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SEPTETO SANTIAGUERO
ARTISTA EXCLUSIVO PARA CATALUNYA, ANDORRA Y PARTE DE FRANCIA
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08903 L’Hospitalet de Llobregat
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BIOGRAFIA El Septeto Santiaguero es una de las
formaciones señeras de Santiago de Cuba.
Formado por jóvenes músicos en 1995, con
Fernando Dewar, en la dirección del grupo.
Con Fernando a las riendas del Septeto
Santiaguero se aparcaron las llamadas y
respuestas en el montuno entre el cantante y el
público, y se adoptó la disciplina del septeto
tradicional -guitarra, tres, bongó, claves,
maracas, contrabajo y trompeta- sin más
licencia que la tumbadora, a mayor gloria de
Arsenio Rodríguez. Era por tanto un septeto de
ocho, pero conservó el apelativo de septeto
porque la música que hacía y cómo la hacía era
la propia del septeto.
Este proceso de renovación tuvo lugar entre el
93 y el 95. Eran años muy duros para la música
en Santiago de Cuba y en todo el país. Las
dificultades puestas en evidencia por el «periodo
especial» habían dejado bajo mínimos las
estructuras comerciales de la música. Aunque
en La Habana el auge de las grandes orquestas
ha sido total a lo largo de los noventa, en
Santiago la mayoría de las orquestas se
quedaron sin trabajo ya que no había dinero
para pagar a agrupaciones tan grandes. Los
carnavales dejaron de ser lo que eran y
perdieron su poder de contratación. La crisis
trajo como consecuencia el que muchas
orquestas se dividieran y se canalizasen en
dúos, tríos, cuartetos, quintetos y septetos hacia
el turismo, que asimila perfectamente estos
grupos de pequeño formato. Por otro lado, a la
hora de salir al extranjero es mucho más fácil
que viaje un quinteto o un septeto que una gran
orquesta.
Para situarnos un poco, recordemos que en el
94 surge la Vieja Trova Santiaguera. En febrero
graba su primer disco en La Habana, y en el
verano, ante la incredulidad de propios y
extraños, recibe el primer espaldarazo en
España, prólogo del éxito rotundo que alcanzará
en toda Europa en estíos inmediatos.
Paralelamente en Sevilla aterriza Compay
Segundo, por obra y gracia de la Diputación
Provincial, animando los Encuentros de
Flamenco y Son. Estas dos pequeñas
formaciones conseguirán que en pocos años
medio mundo esté redescubriendo el son
santiaguero, dejando a los habaneros con la
miel en los labios. El reconocimiento a la música
tradicional de Santiago de Cuba ha supuesto
una gran motivación para que muchos jóvenes
estén hoy interpretando música tradicional. En
realidad, de todos estos músicos mayores los
únicos que de verdad habían llegado a hacerse
populares en Cuba eran Los Compadres.
En el verano del 95, unos vascos,
entusiasmados por las actuaciones del Septeto
Santiaguero en la Casa de la Trova, consiguen
traer al grupo a España. En Euskadi
permanecen la mayor parte del tiempo, tocan en
el Festival Folk de Getxo y, en una escapadita a
Madrid, se presentan en Suristán. La voz de
alerta la había dado Antonio Mora, quien desde
Radio Nervión apoyaba sus correrías norteñas.
El aval de Pancho Cobas, de la Vieja Trova
Santiaguera, y el impresionante directo que
realizan allana el terreno ante Nubenegra.
En mayo del año siguiente, en unas
dependencias de un garaje -en la zona del
Vedado, en La Habana- rústicamente
acondicionadas como estudio, se graba, bajo la
batuta de Demetrio Muñíz, el primer disco. El
hecho de que se editara en España suponía un
estímulo añadido. En Cuba era prácticamente
imposible que el Septeto Santiaguero lo
consiguiera. A lo sumo podía aspirar a una
grabación en directo en Egrem como la de
Corasón, Son de Santiago, que de aquella
época, pero editada en el 97, recoge canciones
de siete grupos soneros de la capital oriental y
pone ya de relieve la calidad del Septeto
Santiaguero, al que se le reserva el honor de
abrir el disco.
La nota más destacada de su primer CD,
titulado sin más Septeto Santiaguero, es la
energía que irradia. Abundan sobre todo los
sones, pero también hay cabida para
guarachas, boleros y hasta un guaguancó-son.
Canciones que quieren reflejar ese directo
impactante, en el que nadie se toma respiro
entre baile y baile. Hay tres sones de Miguel
Matamoros, entre ellos una muy poco conocida
Bomba lacrimosa, dos guarachas de Ñico
Saquito, una de las cuales, Ya que estoy en mi
Cubita, se convierte en la estrella del disco, un
guaguancó de Arsenio Rodríguez, un bolero de
Antonio Núñez, y el Sazonando de Luís
Martinez Griñán, del que hacen una versión
implacable. Junto a temas y autores tan
celebrados encontramos dos sones y dos
guarachas firmados por José Luís Losada, un
compositor santiaguero, que se los escribe a
petición del grupo, pues en el ánimo de todos
está el deseo de presentar cosas nuevas. Lo
cierto es que estas cuatro canciones resisten
bien la vecindad de los clásicos.
La presentación del compacto, al que le hace la
portada Ceesepe, queda deslucida por la
demora de los visados que impide que
aprovechen la tribuna brindada por el primer
Bilbao Tropikal. De cualquier modo, y aunque
con retraso, salvan el verano, tocan su CD en
numerosos puntos de la geografía española, e
incluso incursionan en Francia y Suiza, y vuelan
a las Azores.
En el alocado 98, lleno de fastos y aniversarios,
el grupo trabajó sobre todo en México, en Isla
Mujeres; allí fue puliendo el material para su
segundo compacto. En él encontramos un par
de cambios en cuanto a la formación anterior: la
salida de Alfredo Fuentes, y con él la tumbadora
en directo, y el relevo de Ramón Rodríguez,
sustituido por José Alberto Rodríguez en la
trompeta.
México ha sido un país que siempre ha recibido
con los brazos abiertos a los músicos cubanos.
Como botón de muestra no hay mas que
recordar las giras triunfales de Beny Moré o
Miguel Matamoros. El Septeto Santiaguero,
desde su base en Isla Mujeres, ha conseguido
hacerse un nombre en la península de Yucatán,
con conciertos en Mérida, Cancún, Cozumel y
Chetumal en los que ha exhibido la tradición
santiaguera frente a tópicos shows de mulatas y
bailarinas cubanas. Problemas burocráticos
están convirtiendo su participación en el Festival
del Caribe en Cancún en una cita permanente.
La oportuna invitación a una fiesta nacionalista
en Euskadi, en pleno mes de marzo del 99,
permitió que su segundo disco se grabara en
España. Al escuchar La pulidora, que así se
llama, lo primero que se identifica es un sonido
mucho mejor, logrado no sólo por los avances
tecnológicos que aporta Axis en comparación
con el modesto estudio habanero, El Sótano,
sino por el buen ambiente que bajo la dirección
de Alberto Gambino reinó en cada una de las
sesiones.
Los avances están a la vista. Hay elementos
más que suficientes para que el Septeto
Santiaguero brille con luz propia en esa inmensa
galaxia que se ha convertido la música cubana
en estos últimos tiempos: las excelentes voces
de sus cantantes, que siguen manteniendo viva
la tradición santiaguera de cantar a dúo, el
trabajo brillante del trompetista, con un sonido
más dulce y una mayor gama de registros, los
solos de tres de Fernando Dewar, la potente
sección de ritmo y esos coros llenos de fuerza y
alegría, con el añadido en directo de las
irresistibles coreografías diseñadas por Rudens.
El verano del 99 se presentó complicado ya que,
a pesar del reconocimiento unánime de La
pulidora y de su fenomenal directo, ninguna
oficina de representación artística quiso asumir
el riesgo de traer de gira a 7 jóvenes de Cuba,
ante la avalancha de grupos de la isla y el éxito
casi exclusivo de los viejos intérpretes.
Nubenegra y el Septeto Santiaguero no se
arredraron y decidieron asumir el envite. El 7 de
julio, en Madrid, en el Patio del Conde Duque,
en un concierto memorable, y compartiendo
cartel con la formación venezolana Huracán de
Fuego, se presentó en directo La pulidora.
Pero el grupo llegó a España con una sorpresa,
la ausencia de uno de sus pilares, el cantante
Tony Rodón, que abandonó al septeto en pos
de una hipotética carrera en solitario como
vocalista en México. Fue un golpe muy duro
solucionado de un modo provisional con la
incorporación de Lázaro Cárdenas, cantante
cubano residente en Bilbao, que se atrevió a
cantar en público habiendo ensayado sólo unas
pocas horas antes.
Aquella fue una verdadera prueba de fuego. Y
salieron airosos. Tan sólo dos días después
estaban animando el tren de la Semana Negra
rumbo a Gijón y listos para enfrentarse a tres
conciertos muy importantes en Alemania, nada
menos que en el Jardín Botánico de Francfort,
en la Muffathalle de Munich y en la Pumpe de
Kiel. El público alemán se volvió loco con el
Septeto Santiguero. A la segunda canción ya
estaban dentro del concierto, y de allí no se
movía nadie si no era para bailar.
Ya hemos mencionado que en el disco del
debut, el Septeto Santiaguero había presentado
las composiciones de Luís Losada, en La
pulidora fueron las de Clemente Hechavarría, en
el tercero debían presentar las suyas propias.
Así que en el 2000 a trabajar, a componer y a
probar en directo las nuevas guarachas.
Animados por los buenos resultados de
Alemania, todos, el septeto, Nubenegra, Intuition
y el Tourneebüro S. Maeker, se confabularon
para conseguir el verano que todos
esperábamos. Y así fue, más de 30 conciertos
entre los que destacan los ofrecidos en la Expo
2000 de Hannover, el Weltmusik festival de
Colonia compartiendo cartel con Marta
Sebestyen y Djivan Gasparyan- retransmitido en
directo por la WDR (televisión alemana), en La
Mar de Músicas (Cartagena), en Mundo Latino
Benicasim y en Para Vigo me voy.
Las nuevas canciones aguantaron el tirón, en
especial La jelenguera de Rudens. El público la
bailaba siempre, aunque no entendieran de qué
iba la letra. También causó impacto ¡Echale
tierra y tápalo! la guaracha de Ñico Saquito que
no podía faltar.
La gira sirvió además para consolidar la nueva
formación del Septeto Santiaguero. El
trompetista José Alberto Rodríguez, se había
quedado enamorado de España al terminar la
gira del 99. Así que nuevo cantante y nuevo
trompeta. Reynaldo Caballero que había sido
probado en Galapagar en septiembre del 99, se
consagró en Alemania como un consumado
bolerista;no se pierdan las versiones que hace
de Feliz viaje y Sueña guajira- y eso que no
venía de la música tradicional. Miguel Jiménez,
el más joven del grupo, trompetista muy
interesado en el jazz aporta un toque muy cálido
y más moderno, que viene al pelo para esa
renovación en que está inmerso el grupo.
Además Rudens Matos, interpretando sus
propias composiciones, adquiere carta de
naturaleza como cantante solista, lo que aporta
una nueva dimensión al Septeto Santiaguero.
Antes de regresar a Cuba dejaron grabado en
Axis su tercer CD, La chismosa, con La
jelenguera como canción bandera. En los
primeros días del año 2001, un equipo de cinco
personas se trasladó desde España a Santiago
de Cuba, para grabar allí, en su salsa, el video
clip de las jelengueras, en el que Rudens asume
el papel estelar. Ha sido una apuesta muy fuerte
de Nubenegra, queriendo dar una imagen
menos sofisticada que la que habitualmente nos
llega desde Cuba, con personajes de carne y
hueso.
Bajo la dirección de Fernando Dewar, en todos
estos años, el Septeto Santiaguero no ha hecho
más que madurar y mantenerse firme en su
vocación sonera. Hoy por hoy, es la mejor
formación que se puede escuchar en la Casa de
la Trova de Santiago de Cuba. Si no lo
encontramos allí debemos buscarlo muy cerca,
en Casa Granda, dando al parque Céspedes, el
otro lugar donde habitualmente se presenta.
Cuando las circunstancias lo permiten, los siete
acuden a Cienfuegos para participar en el
Festival del Son o se escapan a La Habana,
donde siempre son bien recibidos. Allí se
celebra en mayo un festival en el que participan
numerosos septetos de toda la isla. No es un
festival competitivo, sin embargo hay
unanimidad en que oficiosamente el
Santiaguero es el mejor septeto en activo en
Cuba. La sólida reputación que el Septeto
Santiaguero ha ido forjándose en la isla no hace
sino crecer.
DISCOGRAFÍA
Septeto Santiaguero 1996
Llega con el son más joven del Oriente cubano. Herederos del legado de Melodías de Ayer, un heterodoxo y
veterano grupo, habitual de la Casa de la Trova de Santiago de Cuba, pero también de otros grupos, los más jóvenes
Sones de Oriente o el Septeto Luz, en 1993, bajo el liderazgo del tresero Fernando Dewar, se ciñen a la disciplina del
septeto tradicional, sin más licencia que la incorporación de la tumbadora, a mayor gloria de Arsenio Rodríguez.
Dos cantantes mantienen la tradición santiaguera del canto a dos voces: prima y segunda. Pletórico de contagiosa
energía de principio a fin.
Septeto Santiaguero was founded in 1995 by members of Melodías de Ayer, a group formed in the early sixties
which together with the Estudiantina Invasora and the Cuarteto Patria, had for over three decades animated many a
day and night at the Casa de la Trova in Santiago de Cuba.
Seeking to return to their roots, they decided to give up the mambos and stick to the discipline of the traditional
septet –guitar, tres, bongos, clave, maracas, contrabass and trumpet with the addition of the drum, which they
retained in honour of Arsenio Rodríguez. In the Santiago de Cuba style, the two singers maintain the first and second
harmony with equal emphasis.
Despite the fact that the group is eight in number, they retained the name Septeto Santiaguero because the way
they perform the son, the bolero, the guaracha, the guajira, and the guaguancó is otherwise completely rooted in
the septeto sound. Together they have created a group which preserves and pays homage to one of Cuba's most
important musical forms, with a vitality demonstrating that the septeto tradition is still fresh and alive in Santiago
de Cuba today.
PRENSA
Fieles a la ortodoxia del sonido, dotados de una excelente combinación de voces, el joven grupo de Santiago de
Cuba pone sobre el escenario todas las promesas de su primer álbum. Su título fetiche, La bomba lacrimosa, una
joya olvidada de repertorio del gran Miguel Matamoros.
Françios Xavier Gómez
Liberation
La pulidora 1999
En La pulidora, grabado esta vez en España, en Axis, hay elementos más que suficientes para que el Septeto
Santiaguero brille con luz propia en esa inmensa galaxia que se ha convertido la música cubana en estos últimos
tiempos: las excelentes voces de sus cantantes, que siguen manteniendo viva la tradición santiaguera de cantar a
dúo, el trabajo brillante del trompetista, con un sonido más dulce y una mayor gama de registros, los solos de tres
de Fernando Dewar, la potente sección de ritmo y esos coros llenos de fuerza y alegría. Bajo la dirección artística de
Alberto Gambino, se ha pretendido, sin renunciar a la tradición, abrir el son hacia horizontes más ambiciosos.
Sabrosura sonera a raudales y un homenaje entrañable a Marcelino Guerra, apuesto guarachero, gloria del son
cubano. Un disco para bailarlo de principio a fin.
La pulidora, their second album, seeks to take the sound of the old septets one step further without turning its back
and opens the son to more ambitious horizons. It also attemps the seemingly impossible - to capture on a sterile CD
with its cold, precise reproduction, the pulse of vitality and warmth that Septeto Santiaguero establishes on stage
from the very first note. To do this they use a potent rhytm section: bass, bongos, congas, cencerros, claves, maracas
and, for the occasion, even one of the best of the African drum sets to which they add the strings of the guitar and
the tres ( Cuban three-stringed guitar), the brilliant punch of a trumpet overflowing with ideas as well as
overwhelming background vocals and two exceptional lead singers without whom La pulidora would lose all
meaning. An album to dance to from beginning to end. Spicy sones abound as well as an affectionate homage to
Marcelino Guerra - the dapper guarachero and one of the great figures of the Cuban son from the past. Thanks to
technology the group debuts with Marcelino Me voy a las dos, a guaracha that was not included in his album
Rapindey.
PRENSA
Lo diré sin rodeos: el Septeto Santiaguero es una de las más grandes orquestas de la historia del son cubano. Pese a
lo tortuoso de su biografía y a su escasa producción discográfica (tan sólo dos álbumes). Y pese a la increíble
modestia de sus miembros, siete rnúsicos sensacionales liderados por Fernando Dewar, un hombre capaz de hacer
con el tres lo que Jimi Hendrix hacía con la guitarra eléctrica. Una de las más grandes orquestas de la historia del
son cubano; palabras mayores que suscribirá sin problemas cualquiera que haya tenido la fortuna de asistir a una
de las actuaciones del Septeto. En ellas se cuecen a temperaturas de vértigo los secretos de la canción cubana, la
pasión por el baile, la espontaneidad dibujada con precisión milimétrica sobre un mapa surcado de emociones, el
calor de los ritmos más vitalistas que uno pueda imaginar (y disfrutar). Reflejar fielmente esa música volcánica es
uno de los grandes méritos de La Pulidora, el segundo trabajo del grupo, producido por Alberto Gambino y Manuel
Domínguez sobre un repertorio imnpecable de sones, boleros, guarachas y guaguancós tradicionales y modernos:
Flor de ausencia, La pulidora, la wemba de Marilú, Los que son y no son, La ratonera, pequeños destellos de gozo,
canciones preciosas y precisas, gemas memorables del repertorio de la banda que te atrapan a la primera escucha y
ya nunca se van, registradas por fin en todo su esplendor. La propina del disco es una grabación póstuma del gran
Marcelino Guerra 'Rapindey' (Me voy a las dos) rescatada de los archivos de Nubenegra y aderezada con veneración
y maestría por las voces y los instrumentos del Septeto.
Luis Lapuente
Efe Eme, 1999.
La gracia de la palabra se alía con una contagiosa cadencia rítmica que afloja la voluntad
Angel Balanza
World Music
La chismosa 2001
El Septeto Santiaguero en La Chismosa, su tercer álbum, se decanta abiertamente por la guaracha. Y lo hace
aportando una serie de temas originales, compuestos por los miembros del septeto, en los que nos relatan sus
experiencias personales, permitiendonos así conocerlos un poco mejor .
Entre todas las guarachas de La Chismosa destacamos la que da nombre al CD, La jelenguera (cubanismo de
chismosa). Rudens Matos se estrena como compositor echando leña al fuego de la batalla galante entre ellos y ellas.
En La jelenguera Rudens cuenta sus atribulados quehaceres con las féminas curiosas que no le dejan vivir en paz -
nada más alejado de sus deseos- y como se las debe ingeniar para mantener el tipo. Además de buen compositor,
Rudens se revela como un magnífico actor en el video-clip correspondiente a La jelenguera, rodado en Santiago de
Cuba, donde al final, como no podía ser de otro modo, el burlador termina burlado.
The Septeto, usually known as keepers of the original two-part boleros of Santiago, dedicate this third album of
theirs, La Chismosa (which translates to "gossip-monger" or "chatterbox"), to a different song form this time: The
Guaracha is a variant of the Son, sort of a "little sister" to the latter if you like; whereas the Son takes a (relatively)
solemn or dignified approach to topics of living and loving, the Guaracha sports a distinctly humourous tweak in the
lyrics of such tunes. Meaningful examples for this can be found in tracks like the naming piece of the album, La
Jelenguera (a cuban Synonym for the "Chismosa"), which is about indiscreet women and the trouble they cause, or
the song about El Catador (a rum expert or tester) who tries to cover up his unrestrained drinking habit as searching
for the ultimate taste, or the cheeky Échale Tierra y Tápalo, an anecdote about an unfaithful wife and her dentist -a
scoundrel drilling where he is no supposed to. But not only in terms of lyrics is the Septeto´s latest release a fun-
packed item; the music itself is of course a sure booster, too.
And to give testimony to a live performance which was pure dynamite, The Septeto Santiaguero has had one of their
explosive concerts recorded and have come up with another abundant package of finest cuban music, inescapably
catching and fit to invade you without much ado.
PRENSA
El Septeto Santiaguero avanza en cada disco pasos de gigantes en busca de un sonido más personal y depurado,
independiente de las (fantásticas) adherencias de sus orígenes musicales. Lo demuestra con creces en La chismosa,
su divertidísimo tercer trabajo para la disquera Nubenegra, una absoluta delicia para los bailadores que integra
perfectamente los cortes tradicionales (Arsenio Rodríguez, Ñico Saquito, Lorenzo Hierrezuelo) con los originales de
Fernando Dewar, Inocencio Heredia y el pequeño gran hombre Rudens Matos. Maestros de la guaracha, los
santiagueros enhebran risa, sentimiento y picaresca en piezas tan irresistibles como La jelenguera, todo un clásico
ya de la moderna música popular cubana. Prohibido perdérselos en su ya familiar visita veraniega.
Luis Lapuente
Efe Eme, Mayo 2001.
Los siete componentes de este grupo cubano son un verdadero huracán en directo, tan irrefrenables como
irreprimibles. El que quiera bailar con historias cotidianas de la isla caimanesca que escuche este disco y verá que
no puede dejar de moverse.
Javier Herrero
PC Actual, junio 2001.
Named for the Cuban -and worldwide- delight in personal gossip, this young group hailing from Santiago, (the home
of Cuban son) have produced a vibrant disc full of attractive songs: some classics but most composed by band
members.
The Cuban septeto is the most satisfying of dance band formats: its sonorous flourishes of trumpet answering, either
solo or chorus, over a crisp pattering of percussion with loping double bass and the absolutely essential metalic
sound of the Cuban tres guitar are fundamental to traditional son.
Played by a group of top class musicians who have undergone classical training but grown up playing roots music,
their son gains a glistering edge and an altogether different vitality from that played by veterans. Here, full passion
for the music is matched by a cheeky, almost sassy, approach, not only to the playing but also the lyrics (although
the themes are not so different from old son). Men in Cuba, it seems, will be men: flirting at any opportunity, trying
the rum in every bar to see if its pure or watered down, and wondering how they can love two women at once, why
mullatto women are so atractive and how men are so easily bewitched by beautiful girls.
Santiago en la cuna ("Santiago is where it´s at") pays tribute to Santiago soneros both old and new, with the Septeto
rightfully counting themselves in the roll-call.
Jan Fairley
Songlines, Winter 2001.
Para Los Bailadores 2002
Con tres discos grabados en estudio, el Septeto Santiaguero, sus incondicionales seguidores, Nubenegra, todos,
pedíamos a gritos un disco en directo para seguir bailando con ellos cuando anden de gira por otras latitudes o
reponiendo fuerzas en su Santiago de Cuba.
En los conciertos del Septeto Santiaguero las canciones cobran nueva vida, bajan ardiendo hacia el público y éste las
devuelve inflamadas. En primera fila los bailarines desarrollan coreografías cada vez más ingeniosas, mientras
detrás, la máquina de ritmo se mantiene implacable y el trompeta improvisa sin perder el aliento. Se establece una
dinámica diabólica controlada sólo desde el puente de mando de Fernando Dewar.
Algo así sucedió en Galapagar, localidad cercana a la capital de España, que tuvo el honor de acoger la grabación de
Para los bailadores. En ella queda claro que si las nuevas creaciones del Septeto Santiaguero están perfectamente
ancladas en la tradición sonera, las más antiguas resisten bien el paso del tiempo. Unas y otras se legitiman en
vecindad.
El resultado ha sido un espléndido disco doble. Y como el Septeto Santiaguero desde el principio se ha caracterizado
por incorporar nuevas composiciones al ya nutrido repertorio del son, aquí van tres sabrosas guarachas inéditas:
1. EL AYUDANTE DEL LECHERO
La competencia entre compositores de la trova santiaguera llegó al punto de que algunos compusieran réplicas a
canciones de sus rivales. A menudo, al título de la original se le anteponía respuesta a; aunque también la
explicación podía llegar en forma de subtítulo. Era, sobre todo, un alarde de ingenio dándole la vuelta a una canción
conocida.
Esta costumbre en desuso la retoma Rudens Matos escribiendo una divertida contestación a Echa la leche en el
cubo una guaracha de la primera mitad del siglo 20 popularizada por Bimbi y su Típico Oriental. Emilio, el lechero,
debe sustituir a su ayudante porque, al ordeñar éste la vaca, derrama la mayor parte de la leche. Rudens se
autopromociona a tal empleo explicando sus grandes facultades para echar la leche dentro... del cubo.
2. CON CIERTOS PERSONAJES
En una curiosa fiesta, organizada por Chencho, se dan cita los personajes protagonistas de las canciones del Septeto
Santiaguero. Todos disfrutan del buen ambiente salvo la Jelenguera que, por chismosa, no encuentra pareja y se
queda sin bailar.
3. ARROZ CON PALITOS
Son oriental por excelencia; pero no del Oriente cubano sino del Extremo Oriente. Rey, enamorado de una chinita,
se lamenta de que tenga que comer el arroz con palitos, maniobra en la que no es muy diestro. Para recuperar el
peso perdido reclama un tenedor. ¡Pa' comer! ¡pa' qué va a ser!
PRENSA
A profund sense of their musical roots energises Septeto Santiaguero, who stretch the boundaries of the son while
never losing hold of their source inspiration. Matos, and clave player Reynaldo Caballero, trade witty, soaring lead
vocals against a powerful call-and response chorus and a tight; straightahead instrumental combo, whose
trumpeter, Miguel Jimenez, can blow with the very best.
Michael Stone Folk Roots
Los Mangos Bajitos 2005
Los Mangos Bajitos representa la vuelta a los estudios de grabación tras cuatro años, en los que publicó el doble CD
Para los bailadores, grabado en directo. Con la lección aprendida, el Septeto Santiaguero ha decidido por sí mismo
cómo quería que sonara la música -como si estuvieran en un escenario- y nos deja catorce canciones y media con
desarrollos largos para que quien quiera pueda disfrutar del baile, si se le antoja. Tres cantantes se suceden a lo
largo del disco con múltiples combinaciones vocales. El tres, la percusión y la trompeta aseguran los solos. Y el
contrabajo la buena marcha del tumbao (acentuación del ritmo). El sabor está servido desde la primera nota, pero a
medida que el número va desarrollándose la temperatura aumenta hasta estallar en ese golpe de calor que es el
montuno donde las tensiones acumuladas se liberan.
Videoclip de "Los Mangos Bajitos" en www.virb.com/septetosantiaguero
Los Mangos Bajitos represents the return of the group to the studio 4 years later, when they published a double CD:
Para los bailadores, recorded live. With Los Mangos Bajitos the group has decided how they wanted their music to
sound (like if they were on stage) and they has let us 14 songs and a half with long developments to the people who
wants to enjoy the dance. The tres, percussion and trumpet are the main protagonist on the solos. From the very
first note the flavour is present, but as the spectacle is developing the temperature goes higher till it ends on a heat
explosion called montuno where all the accumulated tensions get free.
All the material in the CD is unpublished. It includes a lot of guarachas as El culpable or Baña al niño, Serafín. But
also there is a retrospective of these 10 years old of the group, Sigo p’alante, or a bolero-son that born with a
classical vocation Recuerdos del ayer. More than an hour not to stop enjoying.
Videoclip "Los Mangos Bajitos" on www.virb.com/septetosantiaguero
PRENSA
En tiempos en que se nota ligeramente el retroceso de la música tradicional cubana, a favor de que se descubran
nuevas tendencias, un nuevo disco de Septeto Santiaguero siempre es una gran noticia. Manejan la picardía en las
letras tan bien como el ritmo cadencioso y caliente de su isla. Divertido, variado y refrescante.
Miguel Ángel Fernández
4 de Noviembre 2005
La Voz de Asturias
Ya desde la portada se percibe que “Los mangos bajitos” es un disco colorido y festivo. Pero una vez que se lo
escucha, uno se da cuenta que es mucho mas que eso. Se sabe que el Septeto Santiaguero se ha ganado la
reputación de tener el mejor directo entre los grupos de música tradicional. Y esto repercute en sus trabajos
discográficos. El grupo suena preciso y compacto y su propuesta es irresistiblemente bailable, con canciones de
larga duración para quienes quieran mover el esqueleto sin parar.
Eduardo Manrique
Enero 2006 Estación Tierra/Mondomix
Para muchos, Septeto Santiaguero se sitúa entre los mejores grupos de música tradicional cubana. Ritmos rápidos y
movidos a base de percusión, solos estelares de trompeta y combinaciones vocales únicas: esto es lo que desde
hace una década viene dando este enérgico septeto oriental.
María José López Vilalta
Enero 2006 Batonga
Oye mi Son Santiaguero 2010
Un auténtico dream team del son cubano, que alberga cinco discos en su trayectoria musical, y que ahora presenta una nueva producción, editada por Picap, grabada a caballo entre los míticos estudios Siboney de Santiago de Cuba (donde Compay Segundo realizó sus primeras grabaciones) y Axis de Madrid, y masterizado en el estudio 44.1 de Aiguaviva (Girona) por Toni París. Oye mi son santiaguero es el título de este nuevo álbum del Septeto Santiaguero, a ritmo de guaracha, bolero, son y changüí, que incluye 11 temas de nuevo cuño, uno de ellos, Cuestiones de amor, obra del famoso sonero cubano Adalberto Álvarez. El ritmo contagioso del Septeto, con esas letras picantes y con doble sentido tan típicas de la guaracha, afloran desde el primer tema, Esa niña, qué cintura (clip), donde se lanza un guiño a la Charanga Habanera con el estribillo "que dicen que soy un temba, que ya pasé de cuarenta, y solo tengo una jeva cuando me pasa la cuenta". Más explícitos y picarones son los temas Son cocos, una oda sonera a ciertas protuberancias de la anatomía femenina o La acupuntura, que empieza con esta sutileza: "Yo sé de una acupuntura que tiene punta y que es dura, si tú sabes colocarla en el punto deseado, el resultado logrado no tiene lugar a dudas". En el CD no falta un homenaje a un país latino donde se aprecia la música del Septeto, Colombia, (Qué india y que buena: Bogotá, Santa Marta, Barranquilla y Cartagena...), para concluir a ritmo de changüí guantanamero, La fiesta del changüí, tal como mandan los cánones musicales orientales. Listado de temas 1 Esa niña, qué cintura (José Luis Losada) 2 Maduro, pero sabroso (José María Colás/Inocencio Heredia) 3 Flor de ausencia (Julio Brito) 4 Cuestiones de amor (Adalberto Álvarez) 5 Colombia (Fernando Borrego) 6 Ojos perdidos (José Luis Losada) 7 Son cocos (Sergio Cardona) 8 Tú tienes que cambiar (Rudens Matos) 9 La acupuntura (Jesús Llanes) 10 Oye mi tono (Reynaldo Hierrezuelo) 11 La fiesta del changüí (Fernando Dewar)
VIDEOS http://www.youtube.com/watch?v=7c_SYMCNIjU Oye mi Son Santiaguero New Video Clip 2010 En este video colabora Ricardito Ortiz, ex componente de la Vieja Trova Santiaguera y actualmente artista invitado en el Quinteto Típico Oriental. http://www.youtube.com/watch?v=MT8OOy4QNEw “Esa niña que cintura“ (Oye mi Son Santiaguero) New Video Clip 2010 http://www.youtube.com/watch?v=5ITjTwt-p7E Video Clip Los Mangos Bajitos http://www.youtube.com/watch?v=bFlCnZgrEG0 Video Clip La Jelenguera
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