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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR
UNIVERSIDAD DEL ZULIA FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS
PROGRAMA DE MAESTRÍA EN HISTORIA DE VENEZUELA
EL ASOCIACIONISMO COMO INSTRUMENTO DE PARTICIPACIÓN Y EJERCICIO DEL PODER EN MARACAIBO (1880-1910) Y SU VIGENCIA ACTUAL
TESIS DE GRADO PARA OPTAR AL TITULO DE MAGÍSTER SCIENTIARUM EN HISTORIA. DE
VENEZUELA.
AUTOR LIC. JAIRO ENRIQUE BOSCÁN FERNÁNDEZ
TUTOR: DRA. BELÍN VÁSQUEZ DE FERRER
MARACAIBO, JULIO DE 2005 FRONTISPICIO
TITULO DEL TRABAJO:
EL ASOCIACIONISMO COMO INSTRUMENTO DE PARTICIPACIÓN Y EJERCICIO
DEL PODER EN MARACAIBO (1880-1910) Y SU VIGENCIA ACTUAL.
AUTOR:
BOSCÁN FERNÁNDEZ, JAIRO ENRIQUE
C.I: 7.719.326
DIRECCIÓN:
SECTOR AYACUCHO. CALLE 79B. CASA 79-75. MARACAIBO
SECTOR TROPICANA. CALLE NUEVA GRANADA. PUNTO FIJO
TELEFONOS:
0416-2657899
0261. 7544216 (MARACAIBO)
0269. 2479334 (PUNTO FIJO)
CORREO ELECTRÓNICO:
TUTOR:
DRA. BELÍN VÁSQUEZ DE FERRER
DEDICATORIA A Felisberta y Nahir, las dos verdades más hermosas y dignas de mi vida, cuya
presencia y compañía alimentan a mi espíritu de la convicción de que no existen
sueños inalcanzables cuando el más puro y sincero amor guía los pasos del corazón y
el intelecto, en una sociedad que comienza a abrir caminos por donde transiten los
anhelos de grandeza y justicia de un pueblo históricamente defraudado y que hoy ha
descubierto que si es posible la utopía de la esperanza.
DIOS LAS BENDIGA
RECONOCIMIENTO A la profesora Belin Vásquez de Ferrer, por su enorme paciencia y responsabilidad a
la hora de propiciar sus atinadas y necesarias orientaciones para la culminación exitosa
de esta tesis. Mil gracias profesora y amiga, le estaré eternamente agradecido por su
valiosa colaboración, muy a pesar de las difíciles circunstancias personales en las
cuales le correspondió atender y asesorar mi trabajo.
DIOS SE LO PAGUE
AGRADECIMIENTOS
A mis compañeros del curso: Arianna, Magdelys, Carolina, Judith, Reyber y
Giovanny, a quienes conocí como compañeros de clase, pero al tiempo, y a pesar de la
distancia, se convirtieron en verdaderos amigos de la vida.
A la profesora Nevis Ortín de Medina, por su permanente compresión a la hora de
posibilitarme la realización de los diferentes tramites y solicitudes que permitieron
culminar esta etapa de la vida.
A los colegas y amigos: Ligia Berbesi, Juan Romero, Manuel Suzzarini y Temistocles
Cabezas, por su inquebrantable amistad y el sincero apoyo que recibí en el lapso que
duró esta ardua labor de culminar una maestría, al mismo tiempo que consolidaba mi
ingreso como profesor ordinario a nuestra querida Universidad del Zulia
GRACIAS A TODOS
INDICE DE CONTENIDO
Pág.
Introducción.................................................................................................................... 10 Capítulo I: Origen y evolución histórica del asociacionismo a nivel mundial....................................17
Capítulo II: Dinámica económica de la ciudad de Maracaibo entre 1880-1910................................27
Capítulo III: Sociedades de Pensamiento surgidas en Maracaibo entre 1880 1910 como expresión
del desarrollo ideológico de los maracaiberos en torno a las ideas liberales y
positivistas.......................................................................................................................42
Capítulo IV: Conformación de una cultura participativa en los maracaiberos de la época, a partir de
la consolidación del fenómeno del asociacionismo.........................................................75
Capítulo V: Vigencia de los principios y objetivos del asociacionismo surgido en Maracaibo y
Venezuela entre 1880 y 1910..........................................................................................93
Conclusiones.................................................................................................................105
Recomendaciones.........................................................................................................113
Índice de referencias.....................................................................................................116
Índice de fuentes consultadas.......................................................................................121
Índice analítico...............................................................................................................128
Índice onomástico..........................................................................................................130
Índice de anexos...........................................................................................................134
Anexos...........................................................................................................................135
BOSCAN FERNÁNDEZ, Jairo Enrique. “El asociacionismo como instrumento de participación y ejercicio del poder en Maracaibo (1880-1910) y su vigencia actual”. Tesis de Grado para optar al titulo de Magíster en Historia.de Venezuela. Universidad del Zulia, Facultad de Humanidades y Educación, División de Estudios para Graduados, Programa de Historia de Venezuela, nivel maestría, Maracaibo, Venezuela, 2005, 164 pp.
RESUMEN
El trabajo pretende analizar el surgimiento de las diferentes asociaciones como manifestación del desarrollo comercial, industrial e ideológico y como instrumentos de ejercicio del poder de los actores económicos y sociales en Maracaibo (1880-1910) y su vigencia actual. Este proceso responde a la preocupación de los actores económicos de la época de asumir un rol protagónico a través del ejercicio político. Desde estas prácticas se configura una estrecha relación entre los funcionarios del Estado e inversionistas ingleses, alemanes, y franceses, planteando una política de modernización de la realidad nacional y regional con la ejecución de obras para el bienestar público. Esta realidad expresaba el desarrollo ideológico de los maracaiberos, vinculado con la penetración del liberalismo y el positivismo como corrientes del pensamiento, que sustentaban el establecimiento de un orden político y económico donde se concebía la mayor amplitud posible a la libertad individual. Esta perspectiva conduce a comprender los orígenes y raíces del asociacionismo en el siglo XIX, y la forma cómo determinan un imaginario y unas prácticas identitarias, que propician patrones culturales desde los cuales se visualiza una nueva concepción y utilización de los espacios públicos para el disfrute, la realización de obras, negocios y el ejercicio del poder. Estas prácticas asociativas tienen vigencia en la realidad actual venezolana, en el contexto de la crisis histórica por la cual atraviesan las estructuras que soportaron el funcionamiento de la democracia representativa. De acuerdo a la metodología empleada podemos ubicar a la investigación como documental, pues se basó en el análisis de datos provenientes de fuentes localizadas en el Archivo Histórico del Zulia (AHZ), el Centro de Investigaciones Documentales Históricas del Zulia (CIDHIZ), con apoyo de la producción del Centro de Estudios Históricos del Zulia, y otras referencias bibliográficas e informáticas. Palabras claves: Asociacionismo, Sociedades de Pensamiento, Poder, Maracaibo, Constitución. Dirección Electrónica: [email protected] [email protected]
BOSCÁN FERNÁNDEZ, Jairo Enrique. “Associationism as an instrument of participation and power exercise in Maracaibo” (1880 – 1910) and its use Universidad del Zulia. Facultad de Humanidades y Educación. División de Estudios para Graduados. Programa de Historia de Venezuela, Magistery level, Maracaibo, Venezuela. 2005, 164 pp.
ABSTRACT
The main goal of this research paper is to intend the analysis of different cooperative organizations raising as commercial, industrial and ideological development manifestation, and as social and economical power instruments in Maracaibo (1880-1910) and its present validity. Economical actors at that time were worried to assume an important role through the political exercise, so this process comes to give an answer to their preoccupation. A narrow relation is configured from these practices among state employees and English, German and French investors, stating a modern policy from national and regional reality with the construction of facilities aimed to the public benefit. This reality expressed Maracaibo’s people ideological development related to liberalism and positivism entering as thinking currents, which gave support to the establishment of a political and economical order where the widest individual freedom possible was conceived. This perspective leads to the understanding of origins and roots of cooperative organizations in the nineteenth century, and the way imaginary and identity practices were determined, that promote cultural patterns from which a new conception and public spaces usage are visualized in order to fulfill amusement, construction of facilities, business, and power execution purposes. These cooperative practices are valid in the Venezuelan present reality, in the context of the historical crisis that the supportive structures of the representative democracy functioning undergo. According to the methodology employed, we can say that this research paper is documentary, thus it was based on the data analysis derived from sources located in the Zulia Historical Archive, The center of Historical Documentary Investigations of Zulia, sponsored by the production of the Center of Historical Studies of Zulia, and other online and bibliographic references. Key words: Associationism, Thinking societies, Power, Maracaibo, Constitution. E-mail: [email protected] jaboscá[email protected]
INTRODUCCIÓN La temática de este trabajo que hemos intitulado “El asociacionismo como
instrumento de participación y ejercicio del poder en Maracaibo (1880-1910) y su
vigencia actual”, hace parte de la línea de investigación “Representaciones, actores
sociales y espacios de poder” perteneciente al programa: “Identidades, poder y
prácticas sociales”, coordinada por la profesora Belín Vásquez de Ferrer, investigación
adscrita al Centro de Estudios Históricos de la Facultad de Humanidades y Educación y
financiada por el Consejo de Desarrollo de la Universidad del Zulia.
La misma pretende analizar el surgimiento de las diferentes modalidades de
asociaciones como instrumentos de ejercicio del poder de los actores económicos y
sociales en Maracaibo en el período 1880-1910 y la vigencia que tienen a nivel regional
y nacional. Se toma este período de estudio tomando en cuenta el auge que tuvieron
diversas formas asociativas, tanto en Venezuela como en Maracaibo, donde se
observa el florecimiento de organizaciones de diversos tipos que llegan a establecer
fuertes relaciones con los funcionarios del Estado nacional y local, planteando una
política de modernización de la realidad nacional y regional con la ejecución de obras
para el bienestar público. El abordaje de la temática nos conduce a comprender los
orígenes y raíces del asociacionismo en el siglo XIX, y la forma cómo determinan un
imaginario y unas prácticas identitarias, que propician patrones culturales desde los
cuales se visualiza una nueva concepción y utilización de los espacios públicos para el
disfrute, la realización de obras, negocios y el ejercicio del poder.
Asumimos al asociacionismo cono una estrategia de organización que a partir de la
formación de un conjunto de modalidades (gremios, sociedades, juntas, clubes,
cofradías), se fomentaba la reunión de un grupo de individuos con posiciones
comunes, a fin de promover la lucha por un objetivo concreto o, en su defecto, por
salvaguardar sus privilegios económicos, políticos o culturales, frente a las decisiones
emanadas del poder público y que de alguna manera afectaban sus intereses o
posibilitaban obtener provechos económicos, a través de la ejecución de obras y otras
Iniciativas asistencialistas. Esta situación determina un compartir del ejercicio del poder,
puesto que una buena parte de las decisiones que se tomaban desde el ejecutivo
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estaban claramente determinadas por individuos asociados pertenecientes al sector
privado, quienes influían sobre los funcionarios públicos a la hora de decidir cual obra
era necesaria aprobar, en que condiciones se debía ejecutar e incluso, quienes la
llevarían a cabo, dándose el caso que generalmente la responsabilidad de su
materialización correspondía a esos mismos individuos pertenecientes a importantes
firmas comerciales e industriales.
El asociacionismo es definido por Elena Maza Zorrilla en “Asociacionismo en la
España Contemporánea” como un producto de la modernidad y consecuentemente de
la disolución del antiguo régimen europeo. Exponiendo que:
“Los estudios antropológicos sobre el asociacionismo han aportado también una ampliación de su significación más allá de su consideración como vehículos para la participación social y política de los ciudadano (...).Las asociaciones, sus tipos, formas, características y funciones aparecen como aspectos importantes de la cultura política de cada sociedad, adquiriendo en ocasiones el carácter de auténticos marcadores de la especificidad diferenciada de la misma: cofradías andaluzas, sociedades gastronómicas vascas, sociedades excursionistas catalanas, peñas taurinas navarras, asociaciones musicales valencianas, son algunos ejemplos (1) (Ver anexos 1 y 2)
Quienes han abordado, desde diferentes perspectivas, el estudio de las últimas
décadas del siglo XIX, coinciden en señalarlas como la Edad de Oro de Maracaibo,
determinada por una serie de hechos y procesos que maduran de manera definitiva en
estos años.∗ En el marco de este momento estelar, irrumpe el asociacionismo como
expresión del nivel de desarrollo ideológico e intelectual que habían alcanzado los
actores del espacio público zuliano de finales de siglo XIX, con un alto sentido de
conciencia acerca de su papel de dinamizadores y propulsores del proceso de
construcción de una sociedad sustentada en los valores de modernidad que imperaban
∗ Mencionamos, entre muchos otros, los siguientes: Creación en 1880 de la Compañía de Seguros Marítimos y en 1882 del Banco de Maracaibo, reflejo de un desarrollo financiero; inauguración en 1884 de la primera línea de tranvías de tracción animal: construcción en 1886 del ferrocarril de la Ceiba a Trujillo y posteriormente el gran ferrocarril del Táchira; proliferación de periódicos de diversos carácter con un número aproximado de 40 entre 1880 y 1890; auge de la actividad intelectual manifestada en el incremento de producciones bibliográficas y folletos; surgimiento de la Cámara de Comercio de Maracaibo en 1895; creación en 1891 de La Universidad del Zulia, expresión del desarrollo educativo, intelectual y cultural de la sociedad marabina; instalación de una significativa cantidad de firmas comerciales a partir de 1870 en las diferentes ramas de la producción.
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en el mundo, circunstancia que refuerza el sentido de identidad regional que, aún hoy
día, distingue a sus habitantes. Asumimos el auge del asociacionismo en torno a las actividades artesanales y
comerciales, como una manifestación del desarrollo ideológico del pensamiento liberal
ya reflejado desde la década de 1830. Se construye un discurso fundamentado en el
progreso y el bienestar común como filosofía de actuación, pero que en el fondo
protegía los intereses de las elites dominantes.
Desde esta perspectiva se avanza en la asimilación y propagación de un conjunto de
valores asociados a las inversiones capitalistas, donde las formas de organización
económica y social, sobre todo las Sociedades de Pensamiento, se constituyeron en el
instrumento por excelencia de participación y expresión de los actores fundamentales
del proceso, en función de la construcción de un nuevo ideal de nación sustentada en
principios propios de las corrientes del pensamiento moderno de la época: Liberalismo y
Positivismo. En consecuencia, los actores del espacio publico marabino asumieron el
ejercicio del poder bajo los criterios expresados por Michel Foucault, “ como una red
productiva que atraviesa el cuerpo social produciendo disfrute y crecimiento más que
como una instancia negativa que tiene como función reprimir ” (2) El enfoque que cada grupo da a su práctica y privilegios determinan la forma como
el resto del colectivo se identifica y se suma a las mismas, en el caso del período en
estudio se palpa como las elites económicas e intelectuales asumen el liderazgo de las
luchas y propuestas regionales en función del desarrollo de una serie de obras que
postulaban el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes de la ciudad,
propuestas que logran la adhesión del resto de la sociedad, quienes, en muchos casos,
las asumieron como propias. En este sentido, se plantea una interacción de intereses
que determinan una lucha común por la materialización de estos objetivos, aún cuando
en las elites predominan intereses de orden material que van mucho más allá del
discurso autonomista y benefactor, el de recuperar y fortalecer privilegios de orden
económico, sin embargo, logran a través de los medios de información con los cuales
contaban, convencer a la mayoría de acompañar su lucha por propiciar ese bienestar
colectivo.
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Las Sociedades de Pensamiento se constituyeron en la práctica asociativa más
relevante de los maracaiberos y zulianos durante el período en estudio, ellas
representaban un nuevo tipo de sociabilidad moderna a través de la cual la población
encontró formas de organización que posibilitan redefinir los patrones de su relación
con los integrantes del Estado. Francois Xavier Guerra las define de la siguiente
manera: “Eran sociedades constituidas por actores sociales de tipo antiguo, las sociedades europeas del Antiguo régimen a las que pertenecen las sociedades hispánicas, se pensaban naturalmente como un gran cuerpo con órganos diferentes y funciones diversas: como un conjunto de estamentos, corporaciones y comunidades políticas diversas. Se pensaban como lo que eran: un conjunto de grupos yuxtapuestos, superpuestos e imbricados, cada uno con sus derechos y deberes específicos, “con sus privilegios” -sus leyes propias- que definen su situación en relación con los otros grupos y con el Estado”(3)
En esta perspectiva precisamos conocer y analizar la posición y actuación de los
diferentes actores sociales de la época y el contexto social donde se plasmaron los
hechos, a partir de estos vínculos se propician las redes sociales derivadas de las
múltiples relaciones entre sujetos y colectivos sociales que actúan e interactúan
dándole forma y sentido al ejercicio del poder, de acuerdo a determinados
intereses individuales, grupales o colectivos. La forma cómo el resto del colectivo se
identifica y se suma a las mismas, en el caso del período en estudio, se palpa en los
grupos económicos e intelectualmente más favorecidos, que asumen el liderazgo de
luchas y propuestas regionales en función de la soberanía y autonomía, con ellas las
elites intentaban recoger el sentir y aspiración del colectivo. En esta perspectiva, la
interacción de intereses de orden material va mucho más allá del discurso
autonomista, pues se trataba de recuperar privilegios económicos seriamente
lesionados por las medidas guzmancistas de cerrar la aduana de Maracaibo y la
vulneración de nuestra soberanía con la creación del gran estado Falcón-Zulia, sin
embargo, mediante los órganos de opinión pública alcanzaron sus propósitos en favor
de propiciar el bienestar común, como principio y práctica social del pensamiento liberal.
Finalmente considero conveniente explicar la utilización de algunas categorías que
por su importancia en la comprensión de los fenómenos espaciales, económicos,
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sociales, políticos y culturales, se han convertido en referencia obligada de todos
aquellos estudios de carácter regional que abordan el proceso histórico marabino y
zuliano dentro del contexto de lo nacional e internacional.
La primera de esas categorías lo constituye la región Geo-Histórica Marabina, la
cual expresa la existencia de un área con características históricas comunes, producto
de la gestación de vínculos económicos y socio-culturales entre los paisajes que la
componen y por la influencia de una ciudad que actúa como centro jerarquizante•.
Aplicado al contexto zuliano, estamos hablando de Maracaibo como una ciudad-puerto
que asumió durante el siglo XIX el liderazgo del desarrollo regional, occidental e incluso
del nororiente colombiano, facilitado por su estratégica ubicación que le permitió
convertirse en ruta marítima obligada del comercio caribeño hacia Norteamérica y
Europa, por lo cual estudiar la dinámica del intercambio comercial de Maracaibo con el
resto del país y el exterior resulta clave para entender la coyuntura de auge económico
que se produjo en las ultimas décadas del siglo XIX, y su influencia en la generación de
los procesos de asociación, el surgimiento de una elite intelectual y en definitiva en la
construcción de una clara y definida identidad regional.
Autonomía: en el período y como producto de las políticas guzmancistas de atropello a
la soberanía del Zulia como entidad, comienza a gestarse una verdadera conciencia
autonomista en los zulianos, quienes desde diversos espacios presionan a través de un
discurso político claro y coherente la devolución de la autonomía perdida y la disolución
del nuevo estado creado, estos ciudadanos se agruparon fundamentalmente en formas
de organización políticas y económicas creadas para la época, como producto del
desarrollo ideológico de las elites zulianas en torno de las modernas corrientes del
pensamiento liberal dominante en los grandes centros económicos capitalistas de ese
momento.
Opinión pública: se desarrolla en este período una verdadera revolución de las ideas,
sobre todo en los grupos que liderizaban los procesos políticos y económicos. Estos
comienzan a expresar puntos de vistas que van a tener influencia en el desarrollo
• Leer a: CARDOZO GALUE, Germán. 1991. “Maracaibo y su región histórica. El circuito agro-exportador 1830-1860”. 1era edición. Maracaibo, Venezuela. LUZ.
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histórico marabino, favorecido por dos iniciativas que podemos ubicar cómo causa y
consecuencia de ese despertar ideológico de los zulianos de la época, estamos
hablando por un lado del surgimiento de los gremios y sociedades del pensamiento
como espacios para la discusión y debate de ideas y propuestas en torno a la dinámica
de funcionamiento de la sociedad zuliana, y por otro lado la proyección y divulgación de
esas ideas al colectivo a través del florecimiento de la prensa como canal natural para
la información de aquellos temas de interés general, habiendo asumido la mayoría de
los órganos periodísticos existentes para la fecha una clara posición de enfrentamiento
a las políticas centralistas que buscaban limitar la soberanía del Zulia.
Identidad Cultural: si alguna importancia tiene el período en estudio es el nivel de
conciencia que adquirió el zuliano en torno a aquellas políticas y problemáticas que le
aquejaban, esto se palpa sobre todo en la manera coherente y organizada como se
responde a las iniciativas que intentaban vulnerar nuestra autonomía, en particular las
dos medidas Guzmancistas ya señaladas. A partir del auge del comercio, la educación,
el desarrollo de las ideas, la organización de gremios y sociedades de diversos tipos, se
materializa un proceso de maduración de la conciencia regional que marca de manera
muy positiva el desarrollo histórico del Zulia.
Vínculos Sociales: la manera en que los individuos sé interrelacionan a partir de la
existencia de reglas y practicas establecidas por el conjunto de la sociedad. Resulta
muy claro como en este período se establece un vinculo muy fuerte entre los diferentes
actores del proceso en función de la materialización de un objetivo común, devolver al
Zulia su aduana y su autonomía, individuos de diversas posiciones sociales y
económicas coordinan sus posiciones y conductas en aras de luchar por esos logros,
es así como banqueros, profesionales, comerciantes, intelectuales, artesanos y
trabajadores, cohesionan un discurso y una práctica en torno a la necesidad de
enfrentar la agresión centralista, en otras palabras, la sociedad planteó un ideal de
conducta esperada y deseada que fue asumido por el colectivo desde diferentes
espacios y frentes. Es allí donde el fenómeno del asociacionismo cobra especial
trascendencia como instrumento de participación efectiva de esos actores en la
conducción histórica de los destinos de la región.
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Espacio Público: entendido como el ámbito donde el individuo, de manera
espontánea y atendiendo a criterios y normas de convivencia social, actúa en función
de desarrollar sus potenciales, alcanzar sus expectativas y ejercer sus deberes y
derechos. En el espacio público marabino de finales del siglo XIX vamos a encontrar la
materialización de una serie de manifestaciones que contribuyen a generar un sentido
de ciudadanía a partir del ejercicio de ciertos derechos, surgen valores como el
corporativismo y la solidaridad, que determinan un comportamiento vinculado a los
valores y principios del liberalismo que penetraba el tejido social de la realidad zuliana
de la época. De igual manera, conceptos de orden jurídicos e ideológicos, van a marcar
positivamente la construcción de una conciencia e identidad regional, tales como:
Constitución, Ciudadanía, Soberanía, Autodeterminación, etc.
Los resultados de la investigación nos permiten esclarecer la adopción de unos
valores asociados a los negocios y al poder, en función de un Estado que establece
fuertes vínculos políticos y económicos con las diferentes corporaciones existentes en
la sociedad maracaibera. Se construye, en consecuencia, un discurso que asumía al
bienestar común como filosofía de actuación, pero fortaleciendo a la vez los privilegios
e intereses de las elites constituidas en torno a las actividades comerciales e
industriales desplegadas a lo largo de Maracaibo, apuntaladas igualmente por el
florecimiento de una intelectualidad fuertemente ligada a los hombres prósperos de
negocios de la época. Mediante el manejo de la opinión publica, a través de un número
importante de periódicos y otros medios de difusión, éstos lograron proyectar hacia la
población su interés por fomentar un proceso de transformación a todos los niveles, con
lo cual, además de avanzar en la consolidación de la sociedad moderna idealizada en
su imaginario, se estaba fortaleciendo su hegemonía como clase económica y social,
ahora con una fuerte capacidad de incidencia en las decisiones políticas que se
tomaban en las instancias del alto gobierno tanto nacional como regional.
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CAPITULO I ORIGEN Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL ASOCIACIONISMO A NIVEL MUNDIAL
Desde tiempos muy remotos el ser humano se preocupó por reunirse en grupos para
enfrentar los desafíos y obstáculos que la naturaleza le imponía. En los primeros
momentos de la vida humana el actuar de manera colectiva constituía una necesidad
para poder aspirar a un nivel de subsistencia dentro de una realidad que le presentaba
barrera y obstáculos a la hora de obtener los recursos indispensables para la
subsistencia de los individuos; por ello el comunitarismo, como expresión de una
necesidad de reunión y agrupación, se constituye en una práctica cotidiana
fundamental en la propia existencia del hombre.
A pesar que el colectivismo como organización social va desapareciendo al surgir la
propiedad privada en el contexto de las divisiones de clases, el hombre no perdió el
habito de agruparse; por el contrario, comienza a propiciar la creación de espacios e
instancias donde confluyen una serie de individuos con afinidad en sus pensamientos,
faenas o necesidades, expresando la búsqueda de canales a partir de los cuales éste
trascienda los límites del individualismo para traducirse en un ser colectivizado que
buscara la satisfacción de sus requerimientos o el hecho de enfrentar circunstancias
adversas que la sociedad le imponía.
En el caso de las asociaciones profesionales europeas, éstas tuvieron como
antecedente decisivo en su conformación, el nacimiento y evolución de las
denominadas logias masónicas.
“Su origen no va más allá de 1350, en que los ingleses
llamaban free-stone-masón al albañil que se ocupaba de la piedra de adorno como forma de diferenciarlo del rogugh-masón que trabajaba la piedra bruta. Es la primera mención histórica a lo que derivaría en el término Francmasón y acabaría por designar a los seguidores de la Masonería moderna. En la Edad Media, las grandes obras arquitectónicas que se desarrollaban durante años requerían una organización precisa y reglamentada que establecía una rígida jerarquía de subordinaciones. Debido a ello los albañiles constituían un gremio perfectamente organizado y muy exclusivo en el que la experiencia de cada
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uno determinaba los conocimientos a los que podía aspirar” (4)
De allí derivan los gremios que conceptualmente designan a la agrupación de
individuos que con fines fundamentalmente laborales se reúnen para facilitar el
desarrollo de sus obligaciones y funciones, éstos implicaban toda una organización
interna que determinaba el surgimiento de formas de liderazgo y la promoción de
normas y reglas que regulaban el ingreso y comportamiento de cada uno de sus
integrantes. Tomando en cuenta los aspectos históricos que caracterizaron lo que
hemos conocido como la edad media, dichas iniciativas estaban impregnadas de un
fuerte carácter religioso, como todos los elementos constitutivos de la realidad europea
de entonces.
”Existía un maestro albañil que dirigía los talleres llamados
logias. En cada logia trabajaba una docena de albañiles o masones de diferentes categorías: maestros, compañeros y aprendices. La admisión en el gremio exigía haber nacido libre y ser de buenas costumbres. Los gremios formados por las logias tenían derechos políticos reconocidos y conservaban celosamente los conocimientos de su oficio que han sido perpetuados en la simbología masónica: escuadra, compás, mallete, mandil, etc. Este asociacionismo medieval de carácter profesional por parte de los albañiles se ha dado en llamar "masonería operativa" como forma de diferenciarla de la "masonería especulativa" hacia la que evolucionó aquella durante los siglos XVI y XVII” (5)
En este contexto el gremio se asocia a la existencia o configuración de un grupo de
individuos quienes se reúnen y organizan para la realización de un trabajo, siendo la
forma asociativa un instrumento para la ejecución eficaz y coordinada de tal labor. Sin
embargo, no se proyecta en estas primeras prácticas asociativas un sentido o carácter
de representación de individuos por otros, quienes de alguna manera asumirían su
defensa en la búsqueda de objetivos y reivindicaciones que favorecieran al grupo, es
decir, aún el gremio no asume la condición de referencia sindical tal y como las
conoceríamos más adelante. Según el Dr. Fernando Carlos Ibáñez,:
“El desarrollo histórico de las prácticas asociativas profesionales, entendidas como entidades gremiales, evoluciona a través de varias etapas, desde la época en la cual no existió referencia alguna de instancias que
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agruparan, bajo el sentido de representación de trabajadores, hasta los tiempos modernos donde la misma se encuentra prácticamente blindada mediante un sofisticado engranaje jurídico que protege e incluso promociona la necesidad de que los individuos que ejercen alguna labor profesional se encuentren debidamente agrupados y amparados en el ejercicio y disfrute de sus derechos.” (6)
El autor citado plantea, en consecuencia, las siguientes etapas evolutivas del
gremialismo:
“1. La etapa de la total inexistencia de las asociaciones gremiales o entes que pudieran considerarse un precedente a éstas; este período se extiende desde la Antigüedad hasta el siglo XVII. De acuerdo a los datos existentes sobre el tema, se acepta que hasta el siglo XVIII ninguna organización social pensó en contar con entidades intermedias que representaran a los trabajadores. 2. La etapa de la aparición incipiente de los primeros rudimentos de sindicatos; este período se caracteriza por el surgimiento de primarias formas de organización que tenían por objeto algo análogo a lo que hoy identificaríamos como la defensa de los intereses profesionales de los trabajadores, y que podemos situar alrededor de 1789 con la Revolución Francesa 3. La etapa de la prohibición de las asociaciones gremiales; localizada también alrededor de la Revolución Francesa, de donde nació la Ley Chapelier (14-VI-1791) en la que expresamente se las consideró perniciosas ya que el Estado, impulsado por la llamada nueva burguesía, estaba para representar los intereses comunes. 4. La etapa de la tolerancia y el comienzo de su legalidad; posterior a la Revolución Francesa, cuando en el siglo XIX se comenzó nuevamente a considerar -sin legitimarlas- a las agrupaciones de trabajadores como expresiones de la comunidad organizada. 5. La etapa del reconocimiento de las asociaciones gremiales; que históricamente se inicia con los comienzos del siglo XIX, y que primero pasó por el reconocimiento de las entidades a través de normas aisladas, luego se pasó a crear un marco regulatorio y finalmente se las elevó al rango constitucional en el proceso denominado del constitucionalismo social, que comienza en 1919 y se profundiza después de la Segunda Guerra Mundial en casi todos los países centrales” (7)
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En España se comienza a expresar una voluntad asociativa entre los trabajadores
en la ciudad de Barcelona desde la Alta Edad Media.
“En un primer momento, éstos se organizaron alrededor de las cofradías, asociaciones profesionales bajo la advocación de un santo patrón que realizaban funciones puramente religiosas, benéficas y asistenciales, como podrían ser celebrar la festividad del santo patrón y difundir su culto o promover la caridad hacia pobres y enfermos (…) Posteriormente las mismas fueron pasando a ocuparse también de temas económicos y políticos, y en este punto tuvieron su origen los denominados gremios. Llamamos gremios a aquellas corporaciones profesionales, características de la sociedad estamentaria desde los siglos XIII al XIX, que estaban oficialmente reconocidas por los poderes públicos oficiales y que eran de afiliación obligatoria para el ejercicio de una determinada profesión.” (8)
Las cofradías nacidas en la Edad Media fueron las mayores asociaciones de España
durante la modernidad, éstas se multiplicaron por todas partes a partir del siglo XVI, no
sólo por medio de nuevas fundaciones, sino también a través del reforzamiento de
antiguas hermandades de origen medieval.
“Pero fue en la época barroca cuando se produjo una auténtica eclosión cofradiera en nuestro país, de modo que, en la primera mitad del siglo XVIII, las cofradías llegaron al máximo de implantación, hasta el punto de motivar una importante actuación gubernamental, por parte del Estado, con vistas a la reducción, en la década de los setenta del siglo XVIII, cuando ya eran más de 25.000 las cofradías que existían en nuestro país. Las cofradías estaban sólidamente implantadas en todas las regiones españolas, tanto en el mundo urbano, como en el mundo rural. Y era entonces rara la persona adulta que no pertenecía al menos a una cofradía” (9)
Estas organizaciones son entes de carácter consuetudinario, congregaciones de
personas con una dedicación productiva común. Las cofradías-gremios surgen en
coyunturas críticas: fines del siglo XV y comienzos del siglo XVI, coincidiendo con la
salida de la crisis medieval y el fortalecimiento de los señoríos colectivos. Según los
autores Álvaro Aragón Ruano - Xabier Alberdi Lonbide:
“El mundo de las cofradías se movía en el siglo XVIII en un ámbito ambiguo, no siempre fácil de precisar. Por un lado se
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trataba de asociaciones religiosas, pero por otro, salvo excepciones, estaban formadas mayoritariamente por laicos, por lo que permanecían un poco al margen de la estructura eclesiástica. Tampoco sus actividades eran sólo religiosas en sentido estricto; el quehacer de las cofradías se extendía al ámbito benéfico, al ocio, a la vida social, en suma. Por ello no es de extrañar que, aunque la jerarquía apreció la importancia del fenómeno y, en líneas generales, lo impulsó, mantuvo con las cofradías una cierta actitud de recelo y desconfianza” (10)
Paralelamente seguían existiendo las cofradías de finalidad exclusivamente
religiosa, que agrupaban a profesionales de los más diversos sectores y que se seguían
ocupando de cuestiones benéficas y piadosas. Son éstas la expresión de una cultura
participativa afincada en una filosofía altruista que encontraba en la posibilidad de
ayudar al semejante su propia razón de ser. Se constituyeron esas cofradías en
inspiración de un conjunto de sociedades que surgen dentro de la América hispana y
que en muchos casos se constituyeron en palanca de desarrollo económico, social y
cultural, a partir del diseño de iniciativas de carácter asistencialistas integradas a las
políticas públicas del propio Estado.
A partir de la revisión del comportamiento de estas prácticas asociativas en Europa
y más específicamente en España como modelos que se trasladan a América con el
proceso colonizador; podemos concluir que:
“Las cofradías-gremios surgen en coyunturas críticas: fines del siglo XV y comienzos del siglo XVI, coincidiendo con la salida de la crisis bajomedieval y el fortalecimiento de los señoríos colectivos; fines del siglo XVI y principios del siglo XVII, cuando el modelo pesquero entra en crisis y la provincia trata de monopolizar dicha actividad; a partir de la segunda mitad del siglo XVII, como consecuencia de la progresiva presión que la Corona ejerce para obtener levas de marinería. Coyunturas en las que los colectivos que las componen ven en peligro sus intereses, siendo la única posibilidad de encauzar sus demandas, dentro del limitado marco político-institucional de la época. Esto provoca el endémico enfrentamiento con las autoridades, siendo su resultado el control que éstas acaban ejerciendo” (11)
Los gremios son posteriores a las cofradías, siendo una especie de desprendimiento
de ésta que, manteniendo un sentido y fundamentación religiosa, extrapola su radio de
22
acción a otros ámbitos de la vida de los españoles, adquiriendo así buena parte de las
características y objetivos con los cuales hoy conocemos en la América hispana a esta
modalidad asociativa.
“El papel de los gremios se fue extendiendo también a las cuestiones religiosas y asistenciales que habían caracterizado a las cofradías, reconociéndose igualmente su carácter y funcionamiento político expresado en el grado de participación que tuvieron dentro del gobierno municipal. Pero especialmente relevante fue el papel que los gremios adquirieron en los aspectos relacionados con la organización técnica y el control del trabajo y la producción, ya que a través de los mismos se ejerció un control sobre los precios, se reglamentó el ejercicio de la profesión, se inspeccionaron los productos, se prestó atención a la formación de los miembros, etc. Y todo ello se llevó a cabo de un modo legal mediante la promulgación de ordenanzas aprobadas por los monarcas” (12)
Los antecedentes sobre el reconocimiento de las asociaciones gremiales se
remontan al año 1868 cuando se reconoce en España el derecho a asociarse, sin
embargo, en 1872 se produce una cierta involución en este aspecto al disponerse la
disolución de las asociaciones existentes. En América y más específicamente en los
Estados Unidos el derecho de asociarse se reconoce en 1825, no siendo hasta 1890
cuando la Sherman Act reconoce los derechos de los sindicatos obreros. El primer
sindicato en la Argentina fue la Sociedad Tipográfica Bonaerense, que se fundó hacia
el año 1867. Posteriormente en el año 1890 se crea la FORA, o Federación Obrera
Regional Argentina, orientada por los inmigrantes de origen anarquista. Los socialistas ,
mientras tanto, organizan su propia central con la UGT, o Unión General de
Trabajadores.
Podemos señalar como un mecanismo asociativo de gran relevancia en España y
que igualmente se traslada a la América hispana y en particular a Venezuela el
denominado cooperativismo, figura que hoy día tiene singular importancia dentro del
momento histórico que vive la sociedad venezolana, siendo la forma asociativa por la
cual han optado los sectores tradicionalmente excluidos de la producción y las riquezas
para insertarse dentro de la dinámica económica del país, propiciando una cultura
23
emprendedora que intenta romper con el monopolio de los sectores oligárquicos
tradicionales a la hora de realizar iniciativas y obras de carácter públicas
El cooperativismo surge durante la segunda mitad del siglo XIX, en el propio
momento cuando la revolución industrial y el capitalismo alcanzan su máximo apogeo,
como una respuesta al capitalismo puro, abriendo ciertos espacios para la inserción de
grupos e individuos que no poseían los bienes y posibilidades de los sectores más
ortodoxos de ese sistema, sin embargo, no se aspiraba distorsionar sus métodos y
procedimientos. Primero aparece como una alternativa para abaratar los costos del
consumo familiar, para luego ser aplicado a las distintas ramas de la actividad
económica: agricultura,. Industria, construcción, comercialización, etc.
“El principio último de la empresa cooperativa o de la “economía social”, es la eliminación del lucro para la unidad empresarial y en consecuencia la repercusión directa de los beneficios en el bienestar de los asociados. Para hacer esto posible, son necesarios los demás principios del cooperativismo, que son los siguientes:
1.- Puerta abierta 2.- Control democrático 3.- Interés limitado al capital, si hay alguno 4.- Proporcionalidad en la distribución de los beneficios 5.- Previsión para la educación 6.- Cooperación entre Cooperativas
“La piedra angular del cooperativismo es el hombre”. (13) Las Sociedades Económicas de Amigos del país se constituye en otra práctica
asociativa de gran trascendencia en Europa y América. Se crearon como organismos
no estatales en la segunda mitad del siglo XVIII, cuyo objetivo primordial era el de
promover el desarrollo del país, especialmente en el aspecto económico. A estas
sociedades pertenecieron figuras importantes de la nobleza, la Iglesia y del mundo de
los negocios. Las sociedades económicas fueron en España organizaciones que
postulaban la necesidad, de liberalizar las mentalidades hacia la dignidad de las
actividades productivas, ejerciendo una fuerte acción para promover la separación del
saber teológico, del saber científico, material y aplicable. Buena parte de las provincias
y ciudades españolas fueron testigos del surgimiento de estas organizaciones,
destacando entre otras: las de Sevilla, Mallorca, Oviedo, Valladolid, Santander, Aragón,
24
Tenerife, Segovia, Madrid, Las Palmas de Canarias, Murcia, Valencia, Barcelona,
Málaga, Cádiz, Jaca.
“Entre la numerosa bibliografía existente podemos encontrar variadas interpretaciones. Menéndez Pelayo las considera el vehículo a través del cual pudieron entrar a España las ideas ilustradas; Sarra LH las considera meras fundaciones del poder central, y esa es la misma opinión que mantienen maravall (estuvieron no solo impulsadas sino mediatizadas por el gobierno) y Castellano, para quien constituyeron el aparato ideológico del gobierno. Anes niega esa dependencia, sosteniendo la tesis de que no surgieron de una decisión gubernamental sino de las condiciones socio-económicas de la época, y más eclécticos resultan Domingo Ortiz, que atribuye el nacimiento de algunas de ellas a iniciativas espontáneas de hidalgos y eclesiásticos, y otras veces a discretas presiones desde el gobierno y Enciso Recio al afirmar que los amigos aceptaron muchas veces criterios oficiales y se vieron condicionados e incluso conducidos en determinada dirección” (14)
En Hispanoamérica, la herencia de las sociedades españolas se traslada con
estricto respeto tanto en sus objetivos como en su estructuración, teniendo en las
publicaciones periódicas su principal instrumento de proyección y difusión de sus
iniciativas y opiniones. Entre las sociedades económicas que se fundan en territorio
americano encontramos las siguientes: Quito (1791); La Habana (1792); Guatemala
(1796), México (1799); Bogotá (1802), Lima (1822) y Caracas (1829).
Toda esta cultura asociativa va a encontrar un fuerte apoyo jurídico a partir de 1812
cuando España se inserta dentro del constitucionalismo liberal, como expresión de los
cambios políticos que se producen a raíz de la revolución francesa en 1789 y la
consecuente abolición del feudalismo medieval. Se define un nuevo modelo de
ciudadanía sustentada en los principios de igualdad y libertad. Estas ideas promueven
una sociabilidad que transitaba entre lo tradicional y lo moderno, simbolizada en los
ciudadanos y el Estado; amparada en la garantía y respeto a los derechos
fundamentales del hombre que lo traducía en ser libre de producir y generar iniciativas
que propiciaran el bienestar y progreso de él y de la sociedad. Se protegía la libre
asociación como un mecanismo de participación y promoción del desarrollo, el Estado
era garante de estos derechos económicos, sociales y culturales
25
“Uno de los episodios históricos más gloriosos de la ciudad de Cádiz fue el ocurrido con motivo de la invasión francesa de España y la posterior creación de la Constitución liberal de Cádiz, conocida popularmente como "la Pepa", por haber sido promulgada el 19 de Marzo de 1812, fecha de la onomástica de San José. Esta fue la primera Constitución española. Articulaba la organización de los poderes, los principios de la vida social, la ordenación administrativa, financiera, militar y educativa”. (15)
La constitución de Cádiz de 1812 estableció el modelo de liberalismo español del
siglo XIX., promoviendo la puesta en práctica de los principios básicos de la revolución
liberal burguesa.; entre ellos:
Regulaba la organización de poderes, financiera, militar, administrativa,
educativa.
Defensa de la propiedad, de la libertad y de la igualdad.
División de poderes. Legislativo (Las Cortes). Ejecutivo (El rey y sus ministros).
Judicial (tribunales de justicia).
Elecciones como mecanismos de participación.
Libertad de comercio, de explotación, de industria, de arrendamiento.
Abolición del Régimen señorial. Estos principios constitucionales devienen de la declaración de los derechos
universales del hombre a raíz de la revolución francesa, promulgada el 3 de noviembre
de 1789. “Los elaboradores de tan ardua misión, pensaron que podían exportar los
ideales revolucionarios por todo el mundo, y así es como ocurre actualmente(...) es este
sistema de vida el actual. Exportaron, la igualdad, la abolición del feudalismo, la
separación de iglesia y el Estado.” (16)
La profunda crisis política española que derivó en la invasión francesa tiene una
significativa importancia en la situación de sus colonias americanas. Se acelera la
consolidación de los intentos autonomistas de estos territorios, materializada en el inicio
de los procesos de lucha por la independencia política, pero igualmente determina en
ellas el surgimientos de mentes ilustradas que manifiestan una profunda convicción por
promover el constitucionalismo como herramienta jurídica y política que posibilitaba
enmarcar los principios fundamentales del proyecto emancipador. Estos modelos
tuvieron una clara identificación con los principios liberales esbozados en la ya
26
mencionada declaración, propiciando la promulgación de textos donde se consagran los
derechos fundamentales de la población, apuntalados en la promoción de la libertad
como privilegio fundamental de los hombres.
En el caso venezolano y maracaibero, las sociedades de pensamiento se
constituyeron en instancias promotoras de obras y políticas que sentaron las bases
para el tránsito hacia una sociedad con valores y principios sustentados en la
urbanidad, civilidad y progreso, bajo las premisas que orientaba la modernidad.∗ Estas
asociaciones tuvieron en el Estado a un aliado que promovió junto a ellas el ejercicio de
una política pública, donde los principios que sustentaron el nacimiento de esas formas
asociativas se constituyeron en los ejes orientadores de todo un accionar que encontró
en los desamparados el pretexto para poner en ejecución iniciativas de diferentes
índoles, en el cual sector oficial y privado se coordinaron en sus propuestas y
gestiones, impactando de manera favorable el ejercicio del poder dentro de la realidad
zuliana, en relación a los frutos que la misma dejó, traducida en obras e iniciativas de
carácter asistencialitas.
De igual forma, encontramos diferentes modalidades asociativas como los gremios,
cooperativas, Sociedades Económicas de Amigos del País, Juntas de Fomento,
Cámaras Comerciales, etc; organizaciones que se constituyeron en instrumentos que
algunos individuos perteneciente al alto comercio y a la intelectualidad marabina de
finales del siglo XIX utilizaron para inducir a los funcionarios del Estado a compartir el
ejercicio del poder, traducido en la concreción de una serie de iniciativas que
posibilitaron erigir a dichos individuos en actores y elites dinamizadores del espacio
publico zuliano en todos los ámbitos: económico, social, político y cultural.
En definitiva la consolidación del fenómeno del asociacionismo como un mecanismo
propiciador del ejercicio del poder es un producto de la modernidad, en el contexto de la
expansión del capitalismo y como una respuesta de convivencia y confrontación dentro
del liberalismo.”La cultura asociativa, rompedora del individualismo, penetra gracias a
los pedagogos que la difunden: las burguesías rural y urbana, propietarios agrarios, ∗ Esta dinámica de organización para la participación pública la encontramos, igualmente, en otros espacios de Latinoamérica,, siendo Argentina una de las regiones donde con mayor claridad se observa la presencia de este tipo de modalidad asociativa, con fines muy semejantes a los que se postularon en nuestra realidad .
27
periodistas, ingenieros, alcaldes, concejales, sacerdotes, maestros, médicos,
veterinarios, boticarios, notarios (...) (17)
CAPITULO II DINÁMICA ECONOMICA DE LA CIUDAD DE MARACAIBO ENTRE 1880-1910.
La región como espacio social expresa la existencia de un área con características
históricas comunes, producto de la gestación de vínculos económicos y socio-
culturales entre los paisajes que la componen y por la influencia de una ciudad que
actúa como centro jerarquizante.• Aplicado al contexto zuliano, estamos hablando
de Maracaibo como una ciudad-puerto que asumió durante el siglo XIX el liderazgo
del desarrollo occidental del país e incluso del nororiente colombiano, facilitado por
su estratégica ubicación que le permitió convertirse en ruta marítima obligada del
comercio caribeño hacia Norteamérica y Europa, la dinámica del intercambio comercial
de Maracaibo con el resto del país y el exterior resulta clave para entender la coyuntura
de auge económico que se produjo en las ultimas décadas del siglo XIX, y su influencia
en la generación de los procesos de asociación, el surgimiento de una elite intelectual y
en definitiva en la construcción de una clara y definida identidad regional, así lo han
demostrado los diversos trabajos que desde diferentes perspectivas han abordado este
período de la historia zuliana, entre ellos los de Germán Cardozo Maracaibo y su región
histórica. “El circuito agro-exportador 1830-1860” e “Historia Zuliana: economía,
política y vida intelectual en el siglo XIX” y Belín. Vásquez “Los Agentes Sociales de
las Empresas del Espacio Público en Maracaibo, 1850-1920”.
“Maracaibo ha sido capital de provincia durante el centralismo; capital de estado
durante casi todo el período de la federación, y desde pocos años atrás, capital de la
sección Zulia, la parte mas importante del estado falconiano” (18)
Durante el período comprendido de 1880 a 1910 Maracaibo experimentó un
vertiginoso crecimiento en las actividades industriales y comerciales, expresado en el
surgimiento de una gran cantidad de fábricas en diferentes renglones y un acelerado
• Termino acuñado por los investigadores del Centro de Estudios Históricos de LUZ. Entre ellos: Germán Cardozo Galue en Maracaibo y su región Histórica (1991) y Belín Vásquez de Ferrer en Maracaibo puerto jerarquizante del comercio en el occidente venezolano.. Siglo XVIII. Facultad de Humanidades y Educación, Cuaderno de Historia N° 14 (1985)
28
intercambio comercial a lo interno y externo del distrito marabino. Entre otros factores,
el desarrollo de obras viales y de transporte como la construcción del gran ferrocarril de
la Ceiba, sumado a la gran actividad que desde décadas atrás se venían desarrollando
a través del puerto, impulsó ese crecimiento comercial.
“Constituyó un período significativo en la historia regional y nacional vinculada al desarrollo económico, comercial e industrial que experimentó Maracaibo en el mismo, si fuéramos a considerar todas las circunstancias que sirven para calificar el comercio, podríamos asegurar que Maracaibo, si no es la primera ciudad mercantil de Venezuela, es la que reúne más condiciones para serlo en el porvenir. Sin duda que los valores de su tráfico no ascienden a la suma de los de Caracas, Ciudad Bolívar, quizás Valencia, pero su excelente posición topográfica lo hace bajo el aspecto mercantil una de las ciudades más importantes de la América, reuniendo en su centro las cosechas del estado de Santander en gran parte, los de la Cordillera Andina, los de los Distritos Colon, Sucre, Guzmán Blanco. Su comercio lo constituyen principalmente la caña de azúcar, el añil, el cacao, (...) tabacos, café, ( ...) maíz, (...) plátanos, (...)” (19)
Este desarrollo y auge comercial que convierte a Maracaibo en un punto obligado
para el tránsito e intercambio comercial a lo interno y externo del territorio venezolano,
estuvo impulsado por la permanente presencia de inversionistas extranjeros vinculados
a los grandes centros económicos del capitalismo mundial. “Los comerciantes
extranjeros fueron beneficiados por disposiciones nacionales (leyes y tratados) que los
eximia de múltiples deberes públicos y gozaban de la protección diplomática; estas
ventajas les garantizaba el éxito en sus gestiones comerciales” (20)
Estas ventajas políticas sumado a las bondades de la ciudad en cuanto a su
excelente ubicación geo-estratégica, que favorecía enormemente el trafico comercial,
tanto intercontinental como del que se proyectaba dentro del propio territorio americano,
terminó convirtiéndola en centro por excelencia de un trafico comercial tanto a lo interno
como externo del país, circunstancia que igualmente propicia un significativo desarrollo
industrial a partir de la segunda mitad del siglo XIX, impulsado precisamente por esos
inversionistas extranjeros y por las iniciativas públicas que conllevaron a generar las
condiciones jurídicas idóneas para la instalación de esas iniciativas comerciales.
29
“La actividad comercial en la región marabina estuvo controlada primeramente por las casas británicas, y a partir de 1850 fueron los alemanes quienes condujeron esta actividad, los cuales se convirtieron en los agentes controladores del circuito agro exportador. Las casas comerciales se dedicaban a la exportación de las producciones agrícolas procedentes de las áreas productivas trujillanas, tachirenses y neogranadinas y la importación de productos manufacturados del extranjero para la redistribución a los mercados de las áreas; fue así como se desenvolvieron las casas comerciales establecidas en la región lacustre marabina. Los principales centros receptores de las producciones agrícolas exportadas por el puerto de Maracaibo fueron Curazao, New York, Liverpool, San Tomas, y en relación a los puertos venezolanos tenemos: La Vela, La Guaira, Puerto Cabello, Guaranao que recibían mayor numero de las embarcaciones procedentes de la región marabina” (21)
Numerosas fueron las firmas instaladas en Maracaibo durante el período, dedicadas
a las más amplias y variadas actividades de la economía. En las mismas destacan un
conjunto de individuos, tanto extranjeros como criollos, quienes a partir de estas
iniciativas convirtieron a la empresa privada en un agente histórico de cambio y
promoción de una nueva realidad en el plano comercial e industrial. Esta circunstancia
impacta y condiciona las relaciones con los órganos del poder ejecutivo, en la medida
que éstos se ven obligados a diseñar sus políticas de carácter público en concordancia
con los intereses y visiones de esos actores lideres del desarrollo económico regional.
“El capital privado extranjero y maracaibero, se colocó en empresas de transporte, finanzas, producción de bienes, servicios y equipamientos urbanos. El Estado participó en muchas de ellas y algunas surgieron de la iniciativa gubernamental. La sociedad civil veía en esas formas de participación no sólo una reproducción de los capitales acumulados, sino una vía para aliviar la insolvencia del sector público, imposibilitado la mayoría de las veces para abordar la realización de las obras”.(22)
Entre las numerosas firmas que dinamizan para entonces el espacio público
marabino encontramos: Nones Rafael, Pinedo & Ca, Banco de Maracaibo, Gran
Ferrocarril del Táchira, Cervecería de Maracaibo, Coches de Maracaibo, Maracaibo
Electric Light, Unión agrícola, Proveedora de agua del lago, Seguros Marítimos de
Maracaibo, Navegación en el Lago de Maracaibo y sus afluentes, Ca., Tranvías de
30
Maracaibo, Dall∋ Orso & Co. Fossi y Ca. Cook A. & Hermano, Van Dissel, Rode & Co,
Rayhrer & Finhaber, Sttanford E. y Co., Steinvorth &Co. Añez Julio & Co, Beckman y
Co, Gomez h y Co. Ball y Co., Blohm & Co., H.L. Boulton Jr.& Co, Breuer, Möller &
Co., .París & Núñez Co, Eduardo Pérez Amado y Ca., Savelli Hermanos, París
&Amado Ca. Rincón Elisaul, etc. (Ver anexo N° 3 ).
El fenómeno del asociacionismo, en el caso de Maracaibo, estuvo claramente
vinculado a la inversión de capitales en las áreas comerciales e industriales, se
constituyó en una iniciativa de los actores lideres de dichas actividades para acceder a
las facilidades y privilegios que desde las altas esferas del poder público se podían
conceder a la hora de tomarse decisiones de índole económicas, siendo la promoción y
ejecución de obras y otras iniciativas para el bienestar colectivo el objetivo que estos
individuos asociados buscaban a la hora de reunirse bajo la apariencia de
organizaciones que expresaban el deseo de ayudar a quienes poseían menos
recursos, más adelante observaremos como una constante el que la gran mayoría de
los promotores de las asociaciones privadas eran representantes del alto comercio o
de la naciente industria maracaibera en estrecha relación con la intelectualidad
maracaibera, siendo que en muchos casos esos individuos poseían esa doble
condición.
Desde este punto de vista se puede establecer una clara relación entre la inversión
de capitales por parte de los sectores privados de la economía en la región y las
asociaciones que se crearon como vehículo para alcanzar ventajas del Estado,
generando la agrupación de comerciantes, industriales, propietarios y agricultores con
el fin de proteger e incrementar sus intereses y privilegios. El asociacionismo “busca
bienes políticos para sus socios ante el gobierno, ayuntamiento y compañías:
proteccionismo(...); facilidades para el desarrollo de los negocios(...); el fomento
agrario(...). Otras demandas referidas a la legislación económica (...) y capitulo
destacado ocupan las comunicaciones en la Cámara de Comercio”(23)
Las políticas públicas tendían a favorecer a los actores fundamentales del comercio
con la puesta en práctica de una legislación que privilegiaba y protegía sus inversiones.
Se planteaba, en consecuencia, una relación Estado-sociedad donde el primero
31
garantizaba las condiciones para que se promoviera el comercio, la industria y el
desarrollo de obras para el provecho colectivo, pero a la vez se imponían obligaciones
mínimas a los grupos privados asociados para que colaboraran en el financiamiento de
gastos que el Estado por si sólo no podía acometer. Observemos el siguiente acuerdo
emanado de la Asamblea Legislativa del Estado Zulia para corroborar esta realidad:
“Acuerdo 443. 15 de Enero de 1877. Acuerdo que autoriza al poder ejecutivo para que
solicite del comercio de Maracaibo el dinero necesario para cubrir los gastos de esta
cámara y para el pago de otras deudas del estado” (24)
Visualizamos a un Estado con un perfil corporativista que entiende su
funcionamiento a partir del establecimiento de fuertes vínculos de interdependencia con
los sectores privados de la economía, actuando como entes asociados en
organizaciones que, en apariencia con fines asistencialistas, propugnaba por conseguir
ventajas de los funcionarios oficiales. Se produce, en consecuencia una estrecha
relación entre los dos sectores, donde el primero consultaba y escuchaba las
propuestas y demandas de los actores y elites económicas asociadas, las cuales en la
mayoría de los casos eran complacidas con la puesta en práctica de una política
pública que favorecía los intereses de estos grupos, a través de la concesión de
contratos para obras, colaboraciones, facilidades para el establecimiento de comercios
e industrias e incluso el nombramiento de éstos como integrantes de las Juntas de
Fomento que actuarían como entes supervisores garantes de la correcta ejecución de
las obras que ellos mismos emprendían.
Junta de Fomento del Distrito Colón. Presidencia. San Carlos del Zulia. Noviembre 6 de 1897 Ciudadano. Secretario General del Gobierno del Estado. Maracaibo Tengo a marcada honra avisar a usted recibo de su nota oficial de 21 de Octubre último, signada con el número 182; y al hacerlo, es con el objeto de emitir el informe sobre obras públicas y de fomento que están a cargo de la Junta de Fomento que tengo el honor de presidir, lo que hago del modo siguiente: A cargo de esta junta están: los puentes de Santa Bárbara y la Maroma que están terminados ya: habiendo causado el primero un gasto de Bs. 1.400 y el ultimo uno de trescientos bolívares (Bs. 300) (...) La casa municipal, concluida con un
32
costo de Bs. 2.600; y la casa de gobierno, en fábrica, con un gasto de Bs. 9.610,82 (..)
Dios y Federación Juan B Boscán” (25)
Las relaciones del Zulia con el Estado nacional, liderado por Antonio Guzmán Blanco
a partir de 1870, no fueron las más propicias para los intereses locales. El proceso de
centralización administrativa que éste impuso afectó, en buena medida, los niveles de
autonomía con los cuales se movía la economía zuliana, generando fuertes
contradicciones entre la región y el poder central. Esa coyuntura termina de consolidar
el fenómeno del asociacionismo, el cual ya venia operando como mecanismo efectivo
de ejercicio del poder y el disfrute de privilegios por parte del sector privado .El conflicto
con el poder central promueve iniciativas y luchas autonomistas lideradas por las elites
maracaiberas, quienes a pesar de las medidas centralizadoras logran revertir parte de
ellas y mantener la prosperidad económica de la región y la reivindicación de los
derechos autonómicos que por momento se perdieron.
Fue un período difícil para los actores económicos y sociales maracaiberos, que
debieron enfrentar los embates del poder central que intentó despojar al Zulia de sus
potencialidades, no obstante los comerciantes e industriales locales se la ingeniaron
para contrarrestar esas acciones y en muchos casos establecieron relaciones de mutuo
acercamiento y provecho con los representantes del Estado regional. La ascendente
dinámica comercial fue liderada por la elite∗ de la región representada por individuos
vinculados a las diferentes casas comerciales e industriales. Desde finales del siglo XIX
estas firmas, representantes del alto comercio, alcanzaron mayor presencia en las
diferentes actividades de la región.
“Para la década de 1880, el circuito agro-exportador atravesaba por una etapa de vigoroso desarrollo (...) Bienestar que procedía del próspero comercio que se daba en el amplio territorio del circuito agro-exportador movido desde esa ciudad, con indicadores muy claros del desarrollo que logró durante la década de 1880, como son: la
∗ Nilda Bermúdez Briñez (en Vivir en Maracaibo en el siglo XIX (p 18) la define de la siguiente Forma: Por elite se comprende el grupo minoritario que influye en la sociedad por sus cualidades, por su posición socioeconómica o por su ubicación en el poder; es el grupo dirigente en las distintas áreas de la vida económica, social, cultural, política ,intelectual, militar, eclesiástica. Son las personas influyentes que están cerca del poder o lo ejercen. En la Maracaibo estudiada. la elite estaba conformada por una minoría social perteneciente al alto y medio comercio y a las finanzas, tanto criollo como extranjero, junto a los políticos, profesionales e intelectuales.
33
infraestructura portuaria, el movimiento y tráfico marítimo-lacustre, los ingresos aduanales, la situación del comercio interior y exterior, el surgimiento de compañías bancarias y aseguradoras, la inversión en transporte de productos por vía terrestre y lacustre; además del influjo que recibió la ciudad en obras de infraestructura urbana y arquitectónica” (26)
El sector de los comerciantes se convirtió en un importante elemento para el diseño y
ejecución de planes y proyectos que conllevaron a la construcción de un importante
número de obras públicas que sustentaban ese desarrollo económico-comercial que
había alcanzado el espacio histórico marabino para las ultimas décadas del siglo XIX.
Estos pasaron a constituir las Juntas de Fomento, que actuaban como entes
fiscalizadores de la adecuada marcha de esas iniciativas que de manera conjunta el
gobierno y los sectores privados emprendían. Paralelamente se propicia el surgimiento
de sociedades que con diversos fines propugnaban igualmente la apertura de toda una
política de construcción y edificación de obras para el bienestar social, todo esto en el
marco del dinamismo comercial que se había alcanzado.
“La política progresista en la sección Zulia, también se destinó al mejoramiento y construcción de templos, construcción y ornato de plazas, reparación y nomenclatura de calles, dotación de servicios públicos a la sección como: creación de bibliotecas, hospitales, escuelas, acueductos, alumbrado eléctrico, tranvías, creación de entidades bancarias (Banco de Maracaibo), teatro, exposiciones, ferrocarriles, reparación del palacio de gobierno, etc, todas con la finalidad de mejorar la fisonomía de la sección Zulia. Esta política progresista también fue implantada en los distritos de la sección con la finalidad de mejorar los servicios públicos de la colectividad.” (27)
Entre las obras que se adelantaron durante este período con la decidida participación
del sector comercial podemos señalar:
El Asilo de Huérfanos
El Teatro Baralt
La Biblioteca Pública
El Acueducto La Hoyada
El Nuevo Mercado
El Ferrocarril de la Ceiba a Trujillo
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El Alumbrado Eléctrico
La incorporación de los buques a vapor
Una política de construcción y mejoramiento de vías, especialmente las
que comunicaban con los estados andinos.
La primera línea de tranvías de tracción animal
Construcción de la nueva sede de La Asamblea Legislativa del Estado
Zulia.
El Mercado de Abastos
El Jardín Sucre
La Plaza Urdaneta
El Boulevard Baralt
El Nuevo Cementerio de Las Delicias
La Nueva Cárcel
El Servicio de Teléfono
El Servicio de Agua del Lago
La Nueva Sede del Concejo Municipal
El Ferrocarril de Bella Vista
La Pavimentación de Calles
Los muelles, aduanas y Malecones
El Hospital Chiquinquirá
La Casa de Beneficencia
Reconstrucción del antiguo muelle
Casa de la Gobernación
Hospital de la isla de providencia
Asilo de huérfanos
La biblioteca del Colegio Federal
Remodelación de plazas y hospitales
Establecimiento de la red de telégrafos
La Escuela de Artes y Oficios
Nuevas líneas de navegación a vapor• • Fuentes:. COLINA, Wirma. 1994. “El Estado Falcón-Zulia sección Zulia (1881-1890)” Tesis de grado para optar al titulo de Magíster en Historia de Venezuela. Maracaibo, Venezuela LUZ.(Sin defender) URDANETA QUINTERO, Arlene, PINEDA MORÁN, Nury. 1988. Acuerdos, Leyes, y Decretos de la Asamblea Legislativa del Estado Zulia. 1857-1908. Maracaibo, Venezuela. Asamblea Legislativa del Estado Zulia. Centro de Estudios
35
Los recursos que el Estado aportaba para el fomento y desarrollo de estas obras
provenía de diversas fuentes, entre otras: el impuesto a algunos productos, el
descuento del 2% a los empleados públicos, los ingresos por concepto de multas a
quienes portaran de manera ilegal armas, así como el producto de las ventas de éstas
en subastas públicas.
En el plano de las finanzas y el dinero también se puede palpar un importante
desarrollo dentro de lo que para el momento constituía la sección Zulia, se crearon y
fundaron un conjunto de instituciones que con diversas motivaciones y fines postulaban
la necesidad de propiciar el ahorro, la reproducción del capital, la inversión en iniciativas
y obras públicas y la asistencia al prójimo en aquellas circunstancias que lo ameritaran.
“En las finanzas el caso más importante fue la fundación del Banco de Maracaibo en 1882, para la circulación, descuento y emisión de billetes. Este instituto bancario fue creado por la Sociedad Mutuo Auxilio que además fundó La Caja de Ahorros, La Sociedad Protectora de Familias, La Junta Administradora de la Biblioteca Seccional y La Sociedad Mutuo Amparo.” (28)
En algunos casos, las propias sociedades actuaban como entes propiciadores de la
constitución y fundación de instituciones de carácter financiero, con el propósito de
estimular en sus miembros y en el colectivo la posibilidad de aportar sus dineros con el
fin de ahorrarlos y reproducirlos, pero también con la intención de generar un beneficio
económico a quienes propugnaban la creación de este tipo de instrumentos financieros,
siendo estos los capitales que en muchos casos sustentaron la inversión privada en esa
política de construcción de obras e iniciativas públicas.
“Una comisión de quince miembros nombrada por la Mutuo Auxilio, se constituyó el 26 de Marzo de 1878 con el objeto de ofrecer al público las ventajas de la institución conocida con el nombre de “La Caja de Ahorro. La comisión nombrada era la junta directiva del nuevo instituto y la presidía el señor Ángel Urdaneta como su primer presidente, quedando plenamente constituida el doce de Mayo de 1878 “La Caja de Ahorros” (...) Esta institución tiene por objeto recibir en depósito cualquiera cantidades que no bajen de un
Históricos. Facultad de Humanidades y Educación. LUZ. BERMÚDEZ BRIÑEZ, Nilda. 2001. Vivir en Maracaibo en el siglo XIX. 1era edición. Maracaibo, Venezuela. Comisión V centenario del lago de Maracaibo. Maracaibo.
36
bolívar e invertirlos con garantías suficientes y provecho” (29)
Juan Bessón en su obra “Historia del Zulia” comenta igualmente este significativo
acontecimiento dentro del desarrollo económico-financiero que estaba asumiendo la
región para aquel momento, al señalar: “El 26 de Marzo la Sociedad “Mutuo Auxilio”
fundó La Caja de Ahorros de Maracaibo, donde inmediatamente muchos ciudadanos
acudieron a depositar sus finanzas” (30) Otro evento que refleja el auge financiero que había alcanzando la ciudad de
Maracaibo, como expresión del desarrollo comercial e industrial que se estaba
experimentando, lo constituye la apertura del Banco de Maracaibo en 1882. Se
convierte en el pionero de este tipo de institución financiera en Venezuela, y termina de
imprimirle a la economía de la región un gran dinamismo en lo que respecta a la
utilización del ahorro y el préstamo para una serie de iniciativas de carácter público y
privado bajo el entendido de propiciar la promoción del bienestar y prosperidad entre los
zulianos.
“El Banco de Maracaibo posee un capital de Bs. 1.250.000; fue establecido el 11 de marzo de 1882. Tuvo su origen en la “Sociedad Mutuo Auxilio” en cuyo seno lanzaron el pensamiento varios miembros, inspirados por el patriótico deseo de proporcionar al pueblo una fuente de recursos, coadyuvadora de los pequeños capitales y de las necesidades de medios monetarios, pero con crédito para ver respaldada su honradez con responsables solidarios prestadores de suficiente garantía. Se consideró la fundación del Banco como un amparo del pobre contra el azote del agio” (31)
Esta sociedad en franco auge económico y comercial había logrado interiorizar el
hábito del ahorro y promover en el colectivo la necesidad de participar con sus ahorros
en las políticas públicas y privadas para propiciar y construir prosperidad, riqueza,
bienestar y progreso dentro de nuestra región. Se habían creado así los mecanismos
financieros para la reproducción e inversión del capital, no sólo de las elites, sino
igualmente de otros sectores de la población.
37
Para 1890 se han instalado en Maracaibo una gran cantidad de establecimientos y
firmas en diferentes ramos y renglones, lo cual evidencia el desarrollo que se estaba
alcanzando. Palpamos cómo la actividad comercial iba creciendo de manera
significativa, en comparación a las existentes para 1891, entre los años 1900 y 1904 se
incrementa notablemente la cantidad de industrias y negocios patentados, pudiendo
resaltar el hecho de que en algunos renglones se pasa de 0 a 15 y en otros donde
existían algunas ofertas, se multiplican en forma impresionante.(Ver anexos 4 y 5)
Entre los renglones y ofertas comerciales e industriales que más proliferaron
durante este período podemos destacar:
Agencias Funerarias (7)
Billares (12)
Boticas (19)
Botiquines (20)
Fábricas de pastas (4)
Hoteles (4),
Jabonerías (7)
Panaderías (9)
Pulperías (207)
Quincallas y Fineterías (12)
Tiendas (14)
Zapaterías (5)
Carros (5)
Mesas Mercancías (22)
Venta de Víveres (51)
Venta de Quesos (25)
Venta de Calzado (10)
Coches (14)
Fondas (14)
Cigarrerías (5)
Fábricas de tabacos (2)
Moliendas de Grano (3)
Fábricas de Velas (2)
38
Este desarrollo comercial adquiere un ritmo vertiginoso durante la primera década
del siglo XX, tornándose significativa la cantidad de firmas, sociedades anónimas y
compañías que se instalan en la ciudad y le terminan de imprimir un gran dinamismo a
la economía de la región, sustentada en la comercialización del café como producto de
exportación. En la conformación de estas empresas observamos involucrados a
inversionistas tanto extranjeros como criollos, lo cual ilustra acerca de la definitiva
estructuración de una elite fuertemente vinculada a sectores trasnacionales y a los
propios funcionarios del Estado.
Esta situación refleja de manera contundente como Maracaibo a partir de su
estratégica ubicación y de la presencia de inversionistas venidos de países europeos,
alcanza un desarrollo económico que lo convierte en el eje dinamizador de la zona
occidental de Venezuela en perfecta conexión con el oriente neogranadino, el caribe y
el resto de América.
“El caso de Maracaibo, como en el resto del país, el crecimiento industrial continuaba con socios extranjeros y muy escasos criollos endeudados. Para 1904 destacaban los siguientes establecimientos industriales: fábricas de fideos propiedad de Juppin & Ca. y R. F. Bohórquez, de jabón y velas de A. Cook & Hermanos, Jacobo Henriquez, Trinidad Urdaneta y H. L. Boulton; de cigarrillos propiedad de Federico Schemell & Ca. (fundada en 1899 por Germán del Gallego), de tabacos del maracaibero Rafael Belloso, sombrerías de Christern & Ca., de cerveza alemana y hielo fundada en 1896 por la Ca. Cervecería Maracaibo, de aguardiente, taller de mecánica, herrería y fundición fundado en 1890 por J. M. Olivares e Hijo” (32)
Dentro de este auge y expansión comercial la posibilidad de agrupar a sus actores
se constituye en una prioridad, se reconoce el derecho a asociarse con objetivos
económicos, sociales y lógicamente políticos, traducido en el deseo de participar de
manera activa y formal en el ejercicio del poder de manera compartida con el sector
público. Además de mecanismo de protección y apoyo para sus miembros, la Cámara
de Comercio de Maracaibo, que tuvo como antecedente inmediato al Gremio Mercantil
fundado en 1878, se constituye en una referencia obligada de los intentos de los grupos
económicos por adquirir una mayor incidencia en todo aquello que se vinculara con
iniciativas de carácter público.
39
“Contiene la plaza de Maracaibo, como es natural hasta cierto punto, una Cámara de Comercio, la cual está siempre servida por sus miembros, comerciantes extranjeros e hijos del país. Se inauguró la Cámara de Comercio en esta ciudad el 11 de Mayo de 1894; mas, no sabemos por qué causas, algún tiempo después quedo como en receso hasta el 11 de enero de 1899, cuando, a excitación de la de Caracas, se reconstituyó, y desde entonces viene funcionando con toda regularidad y se cosecha de sus labores los beneficios consiguientes a este genero de instituciones. El servicio que prestan sus miembros es tan desinteresado como puntual y eficaz: la cabal organización de la oficina está a cargo de empleados de bien comprobada idoneidad (...) En el seno de este cuerpo se estudian e ilustran todas las materias que requieren especial atención en provecho de los intereses comerciales: se emiten opiniones sesudas en casos concretos sometidos a su consideración, o que de motu propio se cree en el deber de investigar; gestiona cuanto contribuye a allanar los inconvenientes que se presentan en la marcha regular del comercio, siempre con la discreción y mesura de quien se cuida de sus condiciones de imparcialidad y de procedimientos serios y comedidos (...)” (33)
En el seno de esta organización encontramos agrupados y asociados a una serie de
individuos representantes de las firmas comerciales más importantes de la ciudad,
determinando con esta iniciativa una nueva estrategia en relación a su papel de
motorizadores de iniciativas que van más allá de los vinculantes con su actividad
económica, para trasladarse a cada una de las esferas y ámbitos donde transcurría la
vida de los maracaiberos. Se constituyen en definitiva en la palanca para el desarrollo
de iniciativas que pretendiendo atender las necesidades del colectivo, terminaba
integrando y favoreciendo los intereses de estos individuos actuando ahora de manera
asociada.
Se constituiría esta organización a la larga en una poderosa herramienta que
propicia cambios significativos en el diseño y ejecutorias de obras e iniciativas públicas,
las cuales van a estar determinadas por las opiniones, sugerencias y privilegios de
estos grupos. Entre los nombres que promovieron la creación de la Cámara de
Comercio de Maracaibo en el año 1894, encontramos: Guillermo Pineda. Presidente,
40
José Bell Soto (V.P), G Hermediger, O Liuran, Juan Pons, M Henríquez, E Wisst, J. J
Núñez, R Belloso Rincón.
Esta directiva representaba a las firmas comerciales mas emblemáticas de la época,
siendo para el año 1910 las siguientes: Breuer, Moller &Ca., Blohm &Ca., Steinvort
&Ca., H.L. Boulton Jr.& Ca., Julio Añez &Ca., C.W. Christern, Van Dissel, Rode & Ca.,
Dall∋Orso & Ca., J. & H. Da Costa Gómez, París & Núñez, J. Boccardo &Ca., Beckman
&Ca., A. Cook & Hermano, Juan E. París, Rayhrer & Finhaber, Pinedo & Ca., Rodolfo
Romay, Federico E. Schémel, Wenceslao Moreno, Banco de Maracaibo, Eduardo
Vargas, Seguros Marítimos Maracaibo, Gran Ferrocarril de La Ceiba, Alfonso Dubuc,
Numa P. León, Amílcar Morales, E. Urdaneta Ch., J. A. Menda & Ca. (Ver anexo N° 6 y
7) Para finales del siglo XIX y comienzos del XX, Maracaibo había alcanzado un
importante desarrollo económico apuntalado por las actividades artesanales y
comerciales favorecidas por su condición de ciudad-puerto. Ello generó un impacto
favorable en la consolidación de un espacio urbano donde se materializan grandes
cambios en el aspecto arquitectónico, traducido en la construcción de plazas, obras de
servicios públicos, sistemas de transportes, sitios de alojamientos, edificaciones, etc.
Muchas de estas obras se vieron favorecidas por la actuación de organizaciones como
Compañías Anónimas, Juntas de Fomento y Sociedades de Pensamiento. Estas
utilizaron las conmemoraciones patrias de 1883, 1888 y 1895, alusivas a Bolívar,
Urdaneta y Sucre, como argumento para promover la adecuación infraestructural de la
ciudad a los niveles de vida y modernidad pensados en el imaginario de los individuos
que lideraban estas actividades, junto a otros grupos influyentes de la sociedad:
banqueros, políticos, intelectuales, profesionales, etc.
Buena parte de la dinámica económica del circuito agro-exportador marabino a
través del puerto se sustentaba en el café de los andes y Santander. Según los datos
que ofrece el Anuario Estadístico del Zulia, entre los años 1885 y 1888 se exportaron
50.777.665 kgs de café, siendo la ciudad de New York la receptora de la mayor parte
de estas exportaciones, durante el último año la misma recibió 281.282 kgs
procedentes de nuestro puerto, muy lejos de los valores de los puertos de Puerto
41
Cabello y La Guaira, que oscilaron el primero en 55.271 y el segundo en apenas 65.370
kgs de ese producto.
En el renglón de importación, las mercaderías llegadas de ultramar llegaron, entre 1885 y 1888 a 15.158.499 kgs, por un valor de 68.532..259 bolívares y representaron 937,745,93 bolívares por concepto de derechos seccionales. El mayor volumen de bultos introducidos al puerto de Maracaibo correspondía a víveres, seguidos de artículos de quincalla, ferreterías, medicinas, kerosén, harina, hierro no manufacturado, jabonería, loza ordinaria, entre muchos otros. (34)
El profesor Germán Cardozo en su obra “Historia Zuliana, economía, política y vida
intelectual en el siglo XIX”, resume la dinámica económica de Maracaibo en las ultimas
décadas del siglo XIX y los factores que propiciaron todo ese desarrollo:
“Desde la década de 1880 hasta fines de siglo, lapso durante el cual, como se ha visto, las estadísticas económicas reflejan un sensible mejoramiento y consolidación de las operaciones mercantiles en el circuito agroexportador marabino, se produjo una modernización acelerada en la ciudad-puerto de Maracaibo y en algunos sectores claves de su hinterland. A ello contribuyeron, simultáneamente, circunstancias de índole política que vivió y padeció la ciudad capital y el estado Zulia; contrariamente a las pretensiones del gobierno central, éstas sirvieron de acicate para organizar a la sociedad civil en torno a programas y proyectos progresistas. La población alemana radicada en la región compartió con los maracaiberos esta singular etapa de su historia” (35)
El período 1880-1910 fue una etapa intensa que impactó de manera favorable el
desarrollo histórico de nuestra región en el contexto de una acelerada dinámica
mundial que se sustentaba en la expansión e inserción del capitalismo europeo en los
diferentes espacios de lo que hasta hacía algunas décadas no eran sino colonias
administradas bajos los principios del antiguo régimen monárquico. Dos elementos
apuntalan este progreso: la consolidación de una elite comercial consciente de la
necesidad de transformar las arcaicas estructuras heredadas del vinculo colonial hacia
una realidad regida por los principios del modernismo representado en el capitalismo
como sistema de vida; y el surgimiento de una intelectualidad ubicada dentro de las
42
diversas áreas del conocimiento humano, quienes se constituyen en los propagadores
de una serie de valores que inducían a la población a adquirir hábitos y conductas
más cónsonos con los principios de moralidad, orden y progreso que imponía el
positivismo como filosofía de pensamiento y de vida.
Esta realidad impone una nueva relación Estado-sector privado, que ocasiona entre
otros resultados: el adelantamiento de una política de construcción de obras públicas e
iniciativas de carácter asistencialistas que postulaban un aparente deseo por mejorar
las condiciones de vidas del extracto de la población que no tenia mayores privilegios.
Para hacer efectiva y productiva esta simbiosis, se intensifica todo un proceso de
asociación de ambos sectores en torno a un conjunto de organizaciones (Sociedades,
Gremios, Cámaras Comerciales, Juntas de Fomento, Compañías Anónimas, etc), que
en definitiva se constituirían en los elementos articuladores a través de los cuales se
materializaría el diseño y ejecución de esas iniciativas y obras de carácter públicas,
además de la puesta en práctica de toda una campaña de moralidad, civilidad e
higienización de la población, como requisito fundamental para trascender a ese nivel
de modernidad que se aspiraba alcanzar en el imaginario de esas elites económicas e
intelectuales
CAPITULO III SOCIEDADES DE PENSAMIENTO SURGIDAS EN MARACAIBO ENTRE 1880 1910 COMO EXPRESIÓN DEL DESARROLLO IDEOLÓGICO DE LOS MARACAIBEROS
EN TORNO A LAS IDEAS LIBERALES Y POSITIVISTAS
A lo largo del siglo XIX se comienza a gestar la aparición de un nuevo orden
económico, social y político, sustentado en los principios e ideales de modernidad
impulsados por el expansionismo capitalista, que determina el surgimiento de nuevos
actores sociales que impulsan la lucha por consolidar la idea de nacionalidad. Uno de
los instrumentos predilectos de estas iniciativas integracionistas lo constituye la
organización de asociaciones de diversos tipos, inspiradas en las pautas de la
ilustración: utilidad pública y bien Común.
“En este sentido comienzan a aparecer nuevos lugares
tanto públicos como privados, en los que se promueve el igualitarismo y se busca el bien común, tales como: logias, sociedades de lectura y tertulias. El fin de estas sociedades
43
era la confrontación de las ideas y la promoción del pensamiento liberal ilustrado. Ejemplo de estas nuevas formas de sociabilidad lo constituyó la sociedad patriótica, primer centro de difusión y discusión de las ideas filosóficas modernas en el país”(36)
Este proceso en la sociedad venezolana adquiere un carácter más institucional en
1829 con la instalación en Caracas de la llamada “Sociedad Económica de Amigos del
País”, por decreto del General José Antonio Páez, Jefe superior, civil y militar de
Venezuela, como expresión de un modelo surgido en Europa y que se traslada a la
América hispana a principios del siglo XVIII.
“Las sociedades económicas fueron una de las más interesantes formas que adoptó la acción organizada de las élites ilustradas europeas e hispanoamericanas en la segunda mitad del siglo XVIII y primera del siglo XIX. Estas sociedades comenzaron a establecerse como expresión del ambiente intelectual de una época, que veía en el estudio de las ciencias, en la naciente economía política y en la libertad de pensamiento, la clave para obtener el progreso material de los países, para difundir luces a sus habitantes y para crear una especie de intercambio científico y cultural entre las élites ilustradas que pudiera plasmarse en la transmisión de conocimientos concretos y útiles aplicables a la agricultura, a la industria y el comercio, a la educación y a las artes. Tal espíritu asociacionista de fervor por el progreso y por la experimentación comenzó a expresarse, en un principio, a través de tertulias, discusiones y lecturas sobre diversos temas entre los notables e ilustrados de las ciudades. Este fue, en muchos casos, el antecedente inmediato de las sociedades económicas, creadas por iniciativa de los monarcas bajo este mismo espíritu innovador, en diversas comunidades europeas; así fueron apareciendo” (37)
Ellas congregaban a los hombres ilustrados y prominentes de la sociedad
caraqueña, constituyéndose en una elite intelectual, social y política, deseosa de
fomentar el progreso mediante la educación y las leyes. Entre sus miembros
encontramos a notables hombres, tanto venezolanos como extranjeros residentes en
Caracas, pertenecientes a los diferentes sectores profesionales, intelectuales y
económicos: médicos, comerciantes, hacendados militares, abogados, escritores,
industriales, artesanos, funcionarios, artistas y educadores.
44
“El articulo 16 del capitulo 3° de La Ley Orgánica de Educación Publica del 18 de Marzo de 1826, mencionando el comienzo del documento, dice así: En los capítulos de los departamentos habrá Sociedades de Amigos, con el objeto de promover las artes útiles, la agricultura, el comercio y la industria. El nombramiento de socios para el establecimiento de esas sociedades lo harán ciudadanos que deseen trabajar por el bien del país y que reunirán las municipalidades en la sala municipal para que verifiquen la elección en público. En cumplimiento de la anterior disposición inspirada por el libertador, creó el general José Antonio Páez, jefe supremo civil y militar de Venezuela, por su decreto del 26 de Octubre de 1829, “La Sociedad Económica de Amigos del País de Caracas”, con el encargo de procurar los progresos de la agricultura, del comercio, de las artes, oficios, población e ilustración” (38)
El funcionamiento de las sociedades económicas en sus orígenes se orientaba bajo
el establecimiento de dos grandes premisas: 1- El estimulo y fortalecimiento a toda
actividad productiva que sustentase a la economía de la sociedad (agricultura,
comercio, artesanía y la industria). 2- Una reflexión científica acerca de las iniciativas y
mecanismos a emplear para el fortalecimiento de la agricultura y otras actividades
productivas, a través de la divulgación de conocimientos y técnicas accesibles a los
que llevaban adelante tales actividades. El logro de esos objetivos se buscaba a partir
de la publicación de cartillas o folletos de conocimientos prácticos y en la apertura de
escuelas de materias afines al progreso económico, en esa labor las publicaciones
periódicas como “El Fonógrafo”, “Los Ecos del Zulia” y “El Posta del Comercio”,en el
caso zuliano, van a jugar un gran papel en la difusión de las ideas e iniciativas de estos
grupos al resto de la población.
Las sociedades económicas llegaron a ofrecer diferentes cursos en áreas tan diversas como Botánica, Estadística, Química, Veterinaria y otras materias destinadas
a elevar los criterios productivos en la economía. Dentro de la realidad venezolana de
entonces la Sociedad Económica de Amigos del país asumió una tercera línea de
acción conducente a traducirse en un organismo de influencia y presión sobre el Estado
en lo que se relacionara con la tomas de decisiones que afectaran el desarrollo
económico de la república
45
El espíritu de estas sociedades se recoge en sus propios estatutos, que plasman la
necesidad de reunir a los hombres de sabiduría y talento a fin de realizar los
diagnósticos de la realidad y propusieran soluciones a las situaciones problemáticas
detectadas. Estas propuestas en muchos casos fueron asumidas por las instancias de
poder político que correspondían, desde esta perspectiva dicha institución se constituye
en el antecedente más próximo de lo que en adelante serían grupos de presión,
organismos asesores o mecanismos de concertación social, vale decir; gremios,
sociedades del pensamiento, clubes, cámaras empresariales, juntas de fomento, etc. El
decreto de creación de esta institución establece claramente el marco de las
competencias y las cualidades de quienes la conformarían
“La empresa más popular, y de más conveniencia pública, es la de reunir los hombres de inteligencia, poseídos de amor patrio y de un espíritu nacional, bajo un instituto benéfico que procure el bien de todos, restablezca entre nosotros el amor al trabajo y nos estimule a tareas ventajosas y productivas. Persuadido de estos principios he resuelto formar y establecer en esta capital una Sociedad Económica de Amigos del País, que en cumplimiento del capítulo 3º, artículo 16, de la ley orgánica de Educación Pública de 18 de marzo de 1826, promueva los progresos de la agricultura, del comercio, de las artes, oficios, población e instrucción. Esta sociedad no ejercerá autoridad alguna, ni se mezclará en la alta política del gobierno. Su instituto se desempeña por la cooperación de sus miembros, sus suscripciones, sus tareas v patriótico entusiasmo en favor del país. Ella clasificará las secciones de sus trabajos, dispondrá la redacción de memorias acerca de las materias de estos objetos, y de cartillas agrarias, para difundir los conocimientos útiles: atraer a su seno las publicaciones de los países más ilustrados, los informes de las personas nacionales o extranjeras más instruidas en los procesos de las diferentes clases de industria, y en la economía política aplicada a nuestras circunstancias. Por medio de sus fondos se proporcionará semillas y plantas, utensilios, máquinas o sus modelos para distribuir junto con las instrucciones que requieran; hará ensayos prácticos; en fin, manejando con tino el resorte de los premios, e impetrando la protección del gobierno, alentará los diversos ramos de industria que están ya establecidos o vayan planteándose en el país”. (39)
Entre los prominentes individuos a quienes se cita y convoca para integrar la
sociedad encontramos los siguientes: Sr. General Francisco R. Toro, Sr. Francisco J.
46
Yanes, Sr. José R. Revenga, Excmo. Sr. Santiago Mariño, Sr. Juan de la Madriz, Sr.
José Manuel Lizarraga, Sr. José Ventura Santana, Sr. Dr. José María Vargas, Sr. Pablo
Gascue, Sr. General Juan Escalona, Sr. P. P. Díaz, Sr. J. R. Toro, Sr. Manuel F. Tovar,
Sr. Presidente de la Corte Dr. Juan Martínez, Sr. Agustín Ibarra, Sr. Domingo Navas
Spinola, Sr. Pedro Machado, Sr. Juan Rivero, Sr. José Gabriel Camacho, Sr. José
Ignacio Díaz, Sr. Elías Mocata, Sr. Lorenzo Gedler, Sr. Juan José Echezuría, Sr. Dr.
José A. Álamo, Sr. Bernardino Caballero, Sr. Dr. F. F. Paul, Sr. Dr. Tomás José H.
Sanabria, Sr. Juan Tomás Zaldarriaga, Sr. José Luis Cabrera, Sr. José María Pelgrom,
Sr. José Manuel Otero, Sr. General Lino de Clemente, Sr. José Antonio Rosales, Sr. Dr.
Carlos Arvelo, Excmo. Sr. Juan Bautista Arismendi, Sr. Primer Comandante Miguel
Rolla, Sr. Coronel Francisco Avendaño, Sr. Miguel Piña, Sr. Juan Manuel Cagigal, Sr.
Vicente Aramburu, Sr. José María Rojas, Sr. Juan Nepomuceno Chaves, Sr. Francisco
Gárate. (Ver Anexo N° 8 y 9)
En esta coyuntura y atendiendo a la crisis económica que golpeaba a Venezuela,
los artesanos y comerciantes nacionales se organizaron en gremios y asociaciones de
mutuo auxilio en 1840, planteando la aspiración de participar de manera activa en
materia de políticas públicas, implementando una filosofía del bien común como
predica y acción, siendo las primeras la Caja de Ahorro en 1840 y La Compañía de
Artistas de Caracas, que se instaló en marzo de 1841. Estas organizaciones inspiradas
en los principios y fundamentos de La Sociedad de Amigos del País se fortalecieron a
partir de 1870 con la instauración de un proyecto de nación sustentada en ideas
modernizadoras, que implicaba el arribo de concepciones e inversiones vinculadas con
las formas de producción capitalista, determinando un desarrollo fabril y en
consecuencia, un proceso de proletarización del sector laboral.
“Las crisis económicas cíclicas mundiales del siglo XIX afectan al artesanado venezolano, que en Caracas y otras poblaciones se organiza, a partir de 1840, en sociedades o gremios y en asociaciones de mutuo auxilio, a la vez que participa activamente -por lo menos en la capital- en la vida política (... ) Los gremios de artesanos fundados durante las décadas de 1860 a 1880 agrupan a los maestros, dueños de taller y a los oficiales que trabajan con ellos, y tienen por objeto la defensa y la promoción del artesanado como un bloque a nivel local.” (40)
47
El 20 de junio de 1833 se funda la Sociedad de Amigos del País en la provincia de
Maracaibo, constituida por cuatro clase diferentes de socios: natos (el jefe supremo civil
de la provincia, el presidente de la Corte Superior de Justicia y el reverendo obispo de
la diócesis del Distrito), ordinarios (los trece individuos fundadores de esta sociedad),
corresponsables (jefes políticos de los Cantones, los godos que viviendo fuera de la
capital manifestaran por escrito su interés y deseo de pertenecer a la sociedad, los
extranjeros ilustrados o industriales) y honorarios (individuos a quienes se le expedía
este titulo, previa decisión de los miembros históricos de la asociación. •
“Puede observarse un marcado carácter social de tipo jerárquico, cuya clasificación adoptada para los socios y miembros principales, denota la conjugación de actores sociales pertenecientes a los diversos grupos que configuraban las relaciones de poder para ese momento histórico, representados institucionalmente en la conformación de la SEAP de Maracaibo(...) de esta manera los diversos intereses de cada sector del poder local fueron conjugados particularmente en la creación de la SEAP Maracaibo” (41)
Esta organización se constituyó para los maracaiberos en una tribuna donde,
además de acordarse los diferentes grupos de poder en relación al resguardo de sus
intereses y privilegios, se promocionaban y exponían ante el colectivo los adelantos
que en diversas áreas del conocimiento y la producción se iban alcanzando. En este
sentido, la SEAP Maracaibo se planteó como su principal propósito el de proporcionar a
los grupos y sectores económica e intelectualmente más avanzados de un espacio
político de reconocimiento a sus aportes científicos, intelectuales y económicos.”La
promoción escrita de los progresos alcanzados hasta ese momento(...)se constituyó en
un eje de acción primordial asumido por los actores que lideraron aquellas actividades
ilustradas de notable incidencia socio-cultural en Maracaibo (42)
La Sociedad de Amigos del País de la Provincia de Maracaibo fue una organización
muy activa en la promoción de eventos y acciones que terminaron por erigirla como
una instancia de promoción e incentivo de buena parte del quehacer cotidiano de los
maracaiberos; se preocupó por la modernización de las técnicas y métodos para el
• Se recomienda, a efecto de complementar el conocimiento deL tema, la obra”Elite, poder y Espacio Público en las Sociedades Maracaiberas(1833-1846) de Cazzato Oneti Salvador, de la pagina 32 a la 55
48
mejoramiento en la producción agrícola y ganadera, promovió la creación de escuelas
de jurisprudencia mercantil y de teneduría de libros y de agricultura práctica, la
fundación y sostenimiento de un periódico para el debate publico de las ideas, sobre
todo en materia económica. Igualmente impulsó y apoyó la creación de escuelas
públicas primarias y en particular el conocido Colegio Nacional, promoviendo en ellos
diversos certámenes con el fin de mantener informada a la colectividad del progreso y
realizaciones de sus alumnos.
Este tipo de organización inspira la creación de otras formas y modalidades
asociativas a partir de la década de 1870 en Maracaibo, circunstancias de índole
económico, educativo y político, determinó la preocupación de los actores del
espacio público por generar formas de asociación que propiciaran su participación en
las coyunturas políticas de la región, se asume que la posibilidad de incidir en los
órganos de toma de decisión pasaba por fomentar gremios y sociedades que les
permitieran acceder a dichas instancias en aquellos temas que afectaran al colectivo,
en otras palabras, se comienza a entender el corporativismo como una forma de ejercer
el poder dentro del contexto de una filosofía liberal.
De igual forma el desarrollo intelectual e ideológico experimentado por los zulianos a
partir de la década de 1860 vinculado al pensamiento liberal, conduce a la
consolidación del fenómeno del asociacionismo, como manifestación del auge de la
educación a través del surgimiento del Colegio Nacional, luego Federal, la Escuela de
Artes y Oficios y la Universidad del Zulia en el año 1891; en torno a las actividades
artesanales, comerciales e industriales que se realizaban en esos momentos dentro del
espacio histórico marabino.
Se plantea como organización política el parlamentarismo y la división de poderes,
que asume como postulados centrales: las limitaciones de los poderes del gobierno, la
defensa de la libertad, los derechos y auto-división de poderes con autonomía, el papel
del congreso, los derechos del individuo, la tolerancia política y religiosa, el gobierno
constitucional con separación de poderes, la autonomía del poder judicial, la defensa de
la propiedad privada y la libertad de contratos y asociación, entre otros aspectos.
49
Esta concepción de la economía y la política determinaba la configuración de un
Estado Liberal donde los gobernantes representaban y respondían principalmente ante
las diversas corporaciones que existían en la sociedad y no ante los ciudadanos. Los
principios liberales se comienzan a introducir en Venezuela desde antes del inicio del
proceso independentista, ya fueron expresados en el pensamiento y discurso de El
Libertador y en los textos constitucionales que enmarcaran los diferentes proyectos
republicanos de la época partir de 1810.
Este desarrollo ideológico dentro de nuestra realidad se ve complementado por la
aparición del positivismo como corriente del pensamiento predominante en el ultimo
tercio del siglo XIX, aglutinando a los actores políticos e intelectuales del momento,
quienes expresaban un nuevo proyecto nacional que permitiera superar las arcaicas
estructuras heredadas del vinculo colonial con España, propiciando el paso de la
anarquía social al orden y progreso como categorías de convivencia humana.
“El positivismo en Venezuela representó para las personas que lo introdujeron, en nuestro caso el Dr. Rafael Villavicencio, una alternativa para lograr la reforma del estado social y cultural existente, ya que una de las características del positivismo desde la época Comtiana fue la de poner el saber al servicio de un fin práctico, es decir, considera el conocimiento como medio para alcanzar el progresivo perfeccionamiento de la sociedad. Mediante la divulgación de categorías alusivas a la previsión “Orden y Progreso” “ (43)
Los intelectuales zulianos que se cobijan bajo esta corriente adecuan sus
concepciones e intereses a las realidades y particularidades de nuestro espacio
histórico como país y región.
“En ese sentido, los positivistas venezolanos pueden ser considerados críticos del liberalismo pero dentro de las propias ideas liberales. Son liberales realistas que parten del momento histórico que se vive y no del deber ser de las sociedades inspiradas en los principios de la libertad igualdad y la fraternidad (...) En ese mismo enfoque evolucionista–etapista se encuentra el fundamento de las dictaduras como etapa necesaria para imponer el orden social (...) El tirano honrado, gendarme necesario y la inmigración y educación: el progreso social, o sea, el paso de sociedades militares a sociedades industriales es
50
además de un problema de inversión de capitales, construcción de caminos y vías férreas, saneamiento ambiental, etc, un proceso de transformación de las gentes (...)” (44)
Dentro de esta concepción de la sociedad, bajo las ópticas del liberalismo y sus
corporaciones masónicas y el positivismo racionalista, podemos distinguir dos enfoques
acerca de la organización del Estado, en función de garantizar el beneficio a los
poseedores del capital:
Reglamentación en materia de instrucción publica, a fin de preparar al recurso
humano para las profesiones, el trabajo asalariado, los oficios, las artes y las letras.
Promover ordenanzas y contratos con el capital privado para el ornato de la
ciudad, transporte, vías de comunicación, obras urbanas, policía, salubridad,
acueductos, alumbrado, plazas, seguros mercantiles, créditos, banca, etc.
“Todo ello se sustenta en el carácter liberal que se le impregnó a los diferentes instrumentos jurídicos-institucionales una vez concluido el conflicto federal, lo cual evidencia ese desarrollo ideológico en los zulianos de la época. En enero de 1864 comenzaron las actividades de la asamblea (...) los diputados se organizaron en comisiones para redactar la constitución y leyes orgánicas de rentas, tribunales, milicia (...) tenían la responsabilidad de constituir y organizar el estado soberano del Zulia con una legislación que introducía en la práctica política tradicional ideas liberales y propuestas de la federación.” (45)
Este proceso es acompañado por la introducción y propagación de una serie de
patrones y valores culturales incorporados por los inversionistas extranjeros, y que
sustentaban la necesidad de procurar un disciplinamiento social apuntalado en la
aplicación de las categorías orden, progreso, y civilidad. En Maracaibo se abren
caminos hacia el tránsito del orden colonial por una nueva realidad materializada en los
fundamentos de la modernidad. Los lideres de este proceso habían adquirido
educación, riquezas, privilegios, y, sobre todo, una conciencia social y política que les
convocaba, al menos en el discurso, a traducirse en benefactores de las mayorías
desprotegidas y desdichadas.
“En el contexto del desarrollo comercial e industrial y de la propagación de las ideas liberales y positivistas, es donde
51
surgen una diversidad de asociaciones desde las cuales se expresa claramente la nueva concepción de país que se aspiraba alcanzar en sintonía con la concepción económica e ideológicas del capitalismo mundial. Desde estas sociedades y juntas sus funcionarios daban cumplimiento a la constitución del imaginario nacionalista, que tuvo en las fiestas y celebraciones patrias un escenario propicio para consolidar la empresa pública con capital privado.” (46)
A finales del siglo XIX las diferentes corporaciones que hacían vida dentro del
espacio publico zuliano fueron eficientes instrumentos para la inversión y reproducción
del capital público y privado, constituyéndose en brazos ejecutores de la política
asistencialistas del Estado que entendió el bien común como estrategia para
transformar la realidad económica, social y cultural; de las obsoletas estructuras
heredadas del antiguo régimen a una sociedad moderna sustentada en los principios y
orientaciones del capitalismo. De esta forma: obras, bienestar público, progreso y
asociaciones se constituyeron en los argumentos e instrumentos de un proceso que
implicó modificar estructuralmente las bases materiales que soportaban el
funcionamiento de la sociedad zuliana de entonces, promoviendo el desarrollo que
alcanzó la región en todos los niveles, tal y como se ha descrito en los capítulos
precedentes y como podemos ver plasmado en la siguiente cita:
“Maracaibo Abril 13 de 1885 Ciudadano Presidente del Concejo Municipal del Distrito
Tiene informes el gobierno del mal estado en que se halla el reloj público colocado en la iglesia matriz de esta ciudad, de tal modo que sus importantes funciones, que son una necesidad pública para los diversos gremios de esta sociedad, se ven interrumpidos a menudo. En ese concepto, i creyendo el ciudadano gobernador que la suma de Bs. 600 bastaría para arreglarlo convenientemente i así mejorar el estado de deterioro en que se encuentra, tengo especial encargo de aquel magistrado para excitar a U i por su órgano a la corporación que preside a fin de que proceda cuanto antes a llenar esa necesidad pública, siendo como es de la absoluta incumbencia del Municipio la reparación de obras como las que sirve de asunto a esta nota.” (47)
En el marco del desarrollo comercial y de la propagación de las ideas liberales y
positivistas, las diversas asociaciones direccionan la utilización del espacio público
marabino, mediante la ejecución de obras y servicios con capitales privados y
52
estatales, que contribuyen al fortalecimiento de las sociedades, gremios y juntas de
fomento promovidas por el Estado.
Este tipo de sociabilidad moderna se incrementa a partir de la década de 1870; pues
circunstancias de índole económica, educativa y política determinaron que los agentes
del espacio público propiciaran estas formas de asociación durante las coyunturas
políticas en la región. Asumen que la posibilidad de incidir en los órganos de toma de
decisión pasaba por fomentar gremios y sociedades que les permitieran acceder a
dichas instancias en aquellos temas que afectaran al colectivo, en otras palabras, se
comienza a entender el corporativismo como una forma de ejercer el poder dentro del
contexto de una filosofía liberal.
El desarrollo intelectual e ideológico experimentado por los maracaiberos a partir de
la década de 1860 vinculado al pensamiento liberal, conduce a la consolidación de este
proceso, como manifestación del auge de la educación; en torno a las actividades
artesanales, comerciales e industriales que se realizaban en la cotidianidad del espacio
histórico marabino.
“La sociedad civil buscó nuevas formas de organización paralelas o por encima de las ya existentes a nivel del país y del estado, y lo encontró dentro de una legitima tradición hispana: las sociedades, que contempladas en conjunto parecen responder al tácito planteamiento de un proyecto regional. A partir de 1876 se produce una proliferación tal de las mismas que resulta no difícil relacionar este hecho -más allá de los usos introducidos por la corriente liberal dominante que le asignó un fundamental papel en la consecución de las metas de progreso y bienestar- con la situación general de crisis en que estuvo sumido el estado Zulia y en especial la ciudad de Maracaibo” (48)
En este contexto surgen una gran variedad de asociaciones con fines y
características muy diversas:
Sociedades religiosas: Sociedad Progreso Católico de Cristo de Aranza, Sociedad
de Sagrado Corazón de Jesús en la Iglesia Matriz, Sociedad Pía Unión de N.S del
Carmen, Sociedad Hijos de Chiquinquirá, Sociedad Culto a la Santa Cruz, Compañía
de Jesús, Culto de María, Vínculo Católico, Rosario de María, San Juan, Nueva
Congregación, Carmelo.
53
Esta modalidad asociativa se nutre de la idea de "filantropía", nacida en los
ambientes ilustrados del siglo XVIII, en el seno de la francmasonería, partiendo de un
supuesto amor al género humano. A partir del siglo XVI se crean en Venezuela una
serie de instituciones e iniciativas de asistencia social, tales como las "cajas de
comunidad", hospitales atendidos por los hermanos de San Juan de Dios, y otras obras
de asistencia a huérfanos, desvalidos, enfermos, niños, jóvenes, ancianos, pobres,
promovidos por diversos institutos religiosos, especialmente femeninos. Es a finales del
siglo XVIII cuando de manera formal esta modalidad asociativa, que se desprende de
las cofradías europeas, irrumpe de manera importante en Venezuela, siendo el siglo
XIX donde las mismas alcanzan su mayor auge en Maracaibo
Este tipo de sociedad, además de rendir culto y promover actos rituales a los
símbolos religiosos que las inspiraban, tenía como propósito el promover obras e
iniciativas de caridad para ayudar al desvalido. Se trataba de poner al servicio de los
desventurados el supuesto altruismo que acompañaba a sus promotores para atender
las extremas carencias de quienes poco poseían; en este caso atención a los enfermos,
alimentación, cobijo a quienes no poseían un hogar. Para obtener fondos que
permitiesen sustentar estas acciones se acudía a la solicitud de donaciones monetarias,
tanto a los funcionarios del Estado como a grupos particulares, los cuales, sobre todos
el primero, regularmente aportaban sus donaciones monetarias y diferentes materiales
para el funcionamiento de las mismas.
Sociedades para rendir homenaje a personalidades: Sociedad Vargas del Zulia,
Sociedad Urdaneta, Sociedad Báralt, Sociedad Bolívar, Sociedad Honor y Gloria al
invicto Guerrero de las pampas para celebrar el centenario de Páez, Vargas, Colón.
Desempeñaron un importante papel en la instauración de un sentido de amor a la
patria, junto con los funcionarios públicos, a partir de la puesta en ejecución durante los
gobiernos de Guzmán Blanco de una política de conmemoraciones de fechas patrias y
natalicios de los héroes. Se constituyeron en brazos ejecutores de esta política,
teniendo en sus manos, en la mayoría de los casos, el peso de la responsabilidad de
organizar los eventos que le darían realce a tales celebraciones, permitiéndose en
muchos casos la potestad de sugerir la construcción de determinadas obras, sobre todo
54
plazas y parques, las cuales eran aprobadas por el Estado y dada a los mismos la
responsabilidad de diseñar, coordinar y supervisar su realización.•
Sociedades para el fomento de obras: Sociedad Mutuo Auxilio, Sociedad Benéfica
del Zulia, Sociedad Agrícola, Sociedad Protectora de la Juventud para la Instalación de
un Instituto Secundario, Sociedad Latinoamericana para la Construcción de una
biblioteca, Asociación Compañía Nuevo Cementerio, Sociedad Gimnasio de la
Juventud.
Fueron sociedades pensadas con el claro propósito de influir sobre el ejecutivo para
que éste aprobara las construcción de alguna obra de carácter publica. Al lograrse tal
cometido sus integrantes adquirían un gran protagonismo en el diseño y ejecución de la
misma. Se crean, en consecuencia, las juntas de fomento encargadas de fiscalizar su
desarrollo, éstas estaban conformadas mayormente por individuos ligados al comercio y
la industria, generalmente agrupados en estas modalidades asociativas.
Sociedades Asistencialistas: Sociedad Auxiliar de Panaderos, Sociedad
Protectora de sus Miembros, Sociedad Propagandística de la Historia Patria para dictar
conferencias en la Sociedad Mutuo Auxilio, Sociedad del Santo Sepulcro, Sociedad
Alianza Democrática, Asociación de Monte Piedad, Sociedad Auxiliar de la Juventud,
Sociedad Protectora de Animales, Sociedad Auxiliar de Artesanos, Sociedad Protectora
del Lazareto, Benéfica Humanitaria..
Como su propio nombre lo indica éstas fueron fundadas con el objetivo de asistir a
aquellos ciudadanos que requiriesen alguna atención en determinadas circunstancias:
Auxilio financiero, prestamos, créditos, pólizas de seguros, apoyo material. Teniendo la
particularidad que dichas ayudas se orientaban a individuos con una situación
económica no tan desfavorable, porque, como es lógico suponer, los grupos más
excluidos de la sociedad difícilmente podían acceder a dichos beneficios que
implicaban poseer algunos bienes de riqueza. Se da el caso incluso que se promueve la
creación de una sociedad llamada “Protectora de sus Miembros”, con el propósito de
propiciar una especie de protección mutua entre los individuos que la conformaban. • Se recomienda la lectura de la obra ”Fiestas nacionales y opinión pública en Maracaibo (1834-1862)” de Giovanni Cabrera, de la Página 15 a la 61, donde nos expone el papel que cumplieron las sociedades en la organización de eventos festivos y conmemorativos de fechas y personajes ilustres
55
Sociedades Económicas: Sociedad Económica de Amigos del País, Gremio
Mercantil, Cámara de Comercio de Maracaibo, Asociación Compañía de Seguros de
Vida, Asociación La Caja de Ahorro, Amigos del Progreso, Banco de Maracaibo,
Gimnasio del Progreso, Esperanza en el Porvenir, Casa de Empeño de Monte Piedad,
Caja de Ahorros de la Sociedad Mutuo Auxilio”•
En este caso son organizaciones directamente vinculadas a determinadas
actividades y sectores de la economía que al agruparse estaban buscando la manera
de hacer más prósperos y rentables sus negocios. Se intentaba con ello influir en los
funcionarios del Estado para que estos apoyaran determinadas iniciativas de esos
grupos. Se convirtieron a la larga en las asociaciones más poderosas dentro del
espacio maracaibero, llegando a establecer fuertes vínculos con el Estado,
traduciéndose en organizaciones empresariales con una alta dosis de conciencia
acerca de su influyente papel en las tomas de decisiones que desde el sector público
se tomaban y que afectaban al conjunto de la sociedad, en especial, destacamos la
creación de la Cámara de Comercio de Maracaibo como una de las asociaciones más
importantes y poderosas que se llegaron a constituir en la región e incluso en el país
durante todo este período
Estas Sociedades de Pensamiento respondieron al interés de los actores
económicos y sociales por asumir un rol protagónico en la vida pública de la región, a
través del ejercicio político. Esta concepción, que tiene sus orígenes en la Sociedad
Económica de Amigos del País Seccional Zulia, creada en 1833 y reinstalada en 1876.
sustentada en el desarrollo de un proceso de instrucción pública, determinó una nueva
dinámica de relación entre el Estado y los ciudadanos asumidos como corporaciones.
Se comienza a materializar un esquema de actuación que encuentra en la
preocupación por el ser humano la posibilidad de ampliar los espacios para la actuación
de esos grupos económicos y políticos.
Ese ejercicio estaba entendido en la posibilidad de incidir en las decisiones que
correspondían al sector oficial, y se concebía en la puesta en ejecución de una política
• A efecto de profundizar el conocimiento de las diferentes sociedades fundadas durante el período en estudio, así como de los actores económicos y sociales que las fundaron e integraron se remite al lector a los anexos N° 10 y 11, ubicados al final del trabajo
56
de inversión en obras y servicios públicos para el beneficio de la sociedad. Se pretendía
participar activamente en la determinación y ejecución de aquellas iniciativas que, en el
imaginario de los hombres de negocios de la época, representaban la búsqueda del
progreso con un sentido de patriotismo, donde se aspiraba alcanzar privilegios
económicos.
“El asociacionismo voluntario se extiende como un plano intermedio entre los individuos y sus relaciones interpersonales y el Estado y sus instituciones, desempeñando un doble papel como apoyo y protección del individuo frente a ellos, y a la vez como instrumento de control de las repuestas y comportamientos contrarios a los intereses, integridad y estabilidad del sistema que pudieren generarse por la confusión y el desarrollo de sectores importantes de la población. Para ellos, estas asociaciones proporcionarían un ámbito para la expresión de la sociabilidad y un referente de identificación, constituyéndose al mismo tiempo, mecanismos de conservación de las formas de vida tradicionales acomodadas a las nuevas realidades y como °escuelas” de aprendizaje de los nuevos modelos y normas de comportamiento social”(49)
Dentro de estas sociedades destaca un grupo de ellas que en Maracaibo van a
asumir un rol protagónico y de liderazgo, se fundan con objetivos muy claros y
definidos, promovidas por una serie de renombrados zulianos que se destacaban en las
diferentes áreas del pensamiento y quehacer de la región, sobre todo en el plano
intelectual, profesional y económico; propiciando el establecimiento de redes de
relaciones interpersonales entre los integrantes de la sociedad. Estas redes podían ser
verticales, constituidas por relaciones de clientelismo y patronazgo en torno a las
diversas actividades económicas y políticas que se desarrollaban en la región; así como
horizontales, determinadas por una serie de acciones que conllevaban a afianzar
relaciones de cooperación, amistad, compañerismo, auxilio al desamparado, ayuda
mutua; pudiendo destacar las siguientes:
Mutuo Auxilio: Creada el 18 de marzo de 1876 por Francisco Ochoa, Francisco
Carias, Francisco Urdaneta Fandeo, Julio A. Añez, Wilfrido Arocha, Rafael
Belloso R, Germán del Gallego, Ángel Urdaneta, Eustaquio Peña, Arcadio
Urdaneta, Br José Vicente Matos. Entre sus fines tenemos el de estrechar las
relaciones de los miembros creando un fondo común para el auxilio en casos de
57
enfermedad o muerte. Propiciar obras de caridad y filantropía para el adelanto
moral. Igualmente llegó a crear en el año 1894 la empresa “Constructora de
casas”, con el fin de construir, reedificar o comprar casas de tejas para ser
vendidas o arrendadas. El préstamo de dinero que hacía se dirigía, entre otros
fines, para financiar la compra de fincas y mejoras en las viviendas. Sus
fundadores promovieron luego la creación de otras organizaciones con
propósitos estrictamente económicos; tales son los casos de la casa de empeño
Monte Piedad de Maracaibo y la compañía Seguros Marítimos de Maracaibo.
Creó, igualmente, una publicación periodística que llevó su nombre, la cual
circulaba mensualmente, contribuyendo a la difusión de los propósitos y
actuaciones de la mencionada sociedad.
Auxiliar de Artesanos: Fundada el 02-02-1878 por Manuel Noriega, Manuel
Maldonado, Melecio Infante, Sebastián Infante, Manuel Matos, José Hernández,
Idelfonso Urdaneta, José Pineda, Rafael M Baralt, Guillermo Balzán, Antonio
Castro. Sus objetivos eran el de atender al socorro de sus miembros en los
casos de enfermedad y muerte. Estableciendo además una escuela de artesanos
para propiciar la enseñanza de los conocimientos del área
Casa de Beneficencia: Instalada el 05-08-1860 por Antonio José Urquinaona,
Pedro J Hernández, Guillermo Baudel, Nicolás Vale, Roberto Swift, Waldemar
Worm, Aarón Luria. Se constituyó como una Institución filantrópica de ayuda,
asistencia y colaboración a la población
Cámara de Comercio de Maracaibo: Fundado el 29-05-1894 por Guillermo
Pineda. Presidente, José Bell Soto (V.P), G Hermediger, O Liuran, Juan Pons, M
Henríquez, E Wisst, J. J Núñez, R Belloso Rincón. Organismo gremial que
representa al alto comercio en manos de las firmas comerciales y las casas
mayoristas.
Protectora de sus Miembros: Creada el 24-01-1886 por M Valbuena, Enrique
Ortega, Rafael Sánchez, Melecio Rincón, Armando Raven, Carlos Ramsbolt Se
planteaba la creación de un fondo común para el auxilio de los socios en casos
de enfermedad y muerte.
58
Urdaneta: Sale a la luz pública en el año 1897, promovida por Ramón Martínez,
Br Edmundo Petít,, Benito Puche, Br Jesús Moran Colina, Br José González, Br
Mario Antunez, Br Víctor Medina, Br Tulio Ortega. Se propuso como objetivo
central el rendir homenaje al prócer Rafael Urdaneta a través de actos patrióticos
y el incentivo de desarrollo de obras publicas.
Monte Piedad. Instalada en 1880 por Francisco E Bustamante. Postulaba entre
sus objetivos el facilitar transacciones a pequeña escala, dando dinero para
mutuarlos a interés.
Gimnasio del Progreso. Instalada en el año 1876, tuvo una importante actividad
fomentando la apertura de espacios para la cultura y la educación. En particular
resalta el papel que desempeñó en la creación de la biblioteca publica del
estado. Esta había funcionado previamente como un gabinete público de lectura
dentro del Colegio Nacional, promovido por otra sociedad: ”Ecos de la Juventud”,
pasando a constituirse en una institución del Estado administrada por la
Gimnasio del Progreso.
Gremios de Dependientes: Entre sus fundadores encontramos a Octavio
Hernández, M.M Chacin, Ernesto Romer, Carlos Hernández, Edmundo Rosado
Buscaba promover la celebración de fechas patrias y construcción de obras
publicas
Bolívar. Fundada en el año 1897 por Pedro Rincón. Su principal propósito era el
de celebrar los onomásticos del libertador
Auxiliar de la Juventud. Instalada en 1883 por Raúl Cuenca. Postulaba como
su fin esencial la mutua protección en caso de enfermedades o muertes
Pía Unión de N.S del Carmen: Creada en el año 1897 por Hermágoras Chávez,
Federico Fuenmayor, Ramón González, Heromides Barrientos, Manuel Araujo,
José Figuera, Jesús Villasmil, Eleazar García. Su motivación central lo constituía
el promover los actos de celebración en honor a N.S del Carmen.•
• Información extraída de las actas de constitución de las diferentes sociedades aquí descritas
59
“En el imaginario cultural maracaibero pervive aun el recuerdo del florecimiento, a finales del siglo XIX, de una “edad de oro” de la intelectualidad. Ensayistas e historiadores regionales, al volver su mirada hacia el pasado zuliano, coinciden en destacar esas décadas finiseculares como las más prodigas en científicos y hombres de letras, las de mayor solidez académica, abundante producción en todos los ramos del saber y proliferación de virtudes religiosas y ciudadanas” (50)
Dentro de este grupo de zulianos que incentivaron, promovieron y fundaron
asociaciones de diversos tipos y carácter encontramos una serie de nombres que se
destacaron por su labor en diversos ámbitos, ligados sobre todo a las ciencias y las
artes.
“Los biógrafos revelan y ensalzan para esa época el estereotipo del intelectual en quien convergen simultáneamente el hombre de letras cultor de las formas, el pensador, el científico, el político y el servidor público (...) Sea medico, jurisconsulto o sacerdote, como un halo brilla sobre sus personalidades el humanista, formado al calor del estudio febril de las lenguas clásicas, el castellano, la filosofía. De ahí que todos también sean poetas, oradores y escritores, y el componer, redactar e imprimir constituya una actividad tan vinculada a su cotidianidad como lo sería la atención a los pacientes, el asesoramiento legal, la actividad docente o las funciones administrativas al frente de un despacho gubernamental” (51)
Reyber Parra nos elabora un perfil muy completo de lo que significaba ser un
intelectual maracaibero para finales del siglo XIX; al efecto los describe de la siguiente
forma:•
“Los doctores Bustamante y Celis formaron parte de la intelectualidad maracaibera que no sólo se dedicó al trabajo académico, sino que fue mas allá del mismo para incursionar en los negocios y en las actividades políticas. Un mismo personaje de la intelectualidad podía estar cumpliendo funciones docentes en la universidad, a la par que dirigía una casa comercial y desempeñaba un cargo gubernamental”.(52)
• Se recomienda leer su obra titulada “Los intelectuales de Maracaibo y la centralización gubernamental en Venezuela (1830-1926)” de la página 45 a la 72
60
Para corroborar la trascendencia de estas sociedades fundadas durante el período
en estudio se destaca a algunos de esos ilustres y connotados zulianos integrantes de
las mismas:
Urquinaona Bracho, Antonio José: Villa de Nuestra Señora de El Carmelo (Estado.
Zulia) 24.12.1823 _ Cúcuta (Colombia) 3.4.1872
Abogado y docente. Realiza estudios en su villa natal y en el Colegio Nacional de
Maracaibo. En 1850, obtiene el grado de doctor en derecho civil en la Universidad
Central de Venezuela. De regreso en Maracaibo, la Corte Superior del Tercer Distrito
Judicial le confiere el título de abogado de la república. Descolló en el ejercicio de su
profesión y llegó a detentar el cargo de ministro de la referida Corte, cuya jurisdicción se
extendía a las provincias andinas, Coro y Maracaibo.
Cuenca, Raúl. Maracaibo (Estado. Zulia) 7.7.1866 _ Maracaibo (Estado. Zulia)
13.11.1945
Educador. Hizo sus primeros estudios en el colegio Bolívar de Maracaibo. Obtuvo el
grado de bachiller en filosofía en 1884; el de maestro de instrucción primaria y de
agrimensor público, el 7 de agosto de 1885; el de ingeniero civil y el de doctor en
filosofía y ciencias, en 1889, en la Universidad Central de Venezuela. En 1890, fue
vicerrector del Colegio Federal de Primera Categoría de Maracaibo. En 1891, firmó el
Acta de Instalación de la Universidad del Zulia, encargándose del dictado de las clases
de primera y segunda del último bienio de ciencias filosóficas.
Hernández Moreno, Pedro José: Maracaibo (Estado. Zulia) 30.8.1821 _ Cúcuta
(Colombia) 18.5.1874. Poeta, impresor y periodista. Hijo de Pedro Hernández, líder
patriota ejecutado por el jefe realista Francisco Tomás Morales en la costa oriental del
lago de Maracaibo (diciembre 1821). Redacta y publica los siguientes periódicos: El
Mara (1854-1856), El Mendigo Hablador (1854), y El Entreacto (1858). En 1858, es
miembro del Gobierno provisional de la provincia de Maracaibo.
Chávez, Hermágoras. Maracaibo (Estado. Zulia) 24.8.1869 _ Maracaibo (Estado.
Zulia) 5.8.1942
Educador. Sus primeros estudios los realiza con los maestros José María Petit y Juana
Nara; luego continúa sus estudios en el colegio San Luis Gonzaga. Prosigue estudios
de filosofía en el colegio Sagrado Corazón de Jesús, sin llegar a graduarse de bachiller
61
debido a las limitaciones económicas y a su incorporación al ejercicio de la docencia.
Durante más de 24 años fue director de las escuelas: Normal núm. 2, Nocturna de la
Sociedad de Artesanos y la Nocturna del Estado en el municipio Santa Bárbara.
Miembro de la Junta de Instrucción Primaria Nacional, en 1936 fue designado
presidente de la recién creada Unión de Trabajadores del Zulia (UTZ). Fue concejal del
Ayuntamiento marabino y posteriormente su vicepresidente.
Bustamante, Francisco Eugenio. Coro (Estado. Falcón) 6.9.1839 _ Maracaibo
(Estado. Zulia) 30.12.1921
Médico. Rector de la Universidad del Zulia. Residente en Maracaibo desde los 4 años
de edad, realizó allí sus estudios primarios y secundarios. Atendió cursos superiores en
Caracas (1858). Interrumpió sus estudios entre 1859 y 1860 para alistarse en el ejército
que defendía al gobierno del general Julián Castro. Tras 9 meses de campaña es
licenciado con el grado de teniente. doctor en medicina y cirugía de la Universidad
Central de Venezuela (1864), médico-cirujano-oftalmólogo de la Casa de Beneficencia
(hoy hospital central Doctor Urquinaona) y médico de Sanidad, en Maracaibo a partir de
1869. Publicó sus experiencias quirúrgicas y lecciones clínicas en revistas científicas
como La Beneficencia, de Maracaibo; La Unión Médica y la Gaceta Médica de Caracas,
de la capital de la República. Alrededor de 50 trabajos avalan su ficha de escritor y
orador, fue senador, en 3 períodos, por el estado Zulia al Congreso Nacional y enviado
extraordinario y ministro plenipotenciario de Venezuela en Washington.
Portillo, Jesús María: (Maracaibo 1844-1889). Escritor, jurisconsulto, publicista,
excelente orador, filosofo. Autor de la obra “La Ciudad de Maracaibo” considerada como
una de las joyas de la historiografía zuliana y venezolana donde se recoge con
elegancia los acontecimientos más relevantes de la ciudad de Maracaibo en las ultimas
décadas del silo XIX. Propulsor de la conformación de sociedades y otras
organizaciones que postulaban el servicio y atención a los individuos más necesitados,
en particular es conocido su acercamiento e integración a la “Sociedad Mutuo Auxilio”
entre otras.
Hernández Octavio. (Maracaibo. 1856-1926). Maestro, periodista, poeta y políglota.
Escribió numerosos artículos en diferentes periódicos locales, entre ellos Panorama,
62
Gutemberg, El Fonógrafo, El Obrero, El Avisador y El Siglo. Muchos de los escritos
publicados fueron compilados para dar lugar a su obra fundamental denominada Pro Germana Colonia, donde hace un pormenorizado análisis de la trascendencia de la
presencia alemana en Maracaibo, sobre todo desde el punto de vista económico.
Ochoa Francisco. (Maracaibo. 1849-1907). Escritor guiado por un gran sentido de
filantropía, participando de manera activa en la fundación y promoción de
organizaciones y asociaciones que postulaban como propósito fundamental el ayudar al
prójimo a través de obras humanistas. Se constituye en uno de los personajes que con
más fuerza participa en iniciativas que propugnaban por sentar una conciencia de
civilidad dentro de la población zuliana de entonces.•
Es bueno, en la continuación de nuestra argumentación, destacar que el
constitucionalismo venezolano durante y posterior a la lucha emancipadora estuvo
claramente influenciado por los principios del liberalismo, recoge una nueva visión del
hombre como ciudadano sujeto de derechos que lo encaminan al disfrute de un
conjunto de garantías políticas, económicas y sociales para la generación de iniciativas
particulares y colectivas. Se constituirá en un fuerte estimulo para el fomento de la
organización y agrupación de los individuos en torno a múltiples y diversas prácticas
asociativas con la intención de enrumbar al país hacia los esquemas propios de una
realidad donde las normas de convivencia y sociabilidad propias del capitalismo serian
las pautas que regularían el comportamiento del hombre y su incidencia en un conjunto
de iniciativas que buscarían el bien particular y colectivo
La historia constitucional venezolana durante el siglo XIX y comienzos del XX es
extraordinariamente agitada, ya que es posible constatar un total de 14 textos
constitucionales durante este período (1811, 1819, 1821, 1830, 1857, 1858, 1864,
1874, 1881, 1891, 1893, 1901, 1904, 1909). Entre las garantías que los ciudadanos
adquieren en dichos textos encontramos: la inviolabilidad de la vida, la propiedad, la
• Fuentes: BERMÚDEZ BRIÑEZ, Nilda. 2001. Vivir en Maracaibo en el siglo XIX. 1era edición. Maracaibo, Venezuela. Comisión V centenario del lago de Maracaibo. Maracaibo. CARDOZO GALUE, Germán. 1998. Historia Zuliana: economía, política y vida intelectual en el siglo XIX. 1era edición. Maracaibo, Venezuela. LUZ. URDANETA QUINTERO, Arlene. 1992. El Zulia en el septenio de Guzmán Blanco. 1era edición. Caracas, Venezuela. LUZ. Fondo Editorial Trópicos. - Diccionario Multimedia de Historia de Venezuela. 1998. Caracas, Venezuela. Fundación Polar.
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inviolabilidad del hogar doméstico, la libertad personal, la libertad de pensamiento,
manifestado de palabra, por escrito o por medio de la imprenta, la libertad de transitar
sin pasaporte; cambiar de domicilio, observando las formalidades legales; ausentarse
de la república y volver a ella, llevando y trayendo sus bienes. la libertad del trabajo y
de las industrias, la libertad de reunión sin armas, pública o privadamente, sin que
puedan las autoridades ejercer acto alguno de coacción; la libertad de asociación,
quedando ésta sometida a las restricciones y prohibiciones que establezcan las leyes,
la libertad de petición ante cualquier funcionario público o corporación oficial con
derecho de obtener oportuna respuesta de la respectiva solicitud o representación, el
derecho de sufragio, la libertad de enseñanza, la libertad religiosa, la seguridad
individual
Este marco constitucional que intenta regular la vida de los venezolanos y que
diseña una nuevo modelo de ciudadanía va a tener un fuerte impacto sobre la realidad
zuliana y maracaibera, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XIX, ello
posibilita, junto con otros fenómenos y procesos que se venían operando desde las
primeras décadas del siglo, que afloren un conjunto de iniciativas que, teniendo en el
comercio y la educación sus pilares fundamentales, determinan un acelerado proceso
de organización de las elites en torno a las diferentes actividades que se realizaban,
apuntaladas en esa filosofía de otorgarle al individuo un sentido de libertad que lo
tradujera en un ser potenciador de ideas y acciones para el definitivo tránsito hacia la
sociedad moderna.
“En el plano regional podemos identificar a partir de la segunda mitad del siglo XIX el surgimiento de una elite intelectual conformada al amparo del florecimiento educativo y comercial marabino y sustentada en la adopción de sólidos principios ideológicos vinculados a las modernas corrientes filosófico políticas, la misma quedó reflejada en la primera Constitución del Zulia, al enumerarse los derechos y deberes del pueblo, se evidenció la repercusión de los conceptos liberales en el ideario político. Los zulianos tenían derecho a la libertad en sus distintas manifestaciones, la propiedad, inviolabilidad del hogar domestico (...) libertad de expresar sus pensamientos a través de la prensa, libre derecho de asociaciones políticas sin armas.” (53)
64
La Constitución del estado Zulia promulgada en el año 1893 recoge claramente esta
nueva concepción del asociacionismo como derecho ciudadano e instrumento de
participación activa de los individuos en asuntos que anteriormente correspondían a la
competencia exclusiva del Estado y sus funcionarios; a tal efecto observemos el
contenido aperturista de ese texto constitucional en la materia, en el titulo IV referido a
las garantías:
(...) “Art.15°: El Estado garantiza a todos sus habitantes, así nacionales como extranjeros en su territorio, los mismos derechos que la nación garantiza a los venezolanos en el articulo 14° titulo 4° de la constitución federal, es a saber: 2°: La propiedad con todos sus fueros, derechos y privilegios... 6°: La libre expresión del pensamiento
8°: La libertad de industria y, en consecuencia, la propiedad de los descubrimientos y producciones. Para los propietarios las leyes asignarán un privilegio temporal y la manera de ser indemnizados en caso de convenir en su publicación. 9°: La libertad de reunión y asociación sin armas, pública o privadamente, sin que puedan las autoridades ejercer acto alguno de inspección o corrección. 10°: La libertad de petición, con el derecho á obtener resolución. Aquello podrá ser ante cualquier funcionario autoridad o corporación. Si la petición fuere de varios. Los cinco primeros responderán por la autenticidad de las firmas y todos por la verdad de los hechos.
12°: La libertad religiosa.” (54) Dentro de este marco jurídico-político, vale la pena resaltar las atribuciones y
competencias que algunas de estas sociedades se señalaron como norma para su
funcionamiento, a tal efecto observaremos de manera directa como sus integrantes o
sustentadores se veían a sí mismo, en relación a sus propósitos y alcances como
organización.
Sociedad Auxiliar de Artesanos: “Instálose esta sociedad el 2 de Febrero de 1878 con veintiocho artesanos (...) Su principal objeto fue atender al socorro de sus miembros en los casos de enfermedad o muerte, establecer una escuela de artesanos (...) ha fundado una biblioteca que corre a cargo de una junta directiva.” (55)
Diversas fueron las atribuciones que asumió esta sociedad, inspirada siempre en la
filosofía de ayudar al prójimo, en este caso a sus miembros y familiares, desde prestar
65
atención en circunstancias criticas vinculadas con la muerte o alguna enfermedad que
ameritara un tratamiento costoso, adquiriendo igualmente competencias de índole
educativo que condujeron a la fundación de escuelas y bibliotecas para el
adelantamiento intelectual y moral de quienes la conformaban. En el cumplimiento de
esta labor el Estado colaboraba de diversas formas, en ocasiones apoyando
monetariamente con algunas erogaciones y en otros casos haciendo llegar
aportaciones consistentes en materiales bibliográficos para el sostenimiento de las
actividades académicas por ellos desarrolladas.
Sociedad Protectora de sus Miembros:
“Se instaló esta sociedad el día 24 de Enero de 1886, teniendo como móvil principal la creación de un fondo común destinado al auxilio de los socios en los casos de enfermedad y muerte (...) en el centenario del ilustre prócer general Rafael Urdaneta, fue una de las que más se distinguieron por los actos que llevó a cabo como ofrenda suya a aquella fiesta patriótica “ (56)
Semejantes características a la anterior posee esta organización, resulta curioso su
propio nombre, pues indica la voluntad de un grupo de individuos por asociarse con el
objetivo de protegerse a si mismos en casos de muerte, enfermedad o alguna
contingencia económica. Sin embargo, al tiempo ésta comenzó a tener una significativa
importancia dentro de lo que se constituyó en una de las principales razones de ser de
dichas instituciones: la participación activa en la organización de eventos públicos
alusivos a la conmemoración de fechas patrias y natalicios de los héroes del país, esto
le posibilitaba el poder desarrollar, junto con los funcionarios públicos, el diseño y
ejecución de obras enmarcadas en tales celebraciones.
Sociedad Mutuo Auxilio: “La sociedad Mutuo Auxilio es un centro de acción, de actividad y constante progreso, llamado á realizar el mayor bien del Zulia, como ya ha emprendido y llevado a feliz termino varias obras de indisputable utilidad y trascendencia, con los cuales se ha levantado a grande altura, conquistando la aprobación general y el aplauso debido al verdadero merito (...) Ensanchando la orbita de sus propósitos al constituirse en Sociedad de Mutuo Auxilio, ella ha dado rienda á los más nobles sentimientos, distribuyendo limosnas á los pobres, abriendo certámenes literarios, acordando premios y distinciones al talento y
66
prestando su valiosa cooperación á toda empresa patriótica, estimulo a toda aspiración honrada, decidido apoyo a todo proyecto de utilidad moral y social, á toda idea levantada, á todo intento que pueda deducir algún provecho a la comunidad. Todo por la patria.” (57)
El radio de acción de esta institución abarca desde el otorgamiento de recursos a
los más desvalidos (limosnas), pasando por la organización de eventos que promovían
el progreso de la patria en el ámbito artístico-literario con el otorgamiento de incentivos
a quienes destacaran dentro del campo de las ideas y el conocimiento y, por supuesto
como lo hacía la mayoría, colaborar en la realización de obras que promovieran la
formación en los ciudadanos de un sentimiento de patria, simbolizado en el respeto y
admiración de los hechos y personajes que habían consagrados nuestra condición
republicana. El autor de la cita, integrante de la asociación, no se escatima epítetos
para ensalzar la loable labor que ésta realizaba y que se sintonizaba con el ideal de los
hombres de ciencia de conducir a la ciudad y al país por los senderos de modernidad y
progreso pensados en el imaginario de los ilustrados de la época.
Sociedad Urdaneta.
“Señor general Gregorio Troconis, consejero encargado de la Presidencia del Estado.
Participo a usted, que varios ciudadanos hemos llevado á cabo en ésta capital la fundación de una sociedad que llevará por nombre “Sociedad Urdaneta”, con el patriótico objeto de contribuir a dar mayor solemnidad a las fiestas que se celebrarán el 24 de Octubre de cada año en la plaza de este mismo nombre, en honor de aquel héroe legendario de nuestra independencia.” (58)
Se ubica esta organización dentro del grupo de sociedades de pensamiento que se
crean en el contexto de la política del presidente Antonio Guzmán Blanco de promover
dentro de los ciudadanos venezolanos una conciencia nacional apuntalada por
sentidos de patriotismo, simbolizados, como se ha dicho antes. en la exaltación de las
hazañas de los héroes de la patria. Asume la tarea de reconocer la obra y vida del
mayor exponente zuliano de las glorias independentistas: el General Urdaneta,
constituyéndose a la larga en una de las asociaciones de este tipo de mayor
protagonismo en la promoción de actos e iniciativas que con motivo del natalicio de ese
personaje se realizaban en la ciudad, estableciéndose una relación muy estrecha con
67
los representantes del sector público para el desarrollo de un conjunto de obras
dirigidas al uso y disfrute de la colectividad.
Sociedad Protectora de Animales. “La protección a los irracionales es un propósito útil y de buena enseñanza para los pueblos cuando se hace bajo la influencia de los esfuerzos colectivos (...) La propaganda sistemática de tales ideas en el seno de las sociedades contribuye poderosamente a la perfección de la moral pública y al pulimento de las costumbres (...) De ahí proviene que en todas las poblaciones modernas civilizadas la beneficencia pública haya erigido institutos, fundado agrupaciones y dictado leyes o reglamentos con el fin de inculcar en los ánimos aquellas laudables doctrinas y llevarlas al terreno positivo de la práctica.” (59)
La protección de los animales constituye una práctica obligante de toda sociedad
que aspire alcanzar estadíos de modernidad y progreso, ella refleja la adopción, por
parte de los ciudadanos, de una conciencia civilista:. Maracaibo no se podía quedar
atrás, la fundación de una sociedad de este carácter demostraba el nivel de madurez y
altruismo que habían alcanzado sus miembros más prominentes. Siempre se ha dicho
que la bondad de un ser humano se reconoce de acuerdo a la manera como éste trate
a los animales, siguiendo esta filosofía los actores marabinos se ponen en sintonía con
los principios mundiales sobre el buen trato a los irracionales. Igualmente, su
funcionamiento se inspira en la necesidad de librar a la sociedad del grotesco
espectáculo que significa el deambulamiento por las calles de animales realengos
afeando la imagen pública, que nada tiene que ver con ese ideal de modernidad que se
debe respirar en aquellas ciudades y países donde lo estético se corresponde con una
visión de progreso y orden
Se palpa, al detallar el discurso expresado por los integrantes de esas sociedades,
el manejo de un conjunto de categorías que sustentaban una nueva concepción
ideológica-política del espacio público y privado, asociada a las modernas corrientes del
pensamiento mundial y vinculado a las formas de organización capitalistas, lo cual
implicaba en el imaginario de los actores zulianos la necesidad de transformar las
diferentes estructuras que soportaron a la sociedad hasta ese momento, en función de
68
propiciar un proceso de modernización de la vida económica, social, política, jurídica y
cultural del Zulia.•
Expresiones propias del liberalismo y el positivismo formaban parte del vocabulario
de los zulianos: Orden, Progreso, Patria, Civilización, Moral Pública, Positivo. Con ellas
se construye un discurso que justifica la necesidad de socorrer al semejante a través
de iniciativas asistencialistas y obras de utilidad pública, además de la posibilidad de
redefinir los patrones y valores que sustentaban a la sociedad venezolana y marabina.
Numerosas fueron las comunicaciones entre actores públicos y privados donde se
palpaba de manera muy concreta las categorías que identificaban al pensamiento y
predica de los habitantes de la región; observemos un ejemplo de ello:
“Logia Regeneradores N° 6 Comunicación del 02-02 de 1904 al General Regulo Oliveros, 1er Vicepresidente Encargado del Ejecutivo del Estado (...) Inspirada la asociación masónica en los sanos principios de orden y moralidad, de progreso y patriotismo que hacen grandes a los pueblos, esta logia ha creído conveniente ofrecerles su leal cooperación como magistrado fiel del Zulia, en todo cuanto se relacione con la alta misión que desempeñáis, con los fines y tendencias de esta secular institución.” (60)
Este proceso de organización social expresaba el desarrollo ideológico de los
maracaiberos, vinculado a la influencia del liberalismo y el positivismo como corrientes
del pensamiento que sustentaban el establecimiento de un orden político y económico,
donde se concebía la mayor amplitud posible a la libertad individual, y sobreponía las
ideas liberales a las serviles y al absolutismo como sistema político.
“En el contexto del desarrollo comercial e industrial y de la propagación de las ideas liberales y positivistas, es donde surgen una diversidad de asociaciones desde las cuales se expresa claramente la nueva concepción de país que se aspiraba alcanzar en sintonía con la concepción económica e ideológicas del capitalismo mundial. Desde estas sociedades y juntas sus funcionarios daban cumplimiento a la constitución del imaginario nacionalista. que tuvo en
• Era un discurso que exhortaba el fortalecimiento del estado y los gobiernos como vía para el aseguramiento del progreso como expectativa e ideal de vida, esto sólo sería posible a través de la protección a la industria, al comercio, a las letras y a las artes, elementos que servían como palanca del desarrollo hacia esa pretendida modernidad.
69
las fiestas y celebraciones patrias un escenario propicio para consolidar la empresa pública con capital privado.” (61)
A finales del siglo XIX las diferentes corporaciones que hacían vida dentro del
espacio público maracaibero fueron eficientes instrumentos para la inversión y
reproducción del capital público y privado, constituyéndose en brazos ejecutores de la
política asistencialistas del Estado que entendió el bien común como estrategia para
transformar la realidad económica, social y cultural; de las obsoletas estructuras
heredadas del antiguo régimen a una sociedad moderna sustentada en los principios y
orientaciones del capitalismo. Esta dinámica política asociada a obras y sentidos de
patriotismo, la podemos visualizar con la ilustración del siguiente acontecimiento
guardado en las memorias del Archivo Histórico del Estado Zulia:
“Alejando Andrade. Presidente del Estado Zulia Considerando: Que por decreto de 28 de Octubre del año 1897, el
ciudadano Presidente de la República declaró fiesta nacional el 1° de Agosto de 1898, día en que se completa el 4° centenario de América sobre las costas de Paria en territorio de Venezuela.
Que el gobierno nacional decretó al de este estado para la debida celebración de aquella fecha memorable. Que todos los pueblos de la República deben corresponder a este llamamiento, para honrar como americano la memoria del inmortal Cristóbal Colón y como venezolanos el descubrimiento de su suelo; y que en vía cierta de inmediata restauración de la paz pública, toca al gobierno dar principio a sus obras patrióticas y de fomento para el país.
Decreto Nacional. Art. 1-. Declarar día festivo el próximo primero de agosto. Art. 2-.Crear una Junta de 15 miembros para proponer, organizar y presidir los actos conmemorativos. Art. 3-.Por resoluciones especiales se nombrará al personal de la junta. Art.4-.Como ofrenda de la fiesta, el gobierno erigirá la Plaza Colón en terreno cercado a orillas del lago y al sur del edificio del mercado, construyendo por su cuenta las barandas, piso y avenidas y levantando en el centro, sobre pedestal a propósito, el busto del inmortal marino (...) También se instalará en aquel día centenario el Colegio Nacional de Niñas, cuya fundación ha sido pedida al
70
Ciudadano Presidente de la República, y a cuya dotación contribuirá el ejecutivo del Zulia.. Art. 5-.Cualquiera otra ofrenda que dedique el gobierno, se determinaran por resoluciones especiales.
Maracaibo, 1°, 1898 Presidente: Miguel Celis.” (62) Entra, entonces, en escena la otra variable que le dio sentido a estas redes de poder
construidas a partir de valores de filantropía y socorro al semejante, bajo los principios
antes mencionados: los individuos actuando como asociaciones en perfecta armonía
con las ejecutorias del Estado, el cual adquiere un fuerte carácter asistencialista,
sustentado en la construcción de un importante numero de obras para el bienestar de la
colectividad. En el siguiente texto, dirigido por el presidente del estado a los miembros
de una asociación, notamos con precisión esta nueva dinámica de relación entre el
estado y la sociedad:
“Junta de Gremios de Dependientes. Miembros: Octavio Hernández, M. M Chacín, Ernesto. H. Romer, Carlos Hernández, Julio Martínez, José .J Romero... Juzgando el Ciudadano Presidente del Estado, cuanto contribuirá al embellecimiento de esta ciudad capital la realización del proyecto que el progresista gremio de dependientes del Comercio de Maracaibo concibió hace poco, de erigir, en honor al ilustre genovés Cristóbal Colón una plaza en el sitio cercado actualmente al sur del mercado y juzgando además la oportunidad que ofrece la próxima fiesta de la celebración del 4° centenario de la tierra firme de América para llevar a cabo el propósito, anticipando de este modo la creación de una obra verdaderamente civilizadora y la cual por el sólo esfuerzo de aquel honorable gremio (... ) el gobierno del Zulia ha dispuesto en esta fecha (...) la creación de la “Plaza Colón” en el sitio antes indicado y contribuir entre otros, con ofrenda a la fiesta centenaria con el consentimiento que lo regirán los promotores de la obra.. (...) Teniendo en cuenta esta iniciativa de los Dependientes el ciudadano Presidente del Estado no ha querido desaprovechar este generoso esfuerzo (...) de los miembros del gremio, en su representación y como números al mismo tiempo de la Junta Central Directiva que ha de nombrarse en virtud del decreto, colaboren con el gobierno en la realización de la plaza y en su conservación y progreso. Secretario General del Gobierno.” (63)
Esta realidad nos conduce a visualizar el establecimiento de un esquema del
ejercicio del poder compartido entre los lideres del comercio, agrupados en sociedades
71
y gremios, y los funcionarios oficiales, configurando el diseño de una nueva concepción
del espacio público para los negocios, la atención al semejante y el adelanto de una
política de modernización de todas las estructuras con la propagación de los patrones
culturales que instruyeron las inversiones extranjeras. Bajo esta concepción del poder se aceptan las múltiples formas de relacionamiento
humano que de manera cotidiana y permanente van construyendo los fundamentos del
desarrollo humano y del progreso de los pueblos. Esta manifestación se ubica en cada
una de las acciones del hombre en sus múltiples actividades dentro del grupo social en
el cual se encuentra inmerso, en este caso el Estado deja de ser el único instrumento
de ejercicio del poder, para trasladarse a cada una de las esferas donde el hombre
desarrolla su vida. Expresa el sentido de libertad que cada uno de los componentes de
la relación Estado-sociedad asume para hacer de la misma un acto creador y
productivo, donde se acepta la condición de líder de algunos de sus integrantes, bajo el
entendido que el mismo reproducirá actitudes y sensaciones que conducirán al
aprovechamiento de su dominación, traducido en sensaciones de crecimiento, disfrute,
formación, progreso y bienestar.
Se entiende una concepción del manejo del poder en función de las iniciativas
organizacionales que los actores del espacio público marabino desplegaron como
instrumentos de acceso a los órganos de decisión, en particular en aquéllas que se
vinculaban con el desarrollo de obras públicas e iniciativas que, con un sentido
“altruista”, postulaban el mejoramiento de las condiciones de vida de los ciudadanos y
el auxilio al prójimo en casos de enfermedades, ayudas económicas, atención a
familiares en casos de muertes e incentivos al ahorro.
En este particular, entenderemos el ejercicio del poder ya no como una instancia
para reprimir, prohibir y castigar, vale decir con un sentido punitivo y sancionatorio, sino
como una manifestación del reforzamiento de una conciencia colectiva, a partir del
diseño y ejecución, por parte de los representantes del sector oficial y entes privados,
de un conjunto de iniciativas que planteaban la necesidad de brindar atención a los
menos favorecidos, expresado en el mejoramiento de la infraestructura a todos los
niveles, lo cual determinaba la necesidad de propiciar mejores condiciones de vida para
los habitantes de la región, traducido en obras viales, educativas, hospitalarias,
72
instituciones filantrópicas, para el socorro en casos de extremas necesidades y
penurias.
El poder ejercido en tales circunstancias trasciende a otros espacios distintos a los
tradicionales, donde la generación de bienestar, felicidad y progreso se corresponde
con unas nuevas prácticas sociales y culturales, vinculado al surgimiento de actores
económicos y políticos con un alto grado de conciencia acerca de su papel de
dinamizadores de la construcción de unas nuevas pautas de funcionamiento de la
realidad, a partir del progresivo tránsito de la sociedad maracaibera del antiguo régimen
a un orden social caracterizado por la imposición de los valores y principios que
sustentaban el desarrollo y expansión del capitalismo, siendo los negocios,
representado en el adelantamiento de iniciativas conjuntas de construcción de obras
para el ornato de la ciudad y la satisfacción de algunas necesidades básicas de la
población y en la fundación de entes vinculados con el sector de las finanzas, el
elemento que orientaba la puesta en ejecución de esta política de modernización con
fines asistencialistas, a través de una estrecha relación entre los lideres del comercio y
la naciente industria, apuntalados por una intelectualidad identificada con sus
postulados e intereses, y los funcionarios del Estado.
El ejercicio del poder dejó de ser una competencia exclusiva de los funcionarios
públicos para trasladarse a las diferentes esferas donde actores representantes de
sectores e intereses sociales entendieron la necesidad de la organización para inducir
al compartimiento del mismo dentro del espacio maracaibero. De esta forma se pluraliza
y amplia, los individuos conforman sociedades, gremios, clubes, juntas de fomento, etc,
a través de los cuales se empieza a horizontalizar el ejercicio del mismo con un sentido
creador, ya no se plasma sólo como un instrumento para la negación y represión, sino
para la generación de felicidad y bienestar social.
Así el poder se traslada a cada una de las esferas de la vida y se reproducen
diversas formas de ejercitarlo: el desarrollo de una opinión pública, de la educación
como elemento de ascenso social, el diseño de políticas para el uso y disfrute de los
espacios públicos, el papel de la familia como agente de formación espiritual, el
surgimiento de una conciencia de autonomía e identidad regional, el diseño de
instrumentos moralizadores de la conducta social apuntalada por principios de civilidad
73
y urbanidad. Se generan, en consecuencia, redes de poder que involucran a buena
parte de los integrantes de la sociedad, estableciéndose múltiples y variadas formas de
relacionamiento social, donde el mismo se asume como las diversas partículas en las
cuales se manifiestan las expresiones del accionar individual y colectivo.
“Hacia la ultima década del siglo XIX e inicios del XX, la legislación sobre materias fundamentales como justicia, rentas del estado, instrucción pública, régimen político, división territorial, etc, fue anualmente revisada y reformada. Se observa una mayor preocupación por perfeccionar los instrumentos jurídicos legales que permiten un mejor funcionamiento de la sociedad y el Estado. Su complejidad creciente exigía de medidas político-administrativas, sociales y económicas más eficaces que optimizaran la convivencia de los zulianos, decisiones más acordes con el progreso que compartían” (64)
Se proyecta a finales del siglo XIX un nuevo esquema de actuación del Estado,
adoptando un carácter benefactor asistencialista, orientado en la preocupación por
cambiar los patrones culturales de los ciudadanos en tránsito hacia una sociedad
moderna, encontrando en las corporaciones liberales (sociedades y gremios) el
instrumento ideal para la proyección de esa filosofía del bienestar al resto de la
población, es decir, se instaura una práctica compartida de ejercicio del poder, donde
el sector oficial diseñaba y promovía obras e iniciativas públicas y las diferentes
corporaciones privadas actuaban como entes promotores, fiscalizadores y ejecutores de
las mismas. “Desde estas Sociedades y Juntas, sus funcionarios daban cumplimiento a la construcción del imaginario nacionalista, que tuvo en las fiestas y celebraciones patrias un escenario propicio para consolidar la empresa pública con capital privado Por ejemplo entre 1891 1898 abundaron contratos con el gobierno del estado sobre tranvías a tracción animal y vapor, pavimentación de calles, alumbrado eléctrico, aduana, acueducto, cárcel pública, teléfonos, telégrafos, caminos, muelle, ferrocarriles, industria pecuaria, mercado. Igualmente en los años 1883, 1888, 1895, y 1898 con los centenarios de los próceres Simón Bolívar, Rafael Urdaneta, Antonio José de Sucre y el navegante Cristóbal Colon, proliferaron contratos para la construcción y remodelación de las plazas Colon, (1898), Urdaneta (1889), Sucre, Boulevard Baralt (1888), Teatro Baralt (1883), Escuela de Artes y Oficios (1888) (...) Estas obras patrióticas para la
74
paz pública y el fomento del país fueron promovidas por el alto comercio, el Gremio de Dependientes del Comercio de Maracaibo y varios profesionales del gremio medico e intelectual. Desde la presidencia del estado Zulia alineada con el ejecutivo nacional que encarnaba los principios doctrinarios de Orden, Moralidad, Progreso y Patriotismo, las numerosas Juntas de Fomento les designaba para impulsar obras de servicio público y social.” (65)
Las fechas patrias se constituyen en un instrumento reforzador en el colectivo de un
sentido de nación, dentro de una realidad caracterizada por el fraccionamiento político
en poderes y liderazgos regionales que no permitían consolidar la existencia de un
Estado Nacional.
“Durante los tres decenios finales se celebraron con grandes fiestas en todo el país, además de las fechas que recordaban la gesta de la independencia, los centenarios del nacimiento de Bolívar, Urdaneta, Sucre, se rindieron honores a Páez en ocasión de la llegada de sus restos mortales a Venezuela y la Apoteosis del Generalísimo Francisco de Miranda. Estas celebraciones las decretaba el Presidente de la República y en cada estado se organizaban juntas debidamente autorizadas que se ocupaban de disponer todo lo concerniente a la ceremonia en cuestión y se excitaba a las corporaciones científicas, literarias y artísticas, y a los gremios para que prepararan actos especiales en los días anteriores y subsiguientes a la festividad oficial” (66)
Cada celebración implicaba una estrecha relación de los miembros del ejecutivo con
representantes de las diferentes asociaciones que hacían vida dentro del espacio
público marabino, a fin de desarrollar actos con un sentido patrióticos, tales como:
inauguración de obras (donde habían tenido una gran participación las diferentes
sociedades, gremios y juntas), concursos literarios y científicos, juegos, conferencias. Al
frente de dichas celebraciones estaban las juntas coordinadoras nombradas por el
Estado, las cuales se encargaban de organizar todo lo atinente a generar las
condiciones adecuadas para celebrar por todo lo alto la fecha patria que se avecinaba.
Con esta práctica se reforzaban los vínculos de los sectores comerciales e
intelectuales, agrupados en gremios y sociedades, con los representantes oficiales,
bajo la predica del ideal patrio como elemento sustentador de los principios de
modernidad que debían caracterizar al imaginario de nación presente en los individuos
75
lideres del proceso histórico de la sociedad venezolana y zuliana de las últimas
décadas del siglo XIX.
CAPITULO IV. CONFORMACIÓN DE UNA CULTURA PARTICIPATIVA EN LOS MARACAIBEROS
DE LA EPOCA, A PARTIR DE LA CONSOLIDACION DEL FENÓMENO DEL ASOCIACIONISMO
Se introduce en las mentes y prácticas cotidianas de los maracaiberos una cultura
que promueve la participación como mecanismo válido para alcanzar la transformación
cualitativa de la sociedad, integrándose en iniciativas muy concretas los intereses tanto
del sector público como privado. Se entiende que la asociación es el camino para
viabilizar la posibilidad de adelantar una propuesta de desarrollo en algunos niveles,
donde los grupos más favorecidos en lo intelectual, ideológico, económico y político, se
tradujeran en la vanguardia de todo este proceso, pero no solamente como individuos,
sino como grupos (Sociedades y/o gremios)
“La empresa pública procede de las “sociedades de pensamiento”. Como toda sociabilidad que transitaba entre lo tradicional y lo moderno, en la naciente república grancolombiana, luego venezolana, la civilidad estaba simbolizada en los ciudadanos y el Estado; ambos cuerpos sociales encarnaban los valores mercantiles, el bien común, la comunidad política y la opinión pública. Esta sensibilidad letrada tuvo su dispositivo regulador en las instituciones y el ordenamiento jurídico-constitucional para legitimar la rentabilidad y el control social. Sus promotores fueron los notables de las Sociedades Económicas de Amigos del País, ejes del gobierno deliberativo, que proclamaban “ el nacimiento de un hombre nuevo, el hombre de negocios” (...) y una nación en la cual la productividad sería el fundamento de la felicidad colectiva. En esta racionalidad de la libre asociación, el Estado era garante de derechos económicos, sociales y culturales, normalizados para el progreso, la utilidad pública, el fomento del comercio y la industria en procura de la prosperidad y bienestar social.” (67)
Maracaibo es una ciudad que progresivamente, a lo largo de la segunda mitad del
siglo XIX, comienza a despertar ante las nuevas corrientes y concepciones filosóficas,
ideológicas, tecnológicas, políticas y culturales que predominaron en el mundo, a partir
de la penetración de los valores de modernidad que introdujo el capitalismo como
sistema dominante y en permanente expansión por Europa y el mundo en ese
76
momento. Los actores del espacio público y privado marabino entendieron y asumieron
la importancia de la organización y asociación como instrumentos validos para la
injerencia y participación en los diferentes ámbitos de la vida en sociedad y su
incidencia en decisiones trascendentes que afectaban al colectivo en relación a la
promoción y desarrollo de iniciativas que propugnaban un bienestar común, pero que
además implicaban acceso a las altas esferas políticas y determinaban un status social
en individuos y grupos que se reunían con determinados objetivos y propósitos.
Cualquier motivación o pretexto era válido para configurar el surgimiento de una
sociedad, encontrando entre las numerosas asociaciones fundadas en el periodo 1880-
1910, variadas razones y argumentaciones que justificaron a un grupo de ciudadanos,
pertenecientes al comercio e industria y a la intelectualidad, la fundación de
organizaciones sustentadas en un discurso altruista y modernizador. Visualizamos en la
adopción de esta cultura asociativa la necesidad de sus promotores de llenar el tiempo
de ocio, que además de plantear un supuesto bienestar al resto de la población,
implicaba la generación de privilegios económicos y políticos y hasta la posibilidad de
matar el tiempo que les sobraba luego de realizar sus tareas, articuladas a su elevadas
posiciones económicas, sociales y culturales.
Esa preocupación aparenta expresar un sentido de sensibilidad social de los grupos
privilegiados por aquellos individuos que se encontraban en una situación de penuria
extrema, y seguramente en algunos casos era la circunstancia que movía a dichos
grupos a propiciar la creación de asociaciones de carácter piadosas para socorrer a los
excluidos de las riquezas. Sin embargo, debemos destacar que el triste espectáculo de
la pobreza proyectado en una condición extrema de marginalidad y mendicidad
chocaba contra las aspiraciones de las elites de transformar la realidad marabina en
una sociedad civilizada, donde los valores de urbanidad y modernidad prevalecieran
como modos de vida.
Este ideal encontraba en la miseria un fuerte obstáculo, por lo cual aportar esfuerzos
e iniciativas que enfrentaran esa difícil situación de buena parte de la población se
constituía en una acción obligada para acercarnos a los niveles de progreso,
prosperidad, orden y bienestar con el cual soñaban los actores lideres de ese proceso,
de allí que combatir males como la pobreza, prostitución, alcoholismo e ignorancia, se
77
convirtieron en objetivos inaplazables para concretar el ideal de sociedad moderna que
dichos actores aspiraban.
Observemos la preocupación de un grupo de zulianos por esta situación:
“EE.UU. de Venezuela. Sección Zulia.
Distrito San Rafael. Sinamaica Marzo 25 de 1883
Ciudadano Gobernador de la Sección. Tengo el honor de participar a U que con esta fecha se ha
instalado en este municipio una Junta constante de diez y siete miembros, cuyo filantrópico objeto es abrir una casa de beneficencia donde poder proporcionar al desvalido de los medios conducentes al alivio de las enfermedades, al socorro de la miseria y en consecuencia a la abolición del triste espectáculo que la mendicidad pública ofrece a todo país civilizado.” (68)
La práctica de la prostitución por parte de algunas mujeres se constituía igualmente
en una problemática que chocaba con el ideal de modernidad que se planteaban los
notables hombres del comercio, la industria y la intelectualidad zuliana. Así como la
mendicidad afectaba el ornato de la ciudad, también lo hacia este tipo de conducta
reñida con la moral y buenas costumbres, principios que en apariencia orientaban el
pensamiento y conducta de estos individuos, quienes se habían señalado como
propósito el adecentar el comportamiento de la población en búsqueda de la imposición
de valores asociados con la civilidad, el orden y el progreso.
La adicción de ciertos ciudadanos a las bebidas alcohólicas era otro mal a combatir
dentro de estas mentalidades proclives al progreso y a la civilidad, constituyéndose la
asociación en el instrumento a partir del cual se combatiría este vicio social. Es así
como en la segunda década del siglo XX se funda la Liga Antialcohólica por un grupo
de renombrados zulianos de la época, teniendo como objetivo luchar contra el abuso
de bebidas espirituosas que causaban malestar a la sociedad.
El Estado apoyaba estas iniciativas privadas que intentaban promover una filosofía
de moralidad y urbanidad, a través de la puesta en práctica de una política de
higienización, que postulaba la necesidad de fomentar en la población un sentido de
salubridad y disciplinamiento social que nos acercara a los niveles de conducta y
78
comportamiento humano observado en aquellas sociedades que habían alcanzado un
status de modernidad. Es así como el 22 de diciembre de 1905 la Asamblea Legislativa
del Estado Zulia crea la “Ley de Salubridad Pública del Estado; epidemias; aseo
urbano; aseo interior; expendio de carnes; bodegas y pulperías; boticas, botiquines y
farmacéuticos; hospitales y casas de beneficencia en general, cementerios” (69), como
una estrategia que reforzará los intentos privados por promover y concretar en la
población una conciencia generadora de actitudes que condujera a internalizar valores
de moralidad, orden, limpieza e higiene, y ornato público.
Toda esta práctica civilista y urbanista se apoyaba igualmente en algunas decisiones
del Estado central y en la creación de instrumentos moralizadores de la conducta
ciudadana. Al respecto es conveniente señalar un elemento que sale a la luz pública a
mediados del siglo XIX, como lo es el Manual de Urbanidad y Buenas Costumbres del
profesor Manuel Antonio Carreño, el mismo intenta proyectar todo un conjunto de reglas
y normas de comportamiento que pretendían propiciar un disciplinamieto social en los
individuos, combatiendo conductas inaceptables que chocaban contra los preceptos y
principios que debían prevalecer en una realidad que avanzará hacia niveles de
modernidad.
“Manuel Antonio Carreño (1812-1874), político y escritor, padre de Teresa Carreño y hermano de Simón Rodríguez, recogió en su manual las formas más elementales y las reglas sobre los buenos modales para relacionarse en sociedad. El libro comienza con tres capítulos introductorios, "Deberes morales del hombre", en donde desarrolla esas obligaciones para con Dios, para con la sociedad, para con nuestros padres, para con la Patria, para con nuestros semejantes y para con nosotros mismos, puesto que "el hecho de formar parte del género humano ya nos compromete a esos deberes". Luego de repasar algunos principios generales, se extiende en normas del aseo, sobre el modo de conducirnos dentro de la casa, en diferentes lugares fuera de ella y en sociedad, para finalmente pasearse por las diferentes aplicaciones de la urbanidad. obligaciones para con Dios, para con la sociedad, para con nuestros padres, para con la Patria, para con nuestros semejantes y para con nosotros mismos, puesto que "el hecho de formar parte del género humano ya nos compromete a esos deberes”. (70)
79
Se trataba no sólo de modernizar desde una óptica material e infraestructural, pues
el tránsito hacia una sociedad moderna implicaba propiciar cambios en las prácticas de
los individuos, sobre todo de aquellos que a los ojos de las elites económicas e
intelectuales expresaban comportamientos no cónsonos con los valores de civilidad y
urbanidad que debían prevalecer en una sociedad regida por los principios del
capitalismo. Entre las normas y hábitos que se debían cultivar para promocionar el
adelanto moral de la población encontramos: la adquisición de conocimientos para la
erradicación de la ignorancia, el aseo e higiene personal, el apego al trabajo como
instrumento generador de estabilidad y riquezas, el respeto a la ley, el amor a los niños,
la consideración de las mujeres, el respeto a los ancianos, el cultivo de las bellas artes,
la música y el teatro. Allí la asociación también tiene una gran trascendencia; propiciar
a partir de ellas un conjunto de iniciativas que permitan hacerle llegar a las mayorías
incultas; asistencia, servicios y educación, con la cual estos eleven su calidad de vida y
asuman valores más acordes con ese ideal de vida que se intentaba alcanzar.
“(,,,) el nuevo modelo urbano respondió a los criterios del momento: construcción de una arquitectura más simbólica y monumental, espacios recreativos más acordes con la tendencia europeas (espacio público dominando sobre espacio privado, vida social volcada hacia el exterior) , mejoramiento y dotación de servicios públicos. En esa ciudad moderna el habitante usará más sus calles, plazas, paseos, parques, cafés, neverías, clubes, salones; se debía por tanto modelar sus actuaciones para adecuarlas al nuevo estilo de vida urbana, organizar y ordenar la vida social citadina, hacerla más “civilizada y “culta”. Por distintos medios (cuerpos de leyes, educación escolarizada,, libros, prensa, etc), sustentados en la escritura se trató de alcanzar ese propósito” (71)
Esta concepción del uso y disfrute del espacio público sustentado en ideas
modernizadoras propias del sistema capitalista responde a un proyecto nacional
guzmancista que entendía la preeminencia de un centro (Caracas) desde donde
emanarían una serie de decisiones e iniciativas que postulaban alcanzar un grado de
unificación y homogeneidad en un territorio que hasta ese momento se encontraba con
un alto nivel de fragmentación. Se aspiraba, en consecuencia, la consolidación de un
Estado Nacional fuerte que indujera la promoción de un ciudadano más identificado
con lo nacional que con lo local o regional, lo cual traducía la impostergable necesidad
80
de adelantar ese proceso de transformación material, mental y espiritual de la realidad y
los hombres de la época.
Dentro de esta concepción de la realidad y del comportamiento social irrumpe con
fuerza en nuestra región el fenómeno del asociacionismo, revestido de esa filosofía de
ayudar y educar al hombre para que adquiriese los valores propios de una sociedad
que, según su imaginario, avanzaba a alcanzar su desarrollo de acuerdo a los niveles
que imperaban en el mundo occidental capitalista. Podemos ahondar en relación a las
diferentes motivaciones que orientaban el surgimiento de esta cultura asociativa a partir
de la visualización de las siguientes citas, extraídas de documentos donde se guardan
las memorias de los discursos plasmados por estos ciudadanos a la hora de sugerir,
fundar o concretar las ejecutorias de esas instituciones.
Filantrópicas:
“El diez de noviembre de 1874 se instaló la junta encargada por el mutuo auxilio para realizar el pensamiento de una sociedad de seguros de vida. Ella era una institución privada formada por accionistas y tenía por objeto principal acumular un capital con el cual se pudiese asegurar una suma a las familia de sus accionistas en caso de muerte, así como asegurar también igual beneficio a los miembros de la mutuo auxilio que quisieran tener pólizas (... )” (72)
Brindar atención en diferentes circunstancias se constituía en la motivación que este
tipo de sociedad postulaba para justificar su existencia. Se trataba de ayudar al
semejante con determinadas iniciativas asistencialistas que permitiese, a través de
auxilios económicos, cubrir ciertos gastos en circunstancias de enfermedades, penurias
económicas o muerte, cuando éstos no estuviesen en capacidad de cubrirlos. En
algunos casos, como los de las sociedades Mutuo Auxilio y Protectora de sus
Miembros, la asociación se funda con el deliberado propósito de propiciar una
comunidad de intereses y ayuda reciproca entre sus integrantes.
Financieras:
“El primero que concibió, según los anales de la mutuo auxilio, el pensamiento de establecer un Monte de Piedad fue uno de sus mas distinguidos miembros, el doctor Francisco Eugenio Bustamante, siendo presidente en el
81
primer semestre de 1880 (...) tiene por objeto esta institución facilitar las transacciones en pequeña escala, dando dinero para mutuarlos á interés, garantizado suficientemente con prendas, muebles u otros objetos que a juicio de la junta directiva se crean aceptables con el benéfico propósito de evitar la usura á que se presta en lo general esta clase de negocios.” (73)
El capitalismo, entendido desde la óptica financiera, se había instaurado dentro de la
mente y prácticas de los maracaiberos de entonces, siendo la creación del Banco de
Maracaibo en 1881 el paso más emblemático de esta cultura económica que
preconizaba la necesidad de que los ciudadanos asumieran el ahorro como una actitud
que posibilitaba la utilización racional del dinero. Con ello, se creaba la posibilidad de
auxiliar con prestamos a ciertos individuos y grupos que, a través de iniciativas de
diversa indote, propiciaran el desarrollo material, social y cultural de la realidad
maracaibera. Esta predica proyectaba el deseo de los actores lideres del comercio e
industria por utilizar la transacción monetaria como un instrumento de reproducción del
capital y la satisfacción de las demandas e intereses de la sociedad.
Industriales:
“Ciudadano Jefe Civil y Militar del Estado. Los suscritos ciudadanos del Zulia y en el uso perfecto de nuestros derechos (...) tenemos el propósito de formar una compañía anónima sobre alfarería que levante esa industria de la frustración en que se halla y que cuenta con capital bastante para poder aprovecharse de los adelantos y mejoras que en este ramo han logrado realizar otros países civilizados. Mas por ello el primer paso ha sido proponer al gremio de alfareros de esta ciudad.” (74)
A partir de 1870 se propicia en Maracaibo y en buena parte del país un incipiente
desarrollo industrial, con la creación de un número importante de fabricas. En algunos
casos, como el que refleja la cita, se promueve la recuperación de un ramo industrial, a
partir de la fundación de una sociedad que se encargaría de realizar determinadas
diligencias para convencer, tanto a grupos privados cono al sector oficial, de la
necesidad del apoyo a la misma. Se buscaba, con esa actitud, ganar respaldo
económico y adeptos que se sumaran a la inversión necesaria para la apertura de
determinada industria en algún ramo específico de la economía.
82
Artísticas: “Fundado el centro musical de Maracaibo con el objeto de impulsar el desarrollo artístico de ese pueblo a la par que para establecer un centro de cultura social que corresponda al progreso de este estado, ha venido realizando sus elevados propósitos (...)” (75)
El cultivo de las artes se había constituido en una práctica inaplazable de los grupos
intelectualmente más avanzados de la sociedad maracaibera de finales del siglo XIX. El
apego a las letras, la música y el teatro, entre otras actividades artísticas, constituía una
impostergable necesidad; no se trataba solamente de cambiar material e
infraestructuralmente, se debía, con igual prioridad, redefinir los patrones mentales y
culturales de la población, pues ser culto se traducía en uno de los requisitos y
obligación de los habitantes de cualquier realidad donde imperaran criterios de
civilidad, progreso y orden.
Civilistas:
“General Regulo Oliveros, 1er Vicepresidente encargado del Ejecutivo del Estado (...) Inspirada la asociación masónica en los sanos principios del orden y moralidad, de progreso y patriotismo que hacen grandes a los pueblos, esta logia ha creído conveniente ofrecer su leal cooperación como magistrado fiel que sois del Zulia, en todo cuanto se relacione con la alta misión que desempeñáis, con los fines y tendencias de esta secular institución.” (76)
Las sociedades creadas en este período se armaban de un discurso donde la
búsqueda de un ideal de modernidad pasaba por la generación de un conjunto de
normas y principios de disciplinamiento social. Las toscas y primitivas costumbres y
hábitos del común de la población heredadas del antiguo régimen colonial debían ser
modificadas, en función de fomentar un comportamiento que nos acercara a los modos
y costumbres que prevalecían en los países europeos, a los cuales debíamos
parecernos. En esta perspectiva, la mayoría de las asociaciones, además del fin
particular que las inspiraba, tenían un objetivo más general y ambicioso; cual era
modificar la conducta de la población, dando así el salto cualitativo necesario para
alcanzar ese estadio de sociedad civilizada.
83
Patrióticas: “Sociedad Urdaneta.
Aprestase esta sociedad á celebrar el 24 del mes corriente, día onomástico del inmortal Rafael Urdaneta, en la plaza Urdaneta, como glorificación al primero de nuestros libertadores por su lealtad al padre de la patria, con cuyo único móvil se ha constituido esta asociación (...)” (77)
La consolidación de un ideal de nación pasaba por instaurar un simbolismo patrio, a
través del resaltamiento de los héroes de la independencia. La conmemoración de
fechas alusivas a grandes acontecimientos vinculados con esas luchas y la celebración
de los onomásticos de los hombres que la impulsaron se convirtió en una práctica
común dentro de los maracaiberos, inspirados en las propias políticas guzmancistas
que promovieron fomentar en la población un sentido de patriotismo. En este sentido,
se crean en Maracaibo un conjunto de sociedades alusivas a grandes nombres:
Bolívar, Urdaneta, Colon, Vargas.. Su existencia no se limitaba a preparar los actos
conmemorativos, sino que las mismas eran utilizadas como pretexto para afianzar una
relación muy estrecha con los representantes del sector público, a fin de emprender la
realización de obras para el ornato de la ciudad, tales como parques, plazas,
monumentos.
Religiosas:
“Junta fundadora y directiva del templo de la Santa Cruz. Punta de Leiva.
Señor General: Gregorio Troconis Presente Esta sociedad que me honro en presidir, en el propósito de celebrar con la mayor solemnidad posible la fiesta de la Santa Cruz, y teniendo en cuenta los piadosos sentimientos que a Ud. animan, resolvió en su ultima sesión ordinaria dirigirse á Ud. suplicándole una limosna para la función religiosa que prepara y tendrá efecto el 3 del próximo mes de Mayo...
Dios y Federación Ana Julia de Padrón “ (78) Este tipo de sociedad encuadraba dentro de lo que en España constituyeron las
llamadas cofradías, es decir, instituciones de carácter religiosas que, además de
venerar y conmemorar un ritualismo en torno a una imagen o símbolo religioso,
promovía el adelanto de iniciativas que, con un carácter piadoso, planteaban el auxilio y
socorro a los desventurados, aquellos que viviendo en las condiciones más extremas
84
de necesidad económica y espiritual requerían de una asistencia que les aportara lo
básico para poder vivir, vale decir, alimentación, techo, educación, etc. Se convertía la
caridad en el eje orientador del funcionamiento de este tipo de asociación, las cuales
lograron afianzarse como el brazo ejecutor de la iglesia en sus políticas de atención y
ayuda hacia los más necesitados e indefensos.
Comunitarias:
“Sociedad Gimnasio de la Juventud. Puertos de Altagracia. Abril 24 de 1884.
El 16 de Marzo próximo pasado se instaló en esta población una sociedad de jóvenes, bajo el nombre arriba expuesto, con el objeto de propender por cuantos medios le sea posible, a levantar y sostener el progreso de la localidad (...)” (79)
Los habitantes de la sociedad entienden la necesidad de organizarse para promover
el desarrollo de iniciativas que se tradujeran en la posibilidad de atender los problemas
y necesidades de las ciudades. Se rompe el individualismo para encaminarnos hacia
una mentalidad colectiva, donde se entiende que los problemas afectan por igual a los
pobladores de un espacio, por lo cual la búsqueda de una respuesta pasa por enfrentar
con un espíritu comunitario su solución. En este sentido, muchas de las obras de
servicio público que se emprendieron durante este período fueron impulsadas por la
propia población, agrupados en diferentes instrumentos asociativos.
Para el desarrollo de Obras Públicas:
“Junta de Fomento del Distrito Colon Presidencia
San Carlos del Zulia. Nov 6 de 1897 (...) A cargo de esta junta están los puentes de Santa Bárbara y la maroma que están terminados ya: habiendo causado. El primero un gasto de Bs. 1400 y el ultimo uno de trescientos bolívares (Bs. 300), pues a esta ultima obra han contribuido los vecinos, unos con dinero y otros con su trabajo. La casa municipal, concluida, con un costo de Bs. 2.600; y la casa de Gobierno, en fabrica, con un gasto de Bs. 9.610,82 (...)
Dios y Federación Juan B Boscán “ (80)
85
Las diferentes sociedades que se instauraron dentro del espacio maracaibero de
finales del siglo XIX, se convirtieron en eficientes instrumentos para la inversión pública
en un conjunto de obras que postulaban la posibilidad de mejorar las condiciones de
vida de la población y la modernización de la infraestructura.. Son esas asociaciones
las que, en muchos casos, sugieren y promueven la construcción de una determinada
obra, enmarcada dentro de área especifica de su labor. Estos ciudadanos, integrantes
de las asociaciones, se constituían luego en juntas de fomento, con la responsabilidad
de garantizar su realización; ejecutando o supervisando la marcha de las mismas. A
partir de esta integración del sector privado con el ejecutivo se adelanta un número
impresionante de obras a lo largo de este período.
Al mismo tiempo se desarrolla un interesante proceso de organización gremial en
torno a las diferentes actividades comerciales y artesanales que se realizaban. Estas
organizaciones tuvieron gran significación en la lucha por recuperar la autonomía
perdida al fusionarnos con el estado Falcón, fueron la expresión del desarrollo
ideológico de las elites alrededor de las diferentes actividades, tanto de tipo políticas
como económicas desplegadas a lo largo de la ciudad de Maracaibo, es así como en
las protestas de finales de 1890 y principios de 1891 destaca la activa participación de
aproximadamente 12 organizaciones gremiales, que inciden decisivamente para que en
el año 1891 el Zulia reasuma su condición de estado autónomo.
“En una ciudad donde a lo largo del siglo habían surgido numerosas formas de sociabilidad moderna (sociedades y partidos políticos, sociedades de intelectuales, cámaras industriales, banca, etc), sorprende que su población se organice y exprese, como en los tiempos del Antiguo Régimen, bajo los tradicionales gremios” (81)
La Lic. Wirma Colina en su tesis de grado para optar al titulo de Magíster en Historia
de Venezuela (sin discutirse aún): “El Estado Falcón-Zulia. Sección Zulia (1881-1890)”
ofrece una información muy completa sobre el contexto donde se plantea esa fusión y
la respuesta de los zulianos, sobre todo a partir del liderazgo de esas elites agrupadas
en torno a los gremios y sociedades de pensamiento
“Los gremios que participaron en la protesta zuliana fueron: 1-. Centro Tipográfico del Zulia.
86
2-. Gremios de Médicos y Farmacéuticos. 3-. Gremio de Carpinteros. 4-. Gremios de Corredores. 5-. Estudiantes del Zulia. 6-. Gremios de Tabaqueros. 7-. Gremios de Herreros. 8-. Gremio de Detalladores de Víveres del Mercado. 9-. Comerciantes de Queso y Ganado y pulperos. 10-. Gremio de Abogados y Procuradores. 11-. Gremios de Dependientes. 12- Gremio de Albañiles (...) “ (82)
Afirmando más adelante:
“La finalidad que se perseguía era incitar al pueblo para que se agruparan y conformaran asociaciones firmes, que permitieran traspasar los limites regionales y llegar hasta la República, para demostrarle al presidente, que el pueblo zuliano no estaba conforme con la medida arbitraria planteada en el proyecto de reforma constitucional (...)” (83)
Esta voluntad asociativa de los protagonistas del espacio histórico zuliano no se
quedó allí, con una predica autonomista se avanza en la configuración de
organizaciones que agrupan y unifican a los gremios existentes dentro de la realidad
zuliana. En este caso la conformación de asociaciones no iba en la dirección de
mancomunar esfuerzos con los funcionarios públicos para la promoción de iniciativas
asistencialistas, sino por el contrario enfrentar a los órganos del Estado central para
reclamar y exigir la devolución de nuestra condición de estado autónomo. Constituía
una clara evidencia del nivel de conciencia e incidencia que habían alcanzado los
zulianos y sus prácticas asociativas, cuando éstas son empleadas como arma de lucha
en la búsqueda de reivindicaciones regionales que los impulsaba a enfrentarse al propio
poder central, logrando al final alcanzar su objetivo, consistente en la separación del
Zulia del proyecto guzmancista de integración al llamado Gran estado Falcón-Zulia, una
vez que éste desaparece de la escena política del país.
“En Maracaibo se había formado ”La Junta Central Reinvindicadora de la Autonomía del Zulia”, formada con los representantes de cada gremio, para tramitar ante el Congreso Nacional que se instalaría próximamente (1890), la autonomía del Zulia. La prensa se dio a la tarea de publicar las protestas de todos los gremios, de todos los Distritos, de todos los zulianos en el exterior y de organizar
87
la colecta pública para que los delegados por la Junta Central Reinvindicadora viajaran a Caracas y llevaran el folleto titulado “El Zulia y su Autonomía ante la nación” que contenía los textos de todas las protestas realizadas en la Plaza de San Juan de Dios” (84)
Cuando se produce este evento (1890-91), ya podemos evidenciar la fortaleza que
había alcanzado el asociacionismo en nuestra región, llegando a constituirse en una
herramienta fundamental de los propulsores de estas iniciativas en la determinación de
la políticas públicas y privadas de la región, constituyendo la variable que dinamizó las
nuevas relaciones de los agentes privados de la economía y los representantes del
sector oficial.
Como se observa fueron múltiples y variadas las motivaciones que impulsaban a los
maracaiberos de la época a buscar la reunión de individuos en sociedades y gremios
como una estrategia válida para asumir posiciones de dirección y control social,
propiciando desde allí la generación de un conjunto de iniciativas que posibilitaban, a su
entender, un desarrollo social y cultural que se correspondía con la búsqueda de una
realidad social apuntalada en esos principios de modernidad y civilidad que
acompañaba al imaginario de los hombres de negocios y a la intelectualidad del
momento, elementos propulsores de todo ese dinamismo que se palpa en nuestro
espacio histórico en esas ultimas décadas del siglo XIX y principios del XX.
Los grupos que lideraban los procesos políticos y económicos comienzan a expresar
puntos de vistas que van a tener influencia en el desarrollo histórico marabino,
favorecido por dos iniciativas que podemos ubicar cómo causa y consecuencia de
ese despertar ideológico de los zulianos de la época; estamos hablando por un lado del
surgimiento de los gremios y sociedades del pensamiento como espacios para la
discusión y debate de ideas y propuestas en torno a la dinámica de funcionamiento de
la sociedad zuliana, y por otro lado la proyección y divulgación de esas ideas al
colectivo a través del florecimiento de la prensa como canal natural para la información
de aquellos temas de interés general, habiendo asumido la mayoría de los órganos
periodísticos existentes para la fecha una clara posición de enfrentamiento a las
políticas centralistas que buscaban limitar la soberanía y prosperidad del Zulia.
88
Se materializa una integración Estado-sector privado, expresada en relaciones de
diversos tipos que terminan por convertir a los propulsores y dirigentes de las
asociaciones y el comercio en factores dinamizadores de las políticas del sector público
para la atención del ciudadano y el desarrollo material de la sociedad, apuntalada,
como se ha dicho antes, en la generación de políticas de obras traducido en
construcciones de diversa índole.
“A partir de 1870 se multiplican los contratos, propuestas, realizaciones y solicitudes hechas al gobierno nacional y regional por parte de los comerciantes, empresarios y casas mercantiles para introducir buques a vapor, apertura y mejoramiento de caminos de recuas y carreteras, construcción de ferrovías, canalización de ríos, modernización del transporte fluvial, establecimiento de tranvías, incorporación de remolcadores, etc, (...) Todos estos inversionistas estaban interesados en modernizar y dinamizar la vialidad y el transporte para darle mayor regularidad y estabilidad al comercio, actividad económica fundamental del occidente venezolano” (85)
Buena parte de esas iniciativas que se orientaban hacia un mejoramiento cualitativo
de la vida de los zulianos a través de la puesta en marcha de una política de
construcción de obras de carácter públicas, encontró en la instauración de diferentes
expresiones asociativas el instrumento ideal para su materialización. La manera como
esos individuos asociados se relacionaron con el Estado adquirió diferentes
expresiones. En primera instancia cuando se fundaba una sociedad o se nombraba su
cuerpo directivo, esto era rigurosamente informado a los funcionarios oficiales.
“Sociedad Pía Unión de N.S del Carmen Ciudadano Secretario General del Estado.
Tengo el honor de remitir a Ud. adjunto a la presente, el cuadro de los funcionarios que, en el semestre de Enero a Junio del presente, han de regir los destinos de esta sociedad.
Dios y Federación. Hermágoras Chávez. Presidente: Hermágoras Chávez 1er Vice: Federico Fuenmayor 2do Vice. Ramón González Secretario de Actas: Heromides Barrientos Sub-Secretario de Actas: Manuel Araujo Secretario de Correspondencia: José M Figueroa Tesorero: Jesús Villasmil ( Reelecto) Sub-Tesorero: Eleazar García G “(86)
89
El ejecutivo colaboraba monetariamente con el sostenimiento de estas
organizaciones:
“Secretaría General Sección Administrativa Maracaibo 14 de Abril de 1897 86° y 39° Resuelto.
Dispone el ciudadano consejero encargado de la presidencia del Zulia que, por la tesorería general de las rentas del estado, se haga la erogación de cien bolívares, con que el gobierno ayuda á la Sociedad de Santa Cruz en los gastos de la fiesta que tendrá lugar el día 3 del entrante mes.
Consúltese, comuníquese y publíquese Pedro Navarrete “ (87)
Como gesto de buena voluntad y reconocimiento a la labor que éstas realizaban se
les hacían obsequios:
“Maracaibo 6 de Marzo de 1895 Ciudadano presidente de la Sociedad Mutuo Auxilio. Cumplo gustoso el encargo que me ha dado el ciudadano presidente constitucional, de poner a la disposición de Ud., con destino a la biblioteca de la Sociedad Mutuo Auxilio, la obra titulada “Documentos para la vida pública del libertador, por el general José Félix Blanco, obra esta con que el ejecutivo del estado contribuye de aquel útil y generoso instituto.
Dios y Federación Alejandro Andrade “ (88)
Cuando las circunstancias dificultaban el sostenimiento y funcionamiento de alguna
de estas sociedades, sus miembros apelaban a los funcionarios gubernamentales, que
en ciertos casos eran miembros de las mismas, para que les auxiliaran monetariamente
y permitiesen darle continuidad a su existencia, para ello se acudía a la utilización de un
discurso filantrópico y patriótico, donde se intentaba convencer acerca de sus
bondades y ventajas, impregnado de términos, categorías y expresiones propias del
nivel ideológico que habían alcanzado los zulianos, a partir de la asimilación de las
ideas provenientes de las corrientes filosóficas que estaban marcando el desarrollo
intelectual de los ciudadanos ubicados en las más altas posiciones económicas,
sociales, educativas y políticas.
90
Encontramos la presencia de tres elementos que denotan el carácter y propósitos de
este tipo de organización; una relación muy estrecha con las ejecutorias del Estado, un
discurso sustentado en las corrientes modernas del pensamiento y funcionarios
públicos formando parte de las mismas. Estos detalles lo podemos palpar, de manera
muy directa, en la siguiente cita:
“Sociedad Auxiliar de Artesanos Maracaibo 24 de Enero de 1897. Dr. Alejando Andrade. La Sociedad Auxiliar de Artesanos de la que U forma parte tan importante, ha visto con reconocimiento los valiosos servicios que U siempre ha prestado en momentos muy oportunos; siendo hoy su estado pecuniario no muy halagador, ocurre, como otras veces lo ha hecho, en demandas de su generosa protección para la fiesta aniversaria que tendrá lugar el día dos del entrante mes. Bien comprenderá el hijo desinteresado la cooperación que su madre necesitada al hacer la exigencia, así como bien conoce la madre al hijo que ha de pedir su apoyo. Satisfecha la corporación de la acogida que ha de tener su solicitud, me encarga dignificar una vez más al honorable colega las protestas de su sincero agradecimiento, y la singular deferencia y estima de un humilde S y colega:
A. Raven “ (89) Generalmente los funcionarios oficiales se mostraban preocupados y dispuestos a
asistir y apoyar, sobre todo a nivel monetario, el sostenimiento de estas sociedades,
extendiendo aportes a las mismas para que desplegaran las diferentes iniciativas y
funciones que se planteaban. Esas contribuciones variaban en su monto de acuerdo al
propósito bajo el cual se orientaban, e iban dirigidas desde el apoyo para la
materialización de alguna obra trascendente, hasta la realización de una fiesta
aniversaria, sin dejar a un lado aquellos gastos propios del accionar cotidiano y formal
de esas organizaciones.
“Maracaibo, Agosto 31 de 1885 El ciudadano consejero encargado de la gobernación, inspirado en los mejores deseos de ayudar en cuanto esté de su parte los laudables propósitos de la Sociedad de Artesanos, resuelve que por la tesorería seccional se abonen por una sola vez al presidente de dicha sociedad ochenta bolívares: que el gobierno de la sección regala a ésta para la publicación de su reglamento, como nueva prueba del interés que le anima a favor de aquella asociación.
91
Consúltese al Consejo Seccional i comuníquese. Alejandro Andrade “ (90)
Esta relación entre los funcionarios gubernamentales y los particulares reunidos en
asociaciones determinaron el surgimiento de un conjunto de iniciativas de orden
público, que tenían en el desarrollo de obras para el bienestar colectivo la más alta
manifestación de una concepción de la organización como instrumento idóneo para la
participación activa de los sectores económica y culturalmente más privilegiados en
aquellos asuntos y decisiones que determinarían el progreso de la ciudad y de sus
ciudadanos, en otras palabras, las sociedades, gremios y juntas de fomento se
convirtieron en un instrumento eficiente para el acceso de dichos grupos a las
instancias del poder público, donde se discutían y aprobaban las políticas que
sustentaban el adelanto moral y material de la región. En la siguiente cita palpamos
esta interrelación entre el Estado e individuos asociados para el desarrollo de
determinadas iniciativas públicas:
“Maracaibo Febrero 3 de 1883 Ciudadano Presidente de la Junta Conservadora del Antiguo Cementerio. Con aprobación del Consejo Seccional ha dictado el gobierno en 1 del mes en curso la siguiente resolución (...) por disposición del ciudadano gobernador de la sección con la suma de doscientos bolívares (Bs. 200) la Junta Conservadora del Antiguo Cementerio a fin de que puedan realizar el noble y santo propósito inscrito en la solicitud de su presidente introducida a este despacho en fecha 19 de diciembre ultimo. Inserción que hago a Ud. como resultado de su referida solicitud. Dios y Federación. B. José Baralt. “ (91)
Ser miembro de una sociedad de pensamiento implicaba reunir una serie de
condiciones en el orden moral, intelectual y económico, al parecer no todo los
ciudadanos estaban capacitados para formar parte de éstas, se debía poseer una
elevada posición cultural, ideológica y bienes de riquezas. Eran individuos que con
preparación y posesiones establecerían fuertes vínculos con funcionarios públicos,
diseñando y orientando la puesta en práctica de políticas e iniciativas que, en primer
termino favorecieran y protegieran a estos reconocidos y privilegiados miembros de la
92
sociedad actuando como entes asociados, para luego prestar auxilio y socorro a los
desventurados, aquellos que por diversas causas no gozaban de los beneficios que
éstos si poseían, a través de obras e iniciativas asistencialistas públicas y privadas, de
donde igualmente obtenían privilegios y ganancias
Se trataba, en consecuencia, de utilizar las necesidades propias y ajenas para
configurar toda una línea de acción conducente a traducirse en factores propiciadores
de respuestas y soluciones, donde además de asumir un papel protagónico y generar
condiciones de liderazgo, se estaban adquiriendo privilegios y posiciones políticas que
al influir sobre las decisiones del sector público conducían, dentro de una filosofía
asistencialista de un Estado Liberal, a la materialización y desarrollo de un conjunto de
obras e iniciativas, donde mayormente la inversión procedía del ejecutivo, pero siendo
administrada, ejecutada y supervisada por esos entes privados, quienes al final
obtenían beneficios materiales tras ese discurso y proclama altruista que en apariencia
orientaba todo su accionar.
Podemos en consecuencia definir al hombre asociado a partir del resaltamiento de
las siguientes virtudes:
Elevada formación intelectual
Individuo joven, generalmente del sexo masculino.
Elevada condición moral
Poseer una adecuada posición económica.
Poseer formación política
Habitante de la ciudad con una línea de ascendencia reconocida.
En su momento, finales del siglo XIX, un connotado zuliano; Jesús Portillo, nos
definió los perfiles de un integrante de estas asociaciones:
“Para ser miembro de la sociedad (Mutuo Auxilio) se necesita: Primero, saber leer y escribir; Segundo, ser mayor de diez y ocho años y no pasar de cincuenta; Tercero, tener buena conducta; Cuarto, no ser valetudinario•; Quinto, ser vecino de esta localidad, y Sexto, ejercer alguna profesión,
• Valetudinario: Quien sufre los achaques propios de la edad avanzada
93
oficio o industria hábil que proporcione honradamente la subsistencia.” (92)
CAPITULO V. VIGENCIA DEL FENÓMENO DEL ASOCIACIONISMO SURGIDO EN MARACAIBO Y VENEZUELA ENTRE 1880 Y 1910, EN CUANTO A SUS PRINCIPIOS Y OBJETIVOS.
En los actuales momentos donde las circunstancias de cambios y contradicciones
han conducido a un conflicto histórico que enfrenta a dos concepciones de país con
enfoques antagónicos de lo que debe ser el uso y ejercicio del poder, el venezolano ha
comenzado a asumir un papel más protagónico, propiciando un acelerado proceso de
organización y participación en los diversos ámbitos en los que transcurre nuestro diario
vivir. La Constitución promulgada en el año 1999 se traduce en el punto de inspiración
de un sector de la sociedad venezolana para la instauración de una nueva filosofía de
acción del colectivo social en aquellas materias que sean de interés común.
La liquidación del último gobierno de corte militarista, representado en el
derrocamiento del General Marcos Pérez Jiménez, desencadenó en un proceso de
violencia entre dos concepciones de democracia que antagonizaron desde el propio
momento en que uno de los grupos se sintió excluido del proceso por quienes en
definitiva asumieron la conducción del Estado. Esta dinámica de confrontación se refleja
en varios hechos que han marcado el transcurrir histórico de este período: el conflicto
guerrillero de la década de 1960, la explosión social de 1989, conocida como el
caracazo, las asonadas militares de 1992, el aniquilamiento del modelo bipartidista con
la instalación del proceso constituyente y el actual conflicto político que vive la
república.
La exclusión y el secuestro a la participación de los sectores ideológicamente
opuestos al esquema político instaurado en el año 1959 se convierten en el
denominador común de un sistema donde la representación se constituye en el pretexto
legal a través del cual se coarta el derecho de los ciudadanos, organizados o no, a
participar en las tomas de decisiones que afectan la vida del colectivo. Sentirse
representado a través de funcionarios elegidos en votaciones se convirtió en el único
derecho a la participación que tenían los ciudadanos, el resto se asumió bajo el
monopolio de los partidos políticos.
94
Esta circunstancia explica el permanente conflicto en que ha transcurrido la vida de
la sociedad venezolana, desde el momento en el cual un grupo de venezolanos se
sintió heredero de las luchas y anhelos de los ciudadanos que reclamaron el nacimiento
de una real y disfrutable democracia en la que se igualaran los derechos y deberes de
todos, donde la posibilidad de traducirse en agentes hacedores de su propio devenir
histórico fuera el marco de acción deseado.
Al establecerse diques contenedores de la voluntad popular se propició la posibilidad
de que por otras vías, no pacificas, estos sectores reclamaran esos espacios de
participación que los nuevos conductores del país cerraron, y es allí donde se
manifiestan diferentes expresiones que reflejan el rechazo y descontento de amplios
sectores sociales: insurgencia guerrillera, cuartelazos, insurrecciones civiles, intentos de
golpes de Estado, entre otros, constituyen el legado de un modelo que en apariencia se
ofrecía como un ideal de democracia a seguir, pero que en el fondo engendró fuertes
manifestaciones de enfrentamientos con sus secuelas de violencia.
En los extremos de este período se ubican dos constituciones, la de 1961,
impulsada por los sectores y grupos reunidos en lo que se ha dado en llamar el modelo
representativo, quienes asumen el derecho de redactar un nuevo texto constitucional
sin mayores consultas al resto de la sociedad, circunstancia que permite la elaboración
de un instrumento que respondió a los intereses de los sectores exclusionistas y no al
del país en su conjunto; y la de 1999 que surge al momento de agotarse el esquema
bipartidista, como expresión de los nuevos actores e ideas que llegan a controlar el
poder político, planteando una nueva concepción del ejercicio del poder, avanzándose
del carácter representativo de la anterior a uno participativo, abriendo espacios para
una mayor incidencia de la población en la conducción de los asuntos públicos y
colectivos.
Estas constituciones expresan dos concepciones muy diferentes acerca del ideal de
país que se desea y del papel de sus ciudadanos; de la simple representación pasamos
hacia un modelo más participativo, creándose espacios para la incidencia social, de una
soberanía expresada sólo mediante el voto avanzamos al diseño de un conjunto de
instrumentos, a través de los cuales el ciudadano puede participar de manera activa;
decidiendo la aprobación o eliminación de leyes o artículos constitucionales, la
95
revocatoria de los mandatos populares, creando organizaciones y asociaciones para el
control y manejo de los recursos públicos, entre otros.
El ser humano asumió desde hace mucho tiempo atrás, la necesidad de organizarse
y reunirse en grupos para enfrentar los retos y desafíos que la realidad le impone, estas
agrupaciones se ubican en planos tan diversos como: las económicas (cooperativas,
cámaras comerciales e industriales, cajas de ahorros, gremios), políticas (partidos,
organización de electores, sociedades patrióticas), culturales (sociedades religiosas,
asociaciones artísticas), laborales (organizaciones de carácter sindical donde se
agrupan los trabajadores), comunitarias (asociaciones vecinales que se organizan para
reclamar su derecho a participar en los asuntos que le conciernen.
Estas asociaciones se encuentran reglamentadas en los textos constitucionales, de
manera que el Estado asume la responsabilidad de crear el marco legal que regule su
surgimiento y funcionamiento, estableciendo cada una su concepción acerca de la
naturaleza, trascendencia y alcance de las mismas con respecto al nivel de
involucramiento que van a tener los ciudadanos en la toma de decisiones que sean de
interés público.
En este sentido, la actual Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
avanza significativamente con respecto a la de 1961 en lo que respecta a la
profundización democrática, a través de la creación y ampliación de las posibilidades de
asociación y participación de los ciudadanos en el ejercicio público, a tal efecto
pasamos a realizar una breve comparación del alcance de cada una con respecto al
diseño de políticas y espacios que propicien la creación de organizaciones, a partir de
las cuales se manifiesta la posibilidad de participación de los individuos.
El análisis, bajo la óptica constitucional, nos conduce a determinar la concepción
político-ideológica y económica que prevaleció en los hombres que las redactaron, así
como del contexto en el cual se insertaron. Para llevar adelante dicha comparación se
estarán tomando en cuenta los tipos de asociación reglamentadas por los dos textos,
en este caso estudiaremos las siguientes.
96
Sobre el derecho de asociación: La constitución de 1961 consagra este derecho en el titulo tercero referido a los
derechos deberes y garantías, capítulo III, artículo 70, mientras que la de 1999 lo
incorpora igualmente en el mismo titulo, ampliando el enunciado de derechos al de
derechos humanos, bajo el capítulo III, artículo 52. La primera parte del enunciado de
los artículos resulta muy similar, expresando el derecho que tienen todos los
ciudadanos a asociarse con fines lícitos conforme a lo pautado en las leyes. Sin
embargo, se observa un detalle que pudiera ser significativo a la hora de entender la
concepción que sobre este instrumento priva en cada constitución, el mismo está
representado por la manifestación que se hace en la constitución de 1999 en cuanto a
que el Estado estará obligado a facilitar el ejercicio de ese derecho.
Esto nos indica que, a diferencia de la de 1961 donde sólo se respeta el derecho de
asociarse, en la de 1999 el Estado asume un papel activo en el fomento, colaboración y
funcionamiento de estas instituciones, para lo cual se obliga a promoverlas y a brindar
las condiciones adecuadas para su existencia; ello en definitiva refleja una concepción
del asociacionismo como instrumento valido para el ejercicio de la participación
colectiva en el desarrollo de la sociedad. En este caso se expresa un avance con
respecto a la anterior, en el sentido de promoverse como política la creación de
organizaciones de diversos tipos para promover un ejercicio más compartido del poder.
Asociaciones laborales. En relación al funcionamiento de las organizaciones sindicales, cada constitución
intenta definir de manera concreta el marco en el cual podrán funcionar los sindicatos
de trabajadores. En la constitución de 1961 estas asociaciones se ubican en el título III,
capítulo IV de los derechos sociales, en el artículo N° 91, mientras que la actual lo
señala en el mismo titulo III, en el capítulo V, de los derechos sociales y de las familias,
artículo N° 95.
En este caso debemos reconocer que ambas constituciones manifiestan en su
articulado un profundo respeto por el derecho que tienen los trabajadores venezolanos
a formar y afiliarse a sindicatos. No obstante, se puede destacar un elemento que
refleja una mayor apertura de la actual constitución con respecto a la anterior, en
cuanto a que ésta plantea de manera contundente que los trabajadores tienen el
97
derecho de constituir organizaciones sindicales sin necesidad de acudir ante alguna
instancia a requerir su autorización, mientras que la de 1961 expresa que no estarán
sometidos a otros requisitos que no sean los que establezca la ley.
En la práctica este nuevo marco legal, junto con otras políticas diseñadas por el
Estado en esta materia, ha permitido la existencia de alternativas que, recogiendo el
respeto a la pluralidad ideológica de los trabajadores, brinden la posibilidad de que
éstos decidan a que organización afiliarse, de acuerdo a sus concepciones y
preferencias políticas. La constitución de 1999 avanza hacia una posible legitimación,
democratización y apertura de los sindicatos a todo los trabajadores, de manera
autónoma, rompiendo así con la hegemonía que algunos entes gremiales y sindicalistas
poseían, posibilitando la apertura de nuevas referencias sindicales y dirigentes con
variadas posiciones políticas e ideológicas, abriendo espacio para la inserción de las
diferentes corrientes del pensamiento político dentro del debate y lucha por las
reivindicaciones de los trabajadores, tanto del sector público como privado.
Asociaciones políticas. Es este uno de los aspectos donde se observa con mayor claridad las diferencias de
concepciones y enfoques entre ambas constituciones. En la de 1961 se ubica en el
capítulo N° V, referido a los derechos políticos, mientras que en la de 1999 forma parte
del título N° IV, relacionado igualmente con los derechos políticos. La comparación
arroja una serie de diferencias que podríamos resumir de la siguiente forma:
-En la del 1961 sólo se establece al partido político como instrumento de participación
política, mientras que en la de 1999 se amplia el carácter de esta participación,
abriendo la posibilidad de que los individuos se organicen y participen a través de
diversos mecanismos democráticos, incluyendo la iniciativa propia.
Se amplia la posibilidad de que todos los ciudadanos, sin necesidad de estar
militando en partidos políticos, participen activamente en los procesos electorales que
conduzcan a la elección de los cargos de representación y en los diferentes referéndum
creados para la consulta popular. Notamos como en los actuales momentos se planteó
la realización de una serie de referéndum contra un grupo de diputados del sector de
oposición y contra el propio presidente de la república; en este caso un sector de la
98
población, inconforme con el desempeño de unos y otro, activó estos instrumentos
para determinar si el grueso de la población aprueba o no el mantenimiento de estos
funcionarios al frente de los cargos de representación popular que detentan. Este hecho
permitió el surgimiento de variadas formas de organización, donde los ciudadanos se
agruparon para hacer valer sus derechos y opiniones, los partidos políticos tuvieron
muy poca incidencia en la activación de esta conducta asociativa y participativa de la
población, pues éstos crearon sus propios instrumentos de incidencia apoyándose en
los espacios de participación que se han abierto dentro del nuevo orden legal que
impera en el país.
En la constitución de 1961 no se especifica el marco de actuación de estas
organizaciones políticas quedando el mismo sujeto a las leyes. En la de 1999 se ubica
con rango constitucional todo lo referente a la escogencia de los dirigentes políticos de
los partidos y lo tocante al financiamiento de las campañas electorales por parte del
Estado, estableciendo igualmente la separación de la actuación de los mismos con
respecto al sector público.
Se observa, en consecuencia, que la actual constitución además de ampliar los
espacios para la participación política, suprimiendo el monopolio de los partidos,
establece igualmente un marco muy claro con respecto a la actuación, tanto a lo interno
como externo, de dichas instituciones partidistas.
Asociaciones comunitarias. La constitución de 1999 dedica parte del artículo 183 del capítulo IV del poder
público municipal, en el título III, del poder público nacional, a aquellas organizaciones
de carácter comunitarias y vecinales que se formen a la luz del interés por participar en
la estructuración de proyectos, que elevados ante las instancias de inversión social,
puedan traducirse en la asignación de recursos económicos para la satisfacción de las
necesidades de dichas comunidades, pero va más lejos aún, le asigna a las
asociaciones vecinales la potestad de supervisar la ejecución de obras, actuando como
especie de juntas de fomento, a tal efecto se crea la figura de los Consejos de
Planificación Local.
99
Esto puede permitir que la comunidad se involucre en la discusión y aprobación de
los presupuestos de los niveles locales de gobierno, orientando la inversión en aquellas
áreas donde las necesidades de la colectividad sean más prioritarias..De allí que se
crean los instrumentos y mecanismos legales e institucionales para que la propia
comunidad se convierte en guardián y garante de que los recursos presupuestados
para determinada obra efectivamente sean destinados para tal fin, es decir, estamos
ante la presencia de especies de juntas de fomento y supervisión.
En cambio la constitución de 1961 no establece ningún tratamiento a esta modalidad
de organización. Esta circunstancia avala aún más la posición que hemos venido
asumiendo en el análisis, en cuanto a los avances que en materia de participación
pública y asociación ha introducido la constitución de 1999 con relación a la de 1961,
permitiendo expandir los espacios y mecanismos para la participación social en las
tomas de decisión que involucran a los colectivos.
Asociaciones económicas. Se observa el resguardo de este derecho por ambas constituciones, aunque con
diferentes matices que pasaremos a analizar. En la constitución de 1961 estas
asociaciones se ubican en el título III, capítulo IV de los derechos sociales, bajo el
artículo 72, mientras que la Bolivariana lo ubica en el título III, capítulo VII, de los
derechos económicos, bajo el artículo N° 118.
La diferencia radica en la prioridad y acento que la actual constitución le da a los
trabajadores y a la comunidad para crear organizaciones cooperativas con un espíritu
participativo para generar el bienestar colectivo, mientras que en la de 1961, si bien se
respeta el derecho de los ciudadanos a crear este tipo de organizaciones con un
sentido solidario, no se expresa de manera concreta los actores a quienes les
corresponde liderar ese proceso, ni tampoco se remarca el carácter de utilidad colectiva
de los mismos.
“El cooperativismo surge durante la segunda mitad del siglo XIX, cuando la revolución industrial y el capitalismo alcanzan su máximo apogeo, como una alternativa al capitalismo puro, pero sin distorsionar los métodos y procedimientos. Primero aparece como una fórmula para
100
abaratar los costos del consumo familiar, pero pronto es aplicado a las distintas ramas de la actividad económica: agricultura,. Industria, construcción, comercialización, etc.(...) El principio último de la empresa cooperativa o de la “economía social”, es la eliminación del lucro para la unidad empresarial y en consecuencia la repercusión directa de los beneficios en el bienestar de los asociados” (93)
En síntesis, nos encontramos con un aspecto que si bien se observa con un
tratamiento institucional adecuado, debemos señalar que el énfasis que la actual
constitución le asigna a los trabajadores como agentes fundamentales de su desarrollo,
ha permitido que este tipo de iniciativas se haya convertido en los últimos años en un
instrumento de organización y participación social y una manera de enfrentar la difícil
situación económica y a las grandes corporaciones económicas del país, en cuanto a la
apertura a la producción, el comercio y el consumo, a través del otorgamiento de
financiamiento y créditos a pequeños y medianos empresarios organizados.
Los avances de la constitución actual con respecto a la de 1961 en el ámbito de la
participación social y al derecho de asociación, podríamos resumirlos de la siguiente
forma:
No solo reconoce el derecho de los ciudadanos a asociarse, sino que se obliga al
Estado a promover y facilitar su ejercicio.
En lo referente a las organizaciones laborales, no establece ningún tipo de
condición ni autorización para la conformación y actuación de los sindicatos,
mientras que la anterior establecía cierto nivel de regulación de acuerdo a lo que la
respectiva ley estableciera.
Con relación a las asociaciones de carácter económicas (cooperativas, cajas de
ahorro, gremios, mutuales) se le asigna a los trabajadores un papel protagónico en
la formación y desarrollo de estas organizaciones, con un fin básicamente
colectivista y solidario, mientras que la anterior resulta más abstracta, no
estableciendo líneas claras en cuanto a su concepción y composición.
En el caso de las asociaciones políticas, se abren y amplían enormemente los
espacios de participación para las mayorías, perdiendo los partidos políticos el
derecho exclusivo del ejercicio político y de la postulación de candidatos a los
101
cargos de elección popular. Adquieren un gran impulso las organizaciones de
electores, la libre iniciativa, los grupos y lideres sociales. Además se establece un
marco regulatorio en el cual se controla el financiamiento de las campañas políticas
y la relación de las organizaciones políticas con el sector público.
Se incorpora la figura del referéndum, a objeto de fomentar una mayor
participación de los colectivos sociales en las decisiones en materias de interés
común: Revocatorio del mandato de funcionarios públicos, la aprobación de
materias o resoluciones diseñadas por alguno de los poderes, la consulta en
asuntos de interés común y la eliminación total o parcial de leyes.
La actual constitución incorpora a su articulado la figura de las asociaciones
comunitarias vecinales, las cuales podrán elevar ante las instancias
correspondientes proyectos para la ejecución de obras de carácter públicas, además
de convertirlos en los entes controladores y supervisores de la ejecución de las
mismas, circunstancia que verdaderamente democratiza la inversión en obras, con
la posibilidad de que éstas no sólo respondan a los grupos que detenten el poder
local, regional o nacional, sino que sean las asociaciones de vecinos quienes
identifiquen y decidan sus verdaderas necesidades y las iniciativas para su
satisfacción.
Dentro del conflicto histórico por el que atraviesa Venezuela y más allá del simple
enfrentamiento entre dos visiones y enfoque del ejercicio del poder, debemos resaltar
como elemento trascendental del proceso; la manera como el ciudadano se ha
reivindicado como tal, a partir de un conocimiento nunca antes visto del texto
constitucional que en elecciones el mismo se dio, sin importar la tendencia política que
se profese o el estrato social al cual se pertenece, el venezolano se siente sujeto de
derecho, reclamando y exigiendo el respeto de aquellas garantías que las leyes le
otorgan.
En el marco de la actual crisis política resulta interesante observar el hecho de que
los venezolanos comienzan a asumir las banderas de la organización y participación
para reclamar y defender aquellos derechos que constitucionalmente consagra el actual
texto jurídico, logrando en muchos casos la restitución de garantías suspendidas, y en
102
otros casos propiciar soluciones y salidas a problemas que históricamente habían
golpeado a los sectores más desprotegidos; en este contexto, palpamos como los
propios ciudadanos han comenzado a propiciar alternativas para el disfrute de aquellos
derechos que como colectivo le corresponden y que, hasta ahora, tanto el sector
público como el privado habían desconocido.
En esta perspectiva, se han creado instrumentos y asociaciones como estrategias
para la incidencia de los ciudadanos en la definición de la situación política actual.
Dentro de los sectores en pugna se palpa el nivel de conciencia que se ha asumido en
cuanto a entender que en la organización está la clave para romper el monopolio que
tenían los grupos políticos y económicos para asumir las decisiones que involucraban
los intereses del colectivo. En este fenómeno indudablemente actúa como factor
catalizador, además de la propia crisis, los grandes espacios para la activación social
que se han abierto dentro del actual contexto jurídico y político,. el ciudadano ha
comenzado a organizarse y a participar activamente, propiciando un conjunto de
iniciativas que le ha ido permitiendo crear espacios e instrumentos para su participación
efectiva en la construcción de respuestas ante los problemas.
Los principios consagrados en la actual constitución se convierten en las
herramientas propiciadoras de la creación de diferentes instancias y la organización de
iniciativas que, además de permitir la presencia de los ciudadanos en las calles,
posibilitan el activar un conjunto de mecanismos legales e institucionales a través de los
cuales exigir e incidir para que los órganos del Estado se activen para dar respuesta a
los innumerables reclamos y solicitudes que antes éstas se efectúan, a fin de
salvaguardar y garantizar los derechos.
Los ciudadanos han avanzado en la formación de una conciencia social que les
permite analizar y entender las variables que intervienen en la problemática que vive
actualmente Venezuela, promoviendo la activación de mecanismos de lucha y
participación que permiten fortalecer aspectos de la vida humana relacionados con el
compromiso de actuar como sujetos históricos, en función de construir los espacios de
organización que conduzcan a promover la conquista de estadíos de felicidad y
bienestar social, donde el respeto a nuestra condición de ciudadanos como sujetos de
derechos y deberes se traduzca en un anhelo y esperanza.
103
En este contexto, debemos destacar la promoción de liderazgos sociales, comienzan
a surgir un conjunto de potenciales lideres, quienes encabezan iniciativas de apoyo o
rechazo a las acciones que uno y otro bando asumen, con ello se han venido
generando un conjunto de redes sociales que participan activamente en asambleas de
ciudadanos, en consejos de planificación local, en demandas y amparos judiciales, en
solicitudes de consultas y referéndum, se plantea la democratización y ampliación del
ejercicio del poder como un instrumento propiciador de reivindicaciones y bienestar
social. “En este sentido las relaciones de poder están imbricadas en otros tipos de
relación (de producción, de alianzas, de familia, de sexualidad) donde juegan un papel
a la vez condicionante y condicionado “ (94) Todo ello desde la perspectiva del ejercicio del poder como un instrumento para
propiciar entre los seres humanos espacios para el accionar público, que consagre la
adquisición de valores y aspiraciones colectivas orientadas hacia las expectativas de
bienestar, progreso y felicidad que históricamente han impulsado la lucha de los
pueblos, es decir, asumiendo el mismo como una posibilidad para la reivindicación de
las demandas sociales tradicionalmente olvidadas.
“Lo que hace que el poder agarre, que se le sujete, es simplemente que no pesa solamente como una fuerza que dice no, sino que de hecho la atraviesa: produce cosas, induce placer, forma saber, produce discursos; es preciso considerarlo como una red productiva que atraviesa todo el cuerpo social más que como una instancia negativa que tiene como función reprimir.” (95)
La democracia tiene la virtud, al menos en el plano teórico, de compartir el poder a
través de la generación de espacios de participación, donde agrupaciones, instituciones
e individuos ejercen sus deberes y derechos según las normas que pautan los sistemas
jurídicos-constitucionales; el verdadero peligro para nuestra democracia radica en que
se pierda definitivamente esa distinción y que como ciudadanos y organizaciones
comencemos a apropiarnos de los espacios de acción que corresponden a otros, el
caos y la anarquía imperará cuando se irrespete lo que las normas jurídicas
establezcan para propiciar la vida en sociedad.
104
La organización y participación del ciudadano en las iniciativas que conllevan a la
solución de los problemas colectivos se traduce en un hecho cultural que lleva
aparejada otras manifestaciones propias de la vida en sociedad, generando toda una
compleja redes de relaciones que intentan encontrar mecanismos de compartimiento
del ejercicio del poder como instrumento de búsqueda de privilegios y beneficios que
posibiliten brindar prosperidad a los integrantes de una comunidad.
“Pienso que si entendemos que la cultura es algo más que las bellas artes, los libros y los conciertos y asumimos que es también la manera como la gente organiza sus espacios, come, se viste, hace política, establece afectos, etc; entonces podemos comprender cómo vive la gente la relación de la cultura global a través del consumo económico y cultural, cómo piensa y se representa formando parte de un país y cómo construye su relación simbólica y la vive en el barrio, en el grupo, en su organización, en fin en los distintos ámbitos de su sociabilidad “ (96)
105
CONCLUSIONES La naturaleza de la investigación nos permitió esclarecer el significado conceptual y
jurídico del término poder en sus diferentes representaciones y concepciones,
trascendiendo de las visiones reduccionistas que hasta ahora hemos tenido del mismo
para aplicarlo en un contexto más amplio, a partir del cual se puede entender mejor la
manera como las sociedades y grupos, a través de múltiples y variadas formas de
relacionamiento humano, son capaces de asignarle al mismo una interpretación
asociada a términos de producción que sobrepone la libertad a la censura, la creación a
la represión, la promoción a la prohibición y la recompensa al castigo.
Enmarcado en esta concepción, el aporte que brindó el desarrollo del trabajo al
análisis del asociacionismo como instrumento del poder fue verdaderamente
significativo, tomando en cuenta que permitió esclarecer un período histórico
trascendental para Maracaibo como lo constituyeron los años finales del siglo XIX y
principio del XX. El surgimiento de un conjunto de organizaciones de diversa índole,
tenían como objetivo primordial traducirse en instrumentos de participación de los
actores económicos y sociales en aquellas decisiones que correspondían al Estado y
que de alguna forma, proyectaban la necesidad de propiciar el bien común en la
población maracaibera.
En esa coyuntura, el poder dejó de ser una competencia exclusiva de los
funcionarios públicos para trasladarse a diferentes esferas, donde diversos actores
representantes de sectores e intereses sociales, entendieron la necesidad de la
organización para compartir su ejercicio dentro del espacio maracaibero. De esta forma
se pluraliza y amplia, pues no sólo es el Estado quien lo monopoliza y aplica, ya que los
individuos conforman sociedades, gremios, clubes, juntas de fomento, etc, a través de
las cuales le asignan un sentido creador, ya no se plasma como un instrumento para la
negación y represión, sino para la generación de felicidad y bienestar social.
El poder se traslada a cada una de las esferas de la vida pública y se reproducen
diversas formas de ejercitarlo: el desarrollo de una opinión pública, de la educación
como elemento de ascenso social, el diseño de políticas para el uso y disfrute de los
106
espacios públicos, el papel de la familia como agente de formación espiritual, el
surgimiento de una conciencia de autonomía e identidad regional.
Maracaibo representa para finales del siglo XIX un espacio histórico donde confluyen
una serie de procesos que terminan por traducirlo en el centro propulsor de un conjunto
de iniciativas que proyectan a la ciudad como una realidad dinamizadora de la
economía, la política y cultura del país. El dinamismo comercial, industrial, educativo e
ideológico que alcanzan los maracaiberos, claramente influenciados por los principios
del capitalismo mundial en torno a las ideas del liberalismo y positivismo como
doctrinas, permite la generación de una intelectualidad que asume su papel de intentar
transformar las obsoletas estructuras heredadas del antiguo régimen colonial español a
una realidad moderna al estilo de las sociedades capitalistas del momento, sobre todo
las europeas.
Esto viene claramente impactado por la fuerte presencia en nuestra región de
inversionistas europeos, sobre todo alemanes, ingleses y franceses, quienes logran
controlar la actividad comercial a lo interno de la realidad maracaibera, así como con
otros centros del país y del extranjero. Estos actores impregnados ideológicamente por
los principios del liberalismo y positivismo se constituyen en ejes dinamizadores de una
política de transformación de la sociedad, tanto en el orden material como humano.
En el plano infraestructural se establece un fuerte vínculo con los representantes del
Estado para el diseño de una política de obras públicas que postulaba la necesidad de
crear mejores condiciones de vida a la población, pero que también permitía adecuar
las condiciones materiales de la población a los requerimientos de estos grupos
comerciales. Igualmente se diseña y pone en práctica una política de disciplinamiento e
higienización social, a fin de adecuar las prácticas sociales al nivel y modos de
comportamiento civilista observado por los habitantes de aquellas sociedades
modernas pensadas en el imaginarios de los prósperos e ilustrados hombres de la
época.
El desarrollo de la educación y de la opinión pública se constituye en otro elemento
resaltante de este período, termina de consolidar a una elite comercial y profesional que
asumen para si el adelanto de toda una política pública que preconizaba el atender y
107
socorrer a los desvalidos de riquezas, educación y cultura. Con ello se termina de
afianzar la simbiosis Estado-elites como elementos propulsores de un discurso y una
acción que con una predica asistencialista y filantrópica fortalecía la hegemonía de
estos grupos en todas aquellas decisiones que implicaban la puesta en práctica de
iniciativas para el adelanto material y moral de la sociedad.
Ese discurso altruista, adornado por esa notable intelectualidad que se había
gestado en la ciudad, pudo a través de los medios de difusión proyectar sus
pensamientos, ideas e intereses al resto de la población, acompañada en muchos
casos de una predica autonomista y regionalista. Vista la situación político-
administrativa a la cual había sido sometida el Zulia por Guzmán Blanco como una
sección del Gran Estado Falcón-Zulia a partir de 1881, encontrando la identificación y
apoyo de la sociedad a sus luchas y propuestas, con lo cual se consolidaba el papel de
lideres de esos actores, ya no sólo en el aspecto económico, sino también en lo social,
político y cultural.
El instrumento que estos grupos comerciales, industriales y profesionales
encontraron paras llevar adelante toda esa política modernizadora lo constituye la
creación de un conjunto de organizaciones que conllevan a entender al asociacionismo
como una práctica que posibilitaría el acceso a las decisiones del Estado en materia
pública. Se logra romper con el monopolio del sector público en relación a la inversión,
ejecución y supervisión en materia de obras y oras iniciativa, se convierte, en
consecuencia, el asociacionismo como herencia de la cultura asociativa que prevaleció
en Europa y España a partir de la edad media, en un eficaz instrumento de participación
y ejercicio del poder por parte de esas elites en conjunto con los representantes del
ejecutivo.
En esta perspectiva, se crean diversas formas asociativas que van a direccionar la
utilización del espacio público marabino para el disfrute, el diseño de obras, el cambio
de los patrones de comportamiento de la población y la realización de negocias; entre
ellas encontramos: sociedades de pensamiento, gremios, juntas de fomento, cámaras
comerciales, clubes.
108
En el caso de las sociedades de pensamiento, objeto fundamental de la
investigación, éstas adquieren diversas modalidades, fines y características, pero
postulando siempre la necesidad de ayudar al semejante a través de diferentes
iniciativas que atendieran las carencias y contingencias que se le podían presentar a la
población. Entre estas encontramos: religiosas, asistencialistas, para rendir homenaje a
personalidades, para el fomento de obras, económicas, entre otras. La filosofía con la
cual se sustentaba su creación se vincula claramente con dos prácticas asociativas
europeas que España trae a nuestras tierras y que comienzan a adquirir forma a partir
de finales del siglo XVIII y principios de XIX, nos referimos a las Sociedades de Amigos
del País y las denominadas cofradías. En ellas se reunían prominentes e ilustrados
hombres de la sociedad para diseñar y asesorar a los funcionarios públicos en relación
a la ejecución de políticas que favorecieran el desarrollo, así como el auxilio a los
desventurados a través de iniciativas caritativas y piadosas.
Queda para la discusión y reflexión determinar si esa aparente preocupación de los
prominentes hombres de las ciencias, las artes, el comercio y la industria por el prójimo
reflejaba un verdadero carácter de sensibilidad social que expresaba un interés por
aquellos individuos que no habían alcanzado satisfacer los requerimientos básicos para
una vida digna, así como el combatir males sociales como el alcoholismo, la mendicidad
y la prostitución, representaba la expresión de una real conciencia social acerca de la
necesidad de eliminar los males que aquejan a la población, o, si por el contrario, esta
actitud no representaba más que el interés de adecuar a la sociedad a las condiciones
propicias para la generación de privilegios económicos y la consolidación de su
liderazgo y dominación sobre las grandes mayorías, circunstancia que reforzaría el
control social por parte de estos grupos y con ello su preeminencia sobre el resto de la
sociedad, tanto en el orden material como en el plano de las ideas.
De acuerdo a las fuentes revisadas y trabajadas, donde quedaron reflejadas los
discursos de los individuos que lideraron este proceso, podemos pensar que había la
presencia de ambas actitudes, quedando claro que esa predica y actuación filantrópica
respondía a la necesidad de adecuar la realidad maracaibera y venezolana de entonces
a las pautas que imponía el capitalismo mundial, en relación a la definición de los
patrones de comportamiento que debían regir en una sociedad que se preciara de
109
haber transitado hacia un estadío de modernidad, como era la aspiración de los
hombres de negocios, de letras y ciencias del momento.
Desde esta perspectiva el poder no se entendió solamente como una fuerza
negativa, sino que el mismo logra atravesar el cuerpo social produciendo
conocimientos, obras, iniciativas asistencialistas, adelanto moral y espiritual, negocios,
discusiones, afectos. Se concibió, en consecuencia, como una red productiva que
generó disfrute y crecimiento y no solamente como una instancia negativa que tiene
como función supervisar y reprimir. Dentro de esta representación se aceptaron las
múltiples formas de relacionamiento humano que de manera cotidiana y permanente
van construyendo los fundamentos del desarrollo humano y del progreso de los
pueblos. Esta manifestación se ubicaba en cada una de las acciones del hombre en sus
múltiples actividades dentro del grupo social en el cual se encontraba inmerso, en este
caso el Estado dejó de ser el único instrumento de dominación y ejercicio del poder,
para trasladarse a cada una de las esferas donde el hombre desarrolla su vida.
En esta concepción del poder, la represión es desplazada por el sentido de libertad
que cada uno de los integrantes de la relación asume para hacer de la misma un acto
creador y productivo, donde se acepta la condición de líder de algunas integrante, bajo
el entendido que el mismo reproducirá actitudes y sensaciones que conducirán al
aprovechamiento de su dominación, traducido en sensaciones de crecimiento, disfrute,
formación. etc. En este sentido, el poder se traslada de la represión a la inducción, del
sufrimiento al disfrute, de lo negativo a lo afirmativo, de aquello que degrada al
crecimiento, del sufrimiento al goce, en pocas palabras, de la prohibición a la
aceptación consensual de las normas y principios que promuevan un ejercicio más
democrático, flexible y productivo del poder dentro de los colectivos sociales.
De acuerdo a este enfoque se establecen redes de poder que involucraron a buena
parte de la población maracaibera de entonces, donde el accionar conjunto de los
actores públicos y privados logra cohesionar la ejecución de un conjunto de iniciativas
que postulan el mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes, sobre todo
a los sectores más humildes. En este caso, se instaura una filosofía de acción que
entiende que satisfacer las necesidades colectivas posibilitaba a su vez la generación
110
de ingresos y privilegios a los grupos elitescos, por lo cual el beneficio de esas políticas
iban a impactar y beneficiar al conjunto de la población.
En consecuencia, los resultados de la investigación nos posibilitan ampliar los
espacios de utilización del mismo, sacándolo de sus estrecha visión tradicional para
situarlo en un contexto mucho más amplio que permite explicar de manara particular y
enriquecedora la manera como los individuos y colectivos, más allá de las formas de
imposiciones de los Estados y sus estructuras jurídicas, conforman un entretejido social,
donde cada una de sus acciones se encuentran estrechamente vinculadas, con
manifestaciones concretas de un desarrollo a todos los niveles, encontrando en
diversas formas de liderazgo, modelaje y dominación, bajo un carácter democrático,
flexible y productivo, efectivas formas de crecimiento individual y colectivo.
Por otra parte, y, ya situándonos en el momento actual podemos ratificar que la
comparación que establecimos entre las constituciones de 1961 y la de 1999, en lo que
se refiere al derecho de asociación en sus diferentes modalidades, nos permite asumir
que con la actual Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se avanza
significativamente con respecto a la de 1961 en lo que respecta a la profundización
democrática, a través de la creación y ampliación de las posibilidades de asociación y
participación de los ciudadanos en el ejercicio público. Estos avances podríamos
resumirlos de la siguiente forma:
No sólo reconoce el derecho de los ciudadanos a asociarse, sino que se obliga al
Estado a promover y facilitar su ejercicio.
En lo referente a las asociaciones laborales, no establece ningún tipo de condición
ni autorización para la conformación y actuación de los sindicatos, mientras que la
anterior establecía cierto nivel de regulación de acuerdo a lo que la respectiva ley
estableciera.
Con relación a las asociaciones de carácter económicas (cooperativas, cajas de
ahorro, gremios, mutuales) se le asigna a los trabajadores un papel protagónico en la
formación y desarrollo de estas organizaciones, con un fin básicamente colectivista y
111
solidario, mientras que la anterior resulta más abstracta, no estableciendo líneas claras
en cuanto a su concepción y composición.
En el caso de las asociaciones políticas, se abren y amplían los espacios de
participación para las mayorías, perdiendo los partidos políticos el derecho exclusivo
del ejercicio político y de la postulación de candidatos a los cargos de elección popular;
adquieren un gran impulso las organizaciones de electores, la libre iniciativa, los
grupos y lideres sociales. Se establece un marco regulatorio en el cual se sitúa el
financiamiento de las campañas políticas y la relación de las organizaciones políticas
con el sector público. Además se crea la figura del referéndum, cuestión que
profundiza la posibilidad de que los ciudadanos actúen de manera permanente en la
toma de decisiones en los diferentes ámbitos y niveles de funcionamiento del sector
público.
La actual constitución incorpora a su articulado la figura de las asociaciones
comunitarias vecinales, las cuales podrán elevar ante las instancias correspondientes
proyectos para la ejecución de obras de carácter públicas, además de convertirlos en
los entes controladores y supervisores de la ejecución de las mismas, circunstancia que
verdaderamente democratiza la inversión en obras, con la posibilidad de que éstas no
sólo respondan a los grupos que detenten el poder local, regional o nacional, sino que
sean las asociaciones de vecinos quienes identifiquen y decidan sus verdaderas
necesidades y las iniciativas para su satisfacción.
El avance del carácter representativo al participativo del actual marco constitucional
se constituye en un factor detonante de las posibilidades de acceso de los ciudadanos
al ejercicio del poder, a partir de su incidencia directa en las tomas de decisión de
aquellos asuntos de interés colectivo que hasta ahora su manejo era monopolio de los
entes tradicionales del poder público.
En cualquiera de los casos, es en la unidad, la organización, la asociación y la
participación donde se encuentra la clave para el ejercicio de poder y el disfrute de los
privilegios y los beneficios que este aporta. Los zulianos y venezolanos de ayer y hoy lo
asumieron, de ahí la trascendencia de estos dos momentos para entender la dinámica
de funcionamiento de nuestra sociedad y la manera como los seres humanas
112
interactúan en función de construir los espacios adecuados para su inserción dentro de
los órganos donde se toman aquellas decisiones que definen las normas que regulan el
comportamiento en comunidad y el disfrute de los privilegios que el poder, entendido
bajo los parámetros que define Foucault, puede brindar a los integrantes de una
relación humana, sea ésta de carácter comercial, educativa, social, cultural o política,
como las que se dieron en Maracaibo durante el período 1880-1910, y como las que se
están propiciando hoy en día dentro del momento histórico que vivimos los
venezolanos.
Si alguna importancia tiene el período y la temática estudiada fue reconocer el nivel
de conciencia que adquirió el maracaibero en torno a aquellas políticas y problemáticas
que le aquejaban, esto se palpa sobre todo en la manera coherente y organizada como
se responde a las iniciativas que intentaban vulnerar nuestra autonomía, en particular
las dos medidas Guzmancistas de despojarnos de nuestra aduana y de la autonomía
como entidad, y que redunda al final en sendos triunfos sobre el poder central, este
desarrollo alcanzado en estos años condujo a muchos historiadores a calificarla como
las décadas de oro de Maracaibo, pues en definitiva a partir del auge del comercio, la
educación, el desarrollo de las ideas, la organización de gremios y sociedades de
diversos tipos, se materializa un proceso de maduración de la conciencia regional que
marca de manera muy positiva el desarrollo histórico del Zulia.
De alguna forma encontramos similitudes entre los dos momentos - finales del siglo
XIX, finales del siglo XX- donde los actores que dinamizaron ambos momentos
acudieron al derecho de asociación para instalar organizaciones que rompieron con una
cultura política cerrada, donde los ciudadanos no poseían espacios para la incidencia
en las decisiones que se tomaban en los círculos más privilegiado. Son dos etapas
trascendentales en nuestro desarrollo histórico, donde los individuos tomaron
conciencia de su papel y se apropiaron de los espacios que antes otros
hegemonizaban, y democratizan, en cierta forma, el acceso al poder para traducirlo en
un ejercicio de corresponsabilidades de sacrificios y disfrutes, donde el Estado se
asumió más como una instancia orientadora de oportunidades e iniciativas públicas.
113
RECOMENDACIONES La promoción de un ciudadano consciente y participativo pasa porque cada una de
las instancias que asuman algún tipo de responsabilidad social, entiendan su papel de
forjadores de espacios y canales para el tránsito de las ideas y opiniones; manipular,
engañar, desinformar, constituyen acciones negadoras de la posibilidad de construir un
modelo de ciudadanía, que tenga en el ejercicio de valores colectivos la razón de ser de
la existencia humana, a partir del entendimiento del ámbito cultural como un espacio de
lucha y conquista de los anhelos de superación y grandeza que los individuos y
pueblos siempre aspiraran alcanzar.
En consecuencia, rescatar el ámbito cultural como espacio para la vida, la
organización, participación y la construcción de una identidad del hombre y sus
necesidades, constituye en este tiempo de globalización el desafío de quienes aún
creemos que es posible revertir los procesos de manipulación consumista que ha
arropado al mundo de hoy, la tarea comienza por redefinir nuestro papel de
generadores de conciencia y ejecutores de acciones, a partir del rescate de los canales
y espacios naturales para la activa participación en todas aquellas manifestaciones que
determinen la exaltación de la condición de ciudadanos desde una óptica política, social
y cultural.
Cada vez parecen ampliarse más los espacios donde el ser humano pueda producir
creativamente sus propias iniciativas para el disfrute, el trabajo, el consumo, el derecho
a pensar, opinar y decidir, allí radica la preocupación, incentivar niveles de participación
coherentes y armónicos con los principios constitucionales que posibiliten enfrentar las
problemáticas que nos aquejan como ciudadanos y como país.
El derecho a la participación puede ser ejercido de múltiples y variadas formas,
para sojuzgar y dominar, envilecer y degradar, pero también, y sobre todo, para crear
oportunidades del crecimiento de los pueblos e individuos, para trascender más allá de
lo inmediato y superficial, puede ser una herramienta para generar los espacios del
desarrollo y materialización de los poderes creadores del pueblo como manifestaba
Aquiles Nazca.
114
Desde esta perspectiva, el verdadero poder puede constituirse en herramienta de
compromiso de los ciudadanos para propiciar la felicidad de las mayorías, por ello la
necesidad de su democratización, de su profundización y de propagación para que
todos nos sintamos portadores de la fortaleza necesaria de trascender, cambiar y
propiciar las oportunidades para que los seres humanos en su dialéctica relación de
todos los días construyamos los espacios de la verdad y justicia, valores fundamentales
para la construcción de una verdadera identidad nacional, diseñada a partir de la
participación equilibrada de los diferentes agentes sociales, que actúan e interactúan en
el diario vivir de los pueblos, en la solución de la crisis historia por la cual atraviesa el
país y la construcción de la patria que pensaron y soñaron los quijotes venezolanos de
ayer y hoy.
A objeto de entender y configurar de manera adecuada las implicaciones actuales
del ejercicio del poder, se precisa contextualizar a éste dentro de las modernas
concepciones y enfoques que intentan separarlo de las visiones tradicionales que lo
homologaban a un conjunto de procedimientos y sentimientos negativos vinculados con
el castigo, la represión, la vigilancia y otros mecanismos que, con un sentido
meramente jurídico, le asignaban un sentido punitivo. Esta visión estrecha y
reduccionista del ejercicio del poder ha venido siendo cuestionada y replanteada por
algunos investigadores sociales, entre ellos Michel Foucault, quienes han concluido que
el mismo puede ser asimilado a un conjunto de prácticas cotidianas, donde los seres
humanos, a partir del desarrollo de iniciativas con la aceptación consensual de normas
y liderazgos, establecen relaciones donde se producen sensaciones y actitudes de
crecimiento, disfrute y placer.
Dentro de este enfoque se ubicó el análisis de la investigación, lo cual nos condujo a
determinar como en dos momentos de trascendencia histórica los agentes del espacio
marabino, zuliano y venezolano entendieron el asociacionismo como una práctica valida
para ejercer el poder, sin que este se redujera al simple hecho de implementar
mecanismos prohibidores y sancionatorios, sino por el contrario generando un conjunto
de iniciativas de carácter públicas y privadas para el provecho de esos grupos, pero
también para los colectivos sociales, quienes terminan siendo beneficiados por el
115
diseño y ejecución de obras e iniciativas que postulan y propician un mejoramiento en
sus condiciones de vida.
En consecuencia, considero apropiado que los análisis socio-políticos que intenten
explicar determinados fenómenos humanos, a partir de las múltiples relaciones sociales
en concordancia con las políticas y ejecutorias de las estructuras de poder, se hagan en
atención a este replanteo de las implicaciones del poder en cada una de las esferas
donde se desarrolla la vida de todos los ciudadanos, y que de una vez por todas se
separe el significado del mismo de aquellas prácticas y sensaciones negativas
asociadas únicamente a autoridad, leyes y represiones. Desde esta perspectiva
entenderemos y contextualizaremos de manera más adecuada y provechosa
fenómenos como los abordados en este trabajo, con lo cual nos distanciaremos de las
posiciones pesimistas que le asignan a períodos de crisis y cambios históricos, como el
que estamos viviendo, una visión fatalista y apocalíptica, sin reconocer los procesos
que los ciudadanos llevan adelante para provocar transformaciones profundas que
conduzcan a propiciar la satisfacción de las demandas y requerimientos que los
colectivos se han planteado durante tanto tiempo.
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Comunicación enviada al jefe civil y militar del estado por un grupo de ciudadanos informando la creación del Gremio de Alfareros de la ciudad de Maracaibo. Maracaibo. AHZ. Año 1893. Tomo 18. Leg 25 Comunicación enviada al Ejecutivo del Estado por los miembros de la Sociedad Centro Musical de Maracaibo, solicitando apoyo económico para la organización. Maracaibo, 20 de Marzo de 1898. AHZ. Tomo 33. F 122
Comunicación de los integrantes de la Logia Regeneradora N° 6 al 1er Vicepresidente Encargado del Ejecutivo del Estado. Maracaibo 02 de Febrero de 1904 AHZ. Año 1902. Tomo 38. Leg 20 Comunicación dirigida al Presidente del Estado Zulia, informándole la instalación del directorio de las Sociedades Liberales del Estado Bermúdez..Barcelona 1° de Noviembre de 1893, AHZ, Año 1893. Tomo 4. Leg 24 16.-Comunicación dirigida al Secretario General de Gobierno por los integrantes de la Sociedad Urdaneta, informándole sobre las actividades conmemorativas del natalicio de Rafael Urdaneta. Maracaibo 18 de Octubre de 1897. AHZ, Año 1897. Tomo 2. Leg 10 Comunicación dirigida por la Junta Fundadora y Directiva del Templo de la Santa Cruz al Ejecutivo del Estado, solicitando colaboración monetaria para el desarrollo de sus actividades. Punta de Leyva, 27 de Abril de 1897, AHZ, Año 1897. Tomo 14. Leg 16 18.- Comunicación enviada por un grupo de ciudadanos del Distrito San Rafael de Sinamaica, informando sobre la conformación de una junta para el auxilio de los pobres, AHZ, Año 1883.Tomo 16. Leg 11
Comunicación dirigida al Gobernador de la sección Zulia informando la instalación de la Sociedad Gimnasio de la Juventud. Puertos de Altagracia, 24 de Abril de 1884, AHZ, Año 1884, Tomo 10, Leg 10 Informe sobre el estado de las obras asignadas por el Ejecutivo del Estado a la Junta de Fomento del Distrito Colon. San Carlos del Zulia, 06 de Noviembre de 1897, AHZ, Año 1897, Tomo 8. Leg 13 Comunicación dirigida al Secretario General del Estado, informando el cuadro de funcionarios de la Sociedad Pía Unión de N.S del Carmen. Maracaibo 30 de Enero de 1897, AHZ. Año 1897. Tomo 14. Leg 16
Comunicación enviada por los miembros de la Sociedad Auxiliar de Artesanos al Ejecutivo del Estado, solicitando ayuda monetaria para dicha organización, Maracaibo, 14 de Enero de 1897, AHZ Tomo 14. Leg 16 Respuesta del Ejecutivo del Estado a los Integrantes de la Sociedad Auxiliar de Artesanos, aprobando ayuda económica solicitada por éstos. Maracaibo, 31 de Agosto de 1885, AHZ, Tomo 11, Leg 10.
Comunicación enviada al Presidente Provisional del Estado por los miembros de La Compañía de Seguros de Vida, invitándole para el acto de instalación de la misma. Maracaibo, 20 de Febrero de1880, AHZ, Tomo 7, Leg 27. Cuadro de funcionarios de la sociedad de el “Santo Sepulcro” para el año 1895, AHZ, Año 1895. Tomo 14. Leg 21 Cuadro de funcionarios de la sociedad “Urdaneta” para el año 1897, AHZ. Año 1897. Tomo 2. Leg 10 Cuadro de funcionarios de la sociedad “Auxiliar de Artesanos” para el año 1892, AHZ, Año 1892. Tomo 16. Leg 18 28.- Cuadro de funcionarios de la sociedad “Mutuo Auxilio” para el año 1892, AHZ, Año 1892. Tomo 16. Leg 18 Cuadro de funcionarios de la sociedad “Pía Unión de N.S del Carmen” para el año 1897, AHZ, Año 1897. Tomo 14. Leg 16 Cuadro de funcionarios de la sociedad “Auxiliar de sus Miembros” para el año 1897, AHZ, Año 1897. Tomo 14. Leg 16 Anuario Estadístico del Estado Zulia: Estadísticas económicas, sociales, políticas, educativas, judiciales. 1870-1890. CIDHIZ Expediente Relativo a la Estadística de la Sección Zulia. Año 1889. Tomo 1. AHZ Sociedades fundadas en el período comprendido de 1902 a 1910, AHZ. Patentes de Industrias y Comercios 1870-1890, AHZ. Censos de Población de Guzmán Blanco, AHZ Clasificación de Industriales. Año 1889, AHZ. Decreto sobre el Fomento de Obras Públicas. Año 1885, AHZ. Tomo 12. Informe presentado por el Gobierno Seccional al Cónsul de Colombia con relación a las escuelas seccionales en 1884. Año 1884. Tomo 3, A.H.Z. Instrucción Pública. Año 1886. Tomo 12 A.H.Z. Memorias Anuales. Año 1880-1910, AHZ. Congreso de la República de Venezuela. Constitución de la Republica de Venezuela del año 1961. Caracas, Venezuela. Gaceta oficial N° 662 de 23-01-61 Asamblea Nacional Constituyente. Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela del año 1999. Caracas, Venezuela. Gaceta oficial N° 36.860 de 30-12-99
INDICE ANALÍTICO
Para el adecuado tratamiento y manejo de la temática se hace necesario clarificar y
diferenciar el sentido con el cual se utilizan algunos términos, a fin de comprender el
conjunto de fenómenos y principios que sustentan a la misma, por ello, pasaremos a
definirlas.
ESTADO: a) En el régimen federal, porción de territorio cuyos habitantes se rigen por leyes
propias, aunque estén sometidos en ciertos asuntos a las decisiones de un gobierno
común.
Pág.: 13, 14, 27, 28, 41, 50, 52, 58, 60, 61, 64, 69, 70, 71, 73, 74, 82, 85, 86, 87, 108.
b) Conjunto de los órganos de gobierno de un país soberano.
Pág: 10,13,16, 19, 20, 21, 24, 25, 26, 29, 30, 31, 32, 35, 38, 42, 45, 49, 50, 51, 52, 53,
54, 55, 56, 58, 64, 65, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 76, 78, 80, 87, 88, 89, 90, 91, 92, 94, 95,
96, 97, 98, 101, 103, 106, 107, 108, 110, 111.
SOCIEDAD: a) Asociación de personas para el ejercicio o explotación de un comercio o industria:
anónima (S. A.), la que se forma por acciones con responsabilidad circunscrita al capital
que éstas representan; ~ anónima laboral, aquella cuyas acciones son propiedad de los
trabajadores y no hay división entre capital y trabajo; ~ cooperativa, la que se forma
para un objeto de utilidad común de los asociados; ~ industrial, la definida por el
predominio del modo de producción capitalista, que se caracteriza por la fuerte
urbanización, la existencia de amplias capas de asalariados y la nuclearización de las
relaciones interpersonales; postindustrial, la industrial en pleno desarrollo, que se
caracteriza por la ampliación del sector de servicios, la aplicación masiva de
nuevas tecnologías. Agrupación de comerciantes, hombres de negocios o accionistas
de alguna compañía.
Pág: 10, 11, 12, 13, 15, 20, 23, 24, 26, 33, 35, 36, 40, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 51,
52, 53, 54, 55, 56, 57, 60, 62, 64, 65, 66, 67, 68, 69, 71, 73, 74, 75, 76, 80, 81, 82, 83,
84, 85, 86, 87, 88, 89, 90, 91, 92, 93, 95, 106, 108, 109, 113.
b) Agrupación natural o pactada de personas, que constituyen unidad distinta de cada
uno de sus individuos, con el fin de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o
alguno de los fines de la vida.
Pág: 11, 12, 15, 16, 17, 20, 22, 24, 26, 31, 36, 40, 41, 43, 44, 49, 50, 51, 55, 56, 57,
67, 68, 71, 73, 75, 76, 77, 78, 79, 80, 82, 83, 88, 93, 94, 95, 97, 104, 105, 106, 107,
108, 109, 112.
INDICE ONOMÁSTICO PERSONAS
Pág. Pág.Antonio Guzmán Blanco...32-53-
54-67-107
Juan B Boscän...................32-85
Ángel Urdaneta..................32-56
Guillermo Pineda...............40-57
José Bell Soto....................40-57
G Hermediger....................40-57
O Liuran.............................40-57
Juan Pons........................ 40-57
M Henríquez......................40-57
E Wisst...............................40-57
J. J Núñez......................... 40-57
R Belloso Rincón...............40-57
Rafael Urdaneta......40-65-74-83
Simón Bolívar...............40-74-83
Antonio José de Sucre.......40-74
José Antonio Páez.........43-4475
Gen Francisco R. Toro............46
Sr. Francisco J. Yánes............46
Sr. José R. Revenga...............46
Sr. Santiago Mariño................46
Sr. Juan de la Madriz..............46
José Manuel Lizarraga............46
José Ventura Santana.............46
Dr. José María Vargas.......46-83
Sr. Pablo Gascue....................46
General Juan Escalona...........46
Sr. P. P. Díaz..........................46
Sr. J. R. Toro...........................46
Sr. Manuel F. Tovar................46
Dr. Juan Martínez...................46
Sr. Agustín Ibarra....................46
Domingo Navas S...................46
Sr. Pedro Machado.................46
Sr. Juan Rivero.......................46
José Gabriel Camacho...........46
Sr. José Ignacio Díaz..............46
Sr. Elías Mocata.....................46
Sr. Lorenzo Gedler.................46
Juan José Echezuría..............46
Dr. José A. Álamo...................46
Bernardino Caballero..............46
Dr. F. F. Paul..........................46
Tomás José .Sanabria............46
Juan T. Zaldarriaga.................46
Sr. José Luis Cabrera.............46
José María Pelgrom................46
Sr. José Manuel Otero............46
Gen Lino de Clemente............46
José Antonio Rosales.............46
Sr. Dr. Carlos Arvelo...............46
Juan B. Arismendi...................46
Sr. Miguel Rolla......................46
Francisco Avendaño...............46
Sr. Miguel Piña.......................46
Juan Manuel Cagigal..............46
Sr. Vicente Aramburu.............46
Sr. José María Rojas..............46
Juan N. Cháves.....................46
Sr. Francisco Gárate...............46
Dr. Rafael Villavicencio...........49 Francisco Ochoa.....................57 Francisco Carias.....................57 Francisco Urdaneta F..............57 Julio A. Añez...........................57 Wilfrido Arocha........................57 Rafael Belloso R.....................57 Eustaquio Peña.......................57 Arcadio Urdaneta....................57 Br José Vicente Matos............57 Manuel Noriega.......................57 Manuel Maldonado..................57 Melecio Infante........................57 Sebastián Infante....................57 Manuel Matos..........................57 José Hernández......................57 Idelfonso Urdaneta.................57 José Pineda............................57 Rafael M Baralt..................57-78 Guillermo Balzán.....................57 Antonio Castro........................57 Antonio José Urquinaona........57 ...........................................60-78 Guillermo Baudel...............57-78 Nicolás Vale.......................57-78 Roberto Swift……………. 57-78 Waldemar Worm……….... 57-78 Aarón Luria........................57-78 M Valbuena.............................58 Enrique Ortega........................58 Rafael Sánchez.......................58 Melecio Rincón.......................58
Armando Raven.................58-85 Carlos Ramsbolt.....................58 Ramón Martínez.....................58 Br Edmundo Petit....................58 Benito Puche...........................58 Jesús Moran C........................58 José González........................58 Br Mario Antunez....................58 Br Víctor Medina.....................58 Br Tulio Ortega........................58 Francisco E Bustamante..60-61-
75-81 Pedro J. Hernández................60 Francisco Tomás Morales.......60 Octavio Hernández.......58-62-70 Edmundo Rosado...................58 Pedro Rincón..........................58 Raúl Cuenca......................59-60
Hermágoras Chávez ... 54-89-61
Federico Fuenmayor..........59-89
Ramón González...............59-89
Heromides Barrientos........59-89
Manuel Araujo....................59-89
José Figueroa....................59-89
Jesús Villasmil...................59-89
Eleazar García...................59-90
Miguel Celis.......................60-70 Pedro Hernández....................61
Julián Castro...........................61 Jesús Maria Portillo...........62-87
Francisco Ochoa................... 62
Gregorio Troconis...................66
General Regulo Oliveros....68-82 Alejando Andrade.........69-90-91
M. M Chacín.......................58-70
Ernesto. H. Romer.............58-70
Carlos Hernández..............58-70
Julio Martínez..........................70
José .J Romero.......................70
Cristóbal Colón.............70-74-83
Francisco de Miranda.............74
Ana Julia Padrón....................78
Manuel Antonio Carreño....78-79
Teresa Carreño.......................79
Simón Rodríguez....................79
Pedro Navarrete......................90
José Félix Blanco....................90
A Raven..................................90
José Baralt..............................92
Marcos Pérez Jiménez..........93
Aquiles Nazoa.......................114
LUGARES Pág., Pág..
Maracaibo.........10-11-13-14-16-
27-28-29-30-31-35-36-37-38-39-
40-41-42-47-48-50-51-52-53-55-
57-60-61-62-67-70-74-76-82-87-
89-90-91-93-105-106-112..
Zulia........10-13-14-27-31-32-33-
35-36-40-41-48-50-51-61-64-69-
70-74-78-85-86-87-88-107-112.
Venezuela.........22-38-43-44-46-
..49-53-60-69-77-93-96-102-110.
España.....20-21-22-23-24-25-48
49-108.
América..............21-22-23-28-43
Barcelona (España)................20
Estados Unidos.......................22
Europa........21-23-27-43-76-108.
Argentina.................................22
Sevilla.....................................24
Mallorca.................................24
Oviedo.................................24
Valladolid..............................24
Santander............................24
Aragón................................. 24
Tenerife................................24
Segovia................................24
Madrid .................................24
Las Palmas.........................24
Murcia..................................24
Valencia (España)................24
Barcelona.............................24
Málaga.................................24
Cádiz ..............................24-25
Jaca..................................... 24
Quito.....................................24
La Habana............................24
Guatemala............................24
México..................................24
Bogota..................................24
Lima........................................24
Colombia............................27-54
Falcón...............13-61-86-87-107
La Ceiba.............................28-34
Caracas........24-28-39-42-43-44-
46-61-80-88
Ciudad Bolívar.........................28
Valencia.(Venezuela)..............28
Estado de Santander.........28-39
Distrito Colón...............28-31-85.
Distrito Sucre...........................28
Distrito Guzmán Blanco..........28
Curazao..........................….…29
New York.....................…...29-39
Liverpool……………….……....29
San Tomas……………..…..…29
La Vela.................................29
La Guaira........................29-41
Puerto Cabello................29-41
Guaranao............................ 29
Trujillo...................................34
Cúcuta..................................60
Villa de Ntra. Sra. del Carmelo
.............................................60
Coro.....................................61
Santa Bárbara......................61
Distrito San Rafael de
Sinamaica............................77
Punta de Leiva.....................83
Puertos de Altagracia...........84
San Carlos del Zulia.............85
MONUMENTOS Pág.
Plaza Colón...................................................................................................70-74
Plaza Urdaneta.........................................................................................34-74-84
Plaza Sucre........................................................................................................74
Boulevard Baralt............................................................................................34-74 Plaza de San Juan de Dios.................................................................................88
INDICE DE ANEXOS 1.- Tipología de entidades asociativas para uso de historiadores sociales. 2.- Modelo de ficha para un censo de asociaciones en España 3.- Cuadro de comerciantes e industriales del estado Zulia para el año 1910. 4.- Establecimientos mercantiles e industriales del estado Zulia para el año 1891. 5.- Cuadro de las industrias patentadas en el Zulia entre los años 1900-1904. 6.- Integración de la Cámara de Comercio de Maracaibo para 1910. 7.- Documento sobre la directiva y firmas constitutivas de la Cámara de Comercio de Maracaibo para el año 1910. 8.- Decreto de creación de La Sociedad Económica de Amigos del País de Venezuela en 1829. 9.- Emblema de Las Sociedades de Amigos de España. 10.- Descripción de las sociedades fundadas en el Zulia durante el período en estudio. 11.- Cuadro de funcionarios directivos de algunas sociedades fundadas en Maracaibo durante el período en estudio.
Anexo N° 1
Fuente: MAZA ZORRILLA, Elena. 2003. Asociacionismo en la España Contemporánea. Valladolid, España. Secretariado de Publicaciones e Intercambio Editorial. Universidad de Valladolid.
Anexo N° 2
Fuente: MAZA ZORRILLA, Elena. 2003. “Asociacionismo en la España Contemporánea”. Valladolid, España. Secretariado de Publicaciones e Intercambio Editorial. Universidad de Valladolid.
Anexo N° 3: COMERCIANTES E INDUSTRIALES DEL ESTADO ZULIA PARA EL AÑO 1910
Individuo, sociedad o compañía anónima
Actividad Capital social (Bs.)
Artículos de producción o de
comercio
Ciudad de asiento
principal de sus negocios
Accionistas, Miembros,
cargos
Almacenes
Nones Rafael Aserradero, banquero
100.000 Maderas de vapor Maracaibo
Pinedo &Ca. Aserradero, banqueo, comisionista
200.000 Maderas de vapor Maracaibo
Soto Maximiliano
Aserradero 120.000 Maderas de vapor Maracaibo
Banco de Maracaibo
Compañía Anónima
1.250.000 Maracaibo
Gran Ferrocarril del Táchira
Compañía Anónima
7.000.000 Maracaibo Gerente: Henrique París; Junta Directiva: Ricardo Parra, Luis R. Fossi, Eduardo Ball
Cervecería de Maracaibo
Compañía anónima
864.000 (864 acciones)
Fabrica de hielo cristal y opaco y de cerveza pilsen, oscura y negra dirigida por maestro cervecero alemán
Maracaibo Junta de Administración: Joaquín Estrada, Ricardo Oliva, J.N.C. Henríquez, Dr. Jaime Luzardo, Dr. J.M. Coates, M. A. Belloso, Otto Finhaber, A.A. Cuenca, Delfín Chataing, Atilio C. Rivas, José Lares,.
Ventas en Venezuela y Cúcuta
Coches de Maracaibo
Compañía anónima
42.000 Maracaibo
Maracaibo Electric Light
Compañía Anónima
1.747.200 Maracaibo Directores: Eduardo de Lima, E. de Lima (residentes en New York); J. A. Parra Chacín, J.N.C. Henríquez, Carlos Willson (Maracaibo)
Nuevo Cementerio
Compañía Anónima
100.000 Maracaibo
Agricultores Compañía Anónima
100.000 Maracaibo
Unión agrícola
Compañía anónima
200.000
Proveedora de agua del lago
Compañía Anónima
400.000 Maracaibo
Seguros Marítimos deMaracaibo
Compañía Anónima
500.000 Maracaibo Gerente: J. N. C. Henríquez, Vice: D. A. de Lima; Directiva: Plinio Montiel, J. A. Parra Chacín, Jacob López H., Ricardo Parra, Juen E. París, Eduardo Ball; Comisarios: Federico Zabala, Augusto Otamendi, Wenceslao Moreno, Alfredo Osorio Negrón
Agencias en Curazao, Caracas y La Guaira
Navegación en el Lago de Maracaibo y sus afluentes, Ca.
Transporte de pasajeros, carga y correspondencia entre el puerto de Maracaibo y los de la Ceiba Encontrados y Santa Bárbara Villamizar
Tranvías de Maracaibo
Compañía Anónima
400.000 20.703.200
Maracaibo
Dall∋ Orso & Comisionistas, 500.000 Maracaibo Almacenes-depósitos
Co. importadores, Exportadores
calles del Comercio y la Marina
Dubuc Alfonso
Casa Comisionista
400.000 Ventas de café y despachos de sal, además de cacao, cueros, tabaco ambirado y cueros
Maracaibo/ Distrito Colón
Depósitos de sal de goma y de coche en La Fría, Los Cañitos, Santa Cruz del Zulia, Escalante, Garcitas y Santa Elena (Distrito Colón). Tiene a su cargo las agencias del Ferrocarril Santa Bárbara- El Vigia, bodegas de Celestino Ortiz (Escalante), de Manuel Méndez (Caño Amarillo), de Ortega &Rivero (Santa Cruz), de la Ca. Puerto Garcitas y de las de San Timoteo
Fossi y Ca. Comisionistas 600.000
Maracaibo
Atencio Augusto
Agricultor 40.000 Dividive Dtto. Urdaneta
Finol José M. Agricultor Dividive Dtto. Urdaneta Hermanos Belloso R.
Importadores Papelería
Cook A. &Hermano
Importadores Droguería (medicinas, perfumería, químicos, esencias); papelería, víveres
Luzardo Roger
Comerciante 40.000 Droguería
Depósitos y almacenes
Osorio B, Domingo
Comerciante 40.000
Droguería
C.W. Christern
Comerciante al mayor: exportador, importador, industrial, hacendado, comisionista
Mercancías secas de todas clases, sombrerería, zapatería, tenería, bálsamo de copaiba
Agente de la línea Hamburgo- América
Firma Wa. Christern- Lubeck (Hamburgo), Casa en Maracaibo, Calle del Comercio
Van Dissel, Rode & Co.
Importadores/ Exportadores
40.000 Droguería (medicinas, perfumería), quincalla, papelería, pinturas
Banqueros Alemania (Hamburgo), Venezuela (San Cristóbal, Rubio), Colombia (Cúcuta)
Sttanford E. y Co.
Importadores 2.000.000
Steinvorth &Co.
Importadores/ Exportadores
Banqueros Venezuela (Maracaibo, San Cristóbal), Colombia (Cúcuta)
Añez Julio & Co.
Comisionistas, Importadores, exportadores de cueros y café
Ferretería, cristalería, máquinas de coser, teléfonos, aparatos eléctricos, muebles, papelería, quincalla
Estado Zulia, Estados Andinos
Romay Rodolfo
Industrial
40.000 Ferretería
Moreno Wenceslao
Comerciante Importador de víveres y exportador de productos naturales
Beckman y Co.
Industrial Ferretería, mercancías
Gómez h y Co.
Industrial
Ferretería
Henríquez Jacobo
Industrial 40.000 Ferretería y Quincalla
Ball y Co. Maderas, mercancías secas
Blohm & Co. Importadores, exportadores, banqueros
Mercancías
H.L. Boulton Jr.& Co.
Banqueros, importadores, exportadores, comisionistas
Agentes del Banco de Venezuela, fábrica de jabón y velas
Breuer, Möller & Co.
Banqueros, importadores, exportadores
Venezuela (Maracaibo, San Cristóbal y Sabana de Mendoza), Colombia (Cúcuta y Barranquilla), Alemania (Hamburgo)
León Numa Pompilio
Importador 2.000.000 Mercancías secas, sombrería y quincalla
Almacenes al mayor y detal en calle del comercio y avenida de la industria.
.París& Núñez Co.
Importador 600.000 Mercancías secas
Lovissi Caruso
Comerciante
40.000
Mercancías secas
León Medina Comerciante 40.000 Mercancías secas Vargas Eduardo
Importador/ Industrial
80.000 Mercancías, muebles de Viena, perfumería, sombreros, calzados
López Jacobo Comerciante 40.000 Mercancías secas Savelli Hermanos
40.000 Mercancías secas
París &Amado Ca.
Importador, exportador
40.000 Venta de víveres
París Juan E. Importador, exportador
1.000.000 Importa víveres, ferretería, medicinas; exporta dividivi, maderas de tinte, cacao, pieles, bálsamo de copaiba, buches de pescado
Almacenes al mayor y detal
Urdaneta Erasmo
40.000 Venta de víveres
Schemel Federico
40.000 Compra y venta de víveres
Rincón Elisaul
Industrial 80.000 Molienda de granos al vapor
Villalobos silva, f.
40.000 Bodega
Fuente: Belín Vásquez, “Los agentes sociales de las empresas del espacio público en Maracaibo, 1850-1920”, Maracaibo, LUZ, 2002. Directorio venezolano de agricultores, criadores y comerciantes. AHZ. Año 1910, tomo 1, Leg.4. Diario El Fonógrafo, Maracaibo, Año XXXI, 19 de abril 1910, Imprenta Americana CÁMARA DE COMERCIO DE MARACAIBO
Anexo N° 4: Establecimientos Mercantiles e Industriales del Estado Zulia para el año 1891.
INDUSTRIAS CANTIDAD
Quincallas 7
Relojerías 3
Hornos de Ladrillo 17
Pesas de Carne 59
Funerarias 10
Panaderías 18
Licorerías 14
Pulperías 442
Almacenes 75
Fabricas de cigarrillos 5
Pesquerías 49
Imprentas 5
Tenerías 6
Librerías 2
Fabricas de fideos 3
Fabricas de Jabón 9
Eléctricas 1
Zapaterías 30
Latonerías 5
Barberías 14
Sastrerías 20
Aserraderos 4
Herrerías 14
Carpinterías 47
Teléfonos 1
Latonerías 7
Tonelerías 1
Neverías 1
Laboratorios 1
Oficina Dental 3
Telegráficas 2
Fotográficas 2
Fábricas de Velas 2
Fabricas de Fósforos 1
Billares 24
Bodegas 85
Posadas 22
Boticas 23
Sombrearías 3
Fuente: AHZ, Año 1891, Tomo 2, fols. 948-949.
Anexo N° 5:
Industrias patentadas entre los años 1900-1904
INDUSTRIAS NUMERO DE PATENTES
1900 1902 1904
Agencias Funerarias 5 5 7 Alpargaterías - - 2 Aserraderos 4 4 4 Billares 10 2 12 Bodegas 8 - 3 Boticas 18 16 19 Botiquines 21 24 20 Cigarrerías 5 3 5 Comisionistas 6 6 6 Fabricas de pastas - 3 4 Fabricas de tabacos - 1 2 Fábricas de Velas - 2 2 Galleras 2 2 1 Hoteles 6 4 4 Jabonerías 5 5 7 Licorerías 2 2 1 Moliendas de Grano - 3 3 Panaderías 5 6 9 Posadas 14 - - Pulperías 221 288 207 Quincallas y Fineterías 9 7 12 Restaurantes 1 2 1 Tiendas 21 41 14 Zapaterías 10 15 5 Sombrerías 2 2 2 Sastrerías 2 - - Carros 48 60 5
Mesas Mercancías 15 0 22 Venta de Víveres 49 0 51 Detal de Cerveza 0 1 1 Venta de Quesos 0 1 25 Caballerizas 0 8 1 Venta de Maderas 3 0 3 Venta de Calzado 4 0 10 Coches 0 37 14 Fondas 0 14 14
Fuente: AHZ. Año. 1904. Tomo 1. L 125-156. F 8
Anexo N° 6: CÁMARA DE COMERCIO DE MARACAIBO
Año Funcionarios
Firmas comerciales
1910
Presidente: Alfonso Dubuc, Vice: Seger Duwaer; Cámara Activa: O. Sinram, Juan Dall∋Orso, George Faber, Wenceslao Moreno, H. Behncke, Juan París hijo, Numa P. León, Delfín Chataing, R. Belloso, C. Kreuzhage
Breuer, Moller &Ca., Blohm &Ca., Steinvort &Ca., H.L. Boulton Jr.&Ca., Julio Añez &Ca., C.W. Christern, Van Dissel, Rode & Ca., Dall∋Orso & Ca., J. &H.Da Costa Gómez, Prís & Núñez, J. Boccardo &Ca., Beckman &Ca., A. Cook & Hermano, Juan E. París, Rayhrer & Finhaber, Pinedo & Ca., Rodolfo Romay, Federico E. Schémel, Wenceslao Moreno, Banco de Maracaibo, Eduardo Vargas, Seguros Marítimos Maracaibo, Gran Ferrocarril de La Ceiba, Alfonso Dubuc, Numa P. León, Amílcar Morales, E. Urdaneta Ch., J. A. Menda & Ca.
Ídem
Anexo N° 7:
FUENTE: El Fonógrafo. Edición Especial. LUZ. Mayo 1996
ANEXO N° 8:
Decreto de creación de la Sociedad Económica de Amigos del País de Venezuela
José Antonio Páez
[1829]
DECRETO
José Antonio Páez, Jefe superior, civil y militar de Venezuela,
Cuando los departamentos que el gobierno confió a mis órdenes y vigilancia gozan ya
de perfecta tranquilidad, de orden y del reposo doméstico, debo dedicar todos mis
desvelos a proporcionar a sus habitantes los medios eficaces de mejorar su suerte. El
aislamiento de las luces y de los talentos del país en el recinto de las casas, o de
pequeños círculos, a la vez que detienen el curso progresivo de los conocimientos
útiles, no son por sí mismos benéficos a la dicha común. La empresa más popular, y de
más conveniencia pública, es la de reunir los hombres de inteligencia, poseídos de
amor patrio y de un espíritu nacional, bajo un instituto benéfico que procure el bien de
todos, restablezca entre nosotros el amor al trabajo y nos estimule a tareas ventajosas y
productivas.
Persuadido de estos principios he resuelto formar y establecer en esta capital una
Sociedad Económica de Amigos del País, que en cumplimiento del capítulo 3º, artículo
16, de la ley orgánica de Educación Pública de 18 de marzo de 1826, promueva los
progresos de la agricultura, del comercio, de las artes, oficios, población e instrucción.
Esta sociedad no ejercerá autoridad alguna, ni se mezclará en la alta política del
Gobierno. Su instituto se desempeña por la cooperación de sus miembros, sus
suscripciones, sus tareas v patriótico entusiasmo en favor del país. Ella clasificará las
secciones de sus trabajos, dispondrá la redacción de Memorias acerca de las materias
de estos objetos, y de Cartillas agrarias, para difundir los conocimientos útiles: atraer a
su seno las publicaciones de los países más ilustrados, los informes de las personas
nacionales o extranjeras más instruidas en los procesos de las diferentes clases de
industria, y en la economía política aplicada a nuestras circunstancias. Por medio de
sus fondos se proporcionará semillas y plantas, utensilios, máquinas o sus modelos
para distribuir junto con las instrucciones que requieran; hará ensayos prácticos; en fin,
manejando con tino el resorte de los premios, e impetrando la protección del Gobierno,
alentará los diversos ramos de industria que están ya establecidos o vayan
planteándose en el país.
Tal es la obra que me propongo, como el garante más seguro de la futura prosperidad y
riqueza de estas provincias: ella será en su origen la simple reunión de algunas
personas amantes del país, pero con el tiempo vendrá a ser por los conatos y
colaboración de sus individuos el gran instituto por donde se pueda formar una exacta
idea del verdadero estado de nuestra civilización.
Con el objeto, pues, de plantear este importante establecimiento, invito y convoco a la
casa de mi morada mañana a las doce del día a los señores que contiene la lista que
sigue a continuación. En esta junta preparatoria se arreglarán por el voto de ella los
pasos previos a la instalación solemne de la Sociedad, que se verificará por mí en la
capilla de la Universidad central de esta capital el 28 del corriente a las doce del día, y
bajo los auspicios del ilustre nombre del Libertador Presidente.
Caraqueños: al anunciaros este grandioso establecimiento me siento animado del
placer más puro, y del más vivo interés, porque contribuyo del modo que me es dable a
vuestro bien y felicidad.
Caracas: 26 de octubre de 1829.
José Antonio Páez
Lista de los individuos a quienes se cita y convoca.
Sr. Prefecto departamental, Sr. General Francisco R. Toro, Sr. Francisco J. Yanes, Sr.
José R. Revenga, Excmo. Sr. Santiago Mariño, Sr. Juan de la Madriz, Sr. José Manuel
Lizarraga, Sr. José Ventura Santana, Sr. Dr. José María Vargas, Sr. Pablo Gascue, Sr.
General Juan Escalona, Sr. P. P. Díaz, Sr. J. R. Toro, Sr. Manuel F. Tovar, Sr.
Presidente de la Corte Dr. Juan Martínez, Sr. Agustín Ibarra, Sr. Domingo Navas
Spinola, Sr. Pedro Machado, Sr. Juan Rivero, Sr. José Gabriel Camacho, Sr. José
Ignacio Díaz, Sr. Elías Mocata, Sr. Lorenzo Gedler, Sr. Juan José Echezuría, Sr. Dr.
José A. Álamo, Sr. Bernardino Caballero, Sr. Dr. F. F. Paul, Sr. Dr. Tomás José H.
Sanabria, Sr. Juan Tomás Zaldarriaga, Sr. José Luis Cabrera, Sr. José María Pelgrom,
Sr. José Manuel Otero, Sr. General Lino de Clemente, Sr. José Antonio Rosales, Sr. Dr.
Carlos Arvelo, Excmo. Sr. Juan Bautista Arismendi, Sr. Primer Comandante Miguel
Rolla, Sr. Coronel Francisco Avendaño, Sr. Miguel Piña, Sr. Juan Manuel Cagigal, Sr.
Vicente Aramburu, Sr. José María Rojas, Sr. Juan Nepomuceno Chaves, Sr. Francisco
Gárate.
Fuente:
www.analitica.com/bitbiblioteca/japaez/amigos.asp.
ANEXO N° 9: EMBLEMA DE LAS SOCIEDADES DE AMIGOS DE ESPAÑA
Fuente:
www.analitica.com/bitbiblioteca/japaez/amigos.asp
Anexo N° 10: Descripción de las sociedades fundadas durante el período en estudio. NOMBRE DE
LA SOCIEDAD
FECHA DE
FUNDACIÓN
MIEMBROS
PROPÓSITOS
RELACIÓN CON EL
ESTADO Mutuo Auxilio
18 de marzo de
1876
Ángel Urdaneta, Eustaquio Peña. Arcadio Urdaneta, Br José Vicente Matos
Estrechar las relaciones de los miembros creando un fondo común para el auxilio en casos de enfermedad o muerte. Propiciar obras de caridad y filantropía para el adelanto moral
El estado colaboraba con la asociación en la realización de las actividades y obras por ella desarrolladas.
Auxiliar de Artesanos
02-02-1878
Manuel Noriega, Manuel Maldonado, Melecio Infante, Sebastián Infante, Manuel Matos, José Hernández, Idelfonso Urdaneta, José Pineda, Rafael M Baralt, Guillermo Balzán, Antonio Castro.
Atender al socorro de sus miembros en los casos de enfermedad y muerte. Establecer una escuela de Artesanos que diese los conocimientos del área
El estado realiza donaciones a la sociedad para la realización de obras públicas: Bibliotecas, libros, escuelas.
Casa de Beneficencia
05-08-1860
Antonio José Urquinaona, Pedro J Hernández, Guillermo Baudel, Nicolás Vale, Roberto Swift, Waldemar Worm, Aarón Luria.
Institución filantrópica de ayuda, asistencia y colaboración a la población
El estado colabora monetariamente en el sostenimiento de la institución
Cámara de Comercio de Maracaibo
29-05-1894
Guillermo pineda. Presidente, José Bell Sotos (V.P), G Hermediger, O Liuran, Juan Pons, M Henríquez, E Wisst, J. J Núñez, R Belloso Rincón
Organismo gremial que representa al alto comercio en manos de las firmas comerciales y las casas mayoristas
Se informaba al estado de manera periódica su composición y funcionamiento.
Fraternal de Honores Póstumos
Noviembre de
1902
Manuel Trujillo, Luis Rincón, José Barboza, Heromil Barrientos, Norberto Cristalino, Neptalí Andrade, Manuel Martínez, Adán Rincón, Leonidas Fuenmayor.
Prestar Auxilio Póstumo a sus miembros y funcionarios en el 1ro y 2do grado de consanguinidad
Mantenía una permanente comunicación con el estado informando sus iniciativas y actividades
Centro Musical de Maracaibo
20-03-1898
Eduardo Carrasquero H.M Jolley
Impulsar el desarrollo artístico de Maracaibo Se informa al gobierno de su constitución Este aporta 200 Bs. mensuales a la asociación
Hermanos de la Caridad de la Casa de Beneficencia
15-12-1865
Concepción Urquinaona de Valbuena Enrique Sucre de Finol
Dirigir y administrar la casa de beneficencia Recibe una asignación del estado para el mantenimiento de la institución
NOMBRE DE
LA SOCIEDAD
FECHA DE
FUNDACIÓN
MIEMBROS
PROPÓSITOS
RELACIÓN CON EL
ESTADO Caja de Ahorro
12- 05-1878
Ángel Urdaneta Captar depósitos no menores a 1 Bolívar e invertirlos en garantías
No se tiene información al respecto
Protectora de sus Miembros
24-01-1886
M Valbuena, Enrique Ortega, Rafael Sánchez, Melecio Rincón, Armando Raven,Carlos Ramsbolt
Creación de un fondo común para el auxilio de los socios en casos de enfermedad y muerte
El estado realizaba donaciones para el mantenimiento de la asociación.
Compañía de Seguros de Vida
10-11-1874
No se tienen nombres precisos aún
Se acumula un capital para los familiares de los muertos. La creación de pólizas para los miembros de la mutuo auxilio
No se tiene información al respecto
Urdaneta
1897
Ramón Martínez, Br Edmundo Petít,, Benito Puche, Br Jesús Moran Colina, Br José González, Br Mario Antunez, Br Víctor Medina, Br Tulio Ortega.
Rendir homenaje al prócer Rafael Urdaneta a través de actos patrióticos y el incentivo de desarrollo de obras publicas
El estado colaboraba materialmente en el sostenimiento y funcionamiento de la asociación.
Monte Piedad
1880
Francisco E Bustamante Facilitar transacciones a pequeña escala, dando dinero para mutuarlos a interés
No se tiene información al respecto
Gremios de Dependientes
Octavio Hernández, M.M Chacin, Ernesto Romer, Carlos Hernández, Edmundo Rosado
Promover la celebración de fechas patrias y construcción de obras publicas
El estado participa con la asociación en el cumplimiento de sus propósitos
Junta de Fomento
1903
C.F Witze, Jaime Henríquez, Manuel Aranguren, Luis García, Asdrúbal Urdaneta,, Reyes Belloso, Jorge Valbuena
La vigilancia y supervisión de obras publicas
El estado las aprobaba y fomentaba su creación para la supervisión de las obras de carácter publicas
Bolívar
1897
Pedro Rincón
Celebrar los onomásticos del libertador
Participaba al estado la realización de los actos conmemorativos
NOMBRE DE
LA SOCIEDAD
FECHA DE
FUNDACIÓN
MIEMBROS
PROPÓSITOS
RELACIÓN CON EL
ESTADO Hijos de Chiquinquirá
1881
M Oliqqre Sanchez Organizar las celebraciones en honor a N.S de Chiquinquirá
Se informaba a los funcionarios del estado sobre la composición de la sociedad
Auxiliar de la Juventud
1883
Raúl Cuenca La mutua protección en caso de enfermedades o muertes
Informaba a los funcionarios del estado sobre el funcionamiento de la asociación
Gimnasio de la Juventud
16-03-1884
Olivares Paz Levantar y sostener el progreso de la localidad (Puertos de Altagracia)
Informaba a los funcionarios del estado sobre el funcionamiento de la asociación
Auxiliar de Panaderos
1884
José Gregorio Aguirre Desarrollar por todos los medios conducentes el mejoramiento y progreso de cada uno de sus miembros y de la comunidad en general
Se informaba al estado las actividades desarrolladas
Alianza Democrática
08-02.1885
José Mora Proteger a sus miembros en caso de invalidez para el ejercicio del trabajo
Se informaba al estado las actividades desarrolladas
Pía Unión de N.S del Carmen
1897
Hermagoras Chávez, Federico Fuenmayor, Ramón González, Heromides Barrientos, Manuel Araujo, José Figuera, Jesús Villasmil, Eleazar García.
Promover los actos de celebración en honor a N.S del Carmen
Se informaba a los funcionarios del estado sobre sus cuadros directivos y funcionamiento general
Culto a la Santa Cruz
1892
Arístides Valbuena Promover actos religiosos en honor a la Santa Cruz
El estado colaboraba monetariamente para el desarrollo de los actos promovidos por la sociedad
Fuente: Información extraída de las actas de constitución de las diferentes sociedades fundadas durante el período 1880-1910. localizadas en el Archivo Histórico del Estado Zulia
Anexo N° 11: Cuadro de funcionarios directivos de algunas sociedades durante el período en estudio.
CUADRO DE FUNCIONARIOS DE LA SOCIEDAD DE EL
“SANTO SEPULCRO” PARA EL AÑO 1895
Presidente: Elías Cháves
Primer V.P: Estanislao Durango
Segundo V.P: Julio Vera
Secretario de Actas: Julio. E. Borges
Sub-Secretario de Ídem: Melequias Brito
Sub-Secretario de Correspondencias: Rafael Navarrete
Tesorero: P. Medina
Sub-Tesorero: Antonio. M. Ávila
Inspector de Muebles: G. Ávila.
(Fuente: AHZ, Año 1895. Tomo 14. Leg 21)
CUADRO DE FUNCIONARIOS DE LA SOCIEDAD
“URDANETA” PARA EL AÑO 1897
Presidente: Br. Edmundo Petit
1er V.P: Br. Gerardo Pozo
2do V.P: Benito. D. Puche
Secretario de Actas: Br. Jesús Morán Colina
Sub-Secretario de Actas: Br. José. A. González. D
Secretario de Correspondencias: Br. Mario Antunez
Sub-Secretario de Correspondencias: Br. Víctor Medina
Tesorero: Br. Tulio Ortega. D
(Fuente: AHZ. Año 1897. Tomo 2. Leg 10)
CUADRO DE FUNCIONARIOS DE LA SOCIEDAD “AUXILIAR
DE ARTESANOS” PARA EL AÑO 1892
Presidente: Simón González. P
Primer V.P: Gerardo Steen
Segundo Id Id: Joaquín Montiel
Secretario de Actas: Antonio María Ávila hijo
Sub-Secretario de Actas: Antonio de Castro
Secretario de Correspondencias: Rafael María Baralt
Sub-Secretario de Id: Alfonso Durango
Tesorero Reelecto: Idelfonso Urdaneta
Sub-Tesorero: Guillermo Negrete
Colector de Multas: Aniceto Miranda
Bibliotecario: José Antonio Pineda
Director de Escuela: Br. Arecio Miranda
Inspector de Muebles: Guillermo Balzán
(Fuente. AHZ. Año 1892. Tomo 16. Leg 18)
CUADRO DE FUNCIONARIOS DE LA SOCIEDAD “MUTUO
AUXILIO” PARA EL AÑO 1892
Presidente: Dr. Jorge Valbuena
Primer Vice: Manuel. M. Silva
Segundo Vice: Ángel Brice
Secretario de Actas: Juan Soto
Sub-Secretario de Actas: Manuel González
Secretario de Correspondencias: Andrés Mayor
Sub-Secretario de Id: Arturo Ortega
Tesorero Colector: Juan Villasmil
Sub-Tesorero: Abraham -------- (Ilegible el apellido)
Canciller: Eloy Orozco
Inspector de Muebles: Federico Herreras
Redactor del Periódico: Germán del Gallego
(Fuente: AHZ. Año 1892. Tomo 16. Leg 18)
CUADRO DE FUNCIONARIOS DE LA SOCIEDAD “PIA
UNION DE N.S DEL CARMEN” PARA EL AÑO 1897
Presidente: Dr. Hermágoras Chávez
Primer Vice: Federico Fuenmayor
Segundo Vice: Ramón González
Secretario de Actas: Herómides Barriento
Sub-Secretario de Actas: Manuel Araujo
Secretario de Correspondencias: José. M. Figueroa
Tesorero: Jesús Villasmil
Sub-Tesorero: Eleazar García
(Fuente: AHZ. Año 1897. Tomo 14. Leg 16)
CUADRO DE FUNCIONARIOS DE LA SOCIEDAD “AUXILIAR
DE SUS MIEMBROS” PARA EL AÑO 1897
Presidente: Enrique Ortega (Reelecto)
Primer Vice: Carlos d Ramsbolt
Segundo Vice: Rafael Sánchez
Secretario: Amable Reyes
Sub-Secretario: Br. Olimpíades Sánchez
Tesorero: Armando Raven. U (Reelecto)
Sub-Tesorero: Melecio Rincón
Inspector de Muebles: Eligio Reyes
Bibliotecario: Federico Williams
(Fuente: AHZ. Año 1897. Tomo 14. Leg 16