suardiaz. conocimiento y conducta

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CONOCIMIENTO Y CONDUCTA Por Delia E. Suardiaz INTRODUCCIÓN Este trabajo se inscribe en la línea de investigación que toma la teoría de Noam Chomsky como punto de partida para reflexiones dirigidas a áreas no lingüísticas. En este sentido se han desarrollado marcos prometedores tan diversos como teorías generativas poéticas, musicales, sociales, éticas, neurológicas y filosóficas 1 . La línea de trabajo que se pretende desarrollar aquí es paralela, poro diferente en el sentido de que se toma la teoría generativa —más precisamente sus bases conceptuales— como instrumento crítico de concepciones y prácticas científicas vigentes relativas al ser humano. Específicamente se parte del planteo de que la construcción del sistema conceptual de competencia, actuación y facultad del lenguaje que constituye el núcleo de la teoría chomskyana 2 , cuestiona por sí misma y radicalmente, supuestos generales, enunciados explícitos y prácticas derivadas de las ciencias humanas y sociales occidentales vigentes. Una lista no exhaustiva y por cierto, tentativa, de estos cuestionamientos sería la siguiente, la conducta corno criterio de evaluación, la accesibilidad de los contenidos mentales, la explicabilidad de la conducta, la uniformidad de la mente y un "antropocentrismo" a veces subyacente, pero siempre omnipresente, en rasgos tales como el etapismo, el evolucionismo, las jerarquizaciones, la teleología, y en particular, la ilimitación de lo humano. En este primer trabajo se plantearán a modo de ejemplo algunas reflexiones relativas al primer cuestionamiento: la conducta como criterio de evaluación. A partir de la discriminación conceptual entre competencia lingüística (en adelante, CL) y actuación lingüística, se trata de mostrar que la evaluación del conocimiento lingüístico no es posible a través de la conducta lingüística, y se plantea que esta imposibilidad pone en cuestión la posibilidad de realizar inferencias evaluativas en otras áreas. Tanto en relación a evaluaciones cognitivas como a la inferencia de no observables no cognitivos o no exclusivamente cognitivos, por ejemplo, la salud mental. CONOCIMIENTO VS. HABILIDAD/DISPOSICIÓN En la teoría generativa, la competencia lingüística, es decir, el saber lingüístico posibilitado por la facultad del lenguaje se construye como un estado mental: estado estacionario, proyección del estado inicial. Esto es, como un estado mental constituido por una serie de principios y condiciones que generan y relacionan representaciones mentales. Obviamente esta concepción del conocimiento se opone explícitamente al conocimiento conce- bido como sistema de disposiciones o habilidades para hacer algo. Es a partir de esta discriminación conceptual entre conocimiento y habilidad que se puede establecer que el concepto de 1 Para un panorama escueto pero ilustrativo de estos desarrollos puede consultarse Otero (1984) y referencias allí citadas. 2 En "Knowlodge of Lenguage" (1986) Chomsky introduce un nuevo término en lugar de competencia: lenguaje I; este cambio terminológico no modifica en nada las cuestiones planteadas aquí. Con respecto a esta modificación terminológica, permítaseme acotar que aunque resulto feliz en el contexto histórico en que aparece en la obra citada, como contrapuesto a lenguaje E manejado tanto en teorías lingüísticas anteriores (estructuralismo, por ej.) como en enfoques extralingüísticos contemporáneos (psicoanálisis, por ej.), personalmente lamento la pérdida de las connotaciones cognitivas presentes en el término competencia. 1

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Suardiaz; Conocimiento y conducta

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CONOCIMIENTO Y CONDUCTA

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CONOCIMIENTO Y CONDUCTA Por Delia E. Suardiaz INTRODUCCINEste trabajo se inscribe en la lnea de investigacin que toma la teora de Noam Chomsky como punto de partida para reflexiones dirigidas a reas no lingsticas. En este sentido se han desarrollado marcos prometedores tan diversos como teoras generativas poticas, musicales, sociales, ticas, neurolgicas y filosficas. La lnea de trabajo que se pretende desarrollar aqu es paralela, poro diferente en el sentido de que se toma la teora generativa ms precisamente sus bases conceptuales como instrumento crtico de concepciones y prcticas cientficas vigentes relativas al ser humano.Especficamente se parte del planteo de que la construccin del sistema conceptual de competencia, actuacin y facultad del lenguaje que constituye el ncleo de la teora chomskyana, cuestiona por s misma y radicalmente, supuestos generales, enunciados explcitos y prcticas derivadas de las ciencias humanas y sociales occidentales vigentes. Una lista no exhaustiva y por cierto, tentativa, de estos cuestionamientos sera la siguiente, la conducta corno criterio de evaluacin, la accesibilidad de los contenidos mentales, la explicabilidad de la conducta, la uniformidad de la mente y un "antropocentrismo" a veces subyacente, pero siempre omnipresente, en rasgos tales como el etapismo, el evolucionismo, las jerarquizaciones, la teleologa, y en particular, la ilimitacin de lo humano.En este primer trabajo se plantearn a modo de ejemplo algunas reflexiones relativas al primer cuestionamiento: la conducta como criterio de evaluacin.A partir de la discriminacin conceptual entre competencia lingstica (en adelante, CL) y actuacin lingstica, se trata de mostrar que la evaluacin del conocimiento lingstico no es posible a travs de la conducta lingstica, y se plantea que esta imposibilidad pone en cuestin la posibilidad de realizar inferencias evaluativas en otras reas. Tanto en relacin a evaluaciones cognitivas como a la inferencia de no observables no cognitivos o no exclusivamente cognitivos, por ejemplo, la salud mental.CONOCIMIENTO VS. HABILIDAD/DISPOSICINEn la teora generativa, la competencia lingstica, es decir, el saber lingstico posibilitado por la facultad del lenguaje se construye como un estado mental: estado estacionario, proyeccin del estado inicial. Esto es, como un estado mental constituido por una serie de principios y condiciones que generan y relacionan representaciones mentales. Obviamente esta concepcin del conocimiento se opone explcitamente al conocimiento concebido como sistema de disposiciones o habilidades para hacer algo. Es a partir de esta discriminacin conceptual entre conocimiento y habilidad que se puede establecer que el concepto de conocimiento como estado mental deslegilimiza toda concepcin de la conducta como criterio de posesin de conocimiento. Pues, si el conocimiento se caracteriza en trminos de estado mental, la conducta slo puede constituir un indicio de la posesin de conocimiento, pero no el nico ni el necesario. La conducta como indicio de conocimiento ocupa un lugar entre otros posibles indicios de conocimiento, por ejemplo, fenmenos de un carcter totalmente diferente tales como la actividad elctrica del cerebro (Chomsky, 1980).COMPETENCIA Y ACTUACIN

En teora lingstica generativa llamamos CL al conocimiento no reflexivo que un oyente-hablante ideal posee de su lengua materna y actuacin lingstica a la puesta en prctica de dicho conocimiento. En realidad, que la actuacin lingstica no es fiel reflejo de la competencia, es ya hoy un lugar comn de la bibliografa de inspiracin generativista. Desde la aparicin de "Aspectos de la teora de la sintaxis", la relacin asimtrica que se establece entre CL y actuacin qued claramente explicitada.

Pero es quiz en "Reglas y representaciones", donde los alcances de esta asimetra en la invalidacin de la conducta como criterio de conocimiento se establecen ms espectacularmente. Me refiero concretamente al ejemplo que ofrece Chomsky con respecto al afsico: si de un afsico que despus de un cierto tiempo recupera su actividad yerbal, nos vemos obligados a reconocer que no haba perdido su conocimiento lingstico an en el lapso en que no poda realizar conductas verbales, con qu derecho podemos asegurar que otro afsico que no recupera su actividad verbal, ha perdido su conocimiento lingstico?

En relacin atesto, resulta bien interesante recordar lo que Eric Lenneberg (1967) deca' sobre la impropiedad de hablar de "prdida" del lenguaje en el afsico y la necesidad de diferenciar entre prdida e interferencia. "Eldenominador comn ms llamativo de la afasia es la evidencia omnipresente de que el paciente no ha 'perdido" literalmente el lenguaje... En el sentido literal de la palabra, nicamente presentan interferencias las habilidades lingsticas del paciente...". Es claro, que la discriminacin establecida por Lenneberg es imposible si se identifica explcita (o implcitamente) conocimiento con habilidad. Es por esto, que digo que la ilegitimidad de concebir lo conducta como criterio de conocimiento supone como requisito previo la concepcin del conocimiento como diferente a la habilidad o el desempeo. Esta reflexin, por consiguiente, sera imposible sin el marco referencial de lo discriminacin conceptual entre CL y actuacin.Pero salindonos de la patologa, es an ms interesante observar que en la vida cotidiana, y sin que haya ninguna patologa involucrada, se observan permanentemente conductas lingsticas que no reflejan nuestro conocimiento lingstico: falta de produccin, falta de comprensin y errores de actuacin.AUSENCIA DE ACTUACIN LINGSTICAHay muchas situaciones cotidianas en los que se inhibe la conduela lingstica y este hecho no ha podido dejar de ser registrado por lo gente comn que ha acuado expresiones de uso diario, tan numerosas y diversos como "quedarse sin palabras por/de", "quedarse mudo por/de", "no poder articular sonido por", etc. "miedo/ sorpresa/ alegra/ emocin/ impresin/ nerviosismo", etc.Tambin la falta de comprensin aparece en el uso cotidiano de lo lengua en forma de frases hechas como cuando reprochamos o alguien ornos "como quien oye llover", por otra parte, algo como "estaba tan atontada por la sorpresa (el miedo/ la alegra, etc.) que no entendi lo que me deca" no describe una situacin poco frecuente.Es decir, que tanto a nivel de produccin como de comprensin se presentan situaciones en que por diferentes razones, se produce una incapacidad de puesto en prctica del conocimiento lingstico que no tiene que ver en absoluto con la falta de conocimiento, sino con interferencias de diferente naturaleza cuyo anlisis no nos ocupo aqu. Simplemente queda establecido que la falta de conducta lingstica no refleja falla de conocimiento lingstico.ERRORES DE ACTUACINEn otros o parecidas circunstancias, nuestra conducta lingstica cotidiana ocurre pero con errores que pueden ocurrir tanto en la comprensin como en la produccin. Tampoco en este casi los errores pueden justificarse por fallas en el conocimiento. Todo lo contrario, consideramos errores de actuacin slo los actos lingsticos que se apartan de la CL del que los ejecuta. Precisamente por no ser reflejo de la CL, es que son tpicamente asistemticos. Esta asistematicidad nos permite diferenciarlos de los netos lingsticos producto de una CL caracterstica de un determinado grupo social y de una forma evolutiva.Por ejemplo, "vedera" puede ser un error de actuacin, en este caso por anticipacin, pero tambin puede ser una forma lingstica correspondiente a una variedad lingstica determinada, probablemente rural; en el primer caso la. CL del hablante dicta "vereda" y por consiguiente la ocurrencia de "vedera" no es sistemtica, puede ocurrir una sola vez en su vida, en el segundo caso la CL dicta "vedera" y su ocurrencia es sistemtica.Tampoco confundimos errores de actuacin con formas evolutivas determinadas, y tambin en este caso es la asistematicidad la que permite diferenciar. Por ejemplo "escribido" puede ser un error de actuacin por regularizacin, pero tambin puede ser una regularizacin infantil, dictada por la CL del nio que an no ha registrado la irregularidad del verbo "escribir" en la formacin del participio pasado.

Como ya se dijo los errores de actuacin pueden registrarse a nivel de produccin, como los ejemplos citados o los lapsus linguae de Freud pero tambin pueden producirse errores en la interpretacin de enunciados que escuchamos como cuando "omos una cosa por otra". En ambos casos, tanto en las fallas de comprensin, como en las de produccin se trata de fenmenos que no pueden atribuirse a falla de conocimiento. Son obviamente conductas asistemticas que no respetan el conocimiento posedo por quien las lleva a cabo.

Cabe sealar, aunque de manera francamente incidental, que los errores de actuacin no son las nicas conductas lingsticas que responden a apartamientos de la CL. Tal como lo sealara Romn Jakobson (1987) para las figuras fnicas, tambin en el uso cotidiano de la lengua se producen formas lingsticas que contradicen al CL del que las produce con un sentido potico particular. As se encuentran todo tipo de construcciones lingsticas "anmalas" que comparten con las formas literarias el nfasis en lo esttico y/o lo expresivo, tanto a nivel fontico como sintctico y semntico.

Tambin en las patologas del lenguaje, pueden observarse fenmenos que indican que la CL no se refleja de manera directa en la conducta lingstica. Lennebcrg (1967) nos ofrece diversos ejemplos en los que el afsico falla en su conducta lingstica por sufrir algn tipo de interferencia inhibitoria o descontroladora en lo que podra denominarse el sistema de activacin del lenguaje y no en su conocimiento lingstico.COMPRENSIN Y PRODUCCINOtro aspecto interesante a analizar con respecto n la asimetra entre CL y actuacin es \la diferente relacin que se observa entre cada uno de los dos aspectos bsicos de la actuacin y la CL: comprensin y CL por un lado, y produccin y CL por el otro, y adems la asimetra que se registro entre ambos, es decir, entre comprensin y produccin. Si la actuacin lingstica fuera el fiel reflejo de la CL, no podra haber diferencia entre lo forma en que cada uno de estos tipos de conducta bsicos reflejan a la CL. Ambos seran isomrficos con respecto a lo competencia y entre s. En cambio, que ste no es el caso es muy fcilmente comprobable, tanto en el proceso de adquisicin, como en el estado estacionario adulto.De hecho, la comprensin es cronolgicamente anterior a la produccin y es siempre ms amplia. Por razones, segn creo, an no explicadas, el nio comienza comprendiendo cuando an no produce, y comprende enunciados ms complejos que los que puede producir (Greenfield, 1976). Recurdese, por ejemplo, el relato de Romn Jokobson (1974) el caso referido por Passy de la niita francesa que deca "tosson" tanto para "cochon" como para "garon", pero protestaba enrgicamente si alguien deca "cochon" por "garon" o viceversa. En verdad, para los adultos, tambin es cierto que comprendemos ms aunque ms no sea a nivel de lxico que lo que producimos. De aqu se puede inferir aparentemente, que nuestra comprensin lingstica manifiesta mejor nuestro conocimiento de la lengua, que nuestras producciones.Pero la asimetra entre produccin y comprensin, y CL, tambin se pone en evidencia en la mayor interferibilidad de la produccin. Aunque creo que an no se ha estudiado el fenmeno satisfactoriamente, parecera que la produccin sufre alteraciones o desaparece con mayor facilidad que la comprensin. Por consiguiente, tambin en este sentido se puede hablar de mayor coincidencia entre comprensin y CL que entre produccin y CL. Pero obviamente esta disparidad slo es posible porque ninguna de las dos coincide con la CL.Tambin es necesario considerar la asimetra de relacin que existe entre el par comprensin y produccin. La primera est implicada por lo segunda, pero no viceversa. Esto se hace evidente no slo desde un punto de vista "evolutivo" sino tambin en el uso cotidiano adulto, y an en las patologas. A pesar de mantener en su exposicin, la distincin entre trastornos perceptivos y expresivos, Lenneberg (1967) nos aclara que en toda su experiencia, nunca ha visto un trastorno exclusivamente receptivo; es decir, que la perturbacin de la comprensin implica la de la produccin, por las mismas desconocidas razones por las que la produccin implica la comprensin. Creo que se puede considerar que ha quedado establecido que ninguna conducta lingstica refleja fielmente a la CL. Esto es, que el sistema cognitivo que se desarrolla en los primeros aos (le la infancia, y que opera en interaccin con otros factores (siendo algunos de ellos al menos, otros sistemas cognitivos que podran tener algo que ver con un cierto "sistema conceptual" y una especie de "competencia pragmtica"), determina los tipos de comportamiento lingsticos posibles, pero no se realiza de un modo directo o simple en dichos comportamientos. IMPOSIBILIDAD DE EVALUAR LA COMPETENCIALING STICAAhora bien, si ninguna conducta lingstica refleja totalmente el conocimiento, no se puede inferir a partir de la conducta, el conocimiento lingstico. En particular, no se puede inferir a partir de la ausencia temporaria o definitiva de conducta, la ausencia de conocimiento, ni a partir de las fallas en la conducta, fallas en el conocimiento. Esto' equivale a reconocer sin ambages que la CL no puede ser evaluada.Se podra agregar al margen, que aunque se afirme en principio y sin restricciones que lo CL no es evaluable a partir de la conducta lingstica, la peor va de evaluacin que se puede utilizar es a travs de lo produccin lingstica, que es lo que se hace habitualmente. Ni la comprensin, ni la produccin reflejan fielmente la CL, pero desde que la produccin es an un reflejo menos fiel, debe considerarse una peor: va de evaluacin. Este comentario no tiene el sentido de recomendar la va de la comprensin para la evaluacin de la CL, sino de mostrar la irracionalidad de los procedimientos evaluativos habituales.PRCTICAS EVALUATIVAS

En contraposicin con la argumentacin anterior, se observa en la prctica psicolgica cotidiana, la presuposicin de que a partir de la conducta, se puede evaluar el "lenguaje", la "inteligencia", la "salud", ya sea a travs de entrevistas, pruebas proyectivas, psicomtricas, o de cualquier otro tipo. En todos los casos se trata de inferir ms o menos directamente, mediando interpretaciones o no, no observables a partir de observables.En relacin a lo lingstico, consideremos rpidamente como se evala a un afsico, a un nio que adquiere la lengua, n un adulto que se acerca por razones de salud o trabajo a una situacin de evaluacin. Se los evala en todos los casos por sus conductas lingsticas y en especial, por sus producciones lingsticas. En realidad tambin en la vida cotidiana, al menos en las culturas verbalistas dominantes, se evala a las personas por su conducta lingstica, y en general, con nfasis en la produccin.Esta situacin, de por s injusta e injustificada, se agrava por el hecho de que lamentablemente en no pocos casos, de esta evaluacin de conductas lingsticas se pretende inferir no observables no lingsticos: tpicamente, la inteligencia. Basten como ejemplos los items verbales de los tests de inteligencia.Pero hay an ms; en ciertos casos, no excepcionales, se confunde conocimiento lingstico, con conocimiento metalingstico, lugar comn del tratamiento escolar de lo lingstico, ejemplificado en otro orden, por el tem "Vocabulario" del Weschler.

En realidad la "evaluacin lingstica" ha sido desde siempre un instrumento habitual de la prctica psicolgica. Ya desde principios del siglo pasado, en las memorias de Itard por ejemplo, se advierte que el lenguaje es admitido como signo de inteligencia y as se contina haciendo cada vez que los recursos de comprensin o produccin lingstica se consideran manifestaciones de determinados aspectos de la inteligencia general, de la organizacin mental, de la clase de operaciones intelectuales, del nivel de pensamiento, etc., etc. Tambin en reas no cognitivas, se evala permanentemente a travs de la observacin o interpretacin de conductas lingsticas, si la persona es "tratable" o no, "derivable" o no, "encuadrable" o no, "internable" o no, "sana" o no, a partir de entrevistas en el mejor de los casos, o de bateras psicodiagnsticas en los otros. Y tampoco en este orden de cosas, se deja de rotular, de tratar, y a veces hasta de ayudar, en base a lo dicho y lo no dicho. Al fin conductas lingsticas otra vez. Es esto legtimo? No merecera 6cr revisado a la luz de lo que se sabe con respecto a la asimetra entre conducta observable y estructura no observable CL en lingstica?Pero no slo se evala a partir de conductas lingsticas, otros tipos de observables se utilizan para inferir no observables psicolgicos. Pero por qu conductas no lingsticas podran ser inmunes a las interferencias sufridas por las lingsticas? por qu podran ser ms reveladoras de la realidad psquica que las lingsticas? Me parece que Franoise Dolto expresa muy bien el sin sentido de este tipo de certezas. "Los psiclogos estudian el comportamiento aparente sin darse cuenta de que el ser humano es una complicidad psquica, a la vez inconsciente y afectiva, pera que no puede ser dicha, y que para cada uno toca a su verdadero incognoscible por otro. El comportamiento aparente no informa sobre el sujeto ni sobre lo que su sensibilidad le hace experimentar" (p.98). "Lo que no es dicho, expresado, no puede ser conocido por 'el observador', pero justamente lo que sucede en 'el observado', indecible y no localizable por el observador, es lo ms importante de su encuentro" (p.98). "Vamos, seores psiclogos, dnde est lo observable, desde el exterior, de la realidad de un ser humano?" (p.92). Es que an de marcos tericos que suponen un recorte epistemolgico no tematizante de la conducta, como podra ser la psicologa gentica, se derivan procedimientos de evaluacin del mismo tipo: la ubicacin del nio en relacin a la estructura de inteligencia desarrollada se realiza a travs de las conductas, en este caso, bsicamente no lingstica que puede desempear.Creo que en funcin de la particular relacin que puede establecerse entre CL y actuacin lingstica, resulta al menos legtimo plantear la necesidad de poner en cuestin todo lo referido a la evaluacin en general, y en particular en las prcticas diagnsticas y teraputicas. Si la conducta lingstica no puede ser criterio de conocimiento lingstico, por qu otras conductas podran resultar criterios adecuados de evaluacin de la "inteligencia", la "salud mental" o de algn otro no observable humano? Es que se puede evitar replantear la legitimidad de establecer correlaciones entre conductas y estados internos de cualquier tipo? o como lo dijeran tan esplndidamente Deleuze y Guattari en relacin a una prctica particular, la psicoanaltica: "Se nos enfrenta a la fuerza con Edipo y la castracin, se nos echa sobre ellos; sea para medirnos con esa cruz, sea para constatar que no somos mensurables por ella". (p.74)Y sin embargo, la puesta en cuestin de la relacin entre conducta observable y estructura no observable no debera dejar de afectar la certeza de la inferencia. Y por ltimo, de qu manera este cuestionamiento afectara la legitimidad de la manipulacin del ser humano autorizada por la evaluacin o el diagnstico?REFLEXIN FINAL

Es muy poco probable que este tipo d cuestionamientos tengan xito porque hay obstculos inherentes a las condiciones de posibilidad de las ciencias humanas y de la ciencia vigente en general que lo frenan. Por un lado, basta recordar las reflexiones de Michel Foucault (1985a) sobre el nacimiento de las ciencias humanas desde la medicina para la deteccin de problemas, es decir, como reflexin sobre el hombre enfermo, en la interseccin de concordancia entre la ideologa poltica y la tecnologa mdica; origen paralelo al de las ciencias sociales al servicio de los intereses colonialistas centrales (Chomsky, 1971). Por otra partera ideologa cientfica de la razn instrumental, lo til como verdadero que subyace no slo al desarrollo de las tecnologas intervencionistas de las inteligencias tecncratas (los expertos indispensables y omnipotentes de Bruno Bettelheim) al servicio de las razones de estado (Chomsky, 1973) o a la preservacin de lugares de poder (Foucault, 1985b), sino tambin a la compulsin a "ayudar" de muchos seres humanos, especialmente jvenes, que aparecen conquistados por el virus de "la accin por la accin" que le sirviera a la lucidez de Octavio Paz para caracterizar a la sociedad norteamericana, y que hoy, como tantos otros de sus rasgos culturales permea inexorablemente el planeta.Pero a pesar de todo puede ser que intentar destruir la certeza tenga que ver con recuperar el sentido. Para un panorama escueto pero ilustrativo de estos desarrollos puede consultarse Otero (1984) y referencias all citadas.

En "Knowlodge of Lenguage" (1986) Chomsky introduce un nuevo trmino en lugar de competencia: lenguaje I; este cambio terminolgico no modifica en nada las cuestiones planteadas aqu. Con respecto a esta modificacin terminolgica, permtaseme acotar que aunque resulto feliz en el contexto histrico en que aparece en la obra citada, como contrapuesto a lenguaje E manejado tanto en teoras lingsticas anteriores (estructuralismo, por ej.) como en enfoques extralingsticos contemporneos (psicoanlisis, por ej.), personalmente lamento la prdida de las connotaciones cognitivas presentes en el trmino competencia.

Comparto totalmente la postura asumida por Fritz Newmeyer (1980) en el sentido de afirmar que los supuestos bsicos estn presentes desde el principio, y que las modificaciones formales del modelo han estado siempre al servicio de una mejor formalizacin de dichos supuestos bsicos, por ejemplo principios en lugar de reglas, al servicio de la hiptesis de la facultad del lenguaje. Esto especialmente en contraposicin a la interpretacin de "pocas diferentes" en el sustento conceptual de la teora.

Ac se plantean cuestiones muy interesantes tales como: qu significa decir que un afsico ha perdido "el lenguaje"?; qu revisin se impondra, de la interesante relacin establecida por Jokobson (1974) entre afasia y adquisicin?

Un aporte sumamente interesante al lema de los errores de actuacin es la nocin de "lapsus potencial" de Mitsou Ronat que supondra que a cada regla propuesta por los lingistas, podra corresponder un lapsus imaginable. Creo sin embargo, que el punto ms interesante en relacin a esta nocin de lapsus potencial, serta la determinacin de los limites; es decir, le definicin de lapsus posible. Parecera que hay principios de la gramtica universal involucrados en dichos limites. Un anlisis de los lapsus recogidos por Freud muestra lineas muy interesantes de restriccin a las posibilidades de construccin de errores de produccin lingistica. Los principios que parecen subyacer tienen que ver, una ve! ms, con los que gobiernan el cambio histrico y consecuentemente, el lenguaje infantil (Suardiaz, 1989b).

Ver en las obras citadas de Freud y Lenneberg que las patologas de mudez verbal son ms frecuentes que las de sordera verbal.

Considero la diferenciacin entre conocimiento espontneo (CL) y conocimiento reflexivo (metalingstico), otro de los aportes conceptuales de utilidad critica fundamentales de la teora generativa. Obsrvese que en cierto sentido puede considerarse el primero como superior, a pesar de ser el de lodos. Creo que es posible a partir de all, elaborar una reflexin demitificadora de la ciencia, del sujeto de la ciencia, y toda una serie de temas de gran actualidad epistemolgica y por cierto, segn mi parecer, de gran urgencia social.

En realidad la crtica de Dolto va ms all que la del presente trabajo ya que ge refiere no a la evaluacin sino a la investigacin. Por cierto, comparto su postura, y es sin duda urgente reflexionar acerca del dao que puede producir la investigacin con seres humanos en los trminos planteados por la autora.