strasser, carlos_la idea de una ciencia política

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ABElEDO'·PERROT

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  • ABElEDO'PERROT

  • Carlos StrasserBuenos Aires, abril de 1986

    (hasta recientemente, al menos, que yo sepa, increiblemente notraducido), pero asimismo en Thomas S. Kuhn, Norwood R.Hanson, el segundo Wittgenstein, y en otros cuantos nuis que ellector encontrara en las paginas que siguen. Y he citado, de in-tento, solo a anglosajones, tarnbien emparentados, asimismo, conlas ciencias "duras".

    Lo que se deja extranar, digo, como ya 10 dije en otro libro,hace anos,' es la ausencia de una reflexion episternologica a laMax Weber, es decir, de primer agua, tecnica 0 profesionalmentehablando, pero a la vez por quien conocra a fondo nuestras disci-plinas y part ia de ellas para volver a ellas.

    Los trabajos aquf reunidos, escritos entre 1972 y 1985, vie-nen, todos, empujados por una motivacion tal y significan tantouna critica de ciertas posiciones epistemologicas establecidascuanto una propuesta de Iineas fllosoficas diferentes, Las inco-modas pero inocultahles relaciones entre objetividad y persuasionestan en su centro, y esto mismo los fue lIevando a vincularsecon la retorica, la dialectica y la argurnentacion, que desde eltiernpo de Aristoteles tienen su secle mas natural en la politica yel derecho. De allf han provenido, ultimamente, asimismo, contri-buciones verdaderamente relevantes a nuestro objeto.

    Lo que estos escritos tratan, en suma, es la posibilidad de unconocimiento que, por la via epistemologica hasta hace poeo he-gernonica, tropieza con algunas dificultades serias y otras irrealespero paralizantes, ambas a resolver. Esto, si no queremos que lasciencias polfticas y sociales sean ideol6gicas en exceso, 0 mas allade 10 inevita ble.

    LA IDEA DE UNA CIENCIA POLITICA*

    * Publicado or iginalmcntc cn Desarrollo EC.OIl{JII.,ic?, R(,I'!,~ta deCicncias Socialcs. Vol. 12, No 46, Buenos Aires, JUho.sd\ICI~b~~1972 Alaunos de csto s apuntcs, 10 rcconozco yo, y 10a v c~ 0 .

    . '" . bl 1 la idea dc crcncialector son "tcndenciosos' ; pcro tarn ten 0 cspolitica que se discute en cl curso de esos (algu~os) apuntcs. Ah?ra,caben dos obscrvaciones: a) en donde este artlcu~o cs tcndcncioso10 es or razones de simctrfa, es dccir, ~or neccs~dad d? contestarla no~6n' b) por 10 mismo que cl artfculo cs lI1tcnclOnalmcnt~

    tcndcncio~o y en la mcdida en que 10 es, no rcfleja cubalme~lte ~1Ipunto de' v'istu sobre cl valor y las posibilidadcs de Ius ClellCIOS

    pnliticas y socialcs,

    CARLOS STRASSER8

  • ,EtproblemaEs curioso: tanto como se habla 0 empieza a hablar de cien-

    ciapolitica en America Latina estos dfas, no se sabe muy bien de(We se habla exactamente. Con frecuencia se sobreentiende la no-cion, cuando en verdad falta esa inteligencia comparticla -sologtle en estado tacito- de aquello a 10 cual se refiere. Otras veces,el inconveniente busca salvarse por una via nominalista, enuncia-d(Ha de los distintos campos de estudio en que, de hecho, la dis-ciplina se ofrece a los estudiantes universitarios 0 a los lectores delos libres correspondientes. Y aun en cfrculos supuestamente ini-ciados, y tanto mas fuera de ellos,: aparece borrosa una ciertasuperposicion con la sociologfa y hasta una suerte de dependen-Cia 0 inferioridad respecto de esta ultima: toda una paradoja tra-tandose de una disciplina que en cierto senticlo tiene no menos

  • 1. Ciencia politica: ciencia y politicaEn Occidcnte, el estudio de las ' ,

    todo el mundo sabe desd I ti ( cosas pollUcas viene, como, , e os tempos dc la G' .' I"

    en tonces, no obstan te COlla' . t' Jlecia c asica. Por. lfi ,C/llllen 0 (verdade ) , ,

    cienti lCO no se distinguian 'I ro Y Conoclllllentorenciada del vocablo efJiSf~l1;;

  • 14 15LA IDEA DE UNA CIENCIA POLITlCA

    tices la correspondiente regulacion, Lo politico es un intentoevolver escasez y conflicto cornpatibles con los requerimientosel ordcn. La historia de la filosofia polftics ha sido un largoWogo sobre ese tema.

    Otro trances y otro norteamericano, respectivamente Pou-tzas Y Dahl,'? tratan de situar 10 politico de manera que se

    este para investigaciones distintasde las filosoficas. Para climero, 10 politico debe ser previamente ubicado en el modo deoduccion correspondiente. Solo entonccs podra constituirse enbjeto de ciencia", porquc esto no dcpende de una naturaleza10 politico "sino de su lugar y su [uncion en la combinacion

    rticular que especifica ese modo de produccion"." A continua-'n, no obstante, localiza el analisis en el poder y desemboca entesis marxista del estado entendido como factor de sujecion y

    lantenimiento del cuerpo social, segun la forma en que esteiierpo esta jerarquizado "privadamente".

    Dahl, por su parte, representante tfpico de la actual cienciaclitica norteamericana, escribe asf sobre el asunto: "Probable-

    Illente, nadie discutiria sobre la definicion de un sistema polfticomo un tipo de relaciones polfticas (... ). Desde los tiempos de

    rlstoteles, siernprese ha cornpartido ampliamente la nocion deue una relacion politica implica de alguna forma autoridad , go-Ierno 0 poder (. .. ). Sin embargo, Laswell consideraria politicasgunas cosas que Weber y Aristoteles no considerarian como ta-s(. .. ). Vamos a definir, pues, audazrnente, un sistema politico

    la forma siguiente: ( ... ) es cualquier sistema persistente delaciones humanas que comprende, en una extension significa-a, gobierno, autoridad, 0 poder"Y (Con la cual definicion se

    itera, por un lado, 10 ya sabido, pera se desnaturaliza, por otrogo, a 10 politico cuando se retira a su elemento publico en eseualquier sistema de relaciones uumanas''}.'"

    Como sea, en cuatro enfoques expresivos de otras tantascaciones de trabajo intelectual sobre la materia politica, serecia una definicion basicamente compartida del objeto dis-

    plinario.!" La polftica es conflicto." Lo politico es cuestionautoridad, poder y orden. Lo que tambien se deja ya apreciarque el mismo objeto pllede (construirse de distintas maneras

    ara) ser estudiado de modos y a fines diversos: filosofico 0 cien-fico, en su naturaleza esencial 0 en su ubicacion historica con-reta, con tiempo y espacio determinados.1 6

    CARLOS STRASSER

    Y se trata, entonces de im JO tque se reconoce y admira. ' I r ar las condiciones del exito

    n

    4. La politico coma objetoImportar la cientificidad al .

    desde luego. Pera ;,que es 10 {Jo;(ti;~t~ldlO lode que? Lo politico,, Desde la rescision operada con M .~s: al parecer, un algo determinabl ,aqUl,avelo 10 politico ya no

    etico 0 10 religioso T e 111 analtzable en funcion de 10d . ampoco serf teri ,e derecho publico pues ti a rna eria economica, social 0

    t. ,a par rr de 10 . I

    ma ena cortaron el cor I' . . S srg os XVIll y XIX estasplinas. Lo politico apar( on

    tum bilical para constituir otras disci-

    . en emen te carec dextste en otros campos y '1 e e personeria propia .

    I ' t ' . so 0 cuando est h .po t rea, fllosofra politica d 1 ,. os se acen economia'Q ' , erec 10 polft ico . I 't ue es especfjkamcnlc pol 'I' , SOCtO ogta politica. 5

    Cuenta Prel t 6 I ICO enlonces?I 0 que los experto Ia UNESCO para definir el objeto d: f gu.na. v~z convocados por

    al pragmatismo emnrrtsta d 1 a disciplins se sometieronPa t e os norteamert' .< so a pura enumeracion de es .," ca.nos y salteron delpoeo 0 nada, pues 'que la pecI~ltdades lnternas. Sirve deespecialidades? (, zo sangumeo une a esta familia de

    Un tr t .a anucnto fenomenol' .Freund,? se plantea cual es la esen~f~c:e del t~J!la, a la Julienque permanece y se repite db' 10 pohnco, 0 sea aquellocambiantes y concrctament/c~m ~ ~Jo de superficies historicaspresupuestos: del mando y I b ~.eJas .. La esencia se forma convado, y del amigo y el en:n~'~ l~lc~a, de l~ p~lblico y 10 pri-presupuestos construye I g., I juego dialectico de estosautoridad, la lucha, esenci::esc~~s:~oner~el orden, el poder y la

    Buscando por el lado d I po It~C?:~olin,8 si bien encuentr~ que I~ a t:~dlclOn filosofico-politica,Jlnprecisos, recreado de ti po 1tico es un carnpo de limites

    con inuo po I .grandes pensadores afirma ernri r as crrcunstancu, y los

    I . ,empero que 10 lftie~ a U1terseccion misma de los enf P? 1 ICO se halIa siempreClones economicas y s . 1.' rentamlentos y las preocupa-

    . oCla es 'que en Imlento y armonizacion 9, La PI 'f e cruce requieren ordena-competencia entre gru~os '. in I? ~ Ilca presup?ne escasez; incluye

    , (tVI( uos Y socledades' y ., eXlge en-

  • 17LA IDEA DE UNA CIENCIA POUTICA

    6, Los lfmites del modo cientificoEn unos ensayos merecidametl te famosos, Max Weber recor-

    d6 para las ciencias sociales que ningllll deber ser puede seguirsede un ser, La investigaci6n cicntffica no puede relllatar sus laboresy desvelos en la afirlllaci6n de normas valora tivas: Por definici6ny por 16gica, cllo escapa alas posibilidades de la ciencia, Tambienescapa alas ciencias, por otro lado (por ellado opuesto, del pun-to de partida en una investigaci6n, cualquiera sea), la posibilidad

    pos de trabajo de las ciencias no estan basados en la relaciones. 'llwteriales' de los 'objetos' sino en las relaciones conceptuales delos problemas": 21 Los conceptos, COIllO se sabe, son (para usar lafeliz expresi6n de Althusser}" siempre-ya distintos de la cosaconceptualizada; y eso de una "teorta emp irica'tes una formula-ci6n con trad ictoria. 23 Lo cuaI es precisamen te nuestro tema,

    Con respecto a la tercera ventaja supuesta, 'la de la acurnula-ci6n, bastaria con remitirnos alas investigaciones de ThomasKuhn, quien ha organizado y desenvuelto brillanternente ideasdespuntadas ya en otros historiadores y filosofos de la cienciacon anterioridacl: a cada tanto, en la evoluci6n de las ciencias, seprodllcen vercladeras revoluciones teoricas" que significan unaruptura con los modos de vision te6ricos anteriores y clan paso aprofundus reformulaciones conceptuales, La sucesion no es lineal

    . y continua sino quebrada y multidimensional, y si hay acumula-ci6n, pues, no es tanto en el orden tcorico-explicativo corno enlos 6rdenes representative y dernostrativo 0 de los resultados Mi-les, El problema que queda planteado, de paso, es el del circulovicioso de "la prueba del bud fn" (Engels, Althusser): la practicano es criterio suficiente de verdad;"

    Volvamos ahora por un instante al mctliodus: nadie en suscabales se permitirfa menospreciarlo. Pero debe resistirse, si, clabsurdo frecuentcmente practicado de entcnderlo como algamas que un auxiliar de la teor ia, yet de enlender a la metodologfacomo algo mas que el estudio y elaboracion de ese auxiliar: ab-surdo de emplearlos como sustitutos de la teoria,26/7

    En suma, se trata de advertir que la ciencia (coma todo, parotra parte, en este mundo) esta sujeta a definici6n y, entoncestiene lfmites. 2 8 Luego, es cuesti6n de sabel' cuales son estos Hmi-tes y en que consisten, Al sobrepasarlos, se incurre en excesos,Que tienen un nOI11 bre: "cientificismo",29

    CARLOS STRASSER16

    5, Lo cientifico como bond ad de u d' n mo 0

    Surge en este punto la I' 'modo y a fines cientl[icos? p esunta, (,que es un estudio de

    Para quienes toman alas ci , , ,rnodelo, 10 cien tifico es UJl Ill" t dlen~Ias Ifsicas y natura les como, e 0 0 nguroso y en I ibl

    nmental 17 conl'Jlemellta' d 0 POSl e expe-, 1 no e teorfas y t Ii ,poseedoras de estas tres v tai , concep ua lzaClOnes

    sf son "0IJeraCI'oI1ales".I8en aJas:tno son metafisicas y por tanto

    c , perml en 'f 'de ser confirmatorias les confie yen IcaClones que, en casotan para una verdade;a acumula~~~lnc~rt~ Ide objetividad; se pres-esta, todo esto alJunta justam t e IC eas y resultados, Claroid l., en e a aquello de hahrrSI 0 capaces los estudios pol'f ' que no iabrfan

    politica de hoy, Pero es verd~~cos

  • de librarse de valores 0 ideologfas; sin estos serta estrictamenteimposible elegir, de entre un infinito de realidad. un segmentofinito que el investigacfor juzga "digno de ser conocido" _y ello apesar de que ni siquiera sera capaz de meramente describirlo (noya explicarlo) de manera exhaustiva-, Por 10 denHls, y aunqueWeber solo hable de ese comienzo lendencioso y de aque] remateo fin imposibte, tampoco para cl espacio entremedio hay ningunabuena razon que nos garantice el que nodamos sacudirnos de en-cima los juicios de valor 0 los intereses ideologicos,30

    Todo analisis, incluido cl cientffico, estara siempre "viciado "por nuestros gustos y prefercncias, por nuestros scntilllientos,Adernas, va implicito en ello 10 ya dicho: todo analisis dependesiempre de un obieto an terior y ex tracien tffico: los valores, Laciencia no puede veneer, para empezar, este par de limitaciones.La ciencia no es a-valoratJva y no es capaz de decirnos nada sobrelos valores en si mismos. Cualquier cosa que la ciencia si sea,empieza por no ser esto. 31

    Tampoco en un segundo sentido puede la ciencia (como engeneral todo conocimiento) preciarse de objetiva, a menos queverdad y objctividad se redefinan -como suele hacerse- a con-veniencia del callcjon sin salida: 10 verdadero no es 10 mismo que10 objetivo, 0 si es 10 objetivo pero en cualquier ea so 10 objetivoy vercfadero siempre est a "marchando", cfesenvolviendose, 0 seades-envolviencfose, Y hay en esta dificultar] otros aspectos, que secruzan con el anterior, Por un lado tenemos la cuestion de lasrelaciones (de cfiferencia) entre la conceptualizacion y el objeto(hecho, fenomeno, proceso) conceptualizado; que ya vimos en elparagrafo anterior, HabenlOs tambien, por otro lado, cl problemarendido por la vision teorica y los campos de vision, que nosimponcn un horizonte limitado para nllcstra atcllcion, dcsintcre-sandollos asi de todo 10 que cae fuera de aquc;l: y que nos sugie-ren, ademfls, cwlles hechos u objetos iinportan dentro de 10 enfo-cado, y entonces cualcs son (y cuales no son) problel1las y en quesentido 10 son 0 dejan de serlo, A esto todavia se agrega 10 plan-teado por Polanyi en terminos de "atencion subsidiaria" y de"conocimiento tacito": asi como nuestra atenci6'n "focal" 0 ex-presa depende largamente de una cierta atencion "sllbsidiaria"inevitablemente presente en cualqllier enfoque nllestro de algtll1tema 0 problema, asi tambicn nucstro conocimiento "explicito"de estos lIltimos es siempre menor que el conocimicnto total (engran parte "tacito" 0 incxplicitado y tal vez inexplicitab1e) que

    1918

    CARLOS STRASSERLA IDEA DE UNA CIENCIA POLlTlCA

    , ,32 10 lanteado en la problematica deposeemos de los mlsm~s" ~ e~l 'cuanto al conocimiento comola socio!ogia del conoclln~en 0, t . (en doncle 10 que nos inte-

    t lativo a una crrcuns ancia "produc 0 re c ", I' tiv a una circunstancia" sino que sea re-resa no es que sea I ea, 1I,~lativo a una cjrcllnstanc~~), blecen sus lfmites las dificultacles

    Finalmente, tamble,n, est~e 105 criterios de verdad segun losq

    ue se presentan a pro~oslto I' 't'esl's La verificacion, que esI'd teor ias 0 rtpo , ,cuales se va 1 an, , ., 'e ciencia y metcdo cientifico, no noscentral a una elefll1lCIOn, d esulte confirm arlas- sino de lahablara -para el casa fel!z en Iq,u~ ~ " . "dan resultado". Pero aunutilidad de aquellas teonas 0 upo eSIS, la' objecion que tambienen este punto nos, enfrent.a~,n;~~t~cO;(Kuhn) de los ya mencio-aquf ofrece el car,a?~er para I~S de vision conceptual: suele ocu-nados modes de VISIOn y lafreci . que cl punto de partida

    t I necesana recuencia, , Irrir, con oc a ,y c "on del resultado C0ll10 ' so u-teorico detennine I?:le~,tra apreC~atlll1a a tenelielo (cl cual ya hab facion", 0 "no solucion , del pro e z ror el modelo teoricosido planteado COIllO problema, a su ve , 1

    dt ) 33 , , Io para tgma , ,.' , nore estos lfmites sera una IC ea

    Toda idea ele la clen,cla que Ig. . porque los ignora, unafalsa de 10 que la ciencia es en ngor, y,

    idea optimista, , , ' , , los relatives alnivel de expli-Pero hay mas 11I11ltes to~avl,a, en generallas ciencias socia-

    cacion cn que se mueven la clen.cza ~ Ocurre que las ciencias se' ist 110 en tanto cienctas. d

    les, optlmls as 0 '" 0 le es de las que luego pueden. e-ll1anejan con gener~hzaclOnes, ~li 6tesis, que se someten a laducirse consecuenclas ne~esanas, Se orden causal: "si.., enton-

    Para ello las ey~s, ~npor otro lado yespecialmcnteces" .",0 sea, dado X se seguua ciencias estan d~spreocupadasdedesde los ticmpos de Bacon

    d,las I llsas ej/cielltes' 10 primero

    I" lsparaatcn era as ca " .. , .causas J lIla e " . iderada un pasaticmpo OCIOSO, 0

    se le reserva a la ll1etaflslca, ~~~lS tidos a metaffsicos por unse ocupan de ello cicntl ICOS m~ tl'rl'cas de causalidad son

    . e Asi las leyes clen , , '., .rato 0 para SICl11pr , , I 1I das por una gencrahzaclOnI formadas y (esarro a " I

    ey,es '. N' ue elecir tiene que toe 0efectos observados y observdables, lIeiener un gran valor heu-

    a ese nivel pue e y sueque se opere" " Pero el caso es que no nos

    rfstico a la hora de las exphcaclO~,es, de los efectos "originales", , nismo la formaclOn, t

    exphca por sI I ficientes de otros efec os,a su turno se constituyen en,causas e 11 as{ y 110 de otro

    nos explica a fondo por que las cosas so

  • III

    modo. Para pear, las explicaciones que van de efecto a efecto sedan par estabJecidas casi siempre par via de correlaciones (es-tadfsticas 0 no) que ni siquiera pueden entenderse en rigor comacausalidades eficientes, simplemente porque son co-relaciones yno causaciones.

    y si las ciencias se forman con leyes, no estara de /1111srecordar, al cierre de este panlgrafo, la dificultad que al puntoin trodujo, otra vez, Weber: en ciencias sociales, cuanto nuis gene-rales son las leyes tanto menos explican, porque tanto lIlassc nosescapa asf el significado subjetivo de las acetones humanas referi-das par esas Ieyes, La cual a su turno debe traer a la memoria lasdificultades que por su parte fambien contiene la operacionJlerstehell. 34

    7. Ciencia politica, lato sensu y stricto sensu

    Lo que hasta aquf helllos tratado de sugerir es que la cienciapo!ftica es un algo especffico: es ciencia -definida y con Ifmites-;par otro lado, es tarnbien una cierta idea de ciencia, de modo quela ciencia se practica seaun esa idea falsa de sf misma, segun unacOllcepci6n positiva y optimista de la ciencia, una idea de cienciapoIitica que es consecuente a una idea negativa y a veces hastadespectiva de la filosof(a (de la cual toda ciencia depende, sinembargo, en llH1S de un sentido );35 Y por eso misrno negativa ydespectiva de la Iarga tradici6n politol6gica anterior a una cienciapolHica stricto sensu y anterior tambien al cientificismo.

    Ciencia po1itica entendida lato SC/ls/J sera la que convencio-nalmente (y sin mayor cuidado) quiera dcnominar de este modoa los estudios polfticos en general, tal }!ez inadvertidamente yporque en estos tiempos las ciencias y 10 cicntffico gozan de tre-men.da ~utorid.a~1 popular. Pero en tonces se debe ell tender quela CJenCla poht/ca lato sells/{ es comprensiva de por 10 l11enosdos ramas: la filosof(a polftica,quc tambien suele lIamarse, conalguna impropiedad, teoria poIitica, 36 y la ciencia po!ftica stric-to sellSU. ,

    Si de la segunda rama hem os dicho bastallte hasta aquf,apuntemos ahora respecto de la teoria politica (fiIos6fica) por10 menos 10 siguiente: su objeto principal esta constituido par

    21LA IDEA DE UNA CIENCIA POLITlCA

    dos campos que vimos ajenos a la cienci~ polftica en .sentido e~trieto --el de 10s valores y el de las explicaciones !"athcales.-. Laimportancia que tcngan estos dos cam~)~s ?ira la im porta/,lcla ql~eiueda tener la filosofta polttica: sugerrra, igualmente, que se deja~Ie lad0 cuando se propane hacerciencia politica y cuando, de~lt.role ella se pone un enfasis mayor y muchas veces desproporcio-

    c do en metodos y tecnicas. "Hacer" ciencia polftica pucde com-na . El . o

    ortar beneficios, pero tarubien irnporta un precio. precio a suvez se hace caro cuando la idea de la ciencia se confunde.

    8. Acotacion sobre ciencia politica (Iato sensu), sociologfa ysociologfa polttica.

    Que haya margen para superposiciones borrosas. entre cien-cia politica y sociologfa es, otra vez, una consecuencia de las de-finiciones operadas. . . .

    A pura logica se podrfa suponer que, preexlst/endo.la polito-logfa a la sociologfa y encontrandose precisado el objeto de laprimera, la segunda empieza pot no ocuparse d~ aquello ~~Ie es-tudia la anterior. Asi, la sociologfa es una no-.cle.ncl~,poll.tlca,.0ciencia con un objeto no-politico. Pero esta delimitacion, Sill mas,puede ser satisfactoria s610 16gicamente. ,

    Nuestro problema radica en que, como Eva de. Adan., la so-ciologfa se forma a partir de una cost ilIa de la politologta perotiene alicnto propio. Y cl hecho originario es qu~, sobre tododesde Hegel y Marx, se distingue entre estado y socl~dad. Pal:ece-rfa entonces obvio que la politologia tuviera por objeto al p~lIne1'0 y la sociologia a la segunda, como sugi.eren Lip.set y B.el1(lIx. 37Pero ocurre que la distinci6n no se opera para dl~erencIar a ~osdisciplinas posibles sino porque hace un par de siglos .empezo averse a la sociedad como exprcsion del estado ?, a la mversa, alestado como expresi6n de la socicdad. Asf ~lego en su momel~tt~la sociologfa politica, que 10 mismo podrta llamarse :l~ vanosotros modos indicativos de la interacci6n entre 10 poltttco y 10social. 38 Curiosamente, pues, la sociologia polftica no ,cs una es-pecialidad de la sociologfa sino que a su tiempo resulto la madrede esta disciplina, siendo ella misma, por Sll parte, la men tadacosti1la de Adun que se hizo Eva. , ,

    Que es la sociologfa no-sociologfa polftica, eso todavJa estaen busca de definici6n satisfactoria y dista de habe: consenso alrespecto. Pero en este punto la 16gica s( puede servJrnos de COIl-

    CARLOS STRASSER20

  • IV

    suelo, porque esa sociologia (a secas) no esta ligada a 10 polit]aunque a veces la ciencia politica y la . 1 ," ,. lCO,volverse a ella, curiosas, como puede;~c/Oogra pol Jtica puedancuantas disciplinas Ae uf I .lacerle consultas a otrasobjeto de I '1 I, lay que recurrir a otras definiciones: el

    . a sOC/O ogra esta en el camp d I . .mlentras que 10 poht! 0 e 0 social privado

    . eo pertenece al ca I I " 'quiera sea la disciplina que 10 enfo Ue 3~n~~ c e, 0 ptrhllcn , cual-que la mayor cantidad y tal vez q '. , "I .vez por ello y por-estudios politicos de las lilt' . "/a m~Jol ca~le~ad en materia decien anos, provino del Call1lJOlm,as ,e eca~dsl' 0, din aIIIos 'os ultimos

    , e e a SOCIO og ia IT W Gciman identifica ciencia po/itica " I ': po I, ~ca, .: . Run-go, que en principio se trata d y SOC.IO .og~d pohtica; Sill embar-definitivamente conti~uas p' e dObs e.'lsclpl,lllas distintas, aunque

    , arece 0 VIO segun 10 ya dicho.w

    9, Punto final

    Si este articulo hubiera fund' .nt dposibles, ellas deberian leers~ asi: amen a 0 algunas concll1siones

    1. Lo de ciencia poiftica p do en scntido estricto E a tiue en entenderse en sentido latoPero: '. n uno u otro caso el objeto es 10 politico,

    2. Se da en lIamar ciencia pol't'solo puede lJarnarse asi por ' ,I rea a t?,da una disciplina quepolitica lata sensu). Razones ~: ~s~ae~te.ns':Hl. (entonces: cienciapopular que 10 cientifico ha ganad s nrazon: tal vez el prestlgiode I c c 0 en nuestro tiempo y el h I~u~ a gunos quieren circunscribir la p lit I' e? 10logla cient Ifica El por que es otro terna 01 0 ogra a una polito-

    3. Lo que en rigor pllede Ilamar e '. . ,. .tes, como los tiene toda' " Cs. CICllC/a polt tIca tIene Hmi

    4. La propuesta e~l~':C!a, omo s~ sabe, un1imite limita.politologia 0 ciencia (lJofit'ICc1atal t practlcada) de reducir toda lat . ,( a a sensu a una ci . I' .~ ncto SCllSU seguramente res onde, en~Ja po Itlca

    Ignorancia de la existencia de Pt I 'I'c~ .alguna meehda,. a unadichos limites, a es I1lHtes 0 del significado de

    5. En la medida en que la pro u tcia, entonces una de dos: p es a no responda a ignoran-

    a) implica una voluntad de t I I' .solo puede discutir' la te~;~ a(1 al e ISCI'lIsI6n de aquello que, la y a vo untad, eventualmcn-

    23LA IDEA DE UNA CIENCIA POLlTICA

    RESUMEN

    ~Quc es la ciencia polft ica? l.A que se llama ciencia polf-Hay imprecision y confusiones a este proposito, Se cree, por

    lado , hasta en una suerte de dependencia e inferioridad de laciencia politica respecto de la sociologfa; y se tiene, por otro lado,una discutible idea de 10 que es la ciencia ell general, 10 que de-ben ser los estudios politicos en particular, y que han venido acontribuir los estudios politicos cientfficos.

    Para una definicion de la ciencia politica hay que prestaratencion a los dos terrninos involucrados: ciencia y politica. Tarn-bien hay que ponderar cl hecho de que facia la disciplina politolo-gica ha pasado a ser denorninada, globalmente. "ciencia polftica".

    I) El origen de la idea de una ciencia politica, 0 sea de unadisciplina de objeto autonomo y que se desenvuelve por el em-

    de un modo cientifico, parece rernontarse a Maquiavelo , Enrigor, no obstante, Maquiavelo responde por la autonornizaciondel objeto disciplinario mns que, pese a sus inclinaciones, por eluso de un metodo verdaderall1ente cientffico y empirico (para-

    2).La "cientifizacion" de la disciplina es, cn realidacl, mas re-

    ciente y n1

  • II) l.Cwll es el objeto de la disciplina? Se busca delimitarlocon la ayuda de cuatro autores contelllponineos que respond en adistintas tradiciones (francesa 0 anglosajona) 0 a distintas orien-taciones (fllosofica 0 cientifica). Y se establece que el rnisrnr,objeto disciplinario puede ser conceptualizado en su naturalezaesencial 0 en su ubicaci6n hist6rica concreta segun scan los inte-reses intelectuales de la investigaci6n: filosMicos 0 cientificos(paragrafo 4).

    Supuestal11ente, el tratamiento tradicional, no cientifico delobjeto disciplinario, ha acarreado grandes desventajas para el pro-greso de la disciplina. La "il11portaci6n" delllletodo cicntifico lacapacitara, por el contrario, para superar su "subdesarrollo". Lasventajas del modo cientifico aparccen como simetrlcas de las des-ventajas del modo filos6fico tradicional. Se discuten las supuestasventajas (parngrafo 5).

    Habiendose sentado que la ciencia esta sujeta a definici6n y,en consecuencia tiene Iunites. se discuten seguidamente algunosde estos, relativos al conocimiento cientifico y 11 conocimientocientifico-politico y cientifico-social (parngrafo ()),

    Ill) No puede lIal11arse ciencia po/{tica a la disciplina toda sinincurrir en un exceso, que en parte se origiml en una noci6n optl-l11ista de la ciencia y en una correlativa idea ncgativa de la filosofia.Hay otras razones, posiblemente, para que la disciplina haya ve-nido a lIal11arse de esta manera; como sea, la denominaci6n s610cabe si queda cntendido que se da en sentido lato. Pero aun bajoesta inteligcncia el nombre favorece confusioncs, pues la discipli-na comprende tanto a una ciencia politica (ahora en sentidoestricto) cuanto a una fi/oso!l'a politica. Esta l,ltima se ocupa jus-tamente de aquello que, por definici6n, le esta vedado a la eiencia.De ahf que la propuesta de hacer ciel1cia politica (y sobre todo lade hacer ciencia polftica exclusil'amellte) comporta no s610 even-tu ales beneficios sino talllbien un eosto inmediato: no oeuparsede ciertos asuntos, que supuestalllente tendrfan una importanciagrande (paragrafos 7 y 9).

    Haciendose cargo de las confusiones y superposiciones quese mencionaron al comienzo, cl articulo discurre hacia el finalsobre los orfgenes y las diferencias de objeto de la sociologfa yla sociologfa politica (paragrafo 8).

    IV) Se leell en el apartado final algunas conclusiones alcan-zadas.

    24 CAR LOS STRASSER

    NOTAS

    "LA IDEA DE UNA CIENCtA POLlTICA"

    I menos que mcnos, un recurso a suI A este ultimo respecto t?n.1Po~~ v~, eica par~ cl memento itali~no, porq~le

    eventual resonanc!a. en cuanto pr~~\~~i6nefa~gtenfan los trabajos de Platon en la ctr-ias politicas concretas Jconsecuenc M utorcs

    del gricgo. I Saint Simon Comte y I\IX, a ,CU1~stI1I21CWulaS historia ha conocid(~ ~ntrc~anto a I~~C~S) eJ~ la vCJ;a clcnt ifica, cmplrica y, de teor ias (de efccto pol it ico , Si no po J 1 cicncia polit ica stricto S!'IISII de hoy

    pero antoriorcs a 10 que llamarcmos a I rio espcculativo mayusculo, de laPO~ml1{1e"I"c'aso de Marx muy sohr~ todo, d~ un pO.l CY R\;ncilllan, especialmcnt.c caps.en lidad) (Cfr. Nisbet, paSSIIII; Zctthn, (lassl.m d en la bibliografia, al final del3 c(~~s obras de los autorcs citados son I11CnCIOna as , .

    2 y, 'N d I R -) d 't dos y tccmcasprescnte trabajo - . ea. . 0 mu importante, desarrollo c mc 0 ,~ Un notable, y dcsde lueg y Cf Runciman. prigs, 23/24. _,slrve d~'~:~';",~~:\~: ~' :;:~,o ~~;>~:'~~::;d~f::~:o,~,;;~:~;;t :i,~'r:~: '~~";;,:~~i:. utadas (como se hizo antcs a proposi 0 to tamblcn la obra de Parsons, b), en a1IHP 'I," Pucde consultarse al rcspcc , ,~:~~ddoe~f~~~:'a la mctndolog ia dc Weber.

    5 Cfr. Prclot , caps, 2 y 3.6 Pro lot, prig. 59.7 Cfr. Freund, passim, , ,.8 Wolin, espcciall1lc.nte caplt,l~los 1 ~f~~o de int cgracion") tambien aparece suge-9 L dcl punto de intcrscccion (y

    . po ns a) pags, 126-27. 11 Irldo por arsons, . ducci 1 Y cap 1 y Da t ,cap. ,10 Cfr Poulantzas, Intro UCCIOI ,., ,

    1\ Po~lantzas, png, 8.12 Dahl, pngs. 12-14. , . . 10 olftico crr. Arcndt, cap. 2. .13 Para la escncialidad dc 10 publico en p de d'i~tinta mancra las dos ortent~14 Frcund, Wolin, Poula~lt.zas y Dahl cr~~f~cz mns ricas tradicioncs en m~tcrla

    ' btlsicas (fiIosMiea, cicntlflCa)'y las d~S r ,'sa) dc forma quc nos par~cleron~IOI~:~S::I~licnto polfiico (la anglosaJona y \ ra~~~~~o~ito de indagar cn el obJcto deen' ir una "l11ucstra" suficicntc para nues ro

    cons I, \~ , d I verdadcra Illcnte10 politiCO, )' lara no cHar SlllO a dos c os '11 015 Marx cOlllparte con tlaton. -I, , I' lrimirsc desaparccicndo con c a l' _

    ' el confllcto pO( In SUI "andes- la crcencm en que 'I esee tieos alguna vcz. .

    W;iea' ambos autmcs, sin cmbarg~, se p~rfl ~~ li'staPde la UNESCO que antes menc~o.na' 16 En este punto sf tcndIla scntldo , ; I' f milia de las cspccialidades politiCO-SCgtl;l los expcrtos de Paris, pucs, h; aq\\\~a~ b) la historia de las ideas, 20~ Las~~o;~'as' 1) La teor(a (lolitica: a) .Ia t.c,orla po I ~bi~'rno ccntral; c) cl gobicrno rcglo!mlin~titll~iones po/fticas: a) la Const~tuclOn; b) cl ~ioncs ccon61llicas y sociales del golllc~-

    Y local ' d) la administracion p6bhca; C)p,.Jast~dun. ur11~OS l' opil/ilm pI/Mica: a) los partl-I

    ' , rallas 31 ar I 0". to.. /' , - d I . ladano cn eno' f) las instituciones COlllpa, ". ~., , c) la participacion e ClUt, .' .d

    ' Ifticos' b) los grupos y las aSOCIaCIO.n~~, 'blica 40) Las relaciones IIItcmaclO-os po "I d' istracion' d) la 0p111l0n pu .gobicrno y en a a 1Il1ll" ,

  • nales: a) la po/{tica internacional; b) la po/{tka y la organizaci
  • BIBLlOGRAFlA"LA IDEA DE UNA CIENCIA POLlTICA"

    Refcrencias y comcntarios en cl texto rclat ivos a Plato n, Maquinvclo, Bacon,Hobbes, Saint-Simon, Comte, Man" Durkheill1 y Weber, oblignn a una rcmision generala la obra conocidn de dichos autores. Pero hay dos estudios de tipo secundario con losque estamos en deuda aquf: . .

    Robert A. Nisbet , The SocioloRical Tradition; Basic Books, Nueva York, 1966 (lIaytrnduccion).

    Sheldon S. Wolin, Politics and Vision, Little, Brown & Co., Boston, 1960 (lIay tra-ducclon),Por 10 dcnuis, en cl articulo se ha hccho rcferencia a la slgulcnto literatura:

    Theodor Abel, "La opcracion llatnada Verstehcn ", en I. L. Horowltz (compilador),Historiay eletnentos de la sociologia del conocimtenm, Fudcba, 1964, tomo I.

    Louis Althusser (y Eticnno Balibar), Para leer RI capital, Siglo XXI, Mexico, 1969.lJanna Arendt, The Human Condition. Doublcday, Nueva York, 1959 (Hay traduccion).Arnold Brecht, Political Theory: 71,e FOllndations of Twenttett, _ Century Political

    Taught, Princenton University Press, 1967 (/lay traduecion).Mario Bunge, La cicncta, SII m(;todo y SlI [ilosofia, Siglo Veinte, Buenos Aires, 1970.Edwin A. Burtt , The Metaphysical Foundations of Modem Science, Doubleday, Nueva

    York, 1954.Pierre Duhem, The Aim and St/'/(ctllre of Physical Science, Athencum, Prineenton,1962.Julien Frcund, La esencia de 10 politico, Rcvista de Occidcnte, Madrid, 1970.Norwood Russcll Ilanso n, Patterns of DiscOJ'ery, Cambridge University Press, 1965(Hay traduccion],Thomas S. Kuhn, The Structure of Sciel1tific Revoluticne, Chicago University Press,

    1968 (Hay traduecion).Michael Oakeshott, Rationalism and Politics, Basic Books, New York, 1962.Talcott Parsons, a) 71/C Social System, Free Press, Nueva York, 1965. b) The St/1/C-

    ture ofSocial Action, Free Press, N. York, 1967 (lIay traducclo n),Michacl Polanyi, a) Personal I