siria guerra social y telaraña imperialista

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  • 8/18/2019 Siria Guerra Social y Telaraña Imperialista

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    GUERRA SOCIAL& TELARAÑA

    IMPERIALISTA

    EN SIRIA

    —2011–2015—

    Proletarios

    Internacionalistas

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    Introducción

    1. La revuelta irrumpe en Siria

    2. Descomposición del ejércitoy estructuración de la lucha

    3. Encuadramiento del proletariado

    4. Cambio de escenario y auge del islamismo

    5. Bashar al-Assad, de su inminentecaída a su fortalecimiento

    6. La lucha en Rojava

    7. Perspectivas

    Apéndice 1:Antecedentes históricos en la región:

    La insurrección proletaria en el

    Kurdistán Iraquí (Sulemania 1991)

    Apéndice 2:El Estado Islámico

    Guerra social y

    telaraña imperialista

    en Siria (2011-2015)

    1

    3

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    1 La misma burguesía y sus

    medios de comunicación

    no tuvieron al principio

    más remedio que hablar,

    evidentemente inten-

    tando intoxicar lo más

    posible y manteniendola ltración de las noticias

    país por país, de primave-

    ra árabe.

    2 Para el lector sorprendi-

    do por estas armaciones

    le instamos a leer el apar-

    tado Encuadramiento del

     proletariado desarrolla-

    do unas páginas más

    adelante.

    Introducción

    La sublevación proletaria iniciada enSiria el 15 de marzo de 2011, que hizotambalearse a las distintas fuerzas yorganismos de la burguesía, fue parte

    del gran movimiento proletario queatizó el norte de África y Oriente Medioentre los años 2010–2012.

    A lo largo de esos años, ese ampliomovimiento prendió como una mechapropagándose rápidamente por unagran cantidad de países. A pesar desus innumerables debilidades, la fuer-za internacional que materializó esemovimiento en su extensión, expresaesa realidad que es el proletariado:

    una clase mundial que vive bajo elyugo del capital y está determinadahistóricamente a pelear para rompersus cadenas. Expresa la esencia de esesujeto cuando tiende a constituirse enclase: la rebelión, la de manifestarse,en su armación, como enterrador de

    la sociedad de clases y hacer añicos lacivilización capitalista erigiendo sobresus escombros la verdadera comuni-dad humana.

    La burguesía reaccionó rápidamenteintentando por todos los medios dividiral movimiento, destruyendo esa peli-grosa sublevación unitaria en favor detoda una serie de protestas nacionales.Los límites mismos de ese movimientopermitían maniobrar con relativa facili-dad a nuestro enemigo en ese sentido.

    Pese a que nuestra clase rebasó consu lucha los marcos nacionales, pese

    a que actuó y se sintió como una fuer-za internacional, las ideologías queotaban sobre el movimiento fueron re-imponiendo el estrecho marco nacionaly local. Porque incluso las estructurasque la lucha fue generando estabaninuenciadas, si no dominadas, por

    ideologías burguesas nacionales, lo-calistas, etc. En ese sentido, la lucharevolucionaria del proletariado enOriente Medio y el norte de África, que

    iba enfrentándose a todos los Estadosy al capital en todas partes, que se cri-ticaba y se contraponía a lo mismo, quepartía de los mismos problemas, y que

    llegó a expresarse en los hechos comomovimiento internacional,1 fue incapazde asumir todas las implicaciones a lasque impulsa el internacionalismo. Todas

    las fuerzas contrarrevolucionarias delmundo inltradas en el movimientoimponían ideologías democráticas, deliberación nacional, gestionistas, comu-nidades religiosas, raciales y un largoetcétera empujaban al proletariado almarco nacional.

    Es así como la burguesía puede ma-niobrar y neutralizar la potencia denuestro movimiento. La lucha acabaconvirtiéndose en una lucha parti-

    cular de Túnez, de Egipto, de Argelia,de Siria, del Kurdistán iraquí, de Li-bia, de Yemen… desplazando la luchacontra el capitalismo mundial. Y enese marco orecen y se reproducen

    todas las soluciones nacionales y ca-nalizaciones burguesas: recambiosparlamentarios, elecciones, concesio-nes económico–jurídicas, expresionesétnico–religiosas… acompañadassiempre, claro está, del garrote, dela represión estatal. Las dinámicaslocales priorizarán tal o cual elementoa utilizar por nuestro enemigo paramachacarnos. El proletariado cami-nará así a su propia derrota.

    Al mismo tiempo, allí donde todasesas medidas no logran imponer lapaz social, la cuestión fundamentalpara la burguesía será repolarizar lasituación, transformar las contradic-

    ciones de clases en enfrentamientosal interior de alternativas y proyectosburgueses, frenar el proceso de auto-nomía del proletariado para someterloa una fracción burguesa bajo la que semate por recambios capitalistas. Paísescomo Libia o Siria serán lugares dondela guerra imperialista se impondrácomo forma de detener y canalizar lalucha proletaria.2

    Con este texto queremos precisa-

    mente volver nuestros ojos sobre Siria,realizando un breve balance sobre loque ha acontecido en ese país desdeque comenzara la sublevación proleta-

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    ria del 15 de marzo de 2011. Basadoen informes, discusiones, investiga-ciones, textos y análisis internos quehan ido circulando entre nuestroscompañeros, este texto es parte de latentativa de nuestra clase de hacer un

    balance de lo sucedido en esa regióndel mundo.Siempre tuvimos en perspectiva

    publicar un balance general, no so-lamente sobre Siria, sino sobre lasgrandes revueltas del norte de Áfricay Oriente Medio de esos años. Se nospresentaba como una necesidad paraseñalar las fuerzas y debilidades delperiodo que atravesamos. Y si hoypresentamos un texto sobre Siria es

    por la imposibilidad en la que nosencontramos para analizar esa con-tradicción sin las fronteras a las quenos someten, y sabiendo que hastaen eso la contrarrevolución está triun-fando. Las noticias vienen ltradas por

    lo nacional, por lo local y todas lascomunidades cticias que ello presu-pone: democracia, religiones, etnias,maas… Aunque la lucha proletaria

    no está separada por las fronteras, espresentada como si así fuera, todaslas noticias son país por país. Por estarazón resulta tan difícil captar y anali-zar lo esencial: las contradicciones declase, necesariamente internacionales.

    Todo se somete a la telaraña comuni-cativa de la guerra imperialista. Es latelaraña de las comunidades cticias,

    de lo interimperialista, de las noticiasdigeridas y deformadas por los me-dios. Desgraciadamente, en contrastecon lo sucedido en épocas pasadas,los proletarios no disponemos de nin-guna red internacional de informacióncapaz de destruir la telaraña infernalde la burguesía.

    En este sentido, somos conscientestambién de que este texto sobre Siriacontiene muchas carencias, porquela información que disponemos de laregión sigue siendo muy fragmentariay limitada. Pese a todas estas debili-dades nuestro texto se sitúa en unaperspectiva internacional e internacio-nalista que busca romper esa telarañade nuestro enemigo histórico.

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    1. La revuelta irrumpe en Siria

    Tras el aplastamiento sangriento de lasrevueltas sociales que conmovieronSiria a nales de los 70 y principios de

    los 80 del siglo pasado, etapa cerrada

    con la brutal represión en la ciudad deHama en el 82 —episodio con 20.000muertos que la burguesía internacionalse apresuró en tapar bajo el paraguasdel islamismo—, el proletariado enese país no volvió a levantar la cabezapor mucho tiempo siguiendo la tónicageneral del proletariado mundial. Des-de el año 82 y hasta bien avanzado elcomienzo del nuevo milenio, la pazsocial reinó en ese país y la producción

    y circulación capitalista vivió una épocade expansión tras los acuerdos con elFMI en el 86.

    Tras la muerte de Hafez al–Assad en Junio del 2000, su hijo Bashar al–Assad,en plena caída de la economía nacional,tomará su relevo en el partido Baazsirio y en el gobierno. Se abrirá paso atoda una serie de reformas económicas,cuyo fondo no era otro que quitar lastrabas a la circulación de capital inter-nacional e incrementar las condicionesde explotación del proletariado.

    Los niveles de represión que hancaracterizado al gobierno de Basharal–Assad desde entonces, no se debena ninguna particularidad de ese admi-nistrador burgués, de ese gobierno, sedebe a que toda la serie de ataques alas condiciones de vida del proletaria-do alcanzan tal nivel que sólo pueden

    imponerse bajo mano de hierro.Pero la represión no puede más que

    retrasar y concentrar en el tiempolo que es una situación insostenible.Desde el 2008 la situación, en concor-dancia con la coyuntura general entodo el mundo, no dejó de empeorarpara el proletariado: nal de los sub-sidios, de ayudas sociales, bajada desalarios y pensiones… y la gran subidamundial de los precios de los alimentosque golpeará con fuerza en ese país.Llegado el año 2011 y espoleado porla lucha de sus hermanos de claseen Túnez, Marruecos, Argelia, Baréin,

    Egipto, Yemen, Kurdistán iraquí… lasituación explota.

    El 15 de marzo comenzó en la sureñaciudad de Daraa una potente oleada

    de protestas que rápidamente se pro-pagará por todo el país. Pese a todaslas medidas de urgencia que barajó yfue prometiendo el gobierno sirio paracalmar los ánimos en su territorio, talescomo el n del estado de emergencia,3 subsidios a productos de primera nece-sidad, dar ciudadanía a proletarios deétnia kurda, organizar elecciones, refe-réndum y toda una serie de reformas,así como todas las medidas represivas

    desarrolladas sacando al ejército y lostanques, multiplicando los asesinatos,torturas, desapariciones, encarcela-mientos… pese a todo este arsenal, larevuelta puso patas arriba la paz

    social extendiéndose por toda Siria.Daraa, Hama, Baniyas, Latakia, Talkalaj,Homs, Yable, Idlib, Kurdistán sirio… Lasmanifestaciones giraron rápidamenteen huelgas, cortes de carreteras y calles,acciones contra símbolos del poder, yrequisiciones de alimentos, medicinaso viviendas.4

    La supuesta lucha pacífca por la

    democracia que tanto cacarean los

    esbirros intelectuales del poder bur-

    gués desde occidente fue la expresión

    de la contrarrevolución burguesa al

    interior del movimiento de protesta.5 Por el contrario, la lucha de nuestroshermanos de clase se situó en la defen-

    sa de la satisfacción de la necesidadese intereses humanos. Cuando nuestraclase sale a la calle bajo esta perspectivasiempre se maniesta necesariamente

    en el terreno de la violencia. La protestagravitó contra el alza de precios, contra larepresión policial y la ley de emergencia,la falta de asistencia sanitaria, etc, etc.Algunos de los gritos y consignas quese oyeron en esos momentos fueronsimples y claros: «queremos el n de

    la miseria», el «n del terror», «la caída

    del régimen», «n de las humillaciones».

    La respuesta del Estado llegado aese punto será metralla. Infantería,

    3 En de abril del 2011 el go-

    bierno levantó el estado

    de emergencia que regía

    desde 1963, disolvió la

    Corte Suprema de Segu-

    ridad del Estado y realizó

    una primera amnistía depresos políticos que irá

    repitiendo en los meses

    posteriores.

    4 Una tradición en los

    países árabes, poco

    conocida en otros luga-

    res, es la ocupación de

    urbanizaciones enteras.

    Estas ocupaciones son a

    veces desalojadas por elejército, pero otras tantas

    son recuperadas y con-

    vertidas en campos de

    refugiados.

    5 Esta expresión que rei-

    vindica los derechos y

    las libertades demo-

    cráticas se impondría

    posteriormente, con el

    debilitamiento del pro-

    letariado, en un gran

    número de comités loca-

    les, como los coaligados

    en la Coordinadora de

    Comités Locales y los

    agrupados en la Comisión

    General de la Revolución

    Siria, cuya cabeza más co-

    nocida fue Suhair Atassi,

    opositora burguesa delgobierno de Assad.

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    artillería y tanques se lanzaron contraciudades, barrios y pueblos con ungran saldo represivo.

    «Teníamos unos 400 nombres de perso-

    nas que debíamos detener. Fuimos a su

    localidad Banyas […] Irrumpíamos en lascasas cerradas. Detuvimos a muchísima

     gente. Algunos hombres escapaban por

    una carretera secundaria del valle, pero

    el ejército les disparaba. Nos llevamosa los detenidos al centro del pueblo,pisoteándoles e insultándoles. Detu-vimos a tanta gente, según me dijo un

    ocial unos 2.500, que tuvimos que usar

    el estadio deportivo de esa localidad

    como centro de detención».

    «Los manifestantes se habían sentadoen la Plaza [la plaza central de Homs].

    Nos dijeron que les dispersáramos, con

    violencia si era necesario. Estábamos

    allí con la Inteligencia de la Fuerza Aé-

    rea, el Ejército y la shabbiha [milicia

     progubernamental] cuando recibimos

    una orden del coronel Abdel Hamid

    Ibrahim de disparar a los manifestantes.

    Disparamos por más de media hora.

    Había docenas y docenas de muertos

     y heridos. Treinta minutos más tarde,

    llegaron excavadoras y camiones de

    bomberos. Las excavadoras levantaban

    los cadáveres y los ponían en un camión.

    No sé dónde se los llevaban. Los heridos

    acababan en el hospital militar de Homs.

    Y después los camiones de bomberos

    limpiaban la plaza».

    «…nos dieron la orden clara de dis-

     parar contra los civiles […] La orden

    exacta fue 'carguen y disparen', sin

    condiciones. Nos acercamos a los ma-

    nifestantes y cuando estábamos a unos

    cinco metros de distancia, los ociales

    nos gritaron 'fuego'.»

    6

    Pese a la feroz represión, el prole-

    tariado, lejos de retroceder, seguirá

    empujando y respondiendo a la

    violencia de la burguesía incremen-

    tando y extendiendo la violencia de

    su clase, llevando la revuelta a la

    propia capital. Lo que temía el gobier-no se desencadenará. Todo un anillode barrios rebeldes irán poco a poco

    envolviendo la capital: al norte Al–Tal,al este Kafar Batna, Douma, Harasta ySaqba, la Mouaddamiyyah en el oestey al sur Kisweh. Los proletarios arma-ban que lo que ha sido durante muchotiempo conocido como el «cinturónde la pobreza ahora se ha convertidoen el cinturón de la revolución». Ladesestabilización del país es en esosmomentos total pese a que el partidoBaaz tratará en vano de ponerle frenoincrementando el plomo, decretandonuevas amnistías de presos políticos, oanunciando a nales de julio una am-pliación de las libertades políticas quepermita elecciones y la legalización departidos políticos. Pero la sublevaciónproletaria estaba en marcha y no se-rían estas migajas las que la detendrían.

    6 Testimonios varios de de-

    sertores a la ONG Human

    Rights Watch.

    Los niveles derepresión que han

    caracterizado al

    gobierno de Basharal–Assad desdeentonces, no sedebe a ninguna

    particularidad deese administrador

    burgués, de esegobierno, se debe

    a que toda la

    serie de ataquesa las condicionesde vida del

    proletariadoalcanzan tal nivelque sólo puedenimponerse bajomano de hierro.

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    2. Descomposición del ejército yestructuración de la lucha

    Las contradicciones de clase serán tanpotentes que comenzarán a afectaral propio ejército donde una parte

    importante será carcomida por las de-serciones. Será cada vez más difícilpara los ofciales hacer que sus solda-

    dos cumplan las órdenes. Numerosos

    proletarios en uniforme se negarán a

    continuar siendo esbirros y cumplir

    las órdenes de masacrar.

    «Recibimos órdenes de matar a los mani -

     festantes. Algunos militares rechazaban

    dichas órdenes y eran disparados con

    armas cortas. Dos de ellos fueron asesi -nados frente a mí, por un teniente.»7 

    Las deserciones y motines en el ejércitose sucederán. Muchos soldados tiraránsus uniformes y si bien en los primerosmomentos algunos tratarán de huir aTurquía, pronto comenzarán a unirse asus hermanos de clase, arma en mano,iniciando un proceso de descomposi-ción de uno de los aparatos represivosfundamentales del Estado. Muchos delos que hasta ese momento formabanlos batallones de choque sanguinariosde la burguesía, giran sus armas apun-tando a sus antiguos ociales y demás

    representantes del Estado sirio, se iden-tican con sus hermanos de clase en

    lucha y se incorporan a la revuelta.

    «Conmigo, hubo grupos que desertaron.

    No disponíamos nada más que de armasligeras y minas. Pusimos trampas al Ejér -

    cito sirio para retrasarlo y permitir a los

    civiles que huyeran y abandonaran la

    ciudad […] Nuestro plan por el momento

    es emprender una guerra de guerrillas.»8

    El rechazo de los soldados a reprimir

    siempre ha sido un salto de calidad

    en todo movimiento proletario. Parala burguesía supone el cuestionamientode uno de sus pilares de dominación,con todo lo que eso conlleva; para elproletariado signica justo lo contrario.

    Hay confraternización, identicación

    de clase, unidad basada en interesescomunes, se percibe esa necesidad deorganizarse juntos contra una sociedad

    en la que el proletariado es mera masade trabajo destinada a reventar traba- jando, morir en la miseria o ser meracarne de cañón en el frente.

    Esta situación llevará a la burguesíaen el poder a desconar cada vez más

    de sus soldados, incrementando eluso para la represión de cuerpos másables como la Guardia Republicana, la

    Cuarta División Armada y otros cuerposy brigadas, especialmente la shabiha,

    cuerpo paramilitar el al gobierno.Por otra parte, se intentará liqui-

    dar a los desertores allí donde se

    puede antes de que se incorporen

    a la revuelta. En la provincia de Islefueron masacrados casi un centenarde soldados que se habían negado aseguir las órdenes y emprendían lamarcha decididos a unirse a la revuelta;en Treimse grupos paramilitares asal-taron casas de desertores asesinandoa los que allí había y a sus familiares;en Al Rastan tanques y vehículos ar-mados del ejército se lanzaron contraun numeroso grupo de desertores quese habían negado a reprimir en esaciudad; en Yisr al–Shagur 120 perso-nas, en su mayoría desertores fueronmasacrados… y así una larga serie deepisodios de represión que lejos defrenar la descomposición del ejérci-

    to, provocará que el movimiento dedeserción se organice y arme, junto

    a los otros proletarios alzados contra

    el poder burgués.

    Al mismo tiempo que el movimientode deserción de los soldados avanzay se generaliza, nuestra clase gene-rará estructuras masivas desde las

    que organizar su lucha. Es así comoemerge y se desarrolla un extenso ycomplejo proceso asociacionista del

    proletariado en el que las denomina-das tansiqyat son las estructuras másimportantes. Se trata de comités localesde coordinación que se estructuran en

    7 Ibidem.

    8 Testimonio de un de-

    sertor a la AFP (Agencia

    France–Presse).

    Las desercionesy motines enel ejército sesucederán.Muchossoldados tiraránsus uniformesy si bien enlos primerosmomentosalgunos trataránde huir a

    Turquía, prontocomenzarána unirse a sushermanos declase, arma enmano, iniciandoun proceso dedescomposiciónde uno de

    los aparatosrepresivosfundamentalesdel Estado.

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    villas, barrios y ciudades. Se formaráncentenares de ellos asumiendo unpapel fundamental como forma de or-ganización del proletariado. En el senode estos organismos se prepararánmanifestaciones y acciones, se orga-

    nizará la autodefensa, se discutiránaspectos del movimiento, circularándatos de represores, se lanzarán con-signas… Sin duda la experiencia de losshoras en Irak en el 91, transmitidaentre otras formas por refugiadosprovenientes de ese país, tuvo graninuencia en estas estructuraciones.9

    A medida que se desarrollan losacontecimientos surgirán más nece-sidades que estos comités intentarán

    asumir. Serán los principales impulso-res en la creación de centros sanitariosclandestinos, de redes de abasteci-miento de alimentos y alojamientos,en el ocultamiento de proletariosperseguidos, o en la detección decolaboradores y soplones.

    Sin embargo, pese al salto de calidadque suponen todas estas estructurasde clase, toda esa descomposición delejército, pese a las desestabilizaciónsocial que se expande con el cuestio-namiento de toda una gran cantidadde aspectos de la sociedad mercantily la desestabilización creciente delpoder burgués, es decir, pese a lairrupción de la insurrección prole-taria, esto no es ni mucho menossufciente sin una clara dirección

    revolucionaria10 y un contexto

    mundial favorable, sin una pers-

    pectiva de autonomía de clase,fundada en la delimitación con to-

    das las expresiones del enemigo (especialmente con todas las alter-nativas de “oposición” burguesa). Lascaracterísticas generales de las luchasen la época que vivimos, que hemosanalizado en algunos de nuestrosmateriales,11 siguen obstaculizando ypesando en el proceso de autonomiza-ción, en el proceso de constitución del

    sujeto revolucionario. Las debilidadesque arrastra aún nuestra clase a nivelmundial son tan brutales que facilitanque tal o cual fracción de la burguesía

    puedan canalizar el descontento yla actividad de nuestra clase en sufavor. Toda una serie de ideologías yprácticas como el democratismo, lareligión, el frentismo… se abrirán pasoy debilitarán las diferentes estructuras

    del proletariado.Por consiguiente, las estructu-ras emanadas de la lucha como

    los comités locales o las milicias

    armadas, arrastrarán terribles con-

    tradicciones que son el reejo del

    estado actual del proletariado. Enese sentido, no es de extrañar el altonivel de heterogeneidad existenteentre los diversos comités desde elprimer momento, lo que conlleva

    incluso a que coexistan varios en lamisma localidad y al mismo tiempo,llegando no sólo a superponerse sinoa contraponerse en cuanto a objetivos,prácticas, tareas y posiciones. Habrácomités donde dominen posiciones eideologías burguesas que, lejos de res-ponder a las necesidades de nuestraclase, serán vehículos organizativospara el encuadramiento de proletarios.Por lo que no es de extrañar que estosúltimos sean los más promocionadosy conocidos en todo el mundo graciasa los medios de información del capi-tal. En la ciudad de Homs, por ejemplo,durante los primeros enfrentamientos,coexistieron por lo menos tres comitéslocales: uno que asumió la defensa ar-mada contra la represión, así como ladistribución de víveres y organizaciónde otros servicios básicos, otro que

    organizó manifestaciones, y otro quese colocó en un terreno claramenteburgués al reivindicar la defensa delos derechos “humanos”, de las liber-tades democráticas, la “no–violencia”y centrarse en denunciar «la violaciónde estos derechos y libertades ante lacomunidad internacional».12

    La propia dinámica de la mayoría delos comités, enclavados en una pers-pectiva local, de barrio o como mucho

    de ciudad, arrastrará en poco tiempoa muchos de ellos a la simple gestióny administración de la miseria local enplena guerra, lo que, como veremos

    9 Ver el apéndice dedicado a

    la insurrección en Sulemania.

    10 Siempre que hablamos de

    dirección revolucionaria

    nunca lo hacemos en un

    sentido formalista, sinohistórico, en el sentido de

    asumir en la lucha las po-

    siciones revolucionarias de

    nuestra clase, más allá de

    las diversas expresiones or-

    ganizativas del proletariado

    en las que esta dirección

    se materialice. Lo mismo

    pasa cuando hablamos del

    programa del proletariado,

    nunca nos referimos a unprograma formal o conjun-

    to de ideas con los que se

    trata de amoldar el movi-

    miento, sino al conjunto de

    consecuencias prácticas a

    las que conducen las deter-

    minaciones contenidas en

    el movimiento revolucio-

    nario del proletariado: las

    posiciones revolucionarias.

    11 Recomendamos nuestro

    libro La llama del suburbio 

    acerca de las revueltas

    en los suburbios de París

    y otras ciudades de Fran-

    cia en el año 2005, donde

    realizamos un análisis so-

    bre de las revueltas como

    expresión actual, y de las

    últimas décadas, de la luchadel proletariado.

    12 En muchos lugares esta

    contraposición se dará a di-

    ferentes proporciones en el

    seno de un mismo comité.

    Evidentemente esto gene-

    rará más pronto que tarde

    procesos que decantarán

    hacia un lado u otro esa or-

    ganización. Como veremos

    el proceso de encuadra-

    miento del proletariado

    traerá el dominio de las

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    más adelante, facilitará su posteriorencuadramiento como un simple órgano

    de gestión al interior del capital.Todos estos aspectos harán que muy

    pronto la confrontación de clases sevea modicada. El factor decisivo de

    esta transformación va a ser el des-plazamiento del eje de la lucha delproletariado: la lucha por imponer lasnecesidades de clase va dejando su

    sitio a una lucha cuya meta exclusiva

    es derribar a al–Assad. La confron-tación de clases entre la burguesía yel proletariado deja así su lugar a unfrente interburgués anti al–Assad. Elproletariado acabará luchando en ba-rricadas que no son las suyas, terminarádefendiendo proyectos e intereses queresponden no a sus necesidades vita-les, sino a las del capital, todo porqueacaba por aceptar que todos los malesse encuentran en un administradorburgués que hay que derribar y no en

    la totalidad de las relaciones sociales.Por lo tanto, a pesar de la rápida

    formación de comités y la creaciónde milicias formadas por desertoresy voluntarios armados con el fruto delos asaltos a las comisarías y cuarteles,en general el desconcierto estratégicoocupará el primer plano.

    Efectivamente, los proletarios selanzan a la calle para defender suscondiciones, responden a la represión,

    desestructuran parte del ejército, se or-ganizan y se arman. Pero es importantedestacar la debilidad programática delas estructuras de nuestra clase y la

    enorme desorientación en la que seencontrarán, incluso los sectores que

    se presentan más combativos sobreel terreno, lo que facilitará arrastrar alos proletarios a una lucha exclusivacontra el régimen de Assad, como siel problema fuera simplemente ungobierno en particular, un adminis-trador en concreto. Es normal que elproletariado en su lucha se enfrentecontra los represores directos que enese momento tiene en frente, pero sinla perspectiva revolucionaria, limitandotodos los males a esos gestores y sinromper con las diversas manifestacio-nes de nuestro enemigo, la oposiciónburguesa tiene el camino despejadopara presentar una falsa comunidadde intereses entre los que luchan y lasalternativas burguesas.

    La falta de militantes y combatien-

    tes que impulsen una perspectiva que

    rompa con lo local, que actúen por la

    coordinación y centralización de lasestructuras proletarias, que se en-

    frenten a las ideologías y fuerzas del

    enemigo, que cristalicen la alternati-

    va revolucionaria, provocará que la

    oposición burguesa vaya adquiriendo

    mayor protagonismo tomando la di-

    rección del movimiento. La burguesíairá ganando terreno, transformando asíel enfrentamiento en una lucha entrepoderes burgueses. Pero veamos cómo

    nuestro enemigo de clase logró imponereste nuevo escenario para destruir lasublevación proletaria en ese país tanimportante del capitalismo mundial.13

    ideologías y fuerzas del

    enemigo, convirtiendo a

    estas organizaciones en

    órganos de la oposición

    burguesa.

    13 La importancia de Siriaa nivel geoestratégico

    en Medio Oriente es lo

    fundamental, pero no

    hay que menospreciar

    lo que supone para el

    mercado mundial los

    grandes recursos pe-

    troleros y gasíferos que

    también alberga.

    A medida que sedesarrollan losacontecimientossurgirán másnecesidades queestos comitésintentaránasumir. Seránlos principalesimpulsoresen la creaciónde centros

    sanitariosclandestinos,de redes deabastecimientode alimentos yalojamientos, enel ocultamientode proletariosperseguidos,

    o en ladetección decolaboradoresy soplones.

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    10

    3. Encuadramiento del proletariado

    La burguesía internacional debió ma-niobrar rápidamente sobre el terrenocuando comprobó que la represión através del ejército y las concesiones

    cedidas por el gobierno, no sólo eranincapaces de frenar al movimientoen ese país, sino que descomponíaal propio ejército, y la situación ad-quiría carácter insurreccional en todala región, haciendo tambalearse algobierno de Bashar al–Assad.

    Respetando las alianzas y pujas delmercado mundial, así como el repartode tareas en la represión y encuadra-miento del proletariado, la burguesía

    actuará en dos frentes. Estados comoChina, Rusia e Irán auxiliarán al go-bierno de Assad, otros como EEUU,Turquía, Francia, Qatar o Arabia Saudíverán con buenos ojos abanderar unaoposición burguesa para relevar a esegobierno. El primer objetivo evidentede la burguesía, independientementedel lado que ocupa cada fracción enel juego interburgués, es el aplasta-miento de la lucha del proletariadoiniciada en marzo de 2011. Se trata deneutralizar la lucha, aislarla nacional-mente, repolarizar el conicto, sacar

    a nuestra clase de la pelea por susnecesidades y llevarlo a matarse porintereses ajenos, convertirlo en carnede cañón en peleas de mercaderes, ex-terminar toda resistencia y consolidarunos frentes burgueses rmes. Ese

    siempre es el objetivo allí donde las

    contradicciones de clase alcanzan talintensidad que exigen una solución in-mediata. Los intereses particularesde cada fracción quedan siempre

    en un segundo plano cuando de

    lo que se trata es de imponer el

    orden en una región. Sólo cuandoel orden empieza a vislumbrarse yel proletariado ha sido liquidado yencuadrado puede pasar a un primerplano la pelea entre esferas de capital.

    Queremos hacer una pequeña pa-rada para explicar esta cuestión quesigue siendo tan mal entendida, in-cluso entre compañeros de nuestra

    comunidad de lucha que compartencon nosotros tanto la mayoría de laposiciones sobre la revolución, comola asunción de tareas que la misma

    exige. Todo análisis de clase tieneque partir de la contraposición en-tre las dos clases antagónicas quecoexisten bajo el capital, y nuestrosmateriales siempre parten de ese eje.Las contradicciones interburguesas

    son secundarias y siempre están

    subordinadas a esa contradicción

    fundamental entre las clases. Esa esla dinámica de esta sociedad. Por esoen nuestros análisis siempre centra-

    mos nuestros esfuerzos a un nivel deabstracción que parta de la contrapo-sición entre los intereses generales delcapital —y no de cada fracción— y losdel comunismo. Evidentemente, esono quiere decir que no sea importanteprofundizar en las contradiccionesinterburguesas, teniendo siemprecomo referencia la contradicción fun-damental proletariado–burguesía.

    Nuestra metodología siempre escontraria a esos análisis de la realidadque parten de las contradiccionesinterburguesas, pues no hacen másque analizar lo supercial, lo que se ve,

    lo que se palpa y no comprende queesas mismas contradicciones vienendeterminadas por la contraposiciónfundamental entre el proletariado y laburguesía. Lo importante y necesario,para nosotros proletarios, siempre es

    partir del análisis de las fuerzas quetienden a la revolución y las que tien-den a la contrarrevolución. Claricar

    los dos campos enfrentados pese altelón ideológico que busca ocultarlo.El análisis de las fracciones de nuestroenemigo sólo nos interesa en tantoque análisis de las formas del capitalde negarnos, de liquidar la fuerza quetiende a la revolución, de llevarnos afalsas polarizaciones, de arrastrarnosa sus faldones. Sin embargo, todosesos análisis provenientes de ideólo-gos marxistas y demás especialistasde las contradicciones burguesas no

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    hacen sino lo contrario, enredarnos enla telaraña interburguesa.

    Siria es un auténtico rompecabezasirresoluble si se intenta explicar lo quesucede basándose exclusivamente enlos intereses particulares de cada frac-

    ción de capital que actúa. Las piruetasque dan esos analistas para explicarnosla situación tienen mérito. No es fácil de-fender que Turquía además de ser unode los Estados fundamentales que actúaen Siria junto a EEUU, siendo la base deoperaciones de la oposición burguesa aal–Assad, es también el país que facilitapor su frontera la entrada del EstadoIslámico, quien a su vez es enfrentadopor EEUU y la oposición burguesa (¡con

    Turquía!), dejando pasar también por sufrontera a militantes del PDK (PartidoDemocrático del Kurdistán) venidos deIrak para ayudar al PYD de Siria (Partidode la Unión Democrática)14 a combatira ese mismo Estado Islámico. No esfácil explicar tampoco que EEUU y suscompinches tan pronto como dirigenla oposición burguesa contra al–Assad,empiezan a coquetear de nuevo con él.No es fácil explicar cómo EEUU arma alque caracteriza como “eje del mal” enla región —Frente Al–Nusra (instanciade Al–Qaeda en Siria)— mediante elEjército Libre Sirio, ni cómo asume go-bierno junto al PYD —el nuevo amorde muchos libertarios— en Rojava me-diante el Comité Supremo Kurdo, enel que recordemos que, por mediodel Consejo Nacional Kurdo, el PDK deBarzani (brazo de EEUU) se reparte el

    poder con el PYD… Y si vamos una auna con las diversas expresiones de laburguesía veremos los mismos juegos.Es absurdo sostener que lo que les

    posiciona en uno u otro campo de

    la guerra imperialista son sólo sus

    intereses particulares. Por el contra-rio, esta gravitación entre uno y otrocampo evidencia que no es su interésparticular lo que orienta estos cambios,sino que hay otro factor. Para nosotrosqueda claro que todos los interesesparticulares quedan subordinados

    al interés fundamental de salvar el

    orden capitalista y someter al prole-

    tariado.15 Sólo desde este verdaderopunto de partida podemos romper latelaraña interburguesa, podemos llegara comprender la guerra imperialista,así como su armación en Siria bajo la

    masacre del proletariado. Y únicamente

    bajo la derrota del proletariado puedenponerse en un primer plano las cues-tiones secundarias.

    El Ejército Libre Sirio (ELS) y el

    Consejo Nacional Sirio (CNS)

    La primera medida de la fracción entorno a EEUU, que tendrá en Turquíasu centro de operaciones, fue comenzarel relevo de las caras dirigentes locales

    e impulsar una oposición de recambioque pudiera controlar la revuelta. Altoscargos del ejército y de otras ramasde la burguesía nacional, vinculadasa la administración de Assad, decidenentonces abandonar sus cargos y enacuerdo con esa fracción de la burgue-sía internacional reconducir la situaciónalzando la bandera de una repúblicaparlamentaria. Se trata de encuadrarel movimiento en un frente anti–As-

    sad con un mando único tanto a nivel

    militar como político. El ELS, en el

    plano militar y el CNS, en el admi-

    nistrativo, jugarán la primera baza

    en este sentido.

    En julio de 2011, frente a la fuerzaexpansiva de la revuelta y la crecientedescomposición del ejército que im-pulsaba cada vez más a los soldados adesobedecer a los ociales, a desertar,

    a girar las armas contra ellos, a unirsey organizarse en la revuelta; una seriede ociales y altos cargos del ejército

    sirio, cuya cara más conocida es Riadal–Asad, hasta entonces coronel de lafuerza aérea del ejército, abandonansus cargos para ponerse a las órdenesde la fracción en torno a EEUU. Desdeentonces centralizarán desde Turquía,con el apoyo nanciero de Qatar y

    Arabia Saudí, una práctica social queconsistirá en tratar de canalizar lasdeserciones y formar un ejército quebajo la dirección de esa fracción tum-be a Assad y consolide un gobierno

    14 Este partido es el brazo

    del PKK (Partido de los

    Trabajadores del Kur-

    distán) en Siria. Sobre

    ambos nos vamos a

    centrar en el apartado

    acerca de la lucha enRojava.

    15 En este sentido, cuando

    hablemos de la fracción

    en torno a EEUU a lo lar-

    go del texto, estaremos

    haciendo referencia a

    sus aliados más inme-

    diatos y aquellos que

    abiertamente se pre-

    sentan de esta manera.Pero volvemos a insistir

    en que los diferentes

    Estados y en particular

    EEUU y Turquía, como

    principales gendarmes

    del Capital en la región,

    están siempre interesa-

    dos en el sofocamiento

    de toda expresión pro-

    letaria y no dudan en

    armar o dar apoyo,

    mientras sea necesa-

    rio para mantener ese

    objetivo, a otras fuerzas

    burguesas del bando

    enemigo.

    Siria es unauténticorompecabezasirresoluble si seintenta explicarlo que sucedebasándoseexclusivamente

    en los interesesparticulares decada fracción decapital que actúa.

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    de transición que garantice el man-tenimiento del orden capitalista enla región.

    Bajo esa óptica, a nales de ese mis-mo mes, se hace pública la creacióndel ELS y se llama a todos los grupos

    armados de la oposición a unirse a él.Todos los esfuerzos de ese organismoirán orientados a que las unidades ar-madas de proletarios y desertores, asícomo otros grupos armados burgue-ses (como el Movimiento de Ociales

    Libres), se sometan a sus directrices.

    «Nunca operamos por nosotros mismos,

    seguimos una estructura jerárquica que

    imparte órdenes desde Turquía»16

    Tratará así de controlar todas lasexpresiones armadas, instalando cua-dros de mando eles a su dirección,

    especialmente por mediación de losMajlis Askeri  (Consejos militares) queserán instancias provinciales del ELSque tratarán de encuadrar y canalizara los batallones de desertores y ex-presiones armadas de cada localidad.Este proceso implicará la denuncia yliquidación, allí donde se denlas condiciones para ello, detodo aquel que no se pliegueal programa interclasista defrente nacional anti–Assaddel ELS: «No hay otro obje-tivo que la liberación de Siriade la tiranía del régimen deBashar Al–Assad.»17

    A medida que pasan los

    meses el ELS irá exten-diendo su dominio desdeel norte de Siria. Movilizarásus combatientes, utilizarápuestos de control en laslocalidades donde va ad-quiriendo fuerza, no sólopara controlar las fuerzasgubernamentales, sinopara supervisar y sometera todo proletario armado

    a su control, incluyendo lamarginación y represión delas pequeñas milicias queno aceptan sus directrices.18

    Este proceso será facilitado tantopor la terrible falta de perspectivas delos combatientes proletarios que lesarrastrará a sus faldas, como por lasventajas que le proporciona la nan-ciación, armamento, asesoramiento

    y formación eciente que recibirá deforma masiva este organismo por par-te de ociales y políticos de los Estados

    del Golfo, Turquía, Inglaterra, Fran-cia, Estados Unidos, Israel… Contaráademás con bases de entrenamientoimportantes ubicadas en Turquía.

    Indisolublemente unido al desarrollodel programa militar de encuadra-miento burgués, se busca consolidaruna administración política eciente

    que no sólo será la base de un hipoté-tico y futuro gobierno provisional, sinoque actuará como gobierno en todaslas zonas controladas por el ELS. Sefundará con ese objetivo el CNS, cuyaocina estará evidentemente al lado

    de la cúpula militar del ELS, en Tur-quía, agrupando a diversos partidosburgueses de la oposición y levantan-do la bandera del n del régimen de

    Bashar al–Assad, el establecimiento

    16 Hasan abu Ali, enrolado en

    el ELS.

    17 Al principio habrá proleta-

    rios armados que levanten

    por su cuenta la bandera

    del ELS o se reivindiquende él sin pertenecer real-

    mente a dicha organización

    ni seguir su práctica, sino

    defendiendo sus intereses

    de clase. Claro que poco

    a poco estas expresiones

    desaparecerán ante la ex-

    pansión, encuadramiento y

    estructuración del ELS.

    18 Salvo en el Kurdistán sirio,muy poco sabemos sobre

    esta cuestión y los enfrenta-

    mientos y resistencias que

    se dieron frente al ELS. Co-

    nocemos contradicciones

    y enfrentamientos que se

    repitieron en Alepo en su-

    cesivas ocasiones pero sin

    gran profundidad. Sí que

    conocemos las operaciones

    represivas que más adelan-

    te desarrollará el ELS contra

    los focos incontrolados que

    posteriormente detallamos.

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    de pluralidad política en el parlamentogarantizado por elecciones, y todas lasdemás formalidades de esas expresio-nes particulares de la democracia.19

    Para impulsar este proceso se crearánlos Majlis thawar  (consejos “revoluciona-

    rios”) que serán estructuras provincialesque harán lo mismo que los Majlis Askeridel ELS pero en el plano administrati-vo, tratando de poner a los diversostansiqyat (comités locales) bajo su di-rección burguesa. Existirán otra seriede instancias de centralización de laburguesía que desarrollarán tambiéneste proceso de canalización comola Coordinadora de los Comités Locales, ligada igualmente al CNS y  la Comisión

    General de la Revolución Siria dirigida ycontrolada por otros conocidos oposi-tores burgueses.

    Este proceso de liquidación de loscomités locales no es un acto mera-mente exterior, sino que está ligado a lainuencia de la ideología burguesa en el

    interior de esos mismos comités. Todaslas debilidades y límites que conteníanestos órganos desde el principio, y quehemos detallado anteriormente, seránla puerta de entrada de la contrarrevo-lución. Como en todas las experienciashistóricas de lucha, incluso las másimportantes, las estructuras masivas delas que se dota el proletariado (soviets,comités, consejos, shoras…) concentra-rán en su propio seno la lucha de clases.Que esas estructuras se posicionen enla defensa de nuestros intereses no

    depende de la forma organizativa,

    sino del contenido, de la prácticareal que desarrollen. Y esta prácti-ca depende de la fuerza social que seimponga en su interior. O se imponenlas necesidades del proletariado, o seimponen las ideologías y fuerzas de lacontrarrevolución. Y es evidente que amedida que la correlación de fuerzasen Siria bascula en favor de la bur-guesía, que el desplazamiento del ejede la lucha se consolida fuera de la

    confrontación de clases, y el proletaria-do es canalizado, esos comités se venabocados a reejar ese desplazamiento

    y a negarse como órganos de clase,

    transformándose en instrumentos dela burguesía que, dependiendo de lacoyuntura local y las necesidades de lamisma, cumplirán funciones diferentes.En algunos sitios los comités práctica-mente desaparecerán asumiendo un

    papel totalmente marginal, funcionan-do como meras ONG, pero en otrosasumirán una función primordial siendola base para asumir un gobierno local,la administración de la localidad o larealización de servicios sociales básicosy asistencialismo.

    Por consiguiente, el proceso deliquidación del proletariado va indiso-lublemente ligado a la canalización delas organizaciones masivas en las que

    éste había organizado su lucha, asícomo su sometimiento a las directricesde la oposición burguesa. El poder bur-gués se recompondrá de esta forma delgolpe sufrido por la revuelta.20

    El desarrollo de los acontecimientosllevará a pensar en ese momento a lafracción liderada por EEUU que todo iríaviento en popa. Por un lado se presienteque el gobierno de Bashar estaba porcaer. Sublevado gran parte del terri-torio, carcomido su ejército, y con lasexperiencias de otros países del nortede África y Medio Oriente, desde estasesferas del capital están convencidos deque ese gobierno no durará mucho enel poder. El ELS avanza controlando ydominando cada vez más zonas desdeel norte, ganado popularidad entre loscombatientes, ganando para sí bata-llones y soldados desertores. El centro

    de Damasco y Alepo son los objetivospendientes para la caída de al–Assad. ElCNS se prepara para asumir el gobiernoprovisional. Al mismo tiempo, a media-dos del 2012, la revuelta se encuentraestrangulada en las mayoría del país,el proletariado ha sido conducido alas trincheras de la guerra imperialistabajo la bandera Anti–Bashar y de lalibertad. No será hasta llegado el año2013 cuando el desarrollo de los acon-

    tecimientos va a poner en evidencia lodesacertadas de estas previsiones y losserios contratiempos que iba a tener lafracción en torno a EEUU.

    19 Aclaremos que para

    nosotros estas formas

    de gobierno, la plurali-

    dad parlamentaria y las

    elecciones, así como la

    ausencia de elecciones

    para monopolizar elparlamento en manos

    de una fracción, son

    meras formas dife-

    rentes de la dictadura

    democrática. La defi-

    nición burguesa de la

    democracia nos opone

    estas dos formas como

    si una fuera dictadura y

    otra democracia ocul-

    tando la verdaderadenición social de la

    democracia. Ver más

    adelante en este texto

    el apartado ¿Revolución

    en Rojava?

    20 Con sus particulari-

    dades, este proceso

    de captación no será

    muy diferente al que

    se cristalice en Rojava

    por mediación del PYD.

    Como en todaslas experiencias

    históricas delucha, incluso lasmás importantes,las estructurasmasivas de lasque se dota elproletariado(soviets, comités,consejos,

    shoras…)concentrarán ensu propio seno lalucha de clases

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    4. Cambio de escenario y auge del islamismo

    A nales de 2012 comienzan a vislum-brarse cambios en la dinámica de losacontecimientos que no hacen sinoconrmarse según avanza el 2013.

    Assad comenzará a recuperar te-rreno ante el repliegue del ELS. Sinembargo este nuevo escenario norespondía a cuestiones meramentemilitares, sino al desgaste en el papelde encuadramiento que durante todoel año 2012 habían sufrido el ELS y elCNS. La percepción de los proletariosde que le habían escamoteado sulucha y estaban siendo masacradosen un juego de poderes burgueses se

    había extendido. Desgraciadamenteel proletariado fue incapaz de trazaruna brecha contra todo esto y reem-prender de nuevo su camino hacia laguerra de clases. La desconfanzahacia el ELS y el CNS no se tradujo

    en una ruptura de clase, en unatentativa de salir del cementerio de laguerra imperialista. En su lugar se fueextendiendo la desmoralización, concombatientes regresando a sus casaso intentando exiliarse, o la búsquedade otras alternativas, pero siempredentro de las redes interburguesas,como la incorporación al Frente Al–Nusra. En ese escenario, el islamismocomenzará a ganar terreno a la vez

    que el ELS y el CNS van perdiendo su

    inuencia rápidamente. A mediadosde 2013 se suspende gran parte de lananciación y del apoyo de la fracción

    en torno a EEUU al comprobar el fra-caso de este organismo.21

    Es evidente que una de las contra-dicciones que marcará mortalmente alELS es que es una herramienta de losintereses de EEUU, Europa, Turquía,de las monarquías del petróleo, y porello de igual modo afín a los interesesde Israel. Sobre el terreno irá quedan-do cada vez más evidente este papelcon lo que ello implica. ¿Cómo se pue-de imponer la autoridad efectiva deesta organización en un entorno socialplagado de proletarios refugiados,reprimidos o deportados por todos

    esos Estados hacia Siria, lugar dondeAssad gestionaría su muerte lenta?La respuesta es evidente, a medidaque va siendo más claro que el ELS

    es una herramienta de occidente, esaautoridad se presentará más inesta-ble, explosionarán contradicciones yterminará por reventar.

    Así se explica que desde el principio,para suplir las dicultades de control

    existentes en distintos lugares deSiria, se recurrió al reclutamiento devoluntarios llegados del Golfo Pérsicopara luchar en las las del Ejército

    Libre Sirio. Pero con el tiempo se fue

    reclutando, con el acicate de la miseria,elementos de cualquier lugar parareforzar las unidades interiores. Así semultiplicará la presencia de islamistasque en un principio estarán coaligadosen distintos frentes del ELS.22

    La llegada masiva de armas y volun-tarios de otros países no supusieronal principio grandes contradiccionespese a que hubo algunas escaramu-zas en algunos lugares. La armación

    de la guerra imperialista y la destruc-ción del proletariado como sujetoactivo, hace que la fuerte combati-vidad de los islamistas encaje bienen ese escenario en el que lo impor-tante es tumbar a Assad. Por otrolado, el furor en la destrucción y elaplastamiento de la vieja estructurarepresiva y de información ocultabaque nuevas redes de información y

    represión se estaban construyendobajo sus escombros. Al mismo tiem-po, las ONG religiosas, sobre todo através de la Fundación para los De-rechos Humanos y las Libertades y laAyuda Humanitaria (IHH) y los Herma-nos Musulmanes (en Siria y Turquía),fueron creando infraestructuras deabastecimiento (distribuyendo ali-mentos, agua e incluso combustible)a la par que instalaban centros de

    información y adoctrinamiento (edu-cación islámica a los niños y paraadultos campos de entrenamientocon instrucción militar e islámica),

    21 Los lamentos y quejas

    desde el ELS y el CNS denun-

    ciando la nula ayuda de la

    “comunidad internacional”

    responde a este desarrollo

    de los acontecimientos.

    22 Nos referimos a toda una

    serie de brigadas engloba-

    das en el Frente Islámico

    de Liberación Sirio que, por

    cuestiones tácticas y mediá-

    ticas, la oposición burguesa

    siempre quiso desvincular

    del ELS.

    La armación de laguerra imperialista

    y la destruccióndel proletariado

    como sujeto activo,hace que la fuerte

    combatividadde los islamistas

    encaje bien en eseescenario en elque lo importante

    es tumbar a Assad.

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    tanto para refugiados como para losrebeldes dentro del país.

    La caridad, las armas, así como laayuda militar del ELS fueron el pilarfundamental para la inltración isla-mista. Esto hay que dejarlo claro, elislamismo en Siria se impone gracias

    al ELS que con base en Turquía, ex-pande a sus combatientes y canalizala ayuda militar y de víveres a todoslos frentes. El Ejército Libre Sirio comoestructura burguesa es la base logísticainicial y fundamental. El gobierno turcoislamista y los Hermanos Musulma-

    nes del gobierno egipcio son al mismotiempo los más acérrimos valedoresdel ELS y los agentes más activos en laislamización de la rebelión. Claro quesu consolidación sólo viene avaladapor su poder de encuadramiento anteel desgastado ELS. Será a nales del

    2013 cuando el Frente Islámico de Li-beración se autonomiza formalmentedel ELS para evitar contagiarse de suhundimiento creando el Frente Islámico. Junto al Frente Islámico irá ganandoprotagonismo otra fracción islámicaarmada con la que colaborará el ELS: Jabhat Al–Nusra, vinculada a Al–Qaeda.

    En consecuencia, más allá de las con-tradicciones burguesas, la razón de ladecadencia del ELS y su sustitución porlas fuerzas islamistas hay que buscar-la en las necesidades de control delproletariado. A medida que el ELS vadesgastándose al quedar en evidenciasu función de herramienta de occi-dente, la fracción en torno a EEUU irápermitiendo que las milicias islámicasasuman más importancia para con-trolar el terreno. Los Frentes Islámicoso agrupaciones islámicas a través desu ideología materializan un factor de

    homogenizacion, de cohesión militar,control ideológico y de disciplina que noconsiguen otros grupos y que son bien-venidos por esos sectores del capital.

    El objetivo prioritario del ELS era con-trolar al proletariado y conducirlo a laguerra interburguesa. Es evidente quefueron las propias estrategias represivas,de encuadramiento y de política internadentro de Siria las que obligaron al ELS(es decir a la fracción en torno a EEUU)a promocionar a los que iban a susti-tuirle. Pero los cambios acontecidos alo largo del 2012–2013 en la estrategiade represión internacional en el mundo

    La armaciónde la guerra

    imperialista yla destruccióndel proletariadocomo sujetoactivo, haceque la fuertecombatividadde los islamistasencaje bien en

    ese escenarioen el que loimportante estumbar a Assad.

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    árabe, así como las variaciones defuerza entre los bloques burguesesenfrentados, precipitaron la crisis yaabierta en el ELS y el CNS por su des-gaste. La incapacidad que mostraronlos Hermanos Musulmanes de Egipto

    para reprimir y canalizar al proletaria-do en ese país implicó su sustituciónpor un gobierno militar. Esto debilitóa la organización internacional de losHermanos Musulmanes y creó una cri-sis en la coalición burguesa anti–Assaden la que los Hermanos Musulmanesocupaban una importante posición.Las contradicciones interburguesas seagudizaron. El Estado turco, aliado delos Hermanos Musulmanes quedó en

    una posición incómoda con su caíday aceleró desde entonces el procesode islamización de los “rebeldes”. Peropor encima de todo, lo que estabaclaro para la fracción en torno a EEUUes que llegados a ese punto el ELS yel CNS estaban sentenciados y habíaque relevarlos.

    A lo largo del 2013 las desercionesdesangrarán al ELS, a su vez el CNSse había convertido en un reducidoórgano burocrático que tomaba deci-siones acerca de un brazo armado, elELS, que iba perdiendo todas las zonasimportantes que había llegado a con-trolar y se encontraba cada vez másdebilitado. Se intentó darle una capade barniz a esas organizaciones

    con algunas reestructuraciones. Sedestituyó a la cúpula del ELS y a nume-rosos comandantes acusándolos de

    desviar fondos económicos de guerrao por incapacidad,23 se incorporaronnuevos miembros al CNS… Pero eldestino de estos organismos estabaescrito, el ELS irá perdiendo terreno yquedará como fuerza secundaria enSiria, al CNS se le dejará incorporarseal nuevo órgano que pasará a ser elcentralizador de toda la oposiciónburguesa, la Coalición Nacional paralas Fuerzas de la Oposición y la Revo-

    lución Siria, CNFORS.La contrarrevolución, como pode-

    mos observar en toda la historia dela lucha de clases, se vale de múl-

    tiples agentes de lo más variados.Y no son precisamente las fraccio-nes que reivindican abiertamente lacontrarrevolución y el aplastamientodel proletariado las más peligrosas.Sino justamente las que desarrollan

    su acción contrarrevolucionaria trasla bandera de la revolución, tras ladefensa del movimiento. Como el go-bierno de la Comuna en París en 1871,

    o el partido bolchevique en el procesoinsurreccional en Rusia 1917–1921,

    o el partido socialdemócrata en lainsurrección en Alemania en 1918,o el Frente Popular y especialmentesus apoyos críticos, la CNT y el POUMen España 1936–1937, por citar algu-

    nos de los episodios más conocidosdel pasado. En el caso sirio la con-trarrevolución ejercida desde el

    lado opositor será fundamental

    para, junto con el gobierno de As-

    sad, aplastar al proletariado. El ELSsirvió para contraorganizar, canalizaral proletariado hacia un frente inter-clasista, hacia una criminal coaliciónanti–Assad. Pero como hemos idoviendo, con el paso de los meses sefue desgastando y fue siendo impo-tente para controlar en la prácticaa sus unidades cayendo en el des-prestigio y poniendo en cuestión sufunción. Los islamistas ocuparían sulugar, para terminar de imponer los

    mandatos de la contrarrevolución,

    desarmar al proletariado, extermi-

    narlo si fuera necesario y preparar

    el camino para la reestructuración

    de las necesidades criminales delmercado mundial.

    En consecuencia, en la coyunturaactual en Siria, como en gran parte deOriente Medio, las fuerzas islamis-tas van mostrándose como las más

    aptas para dirigir ese proceso y con-

    trolar (encuadrándolo, liquidándolo)

    al proletariado. Su discurso anti–oc-

    cidente, su asistencialismo y toda la

    red de propaganda que impulsan les

    aporta una gran fuerza material en

    este sentido. No es otra la razón del

    auge del islamismo en todo el mundo

    y la polarización que crean.24

    23 El 7 de diciembre de 2012

    tiene lugar la primera sus-

    titución importante de la

    cúpula militar. Riad al–Asad

    y sus colaboradores son de-

    puestos durante la cumbre

    en Antalya (Turquía) aus-piciada por la fracción en

    torno a EEUU y sustituidos

    por otra serie de militares

    con Salim Idris a la cabeza.

    El objetivo explícito es fre-

    nar el desprestigio. Desde

    ese momento se sucederán

    constantemente las des-

    tituciones y relevos en la

    cúpula militar.

    24 No podemos olvidar la

    importancia decisiva que

    tiene también la mercena-

    rización. Es decir, toda la

    nanciación utilizada para

    atraer a masas de explo-

    tados castigados por la

    miseria y que, dependien-

    do del grado militar que

    ocupen, recibirán sueldos,

    prebendas, ayudas a hijos

    y familiares, concesión de

    tierras…

    Hay cada vez más

    posiciones queante la fuerza

    renovada de Assadcomienzan a vercon buenos ojos

    el mantenimientoen el poder de

    quien fue capaz desostenerse en los

    peores momentosy restablecer susdeterioradas

    fuerzas.

  • 8/18/2019 Siria Guerra Social y Telaraña Imperialista

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    La irrupción posterior de las fuerzas delEstado Islámico en Siria va en ese sentido.Comenzó a desplegar sus tanques desdela frontera con Turquía (más adelantelos desplegaría desde Irak) impulsadopor ese país y algunos Estados del Golfo

    pérsico, controlando áreas del norte deSiria. Incluso el ELS favoreció la infor-mación necesaria al Estado Islámico

    para atacar zonas de sus frentes dísco-

    los y eso causó miles de desaparecidos,aldeas quemadas y requisas brutalesde cosechas y ganado. Lo sucedido enlas aldeas de Jabal al–Akrad a mediadosdel 2013 en una operación conjunta deel Estado Islámico, el Frente Al–Nusra,apoyada y asesorada por lo que que-

    daba del ELS es sólo uno de los muchosejemplos en ese sentido. Doce aldeasde esa localidad fueron arrasadas concentenares de víctimas y desaparecidos,los bosques de su entorno incendiadosy las cosechas destruidas.25

    Otro ejemplo en ese sentido se produ- jo en la provincia de al–Raggah, actualepicentro del Estado Islámico, donde elELS tenía serios problemas de controlara los proletarios armados, algunos en-rolados en sus las. A nales de 2013 el

    ELS declaró disueltas sus unidades deesa provincia y exigió que se le entre-garan todas las armas. La tentativa dedesarme fue respondida con un desafíoa que los desarmaran a sangre y fue-go. El ELS impotente para reprimirlosltró de forma burocrática a través de

    Turquía informes al Estado Islámicosobre las localidades rurales y barrios

    que servían de refugio, sostén logísticoo lugares donde vivían los familiares delos combatientes que durante mesesse enfrentaron a diferentes expresio-nes islamistas. Con esa información elEstado Islámico llevo a cabo, a lo largode 2014, una ofensiva contrainsurgentedestruyendo las bases civiles y el sosténmaterial de los combatientes. Gran par-te de esos combatientes se refugiaránen Kobane y la propia coyuntura les

    arrastrará a los brazos del PYD frenandosu proceso de autonomización.26

    Lo fundamental en todo este es-cenario es comprender que ante el

    estado de necrosis del proletariado, eldesgaste de los antiguos órganos deencuadramiento como el ELS, lejos deimpulsar la ruptura proletaria, pondráal frente toda una telaraña de interesesinterburgueses y polarizaciones que

    oscurecerán las verdaderas contra-dicciones en juego. El proletariado semantendrá apartado del protagonismocomo clase alternando su encuadra-miento entre distintos uniformesburgueses, con el éxodo o el papel deespectador de su propia masacre. Loque quedó claro en el desarrollo delos acontecimientos es que el ELS nopodía seguir cumpliendo su funciónde canalización y que el prestigio de

    Al–Nusra crecía en el oeste, tanto concada ataque a la frontera de Israel,como por el freno que suponía parael Estado Islámico y el combate quedesplegaba contra las fuerzas de Assad.

    Sin embargo, pese a todos estos cam-bios operados en el seno de la oposiciónburguesa con el objetivo de darle unanueva consistencia, la fracción de laburguesía internacional encabezada porEEUU verá cada vez más difícil que esaoposición, con todas las contradiccionesque han estallado, imponga el ordenen la región. Hay sectores al interiorde esa fracción que perciben que a lalarga todo eso puede convertirse enuna fuente de desestabilización quehaga perder el control de la situaciónincluso con la amenaza latente de unnuevo 15 de marzo. Hay cada vez másposiciones que ante la fuerza renovada

    de Assad comienzan a ver con buenosojos el mantenimiento en el poder dequien fue capaz de sostenerse en lospeores momentos y restablecer susdeterioradas fuerzas. Los contactos yacuerdos que desde hace tiempo vie-nen estableciéndose con el gobiernode Assad desde estas esferas traslucenesta alternativa. Desde luego pareceque hay acuerdo en no bombardear aAssad y reducir la ayuda a la oposiciónpara no debilitar más sus fuerzas. Yno sería raro ver en un futuro a esegendarme mundial atacando a sus an-tiguos aliados.

    25 Algunos medios de la

    burguesía relataron

    estos acontecimien-

    tos bajo la llamada

    «ofensiva de Latakia

    de 2013» falsicando

    evidentemente los su-cesos según convenía.

    Cualquiera que revise

    la hemeroteca de los

    medios burgueses de

    occidente, podrá com-

    probar además el trato

    diferente al actual que

    se le daba al Estado Is-

    lámico como parte de

    la oposición burguesa.

    26 Ver el apartado dedica-

    do a la lucha en Rojava.

    En consecuencia,en la coyunturaactual enSiria, como engran parte deOriente Medio,las fuerzasislamistas vanmostrándosecomo las másaptas para dirigirese proceso

    y controlar(encuadrándolo,liquidándolo) alproletariado. Sudiscurso anti–occidente, suasistencialismoy toda la red depropaganda que

    impulsan lesaporta una granfuerza materialen este sentido.

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    5. Bashar al–Assad, de su inminentecaída a su fortalecimiento

    Como decíamos al principio, siguiendola estela en el reparto internacionalde las tareas y del mercado mundial,

    sectores de la burguesía internacionalapoyarán al partido Baaz y su familiapresidencial desde el comienzo delas protestas. Irán, Rusia, pese a queal principio del conicto hizo ciertas

    concesiones a la oposición burguesa,y China, serán sus principales valedo-res. Miles de soldados iraníes, juntocon miembros de tropas de élite deHezbollah llegaron para defenderlas ciudades estratégicas en 2012 y

    grandes dotaciones de armamentouyeron desde Rusia. Pero este apoyo

    internacional no es ni mucho me-

    nos lo decisivo en el mantenimiento

    y fortalecimiento de Assad como

    todos nos quieren hacer creer.

    Lo decisivo es precisamente elproceso de transformación de la su-blevación proletaria iniciada el 15 demarzo de 2011 en guerra imperialista.Es dentro de ese proceso donde se vaa fortalecer el gobierno de Bashar Al–Assad. Lo que parecía una inminentecaída ante el debilitamiento de todassus fuerzas fue tornándose en su con-trario. La fuerza del proletariado quehabía encasquillado las armas de loscuerpos represivos sirios, que habíallevado la contestación a todo el país ycercaba el centro de la capital, empezóa decaer al mismo tiempo que la gue-

    rra de clases iba transformándoseen guerra imperialista. Así, a medidaque avanza esta transformación, el«campo rebelde» va recibiendo armasde fuerzas internacionales de la bur-guesía. Evidentemente, esas armasvan a sectores controlados por esaburguesía y cada vez se desarma mása los «incontrolados» como en Alepo,especialmente en Ashrayeh y Sheikh

    Maksud, donde en el 2012 hay fuertes

    enfrentamientos con proletarios quese resisten al encuadramiento del ELS.A la par que esos sectores burgue-ses estructuran el aspecto militar y

    administrativo, se va liquidando y/oencuadrando las estructuras organi-zativas de las que se había dotado el

    proletariado.27

     Con el aumento de lananciación internacional de la «zonarebelde», va creciendo la fuerza delas fracciones burguesas frente a lasexpresiones proletarias. Y todo esose va a desarrollar hasta decantarla situación en un dominio casi totalde la burguesía en detrimento delproletariado.

    Pero ese proceso de armación de

    la guerra imperialista no se hace sindebilitar al mismo tiempo la «zonarebelde». La imposición de las trin-cheras burguesas tendrán un coste.Pese a que se consigue arrastrara los proletarios a esas trincherasde nuestro enemigo de clase, lacombatividad y participación delproletariado no será la misma. Así, a

    medida que el proletariado va hun-diéndose en la masacre imperialistay percibe que se le escapaban delas manos las riendas de su propio

    27 La Coordinadora de Comi-

    tés locales, tentáculo del

    CNS, logrará encuadrar/

    estructurar una veintena

    de comités locales que ser-

    virán de herramientas de

    administración que, englo-bados en los Majlis thawar

    (consejos “revolucionarios”),

    formarán gobiernos pro-

    visionales en las “zonas

    liberadas” por el ELS.

    Lo decisivo es

    precisamenteel proceso de

    transformaciónde la sublevación

    proletaria iniciadael 15 de marzo de

    2011 en guerraimperialista. Es

    dentro de ese

    proceso dondese va a fortalecerel gobierno de

    Bashar Al–Assad.

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    movimiento, que toda una cúpula deantiguos ociales y altos cargos del

    ejército —los mismos que planicaban

    y organizaban su masacre en tiemposrecientes— se ponen al frente de lalucha enarbolando la bandera de la

    libertad; cuando asiste a todos los te- jemanejes que esos dirigentes hacíancon esos Estados que siempre le re-primieron y masacraron; cuando viveen su propia piel la vida y la libertadde las zonas liberadas, caracterizadatambién por el terror burgués, sepresente islamista o laico… En deni-tiva, cuando comienza a comprender

    aunque sea primariamente su papelcomo mera carne de cañón en unconicto entre bandos burgueses, y

    ante la incapacidad general que mani-esta para darle la vuelta a la situación,

    de darle otro impulso de clase a losacontecimientos, se extiende, comohemos expuesto más arriba, la des-moralización, la deserción en las las

    del ELS, el éxodo masivo…

    «Ya no queda nada de aquello por lo que

    salimos a la calle[…] No hemos recolec -

    tado los frutos que hemos sembrado y,

    además, seguimos muriendo. Ya no creo

    en la revolución. Hemos perdido y hay

    que asumirlo. Me marcho de Siria para

    no volver nunca más […] La gente sabe

    que la revolución se acabó»28

    Es cierto que hay sectores y lugares,donde el proletariado consigue darlecierto impulso, incluso armado, a surechazo a esta oposición burguesapero sin perspectiva y apresado enúltima instancia por otros lazos bur-gueses, e incluso llegando a percibircomo un mal menor el antiguo régi-men de al–Assad. La región conocidacomo Rojava será una de las zonasdonde el proletariado desmarcándo-

    se de esa oposición burguesa tratede defender sus intereses de clase,sin embargo, acabará acorralado enel nacionalismo kurdo y la gestióncomunalista.29

    Encontramos aquí, en todo este

    proceso de afrmación de la guerra

    imperialista, el factor determinante

    que explica el mantenimiento de

    Assad en el poder. Es signicativo que

    gracias a la ideología del mal menor,a las insoportables condiciones quedespliega la guerra imperialista y unamejor gestión de la miseria que la dela oposición burguesa, el gobierno fuerecuperando cierto crédito entre secto-res de la población y reestructurando suejército con la ayuda esencial de fuerzasparamilitares. Es evidente además queel gobierno se aprovecha y canaliza a losproletarios que deenden sus casas, su

    familia y su pellejo frente a las hordasislámicas rebeldes como en Al–Qusayr,punto de inexión del avance de la

    oposición burguesa.Lo que pone de manifiesto todo esto

    es que la liquidación del proletariadofue tan brutal según fue avanzandoel 2012 que la oscilación entre unou otro campo burgués no puede

    sorprendernos, pues no hace más

    que demostrar la similitud de am-

    bos bandos, el terror impuesto, laausencia total de la alternativa clasistay la desorientación y profunda fosaque cava nuestra clase.

    28 Yosef Abobacker, estu-

    diante de la universidad

    de Alepo.

    29 Ver el apartado siguiente

    donde profundizamos

    en esta cuestión.

    Es cierto quehay sectores ylugares, dondeel proletariadoconsigue darlecierto impulso,incluso armado,

    a su rechazo aesta oposiciónburguesa perosin perspectivay apresado enúltima instanciapor otros lazosburgueses, eincluso llegando

    a percibir comoun mal menor elantiguo régimende al–Assad.

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    6. La lucha en Rojava

    Mucha tinta se ha vertido en los úl-timos meses sobre lo que aconteceen la región de Rojava, ya sea desdemedios burgueses como desde todo

    tipo de voceros socialdemócratas (li-bertarios incluidos). Todos unidos ensanta alianza para espolear, jalear ybendecir esa “auténtica revolución”acontecida en el Kurdistán sirio. Pesea que no se les puede tomar muy enserio en sus armaciones, tampoco

    podemos olvidar que cumplen unafunción nada despreciable en el man-tenimiento del orden capitalista.

    A nosotros no nos sorprende que

    algunos libertarios, marxistas–leninis-tas, troskistas, maoístas, liberales… seden la mano para defender ese “pa-raíso” que está emergiendo en Rojava.Pues en el fondo están de acuerdo enlo esencial: para ellos la revoluciónno es una transformación social quesuprime y supera desde la raíz las con-diciones existentes, sino un conjuntode reformas, de cambios de gestión,de cambios en la participación o en

    los hábitos de vida, aaplicar sobre la cor-teza capitalista. Sipolemizan en algo es

    ante todo en la for-

    ma en la que aplicar

    esas reformas: me-

    diante una práctica

    politicista o una ges-

    tionista.30 Rojava les

    da la oportunidad dedarse la mano en unasimbiosis nada nuevade estas prácticas dela contrarrevolución:el comunalismo.

    Unidos en la mas-carada sangrienta dela intervención im-perialista en Rojava,en las declaraciones

    de amor a la políticadel PYD o del PKK,31 y aderezado con lautilización exhaustiva

    de la mujer armada como elementoirrefutable de la revolución en marcha,esa amalgama de izquierdistas y deburgueses declarados saludan entu-

    siasmados la “nueva sociedad” queha nacido en esa región. Pero quienatraviesa el velo de las alucinacionesideológicas que se alza para tapar latriste realidad terrenal, se encuentracon el mismo escenario desoladorque se ha impuesto en todo el país:transformación de la guerra de clasesen guerra imperialista.

    No seremos nosotros los que ne-guemos la fuerza que manifestó el

    proletariado en Rojava, cristalizandocomo veremos un impulso de luchamás profundo que en otras zonas deSiria, sin embargo lo que reivindicanlos defensores de la “revolución” enRojava es precisamente lo que haenterrado esa magníca fuerza que

    esbozó nuestra clase.La adaptación capitalista a una si-

    tuación dominada por la iniciativa delproletariado es una realidad histórica.Se acumulan experiencias del pasadoen las que la burguesía muestra la e-xibilidad y la capacidad que tiene paraestabilizar una situación comprometida.Se trata en esos momentos de salva-guardar los aspectos fundamentalesdel capital adoptando nuevas formasque respondan a la situación y se pre-senten como revolucionarias. Pero todoacontece en el mundo de lo aparente,

    de la representación, del espectáculo.Bajo él sigue bombeando el corazón dela bestia capitalista y los elementos fun-damentales que le dan vida: el trabajoasalariado, la mercancía, el plusvalor, elEstado… Rojava nos ofrece un ejemploactual de este proceder.

    La particularidad de esa región re-side en que lo que fue haciéndoseevidente para el resto del proletariadoen Siria a medida que se desarrollaban

    los acontecimientos, para el proleta-riado en Rojava fue claro desde el

    principio: el ELS y el CNS eran apara-

    tos burgueses de encuadramiento

    30 Para profundizar en la

    crítica de las ideologías ges-

    tionista y politicista como

    expresiones fundamenta-

    les de la socialdemocracia

    y la contrarrevolución re-

    comendamos la lecturadel capítulo La concepción

    socialdemócrata de la tran-

    sición al socialismo del libro

    La contrarrevolución Rusa y

    el desarrollo del capitalis-

    mo del Grupo Comunista

    Internacionalista.

    31 Tanto el PYD como el PKK

    son expresiones de un mis-

    mo partido que por razonestácticas se estructuran en

    organizaciones formales

    diferentes, el primero en Si-

    ria y el segundo en Turquía.

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    y liquidación de la lucha proletaria. Un área repleta de proletarios de origenkurdo y de refugiados provenientes deTurquía, que llevan décadas sufriendola represión del Estado de ese país, nopodía más que llegar rápidamente a

    esa conclusión comprobando que labase de operaciones y las directricespartían de Turquía.

    Desde el principio eso supuso un polode inestabilidad, así como de centra-lización de proletarios en ruptura nosólo con el ELS, sino también con susrelevos (Frente Islámico, Al–Nusra). Losconstantes enfrentamientos que se su-cederán entre esos proletarios y todasesas fuerzas del capital responderán a

    la necesidad de la oposición burguesade someter a esa región y la consiguien-te resistencia del proletariado.

    Sin embargo, la fuerza que conteníaesa ruptura y el potencial que esbozabaen todo el país será minimizado porsus propios límites. Incapaz de desha-cerse de la ideología de la liberación

    nacional en su modalidad comuna-

    lista, el proletariado en Rojava fue

    guiado por el PYD hacia un callejón

    sin salida. La amenaza que se cerníasobre el poder burgués se fue así disol-viendo y éste sólo tuvo que adaptarsetemporalmente a una situación quesólo podía evolucionar favorablemen-te para él. El Estado kurdo en Siria sedesarrollará oculto bajo la cortina dela “liberación” de Rojava de las manosde Assad y de la oposición burguesa,chorreando democracia por los cuatro

    costados, propagando el gestionismo, yevidentemente consolidando la guerraimperialista. Pero por encima de todoreconduciendo al proletariado a su pa-pel de carne de cañón y de explotación.

    El PYD como arma de neutrali-

    zación de la burguesía ante la

    lucha proletaria

    A principios de 2011, la revuelta dentro

    de Siria adquirió una especial virulenciaentre el proletariado de origen kurdo ylas zonas donde este sector de nuestraclase tiene peso, especialmente el Kur-

    distán Sirio (Rojava). Hay que subrayarque se trata de una zona y un proleta-riado con una rica tradición de luchaque va más allá de las organizacionesleninistas guerrilleristas que tratan decanalizarlo.32 Contra la amenaza que

    eso supone, desde 1998 la burguesíainternacional recrudeció la represióncontra ellos a través del Estado Sirio.

    Con la eclosión de la revuelta en marzode 2011, el proletariado de origen kurdose caracterizará precisamente por laclaridad de las consignas que alza enlas manifestaciones, que escribe en lasparedes, pancartas o que expresa con laacción directa. «No queremos la ciudada-nía, queremos el n de la miseria» será

    una de las consignas que resuenen confuerza. El proletariado expresaba queno luchaba para adquirir derechos de-mocráticos por medio de la ciudadaníasiria, sino que luchaba para poder vivir,para imponer sus necesidades humanasa las necesidades de la economía.

    Las manifestaciones, disturbios y ex-propiaciones serán reprimidas como entodo el país en la medida de las posi-bilidades del régimen, que recordemosestaba en plena descomposición enlos primeros meses. Las desercionesmasivas en el ejército se convirtieron

    en deserciones endémicas entre los

    reclutas de origen kurdo. Muchosfueron fusilados al momento, otroscapturados y torturados, muchos otrosse escondieron y lucharon. Pero paramediados de 2012 la mayoría de barriosy localidades del norte del país de ma-

    yoría kurda, estaban totalmente fuerade control. El proletariado utilizó redesde contrabando de armas a través deIrak y la solidaridad de sus hermanosde clase en Turquía para conseguir ar-mas ligeras y municiones, aparte de suspropios arsenales ocultos, haciéndosefuerte en sus territorios. El Estado siriorecurrirá a bombardeos y a incursionesdel ejército sin poder imponer el orden.

    En todo este contexto hay que dejar

    claro el papel del PYD, partido separadosólo formalmente del PKK en el 2003por motivos tácticos, pero que asume elmismo programa y que tiene una gran in-

    32 Para entender toda esta

    tradición de lucha y el

    accionar proletario de

    origen kurdo en Rojava,

    no se puede perder de

    vista la lucha en Turquía

    o en el Kurdistán iraquítotalmente conectada.

    Lo quereivindican losdefensores dela “revolución”en Rojava esprecisamentelo que ha

    enterrado esamagníca fuerzaque esbozónuestra clase.

  • 8/18/2019 Siria Guerra Social y Telaraña Imperialista

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    uencia en el proletariado de la región

    del Kurdistán Sirio. Esta inuencia y

    encuadramiento del proletariado vieneavalada por el prestigio que le otorgael guerrillerismo del PKK desde 1984en la guerra contra Turquía. Si a ello

    sumamos los fuertes vínculos que tieneesa organización en otras regiones delKurdistán, se comprende la capacidadde encuadramiento que alcanza, lo quela coloca como única organizaciónburguesa que puede controlar esa

    situación desde el interior.

    Precisamente esta capacidad de en-cuadramiento del PYD ha sido utilizadahistóricamente por el Estado sirio paramantener estable la zona. En el pasado

    el PKK mantuvo una connivencia conese Estado para mantener el ordenentre los refugiados que venían deTurquía. Se enfrentaba a la Turquía dela OTAN, aliada de EEUU, y favorecía elorden en Siria, aliada de Rusia. Aunqueposteriormente el desarrollo de losacontecimientos llevó a que esa rela-ción se rompiera, la necesidad vuelvea juntar nuevamente a los viejos

    conocidos. Fue así como el gobiernopresidido por la familia Assad hizo unacuerdo tácito con el PYD y decidióreplegarse de zonas que podrían sercontroladas por estos viejos aliados. ElEstado sirio, desbordado por la revuel-ta en todo el país, percibió como unmal menor ceder a esta organizaciónel control del territorio para intentarmantener cierto orden en la región.

    En todo el proceso de encuadra-

    miento, el PKK y el PYD supierondesde hace tiempo darle un cambio

    al viejo y desgastado marxismo–le-

    ninismo sustituyéndolo por otra

    religión ideológica denominada

    confederalismo democrático. A esole añadió un puñado de feminismo yotro de ecologismo. La “conversión”atrajo a nuevos correligionarios, y cier-to apoyo internacional, especialmentedel ámbito libertario, que asombrados

    por cómo el mesías Öcalan había sidoconcienciado nalmente por las ideas

    “anarquistas” (sic!), por su contraposi-ción al Estado (sic!) se posaron ante él.

    Pero no debe confundirse este girooportunista, pese al cuestionamientoque se nos vende a nivel ideológicodel Estado nacional, con el abandonodel objetivo de todo movimiento deliberación nacional, simplemente se le

    ha despojado del peso leninista. Enrealidad el programa de este partido hadado un giro oportunista del leninismoal comunalismo, basado en un muni-cipalismo libertario y en gestionismoeconómico y social. Pese a que siguesiendo un claro programa socialde-mócrata, esa ideología se ha podidopresentar como “revolucionaria”, como

    “anticapitalista”, como “antiestatal” y esimpulsada en todo el Kurdistán en con-

    traposición al programa abiertamenteburgués del partido de la casa Barzanien Irak. La fraseología de este municipa-lismo libertario que quiere presentarsecon aspecto moderno, en el fondo es elviejo comunalismo municipal, como elque sepultó a la comuna de París.33 Esla gestión local de la vida económica

    capitalista tal como lo reivindicaban

    los viejos programas de la social-

    democracia alemana del siglo XIX. Pero expongamos brevemente cómose cristalizó todo este programa de lacontrarrevolución.

    En julio de 2012, como parte delacuerdo tácito entre el PYD y el Es-tado sirio, comienza el repliegue delas fuerzas del Estado de los barriosdel norte de la ciudad de Hasaka, dealgunas comarcas en esa provincia, dealgunas villas y pueblos especialmente

    difíciles de pacicar, de la misma for-ma que se retira de los alrededores deKobane. El proletariado aprovechó yasaltó algunas comisarías que estabancontroladas por el Estado sirio expan-diendo así su dominio por el territorio,tomando las tierras que necesitó ydefendiendo las que tenía en su mano.La retirada de las fuerzas del Estadosirio será progresiva y en algunos ca-sos parcial, así que las zonas que va

    tomando el proletariado se presentancomo pequeñas o grandes manchasde aceite que se van expandiendosobre el territorio.34

    33 Aconsejamos la lectura de

    nuestro libro La comuna de

    París. Revolución y contrarre-

    volución (1870–1871).

    34 La connivencia y los acuer-

    dos son de tal magnitudque el gobierno de Assad

    no dudará en seguir pagan-

    do los salarios que hasta

    entonces pagaba a pro-

    letarios de la región para

    ayudar al PYD en la estabi-

    lización la situación.

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    Algunos sectores de la burguesía si-guieron intentando encuadrar a esosproletarios en la oposición burguesa.Por un lado, los intentos del ELS decanalizar ese proceso fracasaron. Elproletariado expulsó por las armas a los

    comandantes de ese organismo venidosde Turquía. Por otro lado, a través delCongreso Nacional Kurdo se pretendiónegociar las condiciones de adhesiónal «futuro régimen», al CNS, pero tam-bién fracasaron. Era difícil hacer tragaral proletariado en Rojava lo que se leofrecía por parte de toda esa oposiciónburguesa, pues les reservaban los mis-mos “privilegios” que Assad pero bajoel espectáculo electoral.

    La pregunta fundamental a la que sellega inmediatamente es qué hace elproletariado en los territorios que que-dan en sus manos. ¿Los utiliza como unbastión para impulsar la ruptura y lalucha en toda Siria, en Turquía, Kurdis-tán iraquí y el resto del mundo? ¿Poneen marcha sobre el territorio tomadomedidas revolucionarias? Por las condi-ciones históricas en las que se encuentrael proletariado mundial, que desconocesu propio programa de la revolución, ypor el desarrollo particular del proleta-riado en Rojava, donde la ideología deliberación nacional combinada con elcomunalismo ha ido imponiéndose ennuestra clase, el proletariado se verá abo-cado a someterse al programa del PYDconando que así abría el camino de su

    emancipación. Pero será precisamentede esa forma como lo cierre, no sólo para

    él, sino para el resto del proletariadoque lucha en Siria, ya que un avancedel proletariado en Rojava podría habersupuesto un nuevo impulso para regresaral terreno de clase y desestabilizar losfrentes de la guerra imperialista. Guiadopor el PYD el proletariado se sumergiráen una carnicería para defender un te-rritorio que ya no le pertenece y dondese desarrolla la vida capitalista pero bajoformas adaptadas a la situación.

    Queremos dejar claro que al co-mienzo de los acontecimientos, elproletariado con su poderoso instin-to de clase pasa con su práctica por

    encima del PYD, pero muchos com-batientes proletarios pertenecen o sereivindican de dicha organización, loque proporcionará a este partido losmedios necesarios para hacerse rápi-damente con el control de la situación.

    En esos inicios, el PYD, aunque con unafuerte presencia, no es capaz de contro-lar el desarrollo de los acontecimientos,salvo en Kobane, donde con el paso delos días y el refuerzo que le aporta lapresencia de guerrilleros del PKK sehará con la dirección de la situación.Pero surgirá un acontecimiento queacelerará el dominio del PYD sobre lazona: la irrupción de los voluntariosislamistas del ELS (Ejercito Libre Sirio)

    que buscan abrir una brecha en Rojavapara que los suministros llegados des-de Turquía y los nuevos combatientespuedan entrar con normalidad portoda la frontera kurda sin la resisten-cia que venían teniendo en esa región.Para el ELS suponía un grave proble-ma no controlar esa zona estratégica,pero al mismo tiempo conllevaba unalto riesgo llevar a sus soldados a lu-char contra sus vecinos insurrectos.Pero para esas fechas el proceso deislamización estaba en marcha y es