cede y buscar herramientas para poder cambiar lo que no nos gusta y mejorar lo que est bien. Apuesta a lo colec-tivo y a exigir a los representantes lo que pensamos que es justo y necesa-

    rio para una sociedad mejor. Le moti-v la propuesta porque cree que desde su lugar puede contribuir a hacer ms comprensible el tema tratado, y por-que entiende que todos deben involu-crarse en los espacios de discusin de temas que nos competen.

    Fabiana Guadalupe47 aos, MaldonadoRecepcionista en un hostel, estudiante de la Lic. en Turismo, CURE, UdelaR

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    Panel CiudadanoHeidy Gonzlez Braga (arr.izq.), Ignacio Martnez, Mariana Gimnez, Katherine Perdomo, Alejandro Rodrguez Juele, Alexandra Moar, Nancy Cano, Dan Raij y Fabiana Guadalupesumar en derecho de autor y acceso a la culturaSala Hugo Balzo, Auditorio sodre8 nov 2013

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    La primera edicin de Sumar se rea-liz los das 7, 8 y 9 de noviembre de 2013, en la Sala Hugo Balzo del Audito-rio Nacional del Sodre. En los das pre-vios, el evento se haba promocionado a travs de un spot televisivo que in-vitaba a un ciclo de conferencias ciu-dadanas, una plataforma para debatir y participar sobre el pas que se viene.

    En el mismo aviso, se explicaba el formato con el que se desarrollara el evento: A partir de la seleccin de un tema de inters social, se convoca abiertamente a integrar un panel repre-sentativo de todo el pas. Este grupo de ciudadanos se informa, con la ayu-da de referentes, para luego realizar un intercambio de visiones, donde los referentes exponen y el panel ciudada-no y el pblico en general participan y preguntan.

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    As se genera una gran cantidad de materiales y aportes para enriquecer el debate y un informe final con todas las posturas y recomendaciones ciudada-nas para avanzar en la temtica. Por-que personas ms informadas son ciu-dadanos ms responsables, agregaba.

    Las conferencias ciudadanas comenza-ron el jueves 7 de noviembre, en la Sala Hugo Balzo del Auditorio del Sodre. El evento, que se inici sobre las 14 ho-ras, fue conducido por el comunicador Santiago Daz, quien explic al pblico la dinmica de Sumar y, durante todo el evento, se encarg de presentar a cada uno de los oradores.

    El director general de Secretara del Mi-nisterio de Educacin y Cultura, Pablo lvarez, tambin se dirigi a los pre-sentes para explicar la motivacin de la cartera al promover un evento como Sumar.

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    Videos de presentacin de integrantes del Panel Ciudadano.

    Alicia Guglielmo durante su exposicin.Pablo lvarez explicando la inciativa en

    la apertura del Da 1.Carlos Liscano en representacin del Consejo de Derecho de Autor estuvo

    presente en el inicio de las conferencias.

    +

    La primera jornada de Sumar estuvo dedicada a las exposiciones de todos los referentes. La jornada se dividi en tres partes, con intervalos de vein-te minutos entre ellas. En la primera parte, hicieron sus presentaciones los referentes Jos Antonio Villamil, Pepi Goncalvez y Luis Alonso; en la se-gunda lo hicieron Mara Balsa, Alicia Guglielmo, Mariana Fossatti y Daniel Drexler y en la tercera Mauricio Ubal, Patricia Daz, Fernando Yaez y Bea-triz Busaniche.

    El orden de las presentaciones apunt a mantener un equilibrio entre las dife-rentes posturas sobre la temtica.

    Previo a la conferencia, se grabaron diez videos de presentacin de los integrantes del Panel Ciudadano. Las piezas fueron presentadas por Daz al comienzo de cada bloque de la pri-mera jornada de Sumar.

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    Equipo organizador ultimando detalles para el inicio del da 2 de las conferencias ciudadanas.Ignacio Martnez, integrante del Panel Ciudadano, en la reunin previa al inicio de la conferencia.La apertura del Da 2 estuvo a cargo de Gabriel Kapln, Director de la Licenciatura en Comunicacin de la UdelaR

    +

    La segunda jornada se realiz el vier-nes 8 de noviembre y comenz con un resumen del primer da y el ingreso de ambos paneles. Tras un dilogo de Daz con el Panel de Ciudadanos, comenz el intercambio entre los Ciudadanos y los Referentes que se extendi duran-

    te toda la jornada, tambin dividido en tres bloques. Durante el primero, los Referentes respondieron las pregun-tas de los Ciudadanos. En el segundo, tambin se incluyeron preguntas del pblico y en el tercero particip tam-bin la Prensa presente en el evento.

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    Santiago Daz dando inicio al tercer da de las Conferencias

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    La tercera jornada estuvo dedicada a que el Panel Ciudadano expusiera sus primeras conclusiones y se diera paso al cierre de las Conferencias Ciudadanas.

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    El cierre de sumar en derecho de autor y acceso a la cultura estuvo a cargo de Pablo lvarez

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    Informes delPanel de Referentes

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    el Derecho de Autor (DA) relaciona a tres protagonistas principales. Primero se encuentran los autores originarios, los que crean, entre los que se pueden incluir tambin de alguna forma a los intrpretes y los actores, en cuanto son tambin creadores. En segundo trmino estn los llamados titulares de los derechos, en los hechos las editoriales y empresas de la msica y el cine. Grandes compaas internacionales con enorme poder

    econmico que dominan el mercado, en un fenmeno similar al que se da en el resto de la economa.

    Existe una gran brecha entre los prime-ros y los segundos en cuanto a podero econmico y capacidad de negociacin. Desigualdad entre las partes que justifica la adopcin de normas de proteccin, al-gunas de las cuales pueden tomar como modelo ciertas soluciones del Derecho del Trabajo aunque no se d la relacin

    Informe de Jos Antonio Villamil

    Jos Antonio VillamilAbogado con larga experiencia

    en Propiedad Intelectual

    1 Los Protagonistas del Derecho de Autor.

    Los derechos de autor ante los desafos de la revolucin digital, una mirada desde el sur.

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    de dependencia que lo define (salvo la creacin en relacin laboral). Entre las soluciones legislativas de carcter pro-tector se pueden encontrar clusulas mnimas en los contratos de edicin y produccin, estipulaciones prohibidas, lmites al licenciamiento, etc.

    Para comprender en forma adecuada la situacin del DA, se est obligado a estudiarlo desde la perspectiva de esa realidad marcada por el predomi-nio de grandes corporaciones interna-cionales, y actualmente por el conflic-to entre ellas. En especial los que se dan entre las que hasta ahora venan gobernando de hecho el sistema y las nuevas corporaciones que ejercen su podero sobre Internet y las telecomu-nicaciones.

    La realidad resulta entonces muy dife-rente al panorama que usualmente se nos presenta, en el que slo parece-ran existir los autores y pblico usua-rio de las obras; obviando que el papel crucial en el manejo del sistema est en lo fundamental en manos de esas corporaciones globales que dictan las reglas de juego que lo definen.

    Se trata de compaas que son ge-neralmente las poseedoras efectivas de los derechos sobre las creaciones de los autores e intrpretes; los que usualmente les ceden los derechos so-bre sus obras e interpretaciones, que luego ellas gestionan de acuerdo a sus objetivos y estrategias empresariales.

    El tercer actor son los usuarios, los ciu-

    dadanos, el pblico, los consumidores o como se los denomine de acuerdo a sus derechos e intereses. Para ellos es fundamental disponer de acceso a la informacin, a la educacin, a la cultu-ra, en definitiva al conocimiento.

    El acceso a las producciones intelectua-les constituye por otra parte un insumo fundamental para el sostn y crecimien-to del circuito creativo. Se crea a partir de lo ya hecho por otros, antes y pa-ralelamente. La restriccin del acceso supone una barrera para el desarrollo a la creatividad. Uno de los mayores est-mulos al impulso creador se encuentra en el contacto con las obras de otros, las que provocan nuevas ideas y alter-nativas. Ese crculo virtuoso debe ser continuamente alimentado, lo que hace necesario estar en contacto en forma rpida, fcil y total con el conocimiento que se va generando.

    El principal argumento utilizado cuan-do se defienden los derechos y prerro-gativas actuales del DA, o se reclama mayor proteccin, consiste en que esa es la forma de hacer posible y fomen-tar la creacin. Ya que si el autor no es remunerado por su trabajo creativo, y si el mismo no es respetado y usado de acuerdo al para el que fue concebi-do; no sera posible dedicarle al mis-mo el tiempo y el esfuerzo necesarios, ni tendra estmulos para hacerlo.

    Ese argumento sin dudas contiene una parte de verdad, pero tambin es cier-to que las barreras creadas para prote-ger esos derechos, no deberan poseer

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    una extensin y caractersticas tales que las transformen en los hechos en un impedimento en si mismas, para la circulacin del conocimiento que po-sibilita el desarrollo de la creatividad.

    El acceso y difusin del conocimiento requiere por ello de un mbito de li-bertad definido, claro y conocido. Los lmites de los derechos deben estar su-ficientemente delimitados, esos lmi-tes deben ser claros y el pblico debe encontrarse en condiciones de cono-cerlos fcilmente. Los lmites difusos, las reglas poco claras, constituyen un disuasivo a la creatividad. La duda lle-va a retraerse, a no arriesgar.

    Por otra parte debe existir una zona

    tambin claramente delimitada y con la amplitud suficiente, que haga po-sible el acceso y el uso libres de las obras protegidas con objetivos en las que se encuentran comprometidos los intereses fundamentales de la socie-dad y de los ciudadanos. Nos referi-mos a la necesidad de contar con un cuerpo de limitaciones y excepciones adecuado y con la amplitud suficien-te para el cumplimiento de esos fines, que tienen que ver con el desarrollo de la sociedad en lo educativo, cultural, tecnolgico, etc. No solo se trata slo de resguardar la actividad individual de las personas en cuanto tales y en cuanto ciudadanos integrantes de una comunidad y una sociedad; sino de po-sibilitar que esa comunidad en cuanto

    El acceso y difusindel conocimiento requiere

    por ello de un mbitode libertad definido,

    claro y conocido.Los lmites de los

    derechos deben estar suficientemente

    delimitados, esos lmites deben ser claros y el

    pblico debe encontrarseen condiciones de

    conocerlos fcilmente

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    tal pueda llevar cumplir con las tareas que hacen a su desarrollo colectivo como nacin.

    Contar con limitaciones y excepciones de esas caractersticas resulta de es-pecial relevancia para los pases que luchan por su desarrollo, porque ellas cumplen funciones de importancia cru-cial para el logro de sus objetivos estra-tgicos. Adems de ello hacen posible como se ha dicho el ejercicio de dere-chos individuales y colectivos; consti-tuyen los mecanismos para regular los equilibrios entre los intereses privados y pblicos; generan certeza jurdica en-tre los diversos actores; hacen posible el acceso necesario para alimentar el circuito de la creatividad, etc.

    La cultura da trabajo. Este es el ttu-lo del libro de un autor uruguayo que estudi el impacto econmico en ese pas de las actividades creativas. Esto implica que adems del desarrollo y la satisfaccin intelectual, la explota-cin de obras que resultan de la labor creativa ocupan un lugar cada vez ms importante en la produccin de valor econmico. Las llamadas industrias

    creativas pueden alcanzar perfec-tamente un 6% del PBI de un pas; lo que implica que su consideracin como sector econmico lo hace objeto de la aplicacin de las polticas pblicas que atienden a esa rea.

    Por lo tanto, las normas de derechos de autor que un pas adopte tienen una inci-dencia directa en su actividad y desarro-llo econmico lo que obliga a considerar ese aspecto en la eleccin de las solu-ciones a adoptar, tanto en lo que hace a los derechos a consagrar, como en su extensin, como en cuanto a sus lmites y excepciones, entre otros aspectos.

    Algo similar corresponde acotar en lo que tiene que ver con la incidencia so-cial de la actividad creativa, tanto en lo que hace al desarrollo comunitario, como a las polticas de integracin, sin hablar de lo educativo.

    Son stos aspectos de la dinmica au-toral que se vienen mencionando, los que adquieren una especial centralidad, cuando se pretende abordar su consi-deracin desde el ngulo de la formula-cin de las polticas pblicas en los pa-

    Las llamadas industrias creativas pueden alcanzar perfectamente un

    6% del PBI de un pas; lo que implica que su consideracin como sector

    econmico lo hace objeto de la aplicacin de las polticas pblicas que

    atienden a esa rea

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    ses del Sur en desarrollo. Los mismos se encuentran obligados a delinear las mismas teniendo en cuenta, por una parte la realidad de que el DA actual se les presenta como un conjunto nor-mativo que responde principalmente a los intereses de los pases desarrolla-dos y sus grandes corporaciones. Pero al mismo tiempo hay que considerar, que esas normas poseen mrgenes de maniobra y flexibilidades que dejan es-pacio para definir un marco normativo adecuado a sus polticas de desarrollo.

    En ste mbito de las polticas pblicas corresponde sealar que los derechos de autor no pueden ser considerados

    nicamente como un medio de apro-piacin de la creacin intelectual, del conocimiento; sino que tambin ellos pueden ser usados como una herra-mienta para la gestin de esa actividad creativa. Es posible acudir a los contra-tos de licencias y dems institutos del derecho de autor como instrumentos para el fomento de la creacin, para asegurar el acceso a las obras y su di-fusin, etc. Los modelos de licencias como Creative Commons seran un buen ejemplo de cmo el autor puede gobernar sus derechos sin ejercerlos con el fin exclusivo de obtener un re-torno econmico e impedir el uso de la obra por terceros.

    2 La revolucin producida por lasTecnologas de la Informacin y la Comunicacin

    Internet y las tecnologas de la comuni-cacin y de la informacin han supues-to una verdadera revolucin tecnolgi-ca que ha producido un quiebre en las formas anteriores de acceso y difusin del conocimiento y con l a las obras. La Red crece a un ritmo explosivo en base a tecnologas que evolucionan de la misma forma, lo que la ha llevado a convertirse en el principal medio princi-pal por el que se transmiten y son usa-das de las obras creativas; a la vez que abre posibilidades impensadas.

    Los cambios que producen en cascada a un velocidad vertiginosa, muestran como cada pocos meses aparecen nue-vas tecnologas, dispositivos, software o modelos de negocios que se retroali-

    mentan y potencian mutuamente. Bas-ta para apreciarlo con ver la evolucin del telfono celular, dispositivo que de su tarea bsica paso a incorporar mul-titud de funcionalidades que los han transformado en los llamados telfo-nos inteligentes; los que a la vez ha po-tenciado el uso de Internet.

    La tecnologa digital permite acceder a las obras en forma instantnea y sin costo, por lo que el advenimiento de la llamada Era Digital supone una revo-lucin de una magnitud semejante a la que produjo en su momento la impren-ta, y luego el cine la radio y la televisin, la fotocopiadora, o los grabadores pri-mero de cinta, DVD y actualmente en memorias flash (ej. pendrive).

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    el mbito digital no slo se presenta

    como una nueva ruta de acceso y

    difusin de las obras existentes, sino que abre las

    puertas para la generacin de

    formas distintas de actividad

    artstica

    En el mbito de Internet el concepto de copia parecera superado ya que resulta difcil comparar un conjunto de ejemplares materiales, con los paque-tes digitales de informacin por los que las obras se transmiten. Como se ha dicho la era del soporte fsico es-tara llegando a su fin.Internet en realidad constituye una ca-rretera de informacin cada vez ms vasta, compleja y extendida. Esa ex-pansin se explica en una parte impor-tante por los contenidos que a travs de ella circulan. El acceso a los conte-nidos es la que da razn de ser al uso de esa va de comunicacin, por lo que se puede decir que el valor que ha ad-quirido la Red deriva en buena parte

    de la informacin, de las creaciones y obras que por ella se transmiten.

    A la vez, las nuevas tecnologas de la comunicacin generan nuevas oportu-nidades para concebir nuevos tipos y formas de obras, y plantean desafos a la creacin. Es decir que el mbito digital no slo se presenta como una nueva ruta de acceso y difusin de las obras existentes, sino que abre las puertas para la generacin de formas distintas de actividad artstica.

    Esta realidad tan diferente cuestiona a nuestro entender, o vuelve en los he-chos inaplicables, buena parte de las normas autorales tal como han sido

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    concebidas hasta ahora. La historia del DA parece mostrar, como se ha ano-tado, que su evolucin responde en lo fundamental a la aparicin de tec-nologas que hacen posibles nuevos usos de las obras y abren la puerta a la creacin de otras. Cada vez que ello ha sucedido el DA ha debido discutir y concebir las normas necesarias para manejar las realidades emergentes y los intereses de los nuevos actores que ingresan al juego.

    El hecho es que junto a las TICs han aparecido tambin empresas que ex-plotan las posibilidades que ellas ofre-cen, entre las que se destacan las que operan en Internet. Entre stas se des-tacan algunas cuyo poder y ganancias que crecen a ritmos extraordinarios como ocurre con Google, Amazon. Las que se han vuelto competidoras de las corporaciones que hasta ahora han dominado la industria de la msica y el cine. Las primeras, prestadoras de servicios en la Red, necesitan acceder fcilmente, en forma libre, o al menor

    costo posible, a las producciones de las segundas a fin de poder extender y obtener beneficios de su actividad. Las segundas tratan de defender sus intereses y de obtener participacin en el nuevo negocio. Se trata de una ver-dadera lucha de gigantes, en las que los usuarios resultan meros especta-dores y en la que nuestros pases tie-nen poca incidencia.

    Ante ese panorama, entre los objetivos principales a sostener por parte de los pases del sur en desarrollo, podran sealarse: primero defender la mayor amplitud y libertad de acceso a Inter-net, y segundo reclamar la participa-cin en las reglas que habrn de go-bernar el trfico en la misma. El hecho es que si nuestros pases quedan aje-nos, la puja entre esos actores se defi-nir sin tener en cuenta sus intereses, y lo que es ms grave, los acuerdos a que arriben pueden suponer restric-ciones a su participacin en las venta-jas y oportunidades que la revolucin comunicacional ofrece.

    los objetivos principales a sostener por parte de los pases del sur en desarrollo, podran sealarse: primero defender la mayor amplitud y libertad de acceso a Internet, y segundo reclamar la participacin en las reglas que habrn de gobernar el trfico en la misma

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    De lo anterior se desprende que la ex-plotacin de las obras protegidas en el mbito digital en una cuota importante es de carcter comercial y genera enor-mes beneficios econmicos; lo que hace necesario disear un sistema por el cual el reparto de los mismos entre aquellos que contribuyen a generar va-lor, se lleve adelante en forma eficiente. Y lo ms importante desde el punto de vista de nuestros pases, es intervenir para que esos mecanismos de distri-bucin de beneficios no terminen afec-tando los derechos de los usuarios, ni el acceso al material no protegido, que constituye la mayora del contenido que circula en la Red.

    Los hechos muestran que en los he-chos el ejercicio efectivo de los dere-chos de autor pasa principalmente por la obtencin de una remuneracin por el uso de las obras e interpretaciones, y que la prctica de solicitar autorizacin por el uso de las obras se circunscribe a algunos sectores como el editorial o dramtico musical. El uso masivo de las obras en los medios audiovisuales por ejemplo: radio y televisin, as como otros en que se explotan multiplicidad de creaciones en forma generalizada; vuelven prcticamente imposible las tramitacin de autorizaciones indivi-duales por cada obra y usuario, reali-dad que ha llevado en los hechos a la fijacin de tarifas de carcter general recaudadas por las sociedades de ges-tin colectiva.

    En el marco de esa tendencia, la solu-cin encontrada para remunerar las

    reproducciones de las obras realiza-das en el mbito privado recurriendo a las nuevas tecnologas, consisti en el llamado canon por copia privada. El mismo con es sabido, supone la aplica-cin de un gravamen a los aparatos y medios usados para la reproduccin de obras e interpretaciones. La aplicacin de ese canon ha generado en los pa-ses desarrollados en que se ha llevado adelante una serie de inconvenientes y resistencias, lo que amerita su revisin crtica antes de pensar en su aplicacin en nuestros pases.

    A nuestro entender, sin embargo, es-pecialmente cuando resulta necesario comenzar a discutir soluciones alter-nativas para el mbito de Internet, la aplicacin de tarifas remuneratorias aparece como un instrumento que pa-rece reunir en principio condiciones favorables. Aunque por supuesto es necesario estudiar en profundidad las caractersticas que podra adoptar una solucin de ste tipo, a fin de que se trate de un ponderado y equitativo.

    Las medidas destinadas a obligar a que se reconozcan los derechos que ostentan las corporaciones dominan-tes, que han impulsado y han logrado aprobar en varios pases, consisten en el bloqueo del acceso a la Red por los usuarios, el cierre de sitios, o la penalizacin de proveedores de ser-vicios. Esas medidas han despertado un fuerte rechazo debido a que las mismas avasallan en varios casos de-rechos individuales fundamentales, o constituyen evidentes abusos, dado

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    que terminan yendo en muchos casos ms all de los lmites de los derechos conferidos.

    Pero creemos que adems esas solu-ciones son ineficaces y estn conde-nadas al fracaso, porque quienes las promueven se resisten a reconocer que revolucin digital e Internet han producido cambio de fondos e irrever-sibles. El carcter radical de esos cam-bios estara sealado porque va ms all de lo tecnolgico para redefinir las formas en que las sociedades produ-cen y se comunican. Esa misma falta de reconocimiento de la profundidad de los cambios producidos es tal vez la que explica que hayan fracasado al-gunas de las formas de canon privado.

    Son varios los autores que coinciden en que las nuevas tecnologas de la comunicacin requieren de una re-visin en profundidad las normas de DA vigentes hasta ahora y que se hace necesario de concebir nuevos tipos de soluciones regulatorias.

    Hasta ahora, sin embargo los cambios producidos en el DA han tenido un sentido adaptativo y reactivo. Las mo-dificaciones aprobadas en los tratados y en las legislaciones nacionales, han respondido en lo fundamental como se ha dicho a las propuestas que pro-pugnan las corporaciones de titulares de derechos. Esas modificaciones nor-mativas han estado dirigidas en primer lugar hacia la ampliacin del campo de proteccin de los derechos conferidos a los titulares de DA. Ejemplo de ello es la extensin del plazo de proteccin que de 50 aos a pasado a 70 y luego a 95 y 100 en algunos casos. La segunda estrategia seguida ha consistido en in-troducir pequeos cambios en las re-glas de juego existentes para extender su aplicacin a los usos de las obras por Internet; ejemplo de lo cual son los llamados Tratados de Internet de la OMPI de 1996 sobre autores e intr-pretes. Por un lado se atiende conser-var los privilegios existentes, y por otro a extender los mismos a los nuevos usos de las obras permitidos por la

    Son varios los autores que coinciden en que las nuevas tecnologas de la comunicacin requieren de una revisin en profundidad las normas del Derecho de Autor vigentes hasta ahora y que se hace necesario de concebir nuevos tipos de soluciones regulatorias.

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    tecnologa digital, como si esas nuevas formas de uso de la obra fueran simi-lares a las anteriores. En ambos casos estamos ante actitudes conservadoras que rechazan y niegan los cambios.

    Lo inviable de esos intentos parecera estar demostrado porque con esas me-didas lo que se est logrando es impedir el acceso y los usos de las obras que las normas actuales no haban restringido; a la vez que no consiguen ms ponerle barreras a la circulacin de materiales e informacin libre de proteccin y ge-neran conflictos. Lo que adems de no evitar el uso de las obras, genera justifi-cadas oposiciones y rechazos.

    Soluciones cuya ineficacia se reafirma en la medida que la evolucin de la tecnologa de las comunicaciones, per-mite que el cada vez mayor el nmero de usuarios de la Red pueda acceder a ellas en forma ms fcil por los dis-tintos canales que constantemente se van abriendo. Posibilidades de acceso a las que se suma el potencial creativo

    y la iniciativa de los millones de usua-rios que conciben novedosas formas de generar productos y servicios y en-cuentran continuamente nuevas zonas dnde explotar sus ventajas tcnicas.

    Este panorama no puede dejar de con-siderar a otro actor de relevancia en el escenario autoral. Se trata de las socie-dades de gestin colectiva de los dere-chos de los autores, intrpretes y de-ms titulares de derechos. Las mismas han cumplido un rol fundamental y entendemos que para seguirlo hacien-do deben encarar una transformacin que resulta indispensable para adap-tarse a los cambios que se producen. Su concepcin bsica se mantiene ab-solutamente vigente, en la medida que la asociatividad sigue siendo la herra-mienta ms eficaz para la defensa de los intereses individuales de los auto-res e intrpretes. Por otra parte, los usos de las obras mediante las nuevas tecnologas, acentan la imposibilidad de que los derechos se gestionen in-dividualmente. La ya larga historia de

    ...las sociedades de gestin colectiva de los derechos de los

    autores, intrpretes y dems titulares de derechos han cumplido un rol

    fundamental y entendemos que para seguirlo haciendo deben encarar

    una transformacin que resulta indispensable para adaptarse a los

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    stas sociedades muestra resultados exitosos y tambin experiencias nega-tivas; pero ellas no las invalidan como instrumento y si sealan la necesidad de superarse y fundamentalmente de repensarse para afrontar los desafos de los escenarios que se avecinan. Como toda institucin siempre se ven amenazadas por el riesgo de dar prioridad a sus intereses corporativos, como organizacin, antes que al de los asociados que justifican su existencia. Por ello es necesario tambin que sus estatutos establezcan formas de parti-cipacin de sus socios, que infundan confianza y fortalezca su capacidad para enfrentar lo que viene.

    El mundo ha cambiado y hoy la voz de los pases en desarrollo se hace sentir frente a los pases centrales dominan-tes abatidos por la crisis. Los BRIC, el Grupo de los 20, son slo ejemplos de un mundo que se vuelve multipo-lar, dnde las demandas de los pases que trabajan en pos de su desarrollo ganan cada vez ms espacio para su realizacin.

    Es as que en los distintos organismos y foros en que se discuten stos temas y se toman decisiones se ampla cada vez ms el lugar para la temtica del desarrollo, sus necesidades y las solu-ciones que les convienen.

    Resulta demostrativo de ello el rol que ocupan actualmente en el trabajo de la OMPI los temas relacionados con la llamada Agenda para el Desarrollo, y el hecho de que por primera vez en el Comit de Derechos de Autor de dicha organizacin se estn considerando propuestas de normas y tratados so-bre limitaciones y excepciones. Cuan-do hasta ahora la consideracin se centraba en la adopcin de resolucio-nes e instrumentos dirigidos a ampliar el mbito de proteccin de los titulares de Derechos.

    Otro importante tema a consideracin en el mbito mencionado, se ubica en la defensa del dominio pblico. El dominio pblico est constituido por todas aquellas obras que carecen de

    proteccin por derechos de autor, ya sea porque sus titulares las liberaron, porque los plazos han vencido, etc. El Dominio Pblico constituye un acervo de de incalculable valor, pues en el se encuentra parte importante del cono-cimiento que conforma el patrimonio cultural de los pueblos. Los pases del Sur, afectados por la carencia de recursos para el cumplimiento de sus objetivos de desarrollo educativo y cultural, poseen en consecuencia un particular inters en defender ese pa-trimonio universal.

    Resulta que en muchos casos existe incertidumbre respecto a si determi-nadas obras se encuentran protegidas, sobre todo en casos especiales como el de las obras hurfanas de las que

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    El mundo ha cambiado y hoy la voz de los pases en desarrollo se hace sentir frente a los pases centrales dominantes abatidos por la crisis. Los BRIC, el Gru-po de los 20, son slo ejemplos de un mundo que se vuelve multipolar, dnde las demandas de los pases que trabajan en pos de su desarrollo ganan cada vez ms espacio para su realizacin.

    Es as que en los distintos organismos y foros en que se discuten stos temas y se toman decisiones se ampla cada vez ms el lugar para la temtica del desarrollo, sus necesidades y las solu-ciones que les convienen.

    Resulta demostrativo de ello el rol que

    ocupan actualmente en el trabajo de la OMPI los temas relacionados con la llamada Agenda para el Desarrollo, y el hecho de que por primera vez en el Comit de Derechos de Autor de dicha organizacin se estn considerando propuestas de normas y tratados sobre limitaciones y excepciones. Cuando hasta ahora la consideracin se cen-traba en la adopcin de resoluciones e instrumentos dirigidos a ampliar el mbito de proteccin de los titulares de Derechos.

    Otro importante tema a consideracin en el mbito mencionado, se ubica en la defensa del dominio pblico. El dominio pblico est constituido por

    Jos Antonio Villamildurante su exposicin en Sumar, conferencias ciudadanas.sumar en derecho de autor y acceso a la culturaSala Hugo Balzo, Auditorio sodre7 nov 2013

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    todas aquellas obras que carecen de proteccin por derechos de autor, ya sea porque sus titulares las liberaron, porque los plazos han vencido, etc. El Dominio Pblico constituye un acer-vo de incalculable valor, pues en l se encuentra parte importante del cono-cimiento que conforma el patrimonio cultural de los pueblos. Los pases del Sur, afectados por la carencia de recur-sos para el cumplimiento de sus obje-tivos de desarrollo educativo y cultural, poseen en consecuencia un particular inters en defender ese patrimonio universal.

    Resulta que en muchos casos existe incertidumbre respecto a si determi-nadas obras se encuentran protegidas, sobre todo en casos especiales como el

    de las obras hurfanas de las que no se conoce su titular; todo lo que inhibe a aquellos que desean usarlas dificultan-do el acceso a las mismas. Ello implica que obras de gran valor no sean utiliza-das para tareas educativas y culturales, perjudicndose a los ciudadanos que podran beneficiarse de las mismas y a aquellas instituciones, principalmente pblicas que desarrollan esas tareas.

    Por lo tanto resulta fundamental res-paldar e impulsar el trabajo coopera-cin internacional que se viene llevan-do adelante tanto en la OMPI, como tambin en la UNESCO, a fin de reco-lectar la informacin que permita a los usuarios conocer rpida y fcilmente las obras que se encuentran disponi-bles para su uso libre.

    El Dominio Pblico constituye un acervo de incalculable valor, pues en l se encuentra parte importante del conocimiento que conforma el patrimonio cultural de los pueblos.

    4 - Resumen

    En sntesis se puede decir que en el Derecho de Autor se desempean tres actores principales de los cuales el pa-pel protagnico le cabe a las grandes corporaciones internacionales que do-minan el panorama de la creacin. Ello

    hace necesario dictar normas dirigidas a compensar las diferencias existentes con los autores originarios y el pblico mediante disposiciones tuitivas diri-gidas a los primeros y limitaciones y excepciones que aseguren el acceso y

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    circulacin de las obras. Esas normas adems pueden adems constituir im-portantes herramientas para la ejecu-cin de polticas pblicas en los pases en desarrollo. La actividad autoral por otra parte posee una importante signi-ficacin econmica que la convierte en un sector productivo a considerar.

    La revolucin producida por las TICs han provocado un fuerte impacto en el DA, en la medida que hacen posible el acceso y la difusin de las obras a un nmero indeterminado de perso-nas sin costo. La revolucin Digital ha trado a nuevos actores, las empresas de Internet, nuevos gigantes empresa-riales que compiten con los que hasta ahora dictaban las reglas de juego en la materia. Las soluciones propulsa-das por stas ponen en riesgo la liber-tad de circulacin, acceso y derechos fundamentales de las personas, a la

    vez que resultan ineficaces ya que no perciben que la magnitud de los cam-bios no puede afrontarse adaptando las reglas vigentes. Al reconocer que las obras que llenan de contenido y justifican la existencia de los canales de comunicacin que se abren con las nuevas tecnologas, resulta necesario concebir formas adecuadas de remu-neracin por los usos comerciales que se realizan en el ambiente digital, que sirvan para compensar a los titulares de las obras.

    El nuevo mundo multipolar otorga a los pases del Sur oportunidades nuevas de impulsar modificaciones en las nor-mas existentes, a fin de que ellas den cuenta de sus demandas de desarrollo y ubiquen al inters de los pueblos al acceso a la informacin, la educacin y la cultura en el lugar principal que has-ta ahora no se les ha reconocido.

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    es indispensable, en bien del talento nacional, que la ley garantice un marco para el mejor el equilibrio entre los autores (personas fsicas) y los productores de la obra audiovisual (personas fsicas o jurdicas) tomando como referencia las directrices de la Convencin de Berna.

    Al final del documento cito los escritos y las fuentes que dieron origen a este pedido, se trata de la opinin de tres ex-pertos en la materia: el Dr. Eduardo De Freitas Straumann abogado de amplia

    trayectoria en el pas, el Dr. Eduardo Sa-lles Pimenta especialista en propiedad intelectual de Brasil y consultor inter-nacional en la materia y el Dr. Gonzalo Castellanos Valenzuela, experto colom-biano en marco legal de la cultura de amplia experiencia internacional.

    Artculo 29 de la Ley 17.616 de Derechos de autorLos colaboradores, en uso del derecho que consagra el artculo 26, pueden pu-blicar, traducir o reproducir la obra, sin ms condicin que la de respetar la utili-

    Pepi Gonalves MautoneProductora audiovisual,

    docente y artista plstica.

    Informe de Pepi Gonalves

    Accin en defensade los creadores audiovisualesExposicin de argumentos para la reglamentacin del Art. 29 de la Ley de Derechos de Autor Nro. 17.616 vigente.

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    dad proporcional correspondiente a los dems.

    Cuando se trate de una obra audiovisual se presumen coautores, salvo prueba en contrario: el director o realizador, el au-tor del argumento, el autor de la adap-tacin, el autor del guin y dilogos, el compositor si lo hubiere, y el dibujante en caso de diseos animados.

    Queda a salvo el derecho de los autores de las obras musicales o compositores a recibir una remuneracin sobre la co-municacin pblica de la obra audiovi-sual, incluida la exhibicin pblica de pelculas cinematogrficas, as como el arrendamiento y la venta de los sopor-tes materiales, salvo pacto en contrario.

    Sin perjuicio del derecho de los autores, el productor puede, salvo estipulacin en contrario, defender los derechos mo-rales sobre la obra audiovisual.

    Se presume, salvo pacto en contrario, que es productor de la obra audiovisual, la persona fsica o jurdica que aparezca acreditada como tal en la obra en forma usual.

    Se presume, salvo pacto en contrario, que los autores de las creaciones a que refiere el inciso sobre programas de or-denador y bases de datos del artculo Nro. 5 de la presente ley han cedido al productor en forma ilimitada y exclusi-

    va, los derechos patrimoniales sobre las mi