sergio almaraz y la lectura de lo político

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Breve artículo que vuelve sobre los aportes de Sergio Almaraz para el análisis de las coyunturas políticas a partir de su análisis de Bolivia entre 1952 hasta su muerte

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Almaraz y la lectura de lo polticoEduardo Paz Gonzales

En estos das, especficamente el 1 de diciembre, Sergio Almaraz hubiera cumplido 85 aos. Aun cuando falleci prematuramente, el legado que dej con su obra ha sido de vital importancia en el anlisis de las estructuras de poder que existen en Bolivia. Sus libros Petrleo en Bolivia; El poder y la cada y el pstumo Rquiem para una repblica significaron un salto en la forma de pensar crticamente las formas concretas de construccin de lo nacional. La conformacin de lo nacional, desde su perspectiva, tiene menos que ver con la alusin a entelequias metafsicas que proveen la unidad de lo boliviano y ms con el anlisis de las fuerzas y actores internos y externos que la gestan, aportan o impiden su construccin. De ah que lo nacional sea siempre una expresin de condiciones histricas y no la manifestacin de un destino o idea prefigurada. Comprender estas condiciones histricas y las acciones polticas posibles dependen de poder leer lo poltico poniendo en conjunto tanto la prctica como la ideologa de los actores involucrados. Es de este posicionamiento terico y de mtodo propio Almaraz que se hace interesante pensar las formas polticas que le toco vivir; ms aun considerando los paralelos con los contextos polticos actuales y sus vicisitudes.

Es desde las primeras pginas de Rquiem donde Almaraz muestra que los acontecimientos de masas y su devenir no pueden ser juzgados con pticas monocromticas. Desde el epgrafe en el que cita a Camus se puede percibir aquello: Lo difcil en efecto es asistir a los extravos de una revolucin sin perder fe en la necesidad de sta. Y remata cuando posteriormente argumenta que es pueril discutir sobre si la revolucin de 1952 pudo hacerse de otro modo porque la historia no es un escaparate del cual se pueda elegir a placer lo que se desea. Almaraz consideraba que la relevancia del 52 radicaba en la modificacin de la estructura de poder vigente en Bolivia ya que sta se revierte momentneamente y de modo precario- a manos populares. Lo anterior, si bien es un reconocimiento del rol jugado por el MNR en el 52, no implica rendirse a la doxa histrica diseminada posteriormente que olvida anotar las diferentes fuerzas que se encontraban en competencia y el rol de sus participaciones.

Por ejemplo es de notar que en 1946 siendo Almaraz el jefe de las juventudes del PIR, encabez la revuelta de estas contra la dirigencia del este partido. El PIR, aun habiendo levantado banderas rojas, haba sido funcional a la rosca minera en los eventos que erosionaron el gobierno y condujeron a Villarroel al cadalso. Almaraz se haba revelado porque vea en el gobierno de Villarroel una ventana de oportunidad, expresada tanto en el primer congreso indigenal como en la instalacin de una fundicin de estao en Oruro, que deba servir para ganar posiciones antes que jugar a la ruleta rusa y permitir el regreso de los representantes de la gran minera al gobierno como efectivamente se dio con Urriolagoitia y Pearanda.

Del mismo modo en 1951, a diferencia de la izquierda que llamaba tradicional, Almaraz entendi que las posibilidades de derribar al superestado pasaban por un juego poltico que inclua a los lderes del MNR. Lo anterior qued plasmado en el apoyo del Partido Comunista de Bolivia en el cual Almaraz era dirigente por entonces- a la candidatura de Paz Estenssoro y Siles Zuazo. Sin embargo el apoyo poltico estratgico no significaba transigir a cualquier cosa que sea ocurrencia del MNR o de sus lderes, puesto que haba banderas y consignas erigidas desde 1946 que no eran monopolio del partido gobernante sino reivindicaciones de los diferentes sectores populares del pas. Esta actitud crtica respecto del devenir de la revolucin y las acciones del gobierno del MNR le vali a Almaraz una reclusin ordenada por el control poltico del MNR. Hay varios puntos que extraer de la prctica poltica de Almaraz en tanto es rica por la estructura que sigue su lectura de los acontecimientos: En primer lugar cualquier contexto poltico implica no slo posiciones ideolgicas diferentes, en conflicto e incluso irreconciliables, sino adems cursos de accin posible que sean capaces de coronarse con xito. Esto ltimo depende de correlaciones de fuerzas, de capacidades de difusin, convencimiento y movilizacin. Esto va a suponer que, aun cuando en la teora se pueda formular una revolucin a gusto, en la realidad hay que lidiar con obstculos muy reales, contendores reacios y oportunidades escazas. Hasta aqu se trata bsicamente de la importancia del conjunto de participantes en un campo poltico. Se puede entender as el error del PIR en 1946, cuando pretendidamente segua ideales de una izquierda radical pero su accin concreta implicaba quemar los vehculos de una transformacin nacional real al abrir espacio para las fuerzas conservadoras. En la prctica el PIR, junto a partidos como el POR, regal una oportunidad a la rosca y arruin su propio futuro poltico. Un segundo punto relevante trata sobre lo que se pone en juego desde el punto de vista de una poltica de izquierdas: la posibilidad de plantearse objetivos que sean realistas pero que en su practicidad puedan afectar el ncleo mismo del poder hegemnico. El PIR y el POR no supieron leer esto en 1946 mientras que Almaraz desde el PCB si lo hizo con su apoyo estratgico al MNR en 1951 y su participacin durante la revolucin.

Lo anterior no significaba de ningn modo entregar el conjunto de la poltica de masas al MNR ni omitir la crtica a sus lderes que predispusieron una nueva entrega del petrleo. Esto lo muestra Almaraz en el anlisis que hace en Rquiem donde se pregunta por los momentos que llevaron a la revolucin a su capitulacin y posterior sepelio en 1964, cuando el MNR acaba pactando con Barrientos. Antes de eso la revolucin haba tropezado repetidamente, dejando que las acciones de los grupos reaccionarios y de las potencias extranjeras propicien acciones sensatas y realizables que afectaron el ncleo hegemnico que se quiso construir con la fuerza de masas activa desde 1949: La promulgacin del Cdigo Davenport, la reorganizacin del ejrcito con asesoramiento estadounidense, el establecimiento del Plan Triangular, etc.De tal modo el enfoque de las acciones concretas y sus consecuencias en el conjunto del campo poltico son una de las claves de la estrategia de anlisis de Almaraz. Se ve la importancia que pueden tener estas acciones tanto cuando no se ataca el ncleo de la hegemona conservadora an si se sigue una poltica pretendidamente de izquierdas el PIR en 1946- como cuando stas acciones son dirigidas y permitidas en contra de un ncleo hegemnico popular incluso por sus mismos lderes el MNR capitulando despus de 1952-. En suma se trata de advertir cmo un campo de fuerzas puede ser alterado con el involucramiento de las propias acciones en luchas que pueden ser locales y concretas pero que se enmarcan en contextos ms amplios que tambin son afectados y potencialmente pueden ser modificados a favor de un horizonte popular.

Hasta aqu me he centrado con algo de excesivo inters en un aspecto de mtodo relativo a la lectura de Almaraz sobre los contextos polticos. He dejado no podra ser de otro modo por cuestiones de espacio- muchos aspectos centrales de su obra fuera de foco. Zavaleta escribi que Almaraz dejo una obra que expresa lo ms obligatorio y perentorio de sus preocupaciones, su muerte temprana impidi que expresase lo ms luminoso de su talento. Sin embargo sus ideas centrales sobre temas como lo nacional y la relacin entre pases imperialistas y oprimidos quedan bosquejadas. Quizs sea posible retomar esa posta, profundizar en la comprensin de sus ideas, refrescarlas. Sirvan estas letras para instigar aquello.