reubicación-de comunidades-humanas
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In memoriam
Probablemente estars de acuerdo en que te saliste de nuevo con la tuya.
Cumpliste finalmente con esa creencia de que del 2000 no pasaras. Al final
creencias cristeras, creencias alteas del Rincn de Chvez y de tu gente.
Hubo un quijotesco encanto en tu despedida, sabes, y como en toda tu vida,
y como en todo, tu todo fue para siempre. A tu memoria Aniceto Macas
Lozano.
Tambin a tu memoria Joan Serrat Lpez, que nos quedamos con el
pendiente de regresar a tu Sabadell a recordar tu infancia, esa que fue tantas
veces contaday tanto, que casi la compartimos felizmente.
Jess Manuel Macas
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Reubicacin de Comunidades Humanas. Entre la
Produccin y la Reduccin de Desastres
Jess Manuel Macas
(Coordinador)
2001
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Contenido Pgina
Presentacin Jess Muz Murgua
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Introduccin Jess Manuel Macas
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PARTE I. TEORIA Y MODELOS QUE EXPLICAN EL PROCESO DE REASENTAMIENTO
DE COMUNIDADES
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1. La Reubicacin del Riesgo
Jess Manuel Macas
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2. Premisas Tericas y Modelos del Reasentamiento de Comunidades
Anthony Oliver-Smith
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3. Aspectos Terico-Metodolgicos de los Reasentamientos
Patricia Greaves
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4. Sobre las Premisas Tericas y los Modelos que explican el Proceso de Reasentamiento
Scott Robinson
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PARTE II. CASOS DE REASENTAMIENTOS FORZOSOS POR CONSTRUCCION DE
PRESAS Y PROYECTOS DE DESARROLLO REGIONAL
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5. El Caso de la Presa Caracol
Scott Robinson
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6. El Reasentamiento de los afectados por el Proyecto Hidroelctrico Zimapn
Rafal Lpez Jimnez
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7. Reacomodos de Poblacin. El caso del Proyecto Hidroelctrico de Aguamilpa
Patricia Greaves
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8. Nadando a Contracorriente en el Balsas
Eustaquio Celestino
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9. Nadando a Contracorriente en el Balsas. Segundo Tiempo
Martha Garca
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10. Caso: El Valle del Tennesse
Roberto Melville
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PARTE III. CASOS DE REASENTAMIENTOS FORZOSOS POR RIESGO A DESASTRE
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11. La Montaa Viva: Lecciones del Volcn Chichonal
Pedro Arrieta Fernndez
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12. Reacomodos: Una Forma de Ver los Desastres Naturales
Ignacio Zavala
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13. Reubicar en la Barranca Huiloac. Caso a Discusin en el Volcn Popocatpetl
Aurelio Fernndez y Carlos Tovar 123
PARTE IV. METODOLOGIAS PARA EL DISEO DE PROGRAMAS DE
REASENTAMIENTOS
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14. Metodologas de Investigacin para el Diseo de Programas de Reasentameientos
Anthony Oliver-Smith 142
15. Tareas Metodolgicas para el Diseo de programas de Reasentamientos
Scott Robinson
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16. Apuntes sobre Metodologa Aplicada
Rafal Lpez Jimnez
151
PARTE V. EL PROBLEMA DE REASENTAMIENTOS EN EL VOLCAN DE COLIMA
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17. Informacin a las Comunidades. La Clave en la Mitigacin del Riesgo Volcnico
Alicia Cuevas y Esther Ceballos
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18. El Ejido Ex-hacienda de San Antonio, La Yerbabuena. Percepcin de un Estado
Vulnerable
Luisa Gonzlez Csar
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19. El Estudio de La Yerbabuena para un Proyecto de Reubicacin por el IVECOL
Zaida B. Ramrez, Marcela Torres y Miguel Angel Ortega
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20. La Reubicacin y la Creacin de un Desastre
Georgina Caldern
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Presentacin El tema del libro que hoy nos ocupa, Reubicacin de comunidades humanas, entre la produccin y la reduccin de desastres, no podra ser ms pertinente, ya que en Colima observamos reubicaciones involuntarias por razones de riesgo. Las reubicaciones forzadas no son una novedad en la historia de la humanidad, aunque en muchos de los casos, los pormenores de los procesos de adaptacin de los habitantes reubicados a los nuevos entornos, se han perdido. Ante las inminentes reubicaciones de pobladores de Colima, los socilogos, antroplogos e historiadores tendrn la oportunidad de registrar los detalles del proceso de adaptacin. Por otro lado, los responsables en la toma de decisiones respecto al cundo, dnde y en qu condiciones se realiza la reubicacin, tienen el compromiso tico y moral de considerar las experiencias de otras comunidades reubicadas que son relatadas por los colaboradores de este libro. Cuando en 1998 organizamos el Comit Cientfico del Volcn de Colima, intentamos incluir la dimensin sociolgica. Estamos convencidos de que es necesario buscar mecanismos de comunicacin entre las disciplinas que permitan ofrecer a la comunidad, asesora integral sobre los fenmenos que la afectan. Ante la complejidad del fenmeno sociolgico, Jess M. Macas promovi la organizacin del seminario-taller sobre Reubicaciones forzosas por riesgo a desastre, que dio origen a este libro. El documento es valioso para contextualizar al Comit Cientfico del Volcn de Colima en el escenario de la Proteccin Civil y definir sus roles. Ofrece la oportunidad de ver actuar a los geofsicos con niveles de incertidumbre tan altos como aquellos que suelen atribuirse a las ciencias sociales. Al mismo tiempo es muy til para orientar a los elaboradores de decisiones, tanto por sus contenidos como por sus referencias bibliogrficas.
Dr. Jess Muiz Murguia Coordinador del Comit Cientfico del Volcn de Colima
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Introduccin Russell Dynes y Enrico Quarantelli, pioneros de la investigacin sistemtica de los desastres, han sostenido desde hace cuarenta aos que el agente del desastre (sismo, erupcin volcnica, huracn, etc.) es, sociolgicamente, irrelevante. Por otro lado, antes de que ocurra un fenmeno que podamos considerar como acceso al desastre existe la posibilidad de observar algunos de sus premonitores a los que tambin podemos llamar riesgo. Los factores de caracterizacin del riesgo, entendido como medida del dao probable, tienen que ver con la comprensin de la amenaza - vista como el agente del desastre-, pero sobre todo con una construccin social de la medida del dao y junto con ello la prioridad que se le asigna para tomar decisiones y acciones encaminadas a reducir los riesgos. Este es, en trminos generales, el gran tema que ocupa esta publicacin. El Volcn de Fuego de Colima mantiene una actividad que es tambin una amenaza para la vida y las propiedades de algunos grupos humanos. La construccin social del riesgo volcnico se muestra entonces diversa. Entre los habitantes de la comunidad ms expuesta a las amenazas derivadas de una erupcin - La Yerbabuena, Colima -, los geocientficos, los cientficos sociales, los funcionarios gubernamentales y los medios de comunicacin hay diferencias sensibles en cuanto a la manera en cmo se contempla y en cmo se asume el riesgo socialmente aprehendido. Pero cualquiera que sea la definicin, percepcin o accin respecto al riego volcnico el hecho es que hay una coincidencia de fondo que se observa en el caso de una reubicacin necesaria por lo que significa dicho riesgo volcnico. Ahora bien, la coincidencia acerca de la necesaria reubicacin de La Yerbabuena no ha podido ser consenso. En cambio ha lugar a una serie de litigios de naturaleza moral, de pertinencia cientfica, de aspectos financieros y organizacionales, que fueron generados por un estado de insatisfaccin dadas las condiciones en las que un cuerpo colegiado de expertos, investido como el Comit Cientfico Asesor del Volcn de Colima, realiz una recomendacin para la des-localizacin de la comunidad. Las formas en que se hizo, y un proyecto que se desprendi y que pudimos observar en un determinado estado de avance fueron tambin sujetos de anlisis ulteriores. Jess Muiz Murgua, Coordinador General de la Investigacin Cientfica de la Universidad de Colima y coordinador tambin de ese Comit Cientfico, ha permanecido atento a la necesidad de dar pleno tratamiento al caso de la reubicacin de La Yerbabuena precisamente recogiendo las exclamaciones de un mayor espacio de reflexin para englobar las visiones de las mltiples aristas que
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presenta un proceso de reubicacin de un conglomerado humano, al fin un proceso social. Junto con l, el propio rector universitario Carlos Salazar y tambin Jorge Piza, Secretario de Obras Pblicas del Gobierno del Estado, se sumaron a la organizacin de un seminario taller dedicado precisamente a crear ese foro necesario para hacer justicia al proceso prcticamente inexorable de la reubicacin de La Yerbabuena. Tambin se sumaron a la realizacin del seminario una decena de representantes de la comunidad de La Yerbabuena encabezados por su Agente Municipal Jess Mndez. Tuvieron ah la oportunidad de conocer por primera vez, luego de varios meses, los avances del proyecto de reubicacin que se estaba preparando por el Gobierno del Estado para su relocalizacin. Tambin pudieron acceder a una relacin ms amplia con las discusiones de otros casos de reubicacin que pudieron ofrecerles experiencias no desdeables para establecer mejores trminos de la necesaria negociacin de su propio proceso de reasentamiento. La Comisin Estatal de Derechos Humanos tambin particip en el seminario a travs Armida Zepeda Mesina. Las organizaciones observantes y defensoras de los derechos humanos estn siendo designadas como agentes interventores imprescindibles en aquellas acciones que involucren medidas de reubicacin por riesgo a desastre y tambin por aplicacin de proyectos de desarrollo. Es una consigna adoptada por el Banco Mundial que est en proceso de formalizacin y tiene el propsito de asegurar intervenciones que garanticen que la aplicacin de los recursos facilitados por ese Banco tengan un elemental y aceptable nivel de eficiencia. Tal vez exista alguna motivacin humanitaria adicional. El seminario reuni a los agentes gubernamentales directamente responsables del caso (funcionarios de proteccin civil, de las dependencias encargadas del diseo, negociacin y operacin del proyecto de reubicacin) a los habitantes de la comunidad de obvia pertinencia, al organismo estatal de Derechos Humanos y a los expertos, cientficos sociales algn geocientfico- en asuntos de reubicaciones y fue organizado para discutir los aspectos generales que circundan a las problemticas de reubicacin de comunidades, tanto en trminos de los cuerpos tericos producidos, como de algunos casos y acciones concretas de reubicacin de comunidades por causales de desarrollo y por desastres. Desde luego, tambin hubo el propsito de crear un espacio idneo para generar discusiones metodolgicas tiles para quienes deban disear el programa de reubicacin de La Yerbabuena. Otro nivel temtico visto como pertinente fue el de la discusin de los aspectos concretos de la comunidad en cuestin: el avance del programa de reubicacin realizado por el Instituto de la Vivienda de Colima (Ivecol), y otros estudios especficos sobre la misma comunidad. Esta publicacin es, de alguna manera, una suerte de memoria de dicho seminario taller. La otra parte organizadora del evento la constituye el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologa Social (Ciesas), que es quizs la institucin de investigacin y educacin superior federal ms pertinente en desarrollos
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directos que involucran a la Antropologa con problemas fundamentales de nuestra sociedad y tambin al estudio de los desastres desde la perspectiva de las ciencias sociales, ya que es pionera en Mxico sobre estos ltimos. El Ciesas respald y financi buena parte del desarrollo del seminario. Virginia Garca Acosta, Directora Acadmica de la institucin, es responsable del desarrollo y la organizacin de las investigaciones histricas en desastres ah; fue una muy activa organizadora y enlace fundamental con antroplogos y otros funcionarios que han intervenido en diferentes aspectos de los procesos de reubicacin de comunidades: Patricia Greaves, de Procura, particip en la investigacin y sistematizacin operativa de diversos procesos de reubicacin entre los que destaca el caso de la presa Zimapn. Scott Robinson de la Universidad Autnoma Metropolitana-Ixtapalapa, ha sido muy reconocido por su intervencin en estudios y en la organizacin de respuestas sociales en procesos de cambio de emplazamiento por proyectos de construccin de presas, particularmente el caso de la presa Caracol. Rafael Lpez Jimnez, de la Comisin Nacional del Agua, particip en el seminario y lo hace tambin en esta publicacin con el punto de vista del funcionario y del tcnico gubernamental en los mismos procesos de reubicacin sealados arriba. Los tres destacados participantes aportaron sus conocimientos y experiencia en la temtica de las dimensiones tericas y metodolgicas de las reubicaciones. El Ciesas, por otro lado, aport la experiencia en diversos aspectos del fenmeno de la reubicacin de comunidades de algunos de sus investigadores: Roberto Melville, destacado investigador en el rea de Antropologa del Agua, particip en el anlisis de uno de los casos ms paradigmticos de experiencias en movilizacin de grupos humanos por razones de construccin de obras y proyectos de desarrollo regional como fue lo hecho en el Valle del ro Tennessee en los Estados Unidos. Melville adems ha tenido el mrito de observar elocuentemente los procesos referidos bajo la ptica de la ecologa cultural, de profundo arraigo en la antropologa fundacional del Ciesas. Pedro Arrieta Fernndez, por su parte, es un antroplogo pionero en el estudio del fenmeno del desastre. Su participacin en el entendimiento de los problemas derivados de la erupcin del volcn Chichonal (o Chichn) en Chiapas en 1982, se ha conformado en una aportacin fundamental y muy autorizada para ofrecer reflexiones que son referente obligado. Arrieta destaca un caso reconocido como productor de procesos de reubicaciones post-impacto aun insuficientemente aprovechado para iluminar los planteamientos de escenarios y de soluciones alternativas a las comunidades en riesgo volcnico en Mxico. Eustaquio Celestino Sols comenta aqu un caso de amenaza de reubicacin de comunidades del Alto Balsas que hasta el momento ha sido mantenida en suspenso, pero ello ha costado mucho esfuerzo de organizacin y de movilizacin a los propios miembros de esas comunidades nahuas. Eustaquio particip muy activamente en ese proceso tanto como un reconocido profesional de la antropologa y de la etnohistoria como un prestigiado miembro de una de las
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comunidades amenazadas. Tal vez el caso que presenta el mencionado autor sea reflejo de aquellos aspectos que la institucin financiera de mayor preeminencia en asuntos de relocalizacin por acciones de desarrollo, es decir, el Banco Mundial, ha recogido como un desideratum de las acciones financiables para esos fines. Adems de los colegas antroplogos del Ciesas, participaron otros expertos invitados que laboran en diferentes dependencias. Martha Garca, antroploga y periodista del diario Uno Ms Uno, tambin toca el caso de las comunidades nahuas del Alto Balsas amenazadas de reubicacin, y lo hace desde la perspectiva del tratamiento del proceso de resistencia a travs de los medios de comunicacin escrita. Uno de los aspectos que destaca de su contribucin se refiere precisamente al poderoso papel fundamental e influyente que tienen los medios de comunicacin tratndose ahora de un proyecto social de defensa del derecho a su tierra y a sus antepasados. Vinculado al Ciesas a travs del Seminario de Vulnerabilidad Social a Desastres, Ignacio Zavala, otro joven antroplogo social, particip compartiendo el caso de las relocalizaciones derivadas de la erupcin del volcn Chichonal y que fueron materia de su tesis profesional. Junto con Pedro Arrieta, ofreci un panorama muy importante de ese caso, del que habremos de insistir en su insuficiente aprovechamiento. En esta lnea de problemticas de reubicaciones por desastre pero ahora referidas a situaciones de riesgo, se presentaron dos contribuciones importantes que aluden al riesgo volcnico en el Popocatpetl y la pertinencia de observar posibles relocalizaciones sobre comunidades o segmentos de estas. En el seminario, Servando de la Cruz-Reyna present el punto de vista que entonces era el adoptado por el Centro Nacional de Prevencin de Desastres (Cenapred), pero no pudo reflejarse de manera escrita. Por ello, esta publicacin no ofrece la expresin de ese punto de vista institucional que en comunicacin de Roberto Quaas, su actual director, se encuentra todava en proceso de elaboracin. La otra contribucin la ofrecen Aurelio Fernndez y Carlos Tovar del Centro Universitario de Prevencin de Desastres Regionales (Cupreder) de la Universidad Autnoma de Puebla, quienes analizan el caso de algunos segmentos de comunidades ubicadas en la Barranca Huiloac del volcn Popocatpetl. Por otra parte el bloque de contribuciones relativas al caso especfico de La Yerbabuena y de su reubicacin fue conformado por la intervencin de Alicia Cuevas y Esther Ceballos, que haban desarrollado un extenso trabajo de comunicacin del riesgo con las comunidades cercanas a la cima del Volcn de Fuego. Ambas autoras desarrollaron su trabajo adscritas a un Grupo de Informacin del Observatorio Vulcanolgico de la Universidad de Colima. Los alcances de sus intervenciones adems llegaron hasta el anlisis de la
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fenomenologa social derivada de las evacuaciones operadas con los habitantes de la comunidad mencionada. Zaida B. Ramrez, Marcela Torres y Miguel Angel Ortega del Instituto de la Vivienda de Colima (Ivecol) ofrecieron los avances del proyecto de reubicacin de La Yerbabuena. Ellos fueron encargados de realizar los estudios iniciales del caso y presentaron los adelantos en el seminario buscando siempre la interlocucin con los expertos. Su contribucin trata del inicio de lo que seguramente habr de ser materia de proyectos rplica, seguidos de otras necesidades de acciones de reubicacin de otras comunidades por asuntos de riesgo volcnico pero tambin por otras condicionantes de amenazas diversas. Luisa Gonzlez Csar, es una joven gegrafa que tal vez ha sido la ms persistente seguidora de la conformacin socioespacial de La Yerbabuena y su vinculacin al tema de la vulnerabilidad social a desastres. La comunidad ha sido su objeto de tesis profesional en el Colegio de Geografa de la UNAM. El anlisis de Luisa penetra en el mismo significado de la pertenencia y propiedad- de la tierra a travs del proceso agrario que dio lugar a la conformacin comunitaria y a su ubicacin amenazada. Georgina Caldern es otra gegrafa de la Facultad de Filosofa y Letras de la UNAM, que comparte visiones crticas respecto al fenmeno del riesgo-desastre y su expresin en la esfera de la llamada justicia social. Asisti al seminario como observadora pero presenta aqu una valiosa contribucin que relaciona al caso de La Yerbabuena con otros de experiencias de reubicaciones forzosas. La perspectiva crtica de Caldern ser siempre bienvenida para iniciar debates acerca de los pilares tericos que sustentan asunciones de problemticas y acciones sociales. Se invit a participar a Anthony Oliver-Smith, antroplogo social, quin es el ms reconocido estudioso de los fenmenos de reubicaciones vinculadas a procesos de desastres. Trabaja en el Departamento de Antropologa de la Universidad de Florida en Gainesville y es codirector de un Programa de estudios sobre desplazamientos y reasentamientos. Oliver-Smith adems ha organizado diversos eventos sobre el tema y sus publicaciones son tambin un referente obligado y sin duda representan la intervencin de una de las mayores autoridades en la materia que le ha debido ser reconocido por instituciones como el Banco Mundial como consultor privilegiado. Durante el seminario ofreci elementos de discusin tanto en el terreno de la produccin terico-metodolgica como de los casos de desastres y reubicaciones que ha investigado principalmente en el Per. Otros expertos muy reconocidos en la antropologa mexicana y mundial no pudieron ser invitados a participar en el seminario por razones presupuestales, pero no por eso han sido ignoradas las dimensiones de su contribucin en el estudio de reubicaciones. Al contrario, desde aqu nuestro sincero reconocimiento a la labor de Alicia Barabas y de Miguel Bartolom que aunque no estuvieron presentes en persona si lo hicieron a travs de su obra, como podr constatar el lector en los trabajos consignados en este volumen.
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La publicacin que tiene el lector en sus manos quiere guardar apego al desarrollo del taller. La primera parte corresponde al bloque de intervenciones sobre los asuntos de inters terico que brindan los elementos indispensables para entender el proceso de reasentamiento de comunidades. La segunda y tercera partes se refieren al tratamiento de casos concretos de reubicacin de comunidades pero su divisin corresponde al factor causal de la reubicacin en trminos de relacionarse a proyectos de desarrollo o de asuntos vinculados al riesgo-desastre. Es la segunda parte relacionada con reasentamientos obligados por la puesta en marcha de proyectos de desarrollo que trata de casos consumados como el de la Presa El caracol o el Proyecto Hidrolgico Zimapn en Mxico y el del Valle del Tennessee en los Estados Unidos de Amrica. Pero tambin se presenta el caso de un proyecto de reubicacin de varias comunidades del Alto Balsas, que fue detenido por las acciones de resistencia de dichas comunidades. En la tercera parte que se dedica a casos de reubicaciones obligadas por condicionantes de riesgo-desastre, se tratan los casos de la erupcin del Chichonal y los desplazamientos post-impacto a que oblig la dimensin de aquella ocurrencia eruptiva. Se trata tambin un aspecto de intencin de reubicacin en comunidades en riesgo del volcn Popocatpetl. La cuarta parte est dedicada a los aspectos metodolgicos para el diseo de programas de reasentamientos y fue pensada para ofrecer otras vas ya exploradas para la concrecin de este tipo de proyectos que faciliten la relacin con los diferentes agentes involucrados. Esta parte fue sostenida por la divisa de que todos sabemos de lo social en la medida en que seres sociales somos, pero solo en el dominio de la ciencia social recae el conocimiento sistemtico de los asuntos que le son propios y por ello el propsito de facilitar a los no-cientficos sociales las herramientas elementales de entendimiento de los principales fenmenos involucrados en el caso. La parte final, es decir, la quinta, se dedica al caso especfico de La Yerbabuena. Se publican las diversas intervenciones en el orden que se observ durante el seminario. Algunas de esas contribuciones fueron entregadas por escrito y otras se transcribieron de las cintas de grabacin, de ah que el lector pudiere encontrar algunas diferencias en las formas de presentacin de los diferentes trabajos, tanto en la formalidad de las expresiones como, sobre todo, en lo que al aparato de erudicin se refiere (citas, referencias, etc.). Finalmente es justo decir que Alejandra Boyer Mgica, becaria del Ciesas, realiz transcripciones y digitalizacin de textos con entera meticulosidad y por esa tarea nuestro agradecimiento muy sincero.
Jess Manuel Macas
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Parte I
TEORA Y MODELOS QUE EXPLICAN EL PROCESO
DE RESENTAMIENTOS DE COMUNIDADES
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La Reubicacin del Riesgo
Jess Manuel Macas
Introduccin
Hay diferentes formas de acercarse al problema de la reubicacin de asentamientos
humanos sobre todo cuando existe una razn causal que se encuentra asociada al fenmeno
del riesgo-desastre. Este es un breve esfuerzo por abordarlo a partir del significado
cientfico de las reubicaciones de grupos sociales sealando dos tipos reconocidos de
causales que hacen referencia a las motivaciones de des-localizar y re-localizar. Uno, que se
refiere a la necesidad de construir alguna obra necesaria para impulsar o satisfacer ciertas
vas del as llamado desarrollo de impacto macroeconmico, y el otro conjunto de
causales es el que alude al riesgo a desastre. Es este ltimo conjunto temtico que soporta el
ulterior desarrollo del trabajo ya que se refiere a la relacin de potencial ocurrencia de una
amenaza volcnica en un espacio ocupado por una comunidad humana que no tiene otra
alternativa para sobrevivir que re-localizarse, hablando especficamente del riesgo de
erupcin y de la comunidad La Yerbabuena, Colima.
Los fenmenos de relocalizaciones por ambos tipos de causales han sido analizados desde
diferentes perspectivas primando aquella que compete a los antroplogos y a los socilogos.
El resultado de las experiencias de investigacin ha conformado ya una serie de tesis que
descansa en diversos asertos de los que los ms relevantes depositan en los programas de
reubicacin el grueso de factores que determinan el fiel de la balanza de los aciertos y de
los errores de las acciones de reubicacin. A travs de estos programas se perfila quizs el
que es el factor ms determinante del xito o fracaso: la participacin de la poblacin
afectada en la toma de decisiones pertinentes a su desplazamiento y re-emplazamiento.
El caso concreto analizado someramente es del de La Yerbabuena, una pequea comunidad
campesina asentada a 7.5 kilmetros de distancia del crter del Volcn de Fuego de Colima
y amenazada por el coloso siendo dicha amenaza de dimensiones tales que es la
desaparicin de esa comunidad, de sus habitantes, el resultado ineluctable de su concrecin.
El fenmeno de la reubicacin de La Yerbabuena engloba ciertas apreciaciones de
evaluacin de riesgo y opiniones de expertos en la materia reunidos en un cuerpo
colegiado llamado Comit Cientfico del Volcn de Colima, que ha debido luchar por no
convertirse en un facttum de dudosa legitimidad en asuntos como la propia reubicacin
de aquella comunidad. La intervencin de esos expertos y sus repercusiones para la
comunidad de marras ha conformado otro fenmeno social que es fundamental discutir
bajo la lupa del ejercicio tico del experto. La reubicacin de la comunidad con fines de
reduccin del riesgo, de proteccin vital, ha tenido que ser ponderada a la luz de las
experiencias de esos otros expertos, ahora en reubicaciones y sus significados societarios,
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para evitar que la reubicacin de La Yerbabuena sea solamente la reubicacin del riesgo...
de desaparicin de la propia comunidad.
Reubicacin de grupos humanos
Los desplazamientos y reubicaciones (reasentamientos) de poblacin han conformado unos
procesos constantes en el desarrollo de la humanidad. Sin embargo, la frecuencia y las
proporciones de esos procesos son correspondientes con los niveles de densidad
demogrfica de las sociedades pero an ms con las caractersticas de los procesos de
poblamiento y urbanizacin. Se les llama tambin reubicaciones involuntarias porque se
trata de procesos de cambio de asentamiento de poblacin que no ha tenido la voluntad de
cambiarse por propias decisiones y medidas. Las reubicaciones involuntarias han
ocurrido con poca frecuencia en los periodos tempranos de nuestra historia, pero en los
tiempos recientes esos procesos se han incrementado sensiblemente desde el siglo pasado
(Cernea, 1996).
En la actualidad, los desplazamientos involuntarios siguen ocurriendo en todos los pases,
desarrollados y subdesarrollados y las razones de estos desplazamientos se vinculan con la
bsqueda del mejoramiento de condiciones de vida, la introduccin de infraestructuras
necesarias, la expansin de servicios pblicos (por desarrollo de les dice) o para evitar
desastres.
Reubicacin por desarrollo
Debido a que el desarrollo o introduccin de infraestructura es fundamental indica Cernea
(1997)- para hacer crecer las actividades productivas y para establecer servicios y mejorar
estndares de vida, los pases subdesarrollados invierten una enorme cantidad de recursos
financieros (alrededor de 200 mil millones de dlares por ao; Vid. Cernea, 1997) en
nuevas infraestructuras. La instalacin de presas hidroelctricas, de irrigacin y sistemas de
agua potable; la expansin del crecimiento urbano o la ampliacin de redes de carreteras
involucran cambios en los patrones de uso del suelo y del agua y generalmente esos
cambios requieren que un sector de la poblacin sea reubicada. Este tipo de reubicaciones
ha sido muy bien estudiadas en nuestro pas por la antropologa principalmente, aunque
poco se ha difundido al respecto.
Reubicacin por desastres
Tambin, y de manera cada vez ms frecuente, una causa de reubicacin forzosa se
encuentra relacionada a los desastres en dos sentidos. Uno, que se refiere a una reubicacin
reconstructiva que es obligada por las condiciones de daos infligidos a una comunidad y la
inconveniencia de reedificar en el sitio afectado por razones de riesgo. A esta clase de
reubicacin se le denomina post-impacto. El otro tipo de reubicacin corresponde a una
estrategia de movilizacin de comunidades que se encuentran en riesgo con el fin de evitar
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un desastre, como tal sera el caso de las comunidades asentadas en reas de riesgo
volcnico.
Todos los tipos de reubicaciones han sido analizados bajo la perspectiva de las diferentes
ciencias sociales pertinentes como la antropologa y la sociologa principalmente y en la
actualidad se cuenta con anlisis consistentes de las implicaciones de esos procesos en las
esferas social, econmica y poltica de la sociedad.
Oliver-Smith (1991) ha analizado casos de reasentamientos que se consideran
involuntarios pero tambin de los denominados voluntarios y espontneos. Ha identificado
casos exitosos y casos fallidos as como algunos factores que los explican. Tomando en
consideracin las propuestas de Coburn et al. (1984) establece que hay al menos tres
factores que son cruciales para el xito o el fracaso de los proyectos de reasentamientos: a)
el ambiente fsico del nuevo asentamiento, b) las relaciones hacia el viejo asentamiento y,
c) las capacidades de la nueva comunidad para lograr su autodesarrollo. Oliver-Smith
sugiere adems que en sntesis se tienen que considerar los siguientes aspectos: Sitio,
trazado, vivienda y participacin popular. Seala que hay otros aspectos de los
reasentamientos post-impacto y que una variable crtica para evaluar el xito y los fracasos
de las reubicaciones se refiere al restablecimiento de los sistemas de produccin social y
econmica. Los proyectos fallidos contina Oliver-Smith-, que son la regla y no la
excepcin [Lamping, 1984; Aysan y Oliver, 1987], son caracterizados por polticas que han
dependido muy poco de consultas con la poblacin afectada y muchos de los asuntos que se
han mencionado lneas arriba aluden a una seleccin inadecuada del sitio de reubicacin, de
un mal diseo de las casas, etc., que son aspectos que en los hechos son resultado de esa
falta de relacin y consulta con la poblacin a reubicar, y ello se refleja en una falta de
entendimiento de las necesidades y valores sociales y culturales, por no mencionar el ntimo
conocimiento y experiencia que esa poblacin tiene de su entorno.
Significado y consecuencias de las reubicaciones
En trminos generales se ha considerado que los desplazamientos de poblacin o de
comunidades representan riesgos tanto para la sociedad global que los realiza como para
los grupos desplazados y ello se puede traducir en muy altos costos sociales, polticos y
econmicos. Cernea (1996) dice lo siguiente:
Cuando las personas son desplazadas, se observan los siguientes efectos adversos: los sistemas de
produccin son desmantelados, los grupos de parentesco de dispersan, se desorganizan otros
asentamientos de ms antiguo establecimiento, etc. La vida de las personas se afecta de diversas
maneras: se pierden muchos bienes y trabajos; los niveles de salud tienden a deteriorarse; los
vnculos entre los productores y sus clientes se rompen a menudo y los mercados locales de trabajo
se perturban o desorganizan tambin. Se disuelven las redes sociales informales que son parte de la
manutencin cotidiana (sustentan la ayuda mutua en cuidado de nios, seguridad alimentaria, etc. y
otras fuentes bsicas de soporte socioeconmico). La potencialidad de la violacin de los derechos
individuales y de grupo de la gente desplazada hace poco recomendable esta accin obligada. Pero
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el principal riesgo identificado se refiere al empobrecimiento de los desplazados como
consecuencia del deterioro de sus relaciones con su trabajo, posesiones, salud y prdida
generalizada a los accesos preconstruidos a todos los servicios. Esa es la razn por la cual los
expertos indican que la realizacin adecuada de un reasentamiento debe tener presente esos riesgos
para ser evitados.
Esos efectos adversos han convertido recientemente al proceso de reasentamiento involuntario en
una materia de debate internacional muy serio, que incluye y polariza gobiernos y organizaciones
no gubernamentales, parlamentos, agencias de desarrollo, cientficos sociales y a los medios
masivos de comunicacin.
Las crticas sustantivas a los reasentamientos involuntarios generalmente desembocan en el rechazo
a las metas y a la legitimidad de los programas que les sirven de marco, cuando la causalidad del
reasentamiento est radicada en la creacin de infraestructuras.
Pero tratndose de desplazamientos obligados por condiciones de riesgo, el factor crtico
esencial se encuentra en la calidad del programa que debe asegurar un xito suficiente como
para que el fracaso no repercuta en un regreso de los desplazados a la comunidad de origen
incrementando los mrgenes y los factores potenciales de desastre: ... podemos ver a los
proyectos de reasentamientos por s mismos como las causas de sus propios xitos o
fracasos (Oliver-Smith, 1991).
La frecuente resistencia a las estrategias de reasentamientos, y sus fallas, son entendibles en
la medida en que esos proyectos constituirn una perturbacin venidera para la sociedad
que requerir de un largo y complejo periodo de adaptacin: Desde la perspectiva de las
personas desplazadas, el reasentamiento forzoso es siempre un desastre (Partridge, 1989;
citado por Oliver-Smith, 1991).
La problemtica de la reubicacin por amenaza volcnica en Colima
La situacin actual de las comunidades en alto riesgo que habitan en las faldas del Volcn
de Colima, tanto en el estado de Colima como en el de Jalisco, estn sujetas a estas
consideraciones, ya que se ha contemplado la conveniencia de ejecutar con algunas de ellas
ciertas acciones de relocalizacin forzosa. Pero tambin merece atencin la problemtica
de reubicaciones considerada probable de algunos sectores de comunidades en riesgo a
lahares en el volcn Popocatpetl.
Aunque se ha avanzado en algunos estudios, diseos e ideas respecto a la reubicacin de
comunidades en riesgo de los volcanes Popocatpetl (Macas, J.M. 2000) y Colima, es
conveniente realizar una serie de reflexiones que permitan reunir conocimiento expertos
en las problemticas especficas de las reubicaciones forzosas. Se tratara de ordenar
algunas interpretaciones del problema para dialogar con funcionarios de proteccin civil,
tcnicos y estudiosos de estos procesos para refrescar opciones tericas y metodolgicas
que ayuden a mejorar tanto los diseos como las operaciones de los programas de
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reubicacin en puerta. Tambin es muy importante esclarecer la esfera conceptual del
riesgo.
Es muy importante poner en el centro de la discusin el tema del riesgo en general, y
despus, especficamente, lo referido al riesgo volcnico. Pero adems es vital considerarlo
en sus diferentes significados porque el entendimiento cabal de la problemtica nos obliga a
darle el sentido humano de la construccin social del riesgo. El riesgo adjetivado
volcnico sera el caso- visto en s mismo puede distorsionar sus mltiples implicaciones.
Por ejemplo, a los pobladores de La Yerbabuena, en el lado colimote del imponente Volcn
de Colima, el riesgo volcnico les ha significado prcticamente vivir con su ropa en las
maletas esperando la llamada a evacuar la comunidad para trasladarse a los albergues en
Comala. Tambin les puede significar tener las expectativas de abandonar por siempre sus
casas en la actual localizacin. Estamos hablando tambin de un conjunto de riesgos
ocultos en el discurso del volcnico: vivir en la incmoda incertidumbre de la eventual
movilizacin; perder la casa, las tierras con la reubicacin; perder empleos en el caso de los
avecindados peones, etc.
Determinacin y evaluacin del riesgo volcnico
Es difcil tener una aproximacin apenas satisfactoria de una cierta evaluacin del riesgo
volcnico para el caso del Volcn de Colima a pesar de que es un sujeto de estudio
bastante socorrido por los cientficos geofsicos. Existe una literatura abundante acerca de
sus procesos eruptivos, de sus peligros especficos, su temporalidad y espacialidad (Ver:
Martin del Pozzo, et al. 1995a)1, y sin embargo se contina tejiendo un enorme manto de
incertidumbre hablando estrictamente de evaluacin del riesgo.
Las recientes experiencias de manejo de emergencias volcnicas en el Popocatpetl han
influido de manera tal que en Colima, hacia octubre de 1998, el gobierno del estado y la
universidad local acordaron la conformacin de un Comit Tcnico Cientfico del Volcn
de Colima, que adems tena el reconocimiento de la organizacin de proteccin civil del
estado de Jalisco. Este Comit estuvo bsicamente conformado por cientficos naturales2 y
por ello en un sentido estricto se trata de un Comit geocientfico.
El antecedente de ese comit es el propio del Volcn Popocatpetl que fue creado luego de
la crisis eruptiva del mismo en diciembre de 1994, que orient los manejos de las
diferentes manifestaciones crticas desde ese ao hasta el presente y del que surgi el
llamado Semforo de Alerta Volcnica.
1 Puede consultarse la pgina electrnica del Observatorio Vulcanolgico del Volcn de Colima en:
www.ucol.mx/volcan/ 2 Originalmente fuimos invitados a pertenecer a l dos o tres cientficos sociales.
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18
La idea y sustentacin de ese Comit y por ende del correspondiente al del Volcn de
Colima3 se puede encontrar en el Manual de Manejo de Emergencias Volcnicas
publicado por la extinta UNDRO4 en 1985, que en una de sus partes relativa al captulo 5
dice lo siguiente:
5.12 Procedimientos de Alerta dentro del Gobierno. A diferencia de otras amenazas
naturales, las volcnicas estn fundamentalmente localizadas, los efectos ms destructivos
de las erupciones estn limitados a unas reas dentro de unas decenas de kilmetros en
cada volcn. La principal responsabilidad en la accin frente a erupciones potencialmente
desastrosas, a menudo recae en la autoridad local o provincial ms bien que en
agencias gubernamentales nacionales a menos que la magnitud del desastre sea de tal
dimensin que exceda las capacidades locales de enfrentamiento.
El Plan de emergencia deber definir las responsabilidades de los varios departamentos o
dependencias de gobierno para hacer frente a la situacin de emergencia, as como los
procedimientos mediante los cuales se pondrn en efecto los diversos elementos del plan en
la medida en que sean requeridos.
La responsabilidad global, en general, deber recaer en un comit interdepartamental
compuesto por representantes de los departamentos de gobierno pertinentes al manejo de la
emergencia y ser presidido por la mxima autoridad local, provincial o nacional. Cada
departamento gubernamental representado en el Comit preparar sus propios planes de
accin en respuesta a la alerta, de acuerdo con las directivas dadas por el Comit.
En general, deber ser posible definir varios estados de alerta, cada uno correspondiente a
un diferente nivel de amenaza as evaluado por los miembros del equipo cientfico que
monitorea la actividad volcnica. La responsabilidad para declarar los varios estados
de alerta recaer en un funcionario designado, mismo que deber actuar con la
asesora del equipo cientfico que monitorea la actividad volcnica. Habr usualmente
un elemento de juicio del personal cientfico en la decisin respecto a que interpretacin
dar al fenmeno volcnico observado y depender mucho del conocimiento de la historia
del volcn en particular. En la prctica, la decisin respecto a cul estado de alerta ha sido
alcanzado a menudo puede estar basada en una evaluacin objetiva de la probabilidad de
una erupcin violenta pero con una gran influencia del nmero de falsas alarmas que puede
ser tolerado sin perder la confianza de las autoridades civiles y de la poblacin en general.
5.13 Formulacin y Comunicacin de Alertas al Pblico. Dado que las medidas que
pueden ser adoptadas para proteger la vida y las propiedades durante una erupcin
volcnica afectarn en algn grado a la poblacin en general, es de vital importancia
mantener a la poblacin muy bien informada con precisin y suficiencia respecto a las
caractersticas de las amenazas y lo que se hace en consecuencia (y lo que se debe de hacer)
para su proteccin. Lo anterior, inevitablemente supone algn grado de control de la
informacin que se transmite al pblico a travs de los medios noticiosos. Este control
deber ser ejercido por un funcionario responsable a nombre del gobierno. Para evitar el
pnico u otras reacciones adversas a la situacin de emergencia, la forma y el contenido de
3 Tambin es sustento de los llamados Comits Cientficos Asesores del sistema Nacional de Proteccin Civil.
4 UNDRO, por sus siglas en ingls: United Nations Disaster Relief Office, es decir, la Oficina de las Naciones
Unidas para Ayuda en Desastres ahora conocida como
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19
los anuncios pblicos sern decididos, en la medida de lo posible, de manera anticipada a
cualquier emergencia y la poblacin estar familiarizada con los arreglos hechos para esta
informacin de manera que ya sabr que esperar al respecto. Los detalles de esos arreglos
tendrn variaciones segn los lugares de que se trate en los diferentes pases y de acuerdo a
las estructuras sociales y polticas de las comunidades y a la disponibilidad de los medios
tcnicos. Por ello, es difcil establecer lineamientos detallados para informacin pblica y
para alertamiento. No obstante, como ejemplo, damos aqu un modelo de texto que podra
ser usado para anunciar por radio los ms altos niveles de alerta.
5.14 Repaso y revisin de planes. Ningn plan de este tipo puede permanecer eternamente
vlido y siempre ser recomendable su revisin y correccin con una publicidad apropiada
dada en ciertos intervalos regulares, digamos que cada dos o tres aos. Ser necesario
hacer modificaciones como resultado de los siguientes aspectos:
(a) Progreso en el conocimiento cientfico respecto al volcn en cuestin, que puede llevar
a una redefinicin de las reas amenazadas, etc.;
(b) Cambios en el patrn de asentamientos en torno al volcn, en el sistema de caminos,
redes de comunicaciones y otras infraestructuras tcnicas que modificaran los
procedimientos de alerta y evacuacin;
(c) Cambios en la estructura administrativa del gobierno local o nacional.
Adicionalmente, el plan deber ser revisado despus de cada episodio eruptivo a la luz de
la experiencia prctica ganada. Probablemente sean reveladas algunas imperfecciones del
plan en ciertas emergencias reales sin menoscabo del nivel de precisin y certeza con el
que fue elaborado dicho plan. Todo ello requiere de la existencia de una organizacin
permanente dentro del gobierno local o nacional que al mismo tiempo ser responsable de
preparar y ejecutar los planes de emergencias.
El Comit Tcnico Cientfico del Volcn de Colima se ha convertido en el equipo
cientfico encargado de monitorear al volcn, pero el papel de asesor de los funcionarios
pblicos o de la Comisin interdepartamental fue en la prctica rebasado por las
demandas de stos. Los funcionarios estatales de proteccin civil manifestaron en diversas
ocasiones que se har lo que los cientficos digan.5
Evidentemente, las tareas de establecer un significado inteligible del riesgo volcnico a
partir de la medicin de los cambios en los parmetros de la actividad volcnica, en una
primera instancia, a los funcionarios gubernamentales, fue el propsito esencial de la razn
de ser del citado Comit. Asesorar para que esa dimensin aprehendida sea
convenientemente comunicada a la sociedad en riesgo, era otra de las funciones.
Por otra parte, es preciso advertir que un medio de caracterizacin del riesgo volcnico es el
mapa de peligros volcnicos, en la medida en la que hasta el presente no se cuenta con un
mapa de riesgos del volcn de Colima. El mapa pblicamente conocido es el
5 El responsable tcnico del sistema estatal de proteccin civil de Colima y reconocido como la mxima
autoridad en asuntos de emergencias civiles en la entidad, as lo exclam en respuesta diversos
cuestionamientos del que esto escribe en diversas fechas.
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correspondiente a las autoras de Martin del Pozzo et al. (1995) y se trata de un mapa
asumido precisamente como de peligros volcnicos.
En suma, el Comit Cientfico dispone de uno o dos mapas de peligros ( la existencia de la
ambigedad es ciertamente contraproducente) y con los valores del monitoreo como
elementos de discriminacin para asesorar a los tomadores de decisiones en la adopcin de
medidas destinadas a proteger la vida y las propiedades de la poblacin en riesgo.
El equipo cientfico ha tenido que ir ms all sus atribuciones asesoras ciertamente para
cubrir otros aspectos para los que no estaba legitimado incluso desde el punto de vista
estrictamente cientfico, como es la emisin de recomendaciones de reubicar a comunidades
humanas. Pero si el comit invadi terrenos que no le corresponda, como suele suceder en
la mayora de los casos de cesin de poder, fue porque los funcionarios pblicos
encargados de tomar decisiones de emergencia no tenan elementos de deliberacin
referidos a una organizacin sistemtica de eleccin de opciones o de un marco de
referencia para toma de decisiones. Se trata de un notable vaco en la capacidad de tomar
decisiones en los encargados de hacerlo. Los cientficos opinaban fluidamente sobre
asuntos de opcin que eran de otro orden de responsabilidades, como tal el caso de evacuar
a la poblacin o del retorno de los evacuados a la comunidad en medio de incertidumbres
en la interpretacin de la actividad del propio volcn.
Este asunto requiere de mucha claridad. Dadas las dificultades para la evaluacin de riesgo
y la composicin cuasi absoluta de geocientficos de ese comit, es sugerente que dicho
comit no portaba las atribuciones necesarias para recomendar una medida de esa
naturaleza a menos que estuviese acotada por recomendaciones que asegurasen que la
medida igualmente preservara la vida de los desplazados en el nuevo emplazamiento.
Por otro lado la toma de decisiones en emergencias supone al menos un cierto marco de
referencia6 que tiene antecedentes importantes en trminos generales. Como mbito
especfico de las emergencias el cuerpo de la teora de toma de decisiones se basa en
diversos modelos: por ejemplo, Modelo del Proceso de Toma de Decisiones de Pilotos
(MPDP), Modelo de Toma de Decisiones Situacin/Recursos (MDSR); Mtodo de
Razonamiento Tctico (MRT). En todos los casos se observa que el conocimiento acerca
del problema requiere de un proceso de evaluacin, as como de la consideracin
diagnstica y prognstica, de la disponibilidad de tiempo, de las reglas preestablecidas, de
la gama de opciones, y las caractersticas de la instrumentacin de las decisiones. Estos
son, entre otros, los aspectos fundamentales involucrados en el proceso de toma de
decisiones: Weisaeth (1994) sugiere que en las emergencias los lderes usan un estilo
analtico clsico para la toma de decisiones, el cul describe como (i) reconocimiento e
identificacin del problema, (ii) recoleccin de informacin, (iii) formulacin de soluciones
6 La toma de decisiones ha sido ya un asunto muy explorado desde el punto de vista de la organizacin
terica de postulados, funciones, elecciones y opciones organizadas como modelos. Hay un cuerpo terico
denominado tradicional derivada de los campos de la estadstica, las matemticas, la economa, la
investigacin de operaciones, etc. (Goodwin y Wright, 1991)
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alternativas y de sus consecuencias, (iv) eleccin entre alternativas y (v) instrumentacin de
la solucin.
Tericamente se ha logrado una mayor sofisticacin con la consideracin del ltimo
modelo citado, es decir, del MRT. Este modelo es muy interesante ya que se compone de
dos niveles: uno corresponde a la realidad (el problema, en un extremo y en el otro la
instrumentacin de soluciones) y el otro nivel se refiere al proceso abstracto-concreto del
acopio/procesamiento de informacin, identificacin, definicin, comparacin y eleccin.
(Vase: Flin, 1996).
El resultado de la adopcin de acciones que derivan tanto de consideraciones no legtimas,
desde el punto de vista de la pertinencia cientfica, as como de procesos endebles de
toma de decisiones (se har lo que los cientficos digan) es la conformacin de otra serie
de riesgos. En la medida en que se impone una visin del riesgo, es decir, la de los
cientficos7 y que conviene a los funcionarios pblicos, los sujetos/objetos de las acciones
resultantes no son considerados en este flujo de actores del riesgo.
Los peligros percibidos y la idea que tienen o logran construir acerca del riesgo los
habitantes bajo amenaza, tienen condicionantes culturales diversas que deben ser
reconocidas por esta suerte de complicidad benefactora que se genera entre los
cientficos y los funcionarios pblicos. Si no hay un dilogo entre visiones o percepciones
el resultado es una imposicin. Pero el asunto ser todava ms complejo si se trata de la
instrumentacin de decisiones relacionadas con un proceso de reubicacin. Esto tambin
puede conformar una natural y obligada imposicin por ende.
El caso de La Yerbabuena
Los peligros
El mapa de peligros del Volcn de Colima elaborado por Martin del Pozzo et al. (Supra cit.
1995) ubica al emplazamiento de La Yerbabuena en un rea susceptible de ser
frecuentemente afectada por flujos piroclsticos y lahares secundarios. La descripcin
del peligro seala adems que La mayor parte de los flujos piroclsticos no desbordarn
los cauces. Estos flujos ocurren por lo menos una vez cada 100 aos. Los lahares pequeos
o ros de lodo pueden presentarse varias veces en una dcada mientras que los lahares
grandes estn asociados a erupciones fuertes que ocurren aproximadamente cada 100
aos.
7 La alusin no est exenta del reconocimiento de buena fe que debe atribuirse a los cientficos.
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El emplazamiento de La Yerbabuena tambin est amenazado por flujos piroclsticos y
nubes de ceniza con gran movilidad. Estas nubes pueden sobrepasar cerros como ocurri en
la parte sureste del volcn.... Tenemos que recordar que la distancia del emplazamiento al
crter del volcn es solo de 7.5 Km. de manera que el propio mapa de peligros advierte que
a esta distancia podra ser amenazada por derrames de lava similares a los ocurridos en
tiempos prehistricos (basados en fotointerpretacin y clculo de extensin de los
derrames).
En suma, La Yerbabuena estara amenazada de ser prcticamente destruida del todo si
ocurriera una erupcin grande como la que se advierte que sucedera en probabilidad de 1
en cada 100 aos. Los geocientficos sopesaban esa posibilidad en el caso de las crisis de
actividad manifestadas desde mediados de 1998. Los antecedentes de la actividad de ste
volcn de 1913 en que se registr una enorme fase eruptiva, catalogada como tipo
Pliniano y que estuvo compuesta por expulsin de ceniza que se lleg a acumular hasta en
25 cm en algunos lugares a distancias de 11 kilmetros; y tambin de los denominados
flujos piroclsticos que dejaron huellas a una distancia de hasta 15 kilmetros dejando
espesores de estos materiales en dimensiones de ms de 7 metros. Una erupcin de estas
magnitudes no solo arrasara con La Yerbabuena sino con otras comunidades incluida La
Becerrera a 12 kilmetros del crter.
La Recomendacin de Reubicacin
El incremento de la actividad del volcn de mediados de 1998 y la creacin del Comit
Cientfico aludido as como las circunstancias antes advertidas en torno a la esfera de la
toma de decisiones de emergencia, fueron antecedentes de una muy interesante sesin del
Comit Cientfico para que se desarrollara una discusin que desembocara en una serie de
recomendaciones entre las que destaca aquella de reubicar a las poblaciones que se
encuentran en las zonas de mayor riesgo8.
La sesin mencionada se celebr a 13 das de haberse evacuado a diversas comunidades del
volcn. Esta era la segunda evacuacin y el retorno a sus casas implicara que esa sera otra
- la segunda- evacuacin de falsa alarma. Por ello los funcionarios de proteccin civil
tanto del estado de Colima como del de Jalisco mantenan fuertes expectativas de obtener
informacin firme (con la razn contundente respaldada en una evaluacin certera del
riesgo) para adoptar una decisin ya sea en el sentido de facilitar el retorno de los
evacuados a sus casas, o de mantenerlos en los albergues.
No obstante que aquella fue una sesin de poco ms de doce horas de trabajo, las
conclusiones parciales de los diferentes parmetros del monitoreo se acercaban al plano de
la incertidumbre dado que no haba elementos para asegurar la continuacin de la crisis
eruptiva, pero tampoco estaba tan claro que las mediciones siguieran a la baja. El punto
8 Literalmente tomado de la minuta de la reunin del Comit Cientfico Asesor del Volcn de Colima del 27
de febrero de 1999.
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central era que se tena que recomendar (o decidir9, segn lo expuesto lneas arriba) acerca
de la permanencia en los albergues de la poblacin evacuada:
1. La actividad del Volcn de Colima puede continuar por tiempo indeterminado. Con base a los parmetros de monitoreo observados durante las ltimas 24 horas, estos
muestran que no existen seales de aviso que puedan indicar la inminencia de un evento
explosivo cuyo material expulsado rebase una distancia de 3.5 kilmetros desde la cima.
Este nivel de estabilidad no imposibilita que puedan presentarse futuras explosiones cuya
magnitud sea de mayores dimensiones a las ocurridas en das anteriores. (CCAVC.Minuta.1999)
El Comit no acert a reconocer y explicitar el plano de incertidumbre en que se
encontraba, que es de suyo muy natural por otra parte. Ello era importante tenerlo presente
como base de reserva en el establecimiento de recomendaciones para la decisin central.
Sin duda que existen otros muy diversos aspectos de naturaleza sociolgica que estn
presentes en cualquier organizacin as sea cientfica. El significado de ser autoridad en la
solucin de un problema es un hecho que tiene algn valor social pero tambin otros
atributos de influencia en las directas esferas cientfica y poltica a las que estn vinculados
los problemas relativos al manejo de emergencias por los llamados desastres naturales.
El manejo de la figura de autoridad en el mbito cientfico ms propiamente el de las
ciencias naturales- est vinculado al aspecto de la precisin, y en esta lgica el Comit
Cientfico del Volcn de Colima tendera a reflejar esas cualidades frente a la emergencia
que estaba tratando. Al parecer no poda recomendar sin tener una precisin temporal.
El siguiente prrafo de la misma Minuta muestra lo anterior y se perfila el evidente tono de
autoridad incluso para recomendar -o permitir- el retorno voluntario de los evacuados:
2. En caso de que los niveles de actividad se mantengan como hasta ahora, el Comit
Cientfico Asesor hace la recomendacin a los Sistemas Estatales de Proteccin Civil de
Colima y Jalisco, de proceder al retorno voluntario de las poblaciones evacuadas, mismo
que se llevar a cabo el prximo martes 2 de Marzo, a las 12:00 horas. (Idem. Supra
cit.).
No puedo dejar de sealar que en dicha reunin10
suger a los funcionarios de proteccin
civil que estaban participando de la misma, que compartieran la decisin de la
permanencia o el retorno de los habitantes evacuados con ellos mismos, hacindoles patente
justamente que desde mi punto de vista no aparecan visibles bases slidas para tomar una
decisin al respecto. Ello, desde luego, implicaba un cierto reconocimiento del plano de
incertidumbre del Comit Cientfico. En la Minuta citada, el resultado fue diverso.
El siguiente prrafo de la Minuta refleja los trminos en los que oficialmente el Comit
Cientfico recomend la reubicacin de las poblaciones del rea manifestada como de
mayor riesgo:
9 En la citada reunin se encontraban los responsables operativos de los sistemas estatales de Jalisco y de
Colima. 10
A la que asist siendo en ese entonces miembro externo del referido Comit Cientfico.
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6. Ante la posibilidad de que la actividad contine o incluso aumente en un futuro
indefinido, se recomienda considerar medidas definitivas como la reubicacin a las
poblaciones que se encuentran en las zonas de mayor riesgo.
Es importante mencionar algunos de los argumentos que estuvieron presentes en la
discusin del punto especfico en la mencionada reunin del Comit Cientfico y que no
pudieron verse reflejados en la Minuta respectiva por razones de la brevedad obligada de
este tipo de documentos.
Las comunidades ms prximas a la cima del volcn son, por un lado, La Yerbabuena en
Colima y por el otro Juan Barragn, en Jalisco. La primera dista 7.5 kilmetros de la cima
en tanto que la segunda 9.5 kilmetros. Hay otros caseros como Los Machos o El
Agostadero que se han publicitado por los diarios locales como otras comunidades pero
en realidad son asentamientos de una o dos familias que tienen o tuvieron vnculos con Juan
Barragn. En realidad estas comunidades jaliscienses son las ms prximas a la cima y por
ello tienen mayor atencin. Sin embargo, las crisis eruptivas desde noviembre de 1998
motivaron las evacuaciones de estas dos comunidades referidas.
En febrero de 1999, adems de ambas comunidades mencionadas se realizaron
evacuaciones de Atenguillo, Causentla, El Fresnal, La Cofrada, en el municipio de Tonila,
Jalisco y El Alpizahue, municipio de Tuxpan, Jalisco; as como El Borbolln en el
municipio de Zapotitln de Badillo, jalisco. Del lado colimense se report solamente a La
Yerbabuena. En realidad el mapa de peligros citado lneas arriba, ubica bajo la misma
amenaza que La Yerbabuena a La Becerrera y San Antonio. El mapa no refiere a Juan
Barragn y de hecho el emplazamiento de sta ltima no se encuentra en rea de peligro
alguno. Esto conforma otro elemento problemtico que no fue suficientemente atendido, en
el sentido de evaluacin del riesgo, por el Comit Cientfico.
Dicho lo anterior, asumo que el problema discutido en la reunin que trat del punto de la
recomendacin de reubicacin de comunidades, fue explcitamente referido a La
Yerbabuena ya que es la que ostenta un nivel de riesgo ms claro: sera prcticamente
arrasada en el caso de una erupcin violenta con expulsin de materiales piroclsticos o
lahares. A pesar de que La Becerrera, se encuentra a solo 3.5 kilmetros de distancia de sta
no se mencion explcitamente como prospecto de reubicacin. Habra que suponer que
3.5 kilmetros han de hacer una diferencia necesariamente digna de una explicacin bajo
los estrictos trminos de la evaluacin del riesgo.
Las comunidades del estado de Jalisco no solamente fueron llevadas al mismo plano de
reubicables -hablemos solo de Juan Barragn- por el representante y responsable operativo
de proteccin civil de esa entidad, sino que habra que decir que los albergues, a donde
fueron trasladadas las comunidades jaliscienses, se encuentran en las poblaciones de San
Marcos y Tonila, precisamente representados en el mapa de peligros con amenazas
mayores que las identificadas en los emplazamientos originales de esas comunidades
evacuadas.
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25
Por ello, el texto de la Minuta reproducido lneas arriba, habla de la reubicacin de las
poblaciones que se encuentran en las zonas de mayor riesgo. Es evidente que el Comit
Cientfico tuvo que tratar con asuntos que trascendieron su pertinencia. Para ser
contundente con esto debo indicar que las comunidades jaliscienses tampoco fueron
prospectos de reubicacin y si la recomendacin del Comit se ampli tanto como para
hablar de comunidades y de zonas de mayor riesgo fue por demandas que poco o nada
tenan que ver con una consideracin de riesgo volcnico.
Hay sin embargo, un cierto dilema tico que no podemos soslayar, en la relacin entre un
grupo de cientficos y sus opiniones que afectan a un conglomerado de seres humanos. Se
refiere a los alcances de una recomendacin. He sealado lneas arriba el hecho de que las
experiencias de reubicaciones han arrojado como leccin que muchos proyectos fracasen
porque en su diseo y operacin se excluyen a los afectados y se les impone as un nuevo
entorno de vida ambiental y social y que muchas de esas experiencias han arrojado
expresiones que se sintetizan en una cierta forma de muerte social de las comunidades sin
excluir las reales afectaciones a la salud de los afectados que influye en su desaparicin
fsica, biolgica.
Por ello en la referida reunin del Comit Cientfico solicit que en la recomendacin del
reasentamiento de La Yerbabuena se incorporara una adicin que permitiera condicionar el
proceso al respeto de la base comunitaria. Varios de los colegas geofsicos que opinaron
respaldando la recomendacin de relocalizar a La Yerbabuena establecieron que les
competa solamente decir que la reubicacin era aconsejable y que la forma en que se
hiciera ya sala de su mbito.
Evidentemente el asunto se convirti en un dilema tico para el comit cuando advertimos
de las consecuencias sociales, econmicas y polticas de una reubicacin. La
recomendacin englobaba un potencial conflicto y eso se dijo, y desde luego tena un
significado moral.
Evaluacin de riesgo? V.S. fenmeno social.
Sin duda que las circunstancias de la determinacin de la amenaza volcnica y la
recomendacin surgida de un comit de expertos parecan colocar en un callejn sin salida
a los yerbabuenenses: o se desplazaban o se moran. Los elementos disponibles de la
consideracin del riesgo hablaban sin mrgenes de duda respecto a la conveniencia de
reubicar a la comunidad para proteger la vida de las personas. Por otro lado,
evidentemente la advertencia de que otras experiencias de reubicacin ya ejecutadas,
reconocidas por otros expertos, generaba la necesidad de cumplir con una serie de
requisitos para alcanzar el propsito protector de la medida. Si las evidencias de
reubicaciones haban mostrado que la mayora de los casos han resultado en acciones
fallidas y que sus manifestaciones se han registrado en que los habitantes de las
comunidades casi siempre retornan al sitio previo, ello ha supuesto una duplicacin del
riesgo. Adems, si los expertos haban advertido que en buena parte la calidad de los
-
26
proyectos de reubicacin define su xito o fracaso ese era un punto que la recomendacin
del comit cientfico no poda soslayar11
.
La reubicacin del riesgo
Bajo este subttulo se apunta un resultado de reubicaciones fallidas en casos de riesgo a
desastres. La comunidad de La Yerbabuena puede muy bien caracterizar el asunto, y en
realidad se ha tratado de buscar cauces para evitar que en torno a este caso se genere un
proyecto de relocalizacin que se anticipe como otro fracaso. La intervencin del
gubernamental Instituto Colimense de Vivienda para la elaboracin de un proyecto ha
debido de revisarse para que trascienda un estado propio al proyecto de diseo
arquitectnico de viviendas para alcanzar a ser un verdadero programa de reubicacin que
se centre en el ser humano afectable y que sobre todo llame a su colaboracin.
El Banco Mundial, curiosamente, ha adoptado formalmente polticas de impacto
internacional en lo que atae a sus acciones de financiamiento de reubicaciones que reflejan
las discusiones anteriores. A manera de prescripciones, que a continuacin refiero, el Banco
Mundial ha determinado (Cernea, 1996 y 1997):
1. Evitar o minimizar. Los desplazamientos involuntarios deben ser evitados siempre que
sea posible debido a sus efectos perturbadores y de empobrecimiento.
2. Mejorar o restaurar los medios de sustento. Donde los desplazamientos sean
inevitables, el objetivo de las polticas del Banco es ayudar a las personas desplazadas
en sus esfuerzos para mejorar, o al menos restaurar, sus anteriores estndares de vida y
sus capacidades de ingresos. Los medios para realizar este objetivos consisten en la
preparacin y ejecucin por el pas prestatario de planes de reasentamiento as como de
programas de desarrollo. Esos planes de reasentamiento deben ser parte integral de los
diseos del proyecto-
3. Asignar recursos y repartir beneficios. Las personas desplazadas deben ser: (i)
compensadas en sus prdidas de acuerdo al costo de remplazamiento, (ii) sujetos de
oportunidades para compartir los beneficios de los proyectos que son materia de su
desplazamiento, y (iii) asistidos en la transferencia fsica y durante el periodo de ajuste
en el sitio de relocalizacin.
4. Mover personas en grupos. Reducir las distancias entre el punto de partida y los sitios
de relocalizacin y mover a las personas en grupos puede amortiguar las perturbaciones
y facilitar la adaptacin de los desplazados a su nuevo ambiente natural y sociocultural.
5. Promover la participacin. Debe ser promovida la participacin de los afectados y de
las autoridades en la planificacin del reasentamiento. Las instituciones sociales y
11
Estamos refiriendo un asunto esencialmente tico que debiera ser un ejemplo para despertar la conciencia
sobre estos asuntos, fomentar su discusin y colaborar con otros miembros de la comunidad cientfica para alcanzar un mejor plano de reconocimiento y entendimiento para aplicar principios ticos en nuestro trabajo, tal cual son algunos
objetivos de organizaciones de profesionistas que tienen que ver con asuntos de manejo de riesgos (Se recomienda
consultar las siguientes pginas Web: http//:www.eeri.org/; http//:www.asfe.org/; http//:www.engr.washington.edu./)
-
27
culturales existentes de los afectados y en su caso de los anfitriones deben apoyar el
proceso de transferencia y de restablecimiento.
6. Reconstruir comunidades. Deben ser diseadas nuevas comunidades de reubicados
como sistemas de asentamientos viables equipados con infraestructura y servicios,
capaces de integrarse en el contexto socioeconmico regional.
7. Considerar las necesidades de la poblacin que recibe reubicados (anfitriones). Las
comunidades anfitrionas deben ser asistidas para sobrellevar lo mejor posible los
efectos sociales y ambientales adversos derivados del incremento de la poblacin.
8. Proteger a la poblacin indgena. Las minoras tnicas y tribales, pastores y otros
grupos que pueden tener derechos informales por costumbres a la tierra y a otros
recursos apropiados por el proyecto de reacomodo, deben ser provedos de tierras
adecuadas, infraestructura y de otras compensaciones. La ausencia de ttulos legales de
propiedad de la tierra no debe ser fundamento para negar las compensaciones a dichos
grupos.
Se han apuntado antes varias lneas que condicionan el xito presumible en acciones de
reubicacin, su estatus es prcticamente de dominio universal en la esfera de los
reacomodos de poblacin. Nada en el fondo tiene que cuestionarse respecto al plano de
riesgo que ostenta el emplazamiento de La Yerbabuena y la reubicacin de esta comunidad
pensada para eliminar de ella el riesgo volcnico debe asegurar que no se traduzca en otro
caso de reubicacin del riesgo... a desastre.
Bibliografa
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Consideraciones Tericas y Modelos del Reasentamiento de
Comunidades
Anthony Oliver-Smith
Quiero exponer a ustedes algunas de las premisas y los modelos que se han desarrollado en
los ltimos veinticinco o treinta aos, sobre la problemtica de reasentamientos y la
relevancia que tiene sta a causa de las amenazas de desastre natural.
Debido a diversos factores, actualmente muchas personas tienen que habitar terrenos
que presentan un alto grado de riesgo, ya sea por fuerzas naturales o tecnolgicas. Frente a
estos procesos y condiciones de vulnerabilidad, una de las respuestas ms frecuentes hoy en
da es la reubicacin de poblaciones que viven en zonas de alto riesgo a los desastres
naturales, socio-naturales y tecnolgicos. Generalmente el reasentamiento de poblaciones
toma lugar despus del impacto de un desastre, lo cual quiere decir que es tambin una
forma de reconstruccin.
Actualmente, se est considerando al reasentamiento como una forma de mitigacin de
los desastres. Les voy a dar dos ejemplos de los Estados Unidos que son muy actuales.
Recientemente en el estado de Iowa en el Medio Oeste, una comunidad que viva en la
rivera del ro Missouri fue reubicado. Ello porque hace casi dos aos hubo una inundacin
muy grande en esa zona, y los habitantes decidieron que queran ser reubicados, pues se
haban mudado a un rea entre la orilla y un cerro muy alto, desde luego por encima del
ro. Una vez que ya se haban mudado a las nuevas casas, se dio un proceso en el que estn
regresando a las mismas casas de antes. Ellos dicen que han perdido algo, que han perdido
su sentido de comunidad, que las relaciones de cooperacin en que se basaban las
relaciones tanto sociales como econmicas de su comunidad, ya no les funcionan como
antes, y dijeron tener una sensacin de desorientacin que realmente les est afligiendo.
El otro ejemplo es de un pueblo que se llama Colorado Springs, en el estado de
Colorado. En esta comunidad haba un barrio que viva cercano a las orillas del ro, a varias
familias que vivan en las casas de ese barrio las autoridades les advirtieron respecto a que
ese ro tenda a crear inundaciones repentinas, entonces se pusieron de acuerdo con la
comunidad y se mudaron, es decir, se reubic a la comunidad. A los seis meses posteriores
a la reubicacin, tuvo lugar una importante inundacin que barri con el parque que haba
en el lugar, donde estaban anteriormente las casas del barrio. La reubicacin, haba salvado
cerca de ciento cincuenta mil vidas.
Los anteriores, son dos casos muy interesantes: uno donde hubo (hubieron) tal vez
efectos algo negativos, y el otro con efectos bastante positivos. Hay tres asuntos muy
importantes que me gustara examinar antes de enfocarnos en el reasentamiento como una
estrategia de mitigacin.
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El primero tiene que ver con la responsabilidad de la sociedad; es una cuestin muy
difcil, porque la presencia de estas comunidades en condicin de vulnerabilidad, trae
consigo la necesidad y la responsabilidad de mitigar estas condiciones. Esta necesidad de
mitigar la condicin de alta vulnerabilidad se ve complicada en muchos casos por la
coincidencia, y a veces la dominacin de otros motivos ya sean econmicos, sociales o
estticos de remover a poblaciones
Cuando se considera la reubicacin de una poblacin por motivos de seguridad
medioambiental, es muy importante asegurar que el verdadero motivo para un proyecto de
reasentamiento sea por razones o por motivos de seguridad medioambiental, y no por
intereses creados econmicos, sociales o estticos.
En otras palabras, hay que asegurarse de que no se emplee un supuesto peligro
medioambiental como pretexto para dejar avanzar los intereses de otros grupos. Tengo en
mente un ejemplo concreto en Colombia (donde he trabajado) en que realmente no se sabe
por qu se quiere reubicar a una comunidad: si es por motivos estticos, porque quieren
limpiar las orillas de un ro para que se vea ms bonito, o por el peligro que realmente est
corriendo la gente ah. Tal vez exista una serie de motivos ms o menos entrelazados.
El segundo asunto, tiene que ver con la evaluacin y percepcin del riesgo. Un patrn
comn en muchos contextos culturales en la percepcin del riesgo es que difiere mucho
entre los profesionales y la gente, produciendo una confusin sobre cul es la mejor
interpretacin del riesgo. Esta confusin entre el conocimiento experto y el conocimiento
local, es un fenmeno global cuestionando no slo la interpretacin del riesgo sino tambin
de la opinin cientfica en muchos campos. El punto principal que se tiene que tomar en
cuenta es que el riesgo no se reconoce igualmente por todos los involucrados; el riesgo es
una construccin cultural en que algunos participantes se basan en el conocimiento
cientfico y tcnico, y otros en la experiencia y tal vez en la convivencia con el riesgo. Son
dos tipos de conocimiento que comnmente se contradicen, sobre todo en la evaluacin del
riesgo, y de esa manera tiende a surgir un conflicto entre los habitantes y las autoridades
que juzgan diferencialmente que existe un riesgo que requiere o no el reasentamiento.
El tercer asunto importante tiene que ver con cualquier discusin de reasentamiento
como estrategia de mitigacin. Se trata de los impactos negativos del reasentamiento, y ste
segn Scudder, es un insulto multidimensional con componente psicolgico, fisiolgico y
sociocultural.
Cuando la gente es desplazada de su terreno contra su voluntad, sufre un estrs enorme,
hasta el grado de dar mayor importancia al sentido de culpabilidad, que a su impotencia
para resistir. Estamos hablando de la sensacin del luto y prdida del hogar y de la ansiedad
con respecto al futuro. El estrs cultural nace de la falla por parte de las autoridades de
hacer caso a la necesidad de los miembros de una comunidad de quedarse juntos, de la falta
de sostenibilidad econmica despus del reasentamiento, y la ruptura de actividades
culturales como resultado del desplazamiento.
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El resultado frecuente es la prdida de la lgica de la vida, de una razn de ser que
otorga un sentido de significado a la existencia. Desgraciadamente, el rcord de los
proyectos en la mitigacin de estos efectos tan dainos, es francamente psimo, lo cual nos
debe indicar que el reasentamiento es una estrategia de ltima instancia para ser
considerada, es decir, slo cuando no haya posibilidades de mitigar el peligro por otro tipo
de intervencin.
En muchos proyectos impulsados para reducir amenazas medioambientales, el
reasentamiento puede afectar hasta a tres poblaciones distintas, cada una de las cuales
necesitar el uso de formas varias de interaccin y participacin. Los tres grupos son: a) La
poblacin reubicada, b) Los segmentos que tal vez existen en la comunidad que no tienen
que reubicarse porque no viven en condiciones tan peligrosas, y eso se observa mucho en
los barrios urbanos, en los que solamente una parte de la comunidad est en peligro; y c) La
comunidad que recibe a los reubicados. Esta gente tambin es una poblacin afectada
porque est recibiendo a la poblacin desplazada. Toda la poblacin ser impactada
respectivamente por la prdida y la divisin de una comunidad que se reubica; por
consiguiente, cada uno de estos grupos tendr caractersticas y necesidades distintas debido
a sus experiencias distintas de reasentamiento.
La reubicacin de una poblacin a muchos les ha parecido como un proceso bastante
sencillo, al fin y al cabo a lo largo de la historia, la raza humana se ha mostrado sumamente
mvil. El enorme crecimiento de las ciudades de Amrica Latina, por ejemplo, es un
producto de esa movilidad demogrfica. La prctica normal bajo la ideologa que reina en
las sociedades occidentales hoy en da, es la compensacin monetaria a la persona que se ve
forzada a reubicarse por motivos de bienestar pblico o de proyectos de desarrollo. En los
ltimos treinta aos se ha demostrado que el desplazamiento y el reasentamiento son mucho
ms que un simple traslado de una poblacin de un sitio a otro. Cuando un poder mayor
como es el gobierno, o un fenmeno social muy perturbador como un disturbio civil, o la
persecucin tnica o bien la amenaza de un desastre, obliga a la reubicacin de una
poblacin, estamos hablando de un proceso que involucra la recomposicin de la
comunidad y no slo de un arreglo adecuado a como lo vieran los miembros de la misma,
sino de acuerdo con fines y valores afines. En este tercer sentido, el reasentamiento es un
acto poltico ante todo basado en poder desigual entre los participantes. En la gran mayora
de los casos para la poblacin afectada el desplazamiento y el reasentamiento constituyen
un desastre autntico, en otras palabras, cuando se reubica a una poblacin, se corre el
riesgo de sustituir en un desastre posible o probable con un desastre real, completo.
En efecto, el proceso global del reasentamiento es mucho ms complejo de lo que
comnmente se considera en las polticas empleadas, por muchas de las autoridades
encargadas de la reconstruccin tras los desastres. En general, es justo decir que es
necesario una mayor sensibilidad respecto de las complejidades de los procesos de
reasentamiento, tras los desastres. Muchas veces las autoridades de reconstruccin, por
ejemplo, no reconocen de forma general que el mismo reasentamiento puede tener
consecuencias an ms agravantes que el impacto mismo del desastre.
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Mientras que los desastres suelen matar y herir a muchas personas, trastornar las
organizaciones y la economa de la comunidad y destruir la infraestructura y las viviendas,
claramente arrasan con todo en un sentido algo sincrnico. Por otro lado, el reasentamiento
involuntario frecuentemente implica el abandono de un ambiente en el que la sociedad ha
creado patrones de adaptacin durante cientos o miles de aos. Esta relacin con el
ambiente puede estar basada en factores econmicos, polticos o socioculturales, o en una
combinacin de las tres cosas.
Dimensiones econmicas como la fertilidad del suelo y la disponibilidad de recursos, la
productividad general o el acceso al empleo en los sectores urbanos, o los recursos
laborales; factores polticos tales como la territorialidad, las estructuras de liderazgo y las
relaciones intergrupales y, factores culturales como la ntima conexin entre la gente y la
religin, la cosmologa, las visiones del mundo y la identidad individual y cultural, pueden
desempear papeles importantes en la relacin de una sociedad con su base y su ambiente
en general. Fundamentalmente, tales vnculos constituyen la esencia de las construcciones
de las realidades, tanto individuales como colectivas, y la separacin de sus manifestaciones
tpicas constituyen una crisis cultural con profundas repercusiones. Tal crisis puede
engendrar un grave sndrome de dependencia, frecuentemente de forma permanente en
aquellas comunidades que han sido relocalizadas forzadamente. Es por estas razones que
muchos de los investigadores actuales consideran al reasentamiento como algo que debe ser
evitado o minimizado en los proyectos de desarrollo, siempre que sea posible.
Como declara Patrick, que es un antroplogo que trabaja para el Banco Mundial: Desde
la perspectiva de las personas desplazadas, el reasentamiento forzoso es siempre un
desastre. Si una comunidad afectada por un desastre es despus relocalizada, puede tener y
hacer frente a un nuevo desastre, o perder el sentido de existencia y de su orientacin a la
vida.
Efectivamente, hay dos propuestas que combaten la prdida de la orientacin de la vida
que muchas veces acompaa el reasentamiento: la resistencia y la participacin.
La resistencia al reasentamiento es un fenmeno cada vez ms frecuente, sobre todo en
los proyectos de reasentamiento provocados por proyectos de desarrollo o por desastres. Es
importante entender que la resistencia no slo es la proteccin de intereses materiales, sino
tambin una defensa de una cultura y de una comunidad con todo lo que significan estos
elementos para la identidad individual y comunitaria. La resistencia es una lucha para
defender la vida, y pese a una autoridad poderosa, puede galvanizar a una comunidad y
definir su identidad en trminos muy concretos.
La resistencia al reasentamiento constituye una afirmacin de control sobre la vida. Esta
afirmacin tiene un argumento de combate, adivinando la otra lgica de la vida, que
representa el reasentamiento.
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La resistencia es la afirmacin y la autoafirmacin. Coloquialmente, imaginemos que
venga una autoridad a decir imponiendo: vamos a reubicarles; la resistencia es decir que
no. Existo yo!, y tengo derechos en la toma de la decisin sobre mi futuro. Al fin y al cabo,
para muchas personas la casa o el terreno son y han sido el fiel resultado - y muy
importante - de una lucha continua para establecerse en un mundo y, simblicamente,
encarna su esfuerzo para mejorar su vida.
En el mismo sentido, la participacin basada en la devolucin de control a los miembros
de la comunidad, tambin combate la prdida de significado de la vida. La participacin le
confiere a los individuos y a la comunidad un rol importante en su futuro. El reasentamiento
significa la prdida de control sobre sus vidas, y la participacin y la resistencia significan
la toma de control.
En el campo de estudios de los reasentamientos se ha empezado a desarrollar desde los
ltimos quince o veinte aos, un cuerpo sistemtico de conocimientos y teora que es a la
vez til y provocador para la investigacin y el manejo de los desastres, y para este cuerpo
de teora lo central es el modelo. Voy a comentar los modelos que se han ido
desarrollando a travs de los ltimos quince o veinte aos, para entender y para organizar
una respuesta a la necesidad de reubicar y de reasentar a poblaciones.
Son dos antroplogos quienes han realizado investigaciones principalmente en Africa,
que han trabajado con reasentados de una presa. Podemos decir que el estudio clsico y
pionero del reasentamiento, es tal vez el libro de Scudder y Colson (1982), quienes