solís, suzuki y baeza (2010) estrategias de lectura
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María Cristina Solís, Emy Suzuki y Paz Baeza(2010) : Niños lectores y productores de textos. Ediciones Universidad Católica de Chile. Santiago 2010 – (libro en prensa)� �
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La lectura en voz alta es una estrategia de enseñanza, mediante la cual el profesor/a lee a los niños/as un texto previamente seleccionado y cuidadosamente preparado. Este texto puede ser de ficción, como cuento, fábula, poesía; o de no ficción, ya sea informativo, biográfico, etc. Por lo general, se elige un texto que posee un nivel más elevado que el nivel de lectura independiente de los alumnos/as y que les sería difícil leer por si solos. El profesor/a comparte con ellos el placer de leer y actúa además como un modelo de lector, ya que a través de la lectura en voz alta se puede desarrollar el aprecio por la lectura y que los estudiantes tomen conciencia de que leer es una actividad para disfrutar. A medida que el profesor/a lee el texto va enseñando cómo se comporta un lector experto, cuáles son los ritmos de lectura de diferentes textos, la fluidez al leer, los tonos, qué hacer frente a una equivocación o palabra desconocida, etc. La lectura en voz alta es el momento para que el profesor/a les enseñe a sus alumnos/as estrategias específicas de lectura, conceptos acerca de lo impreso, cómo funcionan los textos y el vocabulario. Fundamentos de la lectura en voz alta La lectura en voz alta realizada por el docente es considerada como uno de los factores más influyentes para el desarrollo integral de los niños/as, por lo que debería formar parte de un programa de promoción de la lectura en todos los niveles de la educación (Beuchat,1989, Condemarín, Galdames y Medina,
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1998;Chambers,2001). Numerosas investigaciones en los últimos años han demostrado que leerles a los niños/as en voz alta promueve en ellos el placer por la lectura y desarrolla la capacidad de escuchar, además de ampliar su vocabulario y otros conocimientos, tales como conceptos acerca de lo impreso (Fisher, 2000), conocimiento del sonido de las letras, vocabulario, comprensión y conocimiento del mundo (Bennett‐Armistead, Duke y Moses, 2005). A través de la lectura en voz alta se puede exponer a los niños/as a diversos géneros de la literatura, trabajar temáticas de cualquier subsector de aprendizaje y descubrir cómo se diferencia el lenguaje oral del escrito La lectura en voz alta se parece mucho a lo que los padres y abuelos hacen con sus niños/as al contar y leer cuentos. Esto se practica hace muchos años y en muchos lugares del mundo, pero no cualquier lectura en voz alta desarrolla el lenguaje ni es una experiencia educativa efectiva . En los últimos años, los profesor/aes en enseñanza básica y preescolar han utilizado la lectura en voz alta en sus salas de clases como una manera de introducir a sus alumnos/as en el encanto de la lectura, además de aprovecharla como un medio de instrucción para diferentes unidades temáticas , considerando que los alumnos/as pueden aprender algo de Ciencias o de Historia si se elige un material de calidad que trate estas áreas. Sin embargo, hasta ahora el rol del alumno o alumna durante la lectura ha sido más bien pasivo, centrándose su aprendizaje principalmente en el desarrollo del escuchar (Fisher, 2000). Por esta razón es que actualmente la intención es dar un vuelco a la manera en que se les lee a los niños/as y lograr que ésta sea una actividad mucho más interactiva, donde ellos puedan hacer comentarios espontáneos a medida que avanza la lectura a la vez que el profesor/a plantea preguntas adecuadas con el fin de lograr los aprendizajes esperados. Los comentarios y preguntas no son meramente textuales sino mucho más complejos, ya que la finalidad es siempre lograr una mejor y más profunda comprensión del texto y su contenido. También se ha descubierto que mediante la lectura en voz alta los niños/as mejoran su capacidad de atención y memoria, aspectos claves para el aprendizaje escolar. Es necesario potenciar aun más este rol de modelo que tiene el profesor/a y asegurar que los alumnos/as desarrollen estrategias de lectura que luego podrán aplicar durante sus lecturas independientes. La lectura es un proceso que toma tiempo y requiere de un espacio para tener contacto con ella. La única forma para lograr su aprendizaje es a través de la práctica, es decir, se aprende a leer leyendo, lo que realmente importa es la presencia de una persona que ejecuta la actividad y demuestra su funcionalidad; una persona que evidencie que la lectura es un valor no sólo porque es importante en sí misma, sino porque se lleva a cabo su práctica en contextos reales; una práctica que permita que los textos sean quienes enseñen cómo leerlos y muestren como desenmascararlos, así las ideas que se tengan acerca de la lectura y de lo que ella puede ofrecer se irá construyendo, ampliando, indagando, modelando y remodelando. Implementación de la lectura en voz alta La lectura en voz alta es una estrategia de grupo completo y como tal, deben trabajarse en proximidad. Esto significa buscar un espacio dentro de la sala de clases donde los niños/as puedan sentarse cerca unos de otros, del profesor/a y del material a utilizar, en este caso, cerca del texto que será leído. El objetivo es crear un clima cálido, de confianza e intimidad entre todos los participantes, de manera de fomentar la discusión y conversación alrededor de la lectura, dándoles confianza a los niños/as que les es más difícil hablar frente a otros y ayudando a los que tienen problemas en mantener la atención. Cuando el profesor/a tiene a sus alumnos/as físicamente cerca, puede monitorear mejor al grupo y tener una mejor comunicación con ellos. En el caso de la lectura en voz alta el trabajar con los niños/as en proximidad permite compartir el texto con ellos y si éste tiene ilustraciones lo hace mucho más significativo y provechoso; en este sentido, si el texto tiene ilustraciones será importante que todos las puedan ver desde
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donde estén sentados. Las normas y los hábitos desarrollados por los alumnos/as son clave para que esta estrategia tenga éxito. Esto tiene que ver con las conductas tanto verbales como no verbales además de la actitud que se espera que tengan los niños/as. Rol del profesor/a Antes de realizar esta estrategia, el profesor/a debe elegir los libros que se relacionan con el tema que esté tratándose en la unidad y con los intereses de sus alumnos/as. Debe leer repetidas veces el texto seleccionado, de forma de comprobar que se ajuste a sus objetivos y que sea adecuado al nivel de sus estudiantes. Posteriormente, debe organizar el lugar físico para que se convierta en un espacio de intimidad y proximidad, donde los niños/as se sientan cómodos para participar de esta lectura. Una vez que se ha organizado el espacio, es conveniente recordar las normas que deben respetarse durante una lectura en voz alta además de señalar los propósitos de esa lectura: para entretenerse, para jugar, para aprender, para seguir instrucciones, entre otros. Es necesario que el profesor/a promueva las predicciones a través del título, de las ilustraciones, de los personajes, del formato, etc. Puede hacer lecturas en voz alta de cuentos, poemas, adivinanzas, trabalenguas, de los libros de texto, de las instrucciones de una prueba o de algún mensaje o aviso que llegue a la sala de clases. Lee con fluidez y entonación adecuada; mostrando las ilustraciones cuando sea pertinente hacerlo. Además, al leer puede interrumpir la lectura para clarificar, verificar las predicciones o para realizar nuevas. Después de la lectura puede fomentar discusiones diferentes y valiosas en torno a él, o proyectar otras actividades relacionadas con la lectura. Según Bosch y Palou (2005), una buena lectura en voz alta debe ser expresiva, cambiar de tono según lo que se lee, inteligible, es decir con articulación e intensidad adecuada y por último, inteligente, que ayude a los estudiantes a captar los momentos de inflexión. Enseñar a través de la lectura en voz alta Al realizar una lectura en voz alta, es posible enseñar a los alumnos/as algunas estrategias de comprensión de lectura tales como: Uso de conocimientos previos: son los conocimientos ya adquiridos, que pueden venir de experiencias
propias, de experiencias vividas por otros, y puede ser información adquirida formal o informalmente. Estos conocimientos ayudan a entender mejor de qué se trata un texto, a qué se refiere el autor, cómo interpretar la información, qué aspectos son relevantes en la lectura, entre otros. En otras palabras, se suma la información nueva a la antigua para lograr una comprensión más profunda. Conectar información: el usar la información ya adquirida ayuda a conectar la información nueva con la antigua. Este uso de los conocimientos previos puede tomar tres formas: conectar el texto con uno mismo, el texto con el mundo y el texto con el mismo texto; es decir, se puede conectar la experiencia del personaje de la historia con algo que me pasó a mí; se puede conectar una situación con la misma que vivió un amigo; o se puede conectar información de la historia, con lo que aprendí en mi texto de ciencias, por ejemplo. Predecir: es anticipar la información que entregará un texto o una parte de éste que aún no se ha leído. Para hacer un pronóstico de la información que viene, el lector conecta sus conocimientos previos con información que aportan las ilustraciones, la portada, el título del libro, acontecimientos ocurridos en éste. Una predicción puede tomar muchas formas, compartirse con otros o no.
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Clarificar: es aclarar el significado de una palabra cuyo significado se desconoce. Es importante detenerse frente a ella y decidir qué medio utilizar para aclarar el sentido que tiene dentro del texto, y para esto se puede recurrir al contexto, a los conocimientos previos, a otra persona, a una imagen, a un diccionario, etc. Inferir: son las deducciones que realiza el lector que le permiten completar la información que aparece en el texto, infiriendo lo que no está explícito en este sobre personajes, objetos, tiempo, espacio, valores, preferencias del autor, entre otros aspectos. Visualizar: es la capacidad para establecer imágenes mentales a partir de la lectura de un texto como estrategia para favorecer la comprensión del mismo. Es como soñar despierto para anticipar mentalmente una situación o para recordar algo ya leído.
Momentos didácticos de la lectura en voz alta Antes de la lectura Antes de realizar una lectura en voz alta, el profesor/a debe elegir cuidadosamente el texto que le ayudará a cumplir lo que se ha planteado previamente en su planificación; lee y relee el texto varias veces para así conocerlo bien y poder preparar el mejor trabajo posible. Además y dado que un texto no tiene que ser leído por completo en una sola sesión ni ser leído sólo una vez, esta preparación puede contemplar varios días de trabajo. A medida que se vaya preparando el texto, el profesor/a debe decidir qué estrategias de comprensión va a trabajar en cada sesión de lectura. También debe definir dónde querrá detenerse en el texto, para trabajar qué habilidades y qué preguntas le hará a sus alumnos/as. Se sugiere al profesor/a: Realizar predicciones o hipótesis a través de la portada, del nombre del autor, las imágenes
presentes, la narración, los personajes, algunas historias personales, entre otros. Crear expectativas. Activar los conocimientos previos de los alumnos/as. Durante la lectura En esta oportunidad es cuando el profesor/a enseñará las habilidades de comprensión seleccionadas con anterioridad. Una vez que los niños/as estén atentos, el profesor/a debe hacer una introducción al texto seleccionado y prepararlos para la actividad. Es importante que todos estén bien sentados y que respeten las reglas previamente acordadas. En ese momento, corresponde generar temas de discusión y entablar conversaciones con los niños/as para promover la mejor comprensión del texto y lograr los aprendizajes planificados. La lectura ha de ser fluida pero se puede detener las veces que sea necesario para cumplir con los objetivos propuestos y, en ese sentido, es muy importante poner atención a la recepción y participación de los estudiantes y aceptar sus comentarios sin juzgarlos. Se sugiere al profesor/a: Mostrar las ilustraciones. Detener la lectura para crear nuevas predicciones. Detener la lectura para retomar la atención y comprobar lo que han entendido. Aceptar los comentarios que hagan los niños/as, valorar sus aportaciones y relacionarlas con el
texto. Pensar previamente en las metas establecidas para elegir determinada lectura y dirigir la discusión en esa dirección, aceptando los comentarios pero no desviándose del objetivo principal. Estar atento a las respuestas y necesidades de los alumnos/as en relación al texto.
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Después de la lectura Terminar la lectura en voz alta no necesariamente significa el desenlace o final del texto seleccionado, sino que puede darse terminado por la sesión o tema del día, retomando la lectura del texto en otra oportunidad. Una vez que esta estrategia finaliza el profesor/a puede invitar a los niños/as a realizar una actividad de extensión, como realizar gráficos, construcción de un cuento, entrevista al autor, al personaje, hacer títeres, dramatizaciones, arte, construir un abanico de secuencia, construir diagramas comparativos, escrituras interactivas, entre otros. Se puede pasar a alguna lectura compartida que tenga que ver con el texto leído, a una escritura interactiva o escritura independiente. ¿Qué se puede leer? El educador puede seleccionar diferentes tipos de textos de acuerdo con el foco de enseñanza, por ejemplo cuentos, fábulas, leyendas, el texto de lenguaje, noticias, diferentes textos expositivos, afiches, entre otros.Ejemplos de lectura en voz alta
¿TU MAMÁ ES UNA LLAMA? ¿Tu mamá es una llama?‐ le pregunté a David un día. ‐No, no lo es, ‐ contestó mi amigo con cortesía– se cuelga cabeza abajo y vive en una cueva. No creo que a las llamas les guste hacer tal prueba. ‐Oh, ‐ le dije cuando lo vi junto al lago, Pienso que tu mamá es un . ¡MURCIÉLAGO! ¿Tu mamá es una llama? –le pregunté a mi amigo Federico. ‐No, no lo es, ‐negó Federico con el pico– tiene cuello largo, blancas plumas y alas. No creo que una llama se vista así, de gala. ‐Oh, ‐le dije, si no tiene ni siquiera un tizne… Creo que tu mamá es un . ¡CISNE! ¿Tu mamá es una llama? –le pregunté a mi amiga Juana. ‐No, no lo es, ‐me explicó Juana de buena gana– pace en el pasto y le encanta decir ¡Muú!. Creo que una llama más bien diría ¡Tú! ‐¡Oh! –le dije ¡ya entiendo!‐. Si eso es lo que la destaca, tu mamá es una … ¡VACA! ¿Tu mamá es una llama? –le pregunté a mi amigo Lucero. ‐No, no lo es, ‐contestó Lucero muy ligero– tiene aletas, bigotes y come pescado cada día. No creo que a una llama le gustaría. ‐Oh, ‐le dije, sí como a ti le gusta tomar el sol sobre una roca, Creo que tu mamá es una . ¡FOCA ¡Tu mamá es una llama? –le pregunté a mi amigo Arturo. No, no lo es, ‐dijo Arturo, te lo aseguro– tiene grandes patas traseras y un bolsillo para mí. No creo que las llamas sean así. ‐ Oh, ‐le dije, ahora sí, estoy seguro que tu mamá es un … ¡CANGURO! ¿Tu mamá es una llama? –le pregunté a mi amiga Lina. Oh, Lalo, ‐sonrió Lina muy fina– mi mamá tienen grandes orejas, largas pestañas y corto pelo …¡y tú conoces mejor que nadie sus ojos de terciopelo! Nuestras mamás pertenecen al mismo rebaño y tú sabes mucho de llamas, porque eres una, pero de menor tamaño. ¡Oh! –le dije a mi amiga, es cierto … soy una llama y mi mamá es una … ¡LLAMA! Y este es EL FIN.
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Texto: ¿Tu mamá es una llama? Propósito: demostrar comprensión de lo escuchado Curso: Primer y segundo nivel de transición Sugerencias para el educador: Muestre la portada y haga a los niños describir la imagen: ¿qué aparece en la portada? ¿alguien conoce este animal? Formule preguntas que les permitan predecir, como por ejemplo: Miremos el dibujo ¿De qué se tratará este cuento? ¿Dónde crees que ocurre este cuento? Observemos la imagen……¿Qué personajes hay? ¿Qué relación habrá entre los personajes? Después de escuchar las respuestas de los niños, lea el título: ¿Tu mamá es una llama? Durante la lectura, lea con fluidez y entonación mostrando las imágenes y asegurándose que todos puedan verlas. Formule preguntas para predecir de qué animal se trata, verifique las predicciones una vez que en el texto aparezca el nombre del animal. Formule preguntas para que puedan realizar conexiones entre el libro y sus propias experiencias, por ejemplo ¿a qué animal que ustedes conocen se parece el cisne? ¿en qué se parecen? Al finalizar verifique las predicciones realizadas por los niños sobre el tema del cuento: Carlos, tu pensabas que el cuento se trataba de ……¿era así? ¿por qué? Ejemplo de actividades de extensión: Pedir que dibujen a su mamá y a una mamá animal del cuento leído y que dicten una frase sobre lo dibujado la que será escrita por la educadora. Entregar revistas para que recorten imágenes de animales mamás e hijos y hacer un collage. Otros focos de enseñanza: Conocimiento del sonido de las letras: Sugerencias: letras y patrones de lenguaje en el libro; poner atención a los sonidos y palabras y al nombre de las letras; relacionar las letras con palabras conocidas para los niños. Conocimiento a cerca de lo impreso: Sugerencias: tomar, abrir y leer el libro al frente de los en cercanía; señalar las palabras a medida que se leen; hablar acerca de las partes del libro; mostrar como encontrar una sección particular del libro. Ampliación del vocabulario: Sugerencias: seleccionar las palabras (ej.: cortesía) y la meta de comprensión, es decir, que es lo que quiero que los niños/as comprendan; dar una breve explicación que sea comprensible para ellos, no definición de diccionario.
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El ratón y la montaña Había un ratoncito muy pequeño, pero muy vanidoso. Había nacido de noche y, además, vivía en un agujero muy oscuro. Nunca había visto el día pues vivía en un país donde las noches eran muy largas. Un día despertó sobresaltado y al salir de su cueva, vio un enorme fuego que crecía cada vez más. — ¡Un incendio! —exclamó—, debo huir rápidamente. Corrió y se puso a salvo. Luego, pensó: “¡Qué tonto! El fuego no puede hacerme nada, pues soy un ser extraordinario.” Al volver a su agujero vio que no había sucedido nada; eran sólo los rayos del sol. Sintió vergüenza de haberse equivocado y decidió hacer alguna hazaña. Subió de un salto a la cima de un cerro, pero cayó sobre un montón de arena. Nadó para atravesar un lago, y se dio cuenta de que sólo era un charco. Echó abajo un palo que, según él, sostenía el cielo, y resultó que sólo era el tallo de una planta. Por fin, desesperado, decidió hacer una última prueba: transportar una montaña. Fue hasta una y comenzó a llevar granito por granito, piedra por piedra. Corrió y anduvo durante mucho tiempo y trabajó afanosamente, con gran esfuerzo, hasta que consiguió transportar la montaña. Sólo así, aprendió nuestro ratoncito una valiosa lección, pues para ser importante no vale ser vanidoso… Texto: El Ratón y la montaña Propósito: demostrar comprensión de lo escuchado Curso: 3° y 4° básico Foco de enseñanza: comprensión del texto; moraleja de una fábula Sugerencias para el educador: Lea el título. Formule preguntas que permitan a los niños predecir el contenido del texto. Lea el texto con fluidez y entonación procurando que todos escuchen. Lea un párrafo, deténgase si es necesario, para comprobar la comprensión del texto, por ejemplo ¿Cómo era el ratoncito? ¿Dónde había nacido el ratoncito? Explique sólo las palabras desconocidas que son importantes y dificultan la compresión del texto de la siguiente manera: Cambie algunas palabras por sinónimos y pregunte si el texto no ha cambiado su sentido, como por ejemplo: Había un ratoncito muy pequeño, pero muy vanidoso Había un ratoncito muy pequeño, pero muy presumido, engreído Un día despertó sobresaltado y al salir de su cueva, vio un enorme fuego que crecía cada vez más Un día despertó alterado, inquieto y al salir de su cueva, vio un enorme fuego que crecía cada vez más. Ofrezca la palabra a los niños/as para que comenten acerca de lo leído y puedan establecer conexiones entre el texto y sus experiencias, como por ejemplo: ¿cuándo has despertado inquieto o sobresaltado?, ¿qué otras historias de ratones conoces? Después que escuchar una respuesta, puede releer una parte del cuento para comparar con la experiencia del niño y niña. Converse con los niños/as acerca de la enseñanza que deja esta fábula Invite a los niños/as a relacionar esta moraleja con otras experiencias de vida.
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Ejemplo de actividades de extensión: Ilustrar la fábula. Escribir una entrevista al ratoncito. Leer otras fábulas y comparar los personajes. Otros focos de enseñanza: Palabras desconocidas. Elementos de una fábula.
Así se filma Harry Pottter
21 de marzo, Revista Wiken, Diario El Mercurio POR ALFONSO DANIELS, DESDE LONDRES Estuvimos en el set de "Harry Potter y el príncipe mestizo" y descubrimos los trucos del niño mago más popular del cine. HARRY SÍ EXISTE No es sólo un personaje literario o una explosiva moda. Existe aquí y ahora, en el rodaje londinense de "Harry Potter y el príncipe mestizo", al que Wikén tiene acceso exclusivo. Estamos en el set de esta aventura y, de pronto, arriba de un auto, vemos al profesor/a de Defensa Contra las Artes Oscuras, Severus Snape (Alan Rickman) en el asiento trasero. Más allá, la cafetería rebosa de extras que personifican a los niños magos y profesor/aes de magia que hacen cola con sus bandejas durante el almuerzo. Ya llevan tres meses de rodaje y faltan tres más, pero todo parece ir sobre ruedas, con el estreno en Chile previsto para el 21 de noviembre. "Será muy triste cuando se acabe todo", comenta Harry Potter, con la cara del actor Daniel Radcliffe, refiriéndose al momento en que tengan que rodar la séptima y última película de la saga prevista para el próximo año. "Extrañaré actuar de Harry, pero sobre todo la gente del set", añade. Al contrario de lo que se espera, la sexta y penúltima película de la saga no será tan oscura como la anterior. A pesar de que se sabe el trágico final del mentor de Harry, Albus Dumbledore (Michael Gambon), el filme se está tejiendo alrededor del incómodo y cómico romance entre Harry y Ginny Weasley, hermana de su íntimo amigo Ron (y a cargo de Bonnie Wright, quien debutó en la segunda película de esta saga). Sobre el punto, comenta Radcliffe: "Es una historia compleja, no es un romance sencillo porque Harry es tan amigo de Ron, y Ginny es su hermana y Harry siente que camina sobre huevos". Según el director David Yates, "la quinta (película) fue bastante intensa, pero ésta contiene más comedia (...) Hay muchas sutilezas en la relación, hay mucha tensión sexual y emocional". El filme promete también mucha acción y magia a rebosar e incluirá al menos una escena que no aparece en el libro. POTTERLANDIA. Entrar a los estudios Leavesden, situados a unos 40 kilómetros al norte de Londres, y donde trabajan más de 1.500 personas, es ingresar en otro mundo, donde reina un ambiente lleno de optimismo. Donde nada parece imposible. En este lugar se produce casi todo, desde los animales y monstruos que participan en la película (durante nuestra visita estaban creando un gato literalmente pelo por pelo) hasta el vestuario de los actores, pasando por los sofisticados escenarios. "Guau" es la única expresión posible frente al gran salón donde comen los niños. Al costado, subiendo por algunos escalones, el visitante se topa con las camas de los niños con pequeños afiches y libros al lado en las mesitas de noche, detalles que jamás podrán apreciarse en la película. El rodaje tiene lugar en un hangar donde se fabricaban motores Rolls Royce para aviones de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Alrededor se extienden campos verdes junto a una carretera principal y a un costado - de sorpresa- sobresale una hilera de fachadas falsas, entre las que destaca la casa de Sirius Black. Al contrario de otros estudios, aquí sólo se rueda una película - Harry Potter- , así que posiblemente sus días estén contados. Todo este ir y venir de personas se interrumpe de repente al sonar una campana. "Allá vamos, cámara, ¡acción!", exclama el director y comienza el rodaje. (fragmento).
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Texto: Así se filma Harry Potter Propósito: establecer conexiones; comprender el texto. Curso: 6º y 7º básico. Sugerencias para el educador: Muestre la imagen: ¿quién es el personaje que aparece?, ¿qué saben de este personaje? Lea el título y formule preguntas para que los alumnos/as predigan el contenido del texto. Lea el nombre del periódico donde aparece el texto y realice preguntas para que predigan el tipo de
texto. Lea el primer párrafo: “Estuvimos en el set de "Harry Potter y el príncipe mestizo" y descubrimos los trucos del niño mago más popular del cine.” Clarifique palabras como set, rodaje, extras si es necesario. Realice preguntas para que los alumnos/as planteen nuevas hipótesis del contenido del texto y las comparen con las anteriores. Lea en voz alta el siguiente párrafo y deténgase a dialogar acerca del contenido leído: ¿en qué país se filma la película?, ¿cuál es el personaje interpretado por Alan Rickman?, ¿dónde estaba el personaje en el set?, ¿qué saben de este personaje?, ¿de dónde han obtenido esa información? Los alumnos/as establecen conexiones cuando señalan que el personaje aparece en otros libros de la saga, o comentan desde otra película o desde sus experiencias: ¿cuánto dura el rodaje de la película?, ¿qué significa el término “ir sobre ruedas“ que aparece en el texto?, ¿por qué el actor Daniel Radcliffe realiza el siguiente comentario: "Extrañaré actuar de Harry, pero sobre todo la gente del set"? Lea con fluidez y entonación los párrafos siguientes asegurándose de la comprensión de lo leído y formule preguntas para que los alumnos/as puedan establecer conexiones a partir de otras obras de la saga o con otras películas o con sus experiencias. Lea sólo mientras los alumnos/as mantienen atención. Puede continuar al día siguiente o en otro momento.
Ejemplo de actividades de extensión: Contrastar el contenido de un libro de la saga con su película. Preparar una entrevista para uno de los personajes. Investigar como es un set de filmación. Describir personajes. Comparar el contenido de algunos libros de la saga. . Otros focos de enseñanza: Ampliación del vocabulario: lenguaje cinematográfico El texto informativo y sus características. Confección de un afiche para promocionar la película.
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LECTURA COMPARTIDA La lectura compartida es una estrategia para la enseñanza y el aprendizaje de la lectura, a través de la cual el profesor/a y los alumnos/as comparten la tarea de leer y aprender por medio de un texto visible para todos. Se lee el texto en conjunto con ellos, guiándose con un puntero, modelando la fluidez y entonación. Al utilizar la lectura compartida, los profesores demuestran el proceso y las estrategias de lectura que usan los lectores expertos, identifican y discuten con los alumnos/as las convenciones, estructuras y características del lenguaje de los textos escritos y los estudiantes aprenden a interrogar el texto, a buscar las diferentes claves que cada texto aporta a interpretar las ilustraciones, diagramas y esquemas como elementos que ayudan a la comprensión. Esta estrategia brinda la oportunidad de que todos los alumnos/as participen exitosamente en la lectura. Fundamentos de la lectura compartida Algunos profesor/aes han decidido indagar en las conductas de los lectores exitosos en lugar de buscar lo que estaban haciendo mal los lectores que fracasan. Así, han encontrado que los lectores más exitosos provenían de hogares en los que los libros y la lectura eran parte de la vida diaria, pero el factor más significativo que estos niños/as tenían en común era la experiencia de lectura nocturna. El equipo de investigadores estudió la situación de lectura nocturna, para descubrir cómo y por qué influía tanto en los lectores expertos. Encontraron que los niños/as a quienes se les lee antes de la educación formal tienden a tener más éxito que aquellos que no han tenido esa experiencia. Pero, ¿qué es lo que pasa en las lecturas nocturnas que da a los niños/as tantas ventajas? Primero, hay una exitosa presentación del libro con propósito placentero. Puede haber considerable participación y preguntas en una forma relajada y sin presiones; es decir, se vive un ambiente cálido y de apoyo. Segundo, el niño demanda muchas repeticiones de la lectura, en un fenómeno de "¡Léelo otra vez!, que tal vez se presente muchos días. Tercero, el niño pasa muchas horas felices independientemente con sus libros favoritos, haciendo el rol de lector y recreando la experiencia familiar con aumento de sofisticación. Con estas características se ha desarrollado una versión de la lectura nocturna para la sala de clases y que fue llamada lectura compartida.
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En la lectura compartida se leen y releen los textos con frecuencia, cada lectura puede tener un objetivo en particular, pero en general, siempre se obtendrá un gran beneficio de cada una de ellas, entre los que se pueden mencionar: Las relecturas aumentan la comprensión lectora y el vocabulario. Ayuda a los estudiantes a entender y recordar más conceptos y tener más confianza en sus lecturas. Mejora la velocidad de lectura y favorece la fluidez. La repetición tiene mejores efectos si las palabras no están aisladas, sino que forman parte de un
contexto, es decir, es mucho mejor releer textos que listas de palabras. La práctica le da la oportunidad a los lectores iniciales de alcanzar un nivel automático de decodificación para que ellos puedan poner atención a la comprensión del mensaje. Las relecturas aumentan los conocimientos de los niños/as, tanto de contenidos como de estrategias; aumentan su motivación para leer y proveen de un modelo y de práctica para la fluidez. La fluidez se refiere a la manera natural y suave de la producción oral de un texto impreso (Rasinski, 1989).
En algunas investigaciones se ha encontrado que la fluidez en la lectura puede ser entrenada y que su enseñanza trae mejoras en las habilidades generales de lectura (Marchant, et al, 2004) La experiencia ha demostrado que los niños además de disfrutar leyendo juntos, leen con mayor sentimiento y vitalidad. Por otra parte, los lectores menos eficientes leen con mayor seguridad ya que tienen apoyo de los otros, sienten que sus errores pasan inadvertidos y son arrastrados a la lectura por el entusiasmo del grupo. Todos los niños sienten más placer y facilidad al leer el texto después de manera independiente. Cada niño aprende algo a su propio nivel. Por ejemplo, un alumno o alumna puede aprender la dirección convencional de la lectura mientras que otro niño/a puede atender a las ideas principales del autor. Dado que en la lectura compartida se relee muchas veces el texto, se tiene la ventaja de aprender cosas diferentes con cada lectura que se realice y además se trata de una excelente estrategia para enseñar ya que es fácil adecuarla a cada curso y nivel. Por ejemplo, en los cursos iniciales permite enseñar a leer, en los cursos más avanzados sirve para enseñar cualquier contenido en cualquier subsector. En los últimos años, variadas investigaciones han comprobado la importancia e incidencia que tiene la fluidez al leer, en la comprensión lectora. Por ello, a través de la lectura compartida el profesor/a tiene la mejor oportunidad para modelar la fluidez. Otras de las ventajas que ofrece la lectura compartida es que al usar un texto visible para todos ayuda a que los niños/as estén mirando el mismo texto o las mismas palabras al mismo tiempo. Investigaciones han demostrado que cuando cada niño y niña tiene un texto y el profesor/a da instrucciones acerca de qué mirar o dónde seguir la lectura, muchos de ellos se pierden, se distraen o no se fijan en lo que el profesor/a quiere. Entonces, tener un texto a la vista de todos asegura cumplir los objetivos del profesor/a. Por otra parte, si el educador se apoya en un puntero u otro elemento para indicar a medida que van leyendo, se va a asegurar que todos fijen la atención en un punto señalado. Esto sirve mucho para textos informativos y para que los niños aprendan a leer índices, tablas de contenidos o instrucciones que son páginas que los niños/as suelen saltarse en un libro porque no las saben leer ni saben para qué sirven.
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Implementación de la lectura compartida La lectura compartida es una estrategia de grupo completo y, al igual que la lectura en voz alta, debe trabajarse en proximidad de forma que todos los alumnos/as puedan ver y leer el texto desde donde estén ubicados. Las normas y los hábitos desarrollados por los alumnos/as son claves para que esta estrategia tenga éxito, en relación con las conductas verbales y no verbales, como con la actitud que se espera tengan los niños. La lectura compartida se desarrolla en tres etapas: Primera etapa: presentación del texto Se reúne a toda la clase de manera que todos los niños/as estén cerca y vean el texto, ya que la cercanía física ayudará a mantener la atención y, aun más importante, promoverá la participación del grupo. Se trata de crear un ambiente lleno de confianza y seguridad, sin críticas, competencia o constantes correcciones. Si se trata de un libro gigante, se muestra a los niños la portada del libro, autor, ilustrador y discuten la ilustración y el título. Con estos datos, se invita a predecir acerca de qué pueda tratarse el libro, cuál será la trama de la historia, cuáles y cómo serán los personajes, etc. Si se trata de otro tipo de texto, como poemas, canciones, cartas, noticias, afiches, mapas, gráficos, o cualquier material interesante que encuentre, hay que procurar que esté escrito con letras de tamaño apropiado para que todos los niños/as puedan verlas. Se puede invitar a los alumnos/as a interrogar el texto, a partir de su silueta, lo que les permitirá establecer conexiones con otros textos semejantes, predecir de qué podrá tratarse, observar las pistas que nos ofrece la estructura del mismo, entre otros. Si los niños/as se encuentran en la etapa de alfabetización inicial, se debe leer el texto con la entonación adecuada y si no deteriora mucho la fluidez de la lectura, es favorable hacer pausas e invitar a los niños a predecir lo que sigue. Es importante dar el mejor modelo posible de cómo se desempeña un lector experto. En este primer paso el énfasis es leer por significado y por placer. Si los niños/as ya saben leer, se puede leer el texto en conjunto con ellos, proporcionando el énfasis necesario y realizando las pausas correspondientes. Segunda etapa: lectura del texto. Se lee el texto en conjunto con los alumnos/as, guiando la lectura con un puntero para que les sea más fácil centrar la atención en el texto. Al principio, es importante que el niño/a se sienta libre de no participar verbalmente si así lo prefiere; a medida que el texto le es más familiar puede participar con mayor confianza en su lectura. Durante la lectura y las múltiples relecturas subsecuentes, se intenta: Incrementar la participación del grupo, de manera que aun los alumnos/as más tímidos se puedan unir a la lectura. Enseñar estrategias de lectura a partir de las actividades diseñadas por el profesor/a, como por ejemplo:
o Leer para descubrir el significado. o Predecir y autocorregirse usando todas las claves disponibles. o Revisar sólo lo suficiente del texto para así poder confirmar las predicciones. o Saltarse la palabra difícil y leer hasta el final basándose en lo que pudiera tener sentido y
correspondencia gramatical. o Leer con expresión y fluidez. o Recordar vocabulario, ideas principales o información del texto. o Apreciar el estilo y punto de vista del autor.
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o Reglas de ortografía, puntuación y presentación. o Trabajar diferentes focos de enseñanza, como por ejemplo comprensión, ampliar
vocabulario, ortografía. o Identificar diferentes tipos de textos, reconociendo sus características peculiares Tercera Etapa: lectura independiente
Los textos presentados y leídos a los niños/as en el segundo paso deben estar ahora disponibles para que ellos los lean por sí mismos, ya que el interés generado por la situación de grupo es altamente motivadora y algunos niños/as querrán avanzar o seguir profundizando en la lectura. Muchos de ellos querrán volver a leer las historias que han disfrutado en la lectura compartida y para poder atender esta demanda se sugiere tener varias copias del libro grande que ha leído el profesor/a, pegar los textos grandes en la pared, en un lugar accesible a todos los niños/as, o en su defecto tener un colgador de lecturas compartidas las que pueden ser reutilizadas con diferentes propósitos. Es importante que el niño/a se sienta libre de no participar verbalmente si así lo prefiere; a medida que el texto le es más familiar puede participar con mayor confianza en su lectura. Rol del profesor/a El profesor/a debe elegir cuidadosamente el texto que le ayudará a cumplir lo que se ha planteado previamente en su planificación. Para cumplir con estos objetivos, es esencial conocer los textos y materiales que se usarán en esta actividad y tener una lista de habilidades y estrategias que pueden ser enseñadas a partir de cada uno, dependiendo del conocimiento previo de los niños/as, y el plan de estudios. Se debe planear cuándo y cómo introducir estas habilidades a los estudiantes tomando en cuenta sus intereses y necesidades. Al elegir un texto, se debe considerar que tenga una buena historia, que los personajes y las situaciones que ocurren en la historia puedan identificarse o relacionarse con la vida de los alumnos/as. Procurar que también tenga un lenguaje rico y memorable, que la historia tenga humor y, de ser posible, buscar que el texto o libro pueda estar disponible después para una relectura individual. Al preparar el material, es importante utilizar letra grande para que todos los niños puedan ver sin dificultad. Puede ser un material comercial que contenga una buena poesía infantil, un libro grande (big book) o un material de elaboración propia con un propósito particular. Para ser más expedita la lectura, puede colocar el escrito en un atril, para que sus manos estén libres y lo más importante, procurar que todos los niños/as puedan ver el texto. Al decidir sobre el foco que tendrá la lectura compartida que se realizará, considerar que esta estrategia se presta para muchas posibilidades, entre ellas: Tener diversión. Gozar de una historia fiable. Introducir a un nuevo autor o ilustrador o profundizar en el trabajo de uno ya conocido. Introducir o desarrollar un contenido de cualquier subsector de aprendizaje. Utilizar el texto como modelo para realizar una innovación. Para introducir o explorar un nuevo género literario o no literario. Es necesario que el profesor/a tome en cuenta los siguiente al observar a los niños: Qué comportamientos de la lectura presentan los alumnos/as. Qué habilidades necesitan ser desarrolladas o ejercitadas. Qué estrategias de lectura requieren consolidarse.
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Qué comportamientos de lectura necesitan la demostración y el desarrollo. Se sugiere que el profesor/a al seleccionar un texto se formule ciertas preguntas tales como: ¿Es adecuado para el foco de enseñanza? ¿Es interesante y puede ser significativo para los niños/as? ¿Proporciona suficientes desafíos? ¿Qué habilidades se podrían enseñar o reforzar con este texto? Qué se puede enseñar a través de una la lectura compartida. Algunos aspectos que se pueden enseñar mientras se utiliza la estrategia, y que ayudan a lograr diferentes aprendizajes son: Estrategias de lectura. En la actividad de la lectura compartida se hace explícito el proceso que tiene que llevar a cabo un lector experto, y ésta es una gran oportunidad para que el docente modele a los niños/as las estrategias de lectura, de forma que las puedan conocer y ver cómo se aplican, practicarlas y aprenderlas para posteriormente transferirlas a su lectura independiente. Se debe recordar constantemente a los niños/as que apliquen las estrategias de lectura para interrogar los textos. Un buen lector es aquel que, por una parte, utiliza tres fuentes de información: visual, significado y estructura para lograr un tarea particular y, por otra, utiliza diferentes estrategias como localizar, predecir, verificar, y confirmar. Predicciones Las predicciones de patrones de lenguaje o estructura de las oraciones ayudan a que se puedan leer secuencias completas, ya que con ello se mantiene la fluidez del lenguaje, situación contraria a cuando se decodifica palabra por palabra, como sucede cuando se trabaja con un texto artificial o sin sentido. Para poder predecir qué palabra sigue en un texto se debe usar las tres fuentes de información que entrega el texto, que se mencionaron anteriormente. De estas, el significado es la mejor guía para poder trabajar con palabras desconocida, ya que la profesor/aa puede funcionar como modelo tapando alguna palabra del texto e invitando a los niños/as a predecir qué dirá y posteriormente comprobarlo a partir de la información visual. Se invitará a los niños/as a correr el riesgo cuando lean y serán recompensados por cualquier opción que tenga sentido. Necesitan aprender a predecir, utilizando el contexto del cuento, las ilustraciones, la estructura de las oraciones y por último, los detalles de letras. Esto quiere decir que cuando los niños/as se encuentren con una palabra que no conocen se les debe invitar a adivinar una palabra que tenga sentido y que siga el mensaje. La primera estrategia para leer palabras desconocidas no debe ser deletrearla o armarla por sonidos, en lugar de ello la deben pasar, terminar de leer la oración y regresar a ver qué palabra tendría sentido y ver con qué letra empieza. Es decir, utilizar más fuentes de información que solo la visual.Autocorrecciones Para lograr una buena lectura independiente los niños/as deben corregir su propio trabajo, es por ello que se les debe animar a confirmar sus respuestas usando todas las fuentes de información de manera equilibrada, es decir, se debe utilizar el significado, la estructura de la oración y por último los detalles de las letras.
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Si un niño/a lee algo que no tiene sentido y no se autocorrige, el profesor/a debe intervenir para lograr la corrección al final de la frase o la oración. Si es necesario, se puede repetir lo que leyó el niño/a y preguntar si tiene sentido. Se deben hacer preguntas para que note que se cometió un error y busque la forma de corregirlo, de manera que aprenda que es su responsabilidad hacer esta corrección. En pocas palabras, el profesor/a modela este proceso para los niños/as, no sólo les enseña a usarlo, sino que lo practica con ellos y lo hace explícito para que lo utilicen de manera independiente. Habilidades para trabajar con palabras . Una habilidad importante es identificar una palabra conocida en un texto, si siempre la pueden localizar quiere decir que están utilizando lo que saben. Sin embargo, los niños/as también deben aprender a trabajar con palabras desconocidas cuando no se pueden descifrar por el contexto. Para ello, se necesitan habilidades tales como: buscar palabras pequeñas dentro de palabras grandes, identificar la raíz de la palabra, identificar prefijos y sufijos, silabear o ir sonido por sonido Reglas de puntuación Los alumnos/as al observar al profesor/a realizar la lectura, pueden detectar que los signos de puntuación guían la lectura. Se puede dirigir la atención de ellos a las funciones de los signos de puntuación durante las relecturas. Los niños/as empezarán a hacer conexiones entre la lectura y la escritura y empezarán a usar signos de puntuación en sus escritos. Organización y presentación Los textos tienen distinta organización y presentación. Se pueden estudiar estas diferencias para poder reconocer cuando un texto es un cuento o un manual técnico, una poesía, una lista, una carta, etc. Reglas de ortografía y gramática Se puede centrar la atención en reglas de ortografía y dar ejemplos de su uso correcto, ya que la experiencia de lectura compartida da una buena oportunidad para enseñar el uso correcto de la gramática y la ortografía, al mostrar cómo el autor las usa en un texto. Por ejemplo, podría hablarse de cómo la puntuación y las reglas gramaticales cambian según el texto sea una lista, un poema o prosa. Convenciones de direccionalidad Al observar a otros cambiar las páginas y señalar las palabras al leer, los niños/as aprenden que la dirección de lo impreso va de izquierda a derecha y de arriba abajo, que la página izquierda se lee antes que la derecha y que las páginas se cambian hacia la derecha. Se debe recordar constantemente a los niños/as que apliquen las estrategias de lectura para interrogar los textos. Otros focos posibles de enseñanza a través de la lectura compartida, van a depender, del nivel en que se encuentren los alumnos/as. En este sentido, se puede mencionar como ejemplo: LECTORES INICIALES Principio del alfabeto Reconocimiento de letras. Trazo de letras. Correspondencia de letras y su nombre. Correspondencia de letras y su sonido. Orden alfabético.
Conciencia fonológica y fonética Escuchar los sonidos en las palabras. Finales de palabras. Rimas. División por sílabas. Palabras compuestas. Prefijos y sufijos.
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Concepto acerca de lo impreso Direccionalidad. Correspondencia uno a uno. Regresar a la izquierda. Espaciado, sangrías, formación de párrafos, tablas y distribución del texto. Conceptos de primera y última parte de palabras, oraciones e historias. Puntuación y lectura de la puntuación.
Segmentación. Partir y combinar partes de palabras. Palabras raíz. Sonidos en secuencia. Analogías. Palabras de alta frecuencia. Patrones de ortografía. Consonantes, vocales, disgrafias, diptongos.
LECTORES MÁS AVANZADOS Convenciones del lenguaje escrito Puntuación y uso de mayúsculas. Ortografía y análisis de palabras. Estructura de la oración. Gramática. Partes del discurso. Uso de palabras. Palabras irregulares. Onomatopeyas. Contracciones. Metáforas, similares. Palabras locales.
Habilidades avanzadas de la lectura Fluidez. Estructura del texto. Estudio de palabras. Comprensión. Predicción. Comprensión de la idea principal y los temas. Resumir. Causas y efectos. Inferencias. Sintetizar.
MOMENTOS DIDÁCTICOS DE LA LECTURA COMPARTIDA Antes de la lectura Este momento es clave en la comprensión de un texto por cuanto favorece el estado de alerta y la participación activa del alumno o alumna en el proceso. Se sugiere al profesor/a: Recordar las normas de conducta que deben seguirse cuando se realiza una lectura compartida. Guiar las predicciones a partir del título, de una palabra clave, del nombre de un personaje o del tema. Formular preguntas para activar los conocimientos previos de los alumnos/as en relación con el tema presente en el texto con el fin de que establezcan conexiones. Conversar acerca del autor del texto, la época en que vivió, sus motivaciones para escribir entre otros. Guiar la comprensión tomando en consideración las características de la estructura del texto. Durante la lectura Mientras se lee con los alumnos/as se sugiere: Releer el texto junto con los alumnos/as (todas las veces que sea necesario) con el fin de brindarle oportunidad a los niños/as para participar en esta lectura. Formular preguntas con el fin de fomentar la discusión acerca del contenido del texto y además, preguntas cuidadosamente diseñadas para que el niño y niña explore el significado y características del texto. Destacar algunas palabras con el objetivo de desarrollar destrezas (por ejemplo: buscar sonidos iniciales, palabras que riman, sinónimos, descubrir el significado de alguna palabra por el contexto, etc.). Al destacar las palabras, se sugiere marcarlas con un destacador o encerrarlas con plasticina, por ejemplo. Detenerse y formular preguntas para evaluar la comprensión del texto (estrategia de Raphael). Formular preguntas para que los alumnos/as predigan lo que sigue en el texto sin desviarse del foco de enseñanza.
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Después de la lectura Una vez concluida la lectura se sugiere: Hacer comentarios sobre la intención o mensaje del autor y discutir la relación del cuento con la vida real de los niños/as. Dejar a la vista en la sala de clases el texto que ya se ha ocupado en la lectura compartida, con el fin de que se puedan releer muchas veces. Planear otras actividades a partir de la lectura compartida que podrían traducirse en lectura independiente, escritura compartida o escritura independiente. Otras actividades que pueden realizarse son la innovación del texto y la creación de libros grandes. La innovación involucra el crear un nuevo verso o versión de un texto que ya existe, de una canción o rima, invitando a los niños/as a sustituir algunas palabras siguiendo el patrón original. Por otra parte la creación de libros grandes involucra comprensión oral y escrita, recordar los eventos, darles secuencia y dialogar con el significado. Estos nuevos libros pueden usarse después para otra experiencia de lectura compartida. MATERIALES QUE SE PUEDEN UTILIZAR EN LA LECTURA COMPARTIDA Hay algunos instrumentos que pueden ayudar durante la lectura compartida, como por ejemplo, punteros (1) de diferentes tamaños. El uso de ellos facilita que el profesor/a al principio, y posteriormente alguno de los niños, puedan ir guiando la lectura al apuntar debajo de la palabra leída. El puntero puede ser algún palito al que se le ponga una decoración en la punta para dirigir la atención de los niños/as. Los papeles de goma despegable o masking‐tape (2) pueden ser utilizados para tapar algunas palabras, estimulando así en los niños/as el desarrollo de estrategias de lectura, como predecir con base en el significado y la estructura gramatical o buscar palabras que rimen o sinónimos. Se pueden hacer pequeños marcos de cartulina o de plástico, utilizar un matamoscas recortándole el centro (3) para enmarcar palabras de alta frecuencia (“atrapapalabras”) o alguna que se quiere resaltar y que posteriormente se pueden incluir en la pared de palabras. Qué se puede leer Los libros grandes son de gran utilidad para esta actividad, ya que todos los niños/as pueden ver las imágenes, pero sobre todo, el texto. Al elegirlos se debe tomar en cuenta que tengan una trama que resulte interesante para los niños, los personajes y situaciones con los que los niños se identifiquen. También es importante que tenga ilustraciones atractivas que apoyen al texto, humor y lenguaje enriquecido con patrones predecibles como rimas, ritmo y repeticiones. Lo ideal es que este libro se encuentre también en tamaño pequeño para lectura independiente de los niños/as. Sin embargo, los libros grandes no son el único texto que puede utilizarse en la lectura compartida ya que muchas veces el tamaño no es suficiente para que la pueda ver todo el grupo. Tal como se señalara anteriormente, pueden utilizarse cartulinas o papel kraft donde se escribe con letra amplia y clara, rimas, canciones, poemas, una historia breve, fábulas, noticias, texto informativo u otro texto seleccionado por el profesor/a. Las escrituras interactivas que los niños han generado en la clase constituyen un excelente recurso para la lectura compartida. Es fácil para ellos relacionarse con esos textos y pueden recordarlos mejor. También se pueden utilizar letreros y listas que se encuentren en las paredes de la sala, la pared de palabras, afiches, carteles.
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Lo más importante del texto que se utilice es que las letras sean lo suficientemente grandes para que todos los niños de la clase puedan observarlo y leerlo. Algunos textos sugeridos son: Libros grandes. Fragmentos de libros de texto. Artículos de revistas. Periódicos. Diálogos de teatro. Poemas. Escritura interactiva. Gráficas. Listas. Menús. Bosquejos. Canciones.
Tablas.Artículos de revistas científicas. Mapas. Recetas. Problemas de matemáticas. Cómics. Edición interactiva. Manuales. Panfletos. Tiras de cartulina. Copias múltiples de textos, entre otros.
Ejemplos de Lectura Compartida
Debajo de un Botón
Debajo de un botón, ton, ton, que encontró Martín, tín, tín,
había un ratón, ton, ton ay que chiquitín, tin, tin,
Ay que chiquitín, tin, tin, era aquel ratón, ton, ton,
que encontró Martín, tin, tin, debajo de un botón, ton, ton.
Texto: Debajo de un botón Foco de enseñanza: Identificación sonidos finales Curso: Primer y segundo nivel de transición Sugerencias para el educador: Establecer los propósitos Formular preguntas para activar los conocimientos previos de los alumnos/as en relación con el
tema presente en el texto con el fin de que establezcan conexiones. Leer el texto junto con los niños (todas las veces que sea necesario) con el fin de brindarle oportunidad a todos los niños para participar en esta lectura. Buscar los sonidos finales, palabras que riman. Leer todos juntos‐ preguntar‐ leer todos juntos‐ preguntar: Formular preguntas con el fin de que el niño explore las características del texto. Dejar a la vista en la sala la canción escrita, con el fin de que los niños la puedan releer muchas veces.
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Actividades de extensión: Buscar en la sala alguna palabra y encontrar otra que rime Innovar el texto de la canción y buscar palabras que rimen con botón, Martín, ratón, chiquitín. Otros focos de enseñanza: Uso de mayúsculas. Uso de puntos. Descomposición silábica
El volantín, antiguo juego tradicional chileno (www.ojoconelarte.cl)
El volantín data del año 200 A. C, tiene como cuna China. Su uso se popularizó de tal forma que el calendario chino le dedicó el noveno mes del año. En Europa, conocido también como cometa, se popularizó hacia el siglo XII. En España, por ejemplo, se le conoce con nombres tales como, dragón, pandorga, pájaro, cambucho, entre otros. Este juego tradicional chileno llegó a Chile a mediados del siglo XVIII conquistando a la gente, incluso se transformó en motivo de apuestas y peleas. Era una pasión popular que encantaba a toda la sociedad. Tipos de volantín Hay diferente estilos, tamaños, formas y colores de volantín. Está el volantín "chupete", que no tiene cola. El pandorga Ajedrezados, por asemejar un tablero de ajedrez El jote El pavo El ñecla, hecho con papel de diario El chonchón Los materiales usados para la fabricación de volantín son variados. Pero los más tradicionales son las varillas de coligüe (que forman un arco) y el papel seda o volantín. Luego están los tirantes compuestos por los hilos y la cola, que es una tira larga o corta que provoca efectos en el aire. Texto: El volantín, antiguo juego tradicional chileno Propósito: comprensión de texto; reconocimiento de sustantivos Curso: 3° y 4° básico. Sugerencias para el educador: Establecer el propósito .Ej. ¿Para qué vamos a leer? Formular preguntas para activar los conocimientos previos de los alumnos/as en relación con el
tema presente en el texto con el fin de que establezcan conexiones. ¿Qué conocen de los volantines? ¿Cuándo se inventaron? ¿Cuándo se usan en Chile? Formular preguntas con el fin de que el niño explore las características del texto ¿Qué tipo de texto es? ¿Qué aprenderemos con un texto que tiene ese título? Leer el texto junto con los niños, (todas las veces que sea necesario) y detenerse para formular preguntas que guíen la comprensión durante la lectura. Leer todos juntos‐ preguntar‐ leer todos juntos‐ preguntar. Guiar la identificación de palabras que nombran objetos y otras que nombran ciudades o países. Guiar la comparación entre sustantivos propios y comunes.
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Pedir a algunos niños que parafraseen el contenido del texto. Dejar a la vista, en la sala, el texto escrito con el fin de que los niños puedan leerlo varias veces. Actividades de extensión: Realizar un organizador gráfico para ordenar la secuencia de hechos desde su invención hasta la
llegada a Chile Investigar acerca de los distintos tipos de volantines y su construcción. Diseñar y confeccionar volantines. Dialogar acerca del autocuidado en la manipulación de volantines. Otros focos de enseñanza: Sinónimos Uso de coma en enumeraciones
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LECTURA GUIADA
La lectura guiada es definida por Swartz, Shook y Klein (2003) como un método diseñado para apoyar en forma individual a los estudiantes a desarrollar comportamientos que los lleven a ser lectores eficaces. El propósito fundamental por lo tanto es que los niños/as lleguen a leer en forma independiente, desarrollando buenas conductas lectoras. Para participar de la lectura guiada, se organiza a los alumnos/as, en grupos pequeños y todos leen el mismo texto que el profesor/a ha seleccionado previamente de acuerdo al nivel lector del grupo y que es desconocido para los niños/as de ese grupo. Cada estudiante lee en voz alta y recibe retroalimentación específica del profesor/a, para que se logre ser un lector competente. El profesor/a provee una copia de un mismo libro a cada alumno/a y los apoya mientras ellos están aprendiendo a usar estrategias de lectura, tales como: claves contextuales, relación entre fonema y grafema, estructura de la palabra, entre otras estrategias para los cursos iniciales. En los cursos superiores se debe apoyar en el aprendizaje de nuevas estrategias que les facilite la comprensión de diversos textos. Tomar en cuenta que, “en los cursos iniciales los niños están aprendiendo a leer y en los superiores están leyendo para aprender” (anónimo). Tanto la lectura guiada como los centros de aprendizaje funcionan al mismo tiempo en la sala de clases: un grupo pequeño está en lectura y el resto del curso ejercita otros aprendizajes con materiales diversos. Antes de iniciar la lectura guiada, es necesario que el profesor/a haya introducido el trabajo en centros de aprendizaje, de manera que los niños/as sean capaces de trabajar en forma autónoma mientras él apoya a un grupo determinado en la lectura. Baskwill y Whitman (1986) proponen que la lectura de un nuevo texto se inicie con la portada, leyendo el título del libro, los contenidos y dedicatoria si los hay; luego, se realiza una pausa y se asegura que el niño/a esté listo para comenzar en el lugar apropiado. En una primera instancia, cuando se trabaja con lectores iniciales, se sugiere que el profesor/a primero lea en voz alta y que el niño/a siga la lectura en su propio libro; puede detenerse en aquellas palabras que son predecibles y que pueda leer solo. Los alumnos/as generalmente identifican rápidamente las palabras o frases que se repiten y naturalmente leen junto al adulto. En una segunda instancia se le pide a los niños/as que lean juntos en voz alta o que él lea en voz alta. Después de la segunda lectura, se puede comenzar a realizar observaciones acerca de las palabras que riman en el texto o los patrones que aparecen, entre otras.
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Lo principal es lograr buenas conductas lectoras en los niños/as. Está comprobado que cuando se seleccionan libros apropiados, los estudiantes son capaces de leer con un nivel aproximado de 90% de certeza, lo que permite disfrutar de la lectura ya que no tiene que lidiar con la mecánica de la lectura que interfiere en la comprensión del texto. La idea es que los alumnos/as se focalicen en el significado y sean capaces de aplicar diferentes estrategias de lectura para resolver aquellos problemas que se le presentan y que obstruyen su capacidad para leer. La organización en pequeños grupos del mismo nivel lector (de 4 a 6 estudiantes) da la oportunidad para que los alumnos/as aprendan varias estrategias de lectura con la guía del profesor/a, de modo de ir paulatinamente subiendo el nivel lector que les permitirá leer textos en forma independiente. Los grupos son flexibles y se determinan según la evaluación que hace el profesor/a en forma constante mientras se realiza la actividad. Se trabaja con al menos tres grupos cada día y con los grupos más débiles, todos los días, en tanto que el resto del curso trabaja en centros. El profesor/a guía al grupo durante 15 a 20 minutos con el texto apropiado, el cual se ha seleccionado previamente según el nivel lector de los niños/as, considerando además que sean variados en los siguientes aspectos: Tipo de texto: textos literarios y no literarios. Tipos de palabras: palabras largas, cortas, desconocidas o de uso frecuente. Extensión: número de palabras y extensión de las oraciones. Distribución del texto en la página: textos con o sin apoyo de las ilustraciones. Vocabulario y estructura de lenguaje. Temas: variedad de temas de acuerdo con los intereses de los alumnos/as. Para implementar la lectura guiada, Swartz, Shook y Klein(2003), sugieren que para planificar el profesor/a debe leer el texto previamente y decidir sobre qué aspecto se va a discutir con los estudiantes durante la lectura y seleccionar los focos de enseñanza basado en observaciones realizadas previamente. Se pide a los niños/as que lean el texto en voz alta, a su propio ritmo y con voz suave, evitando que lo hagan de manera coral. Es necesario que el profesor/a esté atento para estimular el uso de estrategias para resolver problemas que los niños/as deben enfrentar al leer el texto, enfocándose en un estudiante en particular para apoyarlo cuando cometa un error, cuando se detenga, cuando repita el texto, cuando mire alrededor por ayuda o cuando pida ayuda directamente. Luego de utilizar los textos con los niños, se pueden incorporar en centros o incorporar en la biblioteca de aula para la lectura independiente. CÓMO SE IMPLEMENTA LA LECTURA GUIADA Rol del Profesor/a El rol del profesor/a en la lectura guiada es el de retroalimentar a los alumnos/as para que se transformen en buenos lectores, sin embargo el apoyo que deben dar depende del nivel lector del grupo. Con niñas y niños prelectores, el profesor/a se centra en realizar predicciones, introducir vocabulario o discutir ideas que entreguen el conocimiento base requerido para el texto. Con lectores iniciales el profesor/a observa cómo leen el texto y lo guía dándoles pistas, realizando preguntas y estimulándolos a intentar aplicar estrategias de lectura; se trabaja especialmente el desarrollo de habilidades esenciales de la fonética, la fluidez y la comprensión.
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Con lectores avanzados el profesor/a realiza preguntas para asegurarse que el texto ha sido comprendido correctamente y elogia los esfuerzos realizados por el niño/a y se enfatizan aspectos como el desarrollo del vocabulario, análisis avanzado de palabras y la comprensión. También puede observar los vacíos en la aplicación de estrategias de comprensión y de ese modo apoyarlo en forma individual. Es responsabilidad del profesor/a exponer a los niños/as a un amplio rango de literatura, enseñar estrategias de comprensión, enseñar a leer en materiales que vayan aumentando en dificultad, evaluar a los niños/as y organizar los grupos, seleccionar los textos, determinar las estrategias a usar y planificar el trabajo considerando la presentación del texto; predicciones, análisis o discusión; lectura y apoyo correspondiente como también asignación de tareas. Una de las tareas claves del profesor/a es seleccionar en forma adecuada los textos según el nivel lector de los niños/as, lo que implica realizar una evaluación continua de los aprendizajes, a partir de la cual tomar la decisión sobre la extensión, es decir el número de palabras, el nivel de dificultad y la complejidad de las palabras que debe tener el texto.
Momentos de la Lectura Guiada Las estrategias de lectura que se deben enseñar a través de la lectura guiada, tienen que ver con aquellas orientadas a que los alumnos/as lleguen a tener las siguientes conductas lectoras propias de un lector experto: Antes de la lectura: Establece un propósito para la lectura, es decir tiene claro si lee para aprender algo específico o sólo para saber lo que sucede. Se fija en el título, imágenes, el texto bajo las imágenes, lo destacado, entre otros. Activa conocimientos previos, es decir, piensa sobre lo que ya sabe del contenido que va a leer. Realiza predicciones sobre lo que podría suceder, qué palabras pueden ser usadas o que información podría contener el texto. Durante la lectura: Verifica lo que lee, esto es, se pregunta si la palabra suena bien, si tiene sentido. Relee cuando ocurre algún problema, volviendo a leer desde el inicio de la oración o párrafo. Predice y confirma, realizándose preguntas tales como: ¿qué podría suceder a continuación?, ¿tiene sentido?, ¿estoy encontrando respuesta a las preguntas?, entre otras. “Se salta, lee y vuelve”: habitualmente cuando aparece una palabra desconocida, se continúa leyendo la frase hasta el final para encontrarle el sentido; luego, se usa el contexto, se vuelve atrás y se vuelve a leer para determinar el sentido de la palabra. Activa conocimientos previos para determinar si necesita ayuda de otra persona para obtener mayor información que le permita comprender el texto. Analiza la información explícita e implícita entregada través del texto. Se detiene y revisa. Después de leer: Parafrasea y resume. Usa organizadores gráficos. Escribe las ideas importantes o las conclusiones. Vuelve a leer si es necesario para comprender mejor el texto. Discute o comparte con alguien el texto leído. Escribe para apoyar la comprensión.
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Como se puede ver la lectura guiada es un elemento fundamental de incorporar en forma diaria de modo de desarrollar la calidad de la lectura de los alumnos/as a partir del nivel presentado por cada uno. LECTURA INDEPENDIENTE
La lectura independiente constituye uno de los elementos fundamentales para el aprendizaje de la lectura. La lectura independiente no es sólo un espacio para dejar que los niños/as lean en silencio durante un tiempo determinado, sino que es a través de este elemento que el alumno o alumna practica las estrategias de lectura aprendidas en otros elementos del programa como la lectura en voz alta, la lectura compartida y la lectura guiada. Una de las metas de la educación chilena es que los alumnos/as puedan leer en forma independiente con propósitos claros y definidos diversos tipos de textos literarios y no literarios lo que, sin duda, demanda que el lector pueda leer con fluidez y precisión para captar el significado de un texto y que el profesor/a haya entregado las herramientas necesarias y modelado las estrategias adecuadas para que él se convierta en un lector experto. Se trata de proveer a los estudiantes de las herramientas necesarias para convertirse en lector independiente a lo largo de la vida. Los niños/as cuando se inician en la lectura no leen igual que los adultos: hojean el texto y observan las imágenes, pero disfrutan igualmente de los libros, los comparten y poco a poco aprenden lo que significa leer. Si un alumno o alumna lee diariamente una cantidad adecuada de textos para su edad, va adquiriendo práctica y competencia lectora. Así, la lectura, que al principio puede ser lenta y dificultosa, con la práctica sistemática va volviéndose más rápida, agradable y atractiva. Los niños pequeños aprenden cuando: Pretenden leer un libro: el entender como leer un libro es el primer paso en la lectura. Le dicen a alguien lo que su personaje favorito hace en la historia: el poder contar partes de la
historia le ayuda al niño/a a desarrollar la comprensión. Miran y escuchan una historia de inicio a final, antes de comenzar la escuela: un niño/a tiene que desarrollar buenas habilidades para escuchar que le permitirá tener éxito como estudiante.
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Los adultos están apoyando cuando: Modelan la lectura y escritura para diferentes propósitos: le pueden enseñar a un niño/a sobre la
lectura cuando los introducen a otros materiales impresos, como por ejemplo: periódicos, revistas, recetas, etiquetas de comida, entre otros. Le proveen al niño/a una variedad amplia de libros y materiales impresos apropiados a su edad: al leer libros de ficción y de no ficción, los niños/as aprenden sobre varios diferentes tipos de personajes e historias. Animan al niño/a a discutir lo que se ha leído: lo que favorece la comprensión, que es una parte importante de la lectura.
Un lector independiente sabe darse cuenta de que su ejecución en la lectura no es la más adecuada, cuando no está entendiendo el texto o cuando las hipótesis que formuló no fueron las más adecuadas y podrá corregir los errores e hipótesis o encontrar nuevos significados para comprender mejor el texto. Cuando el lector es capaz de supervisar su lectura, puede detectar los problemas y determinar las causas de las dificultades y la utilidad de las estrategias que está utilizando para comprender un texto. Clay (1991), señala que un lector independiente debe practicar las estrategias que ha aprendido, como por ejemplo: leer de izquierda a derecha, de arriba abajo, buscar el significado de palabras desconocidas utilizando diversas fuentes de información, leer con fluidez y tomar conciencia de su lectura. Si el niño/a actúa como lector independiente debe ser capaz de monitorear su lectura para autocorregirse. Rol del profesor/a en la lectura independiente
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Durante la jornada debe existir un espacio de la rutina de trabajo dedicada a la lectura independiente, momento en el cual los niños/as eligen el texto que quieren leer y deciden si quieren leer solos o compartir la lectura con un compañero o compañera. Una participación importante tiene el profesor/a en cuanto a colocar a disposición de los estudiantes textos que les sean familiares o conocidos y que les resulten relativamente fáciles de leer. La lectura no puede causar frustración ni desmotivación en los niños/as; ellos deben ser dirigidos a textos que sean adecuados a su nivel lector con el fin de desarrollar confianza y apoyar su autoestima. En los primeros lectores las imágenes de un texto son muy importantes para clarificar conceptos y favorecer la comprensión del mismo. El rol del profesor/a, en esta estrategia, sigue siendo importante ya que es una excelente oportunidad para que observe la conducta de lectura de los niños/as, los monitoree y analice el impacto de su enseñanza, ya que ellos al leer ponen en práctica lo aprendido previamente. Su papel consiste principalmente en observar y evaluar la lectura independiente. El educador debe observar que el lector utilice estrategias de lectura, que mantenga la direccionalidad, que busque el significado de palabras desconocidas y utilice para ello distintas fuentes de información, que exista correspondencia fonema‐grafema o que lea respetando la puntuación; al mismo tiempo debe retroalimentar a los niños/as indicando lo que está haciendo bien y en qué deben mejorar. La observación de la lectura independiente de los alumnos/as, permitirá al profesor/a clarificar sus avances en el proceso de aprendizaje y tener evidencias para tomar decisiones con respecto a las actividades o estrategias que ha seleccionado para diseñar el proceso de enseñanza de la lectura. La observación y evaluación de la lectura, permite rediseñar el trabajo que se realizará en la lectura en voz alta o en la lectura compartida. En un programa de enseñanza de la lectura, la lectura independiente es un elemento fundamental y no debe ser suspendido o eliminado porque se necesita tiempo para otras actividades. Routman (2002) señala que el profesor/a debe considerar los siguientes aspectos claves, para que sus alumnos/as tengan éxito a través de la lectura independiente: Motivación por la elección: permitir a los estudiantes elegir los libros que les motiva a querer leer.
Sin embargo, los estudiantes deben leer libros en su "justo nivel de lectura", por lo tanto, con el fin de proporcionar opciones para todos ellos, el profesor/a tiene que preocuparse por tener abundante y variado material de lectura para ofrecer a todos los alumnos/as.
Aplicación de estrategias de lectura: el momento de lectura independiente no es para que los estudiantes tomen uno y otro libro como si estuvieran "vitrineando" en sus bibliotecas de la clase y luego, guardarlo como si la biblioteca fuese una caja para guardar objetos.
Para ser experto en algo hay que practicar y para ser un buen lector es indispensable hacerlo. Los estudiantes necesitan disponer en la escuela de espacios de tiempo para leer sus libros y aplicar las estrategias de lectura que el profesor/a le ha enseñado previamente. Ajuste de los objetivos de la lectura: mientras los niños/as leen, el profesor/a puede escuchar la lectura de uno o varios estudiantes, pero teniendo claro el propósito y la estrategia que deben utilizar de manera de evaluar y retroalimentar el proceso. Al establecer un objetivo, el estudiante sabrá concretamente qué estrategia debe seguir trabajando en la próxima sesión de lectura independiente. Los profesor/aes identifican las necesidades de sus estudiantes para planificar las próximas lecturas compartidas y lecturas en voz alta
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Momentos de la lectura independiente Antes de la lectura independiente: Al planificar una sesión de lectura independiente, el profesor/a debe tener claro el objetivo que se persigue y las habilidades lectoras que tiene cada uno de sus alumnos/as, las que se han ido desarrollando a través de su participación en la lectura compartida y de la lectura en voz alta. Algunos aspectos que deben considerarse al planificar la lectura independiente son: Organizar el espacio de lectura en la sala de clases: el arreglo se la sala es importante para propiciar un ambiente cálido y adecuado a la lectura. Este incluye tanto la disposición del mobiliario, así como la presencia de material apropiado para la lectura de todos los alumnos/as. Es importante que en la sala exista un lugar acogedor, tranquilo y cómodo en el que los niños/as que lo deseen puedan leer sin interrupciones y puedan disfrutar los libros. Los libros deben tener un espacio para guardarlos que esté a su alcance; además deben estar bien rotulados y organizados ya sea por temas, niveles lectores u otros tópicos. Si se incorporan libros nuevos, el profesor/a debe presentarlos e indicar el lugar en el que se ubicarán; de esta manera los niños/as sabrán dónde encontrar y dónde guardar el texto una vez que lo han utilizado. Establecer las reglas: las conductas que se esperan de los niños/as durante el momento de la
lectura deben ser establecidas previamente, de manera que todos puedan disfrutar del momento de la lectura y no sean interrumpidos. Algunas reglas básicas que es conveniente acordar con los niños/as son las siguientes: escoger un lugar para leer y mantenerse tranquilo mientras dure la lectura independiente; respetar la asignación de libros, si es que lo hay y compañeras mientras leen. Por último, cuidar los libros elegidos o asignados y dejarlos en su lugar.
Seleccionar y asignar libros: los textos utilizados en la lectura independiente deben ser elegidos, tomando en cuenta algunos aspectos tales como: las habilidades de los niños/as, las estrategias de lectura que se han enseñado, los propósitos de la lectura y los aprendizajes esperados señalados en los Planes y Programas (MINEDUC), los intereses de los lectores, las características del texto, entre otros.
El profesor/a realiza una selección cuidadosa de los libros y los puede asignar tomando en cuenta las habilidades lectoras de cada alumno/a de manera que la lectura sea un placer y no una frustración. La fluidez se fomenta cuando el lector se enfrenta a un texto relativamente fácil en el que pueda reconocer las palabras y comprender lo que lee. Los libros seleccionados no deben sobrepasar el nivel de sus habilidades y tampoco deben ser demasiados fáciles; la dificultad de un texto depende del grado de apoyo que el niño y la niña requieren y este puede ser dado por el profesor/a o por otro lector eficaz. Los libros deben estar ordenados en un espacio determinado, guardado en cajas o estantes y organizados por temas (ciencias, matemática, arte, etc.), formatos (revistas, periódicos, entre otros) o nivel de habilidades que manejan los niños/as. Durante la lectura Independiente La lectura independiente tiene un espacio diario en la rutina de trabajo. Los alumnos/as eligen el libro que quieren leer y se colocan en una posición cómoda; pueden leer individualmente o con un compañero o compañera, pero respetando la lectura de los demás. El docente tiene un plan de observación previamente establecido y mientras los niños/as leen, el profesor/a
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observa, monitorea el desarrollo de la lectura y registra si ellos utilizan las estrategias que han aprendido previamente. Puede escuchar a los niños/as mientras leen o acercarse a algún estudiante en particular y pedirle que lea para evaluar su avance; también podría enseñar algo sobre una palabra u otro aspecto de la lectura que le parezca pertinente. El momento de la lectura independiente es un espacio privilegiado para monitorear la lectura de cada niño y niña y el profesor/a tiene que estar atento y disponible; no es un espacio para que el profesor/a lea o realice otra actividad. Una clave esencial para llegar a ser un lector competente es la práctica de la lectura independiente. La investigación sugiere que es el volumen de lectura lo que hace que los estudiantes mejoren su lectura. Linda Cornwell (2002) propone cuatro aspectos que pueden ser evaluados con respecto a la lectura independiente y que permiten distinguir a un lector que se está desarrollando de otro que está progresando y del que es competente en su tarea, como son: la selección de materiales, el comportamiento durante la lectura, sus actitudes y compromiso frente al texto seleccionado y la rendición de cuentas que hace el lector al terminar el momento de la lectura. Un ejemplo de pauta que se podría utilizar para evaluar la lectura independiente:
Lectura IndependienteED: En desarrollo P: Progresando C: Competente
Nombres Aspectos
Selección de material
Comportamiento
Compromiso Actitudes Rendición de cuentas
Josefa ED ED ED ED EDIgnacio P P ED P EDJoaquín C C C C CMichael C P P P P
Uno de los aspectos importantes de observar mientras el niño/a lee es la calidad de la lectura. Observar la calidad de la lectura implica determinar el grado de fluidez con que lee el niño y niña, la inflexión de la voz, el fraseo que realiza frente a las unidades de pensamiento del texto y el respeto a la puntuación. Se define la fluidez lectora, como la habilidad para leer un texto de manera rápida, precisa y con la expresión adecuada. Se busca que los alumnos/as la adquieran porque provee un puente entre el reconocimiento de las palabras y su comprensión. La fluidez se adquiere a través del tiempo, de la práctica abundante realizada tanto en la lectura compartida como en la lectura independiente, y de la modelación realizada por el profesor/a a través de la lectura en voz alta.
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Un ejemplo de hoja para registrar la fluidez lectora mientras los niños/as leen independientemente, es la siguiente: Calidad de la lectura oral
No lector (NL) Lectura silábica (LS) Lectura palabra a palabra (PP) Lectura por unidades cortas (LUC) Lectura Fluida (LF)
Nombres NL LS PP UC LF Josefa * Cristóbal * Sebastián * Alex * Marchant, T. et al. (2004). Pruebas de dominio lector FUNDAR para alumnos/as de enseñanza básica. Ediciones Universidad Católica de Chile. Después de la Lectura Independiente Una vez terminada la lectura independiente es importante que el profesor/a realice alguna actividad de seguimiento de la lectura, como por ejemplo: una puesta en común de los nuevos aprendizajes, que algunos niños relaten lo que leyeron, dar opiniones acerca del texto, invitar a otros a leer el libro seleccionado, entre otras actividades. Dependiendo del objetivo que se ha planteado el profesor/a, también podría realizarse una escritura interactiva o una escritura independiente para, por ejemplo, escribir el nombre de los personajes, la idea principal de lo leído, una opinión del texto, entre otras. La lectura independiente es importante en sí misma, sin embargo para los niños tiene aun más valor cuando saben que no sólo se lee, sino que se hace algo con lo leído.